[Misión Legendaria - Nuevo mundo] El aquelarre de las flotas

El marine se encontraba en la zona médica de su galeón, cerca de sus compañeros que aún se encontraban inconscientes y estaban escayolados por completo, Galhard les miraba preocupado pero se sentía aliviado de que siguiesen con vida.

Galhard, aunque malherido atendió a la llamada que su compañera le acercó. El vicealmirante pensó que se trataría de la típica llamada protocolaria preguntando si se habían cumplido los objetivos de la misión.

—Aquí... El vicealmirante... Galhard, la misión ha sido todo un éxito gracias a la intervención de la Señorita Blake, se encargó del último combatiente y limpió los barcos de enemigos, facilitando la... extracción de ellos para que la marina se haga cargo... Nuestra flota volverá ahora al cuartel general con varios barcos capturados de los enemigos, los suficientes para cubrir de sobras la petición secundaria de la misión...— Comentó con una voz apagada el marine mientras la voz al otro lado del mushi le dijo que si bien, se alegraba de su éxito debía darle la noticia que el almirante Kurookami había fracasado en su misión en Wano y que su estado por ahora era desconocido, su flota había sufrido bajas enormes en manos de la tripulación de los Sinners y probablemente habían tomado al almirante como rehén.

Aquella noticia le dolió más al marine que las heridas que había recibido en aquella misión, los marines que se encontraban en la enfermería trataron de atarle pues intentó levantarse mientras gritó con furia.

—Déjenme ir, maldita sea...¡Tenemos que ir a salvar a Douglas!— Gritó con sus últimas fuerzas el vicealmirante, antes de ser sedado por un médico que miró resignado a Ash.

—Ya sabe como de cabezota es este marine... Gracias por haberle salvado, es un buen chico pero aún es demasiado impulsivo, deberemos mantenerlo vigilado, es capaz de intentar ir él solo a tratar de salvar a Kurookami, parece que tienen una buena relación... Rollo padre e hijo. Negociaré a ver si podemos aumentar la recompensa monetaria que le otorgen.— Comentó el doctor mientras desechaba la aguja que había usado para sedar al marine.