Eris Takayama ID.

x Berries ■ Nivel x ■ 23 años ■ Mujer ■ Humana
Apodo. El único apodo que no le gusta es el de gatita. Tiene unos rasgos finos y un cuerpo estilizado pero no le viene, precisamente de eso su apodo. Sino por el gato que suele llevar con ella. Despierta la curiosidad de muchos, dado que es tan pequeño que ha de darle hasta el biberón y por eso la comenzaron a llamar así. Pero para el resto de personas no tiene ningún apodo por una cosa muy simple, su nombre es corto, fácil de pronunciar y ella no se presta a que la llamen de ninguna otra forma.

Otro apodo que se ganó a la fuerza fue el de Blade Maiden que ya lo tuvo que escuchar en el lugar donde residía por llevar aquella espada tan cara a la espalda. Muchos dijeron que se la había robado al chico muerto pero este, también llevaba la suya y fue enterrado con ella. Por eso y alrededor de ese nombre hay una infructuosa historia de amor adolescente.

Rango: Ciudadana.
Empleo: Gobernante de Johota y sub-capitana de Morgenstern.
Estatus social: Medio-Alto. Vive de manera muy modesta y con lo básico. No necesita demasiado porque en realidad no gusta de tener demasiado dinero.
Profesión: La principal se define como espadachina (especialización > Duelista). Las secundarias es médico (especialización > Cirujano) y además Médico (especialización > Farmacéutica) y domadora (especialización > Adiestrador). *Nota: Las especializaciones se llevarán a cabo siguiendo la tabla de rangos propuesta por el staff con las características descritas y en el tiempo oportuno. Dejo link aquí.
Banda: Pertenece a Morgenstern.
Mar de origen: North Blue o Mar del Norte.

Descripción física.
Definitivamente, Eris no es una mujer que te gires para mirar. No llama la atención por su físico, por lo que podría clasificarse como que no es nadie del otro mundo. Es una mujer: sencilla y complicada al mismo tiempo pero, en una breve clasificación nos centraremos en su físico, sus marcas y su ropa más común. Se podría decir sobre ella, no obstante, que se trata de una chica esbelta, que no llega al metro setenta pero que posee un cuerpo fibroso. Unas extremidades delgadas, que no tienen nada que despreciar en cuarto a fuerza a las más tupidas, pero que son las adecuadas para alguien de su edad. Unas manos finas y creativas, sensibles le decía su madre, propias de una larga descendencia de artesanos las cuales están surcadas por las cicatrices de la lucha.

Posee un pelo negro, oscuro, cortado a la altura de la nuca para hacer sus viajes más cómodos y ese cabello más manejable. Además tiene un flequillo que generalmente se cruza sobre su frente, que le llega hasta las cejas, pero tiende a echárselo hacia un lado. Es liso, sin ningún tipo de imperfección o encrespamiento por el salitre del mar. Siempre ha vivido en una isla y hasta ahora, nunca ha tenido problemas con eso. En contraste con su pelo negro posee unos ojos azules, claros generalmente que tienden a oscurecerse cuando pelea. Quizás solo como efecto de la luz. Pero ya en su fino y simétrico gesto, de cejas oscuras, encontramos signos que representan su lucha. Uno de ellos, cerca de unos carnosos labios rojizos, como color natural.

Todos esos signos de lucha son cicatrices. Algunos de pelea, algunos consigo misma y otros con su gato. Los del gato se pueden apreciar mejor que otros. Tiene uno que nace en su labio inferior y que casi le llega hasta el mentón produto de las pequeñas pero afiladas garritas del cachorro, que sin querer enganchó su labio y la dejó una gran cicatriz. Por otro lado, tenemos marcas de peleas consigo misma, como una cicatriz en forma de estrella en el brazo, perfectamente delineada y por último, tiene la peor de sus cicatrices, quitando todas las de peleas, que poblan sus brazos y sus manos. Esta, la más grande, se haya sobre su pecho. La hizo su hermanastro, alguien que consideró lo más cercano a un “amigo” de lo que allí se podía tener. Una gran x grabada a fuego sobre su pecho con unas cadenas candentes que casi la cuestan la vida.

Se pueden ver ejemplos de ella aquí.

Descripción psicológica.
Como ya se dijo más arriba es una mujer sencilla y complicada al mismo tiempo. Pero todas son así, a fin de cuentas. Pueden pasar de un estado a otro de ánimo en cuestión de segundos pero ante todo es fuerte. Es lo mínimo que puedes ser cuando te crías rodeada de hombres y sus bravuconerías y más, si son tus hermanos mayores.  Pero así fue, desarrolló un carácter adulto aunque irascible bastante rápido. Su aceptación a todas las cosas que pasaban resultaba más que nada impresionante pues su mente es capaz de aclimatarse a todo tipo de situaciones con rapidez. No obstante eso también posee sus desventajas. Una de ellas reside en su capacidad de ser impresionada, que se ve mermada. Pero no solo esto, es lo que la define.

Antes, Eris podía verse como una chica bastante arisca, siempre a la defensiva y nunca relajada. La tensión siempre asedia sus hombros y difícilmente se relaja, menos cuando está con algunos animales. No todos ellos tienen ese efecto curativo sobre ella ni mucho menos, pero al menos, los que lleva por el momento, sí. Son los que la sacan una sonrisa y la hacen ser feliz durante unos instantes. La hacen comportarse de manera un tanto alocada, como debería hacer una chica de veinte años y no tan rígida y seca, como se comporta hasta entonces. Pero esto viene por lo antes nombrado, sus hermanos. La curtieron para que fuera fuerte, para que no tuviera que quedarse como la mayoría de ellos en el taller, con su padre. Para que al soportar palizas, pudiera levantarse por su propio pie después y poder asestar el último golpe. Aunque pronto descubrirían que lo suyo no eran los puños.

Pero había alguien con quien siempre se comportaba diferente. Un amor platónico donde los hubiera. Con él siempre discutía a todas horas y por cosas que se salían del sentido normal. Pero también lo consideraba un amigo y quizás hasta un hermano. Los sentimientos no era algo que pudiera entender, para aquel entonces, pues con solo doce años él estuvo a punto de matarla y ella aprendió la lección. Se volvió más fría, más cerrada. No dejaría que nadie nunca la hiriera de la forma en la que él lo hizo, porque no se lo merecía realmente. Sintió el abandono, cosa que también la marcó y cosa que muchos años después, consiguió disipar gracias al pequeño cachorro que le cedieron.

Gustos.
Adora a los felinos, aunque esto no parezca necesario remarcarlo. Dentro de los animales son los que más aprecia y con los que más a trabajado. De pequeña ya hacía sus pinitos enseñando a los gatos a extraer cosas de los sitios menos pensados. Pero aquello quedó poco a poco en el olvido mientras su padre trataba de enseñarle las cosas más absurdas imaginables, relacionadas con el oficio familiar. Pero aún así, siempre tiene debilidad por los mismos y es raro que pueda dejar a uno de ellos herido si se le pone en su camino.
Otra cosa que adora es que le soplen en la nariz. Puede parecer absurdo, pero es algo que los animales suelen odiar con bastante frecuencia y quizás lo desarrolló como gusto como contrapunto para diferenciarse de los mismos en una de esas crísis de personalidad propias de todos los adoslescentes. No obstante, aquel gusto es poco sabido por la gente, pues generalmente nadie va soplando a quien se encuentra en su camino en la nariz.
Algo excéntrico es que la gusta que la muerdan. No al punto de llegar a hacer sangre, claro. No tiene ni la más mínima idea de donde le viene este gusto, pero siente como su estómago se revuelve -para bien- cuando siente los dientes de alguien sobre su piel.
Le encantan los patitos de goma, como contrapunto al pavor que le siente a los patos reales. Y es que fue un regalo de alguien muy importante para ella. Un chico, noble. Cuando se enteró de su miedo hacia aquellos animales, le regaló un pequeño pato de goma para ver si poco a poco podía superarlo y por ello, les tiene pasión. Pero el patito de goma que le regalaron desapareció de manos de uno de sus hermanos a grito de que aquello era una tontería.
El helado de menta y chocolate, así como el de vainilla son verdaderas debilidades para ella. Podría pasarse el día comiéndolos y no la harían daño. Su madre solía hacer de vainilla y lo guardaba lejos de las manos de todos sus hijos, excepto para ella, la única chica, porque decía que a las mujeres les iban muy bien ese tipo de cosas. Y así lo ha mantenido, comiéndose un helado cada vez que puede.

Disgustos.
No le gustan los días de tormenta, porque esos días el mar se revuelve y los cargamentos ni llegan ni salen a tiempo. Aquello en su casa solo significaba una cosa: una paliza. Su padre estaba cabreado porque o bien no cobrarían porque no podían llevarse fuera lo que fabricaban o bien, que determinados materiales no llegaran a tiempo y por tanto, que se retrasara en su pedidos.
Tampoco soporta a las personas engreídas pero es algo que le viene de familia. Su padre tampoco decía soportarlos y se comportaba así pero ella nunca se lo reprochó. Si se lo reprochó a sus hermanos, no obstante, con más confianza. Y aun así, ella se plantea si realmente también es una engreída como el resto de su familia por lo que, indirectamente, se está llamando hipócrita todo el día.
Aunque no lo reconocía, le disgusta sentir cierta atracción por Haine Rammsteiner, hermano adoptivo. Aunque han pasado muchos años y realmente no sabe como se ha desarrollado pensar en él le produce cierto cosquilleo en la tripa. Sin dramas, porque no es amor, sino la falta de comprensión de sentimientos que con los años ha ido entendiendo. Así pues, por mucho que sus hermanos se lo siguieran preguntando ella seguiría poniéndose de morros, negando con la cabeza y advirtiendo que les daría una paliza si seguían tocando el tema.
Hay algo, entre los animales, que no puede ni ver. Ni asco ni pavor, podría definirse lo que siente, sino un sentimiento de repulsión que puede con ella. Hablamos de los patos. Sí, esos animales plumíferos de pico alargado y plano que andan moviendo el trasero de un lado a otro y que nadan con mucha gracilidad. Se puede suponer que, en algún momento tuvo una mala experiencia con ellos, aunque ni es pública ni conocida. Ella ni siquiera la recuerda, solo los ve y huye.
Algo inmaterial como un paragüas también es capaz de ponerle la carne de gallina. No se ve capaz de sostener uno por nada del mundo, aunque tampoco lo ha intentando. Los días de lluvia tiende a esconderse pero, este disgusto viene de que años atrás vio achicharrarse a un herrero que decidió salir a pasear con su paragüas metálico en medio de una gran tormenta eléctrica. Se puede ver como los más lógico del mundo, mas hasta ahora, no se ha visto capaz de hacerlo.


Habilidades.
Puede aguantar mucho tiempo la respiración bajo el agua. Ella no sabía nadar, pero su padre tuvo un “sueño premonitorio” que le advirtió que su hija moriría de aquella forma. Así que la enseñó a nadar, bueno, más bien su hermano mayor la enseñó. Aunque toda su concentración para la chica fue en enseñarla a aguantar la respiración, a relajarse ella y los latidos de su corazón bajo aquel líquido, sintiéndolo como algo propio y no como un ente extraño.
Tiene buena memoria y vista. Nunca olvida una cara y si está, la ve. Y aún así duda de poder reconocer caras después de que haya pasado un tiempo. No se ve capaz, simplemente, porque eso de buena vista y memoria no quiere decir que sea buena asociando a las personas las caras y nombres respectivos.
Prepara un té excelente. Porque no tiene más. Su madre le dedicó horas a inculcarle todos los movimientos de las ceremonias más antiguas de té, lo que conlleva a mucho tiempo preparando el mismo y, como quien dice, el maestro lo hace la práctica. Ella es modesta, en este sentido, pero adora tener una taza de té entre sus manos tanto como prepararlo, que es bastante, a decir verdad.
Se le da muy bien manejar el cuero. Le viene de su padre. Era un hobbie que tenía el hombre que le ayudaba a “costear” algunas pequeñas cosas extra a parte del dinero que podía conseguir con el trabajo. Un hobbie que poco a poco se desarrolló para ser desestresante y que acabó siendo justo lo contrario. A pesar de que se le “de bien”, no lo desarrolla. ¿Por qué? Porque cuando lo hacía junto a su progenitor, cada fallo era un grito.
Cantar. Nunca ha cantado con público pero, raramente, lo hace bien.. Le gusta cantarle a los animales los cuales no pueden darle una opinión realmente fiable de esto, pero esta es la única manera de provocarle el sueño al pequeño gato sin necesidad de darle algo caliente. Cantarle, sosteniéndolo contra su pecho es algo realmente normal, para la joven aunque lo dicho, siempre con algo de privacidad entre ambos, dado que no le gusta exponer esas cosas.

