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Edward acababa de salir de su isla natal y mientras se decidía si llamar o no a la revolución un News Coo |el pájaro que reparte el periódico (?)| le entregó un ejemplar del periódico.
Edward era consciente de que necesitaba dinero, por lo que, al ver que había un criminal buscado en una isla cercana, se sintió muy aliviado.
-Creo que hice lo correcto al dejarles mi dinero a mi hermano y a Krister... Pero si no fuera por cosas como esta... ya me puedo ir despidiendo. ¿Cuánto ofrecen por el ladrón este de poca montas? ¿10.000 berries? No se cuánto me hará falta... Pero no le voy a hacer ascos a 10.000 berries ¡Rumbo al -Mira el periódico buscando el nombre- Reino de Kōun!- Tras exclamar esto, siendo consciente de que no iba a recibir respuesta, buscó en su mapa del North Blue el camino que debía recorrer y se dirigió hacia Kōun lo más rápido que pudo.
Edward estaba expectante de poder conseguir su primer "sueldo" en esta aventura que acababa de emprender, pero como el viaje iba a durar un par de horas, decidió leer un rato. Esta vez cogió uno de los libros de psicología de su padre, era una ciencia que le fascinaba, eso de entender los entresijos de la mente era algo que le parecía demasiado atractivo como para estudiar otra cosa, teniendo en cuenta que tenía tiempo de sobra, sin embargo, llegó un momento en su lectura en la que dejó de concentrarse, había algo que lo distraía, no sabía qué, pero simplemente no podía seguir leyendo.
-Debo estar paranóico, lo cual no es nuevo...- Añadía en tono burlón hacia él mismo. - Juraría que he escuchado voces...
Después de echar un primer vistazo por la popa identificó que el sonido venía de la dirección contraria, así que se asomó por proa y vio a unos 15 metros un bote de remos en el que viajaban dos jóvenes. Estaban teniendo una conversación muy animada, con algunas bromas en las que subían el volumen de la voz y fuertes carcajadas, por eso Edward los había escuchado.
El bote estaba prácticamente detenido, quizás estaban tan distraídos con su conversación que habían dejado de remar, pero se encontraban en medio, por lo que Edward intentó llamar su atención y detuvo el barco progresivamente, hasta quedar a unos 5 metros de ellos.
-¡Heyyy! ¡Chavales! Estáis en medio- El primero en mirar fue el joven que tenía el pelo blanco y tenía una espada.
Justo en ese momento pensó dónde podría estar escondiéndose el criminal. si ha salido en el periódico de esta mañana, quizás haya decidido partir. Decidió preguntarles a estos desconocidos si habían visto algún barco salir esta mañana, pensó que podrían haberlo visto, pues el puerto de la isla no quedaba a más de 300 o 350 metros. -¿Por casualidad no habréis visto un barco zarpar del puerto esta mañana?
Edward era consciente de que necesitaba dinero, por lo que, al ver que había un criminal buscado en una isla cercana, se sintió muy aliviado.
-Creo que hice lo correcto al dejarles mi dinero a mi hermano y a Krister... Pero si no fuera por cosas como esta... ya me puedo ir despidiendo. ¿Cuánto ofrecen por el ladrón este de poca montas? ¿10.000 berries? No se cuánto me hará falta... Pero no le voy a hacer ascos a 10.000 berries ¡Rumbo al -Mira el periódico buscando el nombre- Reino de Kōun!- Tras exclamar esto, siendo consciente de que no iba a recibir respuesta, buscó en su mapa del North Blue el camino que debía recorrer y se dirigió hacia Kōun lo más rápido que pudo.
Edward estaba expectante de poder conseguir su primer "sueldo" en esta aventura que acababa de emprender, pero como el viaje iba a durar un par de horas, decidió leer un rato. Esta vez cogió uno de los libros de psicología de su padre, era una ciencia que le fascinaba, eso de entender los entresijos de la mente era algo que le parecía demasiado atractivo como para estudiar otra cosa, teniendo en cuenta que tenía tiempo de sobra, sin embargo, llegó un momento en su lectura en la que dejó de concentrarse, había algo que lo distraía, no sabía qué, pero simplemente no podía seguir leyendo.
-Debo estar paranóico, lo cual no es nuevo...- Añadía en tono burlón hacia él mismo. - Juraría que he escuchado voces...
Después de echar un primer vistazo por la popa identificó que el sonido venía de la dirección contraria, así que se asomó por proa y vio a unos 15 metros un bote de remos en el que viajaban dos jóvenes. Estaban teniendo una conversación muy animada, con algunas bromas en las que subían el volumen de la voz y fuertes carcajadas, por eso Edward los había escuchado.
El bote estaba prácticamente detenido, quizás estaban tan distraídos con su conversación que habían dejado de remar, pero se encontraban en medio, por lo que Edward intentó llamar su atención y detuvo el barco progresivamente, hasta quedar a unos 5 metros de ellos.
-¡Heyyy! ¡Chavales! Estáis en medio- El primero en mirar fue el joven que tenía el pelo blanco y tenía una espada.
Justo en ese momento pensó dónde podría estar escondiéndose el criminal. si ha salido en el periódico de esta mañana, quizás haya decidido partir. Decidió preguntarles a estos desconocidos si habían visto algún barco salir esta mañana, pensó que podrían haberlo visto, pues el puerto de la isla no quedaba a más de 300 o 350 metros. -¿Por casualidad no habréis visto un barco zarpar del puerto esta mañana?
- Off-Rol:
- Pues ya está creada la premisa :lol:
Por mi parte solo quiero conseguir el dinero, si buscas algo más ya me dices, ya sea por mp o por aquí que tambien es fácil, lo vamos orientando a nuestro gusto, al fin y al cabo :y:
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Era una cálida mañana en los mares del North Blue. Me encontraba viajando en mi queño bote junto a mi compañero Joe Stones. Estábamos sin un rumbo establecido pero con una única idea en mente; ganar dinero de cualquier modo. Nuestro pequeño bote no aguantaría mucho más y necesitábamos algo más grande y resistente para viajar. Para conseguirlo necesitábamos dinero y pagar a un buen carpintero. Sin un plan fijo para conseguir nuestro objetivo decidimos poner rumbo a la isla más cercana, allí podríamos buscar alguna tarea o misión con la cual sacarnos algunas pelas.
-Escucha Shawn, ¿cómo quieres que sea nuestro barco? He visto muchos barcos de piratas, pero no sabría decirte cual es mi estilo favorito. -Me pregunto mi amigo y compañero.
-Tú siempre tan inseguro como siempre Joe. -Le dije al segundo de que me preguntara -Lo primero es ahorrar y luego ya pensaremos en nuestro barco. La verdad es que tengo muchas ganas de navegar en un buen buque.
-Shawn, ¿te imaginas que nos construyen el barco y al día siguiente nos lo hunden? Con la suerte que tenemos no sería muy difícil. -Dijo Joe en voz alta con un tono burlesco.
-Cállate gafe, eso sería lo único que nos faltaba, que nos hundieran el barco que consigamos. -Le dije mientras me reía a carcajadas -Pero no te preocupes por eso, mataré a todo aquél que desafíe o nos intente herir.
-No esperaba menos de mi capitán, que orgulloso estoy de formar parte de tu tripulación. -Me dijo a la vez que me abraza como muestra de cariño.
-¿Tripulación? ¿Acaso se le puede llamar así a una banda creada por un solo integrante? Tu siempre con tus tonterías, no cambiarás nunca. -Dije mientras me reía incluso más que antes.
En ese mismo instante apareció un barco enfrente nuestro, a unos quince metros. Allí se encontraba un muchacho de pelo largo y castaño. No parecía un mal tipo, así que decidí proponerle un especie de trato para que nos ayudara a llegar a la siguiente isla. Su barco era bastante mejor que el nuestro y llegaríamos antes con él. Aunque parecía buena persona no podía fiarme en absoluto, tenía que estar preparado para pelear en cualquier momento y no bajar la guardia.
-¡Perdone! ¿Podría ayudarnos a viajar a la siguiente isla? El Reino de Kōun es nuestro destino y en vuestro barco podríamos llegar en menos que canta un gallo. -Le pregunté a aquel hombre.
-Escucha Shawn, ¿cómo quieres que sea nuestro barco? He visto muchos barcos de piratas, pero no sabría decirte cual es mi estilo favorito. -Me pregunto mi amigo y compañero.
