Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)]

Mientras corrían hacia su objetivo, el ascensor, el hombre al cargo de la operación y de su grupo, antiguo compañero, desapareció frente a sus ojos, el hombre perplejo freno en seco, ``por los dioses donde?...´´ llego a decir Worgulv antes de volver la mirada y ver el hondo agujero por el que había caído su camarada, su brazo parecía mas torcido que la raíz del árbol del mundo, la profundidad era demasiada como para que subiese por su cuenta, tenia que buscar algo, una escalera un palo....de 10 metro?, una viga estaría bien, miro a los lados de la calle, Bingo una viga de dos palmos de ancha sujetaba un tejadillo, el hombre no dudo en proferirle un hachazo, con Dødskamp av frost, la viga se corto como la mantequilla, quizás demasiado, ya que el corte se congelo casi al instante y estallo en astillas congeladas, maldición! ese arma no le ayudaría esta vez.

Mirando a su alrededor busco algo, mas practico, y que no conllevara una destrucción del entorno. Aunque fuese su estilo, no podría abrirse paso en la tierra a hachazos....o si?, antes de poner en practica esa descabellada y tardía idea, se percato de que ciertas telas de un color muy llamativo se repartían por los suelos del ligar a toda prisa, se dirigió al que tenia mas a mano y tiro con un movimiento seco y fuerte, cuando el hombre retiro la manta, se descubrió un agujero similar la que había servido como impedimento para su compañero, al ir cogiendo manta por manta, nuevos hoyos mas o menos de la misma profundidad se iban destapando, parecía que al mismísimo loki le habían regalado una pala y un pico nuevos.

Worgulv ato con fuerza cada manta haciendo una cuerda improvisada, se ato un extremo al brazo, sujetando la ``cuerda´´ con la otra mano, lanzando la al hoyo, esperando que su compañero estuviese ya en condiciones para agarrar la manta, en cuanto lo hiciese, el hombre tiraría con fuerza para sacarle de allí, el lugar no parecía muy agradable, las explosiones se sucedían y el fragor de la batalla se acercaba, no podían estar impedidos para cuando ese momento llegue.

Resumen:

Ya casi estaban en su objetivo, el puerto estaba a escasos metros, pero ahora había aparecido una maldita ballena gigante. Ese ser podría comerse barcos enteros si quisiera, pero ahora no le importaba mucho esa cosa. Su misión era llegar al interior y estaba a segundos de cumplirla, sus hombres también estaban bien, la misión estaba siguiendo el rumbo previsto de forma perfecta. De repente una voz llamó la atención del castaño, un jodido marine con un uniforme de oficial, ahora sí que la habían liado. Les había pedido que se uniera a ellos y el resto de marines, al parecer estaban huyendo de una retirada, eso hizo que el depredador de la revolución sonriera tranquilamente.

Esa persona ahora no era nadie para darles órdenes, ya podía ser un teniente o un comandante, ahora que los revolucionarios estaban en el puerto, llegaba el momento de mostrar el potencial del Escuadrón 7. Dranser se quitó la gorra dejando salir su pelo que ahora estaba despeinado totalmente, cada mechón para un lado debido al maldito uniforme marine. Llevó la mano derecha a la funda de su espada y de un tajo rápido se cortó aquella maldita chaqueta blanca dejándola caer el suelo. Ahora estaba mucho más cómodo, su camiseta negra de manga larga y su chaleco color canela le sentaban mejor. Apuntó con su arma hacia aquella persona de rango alto y sonrió con amabilidad.

- Se acabó el juego querido marine, la revolución ha llegado a la isla y ahora no hay nada que podáis hacer. Será mejor que te largues o de lo contrario tendré que derrotarte y seguir mi camino ¿Pero dejaras a alguien como yo libre?

Dijo el joven con un ligero toque de preocupación fingida para después guiñarle un ojo. Si aquel hombre que tenía delante había visto los carteles últimamente, sabría que ante sus ojos estaba el depredador de la revolución, Silver D. Dranser. Un hombre con 150 millones por su cabeza, pero ahora no había tiempo que perder, sin pensárselo salió corriendo al interior de la isla mientras soltaba una carcajada. Si aquel hombre quería detenerle tendría que seguirle y si eso pasaba se vería obligado a luchar contra él. Sin pensárselo alzó la voz un poco avisando a sus hombres de que le siguieran también.

- ¡Vamos chicos seguidme!

Resumen:

Un molesto pitido indicó que el hombre aquel había roto el auricular, y no pudo evitar sonreír de medio lado, casi decepcionado, con expresión algo melancólica. Aquel gigantón era tan como él... No podía creerlo. Cuando él deseaba recuperar a Nadia también era así, lanzado y sin pensar en las consecuencias de cada acto. Necesitó perder a aquella mujer para darse cuenta de que daba igual cuánto lo insultaran o vilipendiaran; lo único que importaba era encontrar aliados y amigos que hicieran la vida un poco más llevadera, y, obviamente, encontrar una forma de pasar los más ratos divertidos. Se arrepentía un poco de haber insistido tanto en llamarlo Timmothy, pero si lo hubiera tomado con un poco de humor ahora mismo tendría la ayuda de un Shichibukai, además de una entrada más discreta y legal, aunque fuera una locura lo que pretendiera hacer. "Bueno, peor para él...".

