Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:27}

05/01/2012

Siguiendo la extraña luz morada llegamos hasta lo que parecía ser una especie de balcón, el cual daba a un piso inferior. Manteniéndonos ocultos observamos que, en la estancia inferior, se hallaba reunido un grupo de ancianos parloteando. Aunque no se me pasó por alto el hecho de que fuesen ellos quienes emitían aquel extraño fulgor, tampoco le presté mayor importancia. Después de todo, cosas más extrañas había visto a lo largo del día en aquel lugar.

Alcanzamos a escuchar parte de la conversación que mantenían, que principalmente era sobre la situación de Yoai, a la que se referían como su ama. Donde fuera que estuviese, por el momento escapaba a mi alcance, así que tampoco quise preocuparme demasiado por eso. Sin embargo, entre los integrantes de aquel extraño concilio reconocí pude reconocer a uno. El mismo hombre que al comienzo de todo se había dirigido a nosotros, presentándose a sí mismo como Yoai, para pedirnos ayuda en esa dichosa guerra. Si había algún culpable de habernos llevado a aquella situación, y haberme hecho pasar por todo lo que había vivido desde que acepté ayudarles, era él. Y aquella era una oportunidad idónea para hacérselo pagar.

En mi interior sentía una mezcla de ira y resentimiento, acrecentados por el orgullo herido por haber perdido la oportunidad de finalizar mi enfrentamiento con el general. Eso, sumado a la necesidad de encontrar un culpable, me obligaba a actuar. Y así, dejándome llevar, salí del lugar donde nos ocultábamos y avancé hasta el borde mismo del balcón. Llegué a oír la voz de Amaiar a mi espalda, pero tan solo escuché una palabra, y ya era demasiado tarde. Salté la barandilla al tiempo que desenfundaba una vez más mi Akaregashi, y mientras caía envolví la hoja de esta en mi fuego oscuro. Trataría de caer sobre el más cercano de los ancianos, empalándolo mi arma, para acto seguido ponerme en pie de un salto y lanzar una pequeña bola de fuego contra otro de ellos.

Los tres mosqueteros:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:43}

Una sonrisa se formó en el rostro de Kotaro cuando empezó a observar lo que pasaba. Siguiendo a su supuesto líder, llegaron a una plaza donde los demás pretores aparecieron. Podía liarse mucho allí, pero él no iba a ser el imbécil que pagase los platos rotos con semejantes monstruos allí reunidos. Se quedó cerca de la zona del tío que lideraba Sarka y simplemente se cruzó de brazos. Sus azulados ojos se fueron clavando en el resto de personas de la zona y entonces se quedó al lado del vikingo observando la situación. Tal vez su trabajo por allí debía retirarse un poco. No era un cobarde, pero tampoco tonto.

Un destello lo sorprendió en ese momento y por ello se quedó mirando fijamente hacia la catedral, sintiéndose bastante incómodo por el enorme rayo que pasó. Su poder en comparación con muchos de aquellos tipos era minúsculo y debía arreglar aquello cuanto antes. Tener que ponerse a entrenar iba a ser duro, pero necesario. Empezó a reír un poco por lo bajo y después de unos momentos dirigió una mirada hacia su compañero Worwuld.

- ¿Qué te parece a ti todo esto, camarada?

Dijo dedicándole una mirada amable en todo momento. La situación y las palabras de los pretores empezaban a ser divertidas. Justo entonces apareció una chica hermosa de rojizos cabellos y el moreno se quedó mirándola con ambas manos en los bolsillos. Eso de investigar a sus mercenarios podía ser totalmente cierto, pues él mismo le daba lo mismo lo que pasase mientras tuviese dinero. Sonrió un poco más de la cuenta y después de unos momentos dirigió su voz hacia la pelirroja (Aki)

- ¿Podría conocer el nombre de la osada persona que habla así a los pretores? Estoy seguro de que alguien como usted pagaría bien si tuviese necesidad de contratar cualquier servicio peligroso tras esta batalla. – Sí, el muy cabrón se tomaba todo como oportunidades de ganar dinero. Tal vez después de la guerra pudiese tener más clientes, aunque por el momento estaba de parte de Sarka.

Plaza Prretores AKI LEE. :

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:52}

El lobo alzó una ceja al darse cuenta de lo que estaba pasando. La chica que tenía frente a él estaba tomando la forma de una enorme manzana. En otra ocasión habría intentado morderle la cabeza, pero estaba claro que había un problema en aquella situación. Estaba harto de las malditas manzanas de los huevos. Desde que había mordido una estaba sintiéndose demasiado mal, fue entonces cuando sus ojos se abrieron como platos. Era subnormal. Tenía una habilidad que precisamente podía librarle de aquel caos. Entonces se alejó un poco de ellos, ignorando las palabras de aquel tipo de la camisa roja oscura. Cerró los ojos con fuerza y empezó a concentrarse.

- Grrrr…

Drake apretó los puños haciendo que su sangre se acelerase lo máximo posible, pero sin llegar a ser peligroso. Su cuerpo sufrió una pequeña vibración que le hizo clavar una rodilla en el suelo. Pensaba que nunca iba a utilizar aquel poder, pero había llegado el momento. Las venas de su frente se marcaron y sus músculos empezaron a sudar. Era como si un dolor interno de tripa estuviese adueñándose de él, pero no era el caso. La voz de Slayer resonaba en su cabeza una y otra vez mientras le hablaba en un tono calmado.

- Hay que ser tonto. No recuerdas ni tus propias técnicas, si no tuvieses tantas no pasaría nada. Deberías empezar a pensarte el entrenar menos…

El chico lobo sonrió un poco mientras continuaba ejecutando su técnica especial y sintiéndose algo mejor. Aunque a lo mejor el efecto llegaba a ser mucho peor. Ahora debería esperar a ver lo que pasaba con él, pues por su parte ya no podía hacer mucho más respecto a librarse de aquello. Con un poco de suerte, terminaba el jodido sufrimiento de la maldita manzana del diablo.

Zal:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:59}

La situación estaba volviéndose demasiado enfermiza, pues aquella sudorosa masa de musculatura estaba empezando a cagar allí mismo. El loco ladeó la cabeza y soltó un enorme suspiro. No quería permanecer cerca del cabrón que había reventado a su compañero del gobierno a golpes. Era una lástima que sus poderes estuviesen tan separados, o de lo contrario lo hubiese matado allí mismo. El castaño entonces se quedó mirando a su compañera Azula con disimulo, pues el chico de los músculos parecía estar ocupado con algo.

- Vámonos de una vez, hemos terminado con nuestro cometido. La cosa parecía divertida, pero esto es un muermo. Lo mejor será que volvamos a la base. No quiero una bronca del jefe por meternos donde no nos llaman.

Dijo con un tono serio al mismo tiempo que sus ojos observaban un destello a lo lejos. Una especie de rayos aterrizando en un lugar que se escapaba a su vista. El sonido era suficiente para saber que en aquella zona se estaba liando una buena. El agente metió ambas manos en los bolsillos y buscó su DDM. Lo encendió en ese momento tratando de llamar a Enies Lobby y que se pusiera su superior. Habría llamado a Kusanagi, pero algo le decía que podía estar de putis y sin él, no quería enfadarse.

- Aquí señor de plata ¿Algo que hacer por allí? Princesa rayo está conmigo. Síderos no están bonita como creía y aquí no pintamos nada.