Torpezas.
Todo lo que tiene que ver con la belleza. ¿Hacerse la manicura? ¿Maquillarse? ¿Un peinado especial? Para ella está todo demasiado sobrevalorado. No comprenden la necesidad de los mismos... O eso es lo que dice porque, en la realidad proviene de una familia media, sin capacidad para lujos y por tanto, su madre nunca la enseñó nada de lo necesario para pintarse las uñas o maquillarse así que, raramente se la vería maquillada. Si se la  ve, es porque alguien se lo ha hecho, esa es la cuestión.
Su incapacidad de mantener las cosas en equilibro sobre sus manos. En su intento de “salir de casa” y ganar su propio dinero se decidió por ser camarera en una taberna y descubrió dos cosas: que los borrachos son más amables y pacientes de lo que parecen, y que no puede sostener una bandeja llena de cosas sobre sus manos. Es incapaz de mantener el equilibrio en algo así, haciéndola derramar todo sin más remedio.
Su falta de carisma para el baile. Puede que sepa cantar, pero nunca la verás bailar. Porque no solo se ve incapaz para ello, que nunca se ha molestado en aprender un paso cualquiera, aunque sea el más sencillo. Su torpeza se centra en eso, en la falta de práctica y en la vergüenza que siente para el mismo, que la hacen bailar mal todas las veces que lo ha intentando y, por consiguiente, no haciéndola bailar nunca más.
Su ineptitud a la hora de socializar. Es complemente incapaz de hablar con alguien sin acabar insultándola o irritándola. No es una de las mejores personas para eso de socializar o tener amigos mas con los animales es diferente, pues parece transformarse con los mismos para convertirse en algo que nunca había demostrado que sería: amable.
Su manejo de armas a distancia. Arcos, pistolas, rifles... Cualquier cosa de apuntar y disparar que implique un retroceso (no se aplica a los cuchillos), es para ella un arma inútil, sin duda. Incapaz de acertar a un gran punto rojo a más de un metro de distancia y no digo menos, porque estoy poniendo el ejemplo de un punto rojo muy grande.

Historia.
La vida comienza en el mismo instante en el que te comienzas a acordar de las cosas, porque sí, creo que es así. Cuesta pensar en lo que tienes y en lo que dejas pero cuando te dicen, con cuatro años -una edad medianamente reciente para comenzar a acordarte de las cosas- que tendrás un nuevo hermano te ilusionas. Aunque ese “hermano” vaya a tener un año más que tú y no vaya a ser un achuchable bebé. Pero lo ves y lo ignoras. Discutes, pero lo quieres, porque es lo que hacen los hermanos. Y creces. Marcas van apareciendo en tu cuerpo, pero no producto de él -todas ellas- sino producto de tus hermanos de sangre y de tu padre, cuando no le ayudas. Las infancias son un tema delicado cuando eres el cuarto hijo en una familia media de artesanos que dependen de un mar cambiante. Ella siempre vivió en la segunda muralla de Johota, isla grande Noth Blue. Ella residía junto a su familia en la segunda muralla de Celeste, una ciudad con tres anillos concéntricos que separaban las clases sociales.

Nació allí, por lo que al principio no tenía muy claro que era lo que pasaba entre aquellas grandes murallas. Pero sí tenía claro que su casa era decente porque su madre la mantenía limpia y ordenada. Que las cortinas siempre estaban limpias y olían a jabón y que el patio tenía pequeñas violetas, esparcidas por aquel prado de hierba que creía en desorden y que de vez en cuando su padre segaba. Pero aquella que parecía una vida feliz en una familia de seis miembros, ya con aquel “hermano adoptado” fue poco a poco sucumbiendo en la oscuridad. Los siguientes ocho años, ya plagados de recuerdos en su memoria, se dieron de maneras muy diversas. En muchos de los casos, estos recuerdos fueron marcados por los golpes de una pelea inacabada o los gritos de un ser querido. Su padre repudiándola, por ser mujer y más hábil con las armas que con sus quehaceres femeninos la llevaron a la investigación.

La muralla que daba a la parte más rica de la ciudad era infranqueable, o eso creía todo el mundo. Lo creían porque una persona normal no cabría por uno de los conductos de aguas, dejados allí para cuando la lluvia azotaba la isla, para evitar que aquello se convirtiera en una olla para sus habitantes. Ella pasaba cada día que no llovía y estaban secos, manteniendo intacta su ropa para explorar el otro lado. No le costó aprender las formas: a disculparse, a saludar con normalidad a todo el mundo como si fuera uno más... Hasta que lo conoció. Un chico un año mayor que ella paseaba con una preciosa espada a la espalda. Se veían todos los días, pasando inmutables el uno al lado del otro, pero un día hubo un pequeño revuelo en la calle, alguien se había colado -y no era ella- y había intentado robar a uno de aquellos ricos

Y cuando se encontraba observándolo, algo la tiró hacia atrás. Así le conoció, en un fuerte empujón que la arrastró hacia una de las zonas boscosas de aquel buen círculo, el central. No hablaron, durante sus primeros encuentros hasta que el chico reparó en algo, ella miraba su espada. Fue así como la enseñó a pelar, la enseñó a mantener la posición y a no retroceder ante los golpes más fuertes. La enseñó a utilizar la fuerza de los demás contra sí mismos y a repeler ataques usando también aquella fuerza. Ambos eran conscientes de la condición del otro: Alguien del primer y el segundo círculo nunca podrían ser amigos. Pero ellos no eran amigos, eran algo más. No se dieron cuenta hasta que llegaron a los doce años. Él ya tenía dos espadas, dado que su padre era un importante mercader y había conseguido traerle otra idéntica a la que él tenía, y se la regaló.

Aquel regalo supuso para ella la firma de un contrato, uno de una fuerte amistad... Que se vio desvanecido cuando encontraron al chico muerto. Un tiro en el pecho, un ajuste de cuentas, dijeron todos. Pero ella no lo creía. Y justo en ese momento no solo perdió también a uno de los hermanos, sino que la dejó con ella su primera gran cicatriz, imborrable. Tras una amarga pelea con Haine, el cual se había decidido a marchar, una de las cadenas que él utilizaba calló sobre uno de los fogones de la  herrería donde se pelean y estos impactaron en su pecho. Aquella cadena no solo quemó su ropa y su piel. No solo quemó su conciencia. No solo estuvo a punto de matarla, sino que además la quemó el alma. Sobrevivió gracias a lo cuidados de su madre y a las recetas de hierbas que había atesorado de su familia pues, a pesar de que tenían dinero, su padre se empeñó en que prefería verla muerta, a traerle un médico.

Y fue así como ella se refugió en los animales. Les enseñó a colarse por los conductos del agua que años atrás ella había usado para pasar a la zona buena y a robar objetos brillantes. Poco a poco, la joven con mucha paciencia se fue enriqueciendo, mas en solitario, dado que no podía decirle a nadie que tenía tales joyas ni tal dinero. Fue intercambiándolas por monedas hasta que un día, con ya veinte años lo vio. Su padre negociaba con un mercader que le solía traer sus materias primas y, en una de las cestas del hombre tenía un montón de cachorros un tanto oscuros y moteados. Ella supo lo que eran, a pesar de no haberlos visto nunca. Su madre, le contaba historias sobre ellos. Leopardos. Así fue como delante de su padre ella sacó una bolsa mediana de monedas y se la ofreció al mercader que, sorprendido de que la chica supiera que era ese animal decidió regalarle uno, el que ella eligiera. La advirtió que, desde tan pequeño, tendría que cuidarlo con atención, para hacerlo doméstico.

Pero allí todo cambió. Su padre se dio cuenta de que tenía dinero, mucho más que él y no reparó en empeño para volverla a incluir en la familia. Le regaló un arnés para cuando el gato fuera mayor, y una correa, dado que todo el mundo por allí tenía miedo del animal que ella siempre llevaba entre sus brazos. Así que decidió marcharse, en barcos, como ayudante de médico algo que sorprendentemente se le daba bien y, sin más, abandonó a su familia.

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Descripción del estilo de lucha.
Tiene por el momento dos estilos de lucha. No la gusta acabar con gente que no se lo merece por lo que, generalmente, el más usado será el primero que se muestra. No quiere restarle importancia al segundo, por supuesto, mas aquellas técnicas mortales podrían resultar demasiado para ella, no acostumbrada a matar con demasiada facilidad. La tercera técnica la aprendió por necesidad.

El primer estilo de lucha recibe el nombre de Shinai que es el nombre que recibe el arma para la práctica de un arte marcial. Este arma está compuesta de bañas de bambú unidas, por lo que sus golpes genéricamente no pueden describirse como mortales. Este estilo de lucha se compone en el golpeó con la katana enfundada de los puntos vitales del cuerpo, produciendo distintos efectos. Ella, normalmente, busca el desequilibrio y la inconsciencia del rival.

El segundo estilo de lucha recibe el nombre de Hissage, nombre de una kata de kendo que fue la primera que aprendió. Parecía simple, a primera vista, pero no lo era. Este estilo de lucha puede considerarse mortal en algunos casos pues se practica sin la funda de la katana. Busca el golpeo directo gracias a movimientos de defensa y ataque de la esgrima japonesa. Es una técnica de corta o media distancia.

El tercer estilo de lucha recibe el nombre de Knife cuya traducción es cuchillo lo que ya da una gran interpretación del arma que se utiliza. Es un intento de defensa a larga distancia (con su lanzamiento, aunque casi nunca sea del todo certero) sino que  también es a corta. Ella tiene la teoría de que da igual el tamaño del filo si lo apuntas contra la zona de piel indicada. Defensa y ataque.

Armas.
Posee dos tipos de armas y una de ellas es un juego. La primera y su arma principal es una katana que mide noventa centímetros (cosa que queda bastante larga, en ella) y que se compone de los típicos adheridos de una katana normal. Es un regalo, por lo que para ella además tiene un significado especial. Así mismo, posee un juego de cuchillos (5) que rondan los diez centímetros. Los utiliza desde arma secundaria en mano, como arrojadiza aunque, se puede entender que a menos que tenga el objetivo muy cerca, no dará en el blanco. También los usa, más bien, como arma disuasoria. Podemos ver un ejemplo de los cuchillos y uno de la katana.

Mas específicamente, después de haber observado las fotos podemos decir que se tratan de cuchillos curvos con una arandela en el mango y totalmente negros. No todo es metálico, sino que está recubierta la agarradera con una pequeña capa plástica que evita que el cuchillo se deslice por la mano a su antojo.

De la katana se puede decir que, a parte de rondar los noventa centímetros (bastante grande para ella), tiene una Tsuka (mango) con un final metálico también utilizable. Este tiene una forma de un felino al final. Es de color negro y no tiene grandes cosas más a destacar a parte del detalle del mango. Por su tamaño, no obstante, no puede llevarla a la cintura, lo que la hace tener que llevarla a la espalda. Para sus viajes, esta suele estar guardada en una funda discreta, que siempre lleva colgada.

Hakis.
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Haki observación nivel tres. > Time Skip 2014.

Pertenencias.
Un pequeño equipo médico para emergencias rápidas: véase vendas, desinfectante, alcohol, esparadrapo y unas tijeras. Es con lo que ha estado trabajando hasta ahora, ganándose unas monedas que no necesita solo para aparentar o para que los viajes en barco le salga más baratos.

Además tiene un pequeño arnés de cuero, regalo de su padre antes de marchar, al que se engancha una pequeña tira del mismo material, para cuando el cachorro sea más grande y pueda andar por sí mismo.

Un animal un cachorro de leopardo de un escaso mes (adecuado para que vaya creciendo según mi nivel de profesión y, en el más alto, poder usarlo en la pelea. Mientras tanto, no será más que un objeto que muerde y araña sin casi poder andar por sí mismo), al que todavía no ha puesto nombre. Aunque para sí, lo llama gato. Piensa que en un futuro, podrá ponerle el nombre adecuado. Puede verse como es el pequeño gato en este ejemplo.

También tiene un pequeño compartimento en su mochila de equipo médico para sus pertenencias (generalmente ropa) pero además tiene lo necesario para el cuidado del cachorro como un biberón, recambios del mismo, etc.

Y la última pertenencia a destacar que siempre llevaba es una bufanda roja, olvido de su “hermano adoptado” y la cual lleva como recuerdo quizás para una futura venganza.

Botín de partida.
— Collar aislante: Todo el que lo lleve no verá gran importancia al efecto del poder del rayo (electricidad) al menos que sea atacado de manera directa. Lo llevaran sus animales, en principio el cachorro de leopardo.
— Espada de plata {Regalo de Haine}: La plata es un elemento muy manipulable por la electricidad al punto de que, con altos voltajes, la joven podría llegar a cambiar la forma de la misma. Además, las heridas que haga a los hombres lobo o lobos mitológicos no podrán ser curadas de forma normal mientras permanezcan en su estado híbrido. De cualquier otra forma no es más que una espada normal. Lo aparenta, también. Imagen
— Una funda  con bobina magnética. Una funda aislante en su interior pero recubierta con una bobina magnética con un alcance de 20 metros. No es voluminosa ni pesada, posee capacidad para guardar sus dos katanas normales. Se activa cuando su poder se emite, describiendo un campo magnético concéntrico a su alrededor del tamaño descrito.

Sueños.
Como toda persona normal no solo posee un sueño, sino que tiene varios. Algunos más sencillos que otros, pero en general, no se salen de los parámetros de la normalidad, para ella. Porque para ella, pocas cosas son raras, realmente.

Aún así, se podría decir que su primer sueño viene a ser con su amor platónico, Haine. De pequeñita lo miraba fantaseando y pensando que algún día se casaría con él y tendría un par de críos, los cuales siempre tirarían al buen lado. También por el hecho de que quería demostrar a todo el mundo que ellos no se comportaría como el hombre que los había criado pero... Simplemente, juegos de críos y sueños pasajeros.

Sueña con ser inmune al dolor tanto físico como mental, otra forma de decir que quiere acabar muerta. Cree que una persona tiene un especie de interruptor para eso pues, en más de una ocasión contempló a uno de sus hermanos no levantar la voz ni la mirada, ante unos fuertes golpes. Desea ser así, más que nada, aunque tampoco desee volver a sentir esos golpes lacerando su piel.

Referido por: Haine Rammsteiner.

Nombre. Goro Goro no Mi.
Tipo. Logia
Apariencia.
Se puede ver un ejemplo de la fruta aquí.

Poder.
Dado que el poder queda perfectamente definido en la siguiente tabla, tan solo mencionaré que el fundamento del mismo es la electricidad (de los rayos): su control, manejo y poco a poco conversión con todo lo que ello representa.




"Gato" es el nombre de un leopardo de poco menos de tres años. Este ha adquirido recientemente un pequeño objeto, que le fue implantado debajo de la piel y que añade algunas modificaciones a su propio cuerpo y sus características.

Es una red de baterías que se extiende por debajo de la piel del felino y tienen el tamaño de una cerilla, siendo flexibles. Además tiene una toma de tierra que baja por las patas hasta las almohadillas. Todo este sistema no hace daño al felino. El gato, con las baterías activadas hace que el felino pueda dar "calambrazos" al tocarle, pero no puede manejarla. Las baterías se cargan con la propia energía de Eris, la cual puede utilizar cuando desee para atacar desde diferentes ángulos.

Gato es la mascota principal de Eris.

3 Secretos de Law
3 Rumble Ball

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