Dranser y el hombre de la armadura

El guerrero toma posición antes de comenzar el ataque, tomando el mandoble con una mano y lanzando un tajo al aire, del que surge una onda directo hacia ti.

Dranser se mantuvo firme en todo momento, observando lo difícil que se estaba poniendo la situación. Ese tipo no parecía hacer caso de sus palabras y la verdad es que se esperaba que aquello iba a terminar mal seguramente. El chico entonces escuchó una señal en su comunicador y se puso a escuchar mientras escuchaba a aquella persona. El capitán de Ushio parecía haber dado con algo interesante. Al llamar al propio Krauser, el depredador sabía que iría enseguida, por lo que se veía obligado a cambiar su rumbo. No iba a poder por el momento y en ese momento frunció el ceño dándose cuenta de que ese tipo de la armadura no iba a ceder a lo que estaba pasando. Fue entonces cuando el depredador de la rebelión entrecerró los ojos y se preparó para enfrentar a aquel tipo hasta la muerte. El duelo de espadachines comenzaba y pensaba pasárselo en grande.

- Creo que voy a tardar un poco más de la cuenta, Krauser-chan. Mi maestro me enseñó a luchar como un verdadero espadachín honorable y nunca le daré la espalda a un combate… ¡Ahora enfréntate a mí!

Dranser observó aquella onda cortante dirigirse hacia él y lo primero que hizo fue lanzar un corte hacia ella, haciéndola pedazos y manteniéndose firme con el ceño fruncido. Los pequeños fragmentos cortantes impactaron en sus ropas, haciéndoles algunos pequeños agujeros. Su mejilla también fue alcanzada y una gota de sangre bajó por ella. Una sonrisa ladeada se formó en el rostro de aquel chico entonces. El dolor había sido leve, pero por el momento quería divertirse un poco con aquel tipo. La posición del chico fue tranquila en aquel instante y debido a que solo disponía de una espada, se centraría en golpes rápidos, pero fuertes. Entonces imbuyó su espada en energía vibratoria para de aquella forma realizar daños internos a la armadura y joder un poco por dentro.

- Daburu Shi…

Susurró en un tono apenas audible, para justo entonces lanzarse a toda velocidad contra aquel tipo. Lanzó tres rápidos cortes a una velocidad digna de un maestro, los cuales fueron a la cabeza, a la pierna derecha y al estómago. Diese o no en su objetivo, giraría sobre sí mismo y lanzaría una onda cortante que iría hacia aquel tío. Entonces dicha onda se triplicó en el aire, siendo un ataque más extenso y peligroso. El chico sonrió de lado y se mantuvo observando a su oponente en todo momento.

- Asalto del grillo… – Volvió a susurar al mismo tiempo que apretaba el mango de su arma.

Tus cortes impactan, pero parece que no llegan a hacer mella en la armadura. Sin embargo parece que le molesta lo que has hecho, ya que toma el arma con ambas manos y surge un brillo violáceo. Lo ves levantar un pie lentamente, y cuando lo apoya ves una masa negruzca moverse a toda velocidad contra ti, con un apéndice brillante en horizontal. Parece querer cortarte por la mitad.

Dranser frunció el ceño al darse cuenta de que la armadura era más potente de lo que pensaba y por ello supo que tendría que usar más calibre contra ella. Apretó el puño derecho y entonces activó el arte de su estilo de lluvia. Un aura celeste empezó a rodearle a él y a su espada. Estaba listo para empezar el espectáculo de guerra contra la armadura. El tipo que debía haber dentro tal vez era hábil, pero no podría seguirle en velocidad. Si aquella cosa tenía una dureza descomunal, iba a tener que usar el poder que quería reservar. Alzó su arma y esta quedó imbuida en haki armadura, siendo ahora mucho más fuerte y esperando de esa forma poder vencer a su oponente. Se relamió despacio y se colocó en posición de combate.

Quedó algo confuso al ver aquella cosa dirigirse hacia él a toda velocidad, por lo que haciendo gala de su agilidad y reflejos esperó al último momento. Rodó por el suelo y alzó su espada con fuerza, para de esa forma pasar por debajo y de paso cortar el ataque. Cuando se colocó en pie mostró una sonrisa ladeada y después escupió a un lado. Notó algo incómodo en su hombro izquierdo y se dio cuenta de que estaba sangrando un poco.

- ¿No lo esquivé del todo? – Se preguntó así mismo mientras sentía un dolor considerable en la zona del impacto, el cual no le agradó nada. La cosa se estaba complicando e iba a tener que terminar rápido el combate.

