Balagus
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Escupí al suelo en mi camino entre los árboles. En alguna parte estaba Rocket preparando una emboscada para mí, nada más y nada menos, y aquel salivazo directo a la tierra no era sino una manera de desfogar mi frustración por tan irritantes métodos de entrenamiento.
Apenas contaban ya unos días desde que el mapache y yo escapásemos de la isla Kumate, cargados de tesoros y ofrendas saqueadas a una tribu indígena que, por un tiempo, nos creyó dioses. La experiencia había sido divertida y lucrativa, aunque no tanto como habíamos imaginado en un primer momento, pero por lo menos conseguimos sacar algún beneficio y un barco para largarnos de allí.
Después de todo aquello, ambos conversamos largo y tendido y nos transmitimos nuestras inquietudes acerca de nuestro potencial. Cuando supimos que ambos poseíamos el llamado "haki observador", no dudamos mucho y buscamos una isla, una deshabitada, donde poder entrenar tranquilamente y descansar antes de reunirnos con nuestros camaradas de nuevo.
"Dónde estará este bicho peludo de Satanás..."
Procuraba seguir las instrucciones que años atrás me dio mi difunto maestro para entrenar el haki. Enfoqué mi ira e irritación sobre mi entorno, intentado evitar que se acumulara en mí y expandiendo mi percepción sobre lo que me rodeaba. Todo ello sin éxito, claro.
Un poderoso disparo que identifiqué por el sonido como el modo escopeta de la APA... del invento ese del diablo del mapache, resonó en entre los árboles, forzándome a cubrirme con los brazos. La armadura resistió el embate, mas algunas balas la perforaron obviando su importante desgaste.
- ¡Ahora verás, animalejo desproporcionado! -Grité, desenrollando la cadena de la maza y haciéndola girar en el aire, pues el disparo me permitió localizar la posición de mi compañero.
Apenas contaban ya unos días desde que el mapache y yo escapásemos de la isla Kumate, cargados de tesoros y ofrendas saqueadas a una tribu indígena que, por un tiempo, nos creyó dioses. La experiencia había sido divertida y lucrativa, aunque no tanto como habíamos imaginado en un primer momento, pero por lo menos conseguimos sacar algún beneficio y un barco para largarnos de allí.
Después de todo aquello, ambos conversamos largo y tendido y nos transmitimos nuestras inquietudes acerca de nuestro potencial. Cuando supimos que ambos poseíamos el llamado "haki observador", no dudamos mucho y buscamos una isla, una deshabitada, donde poder entrenar tranquilamente y descansar antes de reunirnos con nuestros camaradas de nuevo.
"Dónde estará este bicho peludo de Satanás..."
Procuraba seguir las instrucciones que años atrás me dio mi difunto maestro para entrenar el haki. Enfoqué mi ira e irritación sobre mi entorno, intentado evitar que se acumulara en mí y expandiendo mi percepción sobre lo que me rodeaba. Todo ello sin éxito, claro.
Un poderoso disparo que identifiqué por el sonido como el modo escopeta de la APA... del invento ese del diablo del mapache, resonó en entre los árboles, forzándome a cubrirme con los brazos. La armadura resistió el embate, mas algunas balas la perforaron obviando su importante desgaste.
- ¡Ahora verás, animalejo desproporcionado! -Grité, desenrollando la cadena de la maza y haciéndola girar en el aire, pues el disparo me permitió localizar la posición de mi compañero.
Rocket Raccoon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me adelanté a Onox y empecé a meterme por el bosque. Aquel era mi territorio, le sería imposible encontrarme. Empecé a ir a ras del camino, siempre cerca suyo, pero no me vio. Entonces, empecé a montar la APHADD en un lado del camino. Sacando las patas haciendo que el cañón apuntase hacia arriba, me ajusté el guante que tenía el botón para activar el arma. Aquel modo era nuevo en mi querida arma, por tanto sería la primera vez que lo probara. ¿Por qué no con mi amigo el semi-gigante?
