sinclair moon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Seguí volando hacía el bosque con mi camarada en brazos, sin embargo, algo pasó, no sé si sería la velocidad, un despiste mío, pero la cosa es que me estrellé contra un árbol y al que llevaba en brazos y yo, terminamos cayendo al suelo. En un primer momento no pensé en los rasguños que me había hecho, solo pensaba en mi camarada, al que parecía ser que se le había vuelto a abrir la herida, me acerqué a él rápidamente, pero antes volví a mi forma híbrida para no delatar nuestra posición y no deslumbrar a mi camarada:
- Lo siento compañero ¿estás bien?
Era evidente que no pues se le había abierto de nuevo la herida. Así que le volví a poner la mano, de la cual me salió una luz blanquecina y se la volví a cerrar, para que no le sangrase, después de hacer eso me senté a su lado y a lo lejos vi estallar una bomba en la plaza:
- Yo me había apuntado a esto porque pensé que sería divertido, pero esto es peor que el apocalipsis.
Volví la mirada hacia mi compañero y le dije:
- Por cierto, no nos hemos presentado me llamo Sinclair Moon.
De repente, vi a Takeshi y a un par de sujetos más que se dirigían a la plaza, o esa es la dirección que llevaban y lo único que me dijo takeshi es que cuidara de mi nakama herido. Era lo que iba a hacer, pues no podía hacer otra cosa. Quería unirme a la batalla, pero el sentido común me decía que no lo hiciera, pues en la plaza podría haber gente poderosa que de un solo golpe pudiese matarme, asi que esperaría sentado al lado de mi compañero de gremio y ver que nos deparaba el destino.
- Lo siento compañero ¿estás bien?
Era evidente que no pues se le había abierto de nuevo la herida. Así que le volví a poner la mano, de la cual me salió una luz blanquecina y se la volví a cerrar, para que no le sangrase, después de hacer eso me senté a su lado y a lo lejos vi estallar una bomba en la plaza:
- Yo me había apuntado a esto porque pensé que sería divertido, pero esto es peor que el apocalipsis.
Volví la mirada hacia mi compañero y le dije:
- Por cierto, no nos hemos presentado me llamo Sinclair Moon.
De repente, vi a Takeshi y a un par de sujetos más que se dirigían a la plaza, o esa es la dirección que llevaban y lo único que me dijo takeshi es que cuidara de mi nakama herido. Era lo que iba a hacer, pues no podía hacer otra cosa. Quería unirme a la batalla, pero el sentido común me decía que no lo hiciera, pues en la plaza podría haber gente poderosa que de un solo golpe pudiese matarme, asi que esperaría sentado al lado de mi compañero de gremio y ver que nos deparaba el destino.
Baozar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Inaga corría como alma que lleva el diablo, con cada explosión el monje sentía vibrar toda su alma, eso es lo que había querido desde un principio ser testigo de la historia que a partir de hoy se escribiría, le llenaba de orgullo y satisfacción ser testigo de un acto de tal calibre, como historiador y erudito no podía estar más eufórico. Al menos hasta que la onda expansiva de una explosión lo lanzo por los aires alzándolo hasta un tejado de los pocos edificios que seguían en pie.
Desde allí observó como un pirata al que ya conocía de una excavación en Old Mountain, atravesó el cuello y decapito al almirante supremo de la marina. No me lo podía creer, para más gracia otro pirata que iba con el, gritó algo que no pudo llegar a alcanzar a oír el monje, también pudo observar como un pirata al que no conocía intentaba salvar a la Yonkou del ataque de un vicealmirante, pero acabó matándola él. Todo esto carecía de sentido el mundo se había vuelto loco y el estaba en el ojo del huracán.
Aun pensando en los hecho varios marines sin rango pasaron alrededor de el pero no lo consiguieron ver por el humo y la metralla que salía propulsada, hecho que aprovecho el monje para cortarlos con sus garras de cuarzo dejando restos del cristalino material en sus cuerpos los que les causaría una agonía brutal, creyendo haberlos matado siguió su camino hasta que se reunió con Kedra y Vince. Una vez allí les conto lo sucedido que el almirante de la flota había muerto a manos de un supernova y la Yonkou había sufrido el mismo destino a manos de un pirata que él no conocía.
El monje ahora esperaba las ordenes de su capitán.
Desde allí observó como un pirata al que ya conocía de una excavación en Old Mountain, atravesó el cuello y decapito al almirante supremo de la marina. No me lo podía creer, para más gracia otro pirata que iba con el, gritó algo que no pudo llegar a alcanzar a oír el monje, también pudo observar como un pirata al que no conocía intentaba salvar a la Yonkou del ataque de un vicealmirante, pero acabó matándola él. Todo esto carecía de sentido el mundo se había vuelto loco y el estaba en el ojo del huracán.
Aun pensando en los hecho varios marines sin rango pasaron alrededor de el pero no lo consiguieron ver por el humo y la metralla que salía propulsada, hecho que aprovecho el monje para cortarlos con sus garras de cuarzo dejando restos del cristalino material en sus cuerpos los que les causaría una agonía brutal, creyendo haberlos matado siguió su camino hasta que se reunió con Kedra y Vince. Una vez allí les conto lo sucedido que el almirante de la flota había muerto a manos de un supernova y la Yonkou había sufrido el mismo destino a manos de un pirata que él no conocía.
El monje ahora esperaba las ordenes de su capitán.
Ikaru
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nuestro Camarada Sting fue directo casi a la muerte, se dirigio Directo a pelear con un Yonkou Aún a sabiendas de que su poder era bastante inferior incluso para los subordinados del Yonkou, pero a lo mejor podría tener un golpe de suerte y así poder ganarle o al menos huir si veia que las cosas no estaban demasiado bien. En ese momento le desee lo mejor, pero realmente es como si ya le estuviese dando por muerto. Pero ese no era el mayor de nuestros problemas. Estabamos en la estrada a un gran campo de batalla donde ya había muerto muchisima gente y seguramente algunos de nuestros camaradas que no estaban aquí con nosotros estarian peleando, debiamos darnos prisa para poder ayudarlos a todos y salir con vida de aqui todos juntos.
Rose, nos dio la primera Orden, ibamos a caminar hacía un edificio o mejor dicho el edifcio que estallo anteriormente sobre nosotros a ver si podíamos encontrar algo interesante. No era mala teniendo en cuenta que asi no nos meteriamos en medio de la carnaza de la plaza, pero entonces su Den Den Mushi y lo cogío. Desde donde estaba yo casi se podía escuchar todo lo que estaban diciendo y no es que fueran buenas noticias precisamente. Crim, el verdadero Capitan de la banda estaba totalmente malherido y a punto de morir seguramente por una batalla que hubiera tenido. Entonces Rose se acerco a mí y a Kryword y nos encomendo una tarea, Ir a salvar a Crimson, que se encontraba cerca de la plataforma de ejecución. Pero antes de que tomaramos nuestro camino, Rose se acerco a mi y me dio un pequeño botecito que tenia una extraña sustancia...la examine durante un instante pero pude saber lo que era con solo mirarla. Era un pequeño extracto de esencia de Skypia un extraño liquido del que solo había oido hablar en libros y en cuentos que contaban que tenia caracteristicas milagrosas capaz de curar cualquier herida e incluso revivir a los muertos. Pero eso no fue lo unico quie hizo la pelirroja, si no que también en un susurro me dijo que por favor salvara a crim, puse mi mano en su hombro un momento y la dije:
-Tranquila, puedes confiar en que lo salvare cueste lo que me cueste, Ahora nos vemos, yo ire al barco tras encontrar a Crim y darle el botecito y lo llevare conmigo, asi que os espero allí, sere lo más raudo que pueda
Tras eso me acerque a Kryword y le asentí dando por hecho de que ya estaba listo para ir a por Crim, por lo tanto comenzamos los dos a correr como Pudimos al sitio donde nos había indicado Rose que se encontraba y no tardamos demasiado en llegar ya que tampoco estaba demasiado lejos. Y al parecer nuestro Capitán tuvo demasiada suerte. Otras persona se encontraba con él y le estaba ayudando dandole unos primeros auxilios por lo que podría ser un médico... Un medico que vestia un uniforme demasiado raro...Pero como estaba ayudando a nuestro capitan, no me puse a preguntarle. Rapidamente me acerque a Crim agachandome y empezando a inspeccionar sus heridas. Realmente estaba bastante cruda la cosa. Saque un hilo y aguja de mi bolsillo y comence a intentar cerrar la mayoria de heridas más grandes que tenia para que deja de desangrarse,Sobretodo ese brazo que digamos que tenia suelto... Que fue el que mas me costo coserle de nuevo y reinplantarselo, pero no tarde mucho más de cinco minutos en hacerlo, si el poder de la esencia de Skypia era verdadero, entonces recuperaria toda la movilidad del brazo, pero lo que me preocupaba eran dos grandes heridas que tenia producidas por una especie de colmillo viendo la forma que tenian Por lo que pense que podría estar envenado y asi era, los colmillos había sido extraidos hace nada asi que el tipejo raro de al lado seguramente era quien tenía los colmillos y aunque hasta ahora había estado ignorandolo y centrado en recuperar algo a Crim para llevarmelo a el barco, le pregunte al otro médico:
-Gracias por darle esos primero Auxilios a nuestro Capitan le has salvado la vida realmente. Pero ahora tengo que preguntarte, ¿Tienes tú los colmillos con los que le han mordido? ¿Eres tan amable de darme uno?Lo necesito para que uno de mis camaradas desarrolle un antidoto... y por cierto voya darle este ahora que puedo...
Saque el pequeño botecito de la esencia de skypia y se lo di a beber... No se si surtiria verdadero efecto, pero teniamos que intentarlo. Entonces cogi a Crim en brazos con la mayor delicadeza posible y tras decirle un adios al tipejo raro comence a usar mi sound para salir inmediatamente del lugar para asi llegar hasta el barco...Intente darme toda la prisa pude y por en medio del Camino pude ver a Rose, pero yo estaba pasando paralelo a ella por lo que no pude cogerla y llevarla al barco también, pero intente no distraerme de nuevo y finalmente llegue al barco para dejar a Crim en la enfermeria y salir pitando de esa isla...
Rose, nos dio la primera Orden, ibamos a caminar hacía un edificio o mejor dicho el edifcio que estallo anteriormente sobre nosotros a ver si podíamos encontrar algo interesante. No era mala teniendo en cuenta que asi no nos meteriamos en medio de la carnaza de la plaza, pero entonces su Den Den Mushi y lo cogío. Desde donde estaba yo casi se podía escuchar todo lo que estaban diciendo y no es que fueran buenas noticias precisamente. Crim, el verdadero Capitan de la banda estaba totalmente malherido y a punto de morir seguramente por una batalla que hubiera tenido. Entonces Rose se acerco a mí y a Kryword y nos encomendo una tarea, Ir a salvar a Crimson, que se encontraba cerca de la plataforma de ejecución. Pero antes de que tomaramos nuestro camino, Rose se acerco a mi y me dio un pequeño botecito que tenia una extraña sustancia...la examine durante un instante pero pude saber lo que era con solo mirarla. Era un pequeño extracto de esencia de Skypia un extraño liquido del que solo había oido hablar en libros y en cuentos que contaban que tenia caracteristicas milagrosas capaz de curar cualquier herida e incluso revivir a los muertos. Pero eso no fue lo unico quie hizo la pelirroja, si no que también en un susurro me dijo que por favor salvara a crim, puse mi mano en su hombro un momento y la dije:
-Tranquila, puedes confiar en que lo salvare cueste lo que me cueste, Ahora nos vemos, yo ire al barco tras encontrar a Crim y darle el botecito y lo llevare conmigo, asi que os espero allí, sere lo más raudo que pueda
Tras eso me acerque a Kryword y le asentí dando por hecho de que ya estaba listo para ir a por Crim, por lo tanto comenzamos los dos a correr como Pudimos al sitio donde nos había indicado Rose que se encontraba y no tardamos demasiado en llegar ya que tampoco estaba demasiado lejos. Y al parecer nuestro Capitán tuvo demasiada suerte. Otras persona se encontraba con él y le estaba ayudando dandole unos primeros auxilios por lo que podría ser un médico... Un medico que vestia un uniforme demasiado raro...Pero como estaba ayudando a nuestro capitan, no me puse a preguntarle. Rapidamente me acerque a Crim agachandome y empezando a inspeccionar sus heridas. Realmente estaba bastante cruda la cosa. Saque un hilo y aguja de mi bolsillo y comence a intentar cerrar la mayoria de heridas más grandes que tenia para que deja de desangrarse,Sobretodo ese brazo que digamos que tenia suelto... Que fue el que mas me costo coserle de nuevo y reinplantarselo, pero no tarde mucho más de cinco minutos en hacerlo, si el poder de la esencia de Skypia era verdadero, entonces recuperaria toda la movilidad del brazo, pero lo que me preocupaba eran dos grandes heridas que tenia producidas por una especie de colmillo viendo la forma que tenian Por lo que pense que podría estar envenado y asi era, los colmillos había sido extraidos hace nada asi que el tipejo raro de al lado seguramente era quien tenía los colmillos y aunque hasta ahora había estado ignorandolo y centrado en recuperar algo a Crim para llevarmelo a el barco, le pregunte al otro médico:
-Gracias por darle esos primero Auxilios a nuestro Capitan le has salvado la vida realmente. Pero ahora tengo que preguntarte, ¿Tienes tú los colmillos con los que le han mordido? ¿Eres tan amable de darme uno?Lo necesito para que uno de mis camaradas desarrolle un antidoto... y por cierto voya darle este ahora que puedo...
Saque el pequeño botecito de la esencia de skypia y se lo di a beber... No se si surtiria verdadero efecto, pero teniamos que intentarlo. Entonces cogi a Crim en brazos con la mayor delicadeza posible y tras decirle un adios al tipejo raro comence a usar mi sound para salir inmediatamente del lugar para asi llegar hasta el barco...Intente darme toda la prisa pude y por en medio del Camino pude ver a Rose, pero yo estaba pasando paralelo a ella por lo que no pude cogerla y llevarla al barco también, pero intente no distraerme de nuevo y finalmente llegue al barco para dejar a Crim en la enfermeria y salir pitando de esa isla...
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Las explosiones dieron de lleno a Jack, y por un momento se dio por muerto. Sin embargo no sintió dolor. Ni siquiera notó su consciencia desvanecerse, como otras veces que estuvo al borde de la muerte. Tan sólo cayó de su camino de fuego, notando un fuerte pitido en los oídos. Tosió por el polvo levantado por los escombros, y entonces se fijó en que su cuerpo no era normal. Un poderoso caparazón protegía su torso, y sus brazos y piernas estaban recubiertos de escamas. De repente volvió a la normalidad. Se levantó, bastante impresionado. ¿Era ese el poder de su akuma? Debía ser una zoan... ¿tortuga tal vez?
- No tengo tiempo para darle vueltas a este enigma. Es un milagro que haya sobrevivido, y debo aprovecharlo.
Notó dolor en su hombro derecho. La transformación había hecho que la parte cyborg le hiciese daño en el punto que se unía con la carne. Ignoró el dolor, y volvió a avanzar hacia el cuartel con su camino de fuego. Corrió entre los edificios, y se puso su visor térmico. Entró entonces en el cuartel, saltando hacia una ventana y rompiéndola con su brazo cyborg. Se tapó la cara con el otro brazo y la capa para que no le saltasen cristales (recuerdo que el capa por dentro está llena de artilugios. O sea, pesa y tiene cosas) y cayó rodando en el interior. Cinco reclutas se giraron hacia él. Velozmente se sacó tres cuchillos y los lanzó, acertando a tres de los marines en puntos vitales. Entonces sacó un dial de humo y comenzó a llenar el cuartel de este. Activó su visión térmica, se acercó veloz pero sigilosamente a los otros dos y los asesinó cortándoles el cuello en la zona de la yugular con su machete. Aprovechó el humo para recuperar los tres cuchillos y avanzar por el cuartel. Detectaba presencias en el piso de arriba con su mantra, al que se dirigió corriendo. Sacó su segundo dial de humo, sin activarlo aun, y avanzó sigilosamente desactivando el visor. Se asomó por la esquina de la que llegaba el ruido y vio un pasillo abarrotado de marines frente a una puerta. Adivinó que alguno de sus compañeros debía estar tras ella, pues estaban intentando forzarla. Entonces un oficial pelirrojo dijo:
- Apartaos, voy a abrir la puerta, tengo unas ganzúas.
Entonces hizo un movimiento extraño, y varios proyectiles salieron de su cuerpo dejando paso libre. ¡Era un usuario! Jack frunció el ceño... recordaba a aquel oficial. Lo había visto en las cavernas de Takenuma. Además reconocía la presencia del interior de la habitación, ahora que se fijaba. Era Hiren. Activó su segundo dial y llenó el pasillo entero de humo. Entonces canalizó energía hacia todos sus cuchillos y shurikens a la vez, y activó su Ha no Arashi. Todas sus armas salieron de sus fundas y se elevaron en el aire. Tenía todo un arsenal preparado. Y activando su visor térmico de nuevo, pudo ver la posición de todos sus enemigos. Hizo un gesto con su mano derecha, y sus armas salieron disparadas hacia los enemigos a toda velocidad. Se quedó con el machete en una mano, y con la otra sacó su boleadora de acero.
- ¡Ha no Arashi: Steel Madness! ¡Hiren, vengo a salvarte! [AMF] [Haki armadura nivel 1]
- No tengo tiempo para darle vueltas a este enigma. Es un milagro que haya sobrevivido, y debo aprovecharlo.
Notó dolor en su hombro derecho. La transformación había hecho que la parte cyborg le hiciese daño en el punto que se unía con la carne. Ignoró el dolor, y volvió a avanzar hacia el cuartel con su camino de fuego. Corrió entre los edificios, y se puso su visor térmico. Entró entonces en el cuartel, saltando hacia una ventana y rompiéndola con su brazo cyborg. Se tapó la cara con el otro brazo y la capa para que no le saltasen cristales (recuerdo que el capa por dentro está llena de artilugios. O sea, pesa y tiene cosas) y cayó rodando en el interior. Cinco reclutas se giraron hacia él. Velozmente se sacó tres cuchillos y los lanzó, acertando a tres de los marines en puntos vitales. Entonces sacó un dial de humo y comenzó a llenar el cuartel de este. Activó su visión térmica, se acercó veloz pero sigilosamente a los otros dos y los asesinó cortándoles el cuello en la zona de la yugular con su machete. Aprovechó el humo para recuperar los tres cuchillos y avanzar por el cuartel. Detectaba presencias en el piso de arriba con su mantra, al que se dirigió corriendo. Sacó su segundo dial de humo, sin activarlo aun, y avanzó sigilosamente desactivando el visor. Se asomó por la esquina de la que llegaba el ruido y vio un pasillo abarrotado de marines frente a una puerta. Adivinó que alguno de sus compañeros debía estar tras ella, pues estaban intentando forzarla. Entonces un oficial pelirrojo dijo:
- Apartaos, voy a abrir la puerta, tengo unas ganzúas.
Entonces hizo un movimiento extraño, y varios proyectiles salieron de su cuerpo dejando paso libre. ¡Era un usuario! Jack frunció el ceño... recordaba a aquel oficial. Lo había visto en las cavernas de Takenuma. Además reconocía la presencia del interior de la habitación, ahora que se fijaba. Era Hiren. Activó su segundo dial y llenó el pasillo entero de humo. Entonces canalizó energía hacia todos sus cuchillos y shurikens a la vez, y activó su Ha no Arashi. Todas sus armas salieron de sus fundas y se elevaron en el aire. Tenía todo un arsenal preparado. Y activando su visor térmico de nuevo, pudo ver la posición de todos sus enemigos. Hizo un gesto con su mano derecha, y sus armas salieron disparadas hacia los enemigos a toda velocidad. Se quedó con el machete en una mano, y con la otra sacó su boleadora de acero.
- ¡Ha no Arashi: Steel Madness! ¡Hiren, vengo a salvarte! [AMF] [Haki armadura nivel 1]
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El lobo negro saltó a un lado rodando por el suelo llevándose las manos a la cabeza escuchando las explosiones de aquello llamado Halo. Gruñó con fuerza golpeando el sueño con los puños y agrietándolo un poco debido a su fuerza. Los oídos le pitaban de nuevo con tanta jodida explosión. Odiaba tener a veces aquellos sentidos tan buenos debido al poder de su fruta del diablo. Abrió los ojos mientras se levantaba frunciendo el ceño mientras ahora notaba el olor del monje acercarse. Suspiró sabiendo que por fin había llegado la hora que estaba esperando, la de recoger a los dos piratas de su tripulación. Simplemente se cruzó de brazos escuchando las palabras de su camarada, la yonkou había muerto. Eso era una buena noticia, todo perfecto, era lo mejor que había escuchado. Un objetivo menos, quedaban tres. Además dijo que un supernova había matado al almirante de la flota. Eso era perfecto, otro payaso ardiendo en el infierno, fuera quién fuera le estaba haciendo muchos favores. El castaño observó a sus hombres frunciendo el ceño mientras suspiraba despacio colocándose bien la capucha para después girarse.
- Muy bien, ya hemos estado aquí, creo que tras el espectáculo que habéis visto, lo mejor será que volvamos al barco. Debemos alejarnos de esta isla, ya han estallado muchos edificios y no sé si explotara la maldita isla entera. Ahora seguidme, volvemos al barco, esta no es nuestra guerra.
El chico lobo observó algunos de los edificios que habían caído, el fuego consumiendo la roca y el humo elevándose a los cielos, sin embargo la tormenta era bastante agradable. Los dorados ojos del castaño se entrecerraron pegando un suspiro de paz y tranquilidad, había logrado que sus hombres salieran ilesos. Por el momento pretendía largarse de una vez y dirigirse al Soul Of Demon y de esa forma poner rumbo al Norte. Las gotas de agua caían sobre los cabellos del chico lobo que mantenía su mirada al frente. Negó un poco con la cabeza mientras suspiraba y después se giraba para observar a sus dos camaradas. Por suerte pudo llegar a tiempo para hacer que Vince saliera de aquel barco y lo había encontrado, no sabía quién era el otro castaño pero por el momento prefería saber solo lo justo. No pensaba desactivar el haki hasta estar alejado de aquella isla, tal vez dentro de un tiempo volvería para arrasarla él mismo. Pero por el momento debían entrenar mucho, él y todos sus miembros, por lo que empezó a caminar despacio.
- Vamos, nos largamos de aquí chicos, esta isla está bastante maltratada y no tardaran mucho en surgir más explosiones, algo me lo dice.
Sus pisadas eran tranquilas y pretendía tomar un camino corto y sin problemas para dirigirse al barco y poder marcharse de la isla. De las islas del Norte había bastante que podían investigar ahora, el cielo estaba enfadado, las gotas caían con fuerza y el encapuchado blanco se dirigía a su barco despacio. Pretendía finalizar aquel viaje de locos iniciado por el monje y el cocinero ciego.
- Muy bien, ya hemos estado aquí, creo que tras el espectáculo que habéis visto, lo mejor será que volvamos al barco. Debemos alejarnos de esta isla, ya han estallado muchos edificios y no sé si explotara la maldita isla entera. Ahora seguidme, volvemos al barco, esta no es nuestra guerra.
El chico lobo observó algunos de los edificios que habían caído, el fuego consumiendo la roca y el humo elevándose a los cielos, sin embargo la tormenta era bastante agradable. Los dorados ojos del castaño se entrecerraron pegando un suspiro de paz y tranquilidad, había logrado que sus hombres salieran ilesos. Por el momento pretendía largarse de una vez y dirigirse al Soul Of Demon y de esa forma poner rumbo al Norte. Las gotas de agua caían sobre los cabellos del chico lobo que mantenía su mirada al frente. Negó un poco con la cabeza mientras suspiraba y después se giraba para observar a sus dos camaradas. Por suerte pudo llegar a tiempo para hacer que Vince saliera de aquel barco y lo había encontrado, no sabía quién era el otro castaño pero por el momento prefería saber solo lo justo. No pensaba desactivar el haki hasta estar alejado de aquella isla, tal vez dentro de un tiempo volvería para arrasarla él mismo. Pero por el momento debían entrenar mucho, él y todos sus miembros, por lo que empezó a caminar despacio.
- Vamos, nos largamos de aquí chicos, esta isla está bastante maltratada y no tardaran mucho en surgir más explosiones, algo me lo dice.
Sus pisadas eran tranquilas y pretendía tomar un camino corto y sin problemas para dirigirse al barco y poder marcharse de la isla. De las islas del Norte había bastante que podían investigar ahora, el cielo estaba enfadado, las gotas caían con fuerza y el encapuchado blanco se dirigía a su barco despacio. Pretendía finalizar aquel viaje de locos iniciado por el monje y el cocinero ciego.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Una escena dantesca se desarrollaba frente a él. El Almirante de Flota, asesinado por la espalda por un Supernova. Katrina Belatona asesinada. Su padre batiéndose en un duelo a muerte contra Crimson... y su capitán enfrentándose a un Almirante, un Vicealmirante y un Capitán marine con la ayuda del asesino del Almirante de Flota y un Yonkaikyo. El Vicealmirante, en un movimiento de una destreza digna de su padre, hirió a Drake. Aun encima, el Almirante de repente se preparó para atacar a Abyss, mientras se ponía en una posición extraña. Mucha gente cercana comenzó a tambalearse, y algunos se desmayaron. El propio Émile notó algo a pesar de la distancia. Una presencia poderosísima que le hizo notar un terror inenarrable. ¿Haki del rey? Eso parecía.
- Que... poder más terrorífico...
Tras recuperarse, se dio cuenta de que Drake estaba en serios apuros. Su padre también. Se vio en un serio dilema. ¿Su padre, al que debía mantener vivo para poder vengarse, o su capitán? Con un gruñido de rabia, decidió que su padre debía apañárselas solo. Tenía más probabilidades de sobrevivir que el joven espadachín. "Lucifer... préstame tu fuerza." Con una risa malévola, el Diablo acudió desde las profundidades de su encierro, y comenzó a bombear energía hacia él, como de costumbre. Pero esta vez, cuando el Demonio fue a tomar el control de su cuerpo, se encontró con una férrea resistencia. "No esta vez. Yo mando. Gracias por tu energía, sucio demonio." Lucifer rugió en su interior, y trató de desestabilizarlo insultándole y atacándole con frases hirientes acerca de su madre y de lo que le estaba haciendo en el infierno. Pero el chico simplemente lo ignoró. Estaba determinado a salvar a su capitán. De repente su cuerpo brilló y se transformó en un demonio alado de más de dos metros de altura y garras de acero.
Con un rugido de ira, saltó del edificio y voló a una velocidad brutal hacia Drake. Aleteó con fuerza para acelerar aun más, y extendió los brazos para agarrarlo al vuelo. Sobrevoló a los presentes y descendió en un brusco picado para recoger al chico, ascendiendo en una maniobra arriesgada y complicada que llevó a cabo con elegancia. Comenzó a ascender velozmente y puso rumbo al mar, a toda velocidad. No había tiempo que perder. Por si acaso, apuntó hacia atrás con una de sus pistolas, desenfundándola, y disparó un tiro de energía que explotó en el aire como una bengala, deslumbrando a todos los que le estuviesen mirando directamente. Aceleró, y miró a Drake. Este estaba débil, muy débil. Entre toses y escupiendo sangre, su capitán le dijo que fuese al puerto, y mencionó algo de la Perla. Émile siseó suavemente para hacerlo callar, y le dijo:
- No te fuerces a hablar o empeorarás tu herida, capitán - en el aire se giró hacia el Almirante y gritó, aprovechando la lejanía - ¡Por si no había quedado claro, renuncio a mi puesto! ¡Desde hoy soy un Kuzaku Funnen, y le juro lealtad a este hombre! ¡Podéis quedaros vuestro sucio título!
Tras decir eso, se giró velozmente y aceleró hacia el puerto, cubriendo a Drake con su cuerpo. Entonces vio a la Perla no muy lejos del muelle. Suspiró de alivio y descendió a máxima velocidad hacia allí, sabiendo que no le quedaba mucho tiempo de transformación. Aquel desagradable episodio de su vida y de la historia al parecer tocaba a su fin de una vez.
- Que... poder más terrorífico...
Tras recuperarse, se dio cuenta de que Drake estaba en serios apuros. Su padre también. Se vio en un serio dilema. ¿Su padre, al que debía mantener vivo para poder vengarse, o su capitán? Con un gruñido de rabia, decidió que su padre debía apañárselas solo. Tenía más probabilidades de sobrevivir que el joven espadachín. "Lucifer... préstame tu fuerza." Con una risa malévola, el Diablo acudió desde las profundidades de su encierro, y comenzó a bombear energía hacia él, como de costumbre. Pero esta vez, cuando el Demonio fue a tomar el control de su cuerpo, se encontró con una férrea resistencia. "No esta vez. Yo mando. Gracias por tu energía, sucio demonio." Lucifer rugió en su interior, y trató de desestabilizarlo insultándole y atacándole con frases hirientes acerca de su madre y de lo que le estaba haciendo en el infierno. Pero el chico simplemente lo ignoró. Estaba determinado a salvar a su capitán. De repente su cuerpo brilló y se transformó en un demonio alado de más de dos metros de altura y garras de acero.
- Spoiler:
Con un rugido de ira, saltó del edificio y voló a una velocidad brutal hacia Drake. Aleteó con fuerza para acelerar aun más, y extendió los brazos para agarrarlo al vuelo. Sobrevoló a los presentes y descendió en un brusco picado para recoger al chico, ascendiendo en una maniobra arriesgada y complicada que llevó a cabo con elegancia. Comenzó a ascender velozmente y puso rumbo al mar, a toda velocidad. No había tiempo que perder. Por si acaso, apuntó hacia atrás con una de sus pistolas, desenfundándola, y disparó un tiro de energía que explotó en el aire como una bengala, deslumbrando a todos los que le estuviesen mirando directamente. Aceleró, y miró a Drake. Este estaba débil, muy débil. Entre toses y escupiendo sangre, su capitán le dijo que fuese al puerto, y mencionó algo de la Perla. Émile siseó suavemente para hacerlo callar, y le dijo:
- No te fuerces a hablar o empeorarás tu herida, capitán - en el aire se giró hacia el Almirante y gritó, aprovechando la lejanía - ¡Por si no había quedado claro, renuncio a mi puesto! ¡Desde hoy soy un Kuzaku Funnen, y le juro lealtad a este hombre! ¡Podéis quedaros vuestro sucio título!
Tras decir eso, se giró velozmente y aceleró hacia el puerto, cubriendo a Drake con su cuerpo. Entonces vio a la Perla no muy lejos del muelle. Suspiró de alivio y descendió a máxima velocidad hacia allí, sabiendo que no le quedaba mucho tiempo de transformación. Aquel desagradable episodio de su vida y de la historia al parecer tocaba a su fin de una vez.
Derian Markov
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Hasta Drake encontraba un rival. Qué aburrimiento. Derian suspiró y se sentó en el tejado de un edificio. Comenzó a observar el lugar con mirada hosca. Sacó una botella de sangre y se puso a beber de ella mientras observaba las batallas. El Vicealmirante Quimera Karl y un pirata al que Derian no conocía se enfrentaban en un duelo aéreo bastante sangriento. Mientras tanto, uno de los Almirantes junto con algunos don nadie se enfrentaban a uno de los yonkaikyo (o más bien ex-yonkaikyo después de esa acción), y a dos Supernova. En serio, ¿es que no podía enfrentarse a ningún rival digno y de su talla? Estaba por largarse de la batalla.
- ¿En serio no hay NADIE libre?
De repente la solución llegó a sus oídos. Su gran oído de vampiro captó las palabras del Almirante Yamata. Barcos revolucionario al norte, y por otro lado el yonkou Zero. Eso cambiaba las cosas. "Volveré a por ti después, Drake" Comenzó a levitar en el aire y voló hacia el norte. Un yonkou era una presa interesante, pero incluso el egocéntrico Derian sabía que era un objetivo demasiado grande para él. La flota revolucionaria era un blanco más jugoso. Los rebeldes despertaban en él un desprecio frío y amargo, y disfrutaba aplastándolos como moscas. Serían una distracción interesante, un entretenimiento digno del conde Derian Markov. Con una sonrisa malévola, sacó una de las rumble balls que le había dado Alex y se la tomó:
Rumble Balls - Forma de Combate
Derian de repente pasó a tener un aspecto similar al de su forma humana, pero con cuernos y alas, además de bastante más corpulento y conservando los colmillos. En las manos llevaba dos hojas dobles, las cuales hizo desaparecer con un gesto. Se llevó la mano a la espalda y desenvainó la Kokuto Yoru. Pronto los barcos revolucionarios estuvieron frente a él. Con una sonrisa sanguinaria, se situó sobre la flota y comenzó a girar sobre sí mismo mientras lanzaba cortes hacia los barcos. Una lluvia de ondas cortantes verdes de gran tamaño comenzó a descender desde Derian hacia la flota. Si no hacían algo, la hundiría al completo en menos de un minuto.
- ¡Morid, escoria revolucionaria!
Lluvia cortabarcos [AB]
- ¿En serio no hay NADIE libre?
De repente la solución llegó a sus oídos. Su gran oído de vampiro captó las palabras del Almirante Yamata. Barcos revolucionario al norte, y por otro lado el yonkou Zero. Eso cambiaba las cosas. "Volveré a por ti después, Drake" Comenzó a levitar en el aire y voló hacia el norte. Un yonkou era una presa interesante, pero incluso el egocéntrico Derian sabía que era un objetivo demasiado grande para él. La flota revolucionaria era un blanco más jugoso. Los rebeldes despertaban en él un desprecio frío y amargo, y disfrutaba aplastándolos como moscas. Serían una distracción interesante, un entretenimiento digno del conde Derian Markov. Con una sonrisa malévola, sacó una de las rumble balls que le había dado Alex y se la tomó:
Rumble Balls - Forma de Combate
Derian de repente pasó a tener un aspecto similar al de su forma humana, pero con cuernos y alas, además de bastante más corpulento y conservando los colmillos. En las manos llevaba dos hojas dobles, las cuales hizo desaparecer con un gesto. Se llevó la mano a la espalda y desenvainó la Kokuto Yoru. Pronto los barcos revolucionarios estuvieron frente a él. Con una sonrisa sanguinaria, se situó sobre la flota y comenzó a girar sobre sí mismo mientras lanzaba cortes hacia los barcos. Una lluvia de ondas cortantes verdes de gran tamaño comenzó a descender desde Derian hacia la flota. Si no hacían algo, la hundiría al completo en menos de un minuto.
- ¡Morid, escoria revolucionaria!
Lluvia cortabarcos [AB]
El Cid
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
[Lo de subirme a un barco era para escapar de la explosión]
3 – 2 – 1 – 0 (PUMMM)
Un gran estruendo se escuchó por toda la isla, los edificios que bordeaban la ciudad se desmoronaron al unisonó, eso no podía ser más que una detonación controlada. Por suerte para el gigante en su zona no habían estallado los edificios, pero cuando alzo la vista al mar vio como la flota del Yonkou Zero estaba desembarcando.
-¿En serio? Estos piratas no dejan de venir.-- Le dijo a Babieca.
Con su nueva arma en la mano, el Cid empezó a repeler a los piratas que pasaban por su zona, muchos decidieron pasar de él y rodearlo, los que no sufrirían un golpe a plena potencia del Gigante que esperaba los mandara a volar, los movimientos del Cid eran agiles para su tamaño, pero no había ninguna sutileza en sus golpes, los cuales descargaba contra los piratas.
A su derecha se encontraba el agente Shiroi, el cual inútilmente pedía a los marines que se detuvieran, momento en el que aprovecho para decirle.
¡Shiroi no gastes saliva y usa tus armas!
Barrido de Arma (la cual desconozco los efectos) [AF]
3 – 2 – 1 – 0 (PUMMM)
Un gran estruendo se escuchó por toda la isla, los edificios que bordeaban la ciudad se desmoronaron al unisonó, eso no podía ser más que una detonación controlada. Por suerte para el gigante en su zona no habían estallado los edificios, pero cuando alzo la vista al mar vio como la flota del Yonkou Zero estaba desembarcando.
-¿En serio? Estos piratas no dejan de venir.-- Le dijo a Babieca.
Con su nueva arma en la mano, el Cid empezó a repeler a los piratas que pasaban por su zona, muchos decidieron pasar de él y rodearlo, los que no sufrirían un golpe a plena potencia del Gigante que esperaba los mandara a volar, los movimientos del Cid eran agiles para su tamaño, pero no había ninguna sutileza en sus golpes, los cuales descargaba contra los piratas.
A su derecha se encontraba el agente Shiroi, el cual inútilmente pedía a los marines que se detuvieran, momento en el que aprovecho para decirle.
¡Shiroi no gastes saliva y usa tus armas!
Barrido de Arma (la cual desconozco los efectos) [AF]
Vagadus Vares
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
“a la mierda con todo” pensaba mientras escuchaba las palabras de Inaga, las noticias eran buenas y malas, empezando con la muerte de la Yonkou y terminando con la muerte del almirante, “ojo por ojo desgraciados, espero que arda en el maldito infierno” pensaba lleno de resentimiento, al parecer aun no era lo demasiado fuerte como para intervenir, muchas auras se apagaban en esta isla, parecía como esa vez… en mi barco… con mi tripulación… con mi familia.
De pronto recordé la carta que tenía en el bolsillo, Kedra ordenó la retirada, esta isla era una verdadera catástrofe; era cierto que no era nuestra guerra, y que tampoco deberíamos arriesgar nuestras vidas en esta batalla ya inútil; el cielo estaba llorando por la muerte de una emperatriz, era demasiado triste, pero la escena era romántica, varios piratas, cazadores, marines, revolucionarios e integrantes de la cipher pol matándose entre sí, mientras que el ambiente era consumido por la furia y tristeza de aquellos que eran fieles a la emperatriz.
Me dispuse a “leer” el papel mientras avanzábamos al barco, nuestros asuntos ya se habían acabado aquí. Leí la carta con mi poder de Akuma no mi, era de mi abuelo, decía que me reuniera con él en una isla que no tiene nombre, donde la única manera de llegar es por accidente, si es que no conoces el camino. Terminando de leer la carta la destruí, rompiéndola en muchos pedazos y lanzándola al aire, donde la corriente la llevaría a no sé dónde, era mejor.
“jaque mate” me dije, haciendo referencia al discurso que le dije a Emile, los piratas habíamos perdido una emperatriz, pero los marines habían perdido a su único almirante de la flota, nuestros movimientos como piratas fueron mejores que los de la marina, y eso me agradaba, los marines se les ha bajado la moral, sus auras estaban en gran pesar. Detecte un gran aura volando hacia el puerto, “Emile, por fin lo decidiste” dije en mi mente, era un gran poder el que tenía, aunque muchos lo menospreciaban. Sabía que era Emile, el aura que portaba era la de su akuma no mi, el cual raramente peleaba por el control del cuerpo de Emile, lo cual se me hacía demasiado extraño, hasta ahora no había conocido un akuma no mi peleando con su portador, demasiadas cosas desconocía del mundo.
De pronto recordé la carta que tenía en el bolsillo, Kedra ordenó la retirada, esta isla era una verdadera catástrofe; era cierto que no era nuestra guerra, y que tampoco deberíamos arriesgar nuestras vidas en esta batalla ya inútil; el cielo estaba llorando por la muerte de una emperatriz, era demasiado triste, pero la escena era romántica, varios piratas, cazadores, marines, revolucionarios e integrantes de la cipher pol matándose entre sí, mientras que el ambiente era consumido por la furia y tristeza de aquellos que eran fieles a la emperatriz.
Me dispuse a “leer” el papel mientras avanzábamos al barco, nuestros asuntos ya se habían acabado aquí. Leí la carta con mi poder de Akuma no mi, era de mi abuelo, decía que me reuniera con él en una isla que no tiene nombre, donde la única manera de llegar es por accidente, si es que no conoces el camino. Terminando de leer la carta la destruí, rompiéndola en muchos pedazos y lanzándola al aire, donde la corriente la llevaría a no sé dónde, era mejor.
“jaque mate” me dije, haciendo referencia al discurso que le dije a Emile, los piratas habíamos perdido una emperatriz, pero los marines habían perdido a su único almirante de la flota, nuestros movimientos como piratas fueron mejores que los de la marina, y eso me agradaba, los marines se les ha bajado la moral, sus auras estaban en gran pesar. Detecte un gran aura volando hacia el puerto, “Emile, por fin lo decidiste” dije en mi mente, era un gran poder el que tenía, aunque muchos lo menospreciaban. Sabía que era Emile, el aura que portaba era la de su akuma no mi, el cual raramente peleaba por el control del cuerpo de Emile, lo cual se me hacía demasiado extraño, hasta ahora no había conocido un akuma no mi peleando con su portador, demasiadas cosas desconocía del mundo.
Alex14ac
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Todos corrieron en dirección al epicentro de la batalla y llegaron a la plaza. Toda la ciudad, antes hermosa, se había convertido en una humeante basura. Los escombros ocupaban todo el campo de vista y no había ni una zona a salvo. Mucho antes de llegar a su destino ya se podía observar lo que ocurría. Y, finalmente, llegaron. Krauser dio la orden y Alex saltó al centro sin importarle nada más. Había llegado su momento. Utilizó el poder de su fruta haciendo que las vibraciones recorrieran toda la plaza. Las pocas grietas que había se hicieron mayores y se escuchó el crujido de la roca. Los escombros se movieron y todo se sacudió alrededor del cazador. Alex había llegado.
-No esperaba entrar tan fuerte... sonríe y simula que lo has hecho a propósito para quedar bien- Se dijo a sí mismo.
Se levantó y miró el panorama, había combate por todas partes y algunos edificios derrumbándose. Vio un grupo de marines luchando contra algunos hombres mal vestidos. Corrió hacia ellos para apoyarlos. Al llegar encajó algunos puñetazos y patadas y no tardaron en eliminar a los criminales. Tras eso se lanzó a por otro grupo, estaba en auge. O al menos eso creía. Algo explotó cerca de él y lo lanzó varios metros hacia atrás. Se levantó dolorido y miró que el suelo estaba calcinado cerca de donde había estado él. Había ido de un pelo. Buscó a Krauser con la mirada, pero no encontraba a su amigo. Si le pasaba algo mucha gente iba a pagar por ello y Alex se encargaría de ser el verdugo.
Mientras buscaba alguien se lanzó a por él. Activó su Haki de Armadura para evitar un corte al nivel de su cintura. El siguiente golpe fue algo más... peligroso. La punta del arma impactó contra la ennegrecida zona en la que reposaban sus partes más delicadas. Bendito Haki. Asustado retrocedió y observó a su enemigo. Era un horrendo hombre de aspecto deteriorado y envejecido. Realmente no debía tener más de treinta años, pero aquellos dientes marrones, la piel quemada y el aspecto demacrado le hacía parecer un octogenario. El cazador de recompensas se lanzó a por él esquivando algunos cortes y deteniendo otros con la Armadura. Cuando tuvo la oportunidad encajó un gancho en la barbilla de su contrincante.
La situación era totalmente caótica, ni si quiera podía reconocer a los miembros de la "Justicia". Solo atacaba a los que luchaban directamente con marines para evitar herir a algún compañero o civil. ¿por qué no podían llevar algo que los identificara? una chapa con su nombre y su bando estilo "Alex Drachen. Cazador de recompensas". Tanto dinero invertido en armamento y tan poco invertido en cosas útiles... este mundo era increíblemente difícil de entender. Pero aquello no era lo preocupante, lo que de verdad atacaba a los nervios del cazador era que no podía averiguar hacia quién se ajustaba la balanza. Estaría el Gobierno Mundial agonizando o la victoria estaba próxima? Solo quedaba luchar hasta que todo terminara.
- Aquí ha llegado el señorito vibrador:
-No esperaba entrar tan fuerte... sonríe y simula que lo has hecho a propósito para quedar bien- Se dijo a sí mismo.
Se levantó y miró el panorama, había combate por todas partes y algunos edificios derrumbándose. Vio un grupo de marines luchando contra algunos hombres mal vestidos. Corrió hacia ellos para apoyarlos. Al llegar encajó algunos puñetazos y patadas y no tardaron en eliminar a los criminales. Tras eso se lanzó a por otro grupo, estaba en auge. O al menos eso creía. Algo explotó cerca de él y lo lanzó varios metros hacia atrás. Se levantó dolorido y miró que el suelo estaba calcinado cerca de donde había estado él. Había ido de un pelo. Buscó a Krauser con la mirada, pero no encontraba a su amigo. Si le pasaba algo mucha gente iba a pagar por ello y Alex se encargaría de ser el verdugo.
Mientras buscaba alguien se lanzó a por él. Activó su Haki de Armadura para evitar un corte al nivel de su cintura. El siguiente golpe fue algo más... peligroso. La punta del arma impactó contra la ennegrecida zona en la que reposaban sus partes más delicadas. Bendito Haki. Asustado retrocedió y observó a su enemigo. Era un horrendo hombre de aspecto deteriorado y envejecido. Realmente no debía tener más de treinta años, pero aquellos dientes marrones, la piel quemada y el aspecto demacrado le hacía parecer un octogenario. El cazador de recompensas se lanzó a por él esquivando algunos cortes y deteniendo otros con la Armadura. Cuando tuvo la oportunidad encajó un gancho en la barbilla de su contrincante.
La situación era totalmente caótica, ni si quiera podía reconocer a los miembros de la "Justicia". Solo atacaba a los que luchaban directamente con marines para evitar herir a algún compañero o civil. ¿por qué no podían llevar algo que los identificara? una chapa con su nombre y su bando estilo "Alex Drachen. Cazador de recompensas". Tanto dinero invertido en armamento y tan poco invertido en cosas útiles... este mundo era increíblemente difícil de entender. Pero aquello no era lo preocupante, lo que de verdad atacaba a los nervios del cazador era que no podía averiguar hacia quién se ajustaba la balanza. Estaría el Gobierno Mundial agonizando o la victoria estaba próxima? Solo quedaba luchar hasta que todo terminara.
Helado-chan
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA!- me reía y reía sin parar por la enorme hostia que me había metido; esos golpes que se da uno y en vez de llorar o quejarse lo que hace es reírse en el suelo dando vueltas como si fuera una maldita croqueta en un funesto intento de aliviar el dolor de, por ejemplo, el hueso de la risa. En mi caso no era ese, sino el coxis, un golpe casi perfecto el cual si lo hubiera recibido cualquier otro también me hubiera descojonado, pero en su cara.
Cuando me relajé un poco y logré dejar de reírme como un auténtico psicópata me levanté y miré a mi alrededor mientras me sobaba la zona dolorida, intentando averiguar dónde estaba más exactamente. No estaba muy lejos de la plaza, puede que incluso del muelle. En algún momento durante mi epiquérrima aventura en las profundidades del baño había empezado a llover y el cielo, casi despejado, se había llenado de nubes negras. El combate entre marines y piratas también había hecho de las suyas, pues cada vez más se escuchaban explosiones, gritos, entre otras muchas cosas.
Corrí durante un rato, pero justo antes de llegar a la plaza vi algo en el aire que no me dio demasiadas ganas de entrar: un ser alado con Drake en brazos.
-Así que esa es la verdadera forma de la zoan de Émile... Nunca la llegué a ver bien.
Iba volando en dirección al barco, o eso supuse ya que en aquella dirección se encontraba el muelle. De aquella isla probablemente las únicas personas que de verdad me importaban eran aquellos dos locos; uno de ellos parecía estar herido, y sabía que Émile después de usar su akuma se agota demasiado como para luchar. No iba a pasarle nada a ninguno mientras yo estuviera ahí.
En menos de tres segundos todo mi cuerpo comenzó rápidamente a envolverse en energía espiritual, mi llama de lluvia, y un segundo después comencé a correr. Mi velocidad se había casi duplicado, y en carrera no mucha gente podría alcanzarme.
-Ame no Honoo: Kaze no Ame.
Dejé bastante rápido la ciudad atrás, pero no sin algún que otro tropiezo tonto; por alguna razón más de la mitad de la misma estaba derruida, y la otra mitad empezó a derrumbarse al poco tiempo de yo haber comenzado mi carrera. Gracias a la agilidad que conseguía con Kaze no Ame no me costó mucho esquivar los escombros, pero aún así fue engorroso.
Y al final llegué al puerto, había gran cantidad de barcos marines, pero había algo que no me daba buena espina. Vi a Émile caer sobre la Perla y pocos segundos después ya estaba yo ahí. Caí de un salto y justo tras eso la energía que me envolvía se disolvió de golpe, como si mi llama se hubiera fundido con la lluvia.
-Buenas tardes, o noches. No sé qué será con esta tormenta.- comenté esbozando una sonrisa mientras me acercaba a Émile y a Drake con una mano apoyada en la katana que había colocado en la parte contraria a donde se encontraba mi martillo. -Si te contara donde he estado durante la ejecución ni te lo creerías...
Cuando me relajé un poco y logré dejar de reírme como un auténtico psicópata me levanté y miré a mi alrededor mientras me sobaba la zona dolorida, intentando averiguar dónde estaba más exactamente. No estaba muy lejos de la plaza, puede que incluso del muelle. En algún momento durante mi epiquérrima aventura en las profundidades del baño había empezado a llover y el cielo, casi despejado, se había llenado de nubes negras. El combate entre marines y piratas también había hecho de las suyas, pues cada vez más se escuchaban explosiones, gritos, entre otras muchas cosas.
Corrí durante un rato, pero justo antes de llegar a la plaza vi algo en el aire que no me dio demasiadas ganas de entrar: un ser alado con Drake en brazos.
-Así que esa es la verdadera forma de la zoan de Émile... Nunca la llegué a ver bien.
Iba volando en dirección al barco, o eso supuse ya que en aquella dirección se encontraba el muelle. De aquella isla probablemente las únicas personas que de verdad me importaban eran aquellos dos locos; uno de ellos parecía estar herido, y sabía que Émile después de usar su akuma se agota demasiado como para luchar. No iba a pasarle nada a ninguno mientras yo estuviera ahí.
En menos de tres segundos todo mi cuerpo comenzó rápidamente a envolverse en energía espiritual, mi llama de lluvia, y un segundo después comencé a correr. Mi velocidad se había casi duplicado, y en carrera no mucha gente podría alcanzarme.
-Ame no Honoo: Kaze no Ame.
Dejé bastante rápido la ciudad atrás, pero no sin algún que otro tropiezo tonto; por alguna razón más de la mitad de la misma estaba derruida, y la otra mitad empezó a derrumbarse al poco tiempo de yo haber comenzado mi carrera. Gracias a la agilidad que conseguía con Kaze no Ame no me costó mucho esquivar los escombros, pero aún así fue engorroso.
Y al final llegué al puerto, había gran cantidad de barcos marines, pero había algo que no me daba buena espina. Vi a Émile caer sobre la Perla y pocos segundos después ya estaba yo ahí. Caí de un salto y justo tras eso la energía que me envolvía se disolvió de golpe, como si mi llama se hubiera fundido con la lluvia.
-Buenas tardes, o noches. No sé qué será con esta tormenta.- comenté esbozando una sonrisa mientras me acercaba a Émile y a Drake con una mano apoyada en la katana que había colocado en la parte contraria a donde se encontraba mi martillo. -Si te contara donde he estado durante la ejecución ni te lo creerías...
Kaiser
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Explosiones por doquier. Una explosión más, tan fuerte que todo el suelo a mis pies tembló con fuerza, haciéndome caer. Me levanté y maldije aquella isla. Solo nos había traído problemas, y no había indicios de una recompensa que valiese la pena, de hecho, mi ojos se tornaron como platos al ver la plaza desde más cerca y sin tanto polvo. No daba crédito a lo que visualizaba, la yonkou había muerto. Desconocía el motivo, pero era lógico que la habían matado antes de la ejecución. Todo había sido una pérdida de tiempo, ya no podría conseguir la alianza con Opprimire y había perdido la gran oportunidad para alzarme a la cima. Aún tenía varias oportunidades, había mucha gente importante en aquella plaza, algunos incluso agonizaban o simplemente estaban heridos, otros incluso estaban en medio de un combate, ocasión que podría aprovechar para atacar por la espalda, pero ya no merecía la pena arriesgar la vida por tan poco. Muchos de los que allí habían, podrían matarme con suma facilidad y el principal motivo por el que había venido aquí junto a Cánabar, había fracasado.
-Katrina ha muerto.- Dije yo, breve y conciso, cerrando los puños por rabia y mostrando mis afilados dientes.
Cierto es que la ira empezaba a reinar en mi interior. Habían frustrado mis planes y había demasiados humanos. El cuerpo me pedía sangre, ansiaba acabar con toda aquella escoria, y más con el insolente que había acabado con la vida de la emperadora, mas no sabía quien había sido. Me puse las manos sobre la cara e intenté calmarme. Todo había salido mal y cada explosión que azotaba la ciudad, me cabreaba aún más.
-Cánabar, escúchame bien.- Dije para atraer la atención del tiburón. -Estoy muy cabreado, estoy jodidamente cabreado. Estoy tan cabreado que podría saltar a la plaza y arrancarle la yugular a los mismísimos almirantes, y para evitar que cometa una gilipollez, nos vamos a ir.- Añadí, soltando un leve suspiro. -Esto ya no tiene sentido y ahí hay demasiada gente poderosa, con los cuales no ganaríamos más que problemas, así que dejemos a un lado todo esto y larguémonos antes de que la cosa empeore.- Finalicé, dando media vuelta y empezando a caminar hacia el lado opuesto de la plaza.
Caminaba a paso lento, contemplando aquella ciudad tan grande, que un día se convirtió en la más famosa y que ahora yacía en ruinas. Loguetown había sufrido el impacto de un nuevo amanecer, había sentido en su propia piel, la ira de los más fuertes que darían paso a nuevas promesas. Nosotros eramos parte de aquellos que marcarían un después, y si moríamos allí, seríamos olvidados. -Me he quedado con la cara de todos ellos... Algún día los mataré a todos. Sobretodo al que mató a Katrina, porque si descubro quien ha sido... Le faltará mundo para correr.- Decía yo, golpeando poco después una columna de piedra caída, rompiéndola en pedazos al sentir una nueva vibración.
-Katrina ha muerto.- Dije yo, breve y conciso, cerrando los puños por rabia y mostrando mis afilados dientes.
Cierto es que la ira empezaba a reinar en mi interior. Habían frustrado mis planes y había demasiados humanos. El cuerpo me pedía sangre, ansiaba acabar con toda aquella escoria, y más con el insolente que había acabado con la vida de la emperadora, mas no sabía quien había sido. Me puse las manos sobre la cara e intenté calmarme. Todo había salido mal y cada explosión que azotaba la ciudad, me cabreaba aún más.
-Cánabar, escúchame bien.- Dije para atraer la atención del tiburón. -Estoy muy cabreado, estoy jodidamente cabreado. Estoy tan cabreado que podría saltar a la plaza y arrancarle la yugular a los mismísimos almirantes, y para evitar que cometa una gilipollez, nos vamos a ir.- Añadí, soltando un leve suspiro. -Esto ya no tiene sentido y ahí hay demasiada gente poderosa, con los cuales no ganaríamos más que problemas, así que dejemos a un lado todo esto y larguémonos antes de que la cosa empeore.- Finalicé, dando media vuelta y empezando a caminar hacia el lado opuesto de la plaza.
Caminaba a paso lento, contemplando aquella ciudad tan grande, que un día se convirtió en la más famosa y que ahora yacía en ruinas. Loguetown había sufrido el impacto de un nuevo amanecer, había sentido en su propia piel, la ira de los más fuertes que darían paso a nuevas promesas. Nosotros eramos parte de aquellos que marcarían un después, y si moríamos allí, seríamos olvidados. -Me he quedado con la cara de todos ellos... Algún día los mataré a todos. Sobretodo al que mató a Katrina, porque si descubro quien ha sido... Le faltará mundo para correr.- Decía yo, golpeando poco después una columna de piedra caída, rompiéndola en pedazos al sentir una nueva vibración.
Cánabar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Cuando Cánabar estaba preparado para saltar a la acción na vibración recorrió todo el suelo haciendo que temblara algo bajo sus pies. ¿Qué había sido eso, más bombas? No, era algo diferente. la plaza se estaba llenando de más gente que luchaba al lado de la Marina. Estaba claro que la "guerra" había terminado antes de empezar. tal y como temía el gyojin tiburón, no iban a luchar. Eso era frustrante, pero no podía hacer nada por evitarlo mas que morir como un idiota. Kaiser confirmó sus sospechas y ordenó que se fueran después de soltar algunos improperios y maldiciones. Estaba realmente furioso y parecía a punto de saltar en medio de todo y matar a cualquiera que se pusiera por medio.
Cánabar comenzó la marcha hacia el puerto. La decepción que sentía era horrible, como si algo le ardiera dentro. Pero... podía dar la vuelta y hacer lo que deseaba. Solo tenía que correr y rebanar cabezas. Aunque era demasiado estúpido. Definitivamente, no podía marcharse así, algo debía hacer. y se le ocurrió qué. El puerto estaba plagado de barcos. Sería una lástima que la gente no pudiera salir de la isla. Si llegaban más piratas la Marina lo tendría complicado en el combate naval si no poseían naves. Y los piratas que intentaran huir... serían menos competencia. Sí, era la mejor idea que se le podría haber ocurrido.
-Kaiser, espera, no nos vamos a ir con las manos vacías. Sería una pena que algunos barcos del puerto... se hundieran, ¿verdad?- Dijo con una sonrisa pícara.
Dicho eso empezó a correr en dirección al muelle. Tardó unos minutos en llegar, pero saboreó cada segundo pensando en lo que estaba a punto de hacer. Saltó al agua con el arma en la mano. le encantaba sentir el frescor del mar y la sal rozando su piel. Observó la quilla de las naves. Había unas cuantas sin kairoseki, esas serían su objetivo. nadó tan rápido como pudo y atravesó la madera de los barcos con su espada haciendo que el agua se filtrara a través de las grietas. Hizo tantos cortes como pudo y no cambiaba de nave hasta ver cómo empezaba a hundirse la anterior. Fue cuando vio una nave de color rosa. Era jugosa y muy llamativa. ¿Qué tal quedaría bajo el mar? Seguro que sería una perla preciosa.
Pero no, le pareció graciosa y la dejó intacta. Quería conocer a la clase de gente que viajaba en un barco de ese color. Después vio uno de tonos negruzcos igual que sus velas. También era muy llamativo, e igual lo dejó intacto. Le gustaba, quizás se apoderara de él más tarde. Después de todo era un barco más que óptimo para Atesaki. Aunque también adornaría el fondo del mar... pero siguió con los barcos que tenía al alcance, tanto barcos piratas como naves marines, no indiscriminada. Todo lo que tuviera madera y fuera rompible cedía ante su espada. Seguro que Kaiser se lo estaba pasando tan bien como él, al menos podían hacer algo en vez de marcharse sin nada. Cuando terminó se alejó algo del pueblo mientras observaba su obra.
Cánabar comenzó la marcha hacia el puerto. La decepción que sentía era horrible, como si algo le ardiera dentro. Pero... podía dar la vuelta y hacer lo que deseaba. Solo tenía que correr y rebanar cabezas. Aunque era demasiado estúpido. Definitivamente, no podía marcharse así, algo debía hacer. y se le ocurrió qué. El puerto estaba plagado de barcos. Sería una lástima que la gente no pudiera salir de la isla. Si llegaban más piratas la Marina lo tendría complicado en el combate naval si no poseían naves. Y los piratas que intentaran huir... serían menos competencia. Sí, era la mejor idea que se le podría haber ocurrido.
-Kaiser, espera, no nos vamos a ir con las manos vacías. Sería una pena que algunos barcos del puerto... se hundieran, ¿verdad?- Dijo con una sonrisa pícara.
Dicho eso empezó a correr en dirección al muelle. Tardó unos minutos en llegar, pero saboreó cada segundo pensando en lo que estaba a punto de hacer. Saltó al agua con el arma en la mano. le encantaba sentir el frescor del mar y la sal rozando su piel. Observó la quilla de las naves. Había unas cuantas sin kairoseki, esas serían su objetivo. nadó tan rápido como pudo y atravesó la madera de los barcos con su espada haciendo que el agua se filtrara a través de las grietas. Hizo tantos cortes como pudo y no cambiaba de nave hasta ver cómo empezaba a hundirse la anterior. Fue cuando vio una nave de color rosa. Era jugosa y muy llamativa. ¿Qué tal quedaría bajo el mar? Seguro que sería una perla preciosa.
Pero no, le pareció graciosa y la dejó intacta. Quería conocer a la clase de gente que viajaba en un barco de ese color. Después vio uno de tonos negruzcos igual que sus velas. También era muy llamativo, e igual lo dejó intacto. Le gustaba, quizás se apoderara de él más tarde. Después de todo era un barco más que óptimo para Atesaki. Aunque también adornaría el fondo del mar... pero siguió con los barcos que tenía al alcance, tanto barcos piratas como naves marines, no indiscriminada. Todo lo que tuviera madera y fuera rompible cedía ante su espada. Seguro que Kaiser se lo estaba pasando tan bien como él, al menos podían hacer algo en vez de marcharse sin nada. Cuando terminó se alejó algo del pueblo mientras observaba su obra.
Garland Blain
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Solo buscaba una respuesta y todo se desenvolvió en más caos. Degollaron al mismísimo almirante de la flota, con tal facilidad que costaba creérselo, mataron a Katrina antes de ser ejecutada y los dos almirantes libraban batalla, uno contra el shichibukai Kirito, y el otro contra los insolentes que habían matado a uno de los mandamases de la marina, de los cuales, uno de ellos, era nada más y nada menos que Sharp D. Drake, aunque esta vez estaba frente a un almirante. Todo había sucedido demasiado rápido, por no mencionar la devastadora destrucción de explosiones que sufrió Loguetown, que había quedado reducido a cenizas. Suerte que todos o la gran mayoría de civiles habían evacuado la ciudad, de lo contrario, no hubieran tenido oportunidad de sobrevivir. Pensé en ir en su ayuda visto su desventaja numérica, aun siendo un almirante, pero me sorprendieron varios piratas de la tripulación de Zero que se dedicaron a matar a los pocos marines que aún quedaban con vida. -No, eso sí que no ¡Por encima de mi cadáver!- Grité, lanzándome contra aquellas alimañas, cargando mi martillo contra ellos.
Aprovechando el factor sorpresa, alcancé a uno de ellos con el martillo, hundiendo la cabeza de este en sus costillas, provocándole un intenso dolor, pero no era suficiente, un segundo golpe en la misma parte, acabó por romperle los huesos y cuando se vio incapaz de reaccionar, aplasté su cráneo contra el suelo. -No seré tan benévolo, no habrá juicio para vosotros, la sentencia ya está marcada, y vuestro castigo será la muerte.- Dije yo, hablando con todos aquellos piratas, a los cuales no debía subestimar, pues si eran miembros de una banda tan poderosa, no serían para nada débiles, aunque parecían el eslabón más insignificante de la banda. La carne de cañón. Uno de ellos se abalanzó sobre mí, cargando un sable e intentando cortarme en vertical. Detuve la hoja con mi martillo y tras un empujón, aprovechando mi superioridad en fuerza física bajé el martillo y golpeé en el mentón de aquel hombre, destrozándole la mandíbula y dejándolo por los suelos. Dos más intentaron lo mismo, pero aquellos dos eran más rápidos y no tuve tiempo de detenerlos a ambos. Paré a uno, pero el otro consiguió asestarme un corte a la altura del estómago, poco profundo para mi suerte, aunque no era tan buena, pues un tercer pirata intentó atravesarme con una cimitarra, pero una extraña vibración nos hizo perder el equilibrio a todos, más a ellos, que al ser de constitución media, cayeron al suelo, momento que aproveché para pegarles un par de puñetazos explosivos para quitármelos del medio.
Miré hacia atrás y allí estaba el creador del seísmo. Un hombre adulto, de cabello moreno, de complexión fuerte y con vestimentas de viajero. No debía ser un enemigo, ya que empezó a pelear contra los piratas poco después de su entrada triunfal. Pero no era él el único que entró en la plaza. Junto a él, llegaba un gran grupo de refuerzos para la marina. Esbocé una sonrisa y me preparé para continuar el combate. Serían de gran ayuda. Pude observar que el moreno se desenvolvía bien en combate cuerpo a cuerpo, pero intentaron atacarle por la espalda. -¡Cuidado!- Exclamé hacia él, esperando que ser percatara, a la vez que me acercaba hacia él y lanzaba mi martillo con fuerza hacia el agresor, el cual recibió un fortísimo impacto de este y no pudo realizar su ataque. -Garland Blain, teniente primero de la marina. ¿Puedo saber su nombre, joven?- Dije yo, iniciando una conversación para poder conocer a ese aliado que parecía poseer un gran poder. Agarré el martillo y lo levanté para acto seguido, dejarlo caer sobre el cuerpo de aquel pirata que había intentado matar por la espalda a ese hombre.
-La cosa se está poniendo fea, aunque con estos refuerzos, puede que la balanza se incline hacia nuestra victoria.- Mencioné, observando el panorama.
Aprovechando el factor sorpresa, alcancé a uno de ellos con el martillo, hundiendo la cabeza de este en sus costillas, provocándole un intenso dolor, pero no era suficiente, un segundo golpe en la misma parte, acabó por romperle los huesos y cuando se vio incapaz de reaccionar, aplasté su cráneo contra el suelo. -No seré tan benévolo, no habrá juicio para vosotros, la sentencia ya está marcada, y vuestro castigo será la muerte.- Dije yo, hablando con todos aquellos piratas, a los cuales no debía subestimar, pues si eran miembros de una banda tan poderosa, no serían para nada débiles, aunque parecían el eslabón más insignificante de la banda. La carne de cañón. Uno de ellos se abalanzó sobre mí, cargando un sable e intentando cortarme en vertical. Detuve la hoja con mi martillo y tras un empujón, aprovechando mi superioridad en fuerza física bajé el martillo y golpeé en el mentón de aquel hombre, destrozándole la mandíbula y dejándolo por los suelos. Dos más intentaron lo mismo, pero aquellos dos eran más rápidos y no tuve tiempo de detenerlos a ambos. Paré a uno, pero el otro consiguió asestarme un corte a la altura del estómago, poco profundo para mi suerte, aunque no era tan buena, pues un tercer pirata intentó atravesarme con una cimitarra, pero una extraña vibración nos hizo perder el equilibrio a todos, más a ellos, que al ser de constitución media, cayeron al suelo, momento que aproveché para pegarles un par de puñetazos explosivos para quitármelos del medio.
Miré hacia atrás y allí estaba el creador del seísmo. Un hombre adulto, de cabello moreno, de complexión fuerte y con vestimentas de viajero. No debía ser un enemigo, ya que empezó a pelear contra los piratas poco después de su entrada triunfal. Pero no era él el único que entró en la plaza. Junto a él, llegaba un gran grupo de refuerzos para la marina. Esbocé una sonrisa y me preparé para continuar el combate. Serían de gran ayuda. Pude observar que el moreno se desenvolvía bien en combate cuerpo a cuerpo, pero intentaron atacarle por la espalda. -¡Cuidado!- Exclamé hacia él, esperando que ser percatara, a la vez que me acercaba hacia él y lanzaba mi martillo con fuerza hacia el agresor, el cual recibió un fortísimo impacto de este y no pudo realizar su ataque. -Garland Blain, teniente primero de la marina. ¿Puedo saber su nombre, joven?- Dije yo, iniciando una conversación para poder conocer a ese aliado que parecía poseer un gran poder. Agarré el martillo y lo levanté para acto seguido, dejarlo caer sobre el cuerpo de aquel pirata que había intentado matar por la espalda a ese hombre.
-La cosa se está poniendo fea, aunque con estos refuerzos, puede que la balanza se incline hacia nuestra victoria.- Mencioné, observando el panorama.
Deadpool
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Crimson estaba muy mal, la gran mayoría de las heridas estaban sanadas pero el brazo no estaba del todo curado, vio un bulto en la chaqueta de su amigo, este le apartó la chaqueta para ver que ocultaba debajo de ella. Crimson llevaba su brazo en una sección de la chaqueta, esto era una buena señal, si ese tal pelo pincho que había nombrado Crimson era cirujano podría volvérselo a colocar, tenía que crear el antídoto antes de que viniera, a un que no quería dejarlo solo.
--Crimson, sigues siendo un fantasma hasta en el borde de la muerte, si sales vivo de esta nos iremos de fiesta para celebrarlo, ya sabes como son mis fiestas, por lo que no pretendas morir... Por que como lo hagas juro que siempre me iré a tu tumba a follarme a todas esas rubias que tanto te gustaban y querías para ti- Suspiró mientras se levantaba y acercaba su espada Rebelión. – Será mejor que se la entregues tu en persona, voy a tener que dejarte un momento aquí solo, tus compañeros tardan mucho y el veneno no espera, tengo que irme a crear el antídoto.
Deadpool miró a su alrededor buscando algún hospital, donde poder preparar el antídoto, usó su Kamisori para poder encontrar por el aire alguno, con suerte no demoro mas de 30 segundos buscando hasta que lo encontró, el hospital se encontraba un poco al sur y por suerte no estaba destruido. Entró y vio que estaba totalmente vacio, todos los ciudadanos al parecer se habían marchado por causa de las explosiones, posiblemente los marines los abrían sacado, recorrió los pasillos a toda velocidad buscando de habitación en habitación alguna sala que fuera laboratorio.
Había pasado 1 minuto desde que se separó, con suerte encontró el laboratorio del Hospital, Crimson tendría alrededor de 15 minutos o como mucho 20 de vida, tenía que ponerse a ello y muy rápido.
Cogió un tubo de ensayo de los estantes del laboratorio, este lo colocó en la mesa y saco una daga, se dio un corte en la palma de la mano, haciendo que el guante se rajase y saliese la sangre de la herida, echó su sangre dentro del tubo de ensayo llenándolo este un cuarto, sacó el bote hermético con el veneno y echó una gota en la sangre del bote, tenía que comprobar que hacia ese veneno. Deadpool empezó a menear el tubo y la sangre de esta se coaguló, eso significaba que era un veneno coagulante, parecido a el de las Víboras de Rusell. El veneno de esas serpientes están cargado con un poderoso coagulante que daña tejidos y células sanguíneas, ¿acaso Crimson peleó con algún usuario? ¿O contra un asesino que usa venenos?, sea como fuere no podía jugar a las adivinanzas.
Ese veneno tenía la capacidad para inducir trombosis, el principio coagulante presente en el veneno era una enzima que activaba directamente el factor X de la cascada de coagulación, el factor Xa (X activado) cataliza la transformación de protrombina a trombina en presencia del factor Va, Calcio y Fosfolípidos, eso fue lo que vio tras poner su sangre en el microscopio,era exactamente el mismo proceso que el de la Vibora.
Había pasado 2 minutos y tenía que darse prisa, para poder crear un Antisuero o antiofidico, necesitaba inyectar una pequeña cantidad de veneno en un animal, el animal sufriría una respuesta inmune para el veneno, produciendo anticuerpos contra el veneno de la molécula activa y pudiéndose cosechar a partir de la sangre del animal. Miró por la sala del laboratorio, tenía que haber una parte par alos animales, ratas y algunos conejos para poder probar con ellos fármacos o para lo mismo que lo necesitaba Deadpool. Pudo divisar al fondo del laboratorio varias jaulas con conejos, sin demorarse mas sacó a un conejo y le puso una pequeña dosis del veneno, este procedimiento podría tardar 3 minutos o menos en que su cuerpo contestara y creara los anticuerpos, en ese tiempo de espera Deadpool se puso a crear 6 regeneradores celulares ya que solo le quedaban 2 y se lo daría a Crimson una vez le diera el antídoto.
Tras acabar los regeneradores, los anticuerpos para el Antiofídico ya estaba listo para ser extraído, los extrajo del conejo y los preparó para ser inyectados, rellenó dos jeringas por si las moscas, una para consumo de Crimson y otra para que sus compañeros o el si salia vivo pudiera tener el antídoto de ese letal veneno.
Cogió los regeneradores y las jeringas con el Antiofídico para Crimson y se marchó de nuevo con su Kamisori, había pasado 7 minutos en el poseso para crearlo pero con suerte lo había conseguido, llegó junto a Crimson, este no se había movido ni unos centímetros del lugar.
--Crimson, tengo los antídotos, tengo 2 jeringas una para tu consumo, la otra para que la tengáis, para evitar sustos como el de ahora- Deadpool le guardo en el bolsillo de su chaqueta los 2 Antiofídicos y 2 regeneradores celulares. – Te echado 2 regeneradores para cuando te cosan el brazo, procura tomarte el antídoto lo antes posible, si quieres después de que te cosan el brazo, pero si tardan mucho es mejor perder un brazo pero salvar tu vida, no lo pienses dos veces Crim...
Deadpool dejo de hablar cuando vio a un chaval con el pelo de pincho, estaba seguro que sería el chico que menciono su amigo, este chico le dio las gracias por lo que hizo y le preguntó si tenias los colmillos para crear un antidoto.
-No ara falta chico, ya le he creado los el antídoto, lleva dos consigo, uno para su uso y otro para que vosotros lo tengáis y no os ocurra lo mismo que a Crimson, los dientes estan aqui- Señalo al suelo, este se agachó y le entregó 2 al joven. El chaval sacó un botecito y por el color reconoció lo que era, era esencia de Skypia.
-Chico, no se si eres novato en esto de la medicina, pero eso es para revivir no para curar las heridas y el envenenamiento, si no esta muerto vale de poco... Mejor que le cosas el brazo que lo tiene guardado en su chaqueta y dale el antídoto, si no da tiempo dale solo el antídoto y que le den al brazo
El joven cogió a Crimson en brazos y se marchó.
--Recupérate mariquita, ya nos volveremos a ver – Dijo mientras se marchaba -
--Crimson, sigues siendo un fantasma hasta en el borde de la muerte, si sales vivo de esta nos iremos de fiesta para celebrarlo, ya sabes como son mis fiestas, por lo que no pretendas morir... Por que como lo hagas juro que siempre me iré a tu tumba a follarme a todas esas rubias que tanto te gustaban y querías para ti- Suspiró mientras se levantaba y acercaba su espada Rebelión. – Será mejor que se la entregues tu en persona, voy a tener que dejarte un momento aquí solo, tus compañeros tardan mucho y el veneno no espera, tengo que irme a crear el antídoto.
Deadpool miró a su alrededor buscando algún hospital, donde poder preparar el antídoto, usó su Kamisori para poder encontrar por el aire alguno, con suerte no demoro mas de 30 segundos buscando hasta que lo encontró, el hospital se encontraba un poco al sur y por suerte no estaba destruido. Entró y vio que estaba totalmente vacio, todos los ciudadanos al parecer se habían marchado por causa de las explosiones, posiblemente los marines los abrían sacado, recorrió los pasillos a toda velocidad buscando de habitación en habitación alguna sala que fuera laboratorio.
Había pasado 1 minuto desde que se separó, con suerte encontró el laboratorio del Hospital, Crimson tendría alrededor de 15 minutos o como mucho 20 de vida, tenía que ponerse a ello y muy rápido.
Cogió un tubo de ensayo de los estantes del laboratorio, este lo colocó en la mesa y saco una daga, se dio un corte en la palma de la mano, haciendo que el guante se rajase y saliese la sangre de la herida, echó su sangre dentro del tubo de ensayo llenándolo este un cuarto, sacó el bote hermético con el veneno y echó una gota en la sangre del bote, tenía que comprobar que hacia ese veneno. Deadpool empezó a menear el tubo y la sangre de esta se coaguló, eso significaba que era un veneno coagulante, parecido a el de las Víboras de Rusell. El veneno de esas serpientes están cargado con un poderoso coagulante que daña tejidos y células sanguíneas, ¿acaso Crimson peleó con algún usuario? ¿O contra un asesino que usa venenos?, sea como fuere no podía jugar a las adivinanzas.
Ese veneno tenía la capacidad para inducir trombosis, el principio coagulante presente en el veneno era una enzima que activaba directamente el factor X de la cascada de coagulación, el factor Xa (X activado) cataliza la transformación de protrombina a trombina en presencia del factor Va, Calcio y Fosfolípidos, eso fue lo que vio tras poner su sangre en el microscopio,era exactamente el mismo proceso que el de la Vibora.
Había pasado 2 minutos y tenía que darse prisa, para poder crear un Antisuero o antiofidico, necesitaba inyectar una pequeña cantidad de veneno en un animal, el animal sufriría una respuesta inmune para el veneno, produciendo anticuerpos contra el veneno de la molécula activa y pudiéndose cosechar a partir de la sangre del animal. Miró por la sala del laboratorio, tenía que haber una parte par alos animales, ratas y algunos conejos para poder probar con ellos fármacos o para lo mismo que lo necesitaba Deadpool. Pudo divisar al fondo del laboratorio varias jaulas con conejos, sin demorarse mas sacó a un conejo y le puso una pequeña dosis del veneno, este procedimiento podría tardar 3 minutos o menos en que su cuerpo contestara y creara los anticuerpos, en ese tiempo de espera Deadpool se puso a crear 6 regeneradores celulares ya que solo le quedaban 2 y se lo daría a Crimson una vez le diera el antídoto.
Tras acabar los regeneradores, los anticuerpos para el Antiofídico ya estaba listo para ser extraído, los extrajo del conejo y los preparó para ser inyectados, rellenó dos jeringas por si las moscas, una para consumo de Crimson y otra para que sus compañeros o el si salia vivo pudiera tener el antídoto de ese letal veneno.
Cogió los regeneradores y las jeringas con el Antiofídico para Crimson y se marchó de nuevo con su Kamisori, había pasado 7 minutos en el poseso para crearlo pero con suerte lo había conseguido, llegó junto a Crimson, este no se había movido ni unos centímetros del lugar.
--Crimson, tengo los antídotos, tengo 2 jeringas una para tu consumo, la otra para que la tengáis, para evitar sustos como el de ahora- Deadpool le guardo en el bolsillo de su chaqueta los 2 Antiofídicos y 2 regeneradores celulares. – Te echado 2 regeneradores para cuando te cosan el brazo, procura tomarte el antídoto lo antes posible, si quieres después de que te cosan el brazo, pero si tardan mucho es mejor perder un brazo pero salvar tu vida, no lo pienses dos veces Crim...
Deadpool dejo de hablar cuando vio a un chaval con el pelo de pincho, estaba seguro que sería el chico que menciono su amigo, este chico le dio las gracias por lo que hizo y le preguntó si tenias los colmillos para crear un antidoto.
-No ara falta chico, ya le he creado los el antídoto, lleva dos consigo, uno para su uso y otro para que vosotros lo tengáis y no os ocurra lo mismo que a Crimson, los dientes estan aqui- Señalo al suelo, este se agachó y le entregó 2 al joven. El chaval sacó un botecito y por el color reconoció lo que era, era esencia de Skypia.
-Chico, no se si eres novato en esto de la medicina, pero eso es para revivir no para curar las heridas y el envenenamiento, si no esta muerto vale de poco... Mejor que le cosas el brazo que lo tiene guardado en su chaqueta y dale el antídoto, si no da tiempo dale solo el antídoto y que le den al brazo
El joven cogió a Crimson en brazos y se marchó.
--Recupérate mariquita, ya nos volveremos a ver – Dijo mientras se marchaba -
Crimson
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Deadpool empezó a inspeccionarlo, revisando y curando sus heridas. Encontró su brazo bajo el abrigo y se dio cuenta del verdadero estado en el que se encontraba. Después empezó a bromear con él respondiendo a la pequeña pulla que le había soltado, quizás para tranquilizarlo y quizás simplemente por aquellos dos no podían cerrar la puta boca aunque les fuera la vida en ello. Siempre tenían que tener la última palabra, incluso en situaciones como esa, en las que realmente podrían ser la últimas palabras del uno hacia el otro. Tras eso se marchó, alegando que tenía que encontrar una forma de realizar un antídoto.
Crimson se quedó durante unos minutos agónicos e interminables para él, cada vez se sentía peor, pero pese a todo aguantaría en silencio, tumbado ahí en medio de una guerra, sin que apenas nadie note su presencia o lo veían tan destrozado que no hacía falta ni rematarlo pues era sólo cuestión de tiempo que el propio pirata sucumbiera. Vino después con dos jeringuillas y se las dio. Crimson en cuanto recibió la primera de ellas no tardó en inyectarselo él mismo. Empezó a notar como su sangre empezaba a circular con mayor velocidad y se dejaban de ver esos moratones que se apreciaban por todo su cuerpo por culpa de la coagulación. Guardó la otra jeringuilla, junto con otras dos más, que eran regeneradores celulares.
Ikaru vino justo entonces y rápidamente empezó a cerrarle las diversas heridas que tenía por todo el cuerpo, a base de aguja e hilo. con el vino un guepardo, Kryword usando su zoan, que se marchó llevándose la espada de fuego, Rebellion. Le inyectó una sustancia que no sabía muy bien qué era. Crimson estaba apunto de desfallecer. Luego le unió el brazo y se pinchó con el regenerador celular, haciendo que la herida se cerrase rápidamente, ya que esta sustancia producía una acelración inmediata de las divisiones celulares, lo cual hacía que sus todas sus células se empezaran a unir y cerrasen la herida. Obviamente el hueso seguía roto, pero al menos estaba en su sitio. Le dolía todo ese brazo, desde el hombro hasta la punta de los dedos. Casi que se arrepentía de volver a recuperarlo, pues era atroz la sensación que sentía en él. Apenas podía moverlo y dejó de intentarlo a los pocos segundos. Se veía una amplia cicatriz que rodeaba el bíceps y el tríceps, casi llegando al hombro. Estaba ya vendado por todos lados, casi momificado. No era una situación agradable de ver. Se guardó el otro regenerador para cerrar alguna otra herida importante en caso de que viese que iba a abrirse en exceso alguna otra herida.
Ikaru lo levantó en brazo como a una princesa rescatada por su príncipe. En parte así era, pues sino fuera por ellos habría muerto por el ataque de Karl. Continuaron yéndose, en dirección al barco. Crimson, haciendo un esfuerzo hercúleo, le preguntó a Ikaru -¿Dónde están Rose y los demás? ¿Qué ha pasado con Abyss? ¿Por qué vamos al puerto?- fueran las cuestiones que le lanzó al joven pelopincho que lo traslada casi en contra de su voluntad. El capitán quería seguir luchando, quería seguir combatiendo, quería seguir peleando, pero sus heridas lo incapacitaban para ello. Bajó la mirada y recordó que no pudo evitar la muerte de Katrina Bellatona. Es más su propia hoja era la que le había arrebatado la vida a la emperatriz pirata. Confesó su culpabilidad. -Ikaru, he matado a la Yonkou, Katrina Bellatona- y le explicó lo sucedido, diciendo también su enfrentamiento con el vicealmirante y de cómo se produjo la muerte de ella y el combate de escasos segundos de ellos dos. Se preguntaba como estaría Karl. Sonrió al pensar que Karlitos podría llevar aparato. Esa sería un buen final para todos. Llegaron al puerto.
Crimson se quedó durante unos minutos agónicos e interminables para él, cada vez se sentía peor, pero pese a todo aguantaría en silencio, tumbado ahí en medio de una guerra, sin que apenas nadie note su presencia o lo veían tan destrozado que no hacía falta ni rematarlo pues era sólo cuestión de tiempo que el propio pirata sucumbiera. Vino después con dos jeringuillas y se las dio. Crimson en cuanto recibió la primera de ellas no tardó en inyectarselo él mismo. Empezó a notar como su sangre empezaba a circular con mayor velocidad y se dejaban de ver esos moratones que se apreciaban por todo su cuerpo por culpa de la coagulación. Guardó la otra jeringuilla, junto con otras dos más, que eran regeneradores celulares.
Ikaru vino justo entonces y rápidamente empezó a cerrarle las diversas heridas que tenía por todo el cuerpo, a base de aguja e hilo. con el vino un guepardo, Kryword usando su zoan, que se marchó llevándose la espada de fuego, Rebellion. Le inyectó una sustancia que no sabía muy bien qué era. Crimson estaba apunto de desfallecer. Luego le unió el brazo y se pinchó con el regenerador celular, haciendo que la herida se cerrase rápidamente, ya que esta sustancia producía una acelración inmediata de las divisiones celulares, lo cual hacía que sus todas sus células se empezaran a unir y cerrasen la herida. Obviamente el hueso seguía roto, pero al menos estaba en su sitio. Le dolía todo ese brazo, desde el hombro hasta la punta de los dedos. Casi que se arrepentía de volver a recuperarlo, pues era atroz la sensación que sentía en él. Apenas podía moverlo y dejó de intentarlo a los pocos segundos. Se veía una amplia cicatriz que rodeaba el bíceps y el tríceps, casi llegando al hombro. Estaba ya vendado por todos lados, casi momificado. No era una situación agradable de ver. Se guardó el otro regenerador para cerrar alguna otra herida importante en caso de que viese que iba a abrirse en exceso alguna otra herida.
Ikaru lo levantó en brazo como a una princesa rescatada por su príncipe. En parte así era, pues sino fuera por ellos habría muerto por el ataque de Karl. Continuaron yéndose, en dirección al barco. Crimson, haciendo un esfuerzo hercúleo, le preguntó a Ikaru -¿Dónde están Rose y los demás? ¿Qué ha pasado con Abyss? ¿Por qué vamos al puerto?- fueran las cuestiones que le lanzó al joven pelopincho que lo traslada casi en contra de su voluntad. El capitán quería seguir luchando, quería seguir combatiendo, quería seguir peleando, pero sus heridas lo incapacitaban para ello. Bajó la mirada y recordó que no pudo evitar la muerte de Katrina Bellatona. Es más su propia hoja era la que le había arrebatado la vida a la emperatriz pirata. Confesó su culpabilidad. -Ikaru, he matado a la Yonkou, Katrina Bellatona- y le explicó lo sucedido, diciendo también su enfrentamiento con el vicealmirante y de cómo se produjo la muerte de ella y el combate de escasos segundos de ellos dos. Se preguntaba como estaría Karl. Sonrió al pensar que Karlitos podría llevar aparato. Esa sería un buen final para todos. Llegaron al puerto.
Parece que mi diagnóstico no fue correcto. Con una mano en la cabeza y los ojos entrecerrados, Jeremy Brighthand se levanta del suelo.
-¿Qué ha pasado?- pregunta, incrédulo-¿Me dormí en medio del combate? Era bastante aburrido. ¿Dónde estará mi espada?
Mientras tanto, Luchs mantiene una cruel lucha con Namzung Aksubi. Ambos sangran, pero mantienen el cuerpo. El poder de la Saijo o Wazamono que Aksubi porta es inconmensurable, y se nota en el ambiente. Sin embargo, Luchs mantiene el tipo y en ciertos momentos parece que va a tomar ventaja. Jeremy encuentra en el suelo una curiosa espada, y la recoge. No sabe qué será, y se da la vuelta, viendo cómo un Vice-Almirante mata a Yamata. ¿Hoy es el día de las traiciones? Así mismo, La Vega recibe de lleno el ataque del Ex-Shichibukai, y cae arrodillado. Está débil, pero le da tiempo a sacar su mayor arma. Un pequeño caracol de oro.
-Avancen. Es la hora- dice, con voz débil, antes de caer al suelo, muerto.
BUSTER CALL [AP*]
Es hora de huir o hacer el último acto de valentía, deteniendo a Zero, que avanza inexorablemente y ya se ha plantado en la boca de la plaza (libertad plena).
*Ataque Perfecto
Tras un rato, y que las tropas de Zero avancen quince barcos de la marina comienzan a hundirse, tras una explosión. Esto propicia que por la zona comiencen a atracar los grandes buques de Opprimere. El primero en salir, el titán. Un hombre tan poderoso que su sola presencia hace temblar al mundo. Seguido de toda la tripulación de Opprimere, que comienza a arrasar con todo. El muelle, los barcos que encuentra, y los artilleros comienzan a meter explosivos allá donde hay sitio para ello. Es muy probable que no ataquen civiles, pero cualquiera con uniforme de Marine lo tiene muy difícil. Sin embargo, los que se han unido a Zero pueden encontrar un gran aliado más.
Han sido cortados a la mitad un par de barcos en el bosque, pero la mayor parte llegan a atracar, y una cara famosa sale del buque insignia. Azumi Kento, que se alisa un poco el pelo, antes de lanzarse a correr, al grito de “Mep Mep”. Se desvanece unos instantes (en los que va a la plaza y repite lo mismo, sin ninguna importancia) y regresa.
-Bueno, ya he anunciado mi llegada. Es hora de marchar, hombres libres. ¡Por la libertad!
Y unos quinientos revolucionarios avanzan ante vuestros ojos, yendo hacia el sur, bajando a la plaza, mientras el fuego del halo se propaga al bosque. Los que andéis por ahí necesitaréis un poco de aire, agua o poner pies en polvorosa.
En el cuartel los hechos se desarrollan así. Desde la sala de comunicaciones se puede ver toda la ciudad, según se mire por la ventana norte o sur, y el desarrollo no es muy bonito. Por la costa Este se acercan barcos de la Marina, y por el Oeste La bandera de Mihasi Hayato ondea sobre doce barcos. El bosque arde y la guerra se recrudece, y al sur el Ken-tokei se alza, despierto y, aparentemente, aburrido, aunque a esa distancia no se sabe lo que realmente piensa.
En el Oeste, los que se han recuperado del Halo, pueden ver cómo una horda pirata se avecina, al tiempo que en las lindes Este un ejército marine se dirige hacia el lugar.
A estas alturas, queda sólo preguntaros, ¿Qué haréis en estos momentos para salvaguardar vuestras vidas?¿O preferís buscar la gloria? Algunos estorban el avance, y otros ayudarán a que triunfe la libertad sobre la justicia, algunos están heridos, y otros aún no han catado la gloria, pero cuál es hoy vuestro destino, valientes, lo decidís vosotros. La Nueva era ha comenzado hoy (libertad plena global).
-¿Qué ha pasado?- pregunta, incrédulo-¿Me dormí en medio del combate? Era bastante aburrido. ¿Dónde estará mi espada?
Mientras tanto, Luchs mantiene una cruel lucha con Namzung Aksubi. Ambos sangran, pero mantienen el cuerpo. El poder de la Saijo o Wazamono que Aksubi porta es inconmensurable, y se nota en el ambiente. Sin embargo, Luchs mantiene el tipo y en ciertos momentos parece que va a tomar ventaja. Jeremy encuentra en el suelo una curiosa espada, y la recoge. No sabe qué será, y se da la vuelta, viendo cómo un Vice-Almirante mata a Yamata. ¿Hoy es el día de las traiciones? Así mismo, La Vega recibe de lleno el ataque del Ex-Shichibukai, y cae arrodillado. Está débil, pero le da tiempo a sacar su mayor arma. Un pequeño caracol de oro.
-Avancen. Es la hora- dice, con voz débil, antes de caer al suelo, muerto.
BUSTER CALL [AP*]
Es hora de huir o hacer el último acto de valentía, deteniendo a Zero, que avanza inexorablemente y ya se ha plantado en la boca de la plaza (libertad plena).
*Ataque Perfecto
Tras un rato, y que las tropas de Zero avancen quince barcos de la marina comienzan a hundirse, tras una explosión. Esto propicia que por la zona comiencen a atracar los grandes buques de Opprimere. El primero en salir, el titán. Un hombre tan poderoso que su sola presencia hace temblar al mundo. Seguido de toda la tripulación de Opprimere, que comienza a arrasar con todo. El muelle, los barcos que encuentra, y los artilleros comienzan a meter explosivos allá donde hay sitio para ello. Es muy probable que no ataquen civiles, pero cualquiera con uniforme de Marine lo tiene muy difícil. Sin embargo, los que se han unido a Zero pueden encontrar un gran aliado más.
Han sido cortados a la mitad un par de barcos en el bosque, pero la mayor parte llegan a atracar, y una cara famosa sale del buque insignia. Azumi Kento, que se alisa un poco el pelo, antes de lanzarse a correr, al grito de “Mep Mep”. Se desvanece unos instantes (en los que va a la plaza y repite lo mismo, sin ninguna importancia) y regresa.
-Bueno, ya he anunciado mi llegada. Es hora de marchar, hombres libres. ¡Por la libertad!
Y unos quinientos revolucionarios avanzan ante vuestros ojos, yendo hacia el sur, bajando a la plaza, mientras el fuego del halo se propaga al bosque. Los que andéis por ahí necesitaréis un poco de aire, agua o poner pies en polvorosa.
En el cuartel los hechos se desarrollan así. Desde la sala de comunicaciones se puede ver toda la ciudad, según se mire por la ventana norte o sur, y el desarrollo no es muy bonito. Por la costa Este se acercan barcos de la Marina, y por el Oeste La bandera de Mihasi Hayato ondea sobre doce barcos. El bosque arde y la guerra se recrudece, y al sur el Ken-tokei se alza, despierto y, aparentemente, aburrido, aunque a esa distancia no se sabe lo que realmente piensa.
En el Oeste, los que se han recuperado del Halo, pueden ver cómo una horda pirata se avecina, al tiempo que en las lindes Este un ejército marine se dirige hacia el lugar.
A estas alturas, queda sólo preguntaros, ¿Qué haréis en estos momentos para salvaguardar vuestras vidas?¿O preferís buscar la gloria? Algunos estorban el avance, y otros ayudarán a que triunfe la libertad sobre la justicia, algunos están heridos, y otros aún no han catado la gloria, pero cuál es hoy vuestro destino, valientes, lo decidís vosotros. La Nueva era ha comenzado hoy (libertad plena global).
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La situación se vuelve peligrosa a más no poder, el fuego empieza a expandirse desde la linde del bosque hasta el mismo, poco a poco pero raudo, pronto alcanzaría al joven pelivioleta que se encuentra en el bosque. En ese momento, en el que se percata de que las llamas empiezan a consumir el bosque empieza a correr raudo y veloz hacia algún lugar que le permitiera largarse de aquella isla condenada a la destrucción, solo espera poder salir de allí sin mayor problema que encontrar el camino. Así es como llega hasta el barco con el que llegó a la isla y poniéndolo en marcha el joven se marcha de la isla, pues su capitán podría alcanzarlo volando debido a su akuma no mi.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
En el bosque las cosas se ponen peligrosas, el fuego empieza a expandirse desde la linde debido a la explosión del proceso Halo. Algo malo debió de ocurrir en la plaza, pues mucha gente empieza a correr de allí, y algunos muchos hacia allí, cada uno con una intención distinta, desde luchar por la justicia hasta destruir aquella isla maldita por la guerra que en ella se está desarrollando. El joven revolucionario salta de su resguardo y empieza a correr hasta subirse, junto a su compañero de organización, Itami, en el barco en el que este se marcha de la isla, no cree que le importe.
Qiang Jing
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven espadachín se encuentra sentado sobre uan rama del bosque cuando las llamas de la linde empiezan a apoderarse del mismo, una muy mala noticia para el joven Ugetsu, pues su akuma no mi le hace vulnerable ante el fuego, lo que significa que de permanecer allí se vería reducido a la nada, seguramente muerto sin rastro alguno. Por ello aprovechando el viento y siguiendo a dos de sus compañeros de organización, se presenta en el mismo barco que ellos para así poder salir de allí sin problemas.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Allí se encontraba el joven marine, investigando los barcos que quedaban enteros para comprobar que todo estaba en orden, pero en ese instante ve un ejército de piratas tomar la ciudad desde aquella zona, así pues sabe que no sería buena idea ir a la misma conociendo su nivel de fuerza, no se considera débil, pero conoce sus limitaciones, así que simplemente pone todo a punto en el barco que está investigando, esperando que nadie le estorbe para ir a cualquier otra isla que no esté inmersa en una guerra que la destruirá con él en ella. Así pues el barco comienza a moverse sobre las aguas del East Blue, alejándose de Loguetown, una isla que si el joven marine no se equivoca, pronto desaparecería.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ninguno de los piratas se detuvo ante las ordenes del agente del CP, lo que es un alivio, pues de ese modo el albino, viendo el panorama y habiendo reconocido a su compañero de organización en un barco, preparándolo todo para salir de aquella isla condenada, por lo que el peliblanco se dirige al barco para aprovecharse de esa oportunidad para abandonar la isla con vida, sin mayor problema que no conseguir una pelea decente que le entretuviera.
Tsang Yue
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mientras corre por las calles se percata del panorama tan nefasto que se avecina en la isla, destrucción masiva asegurada por la horda de piratas que empieza a tomar la ciudad, así mismo duda que ellos sean los únicos que se aprovechan de esa oportunidad para hacerse un hueco en la historia grabando su nombre para el resto de los días. Así pues se da la vuelta y vuelve a puerto, encontrándose allí con dos conocidos, Shiroi y Kaishi, miembros de la misma organización en la que él se encuentra. Aprovecha esa conexión para subirse al mismo barco para largarse de la isla sin muchos problemas.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Shintaro seguía de pie aun sin avanzar nada, fue entonces que nuevamente explosiones de todos los lugares empezaban a asomarse, muchos escombros y mucho humo provenía de lo que sería el centro de la ciudad, fue entonces que suspiró tranquilo para luego de una patada mandar directo a una casa un escombro que venía de forma peligrosa a su posición…su cara mostraba mucho odio ya que sabía por dentro que no lograría hacer nada en la guerra por mucho que se esforzara en esta, aparte aun tenía gente a la cual proteger fue entonces que decidió dar media vuelta y empezar a caminar rumbo al puerto de nuevo, era hora de irse ya que no haría nada importante en esta guerra campal.
Estaba verdaderamente resignado a rendirse y huir como cobarde, pero su vida junto a Sakura era mil veces más importante que una estúpida guerra sin sentido, así que no se demoró mucho en llegar al puerto para luego observar el océano y su mirada se tornó de asombro ya que una verdadera guerra naval se estaba llevando a cabo…definitivamente Loguetown iba a desaparecer del mapa y ya nadie lograría vivir aquí. Volvió a suspirar para luego quedarse tranquilo, sabía que sus nakamas deberían estar cerca del lugar algo se lo decía, así que caminó por el puerto sorteando algunos escombros de gran tamaño, y entonces fue que vio a lo lejos a dos figuras imposibles de reconocer, eran Ikaru y Crimson…aunque estaban en una posición al extraña al ser dos “hombres” ya que el águila estaba en brazos de Ikaru tal princesa de cuentos de hadas y para peor estaba lleno de heridas, todo indicaba que se había metido en algún problema serio…quizás con esas extrañas mujeres de compañía que se puso peligrosa y saco sus garras o que sabía él solo algo sabía y era que ellos eran su única esperanza si quería salir de ahí con vida. Así que aceleró el paso para luego, alcanzarlos del todo y con una sonrisa les dijo a ambos:
Midorima: Hey par de princesas…hasta que encuentro a alguien con vida, al parecer esto se pone feo…¿qué haremos? ¿Nos largaremos antes de que esto empeore? ¿O nos abrazaremos como princesas todos?
Dijo lo último escapando una pequeña risa, para luego callarse y escuchar la respuesta de ambos, si conocía de alguien que sabía que hacer era Crimson o por lo menos Ikaru que era uno de los jefes indiscutidos de la banda…pero en su interior sabía que pronto los iba a dejar…aun tenía algo que hacer y ese algo no era al lado de ellos, pero eso no importaba ya que primero tendría que salir de este lugar para luego ver lo que hacía con su vida a futuro.
Estaba verdaderamente resignado a rendirse y huir como cobarde, pero su vida junto a Sakura era mil veces más importante que una estúpida guerra sin sentido, así que no se demoró mucho en llegar al puerto para luego observar el océano y su mirada se tornó de asombro ya que una verdadera guerra naval se estaba llevando a cabo…definitivamente Loguetown iba a desaparecer del mapa y ya nadie lograría vivir aquí. Volvió a suspirar para luego quedarse tranquilo, sabía que sus nakamas deberían estar cerca del lugar algo se lo decía, así que caminó por el puerto sorteando algunos escombros de gran tamaño, y entonces fue que vio a lo lejos a dos figuras imposibles de reconocer, eran Ikaru y Crimson…aunque estaban en una posición al extraña al ser dos “hombres” ya que el águila estaba en brazos de Ikaru tal princesa de cuentos de hadas y para peor estaba lleno de heridas, todo indicaba que se había metido en algún problema serio…quizás con esas extrañas mujeres de compañía que se puso peligrosa y saco sus garras o que sabía él solo algo sabía y era que ellos eran su única esperanza si quería salir de ahí con vida. Así que aceleró el paso para luego, alcanzarlos del todo y con una sonrisa les dijo a ambos:
Midorima: Hey par de princesas…hasta que encuentro a alguien con vida, al parecer esto se pone feo…¿qué haremos? ¿Nos largaremos antes de que esto empeore? ¿O nos abrazaremos como princesas todos?
Dijo lo último escapando una pequeña risa, para luego callarse y escuchar la respuesta de ambos, si conocía de alguien que sabía que hacer era Crimson o por lo menos Ikaru que era uno de los jefes indiscutidos de la banda…pero en su interior sabía que pronto los iba a dejar…aun tenía algo que hacer y ese algo no era al lado de ellos, pero eso no importaba ya que primero tendría que salir de este lugar para luego ver lo que hacía con su vida a futuro.
elkilian
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Según me acercaba al camino principal pude oír que se acercaba gente por lo que me tiré al suelo para hacerme el muerto. Mientras permanecía inmóvil en el suelo un grupo de piratas fueron hacia la plaza, eran los piratas de Zero.
- Así que según el capitán nos reuniremos con Azumi Kento en la plaza ¿no? - le dijo un pirata a otro
- Sí - le respondió - también se nos unirán otros piratas ... parece que es nuestro momento
" Azumi Kento ... esa es la razón por la que estoy aquí ... he de reunirme con él ...seguro que le seré de gran utilidad en la batalla "
Cuando terminaron de pasar me levanté. Me dirigí corriendo hacia la plaza central para encontrarme con Azumi Kento. Cuando llegué a la plaza estaba justo detrás de los piratas de Zero uno de esos piratas se me acercó y le expliqué que iba con Azumi Kento pues el me había enviado aquí para ayudarle.
Me fijé en la plaza y allí estaba aquel Yonkou con el que me había encontrado en la otra isla luchando contra alguien. Parecía una batalla díficil la que estaba teniendo lugar en la plaza. También se veía como un pirata se levantaba del suelo y observaba a su alrededor como si se hubiera desmayado o algo similar. Katrina estaba vieja en el suelo con el cuello rebanado.
Preparandome para lo peor activé mi armadura extensible recubriendome así los brazos, las piernas y el torso superior con una ligera y resistente armadura que me protege de las balas y empecé a cargar mi puño en la posición necesaria para que mi puño se pudiera cargar. Mientras se carga mi puño emitía ondas de choque ligeras que algunos soldados de Zero pudieron percatar.
- Así que según el capitán nos reuniremos con Azumi Kento en la plaza ¿no? - le dijo un pirata a otro
- Sí - le respondió - también se nos unirán otros piratas ... parece que es nuestro momento
" Azumi Kento ... esa es la razón por la que estoy aquí ... he de reunirme con él ...seguro que le seré de gran utilidad en la batalla "
Cuando terminaron de pasar me levanté. Me dirigí corriendo hacia la plaza central para encontrarme con Azumi Kento. Cuando llegué a la plaza estaba justo detrás de los piratas de Zero uno de esos piratas se me acercó y le expliqué que iba con Azumi Kento pues el me había enviado aquí para ayudarle.
Me fijé en la plaza y allí estaba aquel Yonkou con el que me había encontrado en la otra isla luchando contra alguien. Parecía una batalla díficil la que estaba teniendo lugar en la plaza. También se veía como un pirata se levantaba del suelo y observaba a su alrededor como si se hubiera desmayado o algo similar. Katrina estaba vieja en el suelo con el cuello rebanado.
Preparandome para lo peor activé mi armadura extensible recubriendome así los brazos, las piernas y el torso superior con una ligera y resistente armadura que me protege de las balas y empecé a cargar mi puño en la posición necesaria para que mi puño se pudiera cargar. Mientras se carga mi puño emitía ondas de choque ligeras que algunos soldados de Zero pudieron percatar.
3/Infinitas Cargas ~ Puñocargado
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.