Dranser empezó a rugir como si de una bestia fuese y entonces aumentó su fuerza usando el poder animal del gorila. Ahora armado con su wazamono, la mala leche del animal y el haki armadura, quizás podría partir aquella cosa. Se lanzó a por su rival y en ese momento activó una de sus técnicas de canalización del viento. Un filo cortante recorrió su arma, haciéndola mucho más peligrosa. Ahora estaba seguro de que podría vencer. Lanzó esta vez cuatro tajos con fuerza y velocidad, buscando cortar la cabeza, el brazo derecho, una de las piernas y el cuello. Lo lograse o no, movería su mano libre hacia su rival, formando tres hilos de telaraña imbuidos en haki y tratando de cortarle en el pecho con fuerza.

- ¡Aaaah! – Gritó con fuerza el revolucionario al mismo tiempo que realizaba aquel ataque con ganas y potencia.

Datos:

Tu impacto lo empuja hacia atrás. Bastante, de hecho. Sin embargo, no parece que más allá de un ligerísimo corte en su armadura, ni siquiera muy grave.

Entonces alza la espada con ambas manos y lanza una onda cortante de color morado, tan potente que hiende la tierra bajo ella.

Los ojos del espadachín se abrieron como platos al darse cuenta de que aquella jodida armadura no tenía ni un solo rasguño. No pudo evitar fruncir el ceño y apretar los puños después de unos momentos. Sin duda el material debía de tener una dureza asombrosa y eso hizo pensar al depredador en cambiar de táctica. Si no iba a poder cortarlo, quizás debía atravesarlo con toda su fuerza. Su oponente no era muy bueno evadiendo, pues le había dado todos los golpes sin problema. Era el momento de que cambiase de táctica por el momento y pasase de ser un espadachín veloz a uno violento. Ladeó un momento la cabeza y entonces tomó todo el aire posible. Debía prepararse para realizar su ataque sin ser interrumpido. Analizó bien el arma de su rival y el radio que podría alcanzar.

Justo cuando pensaba lanzarse, aquel tipo lanzó una terrible onda cortante morada que se dirigió hacia él a una velocidad considerable. Dranser alzó un momento la ceja derecha y entonces mostró una sonrisa ladeada. Él se consideraba el jodido rey de las ondas cortantes y no pensaba perder en aquella batalla. Sin pensárselo, activó su aura celeste en su espada con una intensidad increíble, liberando así dos de sus técnicas especiales. Guardó la katana en su funda y esperó unos momentos. Entonces la desenvainó lanzando un tremendo corte con toda su mala leche. Una onda similar a la de su oponente se formó, pero en un tono azulado. El imponente ataque llevaba una fuerza superior a una onda normal al menos por un doscientos veinte por ciento. Cuando el choque se realizó, una explosión cortante surgió de la nada. El oficial saltó hacia atrás con los brazos en equis.

Tras pasar la humareda, el castaño tenía algunos cortes leves en los brazos y la manga de su brazo izquierdo estaba rota, dejando ver un bíceps musculado. Los ojos del chico mostraban una expresión seria, era como si hubiesen tocado su orgullo, las ondas. A continuación notó algo de sangre bajar por aquel brazo, dándose cuenta de un corte algo más molesto que los superficiales. Igualmente no parecía ser el fin del mundo y se quedó callado. Poco a poco fue mostrando una sonrisa arrogante. Su aura celesta aumentó de forma intensa a su alrededor. Casi parecían llamas y todo. Fue entonces cuando el depredador señaló a la armadura con su espada y se relamió despacio.

- Yo, Silver D. Dranser, pienso terminar esta pelea aquí y ahora… ¡Prepárate para sentir el estilo de la lluvia en tu armadura!

El chico activó la velocidad del escarabajo tigre moviéndose a una velocidad de cien metros por segundo y tratando de colocarse a la derecha de su rival. A continuación hizo una especie de filo invisible que alargó la peligrosidad de su espada. Lanzó un movimiento al pecho de su oponente tratando de engañarlo, pero tan solo fue una finta. El filo se desvió de forma recta hacia la supuesta “cara” de la armadura, tratando de atravesarle la cabeza cruelmente. Si había alguien dentro bastaría para asesinarlo. La velocidad del cambio de dirección fue superior a los veinte metros por segundo debido a la activación de sus técnicas del estilo lluvia. Le diese o no a aquella cosa, gritaría con fuerza abriendo la boca y mostrando unos colmillos afilados.

Haki del rey liberado.

Sin pensárselo trató de sacar su espada si lo había logrado y cortarle la cabeza al mismo tiempo que activaba el resto de sus ámbitos y liberaba su energía a la máxima potencia posible, haciendo que el color de su arma tomase un tono negro metálico y dando a entender su poder. Dranser no sabía si lo había logrado, pero enfundó su arma y después quedó en una postura baja frente a su oponente con una rodilla clavada en el suelo.

- Tormenta de la lluvia… Cascada de destrucción… – Susurró entrecerrando los ojos.

Datos:

La armadura coge algunos rayones tras el choque, pero no parece que la explosión la haya afectado mucho. Cuando te diriges hacia él tu finta parece funcionar, pero termina deteniendo con el puño tu arma. Lo correcto sería decir que, ejecutando los movimientos con esa corrección has logrado arrancarle la mano al dar en un punto débil de la armadura. Sin embargo, dentro del guantelete no hay absolutamente nada.

