Roland von Klauswitz
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
A pesar de que una variedad de gente de lo más variopinta iba llegando a la plaza según pasaban los minutos, todos ellos sin duda atraídos por los últimos compases de la guerra, Kodama no tenía ojos ni oídos para ninguno de ellos. La escaramuza entre Yoai y él se había convertido en en una batalla campal en la que se veía incapaz de diferenciar bandos. Estaban los que querían ver muerto a uno u otro pretor, los que querían acabar con todos, los que no parecían saber qué demonios estaban haciendo allí en medio, y los que aparentemente solo buscaban causar el caos.
Así que, entre intervenciones repentinas que terminaban con la misma celeridad -como la de ese hombre que se había interpuesto entre él y la mujer alada para luego largarse a toda prisa en pos del pretor de la armadura-, hachas voladoras, manos amputadas -Kodama se sintió un poco mal al ver que su Ojo del Viento cercenaba la mano de un chico que se había cruzado en el rango de acción del arma-, y algún que otro discurso que abogaba por detener las hostilidades, el marine tenía que intentar enfrentarse a ese ser angelical que parecía invulnerable. Incluso había reventado la burbuja que cubría a Balarad como si no fuese más que una pompa hecha por un niño.
Y luego estaba la pelirroja, que no solo parecía conocerle, sino que hacía gala de tan pocos escrúpulos que dudó si acabaría uniéndose en su contra de alguna manera. Esperaba que no; bastante tenía ya con tratar de descubrir cómo salir vivo de esa situación como para lidiar con más intervenciones. Y además, con tanto marine como había en esa condenada isla, ¿por qué solo aparecían por allí criminales y monstruos?
-No he oído aún tu nombre, jovencita -fue la respuesta de Kodama a la mujer de las alas. Mientras tanto, adoptó su forma habitual. Era evidente que sus ataques no estaban siendo efectivos y decidió cambiar de estrategia. Así que aprovechó para hundir sus raíces en el suelo y absorber nutrientes a la mayor velocidad que pudo-. Verás muchacha, no tengo problemas si quieres poner un poco de orden en este lugar, pero por lo que a mi respecta tú no eres mejor que el resto de pretores. Y en cuanto a ti -añadió, señalando ala chica del cabello rojo-, Balarad es mi prisionera. Su destino no lo decidiré yo, ni tampoco tú. Ahora sed buenas y no causéis más problemas.
Cada palabra que pronunciaba tenía como único propósito ganar algo de tiempo. A cada segundo que pasaba ganaba valioso tiempo para pensar en qué hacer. Por el momento, usó su habilidad Leave para crear hojas. Una tras otra, surgían de su cabeza y caían al suelo, deslizándose por el pavimento y extendiéndose por toda la plaza. Con algo de suerte -bueno, con mucha suerte, nadie se fijaría en ello. O al menos no lo tomarían como una amenaza antes de que fuera tarde. Su forma Leave le permitía conservar su forma humana pero le daba la capacidad de hacer brotar infinidad de hojas. Y cuando creyó tener suficientes, hizo su movimiento.
-Y ahora, señoritas -se despidió educadamente-, si me disculpáis tengo trabajo que hacer.
Y entonces estalló. O al menos esa fue la sensación que dio, la de una explosión repentina de hojas que surgió de su cuerpo, tanto de su cabeza como de sus ramas y extremidades. Había usado la energía que captaba del suelo para generar esas hojas, por lo que la cantidad era abrumadora. La nube de hojas le rodeó por completo, a él y a todos los presentes, o al menos esa la intención. Hizo brotar suficientes como para sumergir buena parte de la plaza en una marea verde.
No perdió un segundo antes de agarrar a Balarad y echar a correr. Usó su Haki con algunas hojas y se subió a ellas, controlándolas para que le elevasen, al tiempo que usaba otro montón para alejar a la pretora de Balt y esconderla en el interior de uno de los edificios colindantes. Y una vez se hubo elevado sobre los cielos de la plaza, reunió miles de esas hojas para formar un grueso puño verde en el que imbuyó todo el Haki que fue capaz de reunir, convirtiendo cada hoja en una cuchilla de hierro.
La tormenta verde continuaba, aunque ahora con menor intensidad, mientras el ataque de Kodama se precipitaba sobre la mujer alada -y sobre cualquier desdichado que hubiese en las cercanías-. Y sería aún peor, pues había introducido varios de sus Ojos del Viento entre la nube de hojas, de forma que estallasen repentinamente. "Más vale que esto funcione", pensó, consciente de que no le quedaban muchas cartas que jugar.
- Afueras del palacio. LEED TODOS LOS QUE ESTÉIS EN LA PLAZA:
- -Volver aparentemente a su forma humana (en realidad usa la forma Leave, véase más abajo)
-Hablar con Aki y el ángel para intentar ganar algunos segundos.
-Hundir las raíces en el suelo para recuperar fuerzas.
-Crear una burrada de hojas con las que formar un bonito y molesto torbellino por toda la plaza.
-Usar esas mismas hojas para elevarse sobre la plaza y para ocultar a la indefensa ppretora en el interior de un edificio cercano.
-Crear un puño con miles de hojas imbuidas en Haki. Ocultar en él varios Ojos del Viento activados. Descargar su ataque contra el ángel y contra cualquier desgraciado que pille por medio.
- Usado:
- Takai Mori no Heishi. Leave: En esta forma conserva su apariencia humana y el único cambio es que su capacidad para crear hojas se multiplica. Además es capaz de controlar y mover a distancia todas las hojas que crea, así como imbuirlas con Haki.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El dragón sacó la espada de la cabeza de aquella mujer de un tirón, mostrando después una sonrisa de victoria y volviendo a la forma humana. Ocultó su arma en la funda de su espalda y después de unos momentos tronó los huesos de su cuello. Era demasiado fácil para él tener que combatir con aquellas cosas. Lo siguiente que hizo fue quitarse el polvo de la armadura y después mirar a su alrededor. Un terremoto empezó a sacudir la tierra y lo siguiente que hizo el mercenario fue elevarse en los aires con sus alas negras. Observó la situación un poco confuso y acto seguido sonrió de lado. Algo se estaba formando allí abajo y el suelo tembló antes de ser destruido totalmente y formarse una especie de lago.
- No voy a largarme sin saber qué es eso.
Mencionó con un tono algo siniestro para después descender en picado hacia aquella capilla. El agua le daba lo mismo, pues tenía sus propios medios para librarse si pasaba algo. Trató de entrar a aquella capilla una vez hubiese volado hasta abajo, manteniendo el haki de observación activado. A lo mejor era posible poder entrar sin trampas ni nada por el estilo, pero no se fiaba de nada y por ello mantenía la vista fija en aquella zona. Se preguntaba si alguien más iba a bajar con él a aquella zona y de ser así no le haría ascos. Cuantos más fuesen mejor, total, él ya tenía el dinero que necesitaba después del trato que hizo con el yonkou. Se relamió despacio y después soltó una pequeña carcajada.
- ¡Jajajajajaja! ¡¿Qué hay aquí abajo?!
Gritó de forma absurda mientras olisqueaba el ambiente para también notar cualquier cosa que le pudiese ser útil en aquella zona en la que se estaba adentrando él solo.
- No voy a largarme sin saber qué es eso.
Mencionó con un tono algo siniestro para después descender en picado hacia aquella capilla. El agua le daba lo mismo, pues tenía sus propios medios para librarse si pasaba algo. Trató de entrar a aquella capilla una vez hubiese volado hasta abajo, manteniendo el haki de observación activado. A lo mejor era posible poder entrar sin trampas ni nada por el estilo, pero no se fiaba de nada y por ello mantenía la vista fija en aquella zona. Se preguntaba si alguien más iba a bajar con él a aquella zona y de ser así no le haría ascos. Cuantos más fuesen mejor, total, él ya tenía el dinero que necesitaba después del trato que hizo con el yonkou. Se relamió despacio y después soltó una pequeña carcajada.
- ¡Jajajajajaja! ¡¿Qué hay aquí abajo?!
Gritó de forma absurda mientras olisqueaba el ambiente para también notar cualquier cosa que le pudiese ser útil en aquella zona en la que se estaba adentrando él solo.
- Exterior Catedral:
- Bajar a la capilla y tratar de entrar.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Las ganas de cortarle el cuello a aquel payaso por parte de Krauser estaban aumentando. No entendía cómo podía existir gente tan idiota. Si no le había dado una paliza, era ya por una razón desconocida, quizás una fuerza que le retenía. Entonces escuchó las palabras del hombre que pareció tomar el control. Tenía sentido y le pareció bastante bien la cosa. Él nunca dijo de obligar a nadie a nada. Entonces fue cuando asintió con la cabeza despacio. Después les despidió con la mano, pero no sin antes reírse de cómo encerraban al albino en la nevera. Empezó a soltar algunas carcajadas para después despedir a los hombres de Zilda.
- Suerte en vuestro viaje, chicos.
En ese momento notó su comunicador empezar a sonar y lo siguiente que hizo fue coger la llamada para ver de quién se trataba. No tardó mucho en mostrar una sonrisa y asentir. Dexter había terminado con la vida de Beros. Ahora todo estaba en orden. Debían llegar cuanto antes a la jodida ciudad de una vez. Krauser entonces respondió y después caminó hacia el todoterreno de seis plazas. No tardó mucho en subirse en el asiento del piloto. De un puñetazo reventó el techo, haciéndolo una especie de descapotable. Tenía otro asiento a su lado y cuatro detrás. El asesino entonces arrancó aquella máquina y después de unos minutos invitó a subir al resto (Yoko y Neo también). Si subían aceleraría hacia la ciudad y si no, también.
- Señores, el Zafiro ha terminado con Beros. Ahora nos dirigimos a la ciudad a terminar de una vez con la guerra. Ese subnormal de antes, el peliblanco. Debéis tener cuidado con gente así. Solo piensan en sí mismos y prefieren esconderse detrás de sus subordinados, dejándolos a su suerte. Si os fijáis no apareció hasta que todo estaba calmado.
En cuanto dijo aquello, el revolucionario pisó el acelerador y mantuvo la vista en el frente. Metió la cuarta marcha y tomó más velocidad al mismo tiempo que ojeaba los retrovisores de vez en cuando. No sabía cómo se habían sentado el resto, pero se aseguraría de llevarlos a todos a salvo. En cuanto llegasen a la muralla iba a tener que hacer una locura para subir, pero había que disfrutar a tope.
- Suerte en vuestro viaje, chicos.
En ese momento notó su comunicador empezar a sonar y lo siguiente que hizo fue coger la llamada para ver de quién se trataba. No tardó mucho en mostrar una sonrisa y asentir. Dexter había terminado con la vida de Beros. Ahora todo estaba en orden. Debían llegar cuanto antes a la jodida ciudad de una vez. Krauser entonces respondió y después caminó hacia el todoterreno de seis plazas. No tardó mucho en subirse en el asiento del piloto. De un puñetazo reventó el techo, haciéndolo una especie de descapotable. Tenía otro asiento a su lado y cuatro detrás. El asesino entonces arrancó aquella máquina y después de unos minutos invitó a subir al resto (Yoko y Neo también). Si subían aceleraría hacia la ciudad y si no, también.
- Señores, el Zafiro ha terminado con Beros. Ahora nos dirigimos a la ciudad a terminar de una vez con la guerra. Ese subnormal de antes, el peliblanco. Debéis tener cuidado con gente así. Solo piensan en sí mismos y prefieren esconderse detrás de sus subordinados, dejándolos a su suerte. Si os fijáis no apareció hasta que todo estaba calmado.
En cuanto dijo aquello, el revolucionario pisó el acelerador y mantuvo la vista en el frente. Metió la cuarta marcha y tomó más velocidad al mismo tiempo que ojeaba los retrovisores de vez en cuando. No sabía cómo se habían sentado el resto, pero se aseguraría de llevarlos a todos a salvo. En cuanto llegasen a la muralla iba a tener que hacer una locura para subir, pero había que disfrutar a tope.
- Team Quimera + Yoko and Neo:
- Reirse de lo que hacen con Adam, responder al chico joven y desearles buen viaje, tomar el todoterreno de 6 plazas, hacerlo descapotable, invitar a yoko, a Neo a la quimera y salir rumbo a la ciudad.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El enorme lobo terminó de realizar su tormenta de golpes sobre el enemigo, dejándolo en un estado pésimo y tras aquello aterrizando en el suelo provocando un leve temblor. Se dio cuenta de que un terremoto empezó a sacudir la zona y él no había tenido nada que ver en aquello. No estaba tan gordo como para ser el causante de un temblor de aquella magnitud. Entonces el suelo empezó a abrirse bajo sus pies y no tardó en ladear la cabeza. El enorme cánido quedó impresionado ante lo que estaba pasando en la zona. Soltó un enorme suspiro y entonces se dio cuenta de que el centro de la ciudad estaba cediendo. Era el momento de salir de allí si no quería terminar en aquella especie de lago.
Buscó a sus compañeros con la mirada y entonces se colocó al lado de ellos, invitándoles a subir a su lomo agachándose. En cuanto ambos estuvieran sobre él, el enorme lobo empezaría a volar con el geppou para elevarse sobre los cielos y mirar hacia abajo. Sus dorados orbes pudieron ver lo que estaba pasando y tan solo se quedó pensativo. No debían meterse en aquellos líos y la situación estaba cambiando ya demasiado. Hacía ya un rato que no había bandos y por ello se alejó hasta ver tierra firme y aterrizar. Bajó a sus pasajeros y volvió a la forma humana, estando sin camiseta y con un corte en la zona del torso. Soltó un suspiro y después se rascó la cabeza un poco.
- Parece que la cosa ha terminado con las armaduras. Deberíamos buscar algo mejor que hacer en este lugar. Yo estoy algo cansado, si queréis podéis continuar vosotros.
Una vez dijo aquello, el chico lobo se tiró al suelo bocarriba, mirando el cielo con los ojos cerrados. Luchar en su forma completa era algo que le cansaba y por el momento decidió descansar un poco en aquella zona segura.
Buscó a sus compañeros con la mirada y entonces se colocó al lado de ellos, invitándoles a subir a su lomo agachándose. En cuanto ambos estuvieran sobre él, el enorme lobo empezaría a volar con el geppou para elevarse sobre los cielos y mirar hacia abajo. Sus dorados orbes pudieron ver lo que estaba pasando y tan solo se quedó pensativo. No debían meterse en aquellos líos y la situación estaba cambiando ya demasiado. Hacía ya un rato que no había bandos y por ello se alejó hasta ver tierra firme y aterrizar. Bajó a sus pasajeros y volvió a la forma humana, estando sin camiseta y con un corte en la zona del torso. Soltó un suspiro y después se rascó la cabeza un poco.
- Parece que la cosa ha terminado con las armaduras. Deberíamos buscar algo mejor que hacer en este lugar. Yo estoy algo cansado, si queréis podéis continuar vosotros.
Una vez dijo aquello, el chico lobo se tiró al suelo bocarriba, mirando el cielo con los ojos cerrados. Luchar en su forma completa era algo que le cansaba y por el momento decidió descansar un poco en aquella zona segura.
- Exterior Catedral:
- Recoger a Kasai y Alice, alejarme de la zona y aterrizar, tumbandome a descansar en forma humana.
Deathstroke
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Estaba terminando de hacerle una última costura en el brazo al capitán que seguía tumbado en el suelo, sin duda había acabado hecho un cuadro y yo lo había remendado lo mejor que había podido en ese momento, pero sin duda, le daría cita para cuando volviésemos al barco para revisar que estas no se pusiesen feas. En cuanto terminé mi trabajo, me incorporé y suspiré para relajarme un poco.
-Bueno Hinori, he terminado de curar las heridas, aunque le tendré que revisar cuando volvamos, está bien, lo único es el dolor que eso costará que se vaya, y lo siento por ti pero no necesitaremos la respiración artificial, que sé que estarías encantada – le dije a mi nakama para que estuviese más tranquila por el estado del capitán con una pequeña broma para que se relajase también – capitán creo que lo mejor será moverte lo menos posible al menos durante un rato para asegurarnos de que las heridas no se abren. Y luego poco a poco, que nos conocemos, supongo que con una dieta un poco más alta en proteínas un par de días mejorarán tu cicatrización, así que Hinori, ya sabes que hacer de comida.
Me fijé en el escenario, del que había estado olvidado por completo mientras cosía, y la cosa seguía siendo un caos, pero esta vez parecía terminar pues me pareció ver caer al suelo alguna armadura, hecho que provocó un pequeño terremoto, “demasiado grande para que solo se hayan caído las armaduras” pensé un poco en alerta, y de pronto comencé a sentir una sensación como la que se siente cuando no calculas la altura de un escalón cuando lo bajas que sientes que caes al vacio, por suerte mis reflejos estuvieron certeros, y antes de que casi darme cuenta, cogí al capitán de forma que su cuerpo se moviese lo mínimo posible mientras lo movíamos.
-Hinori ayúdame a mover al capitán hacia los escombros sin moverlo – le dije pensando que podría volver a volar, aunque si no podía lo haría por mi cuenta con mayor dificultad, la idea era ponerlo en un lugar que estuviese estable para que no se moviese tal y como le había recomendado antes y esperaba que los puntos aguantase en traqueteo.
-Bueno Hinori, he terminado de curar las heridas, aunque le tendré que revisar cuando volvamos, está bien, lo único es el dolor que eso costará que se vaya, y lo siento por ti pero no necesitaremos la respiración artificial, que sé que estarías encantada – le dije a mi nakama para que estuviese más tranquila por el estado del capitán con una pequeña broma para que se relajase también – capitán creo que lo mejor será moverte lo menos posible al menos durante un rato para asegurarnos de que las heridas no se abren. Y luego poco a poco, que nos conocemos, supongo que con una dieta un poco más alta en proteínas un par de días mejorarán tu cicatrización, así que Hinori, ya sabes que hacer de comida.
Me fijé en el escenario, del que había estado olvidado por completo mientras cosía, y la cosa seguía siendo un caos, pero esta vez parecía terminar pues me pareció ver caer al suelo alguna armadura, hecho que provocó un pequeño terremoto, “demasiado grande para que solo se hayan caído las armaduras” pensé un poco en alerta, y de pronto comencé a sentir una sensación como la que se siente cuando no calculas la altura de un escalón cuando lo bajas que sientes que caes al vacio, por suerte mis reflejos estuvieron certeros, y antes de que casi darme cuenta, cogí al capitán de forma que su cuerpo se moviese lo mínimo posible mientras lo movíamos.
-Hinori ayúdame a mover al capitán hacia los escombros sin moverlo – le dije pensando que podría volver a volar, aunque si no podía lo haría por mi cuenta con mayor dificultad, la idea era ponerlo en un lugar que estuviese estable para que no se moviese tal y como le había recomendado antes y esperaba que los puntos aguantase en traqueteo.
- resumen exterior de la catedral:
- terminar las curas a Dexter, hacerle una pequeña broma a Hinori, ver como las armaduras caen y provocan la caída del suelo, coger a Dexter y llevarlo a los escombros para evitar que se caiga y que se mueva.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El suelo se estaba abriendo en aquella enorme plaza y lo que parecía ser una especie de lago surgió de la nada, haciendo que todo el mundo saliese en una dirección. El miembro del Saigo debía admitir que continuaba con fuerzas para seguir dando la vara y por ello se quedó pensativo unos momentos. Se hallaba en su forma humana, mirando la estatua derrotada y junto a Alice. Notó una sensación incómoda recorrerle cuando todo aquello empezó a derrumbarse. Por suerte, el enorme lobo apareció ofreciéndoles una montura. El cazador se subió a él con una mirada calmada y se sentó en su cabeza. Se quedó callado mientras la bestia se alejaba y aterrizaba en una zona más segura. Cuando aquello pasó, bajó de Taiga y se quedó en el suelo junto a él y Alice.
- ¿Quieres descansar? Me parece bien. Yo voy a dirigirme hacia la zona más llena de gente. Seguramente los pretores estén por allí. Recuerda tener cuidado.
Una vez dijo aquello, se quedó mirando a la peliblanca con toda la calma del mundo. No sabía si ella iba a seguirle al posible combate o a quedarse cuidando del rubio. Kasai no iba a gastar sus energías volviendo a transformarse e iría a pie. Entonces fue cuando recargó sus armas con calma, metiendo en todas munición normal. En cuanto estuvo listo para salir, le habló a la joven de forma calmada.
- Yo voy a intentar terminar con esto ¿Te quedas con Taiga a ayudarlo o prefieres venir? – Justo en ese momento, el cazador clavó una rodilla en el suelo.
Cerró los ojos para después quedar tumbado bocabajo. Había usado la forma completa más de lo que su cuerpo le permitía por el momento y por ello sintió un enorme cansancio de repente. Soltó un quejido de dolor debido a uno de los golpes dados y después se quedó tirado.
- Mierda… No tengo energía…
- ¿Quieres descansar? Me parece bien. Yo voy a dirigirme hacia la zona más llena de gente. Seguramente los pretores estén por allí. Recuerda tener cuidado.
Una vez dijo aquello, se quedó mirando a la peliblanca con toda la calma del mundo. No sabía si ella iba a seguirle al posible combate o a quedarse cuidando del rubio. Kasai no iba a gastar sus energías volviendo a transformarse e iría a pie. Entonces fue cuando recargó sus armas con calma, metiendo en todas munición normal. En cuanto estuvo listo para salir, le habló a la joven de forma calmada.
- Yo voy a intentar terminar con esto ¿Te quedas con Taiga a ayudarlo o prefieres venir? – Justo en ese momento, el cazador clavó una rodilla en el suelo.
Cerró los ojos para después quedar tumbado bocabajo. Había usado la forma completa más de lo que su cuerpo le permitía por el momento y por ello sintió un enorme cansancio de repente. Soltó un quejido de dolor debido a uno de los golpes dados y después se quedó tirado.
- Mierda… No tengo energía…
- Exterior Catedral:
- Tirado junto a Taiga en zona alejada.
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Lo que allí se había liado no era normal. El pelirrojo se quedó mirando la situación con la boca un poco más abierta de lo normal. Había putos enemigos por todos lados. Piratas famosos, revolucionarios y demás enemigos. Lo primero que hizo fue quitarse la banda de acero de la frente y guardarla en un bolsillo. No iba a desvelar que era un marine allí mismo. Todo era un caos, pero el pretor de Sarka continuaba vivo y ahora corría al interior del palacio. El pelirrojo chasqueó la lengua y vio todo un séquito de personas por la zona. Todos le daban un poco de mal fario, pero igualmente podría adaptarse llegado el momento. No quería tener que estar solo en aquello y por suerte tenía a su lado a la peliblanca.
- Vaya follón que se ha armado aquí. Me temo que ahora mismo estoy en blanco ¿Se te ocurre algo que hacer? – Dijo entonces mirándola a ella.
No recordaba ya si había más marines allí, pues tan solo había visto a Corinna, la cual salió corriendo en otra dirección. Si estaba solo, iba a tener que apañárselas muy bien para llegar al cuartel del Norte sin problemas. Al menos tenía una compañera. Soltó un pequeño suspiro y acto seguido mantuvo sus manos en los bolsillos. Lo mejor era buscar aliados por la zona, pero al parecer estaba solo junto a la chica. Fue entonces cuando decidió hacer algo muy sabio: Esperar a que ella dijese lo que hacer.
- Vaya follón que se ha armado aquí. Me temo que ahora mismo estoy en blanco ¿Se te ocurre algo que hacer? – Dijo entonces mirándola a ella.
No recordaba ya si había más marines allí, pues tan solo había visto a Corinna, la cual salió corriendo en otra dirección. Si estaba solo, iba a tener que apañárselas muy bien para llegar al cuartel del Norte sin problemas. Al menos tenía una compañera. Soltó un pequeño suspiro y acto seguido mantuvo sus manos en los bolsillos. Lo mejor era buscar aliados por la zona, pero al parecer estaba solo junto a la chica. Fue entonces cuando decidió hacer algo muy sabio: Esperar a que ella dijese lo que hacer.
- Grupo Liv Y Venom:
- Esconder la banda de marine y hablar con Liv al ver todo lo que se ha liado.
Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tan pronto como llegó, el tipo de la armadura se marchó. Me pidió que le hiciese un agujero en la cúpula para salir, parecía que iba a atender al tipo que se había caído al suelo tras salir de la catedral, le abrí el hueco y pude ver que el que se había caído al suelo era, ni más ni menos, que el Yonkou Dexter Black, sin duda una captura importante estando en ese estado para cualquiera que lo atrapase.
-Chicos, ahí está el Yonkou más buscado, tirado en el suelo, ¿Qué deberíamos de hacer? – les dije al grupo, pero no hizo falta ninguna repuesta, pues el capitán dio nuevas órdenes.
Quería que nos dirigiésemos hacia el Oeste, para ir en busca de un ángel de pelo violeta que había aparecido de la nada desde el cielo, posiblemente nos clarificase las cosas que estaban pasando en la ciudad. Por mi parte y como siempre no sabía muy bien el por qué de las cosas que me pasaban, pero como me pasaban simplemente me dejaba llevar por la corriente, así que me monté en mi pequeño Rudolph y puse camino junto al capitán, que narices, era el capitán, que fuese el subido en Rudolph.
-Dan-cho, ¿quiere subirse a Rudolph?, quizás vayamos más rápidos, el resto podemos correr.
En caso de que la respuesta fuese afirmativa, haría un sillón de caramelo a una temperatura baja y que estuviese de forma semilíquida para que fuese lo más cómodo posible a un lado de mi nueva mascota y me sentaría en él para dejarle el sitio al capitán de la brigada, luego vigilaría Kai por si por algún casual intentaba comérselo, aunque no se lo recomendaba, era mucho azúcar para que sus dientes le aguantasen sin sufrir luego caries. En caso de que no lo hiciese seguiría montado en Rudolph hasta que llegásemos a nuestro destino.
-Capitán, si fueses un ángel todo poderoso, ¿Dónde irías para controlar a pretores descontrolados? – le comenté en voz alta mis pensamientos pensando dónde estaría el ángel.
-Chicos, ahí está el Yonkou más buscado, tirado en el suelo, ¿Qué deberíamos de hacer? – les dije al grupo, pero no hizo falta ninguna repuesta, pues el capitán dio nuevas órdenes.
Quería que nos dirigiésemos hacia el Oeste, para ir en busca de un ángel de pelo violeta que había aparecido de la nada desde el cielo, posiblemente nos clarificase las cosas que estaban pasando en la ciudad. Por mi parte y como siempre no sabía muy bien el por qué de las cosas que me pasaban, pero como me pasaban simplemente me dejaba llevar por la corriente, así que me monté en mi pequeño Rudolph y puse camino junto al capitán, que narices, era el capitán, que fuese el subido en Rudolph.
-Dan-cho, ¿quiere subirse a Rudolph?, quizás vayamos más rápidos, el resto podemos correr.
En caso de que la respuesta fuese afirmativa, haría un sillón de caramelo a una temperatura baja y que estuviese de forma semilíquida para que fuese lo más cómodo posible a un lado de mi nueva mascota y me sentaría en él para dejarle el sitio al capitán de la brigada, luego vigilaría Kai por si por algún casual intentaba comérselo, aunque no se lo recomendaba, era mucho azúcar para que sus dientes le aguantasen sin sufrir luego caries. En caso de que no lo hiciese seguiría montado en Rudolph hasta que llegásemos a nuestro destino.
-Capitán, si fueses un ángel todo poderoso, ¿Dónde irías para controlar a pretores descontrolados? – le comenté en voz alta mis pensamientos pensando dónde estaría el ángel.
- resumen exterior de la catedral:
- ver lo que hace Deathstroke, subirme en Rudolph y seguir al capitán, preguntarle si quiere ir subido en el y comentar mis pensamientos en voz alta.
Tenebrex
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
A Edward tampoco le habían interesado nunca los vehículos más de lo normal, hay que decirlo, pero, teniendo en cuenta que eran su poder, ahora sí que le llamaban un poco la atención. Es por eso que cuando vio aquellos vehículos decidió tomar apuntes... Quién sabe, quizás en el futuro podría intentar copiar algo. La verdad es que no lo había intentado hasta ahora, pero podía ser interesante probar qué cosas podía hacer y qué no.
En principio, pretendía tomar notas a fondo de todos los vehículos, pero para no importunar más de la cuenta, solo estudió en la medida de lo posible la moto. Con algo de suerte, el líder elegiría el de 6 plazas para que todos fueran juntos y Edward podría entonces tomar notas de ese.
Tal como el rubio supuso, el demonio de la niebla no dejaba a nadie por libre, por lo que iba a tener la oportunidad que quería. Se sentaría en uno de los asientos de la última fila para poder tomar notas a gusto, aunque iba a ser una pena no poder socializar mucho con los dos que llegaron con Osu.
La guerra seguía su curso y Beros había sido eliminado por el Yonkou Dexter, el "Hermano" de Krauser. El demonio amarillo aún tenía algunas dudas al respecto de la relación de estos dos, pero no era el momento de preguntar, era el momento de agarrarse bien al "descapotable" y tomar nota de cualquier cosa, por nimia que parezca, que pudiera observar del vehículo todoterreno... Hum, "todoterreno" suena bien, quizás las ruedas y la suspensión podrían ser buenos detalles por los que empezar a apuntar.
Realmente, el caso del albino le había dado qué pensar... el demonio de la niebla lo había definido como uno de esos que "solo piensan en sí mismos y prefieren esconderse detrás de sus subordinados, dejándolos a su suerte". Aunque a Edward no le había dado una impresión tan tan tan mala, si tenía que reconocer que no parecía de fiar. Andaría con cuidado si alguna vez se encontraba de nuevo con él o alguien parecido.
En principio, pretendía tomar notas a fondo de todos los vehículos, pero para no importunar más de la cuenta, solo estudió en la medida de lo posible la moto. Con algo de suerte, el líder elegiría el de 6 plazas para que todos fueran juntos y Edward podría entonces tomar notas de ese.
Tal como el rubio supuso, el demonio de la niebla no dejaba a nadie por libre, por lo que iba a tener la oportunidad que quería. Se sentaría en uno de los asientos de la última fila para poder tomar notas a gusto, aunque iba a ser una pena no poder socializar mucho con los dos que llegaron con Osu.
La guerra seguía su curso y Beros había sido eliminado por el Yonkou Dexter, el "Hermano" de Krauser. El demonio amarillo aún tenía algunas dudas al respecto de la relación de estos dos, pero no era el momento de preguntar, era el momento de agarrarse bien al "descapotable" y tomar nota de cualquier cosa, por nimia que parezca, que pudiera observar del vehículo todoterreno... Hum, "todoterreno" suena bien, quizás las ruedas y la suspensión podrían ser buenos detalles por los que empezar a apuntar.
Realmente, el caso del albino le había dado qué pensar... el demonio de la niebla lo había definido como uno de esos que "solo piensan en sí mismos y prefieren esconderse detrás de sus subordinados, dejándolos a su suerte". Aunque a Edward no le había dado una impresión tan tan tan mala, si tenía que reconocer que no parecía de fiar. Andaría con cuidado si alguna vez se encontraba de nuevo con él o alguien parecido.
- Team Quimera:
- Analizar la moto para el futuro, montarse en el todoterreno atrás del todo para tomar notas sobre este (aunque quedaré como un antisocial). Pensar en la relación de Dexter y Krau y en el albino.
Liv L Astrid
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Habíamos avanzado bastante llegando a la entrada de la plaza de la enorme construcción, podía ver claramente a mi mentor Worgulv, se encontraba junto a un hombre con una enorme armadura la cual tras una explosión se rompió, el tipo aquel había protegido a una mujer pelirroja, mi mentor había lanzado un hacha y era lo que parecía haber provocado la detonación, la cual había pillado de lleno a un tipo que también conocía, no era el tipo del gobierno con el que había estado yendo tras salir de la base de Zal, era el joven que creía que me estaba protegiendo en la arena en la que estábamos atrapados mientras yo intentaba acabar con la bestia que iba de continuo a por mí. Quizás este fortuito encuentro me permitiese conseguir un poco de diversión.
El marine que se encontraba a mi lado se quitó la banda que tenía el símbolo de la marina y que llevaba atada en la frente, parecía que no quería que le descubriesen que era un marine. El joven parecía que no sabía qué hacer, con el combate que había delante de nosotros, pero la respuesta para mí era sencilla. Iría y lucharía y si era necesario moriría, lucharía por primera vez junto a Worgulv, quien tal y como había pensado no había renunciado a una gran guerra como esta, por la gloria y el honor del combate.
De pronto un hombre árbol comenzó a ¿producir hojas?, con estas comenzó a hacer un torbellino que no permitía ver nada de lo que sucediese dentro de este, aunque si me pareció verle ascender en el aire como si pudiese volar de alguna forma. Luego el torbellino dejó de ser tan caótico y se formó un gran puño que caía sobre el grupo que allí había, sin duda un gran combate que no había que perderse, así que avancé hacia el interior de la plaza acercándome a Worgulv con cuidado de evitar ataques que me pudiesen lanzar.
-Lucharé junto a mi mentor, el vikingo que hay ahí, ven si quieres, creo que eres digno de confianza – le dije al marine pelirrojo, luego cuando estaba bastante cerca de Worgulv le hable en un tono normal – ha pasado bastante tiempo mentor, me alegro de verle con vida, ¿quién es el enemigo? Te ayudaré.
El marine que se encontraba a mi lado se quitó la banda que tenía el símbolo de la marina y que llevaba atada en la frente, parecía que no quería que le descubriesen que era un marine. El joven parecía que no sabía qué hacer, con el combate que había delante de nosotros, pero la respuesta para mí era sencilla. Iría y lucharía y si era necesario moriría, lucharía por primera vez junto a Worgulv, quien tal y como había pensado no había renunciado a una gran guerra como esta, por la gloria y el honor del combate.
De pronto un hombre árbol comenzó a ¿producir hojas?, con estas comenzó a hacer un torbellino que no permitía ver nada de lo que sucediese dentro de este, aunque si me pareció verle ascender en el aire como si pudiese volar de alguna forma. Luego el torbellino dejó de ser tan caótico y se formó un gran puño que caía sobre el grupo que allí había, sin duda un gran combate que no había que perderse, así que avancé hacia el interior de la plaza acercándome a Worgulv con cuidado de evitar ataques que me pudiesen lanzar.
-Lucharé junto a mi mentor, el vikingo que hay ahí, ven si quieres, creo que eres digno de confianza – le dije al marine pelirrojo, luego cuando estaba bastante cerca de Worgulv le hable en un tono normal – ha pasado bastante tiempo mentor, me alegro de verle con vida, ¿quién es el enemigo? Te ayudaré.
- resumen afueras del palacio:
- ver todo el estival de carnaval que se ha montado, ir hasta Worgulv y hablarle
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
– Imposible… – Dijo mientras sentía como es que Deathstroke le tomaba de su pierna con mucha fuerza. ¿En serio era así de fuerte? Trató de zafarse, mas fue un intento inútil y terminó estrellándose contra el piso. Sintió como es que su pierna dolía y que más que un simple apretón, era algo parecido a dientes. Escupió sangre a un lado mientras se aferraba a su espada, no la iba a perder. Sintió como es que lo tiraba y era arrastrado un buen par de metros.
– Tú lo quisiste… – dijo, levantándose. Tenía uno que otro corte en su rostro, pero nada grave. Se tocó por todas partes, pero tampoco tenía algo roto. – Si quieres pelea, la tendrás. – Sacó su segunda espada, la blanca y lo miró de forma desafiante. Lo había confirmado, no era el de verdad, él que conocía nunca haría algo así. Además, sus manos no tenían dientes. ”¿Cómo debo enfrentarlo?” – pensó a la par que se limpiaba algo de polvo en sus manos.
Empezó a caminar de forma despacio. Escupió lo que le quedaba de sangre en la boca y sonrió de forma fría. Era hora de ser serios. Había visto esos haces de luz, pero… no era el momento de pensar en aquello. Ni siquiera le dio importancia al sonido que había escuchado. Tenía delante a un formidable enemigo. ”Puedo morir si no lo hago bien” – tragó saliva de forma nerviosa. Sus planes no eran muy astutos y ya había visto cómo es que una simple explosión no era suficiente como para detenerlo. ¿Qué debía hacer? Imbuyó sus espadas en fuego y el filo de estas en su haki, estaba claro que si quería hacer algo de daño, tenía que usarlo. ”Por si fuera poco, ese viejo de mierda huyó. Maldito bastardo.”
– Tsk… No queda otra, tengo que arriesgarme.
Suspiró con calma. Su cuerpo se vio envuelto en un aura verde. ”Primero, Tora” – dijo mientras sentía como es que su técnica se activaba. Luego de eso, cerró sus ojos y el aura verde se combinó con una azulada. ”Segundo, Fire King Phase I” – abrió sus ojos y miró a su adversario. Iba a ser una táctica arriesgada, pero era lo único que tenía de momento. Usar sus otras técnicas solo lo terminarían cansando más de la cuenta y ya muchas energías había usado como para ponerse en esa desventaja, menos si su enemigo era tan fuerte. Empezó a correr a gran velocidad. En el camino, iba pensando mejor en su táctica… Sí, debía correr el riesgo. Estaba seguro que esa cosa no iba a retroceder bajo ningún concepto, así que no se preocuparía de ese detalle.
– Esto es lo que querías, maldito. – Le dijo cuando ya lo tenía en su rango. Con sus dos espadas intentaría cortar su pecho y hacerle una preciosa equis en este. Además, en el instante en que sus espadas conectaran en él, iba a generarse una poderosa explosión. Era bastante riesgoso el estar justo al centro de aquello, pero tenía que hacer mucho daño. Además, con eso se iban a separar los dos o, por lo menos, él. ¿Qué sucedería? Estaba usando su espada de Kairoseki y su espada blanca, la primera era solo para evitar sorpresas como alguna fruta extraña o algo parecido. Su haki mantra estaba activado en todo momento para evitar sorpresas y su cuerpo se movería acorde a lo que él hiciera.
– Tú lo quisiste… – dijo, levantándose. Tenía uno que otro corte en su rostro, pero nada grave. Se tocó por todas partes, pero tampoco tenía algo roto. – Si quieres pelea, la tendrás. – Sacó su segunda espada, la blanca y lo miró de forma desafiante. Lo había confirmado, no era el de verdad, él que conocía nunca haría algo así. Además, sus manos no tenían dientes. ”¿Cómo debo enfrentarlo?” – pensó a la par que se limpiaba algo de polvo en sus manos.
Empezó a caminar de forma despacio. Escupió lo que le quedaba de sangre en la boca y sonrió de forma fría. Era hora de ser serios. Había visto esos haces de luz, pero… no era el momento de pensar en aquello. Ni siquiera le dio importancia al sonido que había escuchado. Tenía delante a un formidable enemigo. ”Puedo morir si no lo hago bien” – tragó saliva de forma nerviosa. Sus planes no eran muy astutos y ya había visto cómo es que una simple explosión no era suficiente como para detenerlo. ¿Qué debía hacer? Imbuyó sus espadas en fuego y el filo de estas en su haki, estaba claro que si quería hacer algo de daño, tenía que usarlo. ”Por si fuera poco, ese viejo de mierda huyó. Maldito bastardo.”
– Tsk… No queda otra, tengo que arriesgarme.
Suspiró con calma. Su cuerpo se vio envuelto en un aura verde. ”Primero, Tora” – dijo mientras sentía como es que su técnica se activaba. Luego de eso, cerró sus ojos y el aura verde se combinó con una azulada. ”Segundo, Fire King Phase I” – abrió sus ojos y miró a su adversario. Iba a ser una táctica arriesgada, pero era lo único que tenía de momento. Usar sus otras técnicas solo lo terminarían cansando más de la cuenta y ya muchas energías había usado como para ponerse en esa desventaja, menos si su enemigo era tan fuerte. Empezó a correr a gran velocidad. En el camino, iba pensando mejor en su táctica… Sí, debía correr el riesgo. Estaba seguro que esa cosa no iba a retroceder bajo ningún concepto, así que no se preocuparía de ese detalle.
– Esto es lo que querías, maldito. – Le dijo cuando ya lo tenía en su rango. Con sus dos espadas intentaría cortar su pecho y hacerle una preciosa equis en este. Además, en el instante en que sus espadas conectaran en él, iba a generarse una poderosa explosión. Era bastante riesgoso el estar justo al centro de aquello, pero tenía que hacer mucho daño. Además, con eso se iban a separar los dos o, por lo menos, él. ¿Qué sucedería? Estaba usando su espada de Kairoseki y su espada blanca, la primera era solo para evitar sorpresas como alguna fruta extraña o algo parecido. Su haki mantra estaba activado en todo momento para evitar sorpresas y su cuerpo se movería acorde a lo que él hiciera.
- Zilda?:
- Luchar, básicmente.
- Cosas usadas:
- Tora:A Ushio lo rodea un aura roja. Esta le da un x2 pasivo a su fuerza y solo dura dos post.
Fire King Phase I: Ushio se envuelve una aura azulada a su alrededor. Potencia su fuerza en x2 y su velocidad en x2, sus reflejos son mejorados en un x2. (El aura azul es solo para diferenciar que activó esta técnica) Durara dos post con tres de recarga entre usos.
Shigure Soen Ryu: Second Ofensive Form: Usando sus dos espadas, Ushio es capaz de crear poderosas ondas de corte hechas de fuego. Éstas tienen la cualidad de que cuando impacten con algo, generan una poderosa explosión de fuego. Velocidad de las mismas 20m/s, el rango será de un metro cada diez niveles completos y la distancia máxima de las ondas de 30 metros más uno cada diez niveles.
Kenbunshoku Haki Superior.
Busoushoku Haki Entrenado (1/5)
Total: x8 fuerza x2 velocidad x2 reflejos
Ai Nanasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No lo podía creer… Era imposible. Simplemente debía ser un sueño de muy mal gusto, todo lo que había pasado era eso. Lo había matado… Vio su cabeza salir desprendida de su cuello y como surgía una humareda de él. ¿Por qué? No era el resultado que ella esperaba, ni siquiera lo quería matar… Negó con la cabeza un par de veces. Sabía que era normal que la gente se matase entre ellos, pero ella no era como todos. No mataba a nadie y a la única persona que lo hizo, fue por venganza. No tenía motivos para asesinar a nadie más. También sabía que todos los que estaban aquí estaban preparados para ello, pero… ¿Por qué? No lo entendía. Guardó sus dos espadas en sus vainas y se quedó sin decir ninguna palabra.
– No…
Ni siquiera le interesó el enorme sonido que había surgido o los tres haces de luz o que las centrales estuvieran explotando sin parar. ¿Qué importaba ello? Muchas vidas estaban llegando a su fin y ella, sin querer, había ocasionado una. Acarició a Selin. Los ojos de la revolucionaria habían perdido brillo y le costaba respirar. Había notado que él se distrajo por todo lo que estaba pasando, pero era muy tarde como para detener su ataque. Sus suaves manos estaban manchadas con sangre… Vomitó. Solo vomitó a un lado, para evitar manchar a Selin. Se limpió con la manga su boca y miró al frente. La batalla solo se hacía más cruda y a nadie le interesaba nada ni nadie. ¿Qué importaba un trono de mierda? ¿Qué importaba un poder de mierda?
– ¡Las vidas son más importantes! – gritó mientras lloraba. No planeaba que nadie la escuchara, solo se estaba desahogando. Sus lágrimas empezaron a caer, debía irse… Ya no había razones para quedarse. – Vamos, Selin. Nos vamos de este lugar.
Le dio la orden y este empezó a volar rumbo a la costa. Era hora de irse y con él ni el mar podría detenerla. Su haki estaba activado, por si algún idiota de Balt se enojaba con ella por lo que estaba haciendo. ”Aunque no me quedan ganas de luchar…” – pensó decaída. ¿Por qué todo tenía que terminar de esa forma? No es justo, no era justo… Quería aire… Aire fresco y no aquel aire lleno de olor a muerte.
– No…
Ni siquiera le interesó el enorme sonido que había surgido o los tres haces de luz o que las centrales estuvieran explotando sin parar. ¿Qué importaba ello? Muchas vidas estaban llegando a su fin y ella, sin querer, había ocasionado una. Acarició a Selin. Los ojos de la revolucionaria habían perdido brillo y le costaba respirar. Había notado que él se distrajo por todo lo que estaba pasando, pero era muy tarde como para detener su ataque. Sus suaves manos estaban manchadas con sangre… Vomitó. Solo vomitó a un lado, para evitar manchar a Selin. Se limpió con la manga su boca y miró al frente. La batalla solo se hacía más cruda y a nadie le interesaba nada ni nadie. ¿Qué importaba un trono de mierda? ¿Qué importaba un poder de mierda?
– ¡Las vidas son más importantes! – gritó mientras lloraba. No planeaba que nadie la escuchara, solo se estaba desahogando. Sus lágrimas empezaron a caer, debía irse… Ya no había razones para quedarse. – Vamos, Selin. Nos vamos de este lugar.
Le dio la orden y este empezó a volar rumbo a la costa. Era hora de irse y con él ni el mar podría detenerla. Su haki estaba activado, por si algún idiota de Balt se enojaba con ella por lo que estaba haciendo. ”Aunque no me quedan ganas de luchar…” – pensó decaída. ¿Por qué todo tenía que terminar de esa forma? No es justo, no era justo… Quería aire… Aire fresco y no aquel aire lleno de olor a muerte.
- Balt:
- Reaccionar al matar a aquel general. Darle la orden a Selin para largarse de ese lugar. Mantener su haki activado en todo momento.
Kaito Kazuki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Una batalla campal, todos contra todos, diferenciar bandos en aquella plaza frente al palacio es casi un milagro. El joven cazador, que había quedado expectante hasta este momento ve como todos arremeten los unos contra los otros, pero en su gran mayoría contra la mujer del pelo violeta. Al parecer, y a juzgar por su actitud y lo que hace, esa dama posee un poder por encima de la gran mayoría de los que allí se encuentran, siendo sin duda el enemigo más temible y peligroso de la zona. Poco tiempo después llega otra muchacha alada, esta parece estar contra el ángel, pero no hace ofensiva alguna, simplemente habla sobre dejar de pelearse entre sí y centrarse en no morir a manos del ángel pelivioleta, unas palabras muy sabias, que el cazador comparte. Pero no es momento de ponerse filosófico, una batalla se lleva a cabo allí, y sus personalidades más bélicas arden en deseos de participar, obviamente lo haría según la personalidad que entrara en el mando, y por suerte para él se trata de la personalidad más estratégica de las bélicas, por lo que no sería una ofensiva berserker como suele ocurrirle cuando el yokai toma el control.
Mientras tanto un torbellino de hojas se levanta, lo que le da mala espina al joven Kazuki, que sin dudarlo se aleja de la mujer de cabellos violetas mientras crea un total de 78 yokais de energía que se esconden en el puño de hojas que va directo hacia la mujer pelivioleta, todos y cada uno de ellos con una porción de busoushoku. La ira comienza a hervir, el miedo desaparece, la sangre de Kaito hierve como aquella vez en Mariejoa, pero no significa que vaya a ocurrir nuevamente lo que allí sucedió. Pero por de pronto el joven queda a salvo y a la ofensiva a la vez.
Mientras tanto un torbellino de hojas se levanta, lo que le da mala espina al joven Kazuki, que sin dudarlo se aleja de la mujer de cabellos violetas mientras crea un total de 78 yokais de energía que se esconden en el puño de hojas que va directo hacia la mujer pelivioleta, todos y cada uno de ellos con una porción de busoushoku. La ira comienza a hervir, el miedo desaparece, la sangre de Kaito hierve como aquella vez en Mariejoa, pero no significa que vaya a ocurrir nuevamente lo que allí sucedió. Pero por de pronto el joven queda a salvo y a la ofensiva a la vez.
- Afueras del palacio:
- - Salir de la zona cercana a donde estaba ballarad(donde está la mujer de pelo violeta)
- Ocultar en el puño de hojas de Kodama 78 yokais de energía para potenciar el daño del impacto del mismo.
- Usado:
- HYAKI YAGYŌ(DESFILE DE LOS CIEN YOKAIS):
- Esta técnica es un legado de su apodo, junto a él aparecen cientos de Yokais compuestos de energía. Él los lidera como a un ejército. Estos atacan al son que le marca el espadachín. Estos Yokais son desde simples inugamis hasta las famosas Yuki Onna.
- KYOKA SUIGETSU:
- Movimiento raudo similar al Soru, pero más veloz, alcanza una velocidad de 30m/s.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Todo era muy confuso, había una escena bélica en toda regla a la cual Gera ni se acercó. Se quedó simplemente observando lo que hacían el resto de personas en ese lugar, parecían muy fuertes.
En una de estas, giró sus preciosos ojos y observó a un hombre, le sonaba de algo pero no sabía de qué. Lo cierto era que era muy atractivo, rubio, con una mirada penetrante que la intimidaba un poco. Se le quedó mirando durante un buen rato, no sabía qué estaba haciendo pero aún así, sus ojos no podían desviarse de la atenta pose de aquel extraño.
Estaba más cerca de lo que ella era consciente y en una de estas le dijo, ¡eh, creo que se te ha caído un papel! Un papel, ¿enserio? no podía ser más tonta, se quedó quieta un segundo y su tez se volvió roja como el tomate más maduro en verano.
Acto seguido, se dio media vuelta y continuó observando la batalla que allí ocurría. Una gran nube negra ocupaba el cielo, eso no era nada bueno, no sabía con exactitud lo que estaba pasando pero aún así, continuó allí, quieta, con una mirada perdida. La batalla continuaba y ella seguía en su línea, ¿había servido para algo que ella hubiese estado en ese lugar? era en sí, una gran duda que le acarreaba desde hacía ya un tiempo. Tampoco es que le molestase mucho haber sido tan pasiva, había aprendido un montón de plantas gracias a las que no conocía. Sus pensamientos la envolvían y parecía olvidarse de la guerra.
Cuando recobró el sentido, pasó su mano por la cabeza, tenía algo de caramelo en el pelo. ¡Qué vergüenza! pensó, además de haber dicho una estupidez, me presento delante de él con estas pintas. Igual piensa que soy dulce, dijo en voz baja intentando quitarle importancia a tal acontecimiento.
En una de estas, giró sus preciosos ojos y observó a un hombre, le sonaba de algo pero no sabía de qué. Lo cierto era que era muy atractivo, rubio, con una mirada penetrante que la intimidaba un poco. Se le quedó mirando durante un buen rato, no sabía qué estaba haciendo pero aún así, sus ojos no podían desviarse de la atenta pose de aquel extraño.
Estaba más cerca de lo que ella era consciente y en una de estas le dijo, ¡eh, creo que se te ha caído un papel! Un papel, ¿enserio? no podía ser más tonta, se quedó quieta un segundo y su tez se volvió roja como el tomate más maduro en verano.
Acto seguido, se dio media vuelta y continuó observando la batalla que allí ocurría. Una gran nube negra ocupaba el cielo, eso no era nada bueno, no sabía con exactitud lo que estaba pasando pero aún así, continuó allí, quieta, con una mirada perdida. La batalla continuaba y ella seguía en su línea, ¿había servido para algo que ella hubiese estado en ese lugar? era en sí, una gran duda que le acarreaba desde hacía ya un tiempo. Tampoco es que le molestase mucho haber sido tan pasiva, había aprendido un montón de plantas gracias a las que no conocía. Sus pensamientos la envolvían y parecía olvidarse de la guerra.
Cuando recobró el sentido, pasó su mano por la cabeza, tenía algo de caramelo en el pelo. ¡Qué vergüenza! pensó, además de haber dicho una estupidez, me presento delante de él con estas pintas. Igual piensa que soy dulce, dijo en voz baja intentando quitarle importancia a tal acontecimiento.
- Balt:
- Observar todo lo que ocurre, ver a un rubiales y decirle una chorrada, ponerse muy roja, continuar viendo la movida y al final, darse cuenta de que tiene caramelo en el pelo y sentirse como una completa estúpida.
Hayden Ashworth
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Zuko se apartó de Dexter al ver como se acercaba alguien. Debido a lo que estaba haciendo y lo que hablaba con Hinori, el dragón dedujo que se trataba del médico de los Blue Rose. Se cruzó de brazos mientras el hombre trataba a Dexter y, basicamente, se comportaba como si el Sargento no existiera. Tenía sentido, siendo sinceros. Aunque no estaría mal preguntar de que conoce a su capitán. Zuko empezaba a notar que sobraba en el lugar, pero no quería marcharse aún. Necesitaba asegurarse que Dexter estaba bien antes de marcharse. El chico observó con cuidado mientras las heridas del pirata eran tratadas.
Finalmente, no pudo aguantarlo más. Se tiró al suelo de culo y se mantuvo sentado por el cansancio. Sin duda, tirar abajo una gigantesca estatua dejaba a uno cansado. Y bastante. Se mantuvo en el suelo, cogiendo aire un momento. Se llevó la mano al bolsillo y sacó su paquete de tabaco, colocándose un cigarrillo entre los labios. Con una llama creada en el pulgar, lo encendió. Dio una calada, tranquilizándose por fin.
Volvió a levantarse. Ya estaba preparado para irse, pero antes...
- Disculpad... ¿Está bien Dexter? Soy un... aliado -por algún motivo le costaba decir la palabra "amigo". No sabía si el pirata lo veía de esa forma.
Finalmente, no pudo aguantarlo más. Se tiró al suelo de culo y se mantuvo sentado por el cansancio. Sin duda, tirar abajo una gigantesca estatua dejaba a uno cansado. Y bastante. Se mantuvo en el suelo, cogiendo aire un momento. Se llevó la mano al bolsillo y sacó su paquete de tabaco, colocándose un cigarrillo entre los labios. Con una llama creada en el pulgar, lo encendió. Dio una calada, tranquilizándose por fin.
Volvió a levantarse. Ya estaba preparado para irse, pero antes...
- Disculpad... ¿Está bien Dexter? Soy un... aliado -por algún motivo le costaba decir la palabra "amigo". No sabía si el pirata lo veía de esa forma.
- Catedral con Dexter, Hinori y Deathstroke:
- Sentarme a descansar, sentirme un poco aislado (y con razón (?)) y preguntar por el estado de Dexter
Rocket Raccoon
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El mapache aterrizó en el suelo. Las estatuas ya estaban cayendo por completo y la catedral estaba en ruinas. Por no decir que ni siquiera estaba. El mapache olfateó el aire. El olor a polvo, roca y suciedad enmascaraba todos los olores del resto. Sin embargo... El olor de su capitán estaba allí. Pasó a las cuatro patas y se dirigió en aquella dirección, corriendo. Conforme llegaba, pudo ver que Dexter estaba en el suelo y Deathstroke trataba sus heridas junto a Hinori. Junto a ellos había un desconocido vestido de blanco, casi tan alto como su capitán. El mapache dio un salto y, empujándose con el viento, pasó por encima de la cabeza del desconocido.
- ¡¡CAPITÁAAAAAAAAAAN!!
Utilizando la cabeza del desconocido como apoyo, saltó dirección a su capitán, pero nunca llegó a él. Sintió un tirón en la cola y, enseguida, quedó bocabajo. El desconocido lo había sujetado y lo levantaba bocabajo mientras lo miraba con una ceja levantada. El mapache, el cual empezaba a apretar los dientes por la ira, vio como el desconocido tenía una quemadura en toda la cara. En el ojo izquierdo, siendo concretos.
- Parece que se ha colado una alimaña, yo la sac...
- ¡¿A quién llamas alimaña, caraquemada!?
Caraquemada pareció sorprenderse, pero no soltó al mapache. El animal empezó a dar puñetazos al aire, intentando librarse.
- H... ¿Habla...?
- También disparo, cararrugosa. ¿Quieres verlo?
- ¿Qué eres?
- ¡Soy Rocket! ¡El artillero de los Blue Rose! Aunque ese de ahí -señaló a Dexter- se empeñe en llamarme mascota. ¡Y ahora sueltame o te quemo lo que te queda de cara!
- Vale, vale. Lo siento.
Caraquemada abrió la mano y el mapache aterrizó en el suelo con las cuatro patas. Entonces, con velocidad, se subió al hombro de Hinori.
- ¿Todo bien, Hinori?
- ¡¡CAPITÁAAAAAAAAAAN!!
Utilizando la cabeza del desconocido como apoyo, saltó dirección a su capitán, pero nunca llegó a él. Sintió un tirón en la cola y, enseguida, quedó bocabajo. El desconocido lo había sujetado y lo levantaba bocabajo mientras lo miraba con una ceja levantada. El mapache, el cual empezaba a apretar los dientes por la ira, vio como el desconocido tenía una quemadura en toda la cara. En el ojo izquierdo, siendo concretos.
- Parece que se ha colado una alimaña, yo la sac...
- ¡¿A quién llamas alimaña, caraquemada!?
Caraquemada pareció sorprenderse, pero no soltó al mapache. El animal empezó a dar puñetazos al aire, intentando librarse.
- H... ¿Habla...?
- También disparo, cararrugosa. ¿Quieres verlo?
- ¿Qué eres?
- ¡Soy Rocket! ¡El artillero de los Blue Rose! Aunque ese de ahí -señaló a Dexter- se empeñe en llamarme mascota. ¡Y ahora sueltame o te quemo lo que te queda de cara!
- Vale, vale. Lo siento.
Caraquemada abrió la mano y el mapache aterrizó en el suelo con las cuatro patas. Entonces, con velocidad, se subió al hombro de Hinori.
- ¿Todo bien, Hinori?
- Catedral Dexter, Hinori y Deathstroke:
Yo soy Zuko, así que supongo que puedo controlarlo en este post(?)
Llegar hasta Dexter y cía, pelearme un poco conmigo mismo(?) y preguntar por mi capitán
Mist D. Spanner
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El chico se llevó la mano al mango de la espada cuando sintió aquella monstruosa presencia. Un hombre gigantesco con una también gigantesca motosierra en la mano. Era el pretor de la armadura. ¿Qué le había pasado? De todas formas, no podía subestimar a aquel ser. Fuese lo que fuese, era fuerte, sin duda. Si era un pretor. Su capitán cambió de forma, siendo casi tan alto como el que ahora sera su rival, mientras Spanner empezaba a pensar las posibilidades. Tal vez, por su tamaño, lo óptimo sería atacar a sus piernas y desestabilizarlo. Sin embargo, seguía pensando que ellos dos solos podrían no ser suficientes. Y, como si de la ayuda de los dioses en los que Spanner no creía se tratara, llegó una persona en su ayuda.
- No me gustan los combates en desventaja y menos con espadas de por medio. He visto tus carteles, Kenshin. Si no eres parte del gobierno, no eres mi enemigo. De modo que… ¿El primero que venza invita al otro a una charla con comida incluida? Tengo curiosidad sobre ti.
Era un espadachín. Tres espadachines contra aquella cosa. Las posibilidades de victoria empezaban a aumentar. Empezaron a atacar a Grum. Spanner corrió hacia un lado mientras sus manos empezaban a verse imbuidas en llamas moradas. Cuando el chico estaba cerca de su rival, las llamas moradas se movieron hasta su espada. A mayor velocidad de lo normal, la espada fue desenvainada y, en el mismo movimiento, se dirigió a atacar una de las piernas del pretor. No podía hacer mucho más.
- No me gustan los combates en desventaja y menos con espadas de por medio. He visto tus carteles, Kenshin. Si no eres parte del gobierno, no eres mi enemigo. De modo que… ¿El primero que venza invita al otro a una charla con comida incluida? Tengo curiosidad sobre ti.
Era un espadachín. Tres espadachines contra aquella cosa. Las posibilidades de victoria empezaban a aumentar. Empezaron a atacar a Grum. Spanner corrió hacia un lado mientras sus manos empezaban a verse imbuidas en llamas moradas. Cuando el chico estaba cerca de su rival, las llamas moradas se movieron hasta su espada. A mayor velocidad de lo normal, la espada fue desenvainada y, en el mismo movimiento, se dirigió a atacar una de las piernas del pretor. No podía hacer mucho más.
- Lucha contra Grum Dranser y Zane:
Llamas moradas:
Sendero de la Espada (Nivel 30)
Ámbito Aura III:
El aura del usuario ahora otorga un 50% más en su velocidad con la espada.
Atacar a Grum a las piernas
Vinnie Estacado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Esquivó el disparo. Fue entonces cuando Vinnie se dio cuenta de que no estaba combatiendo solo. Desde atrás el caballero recibió el ataque de la chica peliblanca de antes. Tal vez debería considerar su pensamiento de devorarla cuando aquello acabe. El caballero se mantuvo en una pose de guardia, sin embargo tenía una postura descuidada. Sus brazos dejaban su torso al descubierto. ¿Era una trampa? No importaba. El mafioso podía atacar de lejos. Estiró el brazo cuya mano agarraba la pistola hacía delante y la mano del bastón hacía atrás. Vació lo que le quedaba del cargado directo al caballero, con el propósito de acertar al menos una vez en la cabeza. Fuese como fuese el ataque, movería el bastón hacia delante y lanzaría una bola de fuego verde hacia su rival.
Esperaba que, con la ayuda de la peliblanca, el caballero pudiese caer. No era alguien que le gustara aceptar ayuda, pero en aquel momento no la había pedido. Había llegado sola. Tal vez podría reclutar a la chica como una guardaespaldas en la Famiglia Estacado. Tenía madera, sin duda. Ya había atacado a alguien que quería matar al capo. Tal vez podría hacerlo de nuevo, por una buena suma de dinero. Si lo había hecho gratis...
Esperaba que, con la ayuda de la peliblanca, el caballero pudiese caer. No era alguien que le gustara aceptar ayuda, pero en aquel momento no la había pedido. Había llegado sola. Tal vez podría reclutar a la chica como una guardaespaldas en la Famiglia Estacado. Tenía madera, sin duda. Ya había atacado a alguien que quería matar al capo. Tal vez podría hacerlo de nuevo, por una buena suma de dinero. Si lo había hecho gratis...
- Meln con Elya:
Vaciar el cargador en el torso del caballero y dispararle fuego
Dexter Black
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-Creo que...- dijo, haciendo un ligero esfuerzo. Tras las curas de Deathstroke se sentía bastante mejor, aunque había algo que no le hacía demasiada gracia. Lo había cosido. A la velocidad que se regeneraba, sumado a la habilidad de su médico, los puntos eran poco más que un incordio una vez las heridas estaban sanas-. Estoy bien. Pero esto va a doler.
Se escabulló de su segundo al mando como pudo, y con las mismas sacó el mechero, pasándolo por todo el hilo que había por su cuerpo, expulsando la fina cuerda con viento. Fue una sensación desagradable, más que dolorosa. Era invasiva, ajena y fría. Como el sexo sin amor. Bueno, mejor dicho, el sexo no consentido. El sexo sin amor era de las mejores cosas que había descubierto la humanidad. ¿O vendría de alguna sociedad homínida de monos? Bonobos, o primates. Quién sabe, a quién le importa.
-Se podría decir que nunca he estado mejor- dijo, y se dio cuenta de que no había nadie. Todo sucedía muy deprisa y cada vez el suelo estaba más cerca. ¿Por qué la gente tenía la mala manía de hacerlo volar tan alto? Un momento, había paredes a su alrededor. Estaba en una gruta. Miró hacia arriba y vio a los cada vez más pequeños compañeros de tripulación, y de nuevo dirigió la vista al suelo. Era precioso, una pequeña isla cada vez más grande, una capilla en el centro y Madara corriendo hacia ella. Maldito mercenario codicioso, no podía resistirse a un tesoro.
Se imbuyó en Haki y cayó como un plomo sobre la tierra, agrietándola y haciendo un enorme hoyo del que salió de un salto. "Vaya, podría haber sido peor que este susto", pensó mientras se quitaba el polvo de los jirones deshilachados que llevaba por ropa. Se quitó de paso los jirones deshilachados que llevaba por ropa, quedando completamente desnudo. Sólo que nadie se daría cuenta, ya que una ilusión cubrió sus vergüenzas y sus orgullos, tomando la aparente forma de un atuendo limpio, sólo que algo más clásico en él de lo que últimamente llevaba. Tomó forma el abrigo de pelo, la camisa y el chaleco con los formales pantalones negros, a juego con los zapatos de punta italiana, muy brillantes. Sin embargo seguía notando en su cuerpo el frescor primaveral. Sólo había un problema, y eran todos sus juguetes. Se volvió a poner los pantalones; al fin y al cabo, por muy rotos que estuviesen nadie los iba a ver.
-¡Chicos!- gritó-. ¡Esto es espectacular! ¡Bajad!
Miró a su alrededor. Armaduras inutilizadas, catedral reducida a escombros, una capilla intacta... Parecía una historia de épica medieval y ese pequeño sagrario el punto clave de la misión. Aunque era una estupidez, faltaba la comitiva propia de la épica medieval, con su líder bueno y atractivo, un truhán rebelde, compañeros fieles y un enemigo que se uniera a ellos por motivos del destino. ¡Un momento! De todo eso había en el grupo. Pero qué tontería, aunque se diera una casualidad era una estupidez. No obstante, una idiotez genial que le hacía sentir, en cierto modo, energías renovadas. Llevaba todo el día de aquí para allá intentando salvar a Síderos de la debacle, se merecía curiosear un poco, hacer turismo. Aunque fuera en medio de una isla subterránea sin saber muy bien por qué.
-No me culpes por eso- diría si Deathstroke le recriminaba la caída-. Eras tú el que no quería moverme.
Sonrió. Le encantaba descubrir cosas nuevas, aunque parecía que Madara llevaba ventaja para investigar.
Se escabulló de su segundo al mando como pudo, y con las mismas sacó el mechero, pasándolo por todo el hilo que había por su cuerpo, expulsando la fina cuerda con viento. Fue una sensación desagradable, más que dolorosa. Era invasiva, ajena y fría. Como el sexo sin amor. Bueno, mejor dicho, el sexo no consentido. El sexo sin amor era de las mejores cosas que había descubierto la humanidad. ¿O vendría de alguna sociedad homínida de monos? Bonobos, o primates. Quién sabe, a quién le importa.
-Se podría decir que nunca he estado mejor- dijo, y se dio cuenta de que no había nadie. Todo sucedía muy deprisa y cada vez el suelo estaba más cerca. ¿Por qué la gente tenía la mala manía de hacerlo volar tan alto? Un momento, había paredes a su alrededor. Estaba en una gruta. Miró hacia arriba y vio a los cada vez más pequeños compañeros de tripulación, y de nuevo dirigió la vista al suelo. Era precioso, una pequeña isla cada vez más grande, una capilla en el centro y Madara corriendo hacia ella. Maldito mercenario codicioso, no podía resistirse a un tesoro.
Se imbuyó en Haki y cayó como un plomo sobre la tierra, agrietándola y haciendo un enorme hoyo del que salió de un salto. "Vaya, podría haber sido peor que este susto", pensó mientras se quitaba el polvo de los jirones deshilachados que llevaba por ropa. Se quitó de paso los jirones deshilachados que llevaba por ropa, quedando completamente desnudo. Sólo que nadie se daría cuenta, ya que una ilusión cubrió sus vergüenzas y sus orgullos, tomando la aparente forma de un atuendo limpio, sólo que algo más clásico en él de lo que últimamente llevaba. Tomó forma el abrigo de pelo, la camisa y el chaleco con los formales pantalones negros, a juego con los zapatos de punta italiana, muy brillantes. Sin embargo seguía notando en su cuerpo el frescor primaveral. Sólo había un problema, y eran todos sus juguetes. Se volvió a poner los pantalones; al fin y al cabo, por muy rotos que estuviesen nadie los iba a ver.
-¡Chicos!- gritó-. ¡Esto es espectacular! ¡Bajad!
Miró a su alrededor. Armaduras inutilizadas, catedral reducida a escombros, una capilla intacta... Parecía una historia de épica medieval y ese pequeño sagrario el punto clave de la misión. Aunque era una estupidez, faltaba la comitiva propia de la épica medieval, con su líder bueno y atractivo, un truhán rebelde, compañeros fieles y un enemigo que se uniera a ellos por motivos del destino. ¡Un momento! De todo eso había en el grupo. Pero qué tontería, aunque se diera una casualidad era una estupidez. No obstante, una idiotez genial que le hacía sentir, en cierto modo, energías renovadas. Llevaba todo el día de aquí para allá intentando salvar a Síderos de la debacle, se merecía curiosear un poco, hacer turismo. Aunque fuera en medio de una isla subterránea sin saber muy bien por qué.
-No me culpes por eso- diría si Deathstroke le recriminaba la caída-. Eras tú el que no quería moverme.
Sonrió. Le encantaba descubrir cosas nuevas, aunque parecía que Madara llevaba ventaja para investigar.
- Resumen Isla Easter Egg:
- Ir hacia la capilla.
Yoko Littner
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Yoko corría lo máximo que podía hasta que sus piernas empezaron a dolerle. Se detuvo un momento mientras Osuka y Neo seguían avanzando. Miró hacia todas direcciones y sintió calma y tranquilidad. Un suspiró escapó de sus labios. En su rostro se formó una leve sonrisa cuando miró hacia atrás. Por suerte, habían logrado escapar de un buen peligro.
Sin perder de vista a sus acompañantes, los alcanzó enseguida echando a correr. Sin darse cuenta, habían llegado a la base de la que les habló Osu anteriormente. Era enorme. Cuando llegaron Yoko se fijó en todos los detalles. Estaba muy sorprendida al ver al oficial. Había escuchado hablar de el obviamente y muchas veces vio un cartel suyo, pero en cierto modo, admiraba a las personas que se hacían valer a pesar de su condición.
Las palabras del revolucionario eran sabias. Yoko coincidía en que no había que tener trato con ese tipo de personas. Siempre resultaban ser parásitos de la sociedad. En cuanto el discurso terminó y los invitó a subirse a una especie de vehículo la cazadora se quedó perpleja.
Subió y sentándose en una esquina, esperó a que el revolucionario se acomodara.
-¡Oficial Krauser! - Exclamó la pelirroja emocionada con una sonrisa de oreja a oreja a modo de saludo. - Soy Yoko Littner. He escuchado hablar mucho de sus proezas. Es un placer conocerle en persona.
Tras aquello inclinó la cabeza levemente por educación y se volvió a acomodar en el vehículo, el cual iba a una velocidad considerable. La pelirroja disfrutaba con aquello. Se podía comprobar perfectamente en su rostro.
Sin perder de vista a sus acompañantes, los alcanzó enseguida echando a correr. Sin darse cuenta, habían llegado a la base de la que les habló Osu anteriormente. Era enorme. Cuando llegaron Yoko se fijó en todos los detalles. Estaba muy sorprendida al ver al oficial. Había escuchado hablar de el obviamente y muchas veces vio un cartel suyo, pero en cierto modo, admiraba a las personas que se hacían valer a pesar de su condición.
Las palabras del revolucionario eran sabias. Yoko coincidía en que no había que tener trato con ese tipo de personas. Siempre resultaban ser parásitos de la sociedad. En cuanto el discurso terminó y los invitó a subirse a una especie de vehículo la cazadora se quedó perpleja.
Subió y sentándose en una esquina, esperó a que el revolucionario se acomodara.
-¡Oficial Krauser! - Exclamó la pelirroja emocionada con una sonrisa de oreja a oreja a modo de saludo. - Soy Yoko Littner. He escuchado hablar mucho de sus proezas. Es un placer conocerle en persona.
Tras aquello inclinó la cabeza levemente por educación y se volvió a acomodar en el vehículo, el cual iba a una velocidad considerable. La pelirroja disfrutaba con aquello. Se podía comprobar perfectamente en su rostro.
- Balt:
- -Fangirlear con Krauser.
-Ir en el vehículo.
Deathstroke
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El capitán se escabulló de entre mis brazos cuan pez bajo el agua se escapa de las manos, parecía haberlo hecho a propósito pues, estaba seguro de haberlo cogido bien. El capitán cayó durante un poco luego escuché un golpe y supuse que fue él chocando suelo de la gruta. Las curas habían sido bien realizadas y si tenía en cuenta estas y el poder regenerativo del capitán posiblemente estuviese bien sin contar que poseía haki de armadura bastante poderoso.
Me asomé por el agujero y observé que es lo que había, y pude ver una capilla y un tipo que había estado en la reunión contra Zilda, Madara, si no me equivocaba y por supuesto estaba el capitán, con una ropa elegante e impecable, ropa impropia para alguien que acaba de caer al suelo. El capitán estaba de pie y miraba hacia arriba, y no lejos de solo mirar hizo como que no pasaba nada y nos pidió que bajásemos.
-Pero será… - dije un poco molesto por su actitud, me fijé en los recién llegados uno que decía ser aliado y nuestro mapache – el capitán está bien, como si no le hubiese sucedido nada.
Al ver que Rocket se estaba alterando con el tipo que tenía la cara quemada le extendí los brazos para cogerlo y después acariciarle en la cabeza detrás de las orejas para que se calmase mientras le repetía “ya pasó, ya pasó” luego lo dejaría en el suelo para que campara se a sus anchas. Por mi parte, quería dejarle una cosa clara al capitán así que caminé hacia el agujero y me dejé caer sin usar las alas hasta que cuando estaba a punto de llegar al suelo frené la caída extendiéndolas, luego realicé un sprint hacia el capitán e intenté darle una buena patada en un lado de la cabeza mientras le gritaba: “¡HAZ CASO A TU MALDITO MÉDICO! Y sabes a que me refiero” el capitán recibió el golpe sin moverse y salió volando hasta la puerta de la capilla. Me acerqué y escuché que me respondía con las mismas palabras que le había dicho de que no se moviese, por mi parte me había quedado más tranquilo al darle el golpe y ver que seguía bien, me quedé a su lado y le tendí mi nueva túnica.
-Quizás engañes a otros con esas pintas, pero no a mí, ten, y devuélvemela cuando lleguemos al barco.
Me asomé por el agujero y observé que es lo que había, y pude ver una capilla y un tipo que había estado en la reunión contra Zilda, Madara, si no me equivocaba y por supuesto estaba el capitán, con una ropa elegante e impecable, ropa impropia para alguien que acaba de caer al suelo. El capitán estaba de pie y miraba hacia arriba, y no lejos de solo mirar hizo como que no pasaba nada y nos pidió que bajásemos.
-Pero será… - dije un poco molesto por su actitud, me fijé en los recién llegados uno que decía ser aliado y nuestro mapache – el capitán está bien, como si no le hubiese sucedido nada.
Al ver que Rocket se estaba alterando con el tipo que tenía la cara quemada le extendí los brazos para cogerlo y después acariciarle en la cabeza detrás de las orejas para que se calmase mientras le repetía “ya pasó, ya pasó” luego lo dejaría en el suelo para que campara se a sus anchas. Por mi parte, quería dejarle una cosa clara al capitán así que caminé hacia el agujero y me dejé caer sin usar las alas hasta que cuando estaba a punto de llegar al suelo frené la caída extendiéndolas, luego realicé un sprint hacia el capitán e intenté darle una buena patada en un lado de la cabeza mientras le gritaba: “¡HAZ CASO A TU MALDITO MÉDICO! Y sabes a que me refiero” el capitán recibió el golpe sin moverse y salió volando hasta la puerta de la capilla. Me acerqué y escuché que me respondía con las mismas palabras que le había dicho de que no se moviese, por mi parte me había quedado más tranquilo al darle el golpe y ver que seguía bien, me quedé a su lado y le tendí mi nueva túnica.
-Quizás engañes a otros con esas pintas, pero no a mí, ten, y devuélvemela cuando lleguemos al barco.
- Resumen caídos en la capilla:
- ver como Dexter se escurre y cae hacia la capilla, contestar sobre el estado en el que se encuentra Dexter a Zuko y a Rocket, intentar acariciar al mapache, bajar hasta la capilla y darle una patada a Dexter por no hacerme caso de que no se moviese, luego tenderle la túnica para que se vista aunque sea un poco
Invitado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La broma del segundo al mando habría sido correspondida por Hinori y de hecho la habría avergonzado en otra situación hasta el punto de lanzarle una zapatilla. Esta vez no era el caso y simplemente desvió la mirada. Ella se esperaba algunas palabras por parte del capitán después de haberle dicho aquello mientras ella también le vendaba algunas heridas rompiendo parte de su ropa. Definitivamente no iba a volver a sacar el tema. O el yonkou estaba sordo, o no quería escucharla o le pasaba algo raro. Ella entonces se apartó de la posición en la que estaba, agachando la cabeza y asintiendo a las palabras de Deathstroke. Le ayudó usando sus alas en lo que había pedido y a partir de ahí estuvo totalmente callada. No merecía la pena volver a abrir la boca.
Ella notó entonces como se subía sobre su hombro. Le acarició la cabeza despacio y le dedicó una dulce sonrisa, pues él no tenía la culpa de sus problemas. Soltó entonces un suspiro y después observó al resto bajar hacia aquella capilla. Saltó al vacío y usó las alas para planear e ir tras ellos en último lugar, manteniendo la cabeza agachada en todo momento. Estaba empezando a hartarse demasiado últimamente. Le pegó una patada a una piedra mandándola a una dirección al azar y después de aquello se cruzó de brazos. Quería irse a dormir de una vez por todas y terminar aquel día. Continuó estando la última y entonces miró hacia atrás para ver si alguien más les estaba siguiendo.
- Hum…
No había indicios de que les siguieran. Metió ambas manos en los bolsillos y continuó caminando con el mapache en su hombro. Él tenía todo el derecho del mundo de viajar sobre ella y siempre le dejaría. Era su precioso mapache, eso no lo había olvidado.
Ella notó entonces como se subía sobre su hombro. Le acarició la cabeza despacio y le dedicó una dulce sonrisa, pues él no tenía la culpa de sus problemas. Soltó entonces un suspiro y después observó al resto bajar hacia aquella capilla. Saltó al vacío y usó las alas para planear e ir tras ellos en último lugar, manteniendo la cabeza agachada en todo momento. Estaba empezando a hartarse demasiado últimamente. Le pegó una patada a una piedra mandándola a una dirección al azar y después de aquello se cruzó de brazos. Quería irse a dormir de una vez por todas y terminar aquel día. Continuó estando la última y entonces miró hacia atrás para ver si alguien más les estaba siguiendo.
- Hum…
No había indicios de que les siguieran. Metió ambas manos en los bolsillos y continuó caminando con el mapache en su hombro. Él tenía todo el derecho del mundo de viajar sobre ella y siempre le dejaría. Era su precioso mapache, eso no lo había olvidado.
- Team Zafiro:
- Acariciar a mapache, hacer caso a Death, sentirse ignorada e ir la ultima con la cabeza agachada.
Zack Suky
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Por un instante me entraron ganas de quedarme a observar el espectáculo que podría montarse en cualquier momento entre el esqueleto, que se montaba con la misma facilidad que se desmontaba, y el pez come cigarros, pero como parte de mi mosqueo se había se evaporado al descargar mi furia sobre el huesudo y al observar como Arribor era golpeado. Desde luego aquel ser podría llegar a ser un buen fichaje para la banda si estaba todo el día martirizando al tuerto, quizás más bien una especie de mascota que hiciese compañía a la morsa del pirata, aunque realmente solo tuve que pensarlo un instante para descartarlo. Al final tendríamos que matarlo y seguro que era un engorro, por lo que pasé de todo el que allí se quedaba para adentrarme en la misma edificación que mi capitán.
Nada más poner un pie en la iglesia no pude fijarme en aquel dato curioso que se repetía en la mayoría de estas. Su acústica era bastante peculiar y todo tenía un eco lúgubre, aunque no era persona creyente y no temía cometer algún sacrilegio. Mi intención de entrar en aquel lugar era buscar alguna cosa de valor. Cierto era que en mi cinto reposaba aquel extraño láser, que había encontrado entre los trastos que el líder de Sarka nos ofreció antes de embarcar, y que en la mano libre aún llevaba aquel trozo de estatua que habíamos destrozado, pero precisamente el conformarme con poco no se encontraba en mi personalidad. El tuerto parecía pensar en algo similar que yo, puesto que parecía rebuscar en un saco que había allí tirado.
- Oye Arribor - llamé la atención de mi capitán. - Guarda este armatoste en ese saco sino tiene agujeros. Yo voy a husmear más a fondo - seguí mientras le lanzaba el trozo de metal. Esperaba que me hubiese escuchado y no le diese en la cabeza.... O sí, pero tras ver si me hacía caso o no me dispondría a mirar por los alrededores. Quizás hubiese alguna cripta u algo eso.
Nada más poner un pie en la iglesia no pude fijarme en aquel dato curioso que se repetía en la mayoría de estas. Su acústica era bastante peculiar y todo tenía un eco lúgubre, aunque no era persona creyente y no temía cometer algún sacrilegio. Mi intención de entrar en aquel lugar era buscar alguna cosa de valor. Cierto era que en mi cinto reposaba aquel extraño láser, que había encontrado entre los trastos que el líder de Sarka nos ofreció antes de embarcar, y que en la mano libre aún llevaba aquel trozo de estatua que habíamos destrozado, pero precisamente el conformarme con poco no se encontraba en mi personalidad. El tuerto parecía pensar en algo similar que yo, puesto que parecía rebuscar en un saco que había allí tirado.
- Oye Arribor - llamé la atención de mi capitán. - Guarda este armatoste en ese saco sino tiene agujeros. Yo voy a husmear más a fondo - seguí mientras le lanzaba el trozo de metal. Esperaba que me hubiese escuchado y no le diese en la cabeza.... O sí, pero tras ver si me hacía caso o no me dispondría a mirar por los alrededores. Quizás hubiese alguna cripta u algo eso.
- Sarka:
- - Seguir a Arribor al interior. Lanzarle la pieza de metal y ponerme a rebuscar más a fondo
Osuka Sumisu
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No llevaba ni dos minutos, y el peliblanco que hablaba de mas ya le caia como el culo. Aunque era satisfactorio como eran retenido por los Zildanos y le obligaban a quedarse en paños menores. No pudo evitar una muesca de risa al salir de allí. Entendía que no quisieran luchar junto a ellos. Si fuera por el, también se hubiese marchado sin pensarselo
Mientras Krauser cogió uno de los todoterrenos que los soldados habían cedido, que le había arrancado el techo por motivos de espacio o porque simplemente el oficial era un bruto de cuidado, Ed le pregunto por lo ocurrido mientras estaban fuera.
- Pues… Me duele decir esto, pero he tenido que correr como un cabrón. El robot no era tan sencillito como parecía.- Se sentó en el asiento que quedase libre, preferiblemente el de copiloto.- Por cierto, ella es Yoko y el Neo, han sido muy amables al ayudarme antes.
Por lo demás, al subirse, Osu cerró los ojos intentando descansar, pero atento por si escuchaba algo raro. A la vez estaba atento como la pelirroja de comportaba como una fan del oficial, cosa que le daba bastante envidia. Sin motivo, le vino a la cabeza sí Ai seguiría dando tumbos por la ciudad o ya se había ido. A pesar de que nunca se habían llevado muy bien, era una compañera más y eso le preocupaba. Desde el principio descarto el hecho que fuese una infiltrada, principalmente porque creía que nadie era tan tonto como para jugársela al demonio de la niebla.
- Oye Krauser, ya se que no estaría seguramente correcto debido a la situación, ¿pero has llamado a Ai por DDM para saber si ya ha salido de esta isla de locos?
Mientras Krauser cogió uno de los todoterrenos que los soldados habían cedido, que le había arrancado el techo por motivos de espacio o porque simplemente el oficial era un bruto de cuidado, Ed le pregunto por lo ocurrido mientras estaban fuera.
- Pues… Me duele decir esto, pero he tenido que correr como un cabrón. El robot no era tan sencillito como parecía.- Se sentó en el asiento que quedase libre, preferiblemente el de copiloto.- Por cierto, ella es Yoko y el Neo, han sido muy amables al ayudarme antes.
Por lo demás, al subirse, Osu cerró los ojos intentando descansar, pero atento por si escuchaba algo raro. A la vez estaba atento como la pelirroja de comportaba como una fan del oficial, cosa que le daba bastante envidia. Sin motivo, le vino a la cabeza sí Ai seguiría dando tumbos por la ciudad o ya se había ido. A pesar de que nunca se habían llevado muy bien, era una compañera más y eso le preocupaba. Desde el principio descarto el hecho que fuese una infiltrada, principalmente porque creía que nadie era tan tonto como para jugársela al demonio de la niebla.
- Oye Krauser, ya se que no estaría seguramente correcto debido a la situación, ¿pero has llamado a Ai por DDM para saber si ya ha salido de esta isla de locos?
- Quimera:
Subirse al asiento libre del coche
Preguntarle a tito Krau si sabe si Ai sigue en la isla.
Tobías Thorn
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Me alegró comprobar que Gusi a pesar de sus heridas y sus tonterías fue el único consciente de hacer caso a mis palabras. Se marchó con la parte "médica" de la banda dispuestos a hacer una ronda de reconocimiento para ayudar a cualquier civil que encontrasen mientras el resto avanzábamos hacia el centro de una vez por todas.
No encontramos nada interesante ni reseñable durante todo el transcurso de nuestro avance o al menos el interior de la zona amurallada, ya que en el exterior a cielo abierto comenzaron a surgir un nuevo espectáculo de luces. Quizás en otra ocasión hubiese hecho algún comentario, pero una vez más mis nakamas se habían sumido en un silencio absoluto. Desde luego esta guerra estaba dejándome ver nuevas facetas de ellos que no conocía y solo esperaba que al final todo fuese para realzar nuestros lazos.
Un fuerte temblor recorrió el suelo que pisábamos nada más que pusimos un pie en un zona abarrotada de gente y trozos de metal. Algunos rostros me eran conocidos y otros no, pero poco me pude fijar en todos. El suelo cedió ante nuestros ojos, formándose un enorme socavón y un gran revuelo entre los presentes. Me puse en alerta por si se trataba de algún imprevisto de grandes magnitudes, pero entonces me percaté de que varias personas bajaban al fondo de dicho hoyo. Mi innata curiosidad no tardó en florecer.
- Capitán, voy a por Gusi y vamos a investigar. Cambiemos de pareja y así tú puedes proteger mejor a Yoshi si se da el caso - dije a mi capitán con unas escuetas palabras para luego acercarme a buscar al peliblanco que lo había visto por allí con el resto.
No me fiaba de casi ninguno de los presentes, pero como había un gran número de marines con alto rango, al igual que otros representantes del gobierno, me arriesgué y decidí hacer algo por una vez desde que habíamos llegado.
- Oye "hombretón” ¿No te apetece que bajemos a mirar que hay ahí? Parece que todos tienen interés... Quizás encontremos algo que hacer, ya que aquí todos parecen estar bien - pregunté intentando tener compañía en mi aventura de observación. No quería romper la formación de los CW si al final bajaba solo, pero que cojones. Aquí todo el mundo estaba haciendo lo que quería y por una vez iba a saciar mi interés primero.
No encontramos nada interesante ni reseñable durante todo el transcurso de nuestro avance o al menos el interior de la zona amurallada, ya que en el exterior a cielo abierto comenzaron a surgir un nuevo espectáculo de luces. Quizás en otra ocasión hubiese hecho algún comentario, pero una vez más mis nakamas se habían sumido en un silencio absoluto. Desde luego esta guerra estaba dejándome ver nuevas facetas de ellos que no conocía y solo esperaba que al final todo fuese para realzar nuestros lazos.
Un fuerte temblor recorrió el suelo que pisábamos nada más que pusimos un pie en un zona abarrotada de gente y trozos de metal. Algunos rostros me eran conocidos y otros no, pero poco me pude fijar en todos. El suelo cedió ante nuestros ojos, formándose un enorme socavón y un gran revuelo entre los presentes. Me puse en alerta por si se trataba de algún imprevisto de grandes magnitudes, pero entonces me percaté de que varias personas bajaban al fondo de dicho hoyo. Mi innata curiosidad no tardó en florecer.
- Capitán, voy a por Gusi y vamos a investigar. Cambiemos de pareja y así tú puedes proteger mejor a Yoshi si se da el caso - dije a mi capitán con unas escuetas palabras para luego acercarme a buscar al peliblanco que lo había visto por allí con el resto.
No me fiaba de casi ninguno de los presentes, pero como había un gran número de marines con alto rango, al igual que otros representantes del gobierno, me arriesgué y decidí hacer algo por una vez desde que habíamos llegado.
- Oye "hombretón” ¿No te apetece que bajemos a mirar que hay ahí? Parece que todos tienen interés... Quizás encontremos algo que hacer, ya que aquí todos parecen estar bien - pregunté intentando tener compañía en mi aventura de observación. No quería romper la formación de los CW si al final bajaba solo, pero que cojones. Aquí todo el mundo estaba haciendo lo que quería y por una vez iba a saciar mi interés primero.
- CW:
- - Flipar con los alrededores, hablar con Kim y luego con Gusi para intentar que me siga a investigar
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.