Capítulo 6

Dirk se encontraba allí varado ante el cadáver de la mujer que Lupin había asesinado. No se movió para seguir a su compañero.
Alan llegó sin darse cuenta de la presencia de Dirk, que estaba próximo a los árboles. Cuando éste llegó al cuerpo inerte se pudo dar cuenta de que se trataba exactamente de la misma mujer que estaba interrogando su capitán. El mismo rostro, la misma ropa y la misma expresión. Aquello parecería muy extraño.
Si observaba al horizonte se daría cuenta de que la figura que había salido corriendo hacia la ciudad, en éstos momentos se encontraba con sus dos camaradas, la figura había cambiado de dirección casi al instante en el cual Altair e Ikaru habían comenzado a caminar. Por el bosque se escuchó un extraño sonido, y de pronto tres figuras emergieron. Alan entonces observaría al marine... Por partida doble.
Dirk se vería como en un espejo ante una de las nuevas figuras que habían aparecido. Era él mismo, y otra de las figuras era el pirata que estaba con el cadáver de la mujer planta, Shark. La tercera figura era un tipo desscamisado que portaba una lanza alabarda/naginata.

Este apretó los dientes y pareció entristecerse en cuanto observó el cadáver de la mujer planta, frunció el ceño un instante, pero después comenzó a observar alrededor, viendo a los dos tipos con los cuales se había encontrado, aunque ya los había visto al estar viajando con réplicas idénticas a ellos.
- ¿A que es cómo verse reflejado en un espejo?
Trató de bromear mientras observaba alternamente a los dos sujetos con los cuales estaba. Las réplicas observaban cada movimiento que hacía su yo real.
Si alan observaba el lugar de donde había venido, se encontraría con un grupo de cuatro personas de camino hacia sus camaradas y otras cuatro personas rodeando a una que todavía estaba allí, aparentemente inconsciente o muerto.

Lupin en su forma completa de puma comenzó a aproximarse, y se acercó al grupo, pero éste grupo se separó en tres partes, dos de ellos se aproximaban hacia él, y pronto se encontraron.
Altaïr e Ikaru observaron que la figura se había ido acercando a ellos, pronto reconocieron una figura animal, un puma se acercaba hacia ellos. Por detrás de ellos, si miraban, se encontrarían con un grupo de cuatro personas que se dirigían hacia ellos, y de pronto no podrían reconocerlos, pero en cuanto se acercaran observarían que se trataba de la mujer planta, y tres figuras más, dos de ellas extrañas, ya que eran ellos mismos, Ikaru y Altäir, el otro era un miembro del CP, un miembro con akuma no mi Zoan capaz de transformarse en un felino.
Lupin se vió reflejado en esa figura del CP que se acercaba junto al resto.
Si los miembros de Akai Ryu miraban más allá verían a su capitán inconsciente o muerto rodeado de cuatro figuras que no alcanzaban a reconocer.

El capitán de Akai Ryu hizo a sus hombres separarse mientras aferró a la mujer y la amenazó. Comenzó a apretarle del cuello y le exigió que le contestara. La mujer planta se mostró agobiada y dolorida, pero no cedía, y no cedió hasta que observó que los camaradas de aquél tipo que le apresaba se habían separado lo suficiente. Entonces cambió la forma de actuar de la mujer.
Del suelo emergió una raíz a una gran velocidad que golpeó la hoja de la katana apartándola, entonces ella llevó sus manos a las del que le oprimía el cuello y le comenzó a clavar los dedos, de los cuales salían como unas ramas finas y astilladas que se introducían en la piel de Ryusen.
Si éste no deseaba perder la mano definitivamente soltaría a la mujer, y la raíz que había emergido se había enroscado en la katana para evitarle movimientos rápidos. La mujer daría un salto hacia atrás y se quedaría erguida contemplando a Kirito.
- Muy bien, acabáis de firmar vuestra sentencia de muerte. Deduzco que vosotros sois piratas, quienes sois no lo se todavía, pero si mal no recuerdo, habéis sufrido un pequeño percance en el bosque. ¿Vuestros pies están bien?... Es una lástima que no puedas contestar...
Kirito pudo escuchar un ruído por detrás, mas cuando quiso darse la vuelta ya era demasiado tarde. Sintió una presión en el cuello, un contundente golpe, y cayó inmovilizado al suelo, inconsciente durante unos minutos, aproximadamente unos 10 - 15 minutos.
Cuando despertase se vería rodeado por cuatro figuras que estaban de pie, observándole, con rostros vacíos en cuanto a expresión facial se refiere. Esas figuras seguían con sus ojos cada movimiento que realizase. Lo más extraño era que cada figura la veía como si hubiese un espejo, eran su viva imagen, mismo cabello, mismo rostro y misma constitución corporal.
A lo lejos observaría que dos puntos que parecían ser sus camaradas Altaïr e Ikaru se habían encontrado con un tipo de animal a cuatro patas. Cuatro extrañas figuras caminaban hacia sus camaradas. Shark se encontraba en las mismas circunstancias, pero con tres figuras.

El ataque de Elizabeth se dirigió hacia la mujer planta que todavía estaba viva. El tronco se detenía antes de llegar al cuerpo de ésta, la cual comenzó a sonreir y a mirar hacia la izquierda, donde se hallaba la atacante.
- Ya te dije que tú y yo no podemos combatir entre nosotras. Somos iguales.
Entonces comenzó a mirar a todos, había ignorado a Uracha desde el primer momento, después prosiguió.
- Os esperan en la ciudad, pero os diré algo que no debería. Allí nos volveremos a ver mujer. Cuando entréis, más os vale encontrar a Vladimir rápido, o jamás saldréis de las calles. Y si entráis al laboratorio, jamás saldréis... Me has caído bien mujer.
Extrañas palabras de la mujer planta. De pronto metió su mano en su chaqueta por la parte derecha, cogió algo y se lo lanzó a Elizabeth.
- Suerte si los encontráis, pues aquél será vuestro cementerio.
De pronto la mujer se dejó caer hacia atrás con todo su peso, ensartándose en aquel tronco que había dejado Elizabeth preparado con su ataque. La madera afilada emergió por delante, y la mujer comenzó a sangrar, exactamente con la misma sustancia que había emergido del cuerpo de la otra mujer, aquella resina más propia de árboles que de seres humanos.
Ahora estaba en manos de los allí presentes decidir si aproximarse a la ciudad o marcharse por donde habían venido.

Tras sus palabras, Misu se aproximó a la puerta, pero rápidamente el tipo de los cabellos violáceos se interpuso en su camino y le apuntó con su extraña espada, la cual parecía emitir calor. Se mostró serio.
- No entres ahí si no tienes permiso. No es de tu incum...
De pronto la puerta se abrió golpeándole por detrás y empujándole, la espada golpeó a Misu, pero no iba impregnada de Haki, de modo que no ocurrió nada a tener en cuenta. La puerta no se había abierto por el hecho de que este tipo estaba en medio, y un golpe más fuerte le hizo apartarse casi desestabilizándole. El extraño tipo salió de la habitación y la cerró.
- Joder, siempre en medio. Estorbas más de lo que ayudas, si me dejases tan solo hacerte una copia más sería interesante.
- Vladimir. Éste tipo busca hablar contigo. Quiere saber sobre la comunicación de Natura y el porqué de que hayas cogido su muestra.
Vladimir se quedó mirándole.
- ¿Pero todavía sigues aquí? Ya no me interesas, ya tengo tu muestra.
Comenzó a caminar de nuevo hacia su laboratorio mientras decía.
- Si queréis un nuevo amiguito convencerle, yo ya tengo lo que necesito de él.
Las puertas se abrieron y Vladimir entró, se acercó a la mesa de operaciones, donde al parecer había alguien allí, cogió un instrumental y de pronto comenzaron a saltar algunas chispas. Pronto cesaron y comenzó a toquetear dentro de ese cuerpo, que parecía que llevaba una envoltura metálica por todo éste, y no parecía haber sangre por ninguna parte.
Jack se aproximó a Misu y comenzó a hablar, intentándo contestar a sus preguntas.
- Bueno. Él es así, él nos dio lo que tenemos, y no tenemos derecho a negarle a él lo que nos pide. Bueno veamos, intentaré contestar a tus preguntas. La más fácil puede ser lo de tu muestra, y es que si la ha cogido únicamente puede ser para tener tu ADN, es decir, crear clones de ti mismo. La forma de comunicación de Natura es algo así como telepatía, no sabría explicarlo pero en resumen creo que sería eso. Lo de la planta, no es que sea una planta, si te das cuenta no hay vegetación en la ciudad, toda vida vegetal que esté bajo la nube morirá. No se lo que es, es algo que vladimir ha llevado muy en secreto y no sabría explicartelo.
Con eso pensó que ya lo había dicho todo. Ahora le tocaba a él decir algunas cosas.
- Como verás, Vladimir no quiere saber nada de tí, y así será a menos que ayudes y colabores con nosotros. No te creas que nos trata mejor que a ti, pero sinceramente yo no me quejo de ello. Pero depende de ti decidir. Si te quedas con nosotros podrás tener acceso al cuerpo que está allí dentro. Si no no podrás salir de aquí.
Esas últimas palabras las dijo con un tono de voz bastante apagado, no amenazante, pero si intimidatorio, en ese entonces Natura se incorporó para quedarse sentada, y el otro tipo se quedó observándo a Misu con el ceño fruncido.

Legan Legim, al ignorar las sospechas de vigilancia prosiguió su camino, el cual le llevó a la entrada de un valle, el centro de la isla, un gran valle que abarcaba aproximadamente unos 4'7km², en el centro de dicho valle había una ciudad, de un tono grisáceo desde la posición de Legim. Encima de ésta se ubicaba una extraña nube que la cubría entera, hasta abarcaba unos 200 - 300 más de aquella ciudad. El camino por donde iba Legim parecía dirigirse directamente hacia la ciudad.

La mujer se quedó pasmada.
- ¿Tan solo te interesa eso? Que decepcionante. Serías un estorbo al lado de Vladimir. Yo soy Natura, la protectora del bosque y sus alrededores. Te has adentrado en mi territorio. Ahora tienes dos opciones; morir aquí y ahora podría ser una, te prometo una muerte rápida, la otra opción sería ir a la ciudad, allí te encontraría vladimir y haría de todo contigo, se lo pasaría en grande diseccionandote y alterando tu cuerpo... Bueno, tu eliges.
De pronto comenzaron a salir raíces que apresaron los pies de Nathan y le cogieron de las muñecas, estirándole los brazos en forma diagonal hacia el suelo. Cualquier movimiento que hiciera estiraría más de los brazos, y si se movía demasiadas veces sus hombros se desencajarían.

Alan comienza a correr, pero de pronto el tipo de la lanza le ha dado alcance golpeándole con la barra de la naginata arrojándole hacia atrás. El tipo se quedó observándole en el suelo y le dijo:
- No te creas que te dejaré escapar pescadito. No saldrás bien de aquí.
El clon de Shark se aproximó corriendo, pero de pronto se detuvo a unos 5 metros de él. Se le quedó observando. El clon de Dirk hacía lo mismo que el original, nada.

Lupin salió corriendo, pero pronto comenzó a escuchar un sonido a su espalda. Un puma idéntico a él le estaba siguiendo corriendo por el valle siguiéndole, a la misma velocidad.
Lupin llegó a la ciudad, la nube ocultaba el sol y daba la sensación de que anochecía, además una extraña humedad se sentía. Por todas las calles de la ciudad había algo similar a barras de un metal que parecían recorrer toda la ciudad. La ciudad estaba desierta y no había vegetación alguna a partir de que la nube comenzaba su existencia en el valle. El puma que había perseguido a Lupin llegó detrás de él, y cunado éste se detuvo y pasó a su estado normal... El puma hizo lo mismo. Lupin se vio enfrente de si mismo.

Las mujeres planta murieron, y las palabras causaban preguntas en las mentes de algunas personas de allí. ¿Que camino tomarían?