Esperaría una respuesta, pero mientras echaría a caminar hacia el Oeste, haciéndole una señal a la chica para que le siguiera y tratando de dejar atrás al lobo blanco.

Zal:

11/03/2016

Me dediqué a seguir a Kedra, que avanzaba con paso seguro hasta donde parecía que se encontraba el grupo. Tardé un rato en caer en la cuenta de que si se podía transformar en una bestia de aspecto lupino, tal vez estuviera siguiendo un rastro de olor, lo cual me pareció muy curioso. ¿Tal vez el de Dexter, ya que parecían ser tan colegas?

El camino fue rápido, e incluso me cansé un poco por tener que subir mi ritmo normal, y así poder seguir al Lobo. Cuando llegamos a las afueras de lo que parecía ser una iglesia enorme, dos cosas ocurrieron que me hicieron quedar paralizado durante un momento que me pareció eterno:

Lo primero, fue al salir de entre la vegetación y entrar a la zona de las calles, que pude ver un montón de estatuas enormes, colosos que combatían contra figuras minúsculas en comparación. Guardianes, podía suponer, pues todos le daban la espalda a dicha catedral y peleaban no para matar, sino para detener a juzgar cómo se movían.

Lo segundo, fue una cegadora luz que provino del cielo y cayó sobre la Catedral, derruyendo gran parte en el proceso. Tuve que cerrar los ojos debido a la cercanía a tan intensa fuente de luminosidad, pero para cuando pude abrirlos de nuevo, Kedra me miraba con expresión neutra. Me dijo que si iba a seguirle allí dentro, y asumí entonces que dicho rayo había sido cosa de Dexter. ¿Tal vez estaba combatiendo, o simplemente intentaba destruir algo que había descubierto? Fuera como fuera, me sentía un poco mal por retrasarme (seguía algo extrañado de que el resto no sintieran curiosidad por dicha planta, no parecía tan peligrosa al principio, no había absolutamente ninguna razón para temerla... En fin, misterios de la vida supongo), así que en compensación haría ahora lo que pudiera por ayudar a restaurar un orden en Síderos.

- Cuenta conmigo, compañero. - Respondí sonriente a la par que caminaba con él, siguiéndolo como una sombra y cubriendo su ángulo muerto.

resumen Afueras de la Catedral:

26/06/2016

Me aburría, y bastante. Los viejos no parecían particularmente poderosos, así que dudaba que fueran a presentar una batalla digna, y por otra parte el resto de la base parecía vacía. ¿Es que no había nada que hacer allí? ¿Para qué habíamos ido?

"Ah, claro, persiguiendo al General... que se nos escapó. Bueno, pues supongo que algo habrá que hacer aquí para darle marcha al cotarro, no?" Pensé, sacándome un moco y sin prestar demasiada atención a mi alrededor.

En ese momento Amaiar nos intentó decir algo. Parecía preocupado, y decía que nos moviéramos... ¿Qué le pasaba? Si tan solo eran unos ancianos, ¿de qué se preocupaba? Syxel no opinaba lo mismo que el peliblanco, al parecer, pues en cuanto este se alejó un poco, no tardó en darse la vuelta mientras se levantaba y saltaba hasta el piso inferior.

"Ese el mi capitán." Pensé mientras sonreía, le daba un largo trago a mi última cantimplora, dejando un poco de agua dentro de emergencia, y seguía al peligris mientras desenvainaba mi espadón, tratando de rebanar de arriba a abajo al anciano brillante más cercano usando mi caída como impulso extra.

resumen trío de... se me acaban las ideas:

16/02/2016

Cuando escuché la madera crujir de nuevo, supe enseguida que había cometido un error al darle la espalda a Syxel. Me dí la vuelta, exclamando que se detuviera, pero ya era tarde: saltó por encima de la balconada hacia el piso inferior, desenvainando su arma, y poco después lo siguió el Gyojin haciendo lo propio.

- ¡¿Pero qué rayos?! - Maldije exasperado. - Estos tíos me acabarán matando algún día a este paso...

Me aproximé al balcón de nuevo, esta vez apresuradamente para poder ver bien lo que ocurría. Si mi sentido de la estrategia no me fallaba, podía suponer que Syxel estaba intentando apuñalar a uno de los ancianos al tiempo que preparaba una de sus bolas de fuego, imaginé que para lanzársela a otro. Noah, por su parte, directamente intentaba saltar sobre otro de los viejos, con su hoja preparada para usar la inercia a su favor durante la caída.

Me eché una mano a la cara pensando qué tan temerarios podían ser aquellos hombres, y me planteé seriamente por qué no me sonaba haberlos visto en ningún cartel de Wanted. Tal vez tenían uno demasiado bajo y no lo había visto... Pero me costaba creer que aquellas personas que actuaban como querían no habían cometido ningún crimen aún.

No era momento de preocuparse por esas cosas. Tras pasar un buen tiempo a su lado, podía afirmar casi con seguridad que en realidad no eran mala gente. Simplemente eran... rebeldes. ¿Miembros de la Revolución tal vez? Ya había conocido antes a otros miembros que...

Me volvía a ir por la tangente. Debía centrarme y actuar, no quedarme de brazos cruzados. Sin embargo no tenía ninguna intención de bajar allí yo también, no cuando podía bombardear la zona con mis espadas y darles fuego de cobertura a mis compañeros.

Intentando no alcanzar ningún punto vital como el pecho o la cabeza, me dediqué a crear espadas simples flotando a mi lado, y hacer que volasen a gran velocidad hacia el grupo de ancianos. Excepto al falso Yoai. A ese no tuve reparos en apuntar con intención de matar, especialmente cuando mi Mantra me adevertía de que su aura no era poca cosa, así que debía dejarlo fuera de combate antes de que pasara lo mismo que con el General Melniano.

Ah, y esta vez directamente ya lanzaría mis espadas con Haki. Por si las moscas. Que ya empezaba a hartarme de encontrar a tanto logia por ahí suelto.

Resumen Mosqueteros:

Datos bélicos:

16/05/2014

Siguiendo a Grum y su tropa de soldados, y dejando muy atrás los carros de combate, llegaron a una plaza que parecía estar situada en el centro de la ciudad. Ese lugar estaba atestado de gente, por las características de cada uno, la mayoría parecían ser mercenarios, pero los que iban uniformados, denotaban fácilmente porque bando se decantaban, en aquella plaza se habían reunido nada más que tres líderes, tres pretores que querían matarse unos a otros, sin embargo parecía que tenían interés común en librarse de una tercera persona, la cual se presenció frente a todos, lo que parecía una Valkiria con el cabello morado, parecía hablar como una enviada de los dioses, ¿quizás fuese una de ellos? Al verla discutir con una de las mujeres que parecía ser una pretora sobre su Fe, quedo claro que no era una enviada de los dioses, sino otra enviada de algún dios profano, el hombre compartía la idea de acabar con ese falso icono.

Worgulv se colocó detrás de su pretor, listo para darle apoyo si este lo necesitaba como la última vez, pero esta vez tenía que ser muchísimo más cauto, quitando el hecho de que dos pretoras estaban frente a él, la presencia de la falsa predicadora de pelo morado era cuanto menos amenazante, el hombre dudaba si los pretores separados lograrían derrotarla, pero al observar a ambas pretoras, no vio rastro de músculos, ni armas atroces, lo que quería decir que su fuerza no venía de algo tan simple, no sería tan fácil como con el hombre bestia.

