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Ruptura de la realidad. Empty Ruptura de la realidad. {Jue 5 Mayo 2016 - 16:11}

I
Los salmos que llegaron hasta el inconsciente de Gepetto Van Horstman habían sido escritos en una lengua perdida en el tiempo. Con un ritmo constante, aquellos sonidos astillaron el pentagrama de sus sueños y fueron arrastrándole hasta el exterior de sus propias tinieblas.

Abrió los ojos; pero no consiguió ver. Intentó moverse; pero no pudo. Tensó su cuerpo, desfiguró su alma y, aunque su corazón empujó sus instintos más primarios a todos los poros de su piel, todo fue en balde: estaba vendado, amordazado y atado sobre una lisa y fría piedra.

Al tiempo que su mente iba reconstruyendo la realidad, el joven comenzó a percibir el olor de la estancia; una espantosa mezcla de sudor y humedad que se adhirió con facilidad a su pituitaria. Las ganas de vomitar alentaron un nuevo intento fallido por librarse de sus ataduras. Tenía miedo, mucho miedo.

Como si hubieran ensayado mil millones de veces aquel ritual, los hombres que estaban cantando se anclaron al unísono a un horripilante verso. Cada repetición era más suave y más grave que la anterior: Klatu verata Niktus. Klatu verata Niktus. Klatu verata Niktus…

Uno de los miembros de aquel grupo se le acercó con algo vivo en sus manos. Tras un chillido agudo y corto, un fluido caliente cayó directamente sobre la cara del único hijo de los Van Horstman. Era sangre. El infernal coro elevó el volumen de sus oraciones mientras aquel hombre fue vertiendo más líquido por todo su cuerpo, para posterior mente obligarle a tragar algo que no fue capaz de ver en la oscuridad. Le aterró darse cuenta de que estaba completamente desnudo.

Intentó gritar, revolverse, suplicar… no pudo. De pronto, una pregunta dio un paso al frente en su consciencia: ¿¡cómo diablos he llegado hasta aquí!?

II
Gepetto consiguió aislar su mente de aquel horror que estaba viviendo e intentó organizar sus pensamientos. Recordó a la perfección cómo aquella misma mañana había terminado oficialmente su semestre en la Universidad de Watern Seven, cómo había recogido sus calificaciones y cómo se había desbordado su alegría al comprobar que tenía la máxima nota de la clase con el profesor Ellery. ¡La gran eminencia en ingeniería de su facultad!

También se acordaba de que, sobre las diez y media, había llegado a la pensión de Frank, esquivado sin dificultad a la casera y abrazado a su novia como si no la hubiera visto en mil vidas. Su novia Ellia era de una de las familias más ricas de Water seven, no sabía que había visto en el, pero la amaba con todas sus fuerzas.

-El umi rensha  sale a las 19.00; así que tenemos hasta las 18:45 para despedirnos con tranquilidad. Va a ser muy duro estar dos semanas en casa de mis padres sin ti- recordaba haberle dicho a su chica nada más llegar.

-Hoy va a ser un día memorable; y para celebrarlo, mira lo que le he pillado a Joe “el rata”.


-Por el amor de Dios, ¡parece una raíz pocha de secuoya! Huele fatal. ¿Por qué se lo has comprado a ese tipejo? Me produce escalofríos ¿y que es esa fruta con olor a podrido?.


-¡No te metas con él! Ya sabes que es el mejor amigo de un amigo. Y esto amor mío, es mi regalo de amor eterno la eh cogido de casa de mis padres quienes la compraron en el mercado negro.

-Eso me deja mucho más tranquilo. No me jodas. Por lo menos, no te habrá visto nadie, ¿no?

-No te preocupes, ayer era el dia libre del servicio y mis padres estaban en casa de mis tios y con Joe quedé en la Biblioteca Central de la Universidad, hicimos el negocio y pedí en préstamo estos libros al azar para que el señor Rivero no sospechara nada de mi visita.

