Destrucción en Shellston [Rol Libre] [Máximo 5 personas]

Off:

Una figura encapuchada se acercaba despacio a la isla, iba sobre un pequeño barco pesquero de color blanco. Dicha persona se trataba de Drake, la bestia, iba con esa vestimenta para que no le pillaran y aún así podía cambiar de forma su antojo, por lo que era imposible que supieran que era él a no ser que una persona con un elevado nivel de haki observación le reconociera. La chaqueta negra que llevaba era de color negro, sus pantalones eran del mismo color, sus dorados ojos se veían por debajo de la capucha. En sus pies llevaba unas botas negras y en su cinturón unos Nunchakus de color negro hechos de titanio, además poseía unos guanteletes de acero con un pincho en la zona del nudillo corazón. El poderoso chico estaba listo para atacar la isla y eliminar unos cuantos marines, sin duda alguna le había afectado bastante lo que había pasado en la ciudad del alfa y del omega y ahora era un asesino como antes. No dejaba ver su identidad para que Derian no se viese afectado en su puesto de Shichibukai. Ahora uno de los hombres que viajaban en el barco se acercó despacio a él.


- Disculpe señor, ya le hemos traído, si pudiera pagarnos ahora sería genial. – Dijo aquel hombre entusiasmado. – Claro, tome su pago. – Dijo el chico lobo estirando el puño con fuerza y atravesándole el pecho a aquel hombre, la sangre cayó por su brazo hasta la cubierta, a continuación lanzó el cuerpo al agua y saltó al muelle mientras sonreía de lado oculto con su capucha. – Es hora de comenzar la masacre.


La gente al ver aquello comenzó a gritar con fuerza tratando de alertar a la marina, cosa que estaba deseando el castaño ahora, su mirada era tenebrosa y solo deseaba eliminar gente, el mundo había forjado un monstruo terrible para la humanidad. Llegaban los días finales y el gobierno era el objetivo principal. Estaba harto de corruptos y estupideces, todos y cada uno de aquellos marines debían morir y si alguien se le interponía en su camino, acabaría muerto o molido a golpes. De repente unos pasos alertaron al lobo de lo que se acercaba, finalmente pudo ver a una guarnición de veinte marines apuntándole con fusiles a unos seis metros frente a él. Uno de ellos que parecía un sargento mayor por sus ropas, comenzó a hablarle.


- Chico entrégate, quítate la capucha y pon las manos en alto.  – La mirada del castaño se volvió algo sádica mientras ahora abría los brazos en postura de cruz y soltaba una sonora carcajada ante aquel comentario. – Adelante marine, dispárame. Un perro uniformado solo puede servirme de calentamiento, es el fin de la marina y empezare por esta isla llena de idiotas, seguro que las familias que hay en ella sangran mucho.


Aquello pareció molestar bastante al sargento, el cual era un hombre algo gordo con bigote castaño y ojos azules, además de llevar dos katanas en los cintos. De repente dicho hombre levantó la mano derecha un momento, después apuntó con ella al chico mientras sonreía. Los diecinueve soldados restantes comenzaron a dispararle sin parar, las balas iban hacia el cuerpo del copuchado, impactándole una tras otra sin descanso alguno. El encapuchado se mantenía quieto con la cabeza agachada notando como los tiros le pegaban, sin embargo no gritaba ni caía al suelo, permanecía callado sonriendo de lado. Tras su ropa estaba usando su haki armadura y las balas rebotaban sin éxito alguno sobre su piel, de repente comenzó a reír como un maniático mientras su ojo derecho cambiaba de dorado a rojo, de repente una voz en un tono más grave salió de su boca, como si se tratase de otra persona.


- Muy bien, se acabó el tiempo, es hora de cazar. En media hora la población de esta isla va a bajar de una forma increíble. Comienza la caza. ¡Slayer ha llegado! ¡Jajajajajajajaja!

Mientras estaba en un bar, empecé a pensar en que ya era hora de hacerme reconocer, nadie sabía quien era, así que iba a infiltrarme en alguna base de la marina para atacarlos desde dentro. Así que ahora estaba yo, en un barco de mercancías, dentro de un barril que iba a ser entregado en esa misma isla. Estaba en aquel barril, aburrido, pensando en como podría llamar la atención de la marina, era hora de ser reconocido por todo el mundo y que la gente conociese mi nombre. De repente, noté como empezaban a mover el barril hacia cubierta, tal vez ya lo iban a entregar. Mientras movían el barril, empecé a escuchar jaleo a fuera y a los ciudadanos chillar enloquecidos y sonidos de disparos. Empecé a ponerme nervioso así que empecé a moverme hasta que el barril calló al suelo y empezó a rodar. Yo estaba mareandome, mientras eso rodaba y rodaba yo estaba a punto de echar aquel gran pescado que me había comido antes de la aventura. De repente, el barril chocó con algo y se paró. Empecé a hacer fuerza con mis brazos para salir del barril y conseguí destrozarlo. Empecé a mirar a mi alrededor, aún un poco mareado y me fijé que habían unos marines tirados en el suelo, tal vez era con lo que había chocado. Uno de ellos, un marine gordo y con bigote, que parecía ser el manda mas de ellos se levantó y empezó a gritarme.

- ¡¡Tú, maldito idiota!! ¿No ves que estamos en medio de una pelea de mayores? Date el piro de aquí

Seguí mirando a mi alrededor y me fije que había un tipo encapuchado con cara de pocos amigos. Empecé a alejarme poco a poco, mientras arrastraba a uno de los marines que estaba en el suelo, disimuladamente.

- Tranquilo gordinflón, tú no me interesas, tengo pensado ir a lo mas alto.

Me encontraba paseando tranquilamente cuando una escuadrilla de unos 20 hombres de la marina se cruzó en mi camino. Pregunté al más rezagado lo ue estaba pasando y al informarme los seguí. Los hombres disparaban sin ningún resultado hacia la figura encapuchada que recibía los balazos. Las balas no le hacían nada así que supuse que era usuario de haki, no sabría si con tan poca esperiencia en la Ciper Pol tendría la habilidad suficiente como para hacerle frente, así que lo mejor sería apartarse de su camino y eso hice. Me fijé en que un joven acababa de salir de un barril y también se alejaba del lugar. Lo seguí y me planté delante.
-¿Qué te trae por aquí, no serás compañero de aquel? le pregunté mientras señalaba hacia atrás refiriendome al loco que recibía disparos.

El pequeño osito estaba demasiado nervioso, el miedo le estaba recorriendo cada parte de su cuerpo. Después de meses sirviendo fielmente a la Armada Revolucionaria por fin le habían asignado una verdadera misión: acabar con un emplazamiento marine encontrado en una pequeña isla. La misión tampoco era crucial, pero que se la hubiesen mandado a Kura significaba que poco a poco se estaba haciendo un nombre entre el resto de compañeros de la revolución.

En esta ocasión el oso había optado por viajar únicamente mediante su fruta, a parte de ser más rápido y mucho más sigiloso, al volar se sentía una nube más, uno de sus sueños de infancia se cumplía cada vez que el oso se impulsaba hacia el cielo gracias a su fruta.

Tras bastantes horas de viaje, Kura ya había llegado al objetivo, sorprendido vio como el cuartel ya estaba siendo invadido: un extraño hombre encapuchado estaba recibiendo numerosas oleadas de balas, estas rebotaban como si anda ante el cuerpo del desconocido, Haki seguramente.

