El infierno [Moderado nivel 3/Adam]

Desconfía… pero el aroma de la carne debe resultarle demasiado agradable como para rechazarlo… se acerca lentamente dejando su otra dieta. Mantiene su mirada en la mía… y empieza a acercarse con cautela.

No… no es un animal.

¿Cómo me atacará? Saber que algo va a pasar no aclara el cómo… ni la fracción de segundo en que pasará.
Las alas se abren con el sonido de un fuerte abanico mientras un miembro emerge de la axila de la extremidad… mis pies responden con un empuje, la columna se arquea hacia atrás mientras mi brazo lanza se lanza en un arco lateral, la prenda oculta parcialmente el objetivo pero la daga parece hacer contacto. ¿He impactado?

Recupero una posición agazapada tras el pequeño salto, no he retrocedido apenas un metro. Otro engendro… con gran parecido con el que compartía barco.

Análisis:
Metro noventa, regresión caudal o quizás es que sus brazos son proporcionalmente más largos… cubierto en plumaje corto y azul, no existen señales de genitales, pies palmeados terminadas en pequeñas pero curvadas uñas, alas semiflexionadas… cruz enorme,  uñas dactilares cortas…

Peligros: Garras y pico, perforante. Alas, contundente.
Rectificación: Lanzamiento de puñetazo ascendente en lugar de querer degollarme, añadir contundencia sobre los golpes de brazo. Ataque apuntado a la barbilla, preciso… determinar si por la facilidad de la postura o si es alguien meticuloso.

Acceso a “Plan de contención Garr”
Debilidades físicas: Ancho, baja maniobrabilidad en espacios pequeños. Punto muerto en el centro de las alas.
Adaptación al sujeto: Brazos largos = Posibilidad de ausencia de punto muerto.

Ha realizado una maniobra de ataque y huida. Me está evaluando a unos metros.
- ¿De verdad creías que era tan tonto?- grazna, parece sonreír, aunque la pregunta era retórica la respuesta que se esperaba era errónea.
- No, la verdad es que pensaba que eras más listo… los psicópatas suelen serlo… pero tú no eres un psicópata, no en la verdadera definición de la palabra.

Diagnóstico psicológico:
Sed de sangre puede llevar sus acciones, atacar cuando crea que está en posición de ventaja, aprovechar el efecto túnel de la rabia. Ha esperado,  planeado atacar cuando los demás habían salido… por lo que es en frío, metódico… pero la escena cuando salió Dirath gritó determina que su paciencia tiene un límite. Prefiere las presas solitarias, no debe de ser muy fuerte, ansía derrotar a sus enemigos con facilidad, no por el hecho de mejorar si no por el placer de infligir sufrimiento.
Quizás su aspecto no sea reversible y por ello ha elegido transformarse en un verdadero monstruo. También existe la posibilidad que sea, tan sólo, una mala persona.

Prevención:
Mis miradas denotarán que quiero salir por la puerta. Correcto. Pero es obvio que quiero hacerlo… debe estar acostumbrado a la presa que huye tras un ataque furtivo.
Pero antes va a lanzarse sobre mí, va a interceptarme… no debo moverme del lado de la enorme nevera. Un salto resultaría poco conveniente debido a la proximidad de los muebles, sus alas chocarían. Es crucial que mantenga mi posición al lado de la congeladora despensa.

¿Qué había en la nevera? Carne abajo, verduras arriba… no, eso no es lo que me interesa. La puerta. Tarros: mahonesa, algo verde en un líquido conservante, algún tipo de pescado, diversas mermeladas, mostaza en grano... Botellas: Alcohol, leche, zumos…. Todo en las rebosantes cantidades que exigía llevar a una tropa con un semigigante y un monstruo, incluso aunque el refrigerador era de dimensiones industriales éste había sido llenado con una variedad de productos y marcas, probablemente según los gustos de cada miembro funcional.

Sus manos se distienden en un marcado esfuerzo, los tendones se marcan con fuerza mientras las uñas crecen de manera vertiginosa… ahora son medias lunas de quince centímetros.

Análisis actualizado: Cambio de arma, adición de propiedades lacerantes. Diseño apropiado para la carencia de armadura, desgarrar y destripar. Inconveniencia frente a superficies de difícil extracción.

Determinado protocolo. Esperanza de éxito mayor a deslizarme en carrera bajo la mesa para salir por la puerta.

Debió haberse quedado con las uñas cortas.
- Pero estoy empezando a pensar que… sí, que eres tan…tonto.

El puño ha impactado contra el cuchillo, pero por extraño que parezca, no has conseguido dañar su mano. Es más, el filo se ha agrietado, como si una piedra gigantesca hubiese impactado contra él. Escucha tus primeras palabras, demigrándolo, llamándolo tonto, y entonces suelta una pequeña risa nerviosa al aire, mientras se lleva la mano a la cara para ocultar sus dientes filosos. De nuevo vuelves a faltarle al respeto, su risa es más oscura, tenebrosa… Parece estar… ¿Feliz? Aparta la mano de su cara, y puedes ver su rostro. Totalmente cabreado, con el ceño fruncido y unos ojos rojos por la furia. Un aura comienza a rodearla, parecen ser llamas, ¿o será una ilusión? Son oscuras como la misma noche.

- Creo que no deberías menospreciarme. – Parece una voz tranquila, pero no muestra estarlo.

De pronto mueve su mano con gran velocidad, lanzando unas ondas cortantes hacia ti. Estas parecen llamas negras que se mueven a la velocidad del soru hacia ti. Son cuatro ondas de medio metro, posicionadas en diagonal, separadas entre sí. Una se dirige a tu cuello, otra a tu pecho, la tercera a tu cintura y la última a tus rodillas. Por extraño que parezcan, no cortan hueso, tan sólo un par de centímetros o menos de carne, pero crean quemaduras en las heridas, haciendo que escuezan y que no sanen con velocidad. También evitan que te desangres, pero son quemaduras de primer y/o segundo grado.

Análisis: Puño escamoso cual pata de paloma ha deteriorado el filo de mi arma, seguirá cortando… pero hará falta más presión. Extremidades peligrosas y duras, apuntar a lugares particularmente débiles como cuello, abdomen…

Su risa se parece demasiado a la de Dirath… es nerviosa… una simple y repetitiva respuesta a una tensión interna... pero se agrava, se acorta en un deje diabólico y teatral… cubre su rostro en un intento de calmar la felicidad echa sonido.

Deslizo mi pie mientras adelanto mi brazo hacia la metálica superficie… pronto actuará. Respuesta preparada.

Tras descubrirse su rostro se ha constreñido en una mueca furiosa… creo que sería humorística debido a la faz de pájaro… o tremendamente acojonante… no es algo que haya podido comprobar con la experiencia para ese rostro, ya preguntaré. Está tenso… y de esa misma tensión, del poder de su ira fructifican unas llamas negras que le rodean.

¿Qué tiene todo el mundo con el fuego? Aquí, en el torneo… tendré que eliminar el usar alcohol del protocolo. Modificar prioridad ignifuga.
Lanza su mano hacia la derech...COBERTURA. Abro la puerta de la nevera y me refugio tras la misma… estoy en clara desventaja.

Protocolo fallido: Espera de carga, apertura de puerta de nevera para hacer que sus garras quedaran clavadas, usar contenido interno para dañar su cabeza, luego aprovechar confusión y acuchillar…

Nuevo protocolo: Cobertura de ataques a distancia de esa única dirección usando el frigorífico. Probabilidad de respuesta al ataque… nula. Probabilidad de huida… mínima.

Anticipación: Desplazamiento hacia el lado para cambiar su perspectiva hacia a mí, carga o bien lanzamiento de más ataques a distancia.

Respuesta: Apoyar pie en el interior de la nevera, usar de apoyo para saltar la puerta… no… es inestable. Encerrarme en la… no, apenas hay sitio. Mitigar heridas por fuego...

Un buen plan debe estar preparado para los cambios. Si no… no es un buen plan.

Cojo el enorme recipiente de leche y lo vierto sobre mí. Que frío… pero me da que pronto se atemperará en cuanto reciba esos ataques.

Ahora… respuesta… carga hacia la puerta, saltar mesa, llegar hasta la puerta… giro, espera al otro lado y acuchillamiento cuando persiga sobre su zona abdominal. Usar el marco como delimitante y parapeto.

El extraño ser pájaro te persigue mientras corres. Las llamas siguen brotando de su cuerpo, pero comienza a sudar, sus movimientos son torpes. Avanza hacia ti y entonces te giras, lanzando una puñalada directa al abdomen de aquel ser. El cuchillo se clava en su estómago, que comienza a sangrar, pero no se da por vencido. Aquel tipo lanza un abrazo, tratando de agarrarte para así, con las llamas de su cuerpo, provocarte una serie de quemaduras de primer grado. Pero puedes notar que su movimiento es más lento de lo habitual, como si esa energía que expulsase le cansara poco a poco. Tal vez sea la hora de acabar con él.

Mientras tanto, los cañones siguen escuchándose fuera del barco, a lo lejos. Estruendos uno tras otros, gritos de angustia hasta que por fin se detienen. El silencio inunda el mar, pero puedes notar un olor extraño, como si algo se quemase a lo lejos. Ya no hay gritos, no hay cañonazos, tan sólo aquel extraño ave y tú.

Mi mano libre se apoya en la madera, mientras mis rodillas se alzan para evadir el obstáculo, el cuenco de frutas es empujado por la inercia del movimiento, pero no cae. Sólo cuando el ave de presa se lanza el empuje de la gravedad ya no se ve contestado por la superficie.

“Scrlash” “tompb tompb”, cerámica hecha añicos y su contenido botando. Llego en la apresurada carrera al marco de la puerta, agarro su borde para aprovechar la inercia del giro.  El giro no fuerza mi articula…¿Mis muñecas? Ahora no. Lanzo el cuchillo y no tiene tiempo de frenar… ambas fuerzas se enfrentan y hacen la entrada en su vientre mucho más sencilla… se hunde provocando una tensión que se extiende como un mero quejido que eriza las plumas.

Aprieta su pico y curva sus brazos para lanzar una presa… pero su movimiento se ve impedido por la estrechez del marco. Se ve obligado a lanzar el ataque no desde los laterales, si no ligeramente inclinado hacia arriba, como una mantis religiosa. Sigue en llamas… y  suda, sus movimientos son vacilantes y su aliento escaso.
Análisis: Técnicas energética constante, mantener las llamas debe mermar sus fuerzas.

Extraigo el cuchillo mientras curvo mi cuerpo hacia atrás para evitar el amplio rango de su brazo… me doblo y luego… me sigo doblando… más allá de lo acostumbrado.

Protocolo: Doblarme hacia atrás para evitar agarre, usar mano no armada como pivote para evitar tocar el suelo, giro de caderas y apoyo de pie en el marco para ganar el impulso suficiente como para girar y quedar agachado acuclillado preparado para el siguiente movimiento.

Anticipación: Enemigo herido que o bien cauteriza sus heridas para prevenir el desangramiento  con el propio fuego o lanza el ataque con sus garras. Espacio de lanzamiento de ondas limitado, arco delimitado por el propio marco de la puerta +- amplitud de la muñeca.
Asalto es poco probable, carece de espacio de maniobra...
Rectificación: Ira, aumento de probabilidades del asalto tras fallo de ataque, aprovechar escasez de movimientos para atacar desde un lateral.


La música del asalto cesa, el olor a carne quemada traspasa hasta el interior del barco… y es poco probable que sea del pollo.

Consigues esquivar el abrazo del oso, bueno, del hombre ave. Pero hay un problema, las llamas te han alcanzado, quemando partes de tu ropa y creando varias quemaduras por tu cuerpo (Primer grado, a elección tuya). Tu ropa está desperdiciada, es hora de comprar ropa nueva.

Lo bueno es que el hombre comienza a encogerse y volverse más parecido a un ave extraña. Las llamas han desaparecido, pero tus quemaduras no (te dejarán marca, vaya). Has vencido, pero estás cansado. Comienzas a escuchar ruidos por cubierta, como si algo aterrizase y de pronto escuchas un grito.

- ¡¿Dónde estás?! ¡¿Ya estás vageando?!

Dirath te está buscando, y parece cabreada. De pronto se abre la puerta y la puedes ver. Tiene varias heridas por el cuerpo, aunque no son nada grave. - ¿Qué haces que no estás entrenando? – Te pregunta seria. Entonces fija la mirada en el ave. - ¿Tenías tanta hambre que atrapaste un pajarraco?

Off: Previa aclaración, lo de “lanzo el cuchillo” era de lanzar como puñetazo, debí haber puesto cuchillada, que así parece que hago aquí malabares. Siento las confusiones que haya podido causar.


Los brazos se cruzan y fallan… pero las llamas que traen por sus bordes se expanden en el centro como un fogonazo, tuestan la piel expuesta de mi vientre doblado y ennegrecen los pantalones. Escuece… y más aun estando acuclillado, la piel ha perdido su flexibilidad y se acartona produciendo fisuras que traen consigo nuevas oleadas de dolor.

La criatura termina su abrazo sobre sí mismo, un último estertor mientras cae disminuyendo su tamaño. El pájaro azul sangra por el vientre.
¿Es una trampa? Debe de perder sus poderes al terminar. Debe de ser una trampa. Rematar. REMATAR.

Entre forzadas respiraciones se escucha el aterrizaje y el furioso grito.
- ¡¿Dónde estás?! ¡¿Ya estás vagueando?!- Dirath da un portazo y aparece por el pasillo, pero no la miro. No, mi objetivo aún no está derrotado. No debe. - ¿Qué haces que no estás entrenando?- recrimina.- ¿Tenías tanta hambre que atrapaste un pajarraco?- comenta extrañada.

Me lanzo por la criatura alzando el cuchillo, lanzando una puñalada tras otra salpicándo plumas y sangre. Trece, trece puñaladas antes de que el cetro me provoque un chichón y me lance hacia la pared del pasillo.
- MÍRAME CUANDO TE HABLO.- está herida, pero parece llevarlo mejor que yo. Su mirada se desplaza hacia la cocina abierta. -¡¿Qué… qué… PERO TU QUÉ HAS HECHO EN VEZ DE ENTRENAR?!- se acerca a paso firme alzando su bastón. Me encojo levantando las manos para evitar futuros golpes.
- He sido atacado por un usuario de fruta, podría haberme matado.- ¿Por qué… por qué no vuelve a su forma?¿No debería?

Te mira de arriba a abajo mientras se acaricia la cabeza con su centro. - Tan sólo haré una pregunta. ¿Porqué tienes quemaduras y estás lleno de leche? - Entonces se fija en lo más importante; tu escasa ropa. Comienza a sonrojarse mientras rechina sus dientes. - De nuevo... ¡De nuevo estás así! - Ahora está cabreada. - ¡Será mejor que te pongas algo! ¡Y después acude a Garr para que te trate esas quemaduras! Dios, algún día me dará un infarto. - Tras eso marcha por la puerta.

Pasa el tiempo y entonces se escucha a Wester desde cubierta. - ¡Al fin llegamos a la isla! - Grita. - Creo que ya estamos en el South Blue, nuestro destino.

Al parecer habéis llegado a la isla, sabes que después de una larga charla, vuestra misión era capturar a unos piratas que, por suerte o desgracia, lo habéis conseguido. Te enfrentaste contra el navegante y tercero al mando: Ave de los cielos, Groak. Al parecer era un ave con una hito hito no mi. Estáis en una isla protegida por el gobierno, y Dirath tiene una sorpresa para ti: Un hermoso ascenso. ¡Bien, has dejado de ser un simple cipher pol! Ahora podrás hacer grandes cosas. También obtienes las pulseras con peso y el cinturón. ¿Te las quedarás?

No descarga su arma sobre mi cansado cuerpo… la baja lentamente hasta que la posa sobre sus cabellos y comienza a usarlo, inútilmente, como rascador. Analiza mis daños, mi postura y mi suciedad reseca.

- Tan sólo haré una pregunta. ¿Por qué tienes quemaduras y estás lleno de leche?- sus ojos se deslizan desde mis cabellos hasta mi pecho desnudo.
- Por el combate…- quiso replicar pero su mirada siguió bajando entre el desgaste y la ropa fragmentada. Se sonroja.
- De nuevo... ¡De nuevo estás así! - ¿Qué? ¡Pero si no tengo ninguna erección!- El color de su rostro pertenece tanto a la vergüenza como a la furia, vuelvo a cubrirme a la espera de una golpiza.- - ¡Será mejor que te pongas algo! ¡Y después acude a Garr para que te trate esas quemaduras!- Corro, sin desperdiciar la oportunidad que me ha dado.-  Dios, algún día me dará un infarto…- tras una pequeña pausa grita de nuevo- Y LUEGO VIENES A RECOGER ESTE DESASTRE.

Me limpio en una rápida ducha que quiebra mi ser a la altura del estómago. Duele. Garr me asiste  tras aplicar al grupo unos primeros auxilios para sus rasguños, me tiende una pomada… sus ojos siempre están ocultos tras aquella careta.

- Aplícate esto dos veces al día para regenerar la piel. Es probable que quede marca… pero también depende de cómo se comporte tu cuerpo.
¿Por qué llevar una máscara…física?

Dirath me obliga a entrenar a pesar de los acontecimientos… vuelvo a sentarme a la borda mirando mis manos.
Quizás todo hubiera sido más fácil si me hubiera despojado de los pesados artilugios. Que nunca olvide nada me hace pasar cosas por alto… de nuevo. El mismo error en otra forma. Corregir. Añadir análisis físico de pertenencias. Orden… crear el sistema. VIVIR según el sistema.

Pasa una semana más. El Calm Belt está lleno de monstruos… la mayoría ignora el enorme barco que se ve obligado a recurrir a la sala de máquinas para atravesarlo. Las criaturas que recaen en el flotante artilugio son rápidamente despachadas por el grupo.
Su nivel parece inalcanzable. Pero ellos lo tienen… por lo que es lógico pensar que cualquiera con el suficiente potencial y entrenamiento debería poder alcanzarlo… ¿soy uno de ellos? El tiempo dirá.

Parece ser que la pequeña líder ha desarrollado una actitud esquiva a mi presencia. Tomando como referencia la escena de amenaza puedo plantear que ha pensado en mí de alguna manera lasciva. Es duro tener un cuerpo fuera de los estándares de belleza y querer regirte por ellos… pero creía que alguien de su nivel avanzaría más en el ámbito emocional.

Todos tienen sus “traumas” : Garr parece querer deshacerse de su rostro; Dirath se siente atrapada en su pequeño cuerpo ;Goliather aunque no es muy listo es tratado como un tonto… lo que le hace sentirse así ;Flax tiene un ego como una montaña de cristal ;Blend es un adicto dependiente a sus cacharros y Wester… Wester es bastante normal, como todos ellos.

Dos días adicionales para ubicarnos dentro del mar confirman las intuiciones de nuestra navegante… hemos llegado al South Blue.
Una vez allí la misión es entregada en la pequeña agencia… Tuvieron la amabilidad de explicarme que se trataba de acabar con una banda de piratas que habían robado un cargamento de comida para un Tenyurubito…  Algo realmente… imperdonable… así que se asignó a un grupo de choque para acabar con ellos. Al final de la charla mis dudas fueron saciadas, Groak “Ave de los cielos” una gaviota con fruta hito-hito no mi modelo brazoslargos. Al parecer las akumas podían ser ingeridas por cualquier ser… incluso inanimados. La akuma se entregó en mano para añadir un poder más a las filas de la justicia.

Había visto aquella fruta…

“-Eh Wester cuidado con esa banana, no parece en buen estado.- Se detuvo y me dio un simple gracias”

Hipótesis: Cuando alguien pierde sus poderes la fruta aparece… No… análisis de la despensa. Conteo… Número de bananas confirmadas. ¿Sustituye a una fruta normal adyacente? Recabar más información. Seguridad sobre reciclaje de poderes, ya que existe información previa sobre los mismos.

Se me proporciona un cuarto de escaso mobiliario tras la entrega. Quedaré esperando a que me den una nueva misión. Llaman a la puerta, es Dirath.
- Buenos días ex-esclavo… por ahora claro. Vengo a comunicarte que ya no eres más un iniciado. TAN-TATACHAN.- el cetro escupe una marea de confetti que cae sobre mi rostro, me sacudo en una lluvia multicolor.
- Gracias Dirath. - ¿No me hubieran dicho esto en la agencia más tarde? ¿Por qué perder el tiempo? A menos que haya venido por algo más…
Abro completamente para dejarla pasar.
- ¿Quieres pasar para mantener un encuentro sexual?
Su cuello se pone rojo, luego su barbilla siguiendo sus mejillas y su frente… el humo sale de su pelo mientras la madera del cetro cruje bajo la presión.
Batea… mis manos intentan parar la base, pero es mucho más rápida. STRIKE.
Dolor y pérdida de vista… me veo encogido en una postura fetal agarrándome mis espachurradas partes.
- ¡IDIOTA!- se marcha a pasos que retumban el suelo. Tardo más de quince minutos en poder levantarme. Y luego viene la erección.

Parece que mi cuerpo tiene, a diferencia de mi mente, sentido del humor.
Al menos el vibrante cinturón podrá añadir rapidez en su satisfacción.