-¿”El necronomicon”? ¿”El hijo de Dagon”? ¿”Mitos de los Profundos”? ¿Qué diablos es todo esto?- recordaba haberle preguntado mientras ojeaba alterado las terroríficas ilustraciones de uno de esos volúmenes.

-Quedé con Joe en uno de los pasillos del subterráneo. No queríamos sorpresas y estos libros estaban por allí. Así que calla ya y bebamos un trago de vino para empezar.

Al cabo de unas horas, habían tenido sexo, bebido dos botellas de vino, tomado aquella cosa verdosa, dormido, vuelto a tener sexo, comido galletitas saladas y la extraña fruta que le regaló Ellia, viajado por el universo y vuelto a dormir. Una épica despedida para jóvenes amantes.

De las 17:30 a las 18:38, Vlad recordaba haberse duchado, vestido, desvestido, hecho el amor, vuelto a duchar y vuelto a vestir. No se acordaba de haber subido al autobús pero sí de estar en él acompañado tan solo por su maleta, su resaca y su mal aliento.

Del mismo modo, guardaba en la memoria vagas imágenes de la lluvia torrencial del Aqua laguna, del mar ahogando las vías cerca del psiquiatrico Arkham y del conductor jurando e intentando serpentear por vías secundarias hasta llegar, sin saber muy bien cómo, a una pequeña ciudad situada cerca del cabo de Ann. Un lugar llamado Innsmouth. Después de eso, calles desiertas, una estatua en un lugar llamado Lovecraft Memorial, más lluvia, una copa de vino en una taberna espantosa, darse un baño y… el calor del agua y… y nada más.

III
Atado, amordazado, desnudo, pringado de sangre y con un grupo de obscenos locos cantando en una lengua completamente desconocida para él, Gepetto volvió a forcejear. Aunque las ataduras permanecieron firmes, la venda que le sumía en las tinieblas se desprendió de su cabeza.

Sólo tardó unos instantes en escanear aquel lugar de luz tenue. El techo, las paredes y el suelo eran verdosos y húmedos. Sus pies estaban apuntando a la oscuridad y su cuerpo blanquecino estaba cubierto de sangre. Gepetto se dio cuenta de que había gran cantidad de agua por todas partes y de que el mismo estaba empapado.

A su espalda, los hombres del coro portaban roídas túnicas y un cirio decorado con desconocidas runas. Sus manos y sus caras eran extrañas, como si tuvieran escamas en la piel. El que parecía su jefe encajó el cuchillo ceremonial en un lugar predeterminado sobre la piedra y se colocó junto a los demás.

En ese momento, un ruido metálico al otro lado de la estancia hizo que su corazón rebotase frenéticamente en el interior de su cuerpo. Algo se movió entre las sombras y, después de unos instantes, lo vio: un ser horripilante, enorme, con escamas, de manos palmípedas, de ojos rojos y con una boca llena de afilados dientes se arrastraba hacia su posición. La bestia se subió a la piedra y tiró de los brazos de Gepetto con tal fuerza que rompió sus ataduras. El dolor fue insoportable. El coro elevó sus cánticos mientras aquella cosa acercó su cara a la mejilla derecha del universitario. De manera automática, Gepetto cerró los ojos con fuerza y giró su cabeza en la dirección contraria.

No podía más; el tacto con la piel viscosa de aquel monstruo le hizo vomitar. Abrió los ojos y vio que los restos de todo lo que había ingerido durante el día se encontraban sobre el cuchillo ceremonial. La criatura le puso de espaldas y se dispuso a violarle. Gepetto se limitó a mirar el cuchillo y se dejó hacer. Miró el cuchillo y sintió dolor. Miró el cuchillo y esperó. En el momento que la bestia hubo terminado, con un intento que consumió hasta la última de sus fuerzas, el chico consiguió zafarse de su captor, coger el arma y clavársela en el cuello. Una sola vez; más que suficiente.