Siguió caminando bajo la lluvia unos instantes, y pudo observar figuras surgiendo de la niebla que abarcaba toda la superficie que Krauser ocupaba. "Joder", pensó, ignorando por completo el tipo tumbado en un colchón que dejaba a un lado, viendo un gigantesco hombre pez con asqueroso vello por todo el cuerpo y una barca CON GENTE en la cabeza, que chillaba como un niño pequeño, y parecía cabreado. Gracias a su oído sobrehumano pudo entender la palabra "Piojos" mientras se rascaba la cabeza, y sabía lo que iba a suceder. Pero en un instante una bestia de colores zafíreos volaba hacia él a cerca de mil kilómetros por hora, y una larga y ancha lanza de viento sólido imbuida en Resistencia Dracónida, recorrida por electricidad. Era la forma híbrida del Shichibukai, que  se lanzaba directo hacia el brazo, pero no era el verdadero objetivo. Una vez a distancia suficiente lanzó el arma, que aunque etérea iba imbuida en su propia fortaleza, y agarró el maldito bote frenando ligeramente para no matar a aquellos incautos de un latigazo cervical, y salió volando.

Sin embargo el plan no podía salir tan bien, y mientras estaba llevándose la barca fue golpeado, y el bote salió volando lejos. ¡Lo había aplastado! Por suerte tenía una gran fortaleza física que, sumado a su Resistencia dracónida, le había permitido salir con vida de aquello. Pero seguramente no aguantaría un segundo impacto, por lo que necesitaba irse. Ya.

Pudo ver la barca volar unos metros, y se acercó volando a unos cien kilómetros por hora. Le dolía todo, por lo que necesitaba ir despacio. Pero estaba vivo, y con suerte habría salvado a aquellos dos. Agarró de nuevo el bote como pudo, aunque lo notaba pesado, y se lo llevó a los muelles, lejos de la horda de Gyojins asesinos. ¿Aún seguiría habiendo gente en él? Qué importaba, ahora necesitaba sentarse unos minutos a un lugar apartado para recuperar el aliento y el vigor.

Se metió en la barca, ignorando si había alguien o no, y carraspeó. Le dolía todo, y probablemente tuviera algún hueso roto, aunque tardaría poco en recomponerse. Estaba casi sin aliento, y ahora dudaba. Si esa era la fuerza de un sólo Gyojin... ¿Tenían alguna oportunidad de vencer? Si aquel día iba a ser su ocaso desearía que Sven estuviera con él. Él siempre estaba ahí, aunque aquel día se hubiera quedado en el barco. "Eso es", pensó, sonriendo de lado, adoptando en las zonas más dañadas su forma completa, para acelerar la recuperación. Si Sven no estaba con él no podía morir. Su destino estaba ligado al del reno, estaba seguro. Comenzó a reír, aún sin preocuparse de si había presencias allí. Casi lloraba de alegría.

-¡No tenéis nada que hacer!- rugió, de cara a los gyojins. Aún mermado en aquel momento, se veía capaz de salvar la situación. Sólo necesitaba un par de minutos para sentirse repuesto. Finalmente habló al auricular-. Hinori, Uracha. Voy a necesitar médicos aquí. ¿Podéis apurar?

Choque de Mjolniir [AIF]

Resumen:

Sky Pirates:

Alguien había llegado ante nosotros metiendonos prisa para comenzar la misión, un tipo del Chiper Pol al parecer. Asintiendo sin decir nada decidí seguir con nuestro plan, haciendo que Kasanova y Noa se diesen prisa en enviar los apoyos y comenzando el camino hacia los jardines donde creo que estarán los del Gorosei.

Pero el Tenryuubito no podía simplemente callarse y continuar el camino, no, tenía que soltar unas palabras antes de irnos, al principio las aguanté deseando que esos dos no volviesen a abrir la boca, sin embargo el joven continuó hablando y me desesperó cuando empezó a sugerir una propuesta que parecía una provocación más que otra cosa, con lo que fui hacia él y le agarré la boca con la mano llevándolo conmigo arrastrándose por el aire debido a su extraña habilidad para levitar. Esto sin duda le enfurecería, pero no sabía que estaba a punto de cometer una locura, al fin y al cabo Kasanova no mentía cuando decía que su muerte no sería extraña en una guerra así, y si aceptaban su propuesta estábamos en graves peligro, si una revuelta nacía en el interior de Mariejoa la guerra daría un vuelco desfavorable.

Una vez alejados le solté y continuamos el camino, en el cuál continuó hablando, pero para su desgracia lo ignoraba completamente desahogándome con las caladas que le daba al cigarro hasta agotarlo, pero el hecho de preguntar quién era para que estuviese tan tranquilo me hizo detenerme en seco mirándolo fijamente. Me estaba planteando si decirle la verdad o no, pero a decir verdad tenía que hacerlo, seguramente me investigaría tras lo sucedido, con lo que lo acabaría averiguando tarde o temprano, desconocía que dirían de mi, por lo que era mejor que lo escuchase de mi boca.

Me llevé nuevamente un cigarro a mi boca y empecé a prenderlo con una ligera sonrisa en mi rostro, dedicándole unas palabras sin quitar el ojo al cigarro.

- Parece que no sabéis quien soy... No sabéis nada...- Dije dirigiéndome al Tenryuubito para luego mirar al agente 666. - Se de ti mucho agente, con lo que más te vale no decir una sola palabra de lo que contare a continuación.

Una vez dicho esto y con mi cigarro prendido continué con el camino a un ritmo más lento para contar toda la verdad a tiempo sin perder mucho tiempo, estábamos bastante cerca de los jardines, con lo que no disponía de mucho tiempo.
- Kyros... al igual que usted yo me crié entre riquezas, comodidades, y un sin fin de privilegios... a decir verdad hasta tuve algún esclavo, aunque nosotros los tratábamos como sirvientes y le pagábamos por sus servicios... es más, yo asistí a subastas de esclavos, a decir verdad tenía en mis manos el poder, la riqueza y sobretodo la elegancia de la nobleza... sin embargo jamás conocí a mis padres, solo se lo que mis abuelos me contaron sobre estos, ambos murieron en unas extrañas circunstancias... me crié junto a mi abuelo y mi abuela materna, los cuales contrataron a los mejores maestros en disciplinas físicas, científicas y sociales, educándome con idea de hacer de mi el futuro líder de la familia más preparado de entre todos los líderes, sin embargo, alguien asesinó a mis abuelos, pude ver como su sangre era derramada por los suelos acabando en mis zapatos, pero aún era menor como para tomar el título, y este lo cogió mi tío de forma temporal hasta que alcanzase el título yo mismo por la mayoría de edad, mi tío me educó en el dominio de los casinos, esclavos, y en definitiva todo lo relacionado con el submundo que existe, pues Kyros, no se si lo sabe, pero existen personas trabajando a hurtadillas del gobierno, es más, existe una gran red de comercio donde venden cosas ilegales, y peligrosas...  Sin embargo, mi tío también murió, también asesinado a falta de unos días para que yo tomase el cargo, con lo cuál huí acobardado... técnicamente ya soy el lider de dicha familia, sin embargo falta una ceremonia para tomar el cargo en términos oficiales, y mientras me ausente el líder es mi primo, Noel. Algún día retomaré el cargo y se hará oficial, pero aun sin tomarlo realmente ya soy líder técnicamente, y el ser líder de esa familia ya me hace tan intocable como usted señor Kyros, al fin y al cabo tanto usted como yo somos descendientes de las 20 familias creadoras del conocido gobierno mundial... -Tomé un respiro en el cuál di una gran calada y procedí a hablar de nuevo aprovechando para que estas últimas palabras tomasen forma en las mentes del agente 666 y el tenryuubito para continuar hablando a continuación. -Con el objetivo de ser más fuerte, vengar la muerte de mis familiares y evitar que alguien acabe con mi vida me incorporé al Chiper Pol, aquí conocí a personas capaces de dar su última gota de vida en pos de sus sueños, conocí a personas capaces de hacer lo que sea por la vida de sus amigos, y conocí a personas capaces de cambiar toda su vida por estar más cerca de otra persona... Kyros, ahora entraremos con el Gorosei y le dejaremos, usted volverá a tener todas sus comodidades gracias a personas como yo, como el agente 666, y como los agentes Kasanova y Noa, nosotros peleamos para defender al gobierno, a las personas que habitan en esta tierra en busca de paz y tranquilidad, y para ello luchamos apostando nuestras vidas con personas dispuestas a arriesgar sus vidas por la libertad y cumplir sus objetivos, usted vive en una burbuja, al igual que yo viví en una, una de confort y bienestar, pero jamás olvide que existen cientos, no, miles y millones de vidas jugandose sus propias existencias allí fuera... y si se lo pregunta, no, jamás me arrepentiré de haber tomado el camino que tomé, haber sido capaz de vivir esto, hacerme más fuerte y conocer tantas vidas e historias es el mayor tesoro que jamás soñé tener en mis manos.

Tras las palabras que dije llegamos a las puertas de los jardines y suspiré sonriente mientras daba una larga calada sonriendo ligeramente.
- Ahora, si alguien viene a recibirnos le dejaremos con él, si no, nuestros caminos seguirán juntos al menos unos minutos más... pero no olvide lo que le dije, y le pido señor Kyros, que disculpen a mis compañeros, estamos en una guerra y estos pueden ser los últimos minutos de sus vidas, quizás ahora mismo estén muertos ya, lo desconocemos, pero es precisamente por eso que andan más nerviosos de lo normal, son jóvenes y aún tienen mucho que recorrer en sus vidas... imagínese usted en dicha situación, solo le pido eso.

Dicho esto miré a los lados en la entrada al jardín buscando si aparecía alguien o no, dispuesto a seguir con el camino en caso de que nadie viniese a recibirnos. Quería entregar cuanto antes al joven Tenryuubito para quitarme de encima semejante peso.

