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Es la primera vez que os topáis con el enigmático Líder de la Revolución. Es un hombre enmascarado, silencioso y algo tosco. Se mueve con cierta cojera, y a través de su visor rojo parece que atraviesa vuestras almas. Su simple visión es temible y a la vez tranquilizadora, sabéis que el destino del mundo está en buenas manos ahora que él ha decidido mostrarse.
-¡Hoy es un gran día para la Revolución!- grita, una vez estáis todos reunidos y en formación. A vuestras espaldas cientos de cadetes forman-. Hoy el Gobierno Mundial busca a su súper hombre, pero no lo van a encontrar. ¡Porque los únicos súper son los valientes guerreros por la libertad! ¡Hoy va a cambiar el mundo que pisáis para mejor, porque cada pequeño éxito que logréis es un paso más hacia el control de tierra sagrada y el fin de la esclavitud! Hoy empieza un nuevo capítulo en la historia que vosotros escribiréis. Ahora, partid y cumplid con nuestra causa. Salud y suerte.
Cuando se retira os conducen a los barcos, desde los que os llevan a destino. Cada grupo en una isla, un conflicto por resolver y una nueva misión para triunfar. Es hora de hacer historia.
El viaje se os hace inhumanamente largo, aunque cuando veis acercarse esa isla que parece hecha de helado, se os pasa un poco. ¿Cuánto podréis comer antes de explotar? Digo, no, misión. Estáis ahí por una misión.
Cuando desembarcáis al otro lado de la isla, sin que nadie os haya visto, abrís el sobre sobre los datos de la misión. "Han capturado una de nuestras bases y hecho rehén a un importante aliado de la revolución; tiene información sobre el Cipher Pol que necesitamos recuperar. Debéis traerlo de vuelta con vida y salvar a la mayor cantidad de compañeros de la base o, si podéis, tomarla de vuelta. Aunque la información es lo primero en nuestra lucha contra el gobierno. Suerte."
-¡Hoy es un gran día para la Revolución!- grita, una vez estáis todos reunidos y en formación. A vuestras espaldas cientos de cadetes forman-. Hoy el Gobierno Mundial busca a su súper hombre, pero no lo van a encontrar. ¡Porque los únicos súper son los valientes guerreros por la libertad! ¡Hoy va a cambiar el mundo que pisáis para mejor, porque cada pequeño éxito que logréis es un paso más hacia el control de tierra sagrada y el fin de la esclavitud! Hoy empieza un nuevo capítulo en la historia que vosotros escribiréis. Ahora, partid y cumplid con nuestra causa. Salud y suerte.
Cuando se retira os conducen a los barcos, desde los que os llevan a destino. Cada grupo en una isla, un conflicto por resolver y una nueva misión para triunfar. Es hora de hacer historia.
El viaje se os hace inhumanamente largo, aunque cuando veis acercarse esa isla que parece hecha de helado, se os pasa un poco. ¿Cuánto podréis comer antes de explotar? Digo, no, misión. Estáis ahí por una misión.
Cuando desembarcáis al otro lado de la isla, sin que nadie os haya visto, abrís el sobre sobre los datos de la misión. "Han capturado una de nuestras bases y hecho rehén a un importante aliado de la revolución; tiene información sobre el Cipher Pol que necesitamos recuperar. Debéis traerlo de vuelta con vida y salvar a la mayor cantidad de compañeros de la base o, si podéis, tomarla de vuelta. Aunque la información es lo primero en nuestra lucha contra el gobierno. Suerte."
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El viaje en el barco estaba siendo mortalmente aburrido. No sabía si debía acercarme o no a mis nuevos compañeros revolucionarios, me costaba ya relacionarme con los miembros de mi división, más aún con desconocidos. Todavía no habíamos recibido las ordenes, ni sabíamos el destino, pero al final tendría que hablar con el resto, aunque fuera solo para crear una estrategia. El discurso del oficial misterioso no había sido gran cosa, nos habíamos embarcado todos muy callados. No percibía apenas miradas de odio por parte de la gente del barco, aunque no estaba segura que pensar de los nuevos, sobre todo de dos de ellos.
Tras un rato demasiado largo, comenzamos a ver la isla de nuestra misión sorpresa, toda ella parecía un helado. Gran parte de la isla le asqueo, ese color rosa chillón del helado era una aberración en toda regla, pero no podía dejar de pensar en cómo sabría todo aquel helado. Cuando atracamos, en un lado despoblado de la helada isla, nos dieron las instrucciones de nuestra misión. Al parecer teníamos que recuperar a un activo de la revolución capturado por el gobierno en un asalto a la base de la isla. Si podíamos, también debíamos recuperar la base de manos de los marines.
-Esto…. Deberíamos pararnos unos instantes a evaluar la situación, y elaborar un plan básico para explorar los alrededores de la base, intentar contabilizar las fuerzas enemigas y ver las defensas que posea la misma, ya sean de las anteriores de la base o de nueva instalación. Solo soy una recluta, pero es lo que veo más lógico para una situación como esta. ¿Qué opináis vosotros del asunto?
Tenía que romper el hielo con mis nuevos compañeros, la importancia de la misión lo requería. Si queríamos salir vivos y con el informante, debíamos realizar un buen trabajo en equipo. Necesitaba confiar en aquellas personas, a fin de cuentas, todos éramos revolucionarios y se suponía que todos queríamos lo mejor para la revolución y la gente del pueblo.
Tras un rato demasiado largo, comenzamos a ver la isla de nuestra misión sorpresa, toda ella parecía un helado. Gran parte de la isla le asqueo, ese color rosa chillón del helado era una aberración en toda regla, pero no podía dejar de pensar en cómo sabría todo aquel helado. Cuando atracamos, en un lado despoblado de la helada isla, nos dieron las instrucciones de nuestra misión. Al parecer teníamos que recuperar a un activo de la revolución capturado por el gobierno en un asalto a la base de la isla. Si podíamos, también debíamos recuperar la base de manos de los marines.
-Esto…. Deberíamos pararnos unos instantes a evaluar la situación, y elaborar un plan básico para explorar los alrededores de la base, intentar contabilizar las fuerzas enemigas y ver las defensas que posea la misma, ya sean de las anteriores de la base o de nueva instalación. Solo soy una recluta, pero es lo que veo más lógico para una situación como esta. ¿Qué opináis vosotros del asunto?
Tenía que romper el hielo con mis nuevos compañeros, la importancia de la misión lo requería. Si queríamos salir vivos y con el informante, debíamos realizar un buen trabajo en equipo. Necesitaba confiar en aquellas personas, a fin de cuentas, todos éramos revolucionarios y se suponía que todos queríamos lo mejor para la revolución y la gente del pueblo.
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Akuma no mi
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Había conseguido ver por fin al líder de la revolución con mis propios ojos, aún siendo mi enemigo, aquella mirada hizo que saltasen todas las alarmas en mi interior, durante el breve tiempo que duró aquella reunión podía sentir por puro instinto que mi vida corría peligro estando allí. Por suerte al haber tanto recluta junto no se fijó en ninguno en concreto, posiblemente eso me salvase la vida, si me hubiesen descubierto en ese momento de seguro no habría sobrevivido. Luego de aquel rato tan tenso nos mandaron a los barcos y con ello daría comienzo mi misión encubierta.
El tiempo que estuvimos de viaje fue increíblemente largo y aburrido aunque parecía que nadie me había descubierto aún. Eso me daba una gran ventaja sobre la revolución así como de sus intenciones. Al fin conseguíamos llegar al puerto de la isla helado. Durante un rato pensé en investigar los sabores y texturas que podía tener la isla, joder, era un helado del tamaño de una isla, ¿Que adicto al dulce no lo mandaría todo a la mierda para quedarse allí a vivir? En acabar mi cometido tendría que pedirle un Eternal Pose al gobierno para volver a este lugar. Seguro que podría sacar mil recetas de postres nuevas para mi carta.
Por fin desembarcábamos por el lado mas inhóspito de la isla, allí nos esperaban las instrucciones del líder de la revolución. "Perfecto, ahora sé cuales son los planes de los revolucionarios." - Pensé al descubrir por completo el plan. Estaba resultando muy sencillo por el momento, solo necesitaba mantener un poco más aquella tapadera antes de reventar sus intenciones. Hacía equipo con una sirena, un gyojin y un humano, sin duda un grupo de lo más variopinto. La sirena sugirió un primer plan para infiltrarse en la base marine, básicamente un reconocimiento de lo que se pudiese descubrir desde el exterior.
-Puede ser buena idea, que te parece, ya que vosotros nadáis muy rápido, si bordeáis toda la isla recopilando información sobre los marines? - Divide y vencerás, si conseguía que los dos peces se fuesen al agua podría dejar fuera de juego al tercer integrante alegando que los marines nos habían descubierto. Esto iba a ser un juego de puro engaño y traición para mi, para mis "compañeros" igual se volvía una misión de desesperación, por el momento tampoco quería salir de las sombras, pero si se presentaba la ocasión...
El tiempo que estuvimos de viaje fue increíblemente largo y aburrido aunque parecía que nadie me había descubierto aún. Eso me daba una gran ventaja sobre la revolución así como de sus intenciones. Al fin conseguíamos llegar al puerto de la isla helado. Durante un rato pensé en investigar los sabores y texturas que podía tener la isla, joder, era un helado del tamaño de una isla, ¿Que adicto al dulce no lo mandaría todo a la mierda para quedarse allí a vivir? En acabar mi cometido tendría que pedirle un Eternal Pose al gobierno para volver a este lugar. Seguro que podría sacar mil recetas de postres nuevas para mi carta.
Por fin desembarcábamos por el lado mas inhóspito de la isla, allí nos esperaban las instrucciones del líder de la revolución. "Perfecto, ahora sé cuales son los planes de los revolucionarios." - Pensé al descubrir por completo el plan. Estaba resultando muy sencillo por el momento, solo necesitaba mantener un poco más aquella tapadera antes de reventar sus intenciones. Hacía equipo con una sirena, un gyojin y un humano, sin duda un grupo de lo más variopinto. La sirena sugirió un primer plan para infiltrarse en la base marine, básicamente un reconocimiento de lo que se pudiese descubrir desde el exterior.
-Puede ser buena idea, que te parece, ya que vosotros nadáis muy rápido, si bordeáis toda la isla recopilando información sobre los marines? - Divide y vencerás, si conseguía que los dos peces se fuesen al agua podría dejar fuera de juego al tercer integrante alegando que los marines nos habían descubierto. Esto iba a ser un juego de puro engaño y traición para mi, para mis "compañeros" igual se volvía una misión de desesperación, por el momento tampoco quería salir de las sombras, pero si se presentaba la ocasión...
Arkadian Dardock
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No podía salir de mi asombro, el mismísimo Líder de la Revolución nos había dedicado una palabras de lo más emotivas. Dejando eso a un lado, no había mucho más que destacar. Había mucha gente aglomerada en aquel evento y no entendía muy bien cuál era el propósito final de todo esto, pero si mi amiga decidió que era el indicado para venir sería por algo.
Nos separaron en grupos y nos embarcamos rumbo a lo que parecía una isla helado, algo cuanto menos curioso, pero no le di mayor importancia. El viaje fue cansado y para nada corto. Conmigo iban otros tres individuos con los que se suponía que tenía que formar equipo. Claramente no me fiaba de ninguno, nunca se sabe quién puede estar detrás de esos rostros. En mi corta vida sólo he llegado a confiar en tres personas, y han tenido que ganarse esa confianza. Por eso mismo tendré que andarme con ojo y tenerlos bien vigilados.
Poco antes de desembarcar me quedé observando a mis nuevos compañeros mientras disfrutaba de un cigarrillo. A simple vista no pude sacar nada en claro, así que me limite a fumarme el pitillo mirando las vistas que nos regalaba la isla.
Una vez en tierra debíamos decidir cómo empezar nuestra misión, la cual no era otra que salvar a uno de nuestros camaradas que había sido capturado por la marina y ya de paso, si podíamos liberar al pueblo de manos de las fuerzas del Gobierno Mundial pues sería un punto a favor.
Los compañeros con los que me encontraba empezaron a dar ideas sobre como empezar nuestra misión. Uno de ellos sugirió hacer una pequeña expedición para reconocer la zona y poder detectar posibles puntos de la Marina. Me pareció buena idea, pues no podíamos ir a ciegas. Otro de ellos al oírlo propuso separarnos. Esa última idea me hubiera gustado de no ser porque a estos tipos no los conocía absolutamente de nada y quedarse a solas con uno podría ser peligroso.
-La idea que propones me parece bien sirena -dije mirando al cielo mientras me encendía un pitillo-. Con lo que no estoy de acuerdo es con lo de separarnos, ni siquiera se como os llamáis, menos aún me quedaré a solas con uno de vosotros. Por cierto me llamo Arkadian -dibujé una sonrisa en mi rostro después de mis algo duras palabras
Nos separaron en grupos y nos embarcamos rumbo a lo que parecía una isla helado, algo cuanto menos curioso, pero no le di mayor importancia. El viaje fue cansado y para nada corto. Conmigo iban otros tres individuos con los que se suponía que tenía que formar equipo. Claramente no me fiaba de ninguno, nunca se sabe quién puede estar detrás de esos rostros. En mi corta vida sólo he llegado a confiar en tres personas, y han tenido que ganarse esa confianza. Por eso mismo tendré que andarme con ojo y tenerlos bien vigilados.
Poco antes de desembarcar me quedé observando a mis nuevos compañeros mientras disfrutaba de un cigarrillo. A simple vista no pude sacar nada en claro, así que me limite a fumarme el pitillo mirando las vistas que nos regalaba la isla.
Una vez en tierra debíamos decidir cómo empezar nuestra misión, la cual no era otra que salvar a uno de nuestros camaradas que había sido capturado por la marina y ya de paso, si podíamos liberar al pueblo de manos de las fuerzas del Gobierno Mundial pues sería un punto a favor.
Los compañeros con los que me encontraba empezaron a dar ideas sobre como empezar nuestra misión. Uno de ellos sugirió hacer una pequeña expedición para reconocer la zona y poder detectar posibles puntos de la Marina. Me pareció buena idea, pues no podíamos ir a ciegas. Otro de ellos al oírlo propuso separarnos. Esa última idea me hubiera gustado de no ser porque a estos tipos no los conocía absolutamente de nada y quedarse a solas con uno podría ser peligroso.
-La idea que propones me parece bien sirena -dije mirando al cielo mientras me encendía un pitillo-. Con lo que no estoy de acuerdo es con lo de separarnos, ni siquiera se como os llamáis, menos aún me quedaré a solas con uno de vosotros. Por cierto me llamo Arkadian -dibujé una sonrisa en mi rostro después de mis algo duras palabras
¡BULLA, BULLA! *cofcof*. Digo, bueno, parece que hay opiniones encontradas. Todos queréis buscar información, uno de vosotros todos juntitos en plan familia feliz mientras que otro separando al grupo para abarcar más espacio. Sois un equipo, al fin y al cabo, así que decidid qué queréis hacer; la isla es de helado y hace frío, después de todo.
Además, puede que el señor que tenéis que rescatar corra peligro o algo. ¡HOSTIAS, MIRA, HELADO DE SANDÍA! Digo, no, señor al que salvar, eso. Hablad lo que queráis.
PD: Gente, si queréis discutir largo y tendido sobre el tema, recordad que entre moderaciones podéis postear más de una vez, por si queréis tener una conversación más real.
Además, puede que el señor que tenéis que rescatar corra peligro o algo. ¡HOSTIAS, MIRA, HELADO DE SANDÍA! Digo, no, señor al que salvar, eso. Hablad lo que queráis.
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-No creo que sea buena idea separarnos, y menos siendo solo tres. Por otro lado, no creo que sea muy buena idea ir por mar, dado que la bases no suelen estar pegadas a la costa para evitar ataques marítimos. Somos todos revolucionarios, no debería ser un problema el confiar entre nosotros, comprendería que la gente del gobierno y los marines no se fiaran ni de sus sombras, al fin y al cabo, están entrenados para traicionar y odiar. Nosotros por el contrario estamos unidos por un profundo sentimiento de respeto y libertad. Si no confiamos en nuestros compañeros, ¿cómo esperamos que el pueblo llegue a fiarse de nosotros algún día? Deberíamos abrigarnos bien y separarnos, cada uno en una dirección en busca de la base capturada. Cuando la encontremos, avisamos a los otros dos por radio o DDM para que nos reunamos y podamos formar un plan en base a lo que averigüemos del lugar.
Lo primero que hice tras terminar de hablar fue darles mi número de DDM a cada uno de ellos, y lo segundo coger una de las radios del barco. Necesitábamos movernos lo más rápido posible, el revolucionario capturado podía estar ejecutado en esos momentos. Aunque parecíamos tener un punto de vista diferente todos y un sentimiento mutuo de desconfianza. Mi carácter natural se fue abriendo poco a poco paso hasta que durante el discurso me mostré tal cual soy. Esperaría las respuestas de los dos revolucionarios antes de hacer nada, pero de no ponernos de acuerdo me marcharía por mi cuenta. Era una decisión arriesgada, pero perder el tiempo sin movernos ponía cada vez más en riesgo nuestro cometido y no podía permitirlo.
De llegar a un acuerdo, pediría ir por la costa de la derecha de la isla, de marcharme sola, tomaría ese mismo camino, entrando cada vez más al interior. Aunque sinceramente esperaba que los dos hombres aceptaran mi proposición, el número y nos dispersáramos en busca de la base.
Lo primero que hice tras terminar de hablar fue darles mi número de DDM a cada uno de ellos, y lo segundo coger una de las radios del barco. Necesitábamos movernos lo más rápido posible, el revolucionario capturado podía estar ejecutado en esos momentos. Aunque parecíamos tener un punto de vista diferente todos y un sentimiento mutuo de desconfianza. Mi carácter natural se fue abriendo poco a poco paso hasta que durante el discurso me mostré tal cual soy. Esperaría las respuestas de los dos revolucionarios antes de hacer nada, pero de no ponernos de acuerdo me marcharía por mi cuenta. Era una decisión arriesgada, pero perder el tiempo sin movernos ponía cada vez más en riesgo nuestro cometido y no podía permitirlo.
De llegar a un acuerdo, pediría ir por la costa de la derecha de la isla, de marcharme sola, tomaría ese mismo camino, entrando cada vez más al interior. Aunque sinceramente esperaba que los dos hombres aceptaran mi proposición, el número y nos dispersáramos en busca de la base.
- Resumen:
- Discurso sobre la unidad y la confianza con un plan.
Dar mi número de DDM y coger una radio.
Marcharme, ya sea por llegar a un acuerdo o por ser incapaces de llegar a uno.
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No se ponen de acuerdo entre ellos y pretenden liberar a su compañero apresado, perfecto.- Pensé, me lo estaban poniendo realmente sencillo, solo estábamos perdiendo el tiempo en una discusión absurda, por mi parte genial, más tiempo tendría la marina para torturar al preso, incluso puede que hasta acabasen con su vida antes siquiera de descubrir el lugar donde se encuentra. La sirena era partidaria de separarnos, luego de una charla absurda donde ella misma se contradecía alegando en primera instancia que debíamos movernos en grupo para luego decidir que era mejor separarnos. Definitivamente las mujer son mujeres incluso si son de distinta especie.- Pensé al escuchar sus palabras. También comentó algo despectivo sobre el Gobierno, pero mi cerebro había colapsado ante la lógica de la sirena así que no hice demasiado caso. Lo que si que me quedó claro era que no quería ir por el mar, prefería adentrarse en la isla bordeando la costa. No sabía hasta que punto la falta de agua sería un impedimento para que ella tuviese libertad de movimientos, pero tenía claro que una sirena sin agua era la mitad de peligrosa.
-Bien, en ese caso, tomad mi número. - Dije mientras anotaba el de la sirena para dejar la nota dentro del bolsillo interior de mi capa negra. -Yo iré directamente por el centro, lo mejor sería que tú, Arkadian, fueses por la costa de la izquierda, así cubriríamos la mayor cantidad de terreno posible. - Argumenté mientras me alegraba por dentro de que de uno un otro modo nos fuésemos a separar. En vista de que esa primera fase salía totalmente a mi favor comencé a maquinar el siguiente paso para arruinar sus planes.
-¿Te parece bien Arkadian?- Le pregunté aunque no me interesaba una respuesta sin no que perdiese unos minutos más. -Por cierto, me llamo Archivaldo.- Me presenté antes de que la sirena se fuese, quería saber como se llamaba para poder dirigirme a ella. -¿Y tu como te llamas? - Esta feo llamar a alguien por su raza y no por su nombre independientemente de que fuese revolucionaria. Esperé un poco a la reacción de ambos revolucionarios antes de ponerme en marcha.
-Bien, en ese caso, tomad mi número. - Dije mientras anotaba el de la sirena para dejar la nota dentro del bolsillo interior de mi capa negra. -Yo iré directamente por el centro, lo mejor sería que tú, Arkadian, fueses por la costa de la izquierda, así cubriríamos la mayor cantidad de terreno posible. - Argumenté mientras me alegraba por dentro de que de uno un otro modo nos fuésemos a separar. En vista de que esa primera fase salía totalmente a mi favor comencé a maquinar el siguiente paso para arruinar sus planes.
-¿Te parece bien Arkadian?- Le pregunté aunque no me interesaba una respuesta sin no que perdiese unos minutos más. -Por cierto, me llamo Archivaldo.- Me presenté antes de que la sirena se fuese, quería saber como se llamaba para poder dirigirme a ella. -¿Y tu como te llamas? - Esta feo llamar a alguien por su raza y no por su nombre independientemente de que fuese revolucionaria. Esperé un poco a la reacción de ambos revolucionarios antes de ponerme en marcha.
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Seguíamos sumergidos en una discusión un tanto absurda de que hacer para analizar la Isla, no obstante parte de la discusión la había provocado yo, pues las misiones que había hecho en el pasado siempre fueron en solitario y ahora, aunque no me guste la idea, tenía que trabajar con dos desconocidos.
Todo apuntaba a que nos separaríamos. El chico que venía con nosotros me sugirió que fuese por la izquierda. No quería alargar más esta conversación así que aceptaré a regañadientes y si no hay objeciones emprenderé mi camino.
-Está bien, yo iré por el lado de la izquierda a ver qué encuentro -dije mientras anotaba los números de los DDM-. Éste es el mío.
Sólo falta que la sirena nos de su punto de vista, pero no podemos demorarnos más. Un compañero está en peligro y debemos ir a salvarlo. Tengo la ventaja de poder sobrevolar la zona para así rastrear con más rapidez la zona que me corresponde. Si no encuentro nada intentaré encontrarme con alguno de mis compañeros para conocerlo más a fondo. Siempre se conoce mejor a alguien a solas que en grupo y por el discursito que nos había brindado la chica pez, es muy probable que empiece por ella. Se la ve bastante noble, aunque sigo sin fiarme de ninguno.
-Andaros con ojo, es muy probable que haya pequeñas patrullas de la Marina por la zona. En cuanto veáis algo reseñable informad a los otros de como está la situación en esa zona -dije con un tono algo más serio-. Hemos perdido ya mucho tiempo, así que hay que darse prisa.
Me dispuse a verificar que llevaba todo lo importante conmigo, sobre todo el tabaco. Esta isla fría y desconocida se convertiría en un verdadero infierno si no puedo disfrutar de mis palitos de nicotina. Até con fuerza mis dos espadas a la espalda y la tercera a la cintura, pues con este frío era difícil sentirlas con normalidad.
Todo apuntaba a que nos separaríamos. El chico que venía con nosotros me sugirió que fuese por la izquierda. No quería alargar más esta conversación así que aceptaré a regañadientes y si no hay objeciones emprenderé mi camino.
-Está bien, yo iré por el lado de la izquierda a ver qué encuentro -dije mientras anotaba los números de los DDM-. Éste es el mío.
Sólo falta que la sirena nos de su punto de vista, pero no podemos demorarnos más. Un compañero está en peligro y debemos ir a salvarlo. Tengo la ventaja de poder sobrevolar la zona para así rastrear con más rapidez la zona que me corresponde. Si no encuentro nada intentaré encontrarme con alguno de mis compañeros para conocerlo más a fondo. Siempre se conoce mejor a alguien a solas que en grupo y por el discursito que nos había brindado la chica pez, es muy probable que empiece por ella. Se la ve bastante noble, aunque sigo sin fiarme de ninguno.
-Andaros con ojo, es muy probable que haya pequeñas patrullas de la Marina por la zona. En cuanto veáis algo reseñable informad a los otros de como está la situación en esa zona -dije con un tono algo más serio-. Hemos perdido ya mucho tiempo, así que hay que darse prisa.
Me dispuse a verificar que llevaba todo lo importante conmigo, sobre todo el tabaco. Esta isla fría y desconocida se convertiría en un verdadero infierno si no puedo disfrutar de mis palitos de nicotina. Até con fuerza mis dos espadas a la espalda y la tercera a la cintura, pues con este frío era difícil sentirlas con normalidad.
Parece que habéis logrado poneros de acuerdo, algo que os vendrá bien, sobre todo a ti, Kasan. Ya que el tercer miembro de vuestro grupo no dice nada, acabáis por separaros.
Kasan. Una vez te alejas, si tienes los contactos necesarios, tal vez pudieras preguntar a alguno de tus superiores la información que necesitas, a riesgo de que te escuche Arkadian. Pues Valia ya se ha alejado bastante.
Valia. Sigues tu camino entre montones de helado de distintos sabores y, aunque la misión es lo primordial, se te pasa por la cabeza el pararte un rato a comer helado. Sobre todo de ese montón que hay alejándote de la costa para adentrarte en tierra firme. Sí, ese de color morado.
Por cierto, todos escucháis unos mecanismos mecánicos en la lejanía, son lentos y resuenan de forma entrecortada, pero si os detenéis a prestarles atención notareis que se van acercando.
Kasan. Una vez te alejas, si tienes los contactos necesarios, tal vez pudieras preguntar a alguno de tus superiores la información que necesitas, a riesgo de que te escuche Arkadian. Pues Valia ya se ha alejado bastante.
Valia. Sigues tu camino entre montones de helado de distintos sabores y, aunque la misión es lo primordial, se te pasa por la cabeza el pararte un rato a comer helado. Sobre todo de ese montón que hay alejándote de la costa para adentrarte en tierra firme. Sí, ese de color morado.
Por cierto, todos escucháis unos mecanismos mecánicos en la lejanía, son lentos y resuenan de forma entrecortada, pero si os detenéis a prestarles atención notareis que se van acercando.
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La sirena ya se había puesto en camino pasando olímpicamente de presentarse. -"Antipática... Lleva cuidado no te hagan palitos de merluza."- Pensé para mis adentros. Por su lado Arkadian me dio su número para luego ponerse en marcha haciéndome caso. Había conseguido retrasarlos un poco pero ahora necesitaba instrucciones más precisas sobre que hacer, quizá era momento de llamar a mi contacto. Tenía muchos frentes abierto en ese momento pero poca información sobre el objetivo real del gobierno. Luego de guardar ambos números emprendí el camino, aunque necesitaba información, mis "compañeros" estaban demasiado cerca como para hablar sin peligro, así que me adentraría un poco en la isla antes de hacer la llamada.
Al poco de comenzar el camino comencé a escuchar un traqueteo curioso, no reconocía el sonido pero si sabía que poco a poco se acercaba. Ante el peligro inminente opté por esconderme tras cualquier escollo, ya fuese árbol o roca capaz de ocultarme. A su vez activé el Mantra para tratar de descubrir a algún enemigo en caso de haberlo y poder ubicarlo. Activé también mi anillo para desplegar toda mi armadura, la necesitaba para poder burlar el posible Mantra enemigo además de para poder utilizar el distorsionador de voz que venía implementado en el casco, gracias a él podría realizar la llamada sin peligro, ya que la armadura me recubría por completo haciéndome irreconocible.
Luego de confirmar con mi Mantra que Arkadian y la sirena se encontraban lo suficientemente alejados, procedí a llamar con el Den Den Mushi a mi enlace con el gobierno. - Soy KN, necesito instrucciones. - Dije con un tono bajo. Para este tipo de misiones, los enlaces y los agentes teníamos sobrenombres, K. proviene de mi apellido y N. de mi nombre, con eso, nuestros proveedores de información sabían quienes éramos sin necesidad de más detalles ni poner en peligro nuestra identidad, eso sumado a las precauciones que estaba tomando debería ser suficiente para no comprometer la misión.
Al poco de comenzar el camino comencé a escuchar un traqueteo curioso, no reconocía el sonido pero si sabía que poco a poco se acercaba. Ante el peligro inminente opté por esconderme tras cualquier escollo, ya fuese árbol o roca capaz de ocultarme. A su vez activé el Mantra para tratar de descubrir a algún enemigo en caso de haberlo y poder ubicarlo. Activé también mi anillo para desplegar toda mi armadura, la necesitaba para poder burlar el posible Mantra enemigo además de para poder utilizar el distorsionador de voz que venía implementado en el casco, gracias a él podría realizar la llamada sin peligro, ya que la armadura me recubría por completo haciéndome irreconocible.
Luego de confirmar con mi Mantra que Arkadian y la sirena se encontraban lo suficientemente alejados, procedí a llamar con el Den Den Mushi a mi enlace con el gobierno. - Soy KN, necesito instrucciones. - Dije con un tono bajo. Para este tipo de misiones, los enlaces y los agentes teníamos sobrenombres, K. proviene de mi apellido y N. de mi nombre, con eso, nuestros proveedores de información sabían quienes éramos sin necesidad de más detalles ni poner en peligro nuestra identidad, eso sumado a las precauciones que estaba tomando debería ser suficiente para no comprometer la misión.
- Resumen y detalles para el moderador:
-Anotar los números de DDM.
-Comenzar a caminar.
-Sentir el traqueteo aproximándose.
-Ocultarme tras cualquier accidente del terreno.
-Llamar a un enlace del Gobierno para obtener información sobre mi misión
A tener en cuenta, mi armadura tiene la capacidad de engañar al Haki mantra, además, el casco posee un distorsionador de voz.
Al tener la excelencia de Espía al nivel 60, puedo detectar presencias invisibles de gente con nivel igual o inferior a mi.
(Todo se puede comprobar en mi ficha)
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Avanzaba por encima del helado de forma rápida, quería recorrer la mayor cantidad de terreno posible en el menor tiempo para maximizar la supervivencia del revolucionario capturado. Por el camino medí la humedad del aire y traté de encontrar balsas de agua subterráneas. Si encontraba alguna, era posible que más adelante me vinieran muy bien, ya fuera para idear un plan de huida y uno de ofensiva contra la base. Además, de encontrar agua subterránea era posible que al seguirla llegara hasta mi objetivo, puesto que aunque todo fuera de helado, que estaba muy bien para comer, debían de beber algo más que helado para sobrevivir.
Comencé a escuchar un ruido muy de fondo, al principio era casi como un golpeteo imperceptible y discontinuo, pero cuanto más me adentraba, mayor era el volumen del sonido. Me paré unos segundos, escuchando atentamente, el sonido parecía ser algo mecánico chocando, además se notaba que avanzaba en mi dirección. Seguiría avanzando, pero ahora con más cuidado, tratando de esconderme cuando el ruido estuviera muy cerca. No estaba segura de que aquel helado morado fuera el mejor sitio para camuflarme, pero seguro que algo encontraba para poder hacerlo, sino, debería tratar de dialogar con quien me encontrar.
La lucha sería el último recurso, ya que significaría una mayor posibilidad de ejecución de nuestro objetivo, o de un refuerzo de las defensas de la base e incluso posibles emboscada de ganar el encuentro. Pensé en alertar al resto, usaría la radio para que también me escucharan en el barco y se pudieran preparar, ya que era posible que no fuéramos nosotros el objetivo sino ellos.
-Hola, me recibe alguien, ¿hola? – Dije por la radio. – Se escuchan ruidos metálicos por mi posición, extremar las precauciones ante posibles ataques y emboscadas. Me encuentro al noreste del barco a poco más de un kilómetro.
Comencé a escuchar un ruido muy de fondo, al principio era casi como un golpeteo imperceptible y discontinuo, pero cuanto más me adentraba, mayor era el volumen del sonido. Me paré unos segundos, escuchando atentamente, el sonido parecía ser algo mecánico chocando, además se notaba que avanzaba en mi dirección. Seguiría avanzando, pero ahora con más cuidado, tratando de esconderme cuando el ruido estuviera muy cerca. No estaba segura de que aquel helado morado fuera el mejor sitio para camuflarme, pero seguro que algo encontraba para poder hacerlo, sino, debería tratar de dialogar con quien me encontrar.
La lucha sería el último recurso, ya que significaría una mayor posibilidad de ejecución de nuestro objetivo, o de un refuerzo de las defensas de la base e incluso posibles emboscada de ganar el encuentro. Pensé en alertar al resto, usaría la radio para que también me escucharan en el barco y se pudieran preparar, ya que era posible que no fuéramos nosotros el objetivo sino ellos.
-Hola, me recibe alguien, ¿hola? – Dije por la radio. – Se escuchan ruidos metálicos por mi posición, extremar las precauciones ante posibles ataques y emboscadas. Me encuentro al noreste del barco a poco más de un kilómetro.
- Resumen y datos:
- Alejarme buscando agua subterránea y midiendo la humedad ambiental (pasivas del ámbito) y seguir el agua de encontrarla.
Escuchar el ruido, pero seguir hasta estar más cerca, momento en el que buscaría un escondite.
Avisar por radio del sonido, esperando que todos la hubieran cogido del barco.
Arkadian Dardock
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Cada uno de nosotros emprendimos el camino por separado en las direcciones acordadas. Mientras andaba con rumbo incierto no podía dejar de pensar en mis compañeros, eran un tanto extraños, aunque a decir verdad imagino que ellos podrían pensar lo mismo de mí. La otra cosa que invadía mis pensamientos era el camarada capturado, siendo la Marina quien lo tiene dudo que lo ejecute sin un juicio previo. Eso nos da tiempo para hacer una infiltración limpia en la base, tenemos que tener cuidado de que no nos descubran, de lo contrario podrían reforzar la seguridad o incluso proceder a su movilización.
Conforme iba caminado, un sonido a lo lejos me llamó la atención. Era como un sonido de engranajes o tal vez un transporte. Quien sabe, tal vez lleven dentro a nuestro objetivo, pero no son nada más que teorías vacías. Fuera lo que fuese, todo indicaba que se acercaba a mí posición. A escasos cien metros había un montículo hecho de helado, el cual puedo usar para esconderme. Una vez guarecido a la espera de ver que era lo que se me venía encima, me fijo en el helado que tenía una pinta buenísima, pero para resistir la tentación de probarlo cojo uno de mis cigarros y me lo enciendo, quien sabe que de que materia está hecho y los efectos que me puede producir.
Al poco tiempo de estar tras el montículo mi Den Den Mushi comienza a sonar. Es la sirena alertando del mismo sonido extraño que también está escuchando ella. Ya tiene que ser grande lo que quiera que sea eso para que desde dos puntos opuestos de la isla se escuche.
-Entendido, por esta zona también se aprecia ese extraño sonido. Estate alerta –le contesto mientras espero expectante a que aparezca.
Tendré que esperar para transformarse en buitre, no quiero que me localicen. Por lo menos no lo haré hasta averiguar de que se trata ese extraño traqueteo. Además, en el cielo no se aprecian demasiadas aves y sería peligroso ponerme a volar sin poder camuflarme entre otras especies.
Conforme iba caminado, un sonido a lo lejos me llamó la atención. Era como un sonido de engranajes o tal vez un transporte. Quien sabe, tal vez lleven dentro a nuestro objetivo, pero no son nada más que teorías vacías. Fuera lo que fuese, todo indicaba que se acercaba a mí posición. A escasos cien metros había un montículo hecho de helado, el cual puedo usar para esconderme. Una vez guarecido a la espera de ver que era lo que se me venía encima, me fijo en el helado que tenía una pinta buenísima, pero para resistir la tentación de probarlo cojo uno de mis cigarros y me lo enciendo, quien sabe que de que materia está hecho y los efectos que me puede producir.
Al poco tiempo de estar tras el montículo mi Den Den Mushi comienza a sonar. Es la sirena alertando del mismo sonido extraño que también está escuchando ella. Ya tiene que ser grande lo que quiera que sea eso para que desde dos puntos opuestos de la isla se escuche.
-Entendido, por esta zona también se aprecia ese extraño sonido. Estate alerta –le contesto mientras espero expectante a que aparezca.
Tendré que esperar para transformarse en buitre, no quiero que me localicen. Por lo menos no lo haré hasta averiguar de que se trata ese extraño traqueteo. Además, en el cielo no se aprecian demasiadas aves y sería peligroso ponerme a volar sin poder camuflarme entre otras especies.
El traqueteo que escuchasteis antes resulta provenir de unas maquinas que se encargan de acumular más helado y reponer el que se haya podido derretir. Vaya, ¿así que de esa forma se mantiene la isla? Elemental. Como sea, esta información no os sirve de mucho, a no ser que temáis que las maquinas tengan algo dentro que os pueda hacer peligrar. Si tenéis Haki de observación notaréis que no hay ningún ser vivo dentro de las maquinas. Tal vez estén controladas de forma remota.
- valia:
- Parece que la suerte está de tu lado. Has notado algunas acumulaciones de agua bajo tierra, aunque están a gran profundidad. Tal vez estés debajo de la fortaleza. Además, hay una cala cerca de tu posición. Tal vez sea buena idea mirar por ahí.
- Kasan:
- Tienes mala cobertura, así que no logras comprender bien lo que te dicen tus superiores. Tus llamadas se entrecortan. Tal vez la marina no haya logrado hakear del todo el sistema de seguridad de la revolución y este ande causando interferencias. De lo que llegas a escuchar, crees entender algunas coordenadas. ¿Sabrás ubicarte? Tal vez hubieras tenido más suerte siguiendo a tus “compañeros” y haciendo sonar la alarma al estar ya dentro de la base. Por el momento, lo único que sabes es que las coordenadas están al oeste. ¿No ibas hacía ahí? Ves lo que parece un poste de caramelo a lo lejos. Un poste muy grande.
- Arkadian:
- Temo que no vas a encontrar ningún ave en este clima… Salvo quizás pingüinos… y los pingüinos no vuelan, por lo que si no quieres llamar la atención, te tocará seguir andando. Por suerte…Vaya, has apartado el helado de la zona en que te encontrabas sentado, y parece que hay una trampilla… Tal vez si la logres abrir de a la base.
- Nota:
- Tanto Valia como Arkadian, tendréis problemas para comunicaros con el DDM si entráis.
Kasan
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Por la mala cobertura apenas entendí un trozo de las coordenadas, debía dirigirme al oeste pero no sabía cual era el objetivo prioritario de mis superiores. Mis compañeros se habían puesto en movimiento, no podía permitirme perder el tiempo con quejas. Lo bueno era que al estar ahora cada uno por nuestro lado, podía desplazarme utilizando las técnicas del Rokushiki, aunque me viesen, portaba la armadura y no podrían saber quién era. "Espera, piensa, solo necesito hacer saltar las alarmas en la base..." - Pensé. Es una base marine con interferencias en las comunicaciones, o lo que es lo mismo, si saltan las alarmas y les dan caza, nadie acudiría a su ayuda.
Podía hacer saltar las alarmas de manera muy efectiva, incluso en el peor de los casos en que no ocurriese nada, mis compañeros quedarían atrapados en la isla. Volví al barco que nos había trasportado, me quedé mirándolo a lo que se me iba dibujando una sonrisa maquiavélica en la cara. Comencé a hacer emerger nitroglicerina desde mis manos para formar esferas que lanzar al navío, el elemento fluía a través de los guanteletes y las manoplas pudiendo formar así las esferas en las palmas. Con esa premisa y con cierta distancia para evitar las partículas que saliesen volando, comencé a disparar apuntando a la parte inferior del barco, este era un velero de madera que, con un par de explosiones de seguro comenzaría a arder para, a lo largo del tiempo acabar en el fondo del mar, en el mejor de los casos para mis compañeros, este permanecería a flote aunque sería imposible navegar con él.
Luego de unos minutos lanzando nitroglicerina, la embarcación había quedado seriamente dañada. Con todo el ruido que habrían causado las explosiones, de seguro que la base marine se habría coscado de que algo andaba mal en la isla. Por mi parte, ahora trataría de alcanzar ese gigantesco bastón de caramelo utilizando el Soru, había perdido mucho tiempo destrozando la nave que ahora debería intentar recuperar haciendo uso de mis habilidades. - Bien, ahora están los tres atrapados en la isla, no tienen posibilidad de escapar por mucho que intenten.- Pensé. Aquella era la realidad, con las malas comunicaciones y el navío inutilizable, habían caído de lleno en la trampa del Gobierno.
Podía hacer saltar las alarmas de manera muy efectiva, incluso en el peor de los casos en que no ocurriese nada, mis compañeros quedarían atrapados en la isla. Volví al barco que nos había trasportado, me quedé mirándolo a lo que se me iba dibujando una sonrisa maquiavélica en la cara. Comencé a hacer emerger nitroglicerina desde mis manos para formar esferas que lanzar al navío, el elemento fluía a través de los guanteletes y las manoplas pudiendo formar así las esferas en las palmas. Con esa premisa y con cierta distancia para evitar las partículas que saliesen volando, comencé a disparar apuntando a la parte inferior del barco, este era un velero de madera que, con un par de explosiones de seguro comenzaría a arder para, a lo largo del tiempo acabar en el fondo del mar, en el mejor de los casos para mis compañeros, este permanecería a flote aunque sería imposible navegar con él.
Luego de unos minutos lanzando nitroglicerina, la embarcación había quedado seriamente dañada. Con todo el ruido que habrían causado las explosiones, de seguro que la base marine se habría coscado de que algo andaba mal en la isla. Por mi parte, ahora trataría de alcanzar ese gigantesco bastón de caramelo utilizando el Soru, había perdido mucho tiempo destrozando la nave que ahora debería intentar recuperar haciendo uso de mis habilidades. - Bien, ahora están los tres atrapados en la isla, no tienen posibilidad de escapar por mucho que intenten.- Pensé. Aquella era la realidad, con las malas comunicaciones y el navío inutilizable, habían caído de lleno en la trampa del Gobierno.
Valia Gyliel
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Cuando ya casi tenía el ruido encima logré esconderme. No me esperaba lo que apareció por uno de los lados, puesto que fue una máquina de gran tamaño arrastrando grandes cantidades de helado. Bueno, al menos ahora ya sabía cómo reponían el que se derretía o era comido por visitantes y lugareños. No quise salir de mi escondite por miedo a que me vieran y dieran la voz de alarma, pero por más que miraba no podía ver a nadie dentro de ella. El ruido que hacía era bastante fuerte, así que mientras estuviera cerca de ella debía estar alerta y no fiarme del oído. Al final, me escabullí intentando no dejarme ver mucho.
Noté agua subterránea, varias bolsas de la misma, aunque a más profundidad de la que creía normal. Debía explorar a ver si encontraba alguna cueva o gruta por la que intentar descender hasta el líquido. Quizás en esa búsqueda descubriera la base o un pozo que diera alguna pista. A unos cientos de metros me encontré con algo que podía ser interesante, una cala con acantilados pronunciados, lugar ideal para buscar cuevas, o entradas submarinas. Bajé con cuidado, fijándome en las paredes contrarias del risco en busca de alguna abertura. Cuando llegara abajo del todo, buscaría en mí mismo lado lugares por los que acceder al interior de la tierra, en especial por la zona en la que había notado las acumulaciones de agua.
Por el camino me había parecido oír el sonido como de alguna explosión, pero lo achaqué a la máquina que estaba trabajando cerca. Me parecía raro que no hubiera animales en la isla, aunque, por otra parte, era normal. Puesto que a nadie le gusta tener animales en su helado. Si encontraba alguna cueva avisaría por radio a mis compañeros y al barco para que supieran de mi posición.
Noté agua subterránea, varias bolsas de la misma, aunque a más profundidad de la que creía normal. Debía explorar a ver si encontraba alguna cueva o gruta por la que intentar descender hasta el líquido. Quizás en esa búsqueda descubriera la base o un pozo que diera alguna pista. A unos cientos de metros me encontré con algo que podía ser interesante, una cala con acantilados pronunciados, lugar ideal para buscar cuevas, o entradas submarinas. Bajé con cuidado, fijándome en las paredes contrarias del risco en busca de alguna abertura. Cuando llegara abajo del todo, buscaría en mí mismo lado lugares por los que acceder al interior de la tierra, en especial por la zona en la que había notado las acumulaciones de agua.
Por el camino me había parecido oír el sonido como de alguna explosión, pero lo achaqué a la máquina que estaba trabajando cerca. Me parecía raro que no hubiera animales en la isla, aunque, por otra parte, era normal. Puesto que a nadie le gusta tener animales en su helado. Si encontraba alguna cueva avisaría por radio a mis compañeros y al barco para que supieran de mi posición.
- Resumen:
- Ver la máquina y tratar de seguir ocultándome por si acaso me ven. Encontrar una cala y bajar a inspeccionar buscando cuevas o entradas. Escuchar explosiones a lo lejos y achacarlas a la máquina.
Arkadian Dardock
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Para mí asombro, el ruido extraño no es de otra cosa que de una máquina que se encarga de volver a helar el helado derretido de la Isla. Es bastante curioso la verdad, no me lo imaginaba. Todo apunta a que es un artilugio totalmente automático y por suerte no presiento ninguna presencia a mí alrededor.
En el lugar en el que estoy sentado, para esconderme de la gigantesca máquina, noto como algún extraño se me clava en el trasero. Al quitar el helado de la zona puedo ver lo que parece una pequeña trampilla que lleva hasta el subsuelo. Me dispongo a abrirla, imaginando que no está vigilada, puesto que hace un momento no he notado ninguna presencia, ni siquiera debajo de mí. Me meto por el hueco y llegó hasta unos pasillos algo oscuros, tan sólo iluminados por unas pequeñas bombillas que no parecen estar en muy buenas condiciones. Debo ser cauto, pienso. Si me pillan aquí abajo será difícil huir y no me gustaría tener que verme envuelto en un combate en campo enemigo. Esta incursión debe ser lo más limpia posible, si me descubren nada más haber entrado en la base será un fracaso total.
Al poco de estar caminando por esos pasillos sinuosos alcanzo a notar un pequeño temblor. Espero que mis compañeros estén bien, es cierto que puedo desconfiar de ellos, pero tampoco les deseo ningún mal. Trato de ponerme en contacto con la Sirena, pero hay interferencias. Este sitio debe tener los muros gruesos y por eso me es imposible contactar con ellos. No puedo hacer nada para ayudarlos ahora mismo, si es que se encuentran en problemas. Así que lo mejor será avanzar en busca del revolucionario cautivo.
En el lugar en el que estoy sentado, para esconderme de la gigantesca máquina, noto como algún extraño se me clava en el trasero. Al quitar el helado de la zona puedo ver lo que parece una pequeña trampilla que lleva hasta el subsuelo. Me dispongo a abrirla, imaginando que no está vigilada, puesto que hace un momento no he notado ninguna presencia, ni siquiera debajo de mí. Me meto por el hueco y llegó hasta unos pasillos algo oscuros, tan sólo iluminados por unas pequeñas bombillas que no parecen estar en muy buenas condiciones. Debo ser cauto, pienso. Si me pillan aquí abajo será difícil huir y no me gustaría tener que verme envuelto en un combate en campo enemigo. Esta incursión debe ser lo más limpia posible, si me descubren nada más haber entrado en la base será un fracaso total.
Al poco de estar caminando por esos pasillos sinuosos alcanzo a notar un pequeño temblor. Espero que mis compañeros estén bien, es cierto que puedo desconfiar de ellos, pero tampoco les deseo ningún mal. Trato de ponerme en contacto con la Sirena, pero hay interferencias. Este sitio debe tener los muros gruesos y por eso me es imposible contactar con ellos. No puedo hacer nada para ayudarlos ahora mismo, si es que se encuentran en problemas. Así que lo mejor será avanzar en busca del revolucionario cautivo.
Explosiones y un fuego que solo ha causado que la pintura del barco se estropee. Vaya. Parece que no solo no has conseguido cumplir con tu objetivo haciendo eso...Ya que el barco apenas ha sufrido daño, sino que has llamado la atención de todo revolucionario que se encontrase dentro. Hay algún herido por las explosiones, pero ya le están tratando. Además, las cámaras te han grabado y te reconocen. ¿Recuerdas que llevabas puesta tu armadura antes? Qué fallo, ¿no crees? Ahora no solo no podrás ir a tu destino directamente, sino que te están disparando y no con bolas de papel arrugado precisamente. Ves que en la superficie del casco, algo por encima de donde se ha quitado la pintura, se abren unas compuertas y de estas salen disparados varios proyectiles. Por como se mueven entiendes que están programados para perseguirte. ¿Hora de dar uso al Soru? Pero mira el lado positivo, has hecho saltar alarmas, las de los revolucionarios.
Valia, antes siquiera de que te acerques a la cala escuchas las explosiones, seguidas de una llamada de alerta. Tenéis un infiltrado. Kasan, al parecer. Menos mal que solo le diste tu número de DDM y este puede cambiarse en cualquier momento. Este ha vuelto al punto de encuentro y ha intentado derribar el barco con explosivos. Menos mal que la revolución se aseguró de preparase bien para la misión y esto ha quedado solo en un susto para vosotros. Advertida sobre lo sucedido, te piden que tengas cuidado si te lo encuentras. El no sabe que os están intentando contactar, así que podéis intentar capturarle.
Una vez cortan la comunicación, vuelves a tu camino y encuentras de forma satisfactoria la entrada a la cala. Se escuchan sonidos al fondo y, tras pasar por varios pasadizos, logras ver una tenue luz. Tal vez sea lo que andas buscando. Hay mucha humedad en el aire, el cual es más cálido que el de fuera.
Arkadian, entras y todo parece vacío, aunque si hay luces encendidas por algo será. Si te quedas por esa zona ojeando con más detenimiento, verás que hay un cartel emborronado de "salida de emergencia". De momento no escuchas ni ves nada, pero si afinas la vista quizás te fijes en que hay un pequeño mapa guía para los novatos al fondo del pasillo, con indicadores. Estáis en una base revolucionaria, por muy capturada que esté, tal vez su estructura sea como alguna otra en la que hayas estado y te puedas guiar bien. Hora de usar el cerebro.
Valia, antes siquiera de que te acerques a la cala escuchas las explosiones, seguidas de una llamada de alerta. Tenéis un infiltrado. Kasan, al parecer. Menos mal que solo le diste tu número de DDM y este puede cambiarse en cualquier momento. Este ha vuelto al punto de encuentro y ha intentado derribar el barco con explosivos. Menos mal que la revolución se aseguró de preparase bien para la misión y esto ha quedado solo en un susto para vosotros. Advertida sobre lo sucedido, te piden que tengas cuidado si te lo encuentras. El no sabe que os están intentando contactar, así que podéis intentar capturarle.
Una vez cortan la comunicación, vuelves a tu camino y encuentras de forma satisfactoria la entrada a la cala. Se escuchan sonidos al fondo y, tras pasar por varios pasadizos, logras ver una tenue luz. Tal vez sea lo que andas buscando. Hay mucha humedad en el aire, el cual es más cálido que el de fuera.
Arkadian, entras y todo parece vacío, aunque si hay luces encendidas por algo será. Si te quedas por esa zona ojeando con más detenimiento, verás que hay un cartel emborronado de "salida de emergencia". De momento no escuchas ni ves nada, pero si afinas la vista quizás te fijes en que hay un pequeño mapa guía para los novatos al fondo del pasillo, con indicadores. Estáis en una base revolucionaria, por muy capturada que esté, tal vez su estructura sea como alguna otra en la que hayas estado y te puedas guiar bien. Hora de usar el cerebro.
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Un mensaje desde el barco, usando la radio en lugar del DDM me avisa de que uno de los miembros que venían con nosotros nos ha traicionado e intentado hundir el barco. Por la descripción es el tipo que estaba totalmente metido dentro de la armadura, por lo que si me lo llegara a encontrar debía tener mucho cuidado con él. No se me dieron instrucciones de capturarlo o acabar con él, por lo que la prioridad seguía siendo la misión asignada. Una vez cumplida la misma, si teníamos tiempo de sobra, podríamos mirar el capturar a la rata que se nos había colado en las filas.
En la cala me encuentro lo que ando buscando, parece una entrada a una cueva, que no estoy segura de que sea del todo natural. Me ha parecido escuchar voces o sonidos dentro de la misma, pero tan cerca del mar y las olas es posible que solo sea una ilusión sónica. De cualquier forma, me adentro en la oscuridad en busca de confirmar o desmentir la existencia de los sonidos y comprobar si ese sitio puede ser la base capturada. El ambiente es muy húmedo, y más cálido que el del exterior, lo que no es extraño. Tras varios giros por pasadizos termino viendo una luz al fondo de uno.
Me acerco tan sigilosamente como mis habilidades me permiten hasta el límite de oscuridad del pasadizo. Mis ojos han de acostumbrarse al cambio de luminosidad antes de tratar de echar un vistazo al interior. Me asomaría a ras de suelo, tratando de limitar las posibilidades de ser vista, ya que la mayoría de los vigilantes suelen hacerlo a una altura media, dejando un poco más de lado la parte alta y el suelo. De tener vía libre, entraría y comenzaría la inspección, buscando pistas sobre el paradero del rehén y cualquier cosa útil para la reconquista de la base.
En la cala me encuentro lo que ando buscando, parece una entrada a una cueva, que no estoy segura de que sea del todo natural. Me ha parecido escuchar voces o sonidos dentro de la misma, pero tan cerca del mar y las olas es posible que solo sea una ilusión sónica. De cualquier forma, me adentro en la oscuridad en busca de confirmar o desmentir la existencia de los sonidos y comprobar si ese sitio puede ser la base capturada. El ambiente es muy húmedo, y más cálido que el del exterior, lo que no es extraño. Tras varios giros por pasadizos termino viendo una luz al fondo de uno.
Me acerco tan sigilosamente como mis habilidades me permiten hasta el límite de oscuridad del pasadizo. Mis ojos han de acostumbrarse al cambio de luminosidad antes de tratar de echar un vistazo al interior. Me asomaría a ras de suelo, tratando de limitar las posibilidades de ser vista, ya que la mayoría de los vigilantes suelen hacerlo a una altura media, dejando un poco más de lado la parte alta y el suelo. De tener vía libre, entraría y comenzaría la inspección, buscando pistas sobre el paradero del rehén y cualquier cosa útil para la reconquista de la base.
- Resumen:
- Recibir el mensaje y seguir con la misión al no recibir órdenes directas durante la conversación.
Entrar en la cueva/base/pasadizo y avanzar con todo el sigilo posible (Ladrona de guante blanco, Espía callejero 23) asomarme desde la parte de la puerta una vez ojos se acostumbran a la luz del interior.
Entrar si no hay nadie dentro y buscar información del rehén de la marina y del estado dela base, vamos, cualquier cosa útil para la misión.
Arkadian Dardock
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Me encuentro dentro de la base, todo parece indicar que no hay nadie por los alrededores, aún así debo andarme con ojo, nunca se sabe con quien me puedo encontrar por estos pasillos. En la pared que hay frente a mí veo un cartel algo borroso en el que se alcanza a leer “salida de emergencia”. Debe de ser una trampilla poco usada, estoy seguro de que parte de los Marines destinados aquí no tienen ni idea de que existe. Por ahora parto con ventaja.
Mi Den Den Mushi comienza a sonar, pero al descolgarlo no logro entender con claridad el mensaje. El hecho de estar bajo tierra debe de producir interferencias. Por el tono de voz de lo que alcanzó a oír apostaría a que es una llamada del barco y el tono es de gravedad y énfasis, pero por mucho que lo intento no distingo bien las palabras. No obstante, seré cauto en todos los aspectos.
Comienzo a caminar de forma sigilosa por las pasillos y a pocos metros me encuentro con un plano de las instalaciones. Si no me equivoco, esto debe ser para que los novatos se orienten. En Saint Reía, lugar en el que fui a reunirme con un Oficial General no hace mucho, había uno igual y por lo que puedo ver la base tiene la misma estructura con algunas salvedades. La base se compone de una planta a ras de suelo, una planta superior y un planta bajo el suelo que es en la que me encuentro. La planta principal está compuesta por un comedor, un gimnasio y algunas aulas para adiestrar a los novatos. En la planta superior podemos encontrar los despachos de los oficiales y a diferencia que en la que estuve, varias dependencias para pernoctar, usadas habitualmente por los entrenadores y novatos. Para acabar en la planta baja está la cocina, cosa que en Saint Reía estaba junto al comedor, las celdas y una armería donde se guarda todo el material.
Imagino que, aunque esté ocupada por la marina, le habrán dado a todo el mismo uso. O por lo menos en lo que necesiten. El primer lugar donde debería mirar es la zona de las celdas, aunque me pasaré antes por la armería a ver si de alguna manera puedo atrancar la puerta para que no usen eso en nuestra contra. No sé lo que puede haber en esta armería, pero toda previsión es poca. En Saint Reía había algunas cámaras aunque eran muy recientes y fueron una petición especial de nuestro Oficial General. Por lo que dudo que aquí las haya, aunque tendré los ojos bien abiertos y estaré alerta por si acaso.
Mi Den Den Mushi comienza a sonar, pero al descolgarlo no logro entender con claridad el mensaje. El hecho de estar bajo tierra debe de producir interferencias. Por el tono de voz de lo que alcanzó a oír apostaría a que es una llamada del barco y el tono es de gravedad y énfasis, pero por mucho que lo intento no distingo bien las palabras. No obstante, seré cauto en todos los aspectos.
Comienzo a caminar de forma sigilosa por las pasillos y a pocos metros me encuentro con un plano de las instalaciones. Si no me equivoco, esto debe ser para que los novatos se orienten. En Saint Reía, lugar en el que fui a reunirme con un Oficial General no hace mucho, había uno igual y por lo que puedo ver la base tiene la misma estructura con algunas salvedades. La base se compone de una planta a ras de suelo, una planta superior y un planta bajo el suelo que es en la que me encuentro. La planta principal está compuesta por un comedor, un gimnasio y algunas aulas para adiestrar a los novatos. En la planta superior podemos encontrar los despachos de los oficiales y a diferencia que en la que estuve, varias dependencias para pernoctar, usadas habitualmente por los entrenadores y novatos. Para acabar en la planta baja está la cocina, cosa que en Saint Reía estaba junto al comedor, las celdas y una armería donde se guarda todo el material.
Imagino que, aunque esté ocupada por la marina, le habrán dado a todo el mismo uso. O por lo menos en lo que necesiten. El primer lugar donde debería mirar es la zona de las celdas, aunque me pasaré antes por la armería a ver si de alguna manera puedo atrancar la puerta para que no usen eso en nuestra contra. No sé lo que puede haber en esta armería, pero toda previsión es poca. En Saint Reía había algunas cámaras aunque eran muy recientes y fueron una petición especial de nuestro Oficial General. Por lo que dudo que aquí las haya, aunque tendré los ojos bien abiertos y estaré alerta por si acaso.
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Oh vaya.- Pensé al ver que mi ataque no había surtido ningún efecto. Curiosamente me sorprendió que me descubriesen, nadie en ese barco me había visto anteriormente con armadura y tampoco me habían visto colocármela. Supongo que el karma por intentar dejar atrapados a aquellos dos se había vuelto en mi contra. Pronto lo confirmé al ver que del casco emergieron varios proyectiles que tenían toda la pinta de estar programados para perseguirme. Podía huir con el Soru pero si me iban a perseguir sería una estupidez enorme. Al igual que antes, lancé una ráfaga de esferas de nitroglicerina que harían estallar los proyectiles. Luego aprovecharía el polvo que levantó la explosión para, ahora si, escapar utilizando el Soru.
Un poco de mala suerte supongo. - Aquella situación me había tocado los cojones a dos manos, mientras me dirigía a toda prisa al enorme bastón utilizando el Soru, había tomado la decisión radical de asesinar a cuanto revolucionario se me cruzase en el camino desde aquel momento, eso incluía también hundir el navío en el fondo del mar no sin antes haber masacrado a toda la tripulación. Por ahora mi prioridad era alcanzar la base marine y encontrar al preso cuanto antes.
Avanzaba a toda velocidad a la vez que tenía activado el Mantra para detectar cualquier presencia por mínima que fuese, necesitaba cualquier indicio de la localización del asentamiento marine. Miraba a los lados para encontrar cualquier pista que me acercase más al objetivo del revolucionario apresado aunque por el momento solo encontraba máquinas de esas que mantenían el helado de la isla.
Un poco de mala suerte supongo. - Aquella situación me había tocado los cojones a dos manos, mientras me dirigía a toda prisa al enorme bastón utilizando el Soru, había tomado la decisión radical de asesinar a cuanto revolucionario se me cruzase en el camino desde aquel momento, eso incluía también hundir el navío en el fondo del mar no sin antes haber masacrado a toda la tripulación. Por ahora mi prioridad era alcanzar la base marine y encontrar al preso cuanto antes.
Avanzaba a toda velocidad a la vez que tenía activado el Mantra para detectar cualquier presencia por mínima que fuese, necesitaba cualquier indicio de la localización del asentamiento marine. Miraba a los lados para encontrar cualquier pista que me acercase más al objetivo del revolucionario apresado aunque por el momento solo encontraba máquinas de esas que mantenían el helado de la isla.
- spoiler:
- Si no es molestia quisiera que me enviase el moderador un MP explicándome como se supone que descubren que soy yo cuando nadie en el barco me ha visto ponerme la armadura y esta me cubre totalmente la cara. Que mi ataque al barco sea fallido lo comprendo, pero quiero explicaciones de cómo descubren que soy yo el infiltrado.
- Kasan:
- El bastón de caramelo resulta no ser un bastón de caramelo, sino que tiene forma de barquillo, pero mucho más grande y con varias compuertas. Es más como una torre inclinada que pretende quedar a juego con el resto del paisaje, de helado. Si, helado que no suelta polvo y en el que han quedado clavados los proyectiles. Más porque su rango para poder perseguirte era menor del que parecía que por tus ataques. Bueno, no te persiguen. No han mandado a nadie tras de ti después de eso, así que imaginas que o te infravaloran o tienen un plan mejor. Como sea, ya has llegado, ves la entrada al lugar y esta se encuentra...Vacía. Puedes echar un vistazo al interior,
veras una sala vacía con un par de interruptores por la pared y una escalera de caracol ascendente en el centro.
- Valia:
- No encuentras a nadie en la entrada, pero sigues oyendo voces a lo lejos, tal vez a un par de pasillos de ahí. Al adentrarte un poco verás que eso es una cámara de almacenamiento, Tal vez donde dejan sus provisiones los revolucionarios al traer el cargamento.
Algunas cajas están abiertas y otras cerradas, todas cubiertas de una fina capa de suciedad (cuando el polvo se moja y esas cosas) Puedes cotillear a ver si encuentras algo útil. Si prestas atención al cuarto verás una puerta a un lado, no se ve desde la entrada. Tal vez puedas usarla para evitar a los marines. Las voces y los pasos se van acercando.
- Arkadian:
- Bien bien, tras dar un par de vueltas por los pasillos, en los que las entradas están cambiadas de lugar respecto a lo que recordabas, llegas a la armería que se encuentra a una temperatura un tanto baja. No hay nadie cerca y la puerta está cerrada,
parece que se necesita un código para abrirla. Son cinco dígitos, tampoco hay cámaras. Parece que los marines no pueden usar nada de la base si no han forzado la entrada, al menos nada importante. ¿Y ahora? Si te quedas para intentar abrir la armería lo mismo acabes recordando que el código tiene que ver con la revolución
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Al asomarme veo el cuarto lleno de cajas, pero sin nadie vigilando el mismo, por lo que entro con precaución. Tras asegurarme que de verdad está vacío doy una vuelta por el mismo, descubriendo una puerta medio oculta entre tanta cosa. Sigo escuchando las voces, pero parecen estar algo lejos de mi posición. La curiosidad puede conmigo e intentó abrir las cajas de la forma más sigilosa posible. Si eran cosas almacenadas en la base pueden tener algo útil para recuperarla o para rescatar al rehén, o también puede ser comida, cosa que tampoco me vendría mal. Mientras estaba ocupada con las cajas me acordé de algo, ¿por dónde quedaban las aguas subterráneas que había sentido antes?
Las localizara o no seguiría con el registro, pero la direccionalidad que cogiera cuando lo terminara seguramente fuera diferente en cada uno de los casos. Tras unos minutos el sonido de las voces comenzó a acercarse desde el pasillo. ¿Me habrían descubierto los marines que estaban en el mismo? ¿Había hecho demasiado ruido al abrir o cerrar las cajas? Daba igual, mis planes acababan de irse al traste. Necesitaba salir de allí, o enfrentarme a los marines. Sabía que mis balas de agua eran capaces de matar, pero necesitaría apuntar muy bien y que no llevaran protección extra, o fueran mucho más fuertes que yo.
Me decidí por la opción más sigilosa, ir hacía la puerta que había descubierto, tratando de abrirla con cuidado para ver que había al otro lado y si era seguro ir por allí. No tenía demasiado tiempo, por lo que ante cualquier signo de que tras la puerta hubiera más marines, o la misma sonara demasiado me quedaría detrás de las cajas esperando a que aparecieran lo que venían de patrulla o por haberme oído. Si se acercaban tanto como para descubrirme tendría que hacer uso de las balas de agua para intentar acabar con ellos rápida y silenciosamente.
Las localizara o no seguiría con el registro, pero la direccionalidad que cogiera cuando lo terminara seguramente fuera diferente en cada uno de los casos. Tras unos minutos el sonido de las voces comenzó a acercarse desde el pasillo. ¿Me habrían descubierto los marines que estaban en el mismo? ¿Había hecho demasiado ruido al abrir o cerrar las cajas? Daba igual, mis planes acababan de irse al traste. Necesitaba salir de allí, o enfrentarme a los marines. Sabía que mis balas de agua eran capaces de matar, pero necesitaría apuntar muy bien y que no llevaran protección extra, o fueran mucho más fuertes que yo.
Me decidí por la opción más sigilosa, ir hacía la puerta que había descubierto, tratando de abrirla con cuidado para ver que había al otro lado y si era seguro ir por allí. No tenía demasiado tiempo, por lo que ante cualquier signo de que tras la puerta hubiera más marines, o la misma sonara demasiado me quedaría detrás de las cajas esperando a que aparecieran lo que venían de patrulla o por haberme oído. Si se acercaban tanto como para descubrirme tendría que hacer uso de las balas de agua para intentar acabar con ellos rápida y silenciosamente.
- Resumen:
- Mirar las cajas con cuidado intentando no hacer ruido.
Mirar donde quedan las aguas subterráneas desde mi posición.
Abrir la puerta escondida con cuidado, entrando de no encontrar peligro al otro lado o que hiciera demasiado ruido al abrirse.
Si no podía pasar al otro lado del a puerta esperar escondida tras las cajas, y de ser necesario, matar a los marines.
Kasan
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Cuanto más me acercaba al objetivo más se deformaba, para mi sorpresa más que un bastón de caramelo parecía un barquillo de galleta como los que colocaba en los postres de los Crimson. Incluso hasta estaba ligeramente inclinado como dando el aspecto de que absolutamente toda la isla era un helado gigantesco. Desconocía si habrían ciudades o poblaciones de algún tipo, pero es posible en caso de hubiesen, estas emulasen otros aspectos de un helado típico, quizás un pueblo con forma de virutas de chocolate, o de frutas troceadas. En algún momento me gustaría volver a esta isla y explorarla debidamente, no todos los días me encontraba con una isla así de variopinta.
Tras un rato de correr como alma que lleva al diablo escapando de los revolucionarios alcancé la entrada del barquillo de galleta que no, no era de galleta. Por lo menos no parecía que me hubiesen seguido. La entrada estaba totalmente desierta, eso era muy raro, siempre suele haber centinelas en las puertas de las bases, independientemente de su rango, la marina siempre tenía cubiertos estos puntos. Aquello me dio mala espina así que antes de entrar comprobé si hubiese algún rastro de pelea. Puede que otros revolucionarios hayan sido enviados también y ya estuviesen infiltrados en la base marine.
Si estaba en lo cierto debía apresurarme, entre al lugar encontrándome una sala vacía con algunos interruptores en la pared, en el centro del lugar se alzaba una escalera de caracol que parecía llevar al piso superior. No lo hagas, venga tío, ya no tienes edad para jugar esto... Bueno venga, solo uno, pero luego te das caña y subes arriba. - Como buen niño curioso que soy, era incapaz de no toquetear los interruptores, así se derrumbase la base, no se si era algo heredado de mis padres o que, pero tenía que tocarlos. Tampoco iba a pasarme allí mucho tiempo, luego de pulsarlos aleatoriamente perdería el culo por subir las escaleras, siempre y cuando no se abriese una compuerta hacia la Tierra Prometida claro.
Tras un rato de correr como alma que lleva al diablo escapando de los revolucionarios alcancé la entrada del barquillo de galleta que no, no era de galleta. Por lo menos no parecía que me hubiesen seguido. La entrada estaba totalmente desierta, eso era muy raro, siempre suele haber centinelas en las puertas de las bases, independientemente de su rango, la marina siempre tenía cubiertos estos puntos. Aquello me dio mala espina así que antes de entrar comprobé si hubiese algún rastro de pelea. Puede que otros revolucionarios hayan sido enviados también y ya estuviesen infiltrados en la base marine.
Si estaba en lo cierto debía apresurarme, entre al lugar encontrándome una sala vacía con algunos interruptores en la pared, en el centro del lugar se alzaba una escalera de caracol que parecía llevar al piso superior. No lo hagas, venga tío, ya no tienes edad para jugar esto... Bueno venga, solo uno, pero luego te das caña y subes arriba. - Como buen niño curioso que soy, era incapaz de no toquetear los interruptores, así se derrumbase la base, no se si era algo heredado de mis padres o que, pero tenía que tocarlos. Tampoco iba a pasarme allí mucho tiempo, luego de pulsarlos aleatoriamente perdería el culo por subir las escaleras, siempre y cuando no se abriese una compuerta hacia la Tierra Prometida claro.
- Valia:
- Valia, por haber intentado abrir las cajas cerradas en lugar de buscar dentro de las que ya han sido abiertas, has perdido mucho tiempo, tanto que todo tu esfuerzo apenas ha servido para quitar la tapa a dos de las cajas. Una de ellas con armas de calidad alta y otra con provisiones. Por suerte para ti, no has hecho casi ruido, salvo cuando las tapas quedaban en el suelo, pero esas marcas que han quedado advertiran a cualquiera que las vea de que ha entrado alguien en la base. Los marines no te ven y entras si problema por la puerta... Pero eso. Cuando los reclutas que andan montando guardia, ven que hay algo mal y dan la alarma. Lo oyes todo desde detrás de la puerta. Tal vez debas correr.
- Arkadian:
- Parece que te has quedado algo pasmado pensando en el código, pero el ruido de pasos bien sincronizados corriendo por el pasillo y la alarma de que hay un intruso en la planta subterránea (bajo el sótano, supones), en el ala este. Podrías aprovechar esta distracción para ir a salvar al revolucionario.
- Kasan:
- Tal vez el lugar en el que estás no sea una base marine. Piensas mientras toqueteas los botones mientras recuerdas el discurso que te han dado. Marines capturando la base... Vaya, eso explica cosas. Por cierto, has logrado abrir y cerrar la puerta, encender la luz y hacer que te disparen desde varios puntos. Si logras evitar los disparos tal vez sea hora de subir, si prefieres puedes pasearte por la sala un rato antes.
Arkadian Dardock
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-¡Oh Mierda! –maldije en voz alta, pero sin gritar-. No consigo acordarme de los tres últimos dígitos del código.
Estoy totalmente bloqueado delante de la puerta, menos mal que solo es la armería. Si fuera la celda donde está nuestro compañero, sería un rescate bastante triste. La combinación que dijeron en Saint Reia era una relación de la cantidad de Lideres que había habido (primer dígito), cantidad de Oficiales Generales (segundo y tercer dígito) y Oficiales (cuarto y quinto dígito) desde que D. Dragon dejó de ser el Líder de la Revolución. No conseguía recordar los dos últimos dígitos.
Sigo parado delante de la puerta de la armería, cuando de repente la alarma de la base salta. Es imposible que sea el causante de ello, no he tecleado ningún código y nadie me ha visto por la zona. Mientras le doy vueltas a qué pasa con la alarma, una voz habla por la megafonía diciendo que hay un intruso bajo el sótano en el que yo me encuentro, en la zona este de la base. Por suerte es la otra punta de la isla, esto me da la oportunidad de llegar hasta las celdas que, por el mapa que vi antes, deberían estar en esta planta a escasos metros. Espero que esté allí.
Dejo la armería a un lado, espero poder volver, aunque no es mi prioridad. Uso mi Haki de observación para localizar a posibles guardias en la zona y siento como lo pasos que había escuchado hace un momento bajan a la planta inferior. No llego a sentir ninguna actividad por esta planta. Es el momento de actuar, debo aprovechar esta distracción para llegar hasta el preso. Imagino que habrá sido la sirena la que ha llamado la atención de los guardias, deseo que esté bien, pero no puedo dejar escapar esta oportunidad.
Voy corriendo hacia la zona de las celdas, las reviso una por una sin ver a nadie. Hasta que, en frente mía diviso una puerta distinta a las demás, con una pequeña abertura un poco más arriba de la mitad. Abro la ranura y me dispongo a hablar, pues está todo oscuro, pero siento una presencia.
-Oye tú, ¿eres prisionero de la Marina?, ¿un revolucionario? –pregunto con ansias y espero una respuesta afirmativa por su parte.
Estoy totalmente bloqueado delante de la puerta, menos mal que solo es la armería. Si fuera la celda donde está nuestro compañero, sería un rescate bastante triste. La combinación que dijeron en Saint Reia era una relación de la cantidad de Lideres que había habido (primer dígito), cantidad de Oficiales Generales (segundo y tercer dígito) y Oficiales (cuarto y quinto dígito) desde que D. Dragon dejó de ser el Líder de la Revolución. No conseguía recordar los dos últimos dígitos.
Sigo parado delante de la puerta de la armería, cuando de repente la alarma de la base salta. Es imposible que sea el causante de ello, no he tecleado ningún código y nadie me ha visto por la zona. Mientras le doy vueltas a qué pasa con la alarma, una voz habla por la megafonía diciendo que hay un intruso bajo el sótano en el que yo me encuentro, en la zona este de la base. Por suerte es la otra punta de la isla, esto me da la oportunidad de llegar hasta las celdas que, por el mapa que vi antes, deberían estar en esta planta a escasos metros. Espero que esté allí.
Dejo la armería a un lado, espero poder volver, aunque no es mi prioridad. Uso mi Haki de observación para localizar a posibles guardias en la zona y siento como lo pasos que había escuchado hace un momento bajan a la planta inferior. No llego a sentir ninguna actividad por esta planta. Es el momento de actuar, debo aprovechar esta distracción para llegar hasta el preso. Imagino que habrá sido la sirena la que ha llamado la atención de los guardias, deseo que esté bien, pero no puedo dejar escapar esta oportunidad.
Voy corriendo hacia la zona de las celdas, las reviso una por una sin ver a nadie. Hasta que, en frente mía diviso una puerta distinta a las demás, con una pequeña abertura un poco más arriba de la mitad. Abro la ranura y me dispongo a hablar, pues está todo oscuro, pero siento una presencia.
-Oye tú, ¿eres prisionero de la Marina?, ¿un revolucionario? –pregunto con ansias y espero una respuesta afirmativa por su parte.
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