Demuestrame lo que vales / Rescatar escarabajos [Privado-Bizvan]

Hacía un calor agradable acompañado por una fresca brisa veraniega. Las nubes hacían la poca sombra que había entre edificio y edificio. Las casas era viejas y rupestres, pero con su encanto pueblerino. Había casas de todos los colores, como si de una bolsa de Lacasito se trataran, y lo sorprendente es que en su gran mayoría estaban compuestas por amables viejos que se habían tirado toda su vida como granjeros. No era un pueblo muy grande, pero como todo pueblo tenía una fabulosa plaza polvorienta y vieja. Allí en el centro de todo se encontraba Gusi observaba aquel humilde pueblo es busca de alguna pista que le hiciera darse cuenta a simple vista de donde podrían ocultar unos escarabajos gigantes, pero aquel pueblo parecía tal y como era, un aburrimiento de lugar. El Oficial sacó su carpetita roja y volvió a releer la misión:

-Unos cazadores furtivos están capturando a los escarabajos de la isla. El alcalde del pueblo ha prometido una buena recompensa a quienes los detengan.-

Gusi se rascaba la cabeza mientras ponía cara de póker, sin entender si aquello era una broma de mal gusto. Intentaba buscar el sentido a aquel informe tan falto de coherencia como de palabras. ¿Qué imbécil había escrito aquello? Estaba claro que algún recluta patán. Como se enterara quien había sido iba a caerle una buena reprimenda. Volvió a mirar el informe en busca de alguna palabra clave o alguna pista,  pero lo único que consiguió fue frustrarse más y acabar zarandeando la carpeta como un niño malcriado. En uno de sus zarandeos un papel salió volando de la carpeta. Parecía que estaba oculto dentro. Lo cogió del suelo y comprobó que era una ficha de reclutamiento de los Crisom Wolves, a lo que Gusi puso cara de extraño. Se puso a leerlo por encima y descubrió que el recluta iría a ese pueblo ese mismo día.-Maldito Kimura.- dijo Gusi mientras pensaba que había sido el Capitán el que le había encasillado al nuevo en aquella misión. Lo cual no era tan malo, así tenía a alguien que le ayudara y podría evaluarlo ante una misión de verdad.

El Oficial se puso a mirar a su alrededor en busca de algún recluta extraviado, pero allí no había nadie similar. Decidió tomarse una taza de café en una de las terrazas que había por la zona y así tendría vista VIP de la plaza del pueblo. Estaba claro que si el nuevo recluta aparecería tendría que pasar por aquel lugar en algún momento u otro.

El Oficial sorbía con calma aquella deliciosa taza de café, sintiendo cada aroma y sabor que le transmitían. Después cogió una de las pastas que le había traído la atractiva camarera que no paraba de quitarle ojo, a lo que Gusi la contestaba de vez en cuando con un guiño extrovertido. Pero no penséis que el Oficial estuvo todo el rato sentado. Cada media hora salía a la plaza a preguntar a sujetos que le parecían peculiares para ser miembros de los Crisom Wolves. Preguntó desde una monja, un enano, un tipo tuerto con un loro en el hombro,...pero ninguno parecía ser el nuevo miembro que esperaba la flota.

Tras la cuarta media hora Gusi salió a la plaza en busca del nuevo miembro. Primero se acercó a un tipo delgado con unas gafas redondas, concluyendo que no era él después de intentar vender al marine unas enciclopedias antiguas. Después se acercó a otro tipo que parecía bastante aterrador y molón, pero por desgracia el marine descubrió que aquello no era un hombre. Por ultimo su mirada se desvió a un marine al lado de una fuente. En principio aquello parecía demasiado simple y fácil para ser verdad, pero el joven al girarse dejo ver a la luz una espada enorme. El Oficial sonrió maléficamente mientras se decía una y otra vez "Este es, este es,..."

-¡Soldado! Identifíquese.-dijo Gusi con su voz firme de Oficial. Al comprobar que era el joven que quería alistarse dijo- Me llamo Gusi, Oficial Técnico de la marina y segundo al mando de los Crisom Wolves. Me parece que estas interesado en entrar dentro de los Crisom Wolves. Yo seré tu examinador, y en breve le entregare su primera misión. En la cual te acompañare en todo momento para saber que facultades tienes y ver de que eres capaz.- el Oficial le entrego el informe:

-Unos cazadores furtivos están capturando a los escarabajos de la isla. El alcalde del pueblo ha prometido una buena recompensa a quienes los detengan.-

El joven recluta le miraba repetidamente. Intercambiando miradas entre el Oficial y el papel. Hasta que al final dudaba tanto que tuvo que preguntar a Gusi si aquella era la información correcta. Gusi mantuvo su cara de Oficial, ósea serio como una mujer a punto de dar a luz. Parecía que el recluta estaba más encasillado aun que Gusi con esa maldita misión. Pero decidió mantener el orden y seguir con la evaluación a pesar del informe.

-Recluta, muchas veces los marines tenemos que apañárnoslas con menos información que esta.-Gusi cogió su carpeta roja y empezó a apuntar algo en ella.-Pensaba que los novatos teníais algo más de iniciativa. Pero como entiendo que estas algo nervioso, te daré una pista. Si estas falto de información intenta buscarla por tus propios medios. Tienes este magnífico pueblo lleno de seres vivos, y además un frondoso bosque en el que buscar rastros sospechosos.- Gusi hablaba como si supiera lo que estaba diciendo, pero en el fondo solo soltaba lo primero que le venía a la mente. Después reflexiono sobre sus palabras y se dio cuenta que no eran tan malas ideas para empezar.- Quiero que busques información sobre la misión. Recuerda que estaré vigilándote en todo momento, y si la cagas, lo sabré.

Realmente el Oficial se lo tomaba muy enserio, hasta el punto de que algún recluta se hiciera sus necesidades encima. Había pasados muchos reclutas por delante de sus ojos, y algunos a pesar de parecer fieros soldados, no consiguieron pasar el informe de evaluación. Pero realmente debía evaluarlos y saber de qué pasta estaban hechos, pues hay que dar segundas oportunidades. Nadie es perfecto. En el mundo de los Crisom Wolves no se pueden andar con minucias, ni con buenas intenciones. Pero no se puede dejar a un buen soldado en el banquillo a la primera de cambio. En esa flota debías ser un lobo, el animal arriba de la cadena alimentaria. Porque si no comes tú, te devoran los demás y eso no se puede permitir.

Gusi miro al cielo para comprobar que aún quedaba un largo día, y que el sol acabaría pegando fuerte. Cogió su carpeta en mano y se puso a seguir al recluta. Debía ver como se desenvolvía en aquella situación.

Suspiró ligeramente tras escuchar la explicación del hombre.-Comprendo señor, no quise sonar como… solo olvídelo.-Tomó su mochila del suelo y se la colgó del hombro.-Bien, hora de trabajar.-Palmeó ligeramente sus mejillas con ambas manos, con esto su expresión se relajó ligeramente.

Comenzó a caminar por la calle en búsqueda de un lugar donde podría obtener información.*Una taberna es una buena opción.*Las tabernas por lo general tienen una gran variedad de visitantes y quienes atienden la barra suelen escuchar cosas interesantes. Son un buen lugar para empezar si no tienes idea de que hacer.*Buscamos cazadores, entrar en una taberna preguntando acerca de ellos puede ser peligroso.*La imagen de una pelea con borrachos pasó por su mente.*Hay que dejarla como última opción.*

Más locales comenzaron a abrir sus puertas y con esto aumentó el número de habitantes deambulando por las calles. Ninguno de los que miró parecía entrar en el perfil de “cazador”. Si él fuera un cazador se encontraría en el bosque,  aunque, ¿En qué parte especifica del bosque?

Su conocimiento sobre escarabajos era limitado, pero sabía del gusto de estos animalitos por la fruta, lo cual le dio una pequeña idea de donde poder preguntar.

Tras unos minutos de búsqueda llegó hasta una pequeña tienda. Encima de la entrada se encontraba un letrero que ponía “La hormiga roja”. Al abrir la puerta una pequeña campana sonó. Después de entrar lo primero que verías era diversos exhibidores llenos de distintas frutas. Algunas flores como decoración colgaban del techo en pequeñas masetas. En el mostrador podían apreciarse algunos postres realizados con fruta, pero no parecía haber alguien atendiendo por el momento. Detrás del mostrador podía verse una puerta a medio abrir.

Dejó que Gusi entrara y cerró la puerta. El ambiente era más fresco dentro del lugar, lo cual resultó agradable para el joven. Un tenue aroma dulce podía notarse.

-¿Hola?-Habló con fuerza para ser escuchado mientras se acercaba al mostrador.

-Un momento por favor.-La voz de una joven  respondió, acto seguido la puerta fue empujada y de ella salió una chica con un delantal blanco. Su apariencia era bastante sencilla, pero no por eso dejaba de ser linda.-En que puedo ayudarlos queridos clientes, ¿Buscan algún postre o frutas en particular?-Sonrió ampliamente mientras limpiaba sus manos con un trapo.

-Lamento interrumpirla, verá estamos investigando sobre el tema de los cazadores de escarabajos.-Explicó el joven marine.

-Me alegra saber que por fin la marina está haciendo algo respecto, pero, ¿Qué tengo que ver yo en esto?.-La chica debes en cuando desviaba su mirada hacia algo.

-Conoces algún tipo de fruta que sea preferida de los escarabajos y donde poder encontrarla en el bosque.

La chica reflexionó por unos segundos antes de contestar.

-Las manzanas parecen ser sus preferidas, en especial las del árbol de la bruja.

-¿Árbol de la bruja?-Repitió un poco extrañado por el nombre.

-Fue la creación de una botánica. Sus frutos son mucho más grandes y dulces, motivo por el cual es más sencillo encontrarlos reunidos ahí, aunque no creo que veas cazadores ya que siempre mandamos a un par de hombres a vigilar.-Esta vez inclinó su cabeza un poco. Bizvan tenía un poco de curiosidad, pero al recordar que Gusi se encontraba con él y como las jóvenes los detuvieron constantemente para hablar con él lo hizo comprender.

-¿Dónde se encuentra el árbol?

-En el centro del bosque, hay un sendero por lo que no creo que se pierdan.

-Gracias por su tiempo, ahora tenemos un…

-Ah, espera por favor.-Se agachó para tomar un pequeño paquete del interior del mostrador, al levantarse de nuevo le hizo una señal para que se acercara más.-Te di información, ahora ayúdame. Dale esto a tu amigo y dile que es un regalo de mi parte, pero hazlo cuando estén fuera de la tienda.

Bizvan tomó la pequeña caja y tras agradecer salió de la tienda.

-Señor, creo que deberíamos ir a ver ese tal árbol. Tengo el presentimiento de que alguien está haciéndose de la vista gorda.-No estaba del todo seguro, pero por el momento era la mejor información que tenía.-Ah, por cierto.-Le extendió la caja.-Un regalo de la joven.

El Oficial caminaba mirando el suelo, fijándose en la enrome cantidad de polvo que había por el suelo a pesar de estar asfaltado con piedra. Caminaba mirando la pequeña estela de polvo que iba formando el recluta. Al cabo de unos minutos habíamos recorrido un gran trecho del pueblo, pasando por varias tabernas que hubieran sido de buena información para la misión. Pero aquel chico parecía que quería sorprenderlo, y lo consiguió, se introdujo en una pastelería/frutería llamada "la hormiga roja".

Al entrar una pequeña campanita alerto de nuestra visita a algún encargado del lugar. Nada más pasar la puerta un agradable aroma a flores, dulces y seguramente más cosas agradables, te daban ganas de entrar y quedarte allí. Pues además de una agradable atmósfera, también se estaba fresquito y  daba gusto mirar a tu alrededor, muy bien amueblado. Quedando embobado con los colores, y demás objetos que había por el lugar.

Rápidamente Bizvan se puso a recabar información con una bella dependienta que parecía un poco extrañada ante las preguntas del marine. La joven al final fue de utilidad, pues al menos nos dio un lugar por el que empezar a buscar. El Oficial cogió su carpeta y empezó a apuntar los resultados que había visto progresivos al recluta, sin duda eso de llevar la iniciativa era un buen punto que remarcar. Además de no ir a los lugares más corrientes de información como una taberna.

Al salir de la tienda Gusi seguía escribiendo el informe que más adelante entregaría a su superior para que diera el visto bueno a aquel reclutamiento. El joven recluta afirmo que deberíamos ir a buscar información a aquella zona forestal, mientras le entregaba un paquete que parecía provenir de la joven. Gusi lo miró extrañado y lo examino con cara dudosa.

-¿Para mí?-Gusi lo abrió con cuidado, pues se trataba de una caja de cartón un poco endeble, con un peso descompensado en el interior. Al abrirlo se encontró unas nueve manzanas repartidas perfectas por la caja.-Creo que estas son las manzanas que debemos buscar.-dijo Gusi dando un bocado a una. Un sabor súper dulce y sabroso inundo sus papilas gustativas, haciéndolo poner una cara multiorgásmica al saborearla. Después cogió otra manzana y se la lanzó al recluta para que la probara.

-Tengo que ir a agradecérselo por el regalo.- dijo Gusi introduciéndose de nuevo en la tienda. Pero en aquel lugar parecía no haber nada. Gusi dio varías voces para llamar a la joven, pero allí no apareció nadie. El marine educadamente decidió dejar un puñado de berries en el mostrador y salió a continuar su misión.

No fue difícil encontrar el sendero, pues estaba repetidamente señalado por el pueblo. Una vez en el camino, un agradable olor a naturaleza y flores silvestres le hacían ir al marine súper contento mientras devoraba la manzana. Cuando ya le quedaba solo el hueso, decidió tirarla al lado del camino, y con suerte en un futuro tal vez salía un árbol con esos frutos tan deliciosos.

De repente empezó a sonar un ruido petardeante, Gusi hizo una seña a Bizvan para que se agazapara en un arbusto cercano. Pues aquellos petardeos podrían prevenir de algún arma de fuego. Al cabo de unos segundos apareció un escarabajo del tamaño de un perro y empezó a devorar la fruta que había tirado Gusi.

-Coño, ¿un escarabajo?- Gusi miro extrañado a Bizvan.- ¿Eso es un escarabajo? Es enorme. -decía el marine mientras no paraba de obsérvalo. A continuación cogió otra manzana de la caja y la lanzó más cerca de su posición. El animal voló veloz a devorarla. Después el marine volvió a hacer la misma acción, pero esta vez dejándose ver y acercándole la manzana con la mano. El animal después de unos eternos minutos de tensión se acercó a Gusi, lamiéndole la mano como si de un perro abandonado se tratara.

-Chiquitín, seguro que puedes ayudarnos. ¿Sabes dónde están los demás escarabajos como tú?- el bicho no parecía entender mucho, pues sus intereses en ese momento eran devorar todas las manzanas de la caja, la cual destrozo al intentar abrirla. El Oficial intentó ayudarle y en ese momento se fijó que dentro de la caja había un papel extraño. El marine fue rápido antes de quedarse casi sin mano por intentar coger el papel de la boca del bicho. Al abrirlo se quedó sorprendido, era un mapa de la isla con una "X" bien pronunciada.

-Creo que deberías ver esto.- dijo Gusi entregando el papel al recluta.- Creo que esa X nos llevara a donde queremos, pero no es el final del camino. Parece que los manzanos solo era una pista falsa, ¿tu que crees?.- Gusi se puso en pie dispuesto a caminar por el sendero, cuando noto como el escarabajo no paraba de seguirlo.

-Maldita sea, que hago contigo ahora.-dijo Gusi pesadamente al observar que el bicho se había quedado sin manzanas, y parecía pensar que Gusi era un dispensador de estas.-Bueno, al menos serás un bonito regalo para Tobías. Sigamos con el reclutamiento, Bizvan.

Gusi se quedó paralizado al escuchar las palabras de Bizvan. "Puede que no se encontrara sola en la tienda y en caso de hablar más de lo debido se encargarían de ella" Eso explicaría porque cuando entro a la tienda a agradecérselo la chica ya no se encontraba allí. Un pensamiento terrorífico paso por la mente del Oficial, temiendo que no se hubiera percatado que la chica estaba en peligro al estar concentrado en el reclutamiento del marine. Gusi decidió seguir acabo con la misión, sin contar nada de lo sucedido al novato, no quería que aquello se fuera de las manos y se convirtiera en una misión demasiado complicada para un recluta.

Cambiaron el rumbo de la misión atravesando por el bosque, en dirección a la famosa X que ahora no podía salir de sus mentes. El recluta parecía tener algo de dificultad en atravesar la vegetación, mientras que Gusi y el escarabajo parecían bastante bien acostumbrados al terreno y se desenvolvían bien por él. Pasados unos minutos Bizvan comento: “Señor, le sugiero que cargue a su mascota, los cazadores podrían haber dejado algún tipo de cebo, y sería lamentable que el pequeñín repentinamente saliera corriendo en dirección a una trampa" Gusi lo miro con pesadez, pero el recluta no lo decía con malas intenciones. El Oficial intentó cargarlo, pero el bicho pesaba más que un cerdo cebado.

-Pequeñín dices, jajaja. Si tan pequeño te parece cárgalo tú. Así tendrás un buen entrenamiento para mejorar tu fuerza muscular.-dijo Gusi insistiendo en que debería cogerlo el recluta. Pero a lo tonto parecieron llegar al lugar y nadie se ocupó del bicho.

El Oficial se asomó por encima de los matorrales y allí encontró a un escarabajo del tamaño de un rinoceronte encerrado en una jaula enorme. El animal no paraba de embestirla, con intención de romperla. Esta acción le hizo recordar al pequeño intentado abrir la caja de manzanas. A los pocos segundos apareció un tipo aporreando la jaula para que el bicho dejara de armar alboroto.

-Bizvan, quédate aquí con el escarabajo pequeño. Voy a echar un vistazo.- el Oficial se agazapo y empezó a andar agachado sin emitir ni un mísero ruido. Según se iba acercando al cazador, este desapareció detrás de unas cajas de suministros. Gusi hizo una seña a Bizvan para que se acercara mientras le cubría la retaguardia. Mientras el chico se acercaba, Gusi echó un vistazo por donde se había marchado el cazador y con horror vio como había doce jaulas más, con escarabajos gigantes. En el medio había una hoguera, y un par de campañas. Gusi diviso unos cinco cazadores por la zona, pero no podía divisar a los que estaban dentro de las tiendas. Incluso la joven podría encontrarse dentro de alguna de esas cabañas.

-No quiero arriesgarnos. Estamos en inferioridad numérica.- el Oficial planteó una estrategia rápida para disminuir el número de enemigos.- Quiero que vayas a la jaula y empieces a aporrearla con un palo. Esto hará que vuelva uno de los cazadores y le dejaremos KO. Repetiremos esta acción un par de veces, hasta que los demás se den cuenta de que pasa algo raro. Entonces cuándos todos se acerquen a ver que pasa, daremos la vuelta al campamento y los atacaremos por detrás. Si ves que la situación se pone complicada, quiero que huyas. Una derrota no significa el fin de la batalla. Recuerda estas palabras, soldado.-dijo Gusi mientras se ponía en pie detrás de las cajas, mientras hacía gestos con la cabeza para que empezara la estrategia.

El Oficial se mantenía oculto detrás de las cajas de suministros esperando a que Bizvan empezara a llamar la atención de los enemigos. El joven recluta fue a golpear la jaula como Gusi le había ordenado y a los pocos minutos apareció un tipo el cual Bizvan le dejo KO de una forma un poco dolorosa y desagradable. Seguro que aquel tipo le dolería la nariz toda la vida cuando se despertara. Después de esconder el cuerpo, Bizvan se puso a golpear la jaula de nuevo, y como era de esperar a los pocos minutos apareció otro sujeto. Pero este fue golpeado en la nuca por un fuerte puñetazo de Oficial antes de que se pudiera acercar a la jaula si quiera. El Oficial lo cogió antes de que cayera al suelo y lo oculto tras unos matorrales. Parecía que la situación iba según lo planeado, pero rara vez las cosas van como uno espera que transcurran.

El pequeño escarabajo fue directo al campamento y empezó a formar alboroto entre los enemigos. Los cazadores intentaban cazarlos desesperados, pero el bicho era rápido y escurridizo. Gusi observó que Bizvan le hacía señas militares, a lo que Gusi le respondió con la mano abierta y bajándola repetidamente, para indicarle que se calmara. El escarabajo empezó a revolotear haciendo que los tres cazadores empezaran a intentar capturarle, pero lo que parecía hacer el bicho era reagruparlos para llevarlos a donde se encontraban escondidos los marines. El insecto acabó pasando por delante de Gusi, al igual que los tres cazadores, los cuales no se dieron cuenta de que se encontraba allí.

El Oficial hizo una seña al recluta, pasándose el dedo gordo por el cuello. En ese momento, Gusi golpeo en la cabeza al tipo que iba último en la fila, cogiéndole nuevamente antes de que cayera al suelo, evitando así que hiciera ruido. El marine se puso rápidamente en acción para golpear al sujeto que quedaba libre, ya que pensaba que el recluta podría haberse ocupado de un cazador perfectamente. Pero cuando el Oficial llego al sujeto que faltaba, este estaba en el suelo con el pequeño escarabajo encima.

-¿Has hecho tu solo eso?-preguntó Gusi al escarabajo, el cual empezó a mover el culo como si tuviera rabo y estuviera feliz. El Oficial se acercó a Bizvan y le felicitó por su buen trabajo.

-No parece que nadie venga a buscar a estos tipos. Vamos a ver quién hay dentro de las tiendas.- Gusi sacó su escopeta y fue por el centro del campamento apuntando a una de las tiendas con la escopeta. Hizo señas a Bizvan para que fuera a observar a la otra tienda. El Oficial al asomarte por la puerta de la tienda observó como en el interior se encontraban dos tipos durmiendo como troncos. Gusi volvió a mirar a Bizvan y se puso el dedo índice en la boca, para avisarle de que no hiciera ruido. Estaba claro que la chica se encontraba en la tienda de Bizvan, o tal vez no estaba en aquel lugar. Gusi se introdujo dentro de la tienda y golpeo con la culata de la escopeta a los dos sujetos que estaban durmiendo antes de que estos se despertaran. Ahora solo tenía que esperar que a Bizvan le fuera bien en la otra tienda de campaña.

El Oficial sacaba los cuerpos arrastras de aquellos dos cazadores que ahora se encontraban inconscientes. Se puso a atarlos con una cuerda que había encontrado en la tienda y observaba a la espera de la situación del recluta. Una vez ya los tenía bien atados, apareció el joven asomándose por la puerta y hablando en voz baja informándole de la situación. Afirmando así uno de los mayores temores del Oficial, una víctima inocente en aquella maldita misión. Gusi pudo observar a través del hombro del marine como la joven tenía algunas magulladuras típicas de haber sido maltratada. El Oficial se llevó la mano al rostro horrorizado por lo que había sucedido, pero al menos la chica seguía con vida. Gusi hizo una seña a Bizvan para que se acercara.

-No parece haber más enemigos en la zona, pero de todas maneras no estoy seguro.-Gusi le entregaba un par de cuerdas.-Voy a traer al resto y los cargamos en ese carro.-el marine señalo a un carro enganchado a un burro.-Tu y la chica liberad a los escarabajos más grandes.- el Oficial se puso en pie y fue a la zona donde había dejado KO a los primeros cazadores. Empezó a cogerlos de tres en tres y a llevarlos donde estaban los atados. El Oficial parecía llevarlos con facilidad a pesar de aparentar ser un hombre delgado.

Al cabo de menos de diez minutos, los presos ya estaban en el carro y los escarabajos grandes liberados. Gusi cogió las riendas y espero que los pasajeros se subieran. El Oficial empezó a agitar las riendas pero el burro no parecía hacerle caso.

-Arre, arre...Maldito bicho ¿porque no me haces caso?- en ese momento el pequeño escarabajo se subió al carro y con su pequeño petardeo de alas asusto al burro e hizo que se pusiera en marcha hasta el pueblo. El trayecto hasta el poblado fue tranquilo y sin complicaciones. El Oficial no pudo evitar pedir disculpas a la joven por no haberse dado cuenta de que estaba en peligro cuando estuvieron en la tienda, a lo que ella respondió con un gesto de cabeza sin darle importancia.
-Enhorabuena, has pasado la prueba con facilidad. Eres un miembro perfecto para entrar en Crimson Wolves, espero ver grandes progresos en ti.-Gusi le entrego un papel oficial que le hacía miembro de la flota.- Parece que tienes un compañero nuevo que también está en la flota- Gusi señalo y empezó a reír al ver al escarabajo que no se separaba de él, el cual tenía el símbolo de la marina pintado en un costado sin saber muy bien cuando había pasado tal cosa. –Creo que deberías ir a ver a la joven, creo que tiene algo para compensarte. Yo me marcho ya con este pequeño el cual seguro que le encanta a Tobías.-dijo Gusi mientras se marchaba hablando con el escarabajo como si fuera una persona normal.