Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 2:59}

29/07/2013

Aproveché que era gigante para observar el panorama del muelle, entonces me di cuenta que la mayoría de la gente del muelle podía verme pues podía ver a la mayoría de la gente. Todo el muelle parecía un caos mirase a donde mirase y me percaté que había unos soldados asustados.

- ¡Un gigante ha salido de la nada! - gritó - ¡Disparad! - gritó asustado

Realmente lo que me llamó la atención de estos soldados fue que gritaron antes de atacarme por lo que pude darme cuenta de que me iban a disparar. Estos retrocedieron de miedo y me empezaron a disparar. Rápidamente me protegí sacando los 6 Nat-brazos de la parte trasera de mi hombro izquierdo he intenté protegerme de sus disparos juntando los brazos para formar una especie de escudo. Debido a las características del objeto las balas no les hicieron daño alguno a los brazos.

" Será mejor que recupere mi tamaño normal si quiero llegar vivo a Mariejoa. "

Volví a mi tamaño normal y empecé a correr hacia los ascensores. Ahora que me habían visto era muy probable que intentaran buscarme así que antes de ponerme a correr activé mi armadura y me la abroché. Me ajusté mis guantes, comprobé que estuvieran bien amarradas las espadas y entonces me dispuse a correr hacia el ascensor más cercano.

Resumen:

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 6:08}

Virginia se encontraba siguiendo a su líder y su compañero, cuando de pronto una lluvia de flechas se acercaba a su posición. Metió la mano izquierda en su vestido para sacar varias agujas, mientras con la otra sacaba su arma para parar como fuese las flechas. Pero Dranser fue más veloz. Gracias a su fruta del diablo creó una especie de red de telaraña que sirvió parar parar los proyectiles. Nadie sabía quien los había lanzado, pero era molesto, sobre todo para el okama, si aquello le hubiese dado, le podría haber dañado su preciado rostro hermoso.

Tras eso, empezó a caminar con los demás, esperando que ningún proyectil llegase de nuevo a su posición. Caminando por la zona de mercados, una sala de máquinas estaba al aire libre, por decirlo así. Dranser no tardó en pulsar varios botones y Lugh, en mover una palanca. Virginia no iba a ser menos. Sus ojos se abrieron mientras con sus manos empezaba a tocar todo tipo de botones, sobre todo los que tuviesen colores vivos y bonitos, aquello le atraía.

- ¡Toma, toma, toma! ¡¡Alejaos!!

Tras esas palabras esperó que sus compañeros se alejasen de las máquinas y metió sus manos dentro de su ropa, sacando varias agujas con ambas manos. Sin pensarlo dos veces, tras una sonrisa, lanzó aquellos proyectiles hacia la maquinaria. Eran un total de diez agujas finas y puntiagudas, capaz de clavarse entre los botones y la maquinaria, tal vez quería causar un cortocircuito o solo, divertirse.

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 8:56}

Kogáto observaba a aquel hombre de forma sobresaltada, sus ojos estaban abiertos de una forma exagerada ¿Ese era el poder de aquel hombre? Era una sensación de miedo y terror, muy parecida al gas que emitía cierto conocido, pero mucho más poderoso. El moreno trató de aguantar y miró a otro lado esperando hasta que aquel tipo se fue, la cosa es que fue un verdadero alivio. Las palabras de León habían sido apropiadas y eso decía mucho de su persona, tal vez tener un aliado así podía ser muy beneficioso, por el momento no diría nada sobre su plan, no hasta que aquel hombre demostrara un mínimo de corrupción. Era el hijo de un yonkou, algo debería haber heredado joder.

- Si… ese tipo era muy poderoso sin duda alguna. Está claro que el nivel del gorosei está muy por encima del resto.

Dijo de forma calmada mientras observaba aquel barco y junto al moreno empezó a ascender hasta estar en lo alto, el asesino no entendía quién diablos era el dueño de la nave voladora, pero si era necesario le atacaría. Cuando estuvieron arriba pudo ver de quién se trataba, su expresión cambió a una de asombro, llegó a ponerse incluso pálido “!Dexter!”. Joder debía tranquilizarse, se trataba de su antiguo compañero, si él decía algo sobre Jin estaría perdido, lo podría oler fácilmente. Rápidamente trató de guiñarle el ojo derecho con disimulo para que este entendiera el mensaje, se estaba jugando que lo pillaran dentro del gobierno mundial y eso podía ser realmente horrible en los momentos que corrían.

- De modo que tú eres el famoso Zafiro negro, es un verdadero placer conocerte en persona.

“Dexter por Dios no intentes llamarme Jin por lo qué más quieras” Llevaba muchos años infiltrado y estaba ya a punto de llegar al CP8, no podía fracasar después de haber llegado tan lejos. Tragó saliva con fuerza notando que el otro moreno se ponía a preguntarle cosas, disimuladamente se sentó en la borda mientras observaba el barco por si había más personas, bastante sorprendido estaba ya. “De todos los lugares a dónde podíamos ir, hemos tenido que ir a parar a este barco… León no dejas de meterme en líos” Su mirada ahora había cambiado, era más seria que de costumbre, primero le habían jodido el negocio con el Tenryubito y ahora le ponían en una situación que podía significar el fin de lo que había trabajado durante muchos años.

- Pensaba que Jin Surfer vendría a esta isla, parece ser que me he equivocado, he perdido la motivación de repente.

Dijo ahora en un ágil movimiento mientras fingía mirar por la borda a todas partes, con eso pretendía dejarle claro a su antiguo nakama que ni se le ocurriera nombrarle de esa forma. Menos mal que no estaban el resto de los Shirokamis, si no si que se podía liar la de Dios, nadie salvo Legim conocía el verdadero rostro de Jin y ahora después de más de seis putos años, estaba frente a todos aquellos hombres que le conocían de otra forma. Trató de mantener la calma, el olfato del luchador era increíble debido a su fruta, pero eso no implicaba que el del resto lo fuera, podía engañarlos camuflando su haki totalmente. Aquello solo significaba una cosa, estaba en manos del Shichibukai, su destino ahora dependía de su viejo amigo, se quedó mirándole inexpresivamente pero al mismo tiempo fijamente a los ojos. “Si salgo de esta será un verdadero milagro, además estos dos se conocen, si no fuera así no se pondrían a preguntarse esas cosas. León espero que no sepas nada de esto, me obligarías a sacar información clasificada, joder esto pinta muy mal.”

Re:

16/11/2014

Ya estábamos en el aire, observando la gran batalla que se producía a nuestros pies, gyojin, hombrecillos verdes y - ¿un gran robot?- pensé mientras lo sobrevolaba. La situación en tierra se había vuelto demasiado peligrosa, varias criaturas gigantes, estaban asaltando el puerto y un grupo de gyojin acababa de salir del agua, pero algo diferentes al resto. El olor a muerte impregnaba el ambiente, ciento de cadáveres se amontonaban, en una estampa tétrica y horrible, algo que podía soportar, pero no se durante cuánto tiempo. Había visto muchas cosas en mis viajes, pero tanta crueldad y ansias de sangre nunca, aquello era una carnicería para los dos bandos, los atacantes y los defensores.

Ya casi habíamos llegado cuando de repente sentí, que alguien nos había lanzado una lluvia de flechas o al menos en nuestra dirección, me concentré para averiguar quién había podido ser entre tantas presencias, pero fue algo inútil, había demasiadas interferencias. Iba a protegerme con mis escudos de la lluvia mortal, pero en ese momento Edward, me dijo que le acercara a la pared, ya que parecía que también había notado las flechas y se le había ocurrido algo para ellas,- bien vamos a la pared - le dije mientras volaba hacía ella. Al tocar la pared, se comenzó a transformar en una masa o algo moldeable, a la cual dio forma Edward y nos comentó, que nos pusiéramos debajo de ella para protegernos, algo que hice raudo, si nos daban unas cuantas flechas y caíamos, podíamos acabar bastante mal y seguramente nos atacarían al instante.

La lluvia de flechas pasó cerca y observe con mis ojos de insecto, el tipo de flechas que eran, ya que, quería recordar cómo eran, para buscar de nuevo al que nos había disparado o lanzado sin precaución a nuestra dirección. El rostro de los que estábamos allí nos cambió, era cierto que estábamos pensando y concentrados en la batalla que nos acontecía, pero no olvidaríamos esa lluvia de flechas.

Resumen:

11/03/2014

Me había quedado sopa mirando a las gaviotas que rondaban por el cielo, ellas se podrían salvar de esta guerra y podrían ver todo desde una perspectiva mejor, no me gustaría se una de ellas, cuando de repente una de ellas se caga al lado mía:

-Por que poco, maldita gaviota…- mientras agitaba el brazo con designación.

Decidí mirar todo por una vez mas, pero cuando una gran explosión y casi todo lo que estaba a su alrededor fue quemado, menos yo que por suerte, antes en el barco, me había echado una de esa crema que al principio no me gustaba, me había salvado.
Tenia que salir de allí como fuese así que me di media vuelta y a buscar un sitio seguro. Los Gyogin empezaban a salir del mar cada vez mas rápido y empezaban a ser mas fuerte, seria una dura tarea que todos salgamos vivos. También por el cielo pude ver algo azul y largo, no le tome mucha importancia ya que podría ser mis alucinaciones por la explosión.
Empecé a alegrarme de la zona pegada al mar y de la explosión, tenia que buscar algún arma fuerte, ya que no creo que con mi Katana derrote a esos peces.

Resumen:

18/01/2015

Canabar me había curado la herida y aunque me seguía molestando, ya había parado de sangrar, cosa que era lo más importante. Al incorporarme y observar la situación, mi boca se abrió de par en par, no podía creer lo que veían mis ojos, pero sí, podía ser lo que me habían contado en una ocasión -Un robot, oooohhhhh - dije, diciendo su admiración en voz alta, era un robot enorme, al cual miraba con una emoción enorme. Esas máquinas con posibilidad de destruir isla con sus potentes rayos, misiles y .... , de repente una fecha golpeó el suelo, sacándome de la admiración por el robot. - Vaya de donde habrá salido - dije mientras la cogía y me daba cuenta de que había rozado a Kaiser. De repente mire hacia arriba, una lluvia de flechas estaba a punto de ensartarnos a todos y coloqué mis espadas a modo de protección, algo que seguramente sería en vano, pero fue un movimiento reflejo.

Canabar uso en ese momento su haki y Kaiser lo reforzó, creando una cúpula que nos protegió a todos, - menos mal - dije aliviado, el tener nakamas tan fuertes en la banda, mi confianza aumentaba cada vez más, podríamos llegar a ser invencibles si nuestros poderes seguían aumentando. Kaiser parecía bastante enfadado, es más, comento que si veíamos a alguien con arco, se lo dijéramos para que le arrancara la cabeza y aunque normalmente no estaba de acuerdo con ese tipo de violencia extrema, en esta ocasión estaba de acuerdo, ese ataque había sido ruin y cobarde. Después de eso el capitán nos dijo que fuéramos hacía los elevadores, ordenando Bisutomaru que nos protegiera mientras íbamos hacía allá.

Después de eso y mientras nos dirigíamos al elevador, escuche a Kaiser gritarle a Canabar, que al parecer se había lanzado contra uno de los gigantes de la zona, aquel compañero era uno de mis ídolos, no tenía miedo a nada. Iban a por un tal Drako, que no sabía en ese momento quien era, pero bueno si el capitán lo disponía, tenía que ser importante. Llegamos al elevador y esperamos a los demás nakamas, al rato apareció Kaiser con - ¿un humano?, esto es una novedad - pensé, pero al instante comentó el capitán que era un amigo y que no era como la otra escoria humana. - Kaiser a mí no me importa llevarlo, ya que tengo 6 brazos y tener uno ocupado no me supone nada - le dije, pensando que nos convendría que el capitán tuviera las manos libres para poder atacar como el sabia.

Resumen:

17/07/2014

Vio a Haine sentado en el aerodeslizador, adolorido y a Ban, ofreciéndole su cerveza. También vio a Mark, en una posición similar a la suya, quizás menos cansado… ¿Cansada Eris, ya? No, solo hablaba de cansancio mental. Porque no todo se hacen a la idea de lo que es tener un haki mantra activado todas las horas que estás despierto, mezclándolo con un poder, que casi te consume, para hacerte una persona “normal”. Porque no, los sordos no son normales si nos fijamos en porcentajes de población. No obstante, aquello parecía más complicado. No solo los chicos hablando y los animales andando, sino también el zumbido de las máquinas de Haine. Todo aquello era un compendio de vibraciones que alteraban los radares de Eris, haciéndola algo más… Distraída, de lo que normalmente era. Miró de soslayo, dándose cuenta de que Haine miraba un mapa, esculpido en lo que parecía una hermosa losa de marmol blanca. Pero ni siquiera alcanzó a verlo. Estaba allí para echarles la bronca cuando se pusieran a desvariar. Sus sueños no se cumplirían si no lograban hacer las cosas como era debido. Los recursos económicos son bazas poderosas, sí, pero no lo suficiente. Aunque agradeció enormemente la intervención de Mark.

