Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Estaba sumergido en mis pensamientos, intentando entender como era posible que esto hubiera llegado a pasar, de pronto alguien golpeo la celda donde estaba y con desprecio me lanzó un trozo de pan seco, lo ignoré y seguí inmerso en mis pensamientos, había sido capturado descubierto y capturado por la marina, este barco es muy especial, es un laboratorio móvil donde desarrollan un gas que al exponerse a las personas las vuelve mas fuertes, ágiles desquiciadas y agresivas pero a cambio pierden todo rastro de conciencia y razonamiento, literalmente se convierten en animales y mi misión era destruir ese gas a toda costa pero por desgracia no pude, ahora solo toca esperar como puedo escapar de este sitio.
Miré por el ojo de buey, afuera en el mar empezaba a anochecer y había una gran tormenta, todo estaba oscuro, llovía a mares nunca mejor dicho,las olas parecían tragarse la nave y por si fuera poco hacia un gran viento, eso explicaría porque el barco hacia esos movimientos tan bruscos y porque los marines corrían de un lado hacia otro todo agitados.
Yo me quedé sentado esperando mi oportunidad, total, no iba a ir a ninguna parte.
De pronto la nave empezó a moverse de forma mas brusca, tanto que me hizo saltar de mi rincón y chocarme contra las rejas de kairoseki, pero no paró ahí la cosa porque la alarma del barco comenzó a sonar y antes de poder ponerme en pie, empecé a rebotar y dar tumbos dentro de la celda, ya no sabia si el techo era el suelo o viceversa hasta que me golpeé la cabeza y todo se volvió negro.
Abrí un poco los ojos, mi respiración era profunda, solo vislumbre un barco, posiblemente en el que viajaba partido por la mitad y encallado, volví a desmayarme.
Mis ojos se abrieron por segunda vez, intenté moverme pero el cuerpo no me respondía, comprendí que estaba tirado en el suelo afuera, a lo lejos vi marines corriendo hacia el barco mientras cientos de explosiones sucedían dentro de el y me volví a desmayar.
Abrí mis ojos otra vez, volví a intentar ponerme en pie y lo conseguí, despacio, primero de rodillas, primero una pierna y luego otra, cuando por fin me puse de pie, observe aquel desastre,había cientos de marines en el suelo, no sabia si estaban vivos a muertos pero estaban todos al pie de las dos mitades del barco, una mitad del barco estaba en llamas, y de la otra salia un gas rojo que se extendía por el suelo donde estaban los marines, el gas aunque parecía disiparse avanzaba un poco hacia mi y sintiéndolo por los marines me fui sin ayudarles, huí de aquel lugar, no sabia donde estaba, la tormenta había acabado pero estaba de noche, aquel sitio era un lugar extraño, no había tierra, solo barcos y restos de navíos, corrí dando tumbos dado mi estado y me escondí en el puente de lo que parecía un viejo y abandonado rompehielos, allí espere un poco a recuperarme y a pensar que demonios iba a hacer ahora.
Miré por el ojo de buey, afuera en el mar empezaba a anochecer y había una gran tormenta, todo estaba oscuro, llovía a mares nunca mejor dicho,las olas parecían tragarse la nave y por si fuera poco hacia un gran viento, eso explicaría porque el barco hacia esos movimientos tan bruscos y porque los marines corrían de un lado hacia otro todo agitados.
Yo me quedé sentado esperando mi oportunidad, total, no iba a ir a ninguna parte.
De pronto la nave empezó a moverse de forma mas brusca, tanto que me hizo saltar de mi rincón y chocarme contra las rejas de kairoseki, pero no paró ahí la cosa porque la alarma del barco comenzó a sonar y antes de poder ponerme en pie, empecé a rebotar y dar tumbos dentro de la celda, ya no sabia si el techo era el suelo o viceversa hasta que me golpeé la cabeza y todo se volvió negro.
Abrí un poco los ojos, mi respiración era profunda, solo vislumbre un barco, posiblemente en el que viajaba partido por la mitad y encallado, volví a desmayarme.
Mis ojos se abrieron por segunda vez, intenté moverme pero el cuerpo no me respondía, comprendí que estaba tirado en el suelo afuera, a lo lejos vi marines corriendo hacia el barco mientras cientos de explosiones sucedían dentro de el y me volví a desmayar.
Abrí mis ojos otra vez, volví a intentar ponerme en pie y lo conseguí, despacio, primero de rodillas, primero una pierna y luego otra, cuando por fin me puse de pie, observe aquel desastre,había cientos de marines en el suelo, no sabia si estaban vivos a muertos pero estaban todos al pie de las dos mitades del barco, una mitad del barco estaba en llamas, y de la otra salia un gas rojo que se extendía por el suelo donde estaban los marines, el gas aunque parecía disiparse avanzaba un poco hacia mi y sintiéndolo por los marines me fui sin ayudarles, huí de aquel lugar, no sabia donde estaba, la tormenta había acabado pero estaba de noche, aquel sitio era un lugar extraño, no había tierra, solo barcos y restos de navíos, corrí dando tumbos dado mi estado y me escondí en el puente de lo que parecía un viejo y abandonado rompehielos, allí espere un poco a recuperarme y a pensar que demonios iba a hacer ahora.
Eichi Tsukasa
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Lavi tubo que parpadear dos veces al ver tal ... desolado paisaje que se encuentra enfrente suyo. Incluso consideró golpearse o echarse una siesta para asegurarse de que en verdad sus ojos no les están jugando una mala pasada. Resulta que el pelirrojo se encuentra actualmente en una isla ... o lo que parece ser una isla. No se puede decir con exactitud debido que todo esta cubierto con restos de embarcaciones, de hecho por lo que el joven puede apreciar no hay ningún rastro de humanidad ni de tierra. El ojiverde sacudió su cabeza en señal de incredulidad, el ha visto muchas cosas raras en su vida, pero esto ya se toma la guinda de la torta. ¿Una isla formada con restos de barcos?, si el no lo hubiera visto con sus propios ojos probablemente no lo hubiera creído, pero acá está, la prueba de su existencia se encuentra justo enfrente de el. El pelirrojo dudó un poco, pero luego comenzó a caminar por encima de los restos de las embarcaciones, mientras recuerda como fue exactamente que llegó a este desolado y raro lugar.
Verán, ya ha pasado un año desde que el joven abandonó la isla que le acogió luego de perder sus memorias para seguir su propio camino pese a la molestia de su ahora ex hermano Vali. El problema es que abandonó el hogar que le acogió por cuatro años muy deprisa, por lo que no tuvo mucho tiempo para conseguir muchas provisiones para el viaje. Debido a eso el pelirrojo tuvo que navegar de isla en isla para ir consiguiendo todo lo necesario para vivir. Justamente en uno de esos viajes, el pelirrojo tuvo grandes problemas al tener que enfrentarse a una tormenta de grandes proporciones, algo muy raro de ver dentro de los mares cardinales, o por lo menos el asume que aun se encuentra dentro de esos mares, no es posible que por por una tormenta haya acabo dentro de la Grand Line, es algo absurdo de pensar eso. El caso es que debido a ese clima antes mencionado, la embarcación que había tomado prestado sufrió grandes daños y terminó varando en este desolado lugar.
-Bueno, que se le va a hacer-.
El pelirrojo suspiró y decidió recostarse en un sólido pedazo de barco, pensando en dos cosas. La primera es en como salir de este lugar sin su pequeño barco, la segunda cosa es que debido a que le dio muchas vueltas al asunto por fin averiguó en donde se encuentra en este momento. Hace un tiempo atrás, el joven leyó algo sobre una isla llamada Baristán. Al parecer aquél lugar es una isla desierta cubierta solo por montañas gigantescas que pueden llegar a medir 50 metros de altura. Lavi desvió la vista un poco para observar que efectivamente a varios metros de distancia se encuentran unas montañas gigantescas, lo que da por asegurado de que el se encuentra en este momento en Baristán. El joven suspiró y se paro para luego seguir caminando, tal vez en alguno de estos barcos destruidos hayan provisiones, quien sabe, puede que el pelirrojo se encuentre con algún otro rastro de vida o bien con algo que le pueda servir para salir de este lugar cuanto antes.
Verán, ya ha pasado un año desde que el joven abandonó la isla que le acogió luego de perder sus memorias para seguir su propio camino pese a la molestia de su ahora ex hermano Vali. El problema es que abandonó el hogar que le acogió por cuatro años muy deprisa, por lo que no tuvo mucho tiempo para conseguir muchas provisiones para el viaje. Debido a eso el pelirrojo tuvo que navegar de isla en isla para ir consiguiendo todo lo necesario para vivir. Justamente en uno de esos viajes, el pelirrojo tuvo grandes problemas al tener que enfrentarse a una tormenta de grandes proporciones, algo muy raro de ver dentro de los mares cardinales, o por lo menos el asume que aun se encuentra dentro de esos mares, no es posible que por por una tormenta haya acabo dentro de la Grand Line, es algo absurdo de pensar eso. El caso es que debido a ese clima antes mencionado, la embarcación que había tomado prestado sufrió grandes daños y terminó varando en este desolado lugar.
-Bueno, que se le va a hacer-.
El pelirrojo suspiró y decidió recostarse en un sólido pedazo de barco, pensando en dos cosas. La primera es en como salir de este lugar sin su pequeño barco, la segunda cosa es que debido a que le dio muchas vueltas al asunto por fin averiguó en donde se encuentra en este momento. Hace un tiempo atrás, el joven leyó algo sobre una isla llamada Baristán. Al parecer aquél lugar es una isla desierta cubierta solo por montañas gigantescas que pueden llegar a medir 50 metros de altura. Lavi desvió la vista un poco para observar que efectivamente a varios metros de distancia se encuentran unas montañas gigantescas, lo que da por asegurado de que el se encuentra en este momento en Baristán. El joven suspiró y se paro para luego seguir caminando, tal vez en alguno de estos barcos destruidos hayan provisiones, quien sabe, puede que el pelirrojo se encuentre con algún otro rastro de vida o bien con algo que le pueda servir para salir de este lugar cuanto antes.
ebale
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Titi vagaba por esa isla mientras intentaba encontrar una manera de salir de ella. Había naufragado en esa isla echa de barcos tras huir de un barco de la marina en medio de una tormenta. El barco no lo vio en medio de la tormenta y si no fuera por sus potentes golpes de remo y su salto a la desesperada hacía esa isla desconocida hubiese muerto aquella noche. Una vez llegó a aquella isla Titi huyó del lugar en el cual el barco marine había naufragado, por ahora no quería problemas con la marina. Se fue corriendo del lugar hasta que le pareció estar suficientemente lejos como para evitar el contacto inmediato con los supervivientes. Cuando paró aprovechó uno momento para descansar mientras observaba la isla en la que se encontraba. La verdad es que esa isla no le transmitía buenas vibraciones, estaba toda echa de partes de barcos los cuales daban un aspecto muy tétrico al lugar.
De repente se llevó la mano a la espalda y se dio cuenta que su espada no estaba allí. Se puso muy nervioso y sin pensarlo volvió corriendo al lugar dónde el barco marine naufragó. Pensó que la espada se le había caído al saltar de su bote a la isla y con las prisas se le olvidó cogerla. Una vez llegó a la zona del naufragio vio su espada al lado de lo que parecía ser una persona pero le extrañó que no llevase el uniforme de la marina. Pensó que se trataba de un prisionero y para evitar problemas mayores hizo caso omiso a sus instintos que le decían que ayudase a esa persona, ya había arriesgado mucho volviendo a la zona del naufragio como para encima tener que cargar con otra persona la cual no sabía sus intenciones ni si estaba viva. Conforme se iba acercando a la espada se percató que no había ningún movimiento en los alrededores del barco y se preguntó si todos los marines habían muerto durante el naufragio. Cogió la espada con un gesto rápido y decidió esperar la noche escondido en un lugar cerca del barco y si no detectaba ningún movimiento en toda la noche entraría en la mitad del barco que no estaba en llamas y buscaría provisiones allí.