Da un salto hacia atrás, y engancha la espada en el lugar donde debería estar la armadura, mientras desenvaina una pequeña hoja (pequeña para su tamaño) y se pone en una posición de combate a dos armas. Tras unos segundos, comienza a dar vueltas como una peonza en dirección hacia ti. ¿Cómo demonios se mueve tan rápido?

Los ojos de Dranser se abrieron como platos al darse cuenta de que su ataque no había funcionado contra aquella cosa. No se esperó que su rival parase su golpe estrella con el puño. Debía admitir que estaba impresionado. Lentamente fue tomando algo de aire y finalmente se colocó en pie observando a aquella cosa. Echó una ojeada rápida a la mano cortada y le extrañó no ver sangre derramada. Tomó el guantelete y se fijó en que no había nada dentro. Tragó saliva y se quedó mirando a la armadura con seriedad. Ese cabrón estaba ¿Muerto? No había nadie ahí dentro. Por eso no detectaba a nadie con su mantra ni su olfato del lobo le daba señales. No tardó en fruncir el ceño sabiendo lo que eso significaba. Su oponente no se cansaría ni sentiría dolor. Eso era una desventaja brutal para él.

- De modo que por eso mis vibraciones no te afectaron… En ese caso vamos a jugar hasta el último momento de nuestra existencia.

Mencionó en un tono serio al mismo tiempo que apretaba los puños. Entonces su enemigo sacó de la zona de la mano otra jodida arma. Ahora tendría que centrarse más en velocidad que en fuerza y aquello iba a ser complicado con su ámbito violento activado. Escupió a un lado e intensificó sus auras azul y blanca, formando una mezclada algo más intensa. No tenía efecto especial, pero de esa forma daba a entender que estaba concentrada. Una tercera aura dorada se sumó a las otras dos, mostrando que estaba enfadado. El espadachín brillaba de forma intensa y en su mirada se notaba una determinación increíble. Observó entonces a la peonza dirigirse hacia él a toda velocidad y por ello se colocó en una posición defensiva. Siempre que luchaba con espadachines en las guerras solían pasarle aquel tipo de cosas. Primero fue el comodoro y ahora aquella cosa. Sin embargo, no negaría que se emocionaba con aquellas cosas.

Dranser se lanzó por la peonza a toda velocidad, pero estando ya cerca de ella, se tiró al suelo rodando por uno de los lados. Su acción durante el ruedo fue la de lanzar un potente corte usando su Ryu Tenshi hacia los pies de forma violenta. Trató de cortarlos al mismo tiempo que usaba su haki armadura. También elevó su arma para protegerse de un posible corte de los giros dados por la maldita armadura. Cuando se colocó en pie no pudo evitar mostrar una sonrisa tranquila. Su brazo izquierdo tenía un corte leve y su zona abdominal otro algo más peligroso. El chico sintió un dolor considerable y se mordió el labio inferior. Se veía que aquella cosa continuaba siendo un jodido peligro pese a todo. Dranser se quitó el chaleco despacio y después la camiseta, quedando a la vista un cuerpo curtido y musculoso. Su herida estaba sangrando de forma considerable y eso le hizo clavar una rodilla en el suelo.

El chico usó su ámbito de fuego imbuyendo su espada en llamas y colocando la zona ancha en el corte empezando a cauterizar la herida. Gritó de forma violenta sintiendo el inmenso dolor recorrerle. Otra marca más para su cuerpo. El joven hizo un esfuerzo sobrehumano para no vomitar y lo siguiente que hizo fue colocarse en pie, observando a la jodida armadura. A continuación se colocó en posición de combate con sus técnicas activadas. Debía aprovechar ese ataque para terminar, pues su técnica de fuerza estaba desvaneciéndose.

- Daburu shi…

Susurró antes de intensificar sus técnicas de canalización al máximo. La que más dominaba parecía ser la celeste, pues era el estilo principal que estaba utilizando. Fluir como una delicada lluvia, pero empapar a tu oponente en destrucción y desesperación. Entonces el depredador se lanzó a cien metros por segundo hacia su oponente, colocándose al lado donde no tenía mano. Sin pensárselo trató de repetir la opción anterior, tratando de atravesarle la cara de forma violenta. Esta vez lanzaría una patada con la fuerza de un gorila hacia la “rodilla” derecha de su oponente y girando sobre sí mismo intentaría cortarle la otra mano.

- ¡Dragón De La Tormenta! – Gritó realizando su ataque.

Datos:

Cuando clavas la espada en su cara, el casco comienza a retorcerse mientras se comprime alrededor del cuerpo. Tras un muy largo rato, consigues sacar la espada. Esa cosa ha muerto. Eres libre.

Para tú: