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Me encontraba supervisando la construcción de uno de los nuevos edificios de los barracones, pronto tendríamos capacidad para un pequeño ejército dentro del cráter. Durante los últimos meses habíamos avanzado bastante con las defensas y la protección de la isla, tanto que ahora ya no escondíamos el puerto. Alguien me saludo por la espalda, cuando me gire vi a unos de los iniciados que traía un mensaje, un barco con reclutas y asesinos de la antigua base acababa de llegar al puerto, por lo que me desplacé a las afueras de la ciudad, donde celebraríamos un ritual de iniciación acorde a nuestra profesión, asesinatos.
-Bienvenidos a todos a nuestra base, pronto empezara vuestra verdadera prueba para uniros a nosotros, solo hay una norma, matar o morir. –Fue mi saludo a los recién llegados, antes de guiarlos hasta una parte de la ciudad con una alta valla y edificios aún sin restaurar en su interior. - Aquí demostrareis vuestra valía, luchareis contra prisioneros que os vallamos asignando, dependiendo de vuestro grado de éxito os asignaremos el vuestro.
Tras esta breve introducción llamé al primer aspirante a entrar, mientras los miembros más veteranos observaban el desarrollo yo bajé a ver al resto de llegados, pues estaba seguro de que ese primero moriría o no pasaría de iniciado. Durante el paseo vi a algunos candidatos interesantes, e incluso me pare a hablar con alguno.
-Bienvenidos a todos a nuestra base, pronto empezara vuestra verdadera prueba para uniros a nosotros, solo hay una norma, matar o morir. –Fue mi saludo a los recién llegados, antes de guiarlos hasta una parte de la ciudad con una alta valla y edificios aún sin restaurar en su interior. - Aquí demostrareis vuestra valía, luchareis contra prisioneros que os vallamos asignando, dependiendo de vuestro grado de éxito os asignaremos el vuestro.
Tras esta breve introducción llamé al primer aspirante a entrar, mientras los miembros más veteranos observaban el desarrollo yo bajé a ver al resto de llegados, pues estaba seguro de que ese primero moriría o no pasaría de iniciado. Durante el paseo vi a algunos candidatos interesantes, e incluso me pare a hablar con alguno.
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El barco estaba por llegar a puerto lo que significaba que al fin todos los que se encontraban en ese barco podrían ver cual era su destino y si en realidad existía o no esa esa organización de la que hablaban los rumores. Pronto el ruido y los nervios se apoderó del barco, tan solo unos pocos entre los que se encontraba el pelinegro parecían no inmutarse por lo cercano que estaba su destino y todo lo que ello suponía. Los reclutas, como habían sido llamados por el oficial al mando de ese barco, estaban formados por personas bastante distintos unos de otros, los había como el pelinegro que con solo mirarlos a los ojos se veía que estaban preparados para lo que se les pusiera delante, pero también había otros que habían aceptado unirse tan solo por la promesa de riquezas, y por último quedaban los que habían dejado atrás una vida de pobreza y hambruna.
Una vez todos habían desembarcado pronto fueron llamados a seguir a uno de los que los habían acompañado en el barco, esa persona tan solo se limitaría a llamarlos una vez antes de comenzar a caminar sin decir ni una palabra más. El paseo duró más bien poco ya que al parecer Aetiel y el resto de sus compañeros serían los que deberían esperar por la llegada de la persona que estaría a nuestro cargo, la espera no se hizo muy larga ya que a los pocos minutos de llegar hizo su aparición la persona encargada de la "iniciación", que era lo único de lo que se escuchaba hablar a los que los observaban mientras realizaban sus tareas.
Esa "persona" no lo era del todo o al menos esa era la impresión que había causado en el pelinegro, ante ellos se mostraba una especie de híbrido entre humano y murciélago que sin demorarse mucho fue directamente al grano con la única norma que deberían seguir si querían permanecer allí.
- Para eso he venido aquí - Al escuchar las palabras del hombre-murciélago la expresión en el rostro del pelinegro se tornó bastante seria y fría. Mientras que el primero de todos ellos comenzaba con la "iniciación" al parecer el instructor se daría un paseo entre todos ellos para así poder verlos más de cerca, esto no alteraría al pelinegro que simplemente mantenía su mirada fija en lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos, la iniciación.
Una vez todos habían desembarcado pronto fueron llamados a seguir a uno de los que los habían acompañado en el barco, esa persona tan solo se limitaría a llamarlos una vez antes de comenzar a caminar sin decir ni una palabra más. El paseo duró más bien poco ya que al parecer Aetiel y el resto de sus compañeros serían los que deberían esperar por la llegada de la persona que estaría a nuestro cargo, la espera no se hizo muy larga ya que a los pocos minutos de llegar hizo su aparición la persona encargada de la "iniciación", que era lo único de lo que se escuchaba hablar a los que los observaban mientras realizaban sus tareas.
Esa "persona" no lo era del todo o al menos esa era la impresión que había causado en el pelinegro, ante ellos se mostraba una especie de híbrido entre humano y murciélago que sin demorarse mucho fue directamente al grano con la única norma que deberían seguir si querían permanecer allí.
- Para eso he venido aquí - Al escuchar las palabras del hombre-murciélago la expresión en el rostro del pelinegro se tornó bastante seria y fría. Mientras que el primero de todos ellos comenzaba con la "iniciación" al parecer el instructor se daría un paseo entre todos ellos para así poder verlos más de cerca, esto no alteraría al pelinegro que simplemente mantenía su mirada fija en lo que estaba ocurriendo delante de sus ojos, la iniciación.
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Un grito proveniente del interior del recinto llenó el ambiente, como suponía el primero había caído ante el hombre del interior, que ahora estaría registrando y rapiñando lo que el desdichado llevara encima para usarlo con el siguiente que apareciera. Uno de los veteranos llamó al siguiente, este paso al lado mío con gesto firme y determinación. Vestía una túnica y no parecía llevar armas, pero rechazó la que se les ofrecía a todos, ya que algunos venían sin ellas siquiera. Caminando entre la gente vi a un moreno, parecía estar más que seguro de sí mismo, me mantuvo a la mirada, lo que denotaba seguridad en sí mismo.
Continué mi ronda encontrando apenas otros dos que me parecieran digno de mención, con sus caras y posiciones en mente subí de nuevo a ver cómo le iba al que estaba dentro. Tenía al pobre desdichado que había acabado con el anterior cogido por el cuello, que no tardó mucho en partirse. Ese chico llegaría alto, no me cabía la menor duda. Le comuniqué los tres hombres que debían pasar por la prueba avanzada al Sangurasu que estaba dirigiendo la misma. Esta prueba especial consistía en una lucha a k.o contra una de los miembros ya oficiales de la orden, con la que se comprobarían sus habilidades, y mi juicio, dicho sea de paso.
-Black Bullet eres el siguiente, por favor pasa por la puerta. -Dijo el Sangurasu.
-Toma, ponte esto. –le dio uno de los ayudantes al moreno antes de que pasara, era un traje de los de la orden. - Este combate es k.o, si matas a tu rival sufrirás las consecuencias, no se sim entiendes. –Tras esa indicación y advertencia se le abrió la puerta.
Continué mi ronda encontrando apenas otros dos que me parecieran digno de mención, con sus caras y posiciones en mente subí de nuevo a ver cómo le iba al que estaba dentro. Tenía al pobre desdichado que había acabado con el anterior cogido por el cuello, que no tardó mucho en partirse. Ese chico llegaría alto, no me cabía la menor duda. Le comuniqué los tres hombres que debían pasar por la prueba avanzada al Sangurasu que estaba dirigiendo la misma. Esta prueba especial consistía en una lucha a k.o contra una de los miembros ya oficiales de la orden, con la que se comprobarían sus habilidades, y mi juicio, dicho sea de paso.
-Black Bullet eres el siguiente, por favor pasa por la puerta. -Dijo el Sangurasu.
-Toma, ponte esto. –le dio uno de los ayudantes al moreno antes de que pasara, era un traje de los de la orden. - Este combate es k.o, si matas a tu rival sufrirás las consecuencias, no se sim entiendes. –Tras esa indicación y advertencia se le abrió la puerta.