Este, la puso al día de lo que había pasado. Y ella lo miraba de forma atenta, sujetando con otra mano el collar del felino, como simple acto reflejo, para no tener que mirar el camino por donde andaba. Chasqueó la lengua -gesto eternamente molesto para su “radar”- y negó con la cabeza. No, a ella tampoco le gustaba estar en un lugar tan peligroso. Pero saquear era algo que llevaba haciendo desde que era pequeña. Ella ya había estado en el interior de su ciudad, en el círculo más cerrado, antes de ser Presidenta dado que solía entrar por las tuberías (cosas de ser tan chiquitita) vacías para poder llevarse pequeños objetos de no demasiado valor, claro. Y nunca la pillaron. Pero el hecho de ponerse en peligro así… Más les valía encontrar algo, o mandaría a los tres de una patada en el culo al barco. Pero vio entonces, terminado su breve informe, como Mark revisaba algunos pequeños locales comerciales. Parecía que no había cerradura incapaz de impedirle el camino a aquel hombre pero, es que sus grandes músculos, hacían casi todo el trabajo. Pero cuando Mark volvió, desplegando las alas, la joven pelinegra abrió la boca para decir algo.

—Eso va a ser demasiado llamativo...— atentó a decir, al vacío, puesto que Mark ya había salido volando. ¿Es que no se había dado cuenta de que un hombre con alas de dragón llamaría enormemente la atención? No. Aquello no era algo que a la joven la pusiera de buen humor. Quizás todo lo contrario. Por eso de un salto, posteriormente de soltar a su felino, subió a uno de los tejados de aquella casa. Contemplar la zona podría ser un buen ejercicio. Pero bajó de nuevo, a medio correr, acercándose al felino y llamando su atención. Gesticuló hacia Haine, suspirando levemente. —Pégate a sus talones. Siempre con él. Si protesta, le das una mordidita...— asintió, haciendo que el felino acelerase un poco el paso hacia el aerodeslizador para colocarse justo detrás, con la cabeza y las orejas algo agachadas, como señal de sumisión. Y Eris, se volvió a delizar hacia arriba. No había problemas en salvar la altura, debido a que ningún salto era lo suficientemente grande como para hacer que la velocidad de ella no pudiera superarlo. Si bien se movía rápido para no llamar demasiado la atención, estaba preocupada. Miraba hacia Mark y hacia Haine. Pero saqueasen lo que saqueasen, ella se quedaría fuera, sentada o agazapada en algún lugar, buscando la falta de distracción de todos los sonidos de abajo.

Resumen:

28/11/2014

- Maldito hombrecito, no huyas del combate - dije gritando algo desilusionado. Tenía ganas de combatir y aquel hombre podía haber sido un posible rival, pero hora estaba solo de nuevo. Mire hacía los alrededores, en busca de alguien mas con quien luchas, pero aquello estaba desierto, todo el mundo se estaba divirtiendo en otro lugar y yo no me encontraba allí. Corrí hacia el este de la plaza central, ya que era el lugar donde escuchaba más jaleo y eso era lo que estaba buscando. Seguí bordeando el muro, hasta que el sonido se escuchaba con más fuerza, era hora de saltarlo y hacer que mis armas disfrutaran del honor de la batalla. - Por Odín-, este muro me está dando quebraderos de cabeza.

Comencé a golpear de nuevo el muro, pero esté, se seguía resistiendo monumentalmente a mis golpes, por lo que opté por otro camino, escalar el gran muro. Me apoye en una de las casas que había allí cerca, hundiendo parcialmente mi pie en ella y salté, gracias a eso pude llegar con mi mano al final del muro. - Jajajajaja, esperadme que ya llego - dije subiendo parcialmente el muro y al asomarme por el borde, me di cuenta de que había casas y otro muro al fondo. - Vaya tengo que ir hacía aquel muro, aquí no hay nada- pensé mientras observaba a gente que salía corriendo y se escondía en su casas. Salté el muro con algo de dificultad y caí al otro lado, corrí en dirección al muro que había al fondo, pero esta vez teniendo cuidado de no pisar a nadie, aquellas personas se veían muy asustadas y seguramente no tenían nada que ver con esta batalla, aparte de que no se veía a nadie digno con quien pelear.

Resumen:

02/04/2014

- Guau!!!

Dije al ver la tremenda máquina roja que medía unos cuantos metros de altura y vi como destrozaba el almacén. En seguida el viejo cabeza-brocoli se percató de que yo me encontraba allí. Me dijo que si quería buscar al tipo ese que controlaba eso que podía hacerlo o que podía acompañarle a no se que sitio, la verdad no me había enterado muy bien de lo que me a dicho porque yo todavía seguía flipando con la tremenda máquina roja.

De lo poco que me enteré fue de lo de acompañarle y a muy duras penas así que decidí seguirle hacia donde fuera. El pobre Kodama era viejo y tenía que escoltarlo ya que algún enemigo podría faltarle al respeto por ser un anciano y ya siempre se dijo, que hay que respetar a nuestros mayores.

Allí había otras dos personas más, la verdad no se quienes eran, pero eso me importaba lo más mínimo pues solo estaba centrado en cumplir la misión.

Nos dirigíamos a una la zona de ascensores para informar de la situación.

- Esto... Capitán Kodama, ¿puedo hacerle una pregunta?- tras parar unos breves instantes, volví a hablar. - Si usted es un árbol, ¿por qué puede hablar?

Yo sabía porque podía hablar, era un usuario Zoan de la hito Hito no mi que le permitía convertirse parcial y totalmente en un hombre. Simplemente se lo dije en tono jocoso. Pero es que aquí si no luchaba contra alguien no podía estar a gusto y menos divertirme y cumplir la misión.

Resumen:

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 15:25}

Tras hacerse pipí en la querida chaqueta de aquel hombre y resguardarse en las piernas de Ryohei, Kiogre empezó a gritar cabreado. Parecía que iba a matar al pobre chiquitín que lo hizo sin querer, sin maldad ninguna. Pegó un puñetazo al suelo con furia, para luego señalar a Ushi y empezar a maldecirlo. El pobre crío estaba asustado sin entender que pasaba, aquello lo hizo sin querer, no quería mancharle la preciada chaqueta de su compañero, en aquel momento estaba asustado, muerto de miedo y lo que hizo fue un acto involuntario. Sus ojos estaban rebosando en lágrimas mientras sus brazos agarraban con fuerza a la pierna de su líder. Esperaba que ninguno le regañase más y, sobre todo, que Kiogre no se acercase para pegarle o algo.

