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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Mar 19 Ene 2016 - 3:13}

Los rumores le habían traído a esa isla, era algo nunca visto, desde lejos lo que parecían montañas, ahora se dibujaban como un gran testigo de la muerte de una gran bestia, que tiempo hacia que había perecido, al hombre no le amedrento ese hecho, y siguió remando hacia su destino. Los rumores escuchados en tabernas decían que en esa isla había vestigios de sus dioses, parecía que los hombres de esas tierras los habían llamado gigantes, pero habían usado nombres de sus deidades, el hombre nunca había visto un dios, de hecho, no se sentía digno de ello, pero tenía que comprobarlo tenía que ver si sus dioses estaban defraudados con él, dada su ausencia de las últimas semanas, ¿qué estaba pasando? Tenía que averiguarlo.

Cerca de la isla se oían ruidos característicos de bestias las cuales no parecían ni amigables ni pequeñas, el sol ardía caliente en medio del cielo, pero no era lo suficiente molesto para el hombre. Worgulv toco tierra, sujeto bien su transporte a un tronco que parecía robusto con una cuerda, y rezo a los dioses para que fuese suficiente sujeción para permitirle volver con sus camaradas. El hombre saco su hacha gélida y comenzó a cortar el denso follaje que parecía cubrir toda la isla, las plantas parecían muy exóticas, no podía reconocer ninguna de ellas, si al hombre se le acababan los víveres que tenía en la alforja, tendría que jugársela probando uno de esos frutos, o bien encontrando una de esas bestias y enviarla con los dioses, para poder saciar su apetito, lo que era más importante, tenía como mucho para 2 días de néctar de los dioses, y no creía que existiese un animal que pudiese proporcionarle dicha necesidad.
El hombre avanzo atento a cualquier pequeño movimiento entre los árboles y las grandes plantas del lugar, no quería sorpresas mientras se dirigía a una de esas grandes montañas.
Gareth Silverwing
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Vie 22 Ene 2016 - 0:53}

En serio, ¿Qué clase de suerte tenía cuando navegaba? Durante la última tormenta las corrientes habían dejado el barco hecho un desastre, aunque se las arregló para seguir a flote durante el tiempo suficiente para llegar a Little Garden. Los rumores decían que se habían avistado gigantes cerca de las montañas de las isla, las cuales eran las calaveras de reyes marinos muertos hace siglos, es posible que nos pudiesen ayudar con las reparaciones del barco.

Nos las habíamos arreglado para anclarlo en la desembocadura de uno de los ríos de la isla, por lo menos así las corrientes no se lo llevarían. Después montamos el campamento al lado del barco, a los pocos minutos la isla nos dio la bienvenida a su manera, uno de los dinosaurios pensaba que los marines era una presa fácil, una pena que no conociesen los cañones. Una vez aseguramos el perímetro me dispuse a adentrarme en la densa selva en busca de esos supuestos gigantes, si tenía la suerte de encontrarlos (y no eran hostiles) podrían ser de ayuda a la hora de arreglar el barco, si no puede que nos tocase estar varios días, sino semanas a la espera de ayuda.

Ese ambiente era casi opresivo, un aire cálido y húmedo así como la falta de espacio debido a la densidad de la vegetación me obigaron a usar a Zinogre para abrirme paso a tajos. Cada dos por tres podía ver por el suelo las huellas de las gigantescas criaturas que habitaban la isla, ¿serían comestibles? Lo fueran o no seguro que Kai era capaz de comerse una o dos él sólo, peores sacrilegios le había visto cometer en el comedor del cuartel. De todas formas había un rastro que me llamó la atención, no era normal encontrarse un rastro de plantas cortadas y escarchadas en medio de la selva. Decidí seguir ese rastro, al fin y al cabo era la prueba de que esa isla no estaba desierta, aunque dado el tamaño de la senda creada, dudaba que se tratase de un gigante. A los pocos minutos pude dar con un hombre bastante corpulento, parecía estar solo y se abría paso por la densa vegetación con un hacha.

-Capitán Arthur Silverwing de la Marina. Identifícate- Ordené en voz alta y clara al desconocido mientras le apuntaba con mi arma dos metros escasos. Era una orden sencilla, puede que no fuese necesario, pero estaba acostumbrado.
Worgulv
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Vie 22 Ene 2016 - 4:02}

El hombre avanzaba por la espesura de la jungla, cortando todo lo que se le interponía en su paso, algunas bestias también tuvieron la poca fortuna de encontrarse entre la maleza, el hombre despacho solo a las que parecían hostiles, las demás corrían asustadas, y se alejaban muy rápidamente. El camino a esas montañas se reducía poco a poco, antes de llegar la noche llegaría a la más cercana, el hombre pudo distinguir que entre las plantas que parecían cubrir dicha montaña, la tierra era de color pálido, blanco como un hueso, pero algo amarilleado con el tiempo, al hombre le embargo la curiosidad, cuál sería la naturaleza de dicha extraña montaña, no parecía ni tener falda, era totalmente recta.

Worgulv siguió abriéndose paso por la vegetación cuando de repente, una voz masculina le sobresalto, era el primer contacto ``humano´´ que tenía el hombre en esa isla, no sabía si era hostil, se había presentado pese a estar justo detrás del hombre, el hombre apretó la empuñadura de su arma con una mano, y mientras se daba la vuelta lentamente echo mano de su tubo maestro, no se la jugaría confiando en un desconocido que aparecía por la espalda.
Al girarse por completo, un chico tuerto con el pelo rojo le apuntaba con un arma no menos extraña que la escena que acontecía, su vestimenta no encajaba con el entorno, y parecía lo que sus compañeros llamaban marines, al hombre no le gustaba en absoluto, pero su capitán le había hecho entender días atrás que eran aliados de conveniencia, el hombre miro al chico de arriba abajo se había hecho llamar Arthur, el pelo era como un buen pulpo cocido, y alguna tuerca le andaba suelta para andar solo por esa isla….a no ser….¨¨¿Buscara también vestigios de los dioses?¨¨ pensó el hombre, pero la idea le pareció absurda dada la vestimenta y el poco olor a néctar que despedía el chico, parecía más precavido que hostil juzgo el hombre.

Estaba a una distancia en la que el combate se podría poner interesante, el hombre no vio ningún arma profana en el equipamiento del muchacho, el hombre esbozo una sonrisa, nunca había luchado con alguien con ese tipo de arma, se vio tentado a resultar más…cercano. Sin embargo, el hombre dirigió su hacha gélida al encuentro de ese extraño arma que se encontraba a escasos metros de el, llegando casi a hacer contacto entre los aceros, ``Mi nombre es Worgulv, miembro de los Blue Rose, y sigo los vestigios de los dioses, que buscas tú. Arthur Silverwing´´
Gareth Silverwing
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Mar 26 Ene 2016 - 0:47}

El hombre se dio la vuelta con cautela, manteniéndose en guardia y con su arma agarrada de forma firme, listo para el combate. Pasaron unos segundos de un silencio tenso, durante los cuales no cedí ni un milimetro ni di señales de aperturas que pudiese aprovechar. Durante ese tiempo me dediqué a analizarlo, tenía unas pintas algo salvajes y desaliñadas, aunque con un cuidado en los detalles casi ritual, así como una buena pose de guardia. Estaba claro por su complexión que se trataba de un hombre aguerrido y bastante fuerte, así como en lo organizado que llevaba su equipamiento que estaba preparado para un viaje largo y, seguramente, solo. Parecía que él hacía lo mismo, observando tanto mi cuerpo como mi postura y mi arma con detenimiento aunque de una forma más bien cautelosa que agresiva.

Una sonrisa se dibujó en el rostro de aquel hombre al mismo tiempo que adercaba su hacha a mi arma hasta el punto de que casi se rozan. En ese mismo momento noté una reververación procedente de Zinogre, ese arma no era normal, y él lo notaba. Estuve por adoptar una pose de combate, de hecho creo que se notó durante un instante cierta agresividad en mi rostro, anque toda ésta se desvaneció cuando habló el extraño. Decía llamarse Worgulv, miembro de los Blue Rose, tripulación que, a pesar de ser de un Sichibukai, tenía muy pocos miembros conocidos, aunque bueno, supongo que está bien que no se los conozca por tener una recompensa por su cabeza. Decía seguir los vestigios de los dioses ¿Dioses? ¿Acaso se trataba de algunas ruinas cercanas? O puede que perteneciese a algún extraño culto religioso.

-No he oído hablar de ningún dios en esta isla.- Hice una pequeña pausa sin bajar el arma para pensar bien mis palabras. -Pero si he oído rumores de gigantes cerca de las montañas. Necesito... necesitamos su ayuda para reparar nuestro barco y regresar al cuartel-

Bajé el arma, no tenía pinta de ser hostil, ni tampoco, por su acento, de alguien que dominase tanto el lenguaje como para mentir de forma fluída. A mi jucicio no suponía una amenaza, por ahora. De pronto noté un leve movimiento entre la maneza. Di un rápido paso hacia el frente, sorteando el filo de aquel extraño llamado Worwulv hasta colocarme en su espalda, tras eso lance un rápido tajo dirigido a una sombra silenciosa que había emergido de entre los arbustos. A mis espaldas, justo al lado de Worwulv se precipitó el cuerpo inerte de un reptil, con dos largas patas traseras con afiladas garras y una boca llena de colmillos.

-Estamos rodeados.- Susurré a auquel hombre al notar cómo se movían los arbustos a nuestro alrededor, ahora era el momento de comprobar si de verdad era de confianza o no.
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Mar 26 Ene 2016 - 3:26}

El chico pareció reaccionar al gesto de Worgulv, al colocar su arma cerca, eso demostraba que era un chico despierto, al hombre le agrado, era cauto pero dispuesto a la batalla, parecía no entender sobre sus deidades, al hombre no le sorprendió, halla donde fuera nadie conocía su cultura, parecía que todo lo que había sido su pueblo había sido destruido u olvidado. Parecía que aquel muchacho necesitaba ayuda para volver a su base, el hombre supuso que había topado con un percance de la mar, ya fuese alguna criatura o el temporal, que había inutilizado su barco, eso explicaría el sonido de los cañones que había escuchado antes, ese chico no se encontraba solo. El hombre pensó que podría ayudarle, aunque no le gustasen los marines, aquel chico no le había desagradado en absoluto.

El chico finalmente bajo el arma, parecía que finalizarían los momentos de tensión, el hombre se dispuso también a bajar su arma, no buscaba peleas innecesarias que pudiesen evitarle llegar a su objetivo. Cuando antes de que pudiese bajar el arma, el chico se lanzó a su dirección, el hombre sorprendido, no dudo en levantar el hacha para responder al ataque, cuando vio que el chico pasaba a su lado y atacaba hacia la vegetación que se situaba justo a su espalda, el hombre giro velozmente, empuñando su hacha con fuerza. El hombre cerceno la cabeza de un solo tajo de un reptil ya abatido por el muchacho, el hombre lo miro de nuevo, tenía reflejos, el hombre le empezó a caer mejor ese guerrero en miniatura. Los arbustos empezaron a agitarse, el chico dijo lo evidente, estaban rodeados, aquella criatura que yacía en el suelo no era lo suficientemente grande como para cazar sola, seguramente cazaría en manada de una manera similar a los lobos, el hombre presiono los botones de su tubo maestro y de su mano izquierda surgió un gran espadón, desproporcionadamente ligero, chisporroteando con una luz roja, extendió los brazos con su armas hacia abajo, comenzando a susurrar sus oraciones, a los poco segundos, tenía una posición de batalla que le permitiera cubrir toda la parte que abarcaban sus ojos, situándose de tal manera que el pequeño guerrero quedase a su espalda.

``¿Te parece una pequeña competencia, muchacho?´´ dijo el hombre a Arthur, el hombre no iba a internarse en la maleza para ser emboscado, simplemente lanzo un grito de batalla para retar a esas criaturas a salir de sus escondrijos o limitarse a espantarlas y eran lo suficientemente cobardes como para no enfrentarse al filo de los dioses.
Gareth Silverwing
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Jue 28 Ene 2016 - 0:36}

¿Acaso ese hombre estaba bien de la cabeza? Una competencia ¿De qué? de matar aquellos lagartos rabiosos parecía. La verdad es que no era cuestión de quién mataba más, era... era... matarlos antes de que te maten. La verdad es que la situación no dejaba marjen para muchas más soluciones y sus gritos no hacían más que alterar a esas criaturas aladiendo un poquito más de caos a la escena. No eran difíciles de matar, rápidos, pero no lo suficiente. No eran tontos, los primeros que saltaron hacia nosotros no tardaron en acabar en pedacitos, por lo que se volvieron mucho más precavidos, manteniéndose a cierta distancia y buscando atacar por algún punto ciego. Estando espalda contra espalda la verdad es que dejábamos pocas aperturas pero sus gritos, su insistencia y el hecho de queno se cansaban estaba acabando con mi paciencia. No tenía todo el día así que tendría que tomar algunas medidas "especiales"

-Espero que no te moleste el frío-

Le dije a Worgulv antes de comenzar a absorber la temperatura del ambiente a gran velocidad hasta que bajó de 0 grados centígrados, dejando un rastro de escarcha sobre las plantas que nos rodeaban y paralizando a esos reptiles. Al ser de sangre fría el shock térmico los había dejan inmóviles, algo que no creo que afectase tanto a mi compañero al ser de sangre caliente. Tras eso no me costó mucho acabar con ellos ahora que se quedaban quietos, en pocos segundos pude acabar con siete de ellos y, seguramente, mi compañero ha hecho lo propio. Los pocos que quedaban vivos se miraron entre ellos ladeando la cabeza, para después salir corriendo, perdiéndose entre la espesura. Estaba a punto de guardar mi arma pero, sin previo aviso, un lagarto de características similares a los anteriores, aunque cuatro veces más grande saltó en frente de nosotros rugiendo y desplegando una extraña gorguera de piel en tono amenazante. Me dispuse a encarar a nuestro nuevo adversario, pero, tan rápido como apareció, se esfumó en las fauces de una bestia todavía mayor, con un cuerpo alargado y musculoso, unos brazos diminutos que contrastaban con unas piernas imponentes y una mandíbula repleta de colmillos incluso por fuera de la boca. De una dentellada partió la espalda del anterior lagarto, lanzando su cadáver por los aires fuera de nuestra vista. Aquella bestia nos miró con sus diminutos ojos rojos para luego lanzar un poderoso rugido, el cual hizo eco por toda la isla.

-Bien Worgulv. ¿No tendrás por ahí un hacha más grande no?-

La bestia:
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Sáb 6 Feb 2016 - 16:00}

Las primeras bestias fueron desmembradas con facilidad, el muchacho tenia habilidad, eso tenía que reconocérselo, pero el hombre parecía algo decepcionado, se esperaba algo más de una bestia salvaje provista de tantos colmillos, cuando parecía que aquellos reptiles parecían intentar adaptarse al combate de una manera en que no fueran cortados en brunoise, el muchacho le hizo una extraña pregunta, ¨¨ ¿Frío?¨¨ el hombre había nacido en el hielo, es más le encantaba el frío y todo lo relacionado con él, el hombre se giró la cabeza levemente hacia el muchacho.

Worgulv empezó a notar como la temperatura empezaba a reducirse estrepitosamente, la condensación del aire se hacía palpable, el vaho salía de la boca del hombre, la sangre derramada empezaba a congelarse aun cuando acababa de ser derramada, la escarcha empezó a ser visible en la vegetación y en los animales, por los dioses el hombre tenía un poco de sangre congelada en la barba, los reptiles parecían totalmente paralizados, el corazón del hombre latía desbocado, hacia tanto tiempo que no se sentía tan bien, lejos de su hogar, aún no había experimentado el frío en mucho tiempo, teniendo en cuenta que los giros del destino le habían llevado por desiertos y lugares donde parecía que el frío era leyenda.

Worgulv giro la cabeza hacia los reptiles, en vista de que su compañero se había lanzado a por ellos, el hombre comenzó a reír a carcajada limpia, estaba realmente feliz después del reencuentro de su clima preferido, el hacha rasgo y secciono cabezas, costados, y cualquier miembro o trozo de carne que se interponía en su filo, acabando con unos cuantos de esas criaturas, si el hombre no hubiese estado ebrio de felicidad, casi lamentaría la poca resistencia de la batalla. Quedaron un par de criaturas que vieron como alternativa más inteligente salir corriendo de allí, cuando el hombre iba a salir detrás de ellas, para acabar lo que había empezado, un lagarto similar a los que habían escapado, pero de un tamaño cuatro veces más grande, apareció en escena, incitando a la batalla, este no tenía pinta de que fuese a salir corriendo `` Seier eller død´´ susurro el hombre cuando se lanzaba hacia mama oso, cuando la bestia desapareció de donde estaba, y el hombre solo pudo ver una mitad del animal volando por los aires y desapareciendo en la jungla.

Una bestia realmente monstruosa con unas fauces enormes y un cuerpo bastante imponente, apareció en escena con un poderoso rugido hacia los dos muchachos, El hombre tartamudeaba asombrado, ``TUUUU`` grito dirigiendo un hacha hacia Arthur, `` Tienes que ser un amuleto de la suerte, ¿frío? ¿bestias enormes? Y todo esto gira entorno a ti, tienes que tener la gracia de los dioses´´ En cuanto acabo de decir esto a su compañero, el hombre aulló un grito de batalla y se lanzó hacia la bestia, invocando el poder de los dioses, para que sus alas se desplegasen y su piel se endureciera, tenía planeado ir de frente, esquivar las fauces de la bestia con una finta giratoria ayudándose con sus alas, y aprovechar ese giro para sestar sendos golpes con el mandoble y el hacha en la pierna trasera del animal

El hombre supuso que, al tener una diferencia tan notable entre sus piernas posterior y anterior, la fuerza del animal se basaba en correr, morder y asestar grandes golpes con su cola, el hombre estaba loco de júbilo `` No te quedes atrás, Hombrecillo´´ grito a Arthur
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Vie 19 Feb 2016 - 0:34}

Ese tió... Está claro que no está en sus cabales. Decía que yo era una especie de amuleto, vale que tenga pinta de aguerrido, pero de ahí a lanzarse de cabeza a una lagarto de esas proporciones con alas en la espalda hay una gran diferencia.

-Sé lo que piensas y no tienes el derecho ni físico ni moral para criticarlo por hacer lo que ha hecho. - Puntualizó Zinogre en mi cabeza.

-Bueno. De perdidos al río.

Empuñé mi arma con firmeza, tras eso activé mi Trans Am y mi armadura Soul Forge. Unas placas de hielo se formaron cubriendo mi cuerpo de forma parcial levitando a pocos centímetros dándole un aspecto etéreo, al mismo tiempo un aura rojiza comenzó a envolver mi cuerpo dándome un aspecto incandescente que contrastaba con el hielo. Acto seguido me lancé de frente a por la bestia, Zinogre en las manos, con la punta apuntando hacia el suelo. Worwulv fue primero, apuntando esquivando con gran destreza sus mandíbulas y golpeando la pierna con ambas armas. Su golpe era certero, pero las piernas de ese mosntrue eran gruesas y musculosas, no me extrañaría que ese golpe lo debilitase hasta el punto de hacerlo tropezar. Pero yo cargaba de frente hacia el costado expuesto del animal. De todas formas, tras el golpe el hombre pareció llamar su atención, haciendo que se girase rápidamente, como consecuencia la gruesa y musculosa cola se agitó hacia mi dirección dando un potente golpe.

Primero chocaron dos fuerzas inmensas, luego el sonido de la carne desgarrándose y los huesos rompiéndose. Notaba como rápidamente las escamas, la carne y el hueso cedían ante el filo de mi arma, la cola había recibido un golpe a plena potencia, me pilló por sorpresa, pero en medio de un salto no pensaba parar. Aterricé a uno de sus lados, cerca de Worwulv, detrás de mí un trozo de cola de dos metros de largo caía al suelo. Me di la vuelta y me puse en guardia para proseguir con el combate.

Aquellas heridas, lejos de debilitarlo parecían haberlo enfurecido todavía más, a pesar de la cantidad de sangre que salía por la herida de su pierna. Puede que este combate se extendiera hasta que lo descabezásemos.

-La gracia de los dioses ¿Eh? Con el día que llevo más bien parece que me has echado un mal de ojo.
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Jue 25 Feb 2016 - 3:15}

Gracias al impulso de sus alas, esquivo con un giro la gran mandíbula que se cernía sobre él, pasando por el lado, mientras las fauces de la bestia se cerraban con un fuerte golpe, y salpicadura de babas, el hombre descargo con fuerza su ataque sobre el objetivo
Sus armas hendieron la carne de la bestia, abriendo un tajo de considerable profundidad en la enorme pierna fibrosa de la criatura. La sangre mano con mucha violencia, salpicando la cara y ropajes del hombre, varias salpicaduras de sangre se congelaban en el filo de su hacha y otras tantas desaparecían chisporroteando en su mandoble.

Cuando el hombre se giró, vio como la gran cabeza del animal se dirigía hacia donde se encontraba con las fauces abiertas de par en par, el hombre agito las alas con fuerza para apartarse de la trayectoria, provocando que la bestia mordiese el aire, pero girando rápidamente la cabeza de nuevo con un rugido de dolor, hacia el hombre que estaba suspendido en el aire, parecía que el pequeño hombre le había hecho un sustancial daño cortándole parte de la cola, el hombre miro por un momento al muchacho, que parecía tener cierto poder sobre el elemento del hielo, ya que su cuerpo parecía amparado con él, y encima le había infringido dicho daño a la criatura. El hombre se lo tomo como un reto, por supuesto, el hombre sonriendo se alzó un poco en el aire y bajando en picado, lanzo un grito de batalla, provocando a la bestia que abrió sus fauces de par en par para atacar al hombre.

En el último momento, golpeo con un ala, para provocar un movimiento giratorio en la caída, replegando sus alas todo lo que pudo y alzando sus armas. El hombre fue engullido por el animal de un bocado. Para Worgulv todo se volvió negro, pero sabía que estaba bajando por la garganta, a una velocidad que no había calculado con exactitud, cortando y desmembrando todo en su trayecto
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Sáb 27 Feb 2016 - 1:45}

La bestia estaba cabreada, y arrinconada, lo cual la hacía bastante peligrosa. Tras mi embate esperaba reagruparme con Worgulv para afianzar nuestra posición y dar el golpe de gracia, pero él tenía otros planes. Como si estuviese poseído por un demonio se lanzó de forma temeraria... a las fauces de la bestia. Aquel loco se adentró hacha en mano a aquella vorágine de colmillos y, antes de que pudiese mediar palabra, las puntiagudas puertas del infierno se cerraron ante mis narices.

Bueno, no es que me hubiese caído bien ni nada por el estilo, pero tampoco me apetecía explicarle a un Sichibukai que uno de sus nakamas había muerto de una forma tan estúpida. Pero ahora ese era el menor de mis problemas, me encontraba solo y sin respaldo ante aquel monstruo, mi único aliado había muerto de una forma ridícula y los refuerzos tardarían demasiado en llegar, a no ser que... Eché la mano a mi cintura, agarrando la pistola de bengalas, listo para usar "aquello", pero algo hizo que me detuviese. Una serie de movimientos extraños se repetían dentro de la bestia, ésta empezaba a retorcerse y a convulsionarse de manera antinatural, como si algo la estuviese atormentando. Comencé a escuchar unos gritos ahogados que venían de dentro, aquel idiota estaba vivo.

Sin pensarlo dos veces corrí de frente al monstruo, arma en mano salté, clavando su filo en la pierna derecha, acto seguido escalé por la carne hasta llegar al lomo. Aquella mole se retorcía cada vez más, dando fuertes pisotones que agrietaban el suelo. Me preparé para clavar mi arma lo más profundo posible en su columna, si lo hacía bien, caería sin resistencia, a partir de ahí tendría que darme prisa para sacar de el estómago a aquel hombre antes de que se asfixiase. Cuando pude ver el momento clavé mi arma, se hundió una vez, y otra y otra y otra, hasta que los movimientos cesaron y aquel lagarto gigante se desplomó exhalando su último aliento. Tras eso me dispuse a comenzar a cavar en la carne, cortando músculo, hueso y tendón para llegar a los órgonos desde la espalda. Tras un par de minutos pude llegar a lo que parecía el estómago, dí un corte limpio y ahí estaba él, empapado en un apestoso líquido viscoso y parduzco mezclado con sangre, repartiendo cortes a troche y moche aún cuando la bestia había muerto, de hecho ya estaba llegando a hacer un agujero por el otro lado. Tenía la sensación de que, incluso son mi ayuda el tío lo hubiese logrado.

-Creo que ya está muy muerto- Le dije para que saliera de ese trance. -En fin, tras esto creo que no hay nada peor a lo que nos podamos enfrentar.

Pero al destino de gusta jugar a un juego llamado "Que te jodan a tí en especial". Primero se eschuchó un "crack" lejano, seguido de un estruendo que rápidamente se acercaba, desde abajo. Antes de que pudiese reaccionar el suelo comenzó a colapsar debajo de nosotros, haciendo que nos precipitásemos a un vacío incierto.

El impacto dolió, por fortuna el cadaver de la bestia estaba ahí para amortiguarla caída, por el sonido y los gruñidos deducía que Worgulv estaba vivo también. Miré arriba, una gigantesco agujero se había formado en lo que parecía el techo de una vóveda natural, la caída había sido de unos 30 metros, pero el agujero era los suficientenemte ámplio como para iluminar la mayoría de la estancia. No muy lejos de nosotros, clavado en una roca, se encontraba un objeto que no pude identificar, mi mirada estaba centrada en la media docena de figuras de ojos rojos e imponentes cuerpos que había tras de ese objeto. Esa forma y esos gruñidos me sonaban. Estábamos jodidos.
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Lun 29 Feb 2016 - 4:13}

El hombre no veía nada, la sensación que recorría toda su piel era la misma, una viscosidad blanda, a pesar de la carencia de sentidos y orientación, el hombre seguía descargando sus armas a lo que pensaba que era su frente, satisfactoriamente desgarrando sin encontrar resistencia lo que se le ponía por delante. Worgulv pudo sentir como aquella masa viscosa le golpeaba continuamente, como si de espasmos se tratase, cosa que no importuno a la tarea del hombre de rajas y desgarrar todo lo que tenía por delante, aunque había un inconveniente, el hombre comenzó a respirar con dificultad, descartando ya la cantidad de sangre, o lo que pensaba que era sangre, que le golpeaba en la cara y en la nariz.

A no mucho tardar, un último espasmo, acompañado de un golpe, fue el cese de todo movimiento, de repente la carne empezó a caer sobre él, ejerciendo más presión sobre sus hombros, parecía que los músculos del animal caían sobre su propio peso, era el momento de salir de allí, pero antes de que el hombre intentase abrirse paso por la carne para salir de esa prisión orgánica, la luz del sol cegó al hombre. El hombre recupero poco a poco la visión, y vio al hombrecillo con el arma de asta, parecía que el muchacho tubo la misma idea de agujerear a la bestia, el hombre sonrió, parecía que el chico le dijo algo, pero la sangre, vísceras y demás le evitaron escuchar bien lo que decía. Fue entonces cuando el hombre noto un crujido, el hombre quiso avisar al muchacho, pero antes de abrir la boca, el suelo bajo el cadáver del animal se desplomo, el hombre clavo su hacha en el animal, esperando llegar hasta algún hueso para tener alguna sujeción, pero el trayecto no fue tanto, ya que el cadáver se estrelló en lo que parecía una cámara bajo el suelo.

El cielo aún se divisaba en lo alto, el impacto no había sido tan grave a causa del sanguinolento colchón que acababan de fabricar momentos antes, el hombre arranco el hacha de la carne, y se dispuso a salir del agujero. Ya encima del animal y al lado del muchacho, que también se recuperaba del impacto, guardo el tubo maestro, y se froto los restos del animal de la cara, para poder ver mejor, su hacha gélida parecía haberse teñido de un rojo que se había congelado, el hombre la guardo en el arnés de su espalda para poder bajar con más comodidad del cadáver y poder inspeccionar en donde habían caído, ¿acaso una trampa? No parecía tener púas o elementos afilados, que terminarían en una trampa tan clásica.

Era una sala, rodeada de elementos ya olvidados, lo que parecía bastante tiempo, la sala tenia bastantes elementos que le recordaban a una forja, pero bastante más grandes y de escasa tecnología. En el centro de la sala, parecía que se hallaba un yunque de piedra que desentonaba, y sobre él lo que parecía la herramienta para usarlo, o más bien un arma, el hombre no sabía que era en realidad, pero quedó maravillado, no parecía tan viejo o deteriorado como el resto de la sala. Cuando el hombre fue a dirigirse al muchacho para comprobar en qué condiciones se encontraba y para hallar una manera de salir, descubrió que el muchacho tenía la vista fija en un punto en la oscuridad, el hombre forzó la vista para ver que le llamaba tanto la atención, pensó que era el martillo, ya que estaba en la misma dirección, pero fue entonces cuando el hombre se percató de los pares de ojos brillantes que les observaban en la oscuridad, no parecían tener la intención de invitarles a una jarra de jugo de los dioses, asique el hombre se lanzó hacia la piedra que se asemejaba a un yunque, y agarro aquel martillo con ambas manos para, en el caso de que esos ojos se abalanzasen descargar ese martillo de forma circular hacia ellos.
Gareth Silverwing
Contraalmirante
Gareth Silverwing
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[Privado con Arthur] La senda de los dioses Empty Re: [Privado con Arthur] La senda de los dioses {Mar 1 Mar 2016 - 0:35}

No era el momento de dudar, aquellas bestias estaban mirando directamente al inconsciente de worgulv, el cual no se había percatado de su presencia. Eché mi mano derecha a la cintura y agarré la pistola de vengalas, era la hora de usarlo. Sin pensarlo dos veces apunté al agujero de la cúpula y lancé la vengala, con suerte se elevaría lo suficiente como para que la viesen. Una luz rojiza iluminó lo sala por unos escaos dos segundos hasta que salió por el agujero, tras eso un incómodo silencio. Como no esperaba que saliera bien mi jugada, agarré a Zinogre y me lancé a ayudar a worwulv, teníamos que salir de aquel lugar, pero aquel hombre tenía unos planes diferentes. Con una furia inhumana elevó aquel enorme martillo, empuñándolo con ambas manos y descargando un golpe con él. El impacto resonó por toda la cueva, pero lo sorprendente no fue eso, sino la potencia del impacto. Uno de aquellos monstruos se desplomó en el suelo con el cráneo hundido y varias puas de tierra perforándole el cuello.

Otro se lanzaba a por él con la mandíbua abierta de par en par, sin dudar ni un instante lo agarré del hombro, tirando de él para que retrocediera, ahora sólo tenía que preocuparme de el hecho de estar en su lugar. Haciendo gala de unos reflejos que sólo alguien cuya vida pende de un hilo es capaz de tener, clavé mi glaive en su paladar, atravesándolo hasta llegar al cerebro. Planté el pie en su mentón y tiré para sacar el arma, dos menos, sólo quedaban... bueno da igual. Ahora estábamos atrapados, y rodeados, puede que una batalla sea lo que el hombre buscase, o puede que emociones demasiado fuertes, pero esto ya era una locura, estábamos perdidos a no ser que...

Un estruendo resonó por el cuelo de la isla, seguido de un silvido, el cual se aproximaba rápidamente. Justo cuando otra de las bestias se lanzaba hacia nosotros una mole de metal aplastó su lomo, rompiéndole la columna del golpe. Era el paquete que esperaba, la AP-MC 001 Sleipnir, lo último en transporte individual anfibio que me habían construido por encargo. Lo almacenábamos en el barco y podía ser lanzada mediante una catapulta especial alla donde la necesitase. Rápidamente escalé el escamoso lomo de la bestia, enderecé la máquina y puse las manos en el manillar, acto seguido noté cómo se activaba el motor impulsado por mis poderes.

-Si... Ronronea como un millón de gatitos. Worgulv, no te emociones mucho, nos vamos quieras o no.

Acto seguido aceleré, bajando por el cuello de ese lagarto como si de una rampa se tratase, acercándome a aquel insensato el cual seguía liándose a martillazos con los monstruos como un descosido. Al principio parecío un poco reacio a subirse, pero luego musitó algo del nectar de los dioses escondido bajo la cama de Deathnoseque y subió.

-Agárrate, esto se va a poner movidito.

Tras decir la frase cliché aceleré los más rápido que pude, esquivando a los monstruos y sus mandíbulas mientras daba vueltas por la sala buscando una salida con los faros. No tardé mucho en ver un pasillo ámplio y alargado, aceleré lo más rápido que pude mientras escuchaba los pasos de las bestias persiguiéndonos a nuestras espaldas. El pasillo era recto, y liso de no ser por alguna columna por el suelo, era como si alguien lo hubiese construido, tal vez los gigantes, aunque a juzgar por su estado llevaba décadas, sino siglos abandonado. Por cada curva, bache o enemigo que encontrábamos aquel enorme hombre porfería maldiciones cada vez más ininteligibles y con más perdigonazos, parecía que ese túnel no acabase nunca. Tras un par de minutos pude ver una luz al final del túnel, por fin la salida, al fin estaríamos fuera de peligro. Al llegar mis ojos quedaron cegados un par de segundos por la luz del día, al recuperar la visión noté que estábamos descendiendo hacia... el mar.

Por fortuna estaba preparado para ese tipo de inconvenientes, con ambos pulgares pulsé sendos botones a los lados del manillar, las ruedas parecieros salirse de su eje durante un momento hasta que llegaron a la posición exacta. El impacto con el agua provocó una enorme salpicadura, pero la moto y nosostros estabamos sobre el agua, levitando a escasos centímetros de ésta gracias a un sistema de aspas.

-Bueno Worgulv, ¿Dónde te llevo?

Tras dejar al hombre cerca de su bote nos despedimos, dijo nosequé de que los dioses me guiasen o algo así y que esperaba volver a verme bla bla bla. La verdad es que no tenía pinta de mala persona, era un desperdicio que alguien como él fuera pirata, por lo menos no estaba en una banda problemática. Al volver con el reto de la tripulación me informaron de que un buque que estaba haciendo maniobras cerca había recibido nuestra señal de socorro, al anochecer estaría aquí para llevarnos al cuartel más cercano. El día tocaba a su fin, y con él una de las aventuras más disparatadas que había tenido... me pregunto ¿Quén dejaría ese martillo ahí?
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