Cuando Onox pasó por el camino, lo crucé tras él, haciendo que escuchara un pequeño sonido, pero al darse la vuelta yo ya estaba al otro lado del camino y escondido entre la hierba. Cuando el gigante retrocedió para investigar cual era aquel sonido, apreté el botón de mi guante.
El arma se disparó en una pequeña ráfaga que golpeó al semi-gigante, rebotando en su armadura. Se enfadó y empezó a girar la maza en el aire, mirando hacia el lugar donde esta el arma, creyendo que yo estaba allí. Cuando ya estaba de espaldas a mi, salté usando el viento para llegar a la altura de su cabeza cubierta por el yelmo, apuntándole con mi pistola.
- ¡SORPRESA!
Y disparé. Sabía que la enorme resistencia del semi-gigante más el yelmo le haría resistir aquello, pero sin duda le sería una sorpresa desagradable.
Cuando Onox pasó por el camino, lo crucé tras él, haciendo que escuchara un pequeño sonido, pero al darse la vuelta yo ya estaba al otro lado del camino y escondido entre la hierba. Cuando el gigante retrocedió para investigar cual era aquel sonido, apreté el botón de mi guante.
El arma se disparó en una pequeña ráfaga que golpeó al semi-gigante, rebotando en su armadura. Se enfadó y empezó a girar la maza en el aire, mirando hacia el lugar donde esta el arma, creyendo que yo estaba allí. Cuando ya estaba de espaldas a mi, salté usando el viento para llegar a la altura de su cabeza cubierta por el yelmo, apuntándole con mi pistola.
- ¡SORPRESA!
Y disparé. Sabía que la enorme resistencia del semi-gigante más el yelmo le haría resistir aquello, pero sin duda le sería una sorpresa desagradable.
Balagus
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El ataque sorpresa de Rocket cumplió su objetivo a la perfección y me frenó en seco cuando la bala salió de su arma. Por un instante, la posibilidad de la muerte cruzó mi mente, justo antes de sentir el escozor del golpe del proyectil contra mi sien endurecida por el haki en mi cabeza, surgido en último momento como protección.
La maza cayó al suelo de golpe, desprovista del empuje que le daba y que la hacía girar en el aire. Dejé que Rocket pensara durante unos segundos que tal vez me había matado, durante los cuales busqué la mejor forma de controlar las ganas de matar a tan molesto mapache. Finalmente y, aprovechando que el disparo había roto la correa principal que sujetaba mi yelmo, eché la cabeza atrás y la balanceé hacia delante con fuerza y rapidez, lanzando la picuda pieza de metal como un proyectil con el animalejo aferrado todavía a ella.
Mientras mi compañero saltaba de su inesperado transporte y usaba su control del viento para caer más suavemente, volví a dar fuerza a la maza pero esta vez junto a mi costado y girándola de manera que se pudiera llevar la tierra por delante en su trayectoria.
Adelanté mi posición y me puse de medio lado, tensando los músculos y haciendo fuerza con ellos para impactar de la forma que yo quería. Sabía que Rocket evitaría un ataque tan evidente, si es que yo no lo fallaba. Con todo, no pude evitar temer unos instantes el llegar a golpear a mi compañero con la técnica que había estado preparando.
“Bah, él es duro y también sabe usar el haki de armadura. Sobrevivirá, y de paso puede que le deje un bonito recuerdo.”
Cuando estuve a la distancia adecuada y mi arma hubo adquirido suficiente fuerza, dejé que la bola picuda trazara una trayectoria a través de la tierra, hundiéndose parcialmente y arrastrándola. Aunque pareció perder impulso, mis brazos no permitieron que se detuviera y terminó de llevarse por delante lo que mediaba en su camino, alzándose en el aire contra el mapache con mayor potencia y velocidad.
- ¡Steel Blow!
La maza cayó al suelo de golpe, desprovista del empuje que le daba y que la hacía girar en el aire. Dejé que Rocket pensara durante unos segundos que tal vez me había matado, durante los cuales busqué la mejor forma de controlar las ganas de matar a tan molesto mapache. Finalmente y, aprovechando que el disparo había roto la correa principal que sujetaba mi yelmo, eché la cabeza atrás y la balanceé hacia delante con fuerza y rapidez, lanzando la picuda pieza de metal como un proyectil con el animalejo aferrado todavía a ella.
Mientras mi compañero saltaba de su inesperado transporte y usaba su control del viento para caer más suavemente, volví a dar fuerza a la maza pero esta vez junto a mi costado y girándola de manera que se pudiera llevar la tierra por delante en su trayectoria.
Adelanté mi posición y me puse de medio lado, tensando los músculos y haciendo fuerza con ellos para impactar de la forma que yo quería. Sabía que Rocket evitaría un ataque tan evidente, si es que yo no lo fallaba. Con todo, no pude evitar temer unos instantes el llegar a golpear a mi compañero con la técnica que había estado preparando.
“Bah, él es duro y también sabe usar el haki de armadura. Sobrevivirá, y de paso puede que le deje un bonito recuerdo.”
Cuando estuve a la distancia adecuada y mi arma hubo adquirido suficiente fuerza, dejé que la bola picuda trazara una trayectoria a través de la tierra, hundiéndose parcialmente y arrastrándola. Aunque pareció perder impulso, mis brazos no permitieron que se detuviera y terminó de llevarse por delante lo que mediaba en su camino, alzándose en el aire contra el mapache con mayor potencia y velocidad.
- ¡Steel Blow!
Rocket Raccoon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nada más empezar a reírme cuando Onox cayó, vi que no se movía. Suspiré y lo miré, observándolo. Solté un grito y disparé al aire llamando su atención. Pero no se movió.
- ¡LEVANTA!
Entonces salí disparado, aferrado a su yelmo. Salté y usé el viento para caer al suelo con cuidado. Me di la vuelta con el ceño fruncido, solo para ver viniendo la bola de pinchos de Onox hacia mi a toda velocidad. No tenía tiempo para esquivar nada, por lo que me limité a...
La bola de pinchos golpeó mi cuerpo y este se deshizo en millones de granos de arena, esparcidos por el suelo. Como me gustaba ser logia en momentos como ese... La arena empezó a rodear la bola de pinchos hasta formar mi cuerpo de nuevo sobre esta, poniendo las patas en sitios que los pinchos no se me clavaran. Entonces, usé el viento de nuevo y me empujé directo hacia la cabeza de Onox, buscando aferrarme a su cocorota.
Al llegar, empecé a moverme todo lo deprisa que pude por su cuerpo, aprovechando mi pequeño tamaño en contraste al suyo, escalando por las juntas de su armadura e incluso buscando formas de desmontarla y hacer que dejara de llevarla.
- ¡LEVANTA!
Entonces salí disparado, aferrado a su yelmo. Salté y usé el viento para caer al suelo con cuidado. Me di la vuelta con el ceño fruncido, solo para ver viniendo la bola de pinchos de Onox hacia mi a toda velocidad. No tenía tiempo para esquivar nada, por lo que me limité a...
La bola de pinchos golpeó mi cuerpo y este se deshizo en millones de granos de arena, esparcidos por el suelo. Como me gustaba ser logia en momentos como ese... La arena empezó a rodear la bola de pinchos hasta formar mi cuerpo de nuevo sobre esta, poniendo las patas en sitios que los pinchos no se me clavaran. Entonces, usé el viento de nuevo y me empujé directo hacia la cabeza de Onox, buscando aferrarme a su cocorota.
Al llegar, empecé a moverme todo lo deprisa que pude por su cuerpo, aprovechando mi pequeño tamaño en contraste al suyo, escalando por las juntas de su armadura e incluso buscando formas de desmontarla y hacer que dejara de llevarla.
Balagus
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Torcí el gesto, disgustado ante la desagradable sorpresa del cuerpo del mapache deshecho en arena. Aun habiéndome olvidado momentáneamente de tal eventualidad, no me sorprendí de un movimiento tan audaz e inesperado por parte del animalejo pero sí gruñí con desagrado cuando le vi reformare en la misma maza.
