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[Diario Evento] Un error de cálculos. Empty [Diario Evento] Un error de cálculos. {Miér 27 Sep 2017 - 18:55}

El shandiano estaba deambulando por las angostas y húmedas calles del distrito sur de English Garden en busca de un pequeño grupo de maleantes que, según sus fuentes, estaban causando disturbios en los astilleros e impidiendo que los barcos mercantes salieran de allí. Era un lugar bastante movido para ser una zona portuaria. Había una gran lonja de pescado al por mayor en el centro, en la que realizaban subastas de pescado fresco de todo tipo; algunos de ellos daban pequeños saltos en sus cajas de corcho blanco, moviendo sus aletas como si pudiera salir de allí.

Dejando de lado aquel lugar, Eric se aproximó hacia la atarazana que estaba en la zona más meridional de Floodport. El trabajo allí había aumentado en los últimos tres días debido a los ataques y los carpinteros no daban abasto. El albino se acercó al primero obrero que tuvo cerca, era un hombre grande, casi tan alto como él, de tez clara y cabellos oscuros.

-Buenos días –dijo con educación, mostrando algo parecido a una sonrisa que acabó asustando al carpintero. Eric tenía un rostro que daba miedo, quizás fuera sus rasgos salvajes, o que los tatuajes de su cuerpo intimidaban demasiado, o tal vez por otra razón que desconocía, pero siempre le pasaba igual.

-¿Qué desea caballero? –preguntó el hombre, aferrándose a un martillo con su mano derecha, apretando su mango con fuerza.

-He venido a preguntarle por los disturbios ocurridos en los últimos días, ¿sabe algo?

El carpintero miró al albino durante unos segundos, suspirando después.

-Lo único que sé es que estamos hasta arriba de curro y cobrando lo mismo, y que como pille a los que está destrozando los barcos le voy a clavar el martillo en los sesos –espetó el carpintero, colérico-. ¿Quieres algo más?

-No, nada más –dijo el albino, yéndose de allí.

Pasaron las horas continuando recopilar información sin éxito alguno. Nadie parecía saber nada, y quien apartemente debía saberlo no decía prenda alguna. «Que estrés…» se decía así mismo, mientras tomaba buscaba transporte para ir al Mudleaf, al distrito oeste de la isla, el lugar donde se encontraba el pequeño hostal en el que se encontraba. Pero entonces, una explosión en la atarazana sacudió todo el puerto.
Rápidamente, el albino echó a correr hacia el astillero que estaba envuelto en llamas. En su interior se podían escuchar gritos y lamentos de algunos de los trabajadores que no habían podido evitar salir de allí. Ante aquello, usando su capa para no quemarse y haki en sus manos, comenzó a quitar escombros e intentó sacar a todo el que pudo. En pocos minutos vino un grupo de ciudadanos y comenzó a lanzar cubos de agua en cadena, intentando reducir el gran incendio que se había formado en la atarazana. El albino tosía y tosía, y lo sudores se derramaban por todos los poros de su cuerpo. Cuando hubo sacado el último hombre, que estaba bajo un mástil inferior de madera, cayó semiinconsciente en el suelo.

Cuando recobró el conocimiento vio una sombra frente a él que tenía sus manos sobre su pecho, instintivamente se levantó y le golpeó con todas sus fuerzas, ayudado por el poder de su fruta del diablo. Notó como los huesos de la persona que tenía frente a él se rompían al contacto de su puño. Y tras un golpe seco, oscuridad.

Cuando volvió a despertar tenía un pequeño bulto en la nuca y un fortísimo dolor en la cabeza. Se encontraba tumbado en una incómoda cama de una habitación grisácea de tres metros cuadrados, con una ventana con rejas en la pared del fondo, un inodoro sin tapa en la pared de la derecha, frente a la cama, y una única puerta. Ésta era una reja metálica que dejaba ver lo que había en el exterior.

El albino se levantó y comenzó a chillar. Se encontraba esposado y aparentemente continuaba con sus pertenencias encima. Gritó y gritó, pero nadie se acercaba. Pasada media hora un gallardo marine de gran envergadura apareció frente a él.

-¿Qué es lo que quieres, sucio delincuente? –preguntó, clavando su mirada en Eric.

-Salir de aquí. ¡Yo no he hecho nada! –reiteró el albino.

-¿Después de enviar al hospital a uno de nuestros hombres y atentar contra la vida de las personas del astillero?

-Yo no he hecho nada de eso, creo –aclaró. Entonces el albino recordó la nota que le dio el agente con el que cooperó hacía ya tiempo en ese mismo mar. El hombre de comportamiento extravagante y ojos de búho. Intentó recordar su nombre, pero no era capaz de hacerlo-. Un momento, marine –dijo, justo cuando el hombre estaba a punto de irse de allí-. Tengo una carta de un agente del gobierno que me declara amigo del gobierno mundial. Detch o Dretch, creo que se llamaba. Era un hombre de semblante extraño y ojos de ave estrigiforme.

El hombre frunció el entrecejo.

-Si no me crees, méteme la mano en el bolsillo de mi capa y lo verás.

Dubitativo, y aún sin saber por qué, el marine abrió la puerta de la celda y se aproximó hacia Eric, que estaba de pie frente a él. Metió la mano en el bolsillo de la capa y allí estaba: una carta con el símbolo del gobierno mundial, la cual leyó y entregó de nuevo al albino.
Tras aquello, el marine se fue de allí sin decir nada.

Dos horas después vino un marine menor, quizás un recluta o un cabo; pues el shandiano no conocía del todo bien la jerarquía de la marina. Entraron en la celda y le quitaron las esposas.

-El capitán Num C. Hacos le espera en su despacho –dijo el muchacho-. Se encuentra en la segunda planta, al fondo-concretó.

El albino se dirigió hacia el despacho del capitán, topándose con más de un marine que le miraba raro. Entró al despacho sin avisar, sin pegar ni un golpecito en la puerta.

-Adelante, no pasa nada –dijo Num con ironía.

El shandiano frunció el ceño.

-Me has llamado tú.

-Siéntate –hizo un ademán con su mano.

-Estoy bien de pie, gracias.

-Tú mismo. No sé qué clase de amigos tienes, muchacho, pero son influyentes. Además de eso, se ha difundido por la isla que tú solito salvaste a todos los carpinteros del astillero del sur. Así que por eso, no se te acusará de agresión directa a la marina del gobierno mundial. Y además de eso, toma –le entregó una carta-. Es una invitación a una reunión del gobierno mundial y sus simpatizantes que habrá en el grand line. Me han dicho que te entregue una porque necesitamos hombres como tú que nos ayude en pos de un futuro mejor. Espero que la aceptes.

-¿Dretch irá? –preguntó Eric.

-Es posible.

-Entonces sí –mostró una amplia sonrisa-. Le debo una a ese individuo.
Gareth Silverwing
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[Diario Evento] Un error de cálculos. Empty Re: [Diario Evento] Un error de cálculos. {Sáb 30 Sep 2017 - 16:05}

Buenas, soy Arthur y tendrás el dudoso placer que te te modere.

Para empezar el diario no ha estado mal, quiero decir, no tratas de lograr algo exagerado para algo de tu nivel y la manera de ser admitido es lógica. He de señalar que tengas cuidado con las faltas y, si borras una frase o parte de ella para poner algo que quede mejor, procura no dejar palabras de la anterior frase.

En fin, has sido admitido en la siguiente etapa, buen trabajo.
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