Paranoia || Privado con Spade

Estaba pensando en despedirme del científico y seguir mi camino, ya que aunque había sido interesante conocer a alguien como él, no quería meter al chico en problemas si por casualidades de la vida alguien del gobierno lo veía conmigo, pero pensé dos veces las cosas antes de responderle. Él mismo había dicho que su barco no llegaría hasta mañana a eso del mediodía, así que al final no vi mayor problema en que me acompañara, después de todo, no tenía que ser adivina para saber que él estaba tan hambriento como yo.
 
−Por mi está bien, no me molesta que me acompañes−dije mientras comenzaba a caminar hacia el pueblo−.Conozco un lugar donde venden comida deliciosa y a un buen precio. Si quieres, sígueme−me detuve a unos cuantos metros de lo que había avanzado, esperando una respuesta por parte del científico.

-Claro, me encantaría.-Dije con una pequeña sonrisa mientras comenzaba a seguir a Spade, era una chica bastante agradable y amable. En cuanto ella supo todo, creí que tendría una reacción muy diferente, después de todo, me encontraba en una situación muy comprometida, ella podría haber tomado ventaja sobre eso, tomando en cuenta que desea construir el submarino podría haberme obligado a ayudarle, supongo que tuve suerte, no todos hubieran hecho lo mismo que ella hizo. Me hubiera esperado esa reacción, pero en cambio, ahora nos dirigíamos a compartir una cena, la vida suele ser impredecible.-Por cierto, ¿a que lugar vamos?.-Pregunté con cierta curiosidad, no era la primera vez que venía a Ohara, de hecho, había venido en muchas ocasiones, desde que había comenzado mis estudios en la Universidad hace ya tantos años...bueno, tampoco era como si fuese un viejo o algo, pero si sentía cierta nostalgia; aunque cuando venía me concentraba en el árbol del conocimiento, pocas veces había prestado atención a las posadas o restaurantes de la isla.

−Es un pequeño restaurante. Conozco a la dueña desde hace algunos años, siempre me ayuda en lo que puede cuando vengo a Ohara−dije mientras seguía con mi camino, teniendo en cuenta que el científico venía atrás de mí.

−“Solo espero que si se enteró de lo que pasó conmigo su actitud no cambie”−pensé cuando estuve frente a las puertas de un pequeño establecimiento, que si no es por su letrero de “abierto”, bien podría pasar por una casa más. Entré, esperando que el chico viniera conmigo.

Había pocas personas en el restaurante, era de esperarse ya que era tarde. Cuando estuve dentro me senté cerca de la barra, detrás de esta estaba Sonia, la dueña del lugar, distraída con la limpieza de unos vasos. Aclaré mi garganta para llamar su atención.

− ¡Spade chan! Qué bueno verte aquí sana y salva, creí que no volverías a este lugar luego de lo que leí en el periódico−dijo Sonia al notar mi presencia. Era una señora de unos 47 años, delgada, piel bronceada y cabello castaño, tenía la pinta de ser un ama de casa muy agradable.

−También es un gusto verla, Sonia san−le regalé una sonrisa sincera−.Por favor, le agradecería que no hiciera comentarios sobre ese incidente, es algo incómodo−me removí en la silla, buscando una posición más cómoda para sentarme.

−Está bien, pequeña, no te cuestionaré por lo que pasó. Entonces ¿Quién es tu amigo? –cambió el tema rápidamente al ver al muchacho que me había seguido.

−Él es Alexander y me ha acompañado hasta aquí por una buena cena. Ambos morimos de hambre−contesté sinceramente.

Al parecer Spade había venido a Ohara más veces de las que me hubiera imaginado en un principio, el restaurante que tenía en mente era el de una conocida, aunque por lo que dijo podría decirse que eran, cuando menos, muy buenas amigas.-Vaya, espero nos servirá una ración extra~.-Dije a modo de broma ante la buena relación que Spade parecía llevar con la dueña del local de comida. Caminamos durante no mucho tiempo, me atrevería a decir que llegamos antes de que siquiera me diera cuenta, de hecho, seguramente se debía a que al restaurante estaba a solo un cartel de "abierto" de ser confundido con una casa común, aunque igual por las ventanas se podría ver personas comiendo, pero la apariencia tan hogareña podría hacer a cualquier extranjero confundirse. Al entrar al local tras Spade observé a varias personas sentadas en mesas y unas cuantas en la barra, no había mucha gente, aunque no me podría espera otra cosa, después de todo Ohara era una isla bastante tranquila al ser protegida con tanto rigor por el gobierno mundial.

Seguí a Spade hasta sentarnos frente a la barra, detrás de esta, se encontraba una mujer de espaldas lavando unos vasos, Spade capturó su atención al aclarar su garganta, rápidamente la mujer de unos cuarenta y tantos años le reconoció; entonces dijo algo muy...interesante, al parecer a Spade le había sucedido algo tan importante que hasta había aparecido en los periódicos...supongo que había sido mal tiempo para dejar de leer el periódico, últimamente estaba muy ajetreado con todo esto de la metanfetamina y los proyectos e investigaciones para el gobierno que no tenía mucho tiempo para mi mismo.

Me cuestione seriamente en si debía preguntarle a Spade sobre dicho suceso, pero parecía que no tenía muchas ganas de tocar el tema, ya me enteraría después.-Un placer.-Saludé alzando la palma de mi mano con una de mis mejores sonrisas.-Por cierto, este lugar huele muy bien.-El aroma a comida me había abierto aún más el apetito.

-Gracias.-La mujer agradeció luego de soltar una risita.-Y bien, ¿qué les puedo servir?.-Pregunto Sonia.

-Bueno...yo quiero...un curry.-Me gustaba el curry.

−Yo quiero un asado de carne y... –medité un momento que pedir para tomar y a final de cuentas me decidí por lo más simple y a la vez, lo más útil−…Agua.
 
Sonia asintió, y entró a la cocina, dejando como encargada de la barra a una chica de unos 20 años, morena y muy bonita, pero poco amigable. Solo socializaba por trabajo, cuando algo le convenía o le llamaba la atención hacerlo, casi me recordaba a mí misma la mayoría del tiempo.
 
Mientras esperaba que Sonia saliera con nuestra comida me dispuse a intentar entablar una conversación con el científico, solo esperaba que no le resultara tan difícil.
 
−Alexander…solo por curiosidad. ¿Ya has tenido problemas antes por fabricar “esa” sustancia? No me refiero solo a los viejos en la biblioteca, hablo en general, con alguien más…Alguien que te haya puesto en riesgo real de ser descubierto−pregunté con cautela, vigilando que la chica encargada estaba en su mundo y que ningún otro cliente nos escuchaba de momento.
 
Antes de que pudiera recibir una respuesta, Sonia apareció con dos bandejas de comida. Cada una llevaba lo que habíamos pedido y también un postre.
 
−Cortesía de la casa−dijo ella con una sonrisa mientras señalaba los dulces de chocolate−.Bien, disfruten su comida, iré a atender a los otros clientes−nos dejó cuando tres hombres entraron al restaurante y se sentaron en una mesa.
 
− ¿Entonces, Alexander? –volví a tocar el tema, ahora que Sonia se había ido.

Luego de que Spade pidiera su comida, Sonia apunto ambos pedidos y se retiró a la cocina, dejando como encargada a una chica joven de unos 20 años de piel morena y atractiva a decir verdad, sin embargo parecía algo ajena a lo que sucedía a su alrededor. Estaba por comentar eso con gracia a Spade, cuando me pregunto sobre si había tenido alguna clase de conflictos por fabricar meta, lo había preguntado con cautela, tenía sentido, ya no estábamos en la biblioteca, ahora estábamos en un lugar público con varias personas en todo el local, si alguno llegaba a escuchar y soltaba la lengua ambos estaríamos metidos en un gran lío.

Antes de que pudiera siquiera pensar en mi respuesta Sonia regreso de la cocina con nuestros platos y, además, un postre.-¡Eres la mejor Sonia!.-Exclamé viendo el postre cuando ella se había retirado a atender a nuevos clientes. Mi sonrisa desapareció ante la ligera insistencia de Spade, no era algo que me hiciera sentir muy cómodo, pero ella tenía derecho a saber, después de todo, estaba -técnicamente" involucrada ya al saber mi secreto, especialmente siendo yo un científico del gobierno.-No...hasta ahora, tú has sido la primera y única persona que me descubre-Tenía una liegra sonrisa en mi rostro, aunque era fingida, seguramente se notaba por la gota de sudor que resbalaba ahora por mi frente, ese era otro de mis problemas, era muy propenso a ponerme débil en estas situaciones.

Suspire pesadamente y lleve una cucharada de curry a mi boca, entonces le miré de reojo.-Bueno, en realidad...si tengo un gran problema gracias a esos cristales.-Mi voz era baja, aunque lo suficientemente fuerte como para ser escuchado únicamente por Spade.-Es un "él"...o eso creo, tal vez sea un "eso".-Sentí un escalofrío recorrer mi espalda al recordar su mirada, y aquella mujer que había traído luego de dejarme por primera vez en el laboratorio para fabricar en tiempo récord la primera tanda de metanfetamina, eso había sido hace ya un par de semanas.-Es...el tipo para el que trabajo, no sé mucho de él...al menos, parece que de momento piensa mantener el trato que hicimos...pero, no sé...pareciera que en cualquier momento me va a cortar la cabeza.-Me lleva una mano al cuello, no lo sentía para nada como una realidad muy lejana.-Juraría que esta a nada de ser algo así como un demonio, y lo digo en sentido literal, hace cosas muy extrañas...y es increíble, por que...él parece tener una edad muy cercana a la nuestra, de hecho, creo que es un poco menor que yo.-Reí ligeramente ante ese pensamiento, uno se imaginaria que era alguien mayor.-Quizás hayas escuchado de él, tiene una recompensa bastante alta por su cabeza, sino mal recuerdo algo así como 340.000.000 de beries por su cabeza, se llama Ryan.-Pronuncie su nombre como si fuera pecado.

Escuchaba con tranquilidad lo que Alexander decía, mientras que comía la carne que había traído Sonia; sin embargo, cuando mencionó cierto nombre y cierta recompensa casi escupo lo que tenía en la boca. El mundo en que vivimos parece muy grande pero cuando examinas más de cerca te das cuenta de lo pequeño que es, apenas y podía creer que tuviéramos un conocido en común, aunque parece que teníamos conceptos deferentes de él.

−Vaya sorpresas te encuentras por estos mares−dije luego de haber tomado un vaso de agua−.Conozco a Ryan, es un chico bastante interesante y aunque he visto lo que es capaz de hacer no me parece un demonio. De hecho, creo que podría decir que hasta me ayudó cuando estuve en Saint Reia−reí al recordar que lo había llegado a confundir con un secuestrador o un violador cuando se me acercó a hablarme por primera vez−.Vaya, jamás imaginé que podría ser tu “cliente”, si es que se le puede llamar así.

Pensé que Alexander exageraba, si debía ser eso, porque a pesar de la alta recompensa que tenía Ryan y de lo que presencié, a mí, en lo personal, me parecía hasta agradable en cierto modo, aunque tampoco puedo negar que no sentí algo parecido al miedo luego de ver como acababa con dos marines de forma tan rápida y despiadada, y lo peor, a plena luz del día en un parque público, pero a mí no me había hecho nada, y era una persona por la que sentía cierto interés, así que podía darle el beneficio de la duda y confiar, levemente, en él.

− ¿No me digas que te asusta que tenga una recompensa tan alta? –pregunté con una sonrisa.

Observe con extrañeza como Spade casi escupía su comida luego de que yo mencionara el nombre de Ryan y su recompensa, por un momento pensé en dos posibilidades: la alta recompensa por la cabeza de Ryan le había sorprendido o bien ella ya le conocía o al menos había escuchado hablar sobre él. Entonces, el siguiente sorprendido fui yo, ella le conocía y hasta parecía tener una opinión positiva sobre él.-Ah...-Solté la cuchara a pocos centímetros de mi boca, haciendo algo de ruido al caer, aunque no fue lo suficientemente fuerte como para atraer la atención de alguien.-Bueno...más que mi "cliente" se podría decir que él me paga por fabricar la metanfetamina para luego distribuirla, por lo que yo sería algo así como...una clase de socio o empelado, depende de como quieras verlo.-No sabía exactamente que relación tenía exactamente Spade con Ryan, pero no me imaginaba nada bueno.

Me sentí ligeramente ofendido ante las palabras de Spade, aunque supongo que luego de lo que vio era normal. Me aclaré la garganta antes de decir nada.-No, no es eso...mira, Spade, soy un hombre de ciencia, y eso significa que me baso en los hechos, y los hechos apuntan a que Ryan no es una buena persona.-Quizás volvía a sonar paranoico, pero poco me importaba.-...Debo parecer un hipócrita....aún y cuando te digo esto, yo trabajo con o para él o como sea.-Todo esto comenzaba a confundirme.

−Si tanto te incomoda hablar de él no debiste haberlo mencionado, aunque puede que sea mi culpa por haberte hecho esa pregunta, sea como sea, lamento haberte hecho recordar algo…o a alguien, mejor dicho, que te parece “malo”−terminé de comer todo lo que Sonia había traído, incluyendo el postre.

−Bien, yo debo marcharme, aún tengo que conseguir un lugar en donde quedarme y ya es algo tarde−dije con una sonrisa mientras me colocaba de pie−.Espero poder verte otra vez y que para ese entonces me puedas ayudar a construir mi submarino−tomé mi bolsa, no sin antes sacar unos berries y dejarlos sobre el mostrador.

−Vaya, ¿Ya te vas, Spade? –Sonia se había acercado a donde estábamos.

−Sí, se me hace tarde y esto de que le den posada a una criminal como yo está algo difícil−dije mientras miraba hacia otro lado, me sentía incómoda al reconocer la posición en la que estaba.

−Puedes quedarte en mi casa esta noche−ofreció la amable mujer.

−Gracias, pero no quisiera que luego te involucraran  conmigo, sería peligroso para ti, aunque sea solo una noche−pronuncié con sinceridad, realmente sería un problema si por cosas del destino alguien involucrara a Sonia con una criminal como yo.

−No pasará nada−dijo con una sonrisa−.No aceptaré un “no” por respuesta.

−Está bien−Suspiré y miré a Alexander, quien sabe que cosas habría pensado luego de escuchar esa conversación.

Escuché las palabras de Spade, y ambos proseguimos con nuestra comida, todo esto había resultado ser un tanto más "intenso" de lo que había esperado en un principio.-No, no es tu culpa...creo que solo quería compartir esto con alguien.-Reí nerviosamente.-¿Sabes?, estas últimas semanas han sido una locura...estoy arriesgando demasiado en esto, si me descubren toda mi carrera se acabo, pero si hago todo bien, al final del día, todo habrá valido la pena...o al menos eso espero.-Continué comiendo, no muy seguro de mi forma de actuar, era raro, usualmente no solía hablar de este tipo de cosas con los demás y mucho menos con una total desconocida, supongo que todo se debía a las circunstancias en las cuales nos habíamos conocido. Luego de haber terminado con el plato que Sonia había traído pase a hacer lo mismo con el postre, evidentemente no iba a dejarlo ahí, mucho menos con el hambre que tenía.

Spade comenzó a despedirse mientras se ponía de pie, yo le miré con una sonrisa mientras terminaba con el postre.-Yo también espero volver a verte, y ten por seguro que tienes todo mi apoyo.-Dije mientras alzaba un pulgar y extendía un poco mi mano derecha. Poco después de que dejara el dinero para pagar su comida en la barra, y justo antes de que se fuera, Sonia hizo acto de presencia....tuvieron una ligera charla, una muy "interesante" charla, se mencionaron algunas cosas de las cuales no estaba enterado.-¿Criminal?.-Pregunte algo sorprendido, supongo que esa sería una buena explicación a la comprensión que estaba mostrando.-¿A qué te referías con eso?.-Pregunté, tratando de hacer cierta memoria sobre los últimos acontecimientos en el mundo, no recordaba haber leído nada al respecto en los periódicos...aunque, a decir verdad últimamente no había leído ningún periódico.