Resumen:

Las vistas eran espectaculares. El inmenso ejército de gyojins ya había invadido el puerto y la batalla abarcaba buena parte del Puerto del Nuevo Mundo. Extrañas criaturas surgían una tras otra, como si aquella  furiosa turba se hubiese traído consigo a su extraño zoo marino. Aun así, en ese momento prefería a esas cosas antes que a su mascota actual. Esa molesta morsa había demostrado una vez más el motivo por el que nunca le había interesado tener animales. El pirata volaba por los aires sin control, en dirección al muelle. Solo esperaba no caer en el mar o de lo contrario mataría a ese bicho. Por suerte estaba acostumbrado a los aterrizajes forzosos, aunque coger prácica en eso le había resultado difícil y doloroso.

Cuando quiso darse cuenta, el suelo ya estaba a poco más de un metro. Sin duda sería una caida aparatosa. Cerró los ojos esperando el golpe, pero curiosamente el suelo resultó ser algo más blando de lo que recordaba en su última caída. En fin, esa suerte que tuvo. Arribor abrió los ojos y de repente algo cayó sobre él, prácticamente asfixiándolo y un gemido de dolor sonó bajo él. No tardó en darse cuenta de que era su propia compañera la que había caído sobre él. Apartó a la joven y se levantó ignorando al tipo sobre el que había caído.-Maldita sea, ¿no puedes tener mas cuidado al aterrizar? -le dijo a la pelirroja sin prestar atención al tipo que él mismo había aplastado. -¡¿Es qué no ves que estamos de incógnito?! -gritó con más fuerza de la que esperaba. "En fin, que más dará."

Fue en ese momento cuando un oso panda pasó justo a su lado, aunque para ser un panda era bastante pequeño. No había tenido apenas ni medio segundo para verlo pero recordaba haber visto la imagen de un panda y eso era lo que importaba. Un segundo después volvió en dirección contraria y resultó ser solo un tipo con máscara seguido por un grupo de gyojins a la carrer. Eso fue al mismo tiempo que Franklin volvía a su forma animal, sonriente como si nada hubiese pasado. -¡Maldito bichejo! ¡Te mataré! -exclamó furioso. Por desgracia no era un tipo muy sutil y no le importó demasiado montar tal escándalo en mitad de una cruenta guerra. De hecho, un par de marines se fijaron en él y se acercaron a su posición armas en mano. Pero no estaba de huir para aguantar a nadie. Agarró a la morsa por la cola y la agitó con fuerza, golpeando con ella  a los dos hombres y estrellando al animal contra una pared.

-Bien, ya estoy mejor. Igual deberíamos intentar no llamar la atención, ¿no? -Casi se sorprendía a sí mismo. Palabras como esas nunca había salido de él y eso le confundía. Menos mal que su subconsciente se encargó de devolver el agua a su cauce haciendo que su "presencia", esa cosa que algunos llamaban Haki del Rey y que él llamaba la cosa molesta que aparece cuando quiere, se disparase momentáneamente hacia todas partes. -¿Eso has sido tú?

Acciones:

Mientras caminamos por la calles me doy cuenta de que detrás nuestras empieza a escucharse muchos gritos y poco esto parecía cada vez ponerse mas peligroso pero no le di mucha importancia acto seguido observe como un hombre estaba volando tomando el mismo camino que nosotros, y a los pocos segundos se escucho una fuerte explosión que levanto muchísimo humo cuando de repente nos percatemos que Nemo se había quedado atrás y Midorima me dijo que siguiere adelante con los demás que el lo traería de vuelta  fue a buscar yo por mi parte asentí, cuando Hinori se fue con el, la verdad no me preocupaba mucho sabia que si se mantenían unidos no les ocurriría nada malo.

-Tíos, sera mejor que sigamos adelante, como Midorima a dicho no tardaran mucho en alcanzarnos.- nosotros seguimos caminando cuando de nuevo me volví a sumergir en mis pensamiento y no hacer mucho caso a lo que sucedía a mi alrededor para mi sorpresa caí en una trampa golpeándome varias veces el brazo izquierdo.

-Pero que coño...- dije levantándome cuando me percate de que mi había dislocado el brazo, exactamente el codo y el hombro me quede por unos segundos en silencia aguantando el dolor y pensando algo.

“Si sigo de este modo no voy a poder buscar a ese tal Leon Zaid, o me despierto ya o me va a ir muy mal hoy.” seguidamente di un suspiro y puse mi brazo izquierdo junto a la pared de hoyo y seguidamente lo agarre con fuerza y gracias a mis conocimientos médicos me coloque de nuevo tanto el codo y el hombro ayudándome con la pared y apretando los dientes con fuerzas para no gritar por el dolor, cuando ya estaban en su sitio comencé a respirar mas fuertes y seguidamente di un fuerte grito.

-¡¡¡¡¡JODER!!!!!!-  tras unos segundos me puse en modo de fuerza y di un gran salto para subirme arriba.

