¿Qué clase de bienvenida es esta? [Privado] [Kaori - Yuu]

– El plan es… Usar una trampa como distracción, ustedes lo rodean y luego yo ataco desde el cielo. Si todo sale bien, podríamos acabar de un solo golpe – les fue comentando mientras miraba el cartel de wanted de su nuevo objetivo. No valía mucho, pero estaba adquiriendo cierto poder y era mejor cortar su avance de raíz. – Si no logro conectar el golpe o bien él lo esquiva, ustedes se alejarán y me dejarán luchar uno versus uno. No tenemos que darle el placer de poder acabar con todos nosotros. – Finalizó con una sonrisa. El resto solo asintió y se fueron, ella solo dio un ligero salto y se transformó en su forma completa. Esperaba que el factor sorpresa fuera suficiente y acabara con Yuu de un solo golpe. Esa era la idea, ¿no?

Voló lo suficientemente alto, pero no tanto para no poder ver a sus compañeros, de todos modos, sabía que la trampa podía ser fácilmente evadida y que tendría que actuar rápido. Por suerte, sus sentidos se agudizaban aún más en su forma completa. Un enorme dragón rondaba la isla, pendiente a todo lo que pasaba. Medía dieciséis metros de largo, cuatro de alto y veinte de ala a ala. ¿Cómo sería la reacción una vez él viera a un enorme dragón salido de la nada atacándolo? Esperaba que se congelara del miedo una vez la viera, pero dudaba mucho que fuera suficiente. Algo le decía que la recompensa que él tenía era muy pequeña para la fuerza que él de verdad tenía. Suspiró con calma y se empezó a concentrar, no debían tardar mucho en interceptarlo, por suerte para ellos dos civiles les habían avisado de su posición.

– Ya es hora. – Dijo en un susurro al escuchar que la trampa ya había sido activada.

Bajó un par de metros para ver con algo más de claridad a su objetivo. Era tal como lo decían en los carteles y, como esperaba, había evitado la trampa con una facilidad pasmosa. Sus hombres lo rodearon y era el momento perfecto. Con una sincronización casi perfecta, al solo verlos fue que empezó a descender a gran velocidad. En el aire, generó su aura de electricidad y fue preparando su ataque. Plegó sus alas para aumentar aún más su descenso, quizás la escuchaba por el sonido de ella rompiendo el aire, pero esperaba pillarlo por sorpresa. Una vez lo tuvo a la distancia que quería, uno o dos metros, intentó, usando su garra derecha aplastarlo contra el suelo. Además, la electricidad jugaría un fundamental papel, si le llegaba a dar con eso, esperaba que se quedara paralizado unos segundos. Si funcionaba y todo salía bien, solo tendría que quedarse sobre él y esperar a que sus compañeros hicieran el resto. Si no… Esperaría a que la enorme nube de polvo que se había levantado tras su impacto se disipara, para ver qué hacer o ver si, por lo menos, lo había herido.

– Estás bajo arresto. – Se limitaría a decir aún si no funcionaba.

Datos:

”Idiotas” – pensó al ver que, con su ataque, sus compañeros habían muerto. ¿Cómo es que no estaban a una distancia segura? Ellos sabían el plan, sabían lo que haría y aun así no se alejaron lo suficiente. ¿Acaso tampoco sabían en qué momento atacaría? De todos modos, su ofensiva había sido resultado inútil. Una vez la gran nube de polvo, rocas y un par de árboles se fue, vio, con un poco de sorpresa, que Yuu había esquivado su ataque. ”Le di mucho margen de tiempo, debí haber sido más rápida” – se criticó. El pirata la encaró, cubierto tras un muro. ”Vale… Se nota que no le tiene miedo a un dragón” – se dijo casi tratando de contener la sonrisa.

– Tienes una recompensa por tu cabeza… – le dijo. Su tono de voz era grave, pero se tenía que contener para no sonreír de la emoción. – Además, te has cargado a seis miembros del Cipher Pol… Sí, es justo y necesario arrestarte en nombre del Gobierno Mundial – sí, había sido ella, pero esa era una de las famosas técnicas de su organización, siempre echarle la culpa a los piratas o a cualquiera que intentara manchar su imagen. Algo bastante útil y que, en caso de perder, podría hacerle evitar algunos líos burocráticos. – Te daré la oportunidad de entregarte voluntariamente o bien… Te tendré que detener a la fuerza. – Finalizó.

El espacio era bastante reducido y sabía que en un bosque la forma completa no tendría la utilidad necesaria. Aunque, de todos modos, el hoyo que ella había generado tenía un tamaño considerable. ”No funcionó la estrategia, tendré que dejar de usar esta” – suspiró, aunque quizás para Yuu bien podría confundirlo con un rugido, y luego empezó a volver a su forma humana. En cosa de segundos, mostró su verdadero rostro. Su bello cuerpo femenino se hizo presente. Ella vestía con las típicas ropas del Cipher Pol. Aunque, a diferencia de muchas, ella tenía un marcado escote y dejaba ver su hermoso collar.

– Entonces… ¿Qué dices, Yuu? ¿Quieres pelear o te entregarás por las buenas? – Le preguntó con una mirada seria. Centró todos sus sentidos en él, había visto lo que había hecho. Debía tener una fruta paramecia y, además, veía una espada en su mano y dos en el cinto. Iba a ser un combate complicado. Aunque siempre podría pasar que se entregara… Quizás solo mostraba valentía por fuera, pero por dentro era posible que estuviera muerto de miedo al ver a un dragón.

Escuchó cada una de las palabras de Yuu. Como esperaba, no se iba a rendir. ¿Quién en su sano juicio lo haría? Por orgullo, por ego y por arrogancia, nadie se rendía. Ni siquiera ella lo hubiera hecho, prefería morir luchando que tener que entregarse. No sabía muy bien si podría ganar, pero quizás tenía algo de suerte y lograba, con algo de ingenio y usando el terreno a su favor, poder llevarse la victoria. Le gustaba la actitud del pirata, era alguien… Sin miedo a nada, por lo que aparentaba. Si hubiera sido alguien distinto, seguramente, al ver que ella tenía una fruta tan fuerte y tan intimidante, no hubiera alzado sus armas.

Elevó su guardia. Era algo básico, ambos brazos elevados y una pierna algo más adelantada que la otra. No dejaba puntos flacos y esperaba que tuviera la velocidad suficiente como para evitar sus espadas. ”Estoy en desventaja ante él. Sus armas serán peligrosas, deberé saber moverme y tener cuidado de su alcance” – se dijo mientras lo veía empuñar sus espadas. Usaba un estilo bastante peculiar, dos espadas en sus manos y una en la boca. ”Con qué Santoryuu, ¿eh?” – hace mucho tiempo que no veía algo similar. Y una sonrisa de emoción se dibujó en su rostro. Era hora de comprobar que tan lejos podía llevar todo esto.

Lo vio acercarse, pero ya tenía una idea de cómo pensaba esquivar y, también, esperaba tener la forma de atacar en una sola acción. Su cuerpo sufrió algunos cambios. Su rosto tomó rasgos reptiles, salieron dos alas de su espalda y una gran cola. Sus manos y pies ahora tenían garras. No era su forma completa, sino que la híbrida y esperaba con ella tener cierta ventaja. Sin dudarlo mucho, se elevó al cielo de un salto, aunque, de todos modos, fue algo lenta y se llevó un ligero corte en la zona de su abdomen. No era profundo, pero tampoco era algo que podía dejar en claro. Seguramente, iba a dejarle una cicatriz.

– No habrán segundas oportunidades, Yuu. – Le comentó con una sonrisa.

Sin darle mucho margen, movió su cola con fuerza para intentar conectarla en la zona de su abdomen. Había hecho girar su propio cuerpo en el aire y así darle una mayor fuerza a su ataque. Le diera o no, se quedaría elevada unos tres o cuatros metros en el aire, atenta a cualquier contraofensiva del espadachín. Si lo recibía de lleno, era muy probable que perdiera la respiración unos instantes y que, también, por su gran fuerza pudiera romperle algunas costillas. Sea como sea, tenía que evaluar a su contrincante antes de empezar a emplearse a fondo.

Datos:

Sonrió de forma tranquila. Su ataque había sido más efectivo de lo que creía en un principio y todo indicaba que tenía cierta ventaja sobre Yuu. De hecho, tuvo que evitar caer en el egocentrismo y arrogancia. Había visto al pirata y observó, con interés, como es que creaba unas almohadas antes de terminar su camino impactando contra un árbol. Su paramecia, al parecer, le permitía crear ciertos materiales y eso explicaría esa cosa dura que lo protegió de su primer ataque. ”Me hago una idea de su poder, pero tampoco puedo tener una total certeza. De todos modos, no importa… Solo me preocupan sus espadas.” – pensó con seguridad. En el cielo, tenía la ventaja y podía sacarle el máximo provecho a eso, ella volaba y, por lo que veía, su contrincante no tenía esa capacidad.

Gracias a sus oídos mejorado, pudo escuchar sus palabras y una sonrisa se le formó en su rostro. Le había dolido. Aunque su defensa, de todos modos, le había generado un pequeño corte poco profundo en su cola, nada muy serio y nada preocupante. ”Aunque uno nunca sabe si pelea con veneno o no hasta que ya es demasiado tarde” – se dijo, cayendo en la posibilidad de que eso si pudiera ser posible. De hecho, era algo más que factible. Si ese era el caso, no le quedaba de otra, tendría que acabar bastante rápido… Si es que no quería perder por un asunto de un estúpido veneno o algo por el estilo.

– Aquí viene… – Susurró.

Sus sospechas de qué fruta poseía se afirmaron cuando lo vio crear un trampolín para estar a su altura. Miró, con cierto asombro, como es que dejaba sus espadas y se lanzaba hacía ella sin estas. ¿Acaso no era un espadachín? Vio el rayo negro, en forma de serpiente, dirigiéndose hacia ella. No tuvo muchos problemas en esquivarlo, solo tuvo que volar un poco más alto. ”En el aire tengo la ventaja, este es mi territorio natural” – pensó. Lo vio descender y escuchó sus palabras. No pudo evitar empezar a reír con cierta emoción.

– Eso es, Yuu. Demuéstrame tu verdadero potencial – le respondió. Era una de las pocas peleas en las que ella tenía un rival a su nivel. Antes, o estaba muy en desventaja o ella tenía toda la ventaja. En esta, le gustaba creer que ambos tenían las mismas posibilidades de ganar. – Ahora, mi turno. – Susurró en un hilo de voz.

Lo vio agarrar sus espadas y volver a ponerse en guardia. Aunque… ¿Sus ojos no estaban distintos? Debía ser cosa suya, esta vez tendría que emplearse un poco más. Ya no tenía el efecto sorpresa y la distancia entre uno y otro, era bastante considerable. Tomó una gran bocanada de aire y luego la expulsó. Lo miró con seriedad y voló en su contra, con tal de distraerlo, en el aire hacía zigzag y así, esperaba, confundirlo. Plegó sus alas e hizo que su cuerpo fuera en una gran vertical para adquirir aún más velocidad. Cuando estuvo en su rango, lanzó un potente golpe en dirección a su abdomen. Diera o no, intentaría conectar una patada a la altura de sus costillas. Con su velocidad y su fuerza, esperaba dejarlo fuera de combate pronto, pero aún tenía que descifrar por qué sus ojos ahora estaban rojos. Vería el resultado desde el aire y esperaría la contraofensiva de Yuu.

Suspiró. Se limpió las piedras y el polvo de sus ropas. ¿Qué estaba pensando? La idea del muro era interesante, pero no le costó nada atravesarlo. Esperaba alguna clase de ataque, mas nunca llegó y, de hecho, ya no estaba en su rango visual. ”Se escondió… Idiota” – pensó con una sonrisa. Su olfato ya había memorizado el olor de Yuu y ahora solo era cosa de esperar, pero antes tendría que idear algún plan, algo lo suficientemente genial para acabar con todo esto de una buena vez. Se quedó en el aire, volando tranquilamente, mientras pensaba. Aún tenía muchas cosas que probar con su akuma no mi y quería ver hasta dónde era capaz de usarla, ver los límites hasta dónde la podía llevar.

– Sería una buena oportunidad para probar esas cosas. – Susurró con una sonrisa.

Adquirió su forma completa, para poder usar sus poderes a tope, y rugió con fuerza. Varias aves salieron de entre los árboles y muchos animales empezaron a correr. ¿Por qué hizo eso? No tenía ninguna razón en particular, solo quería jugar un poco y así quizás, lograba que el pirata saliera de su escondite con mucha mayor facilidad y así no tenía que jugar al estúpido juego de las escondidas. Olfateó el aire y no tardó en encontrar a Yuu. Su cuerpo, lentamente, dejó de verse y ahora, donde estaba ella, solo se veía reflejado el cielo. Se había vuelto invisible y, por la corta pelea que ellos estaban teniendo, su contrincante no daba indicios de que tuviera mantra. Era un buen plan. ”Primera parte, listo… Vamos por la segunda” – pensó mientras empezaba a volar.

No tardó mucho en encontrar a Yuu y esperaba que él no la hubiera descubierto. Dio un ligero suspiro y una densa niebla inundó el lugar. Tenía diez metros de ancho y cinco de alto. Era bastante espesa, pero ella podía ver perfectamente gracias a sus ojos y, además, tenía la ventaja de tener un excelente olfato. Aunque… ¿Por qué el pirata no había pensado en esa opción? ¿Por qué no pensó en que su fruta mejoraría sus sentidos también? Era tarde para perder el tiempo en eso. Su invisibilidad debía ser suficiente para llegar a él sin tener que delatarse y aún cuando lo hiciera, sería demasiado tarde. ”Aquí vamos” – pensó mientras volvía a su forma híbrida.

Empezó a descender rápidamente y trataría de aplastarle la espalda usando su rodilla. Diera o no, trataría de conectar con su cola en sus costillas con el fin de romperle alguna y, finalmente, terminaría con un puñetazo directo al rostro. Terminado todo eso, retrocedería un par de pasos. Su niebla y su invisibilidad durarían un poco más y tendría la ventaja en ese territorio. Si sobrevivía que, una pequeña parte de ella esperaba que lo hiciera, solo tendría que esperar al posible error que Yuu cometiera al intentar atacar algo al que era imposible de ver.

Datos:

Para su sorpresa… Sus golpes fallaron. ¿Qué significaba? Estaba segura que él estaría ahí. ¿Tendría mantra? No, lo dudaba… Había cosas que no calzaban, era todo muy extraño. Volvió a su forma humana y desactivó sus poderes. ”Esto ya se extendió demasiado, creo que es mejor dejarlo hasta aquí” – se dijo con una suave sonrisa. Había sentido el olor y ya había localizado a Yuu. Era un combate interesante, pero desde siempre que había tenido la ventaja… Quizás lo mejor era dejar que él se hiciera más fuerte y luego volver a enfrentarlo, lamentablemente, se llevaría la recompensa por haber, supuestamente, matado a los hombres que la acompañaban. Se sentó en la orilla del agujero que había ocasionado el pirata y suspiró. Era lo mejor para los dos y ella ya estaba cansada. Además, no había que ser muy lista para darse cuenta de que haya abajo él tendría toda la ventaja.

Se quedó, por unos instantes, pensando en qué decir… No le gustaba mucho la idea, pero viendo lo que estaba pasando, era lo mejor para los dos. Además, ya se había aburrido de la pelea, al menos, ahora. Estaba segura de que el espadachín sería un muy buen rival a futuro o, al menos, eso le gustaba pensar. Suspiró con calma y rio por lo bajo. Iba a ser un empate y… Todos debían ser felices, ¿no? No sería muy complicado decir que el pirata escapó y que los que la acompañaban murieron como insectos.

– Oye, Yuu – dijo, elevando un poco voz. Tosió para aclararse la garganta. – Sal, ya no quiero luchar más contigo – su tono, pese a todo, seguía siendo el mismo de siempre. Quizás desconfiaba de ella, pero ese ya no era su problema. – Eres alguien fuerte y bastante para tener tan poca recompensa por tu cabeza – siguió, como si nada. – Lo dejamos en empate y cada uno es feliz.

Un suave viento recorrió el lugar y jugó con su cabello. Sus ojos estaban fijos mirando hacia abajo, esperando que, quizás, él lograra confiar en ella. ¿Por qué desconfiar? ”Claro, si desde el inicio le dije que lo iba a arrestar, bueno… Da igual, creo” – pensó.

– Lamentablemente, la recompensa te la llevarás igual – continuó, seguramente, ese era un detalle que no le importaba, pero nada podía hacer. – Por mí, este combate ha terminado. – Finalizó.