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Kidah95
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Volví a sentir sus labios sobre los mios pero esta vez habia sido él, el que me habia besado. Esto no estaba bien, eramos familia lejana pero aun así estaba mal. No quería aceptar lo que sentía... Mi mente me decía que no siguiera pero mi corazón decía todo lo contrario. Al final, ganó el corazon y me dejé llevar. No quise admitirlo pero desde que le conocí, desde que me invitó a aquel coñac y a esa comida, supe que sentía algo por él pero seguramente solo sería atracción ¿No? ¿O acaso era otro tipo de sentmiento...?
Me puse encima suya para hacer aquel beso más profundo, poniendo mis manos en su nuca, acercándolo más. Nuestras lenguas jugueteaban, era una sensación muy cálida y placentera. Le quité la parte de arriba del pijama. Acaricié con mis manos su abdomen, su pecho y sus brazos, tenia un buen cuerpo. Se nota que lo cuidaba. Sonreí mientras nos besábamos, me reía de lo que pensaba de su cuerpo. Era una locura lo que podria llegar a pasar si seguiamos así pero esa locura me haría feliz. Ya todo me daba igual, seguiría hasta el final pasase lo que pasase.
Me puse encima suya para hacer aquel beso más profundo, poniendo mis manos en su nuca, acercándolo más. Nuestras lenguas jugueteaban, era una sensación muy cálida y placentera. Le quité la parte de arriba del pijama. Acaricié con mis manos su abdomen, su pecho y sus brazos, tenia un buen cuerpo. Se nota que lo cuidaba. Sonreí mientras nos besábamos, me reía de lo que pensaba de su cuerpo. Era una locura lo que podria llegar a pasar si seguiamos así pero esa locura me haría feliz. Ya todo me daba igual, seguiría hasta el final pasase lo que pasase.
León Zaid
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Akuma no mi
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Labios sobre labios abriendo y cerrándose sobre estos, haciéndose paso para volver a atrapar los labios del otro, intercambio de caricias con nuestros propios labios seguidos de lametones excitantes e intercambios de fluidos que lejos de ser desagradable aumentaban la lujuria de ambos a un ritmo frenético.
Poco a poco el ambiente de la habitación se calentaba por nuestra culpa, nos calentábamos más y más con cada segundo que pasaba y las acciones iban a mayores a un ritmo rápido. Todo estaba centrado en los primeros preliminares hasta que Kidah me quitó la parte superior del pijama al tiempo que yo quitaba su parte superior y lo besaba deprisa para desnudar rápido su cuerpo entero después.
Al cabo de las siguientes horas tuvo lugar en esa habitación uno de los actos más primitivos del hombre y del cual la diosa de la lujuria estaría orgullosa, cuerpos perfectos de un hombre y una mujer uniéndose en uno, estando ambos empapados de sudor y satisfaciendo sus necesidades mas primarias en una larga y apasionante noche. Sin duda alguna fue una de las mejores noches de mi vida acompañado sobretodo por sus gemidos excitantes en mi oído junto a su cálido aliento.
Al día siguiente desperté como era costumbre a las siete de la mañana, evidentemente la joven que me acompañaba, pirata, no tendría tales costumbres, por lo que una idea surgió en mi cabeza de inmediato y que pronto llevaría a cabo, no sin antes detenerme a observarla unos minutos. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al verla dormida como un ángel a mi lado, abrazada a mi pecho y con los labios sobre mi hombro, parecía no solo satisfecha, sino además feliz. Realmente estaba aún mas bella con semejante sonrisa.
Sin hacer mucho ruido o movimiento me separé hasta salir completamente de la cama y me vestí raudo, quería salir de allí rápido y sin despertarla. Objetivo que al final logré cumplir.
Una vez fuera de la habitación marché a la cocina del hostal pasando desapercibido aprovechando que aún no había cliente alguno despierto, pero por fortuna si estaba el desayuno recién hecho en masa, ya que solían preparar un buffet de desayuno para todos los cientes, incluido en el precio por supuesto. Sin ser visto ni llamar la atención robé dos tazas de chocolate caliente, varios pasteles y algunas tostadas ya untadas. Mi plan estaba yendo correctamente.
Llegué cargado a la habitación todo lo veloz y silencioso que pude dejando en la pequeña mesa todo este desayuno organizado de manera que gustase tanto al paladar como a la vista. Lo acompañé de una nota puesta sobre un plato que decía: "Buenos días renacuaja ¿Has dormido bien?". Acto seguido volví a desvestirme y me volví a la cama poniéndome en la misma posición que estaba antes de levantarme.
Esta vez metí mis manos bajo las sábanas, poniendo una sobre su cintura aunque algo más baja, y queriendo provocar que despertase con la otra mano lancé el zapato hacia el armario. Era ya las ocho de la mañana, supongo que temprano para ella, pero de despertar mas tarde el desayuno se enfriaría. Tras lanzar el zapato cerré los ojos haciéndome el dormido esperando que ella fuese la que pareciese despertar primero y ver su reacción con los ojos medio cerrado, pudiendo ver de forma borrosa sus movimientos aparentando tenerlos cerrados.
Poco a poco el ambiente de la habitación se calentaba por nuestra culpa, nos calentábamos más y más con cada segundo que pasaba y las acciones iban a mayores a un ritmo rápido. Todo estaba centrado en los primeros preliminares hasta que Kidah me quitó la parte superior del pijama al tiempo que yo quitaba su parte superior y lo besaba deprisa para desnudar rápido su cuerpo entero después.
Al cabo de las siguientes horas tuvo lugar en esa habitación uno de los actos más primitivos del hombre y del cual la diosa de la lujuria estaría orgullosa, cuerpos perfectos de un hombre y una mujer uniéndose en uno, estando ambos empapados de sudor y satisfaciendo sus necesidades mas primarias en una larga y apasionante noche. Sin duda alguna fue una de las mejores noches de mi vida acompañado sobretodo por sus gemidos excitantes en mi oído junto a su cálido aliento.
...
Al día siguiente desperté como era costumbre a las siete de la mañana, evidentemente la joven que me acompañaba, pirata, no tendría tales costumbres, por lo que una idea surgió en mi cabeza de inmediato y que pronto llevaría a cabo, no sin antes detenerme a observarla unos minutos. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al verla dormida como un ángel a mi lado, abrazada a mi pecho y con los labios sobre mi hombro, parecía no solo satisfecha, sino además feliz. Realmente estaba aún mas bella con semejante sonrisa.
Sin hacer mucho ruido o movimiento me separé hasta salir completamente de la cama y me vestí raudo, quería salir de allí rápido y sin despertarla. Objetivo que al final logré cumplir.
Una vez fuera de la habitación marché a la cocina del hostal pasando desapercibido aprovechando que aún no había cliente alguno despierto, pero por fortuna si estaba el desayuno recién hecho en masa, ya que solían preparar un buffet de desayuno para todos los cientes, incluido en el precio por supuesto. Sin ser visto ni llamar la atención robé dos tazas de chocolate caliente, varios pasteles y algunas tostadas ya untadas. Mi plan estaba yendo correctamente.
Llegué cargado a la habitación todo lo veloz y silencioso que pude dejando en la pequeña mesa todo este desayuno organizado de manera que gustase tanto al paladar como a la vista. Lo acompañé de una nota puesta sobre un plato que decía: "Buenos días renacuaja ¿Has dormido bien?". Acto seguido volví a desvestirme y me volví a la cama poniéndome en la misma posición que estaba antes de levantarme.
Esta vez metí mis manos bajo las sábanas, poniendo una sobre su cintura aunque algo más baja, y queriendo provocar que despertase con la otra mano lancé el zapato hacia el armario. Era ya las ocho de la mañana, supongo que temprano para ella, pero de despertar mas tarde el desayuno se enfriaría. Tras lanzar el zapato cerré los ojos haciéndome el dormido esperando que ella fuese la que pareciese despertar primero y ver su reacción con los ojos medio cerrado, pudiendo ver de forma borrosa sus movimientos aparentando tenerlos cerrados.
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Soñaba que estaba en el mundo del chocolate, todo era de chocolate, me estaba poniendo las botas pero ese sueño se acabó cuando oí un gran golpe que me despertó de golpe. Pegué un salto y me caí de la cama. Tenia los pelos revueltos y estaba media dormida, me levanté del suelo mirando a ver si había entrado alguien o si se había caído algo, y vi un zapato en al lado del armario ¿Qué hace ahí un zapato?, ¿Qué hay un fantasma o qué?
Miré por la ventana, era de madrugada... No quería despertarme tan pronto pero ya que estaba levantada, ya daba igual. Levanté los brazos y me estiré... Que fresquito hacia, me sentía muy liviana. Demasiado para mi gusto, parecía que no llevaba ropa. Pasé la vista por toda la habitación y mi ropa estaba tirada por el suelo... Abrí los ojos de golpe cuando me di cuenta de que estaba desnuda ¿Qué había pasado? Rascaba mi cabeza para recordar lo que ocurrió a noche... En eso, se me subieron los colores a la mejilla, ya lo había recordado. Vi la cama y ahí estaba León, con el torso desnudo, durmiendo.
Me reí un poco sabiendo lo que habia sucedido. Cojí su camisa y me la puse, me iba enorme pero me daba pereza ponerme mi ropa.Sonreí y cerré los ojos al sentir su fragancia en la camisa.
En la mesita estaba el desayuno: unos pastelitos, unas tostadas untadas y dos tazas de chocolate caliente. Se me hacia la boca agua. Me acerqué para coger una taza pero vi una nota, la abrí y me reí con lo que ponía. Dejé la nota, cojí las dos tazas y fuí hacia la cama. Puse las tazas en la mesita de noche del lado de León y me senté encima suya. Le di un beso dulce.
-Gracias por el detalle -sonreí y le volví a besar-.
Miré por la ventana, era de madrugada... No quería despertarme tan pronto pero ya que estaba levantada, ya daba igual. Levanté los brazos y me estiré... Que fresquito hacia, me sentía muy liviana. Demasiado para mi gusto, parecía que no llevaba ropa. Pasé la vista por toda la habitación y mi ropa estaba tirada por el suelo... Abrí los ojos de golpe cuando me di cuenta de que estaba desnuda ¿Qué había pasado? Rascaba mi cabeza para recordar lo que ocurrió a noche... En eso, se me subieron los colores a la mejilla, ya lo había recordado. Vi la cama y ahí estaba León, con el torso desnudo, durmiendo.
Me reí un poco sabiendo lo que habia sucedido. Cojí su camisa y me la puse, me iba enorme pero me daba pereza ponerme mi ropa.Sonreí y cerré los ojos al sentir su fragancia en la camisa.
En la mesita estaba el desayuno: unos pastelitos, unas tostadas untadas y dos tazas de chocolate caliente. Se me hacia la boca agua. Me acerqué para coger una taza pero vi una nota, la abrí y me reí con lo que ponía. Dejé la nota, cojí las dos tazas y fuí hacia la cama. Puse las tazas en la mesita de noche del lado de León y me senté encima suya. Le di un beso dulce.
-Gracias por el detalle -sonreí y le volví a besar-.
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La joven despertó confusa tratando de averiguar que la había despertado, definitivamente me encantaba verla mirando a un lado y a otro confusa, resultaba bastante divertido.
Para mi sorpresa se estuvo riendo al verme dormido, ¿Qué sucedía? ¿Tenía una posición graciosa? Pero lo más curioso y a la vez encantador es que se puso mi camisa, la cual le quedaba grande y holgada, pero sin embargo era perfecta para ella, no sabría decir el motivo, cuando todo indica que le queda mal mires como lo mires, sin embargo era la realidad, estaba preciosa con mi camiseta puesta y caminando sorprendida hacia el desayuno, más aún cuando se giró hacia mi sonriente para besarme, ante lo cual sin abrir los ojos reí un poco.
- No es nada, se me da bien robar comida - Dije abriendo esta vez los ojos y rodeando su cintura con mis brazos. Tras unos segundos observando su preciosa sonrisa agarre su cintura y la volqué en la cama poniéndola acostada boca arriba conmigo encima divirtiéndome con el juego poniéndome encima. - ¿Eres consciente de lo que hemos hecho? - Pregunté sonriente - ¡Esto debe de ser ilegal en muchos sitios y en varias religiones por todo el mundo - Dije riendo mirándola con una sonrisa mientras continué en mis pensamientos. -Y sin embargo me encanta...
A ritmo tranquilo comenzamos a desayunar devorándolo todo saciando nuestra hambre, y consumiendo el chocolate con bastante placer. A medida que desayunábamos trataba de controlarme, pero en algunas ocasiones me sorprendía mirándola con una sonrisa, feliz por tenerla conmigo y haber hecho todo lo que hicimos la noche pasada.
En esta ocasión no nevaba, era extraño en una isla como esta, pero en vez de nieve llovía. Una ligera lluvia caía empapando todo a su paso ante la estupefacción de los habitantes del lugar. La lluvia me gustaba, la verdad, pero en esa ocasión solo me invitaba a estar triste, aunque seguramente la lluvia no tenía nada que ver con esa tristeza, el motivo lo tenía frente a mi en ese momento, la despedida que sabía que se acercaba a un ritmo rápido.
Finalmente terminamos y nos vestimos, era la hora de mi marcha, por lo que nuestros caminos se iban a separar, temporalmente al menos. No me cabía duda de que pronto sabría de ella, pensaba investigarla costase lo que costase, hacer todo lo posible para tenerla vigilada desde la distancia para estar al tanto de que le ocurría, si era feliz o si necesitaba ayuda, y quizás, solo quizás, recurrir a esa idea loca que tenía en mente. Miré a la joven sonriente y la abracé de forma cariñosa.
- Kidah, debo de irme ya... fue un placer conocerte y ... compartir todos esos momentos contigo... la despedida es difícil ¿Sabes?- Dije sonriendo mientras miraba a otro lado, maldecía este momento con todo mi ser. - Mantendré mi promesa, y no moriré, confía en mi... espero que seas inteligente y aprendas a sobrevivir, no quisiera descubrir algún día algo que me obligase a actuar, y procura no llamar demasiado la atención de la marina o el gobierno... cuanto menos lo hagas mejor, ya que si llamas demasiado la atención te enviarían a personas incluso más peligrosas que yo... cuidate, ¿Si? Se feliz.- Terminé con la voz temblorosa y una forzada sonrisa tratando de mirar el cristal empañado de gotas de agua y reí suavemente. - Y abrígate... hoy hace frío...
Para mi sorpresa se estuvo riendo al verme dormido, ¿Qué sucedía? ¿Tenía una posición graciosa? Pero lo más curioso y a la vez encantador es que se puso mi camisa, la cual le quedaba grande y holgada, pero sin embargo era perfecta para ella, no sabría decir el motivo, cuando todo indica que le queda mal mires como lo mires, sin embargo era la realidad, estaba preciosa con mi camiseta puesta y caminando sorprendida hacia el desayuno, más aún cuando se giró hacia mi sonriente para besarme, ante lo cual sin abrir los ojos reí un poco.
- No es nada, se me da bien robar comida - Dije abriendo esta vez los ojos y rodeando su cintura con mis brazos. Tras unos segundos observando su preciosa sonrisa agarre su cintura y la volqué en la cama poniéndola acostada boca arriba conmigo encima divirtiéndome con el juego poniéndome encima. - ¿Eres consciente de lo que hemos hecho? - Pregunté sonriente - ¡Esto debe de ser ilegal en muchos sitios y en varias religiones por todo el mundo - Dije riendo mirándola con una sonrisa mientras continué en mis pensamientos. -Y sin embargo me encanta...
A ritmo tranquilo comenzamos a desayunar devorándolo todo saciando nuestra hambre, y consumiendo el chocolate con bastante placer. A medida que desayunábamos trataba de controlarme, pero en algunas ocasiones me sorprendía mirándola con una sonrisa, feliz por tenerla conmigo y haber hecho todo lo que hicimos la noche pasada.
En esta ocasión no nevaba, era extraño en una isla como esta, pero en vez de nieve llovía. Una ligera lluvia caía empapando todo a su paso ante la estupefacción de los habitantes del lugar. La lluvia me gustaba, la verdad, pero en esa ocasión solo me invitaba a estar triste, aunque seguramente la lluvia no tenía nada que ver con esa tristeza, el motivo lo tenía frente a mi en ese momento, la despedida que sabía que se acercaba a un ritmo rápido.
Finalmente terminamos y nos vestimos, era la hora de mi marcha, por lo que nuestros caminos se iban a separar, temporalmente al menos. No me cabía duda de que pronto sabría de ella, pensaba investigarla costase lo que costase, hacer todo lo posible para tenerla vigilada desde la distancia para estar al tanto de que le ocurría, si era feliz o si necesitaba ayuda, y quizás, solo quizás, recurrir a esa idea loca que tenía en mente. Miré a la joven sonriente y la abracé de forma cariñosa.
- Kidah, debo de irme ya... fue un placer conocerte y ... compartir todos esos momentos contigo... la despedida es difícil ¿Sabes?- Dije sonriendo mientras miraba a otro lado, maldecía este momento con todo mi ser. - Mantendré mi promesa, y no moriré, confía en mi... espero que seas inteligente y aprendas a sobrevivir, no quisiera descubrir algún día algo que me obligase a actuar, y procura no llamar demasiado la atención de la marina o el gobierno... cuanto menos lo hagas mejor, ya que si llamas demasiado la atención te enviarían a personas incluso más peligrosas que yo... cuidate, ¿Si? Se feliz.- Terminé con la voz temblorosa y una forzada sonrisa tratando de mirar el cristal empañado de gotas de agua y reí suavemente. - Y abrígate... hoy hace frío...
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-Jaja soy muy consciente de lo que hicimos pero lo prohibido es lo que más me atrae -Dije cogiendolo del cuello para atraerlo hacia mi y darle un beso-. Vayamos a desayunar, después de lo de anoche estoy que me muero del hambre.
Estuvimos desayunando tranquilamente, sin prisas pero a la vez devorandolo con ansias. El chocolate era lo mejor, era un placer beberlo. Pillé varias veces a León mirándome con una sonrisa, parecía muy feliz. Yo también le sonreía. Me sentía muy agusto y feliz pero todo eso se iría en el momento que nos tengamos que ir y separarnos, hasta que nuestros caminos se volvieran a encontrar...
Terminamos y nos vestimos. Miraba tras la ventana, estaba lloviendo en vez de nevar... Parece que el cielo también estaba triste de esta despedida pero no más triste que yo... Le oia hablar, le estaba escuchando pero no le miraba... Tenía la mirada perdida en la ventana, viendo como caían las gotas de lluvia en el cristal y se deslizaban por este.
-No prometo nada... Solo espero que cumplas tu promesa... -le miré con una sonrisa-. Espero que nos volvamos a ver... Cuídate... -acerque mi cara a la suya, y con una voz suave y dulce-. Te quiero...
Le besé por última vez con varias lágrimas en los ojos. No quería separarme pero no tenía opcion. Le dí un fuerte abrazo sin que pudiera ver mis lágrimas y me aleje de él lo más rápido posible. Si me hubiera quedado un segundo más, no podría haberme separado de él... Habría sido más duro para los dos... Salí a la calle con miles de lágrimas... Fuí corriendo hacia el puerto sin mirar hacia atrás para colarme en el primer barco comerciante que haya.
Estuvimos desayunando tranquilamente, sin prisas pero a la vez devorandolo con ansias. El chocolate era lo mejor, era un placer beberlo. Pillé varias veces a León mirándome con una sonrisa, parecía muy feliz. Yo también le sonreía. Me sentía muy agusto y feliz pero todo eso se iría en el momento que nos tengamos que ir y separarnos, hasta que nuestros caminos se volvieran a encontrar...
Terminamos y nos vestimos. Miraba tras la ventana, estaba lloviendo en vez de nevar... Parece que el cielo también estaba triste de esta despedida pero no más triste que yo... Le oia hablar, le estaba escuchando pero no le miraba... Tenía la mirada perdida en la ventana, viendo como caían las gotas de lluvia en el cristal y se deslizaban por este.
-No prometo nada... Solo espero que cumplas tu promesa... -le miré con una sonrisa-. Espero que nos volvamos a ver... Cuídate... -acerque mi cara a la suya, y con una voz suave y dulce-. Te quiero...
Le besé por última vez con varias lágrimas en los ojos. No quería separarme pero no tenía opcion. Le dí un fuerte abrazo sin que pudiera ver mis lágrimas y me aleje de él lo más rápido posible. Si me hubiera quedado un segundo más, no podría haberme separado de él... Habría sido más duro para los dos... Salí a la calle con miles de lágrimas... Fuí corriendo hacia el puerto sin mirar hacia atrás para colarme en el primer barco comerciante que haya.
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- El reencuentro con ella.[Privado León & Kidah]
- La forja de la amistad El rojo Y La nieve (Privado-Pasado Lejano) (Lupin y Lie)
- [privado] Descubriendo aliados. Vagando por el cuartel. (Privado Nocturne y León Zaid)
- [Privado] [Fear Liath & Kidah] En busca de piratas.
- [Privado/Pasado] Conociendo a un pulpo [Koro & Kidah]
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