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[Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) Empty [Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) {Lun 28 Ene 2013 - 1:48}

No hacía demasiado tiempo había oído hablar sobre un grupo de revolucionarios que hacía poco habían comenzado a navegar por los mares del mundo infestado entre la guerra y la corrupción mundial. No conocía los principios de aquellos tipos, pero si que sabía que la revolución tiene por objeto un único fin.

No tenía demasiada información sobre ellos, mas si sabía que aquellos que no venían a mi acudían a otro lugar todavía desconocido para mí, mas que allí se alistaban en otra división revolucionaria. No conocía su ubicación, mas uno de mis fieles contactos en la infiltración me proporcionó la información sin duda alguna.

Durante unos días estuve navegando en solitario, dejando a Shinri no Tsukai al mando de Legan Legim y embarcándome en un viaje de descubrimiento. La revolución nunca había tenido mayor fuerza combativa, y con nuestros aliados distribuídos por todo el mundo lo tendríamos sencillo para armar una gran revolución en contra del gobierno mundial e intentar derrocar al Gorosei de una maldita vez. No obstante todos nuestros aliados todavía eran pocos, y mejor que el número es la calidad de los miembros en mitad de la batalla.

El número no lo es todo, es una frase con una verdad oculta entre unas palabras que pueden sonar muy arrogantes si no es explicado el significado, y el caso es que una fuerza conjunta hace mucho más que diversas fuerzas distribuídas. Aquellos que han viajado juntos y conocen la forma de combate de sus compañeros y lo que pueden aguantar contra los enemigos son los peores rivales a los que uno se puede enfrentar, un verdadero equipo como éstos haría frente al más alto pelotón de la marina, pues sabrían compaginarse y coordinarse entre ellos a la hora de llevar a cabo estrategias y ataques variados.

Tras unos cuatro días de un tranquilo y sosegado viaje me desperté en un bote en el cual viajaba navegando a la deriva, pero a la vez bien orientado gracias a un log pose y mi akuma no mi. Cuando alcé la cabeza me encontraba con que en el horizonte se aproximaba una isla. Miré detenidamente el log pose y observé que apuntaba justamente hacia aquella dirección, por lo que me dirigí allí sin demora. Utilicé el soru y comencé a correr a la velocidad increíble del sonido por encima del agua, generando un surco que hacía parecer que algo temible se aproximaba a la isla.

Cuando iba a tocar tierra sumé un geppou al soru, haciendo un kamisori que me transportaría a mitad del aire, hasta que encontrase un barco con bandera revolucionaria. En cuanto lo divisé me dejé caer lentamente con el geppou hasta el puesto vigía, desde allí sujeté un papel con mi mano derecha y lo dejé caer en cubierta. Un mensaje destinado al líder de aquella división que había escrito el primer día de mi viaje en solitario. Dicho mensaje decía lo siguiente.

Desconocido revolucionario escribió:Saludos líder revolucionario.

Te preguntarás quien soy, mas de momento no te lo voy a comentar, tan solo te diré que estoy interesado en contactar con usted y en realizar un trato formal. Mis asuntos pueden ser muy similares a los suyos, y antes de nada debo de corroborar que nuestros intereses pueden hallarse en común.

Puedes pensar que soy un miembro del gobierno mundial o de la marina si es tu placer. Mas sería un error pensar que haría algo de éste estilo, ellos no se molestan en tender trampas, atacan directamente. Te puedo decir que yo también pertenezco a la revolución, por ello podemos tener intereses en común.

Si deseas escuchar lo que tenga que decirte, te espero en cinco días en Baristán, en el West blue. Espero tu asistencia.

Tras aquello volví a desaparecer con un kamisori, volviendo a mi barco y dirigiéndome hacia mi destino. La isla de los barcos conocida como Baristán.
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[Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) Empty Re: [Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) {Jue 28 Mar 2013 - 1:52}

La mañana pasaba con tranquilidad aun en aquel barco de locos, el Kumori no Yoru. Quizás porque la joven la capitana del navío había llegado no mucho después del amanecer, o quizás porque en el barco no quedaba nadie; cualquiera era válida para la muchacha, que nada más abordar el barco se había ido directamente y sin hacer un solo ruido a su camarote a reposar de su escapada por el mundo.

Era probable que la banda se hubiera desintegrado nada más irse hacía varios meses y que estuviera sola en el barco. Aquellos meses de reflexión le habían servido mucho, no solo referente al cambio físico que consiguió, que también era un pro a su favor; sino a relajarse y dejar las cosas claras sobre lo que iba a pasar con los Fudo Tsumetai, si es que quedaba alguien vivo.

La muchacha no hacía otra cosa que mirar al techo de su habitación, sin perder un segundo el lugar a donde su mirada apuntaba. Las horas pasaban, pero ella seguía tumbada en la cama, con la vista perdida y fijada en el mismo lugar como si allí fuera donde se encontraba el horizonte, sin darse siquiera cuanta de como el tiempo fluía como un pequeño océano lleno de vida. En todo el tiempo que pasó, y que iba a pasar desde entonces, tan solo se escuchó un pequeño suspiro perdido para siempre entre las paredes de aquel mascarón azabache.

La tarde ya había inundado el barco casi por completo, y para desgracia de Nayra, ya habían llegado la mayoría de los integrantes de su banda: Kurapika, que nada más llegar se fue directo a la sala de entrenamientos, que para colmo estaba en la habitación contigua a la suya; Rokudo, no se le podía ocurrir otra cosa que empezar a discutir a pleno pulmón; y por último su querido y amado -por supuesto que no- Tetsu, que le había dado coba a Rokudo, y por ende, ya no se podía descansar en paz.

La parte buena de todo aquel caos que le dieron ganas de levantarse y rebanar cabezas a tutiplén era que se habían ido a discutir a la sala de entrenamientos, por lo que se iban a divertir un buen ratito con Kurapica, algo que le daba tiempo suficiente para subir a cubierta y relajarse antes de que se dieran cuenta de que la líder asesina había vuelto con incluso más ganas que antes de matar.

El camino fue tal y como se esperaba, libre de torpes e incompetentes inútiles; en el fondo le decepcionó un poco, tenía ganas de intentar asesinar cruelmente a su segundo al mando, incluso se había planteado la posibilidad de colgar su cabeza como trofeo en la puerta de su habitación. Al llegar a cubierta vio como los colores anaranjados del atardecer empezaban a cobrar forma, logrando, poco a poco, que el Kumori no Yoru se fundiera con el ambiente, era lo bueno de tener un barco totalmente negro.

Cuando examinó bien el lugar se dio cuenta de que no estaba sola. Su compañero gyojin también estaba por allí, pero por lo visto era algo más normal y con menos traumas patológicos venidos de la infancia que el resto. La joven muchacha dibujó una leve sonrisa en su rostro y levantó la mano a modo de saludo. Unagi se quedó algo sorprendido, no esperaba para nada que Nayra estuviera allí; simplemente imitó a la chica devolviéndola el saludo y siguió mirando el mar.

No pasó mucho tiempo antes de que Nayra se percatara de un pequeño papel que recorría al son de la brisa el suelo del barco. Se agachó quedando de cuclillas ante el trozo de papel y empezó a leerlo en voz baja, lo suficientemente alto como para que se le quedara la idea bien grabada en la cabeza, pero no tanto como para que la anguila que tenía a su espalda se enterara.

Al leer el último punto de la nota una enorme y picaresca sonrisa se encarnó en su rostro, y casi por inercia de su brazo empezó a emerger lo que parecía ser metal líquido. Al principio éste tomó la forma de una katana la cual atravesó con facilidad el papel. Cogió la katana de forma similar a la de un asesino agarrando una daga y con un rápido y preciso movimiento la dirigió hacia el suelo, mas un instante antes de que el acero lo tocara este cambió su forma, pasando de ser un arma de filo a un verdadero rompe huesos, un martillo de dos manos que chocó con gran brutalidad contra el suelo, haciendo temblar casi toda la embarcación.

-Vuestra puta jefa ha llegado, cabrones.

El mensaje que quería hacer llegar a todos era bastante claro. Y por su puesto no le valía que lo supieran, no. Tenía que decirlo, aunque fuera en un fino susurro, para quedarse tranquila. La carta tenía gran parte de responsabilidad en aquel acto, pero también su actitud ególatra.

Soltó el martillo con un grácil movimiento y éste al instante comenzó a desvanecerse, algo parecido a lo que hizo la joven, que en pocos segundos ya se había escabullido por estribor y había logrado subirse a uno de los botes que siempre aguardaban a los laterales del Kumori. Se colocó bien el haori blanco que llevaba puesto y se acomodó un poco el pelo, que después de tantas horas en cama había adquirido una forma más alocada de lo normal.

"Está bien, desconocido revolucionario, vamos a ver si tenemos algo en común." Pensó mientras esbozaba una leve sonrisa.

Tenía cinco días para llegar a aquella isla, Baristán, cosa que a Nayra le daba y sobraba. Por el día dormiría todo lo que pudiera y por la noche, donde podía orientarse mejor gracias a los astros, navegaría. La gente normal haría lo contrario, pero Nayra era de todo menos normal, cosa que se veía nada más observar a la panda de locos que tenía por "banda revolucionaria".

Los días pasaron y su idea principal se cumplía a la perfección. El viento ayudaba mucho en el viaje, cosa que Nayra agradecía simplemente esbozando una leve sonrisita muy de vez en cuando. No hubo ninguna complicación para la asesina, y los pocos navíos de la marina que se encontró por el camino o la ignoraban por ser una simple barca, o se los encontraba de noche; una pena, la podre hacía mucho que no segaba vidas de reclutas ilusos que pensaban que iban a sobrevivir y escalar puestos en su jerarquía.

Cinco días. Justo como un reloj. La tarde ya daba paso a la noche y los colores cálidos daban lugar a los más fríos. La pequeña barca ya anclada a aquella isla rara casi no se distinguía; algo parecido ocurría con la joven, que solo era visible por su haori blanco y por sus ojos felinos, que parecían resplandecer aun en la más profunda de las tinieblas.

No sabía que iba pasar en aquella isla, no sabía a quien se iba a encontrar, lo único que Nayra sabía es que, al menos por el momento, una alianza era algo que les convenía. Ya les contaría más tarde a los estúpidos de su banda que no podían matar a algunas personas, o al menos no dejando pruebas.

-Te estoy esperando...- Dijo en baja voz a la par que se adentraba en la isla donde encontraría al revolucionario desconocido.

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[Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) Empty Re: [Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) {Jue 2 Mayo 2013 - 17:07}

- Manteneros a una distancia prudente. No quiero que entréis en la isla bajo ningún concepto, aunque la veías hundirse. No quiero heroicismos y yo puedo enfrentarme a la situación. Tened paciencia.

Mis palabras se mostraron un poco duras, pero ya tenía la experiencia suficiente para saber que si no les decía esas cosas, mis queridos camaradas serían capaces de ir a la isla y rodear al lider revolucionario que se debía de presentar ante mí. En el caso que no se presentase solo debía de saber que le sería imposible atraparme si era su objetivo. No iría confiado ante un desconocido del cual no sabía absolutamente nada.

Mi tripulación quedó a mi espalda y en mi mano derecha sujetaba el ancla sobre mi hombro, la cual arrojé desde proa para mantener la embarcación allí varada a unos dos kilometros aproximadamente de la isla. Me posé sobre la gran cabeza de dragón del mascarón de proa y oteé la gran isla con el catalejo en la mano. No parecía haber vida por allí, tan solo la madera flotante de los barcos reunida conformando la isla de Baristán. No se apreciaba movimiento alguno.

Me quité el catalejo del ojo y lo guardé, me giré y se lo arrojé a Tsuna para que lo recogiese, ya que le pertenecía por el puesto de vigía que desempeñaba en la embarcación. Volví la vista al frente nuevamente. Todo parecía estar preparado para el encuentro y aquella misteriosa persona no tardaría en llegar en caso de haber aceptado mi invitación. Sonreí y me despedí de mis camaradas, que seguramente habrían pasado de mí hasta el culo. Unos tipos muy majos.

Utilicé el kamisori para ir sobre la superficie del agua, dejando una estela sobre la superficie de ésta y revelando donde me dirigía con exactitud. Aquello causó un poco de oleaje que movería el Kodai Ryu y seguramente haría caer al suelo algún torpe que estuviese despistado, después sería una buena anécdota para reirse y liberar tensiones.

Fui directamente a la isla, a la parte central que se divisaba desde mi perspectiva. Nada más llegar aterricé con una rodilla hincada en la madera y el puño opuesto al lado. La madera crujió, estaba algo podrida por el paso de los años, aunque misteriosamente ésta isla nunca desaparecía, ni por el más arduo temporal. Me levanté y me quedé mirando hacia los lados en busca de un lugar elevado donde poder recibir a mi invitado... O invitada, todavía no sabía si el lider era hombre o mujer ni si era humano, gyojin, brazos largos, piernas largas, gigante... No sabía absolutamente nada de esa persona, y por ello había elegido éste lugar tan remoto y deshabitado.

Desde luego, aquello era realmente un cementerio de barcos, todo eran escombros y restos de antiguas embarcaciones, banderas piratas, restos de la ropa de los marineros que una vez navegaron en dichas embarcaciones. Habían mástiles astillados, mascarones partidos en mil pedazos, quillas que sobresalían como estacas y velas que cubrían la madera como un velo de sepultura.

Encontré un lugar que estaba bastante algo y con la madera sin astillar, un lugar perfecto para sentarse a esperar la llegada de alguien, un lugar idóneo para otear todo el horizonte y que me viesen que estaba a solas en dicha isla. Sin dudarlo comencé a subir tranquilamente, mas para mi asombro cuando quise llegar a lo alto pude ver movimiento allá al otro lado, una persona se movía hacia la izquierda (desde mi posición) observando a todas partes.

Esa persona vestía una especie de chaqueta blanquecina, un pantañón de longitud media de un tono violáceo y unas zapatillas negras. Una persona que parece ser alta y con su corto cabello de color violeta ondeando al viento. Se trataba de una mujer. No podía ser otra persona que pasase por allí, aunque resultaba extraño, era incluso más joven que yo, se veía en su rostro la juventud. Esbocé una sonrisa irónica mientras pensaba en mis recuerdos y me planté en lo alto de aquélla madera en la que me iba a sentar. Comencé a hablar directamente hacia aquella mujer.


- Saludos. ¿Debo intuir que eres tú la líder revolucionaria de Fudo Tsumetai? Yo soy quien te mandó aquella carta... Bueno, más bien la entregué yo mismo.

Aguardé su reacción mientras la observaba con mismanos dentro de los bolsillos. Todavía no estaba seguro de si quería formar la alianza o por el contrario le había traído aquí otro propósito, y por supuesto todavía no sabía al cien por cien si esa persona era la líder revolucionaria a quien iba dirigida la carta. Esperaba no tener que utilizar la fuerza en ninguno de los casos... No sería nada fácil.
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[Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) Empty Re: [Pasado][Privado] La revolución reunida (Privado Nayla y Nocturne93) {}

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