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La villa estaba realmente tranquila, no se veía demasiado alboroto por los alrededores, aunque se me hacia tan rato haber cambiado tan radicalmente de habito. Había pasado de estar en una gran ciudad, donde los jaleos están a la vuelta de la esquina, a una villa, donde lo que único que reina es el silencio, y no el caos. Debía de acostumbrarme, ya que mi estancia allí iba a ser un poco larga. Vestido como de costumbre, caminaba a paso lento por uno de los caminos exteriores a la villa, por donde el transito era aun menor, el viento azotaba con brusquedad las hojas de los arboles, todo se movía con demasiada fuerza. El sol impactaba contra mi cabeza, aunque esta estuviese cubierta por mi capucha, aun así, sentía el calor de los rayos de luz.
Aunque sentía que me estaban vigilando, no sabía demasiado bien el porqué, me daba la impresión que hacia un rato que había alguien detrás de mí, y eso me hacía sentir muy incomodo, no me deja moverme con toda la versatilidad que quería, había sacado mi ánimo aventurero, quería conocer un poco el pueblo, y porque no, hablar con algún que otro civil. A paso lento llegue hasta un lugar donde parecía que toda la población de la villa se encontraba, había mucha gente, tal vez demasiada, pero quería relacionarme un poco, y enterarme de algo de la tan conocida historia de la villa. Me acerque a un grupo de ciudadanos, que parecían ser los más veteranos allí. Como siempre dejando un poco de espacio vital, me introducir en la conversación que estaban manteniendo simplemente, para enterarme un poco, nada más.
Pero para mi sorpresa, cuando parecía que todo iba perfectamente, se escucho un fuerte estruendo lejos de donde nos encontrábamos todos. Un grupo de marines corría del lugar, como niños despavoridos, yo sabiendo que me podrían detectar con demasiada facilidad, me intente esconder un poco detrás de todos. Empezaron acuchillear entre ellos, mirando hacia mi posición, parecía que me habían identificado, camine con suavidad y disimulando un poco hacia una de las salidas de aquel parque donde estaba. Pero al ver que estaba intentando escapar se lanzaron hacia mí, yo salí disparado por la salida, me estaban siguiendo un grupo de tres marines, y no tenía ni idea de como deshacerme de ellos. El haber venido de polizón en un barco de la marina no había sido para nada buena idea, aun así, al no tener barco era la única posibilidad que tenia, así que la utilice de la mejor forma posible.
Todo estaba de mi contra, no me conocía nada de aquel lugar, y parecía que los marines mas o menos sabían donde estaban, así que tenia aun mas cosas en mi contra, la cosa no pintaba demasiado bien, en un intento de afrontarlos, desenfunde con rapidez mis tres espadas, quedando en posición de defensa, esperaba que ellos se acercasen. Se quedaron quietos, a lo que serian unos diez metros de mi posición, uno comenzó a andar hacia mi con una espada en su mano derecha. Aumento su velocidad para intentar darme una estocada, pero con un suave movimiento de pies conseguí esquivarlo, aunque al hacerlo perdí un poco el sentido, y ya se me habían vuelto a tirar encima, no podía pelear contra ellos, solo me quedaba seguir corriendo hasta que se cansasen.
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La suave brisa recorría un pequeño barco que se acercaba a la orilla. Parecía un barco pequeño donde solo cogerían una docena de personas, este se dirigía hacia la playa de forma tranquila. En la única estancia que había sonaban unos altavoces dejando escuchar una música bastante potente donde era más bien instrumental de guitarras y baterías. En esta estancia había dos cadáveres con el cuello rajado y en cubierta tres más con tajos en su corazón. Sobre la borda se veía una figura sentada, en el rostro tenía una máscara naranja que dejaba ver solo un ojo de color rojizo que solo se apreciaba a cierta distancia. Cada vez estaba más cerca de la arena de la playa y llevaba más velocidad, no pensaba frenar el barco. Aquella embarcación chocó contra la arena provocando a los segundos una explosión de fuego enorme al salir el combustible por el golpe y al darle alguna chispa. El tipo de la máscara saltó a tres metros por los aires y cayó rodando en la arena para después levantarse.
Había llegado aquella villa con la intención de investigarla un poco, había estado antes y fue donde conoció a una chica marine bastante fuerte y con habilidades increíbles. Pero por causas no pudo investigar bien la villa, este sujeto ya era conocido en ella por la última vez que estuvo. Caminaba sin descanso dirigiéndose a la villa dejando el barco ardiendo detrás de él. La gente dirigió su mirada hacia él y cuando lo vieron empezaron a gritar algo asustada. Tenían frente a ellos al revolucionario que sembraba muerte y terror a su alrededor. Mataba de forma fría y sádica a todo lo que se movía si le caía mal o le seguía. De repente comenzó a correr hacia la villa mientras le gente corría metiéndose en sus casas. La banda llamada Akatsuki del enmascarado ya estaba casi formaba y solo debía arreglar un par de cosas. Después de aquel viaje se dirigiría a isla Conomi por unos asuntos y después se largaría hacia el Castillo de Drum para comenzar la formación.
De repente su ojo rojizo observó como un chico corría seguido de unos marines, en total eran tres cobardes tratando de atraparlo. Su motivo tendrían pero el enmascarado no podía ver a ningún marine o trataría de matarlo por lo que salió tras ellos y tras el chico. Rápidamente metió la mano derecha por dentro de su manga y sacó su kunai para rápidamente de un tajo cortar el cuello de uno de los marines al pasar por su lado. Los otros vieron esto impresionados y se frenaron dejando al chico en paz. Los dos marines observaban al encapuchado mientras fruncían el ceño sacando sus rifles amarrados a la espalda. Uno de ellos pegó un disparo que iba a la cabeza del hombre de la máscara, este o se movió para nada. La bala atravesó la frente del encapuchado traspasándole como si no le hiciera nada, solo un pequeño agujerito con un rastro de llamas de fuego se vio en la frente del tipo enmascarado. Este rastro enseguida desapareció, tras aquello con su kunai en mano se estiró y tras aquello lo lanzó con fuerza dándole en la frente al que le había disparado para matarle. Se acercó al cadáver y recogió el kunai cogiéndolo de su frente. Ya solo quedaba un marine, pero el tipo de la máscara no hizo nada mas, solo se quedó mirando fijamente al marine que retrocedía. Ahora era la oportunidad del chico que huía para eliminar al marine. Esperaba que aquella persona que parecía un espadachín por sus tres armas acabara con aquel marine y si no lo hacia se ocuparía él mismo de acabar con aquel estúpido.