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Los gritos del primero que había pasado se escuchaban desde el lugar donde Aetiel y los demás esperaban su turno, daba la impresión de que no había tenido mucho éxito. Al cabo de unos segundos el siguiente sería llamado a entrar ante la atenta mirada de todos los demás que esperaban ansiosos su turno.
Los siguientes en tomar la prueba no tardaron mucho en ser llamados y entre ellos se encontraba el pelinegro al que llamaron no por su nombre sino por el apodo por el que se había dado a conocer.
- Ya era hora - Fue el pensamiento que tuvo el muchacho al escuchar su nombre. Sin perder tiempo abandonó el grupo y marchó directo hacia la puerta que ocultaba el lugar donde tenía lugar la "iniciación", antes de entrar le entregaron lo que parecía ser el traje que portaban los iniciados en la orden, sin perder mucho tiempo se lo puso a la vez que escuchaba las indicaciones del hombre-murciélago que parecía ser la persona a cargo de la prueba.
Aetiel tan solo se limitó a asentir con la cabeza sin perder el gesto serio en su cara, una vez que la puerta se abrió el pelinegro entró con paso lento y precavido con la mano en su pistola preparado para cualquier ataque sorpresa que pudiera recibir por quien estuviera en el interior.
Los siguientes en tomar la prueba no tardaron mucho en ser llamados y entre ellos se encontraba el pelinegro al que llamaron no por su nombre sino por el apodo por el que se había dado a conocer.
- Ya era hora - Fue el pensamiento que tuvo el muchacho al escuchar su nombre. Sin perder tiempo abandonó el grupo y marchó directo hacia la puerta que ocultaba el lugar donde tenía lugar la "iniciación", antes de entrar le entregaron lo que parecía ser el traje que portaban los iniciados en la orden, sin perder mucho tiempo se lo puso a la vez que escuchaba las indicaciones del hombre-murciélago que parecía ser la persona a cargo de la prueba.
Aetiel tan solo se limitó a asentir con la cabeza sin perder el gesto serio en su cara, una vez que la puerta se abrió el pelinegro entró con paso lento y precavido con la mano en su pistola preparado para cualquier ataque sorpresa que pudiera recibir por quien estuviera en el interior.
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Subí hasta la parte de arriba, este era uno de los combates, o al menos esperaba que lo fuera, que más interesantes podían ser. Había visto mucho potencial en aquel chico, esperaba no estar equivocado, todavía quedaban huecos vacantes en la cadena de mando tras los últimos meses de cambios. Vi como el adversario de jovencito se le aproxima lateralmente, aprovechando las sombras de las ruinas, el hombre era un experto asesino, y un maestro de las sombras, podía correr entre hojas secas y que nadie en metros a la redonda se enterase de que había pasado si no estaba mirando.
-Si sigue las normas el chico llegara alto, vete convocando a los inmortales, tendrán que ratificarlo, aunque no estén aún todos elegidos, a y avisa a un par de suplentes para nuestro hombre, por si hay algún imprevisto. No quiero tener a un aspirante crecidito deambulando por la ciudad. -Le comenté al que se encontraba allí, por mi parte no me movería hasta ver a todos los combatientes por los que apostaba.
-Si sigue las normas el chico llegara alto, vete convocando a los inmortales, tendrán que ratificarlo, aunque no estén aún todos elegidos, a y avisa a un par de suplentes para nuestro hombre, por si hay algún imprevisto. No quiero tener a un aspirante crecidito deambulando por la ciudad. -Le comenté al que se encontraba allí, por mi parte no me movería hasta ver a todos los combatientes por los que apostaba.
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Las puertas se cerraron a la entrada del pelinegro dando a entender que solo podría salir de ese lugar por otra parte que no fuera esa puerta. Ante sus ojos se alzaba lo que parecían ser los restos de antiguas edificaciones, el lugar no estaba muy iluminado y según había entendido debía derrotar a alguien.