Los gritos y gemidos fueron ensordecedores; su muerte, no. Gepetto se tumbó sobre la piedra y descansó. Todo había terminado.

IV
A la mañana siguiente, alertado por las humedades que tenía en su techo, la señora Fontaine subió al piso de arriba para ver cuál era el origen del agua que se filtraba por las paredes de su hogar. Lo último que podía imaginarse esta pobre viuda es que se iba a encontrar con un panorama tan desolador.

-Aquello parecía la batalla del mar del norte- pensó. Todo estaba por los suelos. El olor a humedad, a podredumbre y a algo que no era capaz de distinguir era insoportable. El grifo de la bañera estaba abierto y el suelo de toda la habitación estaba encharcado.

Tuvo que apoyarse en la pared del baño y cerrar los ojos durante unos instantes para acumular fuerzas. Cuando los abrió, pudo observar que en la bañera había una chica ahogada y que en el suelo se fusionaban un par de botellas de vino vacías, vómitos, mucha sangre, un cuchillo de cocina, una docena de horripilantes ilustraciones que hacían las veces de macabros nenúfares y el cuerpo inconsciente de su inquilino Gepetto.

Semanas más tarde, la investigación concluiría que Ellia fue asesinado por su novio, Gepetto, mientras ambos practicaban sexo y se encontraban bajo el efecto de una droga natural de la que aún hoy no se tienen datos. Lo que empezó como una fiesta previa a las vacaciones de semestre, terminó como una horripilante tragedia.

Para el oficial que firmó el informe, uno de los datos más escabrosos de toda esta historia fue que una frase de la que se desconoce su significado (Klatu verata niktus.) se encontró más de cincuenta veces escrita con la sangre del chico en las paredes del baño. Al joven lo recluyeron en el hospital psiquiátrico Arkham.

V
Comienzo a abrir los ojos… me duelen, los tengo como irritados. Lo primero que consigo ver es un techo blanco. No sé dónde estoy. Giro un poco la cabeza para ver algo más. Veo que a mi lado hay una mujer con un uniforme blanco. Todo es blanco. No sé todavía dónde estoy ni por qué. Siento una gran ansiedad. Sólo puedo pensar en cómo salir, en cómo hacerlo sin que esta mujer se dé cuenta. Espero que no me quiera hacer daño… Ciertamente, me encuentro asustando. Intento pensar, pensar rápido. Empiezo comprobando mi movilidad poco a poco, discretamente. Creo que ella se da cuenta y la veo cogiendo un teléfono y pidiendo que venga el doctor. ¿He escuchado bien? ¿Doctor? No sé qué pensar… Lo primero que me viene a la cabeza es intentar distraerla. Inicio una conversación, que a la vez me ayudará a sacar más información para saber actuar. Intento hablar, me cuesta pero finalmente consigo decir:

-H… o… la…a.


-Hola-
contesta ella mirándome fijamente y con un cierto placer en su rostro.

La puerta se abre y empiezan a entrar una, dos, tres… ¡Y hasta cuatro personas! Todos con batas blancas y pijamas como de hospital. Rodean todos la cama con cara de impacientes, uno de ellos pensativo, mira al muñeco sentado en la silla y la chica se retira, dando un paso atrás, al verlo.

Sin más me empieza a tocar la cara, y me ilumina los ojos con una pequeña luz, se acerca un poco más a mí y me dice con voz suave. Ante la atención absoluta de los otros:

-No temas, sé que es complicado pero quiero informarte que ahora te encuentras en el Hospital psiquiátrico Arkham en una de nuestras alas. Todas estas personas que te rodean son médicos al igual que yo. Mi nombre es luthor y todos estamos aquí por ti, para ayudarte a estar mejor. Si entiendes lo que te estoy diciendo puedes mover la cabeza o decírmelo con la voz si te sale.

Hago un gesto afirmativo con la cabeza pero con cara de no entender nada.