- ¡Ah, no! ¡Te tengo dicho que mis armas ni tocarlas!
Tiré de la bola picuda y la hice girar rápidamente antes de lanzarla contra un árbol cercano para obligar a Rocket a abandonarla, mas en el momento en el que un buen tronco se tronchaba, incapaz de detener el impacto que se le vino encima, mi peludo compañero saltó, probablemente impulsado por su viento, hacia mí.
De una forma tan cómica como molesta que me recordó demasiado a los reptiles o los insectos, el pequeño malnacido comenzó a trepar para arriba y para abajo por mi armadura, sin un objetivo aparentemente claro. Me revolví e intenté atraparle, sin mucho éxito en mi empeño, hasta que vi una de las piezas de la armadura de mi brazo caer al suelo y lo entendí todo de golpe.
- ¡¡PERO SERÁS…!! ¡MI ARMADURA ES MÍA Y SÓLO ME LA QUITO YO, O UNA MUJERZUELA SI SE LO PERMITO!
Me revolví con más violencia todavía, obstaculizando más la estratagema de Rocket. No obstante, mis intentos siguieron sin darme el resultado esperado, y más partes de la armadura fueron cayendo al suelo.
- ¡¡BASTA!! – Bramé, clavando mi vista sobre el animal que me la devolvió divertido y sonriente.- ¿Quieres verme sin la armadura? Pues tranquilo, que no seré yo quien te lo impida.
Con un grito gutural, transformé primero las partes de mi cuerpo que ya estaban expuestas y después las aún protegidas, rompiendo correas y sujeciones en mi transición a mi forma híbrida. Con ello supuse haberme librado del mapache por fin, que debería estar entre las piezas de armadura en el suelo, y pude recoger de nuevo mi maza con una única mano, levantándola sobre mi cabeza y dejándola caer sobre el animalejo.
- ¡Te he dicho mil veces que no toques mis cosas!
- ¡Ah, no! ¡Te tengo dicho que mis armas ni tocarlas!
Tiré de la bola picuda y la hice girar rápidamente antes de lanzarla contra un árbol cercano para obligar a Rocket a abandonarla, mas en el momento en el que un buen tronco se tronchaba, incapaz de detener el impacto que se le vino encima, mi peludo compañero saltó, probablemente impulsado por su viento, hacia mí.
De una forma tan cómica como molesta que me recordó demasiado a los reptiles o los insectos, el pequeño malnacido comenzó a trepar para arriba y para abajo por mi armadura, sin un objetivo aparentemente claro. Me revolví e intenté atraparle, sin mucho éxito en mi empeño, hasta que vi una de las piezas de la armadura de mi brazo caer al suelo y lo entendí todo de golpe.
- ¡¡PERO SERÁS…!! ¡MI ARMADURA ES MÍA Y SÓLO ME LA QUITO YO, O UNA MUJERZUELA SI SE LO PERMITO!
Me revolví con más violencia todavía, obstaculizando más la estratagema de Rocket. No obstante, mis intentos siguieron sin darme el resultado esperado, y más partes de la armadura fueron cayendo al suelo.
- ¡¡BASTA!! – Bramé, clavando mi vista sobre el animal que me la devolvió divertido y sonriente.- ¿Quieres verme sin la armadura? Pues tranquilo, que no seré yo quien te lo impida.
Con un grito gutural, transformé primero las partes de mi cuerpo que ya estaban expuestas y después las aún protegidas, rompiendo correas y sujeciones en mi transición a mi forma híbrida. Con ello supuse haberme librado del mapache por fin, que debería estar entre las piezas de armadura en el suelo, y pude recoger de nuevo mi maza con una única mano, levantándola sobre mi cabeza y dejándola caer sobre el animalejo.
- ¡Te he dicho mil veces que no toques mis cosas!
Rocket Raccoon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Onox no tardó en darse cuenta de mi propósito al ver que partes de su armadura caían. No pude evitar reír de forma estridente y sin control, casi. Finalmente, caí al suelo frente a él y lo observé mientras me instigaba a su próximo movimiento. Su cuerpo empezó a cambiar, creciendo incluso más de lo que ya era. Chasqueé la lengua y agarré mis dos pistolas, recordando que la APHADD aún seguía tras él en modo automático.
Me convertí en arena y llamé al viento, pues necesitaba de este para poder moverme con facilidad ya que aún no controlaba del todo los poderes de mi logia. Pasé por debajo de las piernas del enorme cerdo convertido en arena y me volví a formar corriendo a por la APHADD, pero la enorme bola de pinchos golpeó el suelo justo a mi lado y la hizo alejarse varios metros más.
"Maldición... Tendré que recuperarla más tarde..."
Concentré mi viento justo a mis pies de nuevo y me propulsé, saltando de nuevo a su altura. Pero en el último momento, justo frente a su cara, volví a impulsarme para saltar sobre su cabeza y ponerme en su nuca, casi como si cabalgara al enorme cerdo como mi montura, sin saber exactamente lo que hacer en aquel momento.
Me convertí en arena y llamé al viento, pues necesitaba de este para poder moverme con facilidad ya que aún no controlaba del todo los poderes de mi logia. Pasé por debajo de las piernas del enorme cerdo convertido en arena y me volví a formar corriendo a por la APHADD, pero la enorme bola de pinchos golpeó el suelo justo a mi lado y la hizo alejarse varios metros más.
"Maldición... Tendré que recuperarla más tarde..."
Concentré mi viento justo a mis pies de nuevo y me propulsé, saltando de nuevo a su altura. Pero en el último momento, justo frente a su cara, volví a impulsarme para saltar sobre su cabeza y ponerme en su nuca, casi como si cabalgara al enorme cerdo como mi montura, sin saber exactamente lo que hacer en aquel momento.
Balagus
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Rocket se estaba poniendo realmente pesado e irritante, tal y cómo solía ser cuando peleaba. Sin embargo, la principal diferencia radicaba en que siempre había visto tal espectáculo desde fuera y no desde dentro y, por si fuera poco, el que todo lo que acontecía distara mucho de lo que muchas veces me había imaginado en mi cabeza me cabreaba más y más a cada momento que pasaba.
- ¡Te convertiré en un cajón de arena para que Xanxus mee en él cuando termine contigo! –Bramé tan pronto como se me subió a la nuca y agarró a mi abundante pelo carmesí.
Comencé a revolverme continuadamente para deshacerme del indeseable huésped, buscando forzarle a soltarse y golpearle con la maza en su caída. Un par de disparos del arma del mapache, todavía activa, sobre mi costado, volcaron toda mi rabia salvaje en mi mente y guiaron mis movimientos sin que la razón pudiera hacerme entender lo peligroso de las acciones que estaba a punto de emprender.
Con un aullido gutural, realicé un rápido giro ayudándome de la mano libre y barrí la APHADD con la maza, partiéndola en pedazos y lanzándola sin piedad contra el árbol más cercano. La fuerza de mis movimientos y un repentino aflojamiento en la presa que mantenía Rocket aferrado a mi pelo me permitieron quitármelo al fin de encima, mas cuando le miré no quedaba rastro de su acostumbrada, indiferente y casi infantil crueldad.
- Esto te enseñará. –Me dirigí a él con mi voz gutural.- Las bestias no deberían ser molestadas jamás, pequeño…
No llegué a terminar la frase. La reacción de mi viejo amigo no sólo me pilló completamente desprevenido, sino que además desplegó un poder contra mí que en ningún momento me supuse posible en él.
- ¡Te convertiré en un cajón de arena para que Xanxus mee en él cuando termine contigo! –Bramé tan pronto como se me subió a la nuca y agarró a mi abundante pelo carmesí.
Comencé a revolverme continuadamente para deshacerme del indeseable huésped, buscando forzarle a soltarse y golpearle con la maza en su caída. Un par de disparos del arma del mapache, todavía activa, sobre mi costado, volcaron toda mi rabia salvaje en mi mente y guiaron mis movimientos sin que la razón pudiera hacerme entender lo peligroso de las acciones que estaba a punto de emprender.
Con un aullido gutural, realicé un rápido giro ayudándome de la mano libre y barrí la APHADD con la maza, partiéndola en pedazos y lanzándola sin piedad contra el árbol más cercano. La fuerza de mis movimientos y un repentino aflojamiento en la presa que mantenía Rocket aferrado a mi pelo me permitieron quitármelo al fin de encima, mas cuando le miré no quedaba rastro de su acostumbrada, indiferente y casi infantil crueldad.
- Esto te enseñará. –Me dirigí a él con mi voz gutural.- Las bestias no deberían ser molestadas jamás, pequeño…
No llegué a terminar la frase. La reacción de mi viejo amigo no sólo me pilló completamente desprevenido, sino que además desplegó un poder contra mí que en ningún momento me supuse posible en él.
Rocket Raccoon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Mis dedos aflojaron la presa que mantenía la empuñadura de mis pistolas. Las armas tocaron tierra y mis ojos temblaban, rasgándose. Las pupilas se ensancharon, como cuando preciso ver en la oscuridad, pero no estaba oscuro. Mi visión se centró en los restos metálicos de la APHADD, mientras mis patas caminaban a paso lento hacia los restos del arma. Me agaché, en silencio e ignorando el ruido de mi alrededor.
Cogí el cañón del arma, que se había separado del conjunto entero. La aferré con fuerza con las manos y tragué saliva. Apreté los dientes y un gruñido empezó a emitirse por mi garganta. Mi cola se movía de un lado a otro y, a mi alrededor, se levantaba una pequeña brisa, como cada vez que me enfadaba.
Pero aquella vez fue diferente. La brisa aumentó y empezó a hacerse visible, como un pequeño tornado a mi alrededor. Un tornado que arrastraba arena de mi propio cuerpo, dándome un extraño aspecto. Como si mi cuerpo se deshiciese en arena y esta fuese arrastrada por el viento que me rodeaba. Me di la vuelta y miré al monstruo frente a mi. Alguien a quien a veces consideraba amigo, pero ahora... no era más que un asesino.
Grité y una ráfaga de viento cargada de arena se movió hasta su cabeza, buscando cegarlo con la arena. Empecé a correr hasta donde estaban mis armas y salté por ellas, pasando entre las piernas de mi compañero y agarrando las pistolas. Apunté hacia la espalda de mi enemigo y gruñí...
En aquel momento no era yo.
Cogí el cañón del arma, que se había separado del conjunto entero. La aferré con fuerza con las manos y tragué saliva. Apreté los dientes y un gruñido empezó a emitirse por mi garganta. Mi cola se movía de un lado a otro y, a mi alrededor, se levantaba una pequeña brisa, como cada vez que me enfadaba.
Pero aquella vez fue diferente. La brisa aumentó y empezó a hacerse visible, como un pequeño tornado a mi alrededor. Un tornado que arrastraba arena de mi propio cuerpo, dándome un extraño aspecto. Como si mi cuerpo se deshiciese en arena y esta fuese arrastrada por el viento que me rodeaba. Me di la vuelta y miré al monstruo frente a mi. Alguien a quien a veces consideraba amigo, pero ahora... no era más que un asesino.
Grité y una ráfaga de viento cargada de arena se movió hasta su cabeza, buscando cegarlo con la arena. Empecé a correr hasta donde estaban mis armas y salté por ellas, pasando entre las piernas de mi compañero y agarrando las pistolas. Apunté hacia la espalda de mi enemigo y gruñí...
En aquel momento no era yo.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
- Es duro ser un dios [Onox y Rocket] [Privado-Presente]
- [Pasado][Privado][Rocket & Kuroi] Cadena alimenticia, el lugar de una alimaña
- [Grupal/Frog, Rocket y Kaito] Entrenando en Zaren [Rol de Entrenamiento/Pasado]
- [Entrenamiento Rocket-Xanxus] La preparatoria de la venganza. La supervivencia la única opción.
- Onox
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.