Mañana de patrullaje. [Elizabeth - Bizvan] [Privado]

Una voz femenina se escuchó a lo lejos. No le preste atención al no saber el asunto tenía que ver conmigo.*Se escucha enojada, no me gustaría ser el pobre diablo que…*Levanté la mirada con intención de ver la escena que se llevaría a cabo. No vi nada que pudiera ser considerado gracioso, en su lugar la imagen de alguien caminado directamente hasta donde me encontraba. Quizás me hubiese preguntado el porqué de su expresión, pero una parte en especial de su cuerpo llamó mi atención por completo.*¡Que brazos!, este tipo debió haber entrenado por un buen tiempo, incluso sus pectorales son los más grandes que eh visto hasta ahora.* Estaba seguro que está hablando, pero no podía prestar atención a nada de lo que me decía.

Repentinamente mi licorera fue tomada y esto fue lo necesario para liberarme de mi hipnosis.-¡Oye devuélveme eso!-Me levante e intenté tomarla, al hacer esto noté que su estatura era un poco mayor a la mía, pero también tras mirar más detalladamente su rostro.*¡Una mujer, es una mujer y con más musculo que yo!*Debido a la nueva impresión detuve mi intento por recuperar mi licorera.

Decidí no darle mi nombre y mejor intentar resolver todo.

Aclaré mi garganta y comencé de nuevo.-Creo que aquí hay un mal entendido, francamente no escuche nada de lo que dijiste antes, pero si tiene algo con ver con eso.-Señale mi licorera.-Puedo asegúrate que está llena de refresco de cola, ahora si todo esto se debe a algún otro problema tendré que pedirte señorita que me lo repitas una vez más.

Puede que ella estuviera aquí para informarme de algún problema causado por esos niños, o quizás había vuelto a olvidar cerrar la bodega de armas o alguna otra cosa que fuera un fastidio.

Esperé a ver como racionaba ante esto.

Las preguntas eran demasiadas y parecía no tener fin. Me limité a reír forzosamente mientras movía las manos para darle a entender que se detuviera.-So solo soy un espadachín bastante promedio.-Me limité a contestar.

Esta chica seguramente se tomaba los entrenamientos como algo de vida o muerte y sus músculos eran prueba de eso, por lo cual cuando se ofreció a brindar consejos para mis entrenamientos no puede evitar sentir un escalofrió recorrer mi espalda mientras ella flexionaba su brazo.

-Mira, te agradezco el interés pero no creo....-La chica extendió su mano buscando un apretón de manos y se presentó. Esta vez no tenía inconvenientes en darle mi nombre.-Bizvan Oresan C.-Acepté el apretón y me arrepentí de hacerlo. Era obvio que su fuerza sería mayor a la mía, pero con su agarre estuve tentado a soltar un "Auch", pero mi orgullo como hombre no me lo permitió.*Sopórtalo, esto es una prueba a tu hombría* Cuando el apretón terminó me limité a sonreír fingidamente.

-Bueno Elizabeth, fue un gusto conocerte, pero creo que ya es hora de que empiece a patrullar.-Levanté mi mano no adolorida en señal de despedida.-Te veré en otra ocasión.-Comencé a alejarme tranquilamente.