[Privado][Pasado] Una tarde aburrida

Integrantes: Yan Kijimidori y Geedunk Brigand (dominic00)

Geedunk, o como le llamaban normalmente por allí "Fatal Shooter" por el simple hecho de poseer una pistola que no estaba tan averiada y que él mismo reparó, realmente solo la había disparado pocas veces pues aun no era un cazador de recompensas, se encontraba en las comodidades de su casa tomando té caliente mezclado con puré de jalapeños, para otros sonaría asqueroso, pero para el, con el simple hecho de que tenga picante podría aguantar los pedacitos verdes mal molidos y disfrutar de esa bebida.

-Ughh... será mejor que de un paseo o me van a salir raíces....- Dijo el amante de lo picante, para después levantarse de la bella silla de madera cuya hermosura se perdió por unas cuantas manchas de bebida en los cojines que tenia, abrir la puerta y volver a por su bebida para pasear con ella.

Mientras en la plaza el humo no dejaba ver muy bien lo que pasaba, cuando este se disipo una especie de chico demonio luchaba agilmente con una banda entera de piratas, cortaba ,daba puñetazos patadas incluso mordía si es necesario, eran mas de 40, y había matado a unos 12 pero los soldados se habían retirado estaba solo, y habían conseguido rodearle, pero no parecía nervioso, sonreía, parecía que disfrutaba con su inferioridad numérica.

Geedunk, gracias a su cercanía respecto a la plaza, solo voltearse vio a la banda de lo que parecían ser piratas, luchando contra un chico que, según el amante de los jalapeños quería intimidarles con una falsa sonrisa. Luego de apreciar lo que pasaba, y ver la conmoción que había en la normalmente plaza de alta población, Geedunk tomó un sorbo de su bebida, para luego apoyar la taza en el grueso marco de madera en la ventana, y posteriormente rebuscó en su chaqueta de color purpura. Pocos segundos luego, sacó un par de hojas, algunas viejas, algunas bastante limpias pero igualmente arrugadas, y empezó a leer una por una viendo si alguno de los piratas tenia recompensa, para decidir si valía la pena irrumpir en la acción.

Los piratas se abalanzaron sin mucha seguridad, sobre el pequeño demonio,hasta que sus cuerpos lo taparon por completo parecía ser que lo habían reducido cuando, una llamarada salio de entre el montón, acto seguido otra mas grande, hasta que todos los piratas que estaban encima salieron por los aires y una gran columna de fuego se alzo, el marine sigio allí, con la misma sonrisa, parecía que había llamado la atención del capitán, un pirata con reputación en la ciudad, este se puso frente a el preparado para entrar en combate

Geedunk permanecía cambiando de hoja en hoja, ninguna de las caras de los piratas en el suelo parecía tener recompensa, habían muchos que se parecían al capitán, pero no eran el, por uno o varios rasgos como color de piel o peinado. Decepcionado, el amante del chile se guardó la nota nuevamente en su chaqueta de vivo color, cogió la taza que reposaba en el marco para llevársela a la boca y darle un sorbo. Sencillamente, después de eso, decidió ir por el camino contrario al de la pelea, esperando que cuando los caminos de la ciudad lo vuelvan a llevar a la plaza, no pase mucho por allí.

Tardo un instante en intentar descargar su mandoble sobre la demoniaca figura,pero en un abrrir y cerrar de ojos el demonio ya no estaba alli y en su lugar una llama que se que desaparecio lentamente, el pirata quedo con cara de bobalicon,
-Por arriba grandullón-
El demonio apareció encima de su adversario y como una sombra roja, engancho la cabeza de este y la estampo contra el suelo con un AM.
Al ver caer al enorme pirata sus compañeros huyeron desmoralizados, los refuerzos de la marina llegaron justo apunto para apresar unos cuantos, y con los tipejos encadenados formaron hacia el cartel con el chico demonio ya en forma de Humana

Después de unas cuantas vueltas por el resto de la ciudad que ni parecía enterada de lo que pasaba en la plaza, los brazos de Geedunk estaban relajados, el derecho sostenía la taza casi completamente vacía que goteaba de a poco, a ambos lados la gente le miraba raro, disgustada, como de costumbre, ya casi iba a dar devuelta al escenario de la pelea para volver a su casa y preguntar a los marinos que pasaba.

Mientras mas cerca de la plaza estaba, la gente volvía a lucir preocupada o incluso molesta por lo que habían hecho los piratas, esperando que los solucionen los problemas con sus casas y negocios por el dinero que habían robado. Todos daban sermones de que iban a reportar al gobierno por no devolver lo que los piratas robaron, hasta que Geedunk reaccionó, esos piratas posiblemente tenían los berries de la gente dentro de su barco, por lo tanto, este corrió rápidamente al puerto antes de que los marines capturaran el barco para llevarse cierta parte del tesoro.

Rumbo al cuartel,me di cuenta que había pasado la ora de comer no le faltaba energía, pero le apetecía un rico emparedado de carne que hacia la cocinera de aquella ciudad, antes de poder ni pensar en entrar en la taberna, un marine llego se cuadro ante el y dijo -hemos encontrado el barco-,solicitan su presencia para reconocer el tesoro, el demonio salio volando hacia el barco, allí saludo al contable de la marina y se dirigieron hacia allí a contar el tesoro, parece ser que los piratas no tenían mucho y su barco era un desastre,sacaron dos cofres repletos de berries, hundió el barco.
-soldado acompáñeme yo mismo escoltare los cofres al cuartel-

Geedunk oyó las palabras del capitán mientras veía el barco hundirse ante sus ojos al igual que sacaban los cofres, eso le sonaba muy raro pues ese dinero había sido robado. Sin embargo, por su cabeza pasó una brillante idea la cual era hacerse la victima y actuar enfurecido para poder conseguir su porción del dinero.

El amante del chile empezó a caminar hacia el demonio cuyo apodo era Yan el Rojo con una expresión enojada, para después tocarlo dos veces en el hombro para llamar su atención y hablar:

-¿Que pasará con el dinero? ¡Esos bastardos me robaron de camino! ¡Exijo que me devuelvan mis berries!-

Cuando aquel hombre se acerco balbuceando y haciendo aspavientos El Rojo le dijo con una voz tranquila y serena -Lo siento amigo pero el tesoro que robaron estos piratas en la plaza fue interceptado en la misma plaza,y llevado al cuartel hace unos minutos, este estaba en la nave de los piratas posiblemente de una isla vecina se llevara al cuartel y los jueces decidirán que se hace con- le ha servido mi explicación caballero -o pretende robarle al gobierno-
-si insiste en esta causa o le veo rondar por alrededor del tesoro no tendré mas remedio que explicárselo de otra manera- y le quedo mirando a los ojos para adivinar sus intenciones

Geedunk miró abajo a pensar en alguna forma de convencer a el demonio al que llaman Yan el Rojo, se encontraba en una situación de masivo peligro pues había acabado con esos piratas como si de romper papel se tratase, de su bolsillo sacó un jalapeño y se lo metió en la boca para pensar mejor, a los pocos segundos de repente se le ocurrió una forma de seguir esa discusión.

-Y... y... ¿Y que pasara con mi tienda de jalapeños? ¡Dígame que la decisión de los jueces se hará pronto! ¡Tengo una familia que alimentar!-

El demonio siguió mirándolo impasible y pensó (si me dieran un berrie por cada vez que he oído eso seria millonario) -Esa no es mi misión, una vez deje en tesoro en el cuartel deja de estar exento de responsabilidad y pasa a ser responsabilidad del gobierno mundial, y cualquier intento de sustracción u hurto sera considerado una agresión al gobierno y por tanto penado con la horca- se giro para continuar el camino mientras decía -La vida de un caza recompensas no es buena vida para un padre de familia, buenas tardes señor- y le señalo los carteles que sobresalían de la chaqueta color purpura de aquel hombre,con las puntas arrugas de haberlos guardado hace poco. Dicho esto continuo su camino hacia el cuartel.

Geedunk se vio frustrado y ese día no se trajo dinero de jalapeños a casa, aquel demonio parecía muy fuerte como para atacarle solo por unos pocos berries, y se decidió esperar a la próxima vez que lleguen criminales para actuar aun mas rápido que esta vez que se le ocurrió a lo ultimo.

Después de poner su taza en el piso, sacó su bolsa de jalapeños y se dió cuenta de que le quedaban solo unos pocos y que pronto se acabarían.

Fin del rol si no tienes nada mas que agregar

Hoy había sido un día gratificante, recordó lo cerca que estuvo e la plaza de ser atravesado por una katana aun con esa akuma desde pequeño, todavía tenia que mejorar muchísimo y agradeció que su apariencia inspirara miedo pues si supieran que era un joven novato no le respetaría ni lo mas minimo.

ROL TERMINADOOO