[Privado - Pasado] Destino y Bushido.

Largos días de travesía en alta mar temblando ante la enorme posibilidad de que aquel barco digno de ser degradado a la categoría de patera pudiera hacer aguas en cualquier momento. Finalmente llegaron a Villa Orange pues era el destino marcado por Willem. Blaze desconocía la existencia de dicha ciudad pero Willem parecía estar de buen humor, como siempre en realidad, por lo que supuso que sería una de esas grandes ciudades de piratas de las que habla en sus historietas que parecen estar hechas de galletas y caramelos.

El atraque fue bastante atemorizante pues fue audible un crujido en la proa del barco al chocar levente con el muelle cosa que no inspiraba confianza para seguir navegando en eso que en cualquier momento podría dejar de ser un barco y pasar a ser un montón de tablas esparcidas en alta mar por el contacto con la más insignificante de las olas.

Desembarcaron y comenzaron a pasear por la ciudad y salvo alguna taberna por ahí no había lugar que despertará su curiosidad. Definitivamente, no podía tratarse de una de esas ciudades que tanto ensalzaba. Tras unos minutos deambulando por la ciudad solo había descubierto dos cosas, un viento que imposibilitaba que encendiera cigarrillo alguno y un calor de mil demonios. Según caminaban, las gotas de sudor en la cara de Blaze aumentaban y la ropa que llevaba disminuía hasta quedarse sin la parte superior de su vestimenta intentado eludir un golpe de calor luciendo numerosas cicatrices y otras marcas de pelea además de un tatuaje en su espalda del símbolo de su Dōjō y con su gabardina y camisa en la mano llegaron andando hasta la entrada de un Iglesia en la que había numerosas personas.

Willem ya le había explicado a Blaze que el motivo de ir a parar a aquella ciudad era la de buscar socios que pudieran aportar algo de capital a la expedición pirata que tenían entre manos pues la contribución de Blaze no parecía ser suficiente ya que su “negocio” no daba tanto dinero como para comprar un gran navío. Y todo buen navío, necesitaba tripulantes y, en este caso, que supieran manejarse en el campo de batalla… y parecía que Willem había encontrado un candidato.

Willem dio una palmada con el revés de la mano a Blaze en el hombro señalando a una niña que se encontraba sentada bajo la puerta de la Iglesia. Blaze dudaba de que sus intenciones fueran darle algo de limosna, Willem no era de esos, es más, seguramente se aprovecharía de que la chica era ciega para robarle. Por otra parte, no podía ser un posible inversor… una niña que no tiene ni para comer no nos iba a dar ni un duro. Así que la única opción, también improbable, es que la quisiera como miembro de la tripulación.

Al principio miró con cara de asco a Willem y le dijo con el mayor desprecio del mundo “¡Eres un enfermo! Tan solo es una cría” pues pensaba que Willem la quería para… en fin, satisfacer ciertas necesidades humanas. Willem sonrió y le hizo un gesto para que mirara a la chica a la altura de la cintura. En ese momento, Blaze se percató de que la niña tenía una katana. En ese momento lo entendió, Willem la quería como ¿espadachín? del grupo. Blaze no estaba seguro de que una cría pudiera ser de gran ayuda en el campo de batalla, pero con los años había aprendido que a veces las apariencias engañan.

Actuaron como siempre, Willem era el “mente fría” del dúo y Blaze la mano ejecutora. A la vez que Blaze se acercaba a donde se encontraba la niña, el resto de personas que se encontraban en la plaza comenzaron a entrar en la Iglesia para recibir un "sermón divino que solo se creen los estúpidos..." Blaze no era muy religioso. Blaze se puso de cuclillas a un metro de la chica con una moneda de plata poniéndose esta sobre el pulgar con el puño cerrado y la lanzó a la pequeña caja de cartón que la niña utilizaba como cepillo para las limosnas.

Cuando la última persona de la plaza entró en la Iglesia y asegurándose de que no quedara nadie en los alrededores para contemplar la escena, Blaze lanzó un puñetazo con la cara de la niña como objetivo para comprobar si la niña realmente era una apta guerrera o solo llevaba la espada de adorno. Si la niña no era capaz de esquivar el ataque, no tendría hueco entre su tripulación, nadie confiaría su vida a alguien que no puede esquivar o parar un simple puñetazo. Obviamente si la chica no reaccionaba, Blaze pararía su ataque justo cuando fuera a hacer contacto. Puede que sus métodos no sean muy sútiles pero tampoco va pegando palizas a niñas indefensas por la calle.

Enorme fue la sorpresa de Blaze al ver con que agilidad y rapidez la niña “indefensa” esquivaba su ataque, y no solo eso, durante el proceso hizo una gran exhibición de habilidad pues a la vez que esquivó el ataque puso su espada a la altura de su garganta. Entre la habilidad de la niña y la guardia baja de Blaze el cual daba por hecho que era una niña corriente, el hombre podría haber muerto allí mismo… bueno quizá.

Tras la escena, Willem se acercó a ambos riéndose como un descosido de la cara que había puesto Blaze ante la reacción de la niña, y no era para menos. Cuando Blaze se recuperó de su asombro también soltó una pequeña carcajada mientras cogía amablemente la mano con la que la niña sujetaba su espada y la apartó del cuello de Blaze mientras decía Perdón por eso. Era la mejor forma de salir de dudas. La gente miente con facilidad cuando habla, pero cuando se sienten amenazas, es cuando realmente se muestran tal como son. Se levantó y se alejó un par de pasos de la chica dando a entender que no tenía intención de volverla a atacar.

Parece que tienes buen ojo para estas cosas. Dijo Blaze a Willem con un tono de admiración mientras soltaba una pequeña risa. Puede que sirvas para algo más que para contar ridículas historietas. Esta vez el tono fue algo mas burlón pues a pesar de que sus historias tendrían parte de verdad, Blaze estaba seguro de que Willem las eageraba. Justo después, su rostro alegre cambió al de uno de enfado cuando Willem se refirió a él como el “perro”. Cuando Willem le ofreció a la niña ir a charlar y tomar algo Blaze intervino para mostrar su gentileza Eres libre de pedir todo lo que quieras, yo invito. Es lo menos que puedo hacer para que me perdones Aunque después de lo ocurrido, la niña podría pensar que de gentil no tenía nada.

Desde luego la niña era terca como ella sola… aunque Blaze también habría actuado como ella, bueno no, Blaze en el lugar de la niña le daría una soberana paliza a aquel que intentará atacarle así que la joven aun había sido mas ¿comprensiva? de lo que habría sido él. Ni el frio gesto económico de invitarla a comer servía para que aquella joven se dignara a prestar unos minutos de su tiempo a aquellos trotamundos.

Blaze se acercó de nuevo a la chica y se agachó para que esta pudiera saber su localización al oír su voz. Puedes golpearme tú si quieres. Aunque decidas no acceder a nuestra petición, al menos te podrás vengar por el susto que te hemos dado. Aunque Blaze fuera de tipo duro y en situaciones como aquella actuara de forma un tanto animal, tenía su corazoncito y se sentía mal por la chica que parecía no entender porque Blaze había hecho lo que había hecho aunque puede que solo Blaze lo entendiera.

Inesperadamente, Willem desenvainó su espada “retándola” a un duelo  en busca de una oportunidad para que la chica accediera a hablar con ellos... parecía que Willem estaba realmente empeñado en conseguir que aquella chiquilla escuchara sus palabras. < ¿Willem manchándose las manos por una vez? ¡Esto no me lo pierdo! > Blaze dio media vuelta y se sentó en las escaleras de la Iglesia donde hacia sombra y sacó un bol de palomitas (solo Dios sabe de dónde) y contempló la escena como si de una película se tratase.

La niña estaba demostrando ser más apta para el combate de lo que Blaze jamás hubiera imaginado, peleando de tu a tú con Willem aunque a este se le notaba que no iba completamente en serio, pero aun así, tenía su merito. Detrás de aquella niña, cuyo nombre desconocían aún, debía esconderse una gran historia si a su temprana edad ya era tan diestra con la espada.

Blaze mientras comía sus deliciosas palomitas con mantequilla observaba detenidamente los movimientos de ambos luchadores, aunque los de Willem ya los conocía un poco debido a que ya habían intercambiado golpes en alguna ocasión. Yukie poseía unos reflejos dignos de alabanza a pesar de no contar con todos sus sentidos, conseguía anticiparse a algunos golpes de Willem como si fuera una usuaria del mismísimo sharingan.

En un momento Willem se refirió a Blaze como un lobo de mar. Mucha gente lo conocía por el sobrenombre de “El Lobo". Para unos cuantos, ese alías simplemente era por su tatuaje en la espalda, para otros por su ferocidad luchando… pero Willem era el único que había contemplado el verdadero significado de ese apodo.

El combate finalizo con un resultado que Blaze ya esperaba, pero con un final algo… rastrero. Willem se llevó la victoria gracias a un movimiento un tanto guarro que dejo a Yukie indefensa. Tras esto, Blaze se levantó y se acerco a su compañero y su futura posible compañera El éxito sin honor, es un fracaso. Le dijo a Willem con cierto tono de reproche por la forma de ganar para más tarde dirigirse a Yukie Eres realmente hábil. Dijo con un tono de aprobación Quizá algún día te pida unos minutos de tu tiempo para un combate… tengo curiosidad por ver si serías capaz de esquivar mis ataques como los suyos. Dijo señalando con un ligero gesto de menosprecio burlón a Willem. Quizá Blaze no fuera tan astuto o estratega como Willem en los combates, pero sus golpes eran realmente rápidos y poderosos.

Tras desperezarse durante unos segundos, Blaze propuso ir a comer algo (si, es bastante glotón) ya que seguramente aquella pelea les había abierto el apetito a aquellos dos y podrían aprovechar para conocer un poco más a Yukie y hablarle sobre los planes que tenían los dos piratas pues todo apuntaba a que la niña acabaría formando parte de la tripulación. Realmente Willem había hecho un gran trabajo persuadiendo a la joven.

Willem trató de justificar su victoria con una palabrería digna de un borracho filosófica que Blaze no acabo de entender muy bien pero que tampoco le prestó mucha atención pues a conocía a Willem y su costumbre de justificar sus actos con alguna excusa dudosa.

Tras una sarta de sandeces, Willem procedió a curarse la herida que le había provocado la niña en el hombro echándose alcohol de su petaca a lo que Blaze dijo Me extraña que con la cantidad de alcohol que tienes en el cuerpo, no se te haya curado la herida sola al segundo de hacértela. Tras esto Blaze cogió la venda que le dio Willem para ponérsela en la herida y así cortar la hemorragia.

La niña al final desveló su nombre después de que Willem le preguntara acerca de este para después poner rumbo a un asador que desde varias calles de distancia se podía percibir el delicioso aroma que desprendía la carne al entrar en contacto con las parillas. Al parecer, Yukie conocía al dueño del restaurante pues advirtió a ambos piratas de que no se les ocurriera montar jaleo, aunque con Willem, el jaleo suele estar garantizado. El comentario de Yukie le hizo bastante gracia Me empieza a caer bien Le susurró a Willem.

Al fin tomaron un asiento al lado de una gran ventana sin cristales por donde Blaze podía echar el humo del puro que se había encendido sin necesidad de molestar al resto de los allí presentes pues era el único que estaba fumando y sobre todo, para no convertir a la joven Yukie en una fumadora pasiva a tan temprana edad. Una vez sentados y más calmados, se presentó a la chica objeto de interés del dúo pirata Soy Raion Blaze, encantado. Con la intención de suavizar un poco la situación por si acaso Yukie seguía algo… irritada por el intento de agresión anterior por parte de Blaze y tratar de ser simpático, añadió Si lo del puñetazo te ha parecido violento, tendrías que haber presenciado el día en el que nos conocimos dijo mientras señalaba a su compañero casi lo mato. Dijo entre risas recordando la escena cuando vio a Willem por primera vez aunque pronto cesó su risa por que se percató de que entre una cosa y la otra, Yukie podría pensar que era un bruto.

Quizá era demasiado pronto para preguntarle por algo tan personal, pero Blaze ardía en deseos de conocer la historia de la pequeña Si no es mucha molestia preguntártelo, ¿Cómo es posible que una persona tan joven como tú y careciendo del sentido de la vista, sea tan hábil combatiendo? Debía de esconderse una historia digna de ser escuchada detrás de esa enigmatica chica.