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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 18:11}

El mar está en calma en esta parte del South Blue. Todo sería perfecto de no ser por esa maldita niebla que no deja ver más allá de tres palmos de frente. Las gaviotas chillan en lo más alto, sobrevolando los mástiles de los navíos que se acercan silenciosamente a, lo que suponen, es la Isla del Barco Fantasma. Una luz de un faro ilumina de vez en cuando a través de la niebla, como un rayo de esperanza. Sin embargo, no parece verse nada que asemeje una isla en medio de este banco de niebla. Apenas se puede distinguir algunos metros más allá del barco antes de que la blancura lo inunde todo.

MAPA:

1. Danio Rerio:
2. Al Naion, Xemnas Death y Joseph Leto:
3. Lara Naion, Corinna y Amane Misa:
4. Iro, Abel, Amaiar y Bizvan:
5. Tobías Thorn, Kimura y Gusi:
6. Jung Su, Zero Lars y Eichi:
7. Taiga Redfield y Ushio:
8. Kasai Kuro y Nostariel:
9. Christopher Liam:
10. Katymain:
11. Ionoth:
12. Isaac, Yoshi y Leo Ntasu:
13. Neo y Error Sans:
14. Jack Garganoth y Naib Hunt:
15. Tsang Yue, Liv D. Astrid y Josep Lluis:
16. Kasan, Teravan Zallen, CK, Natsuki Subaru, Adam y Alice:
17. Alexandra Silvercat, Azula, Zuko, Ryuta, Shiki, Castor y Kusanagi:
18. Worgulv, Barbazul:
19. Ix D. Valieri:
20. Difter y Eron:
21. Joan D. Lluquer:
22. Ikaruga D. Kraken:
23. Max D. Dexer:
24. Zeno Wave:
25. Ragnar Asborn:
26. Hakuna Matata:
27. Maximillian D. Frinz y Atem:
28. Lya D. Gol:
29. Kei y Dharkel:
30. Lambo:
31. Ban Midou:
32. Iliana y Enra Kelter:
33. Aoi Sasaki, Aetiel y Fenrir:
34. Zaheera:
35. Igor Kronk y Hache:
36. Ichizake:
37. Gamzee/Eezmag:
38. Trinidad y Annie:
39. Comic Sans:
40. Milena:
41. Némesis y Corvo:
42. Mist D. Spanner y Zane D. Kenshin:
43. Yarmin Prince, Esmejit R. Airnal, Osuka Sumisu, Ai Nanasaki:
44. Maki, el Despiadado Perdedor de Botas:
45. NGC:


Última edición por AlexEmpanadilla el Jue 18 Ago 2016 - 2:40, editado 1 vez
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 20:36}

Volar en un dragón no está del todo mal, tengo que reconocerlo. Aunque la mitad de la experiencia se vio arruinada por la suma de varios factores: primero, que íbamos un poco apretados, pues la grupa de Zuko era amplia, pero nosotros también eramos bastantes; lo cual nos lleva al segundo problema, que era mi proximidad a Kusanagi...

Había conocido al líder de la división de Reiseina poco tiempo antes, y tras una serie de eventos que no detallaré aquí, fui aceptado en la misma. Eso, en sí mismo, era una bendición para mí, que sentía un profundo respeto y admiración por el pelirrojo... y puede que algo más físico también. Pero en el momento de hacer nuestra primera misión (lo que él había llamado "Prueba de Fuego" en su carta convocándonos) esos sentimientos demostraron ser contraproducentes. Básicamente porque me pasé el viaje entero en las nubes (sin bromas intencionadas), distraída y nerviosa pensando en cómo lo haría, y en si estaría a la altura.

El tercer problema de aquella misión, era que habíamos acabado en un banco de niebla demasiado espeso, y apenas podíamos ver más allá de algunos metros a nuestro alrededor. Por suerte acabamos cerca de otro barco del WG, cuya presencia me reconfortaba, aunque no reconocía muy bien ninguna cara desde aquella altura.

Sujetándome con la mano mi melena rojiza, para que no se me metiera en la cara por el viento, suspiré.

"¿En qué marrón nos hemos metido?" Fue mi pensamiento, antes de girarme a observar cómo les iba a mis nuevos compañeros.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 21:05}

"A veces me planteo si es verdad eso de que no me guardan rencor..."

Sans pensaba eso con cierta amargura, aunque también divertido, al ver la clase de barco que le habían proporcionado los de la Agencia. Parecía algo que crearía el Joker si estuviera hasta las trancas de Coca, realmente colorido y estrafalario. Ciertamente, el Esqueleto no tenía intención de pasar desapercibido... Al contrario, aquel aspecto le pareció un método de defensa anti-abordajes muy efectivo, aunque no fuera eso lo que intentaran hacer los "artistas". Con aquella forma, lo más normal era que la gente más bien se apartase y alejase del estrambótico espectáculo.

Una vez más, Comic Sans revisó el mapa que tenía. No era muy detallado, pero tampoco parecía demasiado complicado de seguir. Solo tenía que llegar a una zona cerca de un faro por (supuestamente) aquellos lares, y luego empezar la búsqueda de la Isla Fantasma... Pero un gran y espeso banco de niebla impedía la correcta maniobrabilidad del extraño constructo en el que navegaba. ¿Se habría perdido?

Justo en ese momento, al lado suyo apareció otro barco, o al menos la sombra de lo que parecía ser uno entre la neblina. Sans se planteó si debería acercarse a pedir direcciones, pues tal vez el otro huyera en cuanto viera su propia embarcación. Tal vez sí que iba a resultar un aspecto contraproducente, después de todo...


Última edición por Comic Sans el Miér 17 Ago 2016 - 21:06, editado 1 vez
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 21:08}

Una sonrisa se formó en el rostro de la pelirroja. Sus rojizos ojos apenas podían ver nada debido a la espesa niebla que se había formado ante ella. Una vez que su jefe la había soltado, y dado las instrucciones necesarias, no pudo evitar sentir un temblor de emoción. Estaba deseando poder cumplir con su objetivo. Siempre había visto a Cooper como un hombre con principios e intereses perfectos. Poder trabajar para él era increíble. No podía haber sido más afortunada, y por ello no quería saber nada de cualquier otra división del departamento científico. Ella estaba cómoda de aquella forma, y no pensaba cambiar de parecer. La asesina pese a todo era fiel a los que elegía como compañeros o superiores. No como Ushio, que no había sabido lo que era defender a los suyos. De todas formas aquel asunto ya estaba aclarado, y solo le perdonaría si le traía la cabeza del tirador.