- Con que no te vas a mostrar... - Según comprendía el pelinegro la persona con quien debía pelear ya se encontraba en el interior de la estancia, y parecía que se ocultaba en las sombras esperando para atacar. El muchacho apenas si escuchaba su propia respiración por lo que rápidamente entendió que debía ocultarse si quería tener alguna oportunidad ya que con su entrada su posición había quedado expuesta y ahora era presa fácil. Aprovechando la habilidad, que había adquirido después de comer una de las llamadas frutas del diablo, Aetiel comenzaría a cargar su mano libre con la intención de hacerla explotar mientras tocaba el suelo con ella para así levantar una nube de humo provocado por la arena que cubría todo el lugar. Con esta especie de distracción el pelinegro mataría dos pájaros de un tiro, conseguiría una especie de barrera contra ataques sorpresas cuerpo a cuerpo a la vez que conseguía una oportunidad de ocultarse en lo que parecía ser una especie pared destruida tiempo atrás que proporcionaba la cobertura suficiente para observar detenidamente todo sin estar demasiado expuesto.
- Con que no te vas a mostrar... - Según comprendía el pelinegro la persona con quien debía pelear ya se encontraba en el interior de la estancia, y parecía que se ocultaba en las sombras esperando para atacar. El muchacho apenas si escuchaba su propia respiración por lo que rápidamente entendió que debía ocultarse si quería tener alguna oportunidad ya que con su entrada su posición había quedado expuesta y ahora era presa fácil. Aprovechando la habilidad, que había adquirido después de comer una de las llamadas frutas del diablo, Aetiel comenzaría a cargar su mano libre con la intención de hacerla explotar mientras tocaba el suelo con ella para así levantar una nube de humo provocado por la arena que cubría todo el lugar. Con esta especie de distracción el pelinegro mataría dos pájaros de un tiro, conseguiría una especie de barrera contra ataques sorpresas cuerpo a cuerpo a la vez que conseguía una oportunidad de ocultarse en lo que parecía ser una especie pared destruida tiempo atrás que proporcionaba la cobertura suficiente para observar detenidamente todo sin estar demasiado expuesto.
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Una explosión, aparentemente generada en la mano del chico levanto una nube de polvo, ocultando la zona en la que se encontraba. Unos instantes después se pudo escuchar una explosión, algo mayor donde antes se encontraba el muchacho. Contra los muros cercanos se pudo escuchar el sonido del metal rebotando, al parecer el veterano asesino había lanzado algún tipo de bomba con metralla, aunque esta debía de ser bastante débil, pues ya sabía que no estaba permitido matar.
Mientras la nube de polvo se desvanecía una algo más oscura empezaba a ocupar la zona de ruinas justo al suroeste de donde esta se encontraba, seguramente alguna técnica del maestro sombra. Parecía que éste no tenía ganas de luchar cara a cara aún con el nuevo, y quería probar su capacidad de estratégica antes, si podía seguir moviéndose tras la metralla de finas agujas.
-Podéis jugar, pero tenéis media hora como mucho. - Les grite desde arriba, para que me escucharan bien los dos. Tras lo cual alcé el vuelo para verlo todo mejor desde una posición aún más vertical.
Mientras la nube de polvo se desvanecía una algo más oscura empezaba a ocupar la zona de ruinas justo al suroeste de donde esta se encontraba, seguramente alguna técnica del maestro sombra. Parecía que éste no tenía ganas de luchar cara a cara aún con el nuevo, y quería probar su capacidad de estratégica antes, si podía seguir moviéndose tras la metralla de finas agujas.
-Podéis jugar, pero tenéis media hora como mucho. - Les grite desde arriba, para que me escucharan bien los dos. Tras lo cual alcé el vuelo para verlo todo mejor desde una posición aún más vertical.
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Después de la primera explosión llegó otra pero ésta había sido provocada por una especie de bomba lanzada por el rival del pelinegro, esta segunda explosión además guardaba algunas sorpresas en su interior. Gracias a la cobertura que había ganado con la pared había conseguido salir ileso de la explosión y de la metralla que contenía la bomba. Apenas el humo había desaparecía el pelinegro tenía unos segundos para observar los alrededores en busca de su atacante y pronto hubo algo que llamaría su atención, una oscura nube se expandía algo más al sur de la posición de Aetiel que sospechaba que era otra artimaña por parte de su oponente.
- Ok, podremos jugar al perro y el gato otro poco más... - La idea de alargar la batalla hasta tener una oportunidad era la única que se le había ocurrido al pelinegro. Los segundos pasaban y el pelinegro necesitaba hacer algo si no quería perder esa pelea, además el hombre-murciélago parecía no tener muchas ganas de ver una pelea demasiado larga.
Aetiel cambiaría su posición tras la pared para quedar de frente hacia el lugar desde donde se extendía esa nube negra, desde esa posición podría resguardarse de un ataque frontal ocultándose tras la pared además de tener una buena posición para disparar.
- Empecemos ... - Aetiel comenzaría a lanzar una ráfaga de disparos en dirección a esa negra nube para así limitar los movimientos de su rival y si lo hería de muerte tampoco sería un problema para el muchacho, él tenía claro que lo primero era su supervivencia ante todo lo demás.
- Ok, podremos jugar al perro y el gato otro poco más... - La idea de alargar la batalla hasta tener una oportunidad era la única que se le había ocurrido al pelinegro. Los segundos pasaban y el pelinegro necesitaba hacer algo si no quería perder esa pelea, además el hombre-murciélago parecía no tener muchas ganas de ver una pelea demasiado larga.
Aetiel cambiaría su posición tras la pared para quedar de frente hacia el lugar desde donde se extendía esa nube negra, desde esa posición podría resguardarse de un ataque frontal ocultándose tras la pared además de tener una buena posición para disparar.
- Empecemos ... - Aetiel comenzaría a lanzar una ráfaga de disparos en dirección a esa negra nube para así limitar los movimientos de su rival y si lo hería de muerte tampoco sería un problema para el muchacho, él tenía claro que lo primero era su supervivencia ante todo lo demás.
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El chico parecía haber salido ileso de la metralla, cosa que me sorprendió mucho, no mucha lo habría conseguido. Después, pareciendo un ataque preventivo comenzó a disparar hacia la zona de oscuridad del veterano, este hecho me desconcertó en gran medida, pues denotaba cierta inseguridad y mostraba un desprecio absoluto por posibles daños colaterales, claro que al estar en un recinto sin más gente puede que le hubiera influido, aunque no me gustaría tener que ejecutarlo por asesinar en un combate en el que se había prohibido expresamente hacerlo.
Por suerte para el muchacho pude ver desde arriba como el asesino ya no estaba en la nube, si no moviéndose entre los edificios derruidos buscando la zona desde donde disparaba su rival. Llevaba en la mano una cerbatana, estuve a punto de recordarle que no usara los dardos letales, pero sería delatar su posición y la posibilidad de que lo matasen, aun así confiaba en que se acordara, y más aún cuando le vi disparar hacia el joven.
Por suerte para el muchacho pude ver desde arriba como el asesino ya no estaba en la nube, si no moviéndose entre los edificios derruidos buscando la zona desde donde disparaba su rival. Llevaba en la mano una cerbatana, estuve a punto de recordarle que no usara los dardos letales, pero sería delatar su posición y la posibilidad de que lo matasen, aun así confiaba en que se acordara, y más aún cuando le vi disparar hacia el joven.
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Aetiel había gastado medio cargador disparando a la nada, cosa que no había tardado demasiado en darse cuenta. Además ahora debería de lidiar con la desaparición de su oponente que parecía tener cierto gusto por las sombras, ya que de nuevo había desaparecido. Los segundos pasaban y ese tipo seguía sin aparecer... hasta que lo hizo a escasos metros del pelinegro que poco pudo hacer para esquivar el proyectil lanzado por su oponente que lo alcanzaría a la altura del hombro izquierdo, ante estos sucesos el muchacho en un último esfuerzo saltaría impulsado por sus piernas directo hacia su rival a la vez que cargaba de nuevo su mano para una nueva explosión.
- Un poco más... - Fueron las últimas palabras de Aetiel antes de caer desmayado y apenas un segundo antes de volver a hacer explotar su mano, esperaba haber recorrido la distancia necesaria para entrar en el rango de su oponente y al menos haberlo dejado k.o. también. La idea era que su rival hubiera sido alcanzado por pequeñas rocas que actuarían de metralla al momento en que la explosión tuvo lugar.