A continuación cogí aire y después expulse -Worgulv, Deathstroke disculpar mi comportamiento durante estos días, desde que Legim a desaparecido no me comporto como siempre.- seguidamente saque dos cartas que tenia guardadas y les di una a cada uno.[color=#006600-Estas cartas son de parte de Legim por favor, las leeremos cuando estamos toda la banda unida de nuevo, ahora si estáis de acuerdo conmigo sigamos nuestro camino debemos reunirnos con Dexter.-[/color]

Dije mientras seguía caminando y esquivaba las trampas, hasta llegar al ascensor, cuando mi capitan me hablo por el auricular, al parecer necesitaba algunos médicos y mi respuesta fue inmediata.

-Dexter, en unos minutos y llego, por cierto disculpa que haya estado tan apagado estos días. seguidamente mira a mis nakamas -Chicos, debemos darnos prisa, Dexter necesita refuerzos.-

Resumen:

-"Maldición, no ha aguantado." -pensó Kodama al escuchar la tremenda explosión proveniente del edificio que debía proteger. Por desgracia su burbuja no había conseguido detener el potente disparo del rifle y el techo había quedado agujereado. Ahora podía ver claramente el grosor del tejado y no entendía cómo había podido provocar tales daños con esa arma. ¿Qué diablos era aquella cosa? Debería eliminar esa pelirosa amenaza cuanto antes si quería evitar quedar hecho astillas de un disparo. Ya se disponía a atacar de nuevo a ese robot cuando una nueva y destructiva arma hizo su aparición, esta vez desde el interior del almacén. Cuando quiso darse cuenta, un nuevo rayo mucho más grande que el disparo del rifle voló hasta impactar con el armatoste mecánico, dañándolo seriamente. Ese disparo estuvo a punto de darle y de haberlo hecho probablemente le habría volatilizado.

Una enorme figura surgió entonces del almacén, originando una gran nube de polvo, haciendo trizas el tejado y dejando en ridículo a la primera armadura. ¿Era esa el arma que se suponía que debía proteger? Si era así, ¿porqué demonios estaba activa? No entendia porqué algo con esa potencia de fuego necesitaría protección alguna y menos teniendo en cuenta que nadie debía conocer su posición. Aquella cosa debía ser el arma de la que le habían hablado, el as en la manga de la Marina para salvaguardar el preciado Puerto Paraíso. No podía evitar preguntarse si habría algo más ahí dentro aunque de momento tendría que ver qué hacía con el tipo que manejaba el robot semidestruido. Su recientemente adquirido Haki le advirtió de qué había alguien en su interior y no iba a dejarlo escapar. Cabía la posibilidad de que no fuera el único atacante así que lo arrestaría y lo dejaría a buen recaudo tras hacer que le hablase sobre quién era y sobre sus planes.

Esperaría a que saliese de la protección que le proporcionaba su arma humanoide y le arrestaría. De ser necesario emplearía la fuerza y, por si acaso, no le quitaría el ojo de encima al otro tipo. ¡Flea! Por fin lo recordaba, no habría dormido bien si no se hubiera acordado. Pero mientras tanto, ¿porqué no echar un vistazo? Se acercó con curiosidad al almacén, usó sus ramas para trepar a lo alto del edificio semi-derruido y observó lo que había en su interior. Solo esperaba que lo que fuera que salía del almacén no le disparase a el también.

Acciones:

Durante un momento, no se como, encontré un lugar donde tomarme un pequeño respiro. Era un alivio sentir durante un instante la presión de la batalla. Observé como los marines iban retrocediendo, una mala señal para Mariejoa. La calma en la que estaba en ese momento fue bruscamente interrumpida, así como el que no quiere la cosa se empezó a oírse un gran estruendo y alguna explosión, en general nada bueno. Uno de las dos gigantescas serpientes marinas estaba atacando a algo que parecía ser una tortuga gigante, pero unos tipos se habían cargado a la criatura``Espera ¿una tortuga gigante? Eso me suena. ¡Joder claro!´´ en Lupus Custos  tenemos una tortuga gigante y no conozco a nadie más que tenga algo así, tenían que ser ellos si o si. El único plan que se me ocurrió en ese momento fue avisarlos que iría hacia allá, para que no se movieran del lugar, e ir corriendo a su encuentro, no creía que fuera muy difícil ir esquivando a un montón de gente luchando entre sí. Desafortunadamente, lo más difícil no podría ser eso.

Noté un temblor bajo mis pies seguido de unas grietas que se habrían hasta que de ellas apareció un enorme ser de color rosa con manchas azules y algas en la cabeza. Por si eso no fuera poco, a lo lejos vi como un gigantesco calamar blanco destrozaba un barco como si de una hoja de papel se tratara. Y todavía la cosa no terminaba ahí. A metros de distancia, tras el bicho rosa, apareció, de no se sabe donde, una langosta gigantesca entre los marines. La batalla era una cosa pero ¡cuatro monstruos gigantescos! La situación era aterradora y además me encontraba solo, ¿Cómo iba a llegar hasta la tortuga? Durante un momento me pasaron por la cabeza miles de formas de las que podía morir si no tenia cuidado. Tenía que centrarme y encontrarme con mi equipo. Cogí el Den-Den y me dispuse a comunicarme con ellos.
- ¡Escuchad chicos! He visto a la tortuga, me imagino que estaréis por allí. Si os movéis o estáis en algún lado que no sea ese comunicármelo, eso de estar en esta pedazo batalla solo no mola nada. Ah por cierto ¿¡habéis visto todo los bichacos que han aparecido!? Tener cuidado por favor.-
Terminado el mensaje tenia que encontrar la forma de llegar hasta allí, solo se me ocurrían dos opciones: ir corriendo hacia allí, entre todo el mundo peleando y encontrándome con dos de los monstruos. O podía ir nadando, me encontraría con dos de los bichejos, pero estaría en el agua y tendría más ventaja que en tierra.

El plan estaba más que decidido. Me encontraba entre los Gyojins, por lo que no encontré gran resistencia para llegar a la mar. Me zambullí con gran alegría en el agua, aunque sabia que me escabullía de la guerra para ir de nuevo a ella. Nadé lo más profundo que pude para no encontrarme con los monstruos. Al principio la cosa iba bien, me encontraba con Gyojins que subían a la superficie para luchar `` Y pensar que seguramente me tenga que enfrentar a ellos. ´´ Mis pensamientos seguían liados entre ayudar al gobierno o a mi raza. Tras un rato nadando llegué hasta donde se encontraba la serpiente marina que seguía dispuesta a luchar, tuve suerte, pues estaba en la superficie peleando. Muy cerca de la bestia se encontraba su compañera inerte, flotando sobre el agua. ``Si no me equivoco es aquí donde se encontraba la tortuga y por tanto mis compañeros ´´. Ascendí hacia la superficie a máxima velocidad lo que me hizo propulsarme en el aire y caer sobre el quemado cuerpo de la serpiente de cabeza amarilla. Ande unos metros hasta llegar a la parte de su cuerpo más cercana al muelle. Observe a un lado y a otro, pero entre el bullicio de la batalla no conseguía ver a mi equipo. No me quedo otra.
- ¡¡¡LUPUUS CUSTOOOOSSS!!! - grité con todas mis fuerzas. –Por fin he llegado.-

resumen:

Por fin podíamos ver los ascensores delante de nosotros, cuando un pitido sonó en mi oído, debía ser un auricular que se había roto “mierda alguno está en problemas, y se le ha roto un auricular” pensé mientras observaba el panorama que tenía delante.

-¿Estáis todos bien? ¿A alguno se le ha roto el auricular?- dije por el auricular.

Delante había un montón de mantas alrededor del ascensor, pero quien podía dejar tantas mantas tiradas por el suelo, pero rápidamente y gracias a nuestro compañero Uracha descubrimos que eran, un montón de trampas, y fue gracias a Uracha por que este había caído en una de ellas, era un agujero bastante profundo de unos diez metros.

Me asomé al agujero para ver que mi compañero se encontrase bien, parecía que se movía, estaba vivo, aunque la posición de ese brazo no parecía muy normal además de dolorosa, me giré para buscar algo con lo que subirle, pero Worgulv ya estaba en ello, cogió una viga y cortó con su hacha grande, pero el lugar por donde la cortó se congeló al instante. Escuchamos un grito proveniente del agujero en el que se encontraba Uracha, me volví a asomar para ver qué pasaba, nuestro nakama estaba apoyado en la pared, sin dudarlo me preparé para saltar al interior del agujero y sacarlo, pero justo cuando iba a hacerlo, salió él de un salto.

Uracha se disculpó con nosotros por su comportamiento de un tiempo a esta parte, y nos entregó una carta a cada uno, nos dijo que era de Legim y que la leyésemos cuando nos reuniésemos con Dexter, este percance nos había retrasado un poco, pero seguro que servía para que el resto de nakamas nos alcanzase si no se habían encontrado con nada por el camino. Fui hasta el ascensor, saqué el bo y con cuidado y sin entrar, comprobé que el ascensor no tenía ningún peligro, no me hacía mucha gracia que pudiese haber más trampas que nos retrasasen más, tras comprobar el interior, hice lo mismo con el exterior de este, y que los cables también estuviesen en buen estado.

Para cuando hube terminado de revisar el ascensor, por el auricular pude escuchar la voz del capitán de nuevo, “Hinori, Uracha. Voy a necesitar médicos aquí. ¿Podéis apurar?”, al parecer el capitán estaba en problemas teníamos que danos prisa si de verdad necesitaba a los médicos de la tripulación, y el auricular que se había roto no era el suyo, pero a quien se le había roto el auricular.

resumen:

Los gyojines caían como moscas ante la formación revolucionaria, era una táctica muy buena y se estaba demostrando. Los demás miembros peleaban de muy buena forma, incluida la chica que era la última incorporación. Ahora Madara se dejó de idioteces y se puso serio analizando la situación con su haki, de repente notó una presencia temible, sus ojos se abrieron de forma exagerada y se quedó quieto. “Este poder… es impresionante…” Miró hacia sus hombres pero ellos no tenían nada que ver, después pudo ver a un hombre que estaba junto a ellos, desprendía un aura imponente pero tampoco era. La bestia que tuviera esa presencia debía de ser un demonio, no sabía qué hacer cuando de repente vio que sus hombres estaban paralizados. Ahora frunció el ceño y abrió la boca soltando un enorme rugido para espabilarlos, sus ojos incluso brillaron en un tono rojizo.