La chica estaba lista. Llevaba el pelo suelto, y vestía con una sudadera negra de manga larga, y tela ancha. En la parte inferior unos pantalones del mismo color, y en sus pies unas botas para poder moverse mejor por terrenos abruptos. En la cintura llevaba una funda, donde ocultaba su preciosa katana, su única arma. En la espalda portaba su mochila azul. En ella ocultaba tubos para meter muestras, libretas, lápices, el den den mushi, comida y botellas de agua. También había metido una linterna, y cerillas. Debía de ir bien preparada para que no la pillasen por sorpresa. A diferencia de muchos, ella solo disponía de su haki y su espada para defenderse. Lo bueno es que su capacidad de corte era impresionante, y por ello iba confiada en medida. Se consideraba una de las mejores en el arte de la espada, y no era egocentrismo, o tal vez sí.

Milena tomó los remos, y miró a donde supuestamente debía estar la isla. La niebla no le dejaba ver casi nada. Entonces comenzó a remar despacio, manteniendo una mirada fría y siniestra. Era el momento de divertirse un poco, y por ello estaba emocionada también. – Cumpliré con mi cometido, Cooper… – Susurró en un tono sádico. Estaba preparada para cualquier cosa que se le pusiera por delante.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 21:15}

No puedo quejarme la verdad, estaba siendo un viaje bastante tranquilo en barco, menos por la niebla que nos rodeaba, las olas y el mal humor de algunos tripulantes, pero lo demás estaba bien. Me encontré con un chico que estaba leyendo como si no hubiera un mañana y no se si es porque estaba ennortado con la lectura, pero me dijo que iba a ir a buscar el tesoro, cosa que me llamó la atención y me dijo que podía ir con el, por ahora todo iba genial.

Me dispuse a asomarme por la borda para ver el mar, la humedad me calaba los huesos, pero valía la pena por aquel paraje tan... ¿bonito?, lo poco que podía ver eran olas y algún que otro animal marino saltar cerca del barco, no se a que venía tanta niebla, pero debía de hacer tiempo hasta llegar a nuestro destino, por lo que me senté cerca de aquel chico y le dije.

-Buenas, mi nombre es Error y aunque has aceptado que te acompañe no sé tu nombré así que... ¿tu nombre es? Tras eso decidí matar el tiempo jugando un poco con mis marionetas, en este caso, con un bárbaro y un dragón.


La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Nq3cps
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 21:38}

El navío del Vice-almirante Al, navegaba por aquellas aguas de forma calmada. El rubio estaba contento, pues le habían puesto con miembros de la división en la que estaba. Según tenía entendido, en el barco de al lado, iban los hombres de Lara. Entre ellos debía estar Misa, por ese motivo el chico mostró una sonrisa ladeada. – Veamos qué equipo destaca más. – Dijo a modo de diversión, y en voz baja. Estaba realmente emocionado por tener que realizar una misión junto al líder, y otro integrante que no conocía. Un hombre pelirrojo por lo que había podido apreciar. Era una lástima que Kai no estuviese, pues tenía muchísimas ganas de verlo de nuevo. Al parecer, Jack y Arthur tampoco iban. No pudo evitar soltar un leve suspiro. Esperaba poder hacer bien su trabajo, aunque últimamente había hecho muchos progresos. Era todo un comodoro, y estaba orgulloso de ello.

El rubio se hallaba cerca de la borda de estribor, observando lo que podía, o al menos intentándolo. La niebla le estaba jodiendo muchísimo, y por ello se sentía un poco incómodo. Cualquiera que le viese pensaría que era un vikingo, pues llevaba un equipo un poco cantoso. Poseía un yelmo que le cubría toda la cabeza, dejando ver su rostro únicamente. Dicho “casco” tenía dos cuernos. También llevaba una armadura completa, hombreras, grebas, y guanteletes. Todo estaba hecho de kairouseki puro. Toda su indumentaria era negra, salvo los cuernos del yelmo, que eran blancos. A su espalda poseía un enorme espadón, metido en una funda. Podía parecer que llevaba mucho peso, pero la fuerza del devastador era muy buena. Por ello no sentía mucha carga consigo.

El comodoro soltó un leve suspiro. Estaba esperando órdenes de su líder, pero, hablando de él ¿Dónde diablos estaba? No lo sabía, pues no se había puesto a buscarlo ni por cubierta ni por el barco. Entonces activó su haki de observación, desplegándolo todo lo posible para poder detectar presencias, y de paso la de Naión.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 21:48}

-¿Estás seguro de esto Eron? Pregunté mientras nos alejábamos con un barco muy lujoso de tierra con un mapa buscando un faro, que era el lugar para comenzar la búsqueda. El dueño nos gritaba desde el puerto, pero no logré oirlo pues ya estábamos muy lejos. El barco fue fácil de obtener, simplemente nos colamos en el y no había nadie pero estaba el motor encendido así que a caballo regalado no le mires el diente.

La niebla nos rodeaba y le dije a Eron que hiciera el primer turno navegando, yo decidí entrar al barco e investigarlo, estaba lleno de lujos como varios baños y dormitorios ¡pero lo más importante es que la despensa estaba llena! Fuí a una de las habitaciones para agenciarme la mía, tiré mi mochila encima de la cama y salté encima de esta, era súper mullida y cómoda, iba a disfrutar mucho por aquí. ''¡Esto es genial! Solo le faltaba un lugar donde entrenar para que me enamore completamente del barco'' fue lo que pensé y antes de darme cuenta estaba dormido en la cama.


Última edición por Difter el Miér 17 Ago 2016 - 22:07, editado 1 vez
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 21:58}

No podían haberle dado una misión mejor. El jodido Castor Troy estaba en su primera intervención con sus compañeros, con los que no había tenido trato, y apenas conocía. El tío iba con una gabardina negra, una camisa de un tono caoba, y unos zapatos. Dentro de dicha gabardina ocultaba puñales, cuchillos, y demás. En su cintura llevaba un par de fundas dónde ocultaba sus pistolas. En la rodilla, en una pequeña cartuchera, llevaba su Uzi. El tipo iba bien armado. Desde su ascenso al Cipher Pol nueve, estaba feliz. La muerte de su mejor amigo fue lo que le jodió mucho. No tardó mucho en bostezar. Se había colocado en la parte trasera y ¿para qué? Pues para mirarle el culo de forma descarada a las hembras de allí. Como llevaba sus gafas de Sol rojas, era imposible que le pillasen. La niebla era un poco molesta, pues no dejaba ver mucho terreno al asesino.