Mientras vigilaba los movimientos en la zona el prisionero se levantó con dificultades y tras visualizar la zona corrió hacia una posición un poco mas adelantada con respecto a la de Titi. Titi agudizó sus sentidos y se preparó para cualquier tipo de interacción con aquella persona mientras trataba de averiguar cual sería la mejor manera de abordar la situación.
De repente se llevó la mano a la espalda y se dio cuenta que su espada no estaba allí. Se puso muy nervioso y sin pensarlo volvió corriendo al lugar dónde el barco marine naufragó. Pensó que la espada se le había caído al saltar de su bote a la isla y con las prisas se le olvidó cogerla. Una vez llegó a la zona del naufragio vio su espada al lado de lo que parecía ser una persona pero le extrañó que no llevase el uniforme de la marina. Pensó que se trataba de un prisionero y para evitar problemas mayores hizo caso omiso a sus instintos que le decían que ayudase a esa persona, ya había arriesgado mucho volviendo a la zona del naufragio como para encima tener que cargar con otra persona la cual no sabía sus intenciones ni si estaba viva. Conforme se iba acercando a la espada se percató que no había ningún movimiento en los alrededores del barco y se preguntó si todos los marines habían muerto durante el naufragio. Cogió la espada con un gesto rápido y decidió esperar la noche escondido en un lugar cerca del barco y si no detectaba ningún movimiento en toda la noche entraría en la mitad del barco que no estaba en llamas y buscaría provisiones allí.
Mientras vigilaba los movimientos en la zona el prisionero se levantó con dificultades y tras visualizar la zona corrió hacia una posición un poco mas adelantada con respecto a la de Titi. Titi agudizó sus sentidos y se preparó para cualquier tipo de interacción con aquella persona mientras trataba de averiguar cual sería la mejor manera de abordar la situación.
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La noche había caído y Tamashi navegaba al amparo de la oscuridad. Debido a la tormenta que había atravesado la noche anterior, no estaba muy seguro de en que parte del mar estaba. No es que tuviera un rumbo fijo pero no le gustaba la idea de estar perdido. Poco antes de la medianoche llegó a una isla, o al menos eso parecía.
Mirara donde mirara solo veía ruinas. A su alrededor se extendía un mar de barcos destrozados entre cuyos restos caminaba el asesino. No estaba seguro de cual era el motivo por el que debía estar allí, pero si Dios le había guiado hasta aquel extraño lugar sería por algo. No había rastro de tierra, por lo visto la isla, si es que se podía llamar así, estaba formada únicamente por los restos de los barcos naufragados. Realmente era un lugar sobrecogedor. Descendió del pequeño barco que varios días atrás había robado y se adentró entre los restos en busca de algo de interés. Decidió que echaría un vistazo por la zona y después se marcharía, con un poco de suerte encontraría algo que pudiera resultarle útil.
Caminaba por la cubierta de un enorme buque de la marina, cuya apariencia dejaba patente que llevaba bastante tiempo allí. Había una gran cantidad de boquetes por todas partes así que tenía que tener cuidado con donde pisaba. En ese momento lo vio, un barco marine igual que por el que caminaba, había naufragado a unos 100 metros de donde se encontraba. El barco se había partido por la mitad y parte del mismo se había incendiado. Tamashi dudaba que hubiera habido muchos supervivientes pero de todas formas se acercó. Tal vez allí encontrara a alguien que supiera exactamente donde se encontraban.
Tamashi avanzó hacia el barco en ruinas con mediad lentitud. Estaba más que acostumbrado a las emboscadas y no se fiaba de que no hubiera alguna trampa o algún enemigo escondido a la espera de alguien con un barco como el suyo. A pocos metros de la rojiza luz de las llamas el asesino se detuvo. Durante un momento tuvo la impresión de ver a alguien en las cercanías. Se detuvo y se giró hacia su barco. Si no encontraba nada de su interés se marcharía rápidamente, no quería correr el riesgo de quedar atrapado allí.
Mirara donde mirara solo veía ruinas. A su alrededor se extendía un mar de barcos destrozados entre cuyos restos caminaba el asesino. No estaba seguro de cual era el motivo por el que debía estar allí, pero si Dios le había guiado hasta aquel extraño lugar sería por algo. No había rastro de tierra, por lo visto la isla, si es que se podía llamar así, estaba formada únicamente por los restos de los barcos naufragados. Realmente era un lugar sobrecogedor. Descendió del pequeño barco que varios días atrás había robado y se adentró entre los restos en busca de algo de interés. Decidió que echaría un vistazo por la zona y después se marcharía, con un poco de suerte encontraría algo que pudiera resultarle útil.
Caminaba por la cubierta de un enorme buque de la marina, cuya apariencia dejaba patente que llevaba bastante tiempo allí. Había una gran cantidad de boquetes por todas partes así que tenía que tener cuidado con donde pisaba. En ese momento lo vio, un barco marine igual que por el que caminaba, había naufragado a unos 100 metros de donde se encontraba. El barco se había partido por la mitad y parte del mismo se había incendiado. Tamashi dudaba que hubiera habido muchos supervivientes pero de todas formas se acercó. Tal vez allí encontrara a alguien que supiera exactamente donde se encontraban.
Tamashi avanzó hacia el barco en ruinas con mediad lentitud. Estaba más que acostumbrado a las emboscadas y no se fiaba de que no hubiera alguna trampa o algún enemigo escondido a la espera de alguien con un barco como el suyo. A pocos metros de la rojiza luz de las llamas el asesino se detuvo. Durante un momento tuvo la impresión de ver a alguien en las cercanías. Se detuvo y se giró hacia su barco. Si no encontraba nada de su interés se marcharía rápidamente, no quería correr el riesgo de quedar atrapado allí.
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me desperté sobresaltado, me habia quedado dormido dentro del puente de aquel rompehielos, no sabia decir el tiempo que llevaba alli, solo se que debo buscar la manera de salir de este lugar, asi que sali del puente y volví a donde habia naufragado mi "carcel" por asi decirlo, no habia rastro de vida, una mitad del barco seguia en llamas aunque no habia rastro del gas por ningun lado, me acerqué y visualizé el panorama
Faltan marines aquí- pensé
había muchos marines en el suelo pero creo recordar que había muchos mas antes del accidente, y bastantes de ellos intentando apagar el fuego, aquí pasaba algo raro pero no sabría decir que, contra mas avanzaba mas pensaba en la probabilidad de que el gas hubiese infectado a los soldados y si lo que decían del gas era cierto ya podía darme por muerto sino buscaba ayuda.
e quedé de pie mirando las llamas pensando en que hacer, no estaba solo, sentía una presencia, como si alguien lo vigilara pero no estaba seguro, puede que fueran supervivientes del accidente en cuyo caso no le quedaba otra opción
me gire lentamente y lancé un grito al aire
Aquel que me este observando que de la cara, no me obliguéis a sacaros de vuestro escondite
Ojala solo fueran ciudadanos curiosos atraídos por la catástrofe porque sino esto puede ponerse feo
Faltan marines aquí- pensé
había muchos marines en el suelo pero creo recordar que había muchos mas antes del accidente, y bastantes de ellos intentando apagar el fuego, aquí pasaba algo raro pero no sabría decir que, contra mas avanzaba mas pensaba en la probabilidad de que el gas hubiese infectado a los soldados y si lo que decían del gas era cierto ya podía darme por muerto sino buscaba ayuda.
e quedé de pie mirando las llamas pensando en que hacer, no estaba solo, sentía una presencia, como si alguien lo vigilara pero no estaba seguro, puede que fueran supervivientes del accidente en cuyo caso no le quedaba otra opción
me gire lentamente y lancé un grito al aire
Aquel que me este observando que de la cara, no me obliguéis a sacaros de vuestro escondite
Ojala solo fueran ciudadanos curiosos atraídos por la catástrofe porque sino esto puede ponerse feo
Eichi Tsukasa
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven pelirrojo no puede calcular con exactitud el tiempo que pasado desde que comenzó a caminar por este funeral de barcos, en lo que lleva de su travesía aún no encuentra otro rastro de algún ser viviente, pareciera como si se encontrara en una especie de pueblo fantasma. El caso es que el ojiverde aún no encuentra algún tipo de barco que le pueda servir para huir de la isla, y ciertamente el no esta de humor para permanecer acá por más de dos días, además viendo que no hay ni comida ni cosas básicas para sobrevivir es posible que termine volviéndose loco. Eso último estuvo a punto de suceder hace un par de meses atrás cuando casi termina muriendo de hambre literalmente, por surte la aventura que vivió aquel día fue lo suficientemente extraordinaria para alejar ese tipo de pensamientos. además una vez que escapó de la isla termino comiendo como un rey.
Un extraño aroma en el ambiente distrajo al pelirrojo de sus pensamientos, y al mirar por lo alrededores pudo ver que a la distancia hay un barco que se esta incendiando, el olor viene de eso y del humo que sale del incendio. Lavi entrecerró el ojo y comenzó a acercarse lenta y cautelosa mente al lugar, cuando algo le atrae el pelirrojo no descansa hasta que su curiosidad sea alimentada. Al llegar pudo ver que se trata un barco de la marine, por el incendio es deducible que la nave encalló en esta isla hace no mucho rato, probablemente haya sido culpa de la misma tormenta que le trajo hasta esta desierta isla. De pronto el sonido de unos disparos comenzaron a escucharse muy cerca de el, parpadeando el pelirrojo observó que unos agujeros se formaron en su torso, si no fuera por sus poderes posiblemente se estaría desangrando en este momento. El joven de cabellos rojizos suspiró y se reformo el agujero, al tiempo de que se dio la vuelta de forma perezosa para ver quien fue el que le disparó.
Como no, cada aventura que ha tenido el joven pelirrojo en su vida siempre ha tenido que lidiar con marines y eso que el ni siquiera los buscaba, simplemente ellos lo encontraban a el. Esta vez no iba a ser la excepción, en frente suyo se encontraban por lo menos unos diez marines contando a la rápida, probablemente sean sobrevivientes del navío pensó el pelirrojo. Como sea el caso, esos sujetos tienen unas expresiones dementes en sus rostros y sus intenciones son inciertas, pero como siempre no pueden ser nada bueno tratándose de unos marines. Lavi suspiró nuevamente y se puso flojamente en posición de combate como si no le importara esforzarse en lo más mínimo, el pelirrojo solo necesitara cinco o menos minutos para acabar con las molestias que hicieron que su día fuera aún peor de lo que ya es.
Un extraño aroma en el ambiente distrajo al pelirrojo de sus pensamientos, y al mirar por lo alrededores pudo ver que a la distancia hay un barco que se esta incendiando, el olor viene de eso y del humo que sale del incendio. Lavi entrecerró el ojo y comenzó a acercarse lenta y cautelosa mente al lugar, cuando algo le atrae el pelirrojo no descansa hasta que su curiosidad sea alimentada. Al llegar pudo ver que se trata un barco de la marine, por el incendio es deducible que la nave encalló en esta isla hace no mucho rato, probablemente haya sido culpa de la misma tormenta que le trajo hasta esta desierta isla. De pronto el sonido de unos disparos comenzaron a escucharse muy cerca de el, parpadeando el pelirrojo observó que unos agujeros se formaron en su torso, si no fuera por sus poderes posiblemente se estaría desangrando en este momento. El joven de cabellos rojizos suspiró y se reformo el agujero, al tiempo de que se dio la vuelta de forma perezosa para ver quien fue el que le disparó.