Había llegado aquella villa con la intención de investigarla un poco, había estado antes y fue donde conoció a una chica marine bastante fuerte y con habilidades increíbles. Pero por causas no pudo investigar bien la villa, este sujeto ya era conocido en ella por la última vez que estuvo. Caminaba sin descanso dirigiéndose a la villa dejando el barco ardiendo detrás de él. La gente dirigió su mirada hacia él y cuando lo vieron empezaron a gritar algo asustada. Tenían frente a ellos al revolucionario que sembraba muerte y terror a su alrededor. Mataba de forma fría y sádica a todo lo que se movía si le caía mal o le seguía. De repente comenzó a correr hacia la villa mientras le gente corría metiéndose en sus casas. La banda llamada Akatsuki del enmascarado ya estaba casi formaba y solo debía arreglar un par de cosas. Después de aquel viaje se dirigiría a isla Conomi por unos asuntos y después se largaría hacia el Castillo de Drum para comenzar la formación.
De repente su ojo rojizo observó como un chico corría seguido de unos marines, en total eran tres cobardes tratando de atraparlo. Su motivo tendrían pero el enmascarado no podía ver a ningún marine o trataría de matarlo por lo que salió tras ellos y tras el chico. Rápidamente metió la mano derecha por dentro de su manga y sacó su kunai para rápidamente de un tajo cortar el cuello de uno de los marines al pasar por su lado. Los otros vieron esto impresionados y se frenaron dejando al chico en paz. Los dos marines observaban al encapuchado mientras fruncían el ceño sacando sus rifles amarrados a la espalda. Uno de ellos pegó un disparo que iba a la cabeza del hombre de la máscara, este o se movió para nada. La bala atravesó la frente del encapuchado traspasándole como si no le hiciera nada, solo un pequeño agujerito con un rastro de llamas de fuego se vio en la frente del tipo enmascarado. Este rastro enseguida desapareció, tras aquello con su kunai en mano se estiró y tras aquello lo lanzó con fuerza dándole en la frente al que le había disparado para matarle. Se acercó al cadáver y recogió el kunai cogiéndolo de su frente. Ya solo quedaba un marine, pero el tipo de la máscara no hizo nada mas, solo se quedó mirando fijamente al marine que retrocedía. Ahora era la oportunidad del chico que huía para eliminar al marine. Esperaba que aquella persona que parecía un espadachín por sus tres armas acabara con aquel marine y si no lo hacia se ocuparía él mismo de acabar con aquel estúpido.
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Cada vez me sentía algo mas agobiado, se encontraban aun más cerca, y eso no me gustaba nada. La velocidad no era una de mis mejores habilidades. A mi frente se abrió una gran columna de humo negro que parecía proveer desde la costa, exactamente desde el puerto principal de la isla. Pocos segundos después de que ese humo apareciese frente a mis ojos, unos fuertes gritos hicieron que me sorprendiese un poco más, parecía que habían visto a la misma muerte con sus ojos. Gire la cabeza para ver a la poca distancia a la que estaban respecto a mí, la cosa no pintaba nada bien, necesitaba un verdadero milagro para librarme de ellos.
Gire la esquina, y delante de mi vista encontré un sujeto, algo raro vestido, llevaba unos ropajes negros que le cubrían prácticamente todo el cuerpo, no me daba muy buena pinta. Pase corriendo por su lado y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, al completo, gire la cabeza con suavidad para ver que con un ágil movimiento sacaba lo que parecía una cuchilla y mataba a dos de los tres marines que me seguían desde hace rato sin problema alguno. Me gire viendo que me dejaba a mí el tercero, en mi rostro se mostraba una amplia sonrisa. Me fije en algo que raramente no había visto antes, ese sujeto, que más bien parecía la misma sombra de la muerte, llevaba una máscara que le cubría todo el rostro, de una tonalidad naranja. Yo que aun llevaba todas mis espadas desenfundadas, vi que el otro marine estaba algo distraído con el chico, parecía que estaba realmente atemorizado. Yo aprovechando ese despiste, de un simple salto me coloque detrás del, y con las katanas de las manos atravesé por completo el estomago del marine. Separe lentamente las espadas hasta regresarlas a sus fundas, a las tres.
El cuerpo del marine ya fallecido cayó al suelo, de repente todo había cambiado, de haber un gran alboroto por lo sucedido en el puerto, aquello había caído en un silencio perpetuo. Mi mirada se entrelazo con la del sujeto, que parecía que solo me observaba con uno de sus ojos, el que le permitía la máscara. Suponia que los gritos, al venir de donde había llegado esa sombra, habían sido provocados por el mismo, cosa que no me agradaba nada. Trague saliva algo ajetreado, ya llevaba casi un minuto de silencio, pero no sabía si darles las gracias por lo hecho, o si salir corriendo de allí antes de que intentase acabar con mi vida. A la vez que pensaba, solté un suave suspiro al ver que mi vida ya no estaba tan al borde la muerte. Debía agradecerle que me hubiese ayudado de esa forma, pero tenía que tener mucho cuidado, no sabía cómo podía reaccionar ante mis palabras.
-Supongo que debería agradecerte que me hayas salvado el culo, pero no estoy del todo seguro que lo hayas hecho por simple placer.- Dije mostrando una cara algo seria, no lo conocía de nada, o al menos eso pensaba. No me daba mucha confianza el ver con que maestría se había encargado de esos dos marines, aunque viendo que los había cogido por sorpresa, era algo que bueno, no debía de ser muy complicado. Yo esperaba impaciente alguna respuesta por su parte, o al menos algún gesto, algo.
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El tipo de la máscara observó como se había cargado al marine que faltaba, lo que le había agradado bastante pues odiaba a aquellos idiotas uniformados. Ahora el chico había guardado sus armas y le miraba seriamente. El ojo rojizo de aquel tipo sin embargo estaba lleno de odio y mirándole fijamente. Parecía alguien aterrador y así lo era, el sujeto que estaba frente aquel chico pronto sería alguien realmente conocido y temido por muchos. Había un intenso silencio entre el chico y él. No parecía que ninguna fuera a hablar nada de nada. El tipo de la máscara no soportaba a los marines y menos a los que atacaban en grupo a los demás. Había ayudado al chico por aquella razón, no iba a permitir que tres idiotas con el símbolo de la marina atacasen a un solo hombre entre los tres. Pero aquello se había acabado y ellos habían pagado con su vida, dos habían caído ante él y el restante había sido atravesado por las espadas del chico. Algo que le había gustado presenciar pues el sufrimiento y el miedo en la cara del marine había sido algo genial e inigualable para el asesino de las mascara naranja.