-¡Perfecto! Vamos bien. -me dice mientras sonríe ligeramente. A continuación comenta-: Ahora te haré una serie de preguntas que puedes intentar contestarme. ¿Cómo te llamas?

Intento pensar pero… ¡No lo sé! No lo sé… con gesto compungido le digo.

-Lo siento.

-No, tranquilo, es normal.

-No, no es normal. No sé cómo me llamo ni qué ha pasado, ni por qué estoy aquí, ni cómo he llegado. Puede ser muchas cosas pero no, no es normal.

-Tranquilo, juntos lo sabremos tarde o temprano así que confía en nosotros - me dice con ternura-. A ver, yo te puedo ayudar con lo que he vivido desde que estás aquí y la policía tal vez pueda darnos algo de información. Y seguro que tú, aunque ahora te parezca difícil, lo recordarás. Así que, poco a poco, resolveremos entre todos el rompecabezas.

Me mira y de golpe, como un niño que acaba de tener una gran idea, me dice:

-¿Qué te parece si nos inventamos un nombre para ti? Evidentemente, será hasta que sepamos más, luego volverás a ser quien eras.

Esto me hace sentir un poco mejor- Me parece bien.

-Observándote me has recordado a un aventurero pirata que luchaba con viejos corsarios. ¿Te acuerdas de Arturious en la obra la gran intifada? (Yo afirmo con la cabeza) -Pues, ¿qué te parece ser llamado por unos días, Capitán Salahadin?

Me sale una sonrisa ante la pregunta del Dr. Luthor. Y con todas mis fuerzas le contesto un -¡Sí!

Con toda su satisfacción se levanta de mi cama y dice. - Sí, ¡Le queda muy bien Sr. Salahadin! Je, je… Ahora te dejo tranquilo porque descanses. Por la tarde autorizaré una visita de la policía para que puedas obtener más información acerca de ti y lo que te ha llevado al hospital.

-De acuerdo Luthor, gracias por todo. Siento como caigo dormido.

Después de unas cinco horas aproximadamente me despierto, esta vez estoy sólo en la habitación con la única excepción de ese muñeco, el cual sigue con los ojos clavados en mí, me levanto con cierta dificultad pero llego a abrir un poco la puerta. Observo a dos policías custodiándola. Les hago un gesto de saludo educado. Ellos parecen sorprendidos y con un gesto de autoridad me envían de nuevo hacia dentro de la habitación. Una vez más no entiendo nada, pero esta vez vuelvo a la cama, aunque previamente he cogido el mando de la televisión. La enciendo. Me tiro mirando la caja tonta una hora y media hasta que aparece un policía. Éste me empieza a hacer todo tipo de preguntas desde el mismo momento en el que entra por la puerta. Ante este atropello no me queda otra que contestarle:

-Una por una, por favor. No sé cómo me llamo pero el Dr. Luthor y yo hemos llegado al pacto de que hasta saberlo me llamarían Capitán Salahadin.

Con cara de pocos amigos me informa.- Según la documentación encontrada te llamas Gepetto Van horstman. Sí, he hablado con tu doctor. Cabe decir que disponemos de un vídeo que nos contesta a muchas cuestiones planteadas.

-Perdone, ¿Pero ha dicho que me llamo Gepetto?

- Sí, según lo que hemos podido averiguar, tu nombre entero es Gepetto Van Horstman. Vives en Water Seven con tu pareja, bueno… mejor dicho tu difunta pareja, ya que ésta ha muerto a causa de un accidente de barco. Un barco que tú pilotabas. He de decir que al parecer, tú no has sido el responsable de su fallecimiento.

-¿Qué? ¿Cómo? ¡Joder! ¿Qué? ¡No! Yo… yo he matado… ¿Qué? No…

Después de un rato intentando pensar-. ¿Dice que hay un video? ¿Dice que yo no soy el responsable? ¿Quién ha sido el que la ha matado?