Paró de fijarse en aquel hombre para ver a otros dos, estos se encontraban ligeramente alejados de la batalla, y curiosamente uno de ellos se encontraba cargando a un marine. Tenía toda la pinta de que él no era el único que había tenido la intención de atacar la isla, había que aprovechar la ocasión.

Descendiendo a una enorme velocidad, y con todo su cuerpo convertido en vapor menos su pierna derecha Kura cayó sobre un obeso hombre con bigote que parecía ser el superior del batallón, tras impactar con el hombre este salió despedido con mucha fuerza en dirección a una casa. Tras impactar con la estructura el muro de esta empezó a agrietarse mientras una fuerte nube de polvo cubría el edificio.

Tras despejarse, lo único que se podía ver era al obeso hombre inconsciente mientras aún seguía pegado en la pared por la fuerte patada. Sorprendidos el batallón tardó en reaccionar, y mientras le amenazaban y recibía un par de insultos, Kura no pudo paraba de sonreír sabiendo lo que pasaría a continuación.

En cuestión de segundos la tropa empezó a disparar hacia el oso, ignorando al hombre, el oso sin inmutarse dejó que las balas impactasen, a Kura le encantaba la cara que ponían todos cuando un golpe o bala le atravesaba, parecía que le salían los ojos de la sorpresa.

Mientras las balas seguían atravesando el vapor, Kura no paraba de reírse a carcajadas:

-Vamos vamos marines, juguemos al pilla pilla JAJAJA- dijo el oso mientras impulsado en vapor chocaba con la patrulla haciéndolos caer de la sorpresa, ya que en vez de chocar con ellos, se convirtió en vapor de nuevo pasando a través de los sorprendidos marines.

Me encontraba en una de las pequeñas islas donde la marina había construido uno de sus innumerables fuertes o bases como se le quiere decir. Estaba tranquilamente junto a Haku en una pequeña taberna comiendo algo de carne tranquilamente ya que aun no era nada conocido ni nadie sabia que era un pirata lo que en parte era ventajoso a la vez que aburrido ya que nadie te conoce.

En eso cuando devoraba uno de los suculentos filetes un gran ajetreo de marines corriendo de arriba a abajo hacia la playa me extrañaba de manera aparente. Afine mi oído escuchando que los marines decían que un loco estaba atacando la isla.

-Vaya parece que la suerte me sonríe, gracias a ese hombre podre intentar ser algo reconocido.-Me comente para mi mismo mientras terminaba el plato dejaba unas monedas en la mesa y cogía mis armas para salir de la taberna.-Vamos Haku creo que es hora de jugar.-

Salí de allí como una persona normal acompañado de mi lobo dirigiéndome hacía la playa.Llegue en nada quedándome oculto en la sombra mientras observaba una lluvia de balas hacia un encapuchado que estaba como si nada, a un tío arrastrando marines y lo que parecía un oso karateca.

-Parece que si que era grande el problema de los marines jeje-Mientras miraba a Haku para después seguir con observando la lucha hasta ver una oportunidad de unirme que no las tenga todas para morir.

- Purupurupurupuru. Purupurupurupuru.

Karl bostezó y gruñó, babeando medio dormido sobre la mesa. Había vuelto a quedarse dormido rellenando informes. Con un ligero dolor de cabeza, se incorporó intentando localizar el origen del molesto ruido. Volvió a bostezar con más intensidad y se quitó de la cara un papel que se le había pegado. Entonces se dio cuenta de la procedencia del ruido: el den den mushi del despacho estaba sonando. Comenzó a revolver entre el desordenado revoltijo de papeles tirados y libros abiertos que era su escritorio, mientras recordaba cómo había llegado a parar a aquella pequeña base alejada del East Blue. Tras la pírrica victoria de la Marina (que muchos consideraban, no sin razón, una derrota) en Loguetown, estaba recorriendo el East Blue, cazando y ahuyentando a los piratas del Nuevo Mundo que aun permanecían en el mar. Muchas bandas de estos, descontentos por no haber podido saquear la ciudad tras la batalla (reducida a cenizas por la Buster Call) se estaban dedicando a desquitarse contra las pocas islas que quedaron intactas tras la Guerra. Sin embargo había recibido informes del CP sobre avistamientos de piratas famosos como la banda del Puño Rojo en las aguas cercanas, y se había acercado por cautela. A cambio se su protección, el capitán Lahite le había cedido su despacho como cortesía por su rango de Almirante. El aun medio dormido Karl encontró el den den mushi, y cogió la llamada.

- ¿Sí? - preguntó con sequedad.

- Almirante Kurotora, cabo Rackman de la séptima división. ¡Nos están masacrando en el puerto! Lo que comenzó como un altercado menor con un homicida acabó con toda una revuelta. Un montón de criminales de todo tipo se han unido a la pelea contra un individuo desconocido y una especie de oso y están...

- ¿Hay acaso algún pirata con alta recompensa?

- No, mi señor, pero...

- ¿Entonces para qué me molestas? Pedid refuerzos a base.

- Mi señor, yo soy de los refuerzos. La patrulla original ya ha caído.

Karl soltó un taco, cabreado. No podían dejarle ni un momento de descanso. Se quedó callado un momento, calmándose y contestó:

- Retroceded. Perder más hombres tratando de mantener la posición no servirá para nada. Llegaré en breves.

- ¡Sí, señor!

Colgó y se levantó, crujiéndose el cuello. Cogió una taza de café a medio acabar que aun tenía en la mesa y se acabó el resto del contenido de un trago. Tras eso se dirigió hacia el armario donde tenía sus pertenencias, algo más despejado. Estiró los brazos, dando un último bostezo. Al menos podría divertirse un poco. Con toda seguridad serían novatos, y le costaría más bien poco derrotarlos. Comenzó a rebuscar en el estante, y se cambió rápidamente de ropa. Se quedó sólo con su chaqueta de Almirante sin nada por debajo (dejando al aire su musculoso torso lleno de cicatrices). Se puso unos pantalones blancos de entrenamiento y unas sandalias de madera. Decidió ir sin parche, dejando su ojo cyborg (de color rojo) al descubierto. Por último se colgó sus guantes de kairoseki del cinto, atados entre sí por una cadenilla. Ya preparado para el combate, abrió una ventana y saltó por esta. Pero no cayó al suelo. Comenzó a levitar en el aire, en dirección a la zona indicada por el cabo.

- Vamos a ver... ¿dónde estáis, criminaluchos?

Desde los aires, activó el zoom de su ojo cyborg y comenzó a observar lo que pasaba en toda la ciudad. Efectivamente, había un oso y un encapuchado, acompañados por un montón de tipos con pinta de piratas (principalmente por los tatuajes y el asesinato en masa de marines, esos detalles). Había ya unos cuantos marines derrotados, entre ellos uno al que recordaba como uno de los sargentos de la base. Se acercó a la zona bajando a la altura de los tejados para que no le viesen llegar. Se paró en unos de estos, sentándose en el techo de la casa en cuestión, y dijo:

- Vaya, vayaaaa. Pero si tenemos a uno montón de novatillos sueltos. Y yo que me aburría en la base - dijo, sonriendo ampliamente.

- ¡¿Un Al-almirante?! ¿Pero qué hace aquí un jefazo del Cuartel General?

- ¡Huyamos ahora que estamos a tiempo! - dijo otro.

- ¡Dejádmelo a mi! No hay rival para mi cañón.