-Tú siempre tan inseguro como siempre Joe. -Le dije al segundo de que me preguntara -Lo primero es ahorrar y luego ya pensaremos en nuestro barco. La verdad es que tengo muchas ganas de navegar en un buen buque.
-Shawn, ¿te imaginas que nos construyen el barco y al día siguiente nos lo hunden? Con la suerte que tenemos no sería muy difícil. -Dijo Joe en voz alta con un tono burlesco.
-Cállate gafe, eso sería lo único que nos faltaba, que nos hundieran el barco que consigamos. -Le dije mientras me reía a carcajadas -Pero no te preocupes por eso, mataré a todo aquél que desafíe o nos intente herir.
-No esperaba menos de mi capitán, que orgulloso estoy de formar parte de tu tripulación. -Me dijo a la vez que me abraza como muestra de cariño.
-¿Tripulación? ¿Acaso se le puede llamar así a una banda creada por un solo integrante? Tu siempre con tus tonterías, no cambiarás nunca. -Dije mientras me reía incluso más que antes.
En ese mismo instante apareció un barco enfrente nuestro, a unos quince metros. Allí se encontraba un muchacho de pelo largo y castaño. No parecía un mal tipo, así que decidí proponerle un especie de trato para que nos ayudara a llegar a la siguiente isla. Su barco era bastante mejor que el nuestro y llegaríamos antes con él. Aunque parecía buena persona no podía fiarme en absoluto, tenía que estar preparado para pelear en cualquier momento y no bajar la guardia.
-¡Perdone! ¿Podría ayudarnos a viajar a la siguiente isla? El Reino de Kōun es nuestro destino y en vuestro barco podríamos llegar en menos que canta un gallo. -Le pregunté a aquel hombre.
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Ninguno de los dos parecía haber escuchado nada de lo que Edward había dicho. Esto le resultó algo muy molesto, pero puesto que el muchacho le había hecho una pregunta de forma amable y respetuosa, decidió responderle, de todas formas, si todo iba bien, de seguro podría volver a preguntárselo cuando los tres estuvieran a bordo.
-¡Por supuesto!- Edward fue rápidamente por una cuerda y se la lanzó- Tomad esta cuerda, atad vuestro bote y subid a bordo. Por cierto, ¿no habréis visto zarpar ningún barco de la isla? Es que busco a alguien que o bien está en la isla o bien ha partido esta mañana.- Al decir eso pensó que debían ser las 11 aproximadamente, pues había salido temprano de su isla y llevaba solo dos horas o dos horas y media de viaje. El sol calentaba y el cielo estaba despejado, desde luego entre el clima y la hora, la situación era la idónea en el caso de que aquel ladrón pretendiera huir, no había nada que le diera la certeza de que aún seguía en Kōun, necesitaba más información y decidió buscarla en el periódico.
-Bueno chicos, ¿cómo os llamáis? ¿Qué os trae por Kōun? - Preguntó sin prestar mucha atención, pues buscaba el periódico, probablemente lo había dejado entre los libros cuando escogió la lectura que tuvo que interrumpir.
- Yo me llamo Edward, mucho gusto.- Dijo con una amplia sonrisa y un firme apretón de manos a cada uno. Tras encontrar el periódico, localizó la noticia sobre el ladrón, parece ser que había pasado por alto una información muy valiosa, el artículo decía así: Por lo que sabemos, el criminal tiene una buena red de contactos que lo mantienen informado sobre los movimientos de los habitantes, lo cual le facilita el robo en tanto que conoce cuándo la víctima está o no en casa, donde trabaja o donde suele parar. Desconocemos su escondite y si sus contactos se encuentran con él allí.
Gracias a la información Edward dedujo que debía seguir en Kōun, al menos había muchas probabilidades, por dos razones, la primera es que no era solo un ladrón, sino que tenía un sistema cómodo y eficaz, conociendo ya la ciudad y sus habitantes, el cual no sería fácil de establecer en otro lugar, y segundo, que la marina les había dado la seguridad de que no saben donde se esconden, por lo que ¿por qué irse?
Edward se sintió aliviado -Todo listo ¿no?- preguntó a los jóvenes que se encontraban apoyados en la barandilla, tras cuya respuesta reanudó la marcha hacia el Reino de Kōun.
-¡Por supuesto!- Edward fue rápidamente por una cuerda y se la lanzó- Tomad esta cuerda, atad vuestro bote y subid a bordo. Por cierto, ¿no habréis visto zarpar ningún barco de la isla? Es que busco a alguien que o bien está en la isla o bien ha partido esta mañana.- Al decir eso pensó que debían ser las 11 aproximadamente, pues había salido temprano de su isla y llevaba solo dos horas o dos horas y media de viaje. El sol calentaba y el cielo estaba despejado, desde luego entre el clima y la hora, la situación era la idónea en el caso de que aquel ladrón pretendiera huir, no había nada que le diera la certeza de que aún seguía en Kōun, necesitaba más información y decidió buscarla en el periódico.
-Bueno chicos, ¿cómo os llamáis? ¿Qué os trae por Kōun? - Preguntó sin prestar mucha atención, pues buscaba el periódico, probablemente lo había dejado entre los libros cuando escogió la lectura que tuvo que interrumpir.
- Yo me llamo Edward, mucho gusto.- Dijo con una amplia sonrisa y un firme apretón de manos a cada uno. Tras encontrar el periódico, localizó la noticia sobre el ladrón, parece ser que había pasado por alto una información muy valiosa, el artículo decía así: Por lo que sabemos, el criminal tiene una buena red de contactos que lo mantienen informado sobre los movimientos de los habitantes, lo cual le facilita el robo en tanto que conoce cuándo la víctima está o no en casa, donde trabaja o donde suele parar. Desconocemos su escondite y si sus contactos se encuentran con él allí.
Gracias a la información Edward dedujo que debía seguir en Kōun, al menos había muchas probabilidades, por dos razones, la primera es que no era solo un ladrón, sino que tenía un sistema cómodo y eficaz, conociendo ya la ciudad y sus habitantes, el cual no sería fácil de establecer en otro lugar, y segundo, que la marina les había dado la seguridad de que no saben donde se esconden, por lo que ¿por qué irse?
Edward se sintió aliviado -Todo listo ¿no?- preguntó a los jóvenes que se encontraban apoyados en la barandilla, tras cuya respuesta reanudó la marcha hacia el Reino de Kōun.
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Aquel hombre fue muy amable, nos lanzó una cuerda y subimos a su barco. Todo estaba muy ordenado y saltaba a la vista que era un buen transporte. Se veía que aquel hombre lo cuidaba mucho. El chico nos preguntó si habíamos visto zarpar a algún barco de la isla, pero yo se lo negué enseguida. Su siguiente pregunta fue acerca de nuestros nombres y antes de que pudiéramos contestar él se presentó diciendo que su nombre era Edward.
-Mi nombre es Shawn Glace y este es mi acompañante, Joe Stones. Somos viajeros que recorremos el mar en este pequeño bote, hasta que no tengamos dinero suficiente no podemos comprar otro barco. Nos dirigimos a la isla que te he nombrado antes con la intención de acabar con la vida de algunos hombres para cobrar lo que piden por ellos. Esta mañana ha sido cuando nos hemos enterado acerca de las recompensas, nada más leer el periódico. -Le comenté a ese tal Edward.
En ese mismo instante mi den den mushi empezó a sonar.
-Soy Shawn Glace, ¿quién llama? -Pregunté nada más cogerlo.
-Hola Shawn soy la abuela de Joe, ¿estás con él? Hemos sido atacados por unos bandidos y han herido a la mayoría de la isla, y estamos seguros de que volverán a atacar. Nos vendría bien la fuerza de mi nieto, ¿podría venir a ayudar o estáis muy ocupados? -Me dijo una voz proveniente del caracol.
-Si estoy con él, enseguida va, hasta la vista. -Le dije mientras colgaba.
Sin pensárselo dos veces mi compañero cogió nuestro bote y puso rumbo a su isla natal.
-Joe, no te preocupes por mí, esa gente no me matará. Te prometo que conseguiré ese dinero. -Le dije cuando estaba ya marchándose.
-Pues nada, me he quedado solo y no sé si seré capaz de matar a esas personas yo solo, pero veo normal que le importe más su isla que el dinero. De todas formas gracias por llevarme a esa isla, si no fuera por ti no podría estar viajando ahora mismo. -Le dije a Edward muy amablemente.
-Mi nombre es Shawn Glace y este es mi acompañante, Joe Stones. Somos viajeros que recorremos el mar en este pequeño bote, hasta que no tengamos dinero suficiente no podemos comprar otro barco. Nos dirigimos a la isla que te he nombrado antes con la intención de acabar con la vida de algunos hombres para cobrar lo que piden por ellos. Esta mañana ha sido cuando nos hemos enterado acerca de las recompensas, nada más leer el periódico. -Le comenté a ese tal Edward.
En ese mismo instante mi den den mushi empezó a sonar.
-Soy Shawn Glace, ¿quién llama? -Pregunté nada más cogerlo.
-Hola Shawn soy la abuela de Joe, ¿estás con él? Hemos sido atacados por unos bandidos y han herido a la mayoría de la isla, y estamos seguros de que volverán a atacar. Nos vendría bien la fuerza de mi nieto, ¿podría venir a ayudar o estáis muy ocupados? -Me dijo una voz proveniente del caracol.
-Si estoy con él, enseguida va, hasta la vista. -Le dije mientras colgaba.
Sin pensárselo dos veces mi compañero cogió nuestro bote y puso rumbo a su isla natal.
-Joe, no te preocupes por mí, esa gente no me matará. Te prometo que conseguiré ese dinero. -Le dije cuando estaba ya marchándose.
-Pues nada, me he quedado solo y no sé si seré capaz de matar a esas personas yo solo, pero veo normal que le importe más su isla que el dinero. De todas formas gracias por llevarme a esa isla, si no fuera por ti no podría estar viajando ahora mismo. -Le dije a Edward muy amablemente.
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"Vaya, resulta que no soy el único que lee el periódico... Tendría que haberlo supuesto, quizás sea un cazarrecompensas, eso explicaría su espada, pero el hecho de que solo sean dos y viajen en un pequeño bote es una clara evidencia de que no llevan mucho tiempo en el negocio, además de que Shawn se había descrito como un mero viajero..."- Pensó Edward tras las palabras de Shawn, el cual se hallaba en ese momento respondiendo a una súbita llamada, tras la cual, y después de una breve conversación con su aparente capitán, Joe se embarcó en su bote y comenzó a remar como alma que lleva el diablo.
Shawn le explicó lo que había sucedido a Edward, agradeciéndole de paso su amabilidad por llevarle a tierra firme. En ese momento Edward estaba mirando el horizonte, la isla parecía muy animada, pues lo que se veía era la parte habitada, pero también se podía observar cómo los alrededores estaban despoblados, los criminales podrían estar ocultándose en una cueva o una casa en alguna parte del bosque, si es que no se encontraban en la ciudad, claro, lo cual, de hecho, tenía incluso más sentido, pues si se dedicaban a prestar atención a los habitantes, lo lógico sería establecerse lo más cerca posible. Edward decidió, por tanto, que comenzaría a investigar por allí, pero ahora debía saber si lo haría en colaboración con Shawn o a contrarreloj compitiendo contra él, por lo que, respondiendo a su agradecimiento dijo así:
-Es un placer, de hecho... - Dijo Edward dando la espalda al mar y girándose hacia Shawn -... Me gustaría que nos encargáramos de esos criminales juntos, ¿qué te parece? también es la razón por la que estoy aquí, los dos necesitamos el dinero y, según la información del periódico, es muy probable que no esté solo. Por esa espada que llevas supongo que sabrás luchar, así que... ¿Te apuntas? No me parece que competir sea mejor opción, la verdad... - Edward observaba al joven de pelo blanco, intentando saber que se le pasaba por la cabeza en ese instante, en el caso de que fuera muy fuerte, o muy temerario, quizás intentase atacarle y robarle el barco para conseguir todo el dinero para él, aunque la recompensa no parecía a los ojos de Edward tan suculenta como para cometer homicidio por ella... Aún así prefirió mantenerse alerta esperando la respuesta del joven.
Shawn le explicó lo que había sucedido a Edward, agradeciéndole de paso su amabilidad por llevarle a tierra firme. En ese momento Edward estaba mirando el horizonte, la isla parecía muy animada, pues lo que se veía era la parte habitada, pero también se podía observar cómo los alrededores estaban despoblados, los criminales podrían estar ocultándose en una cueva o una casa en alguna parte del bosque, si es que no se encontraban en la ciudad, claro, lo cual, de hecho, tenía incluso más sentido, pues si se dedicaban a prestar atención a los habitantes, lo lógico sería establecerse lo más cerca posible. Edward decidió, por tanto, que comenzaría a investigar por allí, pero ahora debía saber si lo haría en colaboración con Shawn o a contrarreloj compitiendo contra él, por lo que, respondiendo a su agradecimiento dijo así:
-Es un placer, de hecho... - Dijo Edward dando la espalda al mar y girándose hacia Shawn -... Me gustaría que nos encargáramos de esos criminales juntos, ¿qué te parece? también es la razón por la que estoy aquí, los dos necesitamos el dinero y, según la información del periódico, es muy probable que no esté solo. Por esa espada que llevas supongo que sabrás luchar, así que... ¿Te apuntas? No me parece que competir sea mejor opción, la verdad... - Edward observaba al joven de pelo blanco, intentando saber que se le pasaba por la cabeza en ese instante, en el caso de que fuera muy fuerte, o muy temerario, quizás intentase atacarle y robarle el barco para conseguir todo el dinero para él, aunque la recompensa no parecía a los ojos de Edward tan suculenta como para cometer homicidio por ella... Aún así prefirió mantenerse alerta esperando la respuesta del joven.
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Escuchar sus palabras me pusieron muy contento, me dijo que él estaba dirección a esa isla por el mismo motivo que yo. Ahora que mi compañero me había dejado solo me venía muy bien algo de ayuda. Todo lo obtenido nos lo tendríamos que repartir, pero era un precio justo a cambio de su ayuda. A primera vista no parecía alguien débil, si iba detrás de gente con recompensa sería porque sabía luchar. A mi parecer, no tenía pinta de ser alguien que traicione a uno después de conseguir su objetivo, ya que había decidido llevarme a la isla que le dije sin pedirme nada a cambio.
-Escuchar eso me tranquiliza, pensé que tendría que combatir a esos hombres yo solo, pero ahora que tengo ayuda no durarán ni un segundo. -Dije muy animado -Por cierto, sé que no debería decir esto a un desconocido, pero si eres un enemigo estoy dispuesto a luchar. Soy un pirata novato que he comenzado a viajar hace relativamente poco, y he decidido matar a esos tipos con la intención de conseguir dinero para comprar un buen barco. Si eres un marine o alguien del gobierno mundial y vas tras ellos para ganarte un buen sueldo no nos quedará otra que pelear. Espero que me equivoque y odies a las ya mencionadas por el bien de los dos. -Le dije mientras me llevaba la mano a mi espada.
A lo lejos se veía la isla y yo estaba nervioso por escuchar su respuesta. En realidad no debería haberle dicho que era un pirata, pero siempre es mejor decir la verdad que una mala mentira. No sabía nada acerca de Edward, si era más fuerte que yo o no, pero una vez dichas esas palabras tenía que estar preparado para luchar.
-Escuchar eso me tranquiliza, pensé que tendría que combatir a esos hombres yo solo, pero ahora que tengo ayuda no durarán ni un segundo. -Dije muy animado -Por cierto, sé que no debería decir esto a un desconocido, pero si eres un enemigo estoy dispuesto a luchar. Soy un pirata novato que he comenzado a viajar hace relativamente poco, y he decidido matar a esos tipos con la intención de conseguir dinero para comprar un buen barco. Si eres un marine o alguien del gobierno mundial y vas tras ellos para ganarte un buen sueldo no nos quedará otra que pelear. Espero que me equivoque y odies a las ya mencionadas por el bien de los dos. -Le dije mientras me llevaba la mano a mi espada.
A lo lejos se veía la isla y yo estaba nervioso por escuchar su respuesta. En realidad no debería haberle dicho que era un pirata, pero siempre es mejor decir la verdad que una mala mentira. No sabía nada acerca de Edward, si era más fuerte que yo o no, pero una vez dichas esas palabras tenía que estar preparado para luchar.
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La respuesta que Edward recibió no fue para nada la esperada. Aunque había aceptado de muy buena gana el trato de trabajar juntos dividiendo las ganancias, se preparó para luchar por si Edward se identificaba como aliado del gobierno mundial. Shawn dijo ser un pirata novato y a Edward le hizo gracia la declaración, pues no era necesario saberlo y solo servía para, en caso de que Edward hubiese sido marine, provocar una lucha. Edward mantuvo la calma y se rió levemente, volviendo a una postura relajada.
-Jajaja... Nada de que preocuparte Shawn, soy todo lo contrario, mi objetivo es formar parte del ejército revolucionario, así que no tendremos que luchar.
Pero Shawn había dicho algo más, algo que había molestado al joven de ojos dorados, ¿qué había dicho? Que estaba decidido a matar a aquellos tipos por conseguir dinero para su barco, ¿matar? No era necesario, la recompensa la dan igual si están vivos... Edward odia las injusticias, los crímenes y las cosas ilógicas, pudiendo entregarlos vivos, ¿qué sentido tenía matarlos? Bajo su punto de vista, era un crimen absurdo e injusto, no podía tolerar aquello.
Cambiando el tono y hablando más grave, más serio, añadió: -Pero te voy a pedir que no los mates... una de las razones por las que no soy un pirata es que no soy un criminal, yo no asesino gente... demuéstrame que no todos los piratas son despiadados asesinos, al menos hoy, por favor. Si tu vida depende de ello, adelante, quítale la vida a tu oponente, pero mientras puedas evitarlo, te pido encarecidamente que no lo hagas...
Edward esperaba una rápida respuesta afirmativa, pues en breve tendrían que atracar el barco y quería estar seguro de que no se cometerían asesinatos en la medida de lo posible durante su estancia antes de bajar del barco. Edward era leal a sus principios, y mientras nada le hiciera cambiarlos, pensaba seguirlos a rajatabla, no puedes cometer un delito para evitar otro, asesinar para que no delincan te convierte en un criminal como aquellos a los que persigues.
-Jajaja... Nada de que preocuparte Shawn, soy todo lo contrario, mi objetivo es formar parte del ejército revolucionario, así que no tendremos que luchar.
Pero Shawn había dicho algo más, algo que había molestado al joven de ojos dorados, ¿qué había dicho? Que estaba decidido a matar a aquellos tipos por conseguir dinero para su barco, ¿matar? No era necesario, la recompensa la dan igual si están vivos... Edward odia las injusticias, los crímenes y las cosas ilógicas, pudiendo entregarlos vivos, ¿qué sentido tenía matarlos? Bajo su punto de vista, era un crimen absurdo e injusto, no podía tolerar aquello.
Cambiando el tono y hablando más grave, más serio, añadió: -Pero te voy a pedir que no los mates... una de las razones por las que no soy un pirata es que no soy un criminal, yo no asesino gente... demuéstrame que no todos los piratas son despiadados asesinos, al menos hoy, por favor. Si tu vida depende de ello, adelante, quítale la vida a tu oponente, pero mientras puedas evitarlo, te pido encarecidamente que no lo hagas...
Edward esperaba una rápida respuesta afirmativa, pues en breve tendrían que atracar el barco y quería estar seguro de que no se cometerían asesinatos en la medida de lo posible durante su estancia antes de bajar del barco. Edward era leal a sus principios, y mientras nada le hiciera cambiarlos, pensaba seguirlos a rajatabla, no puedes cometer un delito para evitar otro, asesinar para que no delincan te convierte en un criminal como aquellos a los que persigues.
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Re: ¡Lo que sea por unos cuantos berries! [Hatake-Tenebrex] [Privado-Pasado] {Jue 8 Dic 2016 - 0:18}
Aquel hombre me dijo como que formaba parte de los revolucionarios, eso me hizo estar más tranquilo y quité la mano de mi espada. Más tarde agregó que no tenía intención de matar a esos hombres, solo a derrotarlos para cobrar la recompensa. Aunque venía con la intención de matarlos no me parecía mala idea seguir su plan.
-Esta bien, no mataré a nadie a menos que lo vea necesario. Pensándolo bien tienes toda la razón y no hace falta llegar hasta tal punto de asesinarlos. Por cierto, tenemos muy poca información acerca de esos hombres, y la investigación no es mi punto fuerte. Espero que no nos cueste mucho toparnos con ellos y derrotarlos. Ahora que nos hemos aliado no creo que sea mala idea ver nuestras habilidades para poder hacer una estrategia en caso de necesitarla. En mi caso, mi estilo de pelea es la lucha cuerpo a cuerpo con espada. Mis ataques son bastante poderosos, pero no tengo ninguna técnica que me sirva para pelear a distancia. -Le expliqué a mi compañero de misión mientras llegábamos a nuestro destino.
El barco estaba a nada y menos de llegar a su destino y estaba con muchas energías para combatir. pelear contra otra gente me hacía estar a gusto conmigo mismo y me divertía mucho. No sabía qué ni a quién nos íbamos a encontrar, pero adoraba ver cosas y tener aventuras nuevas. La isla a la que nos dirigíamos era totalmente desconocida para mí, y eso hacía que tuviera más ganas de desembarcar.
-Esta bien, no mataré a nadie a menos que lo vea necesario. Pensándolo bien tienes toda la razón y no hace falta llegar hasta tal punto de asesinarlos. Por cierto, tenemos muy poca información acerca de esos hombres, y la investigación no es mi punto fuerte. Espero que no nos cueste mucho toparnos con ellos y derrotarlos. Ahora que nos hemos aliado no creo que sea mala idea ver nuestras habilidades para poder hacer una estrategia en caso de necesitarla. En mi caso, mi estilo de pelea es la lucha cuerpo a cuerpo con espada. Mis ataques son bastante poderosos, pero no tengo ninguna técnica que me sirva para pelear a distancia. -Le expliqué a mi compañero de misión mientras llegábamos a nuestro destino.
El barco estaba a nada y menos de llegar a su destino y estaba con muchas energías para combatir. pelear contra otra gente me hacía estar a gusto conmigo mismo y me divertía mucho. No sabía qué ni a quién nos íbamos a encontrar, pero adoraba ver cosas y tener aventuras nuevas. La isla a la que nos dirigíamos era totalmente desconocida para mí, y eso hacía que tuviera más ganas de desembarcar.
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Re: ¡Lo que sea por unos cuantos berries! [Hatake-Tenebrex] [Privado-Pasado] {Jue 8 Dic 2016 - 1:09}
Las cosas marchaban bien y Edward se estaba animando, la conversación había dejado atrás todas las tensiones y se había tornado más amistosa, por no mencionar que Shawn le había dado la razón diciendo que no hacía falta matar, cosa que, por muy presuntuoso que suene, le encantaba al rubio, amaba que le dieran la razón.
Shawn puntualizó que les faltaba información, y qué razón tenía, pero Edward no le había dicho ninguna de las deducciones que había hecho, por lo que decidió que era el momento de transmitírselas:
-Bueno, es cierto que no sabemos mucho sobre ellos, pero creo que es muy probable que su escondrijo se encuentre en la ciudad, pues desde otro sitio les sería muy difícil actuar como lo hacen, por lo que creo que deberíamos ir buscando edificios aparentemente abandonados, almacenes o astilleros, cualquier sitio donde se puedan hacer negocios sucios sin llamar la atención, pienso que deberíamos buscar primero cerca del puerto, luego en el centro de la ciudad y desde ahí ir alejándonos hasta llegar a las afueras... Aunque espero que los encontremos antes de buscar en toda la ciudad, claro jajajajaja
Edward había cogido confianza con el chico y estaba muy relajado, riéndose y hablando cómodamente apoyado en la barandilla.
Cuando Edward hubo considerado que el plan estaba claro, le comentó a Shawn como luchaba él, ya que este lo había hecho y a Edward le parecía que convenía que lo supiera.
-Sí, supuse que eras espadachín lógicamente, yo también peleo cuerpo a cuerpo, de hecho, peleó sin armas. Cómo has dicho y teniendo en cuenta mi forma de luchar, carecemos totalmente de ataques a distancia, por lo que más nos vale andar con pies de plomo, no queremos recibir un balazo ¿no? Jajajajaja... Oye, debo añadir una cosa, soy un usuario de akuma no mi, pero me la he comido justo cuando embarqué y no he tenido oportunidad de probarla, así que no la usaré en el combate porque ni siquiera sé qué hace. La verdad es que no la he querido probar por si me cargaba el barco al usar sus poderes, y por la misma razón no pretendo usarla en un lugar poblado como este, ya habrá tiempo, no importa.
Por fin llegaron a la isla y atracaron el barco. Echaron un pequeño vistazo buscando algo sospechoso o inusual por el puerto, algún cargamento que fuera llevado a otro sitio, gente que se acercara más de la cuenta a los otros barcos allí atracados, etc. pero nada les llamó la atención, por lo que, actuando según el plan, se adentraron en la ciudad, buscando algún edificio sospechoso. Vieron a un par de hombres en un callejón, cuchicheando mientras miraban a los vecinos y aunque sintieron el impulso de investigarlos, hubo otra cosa que captó su atención, un grito de un joven que decía "¡Al ladrón!".
En una esquina apoyado y con una herida de cuchillo en el abdomen el joven se quejaba del dolor y, al vernos acercándonos, nos dijo: "¡Se han ido por allí, eran dos, uno era muy alto, unos dos metros diez, y llevaba un pequeño cuchillo, rápido, no han podido ir muy lejos!".
Seguimos corriendo hasta que la calle no tenía salida, solo había un local abandonado que aparentemente había servido en algún momento como punto de encuentro de muchos viajeros, quizás hacían espectáculos o quizás era una taberna, o al menos eso aparentaba, debido a los carteles desgastados y las bebidas que desde fuera se velan. Nos asomamos y vimos a unos siete hombres sentados en cajas hablando, contando dinero, afilando un cuchillo y otras actividades varias, y a una pareja de hombres que se hallaban más allá, parecían estar discutiendo.
-De acuerdo Shawn, ¿cómo quieres hacerlo? Yo he visto a nueve hombres en total, pero la sala es grande y es posible que haya alguien más detrás de alguna caja o en cualquier otro lugar, no sabemos cuán grande es esto. El hombre al que venimos buscando está allí al fondo, hablando con un hombre alto y calvo, probablemente el que ha robado y atacado al joven que vimos. ¿Alguna idea, plan o algo que quieras decir?
Shawn puntualizó que les faltaba información, y qué razón tenía, pero Edward no le había dicho ninguna de las deducciones que había hecho, por lo que decidió que era el momento de transmitírselas:
-Bueno, es cierto que no sabemos mucho sobre ellos, pero creo que es muy probable que su escondrijo se encuentre en la ciudad, pues desde otro sitio les sería muy difícil actuar como lo hacen, por lo que creo que deberíamos ir buscando edificios aparentemente abandonados, almacenes o astilleros, cualquier sitio donde se puedan hacer negocios sucios sin llamar la atención, pienso que deberíamos buscar primero cerca del puerto, luego en el centro de la ciudad y desde ahí ir alejándonos hasta llegar a las afueras... Aunque espero que los encontremos antes de buscar en toda la ciudad, claro jajajajaja
Edward había cogido confianza con el chico y estaba muy relajado, riéndose y hablando cómodamente apoyado en la barandilla.
Cuando Edward hubo considerado que el plan estaba claro, le comentó a Shawn como luchaba él, ya que este lo había hecho y a Edward le parecía que convenía que lo supiera.
-Sí, supuse que eras espadachín lógicamente, yo también peleo cuerpo a cuerpo, de hecho, peleó sin armas. Cómo has dicho y teniendo en cuenta mi forma de luchar, carecemos totalmente de ataques a distancia, por lo que más nos vale andar con pies de plomo, no queremos recibir un balazo ¿no? Jajajajaja... Oye, debo añadir una cosa, soy un usuario de akuma no mi, pero me la he comido justo cuando embarqué y no he tenido oportunidad de probarla, así que no la usaré en el combate porque ni siquiera sé qué hace. La verdad es que no la he querido probar por si me cargaba el barco al usar sus poderes, y por la misma razón no pretendo usarla en un lugar poblado como este, ya habrá tiempo, no importa.
Por fin llegaron a la isla y atracaron el barco. Echaron un pequeño vistazo buscando algo sospechoso o inusual por el puerto, algún cargamento que fuera llevado a otro sitio, gente que se acercara más de la cuenta a los otros barcos allí atracados, etc. pero nada les llamó la atención, por lo que, actuando según el plan, se adentraron en la ciudad, buscando algún edificio sospechoso. Vieron a un par de hombres en un callejón, cuchicheando mientras miraban a los vecinos y aunque sintieron el impulso de investigarlos, hubo otra cosa que captó su atención, un grito de un joven que decía "¡Al ladrón!".
En una esquina apoyado y con una herida de cuchillo en el abdomen el joven se quejaba del dolor y, al vernos acercándonos, nos dijo: "¡Se han ido por allí, eran dos, uno era muy alto, unos dos metros diez, y llevaba un pequeño cuchillo, rápido, no han podido ir muy lejos!".
Seguimos corriendo hasta que la calle no tenía salida, solo había un local abandonado que aparentemente había servido en algún momento como punto de encuentro de muchos viajeros, quizás hacían espectáculos o quizás era una taberna, o al menos eso aparentaba, debido a los carteles desgastados y las bebidas que desde fuera se velan. Nos asomamos y vimos a unos siete hombres sentados en cajas hablando, contando dinero, afilando un cuchillo y otras actividades varias, y a una pareja de hombres que se hallaban más allá, parecían estar discutiendo.
-De acuerdo Shawn, ¿cómo quieres hacerlo? Yo he visto a nueve hombres en total, pero la sala es grande y es posible que haya alguien más detrás de alguna caja o en cualquier otro lugar, no sabemos cuán grande es esto. El hombre al que venimos buscando está allí al fondo, hablando con un hombre alto y calvo, probablemente el que ha robado y atacado al joven que vimos. ¿Alguna idea, plan o algo que quieras decir?
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Al final su ayuda me iba a venir de perlas, pero no solo en combate, también en información. Comentó que su escondite podía estar en cualquier lugar abandonado de la ciudad, en algún lugar escondido para no ser detectados con facilidad. Su información me pareció muy buena y estaba seguro de que tenía toda la razón. Ese podía ser nuestro principal objetivo, buscar lugares sospechosos y cualquier pista que nos llevara a ellos.
Por otro lado, al igual que hice yo comentó su forma de luchar y sus habilidades. También luchaba cuerpo a cuerpo y el combate a larga distancia era su talón de aquiles. Aparte, comentó que se había comida una fruta del diablo justo antes de embarcar, pero no sabía cuales eran sus habilidades. Me moría de curiosidad por saber qué tipo de poder le había dado esa fruta.
Al fin llegamos a la isla, y poco después de bajar del barco comenzaron las aventuras. Alguien mencionó en alto la presencia de un ladrón y nos dirigimos hacia allá. Vimos a un joven con una herida y nos dijo que siguiéramos al ladrón, y eso fue lo que hicimos. Siguiéndolos llegamos a un local abandonado donde se encontraban varias personas hablando con armas en la mano. Edward me dijo que vio a nueve personas y yo ni me lo pensé.
-¿Nueve personas? No se que tienes pensado hacer tú, pero yo adoro la sangre y no me quedaré aquí parado, me voy adelantando -Le dije con intención de entrar -Y no te preocupes, no los mataré.
Como nadie se esperaba que entraría logré herir a tres de ellos con mi espada, pero los seis restantes se escondieron detrás de la barra de pedir. Al parecer, era un bar actualmente abandonado, aún tenía todo lo que les caracteriza a este tipo de locales: mesas, sillas, los lavabos... Todo estaba muy sucio y en muy mal estado. En cuanto se escondieron, sacaron una pistola cada uno y empezaron a dispararme enseñando solo la mano en la que tenían el arma. Estaban disparando por disparar, pero en cualquier momento podía ser herido por cualquier bala. Inmediatamente tumbé una de las mesas y me escondí detrás de ella sin poder salir por el tiroteo. Me quedé allí a la espera de que se quedaran sin balas o a que entrara mi compañero a ayudarme. Había forma más fáciles de acabar con ellos, pero pelear me encantaba y siempre que tenía la ocasión no la desaprovechaba.
Por otro lado, al igual que hice yo comentó su forma de luchar y sus habilidades. También luchaba cuerpo a cuerpo y el combate a larga distancia era su talón de aquiles. Aparte, comentó que se había comida una fruta del diablo justo antes de embarcar, pero no sabía cuales eran sus habilidades. Me moría de curiosidad por saber qué tipo de poder le había dado esa fruta.
Al fin llegamos a la isla, y poco después de bajar del barco comenzaron las aventuras. Alguien mencionó en alto la presencia de un ladrón y nos dirigimos hacia allá. Vimos a un joven con una herida y nos dijo que siguiéramos al ladrón, y eso fue lo que hicimos. Siguiéndolos llegamos a un local abandonado donde se encontraban varias personas hablando con armas en la mano. Edward me dijo que vio a nueve personas y yo ni me lo pensé.
-¿Nueve personas? No se que tienes pensado hacer tú, pero yo adoro la sangre y no me quedaré aquí parado, me voy adelantando -Le dije con intención de entrar -Y no te preocupes, no los mataré.
Como nadie se esperaba que entraría logré herir a tres de ellos con mi espada, pero los seis restantes se escondieron detrás de la barra de pedir. Al parecer, era un bar actualmente abandonado, aún tenía todo lo que les caracteriza a este tipo de locales: mesas, sillas, los lavabos... Todo estaba muy sucio y en muy mal estado. En cuanto se escondieron, sacaron una pistola cada uno y empezaron a dispararme enseñando solo la mano en la que tenían el arma. Estaban disparando por disparar, pero en cualquier momento podía ser herido por cualquier bala. Inmediatamente tumbé una de las mesas y me escondí detrás de ella sin poder salir por el tiroteo. Me quedé allí a la espera de que se quedaran sin balas o a que entrara mi compañero a ayudarme. Había forma más fáciles de acabar con ellos, pero pelear me encantaba y siempre que tenía la ocasión no la desaprovechaba.
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Edward quedó asombrado, de nuevo Shawn estaba siendo temerario, estúpido o ambas, pero la jugada no había salido del todo mal, tres de los nueve hombre habían caído heridos, aunque todos los demás estaban alertados y armados.
Shawn había perdido el factor sorpresa, ya sabían que estaba allí, escondido tras una mesa, pero era imposible que supieran que venía acompañado, además de que, en el caso de que lo estuviera, lo más lógico hubiera sido que hubieran aprovechado el momento en que estaban con la guardia baja. Sin embargo, la situación podía ser favorable, ya que no estaban mirando al disparar, Edward podría acercarse sigilosamente a la barra y así lo hizo.
Estando junto al borde de la barra, agachado, le hizo señas a Shawn para que empujara la mesa hacia el lado contrario, haciendo de distracción. Los hombres escucharon el ruido de la mesa siendo arrastrada y levantaron la mirada, saliendo de la cobertura de la barra. Justo en ese momento Edward cruzó la esquina agachado y lanzó un fuerte puñetazo hacia el primer hombre, concentrándose en su puño para intentar activar sus poderes. Cerraba con fuerza el puño y este se transformó en una pieza de metal que hizo que el golpe fuera más fuerte y además se clavó parcialmente en el hombre, cuando el hombre cayó noqueado, Edward se quedó mirando su puño ensangrentado... Lo había transformado en el piñón de una bicicleta, lo cual le dejó patidifuso por unos segundos.
"¿Qué demonios se supone que es esto?¿Mis poderes son de bici?¿Soy el hombre-bici?¡Qué alguien me diga que mierda hago yo con estos poderes!"- Pensó estando a punto de gritarlo pero controlándose para no llamar la atención. En ese momento oyó un disparo y se movió lo más rápido que pudo, resultando herido en el hombro izquierdo. Parecía ser que su existencia no había pasado desapercibida para todos, pues había un hombre que, asustado, acababa de dispararle. Edward, que aún seguía agachado, se tragó el grito de dolor y saltó hacia delante, propinándole una fuerte patada en la cara. El hombre, que había resistido el golpe, trató de alcanzarle con una sucesión de puñetazos, Edward se fue acercando más y más al hombre mientras esquivaba sus golpes, se notaba que estaba asustado, quizás por los poderes del usuario que ni el mismo entendía o quizás por la simple derrota de su compañero, pero el hombre seguía retrocediendo y haciendo sus golpes cada vez más previsibles, por lo que tras varios golpes esquivados, Edward consiguió agarrarle del brazo derecho y propinarle un golpe en el abdomen, seguido por una patada que lo derribó y le hizo chocar contra la pared, dejándolo inconsciente.
Los otros hombres, que habían gastado sus balas intentando alcanzar a Shawn, se hallaban muy nerviosos, pues por el ruido provocado por el choque que la víctima de Edward había tenido con la pared, se habían dado cuenta de que eran cuatro contra dos y que no estaban a su altura, al menos tres de ellos, puesto que el otro, el hombre clavo de más de dos metros, no se mostraba intimidado, sino furioso. El hombre al que vinimos a buscar fue junto con otro a por otra arma o cargador, mientras que los otros dos se acercaron a Shawn, que se encontraba mucho más cerca. Estaban en medio, por lo que era imposible perseguir a los otros sin deshacernos de estos, pero no parecía que fuera a ser una batalla fácil. Edward fue corriendo para ayudar a Shawn, pero uno de los que Shawn había herido al principio seguía consciente y le salió al paso. Edward vio que la funda de su pistola estaba a su izquierda, por lo que debía ser zurdo, y teniendo en cuenta que no tendría mucha fuerza, de seguro atacaría con su mano dominante, por lo qué se agachó un poco previendo el golpe, con el brazo izquierdo desvió el golpe de su oponente dándole en el antebrazo y le pateó el costado, lanzándolo contra el suelo. Ahora sí podría ayudar a Shawn, que estaba mano a mano con los criminales, incluso aunque el grandote iba armado con un cuchillo y estaba en un dos contra uno.
Shawn había perdido el factor sorpresa, ya sabían que estaba allí, escondido tras una mesa, pero era imposible que supieran que venía acompañado, además de que, en el caso de que lo estuviera, lo más lógico hubiera sido que hubieran aprovechado el momento en que estaban con la guardia baja. Sin embargo, la situación podía ser favorable, ya que no estaban mirando al disparar, Edward podría acercarse sigilosamente a la barra y así lo hizo.
Estando junto al borde de la barra, agachado, le hizo señas a Shawn para que empujara la mesa hacia el lado contrario, haciendo de distracción. Los hombres escucharon el ruido de la mesa siendo arrastrada y levantaron la mirada, saliendo de la cobertura de la barra. Justo en ese momento Edward cruzó la esquina agachado y lanzó un fuerte puñetazo hacia el primer hombre, concentrándose en su puño para intentar activar sus poderes. Cerraba con fuerza el puño y este se transformó en una pieza de metal que hizo que el golpe fuera más fuerte y además se clavó parcialmente en el hombre, cuando el hombre cayó noqueado, Edward se quedó mirando su puño ensangrentado... Lo había transformado en el piñón de una bicicleta, lo cual le dejó patidifuso por unos segundos.
"¿Qué demonios se supone que es esto?¿Mis poderes son de bici?¿Soy el hombre-bici?¡Qué alguien me diga que mierda hago yo con estos poderes!"- Pensó estando a punto de gritarlo pero controlándose para no llamar la atención. En ese momento oyó un disparo y se movió lo más rápido que pudo, resultando herido en el hombro izquierdo. Parecía ser que su existencia no había pasado desapercibida para todos, pues había un hombre que, asustado, acababa de dispararle. Edward, que aún seguía agachado, se tragó el grito de dolor y saltó hacia delante, propinándole una fuerte patada en la cara. El hombre, que había resistido el golpe, trató de alcanzarle con una sucesión de puñetazos, Edward se fue acercando más y más al hombre mientras esquivaba sus golpes, se notaba que estaba asustado, quizás por los poderes del usuario que ni el mismo entendía o quizás por la simple derrota de su compañero, pero el hombre seguía retrocediendo y haciendo sus golpes cada vez más previsibles, por lo que tras varios golpes esquivados, Edward consiguió agarrarle del brazo derecho y propinarle un golpe en el abdomen, seguido por una patada que lo derribó y le hizo chocar contra la pared, dejándolo inconsciente.
Los otros hombres, que habían gastado sus balas intentando alcanzar a Shawn, se hallaban muy nerviosos, pues por el ruido provocado por el choque que la víctima de Edward había tenido con la pared, se habían dado cuenta de que eran cuatro contra dos y que no estaban a su altura, al menos tres de ellos, puesto que el otro, el hombre clavo de más de dos metros, no se mostraba intimidado, sino furioso. El hombre al que vinimos a buscar fue junto con otro a por otra arma o cargador, mientras que los otros dos se acercaron a Shawn, que se encontraba mucho más cerca. Estaban en medio, por lo que era imposible perseguir a los otros sin deshacernos de estos, pero no parecía que fuera a ser una batalla fácil. Edward fue corriendo para ayudar a Shawn, pero uno de los que Shawn había herido al principio seguía consciente y le salió al paso. Edward vio que la funda de su pistola estaba a su izquierda, por lo que debía ser zurdo, y teniendo en cuenta que no tendría mucha fuerza, de seguro atacaría con su mano dominante, por lo qué se agachó un poco previendo el golpe, con el brazo izquierdo desvió el golpe de su oponente dándole en el antebrazo y le pateó el costado, lanzándolo contra el suelo. Ahora sí podría ayudar a Shawn, que estaba mano a mano con los criminales, incluso aunque el grandote iba armado con un cuchillo y estaba en un dos contra uno.
- Off-Rol:
- Espero no haberme pasado escribiendo, si quieres puedes explicar más o menos lo que has hecho en esta escena mientras Edward hacía lo dicho, si no, pasa a esta pelea, ya añadiré yo en mi siguiente post las acciones de Ed en esta pelea y luego con los otros dos que se han pirado, aunque quizás se quede aquí para asegurarse de que ninguno se pira y tú te encargas de los otros dos, no lo sé aún, ya lo hablamos :y:
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Re: ¡Lo que sea por unos cuantos berries! [Hatake-Tenebrex] [Privado-Pasado] {Vie 9 Dic 2016 - 9:49}
Estaba en grandes apuros y los maleantes no hacían más que dispararme, parecía que tenían balas infinitas. No sabía que hacer, pero estaba seguro de que Edward me ayudaría a acabar con los restantes. Así fue como sucedió, mi compañero entró y con un poder algo extraño acabó con el primero. Él siguió matando a todos los que podía y yo me intenté acercar para echarle una mano, pero dos de ellos vinieron y se pusieron delante para que no pudiera ir a donde él. Estaba en grandes problemas.
En ese mismo instante, vi como uno de los de atrás cogía las joyas robadas anteriormente al chaval que vimos herido antes y salió corriendo por una puerta desconocida.
-Edward, encárgate tú de estos, no permitiré que estos bastardos se salgan con la suya. -Le dije mientras empezaba a correr detrás del que huía.
Uno de los que me estaban cortando el paso comenzó a seguirme, y el otro, fue a por mi compañero. Mientras le perseguía, vi como hablaba por el den den mushi con alguien, podía ser cualquier persona, pero pensando lo peor podía estar pidiendo refuerzos. Tras un minuto persiguiéndolo, llegó a una habitación sin salida y no tuvo más remedio que enfrentarme. En el tiroteo anterior se había quedado sin balas, y ahora lo único que tenía para pelear era sus puños. El tipo que me perseguía se debió perder por el camino y esto hizo que mi batalla fuera un uno contra uno. Saqué mi espada y empecé a correr donde se encontraba para cortar su cuerpo en dos. En ese momento recordé que le había prometido a Edward que no los mataría, por ese motivo, solo le hice un corte en el pecho para que perdiera la sangre suficiente con intención de que se desmayara. Una vez acabado con él, abrí la bolsa con la que huía y vi que estaba vacía, esos bastardos me habían tomado el pelo.
Muy cabreado traté de volver a donde Edward para ayudarle, pero me encontré a mi otro perseguidor. Aún me seguía buscando por todos los lados, pero fui yo quien le encontró a él y le clavé la espada en la parte trasera de su pierna para que no pudiera andar.
-Tenéis suerte de la promesa que le hice a Edward, si no fuera por él estaríais todos muertos. -Le dije mientras limpiaba mi espada de sangre y corría a la sala donde estaba mi compañero.
En ese mismo instante, vi como uno de los de atrás cogía las joyas robadas anteriormente al chaval que vimos herido antes y salió corriendo por una puerta desconocida.
-Edward, encárgate tú de estos, no permitiré que estos bastardos se salgan con la suya. -Le dije mientras empezaba a correr detrás del que huía.
Uno de los que me estaban cortando el paso comenzó a seguirme, y el otro, fue a por mi compañero. Mientras le perseguía, vi como hablaba por el den den mushi con alguien, podía ser cualquier persona, pero pensando lo peor podía estar pidiendo refuerzos. Tras un minuto persiguiéndolo, llegó a una habitación sin salida y no tuvo más remedio que enfrentarme. En el tiroteo anterior se había quedado sin balas, y ahora lo único que tenía para pelear era sus puños. El tipo que me perseguía se debió perder por el camino y esto hizo que mi batalla fuera un uno contra uno. Saqué mi espada y empecé a correr donde se encontraba para cortar su cuerpo en dos. En ese momento recordé que le había prometido a Edward que no los mataría, por ese motivo, solo le hice un corte en el pecho para que perdiera la sangre suficiente con intención de que se desmayara. Una vez acabado con él, abrí la bolsa con la que huía y vi que estaba vacía, esos bastardos me habían tomado el pelo.
Muy cabreado traté de volver a donde Edward para ayudarle, pero me encontré a mi otro perseguidor. Aún me seguía buscando por todos los lados, pero fui yo quien le encontró a él y le clavé la espada en la parte trasera de su pierna para que no pudiera andar.
-Tenéis suerte de la promesa que le hice a Edward, si no fuera por él estaríais todos muertos. -Le dije mientras limpiaba mi espada de sangre y corría a la sala donde estaba mi compañero.
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Todo estaba ocurriendo muy rápido, Shawn había conseguido pirarse para perseguir a los que huían y Edward se encontraba frente a dos oponentes, siendo uno de ellos el grande de dos metros. Edward comenzó a pensar que por su actitud (y posiblemente mayor fuerza), este era el líder del grupo, y no aquel al que venían buscando.
El otro hombre, más bajo y de constitución algo más débil, fue el primero en atacar. Edward pensaba que iba desarmado, pero cuando su oponente lanzó su primer golpe, pudo ver que tenía una nudillera (puño americano). Eso puso tenso al joven, pues su resistencia física no estaba al nivel del resto de sus habilidades, un golpe podría fácilmente romperle algún hueso. Edward retrocedió y de un salto se lanzó contra el rival con el puño izquierdo en alto, usándolo de señuelo, puesto que el verdadero golpe pretendía ser una patada. Su oponente supo ver a través del engaño y bloqueó el golpe con ambos brazos, quedando bastante desprotegido. Aprovechando esto Edward, intentando activar de nuevo sus poderes, golpeó con el puño en la cara a su oponente. Ahora su puño se transformó en un manillar de bicicleta, dándole tan fuerte que le hizo perder algunos dientes y lo lanzó contra el grandullón, que quedó impresionado a la par que extrañado por los poderes del rubio pero detuvo casi sin esfuerzo a su lanzado compañero.
-¿Qué mierda era eso, tú?- Dijo el grandullón con una voz grave. La muletilla "tú" demostraba su carencia de léxico, como cualquier otra, por lo que este enemigo acaba de ganarse el título de ignorante para Edward.
-"Jajaja, este idiota puede ser muy fuerte, pero no parece muy inteligente, quizás pueda confundirlo para que baje la guardia..."- Pensó Edward.
-¿Por qué, te interesaría conseguir algo similar?- Mientras Edward decía esto, bajaba las manos y relajaba la postura, intentando que su rival hiciera lo mismo.
-Hum, esto si que es interesante, ¿has derrotado a todos mis hombres y ahora quieres hacer negocios? No me parece muy buena actitud, criajo.
El criminal acababa de confirmar las sospechas de Edward, él debía ser el verdadero líder, había dicho "mis hombres". Si todo iba según el plan y el engaño surtía efecto, poco quedaba por hacer.
-Oh, si no te interesa siempre puedes enfrentarte a mí y a mi compañero, que ya ha vencido a los otros dos y está ahí.- Dijo señalando detrás del matón.
-¡No!- Exclamó girándose rápidamente, buscando a Shawn, que no estaba por ningún lado.
-¡Picaste!
Edward saltó sobre una caja y cayó pateando a la mole en la nuca. El hombre quedó arrodillado, no llegando a chocarse con el suelo como Edward pretendía. Al verlo así, arrodillado, Edward rápidamente le dio un codazo en el costado, que le hizo desequilibrarse y le dificultó la respiración. El de los ojos dorados se resintió bastante del golpe, estaba usando demasiado el brazo derecho, en el que hacía poco había recibido el balazo.
Shawn llegaba a la sala cuando Ed pateó el cuchillo que el hombre casi sin aliento aún sostenía en su mano derecha.
-Creo que eso es todo Shawn, siendo este el verdadero líder debe ser mayor su recompensa que la de el que veníamos buscando, entreguémoslos rápido, a ver si puedo recibir atención médica, fui alcanzado antes.
Bueno bueno, no ha estado nada mal, Shawn. - Dijo Edward con la mano puesta en su hombro vendado.
Le habían extraído la bala y con algo de reposo debería de estar bien en un par de semanas. Edward le comentó a Shawn que le había sorprendido su habilidad con la espada y le agradeció el no haber roto su promesa.
-La manera en la que acabaste con tres hombres nada más entrar fue impresionante, eso junto a que has cumplido tu promesa de mantenerlos a todos vivos... Serán cosas que tendré en cuenta a la hora de confiar en otro pirata... Ha sido un placer conocerte y luchar junto a ti, nos llevamos una buena suma de berries por tan buena experiencia.- Dijo con una amplia sonrisa y un firme apretón de manos.
-Bueno, y ¿qué sabes de Joe? No quisiera dejarte solo en la isla, ¿lo llamaste mientras estaba en el hospital?
El otro hombre, más bajo y de constitución algo más débil, fue el primero en atacar. Edward pensaba que iba desarmado, pero cuando su oponente lanzó su primer golpe, pudo ver que tenía una nudillera (puño americano). Eso puso tenso al joven, pues su resistencia física no estaba al nivel del resto de sus habilidades, un golpe podría fácilmente romperle algún hueso. Edward retrocedió y de un salto se lanzó contra el rival con el puño izquierdo en alto, usándolo de señuelo, puesto que el verdadero golpe pretendía ser una patada. Su oponente supo ver a través del engaño y bloqueó el golpe con ambos brazos, quedando bastante desprotegido. Aprovechando esto Edward, intentando activar de nuevo sus poderes, golpeó con el puño en la cara a su oponente. Ahora su puño se transformó en un manillar de bicicleta, dándole tan fuerte que le hizo perder algunos dientes y lo lanzó contra el grandullón, que quedó impresionado a la par que extrañado por los poderes del rubio pero detuvo casi sin esfuerzo a su lanzado compañero.
-¿Qué mierda era eso, tú?- Dijo el grandullón con una voz grave. La muletilla "tú" demostraba su carencia de léxico, como cualquier otra, por lo que este enemigo acaba de ganarse el título de ignorante para Edward.
-"Jajaja, este idiota puede ser muy fuerte, pero no parece muy inteligente, quizás pueda confundirlo para que baje la guardia..."- Pensó Edward.
-¿Por qué, te interesaría conseguir algo similar?- Mientras Edward decía esto, bajaba las manos y relajaba la postura, intentando que su rival hiciera lo mismo.
-Hum, esto si que es interesante, ¿has derrotado a todos mis hombres y ahora quieres hacer negocios? No me parece muy buena actitud, criajo.
El criminal acababa de confirmar las sospechas de Edward, él debía ser el verdadero líder, había dicho "mis hombres". Si todo iba según el plan y el engaño surtía efecto, poco quedaba por hacer.
-Oh, si no te interesa siempre puedes enfrentarte a mí y a mi compañero, que ya ha vencido a los otros dos y está ahí.- Dijo señalando detrás del matón.
-¡No!- Exclamó girándose rápidamente, buscando a Shawn, que no estaba por ningún lado.
-¡Picaste!
Edward saltó sobre una caja y cayó pateando a la mole en la nuca. El hombre quedó arrodillado, no llegando a chocarse con el suelo como Edward pretendía. Al verlo así, arrodillado, Edward rápidamente le dio un codazo en el costado, que le hizo desequilibrarse y le dificultó la respiración. El de los ojos dorados se resintió bastante del golpe, estaba usando demasiado el brazo derecho, en el que hacía poco había recibido el balazo.
Shawn llegaba a la sala cuando Ed pateó el cuchillo que el hombre casi sin aliento aún sostenía en su mano derecha.
-Creo que eso es todo Shawn, siendo este el verdadero líder debe ser mayor su recompensa que la de el que veníamos buscando, entreguémoslos rápido, a ver si puedo recibir atención médica, fui alcanzado antes.
[...]
Bueno bueno, no ha estado nada mal, Shawn. - Dijo Edward con la mano puesta en su hombro vendado.
Le habían extraído la bala y con algo de reposo debería de estar bien en un par de semanas. Edward le comentó a Shawn que le había sorprendido su habilidad con la espada y le agradeció el no haber roto su promesa.
-La manera en la que acabaste con tres hombres nada más entrar fue impresionante, eso junto a que has cumplido tu promesa de mantenerlos a todos vivos... Serán cosas que tendré en cuenta a la hora de confiar en otro pirata... Ha sido un placer conocerte y luchar junto a ti, nos llevamos una buena suma de berries por tan buena experiencia.- Dijo con una amplia sonrisa y un firme apretón de manos.
-Bueno, y ¿qué sabes de Joe? No quisiera dejarte solo en la isla, ¿lo llamaste mientras estaba en el hospital?
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En cuanto volví a la habitación en la que se encontraba Edward vi que ya había derrotado a los dos restante, incluido al jefe que parecía más fuerte que el resto.
-Buen trabajo Ed, yo también he hecho mi parte matando al que huía y a mi perseguidor. Yo creo que con esto nos sacaremos una buena suma de dinero, tal y como esperábamos. -Le dije a mi compañero con una sonrisa en la cara.
Él me dijo que después de entregarlos le levara al médico y eso fue lo que hice. En el hospital trataron a Edward la herida de la bala y a mí pequeñas rozaduras y cortes de la piel. Fue una experiencia increíble, la aventura me encantaba y esa fue una de las mejores. De repente vino un chaval a donde nos encontrábamos Ed y yo.
-Muchas gracias por ayudarme y matar a los ladrones, estoy en deuda con vosotros. -Nos dijo el hombre al que ayudamos nada más llegar a la isla.
-A sido un placer, trata de andarte con ojo a partir de ahora. Cuídate mucho. -Le dije al chaval mientras volvía a su cuarto de hospital.
Una vez solos en la habitación Ed me preguntó acerca de Joe y haber que tenía pensado hacer para volver.
-No te preocupes compañero, y gracias por preguntar. Mientras te atendían he estado hablando con él. Todo está resuelto en su isla y en cuanto pueda viene para aquí. He decidido esperarle en esta isla, y mientras viene trataré de desconectar y descansaré. Cambiando de tema, me ha dejado impresionado tu forma de luchar. Aparte de que tus habilidades de la fruta son algo extrañas, no me creía que habías conseguido tumbar a ese armario. Creo que es momento de despedirnos, espero que te recuperes bien y me gustaría decirte que ha sido un placer pelear al lado tuyo. Espero volver a verte pronto, adiós. -Le dije mientras salía de la habitación del hospital donde se encontraba.
-Buen trabajo Ed, yo también he hecho mi parte matando al que huía y a mi perseguidor. Yo creo que con esto nos sacaremos una buena suma de dinero, tal y como esperábamos. -Le dije a mi compañero con una sonrisa en la cara.
Él me dijo que después de entregarlos le levara al médico y eso fue lo que hice. En el hospital trataron a Edward la herida de la bala y a mí pequeñas rozaduras y cortes de la piel. Fue una experiencia increíble, la aventura me encantaba y esa fue una de las mejores. De repente vino un chaval a donde nos encontrábamos Ed y yo.
-Muchas gracias por ayudarme y matar a los ladrones, estoy en deuda con vosotros. -Nos dijo el hombre al que ayudamos nada más llegar a la isla.
-A sido un placer, trata de andarte con ojo a partir de ahora. Cuídate mucho. -Le dije al chaval mientras volvía a su cuarto de hospital.
Una vez solos en la habitación Ed me preguntó acerca de Joe y haber que tenía pensado hacer para volver.
-No te preocupes compañero, y gracias por preguntar. Mientras te atendían he estado hablando con él. Todo está resuelto en su isla y en cuanto pueda viene para aquí. He decidido esperarle en esta isla, y mientras viene trataré de desconectar y descansaré. Cambiando de tema, me ha dejado impresionado tu forma de luchar. Aparte de que tus habilidades de la fruta son algo extrañas, no me creía que habías conseguido tumbar a ese armario. Creo que es momento de despedirnos, espero que te recuperes bien y me gustaría decirte que ha sido un placer pelear al lado tuyo. Espero volver a verte pronto, adiós. -Le dije mientras salía de la habitación del hospital donde se encontraba.
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