Ker'Shar
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Fortaleza
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Destreza
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Agudeza
Instinto
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Saberes
Akuma no mi
Varios
Loguetown, ciudad que necesitaba visitar. El rastro de las pistas que he reunido durante mi viaje acerca de aquellos tipos me lleva hasta aquí. Esta vieja ciudad de piedra sobre piedra, donde todos conocemos lo que sucedió en el pasado. El último rastro que tengo de ellos apunta a que eran de una banda revolucionaria, pero la llamaban de otra forma, “División” y tenía el número trece en su nombre. Mi último contacto me ha dado el chivatazo de que en esta ciudad hay un pequeño bar donde de vez en cuando se puede ver algún revolucionario si se sabe cómo mirar. Habrá que intentarlo.
Bajé del puerto hará una hora, recorrí las calles de la ciudad, incluso compre un dulce típico en un puesto, que tardé poco en devorar. Viendo los locales deduzco que es una ciudad relativamente tranquila, sin mucha fiesta o locales de ese estilo bien entrada la noche, y más bien de bares que de discotecas o afters. Una desgracia.
-Al menos quedarán antros que no cierren pronto.-Digo en voz baja, casi solamente para mí.
Me dirijo al barrio donde se encuentra el bar indicado, no parece muy rico, comparado al resto de la ciudad, aunque tampoco es de lo peor que he visto en mi vida. Según lo que me dijeron tuerzo dos calles a la izquierda una a la derecha, y otra a la izquierda. La quinta puerta debe ser el bar… Pero no hay cartel y la puerta está cerrada. Así que llamo, golpeándola tres veces, con unos segundos entre cada golpe.
Bajé del puerto hará una hora, recorrí las calles de la ciudad, incluso compre un dulce típico en un puesto, que tardé poco en devorar. Viendo los locales deduzco que es una ciudad relativamente tranquila, sin mucha fiesta o locales de ese estilo bien entrada la noche, y más bien de bares que de discotecas o afters. Una desgracia.
-Al menos quedarán antros que no cierren pronto.-Digo en voz baja, casi solamente para mí.
Me dirijo al barrio donde se encuentra el bar indicado, no parece muy rico, comparado al resto de la ciudad, aunque tampoco es de lo peor que he visto en mi vida. Según lo que me dijeron tuerzo dos calles a la izquierda una a la derecha, y otra a la izquierda. La quinta puerta debe ser el bar… Pero no hay cartel y la puerta está cerrada. Así que llamo, golpeándola tres veces, con unos segundos entre cada golpe.
Narahí Collins
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Llego a Loguetown en un barco pesquero. Le pagué a Kalet 2000 berries por traerme. Busco desde hace tiempo más revolucionarios como yo.
Comencé a caminar por las calles, buscando con mi mirada si podía haber alguien, se me ocurría convertirme en mi forma híbrida, para poder usar mi vista, y ver mejor, pero a la larga no me serviría, pues no me ayudaría a identificar a la gente.
Continué caminando, hasta que encontré un bar, en un barrio desgastado por los años, y la mala vida. Delante de la puerta había un chico que llamaba a la puerta, ¿podría ser ese otro revolucionario?, no lo sabía. Solo esperé a que alguien le abriese la puerta para poder entrar, y así ver si había alguien más allí.
El chico petó varias veces en la puerta, pero no parecía que nadie le abriese. Miraba la puerta, y luego a él, con total atención a este segundo mentado. A mi alrededor se veían calles feas, no iba a poder soportar mucho tiempo estar ahí fuera, a sabiendo de que este chico podría no ser un revolucionario, si no un marine, o un o un cazarecompensas.
-Hola, ¿llevas mucho esperando aquí fuera? -le pregunté, con curiosidad, tampoco quería inmiscuirme mucho en sus asuntos, pues no le conocía, con lo cual tampoco podía decir demasiado.
Comencé a caminar por las calles, buscando con mi mirada si podía haber alguien, se me ocurría convertirme en mi forma híbrida, para poder usar mi vista, y ver mejor, pero a la larga no me serviría, pues no me ayudaría a identificar a la gente.
Continué caminando, hasta que encontré un bar, en un barrio desgastado por los años, y la mala vida. Delante de la puerta había un chico que llamaba a la puerta, ¿podría ser ese otro revolucionario?, no lo sabía. Solo esperé a que alguien le abriese la puerta para poder entrar, y así ver si había alguien más allí.
El chico petó varias veces en la puerta, pero no parecía que nadie le abriese. Miraba la puerta, y luego a él, con total atención a este segundo mentado. A mi alrededor se veían calles feas, no iba a poder soportar mucho tiempo estar ahí fuera, a sabiendo de que este chico podría no ser un revolucionario, si no un marine, o un o un cazarecompensas.
-Hola, ¿llevas mucho esperando aquí fuera? -le pregunté, con curiosidad, tampoco quería inmiscuirme mucho en sus asuntos, pues no le conocía, con lo cual tampoco podía decir demasiado.
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