¿Quien golpea más fuerte? [PRIVADO] (Peste blanca & Miembros de Dark Clouds Pirates)

Peste golpeaba una y otra vez a aquel pobre hombre, hasta que su cuerpo cayó destrozado al suelo. Y entonces el público grito de emoción. El árbitro fue corriendo a tomar el pulso del adversario y entonces grito: -Otro iluso que pensó que podía acabar con Peste. ¿Quién es el siguiente que se atreve a desafiar a Peste por el doble de lo apostado?- Aquel arbitro incitaba a la lucha. Entonces un enorme tipo calvo aparto al resto con sus enorme manos, brazos y hombros, vamos un armario con patas, y acepto con la cabeza el reto. El público volvió a rugir de emoción y Peste sonrió de emoción. Escupió en el suelo y luego se puso a dar saltitos para calentar, pues a pesar de tener un solo brazo ya llevaba siete victorias seguidas y sin ningún rasguño.

La campana sonó y el enorme tipo se abalanzo sobre Peste, pero este era demasiado lento y Peste le introdujo los dedos en los ojos. El enorme tipo retrocedió de dolor contra el público, el cual le empujo y le lanzo de nuevo a las garras de Peste. En ese momento, Peste le golpeo en sus partes bajas, haciendo que se agachara y se pusiera a su altura. Después, con un sutil movimiento, similar al de un mortero disparando un cohete, golpeo la cabeza de aquel tipo contra el suelo. El impacto fue tan fuerte que algunos dientes del enorme tipo salieran disparados, acompañados de un reguero de sangre. El público volvió a gritar de emoción y en ese momento Peste hizo una seña al árbitro para abandonar el cuadrilátero (no se si se podría llamar así a un corrillo de gente) para tomarse algo en la barra. Peste camino entre las alabanzas y empujones de la gente, y se acercó a la barra del local clandestino.

-Hola, ponme una copa de ron.- el camarero casi como si le hubiera leído la mente, se la sirvió al instante.
-Creo chaval que deberías retirarte entes de que aparezca alguien y te haga perder todo lo que llevas ganado.
Peste se bebió todo el vaso de ron de un trago y después se lo lanzó bruscamente a la cabeza del camarero, reventándoselo a la cara.
-¡Joder!, es lo que estoy esperando, cabrón. Encontrar a alguien mejor que yo y acabar con él.-gritaba Peste como un loco al camarero ensangrentado.

( Has un combate contra este, que te dure un poco más, me refiero a que te cueste un poco y ya luego entro yo a ring!)

Peste estiró los brazos hacía detrás, y volvió al ring acompañado por las alabanzas del público. Su ego sin duda estaba por las nubes, y la gente no le parecía importar lo que le acababa de hacer a aquel pobre camarero que simplemente se preocupaba por él.

Al entrar al círculo vio como el árbitro estaba esparciendo la sangre con un cepillo por el suelo, para que se secara con más facilidad. Los dos se miraron a los ojos y Peste afirmo con la cabeza. En ese momento el árbitro lanzó el cepillo por los aires y se puso a gritar:

-¡¿Estáis listo para más sangres?!- el público rugió de emoción.-¡¿Quién será el nuevo oponente que se quiera enfrentar a Peste Blanca?!- gritaba el árbitro acompañado de un silencio atroz. El público empezó a mirar de un lado a otro en busca de algún individuo insensato, y en apenas unos segundos, un enorme moreno de más de dos metros salió al círculo. El enorme tipo además de ser grande, tenía uno grandes músculos y arrogancia, pues empujaba sin piedad al publicó dejando algunos KO o malheridos.
-Sucia sabandija, te voy a destrozar. Pareces una rata de cloaca, diminuta y asquerosa. Voy a aplastarte como a una hormiga-dijo apretando fuertemente el puño.
-Perro ladrador, poco mordedor. Eso es lo que eres tú, sacó de mierda.- dijo Peste, cabreando al enorme negro.

El árbitro alzó las manos y dio comienzo al combate. El enorme moreno corrió tan deprisa que a Peste apenas le dio tiempo a cubrirse con su brazo. El semi gyojin salió disparado, llevándose a gran parte del público por delante y acabar estampándose con una columna. Se levantó un poco aturdido y sonrió de forma sádica al contrincante.

-¿Eso es todo lo que sabes hacer?- le incitó Peste.

La enorme bestia volvió a echar a correr hacía Peste. Pero este ya se la sabía y le dio tiempo a esquivar la embestida, haciendo que el moreno partiera la columna con su placaje. El techo empezó a ceder y el público pensaba que se iba a desplomar todo el lugar, pero no pasó nada.

El moreno se volteó buscando a Peste, mientras con la mano se tocaba el hombro, que lo tenía dolorido por el golpe. Miró por todos lados, pero el gyojin no aparecía. El enorme moreno llego a pensar que se había escondido entre el público, y con chulería dijo:
-Jajajaja, pues sí que resulta que eres una rata. Te escondes cuando el gato se lo quiere comer.-
En ese momento, la cabeza de Peste asomó por detrás del enorme tipo, diciendo:- En verdad las ratas no se esconden, sino que son más astutas que los gatos y los muerden.- al segundo de decir eso Peste se lanzó a morder el cuello del moreno. Sus afilados dientes, atravesaron con facilidad la dura piel del moreno. El moreno gritó de dolor y agarró por la cabeza a Peste, lanzándolo hasta la otra punta del bar aterrizando al lado de la barra.

Peste se volvió a poner de pie y se lavó la sangre de la boca con un trapo de la barra. Después cogió un vaso de la barra y se puso a beber, mientras observaba desafiante al moreno.
-Amigo, esto ya se ha acabado para ti. Te he atravesado la vena aorta con mis colmillos, y dudo que consigas llegar hasta donde estoy.-dio un trago elegante al vaso y termino diciendo:-Jaque mate.

El enorme moreno corrió hacía Peste embistiendo a todo el que se ponía en medio, pero a la mitad del trayecto fue reduciendo su paso. La sangre de su cuello empezaba a borbotar desagradablemente, creando un río rojo por todo su cuerpo. El moreno acabó desplomándose a escasos centímetros de Peste. Este levantó su bebida en símbolo de victoria, demostrando además de su juego sucio su gran intelecto. El público rugió salvajemente.

Peste pidió un café al camarero, que anteriormente golpeó. Este no tardó ni cinco minutos en traérselo y esta vez sin mediar palabra. Realmente había aprendido a cerrar el pico delante de personas peligrosas. Mientras tanto el árbitro y algunos hombres fornidos estaban recogiendo el cuerpo inerte del enorme moreno, el cual había dejado un enorme charco de sangre en el suelo. ¿Dónde se lo llevarían? A los pocos minutos de llevarse el cuerpo unas cuentas camareras empezaron a recoger la sangre con fregonas y cepillos. La verdad que no tardaron mucho en recogerlo, pero también cabe descartar que no lo dejaron muy limpio.

Peste se bebió calmado el café mientras recorría todo el establecimiento con la mirada. Parecía que alguien había puesto un palo para soportar la viga rota y que no cediera el suelo del piso de arriba. Otros ayudaban a sus compañeros que estaban inconscientes en el suelo al ser arroyados en el combate. Y el resto simplemente esperaba a que empezara el nuevo enfrentamiento.

Cuando Peste se dio cuenta, ya se había terminado el café de la taza. Escupió dentro de ella y la dejo en la barra para que la recogiera el camarero. El café le había puesto un poco las pilas, pues se sentía un poco agotado. Pero no penséis que era por los combates, sino por el hecho de haber bebido más de diez vasos de alcohol, y eso sí,, no haber pagado ni uno. Aunque eso daba igual, pues era la atracción principal del lugar y estaba haciendo que en el negocio consumiera mucha gente.

Camino decidido hacía el círculo que se estaba formando nuevamente al rededor del árbitro. A cada paso sentía como la cafeína le iba alterando levemente las pulsaciones. A los pocos segundos apareció un hombre anciano en el círculo. El árbitro le preguntó si sabía dónde se metía y cosas así. La verdad que tenía un trabajo con personas peligrosas, pero el árbitro se preocupaba mucho por la gente. Mientras pensaba eso Peste, el árbitro se acercó a él y le pregunto si estaba bien debido al combate anterior. Peste afirmo con la cabeza y empezó el espectáculo.

-¡Querido publicó, continuamos con los combates!-el público rugió.- ¡El nuevo rival de Peste Blanca es este amable anciano, llamado Inaga!¡Darle una fuerte bienvenida por atreverse a enfrentarse a este terrible luchador!- pero en vez de otro fuerte rugido del público lo único que recibió el árbitro fue un fuerte abucheo hacía el viejo.

El anciano que no parecía importarle las palabras del público, miró a Peste y le dijo:
-Buenos días joven, he visto cómo has estado tratando a esta gente y la verdad es que me gustaría enseñarte modales. Adelante tócame si puedes.

-Como no, los ancianos siempre intentado enseñar modeles a los jóvenes. Pero no os dais cuenta que somos la nueva generación y que hacemos las cosas diferentes a vosotros.-Peste se molestó un poco por las palabras de Inaga, pero lo que más le cabreo fue su insinuación de "Adelante tócame si puedes". ¿Le estaba retando? Eso parecía. Un anciano enclenque le estaba desafiando a él. El que había arrancado un cacho de cuello a un enorme mastodonte hacía tan solo unos minutos.

-Seré rápido, ANCIANO.- remarcó fuertemente en la frase. Se puso en guardia con su único brazo y echo a correr directo al anciano. No tenía intención de golpearle con un puñetazo, simplemente se lanzaría con su guardia golpeándole con el codo en el rostro. De esta manera atacaría y estaría en guardia por si acaso en anciano tenía algún as en la manga.

Inaga escucho las palabras del joven, las cuales realmente compartía el mismo. Pero toda nueva generación necesita que la antigua le abra el camino y de vez en cuando un baño de realidad. Pero en cuanto le llamó anciano supo que el joven había caído ante sus provocaciones. Se puso en guardia y  cargó contra el viejo con su único brazo en guardia. Inaga admiraba la capacidad de superación del hombre pues a pesar de solo tener una extremidad se había convertido en un buen luchador.

Pero no estaba en esta taberna para admirarle, si no para hacerle entender que el mundo es un lugar enorme y que siempre hay un pez más grande. Gracias a que tenía su tercer ojo activado el monje fue capaz de anticiparse al golpe de su rival y con gran velocidad realizó un desplazamiento lateral con un rápido giro quedándose de costado en el momento que su rival lanzaba el golpe.

¡Estas golpeando mal! La fuerza viene desde los pies pasa por la cintura el torso y finalmente se libera.

A continuación realizó los mismos movimientos que antes había realizado su rival justo desde su derecha, pero imprimiéndole la fuerza desde el  dedo gordo del pie hasta finalmente liberarla con un puñetazo en dirección a la cabeza del oponente. Esperaba que el contraataque surtiera efecto y al menos golpeara a su enemigo, el golpe iba impreso de una fuerza que no era normal en alguien de su edad.

Vamos aunque el tejado esté nevado, la caldera sigue ardiendo.

El público al ver los rápidos movimientos del anciano se quedo en silencio, las burlas hacia su persona se terminaron en el mismo momento que el golpe era lanzado hacia su rival pues muchos de los presentes apenas fueron capaces de ver el ataque del viejo.

Peste observo a duras penas la velocidad de aquel anciano, y cuando menos se lo esperaba le tuvo a su izquierda, esquivando por completo su ataque. Después el anciano le golpeo violentamente en la cara, pues el viejo le ataco por el único lado que no tenía guardia (principalmente porque no tenía brazo izquierdo con el que cubrirse). El cuerpo del gyojin salió despedido hacia el público, parando su trayectoria con una cómica caída en domino de varios hombres. Peste se levantó conmocionado y escupió sangre al suelo. Después un reguillo de sangre empezó a emanar de su labio.

-Viejo, eres realmente bueno.- dijo Peste con una sonrisa en los labios enseñando sus afilados dientes, que ahora estaban de un color rosado por la sangre.- Esto promete ser un combate divertido.

Dio unos pasos y la vista empezó a nublarse, no pudo evitar intentar apoyarse en uno de los espectadores. Realmente aquel anciano tenía una fuerza colosal, no podía permitir que le diera otro golpe como ese o acabaría dejándole KO. Peste a los pocos segundos volvió a recuperar su compostura y miró desafiante al anciano. Está claro que el anciano era más fuerte, ahora él debía ser más listo.

Volvió a correr en dirección a Inaga, pero esta vez con una patada giratoria que le mantendría a cubierto si le atacaba otra vez por los laterales. Si tenía suerte conseguiría golpearle y con la fuerza del giro tal vez tirarle al suelo, pero si no tenía suerte seguramente recibiría otro puñetazo en la cara que le dejaría inconsciente en el primer asalto. Se impulsaba cada vez más deprisa con el movimiento de cadera y brazo que le hacían coger cada vez más velocidad mientras sus dos pernas giraban como si fuera un torbellino.

El cuerpo de Peste salió disparado dando vuelta por el aire hasta estrellarse contra una pared. El golpe hizo que el gyojin se quedara un poco exhausto. Menos mal que su piel era más resistente que la de un humano, sino habría acabado por partirse algún hueso o la propia columna.

El joven observo como algunas personas empezaron a cuchichear y al rato salieron huyendo. Parecía ser que aquel anciano también era un pirata y al parecer bien temido. Pero sus mente volvió al combate al oír las palabras del anciano.

-Me llamo Peste Blanca, y voy a ser el que acabe este combate.- Peste se colocó con las dos piernas abiertas y empezó a girar su único brazo en círculos. Se apreciaba como el gyojin estaba haciendo un gran esfuerzo que se reflejaba en la tensión de los músculos de su brazo.

-Aaaahhh...-gritó Peste mientras lanzaba un puñetazo al aire en dirección a Inaga. En ese momento los líquidos de las bebidas se juntaron en un potente chorro de diferentes bebidas en dirección al anciano.
*La teoría es que Peste puede lanzar un chorro de agua con el Karate Gyojin. Esto es posible en este lugar por el agua de los cubitos de hielo que se han deshacido en los vasos y se han combinado con el alcohol o los refrescos que enfrían. Aprovechando la situación se escabullo entre la gente y se marcho del lugar para no tener que enfrentarse más a aquel duro anciano.

Spoiler: