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Sasaki
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
La chica respondió a mis preguntas, comenzando por la de la comida de Irish Garden. Parecía que lo principal eran las patatas y se usaban tanto para comer como para beber. Aquello me resultó bastante interesante, sabía que era posible dado que en otros sitios usaban el arroz para lo mismo. Quizás debiésemos pasar por aquella isla algún día.
Por otra parte, la chica dijo que era un pirata que había vuelto de un viaje en Grand Line, lo que quería decir que no era alguien que hubiese que tomar a la ligera y que podía ser bastante peligroso, al informarme de ello me enseño el cartel de recompensa. Lo tomé prestado un momento y lo reconocí cuando lo vi. Lo había estado ojeando con Hayato hacía un tiempo, pero no nos habíamos decidido ir por él.
Hayato tras eso se puso en marcha y con un par de saltos subió a una azotea para ver por donde se había dirigido Alexei, quien era el primer rastro que teníamos del tal Leroi. La chica comentó el por qué había ido hasta allí. Parecía que seguía al pirata aquel, sin duda bastante temeraria el ir sola a por él.
-¿Ayuda? HAHAHA. ¿Lo dices en serio? – Lo que acababa de decir la chica debía de ser un chiste, pero cuando la miré de nuevo vi claramente que no era un chiste lo que acababa de decir –. Lo siento, pero no pareces alguien… Combativa, vas bien vestida y no pareces de las no les importa mancharse un poco. Pero bueno, no es asunto mío eso. Está bien. – dije tendiéndole una mano –. Aunque posiblemente hubiésemos ido a por él igualmente.
La chica comenzó a seguir un rastro de sangre que había dejado Alexei con el corte que le había provocado. Por mi parte, comprobé el filo de mis armas y avancé junto a la chica cuando vi que estaban bien.
-Por cierto, me llamo Sasaki y mi compañero endemoniado es Hayato, ambos somos cazadores del Gremio, encantado. – Nos presenté a la chica dado que aún no lo habíamos hecho –. Creo que tenemos entonces dos coincidencias, las semillas y uno de sus vendedores importantes de la zona. Si queremos pillarle antes de perder su rastro debemos ir con precaución. – le comenté mientras miraba a Hayato por si había visto algo –. Para llegar hasta él creo que debemos seguir a la rata que salió corriendo, por lo menos uno de nosotros, mientras habría que preparar una embarcación por si decide huir por mar, como creo que hará cuando se entere de lo sucedido.
Por otra parte, la chica dijo que era un pirata que había vuelto de un viaje en Grand Line, lo que quería decir que no era alguien que hubiese que tomar a la ligera y que podía ser bastante peligroso, al informarme de ello me enseño el cartel de recompensa. Lo tomé prestado un momento y lo reconocí cuando lo vi. Lo había estado ojeando con Hayato hacía un tiempo, pero no nos habíamos decidido ir por él.
Hayato tras eso se puso en marcha y con un par de saltos subió a una azotea para ver por donde se había dirigido Alexei, quien era el primer rastro que teníamos del tal Leroi. La chica comentó el por qué había ido hasta allí. Parecía que seguía al pirata aquel, sin duda bastante temeraria el ir sola a por él.
-¿Ayuda? HAHAHA. ¿Lo dices en serio? – Lo que acababa de decir la chica debía de ser un chiste, pero cuando la miré de nuevo vi claramente que no era un chiste lo que acababa de decir –. Lo siento, pero no pareces alguien… Combativa, vas bien vestida y no pareces de las no les importa mancharse un poco. Pero bueno, no es asunto mío eso. Está bien. – dije tendiéndole una mano –. Aunque posiblemente hubiésemos ido a por él igualmente.
La chica comenzó a seguir un rastro de sangre que había dejado Alexei con el corte que le había provocado. Por mi parte, comprobé el filo de mis armas y avancé junto a la chica cuando vi que estaban bien.
-Por cierto, me llamo Sasaki y mi compañero endemoniado es Hayato, ambos somos cazadores del Gremio, encantado. – Nos presenté a la chica dado que aún no lo habíamos hecho –. Creo que tenemos entonces dos coincidencias, las semillas y uno de sus vendedores importantes de la zona. Si queremos pillarle antes de perder su rastro debemos ir con precaución. – le comenté mientras miraba a Hayato por si había visto algo –. Para llegar hasta él creo que debemos seguir a la rata que salió corriendo, por lo menos uno de nosotros, mientras habría que preparar una embarcación por si decide huir por mar, como creo que hará cuando se entere de lo sucedido.
Mikazuki Hayato
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
No tardé mucho en encontrar el rastro de Alexei, no por la sangre que dejaba, desde las alturas no lo veía, sino por el escándalo que montaba mientras huía despavorido por las calles. La gente gritaba y se apartaba, desde los tejados esperaba poder ganarle algo de terreno, pero estaban helados, y tenía que poner algo más de fuerza extra para evitar resbalar y caerme a la calle. Por su parte pude ver que los otros dos no se habían quedado quietos, siguiéndole a su manera para no perderles la pista.
De vez en cuando podía verle, miraba de vez en cuando a sus espaldas con el pánico reflejado en sus ojos pero... ¿Quién le daba tanto miedo? Podía ser Sasaki, o podía ser la persona a quien rendía cuentas, alguien que no estaría muy contento al saber que uno de los suyos ha sido pillado, y que lo estaría menos si le llevaba los problemas a las puertas.
Un par de veces casi lo pierdo, al dar la vuelta por alguna esquina o metiéndose entre callejones, cambiando de dirección sin previo aviso, o quedándose escondido entre las sombras unos segundos. Sabía que lo seguía e intentaba que le perdiera la pista, pero sus heridas le delataban en cuando alguien lo veía, y perdiendo sangre trabajaba con el tiempo en su contra. De todas formas estaba haciendo algo que no esperaba, no se acercaba al puerto, en busca de un barco, sino que se alejaba del centro de la ciudad, acercándose cada vez más y más a las afueras.
Tras unos minutos eternos de persecución por fin salió al descubierto durante unos instantes, saltando un murete de piedra y recorriendo el huerto tras una pequeña casa a las afueras para adentrarse en medio del bosque. Dedicó una última mirada atrás, casi como si se asegurase de que lo estaba viendo, para luego adentrarse en el bosque, perdiéndose entre la maleza. Bajé de los tejados y me quedé mirando la dirección en la que se había marchado. Lo último que había hecho me daba mala espina, tenía la sensación de que si me adentraba solo en ese bosque no sería una buena idea. Sin nada más que hacer esperé a que llegaran los otros dos siguiendo el rastro, una vez estuviera con Sasaki y la chica rubia, si nos había seguido, podríamos hablar de cual sería nuestro próximo paso.
De vez en cuando podía verle, miraba de vez en cuando a sus espaldas con el pánico reflejado en sus ojos pero... ¿Quién le daba tanto miedo? Podía ser Sasaki, o podía ser la persona a quien rendía cuentas, alguien que no estaría muy contento al saber que uno de los suyos ha sido pillado, y que lo estaría menos si le llevaba los problemas a las puertas.
Un par de veces casi lo pierdo, al dar la vuelta por alguna esquina o metiéndose entre callejones, cambiando de dirección sin previo aviso, o quedándose escondido entre las sombras unos segundos. Sabía que lo seguía e intentaba que le perdiera la pista, pero sus heridas le delataban en cuando alguien lo veía, y perdiendo sangre trabajaba con el tiempo en su contra. De todas formas estaba haciendo algo que no esperaba, no se acercaba al puerto, en busca de un barco, sino que se alejaba del centro de la ciudad, acercándose cada vez más y más a las afueras.
Tras unos minutos eternos de persecución por fin salió al descubierto durante unos instantes, saltando un murete de piedra y recorriendo el huerto tras una pequeña casa a las afueras para adentrarse en medio del bosque. Dedicó una última mirada atrás, casi como si se asegurase de que lo estaba viendo, para luego adentrarse en el bosque, perdiéndose entre la maleza. Bajé de los tejados y me quedé mirando la dirección en la que se había marchado. Lo último que había hecho me daba mala espina, tenía la sensación de que si me adentraba solo en ese bosque no sería una buena idea. Sin nada más que hacer esperé a que llegaran los otros dos siguiendo el rastro, una vez estuviera con Sasaki y la chica rubia, si nos había seguido, podríamos hablar de cual sería nuestro próximo paso.
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