Como no, cada aventura que ha tenido el joven pelirrojo en su vida siempre ha tenido que lidiar con marines y eso que el ni siquiera los buscaba, simplemente ellos lo encontraban a el. Esta vez no iba a ser la excepción, en frente suyo se encontraban por lo menos unos diez marines contando a la rápida, probablemente sean sobrevivientes del navío pensó el pelirrojo. Como sea el caso, esos sujetos tienen unas expresiones dementes en sus rostros y sus intenciones son inciertas, pero como siempre no pueden ser nada bueno tratándose de unos marines. Lavi suspiró nuevamente y se puso flojamente en posición de combate como si no le importara esforzarse en lo más mínimo, el pelirrojo solo necesitara cinco o menos minutos para acabar con las molestias que hicieron que su día fuera aún peor de lo que ya es.
ebale
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
De repente la persona misteriosa salió de su escondite, parecía desorientada y se dirigió al lugar donde estaban lo que quedaba del barco. Titi pensaba que era un prisionero y le pareció poco razonable para él volver al lugar que tenía mas posibilidad de que encontrara marines, o ese tipo era un loco o confiaba tanto en su fuerza que o le importaba luchar contra cualquier cantidad de marines.
De repente el tipo de giró como si supiera que alguien le estaba observando y gritó:
Aquel que me este observando que de la cara, no me obliguéis a sacaros de vuestro escondite
A Titi se le erizó el pelo, el tipo sabía que le estaba observando y eso le molestaba. Titi se armó de valor, alzó su mano para coger la empuñadura de su espada y se dispuso a salir de su escondite. Mientras se iba acercando a ese tipo su antiguo instinto intentaba averiguar de que tipo de persona se trataba. Cuando llegó a unos 2 metros del tipo Titi se paró, le inquietaba la imposibilidad de clasificar-lo en cualquiera de los tipos de piratas que conocía y por eso quería mantener las distancias. Para evitar impacientar al tipo Titi le habló con un tono amigable, si encima de lidiar con los posibles marines que pudieran haber sobrevivido tenía que pelear contra un tipo desconocido las cosas podrían ponerse bastante crudas:
Hola, me llamó Jaguar D Titi.
No le dio tiempo a decir mas cosas, unos disparos sonaron a unos metros y cuatro marines con el rostro desfigurado se acercaron a su posición. Con la tensión del momento no se habían percatado de su presencia y ahora se acercaban corriendo y haciendo ruidos. En vez de marines parecían animales.
De repente el tipo de giró como si supiera que alguien le estaba observando y gritó:
Aquel que me este observando que de la cara, no me obliguéis a sacaros de vuestro escondite
A Titi se le erizó el pelo, el tipo sabía que le estaba observando y eso le molestaba. Titi se armó de valor, alzó su mano para coger la empuñadura de su espada y se dispuso a salir de su escondite. Mientras se iba acercando a ese tipo su antiguo instinto intentaba averiguar de que tipo de persona se trataba. Cuando llegó a unos 2 metros del tipo Titi se paró, le inquietaba la imposibilidad de clasificar-lo en cualquiera de los tipos de piratas que conocía y por eso quería mantener las distancias. Para evitar impacientar al tipo Titi le habló con un tono amigable, si encima de lidiar con los posibles marines que pudieran haber sobrevivido tenía que pelear contra un tipo desconocido las cosas podrían ponerse bastante crudas:
Hola, me llamó Jaguar D Titi.
No le dio tiempo a decir mas cosas, unos disparos sonaron a unos metros y cuatro marines con el rostro desfigurado se acercaron a su posición. Con la tensión del momento no se habían percatado de su presencia y ahora se acercaban corriendo y haciendo ruidos. En vez de marines parecían animales.
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El grito le pilló por sorpresa. Sabía que era probable que hubiera alguien por los alrededores pero imaginaba que en caso de ser cierto se mantendría oculto. No se esperaba que se pusiera a gritar a lo loco. La voz llegaba a unos 40 o 50 metros de donde él estaba. Debido a la oscuridad casi total que se había adueñado del lugar apenas podía ver lo que tenía alrededor. De no haber sido por la luz de las crepitantes llamas no habría sido capaz de ver nada.
Un segundo después de oír a aquel extraño se acercó despacio hasta un mástil partido y se oculto allí, al amparo de la oscuridad. No confiaba en quienquiera que anduviera por allí y no quería arriesgarse a toparse con algún enemigo. Estaba dispuesto a hablar con algún marine ya que estos no solían ser hostiles con gente como él pero la idea de relacionarse con piratas le tiraba para atrás. Tamashi escudriñó en la noche en busca de aquel insensato y no tardó en darse cuenta de que en aquel cementerio de barcos había más gente de lo que parecía. Un minuto después de localizar al hombre que había gritado, otro tipo apareció y comenzó a hablar con él.
Tamashi dudaba si acercarse, no sabía quienes eran aquellos dos y además desconocía sus intenciones. Decidió que los observaría un rato y si consideraba que podían serle de utilidad para saber en que parte del mar estaba se acercaría y les preguntaría. Aun así no podía apartar de su mente la idea de que tal vez Oyashiro-sama, la divinidad a la que alababa, le hubiese conducido a aquel lugar por una razón. Tal vez esa razón fuera que debía juzgar a aquellos hombres, si ese era el caso tendría que enfrentarse a ellos y no quería que supiesen que estaba allí.
Mientas continuaba perdido en sus pensamientos, una serie de disparos se oyeron a lo lejos. Poco después un pequeño grupo de marines se acercó corriendo hacia donde estaban los dos desconocidos, pasando a su lado sin percatarse de su presencia. Tamashi los observó con curiosidad, aquella carrera apresurada solo podía indicar una cosa, había alguien más en la isla. El asesino sonrió agazapado en la oscuridad, la noche parecía volverse interesante por momentos.
Un segundo después de oír a aquel extraño se acercó despacio hasta un mástil partido y se oculto allí, al amparo de la oscuridad. No confiaba en quienquiera que anduviera por allí y no quería arriesgarse a toparse con algún enemigo. Estaba dispuesto a hablar con algún marine ya que estos no solían ser hostiles con gente como él pero la idea de relacionarse con piratas le tiraba para atrás. Tamashi escudriñó en la noche en busca de aquel insensato y no tardó en darse cuenta de que en aquel cementerio de barcos había más gente de lo que parecía. Un minuto después de localizar al hombre que había gritado, otro tipo apareció y comenzó a hablar con él.
Tamashi dudaba si acercarse, no sabía quienes eran aquellos dos y además desconocía sus intenciones. Decidió que los observaría un rato y si consideraba que podían serle de utilidad para saber en que parte del mar estaba se acercaría y les preguntaría. Aun así no podía apartar de su mente la idea de que tal vez Oyashiro-sama, la divinidad a la que alababa, le hubiese conducido a aquel lugar por una razón. Tal vez esa razón fuera que debía juzgar a aquellos hombres, si ese era el caso tendría que enfrentarse a ellos y no quería que supiesen que estaba allí.
Mientas continuaba perdido en sus pensamientos, una serie de disparos se oyeron a lo lejos. Poco después un pequeño grupo de marines se acercó corriendo hacia donde estaban los dos desconocidos, pasando a su lado sin percatarse de su presencia. Tamashi los observó con curiosidad, aquella carrera apresurada solo podía indicar una cosa, había alguien más en la isla. El asesino sonrió agazapado en la oscuridad, la noche parecía volverse interesante por momentos.
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Al fin alguien se dignó a salir de su escondite, se acercó andando hacia mi, lo que me dio la oportunidad de analizarle bien, parecía un tipo normal pero contra mas se acercaba mas detalles descubría, sus rasgos eran los de un muchacho joven, tenia una pequeña cruz tatuada en la frente pero lo que me llamó la atención fue la descomunal arma que portaba, eso explicaría las pequeñas cicatrices que asomaban por los bordes de su ropa, aquella espada parecía pesar demasiado para alguien tan pequeño así que podría decirse que era un tipo bastante fuerte si podía soportar eso, si estaba armado significa que podía pelear, solo esperaba que esa espada estuviera de mi parte en lo que estaba por venir, sino estaría en apuros.
El muchacho llegó a mi altura y amablemente me saludo
Hola, me llamó Jaguar D Titi.-me contestó
no parecía que tuviera intenciones de hacer nada raro así que fui a tenderle la mano y a presentarme pero una bala paso casi rozándole la oreja, me agaché para reducir mi silueta y ser un blanco mas difícil.
de pronto alguien me agarró la pierna, no podía creer lo que estaba pasando, un marine que creía que estaba muerto se había "despertado" y no tenia intención de hacer amigos
Así que el gas funciona, cojonudo-dije en tono sarcástico
El marine dio un impulso que no me esperaba y me derribo, estuvo encima de mi jadeando como un loco
piratas,piratas,piratas-no paraba de decir
Lo lancé de encima de mi con mis pies y rápidamente me erguí a la vez que el marine volvía a la carga pero tuve el tiempo justo para desarrollar varias vendas con las que darle una lluvia de golpes y lanzarlo lejos
Me di cuenta de que nos seguían disparando y vi que otros cuatro marines venían hacia nosotros
Ya ha empezado-dije para mi
no sabia cuanto tardarían en despertar el resto de marines y a que distancia estaban los ya infectados, solo se que debiamos salir de allí ya
Oye no se quien eres, pero tenemos que irnos YA!!! tu solo hazme caso,lo único que puedo decirte ahora es que se nos va a echar encima algo mas que una compañía de marines te lo explicaré luego di quieres pero vamonos, nos cargamos a esos cuatro y salimos por piernas y...[/color]
No tuve tiempo de explicarle mas cuando detrás de mi empecé a ver que los marines se levantaban, había cientos y los 2 solos solo podríamos con la mitad contando con que los 2 fuéramos lo suficientemente fuertes y que ningún marine tuviera una Akuma no mi
El muchacho llegó a mi altura y amablemente me saludo
Hola, me llamó Jaguar D Titi.-me contestó
no parecía que tuviera intenciones de hacer nada raro así que fui a tenderle la mano y a presentarme pero una bala paso casi rozándole la oreja, me agaché para reducir mi silueta y ser un blanco mas difícil.
de pronto alguien me agarró la pierna, no podía creer lo que estaba pasando, un marine que creía que estaba muerto se había "despertado" y no tenia intención de hacer amigos
Así que el gas funciona, cojonudo-dije en tono sarcástico
El marine dio un impulso que no me esperaba y me derribo, estuvo encima de mi jadeando como un loco
piratas,piratas,piratas-no paraba de decir
Lo lancé de encima de mi con mis pies y rápidamente me erguí a la vez que el marine volvía a la carga pero tuve el tiempo justo para desarrollar varias vendas con las que darle una lluvia de golpes y lanzarlo lejos
Me di cuenta de que nos seguían disparando y vi que otros cuatro marines venían hacia nosotros
Ya ha empezado-dije para mi
no sabia cuanto tardarían en despertar el resto de marines y a que distancia estaban los ya infectados, solo se que debiamos salir de allí ya
Oye no se quien eres, pero tenemos que irnos YA!!! tu solo hazme caso,lo único que puedo decirte ahora es que se nos va a echar encima algo mas que una compañía de marines te lo explicaré luego di quieres pero vamonos, nos cargamos a esos cuatro y salimos por piernas y...[/color]
No tuve tiempo de explicarle mas cuando detrás de mi empecé a ver que los marines se levantaban, había cientos y los 2 solos solo podríamos con la mitad contando con que los 2 fuéramos lo suficientemente fuertes y que ningún marine tuviera una Akuma no mi
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
OFF: Como ha pasado mucho tiempo voy a saltar turnos y a ver si vuelve alguien xD.
El asesino escrutó con paciencia la oscuridad de la noche. Buscaba al resto de personas que ahora campaban a sus anchas por el cementerio de barcos, no quería que ningún desconocido le pillara por sorpresa. Sin embargo, a pesar de estar ocupado no perdía de vista su embarcación. La perspectiva de pasar en aquel lugar más tiempo del necesario le resultaba extremadamente desagradable. No tardó mucho en encontrar algo más interesante que observar.
