Cambios dentro de la tripulación [Priv. Alpha y Moja]

La cosa se había calmado un poco después de la tempestad, el repentino cambio de parecer de Nassor nos había dejado a todos con la boca abierta. Me había dejado allí a cargo de la tripulación y la flota, una tarea que no había querido, pero que estaba más que dispuesto a realizar. El capitán se había llevado su barco y a la mayor parte de tripulación, la cual había decidido seguirlo en su nuevo camino como revolucionario. Yo en cambio era una idea que no me llamaba, no estaba hecho para ser revolucionario. Me gustaba vivir la vida sin estar pendiente de los demás, aunque ahora estaba a cargo de una gran masa importante de gente, pero que al final y al cabo era como mi familia y no pensaba dejarlos tirados. Tenía que mantenerlos a salvo en gran medida, ya que aquellas personas era libre de seguirme en la nueva etapa que estaba por llegar a los Jigoku. Como llevaba ya un buen tiempo como subcapitan de la banda no tuve ningún problema en que me siguieran los que se quedaron.

Estaba tranquilamente bebiendo un enorme vaso de leche caliente, en la taberna en la que siempre bebía junto a Nassor antes de que partiera. De pronto Clark entro por la puerta un poco alterado para él. No me traía noticias buenas pues uno de los contramaestres quería hablar conmigo sobre un tema un tanto complicado. Algunas personas ya habían venido a hablar conmigo para dejar la banda y esperaba que el señor Alpha no quisiera hacer lo mismo ya que era un miembro importante de la tripulación, que se había echo con un renombre dentro de esta. Bueno aun así tenía que estar preparado para todo, así que me acomodé en mi asiento y le dije a Clark que lo hiciera pasar, para ver que nuevas tenia para mí el señor de lo caliente.

La tripulación no se encontraba en su peor momento, pero tampoco se encontraba en su mejor momento. Las cosas estaban un poco dudosas sobre el estado en el que había caído su tripulación.  Alpha por su parte se mantenía realizando una que otra tarea por su cuenta, esperando a que Moja se pusiera firme con su nueva posición de capitán  pero, por otro lado, el pequeño tenía muchos planes en su cabeza y una visión de lo que debería ser una tripulación pirata. O palabras textuales del pelilargo: Saber jugar en el ajedrez de la vida.

- Clark, avísale al capitán Moja que solicito una audiencia con él, es algo importante.

Clark se notó un poco preocupado ante la petición del pequeño. Ya muchos miembros habían abandonado la tripulación, pero aún quedaba un buen número para mantener todo a flote. Igualmente en los últimos meses en el Erebus todo se había mantenido bajo control, Alpha se había encargado de ello. Una vez Clark le aviso a pequeño que podía pasar, este se dispuso entrar a la taberna totalmente tranquilo.

- ¿Cómo estas, Moja? – Saludaba el pequeño, caminando en su dirección acercándose lentamente - ¿Quién lo diría? Nassor sorprendió a todos con ese cambio tan radical.

Honestamente el pequeño no había tenido ningún problema con el cambio de opinión del antiguo capitán, después de todo cada quien maneja su vida de la mejor manera que le plazca. Aunque antes de irse, dejo muy en claro que no le gustaría luchar en contra de nosotros. Claramente refiriéndose al asunto de ir en contra de las normas de la tripulación. Alpha sonreía al recordar aquello.

- Nassor nunca cambiara. – Mensino el chiquillo, tomando haciendo sobre la mesa que se encontraba el Mink, cruzado de piernas. – Digamos que, a pesar de haber sido poco tiempo, se que él quiere salvar a mucha gente, y eso no pega con un pirata.

Y valla que tenía con que hacerlo. El Shikanari rojo es sin lugar duda uno de los hombres más fuertes con los que se ha topado Alpha. Y muy en el fondo, el pequeño moría de ganas por luchar con este.  

-Veamos, te diré lo primero Moja. Es momento de buscar otro enfoque, uno más práctico para para seres como nosotros. Porque si aún no lo sabias, de humano tengo muy poco. – El joven espero a ver la reacción del Mink para luego continuar. – Yo te propongo lo siguiente Moja: crear la alianza pirata más poderosa. ¿Te interesa?

-Buenas señor Freites guau- le conteste al saludo condescendiente del pelilargo. No sabia muy bien que era lo que tenia en mente aquel tipo que tenia delante, pero estaba claro que sus ideas no solían ser para nada malas. Hice un gesto para que me acompañara en la mesa esperando que así pudiéramos hablar tranquilamente.

-Así era nuestro capitán y es algo que no podremos cambiar, realmente me dio pena verlo marchar hacia su nuevo camino guau. Pero estaba claro que yo no estoy echo para ser un revolucionario, soy un alma libre que no le gusta atarse a una causa tan grande guau. Me gusta empezar las cosas desde abajo poco a poco guau. Pero no has venido a hablar de nuestro excapitan, cuéntame que tienes en mente guau.- comenté acerca de nuestro excapitan y pregunté directamente sobre sus intenciones. La verdad es que me había dejado todo un marrón con la tripulación, pero eso nunca lo diría en publico, ya que quería mantener mi fachada de hombre serio.

-¿Una alianza? No me parece mala idea, pero se un poco mas concreto con lo que tienes pensado guau. Una alianza no es algo fácil de hacer, me tienes que decir con quien y para que propósito tienes pensado hacerlo guau.- le contesté a mi ardiente amigo. Tras mis palabras di un buen sorbo a mi vaso, no estaba acostumbrado a hablar tanto y con esas pocas palabras mi gaznate se había secado casi por completo.

-¿Pues que propongo? Pues la cuestión seria seguir siendo nakamas, pero buscar otro enfoque en nuestra tripulación, o mejor dicho tu tripulación. – El joven rey de la forja se mostraba tranquilo y despreocupado mientras proseguía con la conversación. Pidió al cantinero una botella de sake mientras, miraba al mink con tranquilidad.

-Suponiendo que ocurra lo que quiero que ocurra, deberíamos ser dos tripulaciones hermanas. Porque mientras tú has estado un poco ocupado en lo tuyo, yo he estado currando buscando más miembros para mi familia. Yo, he fundado a los Big Brother Kaizokudan, y me toca cumplir con las responsabilidades con mis hermanos. Pero tampoco pienso darte la espalda, puesto que ahora se vienen muchas cosas. La revolución será una fantástica alianza gracias a nuestro contacto con Nassor, tú tienes contactos en el bajo mundo. Podremos parecer que estamos en nuestro peor momento, pero en mi opinión, estamos en un punto intermedio.

El cantinero pronto traería el sake al herrero, comenzándolo a beber y disgustando el sabor de este, estaba delicioso. – Las buenas cosas no llegan solas moja, debemos movernos y hacer lo que creamos conveniente para mantener todo adelante. Aunque, también me gustaría escuchar sugerencias de tu parte.