De todas formas, ya habían llegado a los grandes muros de aquel lugar. Parecía que Kiogre iba a matar a todo el mundo lanzando rayos por los ojos. Ugetsu dijo que le limpiaría su chaqueta sin problema, menos mal que estaba él para calmar a Kiogre, sino una masacre se desataría en aquel lugar. Ushi llevó las manos a su pelo afro, y como si de un agujero negro se tratase, sacó de allí un gran trozo de tarta, que entre lágrimas, se acercó a Kiogre y se lo ofreció.

- Lo siento... Yo no quería aser eso... *Snif*

Parecía realmente apenado, con miedo, y dejó aquel trozo de pastel a los pies de Kiogre. Después se metió las manos en la cabeza y sacó una piruleta de varios colores vivos, con una pinta exquisita, y empezó a lamerla. El sabor dulce del azúcar le hacía que dejara de pasar miedo y que dejara de llorar, que se centrara en devorar aquel caramelo. Mientras con su mano derecha aguantaba la piruleta, con la otra sacó varias golosinas que ofreció a todos, para que así le perdonasen y no le echaran más la bronca.

01/05/2014

La cabeza del monstruo marino yacía en el suelo inerte con el cuello cauterizado, lo que evitaba que del lugar del corte emergiera una avalancha fluida de sangre. El cyborg sonrió con ligera satisfacción, había sido un buen ataque y la pieza cobrada era buena de ver. Pero entonces algo ocurrió: uno de los que en su momento se encontraban luchando contra aquel monstruo emergió de ahí exclamando en tono indignado una apreciación poco amable de la "ayuda" que había recibido, dándoselas de guay y honorable criticando el armamento del shichibukai.

- ¿Acabo de oír lo que acabo de oír? - Dijo para sí mientras miraba la pantalla de mando de su mecha. Una voz femenina e informatizada respondió, sonando por toda la cabina de control - No le hagas caso. - Él negó con la cabeza rapidamente. - No, no, no, no, no. No. ¿Enserio lo ha dicho? - El pelirrojo se desató del acomodado sillón de aspecto futurista con botones de colorines. - No bajes. - Imploró la voz femenina de nuevo. - Shh, calla, va a ser sólo un momento. - Cuando terminó de desabrocharse se acercó hacia el panel de mando y dijo: - Activa el piloto automático, modo guardián. Mata a todo lo que se acerque que no sea aliado. - Y como impulsado por un resorte invisible, Jack Dralion Stark salió despedido hacia arriba saliendo por la trampilla de la cabeza del robot gitante.

En el aire, no tardó mucho en encontrar al tipo de pelo color alga marina que iba cojeando con una chica de aspecto joven, quien parecía estar más quemada que una salchicha hecha a la brasa en medio de un volcán, llevándola a su espalda. El robot desapareció entonces en el aire propulsado por el kamisori mejorado con su sistema de vuelo y apareció sin más frente a ellos, flotando a un palmo del suelo con una sonrisa que mostraba una sardonería que no se pretendía ocultar. Ignorando a la chica, se dirigió al hombre.

- ¡Hola! - Dijo presentándose ante él. - ¿Qué tal? Me llamo Jack Dralion Stark, quizá hayas escuchado hablar de mí. - Hizo una ligera reverencia más simbólica y burlona que cortés. - Soy el dueño de ese robotito de ahí. - Al hablar, señalaba al enorme mecha que estaba a varios metros de distancia, el cual masacraba todo aquello que estaba frente a él con sus espadas de plasma y cuya armadura estaba bañada en sangre de monstruo marino y miembros amputados de hombres pez. - No he podido evitar escuchar tu agradable e imperioso montón de palabras rabiosas hacia mí, señor... - Un parpadeo de luces en los ojos del cyborg revelaban que buscaba en su base de datos la identidad de aquella persona, encontrándola sin mucho problema. - Midorima, ¿verdad? -

El shichibukai seguía al lado de ellos, flotando al ritmo de paso de la pareja que, fueran lo rápido que quisiesen ir, no se librarían de la compañía del hombre medio máquina hasta que este terminara de hablar, y tampoco esperó a que el otro respondiera a la pregunta para continuar su retahíla de palabras: - Verás, no suelo bajar a relacionarme con gente como tú, pero... Te felicito, me has llamado la atención. - Mientras hablaba, disparó un par de flechas explosivas de su antebrazo hacia unos tritones que se acercaban con ganas de pelea, haciendo que estos reventaran en una nube roja por la sangrienta explosión que seguramente haría que la pareja quedara ligeramente impregnada del cálido jugo vital de los gyojin. - Es que me resulta tan gracioso que tú, insecto palo reumático con pelo de musgo, vengas a darme órdenes a mí. - Su voz adquiría un tono burlón con tintes de falsa indignación.

- ¡Es decir! No es que quiera darme tintes de prepotente e importante. - Si quería dárselos. - Pero creo que esas... ¿Cómo las llamaste? ¿Sucias armas de mierda? Te han salvado la vida. - Miró de arriba a abajo a la pareja, sobre todo a la chica, a la cual guiñó un ojo. - No te equivoques, no trato de poner en duda tu capacidad de lucha, peeeerooooo... - Hizo un ligero gesto con la cabeza para mirar hacia un lado y realizó entonces ese largo sonido de sorber aire como cuando una persona se quema o se hace daño, dejando caer que sí dudaba de sus capacidades de una forma muy grosera.

- Ahora escúchame bien tú. - De pronto, el pelirrojo se interpuso entre Midorina y su camino. - Esto es la guerra. Si usas esos inútiles ojos que tienes bajo la frente y que te hubieran servido para ver como un robot gigantesco y llameante iba a toda leche hacia tu posición, las armas son las que están ganando la batalla. No hay "honor" que valga, eso sólo sirve para que los espadachines y samurais se maten entre ellos con más ganas de lo normal, además de conseguir que muchos idiotas pierdan la vida buscándolo. - Su tono de voz era serio e imponente. - Espero no volver a verte hoy porque si nos encontramos de nuevo, te mataré. No me importa que estés bajo la tutela del Dragón Azul. Si tienes el valor para hablar así de fuerte hacia quienes pueden barrer el suelo con tus restos, será mejor que lo demuestres por tus propias acciones. - Comenzó a elevarse en el aire mientras miraba con desprecio al pirata. - Aunque para mí la basura siempre será basura, por bueno que sea el envoltorio que la proteja. -

Y sin más palabrería el shichibukai desapareció como había hecho otras veces, dejando un vacío el lugar en el que antes se encontraba flotando y dirigiéndose de nuevo hacia su mecha.

Resumen:

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 16:12}

El joven Lugh sigue en el agua escuchando como arriba los demás miembros de Atesaki se libraban de los molestos guardias y de la escoria del Tenryubito. Poco después aparece Kaiser diciendo que avancemos hacia Mariejoa por lo que Lugh sigue a sus compañeros hasta la costa pero de pronto unas flechas empiezan a herir a los gyojin, una de las cuales hace una herida sobrepuesta a la que ya tiene por lo que provoca aún más escozor por la sal del agua. Al parecer también hirieron a Kaiser provocando que quiera matar personalmente al culpable por lo que ordena que si alguien ve a un arquero se lo haga saber. A mitad de camino Kaiser se percata de la ausencia de Canabar y nos ordena seguir a Bisu hasta los ascensores, orden que el joven pez tigre obedece sin rechistar ya que conoce a la perfección el carácter de su capitán.

En la costa las cosas parecen complicadas, batallas por doquier y una máquina que parece preparada para destruirlo todo se unen en un mismo punto. Lugh llega finalmente al ascensor tras seguir a sus compañeros hasta allí evitando peleas innecesarias y peligrosas. Una vez dentro ve a Kaiser sujetando a un humano y diciendo que es amigo, algo que sorprende pero alegra al gyojien de piel Azul que se mantiene tranquilo pero con los martillos en su cintura, por algún motivo los lleva consigo y a lo mejor en algún momento es útil.

Resumen:

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 16:23}

Agua, cálida matriz que sostiene el cuerpo del pelirrojo pero un escozor horrible se sobreviene de la nalga donde le habían herido, un corte molesto cuanto menos, y más en un entorno salado que acaba por incomodar más aún. El jaleo se hace patente, golpes y carreras hasta que todo se calma, seguramente por el fin de la batalla, poco después una lluvia, no de agua, sino de flechas que roza el tentáculo del brazo del chico, lo que le molesta pero no en demasía. Kaiser, el capitán de la tripulación, junto a Cánabar, uno de los tiburones, detienen las flechas . Luego Kaiser ordena al grupo ir a los ascensores, ordenándole a Bisu no atacar a ningún miembro de la tripulación, lo que alivia al Dragón Azul, que corre junto a sus compañeros entre tanta masacre hasta llegar a los ascensores, donde se reúne con Kaiser y un humano, que según el capitán es un amigo.

Resumen:

17/12/2014

Nos encontrábamos en el puerto, el cual estaba lleno de gyojins. Por suerte no corríamos peligro, no detectarían que éramos nosotros y no os atacarían. Lamentablemente mi especie solía cegarse al ver a los humanos, a los que atacaban sin apenas controlarse. Cánabar pareció inquieto por un momento, levantó la vista e hizo algo y un instante después empezaron a sonar golpes, impactos que se paraban en el aire y caían inertes al suelo. Cogí uno de aquellos proyectiles, se trataba de una flecha. Miré hacia todos lados, pero no encontré a nadie que las estuviese lanzando.

Estaba observando la flecha cuando de repente Cánabar dijo que Drake estaba cerca, ¿Drake, dónde había escuchado ese nombre? No me acordaba en ese momento, pero sabía que se trataba de alguien famoso, es solo que en este momento no era capaz de ponerle cara. Cánabar se tiró al agua, y nadó en dirección a la enorme bañera y a ese tal Drake, luego Kaiser nos ordenó que todos al ascensor y recalcó dirigiéndose a Bisutomaru que quería que todo el mundo llegase vivo.

Corrí hacia el ascensor, esperando que los demás también viniesen. Kaiser fue tras Cánabar y poco después volvió junto con un humano, que sería Drake. Subimos al ascensor e informó que era amigo, que no lo comparásemos con la basura humana. A mí me daba igual, simplemente le tendí la mano, como hubiese hecho con cualquier otro.

-Encantado, soy Shio –dije mirando a Drake y luego mirando a Kaiser pero hablando para todos-no podéis odiar a una raza y luego salvar a uno diciendo que no es basura… a veces no os comprendo.

Resumen:

07/10/2014

El miedo sigue allí, pero no estoy sola, escucho las palabras de Etsu y levanto la vista para verlo, mis ojos están húmedos, y por ellos siguen resbalando lágrimas. Me encuentro mal, pero sé que no estoy sola, que nunca volveré a estar sola. A Asderdeker le debía muchas cosas y una de las tantas era la familia. Me había dado una familia, la tripulación. Mientras intentaba localizar los ojos de Etsu me di cuenta de que el cielo se había llenado de una especia de puntos negros que iban haciéndose más y más grandes. ¡No eran puntos negros, sino algo que caía!

Me levanté del suelo, como accionada por un resorte, intenté agarrar a Etsu y me puse a girar sobre mi misma, saltando de un lado a otro, esquivando los proyectiles sin mucho esfuerzo, pero lamentablemente uno me dio, me rozó la espalda descubierta y fue a caer entre las rompas de mi armadura. Iba a sacar la flecha, pero no había tiempo, un montón de gyojines nos tenían rodeados. Estábamos perdido si nos quedábamos y posiblemente no pudiésemos huir de ellos.

Seguramente atacarían a Etsu, ya que era humano, ¿dónde estaría el capitán en estos momentos? Un montón de preguntas acudían a mi cabeza. La primera la imperiosa necesidad de salir vivos, la segunda la necesidad de proteger a Etsu, la tercera, la sensación de vacío que se adueñaba de mi si Asder no estaba cerca y por último el mismo miedo de antes. Miedo que solo el peligro inminente podía retener un poco. Estaba temblando, segía llorando, la herida de la espalda m escocía y encima estaba rodeada.

La rabia se apoderó de mi cuerpo, me lancé hacia adelante, directa a llevarme por delante tantos gyojines como fuera necesario. Sentía que mi alma quería expandirse, salir de mi cuerpo en ese momento, así que simplemente grité. Liberando todo lo que tenía dentro. Un torrente de energía me inundó y quise imponerme a los demás, derrotarlos sin hacerles daños, salir de allí, buscar al capitán y no volver a tener que luchar en un sitio así.

El miedo me decía que iban a volver a encadenarme, los gyojines que tenía delante nos matarían en cualquier momento. Etsu podría defenderse, pero en cierto modo me sentía responsable por él. Lo quería como a un hermano y no soportaría que le pasase nada. Empecé de nuevo con mi baile, contorsionándome como si fuese un alga mecida por las olas y golpeando a cualquiera que se interpusiese.

”Resumen”:

29/09/2014

Habíamos conseguido escaquearnos por el callejón, pero lamentablemente Crock y su canción llamarón la atención de los gyojins, por lo que Madara lo regañó. Se transformó en un dragó negro y escupió ácido en dirección a los hombres pez. Esperó a que montásemos a su espalda antes de emprender el vuelo. Levantó el cuerpo del suelo, con nosotros encima y siguió regañando al caimán con una voz muchísimo más grave que la anterior. No era la primera vez que montaba a lomos de un dragón, pero la sensación seguía siendo alucinante.

Madara preguntó al marine cuál sería el mejor sitio para dirigirse y éste respondió que lo más alto de Mariejois. Por fin alguien que había pensado lo mismo que yo. Desde la altura tendríamos ventaja, veríamos por donde atacarían los giojines y no tendríamos que preocuparnos mucho por defendernos, sería todo mucho más fácil. Acaricié a silfo y lo cogí con mi mano derecha, lo miré, le sonreí y abrí la mano.

-Ve y hazles una visita –dije sonriéndole al pequeño pajarito.

Este me miró, ladeo la cabeza y emprendió el vuelo, bajando en picado. Mientras bajaba, iba convirtiéndose en un enorme pájaro de líquido transparente, que se estrelló contra los gyojins y empezó a moverse entre ellos, corroyendo cualquier cosa que se encontrase en su camino.

Mientras tanto el marine también lanzaba carámbanos de hielo, que por efecto de la altura caían con una enorme velocidad, ensartaría a cualquier criatura a que tuviese la desgracia de que le cayese uno. Como yo no quería ser, menos, extendí el brazo, con Houkou en mi mano izquierda y con un ligero movimiento también empezó a producir carámbanos de hielo que dejaba caer al vacío.

Resumen:

30/08/2013

EL joven Eoghan se encuentra corriendo por las callejuelas buscando un lugar por el cual entrar a la ciudad mientras sigue a su amigo Rowan, el primer humano que conoció que no quería matarlo sino que entabló amistad con él antes de tener que separarse por motivos que ahora el felino no recuerda. Mientras corren se encuentran con una enorme máquina que parece capaz de destruirlo todo, pero como todo debería tener algún punto débil. Pese a eso el gato no quiere permanecer allí para averiguarlo y al parecer su amigo tampoco ya que coge un camino alternativo. El joven felino mira al cielo en busca de una señal de su dios gato-perro que le indique el camino a la ciudad y de pronto ve algo que le llama la atención, unos metros más al norte hay como varios objetos cayendo al suelo y parecen provenir de ese mismo rumbo por lo que se coloca al lado de Rowan y le dice Creo que he encontrado la forma de llegar a la ciudad, sígueme.

Tras decir eso el felino tuerce una calle rumbo al norte y se dirige al lugar por donde vio la lluvia de cosas raras.

Resumen:

31/08/2013

Sigo caminando tranquilamente hacia los enormes muros de la ciudad mientras los esclavos siguen a mi amigo Itachi hacia el bote y mis compañeros mafioso me siguen, el músico tocando una agradable melodía con su flauta de madera, el religioso cargando al niño llorón y éste último acojonado dice algo que me provoca un mal presentimiento y viene corriendo a abrazarse a mi pierna. Como si de una predicción ocurre exactamente lo que me temía, el monje se enfurece con el niño y empieza a gritar mientras se quita el abrigo y golpea el suelo. Después señala al niño y empieza a maldecir al niño por un accidente tras decir que lo mataría y llamarme Ryohei-sama. Luego me exige un castigo para el niño, algo con lo que concuerdo ya que pese a que no lo ha hecho con mala intención tengo que castigarle al menos por llamarnos secuestradores por pura diversión.

Mientras medito lo que voy a decir Ugetsu interviene y se ofrece a limpiar el abrigo del monje, algo que más adelante agradeceré pero ahora es momento de ponerse serios así que me giro para decir algo pero el crío se me adelanta y se acerca a Kiogre dándole un trozo de pastel que saca de su pelo. ¡¿Cómo demonios consigue guardar tantas cosas en ese pelo sin que se estropeen!? Pienso mientras el niño pide perdón a Kiogre y ofrece golosinas a los demás mientras lame una piruleta. Cojo un caramelo de menta y empiezo a comerlo a la vez que digo Tranquilidad que no se ha muerto ni va a morir nadie. Primero, Kiogre entiendo tu enfado pero, ¿crees que tu Dios estará contento si maldices a un niño inocente que simplemente se asustó? Si quieres castigar a alguien he oído rumores que en la ciudad a la que nos dirigimos los nobles sacrifican esclavas de las que se aprovechan para atraer el dinero y el poder. Ahora, Ugetsu, gracias por intervenir y te agradezco que le ayudes con su abrigo, eso te honra. Ahora bien, Ushi no puedes ir por ahí orinando en la espalda de los que te cargan aunque entiendo que por el susto pueda escaparse el piz. Por eso no te castigaré muy severamente, pero como castigo deberás obedecer a Kiogre durante lo que queda de nuestra presencia aquí ya que llamarnos secuestradores cuando os dije que os alejarais. Pasando a un tema más importante, quería pasar desapercibido para encontrar a una persona pero ahora que lo pienso si llamamos la atención es probable que esa persona venga a nosotros así que divertíos mientras os deshacéis de los juguetitos de la gente noble y si hay algo que os guste no dudéis en cogerlo, ellos han pisado a mucha gente para conseguirlo y no se lo merecen.

Dicho eso continuo caminando hasta encontrarme frente al muro y miro a ambos lados buscando alguna señal de una entrada de suministros ya que si en ese lugar se estaba cultivando por algún lado deberían poder llevar la colecta. Tras mirar detenidamente a ambos lados camino hacia la izquierda haciendo una señal para que el resto me siga.

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30/01/2012

Cuando lleguemos al ascensor observe como Deathstroke se quedo observando un poco el ascensor y se percato de que estaba manipulado y al parecer no funcionaba, pero eso no consiguió detenernos, Deathstroke se ofreció a llevarnos volando a Worgulv y ami, cuando de repente apareció Nemo también volando, no tenia ni idea de que varios de nuestros nakamas tenia esa habilidad, y la verdad me alegre dado que siendo sincero.

-Vamos chicos Dexter nos necesita. Dije agarrándome fuertemente a Deathstroke, cuando Midorima nos hablo por los auriculares.

Al parecer ya todo estaba en orden por su lado -Vamos Mido, Dexter quiere que vayamos con el a cubrirle.- dije con bastante mejor humor aunque un poco resentido por el dolor del brazo izquierdo.

Al parecer el plan era el siguiente, Death nos iría en cuestión de dos viajes hasta estar todos unidos de nuevo.-Vaya esto de volar tiene sus ventajas. Dije riéndome un poco.

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04/10/2014

Toda la ciudad estaba rodeada de un gran caos, la marina se estaba viendo obligada a retroceder posiciones, cuanto más duraría esa situación. Yo continuaba volando por la calles del lugar tras mi encontronazo con Karl, del cual había salido vivo milagrosamente. Los Tribolite avanzaban posiciones...sin duda la cosa se ponía fea. No era capaz de utilizar mi mantra permanentemente, era simplemente una sensación angustiosa.

- "Odio estos dolores de cabeza" -pensé para mis adentros.

Estaba llegando a la zona donde estaban todos mis compañeros, Dexter nos había reclamado, no tarde mucho más en reunirme con mis compañeros. Iban a empezar a subir con algún extraño procedimiento. Al parecer iban a tener que realizar dos tandas, ya que dicho aparato tenía sus limitaciones.

Descanse un rato con mis compañeros y les comente:

-Chicos hacerme un resumen de la situación -pregunte a mis compañeros mientras miraba a Uracha, el cual tenía una leve expresión de dolor en la cara.

Tras enterarme un poco de lo que ocurría, comencé a volar otra vez usando Getsumen, ascendiendo lentamente a la ciudad Santa, donde nos esperaba Dexter. Fui observando lentamente el panorama general, era simplemente desalentador, había bastantes explosiones, y había un gran barullo, todo lo que me rodeaba era Caos, y eso me daba miedo.

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Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 19:11}

Genos se encontraba atacando a los que intentaban acercarse a él. Lanzaba hoces cortantes para rebanar cabezas de aquellas bestias, usaba su cañón de calor para calcinarlos. La batalla se estaba haciendo eterna y Drake parecía que estaba herido, con la mano rota o algo por el estilo. La pelea seguía, y los gyojin hacían que Genos se alejase más de su posición, mientras cortaba cabezas y retrocedía. Era peligroso para él, pero de repente algo empezó a caer del cielo. ¿Flechas? Si, eran flechas. Caían desde el aire y Genos no podía esquivar ni a los gyojin ni a les flechas, por lo que empezó a recibir golpes y cortes, mientras intentaba defenderse. Una de las flechas se clavó en su pecho, estaban imbuidas en haki... Otra en el hombro, pierna, estómago... Incluso una se le clavó en el ojo. Genos intentó salir de allí, pero ya era tarde, unos extraños seres se acercaron a él. Con su máxima potencia, Genos apuntó con sus nudillos derechos a aquellos seres, lanzando una tremenda ráfaga de calor, intentando acabar con ellos... Pero empezaron a explotar.

La explosión era enorme, demasiado, destrozando el cuerpo de Genos. Sus brazos, piernas, vientre, cabeza... Todo acabó separado del cuerpo. La cabeza con una flecha en el ojo, empezó a volar por el cielo, aún parecía vivo, tal vez estaba vivo... Sus ojos permanecían abiertos mientras sus partes seguían volando por todo el puerto, cayendo en distintas zonas. La cabeza, empezó a dibujar una sonrisa mientras su único ojo intacto... se cerraba. La cabeza acabó cayendo a los pies de dos personas. Una gyojina azul y un chico extraño. El marine cyborg no había podido cumplir sus sueños ni vengarse de los que arrasaron su isla, pero pudo morir haciendo lo que más le gustaba... Pelear.

05/01/2014

A pesar del enorme muro de hielo del marine, el muro de osmio del cocodrilo y las defensas psíquicas de Ren, los gyojin pudieron pasar. Aquella enorme defensa apenas había aguantado unos cuantos embistes. ¿Qué clase de bestias eran? Seguramente no podrían compararse a los que habían despachado hasta ahora. Ayane no tenía ninguna posibilidad contra seres con un nivel de poder tan elevado. Envainó su katana y rechistó. Crok estaba tocando la guitarra y montando bastante escándalo. Seguramente sabrían su posición de inmediato y quedarse allí solo empeoraría las cosas. Por suerte, el líder reaccionó con una bronca hacia el escandaloso y se transformó en dragón. Lanzó un ataque de ácido y esperó a que todos subiesen sobre su lomo. Ayane subió la primera, sobre el cuello. Su falda era muy corta por lo que no le aportaría problemas a la hora de sentarse. Hizo un gesto a Ryuma para que saltara y lo puso frente a ella. -Agárrate fuerte, pequeño.- Que ilusa fue al decir eso. El animal se agarró a sus senos con una sonrisa en su rostro. -¡Ahí no!- Gritó ella, otorgándole un segundo chichón. El dugong se aferró a su cintura mientras una lágrima se deslizaba por su mejilla.

El dragón era enorme e increíble. No era la primera vez que presenciaba esa forma, pero aún le costaba creer el tamaño que podía alcanzar ese hombre en cuestión de segundos, con un poder sin igual y una fuerza abrumadora. Podía cargar con toda su banda y surcar el cielo sin problemas. ¿Cuantos líderes podían jactarse de algo así? Y una vez más volvió a regañar al cocodrilo, aunque esta vez sin gritos. -(Está borracho, le entrará por un oído y le saldrá por el otro).- Pensó Ayane, creyendo que las palabras serían inútiles en ese estado. Seguidamente le preguntó a Al a donde quería ir. La forma de preguntárselo fue algo cómica y la mujer no pudo evitar reír. El marine respondió, sugiriendo ir hacia arriba y tras esto, empezó a lanzar carámbanos de hielo contra sus perseguidores. El albino hizo lo mismo, pero con su extraña arma y mandó a su pequeño ave. Por un momento pensó que estaba loco, pero al ver la transformación del diminuto pájaro, que creció de forma desorbitada y pasó a ser una especie de líquido, se calmó. ¿Qué podía sorprenderle después de todo lo que había visto al salir de Wano?

-Madara, cariño.- Aquel apodo no fue más que una palabra afectuosa hacia su capitán sin ningún motivo especial mas que atraer su atención durante un instante. -Procura no hacer movimientos bruscos por favor, es mi primera vez.- Su tono fue algo erótico, e incluso las palabras que utilizó podían malinterpretarse de mil maneras. Pero la verdad, es que por culpa de aquel atuendo provocativo, no tenía ninguna protección en la parte inferior de su cuerpo a excepción de su lencería y la piel escamosa del dragón podría rasgar su piel si no iba con cuidado.

Desde el cielo podía ver el puerto del nuevo mundo. Varias bestias habían caído ya pero los gyojin no parecían tener fin. Seguramente todos acabarían retrocediendo y la gran batalla se llevaría acabo en la zona central. De otro modo, las defensas no tendrían posibilidades ante semejante ejército tan cerca del agua. Necesitaban aprovechar el terreno y aquel no era el adecuado. -(Va a ser una guerra sangrienta... Pero no pienso morir hoy. Aún tengo que demostrarle a los hombres de Wano que una mujer puede ser igual o mejor que ellos)- Ella tenía una meta muy clara, y no se rendiría hasta conseguirlo.

Resumen:

10/05/2014

Habian llegado a la playa, pero la situación no es mejor que antes, sino que incluso es peor. Etsu, un joven astuto y precavido activa su visión de ave rapaz, por lo que sus ojos pueden alcanzar a ver más allá, mucho más allá que un humano corriente. Cuando su compañera trató de tirarlo al suelo él pudo ver el motivo, una chica lanzaba flechas desde lo alto de la gran pared, el objetivo de la muchacha no se sabe, pero sí que es molesto, una de esas flechas hiere a su compañera, pero eso es el mayor error de aquella chica, a Rui no le molesta ser blanco de ataques e intentos de asesinato, es un hombre sin piedad para con los que no se ganan su aprecio, pero atacar a una persona que es amiga de él es imperdonable, la ira se apodera de sus ojos, el joven baila al son de su compañera y empieza a emplear el estilo de los ocho borrachos inmortales, pero no para la ofensiva, sino para una esquiva altamente hábil y eficaz. En la playa había visto un marine, al menos le suena su cara, y no tarda en ver como las flechas causan que el cuerpo del chico explote, sería un cyborg, pero eso no es todo, la cabeza del chico cae delante de Etsu, el cual toma la misma y se marcha junto a su compañera, mientras baila desenvaina una de las guadañas, y lanza golpes indiscriminadamente a todos lados mientras se mueve como un borracho…Su rumbo los ascensores, tendría que encontrar a alguien que se hiciera cargo de la cabeza, e informar de lo sucedido a la persona que lo haga…pero sabe a quién hacerle entrega de la cabeza, algo arriesgado pero espera que le escuchen…

Resumen:

28/08/2014

Aquel ataque del Shichibukai surgió efecto, consiguiendo salir por el agujero que le hizo en la cabeza a la gran bestia marina. Empezó a jadear, estaba algo cansado de usar tanta potencia, cuando de pronto le dio por mirar al monstruo. Era la hora de cumplir su sueño, de probar una deliciosa carne, de masticar a un Rey mari... "¿Que cojones?" Pensaba mientras miraba hacia abajo. Sus ojos se quedaron abiertos y en blanco, mientras la mandíbula parecía desencajarse por la sorpresa. El rey marino, su cena, se estaba hundiendo en el agua y él no podría hacer nada. Tenía que despedirse de su sueño, había matado a un rey marino... ¿Y para qué? Para nada, para que éste se fuera al fondo del mar...

La depresión que Asderdeker sufrió, fue demasiada. Su sueño se había ido al garete, las ganas de vivir le acompañaban... "Adiós..." Se decía a sí mismo, mientras volando, desde el cielo, veía tan solo un charco de sangre dibujado en el agua... Empezó a volar sin un rumbo establecido, en dirección a la ciudad, mientras sus piernas y sus brazos parecían muertos, su cara enseñaba una profunda tristeza, su corazón estaba destrozado, hecho pedazos... Todos los esfuerzos para nada, el pobre pirata había entrado en un estado de bajón supremo, imposible de levantarse así como así. No tenía otra cosa en la cabeza, tan solo... Tan solo tenía la imagen del monstruo marino hundiéndose en el agua, no pensaba en nada más.

Pasó por encima de cientos de gyojin, pero ni siquiera se dio cuenta, era como si nada para él tuviese importancia... Si no fuese por ese sentimiento, podría haber notado el gran aura de poder que desprendía su primo Karl, pero ni a eso hizo caso... Su cuerpo seguía en la tierra, pero su mente estaba encerrada en aquella visión, en su cena siendo devorada por el maldito y estúpido mar... Eso fue cruel, el mar se las iba a pagar... Algún día. Si no fuera por su fruta, seguramente hubiese ido detrás del monstruo, pero ya no podía nadar, no podía hacer nada... Estaba "muerto".

16/05/2014

Parecía que lo que nos iba a ascender sobre el muro que se cernía sobre ellos estaba defectuoso, y no podría usarse con seguridad, el hombre de armadura sin embargo tenia buenas ideas, aprovechando su cuerpo, el cual tenia dos grandes alas negras en forma de cuervo, extendió las manos hacia el hombre y su compañero, Worgulv no esta muy seguro de que esa pequeña forma pudiese cargar con los dos, contando el peso pesado que era el hombre.

En el momento de duda, otro camarada de la tripulación se aproximo volando, que infiernos, todos sus camaradas podían volar menos el?, estaba en un banda de pájaros..., en su oreja las voces de sus compañeros, se ponían de acuerdo en donde reunirse, el hombre no le agradaba mucho la idea de separar los pies del suelo, pero parecía ser la única manera de reunir al equipo, a si que guardo sus hachas en el arnés, y se aferro fuertemente con ambos brazos a la mano de su camarada, morir desde una gran altura, no seria un final digno para los dioses

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Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)]

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 2:59}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 6:08}

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Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 16:40}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 16:42}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 16:44}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 17:02}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 17:28}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 17:31}

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Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 19:11}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 19:15}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 20:37}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 20:54}

Re: Asedio a Mariejoa [Capítulo (Parte I)] {Dom 8 Feb 2015 - 21:30}

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