[Maestro-alumno /Sora, Etsu] Enseñando a volar al marine

Una botella de agua quedaba suspendida delante de mi cara. La cogí con la boca por la cabeza y comencé a beber. Tenía las manos atadas y no podía con las manos. Me la bbí toda y la tiré al suelo. Tras ese breve parón para beber agua, seguí ascendiendo por el árbol con las suelas metálicas de pinchos. Subí a la copa del árbol y me lancé desde allí hacia el suelo. No me haría daño pues era Logia y con descomponerme valía. Una vez en el suelo ya recompuesto, me precipité de nuevo a subir al árbol, tantas veces como hiciera falta. Tenía que aprender el Geppou para tener más ventaja a la hora de los combates.

Ahora subía más deprisa, como más decidido y parecía que iba mas ligero. me costaba menos subir y no me equivocaría dos veces en el mismo sitio. Estaba muy motivado para aprender esta técnica, pues podría ser imprescindible para alguna de mis próximas misiones. Cuanto más me esforzara en conseguir mis objetivos, más fácil sería convertirme en Almirante de la Marina. Aún era un Sargento, pero iba subiendo en el escalafón rápidamente, como la espuma. No se que pensarías los superiores sobre mí, pero esperaba que dijeran que era un tipo con mucho futuro dentro de la Marina.

Gajeel se bebió toda la botella y luego la arrojó al suelo para seguir subiendo por el árbol. Esta vez con fuerzas renovadas. Una vez llegó a la copa se arrojó al vacío, cuando se empotró contra el suelo se convirtió en arena y volvió a subir de nuevo. Así una y otra vez, sin demora. Parecía incansable, finalmente, cuando ya llevábamos tres horas me acerqué a él.

-Vale, paremos ya por hoy, será mejor dejarlo ya para mañana -dije con tranquilidad y ofreciéndole la última botella de agua para cuando bajase -bien hecho, pero no te sobresfuerces.

Deberíamos continuar así durante algunas semanas antes de que empezara a hacerlo sobre las paredes lisas. No quería abusar y sobre todos debía darle tiempo de descanso a sus músculos. solo faltaba que encima se lesionase. Miré el reloj viendo que ya era casi hora de comer.

-Venga, asearte un poco y te invito a comer -dije sonriente.

Tendría que rellenar las botellas de agua para mañana, por lo que las hice levitar una a una y fui llevándolas hasta la mochila, donde las fui metiendo. Esperaría a que me diese el arnés y las suelas con púas, entonces descolgaría la cuerda, la enrollaría y también lo metería todo en la mochila. Después de tener el equipo, no era buena idea dejarlo todo por ahí desperdigado.

Al hacer varias veces seguidas el ejercicio, Etsu dijo que parasemos por hoy que ya era suficiente. Llevó las botellas de agua levitando hasta la mochila. La verdad es que el poder de Etus era bastante interesante. Las palabras de "no te sobre esfuerces" las agradecí, pero yo era un tipo de los que siempre llevaba al máximo mis límites y no me conformaba hasta sobrepasarlos, costase lo que costase.

Etsu me dijo de invitarme a comer, yo no me podía negar. Tenía un hambre como para comerme un Rey Marino entero y crudo, bueno no, mejor muy hecho. tras asearme, esperé a que Etsu comenzara a andar para seguirlo e ir a comer fuera donde fuese. El estómago me rugí y se podía comprobar porque parecía un tigre rugiendo. No se si Etsu sabía o no cocinar pero si no sabía, yo que era cocinero de profesión haría la comida con gusto. También bebería agua ya que estaba de servicio y no era lógico que bebiera sake o whisky.

Mientras esperaba para seguirlo, quise preguntarle a Etsu una cosa:

- Oye Etsu, ¿que te llevó a unirte al Cipher Pol? ¿Vocación tal vez? ¿Promesa? Dime, ¿por que te uniste al Cipher Pol y que obligaciones tienes tu en dicha organización?

Era una cosa que me intrigaba en gordo, aunque si no tendríamos los mismos ideales siempre lo trataría con respeto, pues para mi es un gran luchador y un gran Agente del Gobierno. Ya hay muy pocos que sean fieles tanto al Cipher Pol como a la Marina y creo que Etsu es una de esas pocas personas fieles, es fiel incluso así mismo.

Gajeel parecía estar de acuerdo con lo de ir a comer, porque no tardó en bajar y asearse un poco en un riachuelo cercano. Yo esperé a que terminase y una vez hubo acabado me dirigí de nuevo al cuartel. Lo mejor sería comer allí algo, no tenía nada que cocina y dudaba que él tuviese ganas de esperar. Mientras iba tranquilamente me sorprendió su pregunta, por qué me había unido a la Ciher Pol. Era una pregunta interesante, iba a preguntarle con la misma, pero decidí que lo mejor era no guardar secretos innecesarios.

-Cuando era pequeño vivía en Rithhall, una pequeña isla del East Blue, un día fue atacada por piratas que esclavizaron a mujeres y niños, violaron a las mujeres y mataron a los hombres –comenté con calma, sin tener nada que ocultar -yo estaba jugando con otros niños en el interior, por lo que llegué al oler el humo. Mi madre estaba muerta y nos escondimos en una cabaña. Otros menos cautos se acercaron a los piratas y murieron al instante.

Hice una pequeña pausa, habían pasado años y aunque era una persona poco sentimental, era humano al fin y al cabo. El dolor emocional me afectaba como a todos. Cogí un poco de aire, desvié ligeramente la mirada y continué hablando con el mismo tono que antes.

-Un agente del gobierno vino, mató a los piratas y buscó supervivientes, solo quedábamos un amigo y yo y él estaba enfermo –dije volviendo a mirar a Gajeel y esbozando una leve sonrisa -mi amigo murió y el CP me dejó en la siguiente isla. Pensé que si entraba podría ser fuerte y hacer tanto bien como hizo aquel hombre ese fatídico día.

No me era fácil contarlo, pero tampoco es que me fuera a poner a llorar recordando el pasado. Era un superviviente, y no iba a dejar de serlo ahora. Ya que Gajeel había preguntado, yo me animé a preguntarlo lo mismo.

-Bueno, ¿qué hay de ti, qué te hizo entrar a la marina? -inquirí con curiosidad.

Etsu también se interesó por como yo había ingresado en la Marina, me preguntó que me hizo entrar a la Marina. Paré, miré al cielo y se lo expliqué:

- Verás querido amigo. Yo nací en la Isla del Karate, famosa por la lucha cuerpo a cuerpo que allí se emplea pero no me llamaba mucho la atención,  y lo que yo realmente quería hacer era ser Espadachín. Un día unos asquerosos y sucios piratas,- Mi mirada cambió drásticamente, una mirada sádica llena de odio. - atacaron la Aldea donde yo vivía. En ese tiempo yo era aún un pequeño recién nacido. Mataron a todo el mundo, incluyendo a mis padres. Gracias a dios que la Marina apareció y asesinó a todos aquellos piratas. Un recluta me encontró llorando, me recogió y se lo llevo a su superior que allí se encontraba en ese momento. Me llevaron al Cuartel General y decidieron que cuando creciera me tendría que convertir en Marine. Una señora crió, para mi era mi madre, aunque no lo fuera pero fue a la única que conocí y fue la que me crió. A medida que fui creciendo, me preparaba para ser Marine jurando que algún día, los piratas de la actualidad pagarían por los hechos que hicieron los piratas que arrasaron mi aldea. Odio a todos y cada uno de los piratas y no voy a tener piedad de ninguno. Gracias a aquellos marines y a la Marina en general sigo vivo y les estaré eternamente agradecidos. Daré mi vida por cualquier Marine o por cualquier persona inocente que sea maltratada por piratas. No permitiré que otras personas pasen por lo mismo que yo. - Una lágrima cayó por mi mejilla, al recordar todos los sucesos de mi pasado. - Por eso soy Marine Etsu, para proteger a aquellas personas que me salvaron la vida y a las personas que son torturadas día a día por los piratas.

Tras eso esperé a que él hablara para proseguir el entrenamiento, si es que ya tenía preparado el siguiente ejercicio.

-Bueno, parece que nuestras historias se asemejan bastante -dije tras asimilar toda la información, sonreí y lo miré de nuevo -será mejor que continuemos, comamos y volvamos a lo nuestro.


La comida había estado bien, pero teníamos que continuar con nuestro entrenamiento, quizá en un mes lo conseguiría. Pero no podía segurar nada, pues cada persona era un mundo, eso bien que lo sabía. Llegué frente a una gran pared y vi que era adecuada para nuestro entrenamiento. Metí la mano en la mochila y saqué la misma cuerda de seguridad que habíamos usado unas horas antes. Me elevé en el aire y la até a uno de los hierros del tejado, luego la tiré abajo y volví de nuevo al suelo.

-Bueno, pues sigamos, toma ponte esto -dije pasándole el arnés nuevamente -ahora ascenderás solo con los pies. No te ataré las manos porque no quiero que te dejes los dientes.

Empecé a sacar las botellas de agua, las suelas con pinchos, pero no se las di a Gajeel, sino que las dejé a un lado, en este ejercicio no las necesitaría. Miré de nuevo a la pared de ladrillo. No era la más lisa del lugar, pero era suficiente para ir calentando.

-Puedes empezar cuando estés listo -dije sonriéndole.

Después de una buena comilona volvimos al tajo. Etsu me dijo que solo debía ascender con los pies, sin las suelas con pinchos metálicos. Por un momento me quedé dubitativo, pensando en como subiría sin las suelas con pinchos. También me dijo que no me ataría las manos porque no quería que me dejase los dientes. Este Etsu... se había olvidado que soy Logia y que si me caigo solo tengo que hacerme de Arena.

- Dejarme no me dejaré los dientes Etsu, tengo esto jeje - Dije convirtiendo mi mano izquierda en Arena. - Intentaré subir lo más rápido que pueda, bajar y hacerlo una y otra vez. Le decía a Etsu mientras me ponía el arnés y comenzaba a subir por la pared.
La verdad es que era una pared muy empinada y era costoso subir por ella, pero con esfuerzo y dedicación todo se conseguía.

Mientras subía, pensaba cuanto tiempo le habría llevado a Etsu aprender el Geppou. Él era el único de los del Cipher Pol que conocía y que me podía enseñar las técnicas del Rokushiki que tan útiles son si se saben usar como es debido.

Gajeel me dijo que no me preocupase por que se rompiese los dientes, a la vez convirtió su mano en arena. Logia, interesante. Eso ahora daba igual, sonreí y lo animé a subir, cosa que empezó a hacer sin decir nada. Subía la pared con dificultad, pero seguramente lo conseguiría en poco tiempo.

Un mes después

habíamos entrenado constantemente,casi hasta la saciedad. Me había sorprendido enormemente por los avances de Gajeel, sin duda era un tipo sorprendente. Las bases estaban hechas, ahora solo faltaba la práctica. Me encontraba en un pequeño puerto, ahora seco por la falta de agua. Estaba de pie sobre las tablas y empecé a caminar por el aire, dejando 40cm entre mis pies y el suelo. Ahora Gajeel debería intentar hacer lo mismo. sus piernas tenían la fuerza suficiente para lograrlo, pero no creo que todavía tuviese una coordinación perfecta ni un equilibrio como para realizar geppou a la primera.

-Bueno, este es el último paso, solo tienes que intentar andar -dice instándole a hacerlo -se que se te hará difícil, pero es una caída de 40cm, te aseguro que no te matarás.

Había pasado un mes desde que hice lo de la pared que me mandó Etsu. Ahora estábamos en un puerto, pero no tenía agua que mala suerte. Había unas tablas que eran donde nosotros estábamos posicionados. Etsu comenzó a andar por el aire, dejando una altura de unos 40cm más o menos entre sus pies y el suelo. Mientras lo hacía me dirigía unas palabras, instándome a hacerlo. Yo comencé a andar por el aire, pero aún no tenía el equilibrio suficiente como para lograrlo del todo. Esto requeriría tiempo para lograrlo seguramente.

Al no tener equilibrio caí al suelo unas cuantas veces, pero puse todo el empeño del mundo en intentar no desequilibrarme y no caerme. La verdad es que era un proceso costoso pero todo con tiempo y dedicación se acaba logrando. Así lo hice una y otra vez, una y otra vez. Me daba exactamente igual pasar un largo tiempo practicando esto, porque sabía que tarde o temprano lo iba a conseguir dominar.

Yo era consciente de que había más técnicas del Rokushiki, pero todo llevaba su tiempo y aún no era el momento de aprender más. De momento con el Geppou iba sobrado y me bastaba con eso, por ahora.

Tal y como suponía, se caía. Era normal, no es que no pudiese, sino que su equilibrio aún no estaba acostumbrado a la escasa densidad del aire. Lo había hecho muy bien durante el entrenamiento, pero a la hora de la verdad, parecía resistírsele un poco la técnica. Recordé otros entrenamientos que habíamos hecho y creí dar con la solución, por lo que simplemente bajé de nuevo a la plataforma de madera.

-No pasa nada dije quitándole importancia a los pequeños fallos -¿te acuerda de cuando te hice correr por encima de la piscina de maicena. Pues es lo mismo, golpear con fuerza para no hundirse, puedes intentar coger un poco de carrerilla antes de intentarlo por el aire.

Esperaba que eso le ayudase al menos realizarlo por primera vez, una vez que pudiese hacerlo por sí solo, solo debía practicarlo a menudo. La práctica hacía al maestro y con ello, sería capaz de volar con sus piernas.

-¡Vamos! –dije metiéndole prisa -¿a qué esperas para intentarlo?

[spoiler=Piscina de maizena]Entrenamiento random que se me ha ocurrido. Cuando disuelves maicena en agua en las proporciones adecuadas, creas un fluido no newtoniano. Es decir, que si golpeas con fuerza, parece un sólido, pero si te quedas quieto, te hundes. De ahí qu cuando se hacen esas cosas, tengas que pasar corriendo, porque al golpear tus pies, el fluido se compacta durante un momento.[/b]

Seguí lso consejos que me dio Etsu, golpear como con fuerza como si estuviera en una piscina de maicena. Así lo hice comencé a pegar con fuerza para poder andar por el aire. Por un momento pensé que no lo conseguiría, pero tras unos instantes conseguí dar unos pasos por el aire con este método. Fueron muy pocos, pero ya era al menos un avance. Ahora todo sería practicarlo a menudo hasta que saliera definitivamente.

Al menos ya había conseguido lo difícil. Que era andar por el aire, así que seguí y seguí intentándolo para ir mejorando poco a poco para conseguirlo definitivamente.
No sería en dos días ni dos semanas, quizás fueran meses pero todo lo bueno se hace esperar. Y seguro que Etsu daba por echo que lo acabaría consiguiendo.

- ¿Qué tal va así Etsu? Hay que corregir alguna cosa?

Dije mientras lo intentaba una y otra vez dando pasos por el aire.

Gajeel consiguió dar unos pasos en el aire antes de caer de nuevo, pero no se rindió, sino que siguió intentándolo una y otra vez. No era un geppou perfecto, pero quizá podría frenar la caída si se arrojaba desde lo alto o quizá lo lanzara contra una pared, a saber.
Me preguntó que qué tal iba, que si tenía que corregir algo, pensé durante un instante antes de hablar de nuevo.

-Equilibrio, todo es equilibrio –comenté tranquilamente –en el aire no te quedarás atrapado, pero te precipitarás al vacío si dejas de patearlo. Creo que lo único que te falta ya e practicarlo.

La verdad es que no creía tener más que enseñarle a mi joven amigo. Quizá algún consejo sobre cómo mantener mejor el equilibrio hasta que le cogiese el truco.

-El equilibrio es complicado. Espalda recta y mirada al frente –dije enseñándole la postura -una vez así, da un salto, elevaté y baja, sin andar hacia adelante. Luego, cuando puedas hacerlo sin tambalearte, intenta dar unos paso en la misma postura.

Esperaba que eso le ayudase. Al fin y al cabo, el geppou era como empezar a andar de nuevo.

Hice todos los pasos que me dijo Etsu. Espalda recta y mirada al frente, elevarme y bualá. Cada vez me tambaleaba menos y eso era buena señal. Era que estaba consiguiendo dominar el Geppou, pero no del todo. Aún me faltaría un tiempo para poder dominarlo completamente. Anduve unos pasos hacia adelante por el aire. La verdad es que una vez conseguías hacerlo ya te parecía todo más fácil.

Los primeros pasos los di andando luego, me puse a correr por el aire subiendo más arriba como su estuviera subiendo una escalera. Tras realizar todos los pasos pertinentes que me comentó Etsu, baje a tierra a descansar y a dar un trago de agua. Me senté donde buenamente pude, di unos suspiros al aire y me relajé por un momento esperando la reacción de Etsu de, si debía seguir o si ya habíamos acabado el entrenamiento. Si quedaba algo por hacer no me importaba, seguiría poniendo todo el empeño del mundo en entrenar, pues era lo único que me hacía feliz.

Vi cómo tomó en cuenta mis consejos y lo intentó de nuevo. Mejor, mucho mejor pensé al observarlo. Había conseguido dominar el geppou, o al menos en parte. Lo demás sería usarlo una y otra vez, hasta que se sintiese tan a gusto usándolo como corriendo. Bajó y se tomó un trago de agua, por lo que me acerqué a él.

-No está nada mal, Gajeel -dije denotando algo de cariño en mis ojos azules -creo que esto es todo.

Me paseé un poco de un lado a otro, luego lo miré durante un momento y aparté la mirada para estar unos segundos más caminando de un lado al otro. Finalmente lo miré.

-No se me ocurre nada más, solo experiencia -le dije sonriéndose a la vez que le tendía la mano -¡Felicidades, eres un usuario del geppou!

Tras aquella experiencia pensé que quizá podría ser buena idea meterme a instructor cuando me retirase. Aunque claro, para ello todavía faltaba mucho tiempo, demasiado. O puede que no me jubilase nunca. sonreí un poco al pensar que lucharía siendo un viejo.