Un pirata bastante grande de cuerpo con un cañón portátil en las manos le apuntó y disparó. Pasó a modo Segundo Camino y esperó a que la bala estuviese cerca de él. Entonces hizo un gesto tan rápido con el brazo que el ojo de una persona normal difícilmente lo hubiese podido seguir. Con la mano envuelta en haki, desvió ligeramente el proyectil hacia un lado, haciendo que pasase a su lado sin tocarle y explotase a su espalda. La onda expansiva removió su frondosa melena y su barba. Había hecho todo tan rápido que parecía que el tiro simplemente había fallado... o que se había apartado del camino del Almirante.

- Uff, eso podría haber sido peligroso, artillero-chwan.

Enfadado, el tipo metió tres balas seguidas y disparó. Pero Karl no se quedó quieto. Activó su Flaming Mode y realizó su Paso Instantáneo, un movimiento más veloz que el soru para ponerse justo a la espalda del tipo al momento en que este disparaba. De tal manera que las balas dieron al aire. El altísimo marine caminó hasta ponerse a su lado, llevándose la mano a la frente para hacer sombra mientras miraba en dirección a los disparos, como si intentara mirar hasta donde iban a llegar.

- Uuuuh, casi le das. Buen tiro.

Todos los piratas se giraron hacia él boquiabiertos. De repente la mano que tenía en la frente se volvió de color negro metálico, y le dio un revés al pirata del cañón en la cara. Este salió disparado llevándose consigo a varios piratas, con la cara destrozada y sangrando a chorros. Karl apretó su puño ensangrentrado, sonriendo maníacamente. Tal era el poder del Almirante Kurotora, conocido como el Mejor Luchador de los Siete Mares.

explicación rápida:

Las balas continuaban rebotando de forma inútil contra el cuerpo del encapuchado, la mirada del chico lobo era tétrica y realmente macabra. Seguramente no había nadie en toda la isla capaz de hacerle frente, lentamente levantó la mano derecha mientras un brillo blanco rodeaba su puño, sin embargo un bote salió de la orilla arrollando al hombre gordo y a los marines. Esto hizo que el castaño dejase de emitir aquel brillo de su puño y ladeara la cabeza observando lo qué había ocurrido. Después de una pequeña bronca del tipo del bigote, el causante que parecía ser un chico joven, comenzó a retirarse lentamente. Locos había por todos lados y estaba demostrado, tras un suspiro, el castaño volvió a fijarse en sus oponentes, pero de repente una pata voladora golpeó al cabecilla de mayor rango estampándolo contra una pared y dejándolo inconsciente en el acto.


- Eso ha debido de doler. – Mencionó ahora Slayer mientras sus ojos brillaban en un tono rojizo y observaba después como la pierna pertenecía a un panda que recibía disparos que le atravesaban como si nada. – De modo que un usuario del tipo logia, muy interesante, pero ahora ha llegado la hora del terror.


El criminal lanzó un puñetazo al aire derribando a tres marines que corrían, se había formado una potente onda de choque al golpear con tanta fuerza, que lanzó a los tres diablos contra un edificio. Un extraño ruido llegó entonces a los oídos del chico lobo, miró hacia atrás y una gotita de sudor al estilo anime le cayó por la cabeza cuando vio a bastantes piratas comenzar a atacar el puerto. ¿De dónde salía tanto idiota? Se habían puesto de acuerdo todas las personas el mismo día al parecer, eso era un problema pues no quería compartir victimas con nadie. Activó su haki de observación para mantener vigiladas sus espaldas, pero de repente los ojos del chico se abrieron como platos. Había escuchado una voz bastante familiar, miró a un tejado cercano y pudo ver sentado al mismísimo Lion D. Karl. Con suma facilidad empezó a hacerse notar, derribando a un tipo con un cañón con suma facilidad y a los demás.



- No me jodas… Slayer hora de correr. – Dijo la voz de Drake mientras podía ver todo aquello. – Podría derrotarle con los ojos cerrados pero ahora me duele un poco la espalda. – Mencionó la voz de Slayer mientras ahora los ojos del chico eran verdes de nuevo. – Slayer cabrón… no me dejes solo, si me descubre me caerá la bronca del siglo y unos buenos golpes.


Tras la pequeña conversación interna entre los dos, el chico lobo suspiró ahora girándose totalmente dándole la espalda al marine, esperaba que no le hubiese visto. Sonrió sacando la lengua en un acto infantil y comenzó a caminar muy despacio, tan lento que parecía una tortuga. Poco a poco fue aligerando el paso, poniéndose de puntillas manteniendo la capucha puesta y por si fuera poco comenzando a silbar alegremente de forma disimulada como si la cosa no fuera con él. Ya había peleado dos veces con el marine y aunque fuera el mejor rival que tenía hasta el momento, siempre acababa todo en mucho dolor, de modo que mejor era largarse felizmente. El mamón de Slayer encima se había rajado y le había dejado el marrón a él, confiaba en que su colega quimera no le encerraría ni nada, pero del castigo no se libraba. Ya un poco alejado pisó sin querer una rama haciendo un ruido bastante alto, se quedó quieto unos segundos con una sonrisa amplia y una gotita de sudor en su frente, tras unos segundos miró hacia atrás sonriente para ver que pasaba detrás.

Me fijé que el tipo encapuchado era un mago o algo por el estilo, ya que aunque recibiera balazos no se inmutaba, pero me dio igual, yo seguí adelante. Cuando me di cuenta, mientras arrastraba a un marine, un tipo raro con el pelo blanco se puso en medio, con una vestimenta negra. El tipo me pregunto si yo era compañero de aquel mago, a lo que yo le contesté..

- ¿Compañero de aquel mago? Ni si quiera se quien es, yo iba a... iba a...- Empecé a pensar que excusa le podía soltar. - Iba a hacerle tratamientos de primeros auxilios a este marine, pero ya que estas tu aquí, sálvalo tú.

Solté a aquel marine y empecé a correr a cuatro patas dirección a la base, mientras esquivaba ciudadanos y marines. Empezaba a tener un poco de hambre y me encontré con un extraño pirata que mientras se comía un gran trozo de carne, iba disparando a diestro y siniestro. Era un pirata con un pañuelo en la cabeza y un traje de color blanco y amarillo. Me acerqué corriendo y le robé el trozo de carne con la boca y seguí corriendo mientras el pirata me seguía. Cuando pensaba que lo había perdido, doblé un callejón y allí me encontré un par de marines hablando, así que decidí acercarme disimuladamente y noquearlos sin que me viesen para luego robarle las ropas a alguno.

Tras contestarme y salir corriendo me quedé mirando al chico durante un momento para luego perderle de vista. El Marine no tenía mala pinta, pero antes de eso tendría que mirar de hacer algo contra el montón de piratas que estaban llegando. No podía creerme que el almirante Karl estuviese allí, pero eso era una ventaja, seguro que el loco de los balazos no podría contra el almirante.
Saqué mi katana y me acerqué con cautela a los piratas que no se echaban para atrás ni ante la presencia del almirante. Cogí impulso y ataqué con la katana por delante, pero cuando fui a dar mi primer golpe una espada se interpuso en mi camino parando el golpe.
-No vayas tan rápido niño, yo seré tu oponente -dijo el pirata que era algo mayor, tenía una barba color azabache y una melena despeinada.
-Tampoco creas que soy tan débil -dije mientras me elevaba un poco en el aire usando el geppou y atacaba con la katana desde arriba, pero el pirata lo paró.
Vi como otro pirata se acercaba por detrás justo en el momento que volvía a tocar el suelo, así que levanté el pie izquierdo y usando el poder de la senko-senko no mi cree una espina en la suela del zapato y cuando estuvo a mi alcancé se la clavé en el estómago al tiempo que paraba un torrente de golpes por parte del pirata de las dos espadas. Usando el kami-e esquivaba la mayoría de los golpes y los que no podía los paraba con la katana. Con los pies llenos de pinchos paraba la mayoría del resto de los piratas.
Algunos conseguían asestarme un golpe, por lo me gané algún que otro golpe. Finalmente le corté una mano al pirata lo que me dio un respiro. Me alejé un poco de él, pero aún sangrando vino hacia mi, enarbolando en alto el arma, dispuesto a cortarme, pero usando el kami-e conseguí esquivarlo por poco y finalmente le clavé la katana en el vientre.
No me encontraba en mi mejor forma, pero aguantaría un rato más. Solo esperaba que el almirante terminase con el ataque rápidamente.

Mis ojos se abrieron de par en par al ver como la aparición de un almirante hacia en escena generando una estampida de gente que escapaba y otra que se intentaban enfrentar a el de los que yo no me uniría ya que era muy notoria la diferencia de poder y habilidades de combate.

Sin hacer ruido hice una incursión por uno de los callejuelas mas cercanas junto con Haku, a esto que vi como un pequeño grupo de marines intentaban dar un rodeo para tomar a los piratas por la retaguardias. Corrí hacia el y le hice un gesto con la cabeza a mi lobo a lo que cuando estuvimos lo suficientemente cerca nos lanzamos sobre ellos. Mientras el acababa con un marine de un mordisco en el cuello yo salte sobre los dos siguientes cogiendo sus cabezas con mis manos mientras con el impulso del salto los estampaba contra el muro de una casa.

Me gire quedando delante de los dos o tres marines que aun quedaban en pie y muy despacio desenvaine mi wakiashi colocándome de lado mirandolos.-No esta bien tomar a los enemigos por la espalda, asi que tendré que cortar vuestras intenciones.- Coloque el filo de mi wakiashi hacia atras mientras la otra mano la tenia en posición de guardia.

los marines desenvainaron todos sus sables dispuestos a atacarme, pero la estrechez del sitio jugaba a mi favor. Uno de ellos se lanzo hacia mi para empalarme con su espada en lo que era un ataque bastante previsible, desvie el ataque con mi arma y cuando pasaba junto a mi agarre su brazo con mi mano libre mientras lo hacia perder el equilibrio con una patada en el pie de apoyo para despues darle una fuerte patada en la nuca lanzandolo con los otros.

-Creo que me tope con unos cadetes Hakusetsu... Acabemos ya con esto.-

Corri hacia ellos a toda velocidad para esquivar sus estocadas y colocarme lo mas cerca de ellos agachandome dejando a Haku que saltara sobre mi haciendo que a los marines se le fueran las armas al suelo. Ya que estaba cerca del suelo me eche hacia atras poniendo mis manos sobre el piso y con fuerza lanzar desde ahi una patada con cada pierna a las mandibulas de los marines quedando noqueados.-Si este es el camino que toman para tomar la espalda quedemosnos aqui esperandolos que estaremos mas seguros que si nos pilla un pez gordo.- Comente hacia mi lobo guardando mi espada en su funda y sentandome sobre un barril.

Pronto se armó una tremenda confusión con piratas tratando de huir al tiempo que otros atacaban a Karl. Este comenzó a derrotar a todos los que estaban a su alcance a gran velocidad, con rápidas sucesiones de puñetazos y técnicas cuerpo a cuerpo básicas del Sokudan. Un grupo de ocho enemigos se lanzaron a por él en masa. El Almirante golpeó con la palma de la mano el aire frente a él, y generó una potente onda de choque que los mandó volando a todos. Se fijó en que había un chico bastante joven peleando con los piratas. No iba vestido de marine, pero si peleaba contra los piratas... empleando un Paso Instantáneo se interpuso entre el peliblanco y los criminales, apareciendo tan rápido que pareció que se había teletransportado. Bloqueó con sus brazos desnudos las espadas de los atacantes. La piel de estos se le había vuelto de color negro metálico. De un empujón los hizo retroceder, y entonces chasqueó los dedos:

- Desapareced, escoria. ¡Idai Yubi Kyoda!

De repente hubo un sonido ensordecedor, y los desaliñados bucaneros salieron disparados hacia atrás, ensordecidos y empujados por la onda de choque causada por el simple chasqueo de sus dedos. Se giró hacia el chico.

- ¿Estás bien?

Entonces su ojo cyborg le dio un aviso. Tenía una foto de aquel tipo en su base de datos, era un agente del CP2, Etsu Shiroi. Esbozó una ligera sonrisa amistosa y abrió una pequeña bolsa que colgaba de su cinturón. Sacó entonces un pequeño tubo alargado transparente con un botón en un extremo. Era una especie de spray. Se lo tendió al agente.

- Toma, usa esto sobre tus heridas. Las sanará al instante.

El agente había tenido la suerte de no pillarlo de malas. Si bien era una persona sanguinaria, no era desagradable y a veces hasta se comportaba como una persona medianamente bondadosa. Tenía sus momento. De repente algo llamó su atención. Un encapuchado exageradamente sospechoso alejándose tranquilamente y silbando. ¿Qué podía haber más sospechoso que una persona de incógnito paseando tranquilamente en mitad de unos disturbios? Más bien, ¿quién podía ser tan estúpido? Karl suspiró pesadamente. Se le ocurría un nombre. El de cierta persona que había sido lo suficiente y rematadamente idiota como para enviar una carta a un cuartel de la Marina retando al oficial de mayor graduación del lugar, dando su nombre y el lugar donde se hallaba. Se llevó la palma de la mano a la cara... pues con sus sentidos de zoan reconocía el olor. Apestaba a lobo.

- Discúlpame un momento.

Mediante un Paso Instantáneo, se desplazó a toda velocidad hasta justo enfrente de Drake.

- Saludos, ciudadano. Espero que no estéis teniendo ningún problema.

Transformó su nariz en la de un león, y lo olfateó. Efectivamente, era él. El rostro de Karl pasó de uno de rabia contenida a de abierta ira, con la ceja derecha temblándole y los dientes apretados. Gritando como un poseso, le lanzó un revés con el dorso de la mano a la mejilla, como si abofeteara a un niño pequeño. Por supuesto lo hizo activando su haki.

- ¡IDIOTAAA!

Bitch slap [AD] [Haki Armadura nivel 3]

El chico continuaba alejándose despacio entre silbidos más intensos. Una de las veces que miró hacia atrás, pudo ver como de un simple chasquido, el marine se quitaba de en medio a aquellos tipos. Era algo impresionante, sin duda alguna el almirante tenía un poder increíble, a veces daba miedo. Por suerte el chico lobo ya estaba muy cerca del puerto, incluso pasando por un puesto de frutas, de repente parpadeó un poco cuando de repente vio frente a sus ojos al marine. Este le estaba preguntando que si estaba bien, le había confundido con un ciudadano al parecer, pero de repente aquello se iba a acabar. La nariz del castaño cambió de repente y al parecer le reconoció totalmente pues la cara de mala leche que puso no era humana. El chico dejó escapar una gotita anime de su cabeza mientras rezaba despacio y pedía a los cielos que el marine se fuera a otro sitio y no le hiciera nada. La verdad es que la fuerza de Karl debía de haber aumentado mucho desde la última vez, en ese momento observó como la mano del mayor iba hacia su rostro envuelta en haki. Además iba seguida de un grito llamándole “idiota”.