Todo parecía que acababa ahí y el enmascarado estaba a punto de darse la vuelta y girarse cuando de repente el chico le habló. Tras oír sus palabras se quedó observándole. En realidad si lo había hecho por placer y por el hecho de cargarse a aquellos payasos. Aún así el chico de la máscara no distinguía entre amigos o enemigos. Atacaba a todo el mundo que no fuese de revolucionario o si se metían en sus planes. Todo eran simples piezas de ajedrez en un tablero frente a él y no le importaba sacrificar la vida de nadie. Por ahora solo había peones en su camino y no había encontrado alguien a quien asignarle una mayor pieza en sus objetivos, tal vez la propia marina o el gobierno mundial eran piezas más altas. Podían ser perfectamente caballos o alfiles. Pero todavía no había puesto nombres ni rostros a las piezas de su bando, los que próximamente tendría que hacer pues pensaba formar su organización llamada Akatsuki. Pasaron unos segundos, aquel tipo no era de hablar nada en absoluto y parecía que no le iba a contestar. Pasaron unos cuantos segundos más y finalmente el tipo de la máscara emitió un sonido que se dirigió al chico. Sus palabras eran en un tono serio y bastante frio, lleno de odio y de ira y como si no le importase nada salvo si mismo. Un tono realmente siniestro, tétrico y escalofriante. Parecía que todo era un simple juego para él.
- Lo he hecho porque odio a la marina y no iba a permitir que tres de ellos se enfrentaran contra una sola persona. No lo he hecho por nada más así que no debes agradecerme nada. Ten cuidado la próxima vez y no huyas, son solo peones en este tablero de ajedrez. Son piezas débiles sin importancia. Elimínalos como si de ratas se trataran, no son muy fuertes y mucho menos listos.
Todo parecía que acababa ahí y el enmascarado estaba a punto de darse la vuelta y girarse cuando de repente el chico le habló. Tras oír sus palabras se quedó observándole. En realidad si lo había hecho por placer y por el hecho de cargarse a aquellos payasos. Aún así el chico de la máscara no distinguía entre amigos o enemigos. Atacaba a todo el mundo que no fuese de revolucionario o si se metían en sus planes. Todo eran simples piezas de ajedrez en un tablero frente a él y no le importaba sacrificar la vida de nadie. Por ahora solo había peones en su camino y no había encontrado alguien a quien asignarle una mayor pieza en sus objetivos, tal vez la propia marina o el gobierno mundial eran piezas más altas. Podían ser perfectamente caballos o alfiles. Pero todavía no había puesto nombres ni rostros a las piezas de su bando, los que próximamente tendría que hacer pues pensaba formar su organización llamada Akatsuki. Pasaron unos segundos, aquel tipo no era de hablar nada en absoluto y parecía que no le iba a contestar. Pasaron unos cuantos segundos más y finalmente el tipo de la máscara emitió un sonido que se dirigió al chico. Sus palabras eran en un tono serio y bastante frio, lleno de odio y de ira y como si no le importase nada salvo si mismo. Un tono realmente siniestro, tétrico y escalofriante. Parecía que todo era un simple juego para él.
- Lo he hecho porque odio a la marina y no iba a permitir que tres de ellos se enfrentaran contra una sola persona. No lo he hecho por nada más así que no debes agradecerme nada. Ten cuidado la próxima vez y no huyas, son solo peones en este tablero de ajedrez. Son piezas débiles sin importancia. Elimínalos como si de ratas se trataran, no son muy fuertes y mucho menos listos.
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Tras decir aquellas palabras gire mi cabeza, para encontrarme con que la gran torre de humo negro que hace unos minutos se elevaba por el cielo, había prácticamente desaparecido. De nuevo mire fijamente al sujeto, del cual desconocía todo, un suave suspiro fue lo único que pude hacer al ver que se había animado a responderme. Sus palabras estaban completamente llenas de ira hacia los marines, se veía perfectamente por la descripción tan destructiva que había dado sobre todos ellos. Una suave sonrisa se apareció en mi boca al escuchar sus palabras, tenía mucha parte de razón, la mayoría de ellos son un poco inútiles y no muy listos, pero aun así me superaban en número y poco podía hacer en esa misma situación. La voz de aquel sujeto me había hecho tener un poco mas de temor, parecía tener retenido mucho odio hacia ellos, y eso sería lo más normal solamente al ver como los había ejecutado sin remordimiento alguno, parecía que realmente había disfrutado viéndolos morir, cosa que me parecía muy sádica. Además una de sus primeras frases me hizo ver, que su persona, además de ser tan fría, pensaba en todo lo que hacía, nada mas al escuchar eso, “son solo peones en este tablero de ajedrez”.
-Debo reconocer que en parte tienes razón, aun así, supongo que solo hacían su trabajo. Por cierto, mi nombre es Hisagi.-Dije con un tono muy suave, aun mantenía la distancia, no quería que hiciese nada raro, aunque me hubiese ayudado con esos marines, aun podía hacer movimiento bruscos los cuales no eran de mi agrado. Parecía una persona reservada, y se comportaba de una forma demasiada fría, y seria, cosa que me hacía sentirme aun mas incomodo cerca de él. Dije mi nombre sin temor alguno, si ese sujeto intentase matarme no me habría ayudado, aun habiendo escuchado lo dicho, eso de que me superaban en número y por lo mismo me ayudo, no creía que realmente pensase de esa forma tan poco humana. El ambiente comenzaba a cambiar radicalmente, unas nubes llegadas de todas partes comenzaron a plantarse encima de la isla, levante la cabeza con suavidad para así ver como de repente sin más empezaba a llover de una forma muy tranquila, apenas se notaban aquellas gotas de lluvia. Un par de relámpagos cayeron en las proximidades, y una variedad de gritos sonaron en la villa. No me gustaba nada eso, tenía un gran respeto a las tormentas eléctricas, y más aun cuando venían tan cargadas.
Me mantenía rígido como nunca lo había estado, no me quería parecer débil ante aquel sujeto, aunque cada vez la lluvia se estaba intensificando de una forma muy bruta, los relámpagos sonaban cada vez más y mas cerca. Cuando se escuchaba uno, no podía hacer más que agachar levemente los hombros y cerrando los ojos un poco, no podía aguantar más, era superior a mí.
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Una tormenta comenzó a suceder en aquella zona, los relámpagos sonaban con fuerza y la lluvia hacía acto de presencia en el lugar. El rojizo ojo del tipo de la máscara observó el cielo de forma tranquila. Estaba totalmente calmado, no le importaba para nada aquella tormenta eléctrica, no solía temer a nada. Ahora pensaba en que poder hacer o resguardarse, aunque fuera un logia estaba claro que enfermar podía como todo el mundo y no le convenía. El chico dijo su nombre haciéndose llamar Hisagi. El ojo el tipo enmascarado se volvió a fijar en el chico para después de unos segundos volver a hablarle con aquel tono frio y serio.
- Vader.