- Un poco más... - Fueron las últimas palabras de Aetiel antes de caer desmayado y apenas un segundo antes de volver a hacer explotar su mano, esperaba haber recorrido la distancia necesaria para entrar en el rango de su oponente y al menos haberlo dejado k.o. también. La idea era que su rival hubiera sido alcanzado por pequeñas rocas que actuarían de metralla al momento en que la explosión tuvo lugar.
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Pude ver como el dardo le daba claramente al joven, lo que no esperaba es que este saliera corriendo hacia el asesino, quizás sin saber de las propiedades del dardo, o puede que pensara que podía dejarlo K.O antes de caer rendido a los efectos anestésicos. Lo cierto es que me sorprendió bastante que cuando ya estaba cerca del veterano, su mano explotó, generando una onda de choque y multitud de fragmentos de piedra. Cuando el polvo levantado por la misa se despejo pude contemplar al chico tirado en el suelo, inconsciente, y al veterano sentado contra una pared no muy grave, pero visiblemente fastidiado.
-Llevarlos a la enfermería, quiero ser el primero que sea avisado cuando despierte el chico. Asesino, tú tienes el resto del día libre, al igual que el de mañana. Dicho lo cual le hice un gesto al Sangurasu de la puerta para que pasara el siguiente combatiente.
-Llevarlos a la enfermería, quiero ser el primero que sea avisado cuando despierte el chico. Asesino, tú tienes el resto del día libre, al igual que el de mañana. Dicho lo cual le hice un gesto al Sangurasu de la puerta para que pasara el siguiente combatiente.
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Cuando el muchacho despertó pronto se dio cuenta de que no se encontraba en el mismo lugar donde habría tenido lugar su "pelea", suponía que había quedado inconsciente aunque desconocía el motivo ya que lo último que el muchacho recordaba era su mano explotando y todo a su alrededor hecho una mierda con piedras volando por todos lados.
- Al menos parece que ne me he ganado otra bonita cicatriz para la colección - Era el único consuelo que tenía el pelinegro al observar que no parecía tener ninguna herida de gravedad y la única marca en su cuerpo era en su brazo izquierdo donde ya la tenía. La estancia donde se encontraba parecía ser algo más actual que el lugar donde había peleado y suponía había sido derrotado, por una pequeña ventana entraban los rayos del sol y junto a la cama donde se encontraba había también una pequeña mesa con un jarrón con flores.
- Al menos parece que ne me he ganado otra bonita cicatriz para la colección - Era el único consuelo que tenía el pelinegro al observar que no parecía tener ninguna herida de gravedad y la única marca en su cuerpo era en su brazo izquierdo donde ya la tenía. La estancia donde se encontraba parecía ser algo más actual que el lugar donde había peleado y suponía había sido derrotado, por una pequeña ventana entraban los rayos del sol y junto a la cama donde se encontraba había también una pequeña mesa con un jarrón con flores.
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-Muy bien, a pesar de no estar todos, tenemos la capacidad de seguir aceptando reclutas en altos cargos. Propongo al que acaba de luchar, que se ha enfrentado con éxito a uno de nuestros más veteranos asesinos. Como tal lo propongo para que se una a nosotros en calidad de Kuraidesu, bajo el mando de quien este se decidirá más adelante.
De los tres Sen actuales uno levantó la mano enseguida, los otros dudaron, haciéndome varias preguntas, hasta que finalmente se decidieron, sellando el destino del nuevo miembro, aunque pusieron una condición aceptada por todos, si quería conseguir el rango de Shōkaku dentro de Kuraidesu, tendría que esforzarse mucho más de lo que lo había hecho en esta ocasión, y mejorar drásticamente sus habilidades actuales. Tras la resolución, el resto de miembros se fue a ver el siguiente combate, mientras yo me dirigía a la enfermería a comunicarle la resolución a nuestro nuevo miembro.
