Aomine vs Akira

Límite de tiempo: Sin fecha límite ni saltos de turno

Escenario: Reino de Sakura

Condiciones:
Jin irá con otra identidad. Si le pillan todos sabrán que Surfer es Aomine y si lo derrotan, el Vice puede hacer con él lo que desee.
Si vence, rematará a su presa y desaparecerá del sitio cambiando su aura y aspecto.
Molaría que fuese de noche, ya que es cuando ataca.
La isla a elección, pero por Dios, no me pongáis Marineford (¿)
Se permiten muertes, saqueos y demás.

Clima: Parece que está a punto de ponerse a nevar...

El frío, y la noche. Una combinación perfecta para una muerte cruel, y detestable. Aomine ya sabía que el Vice-almirante Akira iba a pasar por allí. Siendo un marine de alto rango, no era muy difícil saber aquel tipo de datos. Supuestamente, él había sido enviado a Sardén para una misión, pero se escabulló hasta allí. Ya iría después, y terminaría la misión en tiempo record. No era una persona lenta, y podía moverse con mucha facilidad por cualquier tipo de terreno. Encima era empujado por su propia maldad, lo que le daba un potencial asesino considerable. El monstruo iba a divertirse muchísimo esa noche. Sólo faltaba que su presa hiciera acto de presencia.

Jin llevaba puesto un enorme abrigo negro que, disponía de una capucha. Por dentro portaba una sudadera, y dentro de ella, una malla. En la parte inferior dos pantalones, uno encima de otro, y en los pies unas botas. En su espalda portaba dos guadañas. Una era blanca como la nieve, y la otra dorada. Su rostro estaba tapado por un pasamontañas. Se ocupó de cambiar su color de ojos a un tono morado, y hacer su pelo un poco más corto. Su aura estaba cambiada. No había forma de que le pillasen. En sus manos tenía unos guantes de lana. Lo primero era poder aguantar las temperaturas de la isla. El asesino caminaba por el bosque, totalmente en silencio, y cerca de un pueblo.

Dato: Teniendo en cuenta que la imagen de la ficha del npc está caida, me tendré que inventar su aspecto

Una sonrisa cruel se formó en el rostro del asesino. No tardó mucho en poder oler la presencia de aquel hombre. Su haki le indicaba que era un tipo poderoso. Teniendo en cuenta su cargo, era muy normal. Después de unos momentos, lo pudo ver frente a él, caminando con calma por la nieve. Entrecerró los ojos despacio mientras continuaba su camino. Si él le había visto, el marine también. Su plan ya estaba listo, y no podía fallar. Su objetivo era matarlo en un abrir y cerrar de ojos. No pensó en usar sus armas por el momento, debido a que sacarlas de su funda podía llevarle más tiempo del que disponía. Miró lentamente el clima. Era muy raro que pese al tiempo, la isla, y la nieve, ese tío llevase tan poca ropa. No era problema suyo. Terminaría cuantos antes con aquello, y después pondría rumbo al desierto dorado.

En cuanto estuvo a unos tres metros de su presa, le saludó con un tono amable. – Buenas noches. – Dijo tratando de parecer tranquilo. Entonces cerró los puños despacio. Cuando pasase por su lado, saltaría hacia un lado. Al mismo tiempo, estiraría las manos hacia el hombre. De cada una saldría una llamarada de fuego negro, que al momento se solidificaría, tomando la forma de tres lanzas. Las tres de su mano derecha irían al rostro, cuello, y corazón del marine. Las de la mano izquierda tomarían rumbo una a cada rodilla, y la tercera al estómago. El movimiento de manos de Jin hacia el marine, había sido efectuado con el kamie kempo, de esa forma era mucho más rápido matar. Sus preciosas lanzas habían sido imbuidas en su haki armadura para poder hacer mucho más daño de aquella forma.

El ataque del asesino no terminó. [Manual Prisa] Una vez terminó su primer ataque, colocaría los pies en el tronco de un árbol, sacaría sus dos guadañas, y con el kamisori, iría a por su oponente a toda velocidad. Con Traintor intentaría cortarle el cuello, con Acnologia, partirlo en dos por la cintura. En el cruce dejaría salir de su boca, una bocanada de llamas oscuras, a 2000º grados, intentando quemarle el rostro. De esa forma, podía lanzar tres heridas mortales en un solo movimiento en línea recta. Sus guadañas habían estado imbuidas en haki armadura. Le diese o no, el marine sonreiría de lado, y continuaría con el pasamontañas puesto, el cual tenía un agujero en la boca. Jin tenía mucha maldad en sus ataques, y eso junto a su buena capacidad para matar, le hacían mortal.

El demonio no pudo evitar fruncir el ceño cuando aquel tipo bloqueó todos sus ataques con aquella facilidad. Se mosqueó muchísimo, y se alejó todo lo posible. Se dio cuenta de que su oponente quedó hecho una jodida masa fea. No tardó mucho en provocarse un pequeño incendio, lo que hizo al asesino sonreír de lado. Amaba causar dolor y destrucción, y la mejor manera era quemando todo lo que pillase de por medio. Se relamió un poco, y después de unos momentos se quedó observando a su oponente con seriedad.

El hecho de que aquella cosa pareciese un monstruo le daba lo mismo. En cuanto se tiró por él, no hizo nada por evitarlo. Dejó su guadaña dorada en el suelo, a continuación sonrió de lado. – Es tu fin. – De repente unas costillas rojizas se formaron a su alrededor, creando una poderosa barrera. Desde dentro, el moreno colocó la mano en dicho escudo, imbuyéndolo en haki, pero no solo eso. En cuanto el monstruo se lanzó por él, hizo el poderoso escudo arder con sus llamas oscuras, y por supuesto que formaran lanzas imbuidas en haki. De esa forma el bicho feo se empalaría él solo, y Jin quedaría dentro del poderoso escudo.

La terrible explosión en llamas, cegó un poco al asesino que, sinceramente le daba lo mismo quemarse. Sonrió de lado, y después se quedó unos momentos dentro de su escudo. Observó la situación, y finalmente el objeto hecho de costillas rojas, se deshizo. Jin caminó un poco, y pudo ver al marine hecho pedazos. Sus preciosas lanzas terminaron con su vida. A continuación rebuscó un poco por su cuerpo, buscando cosas útiles. Lo mejor fueron las espadas, y el delicioso material. Pudo comprobarlo cuando las tocó por la hoja. Se quitó el guante, y premio. Siendo un vice, era muy normal. Iba a poder sacarse un dinero bueno en el mercado, y continuar con su plan. Tomó las armas, y miró que no se dejaba nada. Se quitó el pasamontañas, y lo metió en un bolsillo. Cuando recogió sus armas se relamió.

Entonces escuchó pasos. Los curiosos molestos. Aunque viendo el incendio, podían ser marines. Sin pensárselo, quemó el cuerpo del vice con una llamarada, dejándolo ardiendo. Después cambió su aura, el color de sus ojos a rosado, el tamaño de su pelo a medio, y por último salió despedido con el kamisori, rumbo al otro extremo de la isla.

Poco después se consigue identificar al calcinado cadaver como el cuerpo del Vice-almirante Akira. Aún se sigue investigando la identidad del pirómano o lo ocurrido. Aunque parece que la investigación da palos de ciego.

Vencedor: Aomine Daiki

Te llevas las espadas~