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Crimson
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Alta Mar (South Blue)
En el mar del sur el sol abrasa la piel y te deja sediento. Esto lo aprovechan pequeños piratas de la zona acostumbrados a estas temperaturas para saquearos.
Turnos: Rayder-Allen-Natsu-Allen-...
Moderaciones: Crimson y Legim
Condiciones:
El combate será a k.o.
El/los ganador/es se lleva 1000 de experiecia
El/los perdedor/es se lleva 500 de experiencia
Si gana BomberJAD, Natsu Shion le hará un diario dedicado a su persona y Rayder le hará un avatar sexy y le dará TODOS los berries que tenga en su cuenta.
Si ganan Natsu y Rayder, BomberJAD le devolverá al primero su látigo extensible y erigirá en algún punto de su aventura on-rol una estatua de 5 metros de altura del magnánimo Rayder Backstraw cortejando con éxito a una bella dama.
Rayder
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Un barco de dimensiones normales y corrientes, como los pesqueros que solían dejarse ver a unos cuántos metros de las orillas de las islas, buscando peces y demás objetos marinos, surcaba las olas con la vela desplegada. El viento la hacía ondear, dándole más velocidad al transporte. Sin embargo, y a pesar del tamaño que tenía este, suficiente como para cargar un montón de cajas únicamente en la cubierta, sólo iba tripulado por dos personas. Dos personas que desde hacía mucho tiempo habían estrechado lazos de amistad, y viajaban juntos como unos verdaderos piratas de pata de palo.
Uno de ellos, con sus característicos pendientes de la nobleza portados en su oreja izquierda, y un pelo tan azabache como la noche misma, se encontraba manejando el timón. A pesar de llevar una gabardina que le llegaba hasta las rodillas y ocultaba la mayor parte de su cuerpo, podía notarse a través de ella los músculos de los brazos. El manejar aquel dispositivo de madera, que hacía que el barco girase, daba mucha fuerza a los timoneles, por lo que desarrollaban pronto una musculatura y fuerza superiores a los de una persona normal. Eso sí, también cansaba al final del día, y muchas veces tenía agujetas que le pinchaban a más no poder. Ataviado con sus ropajes oscuros de siempre, algo nuevo podía notarse en su apariencia. Una segunda espada estaba junto a la primeriza de todas, convirtiéndole en un espadachín más armado de lo normal. Un premio que había conseguido en una isla anterior, pero eso ya es otra historia.
- Natsu, no te duermas, o giraré el barco para que caigas al agua - Dijo en plan bromista, con una de sus flagrantes sonrisas de oreja a oreja.
Contuvo una carcajada, mientras que la luz del sol les bañaba a ambos. No había ni la más mísera nube por el cielo, el cuál se encontraba despejado en alta mar. Era deliciso el olor de salitre que se alzaba por debajo de ellos, característica que conseguía arrugar la nariz felina de Rayder. No era muy agradable para él, que digamos. "Ojalá nunca tenga que combatir en alta mar, moriría si cayera al agua", pensó. Uno de los principales inconvenientes de las Frutas del Diablo era que privaban a su usuario de la capacidad de nadar en el mar. Caían como pesos muertos a la parte más profunda de ella, y morían ahogados sin poder hacer nada para salvarse. Para un pirata aquello era algo muy contradictorio ... La mar, aquello que tanto ansía y que es capaz de matarte.
Observando a su compañero de pelo rosado, el ex-noble mantenía en su cabeza diversos pensamientos, como las últimas batallas y aventuras acontecidas. Había mejorado algo como espadachín y navegante, pero todavía le faltaba mucho camino por recorrer si quería convertirse en un hombre de provecho. Su pelo se mecía con el viento, llevando hacia delante algunos mechones independientes. El clima era tropical, y no hacía para nada frío. Así que dejando el timón unos instantes bloqueado, se quitó la gabardina, dejando a la vista una camisa negra de mangas cortas que mostraban perfectamente sus fibrados brazos. Una piel blanquecina, en la que podían notarse perfectamente los músculos una vez que giraba el timón del que se encargaba.
Las dos katanas de su cintura se movían junto a él, mientras que sacaba una brújula de uno de sus bolsillos y la abría. El trozo de hierro imantado les señalaba hacia el norte, que era el lugar hacia el que se estaban dirigiendo. No sabía qué era lo que podría encontrar por allá, pero desde por la mañana su mente había tenido una sensación extraña. Como si fuera a revivir algún recuerdo intacto de su mente, o alguna acción que ya hubiera pasado antaño. Su ceño se frunció, tenía un mal presagio rondando por su cabeza. Cauto, llevó al barco que ambos estaban tripulando por las corrientes de agua, agilizando su travesía. Necesitaba descansar, y encontrar una buena chica con la que desestresarse en una cama vieja de un hostal. Total, solo sería un visto y no visto, y luego vuelta a la mar. Así son los piratas.
Uno de ellos, con sus característicos pendientes de la nobleza portados en su oreja izquierda, y un pelo tan azabache como la noche misma, se encontraba manejando el timón. A pesar de llevar una gabardina que le llegaba hasta las rodillas y ocultaba la mayor parte de su cuerpo, podía notarse a través de ella los músculos de los brazos. El manejar aquel dispositivo de madera, que hacía que el barco girase, daba mucha fuerza a los timoneles, por lo que desarrollaban pronto una musculatura y fuerza superiores a los de una persona normal. Eso sí, también cansaba al final del día, y muchas veces tenía agujetas que le pinchaban a más no poder. Ataviado con sus ropajes oscuros de siempre, algo nuevo podía notarse en su apariencia. Una segunda espada estaba junto a la primeriza de todas, convirtiéndole en un espadachín más armado de lo normal. Un premio que había conseguido en una isla anterior, pero eso ya es otra historia.
- Natsu, no te duermas, o giraré el barco para que caigas al agua - Dijo en plan bromista, con una de sus flagrantes sonrisas de oreja a oreja.
Contuvo una carcajada, mientras que la luz del sol les bañaba a ambos. No había ni la más mísera nube por el cielo, el cuál se encontraba despejado en alta mar. Era deliciso el olor de salitre que se alzaba por debajo de ellos, característica que conseguía arrugar la nariz felina de Rayder. No era muy agradable para él, que digamos. "Ojalá nunca tenga que combatir en alta mar, moriría si cayera al agua", pensó. Uno de los principales inconvenientes de las Frutas del Diablo era que privaban a su usuario de la capacidad de nadar en el mar. Caían como pesos muertos a la parte más profunda de ella, y morían ahogados sin poder hacer nada para salvarse. Para un pirata aquello era algo muy contradictorio ... La mar, aquello que tanto ansía y que es capaz de matarte.
Observando a su compañero de pelo rosado, el ex-noble mantenía en su cabeza diversos pensamientos, como las últimas batallas y aventuras acontecidas. Había mejorado algo como espadachín y navegante, pero todavía le faltaba mucho camino por recorrer si quería convertirse en un hombre de provecho. Su pelo se mecía con el viento, llevando hacia delante algunos mechones independientes. El clima era tropical, y no hacía para nada frío. Así que dejando el timón unos instantes bloqueado, se quitó la gabardina, dejando a la vista una camisa negra de mangas cortas que mostraban perfectamente sus fibrados brazos. Una piel blanquecina, en la que podían notarse perfectamente los músculos una vez que giraba el timón del que se encargaba.
Las dos katanas de su cintura se movían junto a él, mientras que sacaba una brújula de uno de sus bolsillos y la abría. El trozo de hierro imantado les señalaba hacia el norte, que era el lugar hacia el que se estaban dirigiendo. No sabía qué era lo que podría encontrar por allá, pero desde por la mañana su mente había tenido una sensación extraña. Como si fuera a revivir algún recuerdo intacto de su mente, o alguna acción que ya hubiera pasado antaño. Su ceño se frunció, tenía un mal presagio rondando por su cabeza. Cauto, llevó al barco que ambos estaban tripulando por las corrientes de agua, agilizando su travesía. Necesitaba descansar, y encontrar una buena chica con la que desestresarse en una cama vieja de un hostal. Total, solo sería un visto y no visto, y luego vuelta a la mar. Así son los piratas.
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Akuma no mi
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Aquí me encuentro yo, en una isla alejada del mundo comprobando el paisaje que se abre ante mí. No me encontraba en una posición que digamos muy buena, ya que Oriana hace unos meses corto conmigo supuestamente por un lio que tiene ahora con un marine y no es Ryohei, ya que si que la hubiéramos armado. Lo malo es que intente hablar con ella más de una jodida vez, pero ella no se dignaba a hablar conmigo y lo único que quería era que no la viera nunca más, lo cual me rompió el alma y me deprimió completamente, aunque tras meditarlo muy bien una persona no debe aferrarse a nada, sino buscar sus sueños e intentar cumplirlo y si por un casual no consigues cumplirlos, únicamente has perdido eso, un “sueño”.
Desde aquel trágico día decidí descansar en algún mar donde ella no pudiera encontrarme, como es el caso del South Blue, un mar al que realmente nunca he ido y me hubiera gustado venir a vivir con ella, pero que se le va a hacer, al menos podre pasar un tiempo a solar escuchando el sonido del mar y quitándome las preocupaciones que en mi mente ahora se anhelan.
-“¿Qué te ocurre Allen? Te veo demasiado despreocupado que de costumbre.”
-“No es nada Sert. Desde que he notado aquella tercera voz en mi cabeza algo no anda muy bien y para colmo la gente empieza a odiarme en el mundo y para colmo Oriana corta conmigo. Solo es un bache en nuestra misión secreta Sert. Tranquilo”
-“Ya sabes que debemos cumplir aquello que se nos encomendó cuando nos conocimos. Aquello que fuiste mandado cuando nada mas eras un bebe. Para ello debemos volvernos una sola alma y volvernos fuerte. Y además…”
-“Si lo sé. Si encuentro a alguien débil con Akuma debo destruirle para bajar el listón de fuerzas sobrehumanas. Pero sabes muy bien que no matare a ningún compañero o colega…por ahora…”
Tenía que animarme un poco y conocer mundo, ya que no puedo permanecer quieto y parado en una isla sin más contemplando como el resto de personas se hace famosas y consiguen grandes sueños y esperanzas. Me levante todo positivo y empecé a utilizar el geppou para salir disparado hacia el cielo y una vez arriba del todo me volví mi forma hibrida, la cual consta de una piel negra y con la capacidad de levitar, lo cual empiezo a emplear para volar hacia el horizonte y ver si encuentro otra isla.
El trayecto es bastante calmado y no hay mucho viento y para colmo el cielo estaba despejado, dando una calidez, la cual es recompensada por el dulce viento que te da en el rostro. Aquellas sensaciones de la vida son las que demuestran que estamos vivos y que además tenemos cosas que apreciamos y anhelamos para en un futuro poder volverlas a ver o hacer. Lo único que espero es encontrar alguna isla donde pueda encontrar algún adversario para entrenarme y demostrar mis facultades con mis nuevas habilidades con mi energía espiritual, aunque tengo un mal presentimiento desde hace un rato y no entiendo porque.
-El día nos deparara más problemas….como suponía no puedo frenarme jeje-digo con una sonrisa en mi rostro dirigiéndome hacia el horizonte volando en forma recta con los brazos hacia delante, pareciendo así un súper héroe.
Desde aquel trágico día decidí descansar en algún mar donde ella no pudiera encontrarme, como es el caso del South Blue, un mar al que realmente nunca he ido y me hubiera gustado venir a vivir con ella, pero que se le va a hacer, al menos podre pasar un tiempo a solar escuchando el sonido del mar y quitándome las preocupaciones que en mi mente ahora se anhelan.
-“¿Qué te ocurre Allen? Te veo demasiado despreocupado que de costumbre.”
-“No es nada Sert. Desde que he notado aquella tercera voz en mi cabeza algo no anda muy bien y para colmo la gente empieza a odiarme en el mundo y para colmo Oriana corta conmigo. Solo es un bache en nuestra misión secreta Sert. Tranquilo”
-“Ya sabes que debemos cumplir aquello que se nos encomendó cuando nos conocimos. Aquello que fuiste mandado cuando nada mas eras un bebe. Para ello debemos volvernos una sola alma y volvernos fuerte. Y además…”
-“Si lo sé. Si encuentro a alguien débil con Akuma debo destruirle para bajar el listón de fuerzas sobrehumanas. Pero sabes muy bien que no matare a ningún compañero o colega…por ahora…”
Tenía que animarme un poco y conocer mundo, ya que no puedo permanecer quieto y parado en una isla sin más contemplando como el resto de personas se hace famosas y consiguen grandes sueños y esperanzas. Me levante todo positivo y empecé a utilizar el geppou para salir disparado hacia el cielo y una vez arriba del todo me volví mi forma hibrida, la cual consta de una piel negra y con la capacidad de levitar, lo cual empiezo a emplear para volar hacia el horizonte y ver si encuentro otra isla.
El trayecto es bastante calmado y no hay mucho viento y para colmo el cielo estaba despejado, dando una calidez, la cual es recompensada por el dulce viento que te da en el rostro. Aquellas sensaciones de la vida son las que demuestran que estamos vivos y que además tenemos cosas que apreciamos y anhelamos para en un futuro poder volverlas a ver o hacer. Lo único que espero es encontrar alguna isla donde pueda encontrar algún adversario para entrenarme y demostrar mis facultades con mis nuevas habilidades con mi energía espiritual, aunque tengo un mal presentimiento desde hace un rato y no entiendo porque.
-El día nos deparara más problemas….como suponía no puedo frenarme jeje-digo con una sonrisa en mi rostro dirigiéndome hacia el horizonte volando en forma recta con los brazos hacia delante, pareciendo así un súper héroe.
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Akuma no mi
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Era un día como cualquier otro, estaba en un barco junto con Rayder que vestía como siempre, pero esta vez, terminó quitándose una prenda de ropa mostrando así una camisa negra de manga corta. Yo estaba tumbado en la cubierta y vestía como siempre, un chaleco negro sin camisa debajo, un faldón negro y debajo un pantalón corto de color blanco que llega hasta las rodillas, una espada colgada al cinto, una bufanda y unas sandalias negras. También llevaba una chupa de cuero, con el símbolo de mi banda en esta, la cual estaba abierta también. Estaba pensando en mi chico, Sidfried, al cual llamaba lobito o Sid, me alegro mucho volverle a encontrar una vez en el South Blue, mar en el que estábamos ahora según Rayder, pues yo no sabía nada de navegación.
-Perdón, estaba pensando en otras cosas.- Le contesté a Rayder sobre su comentario mientras seguía pensando en mi chico, me daba mucha rabia que hubiese sufrido de amnesia y que hubiese estado a punto de asesinarlo sin ni siquiera saberlo, pero mas rabia me daba no haberle podido proteger cuando mas lo necesitaba. Luego empecé a pensar en nuestro antiguo combate, del cual salimos vivos por suerte, ese tal Sert, me seguía sonando de algo y fue entonces, cuando me acordé del subcapitán de mi banda. -¡Ya me acordé!- Grité, haciendo que Natty, mi tigre blanquecino, se asustará de golpe por el grito.
-Ese tal Sert, se llama Allen, y es uno de mis superiores en la tripulación que estoy y yo le intenté matar... espero que no se acuerde...- Dije al acordarme de tal cosa aunque quizás a Rayder no le importaba nada. Tuve un mal presagio después de decirlo y a Natty se le erizaron los pelos y se fue dentro de uno de los camarotes ya que todas las puertas estaban abiertas de par en par. Algo se acercaba y no creía que fuera nada bueno, así que me transformé sin ni siquiera esperar, en esa especie de dragón, la cabeza se me tornaba la de un dragón, la piel se me volvía escamosa, me salían alas azules y en vez de piernas me salía una cola.
Observé como algo se acercaba desde el cielo y por el olor que tenía, estaba claro que era Allen y de seguro estaría enfadado con nosotros, pues lo dejamos bien herido en la última pelea, pero, yo también tenía que estar enfadado, eso no fue una simple pelea de entrenamiento, fue a matarnos a los dos de verdad y sin compasión además. -Rayder, preparate... viene alguien que seguro reconoces...- Le dije mientras desenfundaba mi espada.
-Perdón, estaba pensando en otras cosas.- Le contesté a Rayder sobre su comentario mientras seguía pensando en mi chico, me daba mucha rabia que hubiese sufrido de amnesia y que hubiese estado a punto de asesinarlo sin ni siquiera saberlo, pero mas rabia me daba no haberle podido proteger cuando mas lo necesitaba. Luego empecé a pensar en nuestro antiguo combate, del cual salimos vivos por suerte, ese tal Sert, me seguía sonando de algo y fue entonces, cuando me acordé del subcapitán de mi banda. -¡Ya me acordé!- Grité, haciendo que Natty, mi tigre blanquecino, se asustará de golpe por el grito.
-Ese tal Sert, se llama Allen, y es uno de mis superiores en la tripulación que estoy y yo le intenté matar... espero que no se acuerde...- Dije al acordarme de tal cosa aunque quizás a Rayder no le importaba nada. Tuve un mal presagio después de decirlo y a Natty se le erizaron los pelos y se fue dentro de uno de los camarotes ya que todas las puertas estaban abiertas de par en par. Algo se acercaba y no creía que fuera nada bueno, así que me transformé sin ni siquiera esperar, en esa especie de dragón, la cabeza se me tornaba la de un dragón, la piel se me volvía escamosa, me salían alas azules y en vez de piernas me salía una cola.
Observé como algo se acercaba desde el cielo y por el olor que tenía, estaba claro que era Allen y de seguro estaría enfadado con nosotros, pues lo dejamos bien herido en la última pelea, pero, yo también tenía que estar enfadado, eso no fue una simple pelea de entrenamiento, fue a matarnos a los dos de verdad y sin compasión además. -Rayder, preparate... viene alguien que seguro reconoces...- Le dije mientras desenfundaba mi espada.
Rayder
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Natsu seguía enfrascado en sus pensamientos. ¿Qué estaría revoloteando por la cabeza de tan alegre joven para no darse cuenta del paisaje tan maravilloso que tenía a su alrededor? El pelinegro sonrió, últimamente había visto a su buen amigo de una personalidad mucho más afectiva. Tal vez hubiera pasado algo bueno en su vida, cosa que no hacía más que darle más felicidad. Unos amigos contentos era algo que a él le agradaba en sobremanera, y más si era alguien como Natsu, que ya eran casi como hermanos políticos.
Seguía con sus cavilaciones y pensamientos cuando de repente "saltó", por así decirlo, de su propio asiento. Lo que le reveló al antiguo integrante de la nobleza de Lvneel fue algo que no le gustó para nada, pero respetaría aquellas palabras. La persona con la que habían luchado a muerte anteriormente, aquel del que no había vuelto a saber nada, Sert, era un co-tripulante de la tripulación en la que estaba enfrascado Natsu. De nombre Allen, aquel joven chico-espectro no era sino un nakama del pelirrosa. Un pequeño fuego estalló en el interior de Rayder, que a pesar de estar manteniendo el timón en constancia, dijo a su compañero seriamente:
- ¿Y un compañero ataca a matar a otro de su tripulación? - Rugió interiormente, queriendo desestresarse contra la madera del lateral de una buena patada o puñetazo.
Oír hablar de aquel personaje hacía que su sangre se alterase en sobremanera. "Los Piratas de Barba Rubia nunca atacarían de esa forma a un nakama, nunca", pensó. A pesar de la rudeza de sus palabras, él no pretendía herir de sobremanera a Natsu. Sin embargo, siempre se había caracterizado por ser una persona sincera y directa, lo cuál a muchas personas no gustaba para nada. Pero él no era de los que enmascaraban las palabras para no hacer daño, no, él siempre diría la verdad, lo que ocupase sus actuales pensamientos, con el fin de que la gente se diera cuenta de las cosas que se aferraban en torno a su alrededor.
Suspirando y controlando su propia respiración, el pelinegro volvió a mirar a su compañero, con unos incoloros ojos en los que se podían notar ciertos matices de resentimiento y, además, remordimiento. Una vez que los latidos de su corazón se acompasaron con su serena mentalidad, llamó por su nombre a su compañero, para disculparse abiertamente con él. No quería dejarse llevar por lo que otros habían hecho, y Natsu era el que menos se merecía pagar por todo aquello. Con una voz de arrepentimiento por sus anteriores acciones, le dijo:
- Perdona Natsu, no sé que me pasa últimamente. No debí hablarte con esos malos modales, no es propio de mí - Suspirando, quitándose aquel peso de encima que lo estaba carcomiendo por dentro. Sin embargo, añadió. - Pero es que oírte hablar de ese tal Allen hace que se me revuelvan las tripas, y mis pensamientos regresen a "ese" día - Apretando sus puños contra los detalles de madera del timón que sus manos portaban y manejaban.
El barco seguía su rumbo por aquel vasto mar del South Blue, atravesando las corrientes marítimas por las que aumentar su velocidad. Y cuando todo parecía que iba a arreglarse y olvidar lo acontecido con el tal Allen o Sert, cual fuera el nombre que tuviera por cabeza, todo volvió a la oscuridad. Entre los cielos, algo refulgía y volaba como si fuera un héroe de los libros de historias fantásticas. El olor le identificaba como lo que era, y pronto el mismísimo Rayder comenzó a rugir sin estar transformado en su forma de Zoan. Haciendo virar el timón, quedó el barco en un punto muerto, ladeado, mientras que salía a la cubierta con la misma furia en sus ojos. Desenvainando las dos espadas que portaba en su cinto, una en cada mano, dijo con una tenebrosa sonrisa mientras los metales de sus armas refulgían con el sol:
- Hablando de conocidos ... - Quedándose parado en un punto, con las armas a cada lado de su cuerpo y el cuerpo posicionado como un depredador: tranquilo, paciente, pero listo para atacar a su presa.
Seguía con sus cavilaciones y pensamientos cuando de repente "saltó", por así decirlo, de su propio asiento. Lo que le reveló al antiguo integrante de la nobleza de Lvneel fue algo que no le gustó para nada, pero respetaría aquellas palabras. La persona con la que habían luchado a muerte anteriormente, aquel del que no había vuelto a saber nada, Sert, era un co-tripulante de la tripulación en la que estaba enfrascado Natsu. De nombre Allen, aquel joven chico-espectro no era sino un nakama del pelirrosa. Un pequeño fuego estalló en el interior de Rayder, que a pesar de estar manteniendo el timón en constancia, dijo a su compañero seriamente:
- ¿Y un compañero ataca a matar a otro de su tripulación? - Rugió interiormente, queriendo desestresarse contra la madera del lateral de una buena patada o puñetazo.
Oír hablar de aquel personaje hacía que su sangre se alterase en sobremanera. "Los Piratas de Barba Rubia nunca atacarían de esa forma a un nakama, nunca", pensó. A pesar de la rudeza de sus palabras, él no pretendía herir de sobremanera a Natsu. Sin embargo, siempre se había caracterizado por ser una persona sincera y directa, lo cuál a muchas personas no gustaba para nada. Pero él no era de los que enmascaraban las palabras para no hacer daño, no, él siempre diría la verdad, lo que ocupase sus actuales pensamientos, con el fin de que la gente se diera cuenta de las cosas que se aferraban en torno a su alrededor.
Suspirando y controlando su propia respiración, el pelinegro volvió a mirar a su compañero, con unos incoloros ojos en los que se podían notar ciertos matices de resentimiento y, además, remordimiento. Una vez que los latidos de su corazón se acompasaron con su serena mentalidad, llamó por su nombre a su compañero, para disculparse abiertamente con él. No quería dejarse llevar por lo que otros habían hecho, y Natsu era el que menos se merecía pagar por todo aquello. Con una voz de arrepentimiento por sus anteriores acciones, le dijo:
- Perdona Natsu, no sé que me pasa últimamente. No debí hablarte con esos malos modales, no es propio de mí - Suspirando, quitándose aquel peso de encima que lo estaba carcomiendo por dentro. Sin embargo, añadió. - Pero es que oírte hablar de ese tal Allen hace que se me revuelvan las tripas, y mis pensamientos regresen a "ese" día - Apretando sus puños contra los detalles de madera del timón que sus manos portaban y manejaban.
El barco seguía su rumbo por aquel vasto mar del South Blue, atravesando las corrientes marítimas por las que aumentar su velocidad. Y cuando todo parecía que iba a arreglarse y olvidar lo acontecido con el tal Allen o Sert, cual fuera el nombre que tuviera por cabeza, todo volvió a la oscuridad. Entre los cielos, algo refulgía y volaba como si fuera un héroe de los libros de historias fantásticas. El olor le identificaba como lo que era, y pronto el mismísimo Rayder comenzó a rugir sin estar transformado en su forma de Zoan. Haciendo virar el timón, quedó el barco en un punto muerto, ladeado, mientras que salía a la cubierta con la misma furia en sus ojos. Desenvainando las dos espadas que portaba en su cinto, una en cada mano, dijo con una tenebrosa sonrisa mientras los metales de sus armas refulgían con el sol:
- Hablando de conocidos ... - Quedándose parado en un punto, con las armas a cada lado de su cuerpo y el cuerpo posicionado como un depredador: tranquilo, paciente, pero listo para atacar a su presa.
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Sigo recorriendo el ancho cielo intentando encontrar cuando antes alguna isla, mientras mi mente con parte infantil se imagina con una bonita capa de color rojo y diciendo las típicas frases que dice los superhéroes para hacer quedar bien ante todo el mundo. Lo único malo de imaginarme todo esto es pensar que ahora que tengo enemigos por todas partes ya no podre ser un aliado y aun menos alguien en que la gente pueda confiar y pedir favores, lo cual me preocupa ya que este no es el camino que anhelo, pero desde que me entere de aquella misión debo seguir hasta cumplirla o sentiré que le habré traicionado a esa persona que es la que me ha dado cobijo y una vida como cualquier niño hubiera decidido.
El aire era cada vez mas fresquito haciendo que un regustito pasase por el interior de mi ropa, produciéndome sensaciones que creía que no estaban ahí. Lo único que espero es que encuentre dentro de poco una islita o al menos un barco para frenarme, ya que si sigo así temo que de pronto Sert me hago una broma pesada y mis poderes hagan “puf” y de pronto caiga al mar y me muera en el mismo lugar donde supuestamente todos nacemos o mejor dicho donde es el origen de toda la vida que conocemos actualmente.
Mi mente sigue en su mundo yupi pensando en las cosas que tiene que hacer o como perfeccionar sus dotes actuales mientras el sol que empieza a ser menos sofocante me da la posibilidad de girarme de dirección y hacer posible que mi rostro y mi parte frontal se encuentre ahora en la dirección del sol, haciendo que él solito me de de lleno en mi cara, a la par que cierro los ojos para poder sentir toda esa agradable sensación mientras mi cuerpo sigue su rumbo sin prisas.
Mi cuerpo se encuentra en una posición bastante cómoda mientras empiezo a dar giros hasta que al final me decanto por terminar y volver a mirar hacia abajo para observar las maravillas que hay en el mar que hasta ahora no le he puesto importancia. Entre ellas hay bonitos peces de pequeño y grandes tamaños que están surcando el mar. También hay un bonito delfín que está huyendo desesperadamente de lo que parece ser otro de sus amigos, lo cual supongo que es una broma. Además se puede observar un bonito dragón con una forma muy extraña que parece sacado de comics en vez de la vida real…..Todo lo normal que se encuentra en un mar tan puro y limpio, que a veces me dan ganas de surcar más a menudo.
Mi cuerpo pasa a aquel bonito animalejo cuando de pronto la cara de simpatía que tengo me cambia poco a poco a una mas dubitativa hasta que ya recuerdo y freno de golpe como quien no quiere continuar mas. Mi cuerpo se gira rápidamente mirando nuevamente a lo que parece ser un barco donde hay dos personas, siendo una de estas un miembro y amigo que se encuentra en mi banda. Y el otro chaval parece ser alguien bastante cabreado por el rostro que tiene y además porta unas katanas en la mano ¿Estarán peleando? Sin bajar ni un apéndice de donde me encuentro colocando ambas manos en mi boca para hacer el efecto de eco me dirijo a ambos.
-EY ¿Cómo andáis? ¿Qué haces ahí Natsu? Pensé que Stinger te había mandado a por provisiones en Little Garden. Para la próxima avisa que si no luego me toca buscarte por todo el mar y eso es agobiante tío.
-Pero mátales-dice Sert usando mi boca en ese momento haciendo que la escena cambie radicalmente.
-Que te calles jolines-digo dirigiéndome al aire donde supuestamente debería haber otro yo-Te he dicho un montón de veces que tú no eres quien para decirme quien debo matar o no. Lo que decía-digo volviendo a dirigirme hacia aquellos chavales-Que nos vemos, ya que a mí me toca ir a Water Seven a buscar unas cosas para el barco, nos vemos…
Es pura mentira pero no podía decirles que ando en un tour por el mundo o pensarían que soy un vago sin motivo alguno. Lo único que espero es que mi camarada no se ponga a irse a donde quiera sin al menos darnos un toque para saber que anda bien o seré el primero en preocuparme y me tocara joderme e ir a por su búsqueda.
El aire era cada vez mas fresquito haciendo que un regustito pasase por el interior de mi ropa, produciéndome sensaciones que creía que no estaban ahí. Lo único que espero es que encuentre dentro de poco una islita o al menos un barco para frenarme, ya que si sigo así temo que de pronto Sert me hago una broma pesada y mis poderes hagan “puf” y de pronto caiga al mar y me muera en el mismo lugar donde supuestamente todos nacemos o mejor dicho donde es el origen de toda la vida que conocemos actualmente.
Mi mente sigue en su mundo yupi pensando en las cosas que tiene que hacer o como perfeccionar sus dotes actuales mientras el sol que empieza a ser menos sofocante me da la posibilidad de girarme de dirección y hacer posible que mi rostro y mi parte frontal se encuentre ahora en la dirección del sol, haciendo que él solito me de de lleno en mi cara, a la par que cierro los ojos para poder sentir toda esa agradable sensación mientras mi cuerpo sigue su rumbo sin prisas.
Mi cuerpo se encuentra en una posición bastante cómoda mientras empiezo a dar giros hasta que al final me decanto por terminar y volver a mirar hacia abajo para observar las maravillas que hay en el mar que hasta ahora no le he puesto importancia. Entre ellas hay bonitos peces de pequeño y grandes tamaños que están surcando el mar. También hay un bonito delfín que está huyendo desesperadamente de lo que parece ser otro de sus amigos, lo cual supongo que es una broma. Además se puede observar un bonito dragón con una forma muy extraña que parece sacado de comics en vez de la vida real…..Todo lo normal que se encuentra en un mar tan puro y limpio, que a veces me dan ganas de surcar más a menudo.
Mi cuerpo pasa a aquel bonito animalejo cuando de pronto la cara de simpatía que tengo me cambia poco a poco a una mas dubitativa hasta que ya recuerdo y freno de golpe como quien no quiere continuar mas. Mi cuerpo se gira rápidamente mirando nuevamente a lo que parece ser un barco donde hay dos personas, siendo una de estas un miembro y amigo que se encuentra en mi banda. Y el otro chaval parece ser alguien bastante cabreado por el rostro que tiene y además porta unas katanas en la mano ¿Estarán peleando? Sin bajar ni un apéndice de donde me encuentro colocando ambas manos en mi boca para hacer el efecto de eco me dirijo a ambos.
-EY ¿Cómo andáis? ¿Qué haces ahí Natsu? Pensé que Stinger te había mandado a por provisiones en Little Garden. Para la próxima avisa que si no luego me toca buscarte por todo el mar y eso es agobiante tío.
-Pero mátales-dice Sert usando mi boca en ese momento haciendo que la escena cambie radicalmente.
-Que te calles jolines-digo dirigiéndome al aire donde supuestamente debería haber otro yo-Te he dicho un montón de veces que tú no eres quien para decirme quien debo matar o no. Lo que decía-digo volviendo a dirigirme hacia aquellos chavales-Que nos vemos, ya que a mí me toca ir a Water Seven a buscar unas cosas para el barco, nos vemos…
Es pura mentira pero no podía decirles que ando en un tour por el mundo o pensarían que soy un vago sin motivo alguno. Lo único que espero es que mi camarada no se ponga a irse a donde quiera sin al menos darnos un toque para saber que anda bien o seré el primero en preocuparme y me tocara joderme e ir a por su búsqueda.
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Rayder parecía muy cabreado al saber quien era Allen y la verdad, es que no era de extrañar pues, había intentado matarnos, aun cuando yo era de la misma tripulación que Allen, pero luego se calmó, hasta que llegó Allen. Parecía que ni siquiera recordaba el combate, pero lo mas raro fue cuando le oí decir, "Pero mátalos" como si estuviera hablando su otro yo con él, cosa rara pero posible. -¡Allen, peleemos, que la otra vez casi nos mata un tal Sert y quiero ser mas fuerte para poderle vencer!- Dije para intentar confirmar una cosa, aunque era raro que pensase eso, pero lo pensaba, además, así conseguiría que Rayder se calmará un poco.
Hice caso omiso a lo que dijo Allen, sobre lo de las provisiones y esas cosas de que luego le tocaba buscarme si no daba señales de vida. -¡Pero baja a cubierta, o si no no sería una lucha justa!- Le grité sin importarme nada de lo que pensaran mientras esta vez iba a ir todo lo serio posible, pues saqué mi espada de filo rojo y mi látigo inicial, ya que el que me compré, lo había perdido, seguramente en la pelea que tuve contra Allen, o Sert, que parecía ser su doble personalidad.
En algunos libros había leído de gente que tenía doble personalidad y muchas veces, una persona tan buena como un animal, podía llegar a ser tan malvado como un pirata cruel y despiadado, pero era pronto para hacer suposiciones aun. -Rayder... si baja... ataca por la izquierda, yo atacaré por la derecha... y si no baja, te llevaré encima mio...- Le murmuré a Rayder esperando las respuestas de Allen.
Hice caso omiso a lo que dijo Allen, sobre lo de las provisiones y esas cosas de que luego le tocaba buscarme si no daba señales de vida. -¡Pero baja a cubierta, o si no no sería una lucha justa!- Le grité sin importarme nada de lo que pensaran mientras esta vez iba a ir todo lo serio posible, pues saqué mi espada de filo rojo y mi látigo inicial, ya que el que me compré, lo había perdido, seguramente en la pelea que tuve contra Allen, o Sert, que parecía ser su doble personalidad.
En algunos libros había leído de gente que tenía doble personalidad y muchas veces, una persona tan buena como un animal, podía llegar a ser tan malvado como un pirata cruel y despiadado, pero era pronto para hacer suposiciones aun. -Rayder... si baja... ataca por la izquierda, yo atacaré por la derecha... y si no baja, te llevaré encima mio...- Le murmuré a Rayder esperando las respuestas de Allen.
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Allí estaba, la persona que los había humillado a ambos y pertenecía a la misma tripulación de Natsu. ¿Cómo no podía sentirse culpable de haber herido de aquella forma a un compañero? Todavía era algo que no le entraba en la cabeza. Su puño se aferraba con fuerza ante las espadas que tenía sujetadas, apretando los mangos de estas. Un leve temblor sacudía su cuerpo, los pelos se le erizaban como si estuviera a punto de presenciar algo que no le gustase. Podía olerlo a la perfección, aquel mismo matiz que se coló por sus orificios nasales el mismo día que pelearon en aquella plaza de Shimotsuki, una isla del mar más débil de todos, el East Blue.
Retorciéndose de ganas de que aquel chico, de nombre Allen, bajase a plantar cara por lo que les había hecho antes, se quedó callado mientras observaba de reojo cómo Natsu le incitaba a bajar a cubierta. Además, se acercó al oído del pelinegro para crear una pequeña estratagema con la que empezar un ataque. Él también tenía ganas de pelear, por lo que parecía. Eso causó una sonrisa en la expresión facial de Rayder, que dirigió su regia mirada hacia la persona que surcaba los cielos como si no fuera nada costoso para él.
- Eso, baja a tomarte algo con nosotros, que no mordemos - Dijo con una mueca siniestra en su sonrisa, a la par que le hacía unos gestos con la cabeza para que fuera a donde estaban ellos.
"Al menos, no en mi forma de humano", pensó hacia dentro. No podía atacarle estando a tanta altura. Ni siquiera sabía con qué poder estaba surcando los cielos. Tal vez aquella extraña energía del último encuentro pudiera usarse para más cosas aparte de bolas explosivas, o algo por el estilo. Por eso tenían que atraerle hacia donde estaban Natsu y Rayder, no podían combatir en el aire contra él. ¿O tal vez sí?
Si Natsu se transformaba en su forma de dragón, podría montarle como los héroes antiguos, pero nunca lo había hecho y esa faena estaría destinada al desastre desde el momento en que pusiera un pie sobre la espalda de su compañero. Lo mejor que podían preveer era un combate en la cubierta del barco. Eso sí, tendrían que tener mucho cuidado con no destrozar el mismo transporte con el que se movían por el mar, pues si los tres cayesen al agua sería el final para todos. Ninguno sabía nadar debido a que eran usuarios de Akuma No Mi, así que habría que tratar al barco como una joya que no se pude destrozar.
- Venga, baja. Una pelea no nos vendrá mal para entrar en calor - Comentó, reprimiendo su furia interna para que no se notasen tonos extraños en su voz, que pudieran dar a entender que aquello era una invitación a una confrontación segura.
"Aunque preferiría decir que sería un combate en toda regla, pero en ese caso dudo que bajases", pensó otra vez, sin decir nada de lo que pasaba por su mente. Mas algo más le llamó la atención, ya que aquel joven parecía hablar consigo mismo, haciéndose callar de vez en cuando. ¿Sufriría de bipolaridad? Tal vez en el encuentro anterior se dejase poseer por su parte "mala", por así decirlo. Pero eran suposiciones de las cuáles no podía saber si eran verdaderas o un simple juego por su parte.
Pero como no podía hacer nada por comenzar un combate de su propia mano, ya que no alcanzaría nunca la altura a la que Allen se encontraba volando, se quedó allí abajo esperándole fervientemente. Deseaba comenzar una pelea con él, deseaba probar aquel estilo de dos espadas que había estado entrenando poco a poco para dar más variedad a su repertorio de ataques. Tal vez consiguieran sorprenderle, si desde un principio cooperaban en equipo. Su mirada de ojos incoloros se clavó en la del pirata bipolar, esperándole apretando con fuerza el mango de sus dos armas, las cuáles deseaban probar un poco de sangre.
Retorciéndose de ganas de que aquel chico, de nombre Allen, bajase a plantar cara por lo que les había hecho antes, se quedó callado mientras observaba de reojo cómo Natsu le incitaba a bajar a cubierta. Además, se acercó al oído del pelinegro para crear una pequeña estratagema con la que empezar un ataque. Él también tenía ganas de pelear, por lo que parecía. Eso causó una sonrisa en la expresión facial de Rayder, que dirigió su regia mirada hacia la persona que surcaba los cielos como si no fuera nada costoso para él.
- Eso, baja a tomarte algo con nosotros, que no mordemos - Dijo con una mueca siniestra en su sonrisa, a la par que le hacía unos gestos con la cabeza para que fuera a donde estaban ellos.
"Al menos, no en mi forma de humano", pensó hacia dentro. No podía atacarle estando a tanta altura. Ni siquiera sabía con qué poder estaba surcando los cielos. Tal vez aquella extraña energía del último encuentro pudiera usarse para más cosas aparte de bolas explosivas, o algo por el estilo. Por eso tenían que atraerle hacia donde estaban Natsu y Rayder, no podían combatir en el aire contra él. ¿O tal vez sí?
Si Natsu se transformaba en su forma de dragón, podría montarle como los héroes antiguos, pero nunca lo había hecho y esa faena estaría destinada al desastre desde el momento en que pusiera un pie sobre la espalda de su compañero. Lo mejor que podían preveer era un combate en la cubierta del barco. Eso sí, tendrían que tener mucho cuidado con no destrozar el mismo transporte con el que se movían por el mar, pues si los tres cayesen al agua sería el final para todos. Ninguno sabía nadar debido a que eran usuarios de Akuma No Mi, así que habría que tratar al barco como una joya que no se pude destrozar.
- Venga, baja. Una pelea no nos vendrá mal para entrar en calor - Comentó, reprimiendo su furia interna para que no se notasen tonos extraños en su voz, que pudieran dar a entender que aquello era una invitación a una confrontación segura.
"Aunque preferiría decir que sería un combate en toda regla, pero en ese caso dudo que bajases", pensó otra vez, sin decir nada de lo que pasaba por su mente. Mas algo más le llamó la atención, ya que aquel joven parecía hablar consigo mismo, haciéndose callar de vez en cuando. ¿Sufriría de bipolaridad? Tal vez en el encuentro anterior se dejase poseer por su parte "mala", por así decirlo. Pero eran suposiciones de las cuáles no podía saber si eran verdaderas o un simple juego por su parte.
Pero como no podía hacer nada por comenzar un combate de su propia mano, ya que no alcanzaría nunca la altura a la que Allen se encontraba volando, se quedó allí abajo esperándole fervientemente. Deseaba comenzar una pelea con él, deseaba probar aquel estilo de dos espadas que había estado entrenando poco a poco para dar más variedad a su repertorio de ataques. Tal vez consiguieran sorprenderle, si desde un principio cooperaban en equipo. Su mirada de ojos incoloros se clavó en la del pirata bipolar, esperándole apretando con fuerza el mango de sus dos armas, las cuáles deseaban probar un poco de sangre.
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Me disponía a alejarme de la posición cuando una voz procedente del barco me quito de mis pensamientos. Al parecer mi camarada de banda me está diciendo que un tal Sert le había atacado en algún momento, lo cual me extraño mucho ya que el único Sert que conozco es a mi alter ego que está dentro de mi mente, pero en ningún momento este puede controlar mi cuerpo como le plazca excepto que me quite de la sala de control, lo cual si mal no recuerdo únicamente lo hago en momentos donde la zona está muy despejada y es prácticamente imposible que haya pelea y tras volver siempre me encuentro en perfecto estado y sin estado de haber estado peleando…..aunque una vez, cuando me desperté en Orange Town me encontraba en un hospital, así que puede ser que en aquella situación haya peleado contra Sert, pero debo confirmarlo.
-“¿Sert tu no habrás osado pelear cuando te pedí que me avisaras si ocurría algo peligroso verdad?
“-Bueno….puede que ocurriese algún incidente mientras…..”
Como supuse Sert había peleado contra uno de mis nakamas sin mi permiso y esto seguramente lo sepa toda la gente excepto yo, lo cual me jode ya que pensaran que he sido un puñetero cabron que ataca por placer, por lo que debo calmar la situación, ya que parece que Natsu quiere pelear conmigo por lo de Sert, así que haciendo un gesto de humildad intente disculparme.
-Perdonad. Sé que estaréis ansiando una pelea por lo ocurrido en Orange Town. Me lo ha contado todo Sert…o mejor dicho lo deduje, pero os aseguro que yo jamás atacaría a un camarada y menos a un desconocido, por lo que os pido disculpa y si estas palabras no os son suficientes recibiré lo que veáis justo.
Tras terminar aquella palabras empecé a descender a gran velocidad y al poco de caer al barco me coloque ambas manos juntas esperando la ofensiva de ellos, ya que supongo que querrán pelear y en ese caso….
-“Sert si me empiezan a atacar ponte tu al control, ya sabes que tienes que hacer. Yo no voy a pelear en un combate que tu has causado”
-“Esta bien. Perdona no volveré a hacerlo…en unos días lo que hice”
Ahora solo faltaba esperar que harían aquellas personas, aunque supongo que esto tirara al lado oscuro, lo cual yo estaré preparado en caso de ser eso, ya que he estado soltando energía no visible desde hace rato para tenerla preparada en caso de necesitar usarla.
-“¿Sert tu no habrás osado pelear cuando te pedí que me avisaras si ocurría algo peligroso verdad?
“-Bueno….puede que ocurriese algún incidente mientras…..”
Como supuse Sert había peleado contra uno de mis nakamas sin mi permiso y esto seguramente lo sepa toda la gente excepto yo, lo cual me jode ya que pensaran que he sido un puñetero cabron que ataca por placer, por lo que debo calmar la situación, ya que parece que Natsu quiere pelear conmigo por lo de Sert, así que haciendo un gesto de humildad intente disculparme.
-Perdonad. Sé que estaréis ansiando una pelea por lo ocurrido en Orange Town. Me lo ha contado todo Sert…o mejor dicho lo deduje, pero os aseguro que yo jamás atacaría a un camarada y menos a un desconocido, por lo que os pido disculpa y si estas palabras no os son suficientes recibiré lo que veáis justo.
Tras terminar aquella palabras empecé a descender a gran velocidad y al poco de caer al barco me coloque ambas manos juntas esperando la ofensiva de ellos, ya que supongo que querrán pelear y en ese caso….
-“Sert si me empiezan a atacar ponte tu al control, ya sabes que tienes que hacer. Yo no voy a pelear en un combate que tu has causado”
-“Esta bien. Perdona no volveré a hacerlo…en unos días lo que hice”
Ahora solo faltaba esperar que harían aquellas personas, aunque supongo que esto tirara al lado oscuro, lo cual yo estaré preparado en caso de ser eso, ya que he estado soltando energía no visible desde hace rato para tenerla preparada en caso de necesitar usarla.
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Rayder también estaba ansioso por pelear, se notaba en su cara y luego observé como Allen se disculpaba, algo que me dio mas rabia y le contesté claramente. -Allen, no tienes porque disculparte, fue nuestra culpa por ser tan débiles.- Le dije mientras veía como este aceptaba la proposición de Rayder de echar un combate, a él le hacia caso y a mi no, muy bonito. Observé como Allen descendía al barco y entonces le murmuré a Rayder mientras me mirada se clavaba en los ojos de Allen. -Bien, mientras yo le intentó capturar con mi látigo o mi cola, tu ataca por donde lo creas mas oportuno... yo me encargaré de atraparlo.- Mi cola no paraba de moverse de un lado a otro, cual perro contento por la comida.
Estando Allen ya en el suelo, me abalancé hacía él, usando el seimei kikkan para hacer mas densas y algo mas largas mis escamas, a la vez que alargaba mi cola de dragón, para poderla usar como un látigo, así tendría mi cola y el látigo que tenía anteriormente, que debía medir, siete metros, quizás, aunque a lo mejor eran menos. También portaba mi espada de filo rojo, en la mano izquierda, el látigo en la derecha. Ahora debía de pensar en como engañar a Allen para capturarle, aunque lo mas seguro que hiciera, sería usar el seimei kikkan para atraparle, aunque eso de poco serviría contra él si no estaba bien compenetrado con Rayder, debía atacar al mismo tiempo que yo atrapaba a Allen, sin perder ni una décima de segundo.
Cuando estaba a escasos metros de Allen, con mi espada, hice como una especie de tajo vertical en el aire, haciendo una especie de onda cortante, al estar transformado, esa onda tendría mas potencia que una en mi forma humana. -¡Onda de dragón!-[AI] Grité para despistar mas a Allen, mientras que con el látigo de mi mano derecha, tan punto pude y al ver que ya estaba a escasos centímetros de Allen, hice que mi cola fuera por la izquierda mientras esperaba atraparlo y que Rayder le atacará por arriba y poderle vencer, pero había algo que me daba mal espina.
Estando Allen ya en el suelo, me abalancé hacía él, usando el seimei kikkan para hacer mas densas y algo mas largas mis escamas, a la vez que alargaba mi cola de dragón, para poderla usar como un látigo, así tendría mi cola y el látigo que tenía anteriormente, que debía medir, siete metros, quizás, aunque a lo mejor eran menos. También portaba mi espada de filo rojo, en la mano izquierda, el látigo en la derecha. Ahora debía de pensar en como engañar a Allen para capturarle, aunque lo mas seguro que hiciera, sería usar el seimei kikkan para atraparle, aunque eso de poco serviría contra él si no estaba bien compenetrado con Rayder, debía atacar al mismo tiempo que yo atrapaba a Allen, sin perder ni una décima de segundo.
Cuando estaba a escasos metros de Allen, con mi espada, hice como una especie de tajo vertical en el aire, haciendo una especie de onda cortante, al estar transformado, esa onda tendría mas potencia que una en mi forma humana. -¡Onda de dragón!-[AI] Grité para despistar mas a Allen, mientras que con el látigo de mi mano derecha, tan punto pude y al ver que ya estaba a escasos centímetros de Allen, hice que mi cola fuera por la izquierda mientras esperaba atraparlo y que Rayder le atacará por arriba y poderle vencer, pero había algo que me daba mal espina.
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No hizo mucha falta continuar con aquellas frases provocativas para que bajase, puesto que el chico-espectro tardó apenas unos instantes en volar hacia la cubierta del barco en el que se encontraban Natsu y Rayder. El primero ya le había comentado al oído otra estrategia para capturar a su sub-capitán de la tripulación, mientras que el primero mostraba sus dientes en una macabra sonrisa. Las ganas de comenzar aquel enfrentamiento estaban por las nubes, y no se tardó demasiado en comenzar. El ambiente estaba bastante cargado, y la tensión era tal que podía cortar hasta el mismísimo oxígeno que les estaba envolviendo. Ciertamente, sería un día completo y divertido.
Adelantándose a todas las expectativas que había creado el pelinegro en su mente, fue Natsu el que dio el primer paso en aquella estratagema que había ideado con anterioridad. Lo sorprendió, sin duda, por lo que no pudo evitar mostrar una tímida sonrisa mientras que pensaba: "Cada vez se está soltando más, aprende rápido", observando cómo su amigo se lanzaba a por su nakama, con el látigo de domador en la mano y una espada roja en la otra. Se mostraba muy seguro de sí mismo, pero a veces dicha confianza era mejor guardarla, mostrando un rostro inexpresivo. Cuanta menos información pudieran darle a sus enemigos sobre su estado de ánimo, mejor. Incluso durante sus clases de esgrima y arte de espadachín, sus maestros le decían que se mostrase frío como un témpano de hielo: calculador, pacífico y en espera de poder asestar un golpe crítico.
- No te apresures demasiado, Natsu. Sabes que es un buen enemigo - Advirtiéndole sobre las ya conocidas habilidades de Allen, el cuál esperaba tranquilo, sin mostrarse afectado por la situación.
Sin embargo, salió andando detrás de él, a unos metros de seguridad. Observando a todos los lados, revisando el terreno por si el contrincante había preparado alguna trampa sin que se dieran cuenta de ello. No sería la primera vez, y no estaba por la labor de permitirlo. Con sus dos espadas en la mano, continuó su camino, desplazándose y desviándose del camino que había tomado Natsu. El pelinegro dio la vuelta para quedar a la espalda del enemigo, mientras que observaba cómo Natsu lanzaba una onda bastante fuerte y, segundos después, empleaba sus artimañas para intentar apresarle. Una buena estrategia, no dejarle respirar.
- Mi turno - Dijo el pelinegro, haciéndose a un lado para esquivar la trayectoria de la onda.
Empleando los músculos de sus piernas, una vez que estuvo suficientemente apartado de la trayectoria de la onda para no resultar herido por si Allen conseguía esquivarla, se impulsó hacia el aire. El salto superó los tres metros de altura, y su cuerpo giró en el aire para quedar mirando hacia abajo. La gravedad lo ayudó en aquellos instantes, haciendo que bajara por su propio peso hacia abajo. Colocando sus dos espadas como si de una cruz se tratase, comenzó a girar con fuerza, cayendo como una peonza sobre Allen. La velocidad haría que aquel doble corte resultase como una trituradora, mas todavía quedaba por ver si su enemigo era capaz de esquivar tanto a Natsu como a él. ¿Su objetivo? Golpearle en la cabeza. Con un rugido, dijo:
- ¡Hurricane Spike! [AM]
Ahora ambos sabían que si compenetraban sus fuerzas, las oportunidades de tomar por sorpresa a Allen mejoraban crecientemente. Pelear solo únicamente haría que fuera más fácil para el peliblanco derrotarlos, cosa que no se podían permitir. Y entre el ataque e intento de atraparle de Natsu, y el corte de Rayder no habían pasado más de tres segundos, buscando que su tiempo de reacción fuera mínimo. Si le agobiaban con tantos ataques a la vez, tal vez las cosas fueran mejor que la última vez. Mientras tanto, en el aire, un grupo de gaviotas volaban tranquilas, sin importarles lo que pasase debajo, como si aquellas tres personas que estaban peleando no fueran más que unas hormigas a sus ojos.
Adelantándose a todas las expectativas que había creado el pelinegro en su mente, fue Natsu el que dio el primer paso en aquella estratagema que había ideado con anterioridad. Lo sorprendió, sin duda, por lo que no pudo evitar mostrar una tímida sonrisa mientras que pensaba: "Cada vez se está soltando más, aprende rápido", observando cómo su amigo se lanzaba a por su nakama, con el látigo de domador en la mano y una espada roja en la otra. Se mostraba muy seguro de sí mismo, pero a veces dicha confianza era mejor guardarla, mostrando un rostro inexpresivo. Cuanta menos información pudieran darle a sus enemigos sobre su estado de ánimo, mejor. Incluso durante sus clases de esgrima y arte de espadachín, sus maestros le decían que se mostrase frío como un témpano de hielo: calculador, pacífico y en espera de poder asestar un golpe crítico.
- No te apresures demasiado, Natsu. Sabes que es un buen enemigo - Advirtiéndole sobre las ya conocidas habilidades de Allen, el cuál esperaba tranquilo, sin mostrarse afectado por la situación.
Sin embargo, salió andando detrás de él, a unos metros de seguridad. Observando a todos los lados, revisando el terreno por si el contrincante había preparado alguna trampa sin que se dieran cuenta de ello. No sería la primera vez, y no estaba por la labor de permitirlo. Con sus dos espadas en la mano, continuó su camino, desplazándose y desviándose del camino que había tomado Natsu. El pelinegro dio la vuelta para quedar a la espalda del enemigo, mientras que observaba cómo Natsu lanzaba una onda bastante fuerte y, segundos después, empleaba sus artimañas para intentar apresarle. Una buena estrategia, no dejarle respirar.
- Mi turno - Dijo el pelinegro, haciéndose a un lado para esquivar la trayectoria de la onda.
Empleando los músculos de sus piernas, una vez que estuvo suficientemente apartado de la trayectoria de la onda para no resultar herido por si Allen conseguía esquivarla, se impulsó hacia el aire. El salto superó los tres metros de altura, y su cuerpo giró en el aire para quedar mirando hacia abajo. La gravedad lo ayudó en aquellos instantes, haciendo que bajara por su propio peso hacia abajo. Colocando sus dos espadas como si de una cruz se tratase, comenzó a girar con fuerza, cayendo como una peonza sobre Allen. La velocidad haría que aquel doble corte resultase como una trituradora, mas todavía quedaba por ver si su enemigo era capaz de esquivar tanto a Natsu como a él. ¿Su objetivo? Golpearle en la cabeza. Con un rugido, dijo:
- ¡Hurricane Spike! [AM]
Ahora ambos sabían que si compenetraban sus fuerzas, las oportunidades de tomar por sorpresa a Allen mejoraban crecientemente. Pelear solo únicamente haría que fuera más fácil para el peliblanco derrotarlos, cosa que no se podían permitir. Y entre el ataque e intento de atraparle de Natsu, y el corte de Rayder no habían pasado más de tres segundos, buscando que su tiempo de reacción fuera mínimo. Si le agobiaban con tantos ataques a la vez, tal vez las cosas fueran mejor que la última vez. Mientras tanto, en el aire, un grupo de gaviotas volaban tranquilas, sin importarles lo que pasase debajo, como si aquellas tres personas que estaban peleando no fueran más que unas hormigas a sus ojos.
- INFORMACIÓN:
- Simple, me coloco a la espalda de Allen, pero en una posición en la que la onda de Natsu no llegue a golpearme si es esquivada. Dando un salto, caigo girando con las espadas extendidas como si fuera una especie de "huracán/peonza", dirigiéndome hacia la cabeza de Allen. Este último ataque se efectúa instantes después de que Natsu intente atraparle.
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Nada mas apoyarme en el suelo me quede mirando a mis dos supuestos compañero, que esperaba que al menos comprendieran el significado de mis palabras y no tendiéramos al lado oscuro de la conversación, que es la pelea a palo seco. Mis ojos se abrieron de par en par cuando vi como uno de mis nakamas conocido como Natsu empezó a venir hacia mi posición para intentar atacarme, lo cual me daba a entender que al final esto iba a acabar en lo que no quería, y además debía esforzarme ya que si no pensara que su superior es más flojo de lo que parece y en eso está bastante equivocado, ya que le demostrare lo que pasa cuando alguien subestima a su superior.
Empecé a usar la energía de Sert con la cual mis ojos cambiaron a una tonalidad negra y dejando la iris de color roja, lo cual daba por sentado que parte de mi carácter ahora es idéntica a la de mi alter ego, por lo que deberá empezar a temer. Sin dejarle tiempo a reaccionar empecé a utilizar una técnica prohibida que conseguí aprender usando el poder de mi energía de canalización. Mi cuerpo empezó a cambiar de tono hacia una tonalidad amarilla haciendo que mi pelo se quedara de punta mientras mi ropa cambiaban a una tonalidad anaranjada, a la par que mis ojos seguían observando como aquel sujeto mediocre seguía viniendo hacia mí.
-[Habilidad] Modo Héroe-digo mirando a ambos sujetos, siendo uno de ellos uno de mis compañero.
Sin tiempo a pausar mi velocidad había aumentado por la constancia de esta habilidad, la cual era emitir una cantidad de energía constante permitiéndome usar mi poder a una alta velocidad. De pronto mi compañero se encontraba solo lanzándome una onda cortante a la cual ni me inmute, haciendo que todos los presentes pareciera que el tajo me había atravesado, pero en realidad me moví a tal velocidad que parecía que no me había movido de la zona, a lo cual respondí acto seguido creando una cúpula de energía, la cual fue formada como si fuese a hacer una onda explosiva desde mi cuerpo, la cual se extendió hasta que a un cierto margen se paro, creando así alrededor mía esta técnica para bloquear los latigazos que también estaban viniendo hacia mi dirección, ya que si este quería haberme atacado por sorpresa debería a ver usado a su compañero……que por cierto donde está.
-[Defensa] “Plus” Cúpula del demonio.-digo bastante serio.
Mis ojos miraron rápidamente hacia el cielo ya que este no podría estar detrás de mí o habría recibido el tajo de lleno y pude ver como su cuerpo se encontraba girando hacia mi posición, a lo cual reaccione aun teniendo la cúpula que está bien dura debido a la gran concentración que posee y para nada queria que explotase en estos momento, por eso la mantuve en este estado. De esta empezaron a brotar dos manos de color amarillentas que fueron a aprisionar al chico giratorio, el cual no podrá verlo ya que a esa velocidad de giro su vista esta totalmente nula y mi energía no produce olor, así que crudo lo tiene para esquivarlo, la cual si le alcanza le rodeara y lo lanzaría hacia al mar, ya que pasaba de tener dos rivales sin sentido en este barco.
-[Ataque] “Plus” Mano de los dioses [AM]-digo con una sonrisa sádica en mi rostro.
Empecé a usar la energía de Sert con la cual mis ojos cambiaron a una tonalidad negra y dejando la iris de color roja, lo cual daba por sentado que parte de mi carácter ahora es idéntica a la de mi alter ego, por lo que deberá empezar a temer. Sin dejarle tiempo a reaccionar empecé a utilizar una técnica prohibida que conseguí aprender usando el poder de mi energía de canalización. Mi cuerpo empezó a cambiar de tono hacia una tonalidad amarilla haciendo que mi pelo se quedara de punta mientras mi ropa cambiaban a una tonalidad anaranjada, a la par que mis ojos seguían observando como aquel sujeto mediocre seguía viniendo hacia mí.
-[Habilidad] Modo Héroe-digo mirando a ambos sujetos, siendo uno de ellos uno de mis compañero.
- Habilidad:
- Sin las esferas obviamente
Sin tiempo a pausar mi velocidad había aumentado por la constancia de esta habilidad, la cual era emitir una cantidad de energía constante permitiéndome usar mi poder a una alta velocidad. De pronto mi compañero se encontraba solo lanzándome una onda cortante a la cual ni me inmute, haciendo que todos los presentes pareciera que el tajo me había atravesado, pero en realidad me moví a tal velocidad que parecía que no me había movido de la zona, a lo cual respondí acto seguido creando una cúpula de energía, la cual fue formada como si fuese a hacer una onda explosiva desde mi cuerpo, la cual se extendió hasta que a un cierto margen se paro, creando así alrededor mía esta técnica para bloquear los latigazos que también estaban viniendo hacia mi dirección, ya que si este quería haberme atacado por sorpresa debería a ver usado a su compañero……que por cierto donde está.
-[Defensa] “Plus” Cúpula del demonio.-digo bastante serio.
Mis ojos miraron rápidamente hacia el cielo ya que este no podría estar detrás de mí o habría recibido el tajo de lleno y pude ver como su cuerpo se encontraba girando hacia mi posición, a lo cual reaccione aun teniendo la cúpula que está bien dura debido a la gran concentración que posee y para nada queria que explotase en estos momento, por eso la mantuve en este estado. De esta empezaron a brotar dos manos de color amarillentas que fueron a aprisionar al chico giratorio, el cual no podrá verlo ya que a esa velocidad de giro su vista esta totalmente nula y mi energía no produce olor, así que crudo lo tiene para esquivarlo, la cual si le alcanza le rodeara y lo lanzaría hacia al mar, ya que pasaba de tener dos rivales sin sentido en este barco.
-[Ataque] “Plus” Mano de los dioses [AM]-digo con una sonrisa sádica en mi rostro.
- Ataque:
Asi son las manos
- Ataque:
- Aqui podéis ver los frutos de mi entrenamiento. Con la energía que libere anteriormente no la emplee todavía, la cual nombre en mi anterior post. Mi técnica es simple. Use el poder de mi energía para sacarla al exterior de mi cuerpo constante sin dejar el grifo cerrado, con ello consigo mas velocidad por la expulsión de energía en zonas como es la parte trasera de mi cuerpo ( esquive asi a Natsu su onda) y luego extendí energía alrededor mía formando una cúpula solida, de la cual al estar tocando el suelo los látigos no pueden darme y a la par ( si aproveche mucho xD) empece a mandar aun mas energía para que de esta saliera dos manos dirigente hacia tu cuerpo, que supongo que estaría a punto de chocar con la cúpula, por ello lo tenéis jodido =P Si veis algo super raro o no se pueda poner me decís ^^ Ya que quiero dar todo en este combate.
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Observé como nuestro ataque combiando no logró hacerle efecto alguno, pues de mis latigazos ninguno logró romper esa extraña cúpula que había creado el enemigo, vi luego entonces como Allen iba a coger a Rayder y lo iba a lanzar al mar, así que debía pensar en que hacer para evitar que Rayder cayera al mar, pues no podía hacer nada en ese instante, aunque, en verdad seguía estando cerca de Allen y al estar tan cerca usé mi látigo para agarrar a Rayder del tobillo al menos, ahora debía pensar en como lograr atacar a Allen, pero debía de pensarlo junto a Rayder, pero por lo lejos que se encontraba, no podríamos planear ninguna estrategia. Lo primero que tenía que hacer era probar de lograr destrozar aquella clase de cúpula y la verdad, estaba preparado por si Allen hacía algo imprevisto y pudiera lanzar a Rayder al mar, aunque, como seguro Rayder lograría algo, desaté mi látigo de su pie.
Ahora tocaba pensar en como lograr partir esa cúpula de energía, y solo se me ocurría un método, aunque claro, estando Rayder tan cerca, le podría dañar a él también, pero seguro lo entendería, además, era por una buena causa, ¿no? Usé el seimei kikkan para agrandar un poco más, concretamente, hacerlo del tamaño de uno de los de Rayder en su forma híbrida, mi brazo y mano izquierdos, para luego hacer un tajo en vertical, del cual lancé otra onda cortante, pero al tener mas fuerza ahora, la onda era mas grande y por ende, mas fuerte. -¡Giga onda de dragón!- Grité, ahora solo faltaba que Rayder supiera aprovechar ese momento que de seguro despistaría a Allen para zafarse del agarre.
Ahora tocaba pensar en como lograr partir esa cúpula de energía, y solo se me ocurría un método, aunque claro, estando Rayder tan cerca, le podría dañar a él también, pero seguro lo entendería, además, era por una buena causa, ¿no? Usé el seimei kikkan para agrandar un poco más, concretamente, hacerlo del tamaño de uno de los de Rayder en su forma híbrida, mi brazo y mano izquierdos, para luego hacer un tajo en vertical, del cual lancé otra onda cortante, pero al tener mas fuerza ahora, la onda era mas grande y por ende, mas fuerte. -¡Giga onda de dragón!- Grité, ahora solo faltaba que Rayder supiera aprovechar ese momento que de seguro despistaría a Allen para zafarse del agarre.
- off:
- Perdón si es demasiado corto el post... pero no me venía nada de inspiración...
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Akuma no mi
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Nada más lanzarse los dos compañeros a por su enemigo común, este realizó algo que asombró a los presentes. Parecía un dios, esas cosas eran asi ilógicas en el mundo en el que vivían. Pero también sabía que había seres extraordinarios que tenían un potencial increíble, como era el caso de Allen. Por todo el rencor que le tuviera por la última ofensa que le hizo en Shimotsuki, no podía evitar reconocer una gran habilidad cuando la veía. Y ciertamente, si aquel muchacho no se dejaba llevar por su alter ego maligno, era un rival bastante honorable. Su tono de piel cambió, fusionándose con su propia energía que tantos recuerdos le traía al ex-noble, sobre todo desde el interior de su cuerpo. Recordaba con pelos y señales aquella explosión intracorporal que consiguió abatirle, todo por causa de la batalla comenzada.
- Interesante, muy interesante - Susurró el joven pelinegro., hasta quedar detrás de Allen, mientras que Natsu seguía dándolo todo por cogerle por sorpresa.
La apariencia de su contrincante había cambiado totalmente, adoptando una piel dorada, además de refulgir energía por todos los poros de su piel. Incluso su blanquecino pelo había sido elevado como si la gravedad no tuviera efecto sobre él, dándole un aspecto heroico. ¡Y de repente, la onda que había lanzado Natsu le atravesó! Pero no le ocurrió nada, puesto que no mostró signos de debilidad aparentes, ni siquiera un poquito de sangre contra el suelo. Los ojos de Rayder se abrieron concretamente, como si no estuviera seguro de lo que había pasado en aquel momento. Proyectando las palabras de su mente al exterior, dijo con una gota de sudor cayendo por su sien derecha:
- Pero qué coño ...
Pero no debía perder tiempo. Se colocó en una posición a la que no llegase a darle dicha onda, y saltó hacia arriba. Y fue entonces, mientras que el pelinegro estaba realizando su ataque-corte-caída como si fuera una peonza, cuando una especie de cúpula o domo de energía se abatió sobre el cuerpo de su enemigo, protegiéndolo tanto de los ataques de Natsu como de su cola. Incluso las espadas de Rayder chocaron y soltaron chispas contra tal cantidad de energía concentrada, bloqueando a la perfección su ataque.
Por si fuera poco, unas manos de energía fueron frenando poco a poco al ex-noble, hasta que este quedó en movimiento estático, agarrado por dichas proyecciones de Allen. Estas emitían un poco de calor, pero no lo suficiente como para quemar la ropa del pelinegro, que intentaba desasirse del agarre, siendo incapaz. Como si lo estuviera previendo, dichas manos comenzaron a moverse para lanzarle lejos de allá. ¿Acaso no quería pelear contra él, sino que simplemente se protegería de sus ataques? El cuerpo de Rayder salió volando, hacia uno de los costados del barco. Mientras que caía, iba viendo cómo el mar se iba acercando más a él, cada vez lo tenía más cerca.
- Y una mierda. Esto no acaba aquí - Dijo, comenzando a mover su cuerpo en el aire, dando una voltereta.
Con una agilidad felina, fue capaz de recomponerse y clavar ambas espadas en la superficie lateral de su barco, como si fueran muecas donde agarrarse para no caer. Sus pies habían quedado muy cerca del agua, casi rozándola, por lo que dio un suspiro de agradecimiento. Por si fuera poco, dio una patada al agua, de forma que chapotease y fuera totalmente audible por sus compañeros. De esa forma, sería razonable que todo el mundo creyera que había entrado en el agua, a pesar de ser una estratagema. Mientras tanto, podía seguir escuchando cómo allá arriba se seguía con la pelea. De seguro que Allen pensaría que él ya estaba en el fondo del mar, inservible, por lo que era una buena oportunidad para ser aprovechada.
Como si fuera una sombra, comenzó a moverse por los laterales del barco, clavando su espada en diferentes lugares de la madera para subir diestramente. Una vez que estuvo en el extremo superior, sacó su cabeza escasos centímetros únicamente para divisar cómo estaban colocados los contrincantes. Se colaría a un lugar donde no estuviera mirando Allen, y en un momento de despiste se concentraría y atacaría con velocidad. Tal vez así ambos consiguieran una ventaja. Y eso fue lo que hizo, desplazándose tras guardar sus dos katanas en las fundas con mucho trabajo, hasta que se colocó a una distancia de varios metros por detrás de su enemigo. Lentamente, subió sin hacer ningún ruido, como el depredador que era. Sin embargo, a la hora de tomar su arma, no la desenfundó, sino que la tomó con vaina incluida. Solo una de ellas, en un estilo de una espada. Y aprovechando que él seguía peleando contra Natsu, se movió como rápidamente, ejecutando una fuerte técnica de desenvaine.
- Ittoryu Iai, Kuroi Sekai [AIF]
Con la intención de atravesar a su enemigo, apareciendo delante de él con la espada desenvainada. Lentamente, tras un giro de muñeca, comenzó a envainarla a la vez que se giraba para observar su resultado, el cuál esperaba que fuera exitoso. El fuego en su mirada era cada vez más ardiente, estaba disfrutando con la pelea.
- Interesante, muy interesante - Susurró el joven pelinegro., hasta quedar detrás de Allen, mientras que Natsu seguía dándolo todo por cogerle por sorpresa.
La apariencia de su contrincante había cambiado totalmente, adoptando una piel dorada, además de refulgir energía por todos los poros de su piel. Incluso su blanquecino pelo había sido elevado como si la gravedad no tuviera efecto sobre él, dándole un aspecto heroico. ¡Y de repente, la onda que había lanzado Natsu le atravesó! Pero no le ocurrió nada, puesto que no mostró signos de debilidad aparentes, ni siquiera un poquito de sangre contra el suelo. Los ojos de Rayder se abrieron concretamente, como si no estuviera seguro de lo que había pasado en aquel momento. Proyectando las palabras de su mente al exterior, dijo con una gota de sudor cayendo por su sien derecha:
- Pero qué coño ...
Pero no debía perder tiempo. Se colocó en una posición a la que no llegase a darle dicha onda, y saltó hacia arriba. Y fue entonces, mientras que el pelinegro estaba realizando su ataque-corte-caída como si fuera una peonza, cuando una especie de cúpula o domo de energía se abatió sobre el cuerpo de su enemigo, protegiéndolo tanto de los ataques de Natsu como de su cola. Incluso las espadas de Rayder chocaron y soltaron chispas contra tal cantidad de energía concentrada, bloqueando a la perfección su ataque.
Por si fuera poco, unas manos de energía fueron frenando poco a poco al ex-noble, hasta que este quedó en movimiento estático, agarrado por dichas proyecciones de Allen. Estas emitían un poco de calor, pero no lo suficiente como para quemar la ropa del pelinegro, que intentaba desasirse del agarre, siendo incapaz. Como si lo estuviera previendo, dichas manos comenzaron a moverse para lanzarle lejos de allá. ¿Acaso no quería pelear contra él, sino que simplemente se protegería de sus ataques? El cuerpo de Rayder salió volando, hacia uno de los costados del barco. Mientras que caía, iba viendo cómo el mar se iba acercando más a él, cada vez lo tenía más cerca.
- Y una mierda. Esto no acaba aquí - Dijo, comenzando a mover su cuerpo en el aire, dando una voltereta.
Con una agilidad felina, fue capaz de recomponerse y clavar ambas espadas en la superficie lateral de su barco, como si fueran muecas donde agarrarse para no caer. Sus pies habían quedado muy cerca del agua, casi rozándola, por lo que dio un suspiro de agradecimiento. Por si fuera poco, dio una patada al agua, de forma que chapotease y fuera totalmente audible por sus compañeros. De esa forma, sería razonable que todo el mundo creyera que había entrado en el agua, a pesar de ser una estratagema. Mientras tanto, podía seguir escuchando cómo allá arriba se seguía con la pelea. De seguro que Allen pensaría que él ya estaba en el fondo del mar, inservible, por lo que era una buena oportunidad para ser aprovechada.
Como si fuera una sombra, comenzó a moverse por los laterales del barco, clavando su espada en diferentes lugares de la madera para subir diestramente. Una vez que estuvo en el extremo superior, sacó su cabeza escasos centímetros únicamente para divisar cómo estaban colocados los contrincantes. Se colaría a un lugar donde no estuviera mirando Allen, y en un momento de despiste se concentraría y atacaría con velocidad. Tal vez así ambos consiguieran una ventaja. Y eso fue lo que hizo, desplazándose tras guardar sus dos katanas en las fundas con mucho trabajo, hasta que se colocó a una distancia de varios metros por detrás de su enemigo. Lentamente, subió sin hacer ningún ruido, como el depredador que era. Sin embargo, a la hora de tomar su arma, no la desenfundó, sino que la tomó con vaina incluida. Solo una de ellas, en un estilo de una espada. Y aprovechando que él seguía peleando contra Natsu, se movió como rápidamente, ejecutando una fuerte técnica de desenvaine.
- Ittoryu Iai, Kuroi Sekai [AIF]
Con la intención de atravesar a su enemigo, apareciendo delante de él con la espada desenvainada. Lentamente, tras un giro de muñeca, comenzó a envainarla a la vez que se giraba para observar su resultado, el cuál esperaba que fuera exitoso. El fuego en su mirada era cada vez más ardiente, estaba disfrutando con la pelea.
- INFORMACIÓN:
- Como estábamos algo dudosos de lo de la extensión de las alas/manos de Natsu, decidí prescindir de ello para mi posible defensa.
- El primer ataque de Rayder choca contra la cúpula de Allen, siendo tomado por este con sus manos energéticas y lanzado lejos de allí, hacia un costado del barco.
- Girando en el aire, clava las espadas en la madera y las usa como los típicos picos de los alpinistas montañeros xD.
DETALLE: Chapotea con una patada para que penséis que ha caído al mar.
- Entonces, comienza a trepar para saber cómo estáis situados y se coloca detrás de Allen.
- Sale arriba y ataca con una técnica Iai, simple y sencillo.
Si hay algo mal, MP y arreglo ~
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Akuma no mi
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En mi rostro se podía notar la felicidad en todo su esplendor. Hacía mucho tiempo que no peleaba de esta forma y aun más con un miembro de mi banda, del cual ya hablare con Stinger, ya que jamás me hubiera esperado que se enfrentara contra un superior sin al menos un motivo, pero quitando todo eso de por medio estoy disfrutando de esta batalla, así que tendré que continuar con todo mi poder y acabar ya cuanto antes, ya que no quiero ver como uno de mis compañero sufre con el poder de Sert y este seguramente disfrutaría controlándome de nuevo, pero al menos he conseguido charlar con él y sé que no se meterá por ahora, por lo que puedo concentrarme sin temer este factor.
Haciendo uso de mis sentidos pude ver como Natsu se encuentra aun delante de mi posición y se dispone a hacer un ataque, pero como aun poseo la cúpula protectora me preocupe mas por la posición del otro miembro, al cual supongo que ha caído al agua por el ruido de chapoteo que llego a mis oídos, lo que me da a entender que ya tenía un rival menos y ahora mi única preocupación es mi rival aquí presente. Este parece que sigue empleando una de las habilidades de rokushiki para modificar su cuerpo, lo cual me parece ya que se está pasando, ya que si no sabe mientras emplea dicha modificación está haciendo que sus energías sean basadas en dichas modificaciones y ya debe estar cansado por tales cambios, por lo que me quede mirándolo mientras parte de la energía de mi cuerpo empezó a moldearse en mi mano formando una esfera de color blanca, la cual empezó a comprimirse y comprimirse sin parar de añadirle energía, ya que lo que pretendo hacer es una técnica bastante poderosa para acabar todo esto lo más rápido posible.
La esfera seguía formándose mientras la energía no paraba de meterse, pero de pronto pude ver como una onda cortante procedente del cuerpo de mi rival empezó a venir hacia mi posición a lo cual una sonrisa se adjunto a mi rostro ya que aquella onda era nefasta. Dicho ataque nada más tocar mi esfera se deshizo, haciendo que un vientecillo pasase por ella sin siquiera penetrar en mi refugio.
-Luego dices que quieres enfrentarte a un superior. Sabes que esto vas a pagarlo-digo aun concentrando energía, dejando la esfera con forma de canica ya de color negro y aun comprimiéndose, dejando ya esta vibrando por tales presiones.
De pronto un ruido me molesto en mis espaldas, por lo que me gire mientras anulaba mi modo héroe ya que estaba empleando mucha energía, y pude ver como el chico pantera se encontraba golpeando mi esfera, la cual empezó a quebrarse por su golpe. ¿Cómo carajos ha conseguido el poder para deshacerla? Mi cuerpo se quedo sin moverse mientras la esfera empezó a romperse y toda la energía resultante de la destrucción de esta empezó a meterse en mi cuerpo, para poder así recobrar energía mientras la esfera final ya estaba colocada en mi mano, lo cual acabara rápido este combate.
-Bueno chicos hasta aquí ha llegado todo. Natsu sálvale-digo mientras mi mano tira con el dedo gordo y el índice la esfera un poco hacia arriba, para que acto seguido esta empezase a vibrar de una forma alarmante y al final explotara, arrasando con todo a unos 400 metros a la redonda, lo cual obviamente destrozara el barco y a mi flotando gracias a mi forma hibrida, lo único que quiero ver ahora es como se salvan estos dos de esta técnica, que seguramente lo harán, ya que si consiguieron escapar una vez de mi técnica de explosión planetaria esto no será problema para ellos. Aun si estos siguieran intactos tras este golpe ya tendría un factor yo aprovechable, ya que en nuestros combates se que el tío peli negro no posee el geppou y mi nakama solo sabe volar gracias a su forma completa, pero esta le cansara debido a que ha estado empleando mucho la habilidad de modificar su cuerpo….a ver que hacen.
-[Ataque]Mini Explosión planetaria [AF]
Haciendo uso de mis sentidos pude ver como Natsu se encuentra aun delante de mi posición y se dispone a hacer un ataque, pero como aun poseo la cúpula protectora me preocupe mas por la posición del otro miembro, al cual supongo que ha caído al agua por el ruido de chapoteo que llego a mis oídos, lo que me da a entender que ya tenía un rival menos y ahora mi única preocupación es mi rival aquí presente. Este parece que sigue empleando una de las habilidades de rokushiki para modificar su cuerpo, lo cual me parece ya que se está pasando, ya que si no sabe mientras emplea dicha modificación está haciendo que sus energías sean basadas en dichas modificaciones y ya debe estar cansado por tales cambios, por lo que me quede mirándolo mientras parte de la energía de mi cuerpo empezó a moldearse en mi mano formando una esfera de color blanca, la cual empezó a comprimirse y comprimirse sin parar de añadirle energía, ya que lo que pretendo hacer es una técnica bastante poderosa para acabar todo esto lo más rápido posible.
La esfera seguía formándose mientras la energía no paraba de meterse, pero de pronto pude ver como una onda cortante procedente del cuerpo de mi rival empezó a venir hacia mi posición a lo cual una sonrisa se adjunto a mi rostro ya que aquella onda era nefasta. Dicho ataque nada más tocar mi esfera se deshizo, haciendo que un vientecillo pasase por ella sin siquiera penetrar en mi refugio.
-Luego dices que quieres enfrentarte a un superior. Sabes que esto vas a pagarlo-digo aun concentrando energía, dejando la esfera con forma de canica ya de color negro y aun comprimiéndose, dejando ya esta vibrando por tales presiones.
De pronto un ruido me molesto en mis espaldas, por lo que me gire mientras anulaba mi modo héroe ya que estaba empleando mucha energía, y pude ver como el chico pantera se encontraba golpeando mi esfera, la cual empezó a quebrarse por su golpe. ¿Cómo carajos ha conseguido el poder para deshacerla? Mi cuerpo se quedo sin moverse mientras la esfera empezó a romperse y toda la energía resultante de la destrucción de esta empezó a meterse en mi cuerpo, para poder así recobrar energía mientras la esfera final ya estaba colocada en mi mano, lo cual acabara rápido este combate.
-Bueno chicos hasta aquí ha llegado todo. Natsu sálvale-digo mientras mi mano tira con el dedo gordo y el índice la esfera un poco hacia arriba, para que acto seguido esta empezase a vibrar de una forma alarmante y al final explotara, arrasando con todo a unos 400 metros a la redonda, lo cual obviamente destrozara el barco y a mi flotando gracias a mi forma hibrida, lo único que quiero ver ahora es como se salvan estos dos de esta técnica, que seguramente lo harán, ya que si consiguieron escapar una vez de mi técnica de explosión planetaria esto no será problema para ellos. Aun si estos siguieran intactos tras este golpe ya tendría un factor yo aprovechable, ya que en nuestros combates se que el tío peli negro no posee el geppou y mi nakama solo sabe volar gracias a su forma completa, pero esta le cansara debido a que ha estado empleando mucho la habilidad de modificar su cuerpo….a ver que hacen.
-[Ataque]Mini Explosión planetaria [AF]
- Cositas:
- Natsu ya que no has puesto nomenclatura y segun las normas puedo pasarme mi ataque por donde yo quiera y como no he dicho que dicha esfera no ha hecho nada, pero a la par (ya que no me gusta joder del todo) hice indirectamente que quebrara un poco la cúpula, la cual consigue romper Rayder tras su ataque. Nada mas romperse la energía empezó a meterse en mi cuerpo nuevamente y lance el ataque advirtiendo a Natsu que te salvara ( a ver como os lo tomáis) y tras eso deje que la explosión se liberarse ( no pasa ni 4 segundos desde que os aviso y la explosión) y empece a usar mi forma hibrida para flotar y ya que mi energía no me afecta esta me atravesara y únicamente os jodera a vosotros xD. Suerte y si veis algo raro me decís ^^
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La onda que lancé, no le hizo nada a Allen, pues está desapareció y no le hizo nada, mientras esté empezaba a crear una esfera y yo solo dejaba mi armadura de escamas modificada con el seimei kikkan, aunque claro, eso ya me estaba agotando bastante y no iba a poder durar así todo el rato. Escuché el ruido de algo caer al agua, pero estaba seguro de que Rayder haría algo para salvarse, además, de que si lograba salvarse, luego podría ser un buen momento para pillarlo desprevenido. Escuchó las palabras de Allen y me emocionó. -Sabes que si pierdo, volveré a retarte, y a retarte, y a retarte hasta que logré vencerte...- Dije mientras seguía observando a Allen, este seguía concentrando energía en su mano mientras era protegido por su cúpula rara de energía.
Debía pensar en como romper esa defensa tan extraña, aunque aun no había aprendido a usar mis poderes correctamente, eso me enfurecía, pero mas no poder ser lo suficientemente fuerte como para vencerle. Entonces, vi como mi compañero se abalanzaba hacia Allen y con un golpe de espada, conseguía quebrar esa cúpula, haciendo que se desmoronara y los trozos volvieran al cuerpo de Allen.
Luego sentí, mientras veía como Allen disparaba la bola, una advertencia de este, diciendo que salvará a Rayder de ese ataque, cuando debían de faltar apenas cuatro segundos para la explosión. -¿¡Pero será...!?- Dije mientras cogía a Rayder mientras seguía volando e intentaba escapar, pero la explosión me alcanzó, causándome mas de una quemadura en la espalda.
Ya cuando paso la explosión, apenas me mantenía en el aire, al menos logré proteger a Rayder esta vez de tales ataques, aunque también había recibido algún que otro daño, baje hasta un trozo de madera del barco y allí volví a mi forma de humano mientras que dejaba a Rayder allí y sacaba mi espada y su funda, aun que tenía quemaduras por todo el cuerpo y se notaba que no estaba para luchar. -Supongo... que sigues teniendo energia de sobras, ¿cierto?- Le pregunté mientras me ponía en guardia, realmente, sería la primera vez que iba a probar de usar la funda y la espada juntas.
Debía pensar en como romper esa defensa tan extraña, aunque aun no había aprendido a usar mis poderes correctamente, eso me enfurecía, pero mas no poder ser lo suficientemente fuerte como para vencerle. Entonces, vi como mi compañero se abalanzaba hacia Allen y con un golpe de espada, conseguía quebrar esa cúpula, haciendo que se desmoronara y los trozos volvieran al cuerpo de Allen.
Luego sentí, mientras veía como Allen disparaba la bola, una advertencia de este, diciendo que salvará a Rayder de ese ataque, cuando debían de faltar apenas cuatro segundos para la explosión. -¿¡Pero será...!?- Dije mientras cogía a Rayder mientras seguía volando e intentaba escapar, pero la explosión me alcanzó, causándome mas de una quemadura en la espalda.
Ya cuando paso la explosión, apenas me mantenía en el aire, al menos logré proteger a Rayder esta vez de tales ataques, aunque también había recibido algún que otro daño, baje hasta un trozo de madera del barco y allí volví a mi forma de humano mientras que dejaba a Rayder allí y sacaba mi espada y su funda, aun que tenía quemaduras por todo el cuerpo y se notaba que no estaba para luchar. -Supongo... que sigues teniendo energia de sobras, ¿cierto?- Le pregunté mientras me ponía en guardia, realmente, sería la primera vez que iba a probar de usar la funda y la espada juntas.
Rayder
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Él no esperaba que hubiera una defensa alrededor de Allen, le cogió por sorpresa. Mientras que se giraba y observaba el resultado de su ataque, chasqueó la lengua y volvió a desenfundar su arma, al igual que antes, solo una de ellas. Aunque al menos, aquel ataque de desenvaine y envaine rápido había conseguido romper completamente la barrera que protegía al enemigo. Algo es algo. Llevó sus dos manos hacia adelante, tomando su arma con ambos miembros y dejándola por delante de su cuerpo. Estaba preparado para seguir con aquello.
La energía de la barrera rota comenzó a brotar de sus cenizas, entrando en el cuerpo de su portador. Tanto raudal de energía era inhumano, y el joven espectro estaba lo suficientemente cansado como para desactivar aquella especie de forma energética que tenía antes de lanzarle al agua. Sin embargo, no había que fiarse más de uno mismo porque el enemigo hubiera vuelto a su estado natural, no señor. Es ahora cuando deberían estar completamente atentos a sus movimientos, ya que la verdadera batalla comenzaba en esos instantes de descanso. Natsu se estaba esforzando mucho, y seguía modificando el tamaño de partes de su cuerpo con aquella extraña habilidad que todavía no conocía. Se le notaba el cansancio en el rostro, enjuto y con algunas gotas de sudor. Por el contrario, él seguía estando a rebosar de energía, pero no tenía el mismo potencial que su compañero.
Su vista se devolvió al frente en cuanto sus oídos felinos escucharon una congregación de energía, la cuál se estaba amontonando sobre la mano de Allen. Era una bola que se iba haciendo cada vez más pequeña, y eso ya se lo conocía de los otros combates. Seguramente la haría explotar, algo que no les convenía para nada si no querían terminar en las profundidades del mar. Y de repente, sintió como algo lo tomaba y se lo llevaba volando del lugar. Aferró con fuerza sus armas para no perderlas en aquel vuelo regalado por Natsu, que transformado en aquel dragón de extrañas cualidades, le había sujetado con una de sus patas. Y previendo lo que había querido hacer su enemigo, una gran explosión sacudió los cimientos del vasto mar en el que se encontraban.
- ¡No, el barco! - Gritó con unos matices desesperados.
Era su único transporte vía marítima, y de seguro lo habían perdido completamente en aquella situación. Incluso el gran estallido de energía los alcanzó, quemando parte de la espalda de Natsu y de él, puesto que lo habían agarrado de esa forma para volar. Sentía unas quemaduras por toda la parte trasera de su cuerpo, desde donde comenzaba la espalda hasta los gemelos, aproximadamente. Apretó la mandíbula y cerró uno de sus ojos, en un claro signo de dolor por aquella exposición a la energía que tan malos recuerdos le traía de un pasado incierto. Mientras tanto, el dragón seguía sobrevolando el cielo, hasta que la explosión fue decayendo hasta desaparecer por completo.
Se posaron en los restos de madera de su querido y precioso barco, el cuál se encontraba desperdigado por toda la extensión del mar. Y su enemigo se encontraba frente a ellos, preparado para continuar con la batalla que habían comenzado. Sin embargo, el pelinegro no podía pelear en esas condiciones, puesto que caer al agua sería bastante sencillo ... Y eso era lo que menos quería. Aunque también podrían probar una pelea aérea, montado a lomos de Natsu. Pero él también estaba bastante cansado, solo quedaba improvisar algo para ganar un poco de tiempo en el que pudieran encontrar una manera de vencerlo. Acercándose a su compañero, le dijo:
- Trataré de distraerlo de alguna forma, aprovecha la ocasión - Le susurró al oído, con un volumen de voz suficientemente bajo para que lo escuchase únicamente él.
Bajando su vista al mar, observó una pequeña figura sombría que se movía. Y como si de un pescador se tratase, clavó su espada en el agua, sacando un bonito pez de escamas azuladas que exhaló su último aliento al ser atravesado por el frío filo de Rayder. Pero no era la hora de comer, no, seguían estando en plena batalla. Natsu le preguntó si seguía teniendo fuerzas, así que sin apartar la vista de Allen le respondió:
- Claro que tengo fuerzas, aunque me quema un poquito la parte trasera del cuerpo. Pero no puedo acercarme a él, no puedo atacarle sin caer al agua. ¿Qué quieres que le tire el pez a la cara? - Comentó mientras que una sonrisa maquiavélica salía en su expresión facial.
Rápidamente, lanzó la mano de su espada atrás, con unos ojos que brillaban misteriosamente. El pescado seguía en la punta de su arma, esta vez preparado para ser lanzado contra Allen. Y empleando su fuerza, movió el arma hacia adelante, de manera que el pez se escurrió por el filo y salió despedido en el aire, en dirección al enemigo.
- ¿Fish Cannon? [ADD]
Si conseguía impactarlo, tal vez podría hacer que se enojase por la acción tan estúpida que había realizado, o que se impresionase y se rindiera al instante. No, dudaba de eso último, para ser sinceros. Pero tenía que tirar de algo, y aquel pez era lo único que podía hacer hasta que un buen plan naciera en su mente privilegiada. Por el momento, solo tenían que sobrevivir. Ni más, ni menos.
La energía de la barrera rota comenzó a brotar de sus cenizas, entrando en el cuerpo de su portador. Tanto raudal de energía era inhumano, y el joven espectro estaba lo suficientemente cansado como para desactivar aquella especie de forma energética que tenía antes de lanzarle al agua. Sin embargo, no había que fiarse más de uno mismo porque el enemigo hubiera vuelto a su estado natural, no señor. Es ahora cuando deberían estar completamente atentos a sus movimientos, ya que la verdadera batalla comenzaba en esos instantes de descanso. Natsu se estaba esforzando mucho, y seguía modificando el tamaño de partes de su cuerpo con aquella extraña habilidad que todavía no conocía. Se le notaba el cansancio en el rostro, enjuto y con algunas gotas de sudor. Por el contrario, él seguía estando a rebosar de energía, pero no tenía el mismo potencial que su compañero.
Su vista se devolvió al frente en cuanto sus oídos felinos escucharon una congregación de energía, la cuál se estaba amontonando sobre la mano de Allen. Era una bola que se iba haciendo cada vez más pequeña, y eso ya se lo conocía de los otros combates. Seguramente la haría explotar, algo que no les convenía para nada si no querían terminar en las profundidades del mar. Y de repente, sintió como algo lo tomaba y se lo llevaba volando del lugar. Aferró con fuerza sus armas para no perderlas en aquel vuelo regalado por Natsu, que transformado en aquel dragón de extrañas cualidades, le había sujetado con una de sus patas. Y previendo lo que había querido hacer su enemigo, una gran explosión sacudió los cimientos del vasto mar en el que se encontraban.
- ¡No, el barco! - Gritó con unos matices desesperados.
Era su único transporte vía marítima, y de seguro lo habían perdido completamente en aquella situación. Incluso el gran estallido de energía los alcanzó, quemando parte de la espalda de Natsu y de él, puesto que lo habían agarrado de esa forma para volar. Sentía unas quemaduras por toda la parte trasera de su cuerpo, desde donde comenzaba la espalda hasta los gemelos, aproximadamente. Apretó la mandíbula y cerró uno de sus ojos, en un claro signo de dolor por aquella exposición a la energía que tan malos recuerdos le traía de un pasado incierto. Mientras tanto, el dragón seguía sobrevolando el cielo, hasta que la explosión fue decayendo hasta desaparecer por completo.
Se posaron en los restos de madera de su querido y precioso barco, el cuál se encontraba desperdigado por toda la extensión del mar. Y su enemigo se encontraba frente a ellos, preparado para continuar con la batalla que habían comenzado. Sin embargo, el pelinegro no podía pelear en esas condiciones, puesto que caer al agua sería bastante sencillo ... Y eso era lo que menos quería. Aunque también podrían probar una pelea aérea, montado a lomos de Natsu. Pero él también estaba bastante cansado, solo quedaba improvisar algo para ganar un poco de tiempo en el que pudieran encontrar una manera de vencerlo. Acercándose a su compañero, le dijo:
- Trataré de distraerlo de alguna forma, aprovecha la ocasión - Le susurró al oído, con un volumen de voz suficientemente bajo para que lo escuchase únicamente él.
Bajando su vista al mar, observó una pequeña figura sombría que se movía. Y como si de un pescador se tratase, clavó su espada en el agua, sacando un bonito pez de escamas azuladas que exhaló su último aliento al ser atravesado por el frío filo de Rayder. Pero no era la hora de comer, no, seguían estando en plena batalla. Natsu le preguntó si seguía teniendo fuerzas, así que sin apartar la vista de Allen le respondió:
- Claro que tengo fuerzas, aunque me quema un poquito la parte trasera del cuerpo. Pero no puedo acercarme a él, no puedo atacarle sin caer al agua. ¿Qué quieres que le tire el pez a la cara? - Comentó mientras que una sonrisa maquiavélica salía en su expresión facial.
Rápidamente, lanzó la mano de su espada atrás, con unos ojos que brillaban misteriosamente. El pescado seguía en la punta de su arma, esta vez preparado para ser lanzado contra Allen. Y empleando su fuerza, movió el arma hacia adelante, de manera que el pez se escurrió por el filo y salió despedido en el aire, en dirección al enemigo.
- ¿Fish Cannon? [ADD]
Si conseguía impactarlo, tal vez podría hacer que se enojase por la acción tan estúpida que había realizado, o que se impresionase y se rindiera al instante. No, dudaba de eso último, para ser sinceros. Pero tenía que tirar de algo, y aquel pez era lo único que podía hacer hasta que un buen plan naciera en su mente privilegiada. Por el momento, solo tenían que sobrevivir. Ni más, ni menos.
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Mi cuerpo se encuentra suspendido en el aire siendo rodeado por grandes cantidades de agua que subieron por la explosión causada por mi mini explosión planetaria. Aquel ataque había consumido bastante parte de mis energías, pero aun me queda un treinta por ciento que pienso aprovechar en todo, ya que parece que uno de los de mi banda sigue teniendo la osadía de enfrentarse contra alguien como yo, pero jamás le atacaría como para desintegrarlo, porque perfectamente podría haber reunido esta energía en mi estomago causándome dolores, pero al menos el no podría haberlo esquivado y hubiera caído en el mar sin posibilidades de sobrevivir. Yo sinceramente considero este combate como un entrenamiento para que aprendan a pelear ambos, ya que incluso el acompañante de este ha conseguido romper mi defensa, por lo que al menos por mi parte se merece una gran felicitación, la cual se la daré en unos momentos cuando el agua deje de caer, ya que me es imposible salir de aquí sin empaparme bastante.
Tras unos instantes el agua empezó a caer alrededor de mi zona, a lo cual adjunte una mini capa de energía para no mojarme ya que si no perdería mis fuerzas y acabaría en el fondo de mar. Tras ver como el agua cayo del todo deje que la energía volviera a entrar en mi cuerpo, pudiendo ver como los rivales a los que me enfrentaba se encontraban bajando a lo que es unos tablones del viejo barco y debido a la fuerza de las ondas del mar por la explosión de unos instantes se puede ver como estos se encuentran aferrados a esos trozos de arboles como si la vida le fuera en ello, aunque en cierta parte así es, ya que si caen de dicha zona sus cuerpos de hundirán y no hay isla en varios metros a la redonda.
Mi cuerpo se encuentra alejado de ellos a unos 300 metros debido a que escaparon como unos posesos por la explosión, por lo que me empecé a acercar hacia su posición a una velocidad normal sin dejar mi cuerpo como un dios que le observaba, lo cual es debido a que tengo mis brazos en cruz mientras mi mirada anda un poco levantada más de lo normal y desplazándome en línea recta, teniendo a reírme en cualquier momento, pero prefiero parecer un serio en estos momentos para que sepan que jamás deben enfrentarse a alguien que ha dominado una de las técnicas prohibidas. Poco a poco mi cuerpo se encontraba acercándose a ellos, hasta que al final la distancia que nos separaba no era bastante grande, ya que podía verlos en su total dominio.
Baje unos pocos metros para encontrarme a una altura de 15 metros del nivel del mar y unos 30 de su posición, ya que quería tener una buena visión de su posición y poder hablarles sin emplear mucho el grito, ya que no puedo esforzar mucho mi cuerpo, debido a que la energía que uso procede de funciones de mi cuerpo y lugares donde se albergan, por lo que no puedo estar al cien por cien como antes, pero al menos podría….
Cuando me voy a dar cuenta algo bastante apestoso y escamoso aterrizo en mi rostro, lo cual empezó a bajar lentamente mientras mi rostro soportaba tal ofensa a lo cual mi rostro había cambiado a uno más serio mientras lo que me había tocado seguía bajando por mi cabeza, haciendo de esto una situación bastante humillante. Sin ton ni son levante mi mano lentamente para agarrar lo tirado y pude comprobar que era un pescado normal sin sustancias venenosas ni nada por el estilo, el cual parece haber sido atravesado por una espada, a lo cual no le puse mucha importancia y lo solté para dejar que cayera de mis manos hasta tocar el mar que se encontraba debajo mía. Mi rostro enfurecido miro a ambos sujetos, siendo el más atrayente el que poseía una espada en la dirección hacia mí, dándome a entender que había sido él quien había hecho dicho lanzamiento.
-¿Así que te gusta los pescaditos eh? Yo que pensaba tomarme este combate como un entrenamiento, pero al final tendré que ponerme serio-digo mientras empiezo a unir ambas manos y empecé a concentrar energía en mi estomago, teniendo ahora una cantidad de energía superior a antes, ya que con mi anillo absorbí la energía que poseía aquel pescado y ahora las voy a emplear en este ataque.
Mi estomago empezó a hincharse un poco más de lo normal mientras que mis mofletes hicieron el mismo procedimiento. Este ataque lo había empleado contra nuestro capitán en varias ocasiones y él es el único que sabe como esquivarlo al cien por cien, ya que el resto aun no lo ha presenciado. No paso ni 5 segundos tras lo cual una masa de color blanca empezó a salir de mi boca en forma de chicle, haciendo que al final una masa redonda de 1 metro de radio se quedase flotando encima de mí. Esta empezó a auto moldearse hasta formar un fantasmita con el rostro idéntico al mío pero más como un Toon, ya que parecía haber sido sacado de unos dibujos animados.
-Pues aquí tenéis uno de mis ataques preferidos que emplee contra Stinger y casi lo mato hace unos meses por un problema personal. Mi “Hot Stinger”. Espero que sepáis darle un buen uso jejeje-digo mientras mi mano apunto en la dirección de ambos sujetos, haciendo que el fantasma con su cara chistosa se dirigiera hacia ambos sujetos para hacer lo que más le gustaba, “explotar”. Su técnica es básica, esta es una combinación de jugos gástricos de mi estomago más energía, a lo cual se le adjunta parte de mi haki haciendo que la energía sea más dura en su interior, produciendo que si esta explota la energía sea liberada de una forma más “catastrófica” debido a la dureza de cada partícula de energía, así que quiero ver como salen de esta, ya que el fantasma con el mas mínimo toque causara una explosión de 20 metros a la redonda.
-Hot Stinger [AF][Haki Armadura]-grito mientras una sonrisa sale de mis labios, sabiendo que en algún momento lo esquivaran.
Tras unos instantes el agua empezó a caer alrededor de mi zona, a lo cual adjunte una mini capa de energía para no mojarme ya que si no perdería mis fuerzas y acabaría en el fondo de mar. Tras ver como el agua cayo del todo deje que la energía volviera a entrar en mi cuerpo, pudiendo ver como los rivales a los que me enfrentaba se encontraban bajando a lo que es unos tablones del viejo barco y debido a la fuerza de las ondas del mar por la explosión de unos instantes se puede ver como estos se encuentran aferrados a esos trozos de arboles como si la vida le fuera en ello, aunque en cierta parte así es, ya que si caen de dicha zona sus cuerpos de hundirán y no hay isla en varios metros a la redonda.
Mi cuerpo se encuentra alejado de ellos a unos 300 metros debido a que escaparon como unos posesos por la explosión, por lo que me empecé a acercar hacia su posición a una velocidad normal sin dejar mi cuerpo como un dios que le observaba, lo cual es debido a que tengo mis brazos en cruz mientras mi mirada anda un poco levantada más de lo normal y desplazándome en línea recta, teniendo a reírme en cualquier momento, pero prefiero parecer un serio en estos momentos para que sepan que jamás deben enfrentarse a alguien que ha dominado una de las técnicas prohibidas. Poco a poco mi cuerpo se encontraba acercándose a ellos, hasta que al final la distancia que nos separaba no era bastante grande, ya que podía verlos en su total dominio.
Baje unos pocos metros para encontrarme a una altura de 15 metros del nivel del mar y unos 30 de su posición, ya que quería tener una buena visión de su posición y poder hablarles sin emplear mucho el grito, ya que no puedo esforzar mucho mi cuerpo, debido a que la energía que uso procede de funciones de mi cuerpo y lugares donde se albergan, por lo que no puedo estar al cien por cien como antes, pero al menos podría….
Cuando me voy a dar cuenta algo bastante apestoso y escamoso aterrizo en mi rostro, lo cual empezó a bajar lentamente mientras mi rostro soportaba tal ofensa a lo cual mi rostro había cambiado a uno más serio mientras lo que me había tocado seguía bajando por mi cabeza, haciendo de esto una situación bastante humillante. Sin ton ni son levante mi mano lentamente para agarrar lo tirado y pude comprobar que era un pescado normal sin sustancias venenosas ni nada por el estilo, el cual parece haber sido atravesado por una espada, a lo cual no le puse mucha importancia y lo solté para dejar que cayera de mis manos hasta tocar el mar que se encontraba debajo mía. Mi rostro enfurecido miro a ambos sujetos, siendo el más atrayente el que poseía una espada en la dirección hacia mí, dándome a entender que había sido él quien había hecho dicho lanzamiento.
-¿Así que te gusta los pescaditos eh? Yo que pensaba tomarme este combate como un entrenamiento, pero al final tendré que ponerme serio-digo mientras empiezo a unir ambas manos y empecé a concentrar energía en mi estomago, teniendo ahora una cantidad de energía superior a antes, ya que con mi anillo absorbí la energía que poseía aquel pescado y ahora las voy a emplear en este ataque.
Mi estomago empezó a hincharse un poco más de lo normal mientras que mis mofletes hicieron el mismo procedimiento. Este ataque lo había empleado contra nuestro capitán en varias ocasiones y él es el único que sabe como esquivarlo al cien por cien, ya que el resto aun no lo ha presenciado. No paso ni 5 segundos tras lo cual una masa de color blanca empezó a salir de mi boca en forma de chicle, haciendo que al final una masa redonda de 1 metro de radio se quedase flotando encima de mí. Esta empezó a auto moldearse hasta formar un fantasmita con el rostro idéntico al mío pero más como un Toon, ya que parecía haber sido sacado de unos dibujos animados.
-Pues aquí tenéis uno de mis ataques preferidos que emplee contra Stinger y casi lo mato hace unos meses por un problema personal. Mi “Hot Stinger”. Espero que sepáis darle un buen uso jejeje-digo mientras mi mano apunto en la dirección de ambos sujetos, haciendo que el fantasma con su cara chistosa se dirigiera hacia ambos sujetos para hacer lo que más le gustaba, “explotar”. Su técnica es básica, esta es una combinación de jugos gástricos de mi estomago más energía, a lo cual se le adjunta parte de mi haki haciendo que la energía sea más dura en su interior, produciendo que si esta explota la energía sea liberada de una forma más “catastrófica” debido a la dureza de cada partícula de energía, así que quiero ver como salen de esta, ya que el fantasma con el mas mínimo toque causara una explosión de 20 metros a la redonda.
-Hot Stinger [AF][Haki Armadura]-grito mientras una sonrisa sale de mis labios, sabiendo que en algún momento lo esquivaran.
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[justify]Rayder seguía vivo, eso me alegraba y tenía mucho mejor aspecto que yo, pero lo que menos me esperaba, es que fuera capaz de hacer tal locura, lanzarle un pescado a Allen, eso si que era raro. Pude notar como Allen estaba bastante cabreado al haber recibido un pescado de lleno en la cara y creo, una especie de fantasma que se dirigía hacia nosotros, con intenciones de explotar según decía Allen. -¡Serás bestia... Natty... Natty... Natty estaba dentro del barco!- Le grité señalando a mi pobre animal algo herido y encima de un trozo de madera por suerte.
Eso me había enfurecido bastante, aunque estaba bien herido, iba a golpear a Allen, aunque fuese lo último que hiciese, no iba a permitir, que no recibiera su merecido después de tal ataque. -Vas a pagar caro por ello... Allen... nadie, y absolutamente nadie... se mete con Natty...- Le dije bien cabreado, estaba claro que estaba cabreado, pues Natty no había hecho nada malo contra Allen y el pobre recibió por culpa de este. Definitivamente, debía de pensar ahora en dos cosas, la primera era en como hacer para esquivar al maldito fantasma, pues si me transformaba apenas podría volar y menos aun usar el seimei kikkan.
Ahora debías ser rápido y encontrar alguna forma de lograr darle una paliza, una que recordara toda su vida para que no volviese a atacar a Natty. Aunque, solo debía esquivar al fantasma y luego dirigirme hacia Allen de alguna forma, antes de que el fantasma tocara algo y explotará. -Allen, oye, a mi no me metas en tu pelea y la de Rayder, fue él el que te lanzó el pescado, yo no... además, hiciste daño a Natty.- Y fue entonces, cuando me di cuenta, de que podría haber usado la distracción de Rayder de antes para acercarme a él y poderle golpear, pero ahora, no sabía ni que hacer.
Moje mi funda y mi espada con algo de agua, para poder golpear a Allen y hacer que cayese al mar, o al menos, que sufriera un buen golpe. Aunque luego estaríamos a la deriva si no hacíamos nada, aunque, podía divisar a lo lejos de allí, un barco, en el cual no había nadie y de seguro, podríamos pelear allí. -Haré uso de un ataque, desesperado... Rayder, ponte a cubierto, voy a quedarme fatal después de tal locura...- Dije mientras esperaba al fantasma ese, entonces, cuando estaba a punto de cogerme, usé el kami-e transformándome en papel y esquivando el fantasma doblandome y luego, iba directo hacia Allen con la funda y la espada, con intenciones de hacerle dos golpes en forma de cruz, aunque, cuando estuve lo suficientemente cerca de Allen, aun con las pocas fuerzas que me quedaban, usé el seimei kikkan para agarrar a Allen y lograr hacerle un gran corte con mi espada y un duro golpe con mi funda. -Ataque cruzado...-[AIM]
Eso me había enfurecido bastante, aunque estaba bien herido, iba a golpear a Allen, aunque fuese lo último que hiciese, no iba a permitir, que no recibiera su merecido después de tal ataque. -Vas a pagar caro por ello... Allen... nadie, y absolutamente nadie... se mete con Natty...- Le dije bien cabreado, estaba claro que estaba cabreado, pues Natty no había hecho nada malo contra Allen y el pobre recibió por culpa de este. Definitivamente, debía de pensar ahora en dos cosas, la primera era en como hacer para esquivar al maldito fantasma, pues si me transformaba apenas podría volar y menos aun usar el seimei kikkan.
Ahora debías ser rápido y encontrar alguna forma de lograr darle una paliza, una que recordara toda su vida para que no volviese a atacar a Natty. Aunque, solo debía esquivar al fantasma y luego dirigirme hacia Allen de alguna forma, antes de que el fantasma tocara algo y explotará. -Allen, oye, a mi no me metas en tu pelea y la de Rayder, fue él el que te lanzó el pescado, yo no... además, hiciste daño a Natty.- Y fue entonces, cuando me di cuenta, de que podría haber usado la distracción de Rayder de antes para acercarme a él y poderle golpear, pero ahora, no sabía ni que hacer.
Moje mi funda y mi espada con algo de agua, para poder golpear a Allen y hacer que cayese al mar, o al menos, que sufriera un buen golpe. Aunque luego estaríamos a la deriva si no hacíamos nada, aunque, podía divisar a lo lejos de allí, un barco, en el cual no había nadie y de seguro, podríamos pelear allí. -Haré uso de un ataque, desesperado... Rayder, ponte a cubierto, voy a quedarme fatal después de tal locura...- Dije mientras esperaba al fantasma ese, entonces, cuando estaba a punto de cogerme, usé el kami-e transformándome en papel y esquivando el fantasma doblandome y luego, iba directo hacia Allen con la funda y la espada, con intenciones de hacerle dos golpes en forma de cruz, aunque, cuando estuve lo suficientemente cerca de Allen, aun con las pocas fuerzas que me quedaban, usé el seimei kikkan para agarrar a Allen y lograr hacerle un gran corte con mi espada y un duro golpe con mi funda. -Ataque cruzado...-[AIM]
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Entre las tablas que flotaban en el vasto mar, no solo Natsu y Rayder se encontraban esperando una buena oportunidad para atacar a su enemigo, sino que el felino del pelirrosa, Natty, parecía haber sufrido los daños de la explosión anterior al haber estado en el interior del barco en el que navegaban durante todo el tiempo. Se le veía demasiado cansado como para hacer algo, y tenía muchas magulladuras y manchas de sangre por toda la extensión de su cuerpo. Tal imagen enfureció a su dueño, encarándose seriamente de una vez por todas contra su sub-capitán. Parecía que por fin estaba decidido a darlo todo, tras haber presenciado tal ataque a su compañero animal.
Mientras tanto, Allen también había comenzado a enfadarse porque el pelinegro le lanzó un pez a la cara. "Menos mal que se lo quitó, sino ahora seguiría muriéndome de risa", pensó para sí mismo, a la vez que una bravucona sonrisa se hacía presente. De los tres, Rayder era el que mejor se lo estaba pasando en aquellos momentos, pero su expresión facial volvió a su seriedad ambigua en cuanto el enemigo absorbió la energía del pez, para más tarde "vomitar" una especie de fantasma con el mismo rostro que él. Conociéndole, seguro que explotaría en cuanto hiciera contacto con alguna superficie determinada. También comentó que ese ataque dejó medio moribundo al capitán de la tripulación de ambos, por lo que se podría suponer que era una de sus técnicas más fuertes. Habría que andarse con mucho ojo para no resultar demasiado herido, puesto que un golpe en la condición en la que se encontraban podría enviarlos al mar en menos de un santiamén.
- Espero darle mejor uso que tú al pez, eso sí que ha sido gracioso - Comentó el pelinegro con una sonrisa pícara, a la vez que enarbolaba su espada afilada con una mano sola.
Lo que aconteció entonces ya se lo había pensado con anterioridad: Allen lanzaría aquel bichejo para que explotase en la cara de sus enemigos, y Natsu se lanzaría como loco a por él. Mientras tanto, lo único que pudo hacer el pelinegro fue clavar la espada en el trozo de madera que portaba debajo de sus pies, para luego dar un pequeño salto y trasladarse a otro que tenía en sus cercanías, con el otro madero atravesado en su espada como ocurrió hace unos minutos con el pez. Era la hora de volver a hacer uno de esos lanzamientos que tan bien se le habían dado, pero para ello tendría que compenetrarse con Natsu.
Sus ojos incoloros estaban clavados en la figura del fantasmilla, mientras que sus dos brazos sujetaban la katana por detrás de su espalda, preparado para el lanzamiento. Tenía que acabar con ese bicho cuanto antes, puesto que parecía de lo más peligroso en el arsenal del peliblanco. Y cuando creyó que era el momento exacto, lanzó sus brazos hacia adelante, mientras el madero al que había estado sujetado antes salía volando en dirección de Natsu y del fantasma creado por el vómito de Allen. No pasó ni un segundo desde que Natsu eludió a su atacante doblándose como si fuera una hoja de papel, hasta que el madero intentó hacer contacto con el objetivo.
- Ojalá que este tiro tenga premio y destruya a esa abominación fantasmal, no estoy para juegos de niños - Comentó, mientras que esperaba el resultado de su lanzamiento.
El objetivo había sido desde un principio que el madero chocase contra el fantasma, puesto que si este explotaba con el mínimo contacto, aquello serviría para hacerle desaparecer. Por consiguiente, Allen habría perdido en vano una cantidad considerable de energía. Por eso tardó tanto en lanzarlo, asegurándose que el fantasmilla tuviera el menor tiempo de reacción tras esquivar a Natsu para no fallar su ataque. Así que con la mirada fija en el cielo y la espada todavía sujeta con ambas manos, el pelinegro esperó a ver cómo acontecía su jugada de ajedrez en aquel tablero que era el vasto mar. Tal vez aquel día no terminase demasiado bien, pero por el momento se encontraba como una rosa: sin ninguna pizca de sangre, pero con algunas quemaduras en la parte trasera del cuerpo.
Mientras tanto, Allen también había comenzado a enfadarse porque el pelinegro le lanzó un pez a la cara. "Menos mal que se lo quitó, sino ahora seguiría muriéndome de risa", pensó para sí mismo, a la vez que una bravucona sonrisa se hacía presente. De los tres, Rayder era el que mejor se lo estaba pasando en aquellos momentos, pero su expresión facial volvió a su seriedad ambigua en cuanto el enemigo absorbió la energía del pez, para más tarde "vomitar" una especie de fantasma con el mismo rostro que él. Conociéndole, seguro que explotaría en cuanto hiciera contacto con alguna superficie determinada. También comentó que ese ataque dejó medio moribundo al capitán de la tripulación de ambos, por lo que se podría suponer que era una de sus técnicas más fuertes. Habría que andarse con mucho ojo para no resultar demasiado herido, puesto que un golpe en la condición en la que se encontraban podría enviarlos al mar en menos de un santiamén.
- Espero darle mejor uso que tú al pez, eso sí que ha sido gracioso - Comentó el pelinegro con una sonrisa pícara, a la vez que enarbolaba su espada afilada con una mano sola.
Lo que aconteció entonces ya se lo había pensado con anterioridad: Allen lanzaría aquel bichejo para que explotase en la cara de sus enemigos, y Natsu se lanzaría como loco a por él. Mientras tanto, lo único que pudo hacer el pelinegro fue clavar la espada en el trozo de madera que portaba debajo de sus pies, para luego dar un pequeño salto y trasladarse a otro que tenía en sus cercanías, con el otro madero atravesado en su espada como ocurrió hace unos minutos con el pez. Era la hora de volver a hacer uno de esos lanzamientos que tan bien se le habían dado, pero para ello tendría que compenetrarse con Natsu.
Sus ojos incoloros estaban clavados en la figura del fantasmilla, mientras que sus dos brazos sujetaban la katana por detrás de su espalda, preparado para el lanzamiento. Tenía que acabar con ese bicho cuanto antes, puesto que parecía de lo más peligroso en el arsenal del peliblanco. Y cuando creyó que era el momento exacto, lanzó sus brazos hacia adelante, mientras el madero al que había estado sujetado antes salía volando en dirección de Natsu y del fantasma creado por el vómito de Allen. No pasó ni un segundo desde que Natsu eludió a su atacante doblándose como si fuera una hoja de papel, hasta que el madero intentó hacer contacto con el objetivo.
- Ojalá que este tiro tenga premio y destruya a esa abominación fantasmal, no estoy para juegos de niños - Comentó, mientras que esperaba el resultado de su lanzamiento.
El objetivo había sido desde un principio que el madero chocase contra el fantasma, puesto que si este explotaba con el mínimo contacto, aquello serviría para hacerle desaparecer. Por consiguiente, Allen habría perdido en vano una cantidad considerable de energía. Por eso tardó tanto en lanzarlo, asegurándose que el fantasmilla tuviera el menor tiempo de reacción tras esquivar a Natsu para no fallar su ataque. Así que con la mirada fija en el cielo y la espada todavía sujeta con ambas manos, el pelinegro esperó a ver cómo acontecía su jugada de ajedrez en aquel tablero que era el vasto mar. Tal vez aquel día no terminase demasiado bien, pero por el momento se encontraba como una rosa: sin ninguna pizca de sangre, pero con algunas quemaduras en la parte trasera del cuerpo.
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Akuma no mi
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Me encontraba en una posición bastante perfeccionada sin que los de abajo lo supieran, ya que desde aquí arriba mi posición era la más estratégica para hacer ataques más planeado, por lo que deberían de compenetrarse más o acabarían en una mala jugada si se equivocaban en un solo movimientos. Mis ojos en estos momentos se encuentran observando a mi creación, la cual empezó a dirigirse hacia la posición de Natsu, el cual actualmente es el único que me puede dar algún problema ya que es el único que puede volar y usar técnicas del rokushiki, por ello mi fantasma se dirige hacia su posición para acabar con él lo más rápido posible sin matarle. Este siguió en el camino que se le había encomendado, hasta que en el ultimo momento cuando iba a golpear a aquel rival este empezó a doblarse con la técnica del kami-e lo cual hizo que mi rostro mirase un poco hacia abajo y una sonrisa sadica saliera de mi rostro, ya que como deduje…
-Me lo esperaba-digo riéndome con un tono de miedo.
El fantasma tras ver aquel giro también empezó a reírse y sin dudarlo ni apenas cambio su dirección hacia la derecha, con lo cual esquivo al mismo tiempo un especie de tablón que se dirigía hacia su posición. Este empezó a ir a toda su velocidad, la cual es sesenta kilómetros por hora y cambio su rumbo en forma de curva, con lo cual dio un giro de 320 grados para que el tablón cayese al mar y fuese por la espalda de Natsu, el cual no pudo ver dicho giro debido a que se estaba concentrando en mi. Nada más empezar a hacer dichos movimiento el fantasma se acerco a una altísima velocidad al hombre dragón y le agarro de uno de los pies con el factor sorpresa mientras una voz infantil sonó por detrás suya, lo cual si estuviese en su posición debería temer.
-Adiós señor-dijo tras lo cual empezó a brillar y exploto. [AF][Haki Armadura](Puesto en otro post)
Mi mano se encontraba abierta mientras un bonito color amarillento empezó a penetrar en mi mano, ya que lo que estaba haciendo era absorber parte del poder destructivo del fantasma para no destrozar a mi cámara, pero lo malo es que al ser una técnica combinada mi cuerpo también recibe parte del dolor que este debería haber sufrido. El fantasma termino de crear la grandiosa explosión la cual rodeo a Natsu y a mí, lo cual hizo que ambos recibiéramos daño, ya que una parte del poder destructivo de aquel fantasma me había alcanzado, sin contar el jugo gástrico que estaba saliendo por la zona, lo que me causo quemaduras en mis brazos y ropas, las cuales se desintegraron en gran mayoría, dejándome muchos agujeros.
Este combo ya tendrá que haber dejado a Natsu fuera de combate, ya que si no llego a contrarrestar parte de su poder hubiera muerto y lo único que pude hacer es quitarle una parte, por lo que ahora realmente solo quedábamos yo y Rayder, aunque en mi caso estaba con energía aun, pero con heridas tanto externa y internar y si Natsu recibió aquel ataque su cuerpo se encontraría cayendo al mar, donde hay una serie de tablones con los cuales su camarada podría salvarle.
-Dios….porque siempre me toca a mí las peores partes……
-Me lo esperaba-digo riéndome con un tono de miedo.
El fantasma tras ver aquel giro también empezó a reírse y sin dudarlo ni apenas cambio su dirección hacia la derecha, con lo cual esquivo al mismo tiempo un especie de tablón que se dirigía hacia su posición. Este empezó a ir a toda su velocidad, la cual es sesenta kilómetros por hora y cambio su rumbo en forma de curva, con lo cual dio un giro de 320 grados para que el tablón cayese al mar y fuese por la espalda de Natsu, el cual no pudo ver dicho giro debido a que se estaba concentrando en mi. Nada más empezar a hacer dichos movimiento el fantasma se acerco a una altísima velocidad al hombre dragón y le agarro de uno de los pies con el factor sorpresa mientras una voz infantil sonó por detrás suya, lo cual si estuviese en su posición debería temer.
-Adiós señor-dijo tras lo cual empezó a brillar y exploto. [AF][Haki Armadura](Puesto en otro post)
Mi mano se encontraba abierta mientras un bonito color amarillento empezó a penetrar en mi mano, ya que lo que estaba haciendo era absorber parte del poder destructivo del fantasma para no destrozar a mi cámara, pero lo malo es que al ser una técnica combinada mi cuerpo también recibe parte del dolor que este debería haber sufrido. El fantasma termino de crear la grandiosa explosión la cual rodeo a Natsu y a mí, lo cual hizo que ambos recibiéramos daño, ya que una parte del poder destructivo de aquel fantasma me había alcanzado, sin contar el jugo gástrico que estaba saliendo por la zona, lo que me causo quemaduras en mis brazos y ropas, las cuales se desintegraron en gran mayoría, dejándome muchos agujeros.
Este combo ya tendrá que haber dejado a Natsu fuera de combate, ya que si no llego a contrarrestar parte de su poder hubiera muerto y lo único que pude hacer es quitarle una parte, por lo que ahora realmente solo quedábamos yo y Rayder, aunque en mi caso estaba con energía aun, pero con heridas tanto externa y internar y si Natsu recibió aquel ataque su cuerpo se encontraría cayendo al mar, donde hay una serie de tablones con los cuales su camarada podría salvarle.
-Dios….porque siempre me toca a mí las peores partes……
- Ataque:
- Esta técnica puede parecer una acción cerrada pero no lo es. El fantasma nada mas ver como el cuerpo de Natsu se dobla empezó a girar hacia su derecha, la cual seria la izquierda de Natsu y Rayder. Este dio un giro en forma de curva para alcanzar a Natsu que empezaba a subir y le agarro de uno de los pies y al ser por detrás no puede verlo, eso es de intuición xD, por lo que el fantasma consigue el agarre por ese factor secreto. Tras eso yo empiezo a abrir la palma ya que natsu se encuentra a una posición aun aproximándose a mi ( por lo que no me da con ninguno de sus combos) y empiezo a absorber parte del fantasma, siendo esto una especie de cuerda amarilla desde mi mano y el cuerpo de fantasma ¿Por que hago esto? Por que si no lo hiciera Natsu moriría por la explosión destructiva de este ataque y mi pj no quiere, por lo que le quito parte del haki armadura para solo dejar un ataque explosivo mas dañino, pero eso conlleva a que absorbiera parte de la energía con el jugo, con lo cual le dolió internamente en el brazo (no se lo inutiliza, solo daño xD) y ademas al explotar esto manda jugo gástrico por toda la zona, lo cual funde bastante bien, causandome quemaduras en mi cuerpo y la ropa. Todo esto es un plan que tenia en caso de que Natsu esquivara y al darle ( no veo como carajos lo esquiva) este debería ya no poder con su alma y caer al mar, donde narro que Rayder podría salvarle. Eso es todo xD Cualquier cosa decidme
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Justo cuando estaba a punto de lograr golpear a Allen, el fantasma de este, se agarró a mí y causó una gran explosión, haciéndome mas daño del que pudiese imaginar y con ello, dar un grito de dolor mientras caía en una de las tablas de madera por suerte. Tenía el cuerpo lleno de quemaduras, por culpa de la explosión, apenas podía mantener un ojo abierto, mientras me apoyaba con la funda de mi espada en la tabla. -Veo... que contuviste algo de poder... ¿no?...- Le dije riendo mientras jadeaba, pero aun así, aun estaba cabreado por lo de Natty y si algo me hacía seguir de pie, era eso.
Había visto alguna pelea suya y del capitán, y por eso, sabía que no tenía una sola opción de ganarle si se empleaba al máximo, pero aun así, debía ganar, por Natty y por mi orgullo mas que nada, apenas le había podido alcanzar uno de mis ataques, cosa que hacía que me cabreara mas, pero tal como estaba, sería un milagro que lograra moverme tal y como podía moverme, al menos, iba a lograr hacer un ataque, por esta vez, no iba a dejar que me ganará sin yo antes haberle dado un ataque a él.
Observé algunos de los peces que nadaban por el mar, aunque al notar peligro, no tardaban mucho en irse, aun así, podría usarlos contra Allen, según lo que había oído, era alguien incapaz de dañar un animal. Me levanté como pude y fui a golpearle en el hombro derecho con mi funda mientras, tras mirar unos peces, estos, cinco concretamente saltaron a la cara de Allen. -¡Funda de peces!-[AI] Grité mientras estaba a escasos centímetros de tocar a Allen con la funda.
Había visto alguna pelea suya y del capitán, y por eso, sabía que no tenía una sola opción de ganarle si se empleaba al máximo, pero aun así, debía ganar, por Natty y por mi orgullo mas que nada, apenas le había podido alcanzar uno de mis ataques, cosa que hacía que me cabreara mas, pero tal como estaba, sería un milagro que lograra moverme tal y como podía moverme, al menos, iba a lograr hacer un ataque, por esta vez, no iba a dejar que me ganará sin yo antes haberle dado un ataque a él.
Observé algunos de los peces que nadaban por el mar, aunque al notar peligro, no tardaban mucho en irse, aun así, podría usarlos contra Allen, según lo que había oído, era alguien incapaz de dañar un animal. Me levanté como pude y fui a golpearle en el hombro derecho con mi funda mientras, tras mirar unos peces, estos, cinco concretamente saltaron a la cara de Allen. -¡Funda de peces!-[AI] Grité mientras estaba a escasos centímetros de tocar a Allen con la funda.
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El madero que había lanzado el pelinegro fue fácilmente esquivado por el fantasma, que parecía tener vida propia y podía moverse en cualquier dirección o girar a su gusto. Un ataque que se podía dirigir de esa forma era algo a otro nivel, por lo que se demostró otra vez la superioridad de potencial que Allen mantenía sobre los dos piratas que peleaban contra él. Y una vez que el madero no golpeó a su objetivo, sino que siguió la trayectoria establecida hasta volver a caer por el peso de la gravedad hacia el mar, la desgracia cayó sobre el grupo de combatientes. El fantasma, virando con una rapidez aparente, fue hacia Natsu hasta que consiguió explotar detrás de él. El estallido resonó en los oídos de todos, y la mayor preocupación de Rayder era si su compañero pelirrosa había conseguido sobrevivir a aquella magnitud dañina de gran calibre. "Natsu, no, no te rindas", pensó para sí mismo, mientras que mantenía agarrada con su mano derecha la espada que siempre llevaba consigo.
El fantasma, Allen y Natsu desaparecieron en una gran explosión que parecía estar fusionada con algo claramente ácido, pues un color verdoso amarillento recubría la mayor parte de la zona de efecto. Incluso unas pequeñas gotas de ello cayeron en los maderos del suelo, atravesándolo por completo mientras que el pelinegro saltaba para salvar su vida, antes de que su sustento se desintegrase por completo. Devolviendo su vista hacia arriba, observó cómo el ataque de Allen iba desapareciendo poco a poco, dejando a la vista a todos los que había englobado su poder. Con las ropas muy estropeadas, ambos se encontraban a muchos metros de altura, mientras que el ex-noble decía con una cara asqueada:
- No puedo hacer nada si están combatiendo a tal altura, no hay forma en que pueda llegar hasta ellos - Dijo, apretando el puño con el que aferraba su espada y con la mano libre.
Podía ser presumido, ególatra y un poco borde, pero sabía reconocer las situaciones en las que era totalmente inservible, como aquella. Natsu podía volar por sus poderes de la Fruta del Diablo, y Allen podía canalizar su energía para que lo hiciera levitar. Pero él no podía hacer nada para llegar hasta ellos, ya que se encontraban a gran altura. Solo le quedaría tirarle peces a Allen hasta que se aburriera y los dejase tranquilos, o hasta que se cabrease y los mandase a las profundidades heladas del mar. Observó en ese momento cómo un fino hilo de energía entraba por la mano de Allen. ¿Acaso había absorbido parte del ataque para no perder demasiada vitalidad? Tal vez eso hubiera dejado a Natsu en un estado de semi-inconsciencia, o tal vez se equivocase. Pero entonces se dio cuenta de que su amigo esta "despierto", aunque muy jodido. Bajando hasta sustentarse sobre un madero, copió lo que había hecho recientemente Rayder, y tomó unos cuántos peces que lanzó hacia su compañero de tripulación buscando su ruina. "Como sigamos así vamos a extinguir la raza de peces de este mar", pensó con una sonrisa. La fuerza de voluntad de Natsu debería ser lo suficientemente fuerte como para mantenerle consciente en esos momentos, algo que era de alabar.
Y ahí acabo el turno de ambos contrincantes. El peliblanco seguía estando a una altura inalcanzable para el pelinegro, y dudaba de que el pelirrosa pudiera forzarse otra vez, al igual que lo había hecho antes, pues una explosión de ese tamaño debería haberlo dejado rozando su límite. Levantando la espada hacia Allen, Rayder fue directo al hacer que sus cuerdas comenzasen a resonar:
- Allen, tú y yo, aquí abajo. Terminemos esto rápido - Comentó, bajando el arma y esperando su respuesta.
Desde el principio de la pelea sabía que la única forma que tenía de golpear al peliblanco sería que estuviera a una altura a la que pudiera llegar. Si bajaba hasta el nivel del mar, podría intentar algún que otro ataque para pillarle desprevenido. A pesar de las quemaduras de la parte trasera de su cuerpo, se seguía encontrando vigoroso, con mucha vitalidad desperdiciada en aquel cuerpo que no estaba haciendo nada de nada. Por tanto, posicionándose defensivamente, el chico de ojos incoloros esperó a que su enemigo bajara para terminar lo que tiempo atrás habían comenzado.
El fantasma, Allen y Natsu desaparecieron en una gran explosión que parecía estar fusionada con algo claramente ácido, pues un color verdoso amarillento recubría la mayor parte de la zona de efecto. Incluso unas pequeñas gotas de ello cayeron en los maderos del suelo, atravesándolo por completo mientras que el pelinegro saltaba para salvar su vida, antes de que su sustento se desintegrase por completo. Devolviendo su vista hacia arriba, observó cómo el ataque de Allen iba desapareciendo poco a poco, dejando a la vista a todos los que había englobado su poder. Con las ropas muy estropeadas, ambos se encontraban a muchos metros de altura, mientras que el ex-noble decía con una cara asqueada:
- No puedo hacer nada si están combatiendo a tal altura, no hay forma en que pueda llegar hasta ellos - Dijo, apretando el puño con el que aferraba su espada y con la mano libre.
Podía ser presumido, ególatra y un poco borde, pero sabía reconocer las situaciones en las que era totalmente inservible, como aquella. Natsu podía volar por sus poderes de la Fruta del Diablo, y Allen podía canalizar su energía para que lo hiciera levitar. Pero él no podía hacer nada para llegar hasta ellos, ya que se encontraban a gran altura. Solo le quedaría tirarle peces a Allen hasta que se aburriera y los dejase tranquilos, o hasta que se cabrease y los mandase a las profundidades heladas del mar. Observó en ese momento cómo un fino hilo de energía entraba por la mano de Allen. ¿Acaso había absorbido parte del ataque para no perder demasiada vitalidad? Tal vez eso hubiera dejado a Natsu en un estado de semi-inconsciencia, o tal vez se equivocase. Pero entonces se dio cuenta de que su amigo esta "despierto", aunque muy jodido. Bajando hasta sustentarse sobre un madero, copió lo que había hecho recientemente Rayder, y tomó unos cuántos peces que lanzó hacia su compañero de tripulación buscando su ruina. "Como sigamos así vamos a extinguir la raza de peces de este mar", pensó con una sonrisa. La fuerza de voluntad de Natsu debería ser lo suficientemente fuerte como para mantenerle consciente en esos momentos, algo que era de alabar.
Y ahí acabo el turno de ambos contrincantes. El peliblanco seguía estando a una altura inalcanzable para el pelinegro, y dudaba de que el pelirrosa pudiera forzarse otra vez, al igual que lo había hecho antes, pues una explosión de ese tamaño debería haberlo dejado rozando su límite. Levantando la espada hacia Allen, Rayder fue directo al hacer que sus cuerdas comenzasen a resonar:
- Allen, tú y yo, aquí abajo. Terminemos esto rápido - Comentó, bajando el arma y esperando su respuesta.
Desde el principio de la pelea sabía que la única forma que tenía de golpear al peliblanco sería que estuviera a una altura a la que pudiera llegar. Si bajaba hasta el nivel del mar, podría intentar algún que otro ataque para pillarle desprevenido. A pesar de las quemaduras de la parte trasera de su cuerpo, se seguía encontrando vigoroso, con mucha vitalidad desperdiciada en aquel cuerpo que no estaba haciendo nada de nada. Por tanto, posicionándose defensivamente, el chico de ojos incoloros esperó a que su enemigo bajara para terminar lo que tiempo atrás habían comenzado.
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Me encuentro a una altura de 30 metros mientras mi cuerpo se queda flotando gracias a mi forma hibrida, la cual me permite flotar, aunque apenas podía continuar, ya que por culpa de mi código moral, me comí parte de mi propio ataque y mi brazo derecho me está doliendo debido a la cantidad de acido y energía que absorbí. No puedo continuar demasiado en este combate, el cual al principio creía que era un entrenamiento, pero ahora sé que incluso mi propio nakama ha venido a por mí con intenciones de matarme, lo cual no se lo voy a perdonar ahora ni nunca. Mi mirada lo único que presenciaba era la caída de mi compañero, el cual para mi suerte cayó sobre unos tablones mientras mi ojo derecho debido al dolor que estaba sintiendo empezó a cerrarse mientras intentaba aguantar lo mas que podía.
Lo único que no entendía es porque a Natsu le había dado por atacarme y para colmo era contra mí, el cual soy uno de sus superiores, por lo que me quede mirándole hasta que un animal me saco de mis pensamiento. Un tigre se encontraba agarrándose como podía a una tabla de madera del barco, el cual por lo que veo está bastante herido y si mal no recuerdo mi compañero tenia a una mascota y creo que se trata del mismo que esta flotando ahora en el mar.
Era obvio. Con mi anterior ataque de explosión había destruido el barco, en el cual su mascota debería haber estado paseando y eso le habrá llevado al estado que tiene ahora. Además puede que su amo se diese cuenta y me atacase por este motivo, siendo su ataque debido a que dañe a su propia mascota.
-Mecachis. Ahora lo entiendo todo. Perdoname Natsu.
Mi mirada se dirigió hacia mi nakama, el cual se encuentra levantándose de los tablones y dirigiendo su mirada hacia mí, a lo cual rápidamente empezó a dirigirse hacia mi lanzándome por el camino cinco peces, los cuales sin ningún remordimiento empecé a absorber su energía, haciendo que estos quedasen de color negro mientras los arrojaba hacia el mar nuevamente, donde sus almas descansarían. Debo hacer esto o no podre hacer lo que tengo planeado para acabar con esto cuanto antes, ya que no quiero verle sufriendo mas, ya que su cuerpo no debería poder moverse tras mi anterior ataque, así que debo acabar ya.
Cuando Natsu se encuentra a escasos centímetros de mi cuerpo empiezo a realizar el kami-e, con el cual consigo doblarme de tal forma haciendo que su espada en línea recta pase por un lado mía sin mas. Ahora debía hacerlo o nunca. Moviendo mi mano hacia su cuerpo empiezo a arrebatar energía de su propio cuerpo, haciendo que la poca energía disponible que debería quedarle fuese ahora parte mía.
Su cuerpo debido a que no le quedaba energía empezó a descender mientras su cuerpo volvía a su forma humana, a lo cual y sin tiempo a perder saque el látigo que me había encontrado cuando me desperté del hospital y empecé a lanzarlo hacia la posición de mi nakama. Sin problema alguno este fue rodeado por el látigo y lo lance en dirección hacia el barco que se encontraba paseando por ahí, el cual freno de golpe cuando Natsu cayó encima de esta. Sin parar me dirigí hacia la posición donde se encontraba el espadachín y empecé a crear plataformas de energía en dirección hacia el barco, siendo estas de un tamaño medio y evitando que explotasen, para que así el chico pudiera ir al barco sin problema alguno.
-Ya me lo agradecerás, sube ya, no puedo aguantar mucho.
Espere unos instantes para que este pudiese dirigirse hacia el barco y tras eso empecé a absorber la energía nuevamente para no perder energía de forma ridícula. Mi cuerpo también fue hacia el barco donde me deje apoyar sobre las maderas de este y mire hacia el hombre pelinegro, el cual supongo que se encontrara junto a Natsu.
-Creo que lo más conveniente en este caso es que descansemos un rato. Si peleamos ahora no tendría ningún sentido y Natsu no puede con su alma, por lo que debemos dejarle en un buen sitio para que descanse. Si aceptas eso arroja tu arma a un lado-dije tras lo cual cogí mi única arma portable ahora, que era el látigo y la arroje hacia un lado, tras lo cual lance también mi cuchillo balis-Debemos atender a razones y creo que eres el más apropiado para saberlo.
Lo único que no entendía es porque a Natsu le había dado por atacarme y para colmo era contra mí, el cual soy uno de sus superiores, por lo que me quede mirándole hasta que un animal me saco de mis pensamiento. Un tigre se encontraba agarrándose como podía a una tabla de madera del barco, el cual por lo que veo está bastante herido y si mal no recuerdo mi compañero tenia a una mascota y creo que se trata del mismo que esta flotando ahora en el mar.
Era obvio. Con mi anterior ataque de explosión había destruido el barco, en el cual su mascota debería haber estado paseando y eso le habrá llevado al estado que tiene ahora. Además puede que su amo se diese cuenta y me atacase por este motivo, siendo su ataque debido a que dañe a su propia mascota.
-Mecachis. Ahora lo entiendo todo. Perdoname Natsu.
Mi mirada se dirigió hacia mi nakama, el cual se encuentra levantándose de los tablones y dirigiendo su mirada hacia mí, a lo cual rápidamente empezó a dirigirse hacia mi lanzándome por el camino cinco peces, los cuales sin ningún remordimiento empecé a absorber su energía, haciendo que estos quedasen de color negro mientras los arrojaba hacia el mar nuevamente, donde sus almas descansarían. Debo hacer esto o no podre hacer lo que tengo planeado para acabar con esto cuanto antes, ya que no quiero verle sufriendo mas, ya que su cuerpo no debería poder moverse tras mi anterior ataque, así que debo acabar ya.
Cuando Natsu se encuentra a escasos centímetros de mi cuerpo empiezo a realizar el kami-e, con el cual consigo doblarme de tal forma haciendo que su espada en línea recta pase por un lado mía sin mas. Ahora debía hacerlo o nunca. Moviendo mi mano hacia su cuerpo empiezo a arrebatar energía de su propio cuerpo, haciendo que la poca energía disponible que debería quedarle fuese ahora parte mía.
Su cuerpo debido a que no le quedaba energía empezó a descender mientras su cuerpo volvía a su forma humana, a lo cual y sin tiempo a perder saque el látigo que me había encontrado cuando me desperté del hospital y empecé a lanzarlo hacia la posición de mi nakama. Sin problema alguno este fue rodeado por el látigo y lo lance en dirección hacia el barco que se encontraba paseando por ahí, el cual freno de golpe cuando Natsu cayó encima de esta. Sin parar me dirigí hacia la posición donde se encontraba el espadachín y empecé a crear plataformas de energía en dirección hacia el barco, siendo estas de un tamaño medio y evitando que explotasen, para que así el chico pudiera ir al barco sin problema alguno.
-Ya me lo agradecerás, sube ya, no puedo aguantar mucho.
Espere unos instantes para que este pudiese dirigirse hacia el barco y tras eso empecé a absorber la energía nuevamente para no perder energía de forma ridícula. Mi cuerpo también fue hacia el barco donde me deje apoyar sobre las maderas de este y mire hacia el hombre pelinegro, el cual supongo que se encontrara junto a Natsu.
-Creo que lo más conveniente en este caso es que descansemos un rato. Si peleamos ahora no tendría ningún sentido y Natsu no puede con su alma, por lo que debemos dejarle en un buen sitio para que descanse. Si aceptas eso arroja tu arma a un lado-dije tras lo cual cogí mi única arma portable ahora, que era el látigo y la arroje hacia un lado, tras lo cual lance también mi cuchillo balis-Debemos atender a razones y creo que eres el más apropiado para saberlo.
- off rol:
- He hablado con Natsu y me dice que no quiere seguir posteando, por lo cual el turno pasaría automaticamente hacia Rayder. Si tenéis algún problema habláis con el que es el que me ha dado permiso a realizar los ataques que le dan si o si y ademas lo de llevarle al barco. Solo espero que no haya problema y sigamos el combate Rayder y yo
Rayder
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El pelinegro no podía hacer otra cosa sino observar cómo su compañero dragonil se lanzaba a por el chico peliblanco, en otro intento de hacerle daño. La distancia que los separaba era demasiada para que él pudiera apoyarle en combate, por lo que esa era una batalla que Natsu debería realizar por sí mismo. Pero sin guardar su arma en la vaina que portaba en su cintura, únicamente dejaba que sus ojos siguieran la estela del combate que se estaba celebrando en el aire. "Venga Natsu, tú puedes", pensó su compañero, mientras que con una pequeña sonrisa le deseaba la mejor suerte que pudiera tener para finalizar aquel encuentro cuanto antes. Todos excepto él estaban cansados y dolidos por las distintas técnicas sufridas en sus cuerpos, y un descanso era más que necesario si querrían ser personas normales al día siguiente y prescindir de un bastón para apoyarse en el suelo.
Pero Allen es mucho Allen, incluso para el mejor guerrero, y tomando la energía de los peces que le habían lanzado, aprovechó un punto ciego del chico-dragón para absorberle la energía, devolviéndole a su estado humano y haciendo que cayera hacia abajo, presa de la gravedad y de su propio peso. Con un látigo extraño, el peliblanco se apiadó del destino de su nakama y lo ató con dicho arma, moviéndola con rudeza para luego enviar el cuerpo del chico hacia un barco que estaba rondando por los alrededores. Era la primera vez que se percataba de ello, y en su interior agradecía que hubiera tenido ese buen gesto con Natsu. Entonces bajó del cielo y, creando unas tablillas de energía, me indicó que fuera con él hacia el barco para hacer lo que fuera. Todavía con la espada desenvainada, el pelinegro comenzó a saltar de plataforma en plataforma, con mucho cuidado de no resbalar y caer al agua.
- Interesante, materialización de energía estática ... - Decía mientras analizaba aquellos lugares en los que pisaba, que parecían totalmente sólidos. Miedo le daba de que explotasen, viendo el talento natural que Allen tenía para ello, por lo que se extrañó de que no fueran unas armas de combate.
El tiempo pasaba, y Rayder llegó sin muchas complicaciones hacia la cubierta del barco que había aparecido tiempo atrás. Los tripulantes se les habían acercado pensando que su barco había naufragado, y que intentarían salvar a los pocos supervivientes que hubieran quedado. Lo que no sabían es que aquella destrucción había sido únicamente producto de una batalla a dos bandas entre piratas de distintas habilidades. Los mismos le dijeron que podían quedarse en el barco hasta que encontraran una nueva isla en la que desembarcar, pero que no tenían suficiente comida como para alimentarlos. Le darían las sobras, y con eso sería suficiente hasta que llegasen a su nuevo destino.
Pero Allen no quería que todo terminase allí, por lo que le dijo al pelinegro de mantener una conversación desarmados. Tiró su látigo y un cuchillo que tenía escondido al suelo, alejándose de ellos. Había sido un acto de fe, y el espadachín lo toleraría a mala gana. Desanudando la vaina de la espada de su cinturón, la envainó y la dejó en el suelo, para luego alejarse de ella como había hecho el peliblanco con anterioridad. No llevaba ningún arma más, y su mirada de ojos incoloros estaba clavada en cada instante en la del enemigo, por si acaso se le ocurría atentar contra su persona.
Fue entonces cuando el pelinegro comenzó a andar hasta el extremo contrario del barco, apoyándose en el lateral y cruzando una de las piernas por delante de la otra, a la vez que sus brazos se cruzaban por debajo del pecho. Cerrando los ojos unos instantes, suspiró y controló su respiración, que con la pelea se había "encendido" un poco. Devolviendo su vista hacia Allen, le hizo una señal para que fuera a su lado y pudieran hablar tranquilamente. Mientras tanto, los tripulantes del barco en el que estaban viajando habían tomado a Natsu en una camilla, y lo estaban transportando hacia el camarote del médico de abordo. Al menos, el chico podría tratarse y mejorar su salud. Incluso hicieron virar el barco para dirigirlo a los restos del naufragio, donde tomaron el madero que sostenía al tigre de del pelirrosa y lo subieron con cuidado, llevándolo al mismo lugar en el que se encontraría su dueño en aquellos instantes.
Volviendo a la situación actual, él estaba esperando a que Allen se le acercase para comenzar una conversación. Inflando su pecho con cada inspiración, la serenidad que inculcaba en esos momentos parecía de una máquina fría y sin sentimientos. Pero en el interior estaba algo consternado por los efectos de la batalla. No sólo le escocía toda la parte trasera de su torso, sino que su amigo había acabado peor que él. Entonces, con una voz seria, le dijo al peliblanco:
- Cuéntame, ¿de qué quieres hablar? Natsu no podrá seguirnos el ritmo, ha terminado muy mal. Lo mejor sería que esto lo acabásemos tú y yo, sin nadie más de por medio. Pero no te negaré un tiempo de descanso, han sido unos momentos muy estresantes - Suspirando, dejando que la brisa del mar le moviera el cabello.
Pero Allen es mucho Allen, incluso para el mejor guerrero, y tomando la energía de los peces que le habían lanzado, aprovechó un punto ciego del chico-dragón para absorberle la energía, devolviéndole a su estado humano y haciendo que cayera hacia abajo, presa de la gravedad y de su propio peso. Con un látigo extraño, el peliblanco se apiadó del destino de su nakama y lo ató con dicho arma, moviéndola con rudeza para luego enviar el cuerpo del chico hacia un barco que estaba rondando por los alrededores. Era la primera vez que se percataba de ello, y en su interior agradecía que hubiera tenido ese buen gesto con Natsu. Entonces bajó del cielo y, creando unas tablillas de energía, me indicó que fuera con él hacia el barco para hacer lo que fuera. Todavía con la espada desenvainada, el pelinegro comenzó a saltar de plataforma en plataforma, con mucho cuidado de no resbalar y caer al agua.
- Interesante, materialización de energía estática ... - Decía mientras analizaba aquellos lugares en los que pisaba, que parecían totalmente sólidos. Miedo le daba de que explotasen, viendo el talento natural que Allen tenía para ello, por lo que se extrañó de que no fueran unas armas de combate.
El tiempo pasaba, y Rayder llegó sin muchas complicaciones hacia la cubierta del barco que había aparecido tiempo atrás. Los tripulantes se les habían acercado pensando que su barco había naufragado, y que intentarían salvar a los pocos supervivientes que hubieran quedado. Lo que no sabían es que aquella destrucción había sido únicamente producto de una batalla a dos bandas entre piratas de distintas habilidades. Los mismos le dijeron que podían quedarse en el barco hasta que encontraran una nueva isla en la que desembarcar, pero que no tenían suficiente comida como para alimentarlos. Le darían las sobras, y con eso sería suficiente hasta que llegasen a su nuevo destino.
Pero Allen no quería que todo terminase allí, por lo que le dijo al pelinegro de mantener una conversación desarmados. Tiró su látigo y un cuchillo que tenía escondido al suelo, alejándose de ellos. Había sido un acto de fe, y el espadachín lo toleraría a mala gana. Desanudando la vaina de la espada de su cinturón, la envainó y la dejó en el suelo, para luego alejarse de ella como había hecho el peliblanco con anterioridad. No llevaba ningún arma más, y su mirada de ojos incoloros estaba clavada en cada instante en la del enemigo, por si acaso se le ocurría atentar contra su persona.
Fue entonces cuando el pelinegro comenzó a andar hasta el extremo contrario del barco, apoyándose en el lateral y cruzando una de las piernas por delante de la otra, a la vez que sus brazos se cruzaban por debajo del pecho. Cerrando los ojos unos instantes, suspiró y controló su respiración, que con la pelea se había "encendido" un poco. Devolviendo su vista hacia Allen, le hizo una señal para que fuera a su lado y pudieran hablar tranquilamente. Mientras tanto, los tripulantes del barco en el que estaban viajando habían tomado a Natsu en una camilla, y lo estaban transportando hacia el camarote del médico de abordo. Al menos, el chico podría tratarse y mejorar su salud. Incluso hicieron virar el barco para dirigirlo a los restos del naufragio, donde tomaron el madero que sostenía al tigre de del pelirrosa y lo subieron con cuidado, llevándolo al mismo lugar en el que se encontraría su dueño en aquellos instantes.
Volviendo a la situación actual, él estaba esperando a que Allen se le acercase para comenzar una conversación. Inflando su pecho con cada inspiración, la serenidad que inculcaba en esos momentos parecía de una máquina fría y sin sentimientos. Pero en el interior estaba algo consternado por los efectos de la batalla. No sólo le escocía toda la parte trasera de su torso, sino que su amigo había acabado peor que él. Entonces, con una voz seria, le dijo al peliblanco:
- Cuéntame, ¿de qué quieres hablar? Natsu no podrá seguirnos el ritmo, ha terminado muy mal. Lo mejor sería que esto lo acabásemos tú y yo, sin nadie más de por medio. Pero no te negaré un tiempo de descanso, han sido unos momentos muy estresantes - Suspirando, dejando que la brisa del mar le moviera el cabello.
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