Marines y Piratas

Spoiler:

En cuestión de un instante logré hacer retroceder a aquel tal “Gran Espada”, ciertamente estaba debilitado y apenas podía luchar, tal como pensé, aunque después demostró lo realmente cabezones que son en la marina. Tras detenerse chocando con un árbol me arrojó un par de peculiares shurikens, y por si no fuera poco, también su espada, que estaba clavada cerca suya, y tras recuperarla, la volvió a separar de él, esta vez a modo de arma arrojadiza. No tardé en darme cuenta de la fuerza de mi oponente, si era capaz de lanzar semejante espadón como si nada, debía ser un monstruo. No era momento de razonar, no tenía más que un instante, por suerte fue suficiente. No dudé un segundo en abrir el Limbo, la primera de las puertas infernales. Aunque así Red mandara todavía más en mi cuerpo era la única forma de lograr evadir aquellos ataques. Aquel ataque era una triple amenaza, los dos primeros shurikens, lanzados casi de forma consecutiva e inmediata, y la espada, en la cual se demoró ligeramente más, pues hubo de sacarla de aquel árbol primero. La cosa estaba clara, cualquiera de aquellos impactos de forma directa significarían mi fin, por eso debía esquivarlos todos, o al menos, evitar daños graves.

Me centré primero en el peligro inminente, los shurikens, que venían hacia mí a gran velocidad. Me gustaría decir que pensé la mejor forma de esquivarlos, pero no fue así, pues en eso consistía la primera puerta, en vaciar la mente de cualquier cosa para dejar al cerebro analizar el problema con el 100% de su capacidad. Como de costumbre, mi cuerpo reaccionó con la respuesta más eficiente, pese a que yo no era consciente de esta. Era un movimiento por instinto, un impulso que me movió a hacer lo que hice. Viendo la separación entre el shuriken que iba dirgido a mi estómago y el que se dirigía a mi pecho cualquiera hubiera hecho lo que yo en mi lugar. Salté con el cuerpo en horizontal para pasar entre ambos, tornándome humano en medio del salto para reducir mi volumen corporal, sin embargo uno de aquellos shurikens me tomó por sorpresa al hacerse mucho más grande de repente, clavándose en mi hombro. Tras esto caí al suelo y su espadón, lanzado por encima de todo lo demás, pasó de largo hasta caer en el suelo, sobre un montículo de arena, y levantar una ingente cantidad de polvo. Tratando de recuperarme lo más rápido posible salí corriendo de allí aprovechando la confusión que causó su espada al levantar aquella nube de polvo. Por suerte por muy buenos que fueran no iban a seguirme el rastro fácilmente, y difícilmente alcanzarían mi velocidad de animal en carrera, así que aquel peligro ya pasó un poco. Me dirigía ahora a la costa, para irme de aquella maldita isla de una vez por todas…

Spoiler:

La enorme explosión llenó todo el lugar de humo. El Gran Espada observaba atento sangrando por el hombro aún. Su mirada continuaba siendo fría y seria. No parecía estar de buen humor, no sabía si el moreno había sido partido en trozos o algo por el estilo. A continuación el recluta apareció preguntándole si estaba bien y si sabía dónde estaba aquel lobo. Este no contestó y se quedó callado observando la humareda con el ceño fruncido y con la mano envuelta en energía cortante por si las moscas. Cuando por fin había pasado aquel maldito humo sus ojos observaron que el lobo ya no estaba allí. Trotó un poco hasta ver algunas gotas de sangre, señal de que le había conseguido dar. Miró en dirección a las gotas y supo que se había escapado. Ahora caminó hasta el montículo de tierra y sacó su espada. Tras aquello suspiró observando al cielo para después colocarse su enorme espada en la espalda y acercarse al recluta Minato de nuevo de forma calmada y con un tono tranquilo comenzó a hablarle de manera seria pero amable.

- Bueno, al parecer se ha escapado. Sí, estoy bien, no te preocupes. De no ser por mi arma me hubiera atravesado el pecho y no lo hubiese contado. Dejemos este incidente como si no hubiera pasado nada, me refiero a nuestro enfrentamiento. Creo que ahora deberíamos volver al barco y largarnos de aquí. No me siento cómodo en esta isla de mala muerte después de lo ocurrido. Ese moreno puede ser un peligro más serio en un futuro. Nada más llegar al cuartel me pondré a investigar sobre él. No permitiré que alguien así este libre por los mares.

Los dos marines que observaban se acercaron corriendo hasta el pelirrojo y el castaño. Ambos hicieron un gesto militar y algo preocupados suspiraron. El de la derecha habló tranquilamente hacia los dos.

- Bueno señor, deberíamos volver al barco ya que ha pasado todo.

Krauser asintió de forma tranquila para después suspirar también pensando en lo que había pasado ese día. En el enfrentamiento con su camarada por el error de un engaño de un tipo con una zoan carnívora. En el chico de las posturas raras que misteriosamente ya no estaba y había desaparecido, se habría largado seguramente. También pensaba en el combate y en el poderoso ataque que había realizado sobre aquel lobo enorme. Habían conseguido hacerle huir y era algo que al menos les había servido para salvar el pellejo. De haber seguido el combate podría haber muerto alguno de los dos marines. Principalmente Krauser ya que sus heridas le dolían y le quitaban mucha movilidad, ahora era el momento de volver al barco y poner rumbo al cuartel. El castaño le hizo un gesto a Minato para que le siguiera hasta la costa donde estaban los barcos de la marina esperando y tras eso empezó a caminar hacia la costa seguido de los dos reclutas. Ese día había sido difícil pero así era la vida de un marine.

Spoiler:

Las palabras del joven marine pelirrojo no sirvieron de mucho, pero fueron respondidas por el capitán indicando que estaba bien. No debía estarlo tanto tras el ataque que él mismo le había realizado pues había impactado de lleno, al no querer evitarlo, haciendo que la movilidad de su cuerpo fuera reducida. Eso, sumado al ataque que el lobo le había realizado, hacía que fuera muy sorprendente que aquel hombre siguiera en pie haciendo que se ganara con creces el rango que ostentaba. Respeto y admiración era lo que obtendría por parte de Minato a partir de ahora, ambas se las había ganado tanto por sus acciones como por su gran fuerza. Escuchó las palabras que ahora dirigía a los otros reclutas y emprendió el viaje de vuelta a su propio barco, casi se le había olvidado la misión que le había llevado hasta allí.

Antes de volver a la playa se adelantó y recogió su casco metálico, poniéndoselo al instante de forma que sus ojos quedaran ocultos bajo la protección. Además buscó por los alredededores durante un minuto hasta que encontró una vieja tela raída y se cubrió las heridas que había recibido, de forma que toda la atención médica fuera para Krauser en lugar de para él y así pudiera recuperarse más rápidamente. Ya se trataría a sí mismo sus heridas pues no eran muy graves, ahora debía volver e informar al capitán de su barco. La misión de informar al capitán Krauser, aunque con inconvenientes, había sido cumplida con éxito. Montó en una barca y volvieron al barco donde lo recibieron a gritos, por haber tardado tanto.

OFF: Post de salida super-cutre <3