El último reducto: Mariejoa (Capítulo: Parte II)

Un misil impactó contra la langosta y los disparos que propinó León en los ojos hizo que gritara de dolor, dejándola ciega y haciendo que huya bajo tierra. Me dio pena al final pero tenía ganas de haberla tenido como cena, seguro que habría estado muy jugosa, sobre todo las pinzas... Se me caía la baba de solo pensar en comida pero al sentir una caricia en mi mano, giré la cabeza para ver quién era y al ver a León preocupado de mis heridas le dediqué una dulce sonrisa.

-No te preocupes tanto, anda. No es nada grave, ni siquiera me enteré del ataque, no noté nada

Al rato llegaron dos compañeros de León pero uno cargaba al otro, no sabía la razón pero no se le veía bien. Uno de ellos era médico y nos podría curar las heridas por muy leves que sean, pero teníamos que aislarnos un poco de esta zona. Mientras hablaban entre ellos y con el agente de más rango del CP, busqué a mis compañeros con la mirada pero entonces vi, como Leoshiro le hacía la pelota a Ivanovich llamándolo enanito. Me pasé la mano por mi cara alucinando en la forma que le hablaba, me acerqué a Leoshiro con el ceño fruncido y ya estando a su lado, le di una colleja bien fuerte.

-¡Háblale con más respeto, hombre! Que es un superior -miré al hombrecillo mientras le daba unos golpes suaves a Leoshiro-.Perdónele señor, se ve que no le enseñaron modales de pequeño.

Mientras le hablaba estaba un poco nerviosa, había visto que le gustaba dar golpes en las entrepiernas de los hombres pero no sabía si hacía lo mismo con las mujeres -Espero que no lo haga-pensé muy nerviosa y sudando frío. A los hombres les dolía mucho pero a las mujeres también aunque no tuviéramos los huevos.

SITUACIÓN GENERAL
16:30 Mariejoa

Una figura sobrevuela la ciudad. Un hombre de pelo morado, que se acerca al edificio del cuartel de la Marina gritando como un loco, empuñando una especie de tridente en la mano. Entra por una de las ventanas, y desaparece en el interior del edificio, unos instantes antes de salir disparado de espaldas. Tras él, una figura ataviada con un gorro vaquero, vestido al estilo old west, aparece en la ventana, y empieza a lanzar pegotes verdes contra él, corriendo por el aire. Al mismo tiempo, un hombre aparece en el tejado de un almacén cercano. Se escuchan explosiones y gritos de los gyojin en las calles cercanas. Y un ejército de hombres ataviados con smokins aparece por las calles, en dirección a la plaza del géiser.

Aspecto de los hombres (pero con smokin y sin parche):

Al mismo tiempo, los últimos Trilobites entran en acción (a excepción de Doran, que ha caído desmayado), provocando destrucción allá donde van. La Buster Call del Puerto del Nuevo Mundo aniquila por completo las fuerzas de los Trilobites de ese lado del Grand Line, mientras el yonkou Kirito se eleva en el aire en su forma híbrida hacia la ciudad, seguido por un montón de sus seguidores, todos ellos volando envueltos en corrientes de viento. Además, parece que han empezado más cadenas de destrucción por la ciudad.

NOTAS

1)Karl:

2)Alex, Shun, Isma, Jesaix, Midorima, Worgulv, Deathstroke, Nemo:

3)Fear, Issei, Kidah, Leoshiro, León, Vagadus, Kasan:

4)Minato, Emile:

5)Deivid:

6)Shiroi, Drako:

7)Uracha, Hinori:

8)Asderdeker:

9)Meneror:

10)Dranser:

11)Derian:

12)Raikov, Bleyd:

13)Kogato:

14)Kaishi, Garland, Joseph:

15)Rob Marney:

16) Kodama, Sora:

17)Hiren:

18) Haine, Eris, Ban:

19)Al Naion:

20)Drake:

21)Nemonic, Sinclair, Kaito, Furukawa:

22)Arribor, Rose, Abel:

23)Liam, Bale, Goliat:

24)Habu, Abraham, Lugh E., Kamemaru, Yumiko, Cánabar:

25)Etsu Rui, Kaede, Flea, Shi:

26)Date, Anglesey, Erik:

27)Crock, Akai, Etsu, Ayane, Madara, Kurotabo:

28)Vongola, Ugetsu, Ushi:

29)Kyogre:

30)Satou:

31)Lugh F., Virginia:

32)Roy, Mellanie, Maximillian:

33)Eoghan, Rowan:

34)Nagato:

35)Kyros, Break:

36)Jack Dralion Stark:

37)Ryuta:

38)Elkilian:

39)Rhaegel:

40)Sawn, Kaiser:

41)Bisutomaru:

42)Dexter:

43)Xira, Xenmas:

44)Krauser:

MAPAS

-¡Aggghh!- Grité con todas mis fuerzas, tras recibir un fuerte golpe de un predusco que caía de un edificio en el gemelo.

Caí de frente, cayendo justamente con todo el pecho al suelo, provocándome un dolor inigualable la herida del gemelo y la caida sobre las heridas de la batalla.  Pero, por si no fuese poco, mi ropa se prendió por unas llamas. Me quité la mochila, y con bastante rápidez la camisa, pero ya había sido demasiado tarde, unas quemaduras ya habían marcado mi espalda. Seguido, bajé la mirada y miré mis abdominales, y pensé para mí mismo:

-Tío, estás bien, pero podrías estar mejor.

Me levanté como pude, apoyándome en lo que quedaba de un edificio, mirándo hacia atrás en lo que quedaba de la avenida. Me puse la camisa, y cogiendo mi mochila con ambos brazos, miré si alguna de las manzanas había cambiado.

Si alguna de las frutas cambia por una akuma:

Si ninguna fruta ha cambiado:

ACLARACIÓN:

Resumen:

Mientras sobrevolaba la zona, pude apreciar como se desataba la feroz guerra ante mis ojos, y los gigantes monstruos crustáceos eran vencidos dejando sus gigantescos cadáveres pudriéndose en el campo de batalla, que a estas alturas se pintaba con la sangre de las miles de victimas que esta guerra estaba esparciendo por Mariejois, de pronto, reconocí a los autores de dicha masacre un imponente grupo de tritones que se alzaban comandando las furiosas tropas de gyojins, era claro que era necesario derrocar a estos extremistas señores de la guerra, pues anunciaban a viva voz que su único objetivo era la aniquilación de la raza humana, sin embargo, un ataque frontal sería un suicidio, si bien podía valerme de medios para derrotarlos uno a uno, enfrentarlos a todos a la vez sería simplemente irracional.

habrá que hacerlo a la antigua

Pensé para luego usar el resto de la carga que le quedaba a mi tarón volador y surcar el aire en dirección del crustáceo colosal más cercano, el plan era utilizar su inmenso cadáver como escondite para atacar silenciosamente. siguiendo ese objetivo lancé certeramente un naipe cargado con explosivos el cual abriría un hueco en el exoesqueleto de su tenaza. y luego me las arreglaría para aterrizar en el mismo agujero, las carnes de la bestia marina amortiguarían mi caída, luego simplemente me abriría paso hasta el muro interior de su exoesqueleto para hacer un agujero con mis naipes de pica que gracias a las espadas en su interior tienen un filo bastante decente, un movimiento elaborado pero lo suficientemente sutil para pasar desapercibido entre una guerra de tal magnitud, y aunque la explosión inicial podía ser un poco llamativa confiaba en que las abundantes explosiones en los alrededores lo hicieran parecer un simple ataque fallido.

Ya oculto en la inmensa tenaza y preparada mi pequeña ventana, que por cierto no superaría el metro cuadrado de tamaño, no solo tendría aire para respirar entre las viscosas entrañas del monstruo si no además una abertura perfecta para acomodar mi rifle y volar algunos sesos de pez, acto seguido me dispuse a liberar mi reciente adquisición una joya de la ingeniería armamentística, el bello rifle francotirador que yo mismo bauticé como "Spectral Killer" que al añadirle uno de los silenciadores de mis pistolas se convertía en una discreta y letal arma de precisión. Era hora de buscar el objetivo así que empecé a acomodarlo suavemente para ubicar en la mira el cráneo de alguno de los lideres tritón que vi desde las alturas. Trataba de ser lo más minucioso posible mientras movía el cañón del arma, ya que por cada centímetro que se moviera el arma, me significaban varios metros de desvío a la hora de ubicar la mirilla, finalmente lo solucioné rápidamente absorbiendo gran parte de la masa muscular de la langosta en cualquier naipe que tuviera a la mano, lo que me dejó un amplio espacio para acomodarme bien, desplegué el trípode plegable del rifle, cargué 3 balas rápidas y me propuse el objetivo de hallar un buen blanco. Necesitaba un tiro seguro, lo que descartaba aquellos tritones con gruesas corazas, cualquier otro me serviría pero intentaría de elegir alguno que no se estuviera moviendo demasiado, solo sería un instante....

Una vez que encontrara un gyojin de los 11 lideres que cumpliera estas características lo triangularía en la mira y adecuaría el zoom lo suficiente para asegurar un tiro limpio, y sin acercarme lo suficiente como para arriesgarme a perder el encuadre de su cabeza, dado el momento apropiado jalaría del gatillo.
(NOTA: tu sabes mejor lo que veo, así que escójelo tu)

[Spectral Hunter Fox][AMF]

En menos de un instante el silencioso tiro viajaría hasta el cráneo del blanco seleccionado, rodeado por un grisaseo y semitransparente zorro diminuto, imperceptible al ojo humano. el tiro que viajaría al triple de la velocidad de una bala común, tendría la oportunidad de hacer un giro cerrado si fuera necesario para penetrar la cabeza del hombre-pez.
Una vez ejecutado el tiro me haría a un lado velozmente para evitar ser ubicado.

resumen:

nota:

El tiburón observaba al enorme tipo de la armadura con una sonrisa enfermiza esperando una contestación, pero en ese momento la voz de Cánabar llegó a sus oídos, se dio la vuelta y escuchó como el espadachín le pedía que fuera con ellos, una risa salió de la boca del megalodón mientras caminaba hacia él. Sin embargo escuchó un ruido a su espalda, el tipo de la armadura ya no estaba ¿La competición había empezado ya y se le habían adelantado? Eso hizo que el pelirrojo se relamiera y observara como por una calle se acercaban unos extraños tipos todos iguales. Las venas de la frente del terrible ser se inflaron un poco mientras ahora caminaba hacia ellos sin miedo alguno y relamiéndose.

- !Hnhnhnhnhn! ¡Parece ser que la diversión acaba de empezar! ¡Tiburón Gigante!  

El monstruo cobrizo chocó sus puños mientras una energía azulada le rodeaba totalmente mientras este sonreía de lado. De repente una terrible onda cortante en forma de tiburón gigante de cuatro metros de altura y dos de largo, salió disparada hacia ellos con la intención de hacerlos pedazos a todos.

Tiburón Gigante: [AB] [Haki armadura]

Tras lanzarlo, les diera o no, soltaría una risa enfermiza y se echaría hacia atrás observando si había conseguido algo con su ataque.

- ¡Hyahahahahaha! ¡Vamos Cánabar ven a divertirte conmigo!

Resumen:

Cuanta guerra y destrucción había por todas partes, eso era algo que encantaba al moreno que acechaba en el callejón con una media sonrisa esperando poder liarla como de costumbre, aunque con sus resultados ya estaba satisfecho. Se había cargado a un posible peligro futuro, pero no era su culpa, ese tipo estaba robando. Era su excusa perfecta ante León, el asesino analizaba todo con calma y tranquilidad, la verdad es que ver tanto cadáver le fascinaba y le entraban ganas de reír sin parar, debía centrarse en lo suyo ahora y vigilar todo a su alrededor. Por un momento vio a dos personas, pudo identificar a una de ellas como una Shichibukai, la verdad es que matarla podía ser divertido pero ya se había arriesgado demasiado. El agente del Cipher Pol usó el Soru para colocarse junto a ella y otra mujer que parecía acompañarla, de todas formas las órdenes anteriores era prestar apoyo al Ouka y eso estaba haciendo aunque no del todo.

- Vaya vaya, hace un buen día para pasear ¿No crees Yazori? Hahahaha… Agente 666 listo para la acción, mandado de parte del gobierno para apoyarla. Espero que durante el combate no nos molestemos mutuamente… Grulla negra.

Dijo con un tono algo siniestro mientras sacaba su guadaña blanca y se ponía a una distancia prudente apuntando con la hoja de su arma hacia los Gyojines que pudiera ver, como si estuviera apoyándola en la batalla. El asesino era astuto y ayudar a aquella mujer y estar cerca de ella le podía proporcionar una ventaja para el combate y al mismo tiempo oportunidades algo “oscuras” para llevar a cabos sus planes. Ahora se preguntaba que estaría haciendo Asder o sus demás compañeros de la banda, incluso pensaba en el resto de agentes del CP, desde la muerte del cazador no había visto a ninguno.

Re:

Aquel sitio no era muy acogedor, la chica esperó a Uracha para después fijarse en la gran cantidad de cosas. Sin pensárselo cogió un saco, no sabía que había dentro ya que fue al azar, pero luego lo miraría, después miró a su compañero con una sonrisa tranquila.

- Bueno pues yo creo que podemos irnos de aquí. El lugar parece una barbacoa andante y no hay nada ¿Qué te parece si cuando lleguemos al barco te hago una barbacoa solo para ti?

Añadió de forma calmada para después retroceder un poco abrazando el saco de forma avariciosa, tal vez podía encontrar luego cosas interesantes dentro. Miró de nuevo a su compañero para después hablarle de nuevo.

- ¡Bueno me pido ir en la capa que es muy cómoda!

Re:

Tras ordenar al segundo equipo ir a por el tipo con el que peleaba el marine me llevé una sorpresa, uno de estos salió corriendo a toda prisa sin esperar a escuchar la opinión del resto, pensé en intervenir, pero percibí el poder del rival, el marine y este joven, notando claramente que entre los dos iban a poder vencer al rival sin mayores problemas, así que había que hacer algo rápido para moverse. Para mi alegría Noa era médico, pero había muchas heridas que curar, así que ganaba un motivo de más para darnos prisa.

En esos momentos un joven que creo recordar como Leoshiro se había ofrecido a acompañarnos con idea de ver a Asderseker, no sin antes tratar de camelarse al líder del CP9, realmente era gracioso de ver, sobretodo porque esperaba una respuesta realmente aterradora del enano, Kidah le regañó, ante lo cual reí un poco.
- Déjalo hombre, estamos en familia y es realmente divertido, además, el líder sabrá imponerse si lo ve mal, no te preocupes. - Le dije a Kidah exhalando la última calada del cigarro para luego pisarlo y expulsar el humo ascendente hacia el cielo.

El líder sonreía, realmente me caía bien, parecía simpático aunque al comienzo no me lo pareciese tanto. Alguien habló por su Den Den Mushi y se dio la vuelta para que no lo escuchásemos, curioso por esto ande varios pasos hacia atrás y me recogí la manga izquierda para ver mi pequeño den den mushi negro, quería saber que era eso que hablaban, más cuando había tanto misterio.

Una vez escuchado todo bajé rápido el brazo cubriéndolo nuevamente con la manga asimilando la nueva información que tenía, era el momento de tomar decisiones, pero iba a esperar a que se marchase el líder, al fin y al cabo si recibió esa llamada era porque iba a hacerlo en cuestión de segundos.
- Menuda mierda, no entendí nada del mensaje, ¿Tienen lenguaje cifrado en los altos cargos? No tenía ni idea... apenas entendí algo de una maniobra táctica... - Pensé frunciendo el ceño y suspirando. Al fin y al cabo eso me dejaba con menos información para sacar más adelante partido de la situación, hoy en día iba a tratar de no perder a ninguno de sus compañeros, salvar todas las vidas posibles y matar a todo aquel que pudiese matar.

Efectivamente la llamada que no entendí indicaba la marcha del líder, por conocimiento propio sabía descifrar varios códigos cifrados, pero este no lo descifré por mucho que lo intenté, lo que significaba que al otro lado había una persona con mayor conocimiento que yo, seguramente un alto cargo. El líder se acercó a mi dándome una bolsa con pastillas azules que guardé en mi bolsillo y diciéndome un mensaje al oído, uno que me hizo abrir los ojos de par en par.


- ¡¿Qué?!- Pensé rápido mientras el enano sonreía dando un puñetazo a Leoshiro dando un mensaje que todos entendimos de inmediato. - ¡¿Es el hijo de Asderseker?!

Era solo una teoría improvisada, pero algo me decía que el Líder iba camino a un combate donde acabaría muriendo, y las pastillas eran para devolverle la vida de inmediato, si mi teoría era cierta ese enano había dejado su vida en sus manos, algo realmente arriesgado y que valoré mucho.

Sin perder un segundo más activé el mantra en el máximo exponente que podía dominar reconociendo perfectamente el aura del líder, observando como se marchaba deprisa, iba a seguirlo la pista todo lo que me fuese posible, pero ahora tenía que moverme. Vi detrás de nosotros una casa y suspiré señalándola.
- Todos adentro, a recibir atención médica de Noa. Si alguno puede ayudarle, que lo haga. - Miré entonces el combate del marine y del Cipher Pol que le ayudaba recién acabado con una explosión y miré a Noa. - Rápido, esos dos tienen quemaduras, iré a por ellos y los traeré, prepara algo para estos, son los más heridos.

Dicho esto activé el Soru y me lancé de inmediato a por esos dos, cogiendo al marine andando camino a los gyojins.
- Tu, a pesar de ser de diferente facción soy tu superior, así que te vienes conmigo ¿Está claro?. - Una vez dicho esto aceleré el paso interponiendome con Shiroi, el cuál estaba corriendo con la espalda dañada. - Te vienes conmigo a recibir atención médica. Has hecho un buen trabajo compañero.

Cogí a los dos con los hilos pegándolos a mi cuerpo y haciendo uso del soru nuevamente los llevé hasta la casa donde estarían todos, dejandoles en la entrada, lugar donde caí jadeando levemente, fue mucho peso a gran velocidad.
- Noa, ambos tienen quemaduras y daños, recibieron una explosión. Creo que el siguiente en gravedad de heridas es Fear, tuvo las piernas aplastadas un buen rato.- Dije levantándome para mirar por la ventana todo el panorama.

- Cambio de planes, aquí se quedara Noa, Kasanova, Kidah, Shiroi, Fear y el marine, Kasanova, puedes atacar con tu akuma desde la distancia, así que hazlo. Kidah, te necesito aquí con Kasanova para combatir cualquier oponente que aparezca... Isshei, tu también quédate, quiero asegurar bien este lugar, si os atacan estando heridos perderemos mucho, por lo que priorizaré este sitio, una vez saneados ir todos a mi dirección, rumbo al sur, a visitar a Asderseker... yo iré con Leoshiro, no creo que necesite a nadie más por el momento hablando de Asderseker, ese hombre es realmente temible... - Dije esto a ritmo pausado para recuperar el aliento y palpando la bolsa azul en mi bolsillo, ¿Serviría para devolver la vida en caso extremo? Siendo así cogí con fuerza la bolsa sabiendo que podía salvar la vida de alguno además del líder, motivo por el cual miré a los chicos suspirando. - Si sucede algo contactar conmigo de inmediato, vendré en un minuto, dos a lo sumo. - Comenté recordando el tramo recorrido anteriormente en ese breve tiempo. - Por cierto... tratar de pasar desapercibidos, incluso tu Kasanova, si ves que usar tu poder puede delatar vuestra ubicación no lo hagas... noto muchas fuentes de poder realmente grandes, y una de ellas es completamente nueva, al sur de aquí... cuídense y llámenme si ocurre algo, daré mi vida para salvaros si es necesario.

Tras un nuevo respiro ya me encontraba con energía, no estaba como una flor precisamente, pero si bastante bien. - Leoshiro, vamos a ir corriendo, pero sin hacer uso del soru, no conviene cansarnos demasiado... además, no quiero que tu padre te vea jadeando sin fuerzas jajaja que callado te lo tenías.- Le dije dandole una palmada en la espalda. - Vamos.

Dicho esto comencé a correr a una distancia de 15 metros de los edificios, pero alejados de lo que podía parecer una batalla, nuestro objetivo era cubrir a un Shichibukai, y el más cercano parecía Asderseker, una vez allí veremos que cambios tomar.

Resumen (Leer la compañía CP & Drako and Shiroi):

A los pocos minutos de estar allí ambos nos percatemos que el piso de abajo parecía estar ardiendo y observe como Hinori cogió un saco y me dijo que por ella podríamos irnos ya y que cuando volviéramos me haría una barbacoa solo para mi, eso me alegro muchísimo, así que por mi parte asentí no sin antes coger un cofre de tamaño mediano y meterlo en mi pañuelo para que no ocupara espacio.

Seguidamente dijo que quería ir en la capa y yo me rey un poco, -Bueno es nuestra forma de viaje y esta vez la manejo yo no dejare que nos lleve el viento, Chicos nos dirigimos hacia la batalla, perdón por la tardanza.

A continuación cogí mi capa y Hinori se acerco a mi y la metí dentro para luego correr hacia la ventana y saltar al vació metiéndome en ese instante dentro junto a ella, sin perder el tiempo di un impulso y me dirigí hacia el lugar donde parecía estar el suelo destruido, realmente no estaba seguro de si mis Nakamas estaban allí, pero gracias a los sonidos de los auriculares me podía hacer una idea y creo que se encontrarían por allí.

-Prepárate para la batalla.

Dije mientras usaba el viento que corría a mi favor, para llegar lo mas pronto posible en unos tres minutos lleguemos hacia aquel lugar, mirara donde mirara todo parecía un infierno, debía actuar rápido.

-Tíos, acabamos de llegar decirme donde os encontráis.

Resumen:

Estaba volando... ¿Volar? Ese es el sueño de muchos pero la verdad es que solo sentía miedo en ese momento. El me tenía bien agarrado, se notaba su fuerza y estaba claro que su poder no era para tomarlo a broma. No se quien sería su enemigo pero estaba claro que debía de ser temible además.

Me depositó en el suelo, en un lugar seguro y prometió volver cuando acabara. Estaba seguro que lo conseguiría, el cumpliría lo que se propuso, hasta entonces tenía que sobrevivir. Pero no escondido como una rata en un lugar seguro, era un pirata y los piratas buscan acción. Era mi momento de enfrentarme a enemigos de verdad.

Sin darle más vueltas crucé el portón rápidamente para encontrarte con todo el fragor de la batalla. Era increíble lo que había allí en ese momento. Tanto que mis piernas temblaron por un instante, tenía miedo. Y no es que no lo admitiera, es que esa escena daba miedo. Tal vez no estaba preparado para esto pero ahora no podía abandonarlo.

RESUMEN:

Su plan no salió como él pensaba. -"Vaya, esto no me lo esperaba." -pensó mientras veía acercarse a uno de los miembros del Gorosei con cara de pocos amigos. Parecía que estaban de mal humor. ¿Quién iba a pensar que esos viejos se preocuparían por alguien cómo él durante aquella situación? Claro que si podían matarlo de un golpe, tampoco era tanta molestia. Dudaba que pudiese huir, seguramente poseerían Haki y podrían detectarlo y acabar con él antes de que lograra alejarse lo bastante como para estar a salvo de sus ataques. Fue entonces cuando se le ocurrió, ¿cuánta gente había atacado alguna vez al Gorosei? Aquellos tiranos eran tan intocables que nadie había conseguido acercarse jamás a ellos y mucho menos había osado levantarles la mano. Pero, ¿y ahora? La sombra de la muerte se cernía sobre MadHatter no tenía motivo para no dejar su pequeña huella ne la historia. No había demasiados testigos de su hazaña/estupidez pero al menos el tipo que había encerrado en una cúpula sería testigo del final de sus días.

-Muy bien viejos. Veamos que podéis hacer. -Dicho esto, empleó su técnica Hollow Empty, para convertir su cuerpo en un arma mortal y preparó su ataque más poderoso. Iba a emplear en él todo su poder, como si la vida le fuese en ello y, de hecho, le iba. El cazador alzó su espada y convirtió el aire en plasma a una velocidad pasmosa, creando una especie de rayo ardiente de un intenso color blanco capaz de desintegrar cualquier cosa. El rayo de plasma salió disparado con una potencia demoledora, llenando la estancia de una cegadora luz. Break Baskerville acababa de atacar al Gorosei en su totalidad, una locura que jamás habría imaginado llevar a cabo. El ataque destruiría buena parte del edificio y con suerte se llevaría a alguno por delante.

El ataque más suicida de la historia [AS]

Por desgracia lo único que pasó fue que acabó desintegrado en un extraña cúpula semi-transparente. Había sido una vida divertida.

Acciones:

La maldita puerta ni se movió, ¿acaso estaba perdiendo facultades? Tal vez estuviera hecha de algún material especialmente resistente como el titanio o el cartón. Debía reconocer que no era muy buen constructor así que no entendía mucho de materiales ni de puertas. Lo único que sabía de ellas era como abrirlas a patadas y si eso le fallaba no le quedaba nada. Era una parte de su ser, si no podía entrar a los sitios pateando puertas era como si le quitasen el parche o le devolviesen el corazón, no sería él mismo. Pero no se rendiría, no era la clase de persona que dejaba de lado algo en lo que fallaba, sino que lo intentaba de nuevo una y otra vez hasta que lo conseguía o se daba cuenta de que la puerta estaba abierta desde un principio. Qué cantidad de veces le había pasado eso.

El pirata se acercó al tipo que había escrito en el libro, el supuesto bibliotecario. Si de verdad trabajaba ahí tendría que tener una llave o saber como atravesarla. -Oye tú, ¿cómo diablos se abre esa puerta? ¿Acaso guardáis ahí algo de valor? ¿O de comer? La verdad es que tengo bastante hambre. -preguntó el luchador. En ese momento cayó en la cuenta de que había una maldita guerra fuera. ¿Porqué diablos estaba ese tipo allí trabajando? Debía ser uno de esos raritos a los que les gusta trabajar pase lo que pase. No podía culparlo pero tampoco le parecía lógico. Arribor arrastró su carrito de libros robados en busca de alguna otra entrada para la habitación que hubiera detrás, la cual sin duda debía contener algo increíble. Más le valía, sino habría perdido el tiempo allí para nada y tendría que pagarlo con la morsa.

Pero en realidad... no hacía falta que abriese la puerta. Si no se equivocaba la habitación no sería exactamente igual de ancha que la puerta por lo que, en un alarde de deducción sin igual y totalmente impropio de él, se dio cuenta de que si atravesaba la pared justo al lado de la puerta llegaría a la misma sala. -"Vaya, hoy estoy inspirado." - El pirata cogió carrerilla y se acercó corriendo hacia la pared, justo a unos centímetros de la puerta. Esperaba que esta vez no le pasase lo mismo que antes, si no, se vería obligado a demoler aquel edificio por completo.

Acciones. Abel, igual te interesa:

No hizo falta el arpón, dos de los gyojin murieron por mi ataque y el tercero fue rebanado por... ¿Un gigante?... pues sí, un gigante enorme armado con un hacha se había deshecho del pequeño pescadito de un solo golpe. Luego nos miró a mí y a Liam, sonrió y nos dijo que luego vendríamos nosotros. La sola idea de tener una pelea con un gigante haría que me hirviera la sangre de la emoción, pero las circunstancias no me lo permitían, estando seriamente herido del hombro izquierdo, con tres costillas rotas y varias contusiones en el abdomen, sin mencionar que acababa de perder a un nakama y que el que quedaba estaba cojo, tendría que dejar esa idea para otro momento.

Solté el arpón que agarraba con fuerza y me llevé la mano al hombro, gimiendo de dolor, luego cogí la tela que me estaba sujetando las costillas y me puse a enrollarla alrededor de la herida, haciendo un vendaje improvisado muy mal hecho (si Liam me ayuda quizás no tan mal hecho). Tras eso miré a mi compañero y le dije:

Creo que esto se nos está haciendo muy grande, aún no hemos tenido un combate contra alguien fuerte y mira cómo estamos. Ni siquiera mis poderes me han servido de mucho... Creo que deberíamos plantearnos una retirada estratégica, debemos entrenarnos y hacernos más fuertes si queremos que se nos conozca. Nos hemos intentado adelantar demasiado a los acontecimientos. Aunque también sugiero mirar en los edificios de alrededor a ver si encontramos algo que nos pueda ser de utilidad para hacernos mejores ¿Tú que opinas, Liam?

Esperé a su respuesta mientras cogía una manzana de las que habíamos guardado de la frutería y me la comía para recuperar energías, ese último combate me había dejado hecho polvo, y sentía como la sangre fluía por la herida de mi hombro, dejaría una buena marca.

Resumen:

*Meneror observó la celda con especial atención ya que  parecía que nadie respondía a su llamada, ergo, estaba solo. Observó por un instante  el banco de madera de su celda y un leve pensamiento pasó por su cabeza, esbozando una leve sonrisa. Se incorporó y se acercó a ver las juntas de la puerta, y al observarlas, se dió cuenta que eran bisagras de doble clavija.*

-Palanca...*dijo Meneror con la certeza que un cirujano decía bisturí para operar a un enfermo. Cogió el banco con sus manos esposadas como pudo colocando una de las puntas por debajo del tope de la bisagra. Una vez encajada las dos piezas impulsó con sus manos desde el otro extremo del banco haciendo palanca provocando que los topes de las bisagras reventaran por presión haciendo que la puerta de la celda caiga como una hoja de plomo*

*Meneror ante su artificio se encontraría libre si nadie se lo impediría, pero...el problema seguía estando presente...las esposas de kairoseki. Salió al pasillo y echó un vistazo a la zona en busca de cualquier objeto punzante para abrir la cerradura, o si encontraba la llave mejor que mejor*

Todo se había vuelto oscuro de repente, hace unos segundos el hombre, henchido de poder, había arremetido con todo lo que tenía, contra aquel ser que puso en jaque a su compañero y a si mismo, su plan era atravesarlo, y usar otro impulso de sus nuevas alas para coger a su compañero y salir de allí lo más rápido posible, no arriesgaría la vida de su amigo por nada del mundo. Pero algo había sucedido, el hombre había logrado matar a la bestia con un corte de sus hachas, todo lo demás estaba borroso, que había pasado? no estaba seguro.

El hombre despertó a los pocos minutos, se encontraba en la ciudad, estaba casi toda derruida, el fuego estaba devorando parte de las casas, antes lujosas, la criatura a la que había dado muerte estaba despedazada en el suelo, pero no había rastro de su compañero, el hombre nervioso, buscó por todos los restos del cadáver del animal, hasta llenarse el cuerpo de sangre y vísceras, alzó un poderoso grito que hizo eco entre el caos del a ciudad ``MIDORIMAAAAA, AMIGOOOO, DONDE ESTÁAAS´´ el hombre buscó por los escombros a su alrededor, no había rastro ni de Midorima ni de sus otros camaradas, estaba solo. A lo lejos escuchaba los gritos de la batalla, pero cada vez que se acercaba, estos se alejaban, que clase de tortura era esa?, escuchar la batalla tan cerca pero a la vez tan lejos?, un aullido rasgo el cielo, su dueño, no podría ser un lobo pequeño. El hombre corrió a guarecerse en los escombros, si esa criatura le pillaba por sorpresa estaría en peligro, caminando sin rumbo, en tensión y con sus hachas dispuestas para abrir en canal a cualquier amenaza, recorrió una ciudad derruida por completo, una sombra enorme como el de una serpiente surcó el cielo, de lado a lado, ocupando todo el cielo que Worgulv alcanzaba a ver.

El hombre no sabía cuanto tiempo había pasado recorriendo las calles, pero de pronto escuchó un ruido....no, no era de la batalla, eran canciones, y gritos ebrios, siguió ese sonido, hasta saltar un escombro y encontrarse con una escena que le dejó boquiabierto. Las palabras no lograban salir de sus labios, el hombre corrió, casi derribando la puerta. Si era el paraíso, estaba seguro que era el lugar de sus sueños, bravos guerreros gritaban y cantaban, competían en pulsos o en beber, pero todos tenían una jarra de néctar es sus manos o en sus mesas, el néctar fluía por todos lados en esa sagrada iglesia de culto a sus dioses. El hombre corrió a la barra, rogando por que le dejaran a unirse al culto, su sorpresa fué cuando su capitán Dexter fue quien le tendió una enorme jarra de néctar sagrado, el hombre seguía sin palabras, una mano se posó en su hombro era su amigo Midorima que le ofrecía chocar sus jarras en un brindis de victoria y jubilo, al girar la cabeza vio a todos sus camaradas gritando, bebiendo y disfrutando, el hombre no podía ser mas feliz.

El hombre siguió soñando hasta que su desmayó a causa de una combinación de haki y sobresfuerzo lo liberasen de su abrazo, el hombre permanecía en el suelo con una sonrisa en los labios.

Resumen:

Caos, explosiones, y gente corriendo de un lado a otro. El samurai corrió tras su líder, guiando a los de su gremio. Tenían suerte de haber salido más o menos intactos hasta el momento. Llegaron junto a dos hombres muy heridos. Uno parecía una especie de guerrero vikingo. Le recordó a los bravos combatientes de Elbaf, pero de talla humana. Bueno, "humana". Era notoriamente más grande que él en todas las direcciones. El otro era un chico de pelo verde con una pierna totalmente destrozada y retorcida en direcciones imposibles. Shun frunció el ceño, pues lo reconoció de los carteles de Se Busca. Se trataba de Midorima, la Bestia Peliverde. Hasta donde sabía, estaba bajo la protección de un Shichibukai, así que no podía hacerle nada. De repente llegó un joven alado, a la vez que el propio Zafiro Negro cargando con dos hombres más. El recién llegado comenzó a hablar, pero Shun no le prestó mucha atención. En su lugar miró en dirección al campo de batalla. Un espadachín acababa de abrir un tajo en mitad del suelo de tamaño descomunal. Impresionante... visto aquello, estaba más claro que nunca que aun le quedaba mucho camino por recorrer. Apenas notó cuando la luz de Émile los envolvió, curándolos.

- Alex-sama, deberíamos volver a la batalla. Esto no pinta bien.

Su líder ordenó a varios cazarrecompensas del gremio ayudar a los heridos de la banda del Shichibukai. Mientras tanto, el samurai se colocó junto a él y lo siguió. Sin embargo no tuvieron que acudir a la batalla, pues esta vino a ellos. De repente Shun notó una amenaza con su haki, y vio al guerrero que había derrotado a una de las langostas corriendo hacia ellos. Era un Shichibukai, si mal no recordaba. ¿Por qué narices atacaba a su bando? Apoyó la mano sobre la empuñadura de Kaze no Ryoshu y se preparó para golpear, cuando notó cómo la presencia de su líder de volvía terrible y poderosa, y el enemigo se desplomó. ¿Haki del rey? Alex se acercó a Asderdeker, y en lugar de rematarlo lo dejó inconsciente. El guerrero comenzó a disminuir de tamaño. El ronin tomó una decisión, y se acercó al Yonkaikyo.

- Alex-sama, tengo algo que deciros, y me gustaría hacerlo antes de que entremos en batalla. Desde que decidí unirme a vuestras filas, no he dejado de vigilaros de cerca y estudiaros. He comprobado que sois un hombre de honor, y un hombre digno de los mayores elogios - se arrodilló y le tendió su katana - A partir de este momento, os ofrezco mi katana. Os serviré lealmente como vuestro samurai, y encomendaré mi espada a serviros hasta el día de mi muerte. Sin embargo - en ese momento su rostro se endureció - no volveré a permitir que un señor mío me deshonre de nuevo. Si perdéis vuestro honor y os desviáis del sendero justo, yo mismo os pararé los pies.

Tras eso se levantó y se colocó a su lado, listo para intervenir. En cuanto su señor entrase en batalla, él lo haría también.

Resumen:

La cabeza le daba vueltas. La batalla había terminado en aquella zona, pero podía oír las explosiones provenientes del resto de la ciudad. Luchaba por mantenerse en pie y atento a su alrededor. Entonces se dio cuenta de que a duras penas atendía a las conversaciones cercanas. La herida le palpitaba, y le fallaban las fuerzas. "Me he forzado demasiado con una herida demasiado grave... y ahora lo estoy pagando." Sin poder evitarlo, se desplomó de golpe. Tosió al tragar algo de polvo, y alzó la cabeza hacia sus compañeros.

- Creo que necesito ayuda - dijo, con voz débil.

Aquello le enseñaría a no pegarse con comandantes revolucionarios. No sin antes cerciorarse de que realmente estaban distraídos antes de atacar, al menos. Vaya un ejemplo estaba dando como CP9... una vez saliese de aquel infernal campo de batalla le tocaría ponerse al día y entrenar como un cosaco. Si salía, eso sí.

Resumen:

Ante las palabras de los Almirantes, sólo asintió secamente con la cabeza y alzó el vuelo, intentando ocultar su rabia. ¿Mantenerse al margen? ¿Había viajado hasta allí y entrenado durante toda su vida sólo para mantenerse al margen? Llevaba desde que tenía uso de razón preparándose para aquel momento. Sin embargo, contrariar a la Marina no sería un movimiento inteligente siendo un criminal buscado con más de cien millones por su cabeza. Se elevó sobre la ciudad, y observó la situación desde los cielos. Aquello era como ver un cuadro de una tragedia épica... incluso más de tragedia que de épica. Negó con la cabeza, para sí. Menuda barbarie. Aquello parecía Loguetown pero trasladado a una ciudad de mayor tamaño.

- Vigilaré la zona desde los cielos. Si veo que estoy en condiciones de salvar de los gyojins a alguien o de curar a algún herido que no esté en mitad de la batalla, descenderé a hacerlo. Mientras tanto, estaré atento... a lo mejor mi padre decide asomar la nariz y puedo pasarme a hacerle una visita.

Resumen: