Coches de choque. [PASADO PRIVADO] (Hana Omoe-Raghersir)

Hana parpadeo un segundo y perdió de vista a su adversario, su cerebro no tardo en comprender que estaba pasando aun que su cuerpo si fue algo mas lento. Siguiendo el patrón que había mostrado hasta el momento, el recluta se movió mal mostrando que su imitación a la hora de generar su guardia había sido bastante superficial y que ni siquiera acaba de entender del todo por que lo estaba haciendo... O mas bien sus instintos le gritaban que dejara aquella posición.

Ladeo ligeramente la cabeza siguiendo con dificultades los movimientos de su adversarios, para cuando su cuerpo había girado lateralmente el puño ya se encontraba a meros centímetros de la cara de joven...


Por primera vez Hana mostró algo que se le podría llamar 'lección marcial', una de las normas mas fundamentales y necesarias para poder enfrentar a un enemigo real. Incluso cuando el puño aterrizo en su cara, el recluta no cerro los ojos con una mirada de no tener miedo a ser golpeado recordando unas amargas palabras en su mente (Por poderoso que sea, por cruel que resulte, nunca tengas miedo a ser golpeado, nunca cierres los ojos si quieres vivir)

El impacto del puñetazo hizo retroceder la cara del joven mientras la rodilla de su contrincante se diría hacia el, Hana comenzó a moverse inmediatamente, sus brazos se alzaron casi en cámara lenta mientras levantaba una de sus piernas que ya había parado apoyo en el suelo.

¡CRACK! Hana apretó los dientes ante el ruido que hizo su espinilla al recibir el rodillazo, pero el dolor no lo paro, no iba a aguantar eso, una vez su cuerpo tocara el suelo no iba a poder levantarse de nuevo, aprovechando la cercanía y usando toda la concentración que quedaba tras el golpe, uso sus brazos levantados para pasar las vendas en forma de U alrededor del brazo de su compañero. Instantes después con las manos agarro la venta de la mano opuesta y apretó intentando crear una atadura.

"¡VAMOS!" Con todas sus fuerzas que le quedaban tiro del brazo de su oponente no para derribar-lo si no para empujarse hacia delante, impulsándose, preparándose para darle un buen cabezazo contra su cabeza, eso era lo único que se le había ocurrió, ciertamente no iba a ganar ese combate, el cabezazo seguramente iba a hacer poco daño pero al menos quería golpear una vez a su oponente. Su mirada no dudo mientras el labio y la nariz le sangraba por el puñetazo que acaba de recibir.

Como yo esperaba, aquel joven recluta no sabía cómo utilizar bien su guardia. La prueba de esto es que mi puño impactó de lleno en su cara, lo que tuvo que hacerle mucho daño sin duda. Sorprendentemente el muchachito aceptó bien el golpe. Había imaginado que me pediría que parase o que echaría a llorar, sin embargo encajó el golpe y aguantó el dolor lo mejor que pudo. Mi siguiente golpe también impactó, haciéndole caer y provocando un ruido que indicaba que mi rival le iba a costar andar los días siguientes.
 
A pesar de haber recibido esos dos ataques mi oponente no pareció darse por vencido. Siguiendo con el plan que ya había planeado anteriormente formó una especie de atadura con sus vendas con las que pretendía arrastrarme con él. No estaba en posición de evitar ese enganche, sin embargo gracias a que pude prever su ataque podía responder. En lugar de intentar minimizar el daño decidí que él saldría más perjudicado que yo. Me estaba arrastrando hacia él para golpearme con la cabeza por lo que lo único que tenía que hacer era dejarme caer con todo mi peso sobre él. Con suerte mi cabeza estaría más dura que la suya y el chichón que él se llevaría sería más grande.
 
Aun recibiendo ese golpe en la frente el combate estaba acabado, pues mi rival estaba en el suelo y yo estaba situado sobre él en una posición ventajosa. Podría haberme cebado con él aprovechando que estaba a mi merced, pero en lugar de eso sujete sus brazos para indicarle que era el fin.
 
-Ha estado bien por hoy, ¿no crees?- dije antes de soltarlo y ponerme en pie.
 

Tras eso me dispuse a ir hacia mi mochila para buscar un cacho de tela que ofrecerle a mi rival para que se limpiase la nariz. La verdad es que lo había hecho bien para ser un enclenque, me dolía el golpe en la frente. Quizá estaría bien repetir eso algún otro día, pero por el momento era hora de estirar, ducharse e irse a dormir.

Hana estaba tirado en el suelo agotado, durante un segundo incluso llego a pensar que se habría roto algún hueso con el bloqueo que había realizado de forma bastante poco cuidadosa del rodillazo de su adversario, pero en el momento en el que intento mover la pierna se dio cuenta que el daño no había sido tan grave, algo que incluso le pareció sorprendente. El joven suspiro aliviado al ver que los daños habían sido mucho menores y se incorporo mirando como su contrincante salia del tatami, aun no habido respondido a su comentario de que había sido suficiente por el momento, Hana aun estaba recuperando el aliento y pensando.

(Necesito ser capaz de seguir-le el ritmo) Penso mirándole a la espalda, con admiración pero a la vez cierto espíritu de competitividad (Quiero volverme mucho mas fuerte...)

Con algo de dificultades Hana se puso en pie, tomo de nuevo aire antes de estirarse alzando los brazos "auauau" Soltó unos instantes antes de bajar los brazos, a pesar de todo acaba de recibir una paliza y su cuerpo se estaba quejando bastante, aun que tampoco era para tanto realmente, se esperaba acabar en un estado bastante mas lamentable. Finalmente dio unos saltitos como asegurando si podía andar bien, finalmente volvió a mirar a la persona que ya había llegado hasta su mochila.

"Bien, todo correcto ¡Nairb!" Dijo gritando para llamarle la atención por que ya estaba algo lejos, Hana entonces con algo de prisa pero con cuidado de no caerse al suelo por si sus piernas les fallaba alcanzo a su compañero aun descalzo, tenia una sonrisa bastante satisfecha y en parte mona, sin pensarlo le ofreció la mano para estrechársela "Me lo he pasado muy bien y te estoy muy agradecido por la oportunidad. Se que no he sido un rival digno pero espero que algún día volvamos a practicar juntos y entonces sea capaz de entretenerte de verdad"

Las palabras de Hana solo contenían amabilidad y agradecimiento. Con la mano se la paso por la nariz dándose cuenta que había algo de sangre, a pesar de todo Hana parecía haber soportado bien sobretodo la ultima ronda de golpes como si no los hubiera recibido con toda su potencia.

Detalle de Combate:

A pesar de rebuscar bastante a fondo no encontré la tela, quizá no tuviese ninguna. Esa mochila era un auténtico caos, había muchas cosas, pero estas estaban desperdigadas. Estaba a punto de realizar una segunda inspección cuando escuche a mi compañero de entreno llamarme. Al pobre parecía dolerle, pero eso no le quitaba la sonrisa de la cara. Una vez estuvo lo bastante cerca me ofreció la mano y dijo que había disfrutado mucho de la sesión y que le gustaría repetir algún día.

-Ha estado muy bien, no tendría problema en repetirlo cuando te parezca oportuno.- le respondí estrechándole la mano con una sonrisa.

Tras esto volvía a la mochila, no tenía nada para que se limpiase, pero podía ofrecerle algo mucho mejor. Saqué un tarro de la famosa pomada de Isla Copo, perfecta para casi cualquier dolencia.

-Tengo un regalito para ti por las molestias.- dije ofreciendo el envase.- Si te aplicas esto debería reducirse el dolor de los golpes, y además te evitarás los moratones mañana.- le expliqué. -Ahora ponte a estirar, si no mañana te notaras agarrotado.- le recomendé a mi compañero

Tras esto comencé a estirar para prevenir la aparición de agujetas. Había hecho un buen ejercicio, tenía que liberar de tensión los músculos cargados. Una vez hube acabado, me giré hacia Hana para despedirme finalmente.

-Pues bueno aquí acaba el día, yo me marcho ya.- dije cogiendo mi mochila. -Mañana no iré al taller hasta la tarde, os quedáis de encargados tú y tu compañero, si llega algún encargo anotadlo y ya me encargaré.

Era un poco cruel dejarle toda la carga del trabajo, pero tenía que aprender que el cansancio no era excusa para no cumplir con sus obligaciones. Era una pena que nadie se fuese a encargar de que yo lo aprendiera, pero teniendo a esos dos muchachos vigilando el taller, podía relajarme y dedicarme a pasear por la base oteando a las jovencitas uniformadas.

Hana le sonrió amablemente aceptando el regalo "Muchas gracias" mire el tarro cerrado y lo abrió un segundo con cierta curiosidad, cuando le contó para que servia el bálsamo lo cerro y le hizo una reverencia "Gracias por la preocupación" Después procedió a guardarse el contenedor en el bolsillo del pantalón algo pensativo de si mañana no le dolería todo el cuerpo... Tras unos segundos de meditación decidió no darle demasiada importancia ya, como estuviera mañana ya lo sabría, no le servia de nada preocuparse por aquello ahora.

Hana después asintió a su comentario sobre estirar "Comprendido" Junto con su compañero se puso a estirar imitándole un poco y mirándolo de reojo, le dolieron algunos músculos y partes del cuerpo durante el estiramiento pero no se quejo, estaba comenzando a enfriarse y los golpes siempre dolían mas en frió una vez la adrenalina bajaba, al menos no sentía que alguno de sus huesos se hubiera roto, eso seria mucho mas doloroso.

"Es muy probable entonces que no volvamos a coincidir al menos mañana, por la tarde comienzan los preparativos para una revisión a fondo de la base por parte de un alto cargo de la marina y me asignaron en el comité de logística... Aun que probablemente llevando cafés a los que realmente organizan" El joven rió suavemente antes de suspirar pesadamente, a veces parecía que a ojos de sus superiores era mas un mayordomo que un Marine "Así que es posible que después de la hora de comer si lo pido asignen otro marine ya que tengo un trabajo importante asignado"

Hana le dedico una ultima mirada directamente a los ojos a su compañero y en el fondo esperaba que amigo.

"Ha sido un placer conocerte, espero que volvamos a coincidir en el futuro, aun que estoy seguro que sucederá" Junto con eso Hana hizo una reverencia de despedida "Te deseo la mayor de tus suertes en el mar"

Después de eso miro como se marchaba Nairb, después de eso se dio media vuelta volviéndose a poner el calzado y marchándose con calma, sintiéndose ahora mas agotado hacia su baúl de ropa en los barracones para poder cogerse una muda de ropa y poderse ir a bañar... Habia sido un dia muy cansado y bueno, la única ventaja que tenia su aspecto afeminado es que le habían dejado la llave de un baño privado para capitanes con bañera individual... Hana necesitaba un buen baño con agua caliente para poder afrontar el dia siguiente.