[Privado] [Sawaki y Shark] El duo del Terror ataca de nuevo

El tiempo estaba perfecto en aquel lugar, los dos tiburones se acercaban a la isla con calma. El barco les llevaba hasta ella, lo habían saqueado. Tras huir de la ciudad del alfa y el omega se habían cansado de nadar y habían secuestrado aquel barco mercantil lanzando fuera a los pasajeros. El tiburón toro sonreía sádicamente deseando liarla a lo grande y matar a más gente. Sabía que ya tendría varios millones por su cabeza tras lo que había liado con su compañero en la isla anterior. Ahora pegó un gran bostezo dando así a demostrar lo aburrido que estaba, quería echarse un sueñecito antes pero ya no daba tiempo pues habían llegado. Pensaba que si se esforzaba y eliminaba a mucha gente la siesta le iba a sentar mejor. El rubio le había dicho que no había que llamar la atención de forma innecesaria pero aquello era algo imposible para el enorme depredador.


Tranquilo, prometo ser bueno y no cargarme a nadie sin ningún motivo. Sabes que soy todo un angelito cuando quiero compañero.


Al llegar allí el rubio fue el primero en salir y atar el barco a un palo bastante grueso para que no lo perdieran. La mirada del enorme Gyojin observaba la playa tranquila pero de repente observó a dos pescadores que estaban haciendo lo que mejor se les daba hacer, matar peces con sus cañas capturándolos para llevárselos. El tiburón toro se alejó unos instantes de su compañero y se acercó despacio a ellos por la retaguardia. Se fijó en un cubo azul que tenían en sus pies y observó una cantidad increíble de peces, cogió el cubo por la aza de metal fina y lanzó el objeto al mar liberando así a los peces. Aquellos hombres vieron frente a sus ojos los peces volar y el cubo tras ello por lo que se giraron enojados. Cuando lo hicieron uno de ellos fue partido en dos. Shark había sacado su espadón y estaba sonriendo mientras lamia la sangre del filo de esta. El segundo hombre al ver esto tragó saliva asustado, pero se calmó cuando el tiburón toro guardó su arma. Pero tras unos segundos el tiburón estiró su mano cogiéndolo del cuello de su camisa y acercándolo para morder con fuerza su cuello y arrancarle la mitad de un tirón. Rió con una carcajada sádica y tras eso lanzó el cuerpo al agua, recogió los trozos del que había partido en dos y los lanzó al agua también. Después se acercó a Sawaki tranquilamente. Lo primero que le había dicho el rubio que no hiciera ya lo había hecho, pero ahora aquellos peces estaban comiéndose a los que trataban de comérselos a ellos. Con una sonrisa bromista observó tranquilamente a su compañero para hablarle tras romper su promesa en poco tiempo.


Que conste que pescar es motivo suficiente para haberlos matado. Sabes que odio que pesquen a los peces muchísimo por eso lo he hecho y lo volvería a hacer, bueno sigamos.

Shark escuchó sus palabras entre algunas risas bromistas cuando el rubio se le echó encima tirándolo al suelo. El tiburón toro pensó que lo quería violar o algo y se preparó para defenderse. Pero después se dio cuenta de que había marines tras ellos y diez para cada uno. El Gyojin rubio empezó a pelear con fuerza tumbándolos a golpes y les decía lo peligroso que podía llegar a ser Shark. Tras aquello el rubio se fue corriendo por el lado izquierdo con los suyos detrás y le dijo que no se muriera y se ocupara de los del lado derecho. Este sonrió de lado levantándose de la arena y sacando su enorme espadón. Solo le bastó un tajo para partir en dos a uno de ellos que estaba armado con un rifle. Otro con una katana corrió hacia él, pero este con una tétrica sonrisa esquivó su ataque y clavó su espadón en su pecho tirándolo después de una patada al suelo. Ya le quedaban ocho de aquellos imbéciles y ahora dos corrían a por él con katanas. Eran unos idiotas, de esa forma no podrían vencer al enorme tiburón, cuando estuvieron cerca de un nuevo tajo partió a uno de ellos en dos. El otro lanzó varios tajos y solo consiguió cortarle un mechón de pelo al Gyojin, este frunció el ceño y de un puñetazo le partió la nariz. Una vez el cuerpo cayó al suelo le cortó la cabeza. Se dispuso a mirar a los seis que faltaba y estos le apuntaban con armas de fuego sonriendo sádicos. En ese momento el tiburón sonrió de lado y señaló a la playa.

¡El almirante de la marina en bolas!

Todos por acto reflejo se giraron para mirar aunque sabían que era imposible. Allí tan solo estaba el mar y cuando se giraron solo eran cinco y el tiburón toro estaba corriendo por el lado derecho con uno cogido de la cabeza. Todos enojados corrieron tras él. Este riendo y con su arma guardada mordió mientras corría el cuello de aquel hombre destrozándolo en el acto y tirando el cadáver al suelo. Le quedaban cinco pero podría derrotarlos fácilmente. En vez de tirar por el lado que el rubio le había dicho se equivocó y salió corriendo hacia uno de los puertos. Los ojos del tiburón observaron que no había salida y se frenó en seco. Justo después comprobó que tenía a los cinco reclutas detrás. En esta situación solo podía hacer una cosa. Levantó las manos en señal de que se rendía, los hombres sonrieron y sacaron unas esposas acercándose. Justo cuando estaban a punto de ponérselas este saltó al agua y nadó hasta la orilla. Con una carcajada salió a la arena y corrió a donde debía reunirse con el rubio y aquellos marines corrían detrás de él indignados mientras pensaban en como el maldito tiburón se había cargado a cinco de ellos y encima de todo se había reído de ellos como si aquello fuera lo más normal del mundo.

Shark había conseguido alejarse lo suficiente para sacarles ventaja a los cinco marines que le quedaban con vida. Desde su posición pudo ver a lo lejos como el rubio los dejaba inconscientes a golpes. Eso era algo que no le hacía gracia pues le gustaba más matarlos para que no volvieran a levantarse. Por un momento se puso a bostezar esperando a aquellos idiotas, una vez que ya estaba cerca observó que uno iba en cabeza y corriendo a gran velocidad. El tiburón toro lanzó su arma con fuerza dispuesto a partirlo en dos y así fue. El arma del tiburón partió aquel hombre en dos y después quedó en el suelo. Los cuatro restantes se frenaron al ver aquello, pero al ver el arma del Gyojin en el suelo sonrieron corriendo a por él. Los dos primeros que iban armados con katanas empezaron a lanzar tajos contra él. Este rápidamente metió las manos en las vainas de su cintura sacando sus dos espadas gemelas y comenzando a cubrirse y a responder con más tajos. En uno de ellos le cortó el cuello al marine de su derecha. El de la izquierda fue el siguiente recibiendo un corte en el ojo y tras aquello otro de forma recta en el cráneo. Los dos cuerpos estaban en sus pies y solo quedaban otros dos.

El primero salió disparado a por el tiburón que lanzó sus dos armas y le atravesó el pecho por los dos pectorales dejándolo tirado en el suelo muriendo. Ya solo quedaba un idiota del que ocuparse por lo que sacó su ultima arma que era su daga negra con el filo rojo. Ambos corrieron el uno a por el otro y Shark saltó por encima suya haciéndole un corte en el hombro y guardando la daga, aquel marine extrañado caminó hacia el tiburón cuando notó cierto mareo y cayó al suelo con la mano en la cabeza. El veneno de la daga del tiburón había hecho su efecto. Este solo tuvo que acercarse tranquilamente hasta la posición en la que estaba aquel hombre y sin pleno aviso lo cogió del cuello con una mano y lo acercó clavándole sus voraces dientes en el cuello y matándolo en el acto. Los dientes del tiburón estaban llenos de sangre, cuando hubo acabado recogió sus armas guardándolas y tranquilamente se dirigió a la posición del rubio.

Aquel seguía peleando y este se quedó mirándolo tranquilamente esperando a que acabase con ellos. Había matado a diez reclutas de la marina y ya se había ganado un millón más por su cabeza seguramente. Pasaron unos segundos y este se sentó tranquilamente en el suelo esperando a que su compañero acabara la faena con aquellos idiotas, esperaba que se cargara uno y dejara de dormirlos a golpes. El tiburón toro no había dejado supervivientes y estaba orgulloso y siempre lo estaría, dejar gente viva era una falta de respeto al espíritu asesino que tenia. Sus ojos dorados seguían allí fijándose bien en los hábiles movimientos de su compañero Sawaki y estudiando su formidable manera de pelear.

Shark había observado como el rubio peleaba contra aquellos tipos de forma increíble incluso cerrando los ojos. Eso era algo que no había entendido nada de nada, pero empezó a pensar unos segundos más. Finalmente no entendió nada de nada. No lograba saber porque su amigo cerraba los ojos al pelear, una vez el chico rubio se había cargado a uno involuntariamente esquivando las balas del otro, golpeó al que disparaba y finalmente se acercó al tiburón toro que le observaba tranquilo. Sawaki le había dado dos opciones y se decantaba por la primera como él, a parte había dicho algo de una nueva habilidad. Shark no conocía aquello llamado Haki, nunca había oído hablar de él y su existencia era algo que desconocía por lo que no hizo más preguntas. Pensó que su compañero pelearía mejor usando los sentidos del oído que los de la vista o algo así. Se levantó despacio mientras sonreía sádicamente como de costumbre para después contestarle a su compañero con tranquilidad. Su tono de voz era bromista y algo tenebroso como siempre, algo que el rubio ya debía saber y seguramente no se tomaría a mal el tono de burla pues Shark era el tono que tenia y no era su culpa.

La primera opción suena divertida, aunque no me importa que apareciera un alto cargo de la marina. Mientras no sea un rango muy grande como un Almirante o un Comandante creo que todo podrá ir bien. Por mi sigamos sentenciando este pueblo y eliminemos unos cuantos más.

Un alto cargo era algo que traía sin cuidado al tiburón toro mientras no fuera alguno de los verdaderos altos como los que había nombrado. La sonrisa del tiburón toro se hizo más amplia y se giró de forma tranquila dirigiéndose hacia el pueblo junto con el rubio. Sin embargo este sintió una extraña sensación, algo le estaba haciendo levantar los pies del suelo involuntariamente. Tras unos segundos salió disparado contra la arena de la playa  unos cinco metros del rubio. Rodó por el suelo hasta quedar tendido con los ojos cerrados, los abrió a los pocos segundos sin entender lo que había pasado. Aún sin levantarse observó desde el suelo lo que había ocurrido. Frente a su compañero había un hombre que al parecer había lanzado ondas de choque golpeando el aire y había lanzado al tiburón toro.

Era un tipo alto de unos 1,89. Su pelo era grisáceo y tendría unos cuarenta años, tenía bigote y barba e iba vestido con un chaleco plateado con el símbolo de la marina y algunas medallas colgaban de este. Sus pantalones largos eran de color rojo y sus botas de un tono de gris claro que iba a juego con su pelo, en su cinturón rojo llevaba un puño americano que enseguida liberó de una cuerdecita con el que lo llevaba amarrado. A continuación se lo colocó en el puño derecho mirando a los dos con odio y se lanzó contra el rubio para atacarle. Aquel hombre era un Teniente Segundo pero los dos chicos no lo sabían y aquello les iba a costar realmente. Shark se levantó como pudo con el hombro algo tocado pues se había golpeado la zona donde había recibido el tiro en Loguetown.

Aquel tipo era bastante fuerte pues había mandado al rubio al agua y tras eso paró su segundo ataque con una mano. El chico le había dicho ahora a él que se dieran prisa y que pelearan con sus mejores habilidades. No estaba seguro de poder vencer aquel hombre pero debían intentarlo como fuera, sin pensárselo corrió a por él lanzando golpes con sus puños, aquel tipo los bloqueaba fácilmente para después darle al tiburón toro un codazo en el pecho y tirarlo al suelo. Este rodó por el suelo tosiendo un poco hasta quedar boca abajo con una mano en la zona dañada. Ese maldito marine no era un recluta cualquiera y aquello se notaba bastante, tras unos segundos el tiburón toro se volvió a levantar gruñendo por lo bajo pero con su expresión sádica en el rostro. Tranquilamente llevó la mano al mango de su enorme espadón y corrió de nuevo a por él.

Una vez llegó lanzó varios cortes con fuerza hacia aquel tipo que los esquivaba agachándose y saltándolos como si no le costara nada. Shark cada vez se creía menos que hubiesen tipos tan hábiles y de repente un puño se estrelló en su estomago y después recibió una patada en la cara cayendo dos metros hacia un lado y cayendo al agua. El golpe del estomago había sido con el puño americano y se había llevado un grave daño, el de la cara lo pudo soportar bien. Al recibir el golpe soltó sin querer el mango de su espada y observó como esta se hundía, rápidamente nadó a por ella y la cogió para después subir a la superficie echando el arma en la arena. No pensaba usar esa arma tan pesada contra aquel tipo que se movía ágilmente. Sacó sus dos espadas gemelas y corrió de repente a por aquel tipo, empezó a lanzar tajos rápidamente pero aquel hombre se movía de forma magistral y lo único que pudo conseguir fue hacerle un corte en la mejilla. De nuevo se llevó un golpe en su hombro malo y golpeó el suelo con fuerza al notar el dolor.

Se levantó una vez más observando sus dos espadas en el suelo y sacando su daga. Corrió a por aquel tipo lanzando varios cortes cuando el marine le dio un rodillazo en la boca del estomago y lo dejó allí clavado en su rodilla. Shark escupió una bocanada de sangre cuando de repente comenzó a reír. Aquel hombre le preguntó en un tono serio el motivo de su risa y fue cuando este respondió entre algunas pequeñas pausas por la sangre.

Debiste guardar las distancias imbécil. ¡Sawaki ahora es tu oportunidad, no lo dejes vivo o será peor, mátalo!


Tras sus palabras realizó un corte serio en el estomago del marine atravesándole bastante carne con la daga y tras aquello saltando hacia atrás con la daga en mano y cayendo de espaldas al suelo boca arriba riendo algo sádico y escupiendo algo de sangre por el golpe. Aquel pobre imbécil había sido envenenado por el corte del tiburón toro y sentiría mareos y desorientación, de esa forma el rubio podría eliminarlo. Desde el suelo recogió una de sus dos espadas gemelas y la lanzó de forma suave a su compañero para que este tuviera un arma de filo para ejecutarle.

Por fin el combate había finalizado, aquel tipo había sido eliminado por fin cuando el rubio atravesó la espada en su corazón. Trató de quitársela consiguiéndolo pero n podía hacer nada, era su fin y no podía evitarlo de ninguna forma. La vida de aquel Teniente Segundo había finalizado en aquella isla. El tiburón toro se levantó gracias a la ayuda del chico y suspiró escuchando sus palabras y dirigiéndose al cadáver de aquel hombre, cogió su espada y tranquilamente lo decapitó de un corte para después coger su cabeza con una mano y lanzarla al mar. Le tenía ganas aquel idiota y había podido eliminarlo junto a su compañero por fin, realmente la daga de Shark era temible a la vez que magnifica pues mareando a sus oponentes podía ganar muchas batallas. También se había quedado tranquilo al ver que por fin su amigo se había cargado a alguien. Una vez hubo recogió sus armas escuchó unos cuanto gritos a lo lejos y observó a unos siete marines observándoles, este chasqueó la lengua para después dar una carcajada y observar tranquilamente a su compañero.

Tenemos a siete idiotas delante, aún podemos este último asalto. Eliminare tres, ocúpate tu de otros tres y dejemos al último con vida para que informe sobre lo que ha pasado a sus superiores. Creo que pese al cansancio podremos derrotarles fácilmente Sawaki, así que peleemos y marchémonos de aquí de una vez por todas, tronco.

Cuando finalizó de hablar sonrió un poco sádicamente de nuevo sacando su enorme arma, aquellos tipos se acercaban y tres se dirigían a por el tiburón toro, algo que le agradaba pues no le gustaba perseguir a la basura. Prefería que ella se acercara a él para sentenciar su muerte sin que el enorme Gyojin se esforzara mucho, pensaba disfrutar eliminando a los idiotas que tenía delante y no se iba a contener. El primero se acercó con una katana y este de un tajo lo partió en dos por la cintura fácilmente. Acto seguido otro de ellos corrió dando tajos con una espada larga, el tiburón toro bloqueaba los tajos con su enorme espadón cuando de un corte ágil le cortó el brazo derecho. El hombre gritaba de dolor y este tras una carcajada sádica lo decapitó quedando la cabeza en el suelo y el cuerpo de pie unos segundos para después caer al suelo eliminado. Tan solo quedaba uno, este atacaba con un enorme mandoble, el tiburón bloqueaba sus ataques retrocediendo ante los poderosos golpes que efectuaba aquel estúpido marine, en un despiste del recluta, Shark cortó su pierna derecha. El tipo se tiró al suelo gritando de dolor cuando el salvaje Gyojin de un nuevo tajo lo partió por la mitad de forma recta dejándole la espada clavada desde la frente bajando por el cuello y acabando en la cintura. Después recogió su arma y sonrió esperando a que Sawaki acabara el trabajo y ambos pudieran irse de aquella estúpida isla donde los marines estaban más preparados.

Shark había observad como el rubio acababa con los que quedaban se quedó tranquilo y tras escuchar sus palabras le chocó el puño con una tranquila pero sádica y bromista sonrisa. El chico le había dicho que gente poderosa se fijaría en ellos y debían entrenar más. Era algo que no hacía falta decir pues pensaba entrenar como nunca para demostrar lo poderoso que podía llegar a ser. La fuerza física seria su principal objetivo y se centraría en ella pese a también dominar las armas blancas. Era todo un asesino y disfrutaba pensando en formas buenas de matar y acabar con los demás. Una pequeña carcajada salió de su boca para después estirarse mientras reía un poco y tras aquello dio un enorme bostezo.

Eso está hecho, no me hace gracia pelear contra idiotas débiles así que te hare caso y entrenare para vencer a tipos más fuertes que este. Pero me tienes que enseñar a pelear con los ojos cerrados Sawaki. No sé como lo has hecho pero me he fijado y creo que he llegado a la conclusión de que usas más los sentidos de los oídos que los de la vista pero tal vez me equivoque claro. Ahora creo que deberíamos volver al barco de una vez por todas. Ya habrá tiempo para volver a eliminar a mas idiotas, el próximo objetivo creo que podría ser atacar a un noble o a más de uno. Aunque ya que estamos también asesinarlos. Este tipo de la marina era un alto cargo y se ha notado bastante, menos mal que mi daga envenenada lo puso marear y tu acabar con la faena si no lo hubiéramos pasado realmente mal mi pequeño amigo rubio.

Ahora se giró preparándose para irse junto con su compañero, todo había sido un infierno y habían montado una carnicería como la última vez en la ciudad del alfa y el omega. Seguramente ya los tendrían fichados y les costaría más hacer maldades pues podrían subir la dificultad de estas debido a los poderes que la marina podía mandarles. Por ahora solo habían podido con reclutas y ante un tipo como el marine que les había dado lo suyo, debían aprender mucho todavía. Mientras suspiraba observó como algunas gaviotas bajaban para alimentarse un poco de los cadáveres. Fue algo que le hizo gracia al tiburón toro que ahora estaba acariciando el mango de su enorme espadón. Tras unos segundos le hizo una señal a su compañero para que se acercara y se tiró al agua de cabeza para poder irse de allí. Lo primero que iba a entrenar serian sus técnicas de combate y seguramente su forma física pese a lo fuerte que esta ya era. Una pequeña visión le vino a la cabeza de cómo ellos dos eliminaban a un almirante, algo que se les escapaba todavía y sería muy difícil de hacer, pero al menos no solo habían sacado precio por sus cabezas ese día. También habían ganado bastante diversión y mejor trabajo en equipo.