Castor entonces soltó una pequeña carcajada, se le había ocurrido un plan interesante. No sabía si iban a estar todos de acuerdo, pero él tenía que soltarlo, o no podría ser feliz. – Azula-chan, suelta un chispazo aquí en mitad, será divertido. – Dijo descojonándose un poco. Su propia seguridad le daba lo mismo. El cachondeo de que todos chillasen como perras, era épico, e interesante. El castaño se fijó entonces en los de al lado. Pudo ver con su mantra, que era un grupo interesante. El tal Kasanova no le parecía muy interesante. Entonces detectó la presencia de la preciosa peliverde. Los ojos del asesino se abrieron como platos. Su amada estaba en el barco de al lado. Su precioso bombón de licor. No tardó mucho en sentir su cuerpo dar espasmos, y como si de un pescado se tratase, se puso de rodillas, comenzando a hacer sonidos enfermizos.

Recordaban a los búfalos en época de celo. – Gron… Grun… Hum… – Su futura mujer estaba allí, y encima él no se había peinado como era debido. Aunque con el poco pelo que tenía, eso iba a ser un poco tonto. Estuvo a punto de gritar un “Moza” allí en mitad, pero decidió no hacer ruido. Era una locura que ese hombre tuviese un rango superior al resto. Pero él estaba a las órdenes del pelirrojo. Sabía que era un tío apañado, y por ello no le diría nada. – Dios mío, si es que está para chillar ¿Qué comerá? – Le preguntó a Zuko de repente, señalando a la peliverde. Entonces miró de nuevo al hermano de fuego, colocándose lo más cerca posible de su cabeza. – Tío, dime que estoy guapo, necesito oírlo. – Dijo de forma un poco seria. De hecho, sacó un billete de mil berries, y trató de ponérselo a Zuko a modo de soborno en la oreja para que le dijese que sí.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 23:12}

El barco avanzaba a un ritmo endiabladamente lento. Las cosas se estaban poniendo algo tensas en la cubierta, pero a una chica en particular no le parecía importarle. Los reclutas corrían de un lado a otro, como si eso fuera a ayudarles a ver algo en aquella espesa niebla. ¿Algo bueno? Claro, iban al lado del navío donde iba Xemnas… Y un vicealmirante, que al parecer tenía el mismo apellido que Lara y otro tipo. Suspiró con calma y se estiró en la cubierta. ”¿Dónde carajos está la isla?” – se dijo a sí misma. La capitana Amane Misa se cruzó de brazos. De vez en cuando, miraba el otro navío. No es que hubiera mucho que hacer en aquel lugar. Estaban pendientes de cada detalle, por si llegaban a encontrar aquella isla.

– No pienso perder, cariño. – Susurró. Quizás podían “competir” para ver cuál de los dos grupos encontraba el tesoro primero. Podía ser una sana competencia y al final de cuentas, iban por el mismo objetivo. Sonrió de medio lado y por unos instantes pensó en lo que haría con un tesoro así de grande. Nunca fue alguien que le interesaran los lujos, pero… ¿Por qué no? Se valía soñar. Las cosas en el barco estaban con buen ánimo y por mucho que la niebla no los dejara ver, con mucha coordinación con el otro buque iban a la par. El trabajo de los navegantes era perfecto. No tenía mucho que hacer y esperar era bastante aburrido. ”Aunque no puedo bajar la guardia. Me necesitan enfocada” – se dio un suave golpe en las mejillas y se concentró. La espera era eterna, pero estaba de misión. Una de las más importantes que le había tocado y no podía andar pensando en cosas tan innecesarias. ”Tú puedes, Misa” – se volvió a cruzar de brazos y se quedó en silencio y a la espera. De alguna orden proveniente ya sea del vicealmirante o que llegaran a la isla. Cualquiera de las dos cosas vendría bien.
Ban Midou IV
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Miér 17 Ago 2016 - 23:15}

Simplemente. – No veo una mierda. – Dijo el mafioso mientras suspiraba. Debido a su forma violenta de hacer las cosas, había convencido a un hombre para que le llevase hasta la isla. Su objetivo era llevarse todo el dinero para él, y no compartirlo con nadie. Después de la muerte de su padre, pensaba no ir a la misión, pero Lovers se puso un poco pesado. Decía que todo el oro del mundo ayudaría a hacer resurgir a los Taketo. Un poco raro, pero si no quedaba más remedio, le haría caso a su nuevo maestro. El capullo pese a ser un cocinero de primera clase, no le había dado ni un mero pedazo de pizza. El puto agonioso de los cojones. Cuando salía se estaba preparando una de cuatro quesos, y no le dio un pedazo. Ban estaba un poco de mal humor por ello. Pensaba vengarse de alguna forma.

El chico llevaba el pelo despeinado, como siempre. Portaba unas gafas de Sol moradas que no le ayudaban mucho entre tanta niebla. Vestía con una camisa blanca de manga larga, la cual llevaba abierta, dejando ver su zona abdominal. También portaba un pantalón negro, y en sus pies tenía unas botas oscuras. Llevaba sus tres fundas consigo, para de esa forma poder defenderse de cualquier capullo. Tuvo un antojo de fumar, y por ello sacó uno de sus cigarros. Con toda la calma del mundo, lo encendió convirtiendo su dedo en lava. El puto Eichi no le había devuelto el mechero por el momento. En su lado izquierdo llevaba a Cladón y a Hudoku, y en el derecho a Azazel, su preciosa katana mejorada. En ese momento, el espadachín soltó un pequeño suspiro, y se quedó mirando al frente tranquilamente. – Oe, viejo. No veo nada ¿Tú puedes ver algo? – – Dijo tratando de ser amable con el tipo. Encima de que le había llevado, no se iba a poner borde con él. Podía ser un criminal, pero sabía quién merecía caer, y quién. No era un mal tipo, y en aquel mundo, ya no se sabía bien quienes eran los malos y los buenos. El mundo se iba a la mierda. El chico de lava permanecía serio en todo momento, y activó el haki de observación para poder ver que detectaba.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 0:37}

Los rumores de momento parecían ser ciertos. Por lo menos lo que si era cierto era el hecho de que había una intensa y espesa niebla que no dejaba ver nada. Hacía un par de minutos que nos habíamos adentrado y desde la zona de proa trataba de avistar algo, por pequeño que sea, pero no había nada. Esto era un peligro, no teníamos forma de saber qué nos podíamos topar de cara, puesto que tan solo había agua a la vista. No podía evitar estar completamente tenso, había traído aquí a los Crimson, y tal vez no conseguíamos nada más que no fuera problemas. Lo cual estaba claro que los íbamos a obtener.

