tierra de musas y monstruos (moderado nivel 2 Quianj)

Muchos rumores hablan sobre las fantásticas riquezas y exquisitos jardines de esta isla. Su sociedad es algo cerrada y por lo que has podido descubrir, desde hace algunos años guardan cierto rencor a los marines. Parece que, para alguien como tú, que llega a la gente con la música puede ser fácil sonsacar rumores sobre objetos legendarios escondidos en las antiguas ruinas. A fin de cuentas, los rumores sobre ellos son los que te llevaron a coger el barco mercante que ahora te lleva a la isla de Gazia.

Lo primero que ves son las imponentes estatuas que guardan la entrada al puerto. Toda la zona está rodeada por muros, formando una bahía redonda. Los edificios que puedes ver al fondo entre dos colinas son en su mayoría blancos. Puedes ver parches verdes dentro de la ciudad, que imaginas sean los famosos jardines. Es posible que en ellos te venga la inspiración para alguna fantástica melodía. Cuando llegáis, los guardias os registran, apuntan vuestro nombre y características por las que seáis fácilmente reconocibles. Todos los soldados llevan armaduras completas de metal y espadas al cinto, alguno lleva lanzas o escudos.

Parece que vas a tener libertad para moverte, pero será mejor no meterse en líos, por si acaso. Bueno, ¿qué harás en esta gran isla?

Estas de suerte, desde el puerto puedes ver el verdor de las hojas al fondo de una callejuela a tu izquierda. Si vas por allí encontraras un parque de tamaño pequeño, o al menos eso pone en la leyenda que hay nada más entrar al mismo. “Pequeño parque de Heridoto”. El nombre es algo extraño, pero la belleza del lugar te abruma, dejando de lado ese detalle. El parque está lleno de sauces llorones, flores de todos los colores y un aroma dulce embriagador. En uno de los laterales hay un gran cenador con bancos, donde un hombre con un carro de madera parece hacer bebidas. También puedes escuchar el sonido de un arpa que proviene de algún del parque, pero tendrías que buscar mejor para encontrarla. Por lo que sabes, se debe tratar de música clásica, algo que concuerda mucho con todo lo que tienes alrededor.

Tambien puedes ir por la derecha, llegando hasta el borde de piedra de uno de los laterales. El local que hay allí tiene música más animada, y la fachada tapizada por hiedras enredaderas. Si entras te encontraras en una cueva-bar. Hay plantas de tonos azules con flores moradas o azules. Su olor es agradable, aunque no lo asocias a nada que hubieras olido antes. Varios músicos tocan sobre un escenario en la parte del final. Hay bastantes mesas libres, por lo que no tendrías problema de sitio allí.

Primera gran decisión, tiraras por la belleza o la música, derecha o izquierda, lo clásico o lo moderno.

Paseas entre las flores, arbustos olorosos y los sauces. La música parece provenir de todas partes, vayas donde vayas tiene la misma intensidad, el mismo tono, todo igual. Claramente eso es imposible, a menos que sea un músico excepcional y con un don natural. Tras unos minutos de camita y ya embriagado con la música y el olor llegas hasta una pequeña fuente en la parte contraria a la que entraste. Allí unas hermosas gemelas rubias tocan el arpa a cuatro manos. El dorado instrumento tiene casi dos metros de altura, y es tan ancho que las dos chicas de ponerse del mismo lado entrarían perfectamente. A su alrededor varias personas, incluidos un par de guardas, las escuchan y observan totalmente cautivados por la melodía.

Ya has encontrado lo que buscabas, de hecho, parece que es lo que siempre has buscado y tienes la sensación de que nunca más querrías abandonar ese pequeño parque.

Cuando entras a tocar con las chicas hay un momento de tensión en el ambiente, un momento de disonancia que parece medio alterar a la gente que allí esta congregada. Aunque sean unos segundos te das cuenta de ello, las caras de los espectadores los delatan. Es como si al comenzar a tocar tu despertaran de golpe de un profundo y preciso sueño. Pero como te digo, apenas dura unos segundos esa sensación. Termina casi a la vez que las notas empiezan a llegar a tu cabeza, no como otras veces, sino que sientes la necesidad de tocar ciertos acordes.

Después de varios minutos tocando empiezas a darte cuenta de una cosa, la música que te llega a la cabeza parece tener patrones, no eres capaz de discernirlos con claridad, pero ahí están esos fragmentos repetidos cada cierto tiempo. Puede que si logras terminar la canción puedas preguntarles a las damas, o puede que cuanto más rato toques más cuenta te des, o no.

Tras un rato pierdes la noción del tiempo, y del tempo. Tu mente deja de lado todo lo que no sea sentir la música y mover las manos. Luego vas perdiendo la noción de todo cuanto tienes alrededor, solo notas que estas a gusto y tranquilo. La canción sigue y sigue hasta que empiezas a salir de ese estado de transcendencia, volviendo a percibir el patrón armónico, aunque el mismo grado que antes. Los demás parecen ir saliendo como tu del trance, pero no como cuando entraste a tocar tú, sino que se les ve felices, relajados. Ves marcharse a cada uno por una parte mientras los acordes dejan de llegar a tu cabeza justo cuando el arpa de emitir sonidos.

-¿Que te crees que haces poniendo caos en nuestra melodía extranjero?
-¿Acaso quieres hacernos quedar mal chico? ¿Quién te ha enviado a interrumpir nuestro trabajo?

Tus musas parecen estar bastante cabreadas, sobre todo desde tu punto de vista super relajado y de tranquilidad, pero aun así algo dentro te insta a contestarles. Puede que si lo haces bien te enseñen algo, o que si las enfureces más llamen a la guardia o ellas mismas vayan a por ti, y ya has visto lo que pueden hacer con ese arpa.

-Debes sentir la música muchísimo para que tu cuerpo no se haya podido contener de unirse a tocar, aunque tu estilo es caótico, inconexo y poco armonioso. Ese tipo de músico se toca al otro lado de la ciudad, allí donde todos vives con prisas, de forma alocada y sin inhibiciones.
-Si no vienes a interrumpir nuestro trabajo, ¿qué haces en esta isla? ¿cuáles son tus objetivos aquí? Como dice mi hermana tu música pertenece más a la otra parte de la ciudad, igual debías dirigirte hacía allí y dejarnos hacer nuestro trabajo. En este lado la armonía, la paz, la tranquilidad y el orden son lo que impera.

Parece que vas a tener que esforzarte si quieres aprender de ellas. Su estilo parece ser muy diferente al tuyo, quizás siendo más parecido a la música clásica o celta. Puedes tratar de convencerlas, aunque deberás ser muy persuasivo, o quizás te vaya mejor en el otro barrio, que suena mucho más festivo y …, bueno, eso más festivo.

-Si de verdad deseas aprender el orden y la armonía deberías empezar por cosas básicas, como aprender más de tu instrumento, familiarizarte con el tanto que parezca una extensión de ti, una parte más de ti y no un simple objeto.

-Esa parte es la fácil hermana, no creo que le cueste si es tan buen musico como dice, lo importante es que aprenda los armónicos de su instrumento, en cuales es más fuerte y en cuales más débil. Debe aprender que notas no sobrepasar para no caer en la desafinación que saque a la gente de la experiencia que escuchar una canción debe ser.

-Muy cierto, deberías empezar con eso, y cuando creas que eres capaz de volver y demostrarlo, solo tendrás una oportunidad, por lo que si fuera tú me aseguraría muy bien de tener todo controlado antes de volver a vernos.

Parece que con ello concluyen su charla contigo, puede que debas dedicarle tiempo a lo que te han pedido, no parecen de las que se retractan y han dicho que no te darán una segunda oportunidad si fallas. Hay muchos espacios en la ciudad para practicar, deberías elegir uno y ponerte a ello, ¿no crees?

Mientras ensayas te das cuenta de algo, el lago tiene multitud de peces de colores diferentes. Si te paras un momento llegas a distinguir hasta ocho tipos de variedades diferentes. Mientras sigues practicando con las armónicas ves como los animales cambian sus comportamientos. En general se mueven al unísono, pero dado que parecen responder a tu música, puede que ellos mismo te indiquen lo que andas buscando. Por otro lado, no parece que mucha gente pasee por ese parque, cosa rara ya que el resto parecen estar bastante concurridos, aunque no abarrotados. Aunque da igual, ya te preocuparas de eso más tarde, deberías seguir con tus prácticas….