-El accidente ha sido debido al hecho de que alguien ha perforado el casco de su barco señor Gepetto.

Me quedo incrédulo. Pensativo. En blanco. De repente, empiezo a recordarme a mí navegando achicando el agua del barco mientras se hundía.

-Pero,  espere… acabo de tener una especie de flash de mí en el barco, estaba achicando agua.

-¿Realizó alguna parada durante el trayecto Sr. Van Horstman?


-No lo sé… Intento recordarlo,  creo que sí… sí, sí. Recuerdo que me paré en la el puerto a por provisiones.

-De acuerdo con la búsqueda que hemos estado haciendo desde el suceso le tengo que informar que tenemos un sospechoso.

-¿Quién?

-De hecho sospechamos de su propia pareja.

-¡Imposible! Si no recuerdo mal, ella se quedó dentro del barco. ¡No puede ser verdad lo que dice! ¿Y por qué querría hacer algo así?


-Envió una nota de despedida a unos parientes dónde explicaba que no quería seguir viviendo y que lo único que la hacía seguir en este mundo, era usted. Que ella ya no podía más, que no podía alejarse de usted porque le amaba y ésta fue la única opción viable que encontró. Al parecer, su idea era morir los dos juntos.

-¿Qué? ¿Cómo? ¡No me lo puedo creer! No puede ser, ¡No puede ser!

Quiero llorar. Entre la decepción y la melancolía consigo articular estas palabras.

- ¿Me puede dejar solo, por favor?


-Sé que esto es muy duro, sólo le puedo decir saldrá adelante. Buenas tardes. -me dice solemnemente mientras se retira por la puerta.

Enfadado, cabreado, jodido, triste… toda una vorágine de sentimientos me recorren el alma, el cuerpo. Cojo el mando de la televisión y lo tiro hacia la ventana, luego el siguiente en tirarse soy yo. Mientras que siento la caída libre de mi cuerpo al vacío sólo escucho la voz de Slappy en mi mente diciéndome: ¡Abre los ojos!

VI

Despierto mirando el techo, en una habitación de tantas, conozco esta sensación. Recuperándome del sedante que, sin ninguna duda, me administraron ayer anoche. La luz entra por la diminuta ventana y mi cuerpo empieza a responder dentro de estas frías cuatro paredes. El reloj marca las ocho y ocho. ¿Cómo es que nadie ha venido a buscarme? Aquí, a los dementes nos llaman “pacientes” y no suelen tratarnos con mucha dignidad; no importa quién hayas sido ni lo que hayas hecho de bueno en la vida, dejas de ser alguien, sólo eres un fallo más en la cadena, un fluorescente que falla; un ausente, por fortuna, para la sociedad. Suena a resignación porque es lo que es: Si te limitas a tomar la medicación y no causas muchos problemas, eres casi como un invitado, aunque de invitados los hay de muchas clases. Puedes invitar a un perro callejero a cenar, pero si decides que pase la noche en tu casa, lo llevarás a un cuartucho oscuro, donde no importará lo que rompa, eso sí, con la puerta cerrada con llave para que no escape ni se le oiga ladrar. Es por su propio bien.

Tengo la boca seca, hay un vaso de plástico con agua en la repisa, pero no puedo levantarme de la cama, todavía estoy atado. Oigo mi respiración y parece que he cogido frío. Llevo despierto más de media hora. El tic tac del reloj, junto con el vacío de la habitación es peor que mis ataduras, a las que ya estoy acostumbrado. Empiezo a recordar que justo cuando entrabamos en el comedor, alguien me atacó, y creo que atacaron a más gente pero todo está borroso en mi mente. Antes de eso estaba en una cueva húmeda con una criatura de la que apenas puedo vislumbrar más que viscosas escamas.

Llevo en la cama más de tres horas y me muero de hambre. Intento silbar mi canción preferida, la de un anuncio de detergente que dan una y otra vez durante la publicidad, pero apenas logro balbucear. A mi lado junto a la cama esta la única compañía que eh tenido durante todos estos años, Slappy mi muñeco de la infancia me mira fijamente. No sé por qué pruebo de liberarme, pues mi instinto es totalmente inútil en estos casos y nunca me ha servido de nada aquí dentro. Aun así, intento llamar la atención golpeando ferozmente el cabecero de hierro que tiene la cama. Ahora oigo pasos, gente que murmura, alguien llora. Una mujer, quizás la enfermera….

Por fin alguien entra. La enfermera me mira aterrada y se tapa la mano con la boca. Inmediatamente se coloca la mascarilla que le cuelga del cuello. El médico, desde una distancia prudencial, parece dirigir la mirada hacia mi hombro o mi cuello. ¿Acaso tengo heridas?

Le ordena a la enfermera tomarme el pulso y administrarme no sé qué medicación pero ella no se atreve ni a acercarse, lo cual me pone muy nervioso y reacciono tambaleándome de nuevo. No logro ni mover la cama. Intento hablar, pero de mi boca ya sólo salen berridos que me obligan a callar, ahora yo también estoy asustado. Por dentro lloro como un niño, pero de mi boca salen sonidos escalofriantes, como si me estuviera quemando vivo y gritase de dolor aunque no noto nada.

Ahora empiezo a tener espasmos, que casi consiguen mover la cama. La enfermera sale a toda prisa de la habitación, torciéndose el tobillo y dejando atrás uno de sus zapatos. Cuando abre la puerta veo un gran desorden en el corredor, hay cristales rotos y ensangrentados, creo ver incluso pedazos de algo que no acabo de reconocer.

Me siento raro y quiero desatarme, pero para sorpresa mía actúo como si fuera capaz de ello. El doctor prepara otra dosis, tengo que darme prisa. Consigo liberarme de la correa. ¡Es increíble! El médico intenta agarrarme. Quiero pedirle que por favor me ayude, que no me haga daño pero de repente todo está borroso y cuando me doy cuenta, tiene un gran mordisco en el cuello, está chillando y me apuñala en el pecho con su aguja. Lo empujo contra la pared y el reloj cae al suelo. Me libero de las demás ataduras. Miro mis manos: las tengo arrugadas y secas, están demacradas y enrojecidas, al igual que mis pies desnudos. ¿Cuánto tiempo he dormido? La puerta había quedado entreabierta y me dispongo a salir, primero cojo a Slappy.

Doy el primer paso y me clavo un cristal, no me duele, pero al apoyarlo en el suelo hace que me tuerza al caminar. Se oyen gritos al final del corredor. Intento comunicarme, pero lo único que sale de mi voz son los mismos berridos que oigo a lo lejos. Giro a mi derecha y paso por debajo de unas camillas amontonadas que entorpecen el paso. Los barrotes que incomunican el pasadizo están abiertos, los gritos son cada vez más cercanos y ensordecedores. La enfermera yace en el suelo, tiene una fractura en la cabeza y sangra mucho. Me acerco a ella, todo vuelve a estar borroso…

Tengo el hombro muy irritado. Me rasco, me pica mucho. Creo que al hacerlo me he hecho una herida. Sí, es sangre, pero hay demasiada como para ser mía. Mis manos están ensangrentadas junto con el pijama. A la izquierda hay unos lavabos de personal, también hay sangre por todas partes. Las luces están apagadas, las enciendo y los fluorescentes empiezan a parpadear. A unos metros hay un espejo, veo reflejada mi silueta pero no espero a que acaben de encenderse y me dirijo hacia ella. La fría luz se enciende al fin. Me miro pero no soy yo, estoy frente al espejo pero no puedo ser yo. De nuevo, todo está borroso…

Espero que esta pesadilla acabe pronto. Quiero despertar. Salgo corriendo, está lloviendo. Cruzo las calles solitarias de la ciudad bajo la oscuridad de la noche con la única compañía del muñeco que ah estado conmigo todos estos años, Slappy un viejo muñeco de ventrílocuo. Pongo mi mano dentro de su cuerpo y muevo su boca.

Felicidades has conseguido escapar de ese manicomio. Ahora eres libre, libre de vengarte de quienes hicieron esto.

Yo me sorprendo por primera vez me habla y sus palabras llegan muy hondo en mi interior, vuelvo a ser libre, en esta ocasión tendré que esconderme.

Nunca nos volverán a meter ahí dentro Señor Slappy.


Explicación:
las partes I, II, III y IV es donde ocurre la ruptura final de Gepetto con la realidad debido a las drogas y  los maltratos anteriormente sufridos (en los próximos diarios pondré partes del pasado donde se esclarecerán estos hechos)
Las partes V y VI son una imaginación de mi mente para protegerlo de la realidad, que el había matado a la persona que mas ama.
La parte VII es la liberación de Gepetto del hospital gracias a Slappy y sus poderes de la fruta del diablo.

Con este diario me gustaría pedir algo de experiencia, la posibilidad de conseguir a Slappy la marioneta como objeto especial el cual aun está pendiente de moderación ( https://www.onepiece-definitiverol.com/t17345-slappy-quiere-un-abrazo#168777 ) y la fruta La Fruta Ito Ito con tabla legendaria si me llega la nota.
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Ruptura de la realidad. Empty Re: Ruptura de la realidad. {Sáb 14 Mayo 2016 - 21:57}

El diario ha estado bien, de hecho de no ser por lo del final, iba a decirte que no cambiases de persona en mitad del diario XD. Debiste ponerlo al principio. Pasamos a la acción: Tienes algunos fallos, entre ellos unas comas falladas. También unos de ortografía.

// esquivado sin dificultad a la casera y abrazado a su novia // Las “n”

// que había visto en el, pero // Él

// mar del norte // Norte

// Le queda muy bien Sr. Salahadin! Je, je… Ahora te dejo tranquilo porque descanses. // Para qué, en todo caso.

Otra cosa que me ha llamado la atención es que cuando se produce la violación anal (¿), había personas y cuando matas el bicho, desaparecen.

Tu nota es un 8,5. Ahora a lo que vamos. La Ito la tiene el líder del CP, ergo no puedes pedirla. Como deduzco que no lo sabías, te ofrezco coger otra para la que te de la nota, a tu elección con el 8,5. El objeto es legendario por lo que he visto, de modo que nada. Se te dará la exp correspondiente por ser tu primer diario.

Puedes pedir segunda moderación si lo deseas.
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Ruptura de la realidad. Empty Re: Ruptura de la realidad. {Lun 16 Mayo 2016 - 3:39}

Intenté que se reflejara su locura, digamos que es lo que ocurre en su mente, y parte de lo que ocurre en realidad, por ejemplo la violación es su imaginación, en ese momento el esta con su novia en la bañera, matándola.

Dicho esto si no varia tu juicio sobre la nota, la acepto tal y como esta y respecto a la fruta no sabia que estaba ocupada, la "hobi hobi no mi" esta disponible? si es así me gustaría tenerla.
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Ruptura de la realidad. Empty Re: Ruptura de la realidad. {Lun 16 Mayo 2016 - 4:23}

La Hobi Hobi no mi está baneada en el foro por lo que implica esa fruta. Escoge otra.
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Ruptura de la realidad. Empty Re: Ruptura de la realidad. {Mar 17 Mayo 2016 - 22:58}

me gustaría pedir la Shiro Shiro no mi entonces.
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Ruptura de la realidad. Empty Re: Ruptura de la realidad. {Mar 17 Mayo 2016 - 23:13}

Tabulala y un staffer pasará a comprobarla ^^
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Ruptura de la realidad. Empty Re: Ruptura de la realidad. {}

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