Había hecho llamar a Gusi y Tobías a cubierta con un buen grito. No pude evitar que la tensión se apoderase de mis impulsos, y con los nervios a flor de piel no hubo forma posible de contenerme. En este momento me aproximaba a ellos, completamente serio, pero tratando de no ser agresivo con mis palabras hacia ellos.

-Bien chicos, esto comienza a ponerse feo. Debemos estar atentos, no sabemos qué podemos encontrarnos en la niebla, en cualquier momento puede aparecer alguien sin que nos demos cuenta. La espesura es demasiado y si no estamos atentos en el momento que aparezca algo o alguien podemos estar en apuros. Enseguida vuelvo.

Había dejado anteriormente mis cosas en un camarote, era el momento de recogerlas. Até el arnés por encima de mi camisa verdosa, arnés que portaba las dagas Tsuinkaze. Cargué a Igurusureiya y esa maravillosa guadaña a mi espalda y las espadas junto a Tsume en mi cinturón. Cogí algunos diales, por desgracia no podía cargarlos todos. Me quedó el dial de humo y el de espinas, pero tampoco podía cargar más. Salí a cubierta, ya armado hasta los dientes, me aproximé a los chicos.

-Aquí no hay una santa mierda. Pero es el mejor lugar para encontrar estúpidos piratas que van en busca de riquezas. Estad atentos ante cualquier movimiento del mar. Pero no ataquéis a la ligera. Aguardad hasta que os de alguna señal, y ante todo tratemos de mantener la integridad del navío, lo necesitamos para volver.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 0:47}

"Pero nadie se imaginó lo que allí iba a pasar, pues el muchacho al que seguían los vientos se adelantó para proteger a sus compañeros. No tenía que hacerlo, nadie se lo había dicho, pero sabía que si no se lanzaba hubieran llegado a morir. Él no murió, pero acabó petrificado tras recibir un rayo negro en lugar del hombre lobo, aquel al que había llegado a... ¿Querer? Qué más daba. Eso ya no importaría. El resto del grupo se abalanzó sobre la agrietada torre para destruirla en un arrebato de furia, pero ya era tarde para el chico que, con una sonrisa y un último eructo, había quedado petrificado."

-Wow...- soltó en un leve susurro mientras cerraba el libro que estaba leyendo. Ya había acabado el capítulo y la extraña niebla que, cada vez más espesa, le indicaba que ya andaba cerca de la isla. Aunque en verdad no pensó eso, sino más bien un "Vamos a ir prestando atención no vayamos a pegarnos una hostia contra una roca".

-Neo. Mi nombre entero... Un poco más largo, pero no creo que te interese demasiado mi vida.- esbozó una sonrisa un poco vaga, como si no tuviera ganas de levantare, que no tenía. Sirvió más bien poco, porque se veía nada y menos. Le indicó al capitán del barco que había accedido a llevarle que se fijara bien por dónde iba y le comentó que, si necesitaba cualquier cosa, que le avisara.

Se dirigió de nuevo al chico que le había preguntado su nombre y al cual había tardado en responder ya que la lectura le había absorbido más de lo que se esperaba. Cuando se fijó en él se escamó un poco. No por nada en particular... Excepto, no sé... Porque parecía ser un esqueleto... Rojo... Con unos ojos muy extraños y perturbadores... Ser enano... No, espera, eso también lo era Neo. Al caso, simplemente se encogió de hombros y le dio conversación como a cualquier otra persona. Después de todo, ¿qué era lo peor que podía pasar?

-Y bueno, Error... ¿Cuándo te has subido al barco?- no, no se acordaba que había sido él el que le había dado permiso para subir. Aunque, más que nada, porque ni se había dado cuenta que lo había hecho. -Y por curiosidad, ¿qué tienes pensado hacer cuando lleguemos?- No tenía pinta de mala gente... No demasiada. Había sido bastante amable con él, así que él también lo sería.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 1:02}

El sudor caía por la frente del moreno. Llevaba dos jodidas semanas allí metido, aburrido, y harto de tanto hacer flexiones. Se había pillado la cama de más arriba, pues no quería que los dos mastodontes que tenía por compañeros cayeran sobre él. Curioso, pues era el más fornido, y alto de ellos. En ese momento estaba en el colchón, con una expresión de aburrimiento, y soltando suspiros sin parar. Estaba deseando llegar de una jodida vez a la maldita isla. Si no se liaba a golpes le iba a dar un ataque. Encima su mejor técnica solo podía usarla una vez, y por ello no iba a desperdiciarla. Sin pensárselo, saltó al suelo, mirando su precioso balón de baloncesto. Mostró una pequeña sonrisa por fin, y se puso un poco a jugar con él. De esa forma podría entretenerse un poco con él.

Los botes con su balón se le daban muy bien, pero el problema es que no había una canasta que pudiese usar para tirar. De repente se le resbaló de la mano, con la mala suerte de que su preciosa esfera cayó por la ventana. Su mirada se convirtió en puro odio, se quedó mirando fijamente entonces a Eichi. – Ve por ella tío, debes hacerlo. – Le dijo un poco suplicante. Necesitaba su preciosa esfera, y no iba a consentir quedarse sin ella. En ese momento, se escuchó el sonido de algo caer al agua. Los ojos de Zero se abrieron como platos, miró al pelirrojo con una rabia impresionante. – ¡Eichi, es tu culpa! ¡Ve por ella, tío! – El hijo del lobo blanco se sentía un poco mal, y por ello corrió a la cocina sin pensarlo. En un ataque de ira y de posible locura, tomó la nevera en peso, y salió con ella a la mini cubierta. La alzó con su considerable fuerza, y se puso a amenazar a todos. – Juro que si mi balón no vuelve, la tiro ¡Jung, quiero mi pelota! – El pobre Zero estaba literalmente harto.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 1:20}

El pelinegro estaba sorprendido. Tenía la carta en la mano mirando a Taiga. Dos años habían pasado desde su último encuentro, misión, pelea por el bien o lo que sea y ahora iban juntos, de nuevo, a la caza del tesoro. Se sentía feliz, después de todo, no iba a estar solo. Y ante la situación que se presentaba poco favorable para todas las partes, era mejor que nada. Aparte, era su mina de or… Su mejor amigo, claro que estaba feliz. Suspiró de forma tranquila mientras creaba fuego para quemar la carta, ya no tenía ningún uso. Iban navegando a un ritmo lento, quizás por el hecho de no tener idea a donde ir, pero con sus conocimientos algo podía hacer para lidiar contra ello.