Dijo simplemente para decir su nombre o en este caso su falso nombre. Nadie sabía su verdadero nombre y nunca lo sabrían pues el estratega guardaba bien sus secretos. El fuego de la explosión del barco donde había venido se había acabado y ahora el fuego era apagado por la lluvia. Debía eliminar a unos cuantos marines más y largarse de aquel sitio buscando un transporte. Con los cadáveres de aquellos marines allí estaba claro que pronto vendrían más y de hecho así fue. Un grito le sorprendió. Se giró de forma tranquila observando a tres marines más que le miraban con sus armas blancas. Uno de ellos corrió a por él con furia al ver allí los cadáveres. Este sacó sus kunais atados por su cadena y comenzó a bloquear los tajos para después clavar el de su mano derecha en el cuello de aquel marine matándolo en el acto y dejándolo en el suelo desangrándose sin ninguna piedad. Su ojo se fijó ahora en los dos estúpidos que quedaban. No los iba a dejar escapar con vida.
Ellos mismos no parecían querer huir, otro relámpago sonó cerca de la posición donde estaban y otro marine salió corriendo a por el enmascarado lanzando tajos que este bloqueaba con dificultad, este parecía ser mejor que el anterior en el manejo de la espada. Tras unos cuantos bloqueos mas usó la cadena para golpear su rostro y tirarlo al suelo de forma tranquila, el hombre sangraba con la mano en la boca y la nariz y fue cuando el tipo de la máscara le clavó el kunai de su mano izquierda en el pecho por la zona del corazón. El último de repente le atacó con dos katanas al mismo tiempo y este se cubría como podía. No parecía muy bueno y solo atacaba a lo loco por lo que en un despiste el hombre de la máscara naranja le dio un tajo en el cuello acabando con su vida fácilmente. Los nuevos cadáveres se sumaron a los anteriores en aquella enorme tormenta que empeoraba por momentos. La mirada del enmascarado buscó la del chico de nuevo y tranquilamente se quedó mirándole. Para después hablarle en el tono frio y serio que aquel tipo de la máscara naranja usaba, mientras caminaba a un bosque cercano.
- Deberías buscar un lugar para cubrirte.
- Vader.
Dijo simplemente para decir su nombre o en este caso su falso nombre. Nadie sabía su verdadero nombre y nunca lo sabrían pues el estratega guardaba bien sus secretos. El fuego de la explosión del barco donde había venido se había acabado y ahora el fuego era apagado por la lluvia. Debía eliminar a unos cuantos marines más y largarse de aquel sitio buscando un transporte. Con los cadáveres de aquellos marines allí estaba claro que pronto vendrían más y de hecho así fue. Un grito le sorprendió. Se giró de forma tranquila observando a tres marines más que le miraban con sus armas blancas. Uno de ellos corrió a por él con furia al ver allí los cadáveres. Este sacó sus kunais atados por su cadena y comenzó a bloquear los tajos para después clavar el de su mano derecha en el cuello de aquel marine matándolo en el acto y dejándolo en el suelo desangrándose sin ninguna piedad. Su ojo se fijó ahora en los dos estúpidos que quedaban. No los iba a dejar escapar con vida.
Ellos mismos no parecían querer huir, otro relámpago sonó cerca de la posición donde estaban y otro marine salió corriendo a por el enmascarado lanzando tajos que este bloqueaba con dificultad, este parecía ser mejor que el anterior en el manejo de la espada. Tras unos cuantos bloqueos mas usó la cadena para golpear su rostro y tirarlo al suelo de forma tranquila, el hombre sangraba con la mano en la boca y la nariz y fue cuando el tipo de la máscara le clavó el kunai de su mano izquierda en el pecho por la zona del corazón. El último de repente le atacó con dos katanas al mismo tiempo y este se cubría como podía. No parecía muy bueno y solo atacaba a lo loco por lo que en un despiste el hombre de la máscara naranja le dio un tajo en el cuello acabando con su vida fácilmente. Los nuevos cadáveres se sumaron a los anteriores en aquella enorme tormenta que empeoraba por momentos. La mirada del enmascarado buscó la del chico de nuevo y tranquilamente se quedó mirándole. Para después hablarle en el tono frio y serio que aquel tipo de la máscara naranja usaba, mientras caminaba a un bosque cercano.
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La sombra de la tempestad había empezado a cubrir la isla por completo, fije la mirada en el rostro del sujeto, cuando de repente una fría voz dijo un nombre, relaje un poco mis hombros al escucharle. Vader, era un nombre demasiado extraño, no era del todo común. De repente el sujeto se movió rápidamente encargándose de tres marines de una forma rápida y pulcra, les había quitado la vida en unos segundos, su velocidad y agilidad, incluyendo su Habilidad con sus armas hacían que no le costase casi nada matar sin piedad alguno a todos los marines que se acercasen a nuestra posición. Alce suavemente mi ceja derecha ante sus palabras, se había dado cuenta de que no le hacían mucha gracia los relámpagos al joven espadachín. Una suave sonrisa apareció en el rostro del chico, no tenía mucho interese en ese hombre, así que siguiendo sus palabras el chico salió corriendo del lugar en busca de algún lado donde poder ponerse a resguardo. Por suerte había una taberna con las puertas abiertas, el chico rápidamente y sin sentido alguno de ver quien estaba dentro de la misma. Sin interesarme en la presencia de las demás personas que estaban allí, me senté en una de las sillas que estaba más alejada del revuelo, donde estaba el mayor grupo de gente.
Justamente enfrente de donde estaba yo sentado, había lo que parecía una pequeña ventana, por donde entraba y salían el aire, era una forma de filtrar el lugar, la verdad es que el olor allí dentro no era del todo agradable. Suspire algo agobiado al escuchar como un relámpago caía a menos de 300 m de la caballa, no le gustaba nada, además de que se estaban haciendo algo tarde, se levanto y se acerco a el tabernero dispuesto a pedir una habitación. El hombre le pidió una insignificante cantidad a cambio del lugar para dormir, y gustosamente el espadachín le entrego su requisito. Guiado por el amable tabernero llego hasta su habitación donde directamente, sin desarmarse ni nada, se tumbo en la cama completamente dispuesto a dormirse, no quería escuchar mas aquello. Aun así, siempre que el joven se disponía a dormir pensaba todo lo que le había ocurrido en ese día, para reflexionar sobre sus actos, y saber si siempre había escogido la mejor opción, aunque en pocas ocasiones lo hacía como realmente quería, aquello le ayudaba a hacer decisiones mejores en menos tiempo, aumentado su capacidad de reacción ante una situación algo extrema.
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El chico se había ido haciéndole caso y debido a ello había podido salvar su vida ya que si le hubiese seguido aquello hubiera acabado mal. El enmascarado observaba el cielo y la poderosa tormenta que se estaba formando, era algo impresionante pero no le intimidaba para nada. Una simple tormenta no era nada para él. Su ojo rojizo observaba todo a su alrededor. Tal vez debería asegurarse una forma de largarse de allí, si había estúpidos marines eso significaba que había un barco de la marina e iría a donde este estuviera para de ese modo poder largarse. Ahora empezó a caminar hacia el pueblo con su capucha negra puesta para que nadie le viera la máscara. De repente mientras caminaba escuchó una voz detrás de él que más bien fue un grito.
- ¡Vader!
Es enmascarado frunció el ceño al oír como le llamaban por el nombre que se había dado él mismo hacía poco. No sabía quién podría saber esa información, solo se lo había dicho al chico y a nadie más. En otras islas si se le conocía así por lo que aquel hombre no era de la isla donde estaban ahora y habría visto algún asesinato producido por el enmascarado. De forma lenta y tranquila se fue girando hasta clavar su ojo en los de aquella persona. Era un tipo alto de pelo rubio y ojos rojizos, su torso estaba al descubierto y vestía solo unas botas azules y un pantalón naranja, además tenía un rifle en sus manos por lo que parecía un tirador. No sabía quién era aquel hombre pero pronto lo iba a averiguar, le habló de forma tranquila interesándose por quien era mientras que su tono era el frio y serio de siempre que ponía los pelos de punta debido a la maldad con la que alzaba su voz.
- ¿Quién eres?
Durante unos momentos todo estaba en silencio, ninguno de los dijo nada y tan solo cruzaron sus miradas de forma seria los dos. El tipo de la máscara no iba a usar el ojo Tyrant aún. Solo lo activaba en casos de necesidad o para divertirse, pero en este caso podría ser una situación de seriedad y no iba a jugar. Esperaba las palabras de aquel tipo mientras el agua de la tormenta encharcaba la calle en la que hablaban. Un relámpago sonó haciendo un enorme estruendo que iluminó la calle unos escasos segundos. El ojo rojizo del encapuchado cambió a una expresión algo más seria esperando cuando por fin aquel tipo habló. Ya era hora, habían pasado un par de minutos y por hablaba, su tono era serio y malhumorado, parecía tener un humor de perros. Sinceramente no era algo que le importara al revolucionario pues si trataba de atacarle lo iba a matar como a todos. Pero en ese momento lo escuchó y sus palabras impresionaron al chico de la máscara de manera rápida.
- Vader, asesino. Soy un cazador y vengo a por ti, entrégate o muere.
- ¡Vader!
Es enmascarado frunció el ceño al oír como le llamaban por el nombre que se había dado él mismo hacía poco. No sabía quién podría saber esa información, solo se lo había dicho al chico y a nadie más. En otras islas si se le conocía así por lo que aquel hombre no era de la isla donde estaban ahora y habría visto algún asesinato producido por el enmascarado. De forma lenta y tranquila se fue girando hasta clavar su ojo en los de aquella persona. Era un tipo alto de pelo rubio y ojos rojizos, su torso estaba al descubierto y vestía solo unas botas azules y un pantalón naranja, además tenía un rifle en sus manos por lo que parecía un tirador. No sabía quién era aquel hombre pero pronto lo iba a averiguar, le habló de forma tranquila interesándose por quien era mientras que su tono era el frio y serio de siempre que ponía los pelos de punta debido a la maldad con la que alzaba su voz.
- ¿Quién eres?
Durante unos momentos todo estaba en silencio, ninguno de los dijo nada y tan solo cruzaron sus miradas de forma seria los dos. El tipo de la máscara no iba a usar el ojo Tyrant aún. Solo lo activaba en casos de necesidad o para divertirse, pero en este caso podría ser una situación de seriedad y no iba a jugar. Esperaba las palabras de aquel tipo mientras el agua de la tormenta encharcaba la calle en la que hablaban. Un relámpago sonó haciendo un enorme estruendo que iluminó la calle unos escasos segundos. El ojo rojizo del encapuchado cambió a una expresión algo más seria esperando cuando por fin aquel tipo habló. Ya era hora, habían pasado un par de minutos y por hablaba, su tono era serio y malhumorado, parecía tener un humor de perros. Sinceramente no era algo que le importara al revolucionario pues si trataba de atacarle lo iba a matar como a todos. Pero en ese momento lo escuchó y sus palabras impresionaron al chico de la máscara de manera rápida.
- Vader, asesino. Soy un cazador y vengo a por ti, entrégate o muere.
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El chico miraba fijamente el techo, se concentraba, una amplia sonrisa se mostró en su rostro al escuchar un grito en la calle, aunque no sabía quien había gritado, escucha con algo de esfuerzo lo que dijo, el nombre del chico que le había ayudado unos minutos antes, Vader. Rápido y ajetreado se levanto de la cama y abrió la ventana con fuerza, saco la cabeza para así poder ver, a el sujeto y a otro persona enfrente del, parecía que el otro tío venia buscándole, sería interesante ver a aquel tipo en medio de un combate algo más serio. Con un simple impulso me coloque encima del borde de madera de la ventana, me desarme y me coloque las tres fundase entre las piernas y los brazos, apoyando suavemente encima de los mangos. Suspire esperando que empezase la pelee, quería ver de lo que era capaz aquel sujeto contra alguien mejor, no contra unos simples reclutas de pacotilla. Estaban hablando, ninguno de los dos parecía tener ganas de hacer amigos, primeramente por la cara del sujeto, y habiendo visto, aunque fuese un poco, el humor que mantenía Vader, me hacía sentir que realmente iban a darse de hostias allí en medio sin conciencia de los actos que podrían ocasionar.
Adopte una posición algo más chulesca, y viendo que su conversación continuaba, salte de la ventana dando una leve voltereta amortiguando la caída. Camine hasta uno de los arboles que había en el patio donde caí, me subí sin demasiado esfuerzo a la rama más resistente, y desde allí, superando un poco la valla que cubría el lugar donde ambos estaban, podía ver prácticamente todo el sitio, y disfrutaría aun mas de la pelea. En caso de que necesitase ayuda, no tardaría en prestársela, al igual que el chico ayudo a él espadachín con aquellos marines, el ahora tenía la responsabilidad, por así decirlo, que en todo caso de que el sujeto necesitase ayuda, no tardaría en prestársela. Miraba fijamente la compostura que mantenía Vader, parecía que el sujeto tenía algo oculto y que aun el joven desconocía, quería ver todo su potencial y estaba seguro de que lo iba a usar si se veía en peligro. Levante una de mis manos para rascarme suavemente la barbilla, haciéndome quedar con una postura algo más seria, y pensativa. Aun mantenía las katanas resguardas entre mi otro brazo y las piernas, las cuales estaban casi cerradas, haciendo que en caso de necesitarlas las desenfundaría sin demasiada complicación.
“Parece que el sujeto con el que habla Vader debe de ser algún Cazarecompesas, abra venido por su cabeza, estoy seguro de que no se lo pondrá fácil. Aun así, no me parece que la forma de pensar que tiene Vader sea la de un verdadero pirata, tiene mucho rencor hacia los marines y el gobierno en general, así que seguramente será otro Revolucionario resentido con el gobierno, ellos son los que de verdad ocasionan grandes problemas."
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Aquel tipo era un cazador que venía a por la cabeza del enmascarado. El chico de la capucha estaba quieto escuchando sus palabras sin decir o hacer nada. Le parecía que últimamente todos estaban detrás de él y no se quedarían tranquilos hasta verle muerto. La llevaban clara, el enmascarado frunció el ceño mostrando su ojo rojizo con más intensidad y pegó varios pasos hacia delante observando al que supuestamente venía a cazarle. Su voz se escuchó mientras la lluvia seguía cayendo en aquel lugar. Como de costumbre era una voz fría y seria con una maldad increíble en ella.
- Dices que vienes a por mí y quieres que me entregue o me mataras. Creo que tus ganas de vivir son demasiado bajas chico, si quieres suicidarte puedes pegarte un tiro, pero no vengas planeando vencer al diablo o puedes acabar muy mal. Vete a casa, no soporto tonterías de nadie y menos de un cazador.
Aquel rubio frunció el ceño escuchándole mientras se crujía los nudillos y le apuntaba con calma con el rifle. La lluvia poco a poco se fue calmando hasta que paró de llover. Una sádica sonrisa se dibujó en el rostro del encapuchado, pero esto no se podía ver por la máscara. Se quitó la capucha despacio dejando ver su pelo moreno. Aquel cazador le habló respondiéndole de forma tranquila mientras que alza su tono de forma animada.
- Es tu fin Vader. Se acabaron tus asesinatos, un revolucionario como tú no puede estar libre o pasaran cosas desastrosas. Como veo que no vas a rendirte no me queda otra que eliminarte aquí mismo y entregar tu cabeza. Así veremos también que escondes bajo esa mascara.
Una vez aquel tipo dijo aquello disparó con su arma rumbo a la cabeza del enmascarado, este observaba de forma tranquila y no hizo nada para esquivar la bala. Esta le atravesó dejando un pequeño rastro de llamas en su cabeza, el hombre asustado al ver esto supo que no podía tocarle pues era un logia. Aquello cambiaba muchas cosas y no parecía disponer de haki ni de ningún arma de Kairokiseki para poder dañarle. Tiró el rifle al suelo gruñendo por lo bajo y sacó un puñal mientras corría a por el enmascarado. Una vez estuvo cerca gritó con fuerza lanzando un tajo a su pecho. El metal de aquel puñal sonó contra un kunai que el tipo de la máscara había sacado. Al estar tan cerca el ojo rojizo del tipo enmascarado se clavó en los de aquel hombre de forma seria. El cazador tragó saliva separándose y mirándole algo aterrado. Todo estaba a punto de mejorar, dado que no había peligro el chico de la máscara decidió divertirse. Su ojo de repente resplandeció en un tono rojo brillando. Parecía como si su ojo fuera una bengala, de repente su visión mejoró viendo ahora las cosas un 10% más lentas, el tipo que había venido a cazarle retrocedió observando su ojo. Vader solo dijo una palabra.
- ¡Tyrant!
- Dices que vienes a por mí y quieres que me entregue o me mataras. Creo que tus ganas de vivir son demasiado bajas chico, si quieres suicidarte puedes pegarte un tiro, pero no vengas planeando vencer al diablo o puedes acabar muy mal. Vete a casa, no soporto tonterías de nadie y menos de un cazador.
Aquel rubio frunció el ceño escuchándole mientras se crujía los nudillos y le apuntaba con calma con el rifle. La lluvia poco a poco se fue calmando hasta que paró de llover. Una sádica sonrisa se dibujó en el rostro del encapuchado, pero esto no se podía ver por la máscara. Se quitó la capucha despacio dejando ver su pelo moreno. Aquel cazador le habló respondiéndole de forma tranquila mientras que alza su tono de forma animada.
- Es tu fin Vader. Se acabaron tus asesinatos, un revolucionario como tú no puede estar libre o pasaran cosas desastrosas. Como veo que no vas a rendirte no me queda otra que eliminarte aquí mismo y entregar tu cabeza. Así veremos también que escondes bajo esa mascara.
Una vez aquel tipo dijo aquello disparó con su arma rumbo a la cabeza del enmascarado, este observaba de forma tranquila y no hizo nada para esquivar la bala. Esta le atravesó dejando un pequeño rastro de llamas en su cabeza, el hombre asustado al ver esto supo que no podía tocarle pues era un logia. Aquello cambiaba muchas cosas y no parecía disponer de haki ni de ningún arma de Kairokiseki para poder dañarle. Tiró el rifle al suelo gruñendo por lo bajo y sacó un puñal mientras corría a por el enmascarado. Una vez estuvo cerca gritó con fuerza lanzando un tajo a su pecho. El metal de aquel puñal sonó contra un kunai que el tipo de la máscara había sacado. Al estar tan cerca el ojo rojizo del tipo enmascarado se clavó en los de aquel hombre de forma seria. El cazador tragó saliva separándose y mirándole algo aterrado. Todo estaba a punto de mejorar, dado que no había peligro el chico de la máscara decidió divertirse. Su ojo de repente resplandeció en un tono rojo brillando. Parecía como si su ojo fuera una bengala, de repente su visión mejoró viendo ahora las cosas un 10% más lentas, el tipo que había venido a cazarle retrocedió observando su ojo. Vader solo dijo una palabra.
- ¡Tyrant!
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La conversación entre ambos se había puesto algo más intensa, parecía que Vader no tenía ganas de jugar así que, por un simple gesto como quitarse la capucha me dio la información suficiente para deducir que la pelea no iba a tardar en comenzar. El cazador disparo a la cabeza del revolucionario, y la bala pasó como si nada, en ese momento comprendí perfectamente uno de los poderes ocultos que mantenía aquella sombra. El cazador sin pensárselo dos veces, saco un cuchillo y se tiro del tirón encima del sujeto, pero el mismo con un movimiento rápido saco un kunai y lo detuvo en seco sin complicación alguna. Una raza situación comenzó, el cazador retrocedió con una cara de espanto increíble, de repente Vader grito algo lo cual llego perfectamente a mis oídos “Tyrant”, alce una ceja suavemente, ¿algo más?, para mi sorpresa aun tenía más secretos de los que había mostrado, una extraña sensación me recorrió todo el cuerpo. Parecía que el sujeto quería divertirse aun mas con el cazador, se veía que no tenía miedo a matar a alguien, ni mucho menos, disfrutaba viendo la sangre de otros encharcando todo el terreno, aunque eso me parecía muy sádico, el joven tenía una personalidad fría y escrupulosa, no tenia respeto por la vida, y se notaba.
Aun viendo que realmente el chico, era una persona la cual gozaba de una gran fuerza, era alguien con muchos humos encima, y eso no siempre era bueno, se creía prácticamente inmortal, y eso era porque simplemente nunca se había encontrado con nadie de su mismo potencial, pero no tardaría en hacerlo. Salte de la rama del árbol, y justo en el momento que lo hice cayo un último relámpago, aunque había acabado de llover, aun se estaba marchando toda la tormenta, y caían pequeños relámpagos ya en zonas exteriores de la isla. Camine lentamente hasta una de las entradas, justamente por la que parecía, según el lugar donde estaba Vader en ese momento, por donde había entrado el. Me apoye en la madera, desde allí tenia mas flanco para ver todo con mucha más atención, quería ver que es lo que hacía ahora. Aun así, era un lugar donde ambos podrían verme, de todas formas no tenia temor alguno en meterme en una pelea por ello. Quería que se percatasen de mi presencia, así que solté unas palabras con un tono suave y lento.
-Venga, ¿de verdad no puedes acabar con este tipo Vader?- Eran claras palabras de vacile, quería ver si se picaba, y hacia algo mas para acabar con la vida de aquel que había venido para acabar con la suya. Aun se mantenía esa característica sonrisa en mi rostro, grande, y brillante.
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Con el Tyrant activado aquello iba a ser mucho más fácil para el tipo de la máscara. Ahora veía aquel tipo moverse más lento. Sabía que ese combate estaba ganado y había llegado la hora de la muerte del cazador que planeaba cazarle. El rubio seguía algo nervioso y espantado observándole, sabía que no podría vencer al tipo por su poderosa fruta. De repente volvió a coger con fuerza su puñal y a lanzar un tajo a la cabeza el enmascarado. Tuvo gracia ya que este no hizo nada para esquivarlo y el puñal le traspasó como si nada dejando un pequeño rastro de llamas, Vader ahora lanzó un puñetazo a la cara del tipo tirándolo al suelo de espaldas sin mucha dificultad. Ahora otro sonido había sido captado por sus oídos. Había sido el chico de antes, decía si no podía acabar con el cazador. El perfecto estratega no caía en trucos de ese tipo, si por casualidad quería picarle no funcionaria.
El cazador aprovechó que el enmascarado observaba al chico para asestarle una patada en el muslo derecho, este distraído no se dio cuenta y clavó una rodilla en el suelo al sentir el golpe del cazador. A continuación el rubio lanzó su puñal con fuerza al pecho del tipo de la máscara. Ya era demasiado tarde, el puñal le traspasó el pecho y el revolucionario se levantó cogiéndolo del cuello con fuerza sin temor alguno y mirándolo a los ojos, su ojo rojizo se clavó en los de él de forma seria y sádica. Había llegado el fin de aquel estúpido y eso era lo que importaba ahora, la tormenta se había ido y podría largarse también. Ahora solo quedaba eliminar al tipo rubio, le miró de nuevo y comenzó a hablarle en un tono serio y frio como de costumbre.
- Te dije que no podrías, ahora vas a morir en este lugar de forma tonta y nadie sabrá nada de ti. Tu familia pensara que un día te fuiste o algo así. Espero que no tengas mujer e hijos o podrían pensar que los abandonaste. Que lastima, se te ha acabado el juego, yo gano. Tu pierdes aquí y ahora.
- Maldito seas Vader. yo no, pero alguien algún día te dará caza y tu vida acabara. Tu maldita habilidad no te servirá siempre y las habilidades de ese ojo tampoco. He visto que no es normal y debe tener algo especial.
El cazador había acertado sabiendo que el ojo del enmascarado no era algo normal, ahora sacó su kunai y sin decir nada mas le cortó el cuello para después soltarlo y dejarlo caer en la calle. Ahora sus ojos se fijaron en el mar donde puedo ver un bote de dos pescadores, era su salida para largarse de allí y eso haría. Antes de nada observó al chico que tenía delante de él alejado un poco y caminó hasta él para después hablarle en un tono tranquilo.
- Debo irme Hisagi, nos veremos algún dia.
El cazador aprovechó que el enmascarado observaba al chico para asestarle una patada en el muslo derecho, este distraído no se dio cuenta y clavó una rodilla en el suelo al sentir el golpe del cazador. A continuación el rubio lanzó su puñal con fuerza al pecho del tipo de la máscara. Ya era demasiado tarde, el puñal le traspasó el pecho y el revolucionario se levantó cogiéndolo del cuello con fuerza sin temor alguno y mirándolo a los ojos, su ojo rojizo se clavó en los de él de forma seria y sádica. Había llegado el fin de aquel estúpido y eso era lo que importaba ahora, la tormenta se había ido y podría largarse también. Ahora solo quedaba eliminar al tipo rubio, le miró de nuevo y comenzó a hablarle en un tono serio y frio como de costumbre.
- Te dije que no podrías, ahora vas a morir en este lugar de forma tonta y nadie sabrá nada de ti. Tu familia pensara que un día te fuiste o algo así. Espero que no tengas mujer e hijos o podrían pensar que los abandonaste. Que lastima, se te ha acabado el juego, yo gano. Tu pierdes aquí y ahora.
- Maldito seas Vader. yo no, pero alguien algún día te dará caza y tu vida acabara. Tu maldita habilidad no te servirá siempre y las habilidades de ese ojo tampoco. He visto que no es normal y debe tener algo especial.
El cazador había acertado sabiendo que el ojo del enmascarado no era algo normal, ahora sacó su kunai y sin decir nada mas le cortó el cuello para después soltarlo y dejarlo caer en la calle. Ahora sus ojos se fijaron en el mar donde puedo ver un bote de dos pescadores, era su salida para largarse de allí y eso haría. Antes de nada observó al chico que tenía delante de él alejado un poco y caminó hasta él para después hablarle en un tono tranquilo.
- Debo irme Hisagi, nos veremos algún dia.
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Parecía que todo iba a acabar antes de lo que el joven espadachín tenía pensado, sus palabras hicieron que el asesino se distrajese, y el cazador le golpeo con fuerza en su pierna derecha, una suave risa salió de mi, y aun miraba fijamente cada gesto y movimiento que realizaba el revolucionario, algo le decía, que si no era dentro de poco, en un futuro ambos se enfrentarían, había algo que realmente le gustaba de aquel hombre, tal vez era su despreocupada forma de pensar, o tal vez su forma de actuar y matar, era algo que no tenia del todo claro, y que bueno, no debía seguir dándoles vueltas a un tema tan tonto como lo era aquello. Todos lo ataques que lanzaba el cazador hacia Vader eran completamente inútil, nada de lo que hacía era suficiente para dañarle, solamente le había dado un golpe, y no había sido demasiado. Durante unos milisegundos una suave sonrisa se mostró en mi cara al ver como el sujeto agarraba con fuerza del cuello a aquel hombre, parecía que todo se había acabado.
De nuevo ambos dijeron unas palabras las cuales no pude escuchar, pero que no sería muy difícil deducir cuales fueron. Estaba claro que Vader declaro su victoria, y que iba a morir, lo típico. La tormenta ya había desaparecido, cosa que me hacía sentir mucho más tranquilo, era de mi gusto escuchar aquello, no sabía porque pero tenía un gran pánico hacia los relámpagos en general. Con la arma característica del asesino, el mismo rajo sin piedad alguna el cuello del cazador dejando su cuerpo inerte en medio de la calle, se mostraba tranquilamente, ni se inmutaba del asesinato que acababa de hacer, parecía que aquel hombre había nacido para matar, y era lo que estaba haciendo. Miro hacia detrás de mí, donde estaba el mar, parecía que ya había acabado su viaje en esta isla, y era hora de que se fuese. Se acerco y cuando estaba a mi lado simplemente me dijo unas palabras con un tranquilo tono, yo sin mirarle, al igual que él, le respondí de una forma amigable, y serena.
-Ha sido todo un placer.-Dije con los brazos cruzados mirando el cuerpo sin vida del hombre en medio de la calle, el siguió su camino yo tenía pensado seguir con el mio, Salí de aquel lugar en busca del barco por el cual había llegado esta misma mañana a la isla, seguramente estaría a nada de partir y tenía que irse de allí de inmediato, los marines le estaban buscando y no tardarían en encontrarle, lo mejor que podía hacer el joven espadachín era desaparecer de la isla y regresar a Loguetown, o tal vez debería pensar en visitar algún otro lugar, hacia mucho que no salía de allí y debía aprovechar para informarse un poco más sobre su mar de origen, simplemente para poder mejorar como navegante, además de un hobby, tendría que ser como una obligación para él. Con un poco de suerte sus futuros compañeros necesitarían de su ayuda para guiarse por el mar.
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El cazador había sido eliminado a manos del tipo enmascarado que una vez se despidió del chico siguió a lo suyo. Debía largarse de allí cuanto antes, tenía ciertos planes que hacer y lo haría más adelante. Dichos planes los iba a realizar en la ciudad del alfa y el omega. Tenía algo que decir en el patíbulo y infundir el terror ahora que su plan estaba listo. El estratega tenía todo planeado por fin, al matar al cazador había podido comprobar que por fin era temido por los lugares de la zona. Le conocían los cazadores y ahora ver a Vader sería algo muy difícil para cualquiera, se hacía llamar Vader a sí mismo cuando su verdadero nombre era Jin. Un dato que nadie conocía y nadie lo haría nunca. El terror comenzaba y aquel tipo de la máscara era el propio miedo. Todos los que le vieron una vez se arrepentirían de no pararlo cuando pudieron. En su ojo ya no estaba activado el Tyrant. Su ojo rojo hizo una expresión demostrando que estaba sonriendo sádicamente. El cielo había parado la tormenta y comenzaba una tempestad que sería mucho peor que cualquier otra. Su objetivo era llegar a ser el líder de la revolución.
Un trabajo nada fácil y casi imposible de alcanzar, sin embargo lo iba a ser. Sus pisadas avanzaban despacio hacia la playa mientras se colocaba la capucha de nuevo tapándole totalmente la cabeza y ocultando su pelo corto moreno. El bote en el cual estaban los dos pescadores se estaba adentrando mar a dentro por lo que se dio prisa. Salió corriendo por la playa hasta llegar a rozar el agua con los pies para después saltar con todas sus fuerzas unos dos metros y medio y caer en el bote donde sacó sus dos kunais a una velocidad increíble. De un tajo rápido elimino muy fácilmente al de su derecha seccionando su cuello para después clavar el de la izquierda en la frente del que tenía a ese lado. Tras aquellos los guardó en sus mangas y aquellos dos hombres murieron cayendo cada uno a un lado del bote y acabando en el mar. El enmascarado echó fuera las cañas y se tumbó estirándose totalmente en aquel bote esperando a que le llevara a algún sitio donde poder liarla. En ese momento recordó que debía ocuparse de lo que tenía entre manos cuando antes.
Se reincorporó un poco y se puso a remar cambiando el rumbo y dirigiéndose hacia el Reino de Sakura. La operación Akatsuki comenzaba y nadie podría pararla pues no se sabía mucho sobre ella. Por no decir que solo los revolucionarios lo sabrían, ahora quedaba ver que guerreros le traería el destino hasta su organización. El bote se fue alejando de aquella isla donde había acabado con la vida de varios marines y con aquel estúpido cazador que trató de enfrentarse a él. Había dejado un rastro de muerte en el pueblo y el cadáver seguía allí tirado. El día no había estado mal del todo para el enmascarado.
Un trabajo nada fácil y casi imposible de alcanzar, sin embargo lo iba a ser. Sus pisadas avanzaban despacio hacia la playa mientras se colocaba la capucha de nuevo tapándole totalmente la cabeza y ocultando su pelo corto moreno. El bote en el cual estaban los dos pescadores se estaba adentrando mar a dentro por lo que se dio prisa. Salió corriendo por la playa hasta llegar a rozar el agua con los pies para después saltar con todas sus fuerzas unos dos metros y medio y caer en el bote donde sacó sus dos kunais a una velocidad increíble. De un tajo rápido elimino muy fácilmente al de su derecha seccionando su cuello para después clavar el de la izquierda en la frente del que tenía a ese lado. Tras aquellos los guardó en sus mangas y aquellos dos hombres murieron cayendo cada uno a un lado del bote y acabando en el mar. El enmascarado echó fuera las cañas y se tumbó estirándose totalmente en aquel bote esperando a que le llevara a algún sitio donde poder liarla. En ese momento recordó que debía ocuparse de lo que tenía entre manos cuando antes.
Se reincorporó un poco y se puso a remar cambiando el rumbo y dirigiéndose hacia el Reino de Sakura. La operación Akatsuki comenzaba y nadie podría pararla pues no se sabía mucho sobre ella. Por no decir que solo los revolucionarios lo sabrían, ahora quedaba ver que guerreros le traería el destino hasta su organización. El bote se fue alejando de aquella isla donde había acabado con la vida de varios marines y con aquel estúpido cazador que trató de enfrentarse a él. Había dejado un rastro de muerte en el pueblo y el cadáver seguía allí tirado. El día no había estado mal del todo para el enmascarado.
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