En el lugar donde se encontraban los dos hombres, ahora se preparaba una gran batalla. Los marines no huían de alguien como él suponía, sino que se lanzaban al ataque. Ahora que estaban más cerca de la luz incandescente del barco en llamas Tamashi podía apreciar que su número era mayor del que había supuesto en un principio. El asesino sonrió. Resultaría interesante ver si aquellos dos podían hacerse cargo de tantos enemigos. -"Tal vez debería echarles una mano." -pensó el pelirrojo. Aquel pensamiento le pilló por sorpresa, no era muy propio ne él preocuparse por los demás. Sin embargo, pensándolo bien no parecía que aquellos marines estuviesen dispuestos a charlar tranquilamente, al fin y al cabo se habían apresurado a atacar a los dos hombres sin siquiera mediar palabra. Quizás tuviese más suerte hablando con estos que con los de la marina.
-"Realmente debo ser estúpido." -se dijo a sí mismo mientras se lanzaba al ataque.
En pocos segundos se colocó ágilmente entre los dos hombres y la miríada de marines que se abalanzaban hacia ellos. Los primeros disparos de estos dejaban claro que no tenían intención de hacer distinciones entre sus objetivos y él. Mejor, así no tendría que mostrar piedad. Podía oír como uno de los tipos a los que se disponía a salvar de la muerte le gritaba al otro que debían marcharse cuanto antes.
-No os mováis de ahí. -les advirtió Tamashi. No podía tolerar que se largaran después de ayudarles exclusivamente para hablar con ellos.
El asesino deslizó bruscamente un par de sus bayonetas a cada mano y se dispuso a echar un cable a los dos desconocidos a su espalda. Aunque más que ayudarles, se estaba ayudando a él mismo. Les enseñaría lo que un servidor de dios podía hacer.
Sin pensárselo dos veces arrojó con fuerza las bayonetas acabando con varios marines al instante y se lanzó al ataque. Agarró dos de las armas, aún clavadas en los cuerpos inertes de cuya muerte habían sido responsables, y comenzó a asestar cortes y puñaladas a diestro y siniestro. Mientras peleaba se movía de una forma caótica, que parecía y de hecho era totalmente improvisada. Parecía que a cada paso estaba a punto de caerse al suelo, sin embargo su flexibilidad le permitía hacer ese tipo de cosas. Sin dar respiro a sus adversarios, Tamashi se dedicaba a lanzar armas arrojadizas a todos ellos, recibiendo con su habilidad logia los ataques de los marines.
El asesino sonreía mientras peleaba. El campo de batalla era su hogar y siempre recibía el cálido abrazo de la lucha con los brazos abiertos. La habilidad que Oyashiro-sama le había otorgado le permitía luchar sin sufrir daños, una prueba más de la divinidad de su tarea. Sin duda aquella noche estaba predestinada.
El asesino escrutó con paciencia la oscuridad de la noche. Buscaba al resto de personas que ahora campaban a sus anchas por el cementerio de barcos, no quería que ningún desconocido le pillara por sorpresa. Sin embargo, a pesar de estar ocupado no perdía de vista su embarcación. La perspectiva de pasar en aquel lugar más tiempo del necesario le resultaba extremadamente desagradable. No tardó mucho en encontrar algo más interesante que observar.
En el lugar donde se encontraban los dos hombres, ahora se preparaba una gran batalla. Los marines no huían de alguien como él suponía, sino que se lanzaban al ataque. Ahora que estaban más cerca de la luz incandescente del barco en llamas Tamashi podía apreciar que su número era mayor del que había supuesto en un principio. El asesino sonrió. Resultaría interesante ver si aquellos dos podían hacerse cargo de tantos enemigos. -"Tal vez debería echarles una mano." -pensó el pelirrojo. Aquel pensamiento le pilló por sorpresa, no era muy propio ne él preocuparse por los demás. Sin embargo, pensándolo bien no parecía que aquellos marines estuviesen dispuestos a charlar tranquilamente, al fin y al cabo se habían apresurado a atacar a los dos hombres sin siquiera mediar palabra. Quizás tuviese más suerte hablando con estos que con los de la marina.
-"Realmente debo ser estúpido." -se dijo a sí mismo mientras se lanzaba al ataque.
En pocos segundos se colocó ágilmente entre los dos hombres y la miríada de marines que se abalanzaban hacia ellos. Los primeros disparos de estos dejaban claro que no tenían intención de hacer distinciones entre sus objetivos y él. Mejor, así no tendría que mostrar piedad. Podía oír como uno de los tipos a los que se disponía a salvar de la muerte le gritaba al otro que debían marcharse cuanto antes.
-No os mováis de ahí. -les advirtió Tamashi. No podía tolerar que se largaran después de ayudarles exclusivamente para hablar con ellos.
El asesino deslizó bruscamente un par de sus bayonetas a cada mano y se dispuso a echar un cable a los dos desconocidos a su espalda. Aunque más que ayudarles, se estaba ayudando a él mismo. Les enseñaría lo que un servidor de dios podía hacer.
Sin pensárselo dos veces arrojó con fuerza las bayonetas acabando con varios marines al instante y se lanzó al ataque. Agarró dos de las armas, aún clavadas en los cuerpos inertes de cuya muerte habían sido responsables, y comenzó a asestar cortes y puñaladas a diestro y siniestro. Mientras peleaba se movía de una forma caótica, que parecía y de hecho era totalmente improvisada. Parecía que a cada paso estaba a punto de caerse al suelo, sin embargo su flexibilidad le permitía hacer ese tipo de cosas. Sin dar respiro a sus adversarios, Tamashi se dedicaba a lanzar armas arrojadizas a todos ellos, recibiendo con su habilidad logia los ataques de los marines.
El asesino sonreía mientras peleaba. El campo de batalla era su hogar y siempre recibía el cálido abrazo de la lucha con los brazos abiertos. La habilidad que Oyashiro-sama le había otorgado le permitía luchar sin sufrir daños, una prueba más de la divinidad de su tarea. Sin duda aquella noche estaba predestinada.
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
OFF:perdonar no ha sido buen momento, ahora mismo tengo problemas en casa y no tenia muchas ganas de postear, no tengo excusa porque soy el primero que se queja siempre de la seriedad de la gente
Estaba discutiendo con aquel extraño la posibilidad de marcharnos de allí ya que eso se iba a poner bastante mal, en unos minutos nos vimos rodeados de marines con la cara desencajada, ojos abiertos y aterradores y unas expresiones bastante terroríficas
"No os mováis de ahí."-dijo una voz y es que un muchacho se había colado entre nosotros y sin mas dilación se había lanzado al combate el solo y de momento se le estaba dando bastante bien ademas de que estaba abriéndose camino a tajos, en verdad yo soy un solitario pero esta vez no me quedaba opción así que fui detrás de aquel muchacho y justo a tiempo porque detrás de el había un marine a punto de apuñalarlo pero no se había percatado ya que estaba ocupado.
Normalmente no me hubiese importado aquel tipo pero lo necesitaba para salir de allí así que alargué una venda coji al marine por una pierna y tras darle varias vueltas en el aire lo lancé contra un grupo que había delante haciendo caer todos al suelo, rápidamente corrí hacia ellos y antes de que se levantaran desenvaine mis espadas tonfa y empecé a dar tajos rápidos y a lo loco sin mirar, uno se estaba levantando en ese momento y rápidamente le abracé mientras le apuñalaba el corazón, luego me eche hacia un lado, coji su cuerpo con una venda y lo lancé lejos de allí el siguiente estaba de rodillas y corriendo hacia el me subí en su espalda, le agarré en cuello con 2 vendas y dando un salto gire sobre mi mismo para con el impulso cortar la cabeza de un tercero que estaba detrás pero debido al salto y los giros le rompí el cuello al tipo que estaba agachado, todo iba bien, el muchacho seguía por allí cerca dando guerra, nuestra suerte se acabo cuando sin pedirlo ni quererlo un fuerte golpe me lanzó lejos de alli mientras sentía una calor increíble, viaje un rato en el aire y caí en el suelo dando tumbos y golpeándome con piedras y restos de barcos que conformaban el suelo, me quedé un rato en el suelo tumbado, la verdad es que no sabia que había pasado pero casi no lo contaba con vida, me levanté despacio y me quedé de rodillas desorientado, confuso y con un dolor grande, posiblemente tuviera un hueso roto o una hemorragia, notaba un fuerte pitido en los oídos y al fondo notaba el temblor de unas explosiones, mi cara chorreaba sangre pero debido a mi mascara no se podía apreciar, tardé un poco en darme cuenta de que me habían soltado un cañonazo, mis vista estaba un poco nublada, parpadee varias veces intentando tener una visión normal y pude apreciar a lo lejos que esos desgraciados habían sacado varios cañones del barco y estaba disparando a diestro y siniestro contra sus propios compañeros incluso.
"joder, soy problematico pero no tanto como para usar cañones, os habeis pasado" dije para mi mismo
intenté erguirme pero senti un profundo dolor en el costado derecho y es que tenia clavado un trozo de metal que habia sido impulsado con la explisón del cañon.
Dolorido me sujete el costado mientras lentamente me ponia en pie, a lo lejos en una cima echa de barcos evidentemente vi unas antorchas o luces y me pude dar cuenta de que mas marines bajaban la colina corriendo hacia nosotros.
"Vale,Asi ya no juego, eso es trampa" dije en tono burlesco
Tenia que salir de alli, curarme y buscar una solucion, tal vez en lso restos del barco de la marina hallase la solucion
Estaba discutiendo con aquel extraño la posibilidad de marcharnos de allí ya que eso se iba a poner bastante mal, en unos minutos nos vimos rodeados de marines con la cara desencajada, ojos abiertos y aterradores y unas expresiones bastante terroríficas
"No os mováis de ahí."-dijo una voz y es que un muchacho se había colado entre nosotros y sin mas dilación se había lanzado al combate el solo y de momento se le estaba dando bastante bien ademas de que estaba abriéndose camino a tajos, en verdad yo soy un solitario pero esta vez no me quedaba opción así que fui detrás de aquel muchacho y justo a tiempo porque detrás de el había un marine a punto de apuñalarlo pero no se había percatado ya que estaba ocupado.
Normalmente no me hubiese importado aquel tipo pero lo necesitaba para salir de allí así que alargué una venda coji al marine por una pierna y tras darle varias vueltas en el aire lo lancé contra un grupo que había delante haciendo caer todos al suelo, rápidamente corrí hacia ellos y antes de que se levantaran desenvaine mis espadas tonfa y empecé a dar tajos rápidos y a lo loco sin mirar, uno se estaba levantando en ese momento y rápidamente le abracé mientras le apuñalaba el corazón, luego me eche hacia un lado, coji su cuerpo con una venda y lo lancé lejos de allí el siguiente estaba de rodillas y corriendo hacia el me subí en su espalda, le agarré en cuello con 2 vendas y dando un salto gire sobre mi mismo para con el impulso cortar la cabeza de un tercero que estaba detrás pero debido al salto y los giros le rompí el cuello al tipo que estaba agachado, todo iba bien, el muchacho seguía por allí cerca dando guerra, nuestra suerte se acabo cuando sin pedirlo ni quererlo un fuerte golpe me lanzó lejos de alli mientras sentía una calor increíble, viaje un rato en el aire y caí en el suelo dando tumbos y golpeándome con piedras y restos de barcos que conformaban el suelo, me quedé un rato en el suelo tumbado, la verdad es que no sabia que había pasado pero casi no lo contaba con vida, me levanté despacio y me quedé de rodillas desorientado, confuso y con un dolor grande, posiblemente tuviera un hueso roto o una hemorragia, notaba un fuerte pitido en los oídos y al fondo notaba el temblor de unas explosiones, mi cara chorreaba sangre pero debido a mi mascara no se podía apreciar, tardé un poco en darme cuenta de que me habían soltado un cañonazo, mis vista estaba un poco nublada, parpadee varias veces intentando tener una visión normal y pude apreciar a lo lejos que esos desgraciados habían sacado varios cañones del barco y estaba disparando a diestro y siniestro contra sus propios compañeros incluso.
"joder, soy problematico pero no tanto como para usar cañones, os habeis pasado" dije para mi mismo
intenté erguirme pero senti un profundo dolor en el costado derecho y es que tenia clavado un trozo de metal que habia sido impulsado con la explisón del cañon.
Dolorido me sujete el costado mientras lentamente me ponia en pie, a lo lejos en una cima echa de barcos evidentemente vi unas antorchas o luces y me pude dar cuenta de que mas marines bajaban la colina corriendo hacia nosotros.
"Vale,Asi ya no juego, eso es trampa" dije en tono burlesco
Tenia que salir de alli, curarme y buscar una solucion, tal vez en lso restos del barco de la marina hallase la solucion
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
OFF: Como ha vuelto a pasar mucho tiempo xD volveré a saltar turnos y quien quiera que se reenganche después.
La batalla trancurría sin problemas. Según sus cálculos, doce marines habían caído muertos bajo su acero, y gracias a su habilidad no había recibido una sola herida. Al menos ninguna que no pudiera regenerar. Tamashi se encontraba atravesando el torso de su decimotercera víctima de la noche cuando un potente estruendo sacudió el lugar. No estaba seguro de que se trataba, lo único que sabía era que fuese lo que fuese no era una ventaja para él.
Fue entonces cuando vio como uno de los hombres a los que buscaba y cuya ayuda necesitaba para abandonar aquel maldito lugar y reemprender su viaje yacía tirado en el suelo entre humo y sangre. El pelirrojo comenzaba a darle por muerto cuando este se levantó, despacio pero firme. En ese momento nuevas explosiones le distrajeron de sus pensamientos, por lo que podía ver se trataba de cañones. Era capaz de distinguir al menos seis o siete de esas armas, las cuales dirigían el ataque de la nueva oleada de enemigos que se acercaban corriendo hacia ellos. Muchos de ellos, al igual que los hombres con los que estaban combatiendo, presentaban ya diversas heridas, probablemente como resultado del naufragio. Sin embargo eso no parecía detenerlos y corrían con fuerza dispuestos a ayudar a sus compañeros.
Tamashi decidió retirarse en el momento en que una espada atravesó su estómago hecho de ámbar. Acuchilló a su adversario, regeneró la herida y buscó una salida. Si aquello continuaba así era cuestión de tiempo que alguno de ellos consiguiera herirle, y más aún teniendo en cuenta el escaso control que tenía sobre su don. Pensó en replegarse hasta el barco, pero no quería que los cañonazos lo dañasen e impidieran así su huida. Debería alejarse y embarcar más tarde.
-Vienes conmigo. -le dijo Tamashi al hombre junto al que luchaba. Lo hizo con un tono autoritario que no dejaba lugar a dudas sobre la importancia de que fuera con él. De todas formas tampoco pensaba pedírselo, el pelirrojo tenía otras formas de conseguir de él la información que necesitaba, aunque prefería optar por el camino fácil.
Tras apartar a un par de soldados lanzando un chorro de ámbar desde su brazo izquierdo, echó a correr hacia una zona despejada de marines. Se dirigía a la parte interior del cementerio de barcos, un lugar donde habría menos enemigos y donde estarían alejados de la reveladora luz anaranjada de las llamas. En la oscuridad podrían moverse mejor sin ser vistos. Algo que para él era primordial. Confiaba en encontrar un lugar seguro en el interior de un barco o algo por el estilo, algún escondite desde el cual pudiesen ver fácilmente si se acercaba alguien indeseado. Sin embargo no quería alejarse mucho de su barco por si los marines o cualquier otro intentaba apropiarse de él. Realmente era una noche estresante.
La batalla trancurría sin problemas. Según sus cálculos, doce marines habían caído muertos bajo su acero, y gracias a su habilidad no había recibido una sola herida. Al menos ninguna que no pudiera regenerar. Tamashi se encontraba atravesando el torso de su decimotercera víctima de la noche cuando un potente estruendo sacudió el lugar. No estaba seguro de que se trataba, lo único que sabía era que fuese lo que fuese no era una ventaja para él.
Fue entonces cuando vio como uno de los hombres a los que buscaba y cuya ayuda necesitaba para abandonar aquel maldito lugar y reemprender su viaje yacía tirado en el suelo entre humo y sangre. El pelirrojo comenzaba a darle por muerto cuando este se levantó, despacio pero firme. En ese momento nuevas explosiones le distrajeron de sus pensamientos, por lo que podía ver se trataba de cañones. Era capaz de distinguir al menos seis o siete de esas armas, las cuales dirigían el ataque de la nueva oleada de enemigos que se acercaban corriendo hacia ellos. Muchos de ellos, al igual que los hombres con los que estaban combatiendo, presentaban ya diversas heridas, probablemente como resultado del naufragio. Sin embargo eso no parecía detenerlos y corrían con fuerza dispuestos a ayudar a sus compañeros.
Tamashi decidió retirarse en el momento en que una espada atravesó su estómago hecho de ámbar. Acuchilló a su adversario, regeneró la herida y buscó una salida. Si aquello continuaba así era cuestión de tiempo que alguno de ellos consiguiera herirle, y más aún teniendo en cuenta el escaso control que tenía sobre su don. Pensó en replegarse hasta el barco, pero no quería que los cañonazos lo dañasen e impidieran así su huida. Debería alejarse y embarcar más tarde.
-Vienes conmigo. -le dijo Tamashi al hombre junto al que luchaba. Lo hizo con un tono autoritario que no dejaba lugar a dudas sobre la importancia de que fuera con él. De todas formas tampoco pensaba pedírselo, el pelirrojo tenía otras formas de conseguir de él la información que necesitaba, aunque prefería optar por el camino fácil.
Tras apartar a un par de soldados lanzando un chorro de ámbar desde su brazo izquierdo, echó a correr hacia una zona despejada de marines. Se dirigía a la parte interior del cementerio de barcos, un lugar donde habría menos enemigos y donde estarían alejados de la reveladora luz anaranjada de las llamas. En la oscuridad podrían moverse mejor sin ser vistos. Algo que para él era primordial. Confiaba en encontrar un lugar seguro en el interior de un barco o algo por el estilo, algún escondite desde el cual pudiesen ver fácilmente si se acercaba alguien indeseado. Sin embargo no quería alejarse mucho de su barco por si los marines o cualquier otro intentaba apropiarse de él. Realmente era una noche estresante.
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me quede un rato atónito mirando el panorama cuando de pronto alguien me puso la mano en el hombro, me gire y vi que eral aquel tipo de antes, intentaba decirme algo y aunque el pitido ya no era tan fuerte aun no llegaba a escuchar nada, el muchacho salio corriendo detrás de mir y yo le seguí lo mejor que pude ya que mi herida me dificultaba moverme con rapidez pero pude seguirle mientras nos alejábamos de la batalla y nos adentrábamos en la oscuridad de la noche y eso me reconfortaba, en la noche soy como una sombra, no existo, nadie me ve así podría ocultarme un tiempo.
Ya estábamos un poco lejos de aquel infierno de sangre y llamas, estábamos los dos solos, yo soy desconfiado pero no me quedaba otra opción que confiar de momento en mi "compañero" pero no podía seguir dando tumbos en la oscuridad y debía encontrar refugio, seguimos andando y pude darme cuenta que a mi derecha había una zona especialmente llana y nivelada, estaba un poco elevada como unos 3 metros, le chisté a mi compañero que iba delante para que se detuviera y me acerque a investigar, claramente se veía que era la proa de un barco y el diseño correspondía a un Rompehielos, en el lateral se podía distinguir un nombre, "Sovjetsky"
Que haces tan lejos de casa-pensé y es que por el nombre pude deducir que aquel rompehielos y yo proveníamos del mismo lugar, el mar del norte, el mas mas frió de todos donde rompehielos como el Sovjetsky son esenciales para abrir rutas comerciales entre el hielo que separan las islas.
Aquello me dio un poco de nostalgia, le hice una señal a mi compañero para que se acercara haber si con un poco de suerte aquel pobre barco podría ser útil una vez mas así que caminamos por la borda hasta llegar al puente del rompehielos, la puerta estaba un poco atascada pero un pequeño empujón que me costó un pequeño grito ahogado de dolor dada mis heridas consiguió abrir la puerta, el barco estaba bastante bien conservado así que avanzamos un poco despreocupados y al fondo unas escaleras nos llevaban hacia el puente desde donde podríamos observar si alguien se acercaba a través de las anchas vidrieras que recorrían el puente.
Cojeando me acerqué al asiento que parecía haber pertenecido al capitán del navío y sin importar lo que pensara mi compañero me desplome sobre el sillón mirando al techo, descansando un poco.
Vale, ahora tengo que sacarme esto de aquí, lo agarré fuerte con una mano e intente tirar de el pero el dolor era mas fuerte y desistí un rato, suspire y volví a intentarlo esta vez con las dos manos, di un tirón fuerte y conseguí sacar el trozo de metal mientras apretaba mis dientes para reprimir el dolor, mi respiración era un poco agitada pero empecé a controlarla con profundos suspiros, el pitido de mis oídos había desaparecido, mi vista ya era normal y me había quitado aquel trozo de metal, ya estaba medio recompuesto pero me toco tragarme mi orgullo y depender de mi compañero
"eh, oye, he visto tu habilidad, ¿crees que podrías taponar mi herida con tu resina para evitar que sangre? no tengo aguja ni hilo pero con tu ámbar y con un par de vendas creo que me haré un apaño- le dije
Ya estábamos un poco lejos de aquel infierno de sangre y llamas, estábamos los dos solos, yo soy desconfiado pero no me quedaba otra opción que confiar de momento en mi "compañero" pero no podía seguir dando tumbos en la oscuridad y debía encontrar refugio, seguimos andando y pude darme cuenta que a mi derecha había una zona especialmente llana y nivelada, estaba un poco elevada como unos 3 metros, le chisté a mi compañero que iba delante para que se detuviera y me acerque a investigar, claramente se veía que era la proa de un barco y el diseño correspondía a un Rompehielos, en el lateral se podía distinguir un nombre, "Sovjetsky"
Que haces tan lejos de casa-pensé y es que por el nombre pude deducir que aquel rompehielos y yo proveníamos del mismo lugar, el mar del norte, el mas mas frió de todos donde rompehielos como el Sovjetsky son esenciales para abrir rutas comerciales entre el hielo que separan las islas.
Aquello me dio un poco de nostalgia, le hice una señal a mi compañero para que se acercara haber si con un poco de suerte aquel pobre barco podría ser útil una vez mas así que caminamos por la borda hasta llegar al puente del rompehielos, la puerta estaba un poco atascada pero un pequeño empujón que me costó un pequeño grito ahogado de dolor dada mis heridas consiguió abrir la puerta, el barco estaba bastante bien conservado así que avanzamos un poco despreocupados y al fondo unas escaleras nos llevaban hacia el puente desde donde podríamos observar si alguien se acercaba a través de las anchas vidrieras que recorrían el puente.
Cojeando me acerqué al asiento que parecía haber pertenecido al capitán del navío y sin importar lo que pensara mi compañero me desplome sobre el sillón mirando al techo, descansando un poco.
Vale, ahora tengo que sacarme esto de aquí, lo agarré fuerte con una mano e intente tirar de el pero el dolor era mas fuerte y desistí un rato, suspire y volví a intentarlo esta vez con las dos manos, di un tirón fuerte y conseguí sacar el trozo de metal mientras apretaba mis dientes para reprimir el dolor, mi respiración era un poco agitada pero empecé a controlarla con profundos suspiros, el pitido de mis oídos había desaparecido, mi vista ya era normal y me había quitado aquel trozo de metal, ya estaba medio recompuesto pero me toco tragarme mi orgullo y depender de mi compañero
"eh, oye, he visto tu habilidad, ¿crees que podrías taponar mi herida con tu resina para evitar que sangre? no tengo aguja ni hilo pero con tu ámbar y con un par de vendas creo que me haré un apaño- le dije
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tras unos minutos de caminata en la oscuridad, Tamashi y el tipo con el que iba llegaron hasta un enorme barco rompehielos con un nombre impronunciable. Parecía un buen sitio para ocultarse y pasar un rato alejados de los marines. Exploraron el interior de la embarcación encallada y llegaron hasta el puente de mando. Allí el tipo de las vendas le pidió que usara su habilidad con el ámbar para ayudarle a detener el sangrado de una herida con bastante mala pinta.
El pelirrojo suspiró resignado y se dispuso a hacerle ese favor. Aunque en realidad lo hacía por su propio interés. Prefería tener una charla con un hombre que no se estuviera desangrando, así que no le quedaba otra.
-Está bien, pero no te acostumbres. -dijo fríamente mientras generaba una pequeña cantidad de ámbar que taponó la hemorragia del hombre frente a él. Lo cierto era que no le gustaba usar su don para cosas como aquellas pero no le quedaba otra. Una vez hecho, el asesino retomó el asunto que le había llevado a involucrarse en todo ello. -¿Dónde estamos? Hace unos días una tormenta me sacó de mi rumbo y ahora ando perdido. Dime donde está este lugar exactamente y te ayudaré a salir de aquí con mi barco. -le pidió sin un ápice de educación. Más que una petición, parecía una orden. Tamashi sabía que no era necesario perdirlo con amabilidad, la perspectiva de salir de aquel cementerio de barcos alejado de toda civilización sería aliciente suficiente como para que aquel hombre se decidiera a ayudarle. En caso de no prestarse a colaborar tendría que hacer algo para convencerle.
Tras formular sus exigencias el pelirrojo se detuvo de golpe, un ruido a su espalda llamó su atención. Se giró rápidamente, ya preparado para acabar con una vida, aunque cuando vio que se trataba de un pequeño gato negro, probablemente propiedad de alguno de los marineros que allí encontró su final, se relajó de inmediato. Sus instintos estaban a flor de piel, cualquier mínimo ruido bastaba para llamar su atención y hacerle desenvainar alguna de sus armas. Iba a ser una noche larga.
El pelirrojo suspiró resignado y se dispuso a hacerle ese favor. Aunque en realidad lo hacía por su propio interés. Prefería tener una charla con un hombre que no se estuviera desangrando, así que no le quedaba otra.
-Está bien, pero no te acostumbres. -dijo fríamente mientras generaba una pequeña cantidad de ámbar que taponó la hemorragia del hombre frente a él. Lo cierto era que no le gustaba usar su don para cosas como aquellas pero no le quedaba otra. Una vez hecho, el asesino retomó el asunto que le había llevado a involucrarse en todo ello. -¿Dónde estamos? Hace unos días una tormenta me sacó de mi rumbo y ahora ando perdido. Dime donde está este lugar exactamente y te ayudaré a salir de aquí con mi barco. -le pidió sin un ápice de educación. Más que una petición, parecía una orden. Tamashi sabía que no era necesario perdirlo con amabilidad, la perspectiva de salir de aquel cementerio de barcos alejado de toda civilización sería aliciente suficiente como para que aquel hombre se decidiera a ayudarle. En caso de no prestarse a colaborar tendría que hacer algo para convencerle.
Tras formular sus exigencias el pelirrojo se detuvo de golpe, un ruido a su espalda llamó su atención. Se giró rápidamente, ya preparado para acabar con una vida, aunque cuando vio que se trataba de un pequeño gato negro, probablemente propiedad de alguno de los marineros que allí encontró su final, se relajó de inmediato. Sus instintos estaban a flor de piel, cualquier mínimo ruido bastaba para llamar su atención y hacerle desenvainar alguna de sus armas. Iba a ser una noche larga.
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Está bien, pero no te acostumbres- respondió el muchacho a regañadientes
Por fin aquel muchacho cuyo pelo le recordaba al color de la sangre, se resignó a ayudarme aunque a regañadientes, lo vi normal yo en su situación estaria igual, me levanté un poco la tunica dejando ver un poco mi maltrecho y carbonizado cuerpo
Notaba el fluir de aquel liquido dentro de la herida, note ligera molestia pero al menos ya estaba aquello sellado, el pelirrojo se puso en pie y empezó a preguntarme
¿Dónde estamos? Hace unos días una tormenta me sacó de mi rumbo y ahora ando perdido. Dime donde está este lugar exactamente y te ayudaré a salir de aquí con mi barco-contestó
Le mire fijamente en la oscuridad
-Poco importa donde estemos, ninguno saldra de aqui con vida si nadie termina con el infierno que hay alli afuera, tengo una misión y debo terminarla ademas tu barco posiblemente ya este bajo custodia de esas "cosas" o destruido quien sabe- le respondí
Yo suelo ser demasiado orgulloso como para necesitar ayuda de nadie pero no me quedaba otra opción
- Te diré donde estamos y te ayudaré a salir pero primero hay que acabar con esas cosas, si, si, no me mires así, esto te incumbe a ti también si esperas salir de aquí vivo, no tienes ni idea de la magnitud del desastre ni de que son esas cosas- un ruido interrumpió nuestra conversación, era un gato vagabundo- soy alguien de palabra, acabemos con esto y te diré lo que quieras saber
Procedí a envolver mi herida con vendas mientras el pelirrojo no parecía de bueno humor, no me fiaba de el y si a la mínima me la jugaba le cortaría la cabeza, no le diría nada hasta que todo hubiese acabado para así tener un as en la manga, el me necesitaba para obtener información así que no podía matarme de momento y utilicé eso a mi favor, con mi mano rocé una pequeña botella de cristal, la cogí para examinarla, la descorché y la olí, parecía ron o whisky, le di un pequeño trago para ver si estaba en condiciones de ser bebido, luego injerí aquel potingue que aunque llevaba allí toda la vida, no tenia mal sabor, luego vertí un poco en la herida, al fin y al cabo era alcohol, apreté un poco los dientes y volví a dar otro sorbo a aquel brebaje, luego me levante y me aleje un poco
-piensa bien lo que vas a responder-le dije
cuando me encontraba en el rincón mas oscuro y alejado de allí me quite la mascara y con una venda me seque los restos de sangre polvo y sudor, no quería que aquel tipo viera mi cara que mas que un rostro se parecía mas a un cráneo con piel carbonizada, luego me coloqué la mascara otra vez y espere su contestación mientras sujetaba firmemente las espadas, no me fiaba de el ni el de mi
Por fin aquel muchacho cuyo pelo le recordaba al color de la sangre, se resignó a ayudarme aunque a regañadientes, lo vi normal yo en su situación estaria igual, me levanté un poco la tunica dejando ver un poco mi maltrecho y carbonizado cuerpo
Notaba el fluir de aquel liquido dentro de la herida, note ligera molestia pero al menos ya estaba aquello sellado, el pelirrojo se puso en pie y empezó a preguntarme
¿Dónde estamos? Hace unos días una tormenta me sacó de mi rumbo y ahora ando perdido. Dime donde está este lugar exactamente y te ayudaré a salir de aquí con mi barco-contestó
Le mire fijamente en la oscuridad
-Poco importa donde estemos, ninguno saldra de aqui con vida si nadie termina con el infierno que hay alli afuera, tengo una misión y debo terminarla ademas tu barco posiblemente ya este bajo custodia de esas "cosas" o destruido quien sabe- le respondí
Yo suelo ser demasiado orgulloso como para necesitar ayuda de nadie pero no me quedaba otra opción
- Te diré donde estamos y te ayudaré a salir pero primero hay que acabar con esas cosas, si, si, no me mires así, esto te incumbe a ti también si esperas salir de aquí vivo, no tienes ni idea de la magnitud del desastre ni de que son esas cosas- un ruido interrumpió nuestra conversación, era un gato vagabundo- soy alguien de palabra, acabemos con esto y te diré lo que quieras saber
Procedí a envolver mi herida con vendas mientras el pelirrojo no parecía de bueno humor, no me fiaba de el y si a la mínima me la jugaba le cortaría la cabeza, no le diría nada hasta que todo hubiese acabado para así tener un as en la manga, el me necesitaba para obtener información así que no podía matarme de momento y utilicé eso a mi favor, con mi mano rocé una pequeña botella de cristal, la cogí para examinarla, la descorché y la olí, parecía ron o whisky, le di un pequeño trago para ver si estaba en condiciones de ser bebido, luego injerí aquel potingue que aunque llevaba allí toda la vida, no tenia mal sabor, luego vertí un poco en la herida, al fin y al cabo era alcohol, apreté un poco los dientes y volví a dar otro sorbo a aquel brebaje, luego me levante y me aleje un poco
-piensa bien lo que vas a responder-le dije
cuando me encontraba en el rincón mas oscuro y alejado de allí me quite la mascara y con una venda me seque los restos de sangre polvo y sudor, no quería que aquel tipo viera mi cara que mas que un rostro se parecía mas a un cráneo con piel carbonizada, luego me coloqué la mascara otra vez y espere su contestación mientras sujetaba firmemente las espadas, no me fiaba de el ni el de mi
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Su nuevo compañero no parecía tener intención de colaborar abiertamente con él. En lugar de responder a sus preguntas como el pelirrojo le había exigido se puso a hablarle sobre una misión adoptando un tono bastante dramático. Según decía su barco ya estaría en manos de la marina y además ninguno de ellos saldría vivo de aquel lugar por culpa de "aquellas cosas" como él las llamaba. Eso le llamó la atención, "cosas" era una manera extraña de referirse a la marina. Pensó que no era más que una manía o algo así, pero parecía que de verdad había algo peligroso en la isla.
-¿A qué te refieres con "cosas"? Yo solo he visto a marines normales y corrientes. No creo que haya una amenaza tan importante como dices, y aunque así fuera no es de mi incumbencia. Lo único que tengo intención de hacer es recuperar mi barco y eliminar a todos los que se interpongan en mi camino. Si esas cosas tuyas suponen una amenaza no dudes de que yo mismo las borraré de la creación.
El asesino era escéptico en cuanto a la idea de que hubiera una gran amenaza en el cementerio de barcos tal y como le había dicho aquel hombre. No tenía interés en nada más que su misión divina y no le apetecía perder el tiempo con esas cosas. Sin embargo debía volver a salir al mar y para ello necesitaba su embarcación, actualmente la única en buen estado de toda la zona. Por ese motivo sabía que no tenían un segundo que perder, ya que era cuestión de tiempo que alguien se la llevara. Si de verdad existía algo peligroso que se interpusiera ayudaría indirectamente al tipo de las vendas encargándose de quien fuera, pero no tenía intención de hacerlo porqué si. El pelirrojo se dispuso a salir de la habitación, pero antes se dirigió de nuevo al hombre vendado.
-Mi oferta sigue en pie, guíame y te ayudaré siempre que eso implique recuperar mi barco, sino me buscaré a otro que lo haga. Si quieres eliminar a esas "cosas" o lo que sea encárgate tú, yo tengo mis propios asuntos. Sin embargo, si es como dices seguramente nos los encontraremos de camino a la costa, así que te convendría venir. -Dicho esto, Tamashi abandonó la estancia y salió del barco en ruinas en el que se encontraban.
Al salir respiró hondo e inundó sus pulmones con el frío aire nocturno y el olor a sal proveniente del mar. Aquella fragancia siempre obraba el milagro de relajarle. Mientras estaba allí de pie se preguntó que sería el desastre al que se refería el hombre de las vendas. Quizás fuera algún tipo de marine excepcionalmente poderoso o algo así. No le dio importancia, al fin y al cabo no era asunto suyo. El otro tipo había dejado claro que tenía una misión. así que era su deber hacerse cargo, él tenía un cometido más importante. Apartó esos pensamientos de su mente y echó un vistazo alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie al acecho y comenzó a caminar en dirección a donde recordaba haber dejado su barco. A lo lejos todavía podía apreciarse el resplandor nacarado de las llamas. Esperaba que a esas alturas su barco no estuviera infestado de marines, odiaría tener que limpiar su sangre de la cubierta.
-¿A qué te refieres con "cosas"? Yo solo he visto a marines normales y corrientes. No creo que haya una amenaza tan importante como dices, y aunque así fuera no es de mi incumbencia. Lo único que tengo intención de hacer es recuperar mi barco y eliminar a todos los que se interpongan en mi camino. Si esas cosas tuyas suponen una amenaza no dudes de que yo mismo las borraré de la creación.
El asesino era escéptico en cuanto a la idea de que hubiera una gran amenaza en el cementerio de barcos tal y como le había dicho aquel hombre. No tenía interés en nada más que su misión divina y no le apetecía perder el tiempo con esas cosas. Sin embargo debía volver a salir al mar y para ello necesitaba su embarcación, actualmente la única en buen estado de toda la zona. Por ese motivo sabía que no tenían un segundo que perder, ya que era cuestión de tiempo que alguien se la llevara. Si de verdad existía algo peligroso que se interpusiera ayudaría indirectamente al tipo de las vendas encargándose de quien fuera, pero no tenía intención de hacerlo porqué si. El pelirrojo se dispuso a salir de la habitación, pero antes se dirigió de nuevo al hombre vendado.
-Mi oferta sigue en pie, guíame y te ayudaré siempre que eso implique recuperar mi barco, sino me buscaré a otro que lo haga. Si quieres eliminar a esas "cosas" o lo que sea encárgate tú, yo tengo mis propios asuntos. Sin embargo, si es como dices seguramente nos los encontraremos de camino a la costa, así que te convendría venir. -Dicho esto, Tamashi abandonó la estancia y salió del barco en ruinas en el que se encontraban.
Al salir respiró hondo e inundó sus pulmones con el frío aire nocturno y el olor a sal proveniente del mar. Aquella fragancia siempre obraba el milagro de relajarle. Mientras estaba allí de pie se preguntó que sería el desastre al que se refería el hombre de las vendas. Quizás fuera algún tipo de marine excepcionalmente poderoso o algo así. No le dio importancia, al fin y al cabo no era asunto suyo. El otro tipo había dejado claro que tenía una misión. así que era su deber hacerse cargo, él tenía un cometido más importante. Apartó esos pensamientos de su mente y echó un vistazo alrededor para asegurarse de que no hubiera nadie al acecho y comenzó a caminar en dirección a donde recordaba haber dejado su barco. A lo lejos todavía podía apreciarse el resplandor nacarado de las llamas. Esperaba que a esas alturas su barco no estuviera infestado de marines, odiaría tener que limpiar su sangre de la cubierta.
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El Pelirrojo tenia las cosas claras y parecía que no quería dar su brazo a torcer, en su mente solo tenia la idea de salir de allí, yo también quería escapar de aquel infierno pero mi orgullo no me permitía hacer tal cosa.
El pelirrojo algo molesto salio para afuera del rompehielos y se quedó allí esperando, yo me quedé esperando dentro, le di un ultimo sorbo a aquel ron añejo, luego tapé la botella que estaba aun medio llena y la deje en el suelo, pensando que a alguien en un futuro le podría servir igual que a mi.
Me levanté y caminé hasta afuera donde estaba mi "compañero"
Yo prefiero trabajar solo y hacer las cosas a mi manera como tu, si tu decisión es esa no te voy a obligar, ya nos veremos- le respondi mientras bajaba las escaleras del puente en dirección a la proa del barco.
Por suerte el gas habia desaparecido del ambiente pero lo malo es que habia infectado a toda la tripulación del barco que ahora parecian seres sin conciencia ninguna, de mirada deseencajada con la unica idea en mente de matar, ademas su fuerza y agresividad se habian incrementado pero lo curioso es que entre si no se atacaban lo que indicaba que entre ellos se reconocian como aliados de alguna manera, tal vez pudiera usar eso en su contra y asi poder colarme dentro de los restos del laboratorio movil haber si por casualidad hubiera algo para detenerlos, iba a ser complicado pero no tenia otra alternativa, si esas "cosas" escapaban de esta isla sembrarian el caos alla donde fuesen, entonces recordé que el pelirrojo tenia un barco, un medio de transporte que pueden usar para escapar, por suerte aqui no habia ciudades, como mucho algun puerto pequeño pero poco mas
El pelirrojo algo molesto salio para afuera del rompehielos y se quedó allí esperando, yo me quedé esperando dentro, le di un ultimo sorbo a aquel ron añejo, luego tapé la botella que estaba aun medio llena y la deje en el suelo, pensando que a alguien en un futuro le podría servir igual que a mi.
Me levanté y caminé hasta afuera donde estaba mi "compañero"
Yo prefiero trabajar solo y hacer las cosas a mi manera como tu, si tu decisión es esa no te voy a obligar, ya nos veremos- le respondi mientras bajaba las escaleras del puente en dirección a la proa del barco.
Por suerte el gas habia desaparecido del ambiente pero lo malo es que habia infectado a toda la tripulación del barco que ahora parecian seres sin conciencia ninguna, de mirada deseencajada con la unica idea en mente de matar, ademas su fuerza y agresividad se habian incrementado pero lo curioso es que entre si no se atacaban lo que indicaba que entre ellos se reconocian como aliados de alguna manera, tal vez pudiera usar eso en su contra y asi poder colarme dentro de los restos del laboratorio movil haber si por casualidad hubiera algo para detenerlos, iba a ser complicado pero no tenia otra alternativa, si esas "cosas" escapaban de esta isla sembrarian el caos alla donde fuesen, entonces recordé que el pelirrojo tenia un barco, un medio de transporte que pueden usar para escapar, por suerte aqui no habia ciudades, como mucho algun puerto pequeño pero poco mas
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El asesino emprendió el camino hacia la embarcación sumido en sus pensamientos. Las palabras de aquel hombre cuyo nombre ni siquiera sabía aún resonaban en su cabeza, advirtiéndole del peligro que representaba para él ignorarlas. Sin embargo seguía considerándolo exagerado. Tamashi no temía a nada ni a nadie, no había nada que no pudiese enfrentar ni ningún motivo por el cual debiera preocuparse por su seguridad. Si embargo pronto se daría cuenta de su error.
Había recorrido algo más de cien metros, cuando entre la oscuridad de la noche profunda pudo distinguir una silueta. Esta bajaba por la cubierta de un velero partido en dos y se acercaba a su posición a gran velocidad. No tardaría mucho en llegar hasta él. A esta se le sumaron varias más, todas ellas en carrera siempre en la misma dirección. El pelirrojo se preguntó si serían más marines. En cierto modo esperaba que si lo fueran, eso significaría que no habían robado o, como ellos lo llamaban, confiscado, su barco. No tardó en poder ver claramente las figuras que se le aproximaban. Algunos iban vestidos de soldados, pero otros parecían más bien trabajadores del barco en el que estuvieran, cocineros, limpiadores, etc. Sin embargo su fiereza no tenía nada que envidiar a la de los primeros. El grupo, formado por ocho personas, se encontraba ya a dos metros escasos de él y la expresión de sus rostros no dejaba lugar a dudas, no tenían buenas intenciones. Más bien parecían fuera de sí, y no tenían intenciones de hablar, tal vez ni siquiera poseyeran la capacidad de hacerlo.
El pelirrojo les arrojó una ráfaga de shurikens, todos directos al cuello, todos ellos certeros. Sin embargo eso no los detuvo. Tamashi se detuvo asombrado, no entendía como podían seguir como si nada después de aquello. Parecía que ignoraban sus propias heridas. Dio un rápido salto hacia delante y se colocó tras el grupo de atacantes. En ese momento empuñó una de sus bayonetas y decapitó a los tres primeros, para lanzar varias más al resto de enemigos. Al menos todos excepto dos ya habían caído. Por un momento se había preocupado. Aun así los dos restantes no se amilanaron. Uno de ellos lanzó un potente puñetazo a su rostro que no tuvo tiempo de evitar. Su cabeza estalló en un puñado de grandes pedazos naranjas, los cuales poco a poco se fueron regenerando. Realmente eran tipos fuertes. Tamashi acuchilló a uno de sus adversarios y decapitó al otro, sin embargo el primero no parecía ceder. Continuaba lanzado golpes contra el pelirrojo sin dar muestras de cansancio o dolor. El asesino lo decapitó sin piedad y buscó con la mirada a su alrededor.
No tuvo que camnar mucho para encontrar lo que buscaba, o mejor dicho a quien buscaba. A relativamente poca distancia de donde se encontraba, se hallaba el hombre vendado. El asesino se acercó a él, sin preocuparse por pasar inadvertido.
-Así que a eso te referías con "cosas", ¿eh? -le dijo Tamashi en tono afirmativo. -De camino a mi barco he visto a varios de ellos y a lo lejos se podían ver muchos más. Es evidente que ya no puedo contar con sacar información de los marines, así que no me queda más remedio que colaborar contigo. Te ayudaré y a cambio tu me darás respuestas y me ubicarás en el mapa. ¿Tenemos un trato?
Había recorrido algo más de cien metros, cuando entre la oscuridad de la noche profunda pudo distinguir una silueta. Esta bajaba por la cubierta de un velero partido en dos y se acercaba a su posición a gran velocidad. No tardaría mucho en llegar hasta él. A esta se le sumaron varias más, todas ellas en carrera siempre en la misma dirección. El pelirrojo se preguntó si serían más marines. En cierto modo esperaba que si lo fueran, eso significaría que no habían robado o, como ellos lo llamaban, confiscado, su barco. No tardó en poder ver claramente las figuras que se le aproximaban. Algunos iban vestidos de soldados, pero otros parecían más bien trabajadores del barco en el que estuvieran, cocineros, limpiadores, etc. Sin embargo su fiereza no tenía nada que envidiar a la de los primeros. El grupo, formado por ocho personas, se encontraba ya a dos metros escasos de él y la expresión de sus rostros no dejaba lugar a dudas, no tenían buenas intenciones. Más bien parecían fuera de sí, y no tenían intenciones de hablar, tal vez ni siquiera poseyeran la capacidad de hacerlo.
El pelirrojo les arrojó una ráfaga de shurikens, todos directos al cuello, todos ellos certeros. Sin embargo eso no los detuvo. Tamashi se detuvo asombrado, no entendía como podían seguir como si nada después de aquello. Parecía que ignoraban sus propias heridas. Dio un rápido salto hacia delante y se colocó tras el grupo de atacantes. En ese momento empuñó una de sus bayonetas y decapitó a los tres primeros, para lanzar varias más al resto de enemigos. Al menos todos excepto dos ya habían caído. Por un momento se había preocupado. Aun así los dos restantes no se amilanaron. Uno de ellos lanzó un potente puñetazo a su rostro que no tuvo tiempo de evitar. Su cabeza estalló en un puñado de grandes pedazos naranjas, los cuales poco a poco se fueron regenerando. Realmente eran tipos fuertes. Tamashi acuchilló a uno de sus adversarios y decapitó al otro, sin embargo el primero no parecía ceder. Continuaba lanzado golpes contra el pelirrojo sin dar muestras de cansancio o dolor. El asesino lo decapitó sin piedad y buscó con la mirada a su alrededor.
No tuvo que camnar mucho para encontrar lo que buscaba, o mejor dicho a quien buscaba. A relativamente poca distancia de donde se encontraba, se hallaba el hombre vendado. El asesino se acercó a él, sin preocuparse por pasar inadvertido.
-Así que a eso te referías con "cosas", ¿eh? -le dijo Tamashi en tono afirmativo. -De camino a mi barco he visto a varios de ellos y a lo lejos se podían ver muchos más. Es evidente que ya no puedo contar con sacar información de los marines, así que no me queda más remedio que colaborar contigo. Te ayudaré y a cambio tu me darás respuestas y me ubicarás en el mapa. ¿Tenemos un trato?
Luger_Khan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El pelirrojo se marchó sin decir palabra, yo aguardé a que desparecia para ponerme en pie y continuar con lo que debia hacer, bajé de aquel rompehielos con cierta dificultad debido a mi herida, caminé un poco en la penumbra de la noche, iba a cubierto en todo momento, despacio sin hacer ruido, encontré un marine solo, caminando sin rumbo, armado solo con una espada, yo me coloqué detras de el, me acerque sigilosamente alzando mi espada al aire y dando un tajo en la muñeca que le cortó la mano donde tenia la espada, para cuando esa cosa quiso darse cuenta ya estaba tirado en el suelo con ambas espadas clavadas en los brazos que a su vez se clavaron en la madera que hacia de suelo.
"tengo que averiguar como se mata a estas cosas"-pensé
Sabia que si les cortaba la cabeza morian porque en la batalla de antes habia echo rodar algunas pero no siempre es facil cortar cabezas y mas si son muchos asi que debia encontrar un punto debil, cogi la espada del marine aun con su mano agarrando el mango, con ella asesté varios tajos donde estaba el corazón sin efecto alguno, el marine movia las piernas de forma desesperada en un intento se zafarse, se ma ocurrió cortarle las piernas, no fue un trabajo facil ya que no paraba quieto y ademas no estaba tan fuerte como para cortarlas de una vez asi que me requirio varios cortes, las gotillas de sangre mencharon mi mascara, fue una suerte, solo Dios sabe que infectada estaria la sangre, aquello era un peligro biologico, habia terminado con una, la arroje al lado y me dispuse con la otra a la vez que la sujetaba con vendas, si alguien me viera creeria que estaba loco pero la mejor forma de matar a tu enemigo era conociendole, cuando hube terminado con la otra pierna, la sangre no paraba de fluir, tal vez si se desangraba morira asi que espere pero no ocurrio nada, aquel desgraciado segui moviendose sin piernas, entonces se me ocurrió cortarle los brazos, eso me resultó mas facil ya que eran mas delgados que las piernas y estaban sujetos, termine con el derecho y me dispuse a por el izquierdo, levanté el mandoble y con fuerza lo deje caer, no lo corté a la primera pero llegué al hueso, lo volvi a levantar una vez mas al caer por fin pude separar el otro brazo, me puse en guardia esperando lo peor ahora que el marine estaba suelto pero ya no se movia, estaba muerto, eso me hizó pensar, me quede mirando el destrozo que habia echo de forma pensativa.
"creo que empiezo a entnder como funcionan estas cosas"-me dije a mi mismo
desclave mis espadas y me aleje de alli de forma cautelosa, alla por donde iba encontraba algunos pocos marines caminando sin rumbo y puse en practica mi teoria, al primero que vi lo desarme y le corte los brazos con un movimiento rapido aunque eso repercutio un poco en mi herida y se me escapo un pequeño quejido, el marine sin brazos cayo de rodillas muerto, con el siguiente que encontre hicé lo contrario, empecé por las piernas y descubrí que el tipo seguia arrastrandose asi que le corté la cabeza
ya habia aprendido como eliminarla esta amenaza asi que tome otro rumbo en dirección al laboratorio movil, por el camino pude ver como alguien se acercaba en dirección a mi pero por la forma de andar no parecia una de esas cosas, cuando se acercó un poco mas descubri que se trataba del pelirrojo, sorprendentemente seguia vivo
Así que a eso te referías con "cosas", ¿eh? -De camino a mi barco he visto a varios de ellos y a lo lejos se podían ver muchos más. Es evidente que ya no puedo contar con sacar información de los marines, así que no me queda más remedio que colaborar contigo. Te ayudaré y a cambio tu me darás respuestas y me ubicarás en el mapa. ¿Tenemos un trato?
"Lo tenemos, soy un hombre de palabra"-le dije en tono afirmativo -"tal vez te interese saber como matar a estas cosas"- me miro un poco sin entender "Crei que era un gas que les daba mas fuerza y agresividad pero no es asi, es un virus que reprograma el cuerpo para que sean maquinas de matar, no sienten dolor, sus organos ya no son necesarios, el propio virus es el que mantiene el cuerpo activo, pero cuando el cuerpo se vuelve inservible para continuar peleando digamos que se desactiva o muere como lo quieras llamar, esto ocurre con las amputaciones, o cortandoles la cabeza ya que el cerebro es el organo central que dicta las ordenes, puede que quemandoles tambien consigamos algo, la cuestion es que mueren si su cuerpo sufre daños muy severos que les impida seguir luchando, necesito ir al barco que se estrello tal vez alli pueda haber algun arma o cura, ayudame y te prometo que te ayudare en todo lo que necesites"
OFF:perdon la demora, estaba de vacaciones en Grecia y no tenia internet para avisar ni nada
"tengo que averiguar como se mata a estas cosas"-pensé
Sabia que si les cortaba la cabeza morian porque en la batalla de antes habia echo rodar algunas pero no siempre es facil cortar cabezas y mas si son muchos asi que debia encontrar un punto debil, cogi la espada del marine aun con su mano agarrando el mango, con ella asesté varios tajos donde estaba el corazón sin efecto alguno, el marine movia las piernas de forma desesperada en un intento se zafarse, se ma ocurrió cortarle las piernas, no fue un trabajo facil ya que no paraba quieto y ademas no estaba tan fuerte como para cortarlas de una vez asi que me requirio varios cortes, las gotillas de sangre mencharon mi mascara, fue una suerte, solo Dios sabe que infectada estaria la sangre, aquello era un peligro biologico, habia terminado con una, la arroje al lado y me dispuse con la otra a la vez que la sujetaba con vendas, si alguien me viera creeria que estaba loco pero la mejor forma de matar a tu enemigo era conociendole, cuando hube terminado con la otra pierna, la sangre no paraba de fluir, tal vez si se desangraba morira asi que espere pero no ocurrio nada, aquel desgraciado segui moviendose sin piernas, entonces se me ocurrió cortarle los brazos, eso me resultó mas facil ya que eran mas delgados que las piernas y estaban sujetos, termine con el derecho y me dispuse a por el izquierdo, levanté el mandoble y con fuerza lo deje caer, no lo corté a la primera pero llegué al hueso, lo volvi a levantar una vez mas al caer por fin pude separar el otro brazo, me puse en guardia esperando lo peor ahora que el marine estaba suelto pero ya no se movia, estaba muerto, eso me hizó pensar, me quede mirando el destrozo que habia echo de forma pensativa.
"creo que empiezo a entnder como funcionan estas cosas"-me dije a mi mismo
desclave mis espadas y me aleje de alli de forma cautelosa, alla por donde iba encontraba algunos pocos marines caminando sin rumbo y puse en practica mi teoria, al primero que vi lo desarme y le corte los brazos con un movimiento rapido aunque eso repercutio un poco en mi herida y se me escapo un pequeño quejido, el marine sin brazos cayo de rodillas muerto, con el siguiente que encontre hicé lo contrario, empecé por las piernas y descubrí que el tipo seguia arrastrandose asi que le corté la cabeza
ya habia aprendido como eliminarla esta amenaza asi que tome otro rumbo en dirección al laboratorio movil, por el camino pude ver como alguien se acercaba en dirección a mi pero por la forma de andar no parecia una de esas cosas, cuando se acercó un poco mas descubri que se trataba del pelirrojo, sorprendentemente seguia vivo
Así que a eso te referías con "cosas", ¿eh? -De camino a mi barco he visto a varios de ellos y a lo lejos se podían ver muchos más. Es evidente que ya no puedo contar con sacar información de los marines, así que no me queda más remedio que colaborar contigo. Te ayudaré y a cambio tu me darás respuestas y me ubicarás en el mapa. ¿Tenemos un trato?
"Lo tenemos, soy un hombre de palabra"-le dije en tono afirmativo -"tal vez te interese saber como matar a estas cosas"- me miro un poco sin entender "Crei que era un gas que les daba mas fuerza y agresividad pero no es asi, es un virus que reprograma el cuerpo para que sean maquinas de matar, no sienten dolor, sus organos ya no son necesarios, el propio virus es el que mantiene el cuerpo activo, pero cuando el cuerpo se vuelve inservible para continuar peleando digamos que se desactiva o muere como lo quieras llamar, esto ocurre con las amputaciones, o cortandoles la cabeza ya que el cerebro es el organo central que dicta las ordenes, puede que quemandoles tambien consigamos algo, la cuestion es que mueren si su cuerpo sufre daños muy severos que les impida seguir luchando, necesito ir al barco que se estrello tal vez alli pueda haber algun arma o cura, ayudame y te prometo que te ayudare en todo lo que necesites"
OFF:perdon la demora, estaba de vacaciones en Grecia y no tenia internet para avisar ni nada
Maki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El hombre de la máscara aceptó su propuesta. Según le dijo, la causa de aquel extraño comportamiento en los marines naufragados se trataba de una especie de virus que aumentaba su agresividad y los insensibilizaba totalmente. Por lo visto la mejor forma de eliminarlos era cortándoles la cabeza. En cierto modo era lógico, no creía que hubiese nada que pudiera sobrevivir sin cabeza. Tras una breve explicación de la que no entendió ni la mitad, el tipo vendado le dijo donde debían ir. Debían encaminarse al barco naufragado, en busca de información sobre aquella dolencia e incluso una posible cura. Lo cierto era que al asesino poco le importaba eso, pero no le quedaba más remedio que involucrarse en aquel extraño asunto.
Sin perder más tiempo, comenzó a avanzar hacia la zona donde recordaba que se encontraba el barco en llamas. No quedaba muy lejos, pero la cautela que debían tener con los posibles enemigos les hacía ir despacio. Desde cualquier parte podía aparecer alguno de esos tipos, ya que los barcos en ruinas ofrecían una gran cantidad de sitios para ocultarse o pasar desapercibido. Durante el camino se toparon con varios hombres, todos ellos extremadamente violentos, aunque una vez conocido su punto débil no les resultó tan difícil acabar con ellos.
Al cabo de algo más de una hora llegaron hasta la zona donde comenzaban las llamas. Por todas partes podían ver a los marines infectados, curiosamente en un estado relajado. No parecían tener intención de matarse entre ellos.
-Muy bien. ¿Quieres entrar en ese barco no? Yo crearé una distracción y así podrás colarte y salir sin peligro. No tardes demasiado. -Sin tan siquiera esperar a oír la respuesta de su compañero, Tamashi se lanzó al ataque.
Arrojó varios shurikens a algunos marines para atraer su atención y echó a correr hacia una zona más elevada, la cubierta de un enorme barco cuyo mástil se encontraba repartido en miles de fragmentos por todas partes. Hasta allí le siguieron la mayoría de los enemigos, todos ellos buscando matarle sin ningún tipo de conciencia o autocontrol. No sabía cuanto tiempo tendría que detenerlos, pero esperaba que el tipo de la túnica no tardase demasiado. Mientras la primera oleada de enemigos se acercaba hacia su posición, el asesino sonrió y se lanzó al combate.
Sin perder más tiempo, comenzó a avanzar hacia la zona donde recordaba que se encontraba el barco en llamas. No quedaba muy lejos, pero la cautela que debían tener con los posibles enemigos les hacía ir despacio. Desde cualquier parte podía aparecer alguno de esos tipos, ya que los barcos en ruinas ofrecían una gran cantidad de sitios para ocultarse o pasar desapercibido. Durante el camino se toparon con varios hombres, todos ellos extremadamente violentos, aunque una vez conocido su punto débil no les resultó tan difícil acabar con ellos.
Al cabo de algo más de una hora llegaron hasta la zona donde comenzaban las llamas. Por todas partes podían ver a los marines infectados, curiosamente en un estado relajado. No parecían tener intención de matarse entre ellos.
-Muy bien. ¿Quieres entrar en ese barco no? Yo crearé una distracción y así podrás colarte y salir sin peligro. No tardes demasiado. -Sin tan siquiera esperar a oír la respuesta de su compañero, Tamashi se lanzó al ataque.
Arrojó varios shurikens a algunos marines para atraer su atención y echó a correr hacia una zona más elevada, la cubierta de un enorme barco cuyo mástil se encontraba repartido en miles de fragmentos por todas partes. Hasta allí le siguieron la mayoría de los enemigos, todos ellos buscando matarle sin ningún tipo de conciencia o autocontrol. No sabía cuanto tiempo tendría que detenerlos, pero esperaba que el tipo de la túnica no tardase demasiado. Mientras la primera oleada de enemigos se acercaba hacia su posición, el asesino sonrió y se lanzó al combate.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.