– ¡Estúpida niebla! – gritó mientras pateaba el barco. No es que estuviera furioso, es que con esa niebla asquerosa apenas sabía por dónde navegar. Miró a Taiga unos instantes y negó con la cabeza. Se sentó en el barco y sonrió de medio lado… – Odio este tipo de climas, ¿sabes? Vamos a ciegas… – sus ojos se abrieron como platos al notar una tenue luz. – Taiga, ya tenemos un destino. – Se levantó y corrió hacia la parte de delante de su transporte y… Quien dice correr, dice dar dos miserables pasos… Sí, era bastante pequeño. Suspiró con calma y miró hacia adelante. La luz parecía provenir de algún lugar… ”No me digas, genio” – ¿Un faro? ¿Una isla? ¿Un barco? Podían ser tantas las variantes, pero de algo estaba seguro… Era su siguiente destino.

– Bien… Taiga, ten – levantó uno de los remos y se lo pasó a su amigo. La idea era… Sí, remar. Avanzar más rápido gracias al poder de su amigo. – Creo que hay un faro justo delante de nuestras narices y… – de la nada, un fuerte sonido llegó a sus oídos. ”Al menos si hay algo delante, sea lo que sea, pero hay algo” – podía ser un monstruo como el “faro”, pero de algo estaba seguro y es que ya se estaba aburriendo de tener siempre el mismo aburrimiento de no saber a dónde ir. Con eso, por lo menos, tenían algo que hacer. Activó su mantra y lo extendió lo más que pudo, nada lo iba a pillar por sorpresa. – Bien, amigo mío, directo a la luz. ¡Rema como si tu vida dependiera de ello! – dicho aquello, sacó su espada y apuntó directo al faro. – A toda máquina. Haz volar este puto barco. – Estaba jodidamente feliz de tener un rumbo, al fin, luego de… ¿Horas? ¿Días? Ya había perdido la cuenta de cuánto había pasado. Pero de algo estaba seguro… Sea lo que sea esa luz, podía servirles de algo… Esperaba….
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 1:24}

Arrugué la nariz. ¿Cómo podían oler tan repulsivamente mal? Las duchas existen aquí y en las bases de la armada... Espero, por lo menos. Hemos venido buscando un tesoro, algo así como un One Piece de segundas, un gran tesoro que si no se ha hecho legendario hasta ahora seguramente sea porque no es tan importante. A cada segundo que paso con esta panda de búfalos malolientes me estreso un poco más, y no puedo beber sangre porque llamaría demasiado la atención. Puede que tenga un problema con esa mierda... Con la mierda de colonia que utiliza esta gente. ¡Existe el desodorante, hostia!

-¿Falta mucho para llegar?- la niebla me calaba hondo en los guesos, y hacía que mis articulaciones crujiesen a cada mínimo amago de moverme. Tras tanto tiempo en el barco estaba hecho polvo, pero por suerte había conseguido convencer a gran parte de la gente de que soy un viajero, en busca de un contacto con la revolución para prestar mis fuerzas. Y aunque se han reído de mí en múltiples ocasiones y me han llamado de todo, sobre todo "tirillas", no se han opuesto a que les acompañe. Si sobrevivo podré unirme. ¿Qué bien, no?

Lo que nadie espera es que no pretendo unirme; sólo son un medio de transporte y tal vez una cuenta de ingresos. De hecho, un pelirrojo que he visto alguna vez por el barco tiene una jugosa recompensa sobre su cabeza, así que si nos quedamos a solas... Tal vez la cosa acabe un poco mal para el niño favorito de la revolución. ¿No es el niño favorito de la revolución? Ése no es mi problema, es mi dinero favorito de hoy.

-Este tiempo me pone de los nervios- comenté, al cabo de un rato. A pesar de la capa color caqui y el abrigo negro bajo ella, el frío penetraba en mi carne haciéndome tiritar a ratos, aunque podía malamente sobreponerme. Quería llegar ya a tierra firme y librarme de todo esto. El clima frío, la niebla... Era como si estuviéramos en medio de un relato de fantasmas, sólo faltaba un muerto para animar la velada-. ¿No deberíamos ver tierra ya?

En cualquier caso no me voy a esforzar en parecer perfecto; mejor parecer humano para integrarme entre esta pandilla de pelagatos...
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 1:34}

Era el momento de la verdadera diversión. El momento de hacer que la justicia se impusiera había llegado. Una sonrisa amplia se formó en el rostro del rubio. Llevaba el pelo como de costumbre, hacia atrás. Portaba sus gafas de Sol, ocultando de aquella forma sus ojos. Vestía con una enorme chaqueta negra, donde guardaba muchísimos cargadores. Por dentro una malla hecha de cuero. En la parte inferior, un pantalón, y de calzado unas botas. En la cintura portaba sus pistolas, en la rodilla llevaba el revólver, metido en una cartuchera. Por último, dentro de la chaqueta, portaba su galil, una verdadera maravilla. El equipaje era perfecto para un tirador como él. Su rostro mostraba una expresión calmada. Por suerte, no estaba solo. Se encontraba con la única persona que no había traicionado la banda.

El pistolero entonces se estiró unos momentos. Miró a su compañera, la hermosa pelirroja, y le habló en un tono relajado. – Creo que estamos en la dirección correcta. Deberías prepararte para lo que pueda pasar, Nos-chan. – Dijo tranquilamente. En ese momento se coscó de aquel pequeño, no, aquel enorme tiburón que se acercaba al barco. El tirador se puso en la borda, y se quedó mirando cómo se acercaba a ellos. No sabía si darle un tiro, pero el bicho le daba mucha pena. – Según la biblia, los animales no tienen alma… – Susurró unos momentos. Si no hacia algo, ese bicho podía tirarlos o romperles el barco. Se quedó unos instantes callado, y sin saber muy bien qué hacer. No tuvo más remedio, pues el enorme pez no parecía tener muchas ganas de parar. Si allí había personas, iba a alertarlas. Tampoco es que le importase mucho. Confiaba mucho en su propio poder y en la chica que iba con él.

