Un buen capitulo para un mejor libro [Felipe / Sarah Foxxx][Pasado][Privado]

Observo su gesto después del beso, me sonrío para mi pensando, -Seguramente le gusto y ni se da cuenta, me río ante ese pensamiento, acabo de recoger todas las cuerdas, y levanto el ancla, con la misma, subo por los mástiles de las velas para soltarlas, y desde arriba grito...

-Felipe, por favor, ve al timón y vira a la derecha, -digo mientras voy a la cofa del vigía, nunca se sabe que hay mas allá de lo que veo a medio mástil.

Después de observar que se puede salir sin problema, voy para abajo, y hacía el timón, allí estaba Feli, moviendo el timón.

-Ya puedo seguir yo, gracias, -le digo con una sonrisa, agarrando el timón por donde el lo tenía agarrado, haciendo rozar nuestras manos, en ese toque lo miré a los ojos, esperando que no le molestase ese tacto.

Una vez botados a la mar, miro relajada el ambiente, por ahora esta descubierto, así que no hay problema por ahora yo creo.

-Y bueno, ¿que te parece mi barco?, he de decirte que es grande hasta para mi, -le comento mirándole brevemente.

En un principio tan solo hacia aquello, mirarla, hasta que se dirigió a mi y me pidió que moviera el timón. Nunca hice nada parecido pero tal y como lo dijo parece algo bastante fácil. Voy hasta donde está el timón, observando aquello atentamente. Hago lo que ella me dijo, notando como al barco cambiaba poco a poco su rumbo. Es extraño pero parece interesante manejar un barco. Cuando ella llegó, me dispongo a soltar el timón.

-No hay de que Sarah.- le contesto, notando entonces como su mano tocaba la mía.

Aquello es un tacto agradable, para ser una persona guerrera tenía unas manos suaves. Mi mirada se clava en la suya, demostrando algo de nerviosismo, cosa que queda clara cuando aparto mi mano rápidamente. Suspiro entonces para tranquilizarme, concediéndome unos segundo antes de contestar a la pregunta que me hizo. No quiero hablarle tan nervioso.

-Pues la verdad es...bastante agradable, comparado con los demás que he estado.- claramente lo es, mejor que estar rodeado de ratas- Además puedo disfrutar de tu agradable compañía.

Me sonrío al notarlo nervioso, me da que no ha tenido mucho contacto con mujeres, pero bueno, eso no es importante ahora.

-A ver, si quieres te meto en el calabozo con las ratas, -le digo riéndome, es evidente que no le voy a encerrar, no tiene sentido que haga eso, digamos que es...mi invitado.

Mientras vamos andando por el mar, le pido que se ponga en el timón, le quiero enseñar a navegar...

-Ven, ponte aquí, quiero enseñarte a llevar el barco, -le cedo mi sitio, cuando se ha colocado me pongo detrás de el, y le digo que se subo a mi pierna, pues será mas cómodo, para el esta un poco alto, cuando se coloca, lo abrazo por la cintura para que no se desequilibre, y casi le hacen de almohadas mis pechos.

Me río ante su comentario, aunque no suelo hablar demasiado con la gente puedo entender un broma. Pienso durante unos segundo aquello, recordando las ratas, las cuales a veces son mis únicas "amigas". Borro eso de mi mente cuando la chica me pide que me coloque en su lugar, asintiendo ante su petición.

Cuando coloca su pierna para que me siente en ella me resulta un poco extraño, pero supongo que lo hace solo por mi comodidad. Tomo asiento, aun mas sorprendido ahora que notaba sus brazos por mi cintura. Sin darme cuenta echo un poco mi cabeza hacia atrás, notando algo que me hizo colocarla de nuevo otra vez en su sitio, apartada del cuerpo de la chica.

-Bueno, vamos a ello.- intento sacar rápidamente un tema para conversar, esperando que la chica no tome mucha importancia a eso. Aunque fue una sensación agradable no era mi intención- ¿Por donde debería empezar?

Me río ante lo que hizo, igual cree que me molesta que se apoye en mis pechos, me pongo a la altura de su oído y le susurro.

-A mi no me molesta que te apoyes en ellas eh?, estoy acostumbrada a que las usen de almohada, -digo agarrándole yo la cabeza, y haciéndole apoyar su cabeza en mi pecho suavemente, mientras agarro una de sus manos al timón.

-¿Disfrutas Feli?, espero que no te importe que te llame así, -susurro de nuevo en su oído, donde esta vez le doy un pequeño beso en la oreja.

Nos rodean algunas islas pequeñas, mas de arena que de otra cosa, con alguna palmera, un horizonte azul, con pájaros volando por el cielo, en fin, unas vistas preciosas para estar acompañada.

Noto entonces la voz y el aliento de la chica en mi oído, tragando saliva al escuchar aquella palabras. Nunca he estado en esta situación y no se que hacer, menos aun cuando hace que me apoye en su busto, haciendo con esto que empiece a notarse un rubor en mi mejillas.

-La verdad es que si, es divertido...el llevar esto digo.- intento aclarar pero no suena nada sincero.

Un largo escalofrió recorre mi cuerpo cuando noto aquello sobre mi oreja. No se que pensar ni como comportarme en este momento, tengo que parecer un tomate, por suerte no puedo verme a mi mismo. Lo primero que se me ocurre es apoyar aun más mi cabeza sobre su pecho intentando ocultar mi oído, pero tras unos instantes ahí en medio tengo que dejar de presionar, mi mente no esta funcionando bien.

-Puedes llamarme Feli si quieres, no hay problema.- casi me tiembla la voz al decir eso- No esperaba que llevar un timón fuera tan entretenido.

Cuando veo como se pone, hago que se de la vuelta le hago apoyar la cara en mi pecho, y le doy un ligero beso en los labios, como un susurro, lo abrazo con la izquierda, y llevo el barco con la derecha, me levanto, dejando que se abrace a mi, hago como que lo acuno.

-Espero que no te moleste esto, me gusta ser cariñosa, -digo mientras seguimos avanzando, la verdad es que desde donde estamos, tardaremos 2 días como mucho en llegar a Villa Syrup.

Aquello si que fue algo chocante. Estoy  ahora frente a ella, mirándole fijamente. Antes de poder comentar sobre aquello me encuentro con mi rostro sobre sus pechos, algo que no niego que me está encantado, pero no quita que todo esto me esté poniendo cada vez mas nervioso. Pero todo aquello no es demasiado con lo siguiente, cuando noto sus labios en los míos, mis ojos se abren como platos y no se como reaccionar, mi mente está nublada en ese momento. Me agarro a ella como puedo cuando se levanta, mirando sus pechos fijamente pues no soy capaz de mirarla a los ojos.

-No me molesta, al contrario...- llevo una de mis manos a uno de sus pechos, apretando este como podía- No es un mal cariño, podría acostumbrarme.

¿Que demonios estoy diciendo? No se por que hablo así, me parece que todo esto está volviéndome un poco loco y no me gusta, pero tampoco soy capaz de evitarlo, por lo que da igual.

Lo miro, esta muy nervioso, quizás me estoy pasando, lo dejo en el suelo, no quiero pasarme de lista, continúo llevando el barco, y se hace noche, con lo cual viajando los dos solos debemos atracar en algún puerto, unos pocos metros mas adelante hay uno perfecto, sin barcos alrededor, ni casas.

-Espero que me perdones por lo que ha ocurrido, y a todo esto, viajando solos debemos atracar, soy incapaz de viajar sola de noche, pararemos aquí, -digo mientras me dispongo a atracar el barco.

En cuanto termino, bajamos a la bodega para preparar algo de cenar, -Voy a preparar un poco de pollo, ¿te parece bien?, -comienzo a preparar el pollo, mientras Feli me observa de cerca sentado en una mesa al lado de la cocina.

Parecía que todo aquello iba a parar. Por fin he podido bajar de ella, no es que me molestara, pues fue un sensación agradable pero...es la primera vez que tengo un contacto así con alguien, quizás en un futuro pueda llevarlo de mejor manera, pero por ahora imposible y mas con una mujer que literalmente no está a mi altura. Me tranquilizo como puedo, mirando ahora como Sarah maneja el barco. Observo de vez en cuando al mar cuando aquella escena de hacía poco tiempo me vuelve a la cabeza.

-No tengo que perdonar nada...solo ha sido algo un poco repentino, es todo...- le contesto intentando que no se sienta mal por ello- Si te digo la verdad fue una experiencia agradable que no me importaría repetir en otro momento.- río para intentar que eso quedara mas como una broma, aunque claramente no lo era- A sus ordenes capitana, al siguiente puerto.

La acompaño tras atracar, llegando a la bodega del barco. Asiento con una gran sonrisa, respondiendo a su pregunta. Hace ya mucho que no como algo realmente preparado, lo normal es que esté en esta zona del barco robando lo que buenamente puedo. Me quedo sentado, mirando como la chica cocinaba.

Según termino de cocinar, pongo platos, cubiertos y demás en la mesa, y la cena con una botella de vino.

-Que aproveche segundo de abordo, -digo sonriendo, se que es realidad lo que ha dicho no es una broma, pero tampoco puedo hacer nada. Mejor dicho, no debo, a pesar de que quiero provocarlo hasta que pierda el norte.

Cuando terminamos al cena le comento que yo voy a ir a dormir, que si quiere puede pasear por fuera o venir conmigo y enseñarle donde dormirá.

Creo que estaba bastante alegre por aquella cena. Acompañado de una persona en la que parece que puedo confiar, comiendo un buen plato y navegando sin preocupaciones deque me puedan pillar. Creo que nunca he navegado de este modo, o al menos no me acuerdo de ello, pero eso ahora mismo no importa.

-Igualmente capitana.- correspondo a aquello, comenzando a comer, sin hablar nada en ese momento pues no me gustaba demasiado.

Tras decirme lo que haría ahora, le respondo de manera simple. Me gustaría que me dijese donde tengo que dormir, pues pensaba pasear un rato por la cubierta del barco en la noche, por lo que no quiero molestarla una vez se vaya a dormir.

Después de terminar, recogí todo, le enseñé cual era su litera, justo la de mi lado derecho, al entrar en la habitación, hay literas a derecha, y a izquierda, separados por un biombo, con un pasillo que da a una zona cubierta de cristal resistente, donde se puede ver el fondo marino.

-Aquí es, las de la derecha las usan las chicas, las de la izquierda los chicos, como hoy estamos solos puedes dormir conmigo, en la litera de al lado, como puedes ver, te va a sobrar sitio por todas partes, -digo bromeando, sigo hacia el final del pasillo, y le muestro esa pequeña cristalera que da al mar, un mar azulado, precioso, con toques verdosos y turquesas, con infinidad de peces.

-¿Te gusta?, pedí que lo prepararan así, me relaja ver el fondo marino, -me apoyo en la barandilla de titanio pulido con formas de onda que hay en la cristalera, se ve todo el fondo, es algo precioso para irse a dormir.

Una vez hemos terminado de comer, espero a que recoja para acompañarla. Me siento un poco raro al no ayudarla con aquello, pero mi cabeza no está demasiado centrada desde hace un rato. Observo con atención aquellos lugares para dormir, clavando luego mi vista en aquella cristalera.

-¿Dormir contigo?-pregunto riendo por aquello- ¿Tiene que ser solo al lado o me puedo colar en tu cama mientras duermes?-continuo aquella broma mientras la sigo.

Mi rostro es una respuesta bastante clara a su pregunta. Nunca tengo la oportunidad de ver el mar por dentro, pues sería mi fin, así que ahora que lo tengo bajo mis ojos, debo admitir que es algo totalmente increíble. Apoyo mis manos al igual que ella, puedo notar que mi boca está abierta pero no por ello impido eso mismo, me vale con disfrutar un rato de aquella imagen.

Después de hacer esa broma, me coloco detrás de el, me agacho un poco, y lo abrazo por la cintura de nuevo, y le susurro al oído algo que nunca esperaría oir.

-Si quieres dormir conmigo hazlo, pero ten cuidado, soy muy juguetona, y podría aplastarte, como ponerme a jugar con tu cuerpecito, -le digo dándole un ligero beso en el cuello, y luego volviendo a mi lugar, a su lado, mirando por la cristalera aquel mar precioso, dan ganas de tirarse al mar y nadar un rato, mañana por la mañana igual lo hago.

-Bueno querido, yo voy a ir para la cama, voy a estar un rato despierta aun, pero me apetece echarme un poco, no temas hacer ruido si sales a andar a la cubierta, buenas noches pequeño caramelito. -Le digo después dándole un beso en la mejilla, ligeramente cerca de la comisura.

Me dispongo casi delante de el a desnudarme, dándole la espalda, sacando toda la ropa, me pongo una camiseta de tirantes un poco larga, y me quedo con la muda puesta, a través de la camiseta se me notan un poco los pezones, muy típico cuando pongo este tipo de camisetas para dormir.

Una vez mas, no me espero aquellos actos por parte de la mujer. No puedo evitar tragar saliva cuando me dice esas cosas, me ponen muy nervioso, pro no tanto como aquel gesto con sus labios, el cual hace que todo mi cuerpo tiemble como si se tratase de un flan. Parece que se divierte mucho haciéndome estas cosas.

-Buenas noches Sarah, yo estaré un poco mas mirando esto.-lo único que es capaz de apartar mi mirada de aquel fondo marino es ella misma, cuando me obsequia aquel beso- Que descanses...

Susurro algo avergonzado, mirando a la chica de reojo. Quizás me quede mirando demasiado tiempo, el suficiente para ver lo que no debía, pero no por ello apartaba la mirada. El fondo del mar es precioso, pero seguirá ahí, lo que tenía delante no era algo que pudiera ver todos los días. Aunque me cueste admitirlo, creo que grabaré estas imágenes en mi retina. Tengo que calmarme, cuando veo esas dos marcas sobre la ropa de Sarah miro hacia delante, respirando profundamente para calmar mi cuerpo y mi mente, a ambos le hacia falta.

Lo miro de reojo, se que esto le incomoda, así que me acuesto en la cama, boca arriba, con mi cabeza sobre mi brazo derecho, el izquierdo sobre mi barriga, la pierna derecha elevada, y la izquierda estirada, mirando al techo del barco.

-Buenas noches Feli, que descanses, no te quedes mirando el mar hasta muy tarde, que mañana zarparemos temprano, -dije mientras le lanzaba un beso al aire, hecho me giré y me puse a dormir, con una sabana blanca sobre mi cuerpo, marcando cada lugar de mi cuerpo.

Escucho con atención la voz de la chica. Ya estoy algo mas tranquilo después de todo lo que ha pasado, mi cabeza vuelve a estar tan frica como siempre. No se cuanto tiempo estoy mirando aquel fondo marino, quizás durante media hora, en absoluto silencio. Se claramente lo que estoy esperando: a que ella se duerma. Una vez estaba seguro de aquello, chasqueé mis dedos para forma a mi alrededor mi Silent. Mis pasos eran ahora silenciosos, estos me llevaron frente a la cama de la chica, la cual miraba fijamente y pensaba en que hacer.

-Es un pirata al fin y al cabo...- me repito, sin miedo que me escuche- Pero en que me convertiría capturarla ahora...

Algunas dudas pasaron por mi mente en ese momento, las cuales no soy capaz de resolver ene se instante. Hiciera lo que hiciera ahora no creo que pudiera descubrirme. Creo que pienso demasiado en esto. Tras mucho dudar en ello, deshago mi Silent y luego me meto en la cama, junto a aquella chica en la que supongo que puedo confiar, esperando que no se despierte por lo que pudiera pasar...aunque no se si es miedo lo que tengo u otra cosa. Nunca he dormido junto a alguien, es agradable no estar solo en ese momento.

No noto cuando el se mete en mi cama, solo me doy cuenta cuando me giro y me abrazo a el sin darme cuenta, lo atraigo hacía mi dormida, y cuando me doy cuenta me despierto, me sonrío mirándole, le doy un beso en la mejilla y lo tapo con mi sabana.

-Duerme pequeño, -susurro en su oído, tras un segundo beso en la mejilla, me levanto intentando no hacer ruido, para no despertarlo.

Salgo a la cubierta, con la misma ropa con la que dormí, no hay viento, por lo cual no hace frío, me subo a la barandilla del barco, y acto seguido me lanzo para nadar, empiezo a nadar, a bucear, paso mis manos por las algas, tocando algunos peces, y voy a la zona donde deje a Feli durmiendo, lo observo, desde el otro lado, aun duerme. Me quedo un buen rato observándole, -es tan guapo, -pienso para mi, mientras sigo observándole.

No se por que, no puedo dormir. Miro al techo algo nervioso, quizás por que me he colado en su cama sin permiso, lo único que es capaz de calmarme al fin son las manos de ella. Noto como me atrae para luego abrazarme, es agradable y poco a poco hace que me entre el sueño.

No se cuanto tiempo estoy dormido, seguramente bastantes horas pues una cama no es algo en lo que duerma mucho, no es como la fría madera del barco. Solo una cosa era capaz de despertarme entonces. Era una sensación que siempre me deja intranquilo, esa sensación que tengo cuando la gente me observa. No suele agradarme pero esta vez era distinto, lo es cuando por fin abro los ojos. Puedo observar a Sarah, mirándome desde el agua. Al instante me he sonrojado, no me esperaba una escena así, pero no era una rojez causada por la imagen de su cuerpo que sería lo normal. Aquella sensación me la había causado su rostro acariciado por el agua, iluminado por el sol que atravesaba el mal...Preciosa. Es la primera vez que pienso algo así, no sabría decir si me incomodaba o me gustaba, pero sin saber por que no dejaba de mirarla.

Cuando veo que se despierta, sonrío, saludándole con la mano, nado hacía arriba, se me levanta la camiseta al subir los brazos, casi dejando entre ver un poco los mis pechos por debajo, cuando llegué arriba subí al barco, me fui a donde estaba el, y cogí una toalla que tenía colgada al lado de la cama.

-Buenos días Feli, -le dije secándome, y dejando caer unas gotas de mi pelo sobre su cara, solo por hacerle reí.

Mientras me puse detrás del biombo, y le pedí que me diera la ropa que estaba al lado de mi cama, pues me iba a vestir.

Un ligero saludo, acompañado de mi sonrisa. Intento que no se me note nervioso pero es algo difícil. Mi mirada va a donde no debe una vez más, esto parece que me afecta y todo. Una vez a entrado la miro fijamente a sus ojos, no quería que se me escaparan miradas indiscretas.

-Buenos días Sarah.- lo contesto al tiempo que cerraba un poco los ojos debido a esas gotas.

Una vez me pidió aquello, me levanto en busca de su ropa, agarrando esta con cuidado y llevándosela hasta su lado. No se muy bien que tengo que hacer ahora...¿Debería darme la vuelta? ¿Dejar que ella se vaya? ¿Quizás no hacer nada? Me limito tan solo a quedarme sobre la cama, con mi mirada vagando entre ella y la nada.

Cuando se acerca con mi ropa, me pongo detrás del biombo, se que le ha incomodado verme anoche desnudándome, no quería incomodarlo más, comencé a vestirme, mientras hablaba con el.

-¿Que tal has dormido cielo?, espero no haberte echo daño al darme la vuelta, -digo riéndome, no suelo dormir acompañada de nadie, y sinceramente, me chocó que el finalmente se metiera a mi cama, no me molestó, simplemente me chocó.

Cuando terminé de vestirme, salí con ropa totalmente blanca, con un cinturón negro, con flecos que llegaban hasta la rodilla, los flecos se veían de lado. Con el pelo recogido pero húmedo, y como no con mis botas.

Me arme de nuevo, y fui a la cocina, era hora de desayunar, le pedí que me acompañase, y cuando llegamos a la cocina me agaché para buscar un cazo donde calentar la leche, y cogí unas rebanadas de pan que preparé en la sarten a modo de pan tostado.

-¿Quieres café, leche sola, o que te pongo?, -mientras yo me preparaba un poco de cacao con leche, dejaba también las tostadas ya listas en un plato con 3 mermeladas distintas, y miel. Yo me preparaba una tostada con albaricoque mientras esperaba a la leche caliente, y me senté con Feli a la mesa.

Un largo suspiro se deja escapar por mi parte. Eso me ha tranquilizado por una parte, pero parecía que esas cosas era algo que la chica estaba acostumbrada a hacer, quizás mi comportamiento no era del todo normal. No lo se la verdad, nunca he tenido contacto con alguien durante tanto tiempo ni de esa forma.

-He dormido muy bien la verdad...creo que fue buena idea dormir contigo, fue muy agradable.- contesto con sinceridad, no tengo motivos para negar que aquello me gustó.

La acompaño entonces hasta la cocina. El corto camino hasta esta fue silencioso, creo que llevo desde que la vi bajo el agua sin saber muy bien que decirle, tan solo la sigo en silencio y me siento en la silla de la cocina. En un principio no me doy cuenta de su pregunta, estoy algo absorto en mis pensamientos.

-Café, lo mas cargado que puedas.- le contesto de una vez sin pensar demasiado, agarrando una tostada y comiéndomela sin echarle nada, me gustan mas solas.

Una vez me contesto le preparé un café, como dijo cargado intuí que sin leche, cogí dos tazas, a la suya le eché un buen puñado de café, y a la mía dos cucharadas de cacao en polvo, para el finalmente también tuvo que calentar agua, una vez listos, puse las tazas, una enfrente de cada uno.

-¿Creo que aun no te pregunté, ¿como llegaste a Kabushi?, -digo apoyando mi pecho sobre mi brazo izquierdo mientras comía una tostada, al hacer eso se hacía muchísimo escote, casi se salían, pero no le di importancia, hasta que noté las migas entre mis pechos, una sensación verdaderamente molesta.