El revés golpeó la mejilla del castaño enviándolo al suelo, Drake comenzó a rodar unos tres metros debido al golpe mientras se retorcía quejándose con las piernas abiertas y rodando por voluntad propia.



- ¡Cómo duele! ¡Karl no es justo! ¡Duele mucho!



Seguía diciendo mientras continuaba con su extraño rodamiento de un lado a otro. Había que ver como escocía aquel golpe que le había propinado, no era justo, él no sabía que la quimera iba a estar ahí. Notó ahora como dos plátanos chocaban en su cabeza y después caían al suelo, se había chocado con el puesto de fruta. El duelo se había largado al ver al almirante de esa forma, por lo que no había problema. El chico se levantó ahora con ambos plátanos en la mano y se quedó mirando al mejor luchador de los siete mares mientras soltaba una pequeña carcajada amistosa y se ponía una mano detrás de la nuca.



- ¡Karl sabes que me alegro de verte! Pero no era necesario que me pegaras, no hice nada malo. El hombre del barco se lo merecía, me había pedido dinero. Con lo que yo te aprecio y tu dándome sopapos. Solo venía a la isla para comprarme una lechuga.



Dijo el chico mintiendo de forma descarada pues era carnivoro totalmente. Ahora pegó un suspiro mirando al almirante a los ojos de forma tranquila, mantenía su rostro inocente de siempre, aún recordaba las batallas que ambos habían tenido. Fue muy divertido en su época mandar una carta al cuartel retando a la quimera, aquello acabó mal pero de todas formas hubo mucha diversión por medio, siempre era divertido pelear con aquel hombre. En el aspecto de la fuerza física, era el único que le hacía competencia hasta el momento. La mejilla del chico aún estaba un poco roja por el golpe, no se había esperado aquello, se preguntaba que habría pasado con el oso panda. Si tenía suerte se largaría de allí sin ningún tipo de problema, o eso creía. De repente comenzó a caminar hacia el marine de forma feliz, aún tenía los dos plátanos en las manos. Sin querer los apretó más de la cuenta con su fuerza sobrehumana, los dos plátanos salieron disparados rompiendo la cáscara y a toda velocidad rumbo al rostro de Karl. Cuando el chico lobo vio eso, abrió la boca acojonado deseando que el marine los esquivara.


Double Banana Split [AD]

Mientras me acercaba a los dos marines disimuladamente, se giraron y al verme, me apuntaron con las armas.

- Identificate o daré por supuesto que eres un pirata y dispararé.

- Emm.. Pues soy Asder, un futuro come monstruos marinos.- Dije mientras ponía las manos detrás de mi cabeza.

Sacaron unas esposas y se acercaron a mi mientras seguían apuntándome con el arma. Poco a poco se acercaron mas, hasta que los tenía a un paso. Moví rápidamente mis manos y cogí a uno por el cuello y lo puse entre el arma de el otro y yo.

- Si no quieres que mate a tu compañero, suelta el arma.- Le dije al marine con tono amenazante.

El marine se quedo sorprendido y dejó el arma en el suelo, mientras el otro se quejaba de dolor. Apreté su cuello hasta dejarlo inconsciente y lo lancé al suelo. El marine se agachó a recoger el arma para dispararme, pero rápidamente le lancé una patada en la mandíbula mientras se agachaba, de tal forma que este se lanzó hacia atrás medio inconsciente. Me acerque a el, poco a poco, y le miré desde arriba. Empecé a quitarle los pantalones y la camiseta de marine, y lo amordacé con su propio cinturón. Me cambie de ropa (me puse la ropa del revés, incluso los pantalones pero no intencionalmente) y me dirigí al marine que estaba inconsciente y le quité la camiseta, y con su camiseta improvisé una bolsa donde guardar mi ropa. Salí de allí disimuladamente, pero al salir, me encontré con 3 piratas con cara de mala ostia.

- Mira que tenemos por aquí, un marine solo jajajaja.- Dijo uno de ellos con aspecto mugriento, ropas viejas de color oscuro mientras posaba su mano en su katana. - Acabemos con él, chicos.

Los 3 piratas de aspecto vagabundo, se lanzaron hacia mi mientras desenvainaban sus espadas. A uno, conseguí pararlo con una patada mientras esquivaba el corte de uno de ellos, aunque no pude esquivar el corte de un tercero, por lo cual me hirió levemente el antebrazo derecho. Salté encima de uno y me agarré con las piernas a su cuello, mientras con mi propio peso me lanzaba hacia atrás, lanzandolo a él por los aires. No tenía tiempo de distraerme con ellos, así que empecé a correr a gran velocidad hacia la base (a 4 patas) mientras les sacaba la lengua.

- Pillarme si podéis sucios piratas. - Les dije mientras les hacía un gesto desagradable.

Me eché en las heridas el spray que me había dado el almirante y enseguida mis heridas empezaron a sanar. Había sido impresionante, apenas quedaban ya piratas y los pocos que aun seguían en pie no se acercaban donde el almirante y aquel extraño hombre estaban. No tenía que preocuparme más por lo que estaba pasando, los marines controlarían a los pocos piratas que quedaban. Me puse en pie y me alejé un poco del almirante. No me había parecido una persona fría pero siempre era mejor apartarse del camino de las personas poderosas.
Desde la distancia me quedé observando por si ocurría algo interesante, con un poco de suerte vería al hombre más poderoso del mundo enfrentarse aun rival que no parecía intimidado por su poder. Sería una batalla digna de ver.

Ya estaba harto de esperar así que de un salto baje del barril caminando en dirección a la base pero siempre por calles estrechas y que se veían poco transitadas ya que cada vez que me asomaba a la calle principal veía en cada momento menos piratas aun en pie ya que el demonio almirante se encargaba de ellos casi solo con su mera presencia.

-Esto se esta poniendo verdaderamente feo Haku, sera mejor que aumentemos la precaución de no toparnos con una mala bestia.-

A un par de metros vi una pila de cajas muy bien apiladas la que nos servirían para subir a los tejados donde tendríamos una vista de pájaro. De dos saltos estábamos en el centro del tejado intentando ocultarnos del almirante y aquel otro chico que veía parecía lo que se rumoreaba era un CP.-Vaya si eso es un CP las cosas se están decantando en nuestra contra chico.- Mire en dirección en contra para ver que estaba cerca de la base de la marina y que en la entrada de una de las calles había el cuerpo de un marine.-Mira chico eso nos servirá de disfraz- Señale al marine saltando para bajar del tejado y desde la callejuela tirar del cuerpo hacia atrás y desvertirlo y esconderlo dentro de un barril vacío me puse su ropa sobre la mía y camine a paso rapido hacia el cuartel.

Los plátanos se estrellaron contra la cara del Almirante, deshaciéndose en el impacto por la velocidad que llevaban. El resultado fue una masa pastosa amarillenta que le manchaba toda la cara. Enfadado, Karl comenzó a quitársela con las manos, sólo para darse cuenta de que se le había pegado a la barba. Frunció el ceño, mientras una vena comenzó a marcársele en la frente. Apretó el puño derecho, enfadado, y le echó una mirada de las que matan a Drake, mientras una aura roja, amarilla y naranja le rodeó. Estaba enfadado de verdad. No sólo tenía que ir a montar un espectáculo por ahí si no que ahora le manchaba la cara... ¡con plátanos!

- ¡Ahora sí que te la has cargado, chucho! ¡Ven aquí!

De repente un tatuaje negro en forma de estrella en su hombro derecho comenzó a expandirse por todo el brazo, volviendo la piel de este de ese color. Parecía similar al haki, pero era diferente. No era un tono metálico, la piel se le había vuelto negra sin más. De repente el brazo comenzó a moldearse como si fuese arcilla y adoptó la forma de un mazo. El enfadado Almirante recubrió el mismo ahora sí con haki, y corrió hacia Drake gritando como un poseso. Le lanzó un mazazo pretendiendo "batearlo" hacia los aires con fuerza.

Kuro no Arm: Mace [AI] [Haki Armadura nivel 3]

De repente aquellos plátanos se estrellaron en la cara del luchador, los ojos del chico lobo se abrieron un poco, esperaba no darle. Ahora supo que el almirante no iba a andarse con abrazos y saludos, y supo aquello en cuando activó su haki de observación y pudo predecir lo que aquel hombre planeaba hacer. Lo confirmó cuando pudo ver como activaba aquella cosa negra que usó la última vez en aquella isla. Ahora lo escuchó gritar la palabra “chucho” y correr hacia él. En ese momento Drake activó su Learning to fly y su SN1 y salió disparado hacia el cielo, sin embargo, el mazo iba bastante rápido. No se tragó el golpe entero, pero si le iba a dar en el pecho, por lo que el castaño colocó ambos brazos en equis y los imbuyó en haki armadura. Poco le sirvió, debido a la técnica voladora y a la fuerza del mazo, salió por los aires pegando un quejido de dolor debido al golpe en los antebrazos. Se frenó en pleno aire a una altura de unos once metros y comenzó a frotarse los brazos con el estomago mientras gruñía notando el dolor producido por el buen golpe del mejor luchador de los siete mares. “Parece que su fuerza a aumentado bastante últimamente, creo que voy a tener que esforzarme.”



- Hace tiempo que no combatíamos, estaría bien entrenar un poco. Prometo no dañar mucho la isla, solo por ti claro.


Mencionó ahora entrecerrando los ojos y manteniéndose en el aire, de repente sonrió de lado y un aura de fuego comenzó a rodearle totalmente, sin embargo no le quemaba. Ahora hacía un poco de calor a su alrededor (un metro a la redonda) sin embargo sus golpes iban a ser ardientes. Observó al marine y alzó una ceja mientras un aura esta vez de color negro salía del cuerpo del chico lobo. Estaba activando de nuevo su SN1 para poder tomar toda la velocidad posible. Poco a poco sus ojos fueron tomando un color blanco, al mismo tiempo que perdían la pupila. Su piel se tornó en un color rojizo y su altura creció hasta los dos metros. Su musculatura aumentó de forma exagerada, siendo ahora sus brazos más grandes, sus pectorales más marcados y sus piernas más fortalecidas y con más grosor. Estaba listo para aquel pequeño entrenamiento, no había pedido permiso ni siquiera a Karl, sin embargo estaba convencido de que a él no le importaría.

BERSERKER NVL1 + AURA DE FUEGO + SN1.

Ahora salió a toda velocidad a por el Almirante, parecía una bola de fuego bajando descontrolada. Su velocidad era increíble, sin embargo no igualaba al Soru ni lo superaba, al menos no es esa forma. No tardó mucho en llegar hasta su oponente, una vez llegó a él, se preparó para el golpe. Estiró el brazo derecho hacia atrás y aprovechando la velocidad que llevaba, trató de lanzarle un potente puñetazo directo en el pecho. Debido a su velocidad, si el marine lo esquivaba, seguramente el chico lobo haría un boquete en el suelo, ahora todo estaba por ver, la última palabra la tenía la quimera. Tal ves lo esquivaba o lo bloqueaba, pasara lo que pasara, estaba en manos del almirante.

Zan Nin Na: Urufu honōnopanchi. [Haki Armadura Nvl3] [AIF]

Seguía corriendo como una bestia hacia el cuartel. Una vez en las puertas del cuartel, me encontré un montón de piratas en la puerta enfrentándose a unos cuantos marines. No sabía que hacer así que intenté pasar desapercibido. Me tumbé en el suelo y empecé a deslizarme como una serpiente hacia la puerta, pasando por al lado de la pelea. Cuando estaba a punto de entrar, una gran mano me levantó del suelo y me estampó contra la pared. Miré y era un tipo enorme, parecía ser de la marina y era bastante corpulento. Tenia dos cicatrices en su cara y el pelo a lo afro, con un ligero bigote fino. Me miró con cara de enfadado y empezó a gritarme.

- ¿¡Se puede saber a donde vas!? ¿¡Quien eres tú!?

- Emm, umm... ¿Un recluta? - Le dije mientras le miraba dudoso.

El tipo mientras aún me sujetaba con su mano izquierda. Aún mas cabreado, mientras me lanzaba un puñetazo al estomago, me gritó.

- ¡¡Mentira!!

El golpe me hizo atravesar la pared y caer al suelo. Estaba en el suelo adolorido y aquel tipo me miraba cabreado. Me sangraban los codos y me dolía la espalda. El tipo cabreado empezó a venir hacia mi, con intenciones de matarme.

- ¿Crees que soy idiota? Un recluta al menos se pondría la ropa bien. ¡¡Llevas la camiseta y los pantalones al revés y así quieres engañarme!! - Me gritaba mientras se acercaba aún mas a mi.

Cuando estaba lo suficientemente cerca, me levanté de golpe, y aproveché el impulso para propinarle un puñetazo ascendente en las partes nobles con gran fuerza.

¿Plátanos, la pelea que vería por parte del almirante consistía en recibir plátanos? pensé mientras veía aquellos plátanos volar hacia él. Pero sentí algo extraño, quizá miedo, porque enseguida me alejé más de ellos. Antes de que me diese cuenta el almirante se había puesto serio y golpeó a aquel chico, que por lo que parecía podía hacerle frente, ¿quién sería?
Estaba tan ensimismado con la pelea que no me daba cuenta de lo que había a mi alrededor. La mayoría de los piratas habían perdido el conocimiento, otros habían huido. Los marines en cambio, algo más confiados por la presencia de un alto cargo se habían quedado alrededor, como yo. Solo que algunos idiotas se habían quedado cerca de aquellos dos monstruos que se estaban enfrentando y ahora huían con caras de verdadero terror.

-Si queréis ver algo grande quedaros -musité cuando pasaban a mi lado -pero procurad no interponeros sino queréis morir.

No lo dije para intimidarlos, sino como advertencia por sus vidas. No me importaba mucho la muerte de unos desconocidos, pero me sentía obligado a advertirles del peligro.

Al ir llegando hacia la base cuando fui a cruzar la ultima esquina vi la discusion entre un tipo con la ropa al reves que de cajon que no era marine y un marine enorme que estaba participando el la pelea que había en toda la puerta de la base.

Tes que no tenían otro sitio donde liarse a pelear sino en toda la puerta, esto es mala suerte.-

Me acerque con cautela hasta que vi al tipo salir disparado del golpe del marine, hasta yo mismo hice mueca de dolor al ver como traspasaba una pared. Este chico al acercarse el marine el propino un puñetazo en todas las joyas de la corona, pero yo que estaba detrás vi como no fue lo suficiente y como las venas del cuello del marine se hinchaban con mucha ira. Así que sin pensármelo dos veces corrí hacia el para después saltar y propinarle un punta pie en la mandíbula lo cual acabo por dejarlo KO. Me agache y le tendí la mano al chico para ayudar a levantarse.

-Sera mejor que te coloques la ropa derecha o no pasaras desapercibido y con un almirante haciendo de las suyas no estamos como que haya piratas haciendo el tonto.-

Después cogí la pistola del marine la cual me guarde para ir a adentrarme en la base y ver que podía hacer para provocar problemas a los marines.

Caminaba por los pasillos de la base tranquilamente ya que aun no era un pirata conocido para buscar el arsenal y provocar unos bonitos y grandes fuegos artificiales.

No logró golpear de lleno a Drake, pero aun así le dio un mazazo en el estómago. El chico lobo comenzó a ascender volando hacia los cielos. Karl lo miró entre la rabia y la admiración, pues era la primera vez que lo veía volar. Retransformó su mazo en un brazo normal, sin desactivar el Kuro no Arm (con lo que seguía siendo negro) y se quedó resoplando con un gesto de rabia. Cerró los puños y apretó los dientes, mirando a Drake. Estaba bastante enfadado. Entonces el lobo le dijo que hacía tiempo que no entrenaban, lo que le hizo calmarse y sonreír levemente. Una buena pelea contra un oponente tan formidable sería un buen modo de calmarse. Observó cómo el otro descendía en picado hacia él envuelto en un aura rojiza. Extendió su brazo derecho y lo transformó en un escudo de cuerpo completo lleno de pinchos, el cual recubrió con haki. No supo si le hizo mucho daño con esto, pero notó un brutal choque, y sus pies se hundieron en el suelo, agrietándolo. Le dolía el golpe bastante, más en las piernas por la fuerza para mantenerse en el sitio que en el propio lugar del impacto, pues la defensa combinada de haki y su escudo habían sido suficientes.

- ¿Qué te pasa? ¿Eso es todo? Antes eras más fuerte.

Retransformó su brazo derecho, ahora en un tentáculo que se desenrolló a partir del escudo y trató de envolver y agarrar a Drake. Apretó con fuerza para hacerle daño con el agarre si lo atrapaba y tiró hacia atrás para atraerlo hacia él. Mientras tanto activó su Primer Camino, aumentando su fuerza física y su masa muscular, y su forma híbrida. Creció hasta casi tres metros de altura. En ese momento tuvo un breve flash del primer combate que habían tenido, en el cual había hecho un movimiento similar al que iba a hacer ahora. Atrajese a Drake hacia él o no, se tiraría con un Super Shadow hacia su enemigo y le intentaría golpear con una palmada envuelta en haki en mitad del pecho para tirarlo hacia atrás, lo cual sería sólo el comienzo del combo.

- ¡Advanced Sokudan, Greater Palm!

Pretendía con esto lanzar hacia atrás a Drake. Lo lograse o no, daría un paso hacia atrás, apuntaría hacia él y prepararía su puño derecho al tiempo que reconvertía su brazo en uno normal. Una bola de energía roja apareció en su mano. La lanzó hacia el lobo, con intención de impactarle en el estómago, momento en el cual la haría explotar.

Greater Palm+Tao Sokudan level 4 [AF] [Haki Armadura nvl. 3]

Drake avanzaba a una velocidad impresionante a por su oponente, pero de repente el almirante hizo salir pinchos de aquella cosa negra. El chico lobo quedó impresionado, no por el ataque, más bien por qué no esperaba eso del luchador. “No me jodas ¿Desde cuando usa armas de filo?” Pensó el chico algo decepcionado, esperaba un combate a puños y no a armas filosas. Estrelló su puño pasándolo por el estrecho hueco de dos de aquellos pinchos impactando. Cerró los ojos cuando notó como uno de ellos le había rozado las costillas y goteaba sangre, otro de ellos estaba parado en uno de sus enormes pectorales, el haki lo había logrado parar, finalmente otro rozaba su rostro y le había abierto un corte en la mejilla, por el cual sangraba. Pegó un gruñido al mismo tiempo que ahora observaba a su oponente, ahora iba a hacer gala de su haki de observación, el cual había entrenado duramente. Pudo predecir las intenciones del marine, se echó hacia atrás levitando esperando el tentáculo, una vez lo vio, interpuso su brazo derecho para que lo agarrara.


Mientras lo tomaba, su cuerpo iba creciendo y sus músculos fortaleciéndose mucho más, llegó a activar el Berserker al nivel tres. El grosor de su brazo competía con el tentáculo para ver quien tenía más fuerza. A continuación el chico lobo activó el SN1 y salió disparado a por Karl acumulando haki en su propia palma de la mano y chocándola con la suya propia tras predecirlo. La palma del chico lobo estaba peluda, se había transformado en su forma hibrida, la enorme bestia gruñó tras el impacto de ambas manos, ahora observó como el brazo de su oponente volvía a la normalidad y planeaba lanzarle una bola extraña. Drake en ese momento saltó hacia atrás en pleno aire debido a sus dos habilidades voladoras y salió disparado hacia atrás, la bola impactó en su enorme pectoral derecho al mismo tiempo que el lobo activaba el Berserker al nivel cinco. Gracias a la increíble e inhumana musculatura evitó un daño grave, su pecho estaba un poco más rojizo de lo habitual debido a la quemadura de la explosión, durante todo el proceso había tenido ambos kakis activados al máximo. Ahora sangraba un poco de los cortes de los pinchos y notaba un dolor bastante intenso en el pecho debido al golpe. La musculatura había sido su mejor amiga y había conseguido salvarle de haber acabado mucho pero, sin duda alguna el mantra también le había ayudado bastante.


Frente a la Quimera ahora había un lobo de color rojo, de cinco metros de altura aproximadamente, con un aura ardiente a su alrededor y completamente envuelto en haki. Sus brazos eran bestiales, era imposible que dentro de un cuerpo humano cogiera tanto músculo, sus pectorales y abdominales parecían querer salir de su cuerpo. Su fuerza había aumentado a un nivel impresionante ahora debido a la forma hibrida y tener el berserker al máximo nivel activado. Sudaba un poco y ahora se miró la mano, su palma había impactado contra la del otro luchador, la tenía algo rojiza y dolida, pero ahora iba a mostrar uno de sus mejores ataques. Activó por primera su SN2, un aura azulada comenzó a rodearle totalmente, ahora su fuerza se había duplicado totalmente. La fuerza del chico iba a ser algo impresionante ahora además de todas las demás mejoras, por si fuera poco su ojo derecho se puso de color rojo, saliendo Slayer a la luz y aumentando aún más su fuerza. Ahora su puño derecho empezó a ser rodeado por una luz de color blanco, esa luz pronto se volvió naranja debido al aura ardiente. Su Ripera O Utsu estaba cargado. Miró al almirante y sonrió de lado mientras hablaba con una voz bastante grave y suspiraba.


- No creo que sea necesario utilizar las rumbles, es solo un pequeño entrenamiento, por lo qué no las usare. Sin embargo voy a mostrarte mi tercer mejor ataque hasta la fecha, el primero no voy a emplearlo, el segundo según vea amigo.



De repente el chico lobo salió despedido a por Kart a toda velocidad, nada más llegar frente a él, lanzaría una terrible patada con toda su fuerza que iba directa a su rodilla izquierda. Mientras realizaba la patada, le diese o no, lanzaría su Ripera O Utsu buscando su pecho, aquello nada más impactar desencadenaría una terrible onda de choque que trataría de arrasar bestialmente con lo qué tuviera delante, sumada al poder del aura ardiente y la terrible fuerza del Berserker, SN2, forma hibrida, dark drake y la propia capacidad de luchador del chico, podía ser incluso letal. Le impactara donde le impactara, o si le daba o no le daba, trataría de lanzar otro golpe con su puño libre, buscando de nuevo la rodilla izquierda del luchador para tratar de debilitársela. Aquello era el final de su combo le diese o no. La sangre salía del pectoral de Drake debido al golpe de antes, además los cortes de los pinchos le escocían bastante y por si fuera poco notaba un dolor intenso en la mano, aquel estaba siendo un combate de bestias y tenía la pinta de ser muy destructivo.


Berserker nv5 + Forma Hibrida + SN2 (Duplicación de fuerza) + Ripera O Utsu + Aura ardiente + Dark Drake + Haki armadura Nv3

Saiaku no jigoku [AMF]

Un extraño tipo tumbo al marine que quería matarme y lo dejo K.O. El tipo me tendió la mano y me levantó, diciéndome que era mejor que me cambiase ya que estaba con la ropa mal puesta. Mierda, ya decía yo que algo me fallaba.. Me quité la ropa y me quedé en ropa interior, me daba pereza volver a vestirme, así que me llevé mi ropa mientras paseaba por la base. Mientras estaba caminando por allí, en busca de algo que hacer, me encontré con tres marines reclutas. Yo iba enseñando mi esbelto cuerpo y mis pequeñas cicatrices, y esos marines ordinarios me pararon en seco, apuntándome con sus espadas. Los tres marines eran mas o menos de la misma altura, dos tenían el mismo corte de pelo y el otro lo tenía largo, eran morenos y unos flacuchos. Mientras me apuntaban con sus espadas uno me amenazó.

- ¡Oye Tú! No deberías estar aquí y menos en ropa interior, te arrestaremos por nudismo y por entrar en la base de la marina.

Pasé de lo que dijo y yo seguía hacia adelante, caminando hacia ellos. Cuando estaba lo suficientemente cerca, a un metro mas o menos de los tres flacuchos, dejé caer la ropa al suelo mientras avanzaba con un gran sprint, tumbando a los tres de un placaje. Cogí mi ropa y seguí adelante, buscando olor de pólvora. Encontré un rastro en el aire que empecé a seguir y me llevó a una habitación. En la puerta de esa habitación habían dos guardias muy fornidos, ambos sin camiseta y con una lanza cada uno. Uno tenía poco pelo, rubio y el otro el pelo largo y sucio, de un color verde oscuro. Estaban de pie, vigilando la puerta, así que ahí debía haber muchas armas. Ese era el sitio que estaba buscando, así que me acerque un poco a ellos y les empecé a gritar mientras dejaba mi ropa en el suelo.

- ¡¡Hey culturistas!! ¡¡Venid a por mi!!

Se miraron los dos, y solo uno vino a por mi, el rubio. Corrió directo hacia mi, lanzándome una estocada con su lanza que pude esquivar poniéndome de lado. Pero justo en ese momento, el lancero movió el arma hacia mi con gran fuerza, pegándome con la barra de hierro que sujetaba la pequeña hoja de su lanza. El tipo me estampó contra la pared y me hirió una costilla, por suerte no me la rompió. Acto seguido, sin dejarme mover, el tipo me lanzó otra estocada que pude esquivar de la misma forma. La lanza atravesó la pared y aproveché para lanzarle un fuerte puñetazo con el brazo derecho directo a la cara. El puñetazo no surgió mucho efecto, ya que el tipo solo hizo una mueca, escupió a un lado y sacó la lanza de donde estaba clavada. No era muy veloz, pero si era fuerte y resistente, así que mi ventaja era la velocidad y debía aprovecharla. Me agaché y pase por debajo suyo, entre sus piernas y me giré de golpe, soltándole una fuerte patada con el talón en la costilla izquierda. Conseguí mover al tipo unos centímetros y este se cabreó.

Seguí observando el combate que no avanzaba mucho ni se decantaba claramente para un lado o para el otro. El chico que luchaba contra el almirante era impresionante y dijo algo de un ataque. Pero no me hizo falta escuchar claramente sus palabras, con solo mirarlo se veían claramente sus intenciones. eché a correr en la dirección contraria, no quería que nada de aquello se volviese contra mi, y la mayoría de los marines que se habían quedado observando estaban más alejados que yo.
A parte de los marines algunos piratas empezaban a recobrarse y al mirar el combate huían despavoridos.

-No se os ocurra acercaros más a ellos dos, si queréis vivir claro -dije señalando hacia donde combatía el almirante -pero capturar a cuanto de éstos podáis.

dicho eso me lancé hacia unos piratas, con mi arma desenvainada, y atacando con el lado sin filo reduje fácilmente a tres de ellos. Los marines se acercaron para esposarlos, pero yo ya estaba persiguiendo a una mujer, con el pelo blanco y con multitud de coletas que me lanzaba agujas mientras corría. Salté en el aire y usando geppou como si se tratase de un cohete la adelanté para darle un fuerte puñetazo en el estómago que le hizo caer de rodillas. Una menos pensé mientras me dirigía a mis siguientes objetivos, todo esto procurando perderme lo menos posible del combate.

Me quede un poco petrificado al ver como ese chico corría semi-desnudo por la base de la marina.Hasta que al cabo de unos segundos retome mi conciencia retomando el camino hacia el arsenal.-Oye Haku sigue el olor a pólvora para poder encontrar el arsenal. - Caminaba detrás de Haki solo dos pasos hasta al girar una esquina ver al chico de antes pelear con una mola que tenia detrás el cartel del arsenal.

-Bingo ahí esta nuestro destino chico.-Sonreí y corrí hacia la mole la cual salte apoyandome en su espalda aprobechando la patada en las costillas que recibio y que le hizo agacharse un poco.Al caer vi otra mole guardando la puerta así que me acerque a paso normal quedandome delante de el.

-Señor vengo por munición para las tropas- Parece que mi imitación no surtió efecto y el guardia me fue a pegar un lanzazo de arriba abajo aprobechando la fuerza de la caída. Me eche a un lado pegando una patada en la lanza para con el impulso meterle un rodillazo en el mentón el cual solo lo hizo enfadarse mientras bajaba la mirada.

-Tsk vaya no eres todo fachada eres tan duro como pareces gigantón-Sin dejar de mirarlo tendí una de mis manos hacia atras en señal a Haku de que estuviera quieto.-Haku no interfieras este gigantón es mio.-

El tipo al tener la lanza sobre el piso me envío un golpe de derecha a izquierda a la altura de las rodillas el cual salte utilizandola de trampolín para en el impulso y con un movimiento de cadera que me diera mas fuerza propinarle un golpe con el puño en la nariz la cual note el crack.

Había notado por estos golpes intercambiados que era mucho mas rápido que el pero que como me descuidara me partiría en dos de un lanzazo.