-Bien chico, ya eres uno de los nuestros. –Tras explicarle las normas a fondo, así como la jerarquía le dije.- El consejo ha decidido otorgarte el rango de Kuraidesu tras tu combate, pero también que estarán muy atentos a tus progresos, exigiéndote una gran mejora para llegar al siguiente nivel de la hermandad. Te asignaremos una casa en la ciudad, y tendrás que participar en las labores, cuando salgas de aquí ya estarás en el cuadrante, además de poder ser asignado para misiones, instrucciones de novatos o consecución de fondos. ¿Preguntas?
De los tres Sen actuales uno levantó la mano enseguida, los otros dudaron, haciéndome varias preguntas, hasta que finalmente se decidieron, sellando el destino del nuevo miembro, aunque pusieron una condición aceptada por todos, si quería conseguir el rango de Shōkaku dentro de Kuraidesu, tendría que esforzarse mucho más de lo que lo había hecho en esta ocasión, y mejorar drásticamente sus habilidades actuales. Tras la resolución, el resto de miembros se fue a ver el siguiente combate, mientras yo me dirigía a la enfermería a comunicarle la resolución a nuestro nuevo miembro.
-Bien chico, ya eres uno de los nuestros. –Tras explicarle las normas a fondo, así como la jerarquía le dije.- El consejo ha decidido otorgarte el rango de Kuraidesu tras tu combate, pero también que estarán muy atentos a tus progresos, exigiéndote una gran mejora para llegar al siguiente nivel de la hermandad. Te asignaremos una casa en la ciudad, y tendrás que participar en las labores, cuando salgas de aquí ya estarás en el cuadrante, además de poder ser asignado para misiones, instrucciones de novatos o consecución de fondos. ¿Preguntas?
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Con el paso de los minutos el pelinegro fue recobrando sus fuerzas hasta llegar a levantarse de la cama y dar una breve caminata por la pequeña estancia, fijándose en cada uno de los detalles que la componían. Era sencilla y no demasiado espaciosa pero adecuada para la función que desempeñaba. Pronto la puerta de la habitación se abrió y por ella entró el "hombre-murciélago" para contarle el veredicto al que habían llegado a partir de su combate.
- Solo una, ¿ debo ir así siempre ? - Aetiel se encontraba con el pecho descubierto con algunas zonas vendadas, como las costillas. - ¿O puedo llevar mi ropa de siempre? ¿o quizás tengáis una especie de uniforme?, es que en invierno tendré frío. - El pelinegro esperaba una respuesta por lo que guardó silencio. Mientras aguardaba la contestación del que parecía ser su superior desde ese momento el muchacho se levantó de la cama y caminó por la habitación observando con cuidado cada detalle.
- Oh y también me vendría bien algo de información sobre como estamos organizados, esto último si no es mucho pedir claro - realiza una pequeña pausa mientras mira por la ventana. - Es que no quiero parecer un idiota delante de los demás, al menos no ponerlo demasiado fácil. - El muchacho se había detenido frente al "hombre-murciélago" esperando que este hablara.
- ¡Ah! ¿cómo debería llamarlo, señor? - El nombre del pelinegro era bien conocido por esa persona pero él todavía no se había presentado.
- Solo una, ¿ debo ir así siempre ? - Aetiel se encontraba con el pecho descubierto con algunas zonas vendadas, como las costillas. - ¿O puedo llevar mi ropa de siempre? ¿o quizás tengáis una especie de uniforme?, es que en invierno tendré frío. - El pelinegro esperaba una respuesta por lo que guardó silencio. Mientras aguardaba la contestación del que parecía ser su superior desde ese momento el muchacho se levantó de la cama y caminó por la habitación observando con cuidado cada detalle.
- Oh y también me vendría bien algo de información sobre como estamos organizados, esto último si no es mucho pedir claro - realiza una pequeña pausa mientras mira por la ventana. - Es que no quiero parecer un idiota delante de los demás, al menos no ponerlo demasiado fácil. - El muchacho se había detenido frente al "hombre-murciélago" esperando que este hablara.
- ¡Ah! ¿cómo debería llamarlo, señor? - El nombre del pelinegro era bien conocido por esa persona pero él todavía no se había presentado.
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