En ese momento sacó sus dos pistolas negras, las cuales tenía cada una balas antitanque. Con eso pensaba que bastaría. Su galil tenía balas píricas cargadas, y el revólver normales. Entrecerró los ojos, y cuando el tiburón estuvo cerca, disparó dos balas contra él. Buscó la cabeza, para de aquella forma eliminarlo sin dolor. Una vez hizo aquello, recargó su dúo de fuego. No quería tener menos balas preparadas. Había perdido dos balas antitanque, pero tenía miles que compró hacia una semana. Supo que el olor a sangre podría atraer a bichos peores, y por ello miró a la chica. – Aumenta la velocidad, por favor. No quiero que aparezca un jodido rey marino. – Soltó un suspiro, y miró al frente, activando su haki de observación por lo que pudiese pasar.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 2:57}

El pelinegro estaba oculto en la bodega del barco. Apenas había escuchado algunas cosas para estar al tanto y, sin que nadie se haya dado cuenta, se fue a dormir a aquel lugar. Al parecer, justo al lado, había otra división con cierta importancia viajando con ellos. Nada que le molestara, solo quería dormir otro poco y luego hacer como si siguiera las órdenes de aquellos inútiles. ¿Por qué se había inscrito en un servicio así? Porque de ese modo podría todo lo que quisiera en nombre de la “justicia”. A Natsuki poco y nada le importaba el tesoro, pero si le importaba destacar y ganar experiencia del mundo que tanto le habló Brandon. Se acomodó en el suelo y abrió los ojos un instante, pero los cerró al instante y volvió a dormir. Había un ligero olor a comida y otras cosas de comida, mas no le interesaba. Siempre había sido bueno para dormir en los lugares más… “inauditos”.

– Solo quiero que no me molesten… – Habló en sueños. Se rascó uno de los ojos y empezó a roncar a lo bestia. Con el ruido de arriba, los gritos de sus “superiores” y otras cosas como el de la brisa marina o el mismo sonido del barco, dudaba que fueran capaces de escucharlo. Y esperaba que no lo hicieran… Despertarlo significaría andar de mala hostia y eso a nadie le gustaría. Tomó un poco de aire, se rascó la panza y volvió a roncar. Seguramente los idiotas de sus compañeros se las arreglarían sin él y lo llevarían a salvo a la isla. No tenía muy claro qué hacer una vez allá, pero si encontraba la forma de largarse y hacer cosas, quizás más interesante no dudaría en perderse por ahí. Después de todo, trabajaba mejor solo. Se volvió a acomodar y, nuevamente, empezaron sus ronquidos. Iban con cierto ritmo y sonaban… Bueno… Bastante fuertes. Iba a estar así hasta que alguien notara su ausencia y lo empezarán a buscar o hasta que llegaran a la isla… Cualquiera de las dos le venía bien.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 3:04}

Isaac bostezó, observando a su alrededor con la mirada perdida. Todo estaba blanco como si se hubiera perdido en medio de una ventisca. Escuchó el sonido del agua bajo él y de pronto recordó todo. Estaba en medio del mar, de camino a una isla con un tesoro. Byakuro lo había metido en un barco y ahora estaba compartiendo aquel bote con dos personas más. Y tenía muchas ganas de ir al baño. Inquieto, el chico se asomó a la borda y observó el agua. Maldita sea, aquella niebla no dejaba ver nada más allá de unos metros.

Una luz recorrió el blanco cielo sobre su cabeza, y el chico alzó la vista. Ahí estaba de nuevo, parecía el foco de un faro. Y a juzgar por su movimiento, parecía venir de estribor. El chico agarró uno de los remos que había en la barca, sin preguntar nada a sus acompañantes, y empezó a remar.

"¿No te estás precipitando?" escuchó a Byakuro en su cabeza.
"Mira quién lo dice, el que me ha metido en este lío" rezongó el chico, suspirando y hundiendo el remo en el agua, impulsando lentamente la embarcación en dirección a la luz.
"Te dije que me encargaría de traerte, no que fuera cómodo... por cierto, ¿no debería ser aquí la isla?"
"¿Y a mí que me cuentas?" respondió el moreno, de mal humor, apretando los dientes del esfuerzo. El faro, o lo que fuera que fuese aquella luz, estaba allí delante. Estaban a una distancia difícil de determinar debido a la niebla, pero al menos tenía un punto de referencia en medio de aquella nada absoluta.

De pronto, un ruido amortiguado llegó a sus oídos desde aquel lugar. Parecía el ruido de un casco de madera partiéndose contra un montón de rocas. ¿Habría encallado un barco en la zona del faro? La verdad es que le daba igual, seguía siendo el único sitio a donde podía dirigirse. Siguió remando, mientras en su cabeza se imaginaba a sí mismo tomándose un delicioso helado, tratando de ignorar el hambre que le aguijoneaba el estómago.

- Hey, chicos... -murmuró a sus acompañantes. No sabía si estaban haciéndole caso. Ni siquiera se había fijado en si dormían, estaban despiertos, pescaban o qué hacían-. Creo que ahí delante pasa algo... -señaló hacia la luz del faro con el índice.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 4:16}

El clima estaba perfecto para alguien como yo, quiero decir, sin el sol pegándome en toda la cara. La niebla permitía protegerme de aquel molestoso cuerpo de luz; pero la balanza se debía de equilibrar en todo sistema. A cambio de la protección que la confortante niebla otorgaba, una gran masa densa limitaba notoriamente mi visión y la de los hombres que me acompañaron en tal aventura. Encendí un cigarrillo y noté como el humo se camuflaba entre tanta niebla; como si fuera un niño comencé a imaginar muchas cosas, casi como si se tratara de un juego.

Aún no había señal alguna sobre la misteriosa isla la cual buscábamos. Sospeché que aún nos faltaba un buen tramo por recorrer. Durante ese viaje llevaba puesto una camisa blanca un tanto ajustada y arremangada, dejando a la vista unos cuantos tatuajes que llevaba en el cuerpo; también llevaba conmigo unos pantalones sostenidos por un fuerte cinturón negro al igual que mis pantalones. Al finalizar, mis pies estaban cubiertos por unos bototos oscuros que eran de un muy buen material y eran sumamente livianos. Mientras con una mano me echaba el cigarro a la boca, con la otra sostenía una gabardina que pasaba por sobre mi hombro. Al verme al espejo pude notar como mis cabellos rubios salían disparados hacia todos lados por la presencia de un sombrero de copa negro.

-¿Qué ocurre? – dije tras escuchar un revuelto.

Me asomé abriéndome paso entre la muchedumbre. Un cuerpo en suspensión estaba depositado sobre el agua; apenas y podíamos verlo. ¿Qué rayos hacía un cuerpo allí? Con la maldita niebla no podía enfocar bien por lo que no pude ver bien lo que era. Tenía distintas opciones. La primera era simplemente dejarlo allí, sin darle mucha importancia y dejar atrás mi curiosidad que me estaba carcomiendo por dentro; la segunda era sacarlo del agua y arriesgarme a liarla en mi propio barco al subir a alguien peligroso. La tercera era dispararle y de esa forma comprobar si al menos estaba vivo o muerto pero la verdad es que era la opción más salvaje y bruta que podía hacer.