Segundos después se dio cuenta de que hacia ellos avanzaba una enorme masa de peces, parecían muy enfadados, la mirada del mercenario se puso seria para momentos después sonreír de lado. Estiró el brazo derecho mientras este cambiaba a un tono negro metálico, después se quedó esperando a que llegaran, lucharía hasta la muerte si era necesario, pero no podía dejar eso a sus hombres. Tal vez Akai y Ren pudieran aguantar, pero el resto aún no estaban preparados y eso era un problema, dio un paso hacia delante mientras suspiraba preparándose para la batalla. De repente algo empezó a formarse ante sus ojos, un jodido muro de hielo le impidió seguir avanzando, colocó su mano izquierda sobre la solida pared helada, acariciándola despacio mientras su mirada se volvía inexpresiva totalmente. Escuchó las palabras de aquel hombre que les decía que le siguieran, era el que había creado aquello seguramente “Interesante”. Pensó el moreno sonriendo.

- ¡Vamos retirada!

Gritó a sus hombres de forma seria para que le siguieran, salió corriendo tras aquel hombre a paso rápido y no tardó en llegar hasta la posición de aquella persona. Al parecer lo mejor era alejarse de allí, escuchó una enorme explosión que le hizo girar la cabeza, se estaba liando bastante en aquel lugar. Se relamió y esperó a que sus hombres también llegaran allí, se quedó mirando al rubio y se cruzó de brazos mientras ahora le dirigía la palabra, hablándole en un tono tranquilo y calmado.

- Gracias por la ayuda, somos una organización mercenaria, hemos venido a ayudar al gobierno y la marina con la guerra. Si hay propina lo agradeceremos mucho. ¿Quién sois vos? Mi nombre es Madara Uchicha.

Resumen:

-"Interesante. Aquí hay uno que sabe lo que se hace." -pensó el cazador al ver como uno de los gyojins lograba escapar de su trampa con un ágil movimiento. A fin de cuentas parecía haber gente talentosa en el bando de los hombres-pez. No esperaba menos, de no ser así difícilmente habrían osado retar al Gobierno Mundial y mucho menos habrían podido plantar cara en las puertas de su mismísima capital. El espadachín desenvainó su arma, consciente de que seguramente la iba a necesitar. Con una serie de rápidos movimientos, el gyojin comenzó a lanzar grandes ondas cortantes a base de mover su espada una y otra vez. No parecía de muy buen humor, aunque seguramente ya venía enfadado de casa.

Break se defendió como pudo. Creó una pared de aire sólido frente a él con el que logró detener varias de las ondas. Sin embargo, la potencia del ataque hizo que el muro se resquebrajara en cuestión de segundos y cediese. Después de eso se vio obligado a defenderse con su espada y su vaina, ambas imbuidas en Haki, pero ni tan siquiera así pudo repeler todos los ataques. Varias de las ondas impactaron en su cuerpo, rasgando su chaqueta y manchándola del rojo de su sangre. Eso era lo peor, aquel era su mejor traje y ese desgraciado se lo estaba estropeando. Sin duda se las pagaría. El rubio logró desviar la última onda de corte, pero para entonces ya había recibido varios cortes con no muy buena pinta. Su hombro y su brazo derecho sangraban profusamente, otro corte cruzaba su pectoral izquierdo y en el costado notaba una profunda herida. Por suerte el resto de heridas eran menos importantes, aunque no dejaban de molestarle. Incluso había recibido un corte por encima del ojo que le dificultaba un poco la visión.

Le dolía todo, pero eso no quería decir que no fuese a liquidar a ese pez. Usando su habilidad, creó una espada en su vaina al solidificar el aire, tan afilada y resistente como una espada de verdad y tan difícil de ver como solo podía serlo un arma hecha de aire. De esa forma igualaba las tornas con su adversario. -Bien, no ha estado mal. Para ser un pescado fuera del agua no está nada mal. Pero no puedo perder el tiempo con el primer boquerón que me encuentro. -El cazador se abalanzó sobre su rival, adelantando la vaina por delante de su cuerpo y apoyando su espada en el hombro derecho de forma que ambas quedaban cruzadas, aunque solo una de ellas parecía real. En cuanto llegó hasta él, lanzaría un poderoso corte con ambas armas al mismo tiempo, aunque para no descuidar la defensa se recubrió con una capa de aire sólido.

Nittoryu: Invisible Sword + Haki armadura Nivel 2 [AMF]

“Jajajajaja… que hijo de puta” Pensaba Kogáto intentando no reírse de la situación, esos dos peliblancos iban a tener que matarse por no acabar en un local vendiendo perritos o ejecutados, ese noble era un cabrón pero eso le gustaba al moreno. Tenían la misma forma de ser, solo que uno lo mostraba abusando de su cargo y el otro lo hacía a escondidas con otra identidad. Ahora llegó otro tío volando señalando a un gigante que golpeaba un muro y dijo que se iba a ocupar, ese hombre estaría buscando drogas o algo, lo que importaba es que Jin permanecía serio y partiéndose de risa por dentro, era demasiado divertido. Todos matándose abajo en la guerra y ellos allí tan felices, vaya agentes del CP más responsables eran, todo eso era un cachondeo sin duda alguna y el moreno trataba y hacía un esfuerzo sobrehumano por no reírse allí mismo.

