Vinnie Estacado
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Instinto
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Saberes
Akuma no mi
Varios
El sótano de Giovanni's, el restaurante preferido de Carlo Estacado antes de morir, era perfecto para cualquier cosa que la familia quisiese hacer. La desaparición de los Estacado solo hizo que el sótano del restaurante dejara de usarse con fines criminales. Sin embargo, la vuelta de Vinnie cambió aquello. El dueño sabía de su extraña manía para comer y de sus gustos, por lo que le cocinaba cualquier cosa que le trajera. Incluso...
Un hombre inconsciente estaba sentado en una silla del sótano de Giovanni's, junto a una mesa. Tenía lo pies atados a las patas de la silla y la mano derecha sujeta al suelo con un grillete y una cadena. Y tendría la mano izquierda también sujeta, de no ser porque le faltaba el brazo. Tenía el muñón recubierto en una venda blanca cuya punta empezaba a mancharse de rojo debido a una herida de amputación reciente. Tenía la boca tapada por una mordaza de tela bien atada. Vinnie entró en la sala, encendiendo la luz y haciendo que el polvoriento lugar fuese más visible. Se acercó al tipo inconsciente, el cual vestía una camisa blanca y unos pantalones, y golpeó su cara suavemente.
- Vamos, despierta -dijo con falso cariño.
El hombre despertó y se sobresaltó al ver a Vinnie. Tiró de la mano, haciendo que la cadena se estirase y provocase un ruido metálico. Se miró el brazo amputado y su boca empezó a emitir ruidos ahogados por la mordaza. Vinnie se movió hasta el otro lado de la mesa, donde había otra silla, y se sentó. Dio una palmada con las manos y la puerta del sótano se abrió. El gordo Giovanni entró en la sala con una bandeja tapada y puso esta en la mesa, frente a Vinnie. Después, a cada lado del plato, colocó un tenedor y un cuchillo. Levantó la tapa de la bandeja y se fue.
Humeante y oscuro estaba el brazo cuando fue descubierto. La mano había sido seccionada y colocada de adorno a un lado. La piel se veía dorada y crujiente al haber sido horneada, aceitosa y apetecible. La grasa resbalaba por los lados del brazo, brillante. El tipo, al ver su brazo, empezó a temblar. Vinnie cogió el tenedor y el cuchillo. Clavó el tenedor en uno de los extremos de la carne y empezó a cortar un trozo, para después llevárselo a la boca. Estaba delicioso.
- ¿Sabes qué es esto, no? -dijo mientras comía- Lo cierto es que dudaba mucho en si cortarte el brazo o la pierna. Me di cuenta de que tampoco tenía tanta hambre, así que con el brazo es... suficiente.
El tipo empezó a llorar cuando Vinnie ya iba por el cuarto bocado. Señaló a su víctima con el cuchillo y tragó una vez más.
- Responde si o no. Con la cabeza. ¿Trabajas para Tony? -entre sollozos, el tipo asintió- ¿Es ahora Tony el jefe de los antiguos Estacado?- volvió a asentir- Y la última pregunta. ¿Fue Tony quien les dijo a los Vittriani dónde estaba el apartamento de Jenny y lo orquestó todo para que yo muriera atacando su mansión?- El tipo entrecerró los ojos entre lágrimas. Miró a todos lados. No sabía la respuesta, pero tampoco sabía como hacer para decirlo. Se encogió de hombros de forma lenta y débil, mientras Vinnie seguía comiendo- ¿No lo sabes?-negó con la cabeza- Bueno...
Dejó los cubiertos y se levantó, limpiándose la boca con una servilleta que venía con el plato que le habían traído. Se llevó la mano al bolsillo de la americana y sacó su pistola, apuntando al mafioso de Tony. Se dispuso a apretar al gatillo cuando, de golpe y sin previo aviso, llamaron a la puerta.
Un hombre inconsciente estaba sentado en una silla del sótano de Giovanni's, junto a una mesa. Tenía lo pies atados a las patas de la silla y la mano derecha sujeta al suelo con un grillete y una cadena. Y tendría la mano izquierda también sujeta, de no ser porque le faltaba el brazo. Tenía el muñón recubierto en una venda blanca cuya punta empezaba a mancharse de rojo debido a una herida de amputación reciente. Tenía la boca tapada por una mordaza de tela bien atada. Vinnie entró en la sala, encendiendo la luz y haciendo que el polvoriento lugar fuese más visible. Se acercó al tipo inconsciente, el cual vestía una camisa blanca y unos pantalones, y golpeó su cara suavemente.
- Vamos, despierta -dijo con falso cariño.
El hombre despertó y se sobresaltó al ver a Vinnie. Tiró de la mano, haciendo que la cadena se estirase y provocase un ruido metálico. Se miró el brazo amputado y su boca empezó a emitir ruidos ahogados por la mordaza. Vinnie se movió hasta el otro lado de la mesa, donde había otra silla, y se sentó. Dio una palmada con las manos y la puerta del sótano se abrió. El gordo Giovanni entró en la sala con una bandeja tapada y puso esta en la mesa, frente a Vinnie. Después, a cada lado del plato, colocó un tenedor y un cuchillo. Levantó la tapa de la bandeja y se fue.
Humeante y oscuro estaba el brazo cuando fue descubierto. La mano había sido seccionada y colocada de adorno a un lado. La piel se veía dorada y crujiente al haber sido horneada, aceitosa y apetecible. La grasa resbalaba por los lados del brazo, brillante. El tipo, al ver su brazo, empezó a temblar. Vinnie cogió el tenedor y el cuchillo. Clavó el tenedor en uno de los extremos de la carne y empezó a cortar un trozo, para después llevárselo a la boca. Estaba delicioso.
- ¿Sabes qué es esto, no? -dijo mientras comía- Lo cierto es que dudaba mucho en si cortarte el brazo o la pierna. Me di cuenta de que tampoco tenía tanta hambre, así que con el brazo es... suficiente.
El tipo empezó a llorar cuando Vinnie ya iba por el cuarto bocado. Señaló a su víctima con el cuchillo y tragó una vez más.
- Responde si o no. Con la cabeza. ¿Trabajas para Tony? -entre sollozos, el tipo asintió- ¿Es ahora Tony el jefe de los antiguos Estacado?- volvió a asentir- Y la última pregunta. ¿Fue Tony quien les dijo a los Vittriani dónde estaba el apartamento de Jenny y lo orquestó todo para que yo muriera atacando su mansión?- El tipo entrecerró los ojos entre lágrimas. Miró a todos lados. No sabía la respuesta, pero tampoco sabía como hacer para decirlo. Se encogió de hombros de forma lenta y débil, mientras Vinnie seguía comiendo- ¿No lo sabes?-negó con la cabeza- Bueno...
Dejó los cubiertos y se levantó, limpiándose la boca con una servilleta que venía con el plato que le habían traído. Se llevó la mano al bolsillo de la americana y sacó su pistola, apuntando al mafioso de Tony. Se dispuso a apretar al gatillo cuando, de golpe y sin previo aviso, llamaron a la puerta.
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