Página 1 de 2. • 1, 2
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Astelia. 12:45 pm. Calles de la Capital.
No era fanática de aquel diseño tan extraño, pero el clima templado y la aparente falta de trabajo le hicieron quedarse un poco más en la capital de la isla. Después de todo, poco se podía hacer cuando te asignaban a un lugar más que esperar el próximo barco y tratar de encontrar algo en lo que ayudar y ser de utilidad
Comenzó a hablar con las personas que pasaban a su alrededor, por si conocían algún trabajo de poca monta en los que ella pudiese ayudar. Prefería evitar cazar a un criminal o buscar problemas, pero si le pedían encontrar un objeto perdido o ayudar a alguien en apuros estaba segura de poder lograrlo.
Pasaron minutos en los que la joven mink no encontró nada, ni gente a la que ayudar y tampoco objetos perdidos. Ni siquiera un animal para bajar de algún edificio o rescatar de alguna tubería de la ciudad. La mayor parte de trabajos eran demasiado para una simple recluta salida de la academia, suspiró estirándose como un gato en uno de los asientos de la ciudad. Mientras se sacudía para evitar echarse una siesta en pleno servicio.
Lamió sus garras mientras observaba a la gente pasar, hacer sus rutinas, básicamente ignorando su alrededor y a ella para centrarse en sus vidas. Tal vez no le necesitaban y sus superiores simplemente la mandaron allí para tener una presencia simbólica en el lugar.
Se limitó a andar por las calles, emprendiendo su camino a una sona menos bulliciosa donde quizás encontrase algo que hacer para no sentir que estaba perdiendo su tiempo. Así tras largos minutos de caminata, dónde solo consiguió que un niño la confundiera con un gato y una anciana le regalase un caramelo por pensar lo mismo, llegó a las puertas de lo que parecía ser una gran taberna.
—Supongo que preguntaré al tabernero si tiene algún trabajo que no sea muy complicado...—
Masculló algo enfadada mientras abría la puerta y adoptaba una pose heroíca como las que había visto hacer a los superiores. Alzó la voz mientras señalaba al frente con su dedo, para parecer más imponente y poderosa.
—¡Hey! ¿Saben de algún trabajo para alguien como yo? Un gato en apuros, un niño perdido, un objeto robado. ¡Yo lo soluciono! No sean tímidos, Berry, ¡Es el nombre de su solución!—
Cerró sus ojos, esperando aplausos, pero lo que más escuchó fueron risas y algún que otro comentario. Suspiró resignada, al parecer no era lo mismo sin esa chaqueta o capa que se ponían, debería conseguir alguna pronto o solo conseguiría que nadie le tomase en serio.
Se adentró a la taberna y se colocó en un rincon para relamerse las garras, al menos podría tomar un descanso y tal vez ayudar con la limpieza del lugar.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No lo sabía y casi ni me interesaba el como había llegado a una isla del North Blue, posiblemente siguiendo a Hayato cuando se había perdido, por suerte para mi el viaje me resultó “gratis”, el gremio tenía que ir hasta Hallstat por provisiones y ver si había carteles o misiones que poder ofrecer a los miembros. Por lo que tenía entendido había habido hacía mucho tiempo, incluso antes de que yo naciese una gran guerra allí, y por experiencia, estaba seguro que las secuelas dejaban criminales.
Para cuando llegamos a la isla el gremio me pidió que entregase alguien con recompensa de por allí y el viaje quedaría saldado. No me esperaba otra cosa, pero de alguna forma era una forma de viajar sin problemas y además sacar algo de dinero para el próximo. Cuando atracamos, me dirigí directamente a la ciudad principal de la isla, que solía ser donde más movimiento podría haber. Antes de bajar del barco, hablé con el responsable del armamento del barco y le pedí prestadas un par de katanas, sin embargo, me fueron denegadas.
Tras un largo viaje, llegué a la ciudad. Parecía calmada, de echo, me pareció lo normal para lo que era una ciudad, personas yendo y viniendo constantemente. Comencé a callejear para ver como era por allí la cosa. No parecía demasiado distinta, sin embargo, si noté que mucha gente parecía algo vigilante y se le notaba, a veces, preocupada por algo.
En mi idas y venidas viendo que no había ningún tipo de cartel o información por la calle decidí ir a lo que sería más seguro, una taberna, donde muchas veces ponían los carteles de recompensa. No tardé mucho en llegar a una por la que acaba de entrar alguien que antes de entrar se había cuadrado de forma un poco heroica. Para cuando alcancé la puerta pude escuchar algunas risas al respecto de lo ocurrido. Supuse que debía de ser alguien que hacía números cómicos o similar.
Se cerró la puerta justo cuando llegaba. La abrí de golpe, más fuerte de lo que me hubiese gustado, y dio un pequeño golpe contra la pared. Fingiendo que era lo que había querido di paso a entrar en la estancia, donde toda risa se sofocó casi al instante y la gran mayoría de personas bajaron sus vistas a la bebida que tenían en las manos. Como no, como siempre causando una impresión que de normal no me interesaba. Di una rápida ojeada y vi en una esquina oculta al mink que acababa de entrar y detrás de él el tablón con recompensas.
Para cuando llegamos a la isla el gremio me pidió que entregase alguien con recompensa de por allí y el viaje quedaría saldado. No me esperaba otra cosa, pero de alguna forma era una forma de viajar sin problemas y además sacar algo de dinero para el próximo. Cuando atracamos, me dirigí directamente a la ciudad principal de la isla, que solía ser donde más movimiento podría haber. Antes de bajar del barco, hablé con el responsable del armamento del barco y le pedí prestadas un par de katanas, sin embargo, me fueron denegadas.
Tras un largo viaje, llegué a la ciudad. Parecía calmada, de echo, me pareció lo normal para lo que era una ciudad, personas yendo y viniendo constantemente. Comencé a callejear para ver como era por allí la cosa. No parecía demasiado distinta, sin embargo, si noté que mucha gente parecía algo vigilante y se le notaba, a veces, preocupada por algo.
En mi idas y venidas viendo que no había ningún tipo de cartel o información por la calle decidí ir a lo que sería más seguro, una taberna, donde muchas veces ponían los carteles de recompensa. No tardé mucho en llegar a una por la que acaba de entrar alguien que antes de entrar se había cuadrado de forma un poco heroica. Para cuando alcancé la puerta pude escuchar algunas risas al respecto de lo ocurrido. Supuse que debía de ser alguien que hacía números cómicos o similar.
Se cerró la puerta justo cuando llegaba. La abrí de golpe, más fuerte de lo que me hubiese gustado, y dio un pequeño golpe contra la pared. Fingiendo que era lo que había querido di paso a entrar en la estancia, donde toda risa se sofocó casi al instante y la gran mayoría de personas bajaron sus vistas a la bebida que tenían en las manos. Como no, como siempre causando una impresión que de normal no me interesaba. Di una rápida ojeada y vi en una esquina oculta al mink que acababa de entrar y detrás de él el tablón con recompensas.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Su mirada se cruzó con la de aquel sujeto que entró por la puerta, su pelaje se erizó un momento al notar que le miraba, tenía un aspecto que gritaba a voces peligro. Pero Berry se limitó a esperar, pese a sus instintos de gruñirle o salir corriendo, estaba ahí para defender a otros y ¿Qué clase de Marine huye ante un extraño que no le hizo nada?
Podía actuar como siempre, devolver una mirada desafiante y apartar la cara, siendo tan arisca como un perro o un gato. O podía intentar sacar su lado sociable por un día y coquetear para romper el hielo. Tal vez, la segunda idea le permitía enterarse de algo, podía ser un sujeto en problemas y ser su oportunidad para hacer algo heroíco aquel día.
Sopló con fuerza, domando sus emociones como siempre hacía y se puso de pie, caminando hacia el extraño. No demostraría miedo, más bien, deseaba estar a la altura de las circunstancias. Se detuvo a una distancia prudente, para estirarse y colocar sus brazos por detras del cuello.
—¿Ves algo que te guste?—
Supuso que su belleza le había hipnotizado, era bonita, con un pelaje exótico y un cuerpo forjado a base de la dura disciplina de la tribu y la marine. Seguramente quería pedirle algo, por algo le había visto y no le quitaba los ojos de encima al lugar dónde estaba.
Giró su cabeza un poco y notó las recompensas, una gota de sudor corrió por su frente mientras dejaba escapar un bufido. Comprendió que el sujeto estaba mirando los carteles, dos fracasos consecutivos, pero ahora tenía un hilo conductor por donde empezar.
—¿Buscas trabajo también? ¿Eres una especie de cazarecompenzas? Me llamo Berry y me dicen...ehm... Berry. Soy algo nueva pero si me permites ayudarte podríamos hacer alguno de esos trabajos. ¿Qué me dices? Si lo hacemos bien, puede que te deje invitarme a cenar.—
Guiñó su ojo mientras sonreía, no era la más sociable del mundo pero el sujeto parecía rudo y fuerte, si lograba hacerle aceptar podría ganarse alguna medalla. Después de todo, entre quedarse sentada y tener una nueva experiencia, Berry se decantaba por esta última.
Podía actuar como siempre, devolver una mirada desafiante y apartar la cara, siendo tan arisca como un perro o un gato. O podía intentar sacar su lado sociable por un día y coquetear para romper el hielo. Tal vez, la segunda idea le permitía enterarse de algo, podía ser un sujeto en problemas y ser su oportunidad para hacer algo heroíco aquel día.
Sopló con fuerza, domando sus emociones como siempre hacía y se puso de pie, caminando hacia el extraño. No demostraría miedo, más bien, deseaba estar a la altura de las circunstancias. Se detuvo a una distancia prudente, para estirarse y colocar sus brazos por detras del cuello.
—¿Ves algo que te guste?—
Supuso que su belleza le había hipnotizado, era bonita, con un pelaje exótico y un cuerpo forjado a base de la dura disciplina de la tribu y la marine. Seguramente quería pedirle algo, por algo le había visto y no le quitaba los ojos de encima al lugar dónde estaba.
Giró su cabeza un poco y notó las recompensas, una gota de sudor corrió por su frente mientras dejaba escapar un bufido. Comprendió que el sujeto estaba mirando los carteles, dos fracasos consecutivos, pero ahora tenía un hilo conductor por donde empezar.
—¿Buscas trabajo también? ¿Eres una especie de cazarecompenzas? Me llamo Berry y me dicen...ehm... Berry. Soy algo nueva pero si me permites ayudarte podríamos hacer alguno de esos trabajos. ¿Qué me dices? Si lo hacemos bien, puede que te deje invitarme a cenar.—
Guiñó su ojo mientras sonreía, no era la más sociable del mundo pero el sujeto parecía rudo y fuerte, si lograba hacerle aceptar podría ganarse alguna medalla. Después de todo, entre quedarse sentada y tener una nueva experiencia, Berry se decantaba por esta última.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El mink me miró, noté como su aura denotaba que era alguien imponente. Sin achantarme comencé a avanzar hacia los carteles y el mink se levantó, en ese momento dos cosas pasaron por mi mente, parecía que iba a haber un malentendido que iba a acabar en pelea como solía pasarme y que lo que yo creía que era un mink varón, resultó ser una hembra.
La mink se plantó frente a mí y poniendo una pose sensual se me insinuó buscando algún tipo de relación. Al verla pude ver que sin duda tenía un buen cuerpo y que debía de ser bastante atractiva dentro de los miembros de su raza, sin embargo, para mí, pese a tener un cuerpo humano, no tenía más atractivo que un gato de mascota.
-No estoy interesado en nada contigo pequeña gata – le dije aun viendo que era casi tan alta como yo a la vez que le apartaba de forma un tanto brusca, o por lo menos nada delicada.
Fui hasta los carteles y comencé a mirarlos. La chica se acercó y se presentó como Berry. Me preguntó por si podía ayudarme con lo que estaba haciendo. La chica era insistente sin duda. Busqué un cartel que no fuese de mucha recompensa y fui hasta la barra para preguntar al tabernero.
-¿Dónde puedo encontrarle y cuales son los delitos por los que tiene esta recompensa?
El tabernero me informó, aunque un poco a regañadientes que era un bandido de la montaña con algunos hombres. Por lo que sabía había realizado algunos hurtos y desacatos a la autoridad, pero que era listo para haberse conseguido escapar de la guardia del lugar, me dijo que se rumoreaba que no estaba demasiado lejos de la ciudad por algún monte.
Como la mink seguía pegada a mí esperando una respuesta, me giré y le miré directamente a los ojos para responderle.
-¿Tan desesperada estás por un plato de comida? Bien, si me ayudas a rastrear a este tipo puede que te de algo de comida antes que caigas muerta por cualquier esquina.
La mink se plantó frente a mí y poniendo una pose sensual se me insinuó buscando algún tipo de relación. Al verla pude ver que sin duda tenía un buen cuerpo y que debía de ser bastante atractiva dentro de los miembros de su raza, sin embargo, para mí, pese a tener un cuerpo humano, no tenía más atractivo que un gato de mascota.
-No estoy interesado en nada contigo pequeña gata – le dije aun viendo que era casi tan alta como yo a la vez que le apartaba de forma un tanto brusca, o por lo menos nada delicada.
Fui hasta los carteles y comencé a mirarlos. La chica se acercó y se presentó como Berry. Me preguntó por si podía ayudarme con lo que estaba haciendo. La chica era insistente sin duda. Busqué un cartel que no fuese de mucha recompensa y fui hasta la barra para preguntar al tabernero.
-¿Dónde puedo encontrarle y cuales son los delitos por los que tiene esta recompensa?
El tabernero me informó, aunque un poco a regañadientes que era un bandido de la montaña con algunos hombres. Por lo que sabía había realizado algunos hurtos y desacatos a la autoridad, pero que era listo para haberse conseguido escapar de la guardia del lugar, me dijo que se rumoreaba que no estaba demasiado lejos de la ciudad por algún monte.
Como la mink seguía pegada a mí esperando una respuesta, me giré y le miré directamente a los ojos para responderle.
-¿Tan desesperada estás por un plato de comida? Bien, si me ayudas a rastrear a este tipo puede que te de algo de comida antes que caigas muerta por cualquier esquina.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No mostró desilución ante la idea de no tener oportunidades, aunque si hizo una mueca de molestia al escuchar la palabra "gata", sus orejas se pusieron como antenas apuntando al techo y poco le afectó el ser empujada.
—Para tu información soy una Zorra, mira bien esta cola, esponjosa, suave, felpuda... ¿Acaso un gato tiene una así de grande?—
No esperó respuesta y se puso a perseguir su propia cola en círculos hasta alcanzarla y morderla, siguiendo enredada en una vuelta sin fin que la hizo caer al suelo cómicamente. Sin embargo, al escuchar sobre el bandido y las palabras del sujeto se levantó de inmediato y se sacudió el polvo del uniforme.
—Bien, hora de dejarnos de juegos. Si es un bandido de las montañas debe estar en un terreno que le sea sencillo escalar, por lo cual eliminamos varias montañas escarpadas y altas. Ahora bien, teniendo en cuenta que puede estar regresando a esta base puede que lo haga en solitario para no llamar la atención...—
Tomó una pluma y trazó unos puntos en la parte posterior del cartel, luego hizo dos líneas rodeando al punto más lejano. Suspiró, con una mirada seria y concentrada, que denotaba una actitud mucho más madura que la usual.
—Propongo adelantarnos y rodearle, sus hombres deben esperar una señal para descender, por lo que un ataque frontal nos dejaría expuestos. Si conseguimos ocultarnos en los matorrales y tomarlo por sorpresa sus hombres no tendrán tiempo de llegar. Claro que si tienes una idea mejor, lo haremos a tu modo.—
La mink se cruzó de brazos y esperó, ignorando la forma despectiva del hombre, eran un equipo y deberían cooperar sus sentidos animales podían servir para rastrear al bandido. La pregunta era si seguirían ese plan o de lo contrario el sujeto mucho más experimentado idearía otra estrategia.
—Para tu información soy una Zorra, mira bien esta cola, esponjosa, suave, felpuda... ¿Acaso un gato tiene una así de grande?—
No esperó respuesta y se puso a perseguir su propia cola en círculos hasta alcanzarla y morderla, siguiendo enredada en una vuelta sin fin que la hizo caer al suelo cómicamente. Sin embargo, al escuchar sobre el bandido y las palabras del sujeto se levantó de inmediato y se sacudió el polvo del uniforme.
—Bien, hora de dejarnos de juegos. Si es un bandido de las montañas debe estar en un terreno que le sea sencillo escalar, por lo cual eliminamos varias montañas escarpadas y altas. Ahora bien, teniendo en cuenta que puede estar regresando a esta base puede que lo haga en solitario para no llamar la atención...—
Tomó una pluma y trazó unos puntos en la parte posterior del cartel, luego hizo dos líneas rodeando al punto más lejano. Suspiró, con una mirada seria y concentrada, que denotaba una actitud mucho más madura que la usual.
—Propongo adelantarnos y rodearle, sus hombres deben esperar una señal para descender, por lo que un ataque frontal nos dejaría expuestos. Si conseguimos ocultarnos en los matorrales y tomarlo por sorpresa sus hombres no tendrán tiempo de llegar. Claro que si tienes una idea mejor, lo haremos a tu modo.—
La mink se cruzó de brazos y esperó, ignorando la forma despectiva del hombre, eran un equipo y deberían cooperar sus sentidos animales podían servir para rastrear al bandido. La pregunta era si seguirían ese plan o de lo contrario el sujeto mucho más experimentado idearía otra estrategia.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica pareció ofenderse tras llamarla gata y se quedó persiguiéndose la cola para mostrármela como prueba irrefutable de que decía la verdad. De pronto se puso seria y tras levantar del suelo, al que había caído mientras jugaba, comenzó a planificar cosas de como actuar ante el bandido.
-Un plan interesante, pero primero debemos saber si realmente está ahí su base. Y para ello debemos averiguar quienes son su hombres, los lugares donde la ha liado y el rumbo que ponen – le dije mientras le quitaba el cartel que se había puesto a garabatear por su parte posterior –. No por capturarle te va a decir donde está su botín.
La chica se cruzó de brazos ignorándome, quizás por el trato que había tenido con ella hacía un momento. En ese momento reconocí que llevaba puesto el uniforme de un marine. Ahora entendía un poco mejor el entusiasmo que había puesto para hacer el plan.
-Llename esto del sake más fuerte que tenga – le dije al tabernero dejándole unas monedas en la barra que pagaban con creces la bebida y una calabaza de tamaño medio que solía llevar –. Quédese la vuelta. Bien, zorrita, nos vamos.
Me cargué al hombro la calabaza y me dirigí a la salida esperando que la mink me siguiese. La intuición de la chica no estaba mal, pero había que confirmar la información que nos habían dado.
-Mira. Si se tratase de animales, no te diría nada e iríamos directamente, son más predecibles. Sin embargo, cuando quieres cazar a una persona has de tener toda la información lo más precisa posible. Te ayuda a no tener sorpresas – le razoné mientras ponía rumbo a uno de los lugares en los que podía haber echo fechorías el bandido –. Es cierto que no siempre es posible tener la información, pero en este caso es posible. Además, imaginate que fuésemos donde has puesto su base, ¿y si no está ahí? ¿y si tiene trampas? ¿o es un señuelo? – me paré y me giré hacia ella –. Antes de actuar, para cualquier cosa, úsala – le dije mientras le daba unos golpecitos en la frente.
-Un plan interesante, pero primero debemos saber si realmente está ahí su base. Y para ello debemos averiguar quienes son su hombres, los lugares donde la ha liado y el rumbo que ponen – le dije mientras le quitaba el cartel que se había puesto a garabatear por su parte posterior –. No por capturarle te va a decir donde está su botín.
La chica se cruzó de brazos ignorándome, quizás por el trato que había tenido con ella hacía un momento. En ese momento reconocí que llevaba puesto el uniforme de un marine. Ahora entendía un poco mejor el entusiasmo que había puesto para hacer el plan.
-Llename esto del sake más fuerte que tenga – le dije al tabernero dejándole unas monedas en la barra que pagaban con creces la bebida y una calabaza de tamaño medio que solía llevar –. Quédese la vuelta. Bien, zorrita, nos vamos.
Me cargué al hombro la calabaza y me dirigí a la salida esperando que la mink me siguiese. La intuición de la chica no estaba mal, pero había que confirmar la información que nos habían dado.
-Mira. Si se tratase de animales, no te diría nada e iríamos directamente, son más predecibles. Sin embargo, cuando quieres cazar a una persona has de tener toda la información lo más precisa posible. Te ayuda a no tener sorpresas – le razoné mientras ponía rumbo a uno de los lugares en los que podía haber echo fechorías el bandido –. Es cierto que no siempre es posible tener la información, pero en este caso es posible. Además, imaginate que fuésemos donde has puesto su base, ¿y si no está ahí? ¿y si tiene trampas? ¿o es un señuelo? – me paré y me giré hacia ella –. Antes de actuar, para cualquier cosa, úsala – le dije mientras le daba unos golpecitos en la frente.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Berry escuchó lo que el hombre comentaba, no había pensado en un botín ni mucho menos en que hubiese información falsa u oculta. Quizás pecó un poco de inocente, pero no le importó, yaa que su compañero al parecer contaba con la experiencia para hacerle notar los errores.
—Oh, no pensé en su botín, en verdad no me interesaba mucho. Pero ahora que lo dices, es verdad que regresar las cosas es una buena acción. O quedartelo, después de todo sigue sin interesarme.—
Levantó los brazos ladeando la cabeza de lado a lado, en clara referencia a que aquello le daba igual. Su tarea era capturar al hombre, sin necesidad de buscar un botín o incluso pelear más de la cuenta.
—Bueno zorrita está mejor, vamos aprendiendo.—
Respondió mientras salía despreocupadamente detrás del sujeto, escuchando lo que este tenía para decir sobre los peligros y riesgos de tomar una idea apresurada. Si bien el golpecito en la caneza no le molestó, infló sus cachetes de forma graciosa como si en cualquier momento fuese a gritar.
—Nunca dije de hacerlo a mi modo, solo propuse un plan porque no teníamos ninguno. Además los hombres son animales, lo único que los diferencia de uno salvaje es su cultura y su intelecto. Sin embargo, me parece bien que recolectemos toda la información posible...—
Berry comenzó a mirar a su alrededor en busca de algo inusual, aunque luego volvió al rostro de su compañero.
—Aunque no confiemos demasiado, si fuese una bandida con recompensa sobre mi cabeza hubiera pagado a gente para que de información falsa e incluso informantes. ¿Revisaste que eso que te sirvieron no fuera veneno? Para ser alguien tan desconfiado con mis planes, te es sencillo confiar en alguien que no quería hablarte sobre el objetivo...—
Señaló la calabaza para luego golpear con su dedo su propia cabeza y guiñar un ojo, dando a entender que aunque no pareciese estaba usando su cabeza. Acto seguido lamió su pelaje, aguardando por las indicaciones de su compañero, estaba poniendo en práctica un concepto simple cuando se trataba de perseguir a otro, pensar como ellos.
—Oh, no pensé en su botín, en verdad no me interesaba mucho. Pero ahora que lo dices, es verdad que regresar las cosas es una buena acción. O quedartelo, después de todo sigue sin interesarme.—
Levantó los brazos ladeando la cabeza de lado a lado, en clara referencia a que aquello le daba igual. Su tarea era capturar al hombre, sin necesidad de buscar un botín o incluso pelear más de la cuenta.
—Bueno zorrita está mejor, vamos aprendiendo.—
Respondió mientras salía despreocupadamente detrás del sujeto, escuchando lo que este tenía para decir sobre los peligros y riesgos de tomar una idea apresurada. Si bien el golpecito en la caneza no le molestó, infló sus cachetes de forma graciosa como si en cualquier momento fuese a gritar.
—Nunca dije de hacerlo a mi modo, solo propuse un plan porque no teníamos ninguno. Además los hombres son animales, lo único que los diferencia de uno salvaje es su cultura y su intelecto. Sin embargo, me parece bien que recolectemos toda la información posible...—
Berry comenzó a mirar a su alrededor en busca de algo inusual, aunque luego volvió al rostro de su compañero.
—Aunque no confiemos demasiado, si fuese una bandida con recompensa sobre mi cabeza hubiera pagado a gente para que de información falsa e incluso informantes. ¿Revisaste que eso que te sirvieron no fuera veneno? Para ser alguien tan desconfiado con mis planes, te es sencillo confiar en alguien que no quería hablarte sobre el objetivo...—
Señaló la calabaza para luego golpear con su dedo su propia cabeza y guiñar un ojo, dando a entender que aunque no pareciese estaba usando su cabeza. Acto seguido lamió su pelaje, aguardando por las indicaciones de su compañero, estaba poniendo en práctica un concepto simple cuando se trataba de perseguir a otro, pensar como ellos.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica mink escuchó lo que tenía que decir, me dijo que ella no había pensado en que se pudiesen recuperar los botines del bandido, quizás por inexperiencia, quizás por que pensase que el bandido se hubiese deshecho de todo. Pero solían ser codiciosos y materialistas, por lo que solían quedarse con lo robado como si fuesen trofeos.
-No me interesan los botines, hago esto por otras razones. Quedatelos y devuélvelos si no los quieres – le respondí antes de que comenzase a refunfuñar por los golpecitos refiriendo que los humanos eramos animales pero con inteligencia –. Sí, es cierto, somos animales, y con eso me das más la razón, no hay nada peor para cazar que una presa inteligente.
Estábamos llegando a la zona donde me había dicho el tabernero que había habido más movimiento del bandido aquel. No era una zona que se caracterizase por su opulencia, sino más bien por lo contrario. Era un barrio de la ciudad tirando a pobre. Si había casas y negocios que parecían estar por encima del estatus medio. Entonces la marine hizo un comentario sagaz refiriéndose a mi compra en la taberna.
-Puede que tengas razón, considero que aquella taberna está lo suficientemente lejos de esta zona como para intuir que no ha ido hasta allí. Pero si tanto te preocupa la honradez del tabernero lo comprobaremos. Vamos a esa tienda, parece interesante y podemos preguntar por el bandido.
Le señalé un local que parecía bastante nuevo y humilde. A pesar de eso, pude notar a simple vista que por dentro tenía bastante desorden y desperfectos, como si algo hubiese pasado. Cuando nos acercamos lo que vi es como si un tornado hubiese sacudido solo por dentro el local. Entré en la sala abriendo la puerta con cuidado por si esta estaba suelta y la tenían colocada para aparentar.
-Buenas. Veníamos ha hacer unas preguntas si no les importa.
-Estamos cerrados, largo de aquí o llamo a la guardia.
-Estamos buscando a este tipo y a sus compañeros – dije en un tono autoritario ignorando lo que acababa de decir el dueño.
-No me interesan los botines, hago esto por otras razones. Quedatelos y devuélvelos si no los quieres – le respondí antes de que comenzase a refunfuñar por los golpecitos refiriendo que los humanos eramos animales pero con inteligencia –. Sí, es cierto, somos animales, y con eso me das más la razón, no hay nada peor para cazar que una presa inteligente.
Estábamos llegando a la zona donde me había dicho el tabernero que había habido más movimiento del bandido aquel. No era una zona que se caracterizase por su opulencia, sino más bien por lo contrario. Era un barrio de la ciudad tirando a pobre. Si había casas y negocios que parecían estar por encima del estatus medio. Entonces la marine hizo un comentario sagaz refiriéndose a mi compra en la taberna.
-Puede que tengas razón, considero que aquella taberna está lo suficientemente lejos de esta zona como para intuir que no ha ido hasta allí. Pero si tanto te preocupa la honradez del tabernero lo comprobaremos. Vamos a esa tienda, parece interesante y podemos preguntar por el bandido.
Le señalé un local que parecía bastante nuevo y humilde. A pesar de eso, pude notar a simple vista que por dentro tenía bastante desorden y desperfectos, como si algo hubiese pasado. Cuando nos acercamos lo que vi es como si un tornado hubiese sacudido solo por dentro el local. Entré en la sala abriendo la puerta con cuidado por si esta estaba suelta y la tenían colocada para aparentar.
-Buenas. Veníamos ha hacer unas preguntas si no les importa.
-Estamos cerrados, largo de aquí o llamo a la guardia.
-Estamos buscando a este tipo y a sus compañeros – dije en un tono autoritario ignorando lo que acababa de decir el dueño.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
—Supongo que regresarlos me daría alguna medalla, por lo que aunque sea algo tedioso deberé tomar esa opción si es que encontramos ese panorama.—
Expresó con un dedo en su mentón mientras avanzaban, la idea de ganar más de una medalla en un día era algo que le hacía ilusión aunque tampoco le encantaba la idea de pasar todo el día cargando y llevando cosas desde una montaña o una colina a los pueblos aledaños. Observó el panorama, era extraño que un bandido atacase pueblos pobres, aunque la seguridad en ellos tenía mala fama el botín que se aseguraba de los mismos era una minucia. Buscó con sus ojos entre las tiendas, algunas se salían del ordinario, pero tampoco eran lo suficientemente atractivas para un atraco.
—Es curioso, si lo vemos por el lado de la seguridad, es un lugar perfecto para los bandidos. Pero por el lado del botín, no lo sé, creo que si un bandido solo atacase este lugar moriría de hambre en pocos días. Puede que sea para distraer y esté planeando avanzar a dar un gran golpe.—
Expresó mientras entraba a la tienda indicada, recibiendo las malas formas del dueño, al parecer estaba harto del lugar pero al mencionar a los guardias implicaba que no les tenía miedo, por lo cual era poco probable que fuese algún bandido o alguien a quien los ladrones le hicieran gracia. Berry, se decidió por adoptar una postura firme, que junto a los dichos de su compañero sirviesen de apoyo y evitasen que todo se saliera de control.
—Mire, en primer lugar ¿Dónde están sus modales? Se dice buen día, y en segundo lugar, no necesitamos a los guardias. Si colabora podemos hacer que sus problemas con este sitio sean un poco más llevaderos, como bien ha dicho mi compañero estamos buscando a este tipo. Si nos ayuda puede que recuperemos las cosas que le hayan robado y si cambia un poco su actitud puedo plantearme comprar algo.—
Berry se cruzó de brazos, mostrando una actitud mucho más seria y respetable de la que había estado mostrando, sus palabras cortaban el aire como filosos y precisos cuchillos. No solo criticaban el lugar, también ayudaban a construir una relación entre ella y el vendedor, quien al escuchar que eran potenciales clientes y no sucios criminales quizás aflojaría más su lengua. Estaba segura que con su compañero cerca, ambos parecían sujetos a quienes era mejor no hacer perder el tiempo, y tal vez eso ayudase a aflojarle la lengua a tan grosero vendedor de chucherías.
Expresó con un dedo en su mentón mientras avanzaban, la idea de ganar más de una medalla en un día era algo que le hacía ilusión aunque tampoco le encantaba la idea de pasar todo el día cargando y llevando cosas desde una montaña o una colina a los pueblos aledaños. Observó el panorama, era extraño que un bandido atacase pueblos pobres, aunque la seguridad en ellos tenía mala fama el botín que se aseguraba de los mismos era una minucia. Buscó con sus ojos entre las tiendas, algunas se salían del ordinario, pero tampoco eran lo suficientemente atractivas para un atraco.
—Es curioso, si lo vemos por el lado de la seguridad, es un lugar perfecto para los bandidos. Pero por el lado del botín, no lo sé, creo que si un bandido solo atacase este lugar moriría de hambre en pocos días. Puede que sea para distraer y esté planeando avanzar a dar un gran golpe.—
Expresó mientras entraba a la tienda indicada, recibiendo las malas formas del dueño, al parecer estaba harto del lugar pero al mencionar a los guardias implicaba que no les tenía miedo, por lo cual era poco probable que fuese algún bandido o alguien a quien los ladrones le hicieran gracia. Berry, se decidió por adoptar una postura firme, que junto a los dichos de su compañero sirviesen de apoyo y evitasen que todo se saliera de control.
—Mire, en primer lugar ¿Dónde están sus modales? Se dice buen día, y en segundo lugar, no necesitamos a los guardias. Si colabora podemos hacer que sus problemas con este sitio sean un poco más llevaderos, como bien ha dicho mi compañero estamos buscando a este tipo. Si nos ayuda puede que recuperemos las cosas que le hayan robado y si cambia un poco su actitud puedo plantearme comprar algo.—
Berry se cruzó de brazos, mostrando una actitud mucho más seria y respetable de la que había estado mostrando, sus palabras cortaban el aire como filosos y precisos cuchillos. No solo criticaban el lugar, también ayudaban a construir una relación entre ella y el vendedor, quien al escuchar que eran potenciales clientes y no sucios criminales quizás aflojaría más su lengua. Estaba segura que con su compañero cerca, ambos parecían sujetos a quienes era mejor no hacer perder el tiempo, y tal vez eso ayudase a aflojarle la lengua a tan grosero vendedor de chucherías.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La zorra entró en el local de forma seria y ligeramente intimidante siguiendo un poco mis formas, aunque sabía que ella no llegaría al punto al que podía llegar yo, básicamente por la diferencia de uniforme. El tipo nos miró y luego el cartel y pareció que nos diría algo, sin embargo, se volvió a lo suyo mientras soltó su respuesta.
-No tengo nada que decir a un muerto de hambre y un felpudo con patas, la marina no tiene poder en esta isla, la guardia se encargará – respondió un poco desafiante.
Dejé salir un pequeño suspiro y avancé hacia él apartando de forma brusca lo que había en el camino y cuando llegué hasta él lo sujeté por el cuello de la camisa y lo levanté con facilidad con un brazo. Acerqué nuestras cara hasta estar a unos centímetros.
-Mira, paciencia tengo poca y a no ser que quieras quedarte sin nada me vas a decir lo que sepas de este tío y si es él el que ha echo esto – el hombre sollozaba y agitaba un poco las piernas que colgaban. Los ojos los tenía cerrado con fuerza queriendo no saber nada de lo que estaba pasando –. ¿Qué decides?
-Está bien, está bien – comenzó con voz temblorosa cargada de miedo –. Ese es el que ha echo esto, lo hizo hará unas horas. Nos destrozó la tienda y se llevó un par de cajas de productos que se le antojaron y un pequeño cofre que no tiene nada de valor, un libro que ha ido pasando de generación en generación en mi familia.
-Bien, ¿y dónde suelen refugiarse esos bandidos? - pregunté más amablemente bajando al pobre hombre de nuevo al suelo.
-La gente los ve marcharse a las montañas al este, están a unas horas de camino, pero dicen que el camino lo tienen vigilado.
-Muy bien – solté al hombre que cayó al suelo del tembleque que tenía en las piernas – Nos vamos. Esto por las molestias – dije en general dejando un par de billetes de diez mil berries en una mesa medio rota.
Podía ser poco adecuado en muchas ocasiones, pero solía compensarlo siempre de alguna forma y dado que a ese tipo no lo volvería a ver lo que mejor le vendría era el dinero en ese momento.
-No tengo nada que decir a un muerto de hambre y un felpudo con patas, la marina no tiene poder en esta isla, la guardia se encargará – respondió un poco desafiante.
Dejé salir un pequeño suspiro y avancé hacia él apartando de forma brusca lo que había en el camino y cuando llegué hasta él lo sujeté por el cuello de la camisa y lo levanté con facilidad con un brazo. Acerqué nuestras cara hasta estar a unos centímetros.
-Mira, paciencia tengo poca y a no ser que quieras quedarte sin nada me vas a decir lo que sepas de este tío y si es él el que ha echo esto – el hombre sollozaba y agitaba un poco las piernas que colgaban. Los ojos los tenía cerrado con fuerza queriendo no saber nada de lo que estaba pasando –. ¿Qué decides?
-Está bien, está bien – comenzó con voz temblorosa cargada de miedo –. Ese es el que ha echo esto, lo hizo hará unas horas. Nos destrozó la tienda y se llevó un par de cajas de productos que se le antojaron y un pequeño cofre que no tiene nada de valor, un libro que ha ido pasando de generación en generación en mi familia.
-Bien, ¿y dónde suelen refugiarse esos bandidos? - pregunté más amablemente bajando al pobre hombre de nuevo al suelo.
-La gente los ve marcharse a las montañas al este, están a unas horas de camino, pero dicen que el camino lo tienen vigilado.
-Muy bien – solté al hombre que cayó al suelo del tembleque que tenía en las piernas – Nos vamos. Esto por las molestias – dije en general dejando un par de billetes de diez mil berries en una mesa medio rota.
Podía ser poco adecuado en muchas ocasiones, pero solía compensarlo siempre de alguna forma y dado que a ese tipo no lo volvería a ver lo que mejor le vendría era el dinero en ese momento.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Al parecer el hombre era bastante arisco, cosa que le recordaba a ella misma, cerró su puño y estuvo a punto de golpear a aquel tonto, para su fortuna su compañero se adelantó. Si bien era cierto que la marina no tenía autoridad, ella le hubiese mostrado la suya a base de puñetazos.
—Colaborar es sencillo...—
Suspiró mientras su compañero obtenía la información, ella hizo de mascota guardiana, observando los alrededores mientras lamía sus garras y escuchaba atentamente la información. No estaba muy errada, pero si había un camino vigilado el plan de rodearlos era casi inviable a esas alturas.
—Un camino vigilado, pero me da una idea. Si capturamos a uno de esos vigías podremos usarlo para evadir a los demás o robar sus ropas para camuflarnos. Aunque la mejor opción sigue siendo tomar una ruta alternativa, pese a que claramente es la intención de los bandidos. Pese a todo tenemos una ventaja, sabemos que mos estarán esperando, pero no saben por donde podemos aparecer. Ni cuando...—
Esgrimió una mueca mientras caminaba tras su compañero, no tenía mucho dinero y no había hecho nada en la tienda por lo que solo había hecho una pequeña reverencia al retirarse del lugar.
—Podemos emprender la marcha o esperar a que oscurezca y tomarlos por sorpresa. No creo que ataquen ahora mismo, por lo cual llevan un botin, van cargados, apurados y temiendo una emboscada. Podemos aprovechar su cansancio a nuestro favor para sorprenderles cuando no se lo esperen.—
Finalizó observando a su compañero. Ella se dedicaba a plantear varios escenarios, para que su compañero solo tuviese que decidir en base a su experiencia previa, Berry se aseguró de habblar en un tono que solo su compañero pudiese oír claramente evitando oyentes indeseables.
—Colaborar es sencillo...—
Suspiró mientras su compañero obtenía la información, ella hizo de mascota guardiana, observando los alrededores mientras lamía sus garras y escuchaba atentamente la información. No estaba muy errada, pero si había un camino vigilado el plan de rodearlos era casi inviable a esas alturas.
—Un camino vigilado, pero me da una idea. Si capturamos a uno de esos vigías podremos usarlo para evadir a los demás o robar sus ropas para camuflarnos. Aunque la mejor opción sigue siendo tomar una ruta alternativa, pese a que claramente es la intención de los bandidos. Pese a todo tenemos una ventaja, sabemos que mos estarán esperando, pero no saben por donde podemos aparecer. Ni cuando...—
Esgrimió una mueca mientras caminaba tras su compañero, no tenía mucho dinero y no había hecho nada en la tienda por lo que solo había hecho una pequeña reverencia al retirarse del lugar.
—Podemos emprender la marcha o esperar a que oscurezca y tomarlos por sorpresa. No creo que ataquen ahora mismo, por lo cual llevan un botin, van cargados, apurados y temiendo una emboscada. Podemos aprovechar su cansancio a nuestro favor para sorprenderles cuando no se lo esperen.—
Finalizó observando a su compañero. Ella se dedicaba a plantear varios escenarios, para que su compañero solo tuviese que decidir en base a su experiencia previa, Berry se aseguró de habblar en un tono que solo su compañero pudiese oír claramente evitando oyentes indeseables.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Cuando salimos, la mente de la chica pareció que comenzó a funcionar a marchas aceleradas para elaborar una forma de llegar a la base del bandido de la forma más segura posible. Quizás fuese porque conocía sus limitaciones, pero si era de la tribu mink y era como el resto de su tribu, la cual la conocía poco, pero lo poca que sabía era que eran grandes guerreros.
-No creo que tengamos la suerte de poder hacernos con sus uniformes, y aunque lo hiciésemos dudo que pasáramos inadvertidos – intenté razonar sabiendo que pare mi sería algo imposible –. Lo de la ruta es buena idea, pero ¿como cogemos una ruta alternativa a una ruta que no conocemos?
Comencé a caminar en dirección a la salida por la que debían de haberse ido los bandidos. No esperaba cogerles, menos aún si habían atracado el lugar hacía un buen rato como había dicho el dueño. Entonces se me ocurrió algo mientras la chica daba otra opción.
-Si no quieres enfrentarte a ellos, o esperas que sea algo vamos a conseguir sin problemas tengo que desilusionarte. El mundo es cruel e injusto. Si esperamos, cabe la posibilidad de que no los encontremos, tenemos que ir ahora, ¿qué tal aguantas el correr mucho tiempo? – le pregunté estirando un poco las piernas – Lo primero es alcanzarlos, luego nos infiltraremos como buenamente podamos, eso último dejámelo a mí.
Esperaba que como animal que era pudiese seguirme el ritmo, no había tiempo que perder, con eso en mente comencé a correr, a medida que fuese viendo que la chica podía alcanzarme aumentaría el ritmo hasta que llegase a mi límite. Y con eso esperaba poder alcanzar antes de lo esperado a los bandidos que seguro que no corrían.
-No creo que tengamos la suerte de poder hacernos con sus uniformes, y aunque lo hiciésemos dudo que pasáramos inadvertidos – intenté razonar sabiendo que pare mi sería algo imposible –. Lo de la ruta es buena idea, pero ¿como cogemos una ruta alternativa a una ruta que no conocemos?
Comencé a caminar en dirección a la salida por la que debían de haberse ido los bandidos. No esperaba cogerles, menos aún si habían atracado el lugar hacía un buen rato como había dicho el dueño. Entonces se me ocurrió algo mientras la chica daba otra opción.
-Si no quieres enfrentarte a ellos, o esperas que sea algo vamos a conseguir sin problemas tengo que desilusionarte. El mundo es cruel e injusto. Si esperamos, cabe la posibilidad de que no los encontremos, tenemos que ir ahora, ¿qué tal aguantas el correr mucho tiempo? – le pregunté estirando un poco las piernas – Lo primero es alcanzarlos, luego nos infiltraremos como buenamente podamos, eso último dejámelo a mí.
Esperaba que como animal que era pudiese seguirme el ritmo, no había tiempo que perder, con eso en mente comencé a correr, a medida que fuese viendo que la chica podía alcanzarme aumentaría el ritmo hasta que llegase a mi límite. Y con eso esperaba poder alcanzar antes de lo esperado a los bandidos que seguro que no corrían.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Los limitantes eran bastante evidentes, era una ruta vaga y no podían tomar un desvío que milagrosamente los condujera por el mismo lugar. Se limitó a reír cuando el hombre interpretaba o confundía su precaución con una especie de cobardía, afilando sus garras contra el suelo, mientras se estiraba.
—Solo esperaba no tener que matar a nadie, la sangre se pega demasiado en el pelaje y no se ve muy bien para una dama.—
Expresó con una confianza serena pero sin llegar a la arrogancia, hablaba con seriedad sobre matar y la pasión que los combates despertaban en su cuerpo. Desde pequeña peleaba o "jugaba" con otros de su tribu, pero no sabía contenerse, era demasiado "bruta" en sus maneras y por tal motivo pocas veces podía disfrutarlo.
—¿Correr?... bueno se me da bien y... ¡Oyee espera!—
Se lanzó a perseguir al sujeto como un cachorro persigue a su dueño en cuatro patas, su rostro mostraba cierto enfado por haberla dejado atrás y pese a seguirle el ritmo había cierta distancia entre ambos por el tiempo en el cual Berry se había limitado a hablar.
—¡Juro que te morderé una oreja por dejarme atrás!—
Vociferó mientras perseguía a su compañero, cuidando a la vez que nadie intentase flanquearlos por detrás o por los costados. Su posición también ayudaba a detectar trampas cerca del suelo, nunca se sabía cuando entrarían en territorio hostil y ella estaba decidida a ser de ayuda pese a que sus formas pareciesen solo ser un juego.
—Solo esperaba no tener que matar a nadie, la sangre se pega demasiado en el pelaje y no se ve muy bien para una dama.—
Expresó con una confianza serena pero sin llegar a la arrogancia, hablaba con seriedad sobre matar y la pasión que los combates despertaban en su cuerpo. Desde pequeña peleaba o "jugaba" con otros de su tribu, pero no sabía contenerse, era demasiado "bruta" en sus maneras y por tal motivo pocas veces podía disfrutarlo.
—¿Correr?... bueno se me da bien y... ¡Oyee espera!—
Se lanzó a perseguir al sujeto como un cachorro persigue a su dueño en cuatro patas, su rostro mostraba cierto enfado por haberla dejado atrás y pese a seguirle el ritmo había cierta distancia entre ambos por el tiempo en el cual Berry se había limitado a hablar.
—¡Juro que te morderé una oreja por dejarme atrás!—
Vociferó mientras perseguía a su compañero, cuidando a la vez que nadie intentase flanquearlos por detrás o por los costados. Su posición también ayudaba a detectar trampas cerca del suelo, nunca se sabía cuando entrarían en territorio hostil y ella estaba decidida a ser de ayuda pese a que sus formas pareciesen solo ser un juego.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Parecía que la marine corría menos de lo que me esperaba, al notarlo me detuve y esperé a que me alcanzase. Hice como si no le hubiese escuchado decirme que me mordería la oreja.
-Lo siento – sin pensarlo la cogí por la cintura con una mano y comencé a correr de nuevo a la velocidad que me daban las piernas mientras iba pendiente de grupos de pisadas.
De pronto estas desaparecieron de repente. Me detuve unos momentos y me puse a ojear los laterales del camino soltando a la chica.
-Parece que han tomado este camino especial – informé a la chica mirando a un lado del camino que tenía algunas pisadas bastante recientes –. De echo, deben estar bastante cerca. Ahora sería bueno intentar avanzar con más cuidado hasta encontrar la base.
No me iba a resultar complicado seguirles por las huellas, pero si la chica no quería entablar un combate había que ir con algo de precaución, por lo que sería mejor seguirles con su olfato. En caso de que se acabase iniciando un combate me encargaría de que no se viese involucrada, por lo que apoyé la mano sobre su hombro, momento en el que aproveché para marcarla.
-Tu olfato nos vendrá bastante bien por si tienen rastros falsos para despistar. A partir de aquí hasta la base mandas tú sobre como proceder, zorrita – Esta vez el apelativo lo dije en un tono más cariñoso que la primera vez que fue más un insulto.
Esperé a que me diese indicaciones y a avanzar por donde me fuese diciendo.. mientras dos clavos de la armadura los marqué. No era por nada que hubiese previsto, pero era una sana costumbre que había cogido que me había salvado de muchas cosas, y ahora que tenía acompañante pues debía de tener más cuidado- Aunque si hubiese sido Hayato, habría dado igual esta medida.
-Lo siento – sin pensarlo la cogí por la cintura con una mano y comencé a correr de nuevo a la velocidad que me daban las piernas mientras iba pendiente de grupos de pisadas.
De pronto estas desaparecieron de repente. Me detuve unos momentos y me puse a ojear los laterales del camino soltando a la chica.
-Parece que han tomado este camino especial – informé a la chica mirando a un lado del camino que tenía algunas pisadas bastante recientes –. De echo, deben estar bastante cerca. Ahora sería bueno intentar avanzar con más cuidado hasta encontrar la base.
No me iba a resultar complicado seguirles por las huellas, pero si la chica no quería entablar un combate había que ir con algo de precaución, por lo que sería mejor seguirles con su olfato. En caso de que se acabase iniciando un combate me encargaría de que no se viese involucrada, por lo que apoyé la mano sobre su hombro, momento en el que aproveché para marcarla.
-Tu olfato nos vendrá bastante bien por si tienen rastros falsos para despistar. A partir de aquí hasta la base mandas tú sobre como proceder, zorrita – Esta vez el apelativo lo dije en un tono más cariñoso que la primera vez que fue más un insulto.
Esperé a que me diese indicaciones y a avanzar por donde me fuese diciendo.. mientras dos clavos de la armadura los marqué. No era por nada que hubiese previsto, pero era una sana costumbre que había cogido que me había salvado de muchas cosas, y ahora que tenía acompañante pues debía de tener más cuidado- Aunque si hubiese sido Hayato, habría dado igual esta medida.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Berry no hizo ningún gesto de desagrado, ser cargada era cómodo y no tendría que gastar energías en el proceso, por lo cual solo abrazó al sujeto para evitar salir volando o caer de forma aparatosa, cosa que igualmente terminó ocurriendo al ser soltada sin previo aviso teniendo que frotarse el trasero por el impacto contra la tierra.
—Aún no te mordí la oreja, pero si dices que use mi olfato te haré caso, después de todo eres el experto y puedo notar que eres mucho más capacitado que yo.—
Berry no tenía problema en admitir sus limitaciones, aunque sentía que lentamente se estaba ganando el respeto del sujeto, sus maneras se habían suavizado un poco quizás porque era tan hermosa que nadie podía enojarse con ella mucho tiempo o tal vez era su voz hermosa y notable. Quizás pudo ver potencial en ella para ser una de esas marines con capa y medallas por doquier.
Sea como fuese, Berry comenzó a olfatear notando el aroma de los bandidos reciente pero algo más lejano, caminó en cuatro patas hasta llegar a una encrucijada y señaló la maleza con sus garras. Los caminos eran trampas, las huellas no eran muy profundas y los bandidos habían aprovechado que el camino se dividía para cubrir el verdadero con maleza y ramas.
—Es por aquí, puede que haya alguno haciendo guardia, percibo varios aromas dispersos y uno un poco más reciente por esta zona.—
Informó la Mink, agitando un poco la maleza que cayó revelando un tercer camino escondido el cual mostraba signos de continuo uso a lo largo de los días y algunas huellas frescas. Estaban cerca, solo unos metros más y llegarían a la cueva donde seguramente aguardaba el peligro, solo restaba localizar al bandido que estaba montando guardia entre los matorrales, Berry paró sus orejas y señaló a la izquierda.
—Creo que está viniendo... siento pasos y su aroma provenir de la izquierda...—
Alertó subiendo su guardia, mientras esperaba que su compañero tomase la decisión de enfrentarlo o una estrategia más pasiva, Berry estaba preparada pero no era su intención hacer fracasar todo por un impulso.
—Aún no te mordí la oreja, pero si dices que use mi olfato te haré caso, después de todo eres el experto y puedo notar que eres mucho más capacitado que yo.—
Berry no tenía problema en admitir sus limitaciones, aunque sentía que lentamente se estaba ganando el respeto del sujeto, sus maneras se habían suavizado un poco quizás porque era tan hermosa que nadie podía enojarse con ella mucho tiempo o tal vez era su voz hermosa y notable. Quizás pudo ver potencial en ella para ser una de esas marines con capa y medallas por doquier.
Sea como fuese, Berry comenzó a olfatear notando el aroma de los bandidos reciente pero algo más lejano, caminó en cuatro patas hasta llegar a una encrucijada y señaló la maleza con sus garras. Los caminos eran trampas, las huellas no eran muy profundas y los bandidos habían aprovechado que el camino se dividía para cubrir el verdadero con maleza y ramas.
—Es por aquí, puede que haya alguno haciendo guardia, percibo varios aromas dispersos y uno un poco más reciente por esta zona.—
Informó la Mink, agitando un poco la maleza que cayó revelando un tercer camino escondido el cual mostraba signos de continuo uso a lo largo de los días y algunas huellas frescas. Estaban cerca, solo unos metros más y llegarían a la cueva donde seguramente aguardaba el peligro, solo restaba localizar al bandido que estaba montando guardia entre los matorrales, Berry paró sus orejas y señaló a la izquierda.
—Creo que está viniendo... siento pasos y su aroma provenir de la izquierda...—
Alertó subiendo su guardia, mientras esperaba que su compañero tomase la decisión de enfrentarlo o una estrategia más pasiva, Berry estaba preparada pero no era su intención hacer fracasar todo por un impulso.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica pronto comenzó su trabajo de inicial el rastreo olfativo. Se había puesto a cuatro patas como si fuese un animal de verdad y con la nariz casi metida en el suelo comenzó a guiarme por la zona hasta que llegó a un punto donde me dijo que los rastros se dividían. La verdad era que a pesar de saber rastrear presas, incluso a mí me había resultado descubrir el camino verdadero.
-Buen trabajo, no bajaré la guardia, tu sigue como hasta ahora, yo me encargaré de decirte si veo a alguien.
Me centré y activé el haki de observación. No lo había entrenado aún, pero con lo básico me había dado cuenta de que me servía para más de lo que necesitaba, aunque no por eso debía de dejarlo de lado. La mink siguió avanzando por el nuevo camino hasta que de pronto algo me llamó la atención, un par de presencias entraron en mi rango del haki. Apenas unos segundos después la mink me advirtió.
-Sí, pero están a bastante distancia. Sigue avanzando lo más sigilosamente posible y mantente escondida antes de entrar en la cueva, luego iré, yo me hago cargo de estos dos – le pedí a la chica –. No te preocupes te encontraré.
Esperé la confirmación de la chica antes de salir corriendo hacia donde estaban los bandidos que ambos habíamos detectado. Según me acercaba comencé a respirar de forma diferente para ganar algo de ventaja. Comencé a hacer fuerza en todo mi tronco, abdomen, diafragma y tórax, cogí una gran bocanada de aire y la aguanté a pesar del dolor que comencé a sentir en el pecho dado que los pulmones no se habían podido expandir.
-Shūchū kokyū.
Al instante noté como comencé a moverme un poco mejor. Noté a los bandido muy cerca y en el momento en el que los vi y apoyé un pie en el el suelo me impulsé con toda la fuerza y velocidad que pude, apareciendo en unos segundos y de forma inesperada al lado de los bandidos. Al llegar hasta ellos estampé la cabeza de uno contra mi rodilla, giré en el aire y le di un puñetazo en el oído al otro para desequilibrarlo.
-Buen trabajo, no bajaré la guardia, tu sigue como hasta ahora, yo me encargaré de decirte si veo a alguien.
Me centré y activé el haki de observación. No lo había entrenado aún, pero con lo básico me había dado cuenta de que me servía para más de lo que necesitaba, aunque no por eso debía de dejarlo de lado. La mink siguió avanzando por el nuevo camino hasta que de pronto algo me llamó la atención, un par de presencias entraron en mi rango del haki. Apenas unos segundos después la mink me advirtió.
-Sí, pero están a bastante distancia. Sigue avanzando lo más sigilosamente posible y mantente escondida antes de entrar en la cueva, luego iré, yo me hago cargo de estos dos – le pedí a la chica –. No te preocupes te encontraré.
Esperé la confirmación de la chica antes de salir corriendo hacia donde estaban los bandidos que ambos habíamos detectado. Según me acercaba comencé a respirar de forma diferente para ganar algo de ventaja. Comencé a hacer fuerza en todo mi tronco, abdomen, diafragma y tórax, cogí una gran bocanada de aire y la aguanté a pesar del dolor que comencé a sentir en el pecho dado que los pulmones no se habían podido expandir.
-Shūchū kokyū.
Al instante noté como comencé a moverme un poco mejor. Noté a los bandido muy cerca y en el momento en el que los vi y apoyé un pie en el el suelo me impulsé con toda la fuerza y velocidad que pude, apareciendo en unos segundos y de forma inesperada al lado de los bandidos. Al llegar hasta ellos estampé la cabeza de uno contra mi rodilla, giré en el aire y le di un puñetazo en el oído al otro para desequilibrarlo.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La mink asintió con la cabeza y prosiguió su camino en pleno sigilo, llegando hasta un terreno más elevado, observó desde la maleza y pudo notar a dos hombres montando guardia en la cima de la colina. Custodiando la cueva tras ellos, Berry recordó lo que el hombre le dijo sobre mantener el sigilo por lo cual se adentró a la maleza y estudió un poco más el terreno.
Terminó por encontrar un sendero abandonado, el cual subía por el extremo opuesto de la colina y al parecer lo habían descuidado por el poco uso que los bandidos le daban actualmente. Se aseguró de marcar una roca con sus uñas, dibujando a duras penas una carita sonriente en ella.
Desconocía si su compañero podría rastrearla como ella hacía con su olfato y en caso de hacerlo si lograría encontrar el sendero abandonado o pensaría que ella tomó la ruta principal. Con esa roc marcada le daba un indicativo de cual ruta tomar para poder asestar un golpe sorpresa.
El camino hasta la cima fue un poco complicado, debido al poco udso del sendero, la subida era más pronunciada y el terreno bastante más salvaje y rocoso de lo habitual. Sin embargo, perseveró y tomó posición detrás de unas rocas, vigilando a los guardias que de momento daban la espalda ignorantes de la situación.
Desde su posición pudo ver una rústica puerta de madera que a duras penas se mantenía en pie, los guardias solo portaban unas lanzas algo oxidadas y sin armadura o protección apreciable más que ropas rasgadas de tela. La puerta se abrió para dar paso a un tercer sujeto, algo robusto que parecía regañar a los guardias por algún asunto que ocurrió en la guarida.
Al parecer entre los mismos bandidos se habían robado algo del botín y ahora todos se encontraban enfrentados en una guerra interna buscando y acusando traidores. Berry pudo notar un vistazo a la cueva, parecía una descuidada guarida llena de suciedad, pudo ver una mesa y algunos carteles de recompensas tirados por el suelo y un pasillo que llevaba a un pequeño espacio reducido, de donde emanaba un olor fuerte. Tal vez en esa zona era donde se encontraba la habitación del jefe, además del hombre que entró Berry pudo sentir el aroma de uno más en su interior.
Se trataban de cinco bandidos contando a los dos guardias, la mink se decidió a esperar por si el hombre volvía a salir o su compañero llegaba. Un golpe de su electro en ambos hombres bastaría para noquearlos, sin embargo, no debía exponerse sin tener a alguien que pudiese cubrirle la espaldas en caso de que alguno de los hombres del interior volviese a salir.
Terminó por encontrar un sendero abandonado, el cual subía por el extremo opuesto de la colina y al parecer lo habían descuidado por el poco uso que los bandidos le daban actualmente. Se aseguró de marcar una roca con sus uñas, dibujando a duras penas una carita sonriente en ella.
Desconocía si su compañero podría rastrearla como ella hacía con su olfato y en caso de hacerlo si lograría encontrar el sendero abandonado o pensaría que ella tomó la ruta principal. Con esa roc marcada le daba un indicativo de cual ruta tomar para poder asestar un golpe sorpresa.
El camino hasta la cima fue un poco complicado, debido al poco udso del sendero, la subida era más pronunciada y el terreno bastante más salvaje y rocoso de lo habitual. Sin embargo, perseveró y tomó posición detrás de unas rocas, vigilando a los guardias que de momento daban la espalda ignorantes de la situación.
Desde su posición pudo ver una rústica puerta de madera que a duras penas se mantenía en pie, los guardias solo portaban unas lanzas algo oxidadas y sin armadura o protección apreciable más que ropas rasgadas de tela. La puerta se abrió para dar paso a un tercer sujeto, algo robusto que parecía regañar a los guardias por algún asunto que ocurrió en la guarida.
Al parecer entre los mismos bandidos se habían robado algo del botín y ahora todos se encontraban enfrentados en una guerra interna buscando y acusando traidores. Berry pudo notar un vistazo a la cueva, parecía una descuidada guarida llena de suciedad, pudo ver una mesa y algunos carteles de recompensas tirados por el suelo y un pasillo que llevaba a un pequeño espacio reducido, de donde emanaba un olor fuerte. Tal vez en esa zona era donde se encontraba la habitación del jefe, además del hombre que entró Berry pudo sentir el aroma de uno más en su interior.
Se trataban de cinco bandidos contando a los dos guardias, la mink se decidió a esperar por si el hombre volvía a salir o su compañero llegaba. Un golpe de su electro en ambos hombres bastaría para noquearlos, sin embargo, no debía exponerse sin tener a alguien que pudiese cubrirle la espaldas en caso de que alguno de los hombres del interior volviese a salir.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El tipo al que le había dado en el oído se cayó al suelo, aunque intentó levantarse din demasiado éxito. Parecía mareado y no conseguía ponerse de pie. Por otra parte el primero al que había atacado cayó al suelo con parte de la cara hundida y sangrante. Me agaché y le tome el pulso. Aún tenía, sin embargo, me pareció notar que era bastante débil.
Tras mirar el pulso, le quité su arma, una espada corta, no era mi estilo, pero me ayudaría más adelante, pues me sentía más cómodo. Me acerqué hasta el que estaba mareado y lo tumbé en el suelo con las manos en la espalda para que no se moviese.
-¿Por dónde queda la guarida?
-¿Quién eres?
-Responde o te mato como a tu compañero.
-Hacemos creer que está arriba, pero en realidad la tenemos en una cabaña a media altura de la montaña.
-Bien, gracias – dije mientras la marcaba en la ropa por la espalda y le soltaba.
Comencé a caminar por donde me había indicado que estaría la cabaña. Sin embargo, cuando no me veía activé el mantra y le comencé a seguir. Lo mantuve a la vista. Como sabía, me había engañado y se dirigía a la cima como les había rastreado la mink. El tipo avanzaba tambaleándose, en apenas un par de minutos llegamos a la entrada donde llegó gritando el encuentro que había tenido. Con el mantra localicé cerca a la marine y los que estaban dentro, quienes rápidamente salieron a ver que ocurría.
Cambié mi posición a la marca en la que estaba la mink. Como sabía que aquello no era algo normal, intenté sujetarla y taparle la boca con la mano para evitar que hiciese algún ruido y que se descubriese.
-Soy el cazador – dije intentando calmarla – Perdón por el susto. Voy a sacarlos de la cueva, intenta aprovechar para recuperar cosas que hayan robado. Te meteré en la cueva, te lo aviso para que no te extrañe. Si quieres ayudar a lidiar con ellos bienvenida, pero de momento mejor que crean que soy yo solo.
Tras mirar el pulso, le quité su arma, una espada corta, no era mi estilo, pero me ayudaría más adelante, pues me sentía más cómodo. Me acerqué hasta el que estaba mareado y lo tumbé en el suelo con las manos en la espalda para que no se moviese.
-¿Por dónde queda la guarida?
-¿Quién eres?
-Responde o te mato como a tu compañero.
-Hacemos creer que está arriba, pero en realidad la tenemos en una cabaña a media altura de la montaña.
-Bien, gracias – dije mientras la marcaba en la ropa por la espalda y le soltaba.
Comencé a caminar por donde me había indicado que estaría la cabaña. Sin embargo, cuando no me veía activé el mantra y le comencé a seguir. Lo mantuve a la vista. Como sabía, me había engañado y se dirigía a la cima como les había rastreado la mink. El tipo avanzaba tambaleándose, en apenas un par de minutos llegamos a la entrada donde llegó gritando el encuentro que había tenido. Con el mantra localicé cerca a la marine y los que estaban dentro, quienes rápidamente salieron a ver que ocurría.
Cambié mi posición a la marca en la que estaba la mink. Como sabía que aquello no era algo normal, intenté sujetarla y taparle la boca con la mano para evitar que hiciese algún ruido y que se descubriese.
-Soy el cazador – dije intentando calmarla – Perdón por el susto. Voy a sacarlos de la cueva, intenta aprovechar para recuperar cosas que hayan robado. Te meteré en la cueva, te lo aviso para que no te extrañe. Si quieres ayudar a lidiar con ellos bienvenida, pero de momento mejor que crean que soy yo solo.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Berry se encontraba enfocada en vigilar a los guardias cuando a lo lejos escuchó un griterió, estaba por intervenir pero una mano se posó en su boca. Pensó en morderla, pero se percató de un aroma familiar junto con la voz del cazador, por lo cual se puso a lamer la mano como si fuese un perrito que volvía a ver a su dueño incluso moviendo la cola de lado a lado.
—Mhmm....—
Quizó responder que todo estaba bien pero su boca seguía cubierta, también se percató de que la enviaría dentro, nunca se había teletransportado o ¿Acaso iba a ser su bola de boliche y entrar rodando por la guarida?
Con su garra dibujó en la tierra unos números y pegó unas patadas suaves en la misma para que el cazador los viese. El mensaje dictaba "2 G + 3 D" en referencia a la cantidad de bandidos, eran tres dentro y dos guardias, esperaba que la interpretase bien.
Por si no quedaba claro hizo el número 2 con sus dedos y señalo a los guardias y luego el 3 señalando la guarida. Berry entonces se dedicó a seguir lamiendo y esperar, levantó su pulgar indicando que estaba lista para entrar, a la vez que indicaba que seguiría su plan y se quedaría como un refuerzo sorpresa.
—¡Mhn!—
Recordó algo y volvió a escribir en la tierra, esta vez en mensaje era un poco más largo "robo interno" señaló a los guardias y luego al interior y con sus manos hizo gestos como si fuese una boca gritando. Esperaba que el dato del conflicto entre los bandidos pudiese ayudar al cazador a distraerles y tal vez hacer que peleasen entre ellos. O al menos que estuviese entendiendo algo de las señas y mensajes que la mink estaba dejando.
—Mhmm....—
Quizó responder que todo estaba bien pero su boca seguía cubierta, también se percató de que la enviaría dentro, nunca se había teletransportado o ¿Acaso iba a ser su bola de boliche y entrar rodando por la guarida?
Con su garra dibujó en la tierra unos números y pegó unas patadas suaves en la misma para que el cazador los viese. El mensaje dictaba "2 G + 3 D" en referencia a la cantidad de bandidos, eran tres dentro y dos guardias, esperaba que la interpretase bien.
Por si no quedaba claro hizo el número 2 con sus dedos y señalo a los guardias y luego el 3 señalando la guarida. Berry entonces se dedicó a seguir lamiendo y esperar, levantó su pulgar indicando que estaba lista para entrar, a la vez que indicaba que seguiría su plan y se quedaría como un refuerzo sorpresa.
—¡Mhn!—
Recordó algo y volvió a escribir en la tierra, esta vez en mensaje era un poco más largo "robo interno" señaló a los guardias y luego al interior y con sus manos hizo gestos como si fuese una boca gritando. Esperaba que el dato del conflicto entre los bandidos pudiese ayudar al cazador a distraerles y tal vez hacer que peleasen entre ellos. O al menos que estuviese entendiendo algo de las señas y mensajes que la mink estaba dejando.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La marine hizo algo que no me esperé después de decirle quien era, y fue que comenzó a lamer la mano y comenzó a mover alegremente la cola. Sin duda no entendía lo que acababa de pasar. Siendo ella lo más parecido a un animal que se había acercado a mí, se me pasó por la cabeza hacer que fuese mi mascota, pero dudaba que eso fuera posible, siempre había sido odiado por los animales por alguna razón.
Comenzó a hacer señales y ruidos no sabía si por lo que le había dicho o por si quería decir algo, de pronto escribió en el suelo unos números y acompañados de letra. Fruncí el ceñó al no entender al principio lo que quería decirme, pero al señalarme la entrada de la cueva, pude entenderlo. Había mínimo cinco personas en aquel lugar más el que yo había dejado marchar.
Me hizo un gesto de que estaba preparada y que le parecía correcto el plan, y justo cuando iba a salir para comenzar la distracción volvió a escribir algo en el suelo que decía “conflicto interno”. Eso ayudaba a pillarlos desprevenidos.
-Perfecto, eso hará más sencillo que te infiltres.
En ese momento me di cuenta de que aún le estaba tapando la boca.
-Uy, perdón – dije al soltarla.
Salí del escondrijo por un lado para acercarme a la cueva por una dirección diferente y que no viesen a la mink. Me fui acercando saqué uno de los clavos marcados y lo lancé por encima de la cabeza de los bandidos.
-Eres un pequeño mentiroso, me dijiste que estaba a media altura y en otra dirección y te encuentro aquí ahora. Muy mal.
Los guardias de la entrada y el tipo al que seguí se giraron desenfundando sus armas. Uno dio la voz de alarma y salieron tres más, tal y como la marine había dicho. “Buen trabajo” pensé al verlos, pero aún me faltaba uno, su líder.
-No quiero pelear con vosotros medias mierdas, vengo a hacer un duelo con vuestro jefe, y adueñarme de su banda.
No hizo falta esperar por que alguno fuese a buscarlo, se asomó a la entrada con cara de pocos amigos y empuñando dos armas una pistola y una espada corta.
-Basura, ¿qué te has creído? - dijo pasando delante de sus hombres, con todos fuera aproveché para cambiar la posición del clavo con el de la mink y de esa forma que se colase.
Comenzó a hacer señales y ruidos no sabía si por lo que le había dicho o por si quería decir algo, de pronto escribió en el suelo unos números y acompañados de letra. Fruncí el ceñó al no entender al principio lo que quería decirme, pero al señalarme la entrada de la cueva, pude entenderlo. Había mínimo cinco personas en aquel lugar más el que yo había dejado marchar.
Me hizo un gesto de que estaba preparada y que le parecía correcto el plan, y justo cuando iba a salir para comenzar la distracción volvió a escribir algo en el suelo que decía “conflicto interno”. Eso ayudaba a pillarlos desprevenidos.
-Perfecto, eso hará más sencillo que te infiltres.
En ese momento me di cuenta de que aún le estaba tapando la boca.
-Uy, perdón – dije al soltarla.
Salí del escondrijo por un lado para acercarme a la cueva por una dirección diferente y que no viesen a la mink. Me fui acercando saqué uno de los clavos marcados y lo lancé por encima de la cabeza de los bandidos.
-Eres un pequeño mentiroso, me dijiste que estaba a media altura y en otra dirección y te encuentro aquí ahora. Muy mal.
Los guardias de la entrada y el tipo al que seguí se giraron desenfundando sus armas. Uno dio la voz de alarma y salieron tres más, tal y como la marine había dicho. “Buen trabajo” pensé al verlos, pero aún me faltaba uno, su líder.
-No quiero pelear con vosotros medias mierdas, vengo a hacer un duelo con vuestro jefe, y adueñarme de su banda.
No hizo falta esperar por que alguno fuese a buscarlo, se asomó a la entrada con cara de pocos amigos y empuñando dos armas una pistola y una espada corta.
-Basura, ¿qué te has creído? - dijo pasando delante de sus hombres, con todos fuera aproveché para cambiar la posición del clavo con el de la mink y de esa forma que se colase.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La mink permaneció expectante ante la situación, asintiendo despreocupada a la disculpa del cazador, de hecho lo había disfrutado. Observó a este montar una distracción, pensaba en colarse a la madriguera de los ladrones pero no fue necesario, en un parpadeo estaba dentro sin saber como. Se frotó los ojos y parpadeó algo confundida, mientras rápidamente se ocultaba en uno de los costados para no ser vista. Tal vez a eso se refería con "enviarla dentro", era sin lugar a dudas unaa técnica muy útil.
Berry se dedicó a examinar la primer sala, pese a haber un cofre grande a plena vista, pudo notar señales que lo hicieron descartar de inmediato. En primer lugar tenía signos de polvo, telas de araña y óxido que daban cuenta del poco uso. A la vez una soga estaba conectada al cofre que partía de un dispositivo en el suelo, lo que confirmó que el cofre era más un cazabobos y al abrirlo activaría una trampa. La mink hizo una cruz en el suelo para que el cazador no intentase abrirlo si llegaba a entrar y se dirigió rápidamente al último cuarto de la cueva. Para su fortuna el líder se había descuidado y dejado la puerta entreabierta, por lo cual solo tuvo que colarse por la abertura sin hacer mucho ruido, quedando su posición protegida gracias a la poca visión que la puerta daba al exterior.
Allí donde el olor del líder era fuerte, se encontró con una habitación grande, con varias bolsas de tela apiladas a un costado que los bandidos usaban para transportar sus botines. Buscó por los armarios, aunque luego divisó un punto brillante bajo la litera del lugar, Berry asomó su cabeza para ver miles de monedas, joyas y objetos desparramados, junto a un cofre de madera oculto bajo la cama.
Sin perder el tiempo tomó una bolsa y comenzó a meter todo lo que veía en esta, cuidando de no hacer ruido, dado su posición y que la sala era la única con una puerta era complicado verla desde fuera. Tras llenar una bolsa, comenzó con otra, calculó que le tomaría tres bolsas grandes llegar al cofre. El cual al no tener llave trataría de romper con su electro o esperar a que el cazador obtuviese la llave del líder.
Berry se dedicó a examinar la primer sala, pese a haber un cofre grande a plena vista, pudo notar señales que lo hicieron descartar de inmediato. En primer lugar tenía signos de polvo, telas de araña y óxido que daban cuenta del poco uso. A la vez una soga estaba conectada al cofre que partía de un dispositivo en el suelo, lo que confirmó que el cofre era más un cazabobos y al abrirlo activaría una trampa. La mink hizo una cruz en el suelo para que el cazador no intentase abrirlo si llegaba a entrar y se dirigió rápidamente al último cuarto de la cueva. Para su fortuna el líder se había descuidado y dejado la puerta entreabierta, por lo cual solo tuvo que colarse por la abertura sin hacer mucho ruido, quedando su posición protegida gracias a la poca visión que la puerta daba al exterior.
Allí donde el olor del líder era fuerte, se encontró con una habitación grande, con varias bolsas de tela apiladas a un costado que los bandidos usaban para transportar sus botines. Buscó por los armarios, aunque luego divisó un punto brillante bajo la litera del lugar, Berry asomó su cabeza para ver miles de monedas, joyas y objetos desparramados, junto a un cofre de madera oculto bajo la cama.
Sin perder el tiempo tomó una bolsa y comenzó a meter todo lo que veía en esta, cuidando de no hacer ruido, dado su posición y que la sala era la única con una puerta era complicado verla desde fuera. Tras llenar una bolsa, comenzó con otra, calculó que le tomaría tres bolsas grandes llegar al cofre. El cual al no tener llave trataría de romper con su electro o esperar a que el cazador obtuviese la llave del líder.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me agaché poniéndome en posición de combate. Centré mi mente en el combate y mis oponentes y sujetando la espada que le había quitado al bandido que había derrotado me preparé para dar comienzo. Por su parte, los bandidos comenzaron a abrirse en abanico para rodearme mientras el jefe ponía su espada corta delante suyo.
-No os metáis, solo prepararos por si intenta escapar.
Sonreí, no creí que fuese a dar un combate limpio o justo, por qué querría perder la ventaja del número contra un oponente. Al igual a lo que había echo antes, comencé a hacer fuerza en todo mi tronco y cogí una gran bocanada de aire y la aguanté notando nuevamente las punzadas de dolor en el pecho. Y sin esperar una invitación de parte del bandido me lancé hacia él con toda mi velocidad.
Aquello había sido un error, no me había acordado de que aquel hombre llevaba consigo una pistola, y aprovechó aquel error que había cometido. El bandido dio un paso hacia atrás sacando la pistola y disparándola cuando estaba en distancia de cuerpo a cuerpo. En mitad del salto conseguí hacer un brusco movimiento el hombro izquierdo hacia atrás para provocar un giro y evitar parcialmente el balazo. Aún así noté como la bala me atravesaba el hombro por la parte superior y salía por la escápula. Un tiro que había evitado las placas que llevaba.
Por suerte para mí, aquel giro supuso también el quitarme aquella amenaza que suponía el arma de fuego y aprovechando el giro realicé un corte con la espada por encima del extendido brazo del líder bandido y otro pequeño corte en la pierna.
Estando un par de metros detrás del bandido me detuve rápidamente, sin dejar tiempo de reacción volví contra mi oponente con una potente estocada que dio en el blanco, aunque no fue el único que logro su objetivo, pues el bandido al girarse para quedar cara a cara, realizó un corte horizontal que me provocó un corte en el abdomen, por suerte no muy profundo, quizás necesitase unos puntos más adelante. Aún así, había ganado, la estocada en el pecho era mortal.
-No os metáis, solo prepararos por si intenta escapar.
Sonreí, no creí que fuese a dar un combate limpio o justo, por qué querría perder la ventaja del número contra un oponente. Al igual a lo que había echo antes, comencé a hacer fuerza en todo mi tronco y cogí una gran bocanada de aire y la aguanté notando nuevamente las punzadas de dolor en el pecho. Y sin esperar una invitación de parte del bandido me lancé hacia él con toda mi velocidad.
Aquello había sido un error, no me había acordado de que aquel hombre llevaba consigo una pistola, y aprovechó aquel error que había cometido. El bandido dio un paso hacia atrás sacando la pistola y disparándola cuando estaba en distancia de cuerpo a cuerpo. En mitad del salto conseguí hacer un brusco movimiento el hombro izquierdo hacia atrás para provocar un giro y evitar parcialmente el balazo. Aún así noté como la bala me atravesaba el hombro por la parte superior y salía por la escápula. Un tiro que había evitado las placas que llevaba.
Por suerte para mí, aquel giro supuso también el quitarme aquella amenaza que suponía el arma de fuego y aprovechando el giro realicé un corte con la espada por encima del extendido brazo del líder bandido y otro pequeño corte en la pierna.
Estando un par de metros detrás del bandido me detuve rápidamente, sin dejar tiempo de reacción volví contra mi oponente con una potente estocada que dio en el blanco, aunque no fue el único que logro su objetivo, pues el bandido al girarse para quedar cara a cara, realizó un corte horizontal que me provocó un corte en el abdomen, por suerte no muy profundo, quizás necesitase unos puntos más adelante. Aún así, había ganado, la estocada en el pecho era mortal.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Berry siguió con diligencia recuperando el botín cuando escuchó un disparo. Se asomó a la puerta justo en el momento exacto en el que el líder era atravezado por el cazador, notó que el restovde bandidos le rodeaban y una vez muerto su líder no esperarían a lanzarse como termitas a por su presa.
La mink pensó rápidamente y arrojó algunas copas doradas hacia los bandidos, quienes al verlas rebotar cambiaron su atención del cazador a los objetos que ahora rodaban por el suelo. Uno de estos intentó tomar una de las copas pero fué rápidamente detenido por otro que atravezó su mano con una lanza.
—¡Eras tú el ladrón!—
—¡Argh maldito! Ahora que el viejo no está no me importa seguir sus reglas, me quedaré con todo lo que robamos y no con esa miseria que nos dejaba.—
—Ustedes dos, deberían honrar su memoria y acabar con este cazador que lo mató—
—Tú no me dices que hacer maldito lamebotas—
Los bandidos comenzaron a discutir entre ellos por el destino de la banda, que pronto se convirtió en una pelea campal entre los que quedaban vivos. Una parte quería quedarse con el botín y la otra vengar la muerte de su líder para luego entregarse.
La mink aguardó a ver el resultado de su plan, mientras se preparaba, al ver que solo quedaban dos de pie con bastantes heridas. Aguardó a que el último cayese. No tuvo que esperar mucho tiempo para que el lanzero asestara un golpe mortal en la garganta de quien hasta hace poco era su compañero.
—Bien, nos han hecho el trabajo... ¡Ahora a dormir!—
El bandido solo pudo voltear su cabeza antes de que la pierna electrificada de Berry chocase violentamente contra su entrepierna, el grito de dolor pareció un gemido que hizo al bandido soltar su arma antes de recibir un buen golpe electrificado en toda su cara. Cayendo inconsciente, todavía vivo, Berry colocó sus uñas apuntando al cuello del bandido.
—¿Lo matamos o lo llevamos?—
Preguntó al cazador, mientras señalaba el interior de la cueva, en donde esperaban unas tres bolsas llenas y el cofre del cual habría que buscar la llave en el cuerpo del líder. Berry había aguardado hasta el final para hacer su jugada, sabiendo que ya no había peligros cercanos.
Esperaba no haber arruinado la diversión del cazador con su jugarreta, pero al verlo herido supuso que la mejor opción era reanimar las tensiones internas de los ladrones y hacer que ellos mismos se encargasen de reducir sus números.
La mink pensó rápidamente y arrojó algunas copas doradas hacia los bandidos, quienes al verlas rebotar cambiaron su atención del cazador a los objetos que ahora rodaban por el suelo. Uno de estos intentó tomar una de las copas pero fué rápidamente detenido por otro que atravezó su mano con una lanza.
—¡Eras tú el ladrón!—
—¡Argh maldito! Ahora que el viejo no está no me importa seguir sus reglas, me quedaré con todo lo que robamos y no con esa miseria que nos dejaba.—
—Ustedes dos, deberían honrar su memoria y acabar con este cazador que lo mató—
—Tú no me dices que hacer maldito lamebotas—
Los bandidos comenzaron a discutir entre ellos por el destino de la banda, que pronto se convirtió en una pelea campal entre los que quedaban vivos. Una parte quería quedarse con el botín y la otra vengar la muerte de su líder para luego entregarse.
La mink aguardó a ver el resultado de su plan, mientras se preparaba, al ver que solo quedaban dos de pie con bastantes heridas. Aguardó a que el último cayese. No tuvo que esperar mucho tiempo para que el lanzero asestara un golpe mortal en la garganta de quien hasta hace poco era su compañero.
—Bien, nos han hecho el trabajo... ¡Ahora a dormir!—
El bandido solo pudo voltear su cabeza antes de que la pierna electrificada de Berry chocase violentamente contra su entrepierna, el grito de dolor pareció un gemido que hizo al bandido soltar su arma antes de recibir un buen golpe electrificado en toda su cara. Cayendo inconsciente, todavía vivo, Berry colocó sus uñas apuntando al cuello del bandido.
—¿Lo matamos o lo llevamos?—
Preguntó al cazador, mientras señalaba el interior de la cueva, en donde esperaban unas tres bolsas llenas y el cofre del cual habría que buscar la llave en el cuerpo del líder. Berry había aguardado hasta el final para hacer su jugada, sabiendo que ya no había peligros cercanos.
Esperaba no haber arruinado la diversión del cazador con su jugarreta, pero al verlo herido supuso que la mejor opción era reanimar las tensiones internas de los ladrones y hacer que ellos mismos se encargasen de reducir sus números.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La verdad era que me había esperado algo más de resistencia de su parte, pero había pasado lo que pasado lo que solía pasar en un duelo, ganaba el mejor. Ambos habíamos jugado nuestras bazas, y tuve la suerte de que la mía era mejor. Tampoco me había esperado que los subordinados le hiciesen caso como lo habían echo sin atacar, sin embargo, ahora que su líder iba a caer, era el momento de pensar fríamente como continuar la lucha, pues aunque pequeña, la herida me impedía mi total libertad de movimientos.
Por suerte, o mejor dicho por la mink, los bandidos pasaron de mí por una triste copa de lo que parecía oro. Rápidamente se formó un conflicto entre aquellos tipos. Unos querían repartirse los botines y otros matarme para vengar al tipo aquel. Levanté mi mano para decirles que si querían lucha se la daría, pero estos comenzaron a combatir entre ellos.
No podía creerme la estupidez de aquellas personas. Claramente la mejor estrategia para ellos era la de acabar conmigo y luego repartirse los beneficios. Tras unos minutos de escaramuza quedaron dos bandidos, bastante heridos, pero pude ver en sus miradas que no se rendirían y con un rápido movimiento, uno atravesó la garganta de su oponente. En ese momento apareció la marine y dejó inconsciente al bandido.
-Seria lo mejor, este no creo que vaya a intentar llevar una vida normal y seguirá robando – fui hasta él y clavé en mitad del pecho la espada dejándola ahí –. Lo que hayas encontrado si quieres llevarlo te ayudo, pero me tengo que llevar a ese, si no hay prueba no hay recompensa.
Si la chica me decía de ayudarle cargaría con una de las bolsas y luego cogería al líder de los bandidos por la parte de atrás de las ropas y lo arrastraría para volver a la ciudad.
Por suerte, o mejor dicho por la mink, los bandidos pasaron de mí por una triste copa de lo que parecía oro. Rápidamente se formó un conflicto entre aquellos tipos. Unos querían repartirse los botines y otros matarme para vengar al tipo aquel. Levanté mi mano para decirles que si querían lucha se la daría, pero estos comenzaron a combatir entre ellos.
No podía creerme la estupidez de aquellas personas. Claramente la mejor estrategia para ellos era la de acabar conmigo y luego repartirse los beneficios. Tras unos minutos de escaramuza quedaron dos bandidos, bastante heridos, pero pude ver en sus miradas que no se rendirían y con un rápido movimiento, uno atravesó la garganta de su oponente. En ese momento apareció la marine y dejó inconsciente al bandido.
-Seria lo mejor, este no creo que vaya a intentar llevar una vida normal y seguirá robando – fui hasta él y clavé en mitad del pecho la espada dejándola ahí –. Lo que hayas encontrado si quieres llevarlo te ayudo, pero me tengo que llevar a ese, si no hay prueba no hay recompensa.
Si la chica me decía de ayudarle cargaría con una de las bolsas y luego cogería al líder de los bandidos por la parte de atrás de las ropas y lo arrastraría para volver a la ciudad.
Berry
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Berry se decepcionó un poco de no poder dar el golpe final ella misma, aunque por otro lado no tuvo que mancharse las manos, relamió sus garras limpiando la suciedad que pudiesen tener para luego hurgar en el cuerpo del líder muerto encontrando la llave.
—Claro, puedes tomar una bolsa y yo llevaré las demás.—
Levantó su pulgar como gesto de aprovación para luego adentrarse nuevamente en la cueva para abrir el cofre. Encontrando un diario dentro del mismo y una estatuilla que parecía mucho más valiosa que las otras monedas y baratijas. Sin dudas sería una tarea complicada encontrar a su dueño si en el diario no decía nada de su procedencia.
Guardó el diario y la estatuilla en una de las bolsas y salió dispuesta a volver con el cazador. Observó sus heridas y le ssonrió mientras guiñaba su ojo.
—Si necesitas detenerte en el trayecto puedes decirlo, no quisiera tener que cargarte a ti también. Luego de reclamar la recompensa veré como devolver todo esto, será complicado pero supongo que la guardia tendrá registros de propiedad y el diario de ese bandido tal vez me sea de utilidad...—
Comenzó a caminar con ambas bolsas, como si fuese alguien que salía de hacer las compras diarias, solo que cargaba con los botines de los bandidos y su compañero con un cuerpo que arrastraba como una bolsa de batatas. Una escena bastante bizarra dada la felicidad que desplegaba el rostro de la mink por una tarea bien realizada.
—Claro, puedes tomar una bolsa y yo llevaré las demás.—
Levantó su pulgar como gesto de aprovación para luego adentrarse nuevamente en la cueva para abrir el cofre. Encontrando un diario dentro del mismo y una estatuilla que parecía mucho más valiosa que las otras monedas y baratijas. Sin dudas sería una tarea complicada encontrar a su dueño si en el diario no decía nada de su procedencia.
Guardó el diario y la estatuilla en una de las bolsas y salió dispuesta a volver con el cazador. Observó sus heridas y le ssonrió mientras guiñaba su ojo.
—Si necesitas detenerte en el trayecto puedes decirlo, no quisiera tener que cargarte a ti también. Luego de reclamar la recompensa veré como devolver todo esto, será complicado pero supongo que la guardia tendrá registros de propiedad y el diario de ese bandido tal vez me sea de utilidad...—
Comenzó a caminar con ambas bolsas, como si fuese alguien que salía de hacer las compras diarias, solo que cargaba con los botines de los bandidos y su compañero con un cuerpo que arrastraba como una bolsa de batatas. Una escena bastante bizarra dada la felicidad que desplegaba el rostro de la mink por una tarea bien realizada.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Página 1 de 2. • 1, 2
- Un novato en busca de aventura
- El miedo de lo extraño [Privado][Pasado][Maximilian - Aoi Sasaki]
- Un Robo A Gran Escala En El Casino [Privado Roy Sasaki y Flame36]
- Pelea de bolas de nieve y cacería invernal[Pasado][Privado Roy Sasaki-Yumiko Mei]
- El robo del casino, tras la banda de la mano [Roy Sasaki, Nemonic]Pasado Privado
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.