Un buen capitulo para un mejor libro [Felipe / Sarah Foxxx][Pasado][Privado]

Según me besa cierro los ojos, siente sus labios sobre los míos, sinceramente no pensé que fuera capaz de hacer eso, después de aquello veo que se deja caer, un poco avergonzado, con mi mano hago que me mire, y que se ponga de nuevo a la altura de mi cara.

-No deberías haber parado, -dije mirándole directamente a los ojos, me acerqué mucho a el, pero antes de hacer lo que iba a hacer volví a mirarle a los ojos, al momento y sin pensármelo cerré de nuevo los ojos, y lo besé yo a el, despacio, pero apasionadamente, de vez en cuando haciendo lo que me hizo el, de morderme el labio inferior y tirar un poco de el, le hice lo mismo, abrazándolo despacio contra mi pecho, casi podía meterse entre mis pechos con el abrazo. Me gustaba esa sensación, estuve unos minutos besándolo, y luego me separé, con delicadeza, acariciando su cara, y sonriendo por aquello.

-Espero que no te haya molestado lo que acabo de hacer, me apetecía mucho seguir ese beso, quería intensificarlo, -le acaricio tiernamente la cara, viéndolo ligeramente enrojecido, no se si del calor, o de la vergüenza, pero me daba igual, quería sentirle como acabo de hacer.

La vuelvo a mirar fijamente cuando ella me obliga a ello con la mano. Espero que no se haya molestado. Por suerte tras oír sus palabras puedo comprobar que no le molestó, y tras su siguientes actos me confirmó que ademas le gustaba. Mis ojos la miraron expectantes hasta que me besó, cerrando estos entonces. Esa sensación era genial, podía sentir sus labios completamente y era algo que me encantaba, mas aun tras sentir ese mordisco. Mis manos se colocaron sin pensar en sus pechos, presionando estos mientras la besaba. La verdad es que podría haber estado así aun mas tiempo, pero si ella paró sería por algo. Escuché sus palabras, las cuales me hicieron sonreír de oreja a oreja, quizás por que se así que le hice sentir bien con lo que hice.

-Bueno...si necesitas volver a repetirlo o cualquier otra cosa...-no se muy bien que estoy diciendo, quizás sea por la excitación- Puedes avisarme...-suelto una ligera risa que me parece estúpida tras aquello, esperando a ver que diría o haría ahora.

Lo miré sonriendo después de aquello, antes de seguir haciendo nada, le pedí que se bajase un momento de mis piernas, quería meter la mesa y las sillas dentro de casa, hecho esto, le agarré de la mano sonriendo, y me fui al sofá con el, me acosté en el sofá.

-Puedes sentarte sobre mi y seguir lo que estábamos haciendo, acostarte sobre mi y dormir un poco, o lo que tu prefieras, -dije mirando directamente sus ojos preciosos, brillaban de una forma distinta a antes, sonreía hacía el, quería saber de que sería capaz si yo le dejaba.

Baje entonces de la chica. Espero que no se de cuenta de lo que está pasando, aun así la miro intento no darle el frente por si acaso, quizás se incomodaría un poco si se daba cuenta. No se si parezco un crío por comportarme así, realmente me da igual. Le acompañé hasta que sentó en el sofá, mirándola a los ojos sin saber que hacer, aunque no me importaría simplemente mirarla todo el tiempo que hiciera falta.

-La verdad es que no se muy bien que hacer...es algo extraño.-me acerco poco a poco a su rostro, quiero susurrarle algo al oído-Tengo miedo de que me vuelvas loco.-digo en voz baja antes de darle un fuerte mordisco en el lóbulo de su oreja.

Aquel mordisco se repitió varias veces, para luego dar paso a mi lengua, con la que dibujé el contorno de su oreja. Mientras tanto me dispuse a envolver el cuello de la chica con mis brazos, acariciando ademas esta con mi manos.

Después de decirme que tenia miedo de que le volviera loco, me asusté un poco, después de aquello sentí sus dientes en mi oreja, al sentirle me mordí ligeramente los labios, y sentí que clavaba algo en mi pecho, acto seguido miré para a los ojos, no esperaba esa reacción en el, sobretodo por el aguante que tuvo con todo lo que le hice.

