Luka Rooney
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Un vicealmirante Repitió el tiburón al oír la palabra. Era uno de los rangos más altos de la marina y un sinónimo de poder que no debía ser menospreciado, ni mucho menos.
Si había llegado hasta aquella posición, quería decir que su rival tenía unas habilidades fuera de lo común, quizá, y casi con total probabilidad, sería un tipo más poderoso que el propio tiburón. Pero en una guerra no siempre ganaba el lado con más hombres, ni en una batalla lo hacía siempre el más fuerte. Y así tenía que mentalizarse Luka. No podía descuidar ningún movimiento, y de esa manera conseguiría por fin su objetivo. Estaba totalmente seguro.
Las innumerables ocasiones en las que había entrenado en el dojo de la isla Gyojin, las peleas callejeras en el distrito pobre, los rifi-rafes fuera de su casa, las reyertas en las tabernas, cada uno de los golpes dados, cada uno de los encajados. Cada movimiento aprendido, cada habilidad sufrida, cada segundo dedicado a mejorar alguna característica. Nada tendría sentido si perdía contra su hermano de raza. Era algo que no podía tolerar, y para ello necesitaba concentrarse y dar más del cien por cien en la batalla. Solo de aquella manera tendría alguna posibilidad de vencer.
Notó cómo el sentido de la corriente marina estaba a su favor, y entonces pensó que todo era posible. Percibió los sentimientos de todos sus nakamas, de sus hermanos de la isla Gyojin, de todos y cada uno de sus amigos que se habían cruzado en su pequeño trayecto. ¿Acaso significaba algo aquello? Quizá eran vagas suposiciones, o puede que realmente todos fueran conscientes, por al menos un instante, de dónde estaba y contra quién luchaba el valiente tiburón. Y pensó que a ellos les debía mucho más de lo que pensaba. Quizá todo.
Así que esto es lo que se siente cuando te juegas la vida… Me gusta Pensó a la par que se pasaba la lengua alrededor de la comisura de los labios. Intuyo que la próxima vez saborearé la sangre de alguien. Quizá la mía, o puede que la de ese tipo
En ese preciso momento se lanzó a por su enemigo, pero cuando se disponía a realizar su ataque, el marine realizó un movimiento que pilló por sorpresa al habitante del mar. Creó una especie de muro de la nada y, pese a que el tiburón intentó frenar apoyando el pié derecho sobre el transparente muro e inclinando éste hacia abajo, oyó un sonoro chasquido que le hizo temerse lo peor. Logró descender al momento y proseguir su camino a toda velocidad moviendo rápidamente las piernas y propulsándose a gran velocidad, recorriendo la pequeña distancia que había entre él y el vicealmirante en un abrir y cerrar de ojos.
Si bien durante el breve periodo del trayecto notó que el chasquido podía llegar a ser grave, pudo sin embargo mover el tobillo con un evidente dolor, esbozando muecas que acompañaban a su malestar. Aún así, el tiburón era consciente de que aquello no le frenaría. Ni siquiera si se lo hubiera partido pararía. Nada le haría frenar su ímpetu, ni una lesión, ni un duro golpe, nada. Únicamente la muerte. Su pulsera seguía quemando como si se aferrase, al igual que el tiburón, a su espíritu de combate. Ambos pensaban igual, y ambos obtendrían el mismo desenlace.
Una vez estuviese a la altura del segundo gyojin y si su enemigo no había hecho otra de las suyas inutilizando sus ataques, recubriría de Haki sus dos puños reales, realizando un combo consistente en lanzar un golpe paralelo con los puños del costado izquierdo y seguidamente con los del derecho, intentando sujetar tras ello la cadera del marine y generar vibraciones con los puños reales en cada golpe, propinando tantos puñetazos como pudiese en el estómago del rival.
Desde el momento en el que se decidió a ser pirata, el Gyojin sabía a lo que se exponía. Y acorde a esa teoría había vivido todos sus años. El intrépido marinero prefería la muerte a dejar de ser libre, y sería feliz si ésta llegaba de manera honorable, en un combate como aquél, frente a un cargo tan alto de la institución marina y, sobre todo, frente a un hermano del mar. Pero si algo tenía claro, es que no se iba a dejarse atrapar por aquél marine de dudosa moral, o al menos intentaría hacer todo lo que estuviese en su mano porque acabase con un final feliz para él y su tripulación.
Si había llegado hasta aquella posición, quería decir que su rival tenía unas habilidades fuera de lo común, quizá, y casi con total probabilidad, sería un tipo más poderoso que el propio tiburón. Pero en una guerra no siempre ganaba el lado con más hombres, ni en una batalla lo hacía siempre el más fuerte. Y así tenía que mentalizarse Luka. No podía descuidar ningún movimiento, y de esa manera conseguiría por fin su objetivo. Estaba totalmente seguro.
Las innumerables ocasiones en las que había entrenado en el dojo de la isla Gyojin, las peleas callejeras en el distrito pobre, los rifi-rafes fuera de su casa, las reyertas en las tabernas, cada uno de los golpes dados, cada uno de los encajados. Cada movimiento aprendido, cada habilidad sufrida, cada segundo dedicado a mejorar alguna característica. Nada tendría sentido si perdía contra su hermano de raza. Era algo que no podía tolerar, y para ello necesitaba concentrarse y dar más del cien por cien en la batalla. Solo de aquella manera tendría alguna posibilidad de vencer.
Notó cómo el sentido de la corriente marina estaba a su favor, y entonces pensó que todo era posible. Percibió los sentimientos de todos sus nakamas, de sus hermanos de la isla Gyojin, de todos y cada uno de sus amigos que se habían cruzado en su pequeño trayecto. ¿Acaso significaba algo aquello? Quizá eran vagas suposiciones, o puede que realmente todos fueran conscientes, por al menos un instante, de dónde estaba y contra quién luchaba el valiente tiburón. Y pensó que a ellos les debía mucho más de lo que pensaba. Quizá todo.
Así que esto es lo que se siente cuando te juegas la vida… Me gusta Pensó a la par que se pasaba la lengua alrededor de la comisura de los labios. Intuyo que la próxima vez saborearé la sangre de alguien. Quizá la mía, o puede que la de ese tipo
En ese preciso momento se lanzó a por su enemigo, pero cuando se disponía a realizar su ataque, el marine realizó un movimiento que pilló por sorpresa al habitante del mar. Creó una especie de muro de la nada y, pese a que el tiburón intentó frenar apoyando el pié derecho sobre el transparente muro e inclinando éste hacia abajo, oyó un sonoro chasquido que le hizo temerse lo peor. Logró descender al momento y proseguir su camino a toda velocidad moviendo rápidamente las piernas y propulsándose a gran velocidad, recorriendo la pequeña distancia que había entre él y el vicealmirante en un abrir y cerrar de ojos.
Si bien durante el breve periodo del trayecto notó que el chasquido podía llegar a ser grave, pudo sin embargo mover el tobillo con un evidente dolor, esbozando muecas que acompañaban a su malestar. Aún así, el tiburón era consciente de que aquello no le frenaría. Ni siquiera si se lo hubiera partido pararía. Nada le haría frenar su ímpetu, ni una lesión, ni un duro golpe, nada. Únicamente la muerte. Su pulsera seguía quemando como si se aferrase, al igual que el tiburón, a su espíritu de combate. Ambos pensaban igual, y ambos obtendrían el mismo desenlace.
Una vez estuviese a la altura del segundo gyojin y si su enemigo no había hecho otra de las suyas inutilizando sus ataques, recubriría de Haki sus dos puños reales, realizando un combo consistente en lanzar un golpe paralelo con los puños del costado izquierdo y seguidamente con los del derecho, intentando sujetar tras ello la cadera del marine y generar vibraciones con los puños reales en cada golpe, propinando tantos puñetazos como pudiese en el estómago del rival.
Desde el momento en el que se decidió a ser pirata, el Gyojin sabía a lo que se exponía. Y acorde a esa teoría había vivido todos sus años. El intrépido marinero prefería la muerte a dejar de ser libre, y sería feliz si ésta llegaba de manera honorable, en un combate como aquél, frente a un cargo tan alto de la institución marina y, sobre todo, frente a un hermano del mar. Pero si algo tenía claro, es que no se iba a dejarse atrapar por aquél marine de dudosa moral, o al menos intentaría hacer todo lo que estuviese en su mano porque acabase con un final feliz para él y su tripulación.
- Cosas utilizadas:
- Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
- Stats pasivos: Fuerza x2
Técnicas: - Gegenees (Turno anterior): Luka utiliza su be water, my friend, para crear cuatro brazos que salen de sus costados, quedando de manera paralela a los suyos y con unas dimensiones similares. Puede controlarlos a voluntad y, al igual que en la técnica previamente mencionada, cualquier usuario con una fuerza igual o superior a Luka podrá romperlos sin muchos problemas.
- Binsho-sei (Realizado 1 post): Realizando un ágil movimiento de pies, Luka puede moverse a velocidades extremadamente altas, siendo casi imperceptible para el ojo humano. La técnica puede emplearse un máximo de dos posts. Gracias a este técnica Luka es capaz de llegar a los 17m/s[/b]
- Hakis: Armadura: Tier 5. 1er post de uso (El anterior no llegué a usarlo al poner Danio el muro y negar las acciones siguientes, por lo que entiendo que no debería contar)
Ámbitos: - Tetsu no kawa I: Los entrenamientos de Luka han ido más allá de lo imaginable, logrando dotar su cuerpo con una alta resistencia y logrando que sus golpes sean demoledores. Es por ello que cuando el tiburón logra un nivel de concentración adecuado y opta por emplear el haki de manera ofensiva, es capaz de diezmar la defensa de su rival hasta tal punto que llega a denegar su haki de armadura de manera defensiva. Tal reducción será de tantos niveles como tier tenga este ámbito. Siendo en la actualidad de un único nivel. La parte o partes que realicen la ofensiva serán recubiertas con un color azul oscuro con tintes más claros, que simularán el movimiento de una ola en el mar.
- Golpes con vibración: Ayudándose del Gyojin Kárate y el control de sus fluidos, Luka es capaz de generar vibraciones de distintas potencias que son capaces de crear daños internos en el enemigo cuando un golpe impacta en éste.
- PU Pasivo: resistencia a frío 25%
- Carga pulsera: Turno 4.
- Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
Danio Rerio
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No me daba tiempo a hacer la réplica a mi rival tras el choque contra el muro de agua. A pesar del sonoro chasquido que había producido su pierna al impactar contra el muro el gyojin había salido disparado a una más que considerable velocidad hacía mí. Era algo que debía reconocerle, darse cuenta de que estaba allí el muro de agua y ser capaz de moverse a esas velocidades con un tobillo que debía de estar bastante tocado era remarcable. Aunque eso no hacía disminuir mi animadversión por él, seguía firmemente dispuesto a llevar a mi rival ante la justicia o convencerlo, puede que incluso darle la oportunidad de morir junto a la persona que pretendía rescatar.
Su ataque tenía bastante peligro, por lo que lancé la inundación concentrada frente a mí esperando que la corriente descendente repentina se llevara al presumiblemente lesionado pez hacía abajo. Quería demostrarle que alguien que domina el karate gyojin, puede ser peligroso en distancias medias, no solamente en el combate cercano como muchos creían. Y de momento su lección había comenzado con su encontronazo contra el muro de agua endurecida. Su siguiente prueba era la corriente generada mediante mi técnica, que en este caso no creo que la pudiera llamar inundación. Me quedaba algo más que mostrarle antes de enseñar a mi rival la lucha cuerpo a cuerpo, pero para ello lo primero que debería hacer era librarme de esos molestos cuatro brazos extra. Tenía un par de ideas de cómo conseguirlo, pero mientras no supiera si Luka había conseguido librarse de la corriente, y como habría quedado tras ella. No debía adelantar acontecimientos.
De todas formas, permanecí alerta por si era capaz de evitar mi técnica, en cuyo caso lo que haría sería tratar de esquivar sus ataques, y en especial evitar que pudiera sujetarme de alguna forma con sus seis brazos. Además de ello le lanzaría un combo de tres ataques, primero un puñetazo con el brazo izquierdo dirigido al costado izquierdo, seguido de un puñetazo con el brazo derecho dirigido al pecho y terminando con un gancho dirigido al mentón con el puño izquierdo. No usaría toda la potencia estos ataques, ya que estaría muy pendiente de la defensa y que no quería terminar aún el combate, debía enseñarle al gyojin que estaba equivocado, que su forma de actuar era lo que estaba hundiendo cada vez más a nuestra especie. Podría decirse que me había puesto de reto personal para aquel momento hacer cambiar a Luka, aunque sabía que sería realmente complicado de conseguir. Si era capaz, aunque fuera de hacerle dudar, mi victoria sería doble.
Su ataque tenía bastante peligro, por lo que lancé la inundación concentrada frente a mí esperando que la corriente descendente repentina se llevara al presumiblemente lesionado pez hacía abajo. Quería demostrarle que alguien que domina el karate gyojin, puede ser peligroso en distancias medias, no solamente en el combate cercano como muchos creían. Y de momento su lección había comenzado con su encontronazo contra el muro de agua endurecida. Su siguiente prueba era la corriente generada mediante mi técnica, que en este caso no creo que la pudiera llamar inundación. Me quedaba algo más que mostrarle antes de enseñar a mi rival la lucha cuerpo a cuerpo, pero para ello lo primero que debería hacer era librarme de esos molestos cuatro brazos extra. Tenía un par de ideas de cómo conseguirlo, pero mientras no supiera si Luka había conseguido librarse de la corriente, y como habría quedado tras ella. No debía adelantar acontecimientos.
De todas formas, permanecí alerta por si era capaz de evitar mi técnica, en cuyo caso lo que haría sería tratar de esquivar sus ataques, y en especial evitar que pudiera sujetarme de alguna forma con sus seis brazos. Además de ello le lanzaría un combo de tres ataques, primero un puñetazo con el brazo izquierdo dirigido al costado izquierdo, seguido de un puñetazo con el brazo derecho dirigido al pecho y terminando con un gancho dirigido al mentón con el puño izquierdo. No usaría toda la potencia estos ataques, ya que estaría muy pendiente de la defensa y que no quería terminar aún el combate, debía enseñarle al gyojin que estaba equivocado, que su forma de actuar era lo que estaba hundiendo cada vez más a nuestra especie. Podría decirse que me había puesto de reto personal para aquel momento hacer cambiar a Luka, aunque sabía que sería realmente complicado de conseguir. Si era capaz, aunque fuera de hacerle dudar, mi victoria sería doble.
- Resumen y cosas:
Reflejos 8, resistencia 7, velocidad 7, fuerza 7 y agilidad 2
Pasivos: Fuerza X5 Velocidad X4
Inundación: control de gran cantidad de agua que provoca que al lanzarla junta la zona hacía la que se mueva se llene de agua a diferentes velocidades, cuanto más estrecha la zona más velocidad.
Armadura: Tier 8 Turno 4
Visión: Tier 3 Turno 4
*Si esquivas la inundación*
Combo de 3 golpes (estándar)
Tratar de esquivar los tuyos
Luka Rooney
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A medida que el ágil movimiento del tiburón le acercaba hacia su enemigo, empezó a notar cómo las corrientes marinas cambiaban, y percibió que tal cambio procedía justo en la dirección en la que se encontraba su ahora enemigo gyojin, por lo que pensó que se trataba de otra estratagema del marine, que parecía no querer llevar el combate al cuerpo a cuerpo, pese a que no portaba visiblemente ningún arma. ¿Quizá la escondía?
Sin embargo, tal cambio en las corrientes no impediría el objetivo del habitante del mar. Deslizó ágilmente sus pies cambiando su dirección, desplazándose lateralmente hacia su rival, de tal manera que se posicionaría allí si todo salía bien. Si bien era cierto que la corriente podría impedir su movimiento, confió en que su velocidad fuese más alta que la de la propia variación marítima. Durante el trayecto notó un nuevo pinchazo sobre el maltrecho pie con el que había sufrido un golpe contra el muro un rato atrás, aún así, prosiguió la marcha.
Una vez estuvo allí, intentó agarrar a su enemigo, sin éxito, y tras ello lanzó su combo de ataques, que fue fácilmente esquivado por su rival. La ira llenó en ese momento al tiburón, que sintió cómo su pulsera seguía quemándole, percibiendo su estado y siendo consciente que quizá había llegado el momento de usarla.
En ese momento, ambos gyojins se encontraban cerca el uno del otro. Cada milisegundo era eterno. Y entonces vino un nuevo momento de reflexión. Uno más. El tiburón empezó a sentir una rara sensación, como si estuviese al borde de la muerte, pero al mismo tiempo, al borde de matar a alguien. Algo indescriptible para cualquier ser que no hubiese estado en esa misma situación. Un todo y nada donde el mínimo detalle era vital. Una amalgama de sentimientos y emociones juntas que conjugaban a un único ser; a Luka.
El habitante del mar estaba extra-motivado. Confiaba en que aquél marine pronto cayera frente a él, aunque de ninguna de las maneras le mataría. Puede que fuese un extraño gyojin, que luchase por una causa contraria a la del tiburón, pero al fin y al cabo, era un hermano de sangre. Y a un hermano de sangre se le podía humillar o vencer por los pelos, pero de ninguna de las maneras sería digno acabar con su vida. Ninguna diferencia sería tan grande para sucumbir ante el lazo de su raza. O eso creía el fornido hombre-pez.
El tiburón cerró los ojos y entonces, como por arte de magia, empezó a escuchar una música dentro de su cabeza. Un compás rítmico con momentos de relieves continuos. El sonido de la melodía se conjugaba perfectamente con el sonido de los feroces golpes que se escuchaban procedentes de la superficie, donde la guerra se desataba entre dos bandos siempre peleados. Desde aquella zona marítima altamente iluminada por un par de rayos de sol que se colaban entre la abundancia de oscuras nubes -o de niebla, desde abajo no se diferenciaba-, que parecían alejarse de manera lenta pero segura. Como unos kamikazes que sólo nacen en el cielo sobre las alas de un verdugo en forma de máquina voladora para acabar reventando en mil pedazos contra el suelo y, al final, dar una sincronización perfecta entre la música y los movimientos que estaban por venir.
Entonces Luka oyó un estruendo, abrió los ojos y lo notó. Notó que no había pasado ni un segundo. Notó que la música había parado, y que faltaba un toque final. Y también se dió cuenta que la bestia que tenía dentro acababa de despertar.
Sus ojos se tornaron rojizos y su semblante más sádico, recubrió todo su cuerpo de agua, fortaleciéndolo y, justo cuando se disponía a hablar, recibió dos impactos, el primero en el lateral derecho y el segundo en el izquierdo, ambos hicieron que perdiese un brazo acuático por costado y retrocediese levemente fruto de los golpes, que le dejarían una pequeña marca. Y entonces se vino un tercer golpe cuyo recorrido iba directo al mentón.
El tiburón no pudo si no lanzarse a un costado desplazando sus manos hacia delante y acercarcándose aún más a su rival, al cual tenía a un simple palmo. Entonces, notó que era la situación ideal para darle ese último sonido a su melodía particular. Cargó la mano derecha y con todas sus fuerzas y fusionando estas con su conocimiento del haki, lanzó una gigante onda de choque hacia el estómago de su rival. Teniendo en cuenta la escasa distancia entre ambos, era consciente de la dificultad de esquivar el ataque, aunque no podía subestimar a su enemigo.
Se ayudó de sus dos brazos izquierdos para frenar el retroceso del potente golpe, aunque aún así, notó cómo el brazo sufría una pequeña contusión que, teniendo en cuenta su condición de médico, le instaba a no usarlo durante un pequeño periodo de tiempo si quería continuar el combate y dar lo máximo de él.
Sin embargo, tal cambio en las corrientes no impediría el objetivo del habitante del mar. Deslizó ágilmente sus pies cambiando su dirección, desplazándose lateralmente hacia su rival, de tal manera que se posicionaría allí si todo salía bien. Si bien era cierto que la corriente podría impedir su movimiento, confió en que su velocidad fuese más alta que la de la propia variación marítima. Durante el trayecto notó un nuevo pinchazo sobre el maltrecho pie con el que había sufrido un golpe contra el muro un rato atrás, aún así, prosiguió la marcha.
Una vez estuvo allí, intentó agarrar a su enemigo, sin éxito, y tras ello lanzó su combo de ataques, que fue fácilmente esquivado por su rival. La ira llenó en ese momento al tiburón, que sintió cómo su pulsera seguía quemándole, percibiendo su estado y siendo consciente que quizá había llegado el momento de usarla.
En ese momento, ambos gyojins se encontraban cerca el uno del otro. Cada milisegundo era eterno. Y entonces vino un nuevo momento de reflexión. Uno más. El tiburón empezó a sentir una rara sensación, como si estuviese al borde de la muerte, pero al mismo tiempo, al borde de matar a alguien. Algo indescriptible para cualquier ser que no hubiese estado en esa misma situación. Un todo y nada donde el mínimo detalle era vital. Una amalgama de sentimientos y emociones juntas que conjugaban a un único ser; a Luka.
El habitante del mar estaba extra-motivado. Confiaba en que aquél marine pronto cayera frente a él, aunque de ninguna de las maneras le mataría. Puede que fuese un extraño gyojin, que luchase por una causa contraria a la del tiburón, pero al fin y al cabo, era un hermano de sangre. Y a un hermano de sangre se le podía humillar o vencer por los pelos, pero de ninguna de las maneras sería digno acabar con su vida. Ninguna diferencia sería tan grande para sucumbir ante el lazo de su raza. O eso creía el fornido hombre-pez.
El tiburón cerró los ojos y entonces, como por arte de magia, empezó a escuchar una música dentro de su cabeza. Un compás rítmico con momentos de relieves continuos. El sonido de la melodía se conjugaba perfectamente con el sonido de los feroces golpes que se escuchaban procedentes de la superficie, donde la guerra se desataba entre dos bandos siempre peleados. Desde aquella zona marítima altamente iluminada por un par de rayos de sol que se colaban entre la abundancia de oscuras nubes -o de niebla, desde abajo no se diferenciaba-, que parecían alejarse de manera lenta pero segura. Como unos kamikazes que sólo nacen en el cielo sobre las alas de un verdugo en forma de máquina voladora para acabar reventando en mil pedazos contra el suelo y, al final, dar una sincronización perfecta entre la música y los movimientos que estaban por venir.
Entonces Luka oyó un estruendo, abrió los ojos y lo notó. Notó que no había pasado ni un segundo. Notó que la música había parado, y que faltaba un toque final. Y también se dió cuenta que la bestia que tenía dentro acababa de despertar.
Sus ojos se tornaron rojizos y su semblante más sádico, recubrió todo su cuerpo de agua, fortaleciéndolo y, justo cuando se disponía a hablar, recibió dos impactos, el primero en el lateral derecho y el segundo en el izquierdo, ambos hicieron que perdiese un brazo acuático por costado y retrocediese levemente fruto de los golpes, que le dejarían una pequeña marca. Y entonces se vino un tercer golpe cuyo recorrido iba directo al mentón.
El tiburón no pudo si no lanzarse a un costado desplazando sus manos hacia delante y acercarcándose aún más a su rival, al cual tenía a un simple palmo. Entonces, notó que era la situación ideal para darle ese último sonido a su melodía particular. Cargó la mano derecha y con todas sus fuerzas y fusionando estas con su conocimiento del haki, lanzó una gigante onda de choque hacia el estómago de su rival. Teniendo en cuenta la escasa distancia entre ambos, era consciente de la dificultad de esquivar el ataque, aunque no podía subestimar a su enemigo.
Se ayudó de sus dos brazos izquierdos para frenar el retroceso del potente golpe, aunque aún así, notó cómo el brazo sufría una pequeña contusión que, teniendo en cuenta su condición de médico, le instaba a no usarlo durante un pequeño periodo de tiempo si quería continuar el combate y dar lo máximo de él.
- Nota:
Al ser empleada la técnica inundación de Danio en el mar (siendo lo ancho que éste es), entiendo que es menos rápida que el movimiento de Luka.
Además, el esquive tiene en cuenta lo siguiente (Propiedad de un Gyojin): Debido al tiempo que pasan bajo el mar, tienen una gran facilidad para entender el funcionamiento de las corrientes, así como a predecir los cambios en la marea.
Respecto al ataque, es un ataque definitivo. Ataque definitivo: Abreviado [AD], este ataque usa el 100% de las capacidades del usuario. Todos los golpes que sea capaz de dar, toda la fuerza que pueda imprimar... Esta nomenclatura acoge técnicas devastadoras y agotadoras, por lo que se puede utilizar una única vez por combate.
- Cosas utilizadas:
- Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
- Stats pasivos: Fuerza x2
Técnicas: - Gegenees (Realizado turnos atrás): Luka utiliza su be water, my friend, para crear cuatro brazos que salen de sus costados, quedando de manera paralela a los suyos y con unas dimensiones similares. Puede controlarlos a voluntad y, al igual que en la técnica previamente mencionada, cualquier usuario con una fuerza igual o superior a Luka podrá romperlos sin muchos problemas.
- Binsho-sei (Post 2/2): Realizando un ágil movimiento de pies, Luka puede moverse a velocidades extremadamente altas, siendo casi imperceptible para el ojo humano. La técnica puede emplearse un máximo de dos posts. Gracias a este técnica Luka es capaz de llegar a los 17m/s[/b]
- Kögi no sishin:Debido a la perfección del Gyojin Karate, Luka es capaz de recubrir partes de su cuerpo de agua y potenciarse de la siguiente manera:
Nivel 50 Fuerza y resistencia x2.75 (post 1 de 2) - Hakis: Armadura: Tier 5. 2do post de uso.
Ámbitos: - Tetsu no kawa I: Los entrenamientos de Luka han ido más allá de lo imaginable, logrando dotar su cuerpo con una alta resistencia y logrando que sus golpes sean demoledores. Es por ello que cuando el tiburón logra un nivel de concentración adecuado y opta por emplear el haki de manera ofensiva, es capaz de diezmar la defensa de su rival hasta tal punto que llega a denegar su haki de armadura de manera defensiva. Tal reducción será de tantos niveles como tier tenga este ámbito. Siendo en la actualidad de un único nivel. La parte o partes que realicen la ofensiva serán recubiertas con un color azul oscuro con tintes más claros, que simularán el movimiento de una ola en el mar.
- Onda de choque (Ámbito): Nivel 50: La potencia de los golpes de Luka pueden causar una onda destructiva de hasta 5 metros de radio.
- Pulsera de la diosa fortunaTras cargar 5 turnos la pulsera: Si la energía se almacena 5 turnos, aumenta en un 700% (x8 activo) la potencia y tamaño de la onda de choque.
- PU Pasivo: resistencia a frío 25%
- Carga pulsera: Turno 5, que pasa a 0 tras usarlo.
- Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
- Daños:
- Daño medio en el tobillo derecho.
- Golpe leve en el brazo derecho tras realizar un ataque.
- Ha perdido dos brazos acuáticos. Quedándole únicamente otros dos. (Uno en cada costado)
- Daño medio en el tobillo derecho.
Danio Rerio
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Agilidad
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Precisión
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Luka esquivó la corriente de forma más sencilla de lo que habría cabido suponer, haciéndome pensar que debía tener conocimientos de navegación, no podía haber otra explicación. Y entonces, por algún motivo que desconocía, mi enemigo se quedo parado, llegando a cerrar los ojos. Cuando los abrió su semblante cambió, parecía más animal, más desenfrenado. Su aspecto ahora mismo era justo el que la gente tanto temía, el rostro sádico del mar. Aunque yo ya había lanzado mi ofensiva, dando los primeros puñetazos en sus costados, deshaciendo con suma facilidad los acuosos brazos del gyojin. El tercer golpe lo logró esquivar moviéndose hacía un lado, me seguía sorprendiendo que a pesar de lo del pie y los dos golpes que acababa de encajar todavía no mostrara signos de daño o sus capacidades hubieran mermado.
Algo muy malo venía, y el mantra no solía fallar con sus predicciones, aunque en ocasiones perdía la conexión con él, pero ya estaba trabajando en ello. Mi rival era rápido, por lo que esquivar estaba descartado. Lo más sensato que podía hacer en ese momento era prepararme para lo peor. Activé mi ámbito de acero, reforzando mi piel como si de titanio se tratase, además de pasando a usar el endurecimiento del haki armadura. Sabía que el golpe iría dirigido hacía mi vientre, por lo que me encogí y apreté todos mis músculos esperando el impacto. Cuando el mismo llegó me mando varias decenas de metros hacía atrás, por suerte dentro del agua no había nada con lo que chocar y que me hiciera aún más daño.
El resultado del impacto había sido que me sentía como si me hubiera pasado un barco por encima estando en tierra firme. Lo más seguro es que tuviera alguna rotura de hueso en el brazo derecho y el otro brazo y el pecho muy contusionado, además de sentirme un poco mareado. Activé la técnica de curación con agua sobre el brazo y canalicé la energía como había aprendido del manual por mi pecho. Si aquello era lo que quería Luka, es lo que recibiría.
El mareo se me estaba pasando bastante rápido, casi tanto como mi cabreo aumentaba. Ya me había pasado en el torneo de la marina, tratando de probar a mi rival las cosas se habían desbocado y todo se había ido al garete. Solo que ahora era una pelea real, lo que significaba que el riesgo de muerte estaba ahí como acababa de comprobar. En cuanto estuve más o menos recuperado me lancé contra el gyojin, ahora vería mi potencia de verdad.
Mi velocidad, ya de por si asombrosa, debajo del agua era algo increíble, permitiéndome llegar hasta Luka en apenas nada. Una vez a su lado le lanzaría un puñetazo con el brazo derecho hacía el hueco dejado por el otro brazo, tras ese le lanzaría otro puñetazo con mi brazo izquierdo, moviéndome ligeramente junto con él si se había desplazado para tratar de darle en el otro costado. Finalizaría estos movimientos con una pata lanzada directamente a su pecho, que de conseguir impactar seguramente me desplazaría a mí también hacía atrás.
Algo muy malo venía, y el mantra no solía fallar con sus predicciones, aunque en ocasiones perdía la conexión con él, pero ya estaba trabajando en ello. Mi rival era rápido, por lo que esquivar estaba descartado. Lo más sensato que podía hacer en ese momento era prepararme para lo peor. Activé mi ámbito de acero, reforzando mi piel como si de titanio se tratase, además de pasando a usar el endurecimiento del haki armadura. Sabía que el golpe iría dirigido hacía mi vientre, por lo que me encogí y apreté todos mis músculos esperando el impacto. Cuando el mismo llegó me mando varias decenas de metros hacía atrás, por suerte dentro del agua no había nada con lo que chocar y que me hiciera aún más daño.
El resultado del impacto había sido que me sentía como si me hubiera pasado un barco por encima estando en tierra firme. Lo más seguro es que tuviera alguna rotura de hueso en el brazo derecho y el otro brazo y el pecho muy contusionado, además de sentirme un poco mareado. Activé la técnica de curación con agua sobre el brazo y canalicé la energía como había aprendido del manual por mi pecho. Si aquello era lo que quería Luka, es lo que recibiría.
El mareo se me estaba pasando bastante rápido, casi tanto como mi cabreo aumentaba. Ya me había pasado en el torneo de la marina, tratando de probar a mi rival las cosas se habían desbocado y todo se había ido al garete. Solo que ahora era una pelea real, lo que significaba que el riesgo de muerte estaba ahí como acababa de comprobar. En cuanto estuve más o menos recuperado me lancé contra el gyojin, ahora vería mi potencia de verdad.
Mi velocidad, ya de por si asombrosa, debajo del agua era algo increíble, permitiéndome llegar hasta Luka en apenas nada. Una vez a su lado le lanzaría un puñetazo con el brazo derecho hacía el hueco dejado por el otro brazo, tras ese le lanzaría otro puñetazo con mi brazo izquierdo, moviéndome ligeramente junto con él si se había desplazado para tratar de darle en el otro costado. Finalizaría estos movimientos con una pata lanzada directamente a su pecho, que de conseguir impactar seguramente me desplazaría a mí también hacía atrás.
- cosas:
Reflejos 8, resistencia 7, velocidad 7, fuerza 7 y agilidad 2
Pasivos: Fuerza X5 Velocidad X4
Activado el endurecimiento
Armadura: Tier 8 Turno 9(4 + 5)
Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
Visión: Tier 3 Turno 5
Activado el ámbito Acero
Curación con agua: Similar al manual de la tienda, pero con tiempo de reutilización de un post más uno por cada grado de la herida curada. [Heridas superficial un post de recarga, heridas leves dos, etc] usado en el hueso roto del brazo, que se llevó la mayor parte del impacto al ser el más cercano a luka.
Manual micahiah Usado en las contusiones del pecho.
Los tres golpes son golpes Brutales.
Luka Rooney
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Danio salió disparado varios metros hacia atrás tras el impacto de mi potente golpe, gesto que inmediatamente dibujó una sonrisa en el rostro del tiburón. ¿Se habría acabado el combate? Confiaba en que así fuese, pero lo cierto era que algo le decía que era bastante improbable. Aún llevaban poco tiempo peleando como para que se acabase de un simple golpe, y la resistencia del marine debía ser increíble, por lo que pronto desechó esa opción de su fuero interior.
Respiró lentamente en la breve calma que sentía durante unos segundos posterior a su tormenta interior, los cuales aprovechó para observar el estado de su magullado cuerpo. Sin duda se había visto en mejores, pero teniendo en cuenta que tenía enfrente a un vicealmirante de la marina, su estado era bastante aceptable. ¿Cambiaría mucho en lo transcurso de lo que restaba de combate? Seguramente sí, aunque confiaba con alzarse con la victoria al final.
Cuando se disponía a sacar el den den mushi para avisar a Zane de lo que acababa de pasar, observó cómo en un abrir y cerrar de ojos, aquél gyojin se posicionó justo enfrente suya, a una velocidad envidiable y quizá superior a la que él había adoptado segundos atrás, algo que dejó incrédulo al tiburón. Y más pasmado se quedó aún cuando el marine hizo sus siguientes movimientos, primero un contundente golpe al costado derecho, el cual el habitante del mar intentó bloquear, pero su maltrecho brazo no llegó a reaccionar a tiempo, por lo que recibió el golpe únicamente amortiguándolo con su brazo acuático y cubriendo de haki -acompañado del recubrimiento de agua- la parte que recibió el impacto de su costado. Tras recibir el golpe, el brazo acuático desapareció, fundiéndose con el resto del agua. El habitante del mar notó al instante el lateral derecho entumecido, esbozando una mueca de dolor.
Sin embargo, Danio prosiguió su ataque al otro costado antes de que el tiburón pudiese reaccionar, haciendo un acopio de energía que no desmerecía nada su status en la organización que velaba por el cumplimiento de la ley y el orden en el mundo. En esa ocasión, el gyojin intentó evadir el golpe, pero su tobillo chasqueó de nuevo, dejándolo indefenso y ante la única opción posible de emplear haki de nuevo para cubrirse, sumado a su recubrimiento de agua. Pese a ello, recibió un fuerte golpe en el costado izquierdo, notándolo más entumecido aún que el derecho y durante un momento le costó algo más respirar. Aquello le hizo reflexionar durante un breve parpadeo de tiempo. ¿Realmente habría golpeado a aquél gyojin? De ser así, no entendía cómo había sido capaz de llegar hasta él a tal velocidad, y mucho menos cómo podía haber golpeado con ambos brazos, empleando tal cantidad de fuerza al tiburón. ¿Dónde diantres le habría dado? ¿Podría ser que hubiese evadido su golpe haciendo uso de esa gran velocidad que mostraba? Quizá fuese así. Era la opción más sensata tras haber visto aquellos movimientos y el estado del gyojin.
Finalmente, el vicealmirante de la marina lanzó una patada al pecho del tiburón, pero éste ya había notado las grandes debilidades de su cuerpo, por lo que a sabiendas de ello, cargó el peso del cuerpo sobre el tobillo izquierdo, giró noventa grados hacia la derecha para intentar evadir la patada, tras lo cual intentaría agarrar con sus dos brazos izquierdos la pierna y posteriormente intentaría lanzar un rodillazo con la pierna derecha a la altura de la rodilla de la pierna atrapada de su rival a la par que hacía lo propio con la izquierda, para posteriormente, y cogiendo impulso, intentar realizar un par de impactos más contundentes con ambas rodillas con los cuales intentaría frenar el gran ímpetu del marine, procurando mellar su pierna hasta, en el mejor de los casos, partirla.
Respiró lentamente en la breve calma que sentía durante unos segundos posterior a su tormenta interior, los cuales aprovechó para observar el estado de su magullado cuerpo. Sin duda se había visto en mejores, pero teniendo en cuenta que tenía enfrente a un vicealmirante de la marina, su estado era bastante aceptable. ¿Cambiaría mucho en lo transcurso de lo que restaba de combate? Seguramente sí, aunque confiaba con alzarse con la victoria al final.
Cuando se disponía a sacar el den den mushi para avisar a Zane de lo que acababa de pasar, observó cómo en un abrir y cerrar de ojos, aquél gyojin se posicionó justo enfrente suya, a una velocidad envidiable y quizá superior a la que él había adoptado segundos atrás, algo que dejó incrédulo al tiburón. Y más pasmado se quedó aún cuando el marine hizo sus siguientes movimientos, primero un contundente golpe al costado derecho, el cual el habitante del mar intentó bloquear, pero su maltrecho brazo no llegó a reaccionar a tiempo, por lo que recibió el golpe únicamente amortiguándolo con su brazo acuático y cubriendo de haki -acompañado del recubrimiento de agua- la parte que recibió el impacto de su costado. Tras recibir el golpe, el brazo acuático desapareció, fundiéndose con el resto del agua. El habitante del mar notó al instante el lateral derecho entumecido, esbozando una mueca de dolor.
Sin embargo, Danio prosiguió su ataque al otro costado antes de que el tiburón pudiese reaccionar, haciendo un acopio de energía que no desmerecía nada su status en la organización que velaba por el cumplimiento de la ley y el orden en el mundo. En esa ocasión, el gyojin intentó evadir el golpe, pero su tobillo chasqueó de nuevo, dejándolo indefenso y ante la única opción posible de emplear haki de nuevo para cubrirse, sumado a su recubrimiento de agua. Pese a ello, recibió un fuerte golpe en el costado izquierdo, notándolo más entumecido aún que el derecho y durante un momento le costó algo más respirar. Aquello le hizo reflexionar durante un breve parpadeo de tiempo. ¿Realmente habría golpeado a aquél gyojin? De ser así, no entendía cómo había sido capaz de llegar hasta él a tal velocidad, y mucho menos cómo podía haber golpeado con ambos brazos, empleando tal cantidad de fuerza al tiburón. ¿Dónde diantres le habría dado? ¿Podría ser que hubiese evadido su golpe haciendo uso de esa gran velocidad que mostraba? Quizá fuese así. Era la opción más sensata tras haber visto aquellos movimientos y el estado del gyojin.
Finalmente, el vicealmirante de la marina lanzó una patada al pecho del tiburón, pero éste ya había notado las grandes debilidades de su cuerpo, por lo que a sabiendas de ello, cargó el peso del cuerpo sobre el tobillo izquierdo, giró noventa grados hacia la derecha para intentar evadir la patada, tras lo cual intentaría agarrar con sus dos brazos izquierdos la pierna y posteriormente intentaría lanzar un rodillazo con la pierna derecha a la altura de la rodilla de la pierna atrapada de su rival a la par que hacía lo propio con la izquierda, para posteriormente, y cogiendo impulso, intentar realizar un par de impactos más contundentes con ambas rodillas con los cuales intentaría frenar el gran ímpetu del marine, procurando mellar su pierna hasta, en el mejor de los casos, partirla.
- Cosas utilizadas:
[list]
[*]Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
[*]Stats pasivos: Fuerza x2
Técnicas:
[*]Gegenees (Realizado turnos atrás): Luka utiliza su be water, my friend, para crear cuatro brazos que salen de sus costados, quedando de manera paralela a los suyos y con unas dimensiones similares. Puede controlarlos a voluntad y, al igual que en la técnica previamente mencionada, cualquier usuario con una fuerza igual o superior a Luka podrá romperlos sin muchos problemas.
[*]Kögi no sishin:Debido a la perfección del Gyojin Karate, Luka es capaz de recubrir partes de su cuerpo de agua y potenciarse de la siguiente manera:
Nivel 50 Fuerza y resistencia x2.75 (post 2 de 2)
[*]Hakis: Armadura: Tier 5. 3er post de uso.- Haki Armadura Nivel 5:
- Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
- Tizona: Los usuarios con sintonía en armamento poseen una habilidad innata para liberar su Haki. Son capaces de utilizarlo de forma casi inconsciente, pudiendo usarlo un tercio de su capacidad (redondeando hacia abajo) sin agotarse en absoluto.
- Armadura tier 5: Es capaz de mantener el Haki de manera continuada hasta veinte asaltos. Durante ellos, puede generar una armadura transparente con brillo metálico alrededor de su cuerpo, que resiste los golpes siempre y cuando el atacante no posea el triple de fuerza que el usuario resistencia o lo iguale en Haki.
- Armamento tier 5: Aprende a utilizar el endurecimiento en sus armas. Esta habilidad hace que su Haki se desgaste al doble de velocidad, pero duplica el efecto de su Haki. Puede imbuir hasta tres armas a la vez sin desgastarse más rápido de lo normal, cansándose al doble de velocidad cuando usa cuatro (al triple cuando usa seis, cuádruple si usa ocho...).
- Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
[*]Tetsu no kawa I: Los entrenamientos de Luka han ido más allá de lo imaginable, logrando dotar su cuerpo con una alta resistencia y logrando que sus golpes sean demoledores. Es por ello que cuando el tiburón logra un nivel de concentración adecuado y opta por emplear el haki de manera ofensiva, es capaz de diezmar la defensa de su rival hasta tal punto que llega a denegar su haki de armadura de manera defensiva. Tal reducción será de tantos niveles como tier tenga este ámbito. Siendo en la actualidad de un único nivel. La parte o partes que realicen la ofensiva serán recubiertas con un color azul oscuro con tintes más claros, que simularán el movimiento de una ola en el mar.
[*]PU Pasivo: resistencia a frío 25%
- Daños:
- Daño medio en el tobillo derecho.
- Golpe leve en el brazo derecho tras realizar un ataque.
- Ha perdido tres brazos acuáticos. Quedándole únicamente uno. (En el costado izquierdo)
- Golpe leve en el costado derecho.
- Golpe medio en el costado izquierdo que provoca que a Luka le cueste respirar más de vez en cuando.
- Daño medio en el tobillo derecho.
Danio Rerio
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Mis golpes parecían empezar a surtir efecto en Luka, pero apenas se le notaba cansado, aunque si dolorido. Al contrarío que él yo ya empezaba a mostrar una respiración algo más agitada, el uso del haki a tanta potencia y la potencia física empleada en los ataques comenzaba a notarse. Además, había dejado de sentir los movimientos de mi contrincante, el mantra volvía a fallar de nuevo. Esto ya empezaba a seguir un patrón, siempre que me cabreaba, o pasaba algo que me distraía perdía la capacidad de usarlo. Tendría que poner a prueba la teoría, pero eso debería esperar a que el combate con el gyojin finalizara.
Era bastante probable que la patada me diera un respiro si lo alejaba lo suficiente, pero no fue así. Mi rival la consiguió evitar echándose hacia un lado, para luego tratar de sujetarme con su brazo izquierdo y el acuático del mismo lado. Acaso su rival había pedido la cabeza, o puede que lo hubiera subestimado en muchos aspectos, pero le estaba abriendo totalmente su defensa izquierda estando yo perpendicular a él por ese costado. No era algo que debiera desaprovechar, además de que las enseñanzas del Krâv maga lo decían claramente: Lo más rápido, lo más fuerte y lo más natural.
Dejando que me interceptara la pierna, lancé mi brazo hacía su cuello desprotegido para agarrárselo, posicionándome a continuación a su espalda haciendo presión en él mismo. Con el otro brazo trataría de agarrar su brazo derecho y llevarlo a la espalda, mientras que con la pierna libre trataba de trabarle una de las piernas. Era una maniobra de agarre y asfixia, que de salir bien decantaría totalmente el combate a mi favor, y todo gracias a la gran apertura en defensa que había dejado Luka y a mis rápidos reflejos.
A pesar de ello noté como una de las rodillas del gyojin impactaba contra la mía, era un duelo de fuerza y resistencia. Noté una punzada de dolor, aunque todo golpe conlleva un dolor, que esperaba que no fuera más que eso gracias al endurecimiento y el ámbito de acero. De todas formas, unos golpes sobre la rodilla frente a su cuello aprisionado por mi brazo era un cambio muy ventajoso para mí.
De no conseguir sujetar el brazo derecho del habitante marino usaría esa mano libre controlar el agua alrededor de la cabeza del gyojin, preparando el siguiente golpe. Además, si no consiguiera el agarre, no me quedaría quieto mientras mi enemigo me sujetaba por una extremidad, que seguramente sufriría el castigo de las piernas o los puños del rival, sino que castigaría su costado izquierdo, pegado a mi pierna con una tanda de cuatro puñetazos.
Era bastante probable que la patada me diera un respiro si lo alejaba lo suficiente, pero no fue así. Mi rival la consiguió evitar echándose hacia un lado, para luego tratar de sujetarme con su brazo izquierdo y el acuático del mismo lado. Acaso su rival había pedido la cabeza, o puede que lo hubiera subestimado en muchos aspectos, pero le estaba abriendo totalmente su defensa izquierda estando yo perpendicular a él por ese costado. No era algo que debiera desaprovechar, además de que las enseñanzas del Krâv maga lo decían claramente: Lo más rápido, lo más fuerte y lo más natural.
Dejando que me interceptara la pierna, lancé mi brazo hacía su cuello desprotegido para agarrárselo, posicionándome a continuación a su espalda haciendo presión en él mismo. Con el otro brazo trataría de agarrar su brazo derecho y llevarlo a la espalda, mientras que con la pierna libre trataba de trabarle una de las piernas. Era una maniobra de agarre y asfixia, que de salir bien decantaría totalmente el combate a mi favor, y todo gracias a la gran apertura en defensa que había dejado Luka y a mis rápidos reflejos.
A pesar de ello noté como una de las rodillas del gyojin impactaba contra la mía, era un duelo de fuerza y resistencia. Noté una punzada de dolor, aunque todo golpe conlleva un dolor, que esperaba que no fuera más que eso gracias al endurecimiento y el ámbito de acero. De todas formas, unos golpes sobre la rodilla frente a su cuello aprisionado por mi brazo era un cambio muy ventajoso para mí.
De no conseguir sujetar el brazo derecho del habitante marino usaría esa mano libre controlar el agua alrededor de la cabeza del gyojin, preparando el siguiente golpe. Además, si no consiguiera el agarre, no me quedaría quieto mientras mi enemigo me sujetaba por una extremidad, que seguramente sufriría el castigo de las piernas o los puños del rival, sino que castigaría su costado izquierdo, pegado a mi pierna con una tanda de cuatro puñetazos.
- Cosas:
- Reflejos 8, resistencia 7, velocidad 7, fuerza 7 y agilidad 2
Pasivos: Fuerza X5 Velocidad X4
Armadura: + Endurecimiento Tier 8 Turno 13
Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
Visión: Tier 3 Turno 1 de 2 de recarga
Activado el ámbito Acero Turno 2
*En caso de no conseguir el agarre*
Los cuatro golpes son golpes fuertes.
Luka Rooney
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Recordarán tu nombre.
El nombre de un gyojin con un sueño, el de un guerrero con un cálido ímpetu y un frío temperamento. Sí, ese es Luka. Un intrépido pirata que busca la fama para cambiar el mundo, un cambio que pasa por librar infinidad de peleas, guerras y asaltos que jamás habría deseado. Todo por seguir la estela de una ilusión, un quizá, algo que al fin y al cabo es irreal y no está materializado aún. Y puede que nunca llegue a estarlo.
Librar batallas de verdad, empapar el cuerpo en sudor y sangre. Y lágrimas, diminutos ríos de agua que recorren las mejillas de cada persona afectada, los cuales son más que necesarios para entender el mundo. Y la crueldad que está inmersa en él.
Y así le devolvió esa dura brutalidad el destino al tiburón, en forma de bofetada poética y prisión literal. Bueno, literal aún no, quizá el término correcto fuese llave. Una llave procedente del marine que podría ir directa a dos sitios; la cárcel o la libertad. ¿Qué elegiría el tiburón si pudiese decidir? Quizá no haría falta formular la pregunta.
El caso es que el habitante del mar había agarrado la pierna de su rival, tal y como había planeado, pero éste, pese a la distancia, había sido capaz de agarrar el cuello de su rival con el brazo. ¿De donde sacaba aquella elasticidad, acaso su brazo era más largo que su pierna? Sin pensarlo dos veces, Luka decidió cubrir de nuevo su cuerpo con agua, siendo la técnica más rápida al estar debajo del agua y no tener que generar el líquido. El tiburón golpeó un par de veces con fuerza y dureza la rodilla de su rival, pero éste pareció no sentirlo. En otro ágil movimiento, Danio consiguió llevar su brazo hasta el derecho de Luka, el cual aún tenía entumecido y apenas notaba, por lo que no pudo realizar una defensa efectiva y simplemente dejó que lo llevase hasta su espalda. Aquello pareció ser el fin del pirata, al cual le empezaba a faltar el aire cada vez con más intensidad.
Si no fuese poco aquella llave, al marine aún le quedaban fuerzas para posicionar una pierna sobre la suya, intentando retener al habitante del mar. Pronto éste se vió contra las cuerdas, y es en esos momentos donde las ideas vienen de mil en mil. Pero… ¿cuál elegir? Una decisión importante, un todo o nada, un error supondría perder el combate, mientras que un acierto le mantendría libre... Al menos durante un tiempo.
Empleando todas sus fuerzas restantes, concentró su haki en tres partes de su cuerpo, primero el cuello, intentando frenar la ofensiva de su rival, o como mínimo, darse un respiro, y tras ello centró su ofensiva en dos puntos; el pie de la pierna libre y su puño izquierdo. Entonces soltó con rabia y hacia abajo la pierna de su rival, esperando que le diese una pequeña tregua de un par de segundos tras los golpes recibidos y la inercia del movimiento y giró con energía y rabia el puño real inmediatamente después del acuático que le quedaba, intentando dar con ambos sobre la cabeza de su rival en repetidas ocasiones, a la par, llevaría el talón con firmeza y agilidad a la pierna del gyojin que realizaba la presa sobre la suya, intentando liberarse a base de contundentes golpes. Todos los golpes serían aplicados con vibración, intentando diezmar la defensa del pez lo máximo posible. Durante el transcurso de los golpes no dudaría en moverse todo el rato, intentando zafarse de la presa de su rival, y en caso de conseguirlo, saldría a toda velocidad unos diez metros, intentando respirar y tomar un pequeño descanso.
El nombre de un gyojin con un sueño, el de un guerrero con un cálido ímpetu y un frío temperamento. Sí, ese es Luka. Un intrépido pirata que busca la fama para cambiar el mundo, un cambio que pasa por librar infinidad de peleas, guerras y asaltos que jamás habría deseado. Todo por seguir la estela de una ilusión, un quizá, algo que al fin y al cabo es irreal y no está materializado aún. Y puede que nunca llegue a estarlo.
Librar batallas de verdad, empapar el cuerpo en sudor y sangre. Y lágrimas, diminutos ríos de agua que recorren las mejillas de cada persona afectada, los cuales son más que necesarios para entender el mundo. Y la crueldad que está inmersa en él.
Y así le devolvió esa dura brutalidad el destino al tiburón, en forma de bofetada poética y prisión literal. Bueno, literal aún no, quizá el término correcto fuese llave. Una llave procedente del marine que podría ir directa a dos sitios; la cárcel o la libertad. ¿Qué elegiría el tiburón si pudiese decidir? Quizá no haría falta formular la pregunta.
El caso es que el habitante del mar había agarrado la pierna de su rival, tal y como había planeado, pero éste, pese a la distancia, había sido capaz de agarrar el cuello de su rival con el brazo. ¿De donde sacaba aquella elasticidad, acaso su brazo era más largo que su pierna? Sin pensarlo dos veces, Luka decidió cubrir de nuevo su cuerpo con agua, siendo la técnica más rápida al estar debajo del agua y no tener que generar el líquido. El tiburón golpeó un par de veces con fuerza y dureza la rodilla de su rival, pero éste pareció no sentirlo. En otro ágil movimiento, Danio consiguió llevar su brazo hasta el derecho de Luka, el cual aún tenía entumecido y apenas notaba, por lo que no pudo realizar una defensa efectiva y simplemente dejó que lo llevase hasta su espalda. Aquello pareció ser el fin del pirata, al cual le empezaba a faltar el aire cada vez con más intensidad.
Si no fuese poco aquella llave, al marine aún le quedaban fuerzas para posicionar una pierna sobre la suya, intentando retener al habitante del mar. Pronto éste se vió contra las cuerdas, y es en esos momentos donde las ideas vienen de mil en mil. Pero… ¿cuál elegir? Una decisión importante, un todo o nada, un error supondría perder el combate, mientras que un acierto le mantendría libre... Al menos durante un tiempo.
Empleando todas sus fuerzas restantes, concentró su haki en tres partes de su cuerpo, primero el cuello, intentando frenar la ofensiva de su rival, o como mínimo, darse un respiro, y tras ello centró su ofensiva en dos puntos; el pie de la pierna libre y su puño izquierdo. Entonces soltó con rabia y hacia abajo la pierna de su rival, esperando que le diese una pequeña tregua de un par de segundos tras los golpes recibidos y la inercia del movimiento y giró con energía y rabia el puño real inmediatamente después del acuático que le quedaba, intentando dar con ambos sobre la cabeza de su rival en repetidas ocasiones, a la par, llevaría el talón con firmeza y agilidad a la pierna del gyojin que realizaba la presa sobre la suya, intentando liberarse a base de contundentes golpes. Todos los golpes serían aplicados con vibración, intentando diezmar la defensa del pez lo máximo posible. Durante el transcurso de los golpes no dudaría en moverse todo el rato, intentando zafarse de la presa de su rival, y en caso de conseguirlo, saldría a toda velocidad unos diez metros, intentando respirar y tomar un pequeño descanso.
- Cosas utilizadas:
- Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
- Stats pasivos: Fuerza x2
Técnicas: - Gegenees (Realizado turnos atrás): Luka utiliza su be water, my friend, para crear cuatro brazos que salen de sus costados, quedando de manera paralela a los suyos y con unas dimensiones similares. Puede controlarlos a voluntad y, al igual que en la técnica previamente mencionada, cualquier usuario con una fuerza igual o superior a Luka podrá romperlos sin muchos problemas.
- Katai hada:Luka es capaz de endurecer su piel en determinados momentos, consiguiendo así una serie de bonfiicadores durante un periodo de tiempo.
Fuerza y resistencia x2 (post 1 de 3) - Hakis: Armadura: Tier 5. 3er post de uso.
- Haki Armadura Nivel 5:
- Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
- Tizona: Los usuarios con sintonía en armamento poseen una habilidad innata para liberar su Haki. Son capaces de utilizarlo de forma casi inconsciente, pudiendo usarlo un tercio de su capacidad (redondeando hacia abajo) sin agotarse en absoluto.
- Armadura tier 5: Es capaz de mantener el Haki de manera continuada hasta veinte asaltos. Durante ellos, puede generar una armadura transparente con brillo metálico alrededor de su cuerpo, que resiste los golpes siempre y cuando el atacante no posea el triple de fuerza que el usuario resistencia o lo iguale en Haki.
- Armamento tier 5: Aprende a utilizar el endurecimiento en sus armas. Esta habilidad hace que su Haki se desgaste al doble de velocidad, pero duplica el efecto de su Haki. Puede imbuir hasta tres armas a la vez sin desgastarse más rápido de lo normal, cansándose al doble de velocidad cuando usa cuatro (al triple cuando usa seis, cuádruple si usa ocho...).
- Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
- Tetsu no kawa I: Los entrenamientos de Luka han ido más allá de lo imaginable, logrando dotar su cuerpo con una alta resistencia y logrando que sus golpes sean demoledores. Es por ello que cuando el tiburón logra un nivel de concentración adecuado y opta por emplear el haki de manera ofensiva, es capaz de diezmar la defensa de su rival hasta tal punto que llega a denegar su haki de armadura de manera defensiva. Tal reducción será de tantos niveles como tier tenga este ámbito. Siendo en la actualidad de un único nivel. La parte o partes que realicen la ofensiva serán recubiertas con un color azul oscuro con tintes más claros, que simularán el movimiento de una ola en el mar.
- Golpes con vibración: Ayudándose de su Gyojin Karate y el control de sus fluidos, Luka es capaz de generar vibraciones de distintas potencias que son capaces de crear daños internos en el enemigo cuando un golpe impacta en éste.
- PU Pasivo: resistencia a frío 25%
- Los golpes realizados son golpes fuertes
- Stats: Fuerza(7) (5 base + 2 Gyojin), Resistencia(5), Agilidad(3), Velocidad(3), Reflejos(1)
- Daños:
- Daño medio en el tobillo derecho.
- Golpe leve en el brazo derecho tras realizar un ataque.
- Ha perdido tres brazos acuáticos. Quedándole únicamente uno. (En el costado izquierdo)
- Golpe leve en el costado derecho.
- Golpe medio en el costado izquierdo que provoca que a Luka le cueste respirar más de vez en cuando.
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- Daño medio en el tobillo derecho.
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La llave resultó ser de lo más eficaz, pronto su rival quedaría inconsciente y listo para pasarse una buena temporada en alguna celda marine. Aunque su adversario no se daría por vencido tan fácilmente, su errónea creencia de que hacía lo correcto se lo impedía. En ocasiones las creencias eran algo mucho más fuerte que el propio cuerpo, pero los individuos seguían teniendo sus límites, y esperaba que los de este gyojin estuvieran llegando. Ya no solo por tenerle el cuello aprisionado, sino también el gasto energético que había llevado durante toda la pelea y ahora tratando de defenderse. Había sido una suerte que el submarino se hubiera retirado, luchar contra la maquina y Luka habría sido muy complicado y realmente agotador.
Mi adversario soltó el agarré sobre mi pierna, impulsándola hacía atrás. Un movimiento necesario, aunque arriesgado, ya que me dejaba una extremidad libre para defenderme o atacar. La pierna la tenía algo contusionada, pero aún era funcional, aunque no debería pasarme demasiado con la rodilla por si acaso. Aunque también significaba que intentaría atacarme el a mí. Como primera respuesta aumenté un poco la presión sobre el cuello de mi rival, que, aunque parecía algo más resistente no supondría un mayor problema, permitiéndome además tensar los músculos del brazo para amortiguar mejo los golpes que pudiera recibir.
Noté un golpe en la pierna que aprisionaba la Luka, no fue suficiente como para hacer que soltara, pero sí para poner en movimiento mi otra pierna, haciendo que interceptara los golpes, apartando la pierna del gyojin con mi propio pie. Era algo difícil de hacer, y algún otro golpe me llevaría, aunque lo que necesitaba era mantener el cuello agarrado. Los brazos izquierdos de mi adversario se contorsionaron, por la trayectoria parecía querer golpear mi cabeza con ellos, cosa que evité haciendo fuerza con los abdominales para poder mantener la presión sobre el cuello, pero poder echar ligeramente la cabeza hacía atrás, poniéndola fuera del alcance de Luka. Para afianzar aún más posición, aumente la fuerza del agarre del brazo derecho, lo cual seguramente distraería a mi contrincante, aunque solo fuera por el dolor. Debía admitir que el chico sabía moverse, y que se revolvía como se esperaría de alguien de nuestra raza. A pesar de todo, seguiría pagando un alto precio por ese descuido en su defensa.
-Ríndete ahora, no tengo intención alguna de matarte, pero estas llaves a veces no se pueden controlar del todo. Ni siquiera los que son maestros en las artes marciales pueden asegurar un cien por cien la supervivencia con ellas si los rivales se resisten demasiado. Has sido un digno rival, simplemente deja de forcejear, cuando despiertes ya estarás en una celda. Estaría muy bien que alguien con tus habilidades comprendiera lo equivocado de su visión y tratara de redimirse uniéndose al lado correcto. – No podía evitar dejar escapar algunos jadeos al hablar por la fuerza que estaba ejerciendo sobre mi adversario y el cansancio que ya tenía acumulado.
Mi adversario soltó el agarré sobre mi pierna, impulsándola hacía atrás. Un movimiento necesario, aunque arriesgado, ya que me dejaba una extremidad libre para defenderme o atacar. La pierna la tenía algo contusionada, pero aún era funcional, aunque no debería pasarme demasiado con la rodilla por si acaso. Aunque también significaba que intentaría atacarme el a mí. Como primera respuesta aumenté un poco la presión sobre el cuello de mi rival, que, aunque parecía algo más resistente no supondría un mayor problema, permitiéndome además tensar los músculos del brazo para amortiguar mejo los golpes que pudiera recibir.
Noté un golpe en la pierna que aprisionaba la Luka, no fue suficiente como para hacer que soltara, pero sí para poner en movimiento mi otra pierna, haciendo que interceptara los golpes, apartando la pierna del gyojin con mi propio pie. Era algo difícil de hacer, y algún otro golpe me llevaría, aunque lo que necesitaba era mantener el cuello agarrado. Los brazos izquierdos de mi adversario se contorsionaron, por la trayectoria parecía querer golpear mi cabeza con ellos, cosa que evité haciendo fuerza con los abdominales para poder mantener la presión sobre el cuello, pero poder echar ligeramente la cabeza hacía atrás, poniéndola fuera del alcance de Luka. Para afianzar aún más posición, aumente la fuerza del agarre del brazo derecho, lo cual seguramente distraería a mi contrincante, aunque solo fuera por el dolor. Debía admitir que el chico sabía moverse, y que se revolvía como se esperaría de alguien de nuestra raza. A pesar de todo, seguiría pagando un alto precio por ese descuido en su defensa.
-Ríndete ahora, no tengo intención alguna de matarte, pero estas llaves a veces no se pueden controlar del todo. Ni siquiera los que son maestros en las artes marciales pueden asegurar un cien por cien la supervivencia con ellas si los rivales se resisten demasiado. Has sido un digno rival, simplemente deja de forcejear, cuando despiertes ya estarás en una celda. Estaría muy bien que alguien con tus habilidades comprendiera lo equivocado de su visión y tratara de redimirse uniéndose al lado correcto. – No podía evitar dejar escapar algunos jadeos al hablar por la fuerza que estaba ejerciendo sobre mi adversario y el cansancio que ya tenía acumulado.
- Cosas:
Reflejos 8, resistencia 7, velocidad 7, fuerza 7 y agilidad 2
Pasivos: Fuerza X5 Velocidad X4
Armadura: + Endurecimiento Tier 8 Turno 17
Bastión: Los usuarios con sintonía en armadura se caracterizan por su gran envergadura física y su poderío. Mientras permanecen imbuidos en Haki de armadura, sus impactos son el triple de potentes.
Visión: Tier 3 Turno 2 de 2 de recarga
Activado el ámbito Acero Turno 3 de 3
Turno de recarga de la técnica de curación 2 de 4
Agarre del cuello y el brazo: Ataque superior
Golpes con la pierna para defensa: Ataques normales
Ambos empezáis a sentir, de repente, como los huesos de las zonas dañadas de vuestro cuerpo empiezan a quebrarse. Notáis el dolor, además del cansancio que empezáis a padecer, fruto del combate y de los golpes recibidos por ambos.
Podéis notar como algo de un tamaño considerable merodea por los fondos oceánicos, muy cerca de vuestra posición. El submarino pirata os fija a ambos y decide disparar diversos torpedos hacia vosotros, con lo que os tocará evacuar la zona si no queréis que os den.
Podéis notar como algo de un tamaño considerable merodea por los fondos oceánicos, muy cerca de vuestra posición. El submarino pirata os fija a ambos y decide disparar diversos torpedos hacia vosotros, con lo que os tocará evacuar la zona si no queréis que os den.
- Luka:
- Tienes un tobillo dislocado, dos costillas rotas, una muñeca lesionada y magulladuras por todo el cuerpo.
- Danio:
- Tienes un brazo roto y una contusión interna en la zona del estómago.
Luka Rooney
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Akuma no mi
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El aire cada vez le faltaba más al tiburón sierra, que empezaba a notar cómo su vida pendía de un hilo cada vez más fino. Su semblante cambió al escuchar las palabras de su rival, que le aseguraba que éste era su fín. El Gyojin no pudo evitar esbozar una tímida sonrisa. Era consciente de su estado, de que su rival aparentemente era superior a él, y que todas las papeletas le parecían indicar una dolorosa derrota.
Evitó hablar para no perder el poco aire que aún le quedaba. Notó la pierna de su rival moviéndose, su respiración atrás, su fuerza en los brazos... Intentó fundirse con él para averiguar qué tramaba, de dónde sacaba esa tremenda vitalidad que le hacía proseguir el combate pese a todos los daños que debía tener. Pero quizá aquél era el famoso espíritu de campeón; El alma de un fiel guerrero que no cesaría su ímpetu por nada del mundo, el cual acabaría, de una manera u otra, logrando su fin. Y aquello, sin duda, intercedía directamente con los objetivos de Luka.
Pero algo se interpuso en las metas de ambos gyojins, y no era ni más ni menos que el submarino que Danio intentó hundir antes de comenzar la contienda con el tiburón -o uno con un idéntico Jolly Roger-. Aquel submarino al cual Luka procuró ayudar al ver que eran piratas, pero… cuál fue su sorpresa al percatarse que los misiles que lanzaba iban directos a ambos. Instintivamente se revolvió entre la presa del marine aprovechando el momento de sorpresa, dando algún que otro codazo con el poco aire que le quedaba -seguramente Danio le soltase para salvar su propia vida- y si conseguía librarse se movería hacia la derecha a gran velocidad, notando un más que punzante dolor en el tobillo sumado a una gran molestia en el costado, tras ello intentó evadir como buenamente podía los cañones que disparaban a todas direcciones y esperando que su hermano hiciese lo mismo.
- ¡Danio! -gritó ofuscado el tiburón- ¡He de reconocer que has sido un rival digno, nos volveremos a ver, y entonces te venceré!
Prosiguió su camino en las profundidades del mar, marchando a la máxima velocidad que el tobillo le permitía y, cuando estimó que ya estaba a salvo, se decidió sacar su den den mushi, con el cual intentó ponerse en contacto con Zane, pero éste no llegó a contestar. Hizo un segundo intento y tampoco funcionó. Entonces entendió que podría estar ocupado, por lo que pasó a llamar a Marc, quien sí se lo cogió.
- Marc, ¿estáis bien? He llamado a Zane, pero no me contesta.
El habitante del mar esperaría la respuesta del maestro quesero, y tras ello, le contaría brevemente la historia vivida.
- Yo estoy bien. Bueno, no estoy mal. Tengo algún hueso roto, el tobillo dislocado y… bueno, algo maś habrá. El tema es que durante mi incursión, me topé con Danio, un vicealmirante de la marina. Medimos fuerzas y al final un submarino con torpedos de la hostia nos hizo huir, ahora no sé muy bien donde estoy… pero me dirigiré al barco a curar las heridas.
Cuando hubo recibido respuesta de Marc -si es que el semi-gigante tenía algo que aclarar-, se dispondría a buscar el barco desde las profundidades del mar.
- Cuídate, Marc. Y cuida de todos, eres un gran y fiel compañero, y pase lo que pase hoy, te llevaré siempre conmigo. Prometo que nos veremos pronto. Si hay cualquier problema, llama e intentaré ir lo más rápido posible.
El tiburón colgó y prosiguió su búsqueda. El mar se notaba mucho más calmado de lo que seguro que estaba la tierra firme. Aquella guerra probablemente había acabado para él, ¿pero qué sería del resto de sus compañeros?
Tras unos intensos minutos buscando y activando el mantra para identificar a Timón, su adorable y macarrilla mascota que debía estar por el barco, por fín encontró el medio en el que habían llegado hasta aquél destino. De un par de impulsos consiguió aferrarse a la cubierta, notando un intenso dolor alrededor de las costillas, evidenciando el mal estado de su físico en ese momento.
Tras ello se acercó tambaleándose hasta la enfermería, donde empezó a autocurarse las zonas afectadas con diversos medicamentos, a vendarse las zonas con esguinces y contusionadas y tras ello se tumbó sobre la camilla, esperando a que los calmantes hiciesen efecto y a sentirse algo mejor. Pronto su suricato se posó sobre sus piés y empezó a comer distintas frutas que había cargado hasta la camilla. ¿De dónde diantres las sacaba? El tiburón sonrió e intentó relajarse durante un instante.
-¿Qué debería hacer entonces? -le preguntó a su mascota, como si fuera a responderle.
Evitó hablar para no perder el poco aire que aún le quedaba. Notó la pierna de su rival moviéndose, su respiración atrás, su fuerza en los brazos... Intentó fundirse con él para averiguar qué tramaba, de dónde sacaba esa tremenda vitalidad que le hacía proseguir el combate pese a todos los daños que debía tener. Pero quizá aquél era el famoso espíritu de campeón; El alma de un fiel guerrero que no cesaría su ímpetu por nada del mundo, el cual acabaría, de una manera u otra, logrando su fin. Y aquello, sin duda, intercedía directamente con los objetivos de Luka.
Pero algo se interpuso en las metas de ambos gyojins, y no era ni más ni menos que el submarino que Danio intentó hundir antes de comenzar la contienda con el tiburón -o uno con un idéntico Jolly Roger-. Aquel submarino al cual Luka procuró ayudar al ver que eran piratas, pero… cuál fue su sorpresa al percatarse que los misiles que lanzaba iban directos a ambos. Instintivamente se revolvió entre la presa del marine aprovechando el momento de sorpresa, dando algún que otro codazo con el poco aire que le quedaba -seguramente Danio le soltase para salvar su propia vida- y si conseguía librarse se movería hacia la derecha a gran velocidad, notando un más que punzante dolor en el tobillo sumado a una gran molestia en el costado, tras ello intentó evadir como buenamente podía los cañones que disparaban a todas direcciones y esperando que su hermano hiciese lo mismo.
- ¡Danio! -gritó ofuscado el tiburón- ¡He de reconocer que has sido un rival digno, nos volveremos a ver, y entonces te venceré!
Prosiguió su camino en las profundidades del mar, marchando a la máxima velocidad que el tobillo le permitía y, cuando estimó que ya estaba a salvo, se decidió sacar su den den mushi, con el cual intentó ponerse en contacto con Zane, pero éste no llegó a contestar. Hizo un segundo intento y tampoco funcionó. Entonces entendió que podría estar ocupado, por lo que pasó a llamar a Marc, quien sí se lo cogió.
- Marc, ¿estáis bien? He llamado a Zane, pero no me contesta.
El habitante del mar esperaría la respuesta del maestro quesero, y tras ello, le contaría brevemente la historia vivida.
- Yo estoy bien. Bueno, no estoy mal. Tengo algún hueso roto, el tobillo dislocado y… bueno, algo maś habrá. El tema es que durante mi incursión, me topé con Danio, un vicealmirante de la marina. Medimos fuerzas y al final un submarino con torpedos de la hostia nos hizo huir, ahora no sé muy bien donde estoy… pero me dirigiré al barco a curar las heridas.
Cuando hubo recibido respuesta de Marc -si es que el semi-gigante tenía algo que aclarar-, se dispondría a buscar el barco desde las profundidades del mar.
- Cuídate, Marc. Y cuida de todos, eres un gran y fiel compañero, y pase lo que pase hoy, te llevaré siempre conmigo. Prometo que nos veremos pronto. Si hay cualquier problema, llama e intentaré ir lo más rápido posible.
El tiburón colgó y prosiguió su búsqueda. El mar se notaba mucho más calmado de lo que seguro que estaba la tierra firme. Aquella guerra probablemente había acabado para él, ¿pero qué sería del resto de sus compañeros?
Tras unos intensos minutos buscando y activando el mantra para identificar a Timón, su adorable y macarrilla mascota que debía estar por el barco, por fín encontró el medio en el que habían llegado hasta aquél destino. De un par de impulsos consiguió aferrarse a la cubierta, notando un intenso dolor alrededor de las costillas, evidenciando el mal estado de su físico en ese momento.
Tras ello se acercó tambaleándose hasta la enfermería, donde empezó a autocurarse las zonas afectadas con diversos medicamentos, a vendarse las zonas con esguinces y contusionadas y tras ello se tumbó sobre la camilla, esperando a que los calmantes hiciesen efecto y a sentirse algo mejor. Pronto su suricato se posó sobre sus piés y empezó a comer distintas frutas que había cargado hasta la camilla. ¿De dónde diantres las sacaba? El tiburón sonrió e intentó relajarse durante un instante.
-¿Qué debería hacer entonces? -le preguntó a su mascota, como si fuera a responderle.
- Resumen:
Dar el combate por finalizado y despedirme de Danio intentando evadir como buenamente puedo las balas.
Llamar al capi y no obtener respuesta.
Llamar a Marc y hablar con él.
Acercarse al barco y autocurarse.
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- La mayor pelea y más épica sin ningún tipo de fallo. Unos tigres, pistolas de agua y un compañerismo sin igual. El rey de las pistolas de agua contra el señor de las pistolas de agua. Un reto que destrozará todo y a la vez lo restaurará.
- Agua, más agua y un par de locos [Pasado - Baskerville y Skywalker]
- Agua y mas agua (Rol libre) (Drake,Gangryong)
- Vuela como una mariposa, y pica como una avispa.[Libre][Pasado]
- ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como este? [Alice - Nia]
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