El hombre esperaría a ver como se desarrollaban los acontecimientos con todos los sentidos puestos a reaccionar en caso de peligro, hacia él o hacia Grum, pero sin apartar los ojos de la monstruosidad alada de pelo morado.
Su martillo estaba listo, gundene ønsker.

Sarka:

23/03/2014

Normas del Capítulo:

Se podrá postear cuantas veces se desee, dejando tres mensajes entre envío y envío. Sin embargo, sólo se tendrá en cuenta el último de estos.
Cada post debe ir acompañado de un Spoiler titulado como la facción a la que pertenecéis. En él debéis resumir el transcurso de vuestras acciones (incluyendo posts anteriores). Si un post no tiene resumen, no será tenido en cuenta a la hora de moderar.
Se moderará cada 48-72 horas. Sin embargo, no se moderarán posts más allá de las 48.
Se obtiene lo merecido según el riesgo y la calidad de las acciones.
No se tendrá en cuenta la longitud de los posts a la hora de determinar la experiencia.
Cada post debe tener un mínimo de 300 palabras.
Si un post tiene más de quince faltas de ortografía por párrafo, no se tendrá en cuenta.
A pesar de que ya no exista, el barco de Sons of Anarchy podría ser destruido de nuevo.
Existe la ley del plot, pero no funciona si no sigues la personalidad de tu personaje. No va a haber avisos.
La ley del plot no es a prueba de idiotas.
Tres saltos consecutivos de turno implican la retirada del capítulo o la muerte del personaje, según si la situación era de riesgo o no.
Mucha gente ha pedido despertar Haki del Rey. Sólo uno lo despertará. Trabajáoslo.
El metarrol se paga con hierro.
En general, si os portáis bien, se os recompensa. Si no... Bueno, no queréis saberlo. En serio, no queréis.
En futuras moderaciones podrían añadirse normas según se vea necesidad.
El mapa de la Isla será el siguiente:
Mapa de la Isla:
El espacio que se puede recorrer por moderación es el de un "Cuadradito". Si utilizáis Power Ups activamente podéis ir más deprisa, pero podríais cansaros.
Mapa en malla:
Balt está en blanco, Meln en Negro, Zilda en azul, Zal en verde y Sarka en rojo. En el centro de la Isla está la ciudad Imperial (el gran cuadrado blanco), y en amarillo las 35 centrales de Abastecimiento. Cada central tiene al lado un círculo que determina su pertenencia.
Si nos hemos olvidado de algo, avisad por favor.
Poned, por favor, vuestras coordenadas de destino en los Spoilers (no es obligatorio).
Las acciones cerradas sólo cuando se os indique que podéis realizarlas, por favor.
Cada Maná corresponde al gasto de una unidad energética, que todos compartís. El signo de girar implica que gastáis todo vuestro asalto en utilizar esa habilidad.
Niveles y habilidades logradas durante este descanso podéis utilizarlas (no así los objetos).

Moderación General:

Afueras del palacio:

Interior del palacio:

Haru:

Los tres mosqueteros:

Restos humeantes de la catedral:

Vinnie y Elya:

Team Quimera y Adam:

Ushio:

Milena:

M11 Drake, Castor Troy y Azula:

L13 Venom y Liv:

L12 Yarmin, Arribor, Tsang, Teravan, Zack, Sarah, Maki :

K13 Midou :

J12 Zero:

M12 Crimson Wolves:

Alexandra y Eichi:

Exterior de la catedral:

24/02/2016

Ban jadeaba un poco tras aquel último ataque, dándose cuenta entonces de que la presencia de su objetivo empezaba a perder su esencia. Aquel capullo que había osado meterse con los espadachines había terminado con sus tonterías. Parecía que se había acabado todo y el chico ocultó su arma en su respectiva funda, mostrando después una expresión calmada. Se giró mirando el rostro de su rival y no pudo evitar quedar un poco confuso. No solo le dio un consejo que no hubiese tomado de no ser por lo siguiente. Sabía su maldito nombre y no pensaba que los carteles de la marina hubiesen llegado a la isla. Sus ojos se abrieron como platos y entonces frunció el ceño unos momentos.

- ¿Qué coño? ¿Cómo diablos sabes mí…?

Midou se quedó paralizado al ver la terrible escena. Ese hombre le sonrió y después de aquello quedó tirado en el suelo con todos sus órganos tirados por allí. La escena era macabra y no pudo evitar clavarse de rodillas en el suelo. Tal vez le había mosqueado el comentario, pero no pretendía darle aquel final. Más bien dejarlo inconsciente o una muerte un poco más digna. El hecho de ver a su presa allí tirada, haberle sonreído como si nada y además aconsejado… Ban no podía entender el sentimiento que se estaba adueñando de él. Miró sus manos llenas de sangre y no pudo evitar suspirar.

- ¿En qué diablos me estoy convirtiendo?

Se preguntó así mismo al tiempo que se acercaba al cuerpo de su oponente muerto. No pensaba dejarle allí tirado como un vulgar objeto. Empezó a generar magma por sus manos y trató de cubrirlo en una capa para hacerlo desaparecer. Al mismo tiempo que haría una pequeña reverencia hacia la zona en honor a ese rival. Lo siguiente que hizo fue empezar a caminar hacia la zona donde estaba su jefe, pues debía de seguir luchando. Sus azulados ojos se entrecerraron y fue entonces cuando apretó el puño derecho con rabia. Le había dado algo de pena aquella persona y tal vez debía estarse quieto en aquella guerra. Con Meneror como líder, sabía que eso no iba a ser posible y simplemente le buscó con la mirada.

Sarka:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 4:49}

Una gota de sudor empezó a bajar por la cabeza del luchador. No podía creerse lo que estaba pasando. Ese jodido gusano estaba comiéndose la cabeza de la enorme luchadora y el espectáculo fue algo inquieto. El moreno de todas formas no iba a discutir sobre moralidad, pues se había cargado a la otra. Últimamente sus ataques terminaban con la vida de los demás muy fácilmente e iba a tener que mirarse aquello. El estilo de lucha de su padre no solía asesinar, pero sin romper huesos. Algo iba mal, pero entonces recordó que estaba añadiendo su toque personal, en el cual había metido el corte un poco en el combate. Tal vez la mezcla había sido más explosiva de lo que pensaba y estaba formando un estilo cruel.

- ¿Está rico?

Preguntó de forma irónica mientras mostraba una sonrisa siniestra y después hacía tronar los huesos de su cuello. La cosa se estaba poniendo preciosa y mucho más aun cuando aquel enorme destello hizo iluminar el cielo. Todo estaba poniéndose chungo en la ciudad y eso le recordó que debía de buscar al jefe. Entonces se rascó un momento la barbilla y después le indicó al gusano que era hora de moverse. Puso rumbo a la jodida muralla, observando un hueco por el que el pretor había ido anteriormente. Era el momento de meterse por aquella zona e ir a buscar a Ivan.

- Espero que hayas comido bien, yo tengo ya un hambre considerable. No creo que por esta zona haya arroz, que es lo más hermoso del mundo.

Dijo mirando a su alrededor mientras caminaba metiendo las manos en los bolsillos despacio. A lo mejor tenía suerte y encontraba, pero era imposible. Ahora tan solo tenía que localizar al vampiro de una vez por todas y cuidarle de que no se lo comieran.

Sarka:

18/08/2016

¿Qué mierda estaba sucediendo aquí? Tenía ya aceptado su destino... ¿Y ahora Ivan empezaba a hablar mierda? Eso fue el último coherente de Ryuken Shirou por este día, puesto que cometió el error de volver a mirar los ojos del castaño, sentenciando su final. Quería decir algo, llamarle mentiroso... Pero no pudo evitarlo. Su propia mente le exigía hacerle caso a la mentira... De hecho, empezó a crear imágenes falsas de lo ocurrido, ¿o era verdad? ¿Acaso toda esta pelea fue producto de su propia alucinación provocada por... un olor. Lo cierto era que el joven no sabía como reaccionar. Diversas rutas de una misma situación de formaban en su mente, pero ya no sabía lo que era real y ficticio. ¿En verdad se pelearon a muerte de forma involuntaria? ¿O Ivan fue hostil desde el principio y Ryuken se vio obligado contraatacar? No lo sabía, pero todo ya se le había ido de las manos. Empezó a sentir un dolor de cabeza intenso debido a sus sentimientos conflictivos sin resolver.

– Ya... volví en mi... mismo – respondió inconscientemente de forma cansada, al tiempo que ponía su mano en la cabeza para apaciguar un poco el dolor.

En medio de su delirio mental, el joven pudo ver como Ivan hacía tiras usando su daga. El rebelde no hizo nada, tan solo se dejó curar. Pese a que se encontraba algo mal de la cabeza, podía sentir con exactitud que sus heridas eran serias... especialmente las del torso. No sabía lo que hizo el castaño exactamente, pero atravesó limpiamente su espalda. Por suerte, pudo notar que ninguno de sus puntos vitales fue atacado, por lo que pudo relajarse un poco. Si hubiera sucedido eso, probablemente ahora estaría cantando otra historia.

– Gra...Gracias – respondió Ryuken ante el gesto, aunque sentía confusión también. ¿No quería matarlo por lo de Galia? No... tal vez eso fue también provocado por el gas, quizá se imaginó todo el combate en su mente. No dijo nada cuando el castaño le ayudó a levantarse y cuando pasó sus hombros para ayudarle a caminar. Aunque quisiera resistirse, no tenía las fuerzas ni las ganas necesarias. Tan solo quería echarse en algún lado y que ese dolor de cabeza desapareciera de una vez por todas. Pese a todo lo ocurrido y a sus recuerdos borrosos, podía aferrarse a un nombre con desesperación... Lavi Shirou era, y se aseguraría de no olvidarlo en lo que duraba su caos mental.

Meln:

07/05/2013

A pesar de que la engreída mujer alada ni siquiera se dignó a mirarle y se alejó volando de allí como si nada, Arribor pudo controlar su mal humor. Simplemente, maldijo un poco en voz alta a esa cosa con alas y escupió al suelo desde lo alto de su plataforma de sangre. Desde la altura a la que se mantenía con sus poderes pudo ver el estado ruinoso de la ciudad y se fijó también en lo que ocurría en las cercanías. Veía signos de batalla por doquier, especialmente en un alto edificio que parecía una catedral.

Aunque no pudo concretarlo del todo porque el edificio entero reventó con un inmenso estallido como un globo de agua caído al suelo. Parecía que un rayo -un rayo muy grande- le hubiese caído encima, dejando en su lugar un montón de escombros ennegrecidos y humeantes. "En fin, tampoco era un sitio muy bonito", pensó. Se planteó acercarse para echar una ojeada a lo que hubiera provocado tal ruina, o a quien, pero el destino le sorprendió lanzándole, literalmente, su peor pesadilla.

El maldito Maki volaba justo en su dirección, con una expresión que no le había visto nunca. El estúpido pez pasó justo por su lado y le hizo perder el equilibrio. Cayó al vacío con un ruido sordo, cerca de donde sus compañeros le esperaban, llevándose seguramente un moratón de recuerdo. Se levantó rápidamente y miró a su alrededor tenso y en alerta. Comprobó con horror que Maki había caído justo en el centro del grupo, dando voces como un loco y agitando los puños airadamente. ¿Acaso había cruzado la última puerta que lo separaba de la locura total y absoluta? Era difícil imaginar que pudiese ir a peor.

-¡Estate quieto, puñetero bicho! -le gritó.

La única respuesta del gyojin fue propinarle un derechazo justo en el mentón. Arribor se quedó sin palabras. ¿El pez acababa de pegarle? Hasta ese momento jamás lo había visto volverse violento, pero ahora le miraba como si fuese su presa o algo así. "Maldición, está aún más loco". Temeroso de lo que un Maki rabioso pudiese hacer, hizo lo que siempre hacía en presencia del engendro: huir dejando a todos atrás.

-Sálvese quien pueda -exclamó, al tiempo que pasaba corriendo por delante de compañeros, desconocidos y de ese horrendo esqueleto del que ya ni se acordaba, y pateó el muro de la iglesia para buscar refugio en su interior.

Sarka:

31/03/2014

Maki notó el orgullo que el Hada sentía hacia él como algo vivo y tangible. O quizás fuese el zumbido de la mosca que revoloteaba junto a su oído, no estaba seguro. Pero en cualquier caso, sabía cuál era su misión: eliminar del juego a todos los enemigos del Hada, incluso aunque tuviese que enfrentarse a gente como Sonrisas o el tuerto. Fue éste último el primero al que eliminó. Cuando apareció gritando hacia él, Maki dio rienda suelta a su puño para cumplir con su sagrada tarea, y lo estrelló con fuerza contra su barbilla.

El gyojin contempló la cara anonadada del asesino de Dimitri. No parecía haber sido derrotado, y si aún seguía allí es que aún no había perdido el juego, pero su golpe había bastado para hacerlo huir. Se sintió orgulloso, y esta vez no era cosa de ninguna mosca puñetera. Lanzó un sonoro grito de guerra ante su primera victoria, y golpeó el suelo con los puños, espoleado por la sensación de poder. El adoquinado se agrietó bajo la fuerza de sus golpes. No recordaba que fuese tan fuerte; claro que pocas veces antes había necesitado utilizar su fuerza.

-Sois enemigos del Hada -exclamó. Mientras hablaba recordaba la cegadora luz de aquel ángel salvador, que había dejado una huella indeleble en sus ojos y en su alma.

En ese momento vio al monstruo. Era una especie de raspa de pescado pero con forma humana, que llevaba un sombrero que a Maki le pareció genial y les daba golpecitos a todos con el dedo. En cuanto tocó a Maki, el gyojin se dio cuenta de que él también era un enemigo del Hada y debía sacarlo del juego. Así que juntó los puños y le soltó el golpe más fuerte que pudo directo a su huesuda cabeza.

Maki Rampage:

06/01/2014

Kodama dejó escapar una maldición en voz baja, una manía muy humana que había adquirido con el tiempo. Su ataque no había resultado tan efectivo como había supuesto, y ni Balarad ni el otro pretor parecían haberse visto afectados significativamente. Incluso parecían alegres; sus sonrisas brillaban a la luz incandescente de varios haces luminosos que se elevaban en el cielo. Parecía que en aquella isla eran algo común los espectáculos lumínicos repentinos.

Por si fuera poco, Yoai se había largado, había logrado entrar en el edificio mientras él no miraba. "Esa cría ha sido rápida", pensó. Apenas había apartado la mirada de ella unos segundos y había logrado escabullirse. Realmente era un objetivo muy molesto. Iba a tener que asegurarse muy bien de inmovilizarla la próxima vez que la capturase. Pero primero tenía otros asuntos que atender. Asuntos que no comprendía.

Los acontecimientos se sucedían rápidamente. Una mujer de cabello rojo apareció en la plaza, descendiendo el aire cual pájaro. ¿Quién era? No se trataba de alguien de la Marina, eso seguro. De ser así la habría reconocido por su lustrosa cabellera carmesí. Y justo cuando una pelirroja llegaba, el otro chico con el pelo del mismo color se abalanzó sobre la mujer alada. Kodama ni siquiera tuvo tiempo de verlo lanzar su ataque antes de que una columna de llamas surgida de la nada lo engullese. El hombre-árbol contempló nervioso el fuego, respirando profundamente para controlar el nerviosismo que siempre le provocaba.

¿Lo había provocado la mujer alada? Echó un vistazo a los otros pretores y llegó a la conclusión de que sí, de que ellos no habían sido. Uno se quejaba del calor mientras que la otra... ¿se desnudaba? ¿Qué estaba haciendo? Mientras Balarad se despojaba de su armadura y ropa y se abalanzaba para besar literalmente el suelo, y el otro pretor echaba a correr al edificio tras Yoai, la mujer alada se aproximó a la alocada líder de Balt espada en mano.

La situación se había descontrolado totalmente en cuestión de segundos. No entendía quién era bueno y quien malo allí, pero una cosa sí tenía clara: ninguno de los presentes en la plaza era aliado de la justicia. Así que barrería con ellos.

-Humanos maleducados. No deberíais olvidar que aún estoy aquí.

Entonces, Kodama comenzó a limpiar la plaza, aprovechando la velocidad que su forma Cortex le proporcionaba. Lo primero que hizo fue sacar y arrojar uno de sus Ojos del Viento, de 5 centímetros, hacia el pretor que corría en dirección al edificio, el cual se adheriría a su armadura y se activaría de inmediato, absorbiendo gran cantidad de aire y liberándolo con potencia suficiente como para despedazar lo que tuviera a su paso en un radio de cinco metros. "No vas a escaparte".

Luego creó una burbuja imbuida en su Haki en la que intentaría encerrar a Balarad, para mantenerla quieta; con algo de suerte se quedaría... haciendo lo que estuviera haciendo y ya no sería una amenaza. Y por último, usando todo el Haki que fue capaz para potenciar su ataque, atacó a la mujer alada con sus ocho "espadas" al mismo tiempo. No iba a permitir que siguiera haciendo lo que le viniera en gana.

Afueras del palacio:

Usado:

09/01/2015

edicion:

¡guau! Esto es grande y lo demás tonterías, mira Fluffle las luces se encienden para nosotros que majos son. Adelantémonos y busquemos el premio supremo.

A punto me encontraba de adentrarme en la profundidades de la sala en busca de algún trono dorado o con calaveras polvorientas, incluso me serviría un butacón... Pero tenia que aparecer la pretora de Meln, la niña que dirigía la facción mas cruel y horrible de esta patética isla. La depravada zorra que había intentado matarme y lo que era peor había intentado matar a Fluffle.
Para ahora amenazar de nuevo la vida de mi compañero si no se retiraba del palacio. La ira y el desagrado que sentía por ella aumentaron, podía ver en su cuerpo los efectos de la guerra, sangre en sus brazos, la ropa de la espalda rasgada y ensangrentada, parece que ha tenido que lidiar con algún que otro problema, pero aquí se acababa todo.

-Pero mi querida pretora ¿no me reconoce?, yo estoy apoyando su causa he de coronarla como reina de Sideros una vez mas para que mis sueños se hagan realidad.- Me acerque con mi moto a la pretora intentando encontrar un angulo de tiro horizontal a ras de suelo para así esparcir su cuerpo triturado por la munición antitanque que pensaba utilizar. - Tan solo usted tiene los recursos necesarios para darme mi sueño. Espere un instante, a que hiciera un movimiento, un paso, un giro de cabeza para verme, una frase en el aire que jamas llegaría a oír.

El motor de mi moto tanque ronroneo cuando el tambor de la ametralladora pesada Gatling giro, el disparo sonó como una traca, la munición antitanque estaba siendo disparada a velocidades vertiginosas, un rastro de color rojo brillante podía verse gracias a los cartuchos trazadores que me permitían apuntar en movimiento, puede que no fuera un tirador pero con una cadencia de tiro de cien cartuchos por segundo, la poca distancia a la que me encontraba de la cría y que la munición podía rebotar en las paredes y el suelo de piedra hacia que fuera muy improbable que fallara. Continué devastando el área donde creía que se encontraba la pretora, volé hasta colocarme por delante suyo sin dejar de disparar centrado en destruir tal abominación. Dos haces de luz imprevistos rompieron mi concentración, los impactos dieron en el cañón rotativo de la ametralladora haciendo que toda la moto se desequilibrara, corte el incesante fuego mientras intentaba controlar el vehículo y estabilizarlo. El arma, la cual se encontraba ahora desprendiendo humo a causa del intenso calor que había generado, parecía estar operativa ningún cañón estaba recortado, pero tendría que examinarlos minuciosamente.

Active mi visión térmica junto con un dial de humo blanco, entre el humo pude ver el calor corporal de mas individuos, no sabia si eran aliados o enemigos. Hasta que reconoci la voz que hablaba, era el pelirrojo que conocí al empezar esta estúpida guerra y por lo que decía parece que quería respuestas. Decidí responderle a ver si se enteraba de que iba la fiesta.
-¿Que por que todos le tienen odio? pues por que ha intentado matarme, a mi y a mi compañero, por que es una maldita mentirosa que solo busca poder sentarse en el trono de Sideros. Su objetivo es gobernar y no creo que con guante de seda, sera una maldita dictadora y no permitiré que aquí ocurra lo mismo que en Hallstat. Si buscas a alguien con quien luchar, alguien que merezca tu poder y habilidades únete al younko Dexter Black, el esta allí fuera peleando por lo que es bueno. Ademas se te recompensara ampliamente.

Aguantaría en el interior del humo blanco a unos metros sobre el suelo mientras testeaba la ametralladora. - Fluffle vamos a recargar pon la munición triple junto con la que nos ha quedado de antitanque. esperemos que no sean hostiles.
Mi querido compañero soltó una pedorreta y comenzó a enganchar el final de la cinta de munición con el comienzo de la cinta de munición triple, una operación rápida y muy sencilla.

amantes de los ponys y los gatitos:

28/02/2016

El chico pelirrojo había vuelto a la normalidad tras ver el cadáver de nuestro oponente, el joven tomó el hacha de nuestro oponente y me la ofreció a modo de recordatorio de nuestro encuentro en la guerra, extendí la mano y la acepté sin decir nada, por su parte él también aceptó el colmillo que le ofrecía.

-Cada vez haces cosas más raras, por no hablar de tus amigos, bueno de tu amigo, que no tienes más – dijo Trece en tono burlón.

-Tengo más de un amigo, ¿qué me dices del vikingo aquel? – respondí algo ofendida por la declaración de la niña y poniendo rumbo junto al hombre serpiente hacia la ciudad.

-Ese tío no creo que ni se acuerde de ti, estaba demasiado borracho como para recordar nada de aquel día.

-Puede ser, pero yo creo que si se acordará, no he cambiado tanto desde entonces – dije mientras me llevaba la mano al colgante que me había entregado aquél hombre ese día, el cual nunca me había quitado desde que lo entregó.

De pronto noté como algo se me clavó en la pierna, metí la mano en la bota y saqué el colmillo que en un principio había guardado en un bolsillo que creía que estaba bien y resultaba que no. Rompí un poco de la ropa y con esta envolví el colmillo luego lo volví a guardar en la bota “servirá igualmente” pensé al hacerlo, lo había envuelto para que no se me clavase de nuevo, no era algo muy agradable. No tardamos en abandonar el campo de batalla y entrar en la ciudad, la cual ya no tenía el impedimento que era la muralla que había sido destruida por completo, fuimos avanzando por entre las calles de la enorme ciudad, con combates por todos lados y caos, aunque no más que en el enfrentamiento entre los ejércitos, no me había fijado, pero la ciudad había sido cubierta por unas nubes oscuras que parecían de tormenta y si no recordaba mal antes no estaban.

De pronto a lo lejos, en frente de un edificio tremendamente enorme, más incluso que las casas y que parecía más importante que el resto, delante de esta había bastante gente, y un gran alboroto, posiblemente un gran combate, era hora de ponerse en marcha hacia la gloria del mismo.

-Creo tengo un buen rumbo – le dije al pelirrojo mientras me encaminaba hacia el enorme edificio y desenfundaba las espadas – ¿te apuntas?.

Según me iba acercando cada vez estaba era más consciente de que había un gran combate en el lugar y más me hervía la sangre por entrar en este, de hecho según me acercaba pude distinguir una figura conocida, un hombre fuerte, grande, con un montón de armas encima, vestido con pieles de animales. No podía ser él, ¿tras tanto tiempo lo había encontrado? No le extrañaba verlo, la guerra le emocionaba tanto o más que a ella, y aunque no lo había visto combatir nunca me imaginaba era un gran luchador para haber llegado hasta allí.

resumen Sarka:

08/05/2014

No me hacía mucha gracia esperar fuera de la catedral a que todo terminase, según salí de la catedral, pude descubrir un tremendo caos, entre armaduras y gente luchando contra estas, de hecho justo enfrente de mí había una, desenfundé el bo de metal y me preparé para comenzar la ofensiva contra esta, activando el poder de mi brazo derecho por si necesitaba defenderme en algún momento, pero de pronto esta se partió por la mitad, y de entre las mitades apareció un joven pelirrojo con cara de pocos amigos, una de las mitades de la armadura cayó hacia un lado donde había una joven y la otra hacia donde yo me encontraba, “que suerte la mía” pensé mientras la veía caer, con gran velocidad volé hacia la mitad que estaba cayendo hacia la chica de pelo rubio y golpee la armadura todo lo fuerte que pude para evitar que esta la aplastase.

Tras salvar a la chica volví a tomar tierra y me dirigí hacia el pequeño pelirrojo que había cortado por la mitad a la armadura para decirle que tuviese más cuidado con ese tipo de cosas o haría daño a alguien que no quería, pero este estaba tirado en el suelo, tenía los brazo quemados, y le sangraban la nariz y los ojos, ¿qué clase de estúpido era para autodestruirse haciendo semejante ataque?, por las ropas parecía un marine.

-Veo que la marina envía a la guerra hasta a niños, por mucho poder que tengan – dije agachándome para comenzar a tratar las heridas del joven usando el poder curativo de mi akuma.

Primero le estuve tratando el sangrado que tenía por los orificios de la cara, pues podía acarrear a problemas mayor eso alguna lesión importante que necesitaba un tratamiento rápido. De pronto un tipo con un mono en el hombro derecho me lanzó una bola de color verde, decía que era para mejorar su curación, pude ver que aquel tipo tenía una capa de marine y supuse que no mentía, así que le abrí la boca al pequeño y le introduje la pastilla en la boca. Si lo que había dicho el tipo extraño aquel, las heridas que tenía en la cabeza estarían ya curadas, así que pasé a los brazos que por lo que pude ver habían comenzado a curarse, por la pastilla, y con ayuda de mi habilidad se habrían curado más rápido.

Mientas detrás de mí la catedral cedió y se derrumbó caso por completo, ¿estará bien el capitán? Me centré en mi mantra y noté la presencia de este entre los humeantes escombros, lo que me hizo soltar un suspiro de alivio, aunque no por demasiado tiempo, ahora caían escombros de la catedral y no sabía si el niño pelirrojo se podría mover aun habiéndole curado, así que me preparé para protegerlo de los escombros que cayesen.

resumen exterior de la catedral Arthur lee:

22/02/2014

Nuestro pequeño enano pelirrojo de la brigada, el introdujo los brazos a Kai dentro del cuerpo mientras yo intentaba hacerle algo a la armadura con las lubinas, que pareció no ser muy eficaz, quizás debería de haberles sacado las espina y luchar con esta para hacer algo, pero ya era muy tarde. El bastardo del enano tras sacar las manos del Vice-almirante, fue directo a por la armadura, como solía hacer en todos los combates, sudando del resto y sin tener un plan aparente. Su ataque resultó ser bastante efectivo, tanto por parte de él hacia la armadura, la cual fue cortada por la mitad, y a viceversa pues Arthur se quedó en el suelo tirado con los brazos quemados, y sangrando por la cara.

-Mi diagnostico es que estás cada día más inestable mentalmente – le dije al pelirrojo.

No me había percatado pero las mitades de la armadura fueron a caer sobre gente, ¿a cuál debía de salvar? ¿podría salvar a los dos?, pero antes de que decidiese algo, un tipo con armadura y una túnica negra con líneas azules, salió disparado hacia la mitad que iba a caer sobre la joven rubia y la golpeó, para mandarla a volar y que no cayese encima de esta, luego fue hasta Arthur y comenzó a atenderle las heridas, “¿pero quién cojones es este tipo?, ni que fuera un supersoldado” dije mirando hacia la catedral. Al ver que estaba intentado curarle, cree una pastilla verde para acelerar la curación y se la lancé.

-Soy un compañero suyo, dásela, servirá para que se recupere antes, señor armadura –dije mientras observaba a Jack disparando sin ton ni son a todo lo que se movía sin darle a nada – y tu Jack, pensaba que sabias disparar, al menos dale a algo, joder.

El tipo que se puso a curar a Arthur una vez terminó de hacerle las curas, se puso entre este y la catedral la cual se había venido abajo casi por completo, “¿qué demonios ha pasado dentro?” pensé al ver como los escombros se caían, no sabía si Arthur se podía mover y no conocía las habilidades de aquel tipo, así que no me arriesgué y creé una cúpula de caramelo, una parte viscosa y otra sólida con la máxima dureza que pude, similar a la anterior pero esta vez solo cubriendo a los miembros de la brigada, a la chica y al tipo nuevo de la armadura.

resumen exterior de la catedrall:

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 20:10}

Tras librarme por los pelos de algún que otro contratiempo, al fin llegué a la ciudad. Eché un vistazo a mi alrededor con cautela, para encontrarme la zona medio en ruinas. Debían haber peleado con intensidad por allí. Mejor andarme con cuidado.

Avancé unos metros hasta toparme una especie de... plumas metálicas.
Me agaché y toqueteé una de ellas con cuidado de no pincharme o cortarme, examinándola e intentando descubrir su origen. ¿Pájaros metálicos? Esbocé una ligera sonrisa divertida. Al fin me había topado algo interesante. Estaba perfectamente esculpida, y tomaba la forma de afilados y mortales cuchillos. Sólo con imaginarme la capacidad destructiva y perforadora de una lluvia de esas plumas cayendo sobre las cabezas de los enemigos, un escalofrío de puro entusiasmo recorrió mis huesos.

Pero no podía quedarme allí quieta durante mucho tiempo. Cogí una de las plumas y la guardé con cuidado, antes de apremiar a Klaus, que revoloteaba alrededor de las plumas con aire curioso y se miraba en el reflejo metálico con gesto divertido, para que me siguiese.

Retomé lo que ya me parecía una eterna carrera hacia el centro de ciudad imperial. Hay que admitir que la isla era grande, y la ciudad estaba bastante lejos de donde habíamos desembarcado. También hay que admitir que me demoré bastante peleándome con aquel ordenador y su estúpida contraseña. Pero ya estaba allí, y eso era lo importante. Ahora tenía que encontrar algo de interés.

Me detuve unos segundos para taparme los oídos debido al fuerte estruendo que provocó un edificio derrumbándose un poco más allá. El ruido empezaba a levantarme dolor de cabeza. Necesitaba unas vacaciones.

Pasé al lado de un edificio que me llamó la atención, me hizo detenerme y volver sobre mis pasos marcha atrás para echarle un segundo vistazo. ¿Era aquello... un laboratorio? Las paredes blancas, las ventanas cuadriculadas, la antena del techo... Tenía pinta de laboratorio.
Mi rostro se iluminó cual niño al que le regalan una piruleta y, con sonrisa infantil, me lancé hacia el interior del laboratorio sin dudarlo.

Allí podía encontrar al fin lo que estaba buscando. O quizá algo todavía mejor, ¿quién sabe?

Resumen Meln:

25/06/2015

Antes de poder, tan siquiera, acercarse a aquella mujer alada un torrente de fuego alcanzó al pelirrojo de lleno, estrellándolo contra el adoquinado de la plaza. Aquel golpe no le hizo mucho daño, fue más el golpe contra el suelo que el ataque en sí. Aquello le hizo al suzaku que no estaba a la altura de las circunstancias y que debía entrenar más para poder enfrentarse a gente como esa, pero para ello tenía que salir de ahí. Sin embargo, todavía tenía algo que hacer.

Rápidamente volvió a la entrada del palacio, donde estaba Spanner.

—¿Y la pretora, socio? –preguntó al no ver a Yoai allí, pero la respuesta era más que evidente.

El pelirrojo usó su mantra para sentir el aura de la pretora de Meln y se adentró en el castillo volviendo a su forma humana, pero manteniendo las alas a su espalda; pasándo por encima a toda velocidad al pretor de a saber que facción. Voló por el castillo hasta llegar a una sala espaciosa, lo suficiente como para volar con soltura. Allí se encontraba el Yonkaikyo con el que se encontró en la base de Meln, sobre una moto. ¿Bledy? ¿Bleid? ¿Blady? No lo recodaba del todo bien y junto a él, Yoai.

Antes de poder, tan siquiera abrir la boca para hablar, la moto de aquel inútil comenzó a disparar un centenar de balas por toda la sala. Ante eso, el pelirrojo se aferró con fuerza a los mangos de sus aceros e hizo dos cortes diagonales creando un par de ondas cortantes, casi simultáneamente, directas a los cañones de la moto e intentar acabar con su ataque.

—¡Pretora! –exclamó Zane–. Si sigues viva, tengo unas de preguntas para ti y espero que seas sincera conmigo, para algo he luchado por ti y he intentado detener el ataque de este bárbaro. ¿Por qué todas las personas que parecen conocerla le tienen tanto odio? ¿Qué es lo que está tramando? Yo no soy nadie para juzgarte, pero joder chiquilla… Me gustaría saber por quien estoy luchando y porqué –el pelirrojo no había fiado de la pretora desde que la vio dar el discurso, pero si algo sabía hacer bien el pelirrojo era mentir, y con una persona que aparentaba ser una dulce e inocente niña lo mejor era seguirle el juego e intentar camelársela de la mejor forma que sabía, siendo encantador.

Sin embargo, el capitán pirata seguía contemplándolo todo desde su posición, atento a cualquier movimiento extraño de cualquiera de los presentes. Se colocó en guardia neutra, superponiendo una katana a la otra, guardando una distancia de un par de palmos entre ambas. Su mantra seguía activado y esperaba con ansias la respuesta, mientras la humareda causada por la moto del grandullón se disipaba.

“¿Cómo demonios ha metido la moto aquí? Y lo más importante, ¿quién le ha dado el carnet?! –pensaba Zane, con el ceño fruncido.

Resumen (Bleyd puedes leer):

08/11/2016

Las palabras de Krauser habían tenido efecto, todos felices, que bien... ¡Oh! Y cómo olvidar al para nada sospechoso peliblanco que salía de una sala que acababa de explotar. Al parecer uno de sus hombres trataba de contactar con Beros, pero sus intentos fueron en vano. ¿Quién sabe? Quizás estaba ocupado. Las tropas de la base y los enanos estaban bastante... tensos con la presencia del albino.

-"Lo que faltaba, ahora que han dejado de pelearse entre ellos... Dime que no van a ir a por esos tíos"- Pensó el rubio cubriéndose la cara con la mano (facepalm).

Para sorpresa de todos, Osuka volvió a llamar. Edward empezó a preocuparse de nuevo por su compañero, aunque no pudo evitar sonreir al oir cómo describía su situación. Así que "un modelo grandote con muchos, muchos taladros". Qué cosas, a quién se le ocurriría eso. Edward estaba empezando a enfadarse y sentirse mal al mismo tiempo porque sentía que no estaba haciendo nada, que estaba perdiendo el tiempo, pero ¿qué podía hacer? Este tipo de cosas son las que tiene que hacer el líder, y él no era más que el novatillo, el recién llegado.

El consuelo era que el demonio plateado se dirigía a la posición del grupo, por lo que era posible que pudieran tener un poco de acción. Si él no tomaba parte... bueno, al menos vería un espectáculo. Es una suerte que sean robots, Edward es incapaz de matar, pero con este tipo de oponentes no tiene que contenerse.

Edward se estaba poniendo nervioso, por lo que, si la situación no se volvía violenta de nuevo por aquello del extraño albino, saldría a despejarse un poco.

-Krauser, voy afuera para ver cuando llega Osu. Con tu permiso. -Diría agachando un poco la cabeza en señal de respeto y para pedir permiso y le daría la espalda a su líder para dirigirse a la salida.

Team Quimera:

16/05/2014

La escena que se había desarrollado en la ya extraña confrontación de fuerzas, tenía un carácter algo tórrido. Mientras que la que parecía una niña pequeña desapareció en el interior del edificio, la que parecía predicar una Fe dura e inquebrantable, empezó a desprenderse tanto de armas como de armaduras, el hombre aparto la vista rápidamente, cuando las vaporosas sedas que portaba, no ofrecían ya refugio a su intimidad, aun duro con el hacha, Worgulv no estaba familiarizado con escenas subidas de tono.

A Grum no pareció importarle la escena pues comenzó la marcha en pos de la pequeña, adentrándose en el palacio. El hombre se dispuso a correr detrás de él cuándo pudo advertir como la criatura de pelo morado se acercaba a la mujer que había rasgado sus ropajes, la iba a ejecutar…el amigo de mi enemigo…

Worgulv también se percató de como un hombre, cuya piel parecía la corteza de un árbol, lanzo un objeto de forma esférica a Grum, no recordaba a ese extraño hombre entre las filas de Sarka, era demasiado notorio. El hombre reacciono como si fuese un ataque enemigo, echando mano a una de sus hachas arrojadizas, y lanzándola con precisión hacia la esfera, calculando su trayectoria con ojo experto e imbuyendo a la misma con su voluntad, tenía entrenamiento en lanzar hachas a objetivos en movimiento.

Mientras confiaba en que el hacha impactaría contra la esfera, interceptando el ataque, o simplemente desviándolo, el hombre intento enganchar el hombro de Grum con la cabeza de su martillo `` GRUM, no puedes permitir que esa cosa acabe con la que puede ser una ventaja para ganar esta guerra, acabemos con la aberración primero, que no te nuble la ira, la victoria es el objetivo´´ grito para hacerse oír entre el caos de la escena.

Si Grum no reaccionaba a su llamada y no hacía nada para detener esa ridícula ejecución, el hombre concentraría toda la fuerza que pudiese reunir, descargando el martillo con toda su voluntad, dirigiendo una onda de choque hacia la criatura de pelo morado, intentando evitar lo que parecía inevitable o quizás llamando su atención.

Sarka:

14/03/2015

Era admirable lo bien hecho que estaba el pavimento de la plaza. Recubierto de losas de piedra exquisitamente labradas, cada una una obra de arte y en conjunto formando un mosaico espléndido el cual ahora estaba admirando mu de cerca. Apreciaba la calidad de los materiales, la complejidad de la obra y el tiempo y esfuerzo implicados en la labranza de esta, sin duda un testimonio de lo maravilloso que puede ser el ingenio creativo. Si, era muy entretenido verlo... pero porque no me quedaba más remedio que mirar al suelo.

Estaba tendido bocabajo, sin fuerzas para moverme o siquiera cambiar de postura. Me dolía todo el cuerpo, los músculos chillaban suplicando que dejara de intentar moverme, que les diera un descanso. Aun así trataba de mover aunque fuera la espalda para arrastrarme mediante convulsiones, una parte de mí se negaba a quedarse quieta ahora.

De pronto un extraño enfundado en una curiosa armadura se acercó llamándome niño "Ya me cae mal" Aunque tras eso comencé a sentir cierto alivio, a recuperar un poco las fuerzas. Escuché la voz de Jack y tras eso el extraño metió una pastilla en mi boca. No hizo gran cosa, pero me dio un poco de energía. Poco a poco recobraba las fuerzas y mis heridas se cerraban. Arrastré el brazo izquierdo delante de mí, para ver cómo la piel chamuscada se pelaba para dar paso a piel nueva... bueno mi capacidad regenerativa tenía algo que ver. Cerré el puño y lo estampé contra el suelo, rompiendo aquella maravillosa losa.

-No...

Con mi mano derecha agarré mi arma para apoyarla en el suelo y poder incorporarme, poco a poco las fuerzas volvían a mi cuerpo, y con el Burst Mode todavía activado rápidamente me sentía menos incapacitado.

-Soy un...

Primero una pierna, luego otra, la teoría para incorporarse era fácil. Ahora estaba de pie, apoyado en mi arma, algo encorvado por el esfuerzo hecho, pero de vuelta a la acción.

-¡NIÑO!- Grité a la vez que destrozaba de un tajo un bloque de piedra que se precipitaba sobre nosotros.

Las piedrecitas cayeron sobre mí como una lluvia reconfortante. No estaba en condiciones de combatir como antes, pero ahora por lo menos había evitado ser un lastre que tuvieran que salvar. Tras mi breve ausencia admiré el destrozo que había causado, aunque dudaba que (todo) lo de la catedral fuera cosa mía.

-¿Donde narices de has metido todo este tiempo Suzume? Llegas tarde. - Le dije al marine mientras caminaba forzando un poco los músculos. - Y por cierto, gracias por la ayuda, no será olvidada. - De dije al desconocido antes de ir con Jack, no sé porque me sonaba haber escuchado la descripción de alguien así en algún lado.

Re: El Encuentro [Capítulo] {Lun 27 Feb 2017 - 0:32}

Todo parecía haber terminado por fin y el oficial no tardó en soltar un enorme suspiro, fruto del duro esfuerzo que había hecho verbalmente. Por lo menos la batalla por parte de Zilda había finalizado de una vez y uno de los cinco ejércitos ahora estaba de parte de la cordura. Se pasó la mano por la frente quitándose el sudor y después mirando a Edward, el cual parecía irse hacia fuera, mucho mejor. Entonces el demonio recibió una llamada de Osuka y parecía estar en problemas. Eso le hizo fruncir el ceño y preparó ambos puños. Era el momento de salvarle el culo a su soldado, pero si el rubio ya estaba en la puerta, lo vería llegar. Estaba a punto de salir por la puerta con todos aquellos tíos, hasta que de repente tuvo que liarla aquella persona.

Una gota de sudor cayó por la cabeza del demonio cuando dijeron aquellas palabras y todos les apuntaron. Krauser tembló por unos momentos, esperando que todo su esfuerzo no hubiese sido en vano por culpa de aquel tipo albino y la persona que salió tras él. Apretó el puño conteniendo las ganas de darle una colleja suprema allí mismo y de repente empezó a caminar hacia ellos. Su mirada se fijó en ambos, sobre todo en el soldado que dijo lo de Beros. También escuchó las palabras del otro e hizo lo más correcto. Alzó la mano derecha ordenando que nadie disparase sobre ellos.

- Podéis llamarme Krauser. Tirad los Den den mushi ahora mismo o esta gente os fríe a tiros. Beros ya no manda aquí hasta que yo mismo hable con él personalmente. Cualquier máquina que os ataque… Tendrá que pasar por encima de mí. Ahora tenéis la opción de seguirme junto al resto para frenar esta locura o ser arrestados momentáneamente.

Una vez dijo aquello, el asesino empezó a caminar hacia la salida haciendo un gesto al resto. Tenía el haki de observación fijo en aquellos tipos que la habían liado. En cuanto salió pudo ver a Osuka y a un par de personas más, pero no parecía haber peligro. Soltó un suspiro y después de unos momentos empezó a caminar hacia la ciudad con aquel ejército detrás y hablando al demonio plateado con calma.

- Parece que ya no te molesta nada. Es hora de terminar con la guerra, socio. Quiero que te pongas el último, por favor. Así podrás cubrir que nadie mata a nadie. El resto podéis venir en la posición que deseéis. – Les dijo a la pelirroja y al otro chico mientras avanzaba.

Team Quimera:

El Encuentro [Capítulo]

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:27}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:43}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:52}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 21:59}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 23:31}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 23:37}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Vie 24 Feb 2017 - 23:51}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 1:24}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 1:40}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 2:20}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 4:49}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 7:56}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 15:46}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 15:58}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 16:38}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Sáb 25 Feb 2017 - 22:12}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 13:00}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 14:08}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 16:44}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 20:10}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 20:40}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 22:40}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Dom 26 Feb 2017 - 23:59}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Lun 27 Feb 2017 - 0:04}

Re: El Encuentro [Capítulo] {Lun 27 Feb 2017 - 0:32}

Re: El Encuentro [Capítulo] {}