-¡Quiero que intenten subir a esa cosa que está flotando sobre el agua! No me importa cómo lo hagan pero lo quiero sobre el barco. Si se trata de una persona, tómenla prisionera para hacer unas cuantas preguntas.

Me retiré dejando el trabajo a todos los hombres. Recordaba mis viejos tiempos, antes de ser Oficial, en que tenía que hacer todo tipo de trabajos, incluyendo aquel. Dibujé una sonrisa en mi rostro que marcaba ansias y malicia. Presentía que me estaba acercando al lugar en donde debía estar, sabía que las cosas se pondrían interesantes. Le di la última calada a mi cigarrillo y lo apagué en el cenicero que se encontraba en mi oficina. Me senté y esperé a que me dieran las noticias.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 4:45}

El joven se encontraba recostado sobre la cama en cuarto designado para él y otros marines (los cuales no sabía dónde estaban). Sostenía su espada en alto, mirando su reflejo en la hoja de esta. Le hubiese gustado estar leyendo algún libro, pero los pocos que trajo consigo se encontraban dentro del saco que dejó en la bodega y el marine a cargo de la vigilancia no le permitió ingresar.

Durante el trayecto no puedo evitar escuchar a algunos marines expresar su nerviosismo hacia la isla. Podía entender a que se debía esto y mentiría al decir que él no se encontraba para nada nervioso.-Esto es real, nuestra vida puede terminar si no somos precavidos.-Habló con su reflejo.

Repentinamente escuchó un fuerte sonido, obligándolo a sentarse sobre la cama confundido y alterado. Por unos segundos no supo que hacer, pero al final optó por guardar la espada en su vaina y posteriormente colgarla en su espalda. Salió del cuarto y se dirigió a la cubierta tan pronto como pudo. Muchos otros de sus compañeros ya se encontraban ahí, tratando de mirar quien fue el causante del sonido, pero la espesa niebla dificultaba esto. Trató de mirar por uno de los costados de la nave, sin embargo, la multitud de novatos amontonados y constantemente empujándose por intentar ver algo se lo impidió.

Su corazón latía con fuerza, algo le decía que la batalla se encontraba la vuelta de la esquina.-La opción de retirase ya no se encuentra disponible.-Dejó escapar lentamente el aire por su boca.-Bien, veamos cómo termina esto.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 10:27}

- Vaya, vaya... -sonrió ladinamente H, mientras observaba los jirones de niebla deshaciéndose en la proa del yate con el que se había hecho. Estaba en cubierta,y pese al mal tiempo, de buen humor-. Creo que estamos cerca, Kalfu. -murmuró, arrastrando las palabras ligeramente con su extraño acento.
- No me extraña, siento algo oculto en este lugar... -respondió, indiferente, el loa, para después volver a hacer hincapié en su monotemática obsesión-. Oye, deberías conseguirme más almas. Ese era el trato, ¿recuerdas?
- Tranquilo, mi buen amigo... tengo a mi compañero justo donde quiero... -le tranquilizó el hombre-. Tan solo dame un poco más de tiempo -tras eso, el mulato agarró un cigarro y se lo llevó a la boca, encendiéndolo con un zippo dorado y de aspecto caro, pero que no era más que una simple imitación barata-. ¡Kroooonk! Tengo un trato para ti que creo que será beneficioso para ambos -le llamó con voz melosa. El hombre empezó a buscar a su compañero por el yate, debido al tamaño del mismo no tardaría mucho en encontrarlo-. ¿Sabes? -dijo alzando la voz-. Creo que no estoy interesado en el tesoro... estoy dispuesto a ayudarte, por un módico precio simbólico, claro está... -el hombre siguió buscando al pequeño cabeza de chorlito por el yate, mientras iba impregnando todo con el humo del cigarro. El buen humor de H estaba desvaneciéndose a pasos agigantados al no encontrar a su compañero de barco.

Un par de segundos después, tres sombras aparecieron de la nada, sonrientes y macabras, como si de unas caricaturas animadas se tratasen. H las miró con enfado, estaba a punto de entrar en una de sus habituales rabietas. Señaló con el dedo tembloroso por la furia a las sombras y dijo, con voz vibrante:

- ¡Encontrad al otro hombre que hay en este barco! ¡Necesito encontrarlo! -sus ojos relampagueaban. Las sombras asintieron, sus expresiones habían cambiado a muecas de disgusto y miedo, y enseguida empezaron a recorrer el barco buscando al cabezudo.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 11:24}

Amaiar suspiró, exasperado. Se negaba a creer que fuera cierto aquello que le decía la gente: "Eres tan bueno que a veces incluso eres tonto..."

De buena voluntad, y a falta de alguien mejor, se había ofrecido voluntario para actuar de superior en un barco lleno de reclutas al que mandarían para la misión "Isla Fantasma". Lo que no esperaba, era que aquel mismo pelotón al que se suponía que debía liderar, fuera tan... desordenado.

En cuanto se escuchó un ruido extraño en la lejanía, todos acudieron como moscas a la boñiga a cubierta para intentar averiguar qué era. Y Silverfang no les culpaba: él también estaba algo asustado por la niebla, y preocupado por la situación, pero mantenía la calma.

- ¡De acuerdo, de acuerdo! ¡Ya es suficiente! - Exclamó el Capitán, elevando un poco la voz para que lo oyeran todos. - Volved a vuestros puestos, no vayáis a desequilibrar esta embarcación y acabemos en el agua.

Por el tipo de sonido, y la dirección, Amaiar juraría que el estruendo era de un barco estrellándose contra algo, posiblemente el faro que se suponía que debía estar delante de ellos. La mayor pista de todas fue el foco del faro, único vestigio visible entre aquella densa manifestación atmosférica.

- Asegurate de mantener cierta distancia. - Le dijo al timonel tras acercarse a su puesto. - No queremos que una mala corriente nos arrastre a una posición comprometida... - Aquella era su forma de decirle sutilmente que tuviera cuidado o sufrirían el mismo destino.

Cuando se hubo asegurado de que la tripulación estaba más o menos en orden, se asomó a cubierta de nuevo, intentando divisar el horizonte (sin mucho éxito). Supuestamente, otros barcos de la Marina les habían acompañado, pero los perdió de vista al entrar en aquel banco de niebla. Tal vez si apareciera alguno de ellos cerca, los marines se calmarían también, sabiendo que no estaban del todo solos...
Danio Rerio
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 12:47}

El viaje no fue muy largo, pero desde que entráramos en ese maldito campo de niebla todo se había vuelto más triste y gris. La verdad es que hubiera preferido venir nadando, o con mis compañeros, pero me habían asignado aquel barco, y como tal, debía llevarlos lo mejor que pudiera. La navegante Jewerence era de las pocas personas que había conversado de manera normal conmigo desde el principio, aunque ahora todos parecían agradecer que me encontrara allí, por motivos egoístas seguramente, pero bueno era un cambio. Desde hacía rato veíamos la luz de un faro y a las gaviotas volar, pero ni rastro de la isla, ¿Estaría detrás del faro?

-Señora Jen, reduzca a mínima, esto no me gusta. Señor Barrow, reúna a los hombres en cubierta.

-¡Si señor! Reducir a mínima marines.

-¡Si señor! Marines a cubierta, en formación.

-Soldados, estamos llegando a lo que parece un faro, la isla no debe estar lejos de éste. Os habéis estado preparando para estos momentos, todos y cada uno de vosotros sabéis lo que tenéis que hacer, pelear como si fuerais uno, codo con codo con vuestro compañero, no dejando que la situación os supere, no tengáis miedo de esta niebla, solo es agua.- Haciendo un pequeño gesto con la mano recojo un poco de niebla condensándola en agua.- Y recordar nunca abandonamos a un compañero. –Dejo un poco de tiempo para reacciones antes de levantar la mano y seguir.- Bien, quiero a dos en la parte delantera del barco con los focos o linternas más potentes que tengamos, y a otros cuatro en parejas en los laterales con los mismos objetos. Quiero a tres, los tres con mejor vista, uno con cada uno de esos grupos y que aviséis de cualquier pequeña anomalía que detectéis, sea del tipo que sea.

-¡A sus órdenes!

-Señor Borrow, avíseme si encuentran algo. –Tras eso me siento en el puente, cierro los ojos y me concentro en el agua bajo el barco, intentando formar “tentáculos” de agua que sirvan como un bastón a un ciego.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 12:54}

Augustus flotaba. No flotaba por gusto ni por diversión, como uno de sus muchos pasatiempos; no flotaba por pereza ni cansancio, dejándose llevar por las caprichosas mareas para poder relajar los brazos; no flotaba porque estuviera esperando algo ni porque tratase de pescar. Así que no tenía mucho sentido que flotase aparentemente. El hecho de que flotara, como tantas otras cosas en el mundo, era fruto de una larga historia.

Todo había comenzado cuando decidió encaminarse hacia la Isla Tesoro del Fantasma sin saber muy bien si ese era el nombre correcto. Su afán de aventuras le habían llevado a seguir el mismo camino que cientos de marineros de toda condición, incluidos compañeros revolucionarios. El dinero no le interesaba especialmente y los fantasmas le daban miedo, pero le entusiasmaba la idea de viajar. Llevaba mucho tiempo digiriendo una profunda decepción y le vendría bien estar entretenido. ¿El motivo? El de siempre: la lealtad de un caballero hacia su reina.

Hacía ya mucho que había perdido la pista a Su Majestad Derian Markov. Deri-sama para los amigos. Como fiel protector, Maki había jurado -o lo había soñado, no estaba muy seguro- que siempre cuidaría sus espaldas y pondría su espada a su servicio. Lo que siempre le recordaba que tenía que comprarse una espada. Su alegría fue inmensa cuando oyó el rumor de que "esa frígida zorra Markov" había puesto rumbo a la Isla Fantasmal o como diablos se llamase. Solo podía tratarse de su Reina, que seguramente estuviera intentando reunirse con él.

Nadó y nadó durante días, sin más descanso que para dormir, preguntar una dirección o jugar con su hula-hop, es decir lo imprescindible. Pero hasta alguien como El Comandante tenía que alimentarse. Durante su viaje encontró a un cocinero ambulante llamado Indigestius, especializado en chimichangas, chichimangas y algo que él llamaba "la bebida de los dioses". Eran refrescos normales y corrientes pero la sal del mar les daba un gustillo muy raro. Maki decidió llevarse una bolsa llena, un gran saco de tela repleto de latas que pagó con la más radiante de sus sonrisas. Indigestius quedó tan complacido que le persiguió durante unas horas, seguro que para pedirle otra. Pero él no podía detenerse, tenía una misión que cumplir.

Pero el camino hasta esa Fantasmal Isla del Tesoro resultó muy duro. Cuando supo que estaba cerca decidió hacer un último sprint y se bebió todas las latas de golpe. No tenía ni idea de qué eran las bebidas con gas, pero se notaba pesadísimo. No podía dar ni una brazada más, así que por eso flotaba.

Y ahí estaba él, esperando a que el universo decidiera ayudarle o matarle de una vez por todas. Lo único bueno era que su bota había aparecido flotando por ahí mientras él hacía lo mismo. Tal vez su suerte empezase a cambiar.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {Jue 18 Ago 2016 - 13:19}

Me había apuntado para buscar y asegurar una isla fantasma, pero esto era algo con lo que no contaba, esa maldita isla no estaba donde debería estar, y a pesar de ver la luz del faro la maldita niebla que nos rodeaba no nos dejaba ver nada más, quitando el barco de la marina que navegaba junto a nosotras. En él, el que debía ser hermano de la de la líder, un vice-almirante de la marina viajaba junto a sus hombres, que por cómo se movían debían estar tan frustrados como nosotras. Hypolita a mi lado no paraba quieta, esa niebla parecía no gustarle nada a ella tampoco, al menos el animal podría nadar hasta el faro de encallar o hundirnos, no como yo.

-Señora, si hay un faro y gaviotas ¿No debería estar la isla ya aquí? Aunque puede que este tras el faro ese de enfrente, a fin de cuentas los faros se construyen en las islas y no dentro del mar ¿No?

Era algo que me carcomía, esa duda del faro, las gaviotas estaba segura que eran indicativo de tierra firme, pues solo se adentraban en el mar para morir, pero nunca había oído que se metieran en grupos tan numerosos, por lo que la tierra debía andar cerca, aunque no la pudiéramos ver. De todas formas tenía que estar alerta, seguramente piratas, revolucionarios, y toda clase de tipejos también hubieran venido hasta aquí, por lo que me fui con Hypolita hasta el lateral del barco a buscar indicios entre la niebla, puede que olfato de mi tigresa sirviera en esta situación.
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La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) Empty Re: La fiebre del Oro (CAPÍTULO LIGHT) {}

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