-¿Que es lo que me estás clavando?, -preguntando con una falsa cara de enfado. No estaba enfadada, sabía lo que le pasaba, pero quería que tuviese el valor de decirlo.

Aunque no llegaremos a nada, por razones obvias de tamaño, yo le acaricio la cara, a pesar de que me quedo relajada mientras abraza mi cuello, espero que no le moleste, me abrazo también a el, y poco a poco me quedo dormida, no a propósito, simplemente el calor de su abrazo ha hecho el mismo efecto en mi que un somnífero.

En sueños le pregunto algo a Feli al oído...

-¿Porqué tienes miedo de que te vuelva loco?, -pregunté abrazándole con el brazo derecho, mientras le izquierdo se posaba en el suelo por el peso.

Aquella pregunta me pilló de imprevisto. No se si debo contestarle por la mirada que me ha puesto, simplemente por ahora me quedo callado mientras sigo con mis caricias, notando como estas poco a poco hacen que la chica se duerma. Estoy abrazado a ella, un abrazo correspondido por ambos y que no quiero que acabe. Tras un rato en su sueño puedo notar como dice algo. Creo que debería responder a esa pregunta y quizás de pasó a alguna más.

-Es fácil señorita Sarah...-al igual que ella, le susurré- Por que entonces no creo que te pudieras librar de mi...-contesto dándole un beso en su mejilla, para luego echarme a reír- Por cierto, lo que notaste antes era mi miembro...mí pene si prefieres una manera mas vulgar, es lo que le pasa a los hombres cuando se excitan.- se que sabe lo que es una erección, pero me causa bastante gracia responderla.

Después de unos segundos, me despierto, me acuerdo de lo que ha dicho, se que es curioso, pero me rió, al final vuelvo a preguntarle...

-¿Y por que se supone que no me desharé de ti?, -le pregunto acariciando de nuevo su cara, y esta vez un poco su pelo. Luego lo miro de reojo, y sigo abrazándole, espero su respuesta.

Maldita sea. No esperaba que se despertase, menos aun espero que se acuerde de lo que he dicho. Por supuesto no voy a cortar aquel abrazo, es demasiado agradable y aun mas sus caricias. Durante un largo silencio pienso en mi respuesta, no se como decirlo sin llegar a molestarle, aunque tampoco se si le molestaría.

-Yo...no se...quizás me cueste mucho separarme de ti.-terminé por contestarle, sin saber siquiera que querían decir esas palabras- No se explicarlo del todo...Aunque quizás sea solo que como un hombre me vuelves loco, ya lo has comprobado antes.

Mi respuesta creo que no es de mucha utilidad. La verdad es que yo ni siquiera entiendo que quiero decir con que no podría deshacerse de mi y la excusa de ser un hombre es muy mala, solo es un intento de que no piense en la primera respuesta. Suena bastante raro e incluso un poco mal, no creo que es algo que se le diga a las personas así como así.

Lo miro tiernamente, y vuelvo a quedarme dormida, esperando que el se quede dormido conmigo, en la posición en la que estamos, no quiero despertarlo, ni que se mueva de donde está, no me pesa, de hecho, es tremendamente ligero.

-Espero que este abrazo, y esta situación no terminen nunca, -digo posando mi brazo izquierdo en su cadera, casi tocándole una nalga. Es un poco dura, y prieta, pero me gusta.

-Si quieres que sea así solo tendrías que pedirlo...-era algo que tengo que decir, algo que me ha salido sin saber como.

Una vez dije eso, dejé caer mi cabeza sobre ella. Quería dormir un rato, aunque seguía siendo por la mañana aquello era demasiado bueno como para dejarlo. Poco a poco me empecé a quedar dormido, con un brazo envolviendo su cuello el cual acaricio, mientras que el otro brazo se posaba en su pecho, acariciando ligeramente este con la mano.

Nos quedamos largo rato dormidos, soñaba con sus manos jugando en mi cuerpo, pero solo fue un sueño, mi mano de vez en cuando apretaba un poco su trasero, espero no haberle hecho daño.

Después de unas pocas horas me desperté, y ahí estaba, sobre mi, deseando que nunca se fuese.

-Nunca te vayas, que esto no termine, -le dije abrazándole hacía mi, en su oído, esperando que lo hubiese oído.

Aun en mis sueños, puedo notar las manos de Sarah. Igual que antes de dormirme apretaban mi trasero. Es una sensación agradable y me causa incluso cosquillas, cuando me despierte seguramente le diga que es algo divertido. No supe en que momento escuché la voz de ella, pero esta me hizo despertarme al instante.

-Yo...-aun con sueño la miré, no estaba del todo despierto, quizás esto solo es un sueño- ¿Como iba a poder separarme de ti?-le contesto antes de dejar caer mi rostro sobre su pecho, es como un almohada, a la cual me pego mientras creo que poco a poco me desvelo.

Lo abracé de nuevo hacía mi, esta vez agarre su cara, le hice mirarme a los ojos, y con una sonrisa...

-¿Porque ya no puedes apartarte de mi?, -le preguntaba acercándolo a mi boca lentamente, a punto de besarle, pero dejando que en el transcurso fuese capaz de responderme primero, mientras que con la mano derecha lo acercaba a mi, con la izquierda le agarraba el trasero nuevamente.

Es una buena pregunta. Ahora ya estoy algo mas despierto, lo bastante como para mirarla a los ojos con una sonrisa, dispuesto a responder a su cuestión sin importarme demasiado. Miro sus labios antes de comenzar a hablar, pienso que son preciosos.

-Pues la verdad me encanta pasar tiempo contigo.-fue la primera parte de mi respuesta- Ahora también se que me gusta que me agarres el trasero.-dije antes de reírme- Y sobre todo por que a tu lado puedo hacer esto.

Es entonces cuando coloco mis labios sobre los suyos, dándole un largo beso como si intentara que los labios de ambos se fundieras. De vez en cuando me paraba pasar sacar mi lengua y pasarla por sus labios con cuidado, antes de morderlos sin demasiada fuerza pues no quería hacerle daño, solo disfrutar de aquel sabor.

Seguí sintiendo su cuerpo sobre el mio, sus labios que parecían fusionarse con los míos, -que bien besa, no quiero que se termine este beso, -pensaba para mi mientras gemía un poco al sentir la fogosidad de sus labios.

Poco a poco sentía que esto se iba de nuestras manos, soy muy grande para el, -¿como podría funcionar?, -pensé algo triste, pronto me saqué de la cabeza aquello, terminé ese beso sonriendo, y levantándome con el en el colo, como si fuese un niño, le hice cosquillas solo por verle sonreír, aunque no me había dado cuenta que su sonrisa fue plena cuando me besaba.

-¿Y ahora que hacemos?, -le miré intrigada, no podíamos estar toda la mañana así, fue poco tiempo después, que escuché un disparo, rápidamente lo bajé de mi colo, y fui corriendo a por todas mis armas. Salí muy despacio por la puerta, mirando de donde provenía.

Al salir, vi que había un hombre en el pueblo, en principio solo, pero no me fiaba mucho de estas historias, por lo poco que fui capaz de escuchar, buscaba a alguien, espero que no fuese a mi, y sobretodo espero que Feli no me haya traicionado, mandando un mensaje a camaradas suyos, avisando de donde estaba, pronto lo miré de reojo, ligeramente enfadada, no podía juzgarle sin saber, pero ya estaba con la mosca detrás de la oreja.

Salí por la puerta, y puse un poco mas la oreja, efectivamente, me estaba buscando a mi, fue por el pueblo primero preguntando por mi, pero como nadie quiso decirle donde estaba, pegó un disparo al aire para ver si salía a husmear, el cabrón consiguió lo que quería, que saliese a ver que ocurría, de nuevo miré de reojo a Feli, del cual me estaba fiando cada vez menos, ¿sería el quien aviso?, ¿o simplemente coincidió que el vino por aquí, y aprovechó de preguntar?

Todo el tiempo que duró aquello fue una bonita sensación, son de esos recuerdos que no se van. Una vez hubo terminado me sentí un poco raro por como me agarró, aunque no pensé mucho en ello pues con sus cosquillas solo podía reírme, no pensar en mucho más. Tenía pensado responderla a su pregunta, quería que me enseñara aquel pueblo, si de paso habría alguna biblioteca o lugar histórico que pudiese visitar. Pero no pude dar una respuesta, antes de ellos me bajó tras escuchar un disparo que parece que viene del pueblo. Ella sale rápidamente a ver que es lo que pasa mientras que yo me dispongo a ponerme mi ropa, creo que ya es hora de ello. Observo entonces como me mira, no es algo demasiado agradable y no se a que es debido, tan solo me quedo esperando hasta que ella sale por la puerta, después de esto la seguí.

-¿Que está pasando Sarah?-le pregunto algo mas serio, mirándole fijamente.

No me agradan demasiado las miradas que me está regalando en este momento aunque no sean directas. Siento como que se ha molestado por algo pero no se que podría ser, hasta hacía un segundo todo parecía ir bien. Creo que me limitaré a escuchar su respuesta, tampoco quiero hacer ningún comentario que pueda molestarla ahora.

Entré de nuevo a mi casa, agarrando de la mano a Feli y llevándolo conmigo, iba a hacerle una pregunta a la que esperaba que fuese 100% sincero, pues si no lo era me iba a doler mucho hacer lo que iba a hacer, lo sabría por su forma de mirarme.

-Ese hombre que esta ahí fuera ha venido a buscarme, se sincero conmigo por favor, ¿tu has avisado a los cazarecompensas o a la marina de donde estaba?, -dije esto relajada, sin acusarle, solo quería que me dijera la verdad y poder confiar en el, no me gusta que me mientan, o que me la jueguen, me sentiría como una estúpida después de lo que pasó los últimos días.

-Necesito que seas sincero conmigo, debo actuar ya, y encima no se quien es, en cuanto me respondas asómate con cuidado por la puerta y dime si le conoces, -si le conoce tampoco tiene que significar que el le haya avisado, pero desde luego es una coincidencia que justo venga a dar aquí, y que conmigo haya un cazarecompensas, que de hecho iba con intención de matarme y entregarme. Saco de mi cabeza eso, ahora no viene al caso, quiero confiar en el, espero que se sincere, no creo que haya sido el, pero debo esperar que me lo diga, y ver si creerle o no.

Mi sorpresa fue bastante grande al verla entrar de nuevo sin decir nada. Pero esa no fue la mayor sorpresa que me llevé, cuando me hizo aquella pregunta sentí una ligera punzada en mi pecho y en mi cerebro. No entiendo que es este sentimiento, nunca he experimentado algo así y no me gusta, solo espero que sea algo que dure poco tiempo.

-¿Como?-intento asimilar la pregunta como puedo, no entiendo por que no ha confiado en mí, quizás sea algo lógico pero no creo que la lógica sea lo que me esté rigiendo ahora- ¡Por supuesto que no!-antes de responderla, miraba al suelo debido a lo que creo es angustia, pero junto a mis fuertes palabras la miro a los ojos, con un ligero toque de furia y tristeza en estos.

Me dirijo entonces a la puerta, tal y como dijo ella pienso ver si reconozco a aquel tipo. Una vez lo miro atentamente tengo claro de que no, nunca he visto su cara en ningún lugar por lo que ni siquiera tiene que ser un buen cazador, cosa que me hace suspirar tranquilo, pues estoy preocupado por Sarah. Un vez estoy seguro de aquella información, vuelvo a hablar con ella.

-No se quien es...no te tienes que preocupar siquiera por alguien así. Si ha venido aquí tiene la mínima idea de quien eres pero es un estúpido.-comencé explicando- ¿Venir a tu tierra? Si está solo es un suicido, mas aun después de que te acaba de avisar con sus disparos. Si está acompañado solo es una muestra de prepotencia, cosas de la que te puedes aprovechar si quieres. No vuelvas a tu barco a menos que estés segura que has eliminado a todos los cazadores si hay mas, puede haber alguno esperando. Si se acerca a tu casa estando él solo, espera a que entre y será fácil derribarlo

Le expliqué de manera tranquila. Para algo tengo mi mente fría, no iba a dejar que su acusación me hiciera tratarla de otro modo. Aunque se lo decía de manera seria mi sonrisa no abandonaba mi rostro, era la sonrisa de estúpido que se me colocaba en la cara cada vez que la miraba.

Después de su tranquila confesión, suavizo mi mirada hacía el, espero que diga la verdad, aunque si no lo hubiera dicho lo hubiera notado, suelo notar cuando me mienten, estaba frustrado por esa pregunta, pero no me dio indicios de que me estuviese engañando, finalmente cogí mi cuchillo de caza, mi trabuco con munición, y mi katana, no me iba a quedar de brazos cruzados, si pretendía venir a por mi, le esperaría, pero en este caso debía tener cuidado, puesto no que no sabia fijo si era un cazarecompensas, o si simplemente es un don nadie que buscaba a quien cazar, y vio que una mujer era buena idea, lo que no le dijeron a este mamarracho es que mido casi 5 metros, eso esta a mi favor, pues es una humano enclenque y medio anciano, si seguramente hasta el mismo tenga recompensa.

-Ponte detrás de la puerta y observa si viene hacía aquí, ten, toma mi cerbatana, tiene 10 dardos somníferos, si se acerca lanza uno, son de efecto inmediato, en cuando este en el suelo, yo le clavo el cuchillo en el pecho, -dije mirando para el, -no dudaba de ti, créeme, pero me parecía extraño que esa persona apareciese de la nada preguntando por mi, -dije excusando las anteriores preguntas, notaba una mirada ligeramente irritada, a pesar de que tenía una pequeña sonrisa, que ciertamente no se si era para tapar la irritación de la pregunta, o por que realmente le hizo gracia una pregunta tan estúpida.

Yo ya esperaba atenta detrás de la puerta, solo debía fijarme si Feli lanzaba el dardo, y de estar atenta de meter a aquel hombre bajo por la puerta, de hecho diría viéndole mas de cerca, que Feli es incluso mas alto que el.

Una vez mas parecía que la chica volvía a confiar en mi. Es algo que me agrada y aplaca en parte mi enfado, pero no es que lo haga desaparecer por completo, tan solo estoy bastante mas tranquilo. Ahora me entregaba aquella arma que yo nunca había manejado, con un plan que no me hacía gracia del todo pues implica la muerte de aquella persona...supongo que no habría otra opción. No respondo a las palabras de la chica simplemente por estar concentrado. Al cabo de poco tiempo puedo comprobar que aquel hombre se acercaba más a la casa de Sarah, quizás por pura suerte pero a unos 10 metros se dio la vuelta, quizás por miedo a ser pillado por la espalda.

Ahora era mi oportunidad, dejé entonces la cerbatana sobre el suelo y agarré uno de los dardos con mi mano. Activo mi Silent al mismo tiempo que abro la puerta sin miedo a que me escuchara. El sonido parecía desaparecer en un metro a mi alrededor, cosa que se pudo notar cuando aun corriendo a toda velocidad, mis pasos hasta el hombre no se dejaron escuchar, ni el mas mínimo rastro de sonido. Por desgracia para él, poder escucharme cuando estuve a un metro suya no fue suficiente, pues para entonces ya tenía clavado aquel dardo sobre su cuerpo, sin necesidad de aquel arma. Agarré al hombre dormido, comenzando a arrastrarlo hasta la entrada de la casa de Sarah, esperando que una vez frente a esta ella me ayudara.

Cuando vi que metió a aquel hombre para mi casa no sabía exactamente que hacer, pues noté en su cara que no quería una muerte, con lo cual guardé mi arma, y fui a por una cuerda para atarlo antes de que se despertara, la duración del somnífero duraría mínimo 1 hora, así que debíamos pensar que hacer con el.

-Bien, no le mataré, ¿ahora que?, -dije yendo al almacén a por cuerda para atarlo a una de las sillas, desde luego no estaba segura de quien era, pero mientras estaba atado aproveché de registrar sus bolsillos, puede que hubiera algo interesante.

En los bolsillos de su chaqueta encontré un retrato mio con mi recompensa por detrás, me fijé en la letra, no era la de Feli, eso me dejó soberanamente tranquila, después de mirar bien todos sus bolsillos, hallé otra hoja, donde indicaba un nombre, otra recompensa, y mas abajo otra especie de retrato, casualmente muy parecido al de aquel hombre. -Lo sabía, este tío también tiene recompensa, -pensé para mi mientras miraba entre la hoja y aquel hombre.

-Mira Feli, tenía razón, este tío también tiene recompensa, se llama Brent McKellar, y tiene de recompensa..., -cuando vi la cantidad que era me quedé boquiabierta, en cualquier caso, yo tengo recompensa y jamás se me ocurriría llevar un retrato mio encima con lo que piden por mi cabeza, me recompuse como pude y seguí hablando, puesto que Feli me estaba mirando preocupado, y sorprendido a la vez, -emmm, piden por su cabeza 400.000.000 de berries, -me dejé caer de culo, para quedarme sentada mirando aquella hoja, me aclaré la garganta, y me froté los ojos, a la vez que le daba la hoja a Feli para que lo viera por el mismo.

Parece que por suerte Sarah ha decidido no matarlo. Con eso puedo respirar aliviado, ahora debo pensar en un plan para este tipo mientras que ella busca las cuerdas para atarlo. Puedo observar como está buscando algo en sus bolsillos, buena idea la verdad, pues quizás nos de algo de información sobre el individuo. El rostro de Sarah se tornó sorprendido, no se que ha podido ver pero parece una información bastante interesante, por suerte ahora se dirige a mí y dejar que escuche la sorprendente información.

-Sarah...calmémonos...-mi mente está igual de fría que siempre, eso es seguro- Aunque va en contra de mis principios...no me importaría que lo matases ahora.-tras decir aquello, me dispongo a explicarle mi postura- No podemos dejarlo libre pues puede volver, incluso acompañado. No podemos entregarlo aun teniendo recompensa, pues tiene información de tu casa. Tampoco creo que debamos esperar a que despierte, parece peligroso...

Con esos tres puntos creo que dejo bastante claro que por esta vez puedo hacer la vista gorda. Yo no voy a darle el golpe de gracia, no sería capaz, pero creo que la chica no solo podría si no que también gustaría de hacerlo ella misma, por lo que la miro a los ojos esperando su decisión.

Lo miro un poco desconcertada, no se que hacer con este individuo, tiene información de mi casa si, pero si solo se entrega su cabeza con el papel de su recompensa ya está, alguien tuvo que darle información de mi, alguien que sea un marine o cazarecompensas, que tenga un trato con este mierdecilla.

-Sinceramente, no se que hacer, a pesar de que tiene información de mi, no está conjunta a la recompensa suya, es decir, tu podrías ir a entregar su cabeza para recoger la recompensa, llevando solo su información, la mía al no estar en la misma hoja no se darían cuenta, podríamos repartirnos la recompensa..., -miro por un instante al hombre, y de vuelta a Feli, -...solo si quieres, sabes que no te obligaría, -digo agarrando el cuchillo, y poniéndolo en su cuello de Brent, jugando, sin cortar, solo rozando por la piel, con el reflejo que entra por la puerta, releja en la hoja, y según juego, el reflejo de la hoja salta por toda la casa.

-¿Que debería de hacer?, estoy en una indecisión total, ¿lo mato y entregas su cabeza y coges la recompensa para ambos?, ¿lo dormimos las horas suficientes y lo llevamos a una isla desierta de donde no sea capaz de volver?, ¿lo dejamos suelto con la posibilidad de que vuelva de nuevo armado, y pueda matarme, o lo que es peor, matarnos?, -clavo el cuchillo en el suelo, al lado de aquel hombre, me levanto y voy al baño, dejando la puerta abierta, me miro al espejo, abro el grifo, y me mojo un poco la cara para aclararme las ideas, mojando también el pelo, el cuello, el suelo, y un poco mi escote.