Justo cuando aquel tipo noble iba a seguir hablando, el caballero León le se le echó encima cortándolo para que dejara de hablar. “Acabas en el Happy Burguer fijo” Pensó mientras continuaba observando a su compañero y al Tenryubito. Las palabras del agente superior hacia el traidor le hicieron alzar una ceja. “¿Saber mucho de mí? Solo sabes que soy un zoan… no creo que eso sea mucho amigo” Pensó observando al hijo de Legim, con el cual había hecho una especie de amistad, de todas formas no dijo nada y empezó a seguirlos calladito y escuchando las palabras del CP8. Al parecer era otro noble y su primo estaba al cargo, eso fue algo que sin duda alguna le dejó sin palabras, no se esperaba eso para nada. Su padre un yonkou y él se creía un noble, eso era demasiado interesante, ya tendría tiempo de hablar con él después de aquello. También debía comunicarse con el capitán Legan Legim cuanto antes, lo echaba ya de menos.

Caminó junto a ellos tranquilo con su haki de observación activado en todo momento para notar presencias, no era muy bueno por el momento pero era lo suficiente fuerte como para predecir algunas cosas útiles. “Vaya, creo que mi plan ha fallado, todo iba sobre ruedas hasta que León ha hablado, me temo que después de esta guerra le haré una visita a este noble. Tiene poder político y eso me interesa bastante para mi plan, tal vez pueda conseguir un poderoso aliado, aunque sea por mera conveniencia. Si se niega tendré que jugarme la última carta y acabar con él antes de que alerte, ya veremos cómo se desarrollan los acontecimientos, después de esta guerra las cosas se volverán muy interesantes.” Pensaba el moreno mientras avanzaba sonriendo mientras metía la mano en su chaqueta acariciando su máscara despacio para después sacar la mano, subirse la cremallera y continuar al líder y al noble hasta aquel sitio, sonriendo de forma tranquila.

Re:

Aquel hombre no parecía demasiado convencido todavía pero a Alice le llegaba con aquel vago asentimiento. No hacía falta entender demasiado de mente y comportamiento para darse cuenta de que en realidad estaba asustado, aunque no por él mismo, preocupado, quizás incluso un tanto desesperado. Esa era la razón de que se pusiera a la defensiva. Lo entendía, ella tampoco se fiaba al cien por cien de nadie, y mucho menos de alguien que acababa de conocer.

Se dirigieron rápidamente al ascensor, sin pensárselo dos veces. Debían irse cuanto antes, la situación del muelle parecía ir complicándose por momentos. Hasta el tiempo parecía ir volviéndose loco por momentos. Unas ráfagas de viento no demasiado fuertes pero sí muy frías atravesaban sin esfuerzo su sudadera. Mirando hacia el mar podían observarse algunas enormes sombras entre la niebla pero decidió que lo mejor era no mirar atrás. Aun así no podía evitar oír los ruidos de esa pequeña escaramuza que se estaba llevando a cabo y la posterior batalla que se podía formar.

Una vez en el ascensor vio que una palanca aparentaba ser el único mecanismo a la vista para ponerlo en marcha. Se giró hacia la puerta justo cuando iban a accionarla. Una mujer se acercaba a ellos y al llegar a su altura se presentó como Yumiko Mei. Era atractiva y no parecía tener intenciones ocultas, lo cual le extrañaba mucho.

-Alice Turner -dijo señalándose a sí misma a modo de vaga presentación como respuesta a la suya.

Por lo visto quería formar una pequeña alianza, al menos la suficiente como para subir con ellos en el ascensor hasta Mariejoa. Alice se encogió de hombros mentalmente. Tanto le daba. Tenía algo que... Bueno, aunque fuera raro Yumiko le inspiraba cierta confianza. Tal vez fuera su forma de hablar o su apariencia inocente. Aunque para haber tenido un encontronazo con los gyojins del Puerto del Paraíso y estar ilesa no debía serlo tanto.

Date les dijo que todavía estaban a tiempo de irse, de echarse atrás y no acompañarlo. De repente notó una fuerza, como una onda, que provenía del cuerpo de Date de forma parecida a como había hecho Dexter para intimidar a sus captores. O eso creyó. No llegaba a afectarle en realidad pero lo notaba perfectamente. Era similar a una llamada de atención, a un grito interno que no llegaba a expresar del todo.

-Dije que ayudaría y suelo mantener lo que digo. ¿Acaso tengo algo mejor que hacer? -lo decía casi para sí misma y no realmente para sus acompañantes. En el fondo también se imaginaba a una pequeña niña esclava aterrorizada esperando con ganas a una especie de salvador, que la librara del tormento. No estaría bien olvidarse de ella.

Ése era plan. Ahora ya se había comprometido.

RESUMEN: