La curiosidad tentó al gato. [Moderado Nivel 2 - Moja]

No estaba muy convencido de abrir las puertas electrónicas, pero igualmente ya estaba hecho. Los otros tipos podrían utilizarlo también para ir más rápido. El plano que había conseguido tenía información privilegiada y con eso esperaba adelantarme a mis competidores. En la planta -1, en la que estaba, no había nada interesante, la cafetería y la sala de seguridad. En la -2 se supone que son habitaciones de los trabajadores, lo que tampoco me interesaba. Pero en la -3 estaba el premio gordo, laboratorios, talleres,… Eso era lo que me interesaba.

Al girar a la derecha en el pasillo me encontré con la puerta de la cafetería abierta y un cadáver en el suelo, el cual debía de llevar allí meses o años incluso. Me acerco a este he intento buscar una tarje de acceso que me ayude a entrar en zonas a las que no hubiera abierto el ordenador. Si lo encontrara o no, al levantar la cabeza mire al alrededor y pude ver las escaleras. Al no ver trampas decidí aumentar el ritmo y bajar del tirón a la planta -3 de aquel lugar. Quería encontrar lo que hubiera de valor allí antes de que se me adelantaran.

No hay nada interesante en el cadáver, aunque cuando lo revisas te fijas en que tiene unas marcas raras en el cráneo. Lo tiene roto en la parte posterior, con una serie de incisiones como si algo se lo hubiera perforado. Una vez acabas con eso te diriges a las escaleras al piso -2, donde te encuentras con un problema para seguir bajando: las escaleras al -3 están en otra parte del piso. Te diriges a ellas, y por el camino escuchas voces. No estás muy seguro de lo que dicen porque no están demasiado cerca, pero parece que el grupo que se te adelantó está en este piso, y parecen tensos por el hecho de que todas las cerraduras electrónicas se hayan desbloqueado de repente.

Logras llegar sin percances a las escaleras (salvo que cambies de opinión y decidas hacer algo en este piso) y bajas al -3. Tras un pasillo llegas frente a una serie de cuatro puertas (todas desbloqueadas). Tienes por un lado el taller, los laboratorios, el centro de experimentación biológica y por último el almacén general.

El esqueleto no tenía nada que me pudiera servir para más adelante. Aunque tenía unas raras marcas en el cráneo, las cueles me hacían sospechar que algo le había pasado. Algo bastante sombrío debió de haber pasado aquí. Empiezo a bajar las escaleras rápidamente y llego hasta el -2. Me detuve un momento a pensar si aquel sitio podía a llegar a tener algo de valor. Pero tras meditarlo un segundo nada pasó por mi cabeza que hiciera cambiar de idea. Tenía que llegar rápidamente al -3 y que ver que había allí de valor. Quizás si a la vuelta no tenía mucha prisa me pararía a echar un ojo. En ese momento tenía que centrarme en los que se me habían adelantado.

Al pasar por aquel pasillo buscando las escaleras que me llevaran al -3 pude escuchar unas voces. Estas son ecos de gente hablando, a las cuales intento concentrarme en escuchar un momento, pero sin llegar a sacar nada en claro. Debían de ser los que se me habían adelantado, preferí no buscarlos y dirigirme directamente al siguiente piso. Quien sabe qué tipo de persona sería, además había llegado a este lugar para conseguir algo de valor. Caminé lentamente intentando hacer el menor ruido posible.

Conseguí encontrar las escaleras y bajar al siguiente piso sin problemas. Avancé por un pasillo hasta llegar a cuatro puertas diferentes. Una de ellas llamo mi atención en la puerta ponía “Almacen general”. Aquí debía de haber algo interesante que robar, la puerta estaba desbloqueada, así que entré sin perder mucho tiempo.

Entras en una estancia pequeña pero sobrecargada hasta los topes de cosas. Compuestos químicos, productos de limpieza, material de laboratorio, cajas de herramientas... tienes libertad para decir que encuentras lo que quieras mientras tenga sentido que esté aquí y sea un material u objeto común o mundano. Todo está inmaculadamente ordenado por secciones, así que no tardarás en encontrar lo que busques.

Igual te interesa especialmente una parte que pone "prototipos". En esta zona ves una serie de cachivaches de diferentes tipos que no tienes muy claro lo que hacen. Hay una especie de peonza con cuchillas, una navaja-cuchara, un rotulador rojo con dos lados... cosas que no tienes muy claro lo que hacen. Tal vez quieras echarles mano y luego venderlas en el mercado negro o llevarlas a un especialista que te pueda decir algo más. Sin embargo una parte que te llama especialmente la atención es un cubo metálico del tamaño de una taza de desayuno. Tiene una enorme etiqueta que pone "dispensador de munición". A un lado hay una serie de compartimentos para introducir cosas y en otra cara un montón de botones. Si lo examinas un rato verás un pequeño manual de instrucciones en que pone que es un aparato que recicla chatarra y materiales varios para hacer municiones especiales improvisadas. Necesitas alguna clase de metal como base y un añadido, y el aparato hace el resto.

Mientras estás trasteando en el lugar empiezas a escuchar un sonido un poco inquietante. Es como unos pasos contra metal. Solo que no parecen pasos "normales", sino de algo de peso ligero o con pies almohadillados. Y que vienen del conducto de ventilación del techo. Y que se han parado encima tuya. Creo que captas que ocurre algo raro, ¿verdad?

Al entrar estaba claro que era un almacén, las cosas se apilaban en las estanterías ordenadamente. Al principio no había nada interesante que mereciera la pena. Productos de limpieza, montones de probetas y tubos de ensayo, piezas y engranajes… nada que sirviera de mucho tuviera gran valor. Eso era lo que pensaba hasta que llegar a un lugar que ponía “prototipos”, esa palabra a me iba gustando más. Me dispuse a investigar qué tipo de cosas había allí escondidas.

Estaba todo bien colocado y cada cosa tenía sus nombres puestos. El que había hecho eso tenía mucho tiempo libre. Lo primero que encontré fue una peonza con cuchillas (Beyblade), en ese momento no sabía que uso podría darle, así que me lo guardé, para descubrirlo más adelante. Lo segundo fue una navaja-cuchara, esto quizás me pudiera salvar de un aprieto en un futuro, pensé. Así que la cuchara también me la guardé. Lo siguiente fue un rotulador rojo con “dos lados”, no sabía para que servía eso, pero al ser pequeño me lo guarde también. Quien sabe al igual puede vale una fortuna.

Por ultimo encontré lo más interesante de todo, un “dispensador de munición”, o eso ponía la etiqueta. No era más grande que una taza y justo al lado de él había un pequeño libro de instrucciones. Tras examinarlo y ver las instrucciones, pude ver que se trataba de un objeto con el reciclabas material y lo transformabas en cartuchos. Eso me venía de lujo así no tendría que volver a comprar munición nunca más.

No había terminado de trastear ese objeto cuando pude sentir algo que se encontraba encima de mi haciendo ruido. No sabía muy bien que era eso, pero me daba mala espina. Usé mi haki de observación para determinar la naturaleza de ese animal y si tenía intenciones de atacarme. Ante un posible ataque, agarre una de mis dagas por si necesitaba utilizarlas rápidamente.

Al usar tu mantra percibes un sentimiento de agresividad. Determinar el poder de la presencia que notas es más complicado dado que aún te falta experiencia en el uso del mantra. Podría ser tanto algo más fuerte que tú como más débil, aunque lo que sientes te da entender que es más bien el segundo caso. Tal vez.

De repente la rejilla de ventilación cae tras un fuerte golpe, y del conducto salta ágilmente una criatura extraña. Parece un gran felino, muy similar a una pantera o un leopardo, pero en lugar de pelaje tiene piel escamosa de color fucsia y con la cola terminada en un aguijón. Te bufa al verte, enseñando los dientes. Tras un momento, se agazapa y salta hacia ti con las garras por delante, intentando clavártelas en los hombros y lanzarte un mordisco al cuello.

Gracias a mi mantra pude sentir que había un animal allí arriba y que tenía un carácter agresivo hacia mi persona. Aquello me daba mala espina, pues podría sufrir un ataque. Y dicho y hecho, la rejilla de ventilación cayó contra el suelo y del conducto salió lo que venía a ser un felino bastante grande. Aquel felino era extremadamente raro, pues este poseía una piel escamosa de un color fucsia intenso y su cola terminaba en aguijón.

Me había quedado medio hipnotizado al ver tan maravilloso animal. Ese espécimen debía valer millones, además podría ser un fiel compañero si conseguía que alguien la amaestrara para mí. El bufido del animal me saca mi embobamiento y gracias que aún tengo activado mi mantra puedo ver como intentará atacarme. Pude “escuchar” claramente como aquel animal se agazapaba y se lanzaba contra mí con las garras por delante y una agresiva intención de morderme el cuello.

Por suerte me dio el tiempo justo para poder esquivarlo. Me eché hacia un lado en el momento preciso para que no me rozara. Aproveche que pasaba delante de mí para con el mango de la daga, que tenía agarrada de antes, cargarla de electro y golpear el torso del animal. Esperaba que una buena descarga pudiera dejarla ko o que por lo menos se golpeara contra alguna estantería.

Después de esquivarla saqué mi otra daga y me relajé concentrándome en mi haki para ver su próximo ataque. Por nada en el mundo debía alterarme o no funcionaría mi táctica y podría llegar a morir allí.

Tu idea no estaba mal, salvo porque no tienes espacio para esquivar con tantas estanterías. Como te dije, la estancia es pequeña y está llena. El resultado es que en lugar de esquivar golpeas la estantería de tu derecha y una pesada caja te golpea la cabeza al caer. La parte buena es que los colmillos del monstruo muerden el aire a pocos centímetros de tu hombro, pero igualmente te clava las zarpas en el pecho y te hace un doloroso arañazo que empieza a sangrar. Sin embargo cuando le clavas la daga, empieza a sufrir espasmos por la electricidad y cae al suelo retorciéndose y aturdida. De momento está fuera de combate, pero deberías restringir sus movimientos de alguna manera o rematarla. En otro caso acabará recuperándose pronto.

Si no hubiera estado en aquel estrecho lugar mi plan hubiera sido perfecto, pero en cambio por mi fatal error sufrí unas heridas en el pecho causada por las enormes garras de aquel animal. De los arañazos de las garras empezó a brotar algo de sangre, eso no pintaba bien, no era una herida muy grave, aun sí me preocupaba que se pudiera infectar o acabara contagiado con alguna enfermedad rara de aquel lugar. Algo que sin dunda era bastante preocupante. Aunque no había sido todo malo, conseguí clavarle mi daga imbuida de electro. Aquello había dejado paralizado al animal. Ahora tocaba inmovilizarla y buscar la manera de sacarla de allí.

Busque entre las estanterías cuerda o algo que pudiera usar para atar el animal. También me servía trapos o trozos de tela que podía rasgar con las dagas para hacer unas cuerdas improvisadas. De paso al ser un almacén también debía de haber algún armario con tranquilizantes. No me fiaba solo de atarlo, era mejor prevenir que curar. De encontrarlo haría lo propio para dejar ko al animal y para poder llevármelo. También busqué algún tipo de carretilla o mesa con ruedas, lo que sea que me permitiera llevarme a aquel enorme animal. Aunque sin duda las escaleras serian un coñazo para subirlas. Pero dada la rareza del animal estaba dispuesto a hacer el esfuerzo.

No te faltan cosas con que atarle. El animal parece ágil y peligroso, pero no particularmente fuerte. Tienes para elegir (si es que no vas a usar todo) una cinta americana que parece bastante resistente, cuerdas de diferentes tamaños e incluso encuentras un bote de píldoras sedantes. Tendrás que obligarle a tragarlas (que no será sencillo), pero seguro que se te ocurrirá algo.

Un sonido de algo cayéndose en el piso de arriba te recuerda que no estás solo. Tal vez deberías empezar a priorizar objetivos y ponerte a buscar lo que pretendas llevarte, o irte si crees que ya estás servido. O si te ves fuerte, enfrentarte a tus competidores y llevarte todo.

Con suerte encontré cinta americana y unas pastillas sedantes. Eso era más que suficiente para atar y dejar a aquel hermoso animal. Con sumo cuidado até las patas y cola, si importante la cola, no me la quería jugar a que me picara con esa cola acabada en aguijón. Podría ser venenosa y matarme, estaba claro que no iba jugármela. También le puse cinta alrededor del morro para que no lanzara bocados. Y con mucho, mucho, mucho cuidado le metí una de las pastillas sedantes que había encontrado en aquellas estanterías. Si conseguía que se durmiera suponía mucha más facilidad para llevarlo al barco. Busque unas vendas para taparle la herida que le había infligido en el costado. No quería que muriese después de lo que me había costado atraparlo.

De pronto un sonido seco de algo cayendo al suelo me puso en alerta. Eso provenía de la planta superior, los tipos de antes estaba haciendo bastante ruido. Creo que debería hacerme cargo de esas personas antes de continuar buscando. Además si quiero llevarme al animal terminaría haciendo mucho ruido al subirlo por las escaleras. Era una decisión difícil, al final termino convenciéndome a mí mismo de que lo mejor era acabar con ellos. Eso sin duda me daría tiempo más que necesario para buscar por aquel enorme lugar y encontrar cosas de valor. Mi plan en un principio era coger unas cuantas cosas e irme rápidamente. Pero ese enorme animal llamaba mi atención demasiado no quería dejarlo allí.

Dejé al animal escondido en un lugar seguro y volviendo sobre mis paso decidí subir a la planta de arriba a ver quiénes había arriba y como podría acabar con ellos. No iba a entrar allí sin un plan. Hice uso de mi mantra intentando “escuchar” que tan fuertes eran esas persona y más importante su número exacto.

Percibes cinco personas. No tienes claro cómo de fuertes son, tu mantra no es tan hábil aún. Sin embargo sabes que hay al menos uno que parece destacar en poder, los otros no deberían andar muy lejos de ti... tal vez. O tal vez tus estimaciones se equivoquen y sean todos fuertes o todos débiles. Notas que dos están en una habitación no muy lejos de ti, otros dos están algo más alejados, en otra parte del piso, y al quinto justo lo ves pasar delante tuya, cruzando una intersección de pasillos con una escopeta en la mano. Es un hombre bajito, de pelo negro rizado y bigote. No es el fuerte, y no te ha visto. Si intentas liquidarle por sorpresa no tendrás problema (tienes permiso para hacerles una acción cerrada), aunque yo que tú me andaría con ojo con cómo lo haces. Recuerda que no perder el factor sorpresa podría ser la diferencia entre victoria y muerte.

Al subir las escaleras y usar mi mantra pude sentir a cinco personas en aquel lugar. Pero al ser aun muy débil solo pude presentir que había uno de ellos el cual parecía poderoso. Sentía dos en una habitación cercana, otros dos en una habitación mas lejana y uno que justo estaba pasando delante de mí. Tenia que deshacerme de ellos si quería poder llevarme al extraordinario animal de allí conmigo.

Lo primero que tenia que hacer era encargarme del tipo que estaba vigilando fuera en el pasillo. Nada mas pasar por el pasillo y darme la espalda, me acerqué a el por la detrás. Con mi mano derecha le tape la boca a la vez que le daga una descarga eléctrica bastante potente. La cual le dejo paralizado, con el brazo izquierdo lo agarré del pecho y lo arrastré hasta las escaleras, intentando hacer el menos ruido posible. Una vez allí cogí la cinta americana que había utilizado con el animal para taparle la boca y maniatarlo para que no pudiera hacer nada después de salir de la parálisis temporal.

Ahora solo quedaban cuatro más esperaba que no se hubieran dado cuenta de que estaba allí y conservar el factor sorpresa. Pelear uno contra cuatro no era una buena idea, lo cual podría suponer perder todo lo que había conseguido hasta ahora.

Has logrado pillar a este hombre sin muchos problemas. De hecho, no parece que el poco ruido que has hecho haya llamado la atención de nadie. Uno de los dos saqueadores de la habitación cercana estornuda repentinamente, metiéndote un pequeño susto, y el otro le dice "salud". ¿Qué haces? La situación no parece haber cambiado. Sigues notando con tu mantra (y los oyes) a los dos más cercanos en esa habitación, mientras que los otros siguen en uno de los extremos del complejo. Tu prisionero mientras tanto te mira con furia desde el suelo, incapaz de moverse.

La situación no parecía ir del todo mal, había conseguido atrapar a uno de ellos. Ahora solo quedaban cuatro mas, esto seria lo mas complicado de la situación. No podía permitirme el lujo de un descanso, debía acabar cuanto antes con aquellos tipos, para así sacar la fabulosa criatura que me había atacado anteriormente. Era hora de ponerse manos a la obra, el tipo que había atrapado tenia cara de pocos amigos, era normal, pues se había llevado una buena descarga.

Me acerqué lentamente a la habitación donde se encontraban los siguientes tipos. Debía de ser rápido y preciso para no alertar a los de la otra. Los escuchaba hablar mientras buscaban por la habitación. Cogí el fusil a modo de bate de béisbol, entré en la habitación, por suerte los dos estaban de espalda a la puerta y al mas cercano le aticé con la culata del fusil todo lo fuerte que pude.Esperaba que ese fuerte golpe lo dejara KO, pues no podía perder tiempo.Antes de que el otro tipo se diera la vuelta, me lancé contra el. Rápidamente y haciendo uso de mi precisión le intenté poner la mano en la boca, intentando impedir que pidiera ayuda a sus otros dos compañeros. Lo mas rápido que pude, de nuevo con la culata del fusil le atizaría en la cabeza.

Si tras eso los dos quedaran inconscientes, aprovecharía el momento para atarlos y amordazarlos rápidamente. Ahora solo faltaban dos mas, esperaba que los golpes no hubiera llamado su atención. Una vez terminé de atarlos emprendí el pequeño paseo hasta la siguiente habitación donde se encontraban, despacio para no llamar mas la atención.

Noquear a estos dos no te da demasiados problemas, aunque notas un fuerte dolor en el pecho al dar los golpes. Tu herida no es profunda, pero sí molesta... tal vez no deberías forzarla mucho más por un tiempo. Tras eso te diriges hacia donde percibiste a los otros, pero cuando estás a medio camino escuchas una fuerte detonación y el suelo tiembla. Supongo que dudarás en acercarte, es decir, caminar hacia el lugar de una explosión en un subterráneo es tentar a la suerte. En cualquier caso si te asomas por la zona, verás un pasillo derruido. Parece que esta gente tocó algo que no debía. No percibes ya sus auras.

Por suerte para ti los otros dos habían reunido ya un par de bolsas con piezas interesantes del saqueo. Probablemente querrías quedarte a seguir buscando piezas, pero así como tu mantra te avisó de la muerte de los dos de antes y del ataque de la pantera-escorpión, ahora te avisa de que estás en peligro. Percibes debajo tuya, en el piso inferior, un montón de voces hostiles. Parece que el ruido ha despertado algo. ¿Será el resto de la familia del pobre animal que has secuestrado? Dado que tu haki te alerta de que son demasiados para ti, coges a tu gatete, las bolsas y lo que has cogido del almacén y te escabulles fuera de Rocky Point. Una lástima que no hayas llegado a probar la deliciosa Rocky Cola.

Una vez de vuelta en Ur'Tuban, el hombre que te dio la información a cambio de la historia del lugar se muestra interesado en los prototipos que has recuperado. Salvo por el dispensador de munición, no tienes ni idea de lo que hacen el resto o cómo activarlos. De hecho cuando se los enseñas resulta que la mayoría están incompletos o necesitan restauración, pero aún así le gustan y está dispuesto a comprártelos junto al resto del botín. El balance final de tus ganancias sería:

- 30.000.000 de berries
- Dispensador de munición: Un objeto capaz de reciclar chatarra para crear munición. Se puede elegir el tipo de arma para el que va a ser usado y el calibre. Puede crear algunas municiones especiales como incendiaria o explosiva. En caso de que no lo quieras, tu contratante se ofrece a comprarlo por 15.000.000 de berries [Deberás pasar por creación de objetos y crearlo a tu gusto adaptándote a los límite de un objeto especial]
- Mutantera: Este animal es el resultado de experimentos de bioingeniería del Gobierno Mundial, un proyecto abandonado junto con la base de Rocky Point. Es un leopardo con piel escamosa de color fucsia y colar de escorpión. La cola genera un veneno neurotóxico de intensidad media capaz de marear y desorientar a su presa. En principio no te hará caso y si no tienes cuidado probablemente intente convertirte en su merienda o huir. En caso de que no quieras llevarte el animal, tu contratante está dispuesto a comprarlo por 20.000.000 de berries.