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Gareth Silverwing
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- Lagarto de oro y "¡NO SOY UN GATO!":
- Se sucede una serie de explosiones en el lugar donde estábais hace unos segundos, de no ser por vuestros reflejos puede que no lo hubiéseis contado. La niña y aquel extraño han logrado esquivar con éxito los misiles y Mura tiene la sensación de que lo hubiese logrado incluso sin su ayuda.
-Mierda. Parece que por fin lo ha terminado, necesitamos ayuda- Dice la niña tras hacer un sonoro silvido, algo no es del todo normal en ella, juraríais que su piel es un poco más azulada de lo normal y un aura rojiza empieza a envolver su cuerpo, los usuarios de mantra notarán una gran sed de sangre proveniente de ella.- Spoiler:
-Si lo ha logrado entonces estamos perdidos, nos pudimos librar del anterior de milagro.- Contesta el enmascarado con tono de preocupación.
Ambos parecen adoptar ahora una pose de combate, puede que sepan que huir ahora no es una opción. La piel de la niña se termina de volver del todo azul y un cuerno emerge de su frente, a su vez las vendas que cubren ese extraño objeto se desatan revelando una enorme plancha metálica con un asa y un filo toscamente tallado. A su vez el enmascarado carga una serie de disparos en su escopeta y comienza a lanzar una serie de granadas sobre la bestia mecánica, cubriendo a Akagami.
Por otra parte el láser no deja de seguirte a pesar de tu velocidad, poco a poco ves como el arma comienza a iluminarse y a envolverse en electricidad mientras extiende una serie de placas prolongando su "cañón". Justo antes de que la bestia disparase una de las granadas acierta cerca del arma, desviando el láser unos centímetros. No escuchas una detonación, sino como si algo golpease un yunque de metal y el ruido sordo de algo cortando el aire justo a escasos centímetros de tu cara. El pelo se te eriza como si el ambiente estuviese cargado de electricidad estática.
Logras ponerte a su altura, el choque entre ambos hace temblar la tierra pero parece que mantiene el tipo y... su superficie metálica tiene un tono, como más negruzco que antes. ¿Acaso una máquina está usando el haki de armadura? Tras eso retrocede y salta, girando sobre sí mismo para asestarte una patada desde la derecha. Tras eso cuatro cilidros emergen de unas ranuras en su lomo, de ellos sale una hélice. Los cilindros comienzan a sobrevolar sobre mura y los dos aliados, apuntándoos con unos láseres rojos.
- El bueno, el feo y el malo:
- Dexter logra situarse sobre el lomo del animal, tras eso empieza a saltar y a retorcerse como un toro en un rodeo. Pero de pronto se para en seco. Parece que ha escuchado algo (los que tengan unos sentidos agudos escucharán un silbido lejano). Casi al instante se pone a saltar en dirección a aquel silbido, desplazándose a gran velocidad. Parece que se dirige a la ciudad, pero no de forma directa, sino a las afueras que quedan en el lado opuesto al cual vosotros estáis.
Y bien. Worgulv, parece que tu ansiada batalla se larga con tu capitán al lomo y Deathstroke, puede que tengas que cambiar de dirección.
Maze
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Akuma no mi
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Mura se quedó unos segundos observando como aquella pelea de "titanes" comenzaba, queriendo decirle un par de palabras al estúpido de su capitán por temerario...(Aunque tampoco tenía mucho derecho a hacerlo cuando ella había sido la que minutos atrás se había metido en medio de un tiroteo para salvar a esa niña, que quizá hubiera podido salvarse sola.) "Supongo que se lo dejaré pasar por esta vez." Pensó, antes de centrar su mirada en la niña y su hermano, quienes estaban teniendo una conversación un tanto extraña. -¿Qué sucede? ¿Qué es lo que tienen preparado? ¿Y quién?- Preguntó alzando la voz para que ambos escucharan sus palabras, antes de apartarse de la niña niña por instinto. ¿Y quién no lo haría? Se estaba volviendo azul. ¡AZUL! Vale, su capitán se volvía dorado y escamoso, y ella se convertía en un puma, pero nunca había visto a nadie convertirse en un pitufo con cuernos y una sed de sangre tan grande. Por mucho que estuvieran en el mismo bando, su Haki no dejaba de advertirla de que debía tener cuidado. Pero no solo por ella.
La pelea entre Aka y aquel bicho de hojalata, experto en artes marciales, continuaba, pero ellos no podían permitirse el lujo de quedarse mirando como peleaban, pues de la misma criatura habían salido varios cilindros que en ese momento estaban sobrevolandoles y apuntándoles con un punto rojo, cosa que obviamente significaba que les estaban apuntando a matar. "Veamos quien acaba con quien. Yo no soy una presa fácil." Pensó para sí misma antes de agarrar a Ikari y saltar, ayudándose de sus habilidades felinas, al tiempo que un aura oscura la rodeaba, causando que su velocidad se incrementara. Una vez tomó algo de altura, se concentró en su arma, y comenzó a lanzar tajos al aire, de los que salían ondas cortantes imbuidas en haki, Pero no solo de su espada, sino también de sus piernas, en especial de la derecha, con la que trató de golpear a uno de dichos cilindros antes de caer.
La pelea entre Aka y aquel bicho de hojalata, experto en artes marciales, continuaba, pero ellos no podían permitirse el lujo de quedarse mirando como peleaban, pues de la misma criatura habían salido varios cilindros que en ese momento estaban sobrevolandoles y apuntándoles con un punto rojo, cosa que obviamente significaba que les estaban apuntando a matar. "Veamos quien acaba con quien. Yo no soy una presa fácil." Pensó para sí misma antes de agarrar a Ikari y saltar, ayudándose de sus habilidades felinas, al tiempo que un aura oscura la rodeaba, causando que su velocidad se incrementara. Una vez tomó algo de altura, se concentró en su arma, y comenzó a lanzar tajos al aire, de los que salían ondas cortantes imbuidas en haki, Pero no solo de su espada, sino también de sus piernas, en especial de la derecha, con la que trató de golpear a uno de dichos cilindros antes de caer.
Worgulv
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Mientras el hombre se dirigía hacia esa criatura que parecería jugar al toro loco con su capitán, preparado para partirle por la mitad, o quizás si tenía suerte, obtener un combate que mereciese la pena. A unos pocos metros de alcanzar su objetivo, la criatura se quedó mirando en una dirección para posteriormente saltar en una dirección diferente, parecía que había dejado de saltar de un lado a otro y ahora se dirigía a un punto en concreto.
El hombre viendo que la criatura en unos pocos momentos le sacaría mucha distancia, echo mano a su cintura, agarrando el tubo maestro y pulsando los botones necesarios para que del mango surgiera un látigo de una considerable longitud, el hombre lo lanzo a la pata de la bestia, preparándose para el tirón que daría al enrollarse en la pata de la presa.
Para su desgracia, el látigo no llego a alcanzar al animal, ya estaba lo suficientemente lejos como para que al hombre le fuese imposible alcanzarlo con sus armas, era hora de una persecución.
El hombre flexiono las rodillas mientras de su espalda surgían unas emplumadas alas, guardo sus hachas gemelas y sostuvo su hacha gélida con ambas manos, que ahora brillaba con un sobrenatural fulgor, cuando las alas ya estaban formadas por completo, el hombre saltó potenciándose con sus alas, volando tras la saltarina criatura preparada para superarla por el lado izquierdo y si lo ordenaba su capitán, acabar con su travesía, aunque parecía que esta se dirigía a algún punto exacto y el destino podría ser de sumo interés, de una manera u otra, comenzó la persecución aérea (digna de los dioses).
El hombre viendo que la criatura en unos pocos momentos le sacaría mucha distancia, echo mano a su cintura, agarrando el tubo maestro y pulsando los botones necesarios para que del mango surgiera un látigo de una considerable longitud, el hombre lo lanzo a la pata de la bestia, preparándose para el tirón que daría al enrollarse en la pata de la presa.
Para su desgracia, el látigo no llego a alcanzar al animal, ya estaba lo suficientemente lejos como para que al hombre le fuese imposible alcanzarlo con sus armas, era hora de una persecución.
El hombre flexiono las rodillas mientras de su espalda surgían unas emplumadas alas, guardo sus hachas gemelas y sostuvo su hacha gélida con ambas manos, que ahora brillaba con un sobrenatural fulgor, cuando las alas ya estaban formadas por completo, el hombre saltó potenciándose con sus alas, volando tras la saltarina criatura preparada para superarla por el lado izquierdo y si lo ordenaba su capitán, acabar con su travesía, aunque parecía que esta se dirigía a algún punto exacto y el destino podría ser de sumo interés, de una manera u otra, comenzó la persecución aérea (digna de los dioses).
Deathstroke
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Mi paso hacia la ciudad se vio truncado gracias a mi capitán, pues al haber conseguido Dexter subirse encima de este, había provocado que empezase a saltar de forma descontrolada, de un lado para otro para hacer que el capitán perdiese el equilibrio y cayese, aunque yo dudaba que consiguiese tirarlo, con la fuerza del capitán si se agarraba era como una garrapata.
Por este motivo retrocedí hasta que quedé a la altura de Worgulv que también estaba viendo la escena, estaba seguro de que algo sorprendido y cabreado, el capitán le había quitado un memorable combate entre hombre contra sapo raro gigante. Me senté a su lado y seguí observando la escena hasta que de pronto el animal se paró de repente y se giró hacia donde había escuchado casi de forma imperceptible un silbido, “algo no va del todo bien” pensé justo cuando el animal comenzó a dar saltos en dirección a la que había sonado el silbido.
-Bueno- le dije a Worgulv- parece que la pelea será en otro sitio, vamos tras el capitán.
El vikingo estaba demasiado centrado en los movimientos del animal, y guardó un par de hachas que llevaba en las manos para sacar el hacha que expulsaba frío si con un salto salió volando tras el bicho y el capitán, por mi parte me levanté y de la misma forma que había hecho Worgulv despegué, iba al lado de Worgulv y detrás del sapo saltarín, pareciendo incluso que eramos una escolta del capitán que iba a la guerra junto con su ¿fiel corcel?, además activé la vista térmica por si veía algo más a parte de la ciudad, el sapo y mis compañeros.
Por este motivo retrocedí hasta que quedé a la altura de Worgulv que también estaba viendo la escena, estaba seguro de que algo sorprendido y cabreado, el capitán le había quitado un memorable combate entre hombre contra sapo raro gigante. Me senté a su lado y seguí observando la escena hasta que de pronto el animal se paró de repente y se giró hacia donde había escuchado casi de forma imperceptible un silbido, “algo no va del todo bien” pensé justo cuando el animal comenzó a dar saltos en dirección a la que había sonado el silbido.
-Bueno- le dije a Worgulv- parece que la pelea será en otro sitio, vamos tras el capitán.
El vikingo estaba demasiado centrado en los movimientos del animal, y guardó un par de hachas que llevaba en las manos para sacar el hacha que expulsaba frío si con un salto salió volando tras el bicho y el capitán, por mi parte me levanté y de la misma forma que había hecho Worgulv despegué, iba al lado de Worgulv y detrás del sapo saltarín, pareciendo incluso que eramos una escolta del capitán que iba a la guerra junto con su ¿fiel corcel?, además activé la vista térmica por si veía algo más a parte de la ciudad, el sapo y mis compañeros.
Dexter Black
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Primero los cuartos traseros, y Dexter agitó sus nalgas de tal forma que pudiese mantenerse erguido. Luego hacia delante, y con las mismas se propulsó para mantenerse en la posición más vertical que pudiese, al mismo tiempo que sus muslos hacían distintos movimientos para apretar o aflojar el lomo del animal según hacia dónde se moviera éste. No parecía irle mal del todo, y tras un rato que, sinceramente, fue el más divertido y excitante del día, el animal se detuvo en seco. Menos mal, porque empezaba a tener una erección en aquel toro mecánico improvisado y habría sido realmente incómodo que la gente le preguntase si escondía un calabacín de cultivo ecológico y por qué. Y la verdad, no le apetecía explicar que aquello no era un calabacín de cultivo ecológico, ni cómo había llegado a aquella situación.
-¿He ganado ya?- preguntó, mirando a todos lados para finalmente percatarse de un agudo ruido, un silbido, y de pronto la rana comenzó a correr ¿saltar? hacia allí.
Algo en su corazón le decía que aquello no era parte de la competición improvisada de toro mecánico en la que acababa de participar, y cuando se fijó en que tanto Worgulv como Deathstroke lo seguían de cerca. ¿Se estaban preocupando por él? Bueno, lo cierto es que a él también le preocupaba su destino, más cuando una rana era la dueña de él. "Dueña es una palabra excesiva", pensó, mientras el animal seguía brincando rumbo a su destino. Por el momento estaba bastante más preocupado por llegar manteniendo una postura digna que en cuál sería el destino. Al fin y al cabo, dondequiera que lo estuviera llevando tenía que presentarse como alguien poderoso. ¿Qué pensaría de él su enemigo si lo viera asustado sobre una rana? Debía mantenerse firme, y llegar hasta el final en su corcel.
-Corre- dijo, con voz solemne-. Corre, caballito.
-¿He ganado ya?- preguntó, mirando a todos lados para finalmente percatarse de un agudo ruido, un silbido, y de pronto la rana comenzó a correr ¿saltar? hacia allí.
Algo en su corazón le decía que aquello no era parte de la competición improvisada de toro mecánico en la que acababa de participar, y cuando se fijó en que tanto Worgulv como Deathstroke lo seguían de cerca. ¿Se estaban preocupando por él? Bueno, lo cierto es que a él también le preocupaba su destino, más cuando una rana era la dueña de él. "Dueña es una palabra excesiva", pensó, mientras el animal seguía brincando rumbo a su destino. Por el momento estaba bastante más preocupado por llegar manteniendo una postura digna que en cuál sería el destino. Al fin y al cabo, dondequiera que lo estuviera llevando tenía que presentarse como alguien poderoso. ¿Qué pensaría de él su enemigo si lo viera asustado sobre una rana? Debía mantenerse firme, y llegar hasta el final en su corcel.
-Corre- dijo, con voz solemne-. Corre, caballito.
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