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Akuma no mi
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Tras que Eoghan tire de la palanca la sala se cierra casi herméticamente, un extraño sonido lejano preocupa al joven de gafas, pues parece que una mecha se prendió a lo lejos, y eso, sumado al olor a pólvora de la habitación solo dan un resultado posible, la habitación volando por los aires con los dos piratas en el interior de la misma, algo no muy agradable ni que signifique una buena suerte por parte del felino y el humano. El sonido de la mecha es cada vez más rápido, por lo que el tiempo que tienen para actuar no es demasiado, por suerte Eoghan había visto una salida, y le dice a Rowan que siguiera subiendo, que es el único camino, momento en el que Holden mira al techo y ve como Frang se cuela por una apertura del mismo, y transformándose en su forma híbrida sigue a su capitán por el hueco. |~Eoghan, deberías tener más cuidado con lo que activas, casi nos mata esa palanca...~| Dice Rowan con una voz ligeramente diferente a la suya habitual, con un toque animal. Para luego volver a su forma humana.
Johnny Raikov
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Akuma no mi
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Arena, arena y más arena… llevaba un buen rato o al menos eso me parecía, caminando y para colmo la luna estaba empezando a salir, por lo que me seria mas difícil seguir mi camino, pero la luz de la luna me ayudaba.
De pronto el sonido de los pájaros que se habían quedado dentro me hizo mirar hacia el cielo, un edifico de cristal con forma de pirámide salió de la nada. En una pantalla que se podía ver con facilidad apareció un hombre con el pelo largo y la piel pálida que empezó a dar un discurso. Tras ello su imagen se fue y en su lugar apareció una cuenta atrás de las tres horas que había dicho. Un rugido hizo que me diese un escalofrío y del edificio salieron tres aves de diferentes colores:
-Esto no es nada bueno… tengo que encontrar a alguien que conozca.
Empecé de nuevo a caminar para poder adentrarme en la isla cuando de pronto unos seis pájaros se acercaban hacia mi. Venían a una gran velocidad por lo que supuse que serían algún experimente del doctor de esta isla, desenfunde mi espada para alzarla en el aire y hacer un par de movimientos para intentar cortarlos. Para mi suerte pude darle a dos de ellos ya que no controlaba mucho esa arma, se podían ver las plumas caer junto a la sangre. Los otros cuatros se quedaron un poco atrás, me ajuste los guantes para a continuación empezar a correr en la dirección donde estaban ellos para ver si se iban. Mire hacia atrás y nadie me seguía, menos mal.
De pronto el sonido de los pájaros que se habían quedado dentro me hizo mirar hacia el cielo, un edifico de cristal con forma de pirámide salió de la nada. En una pantalla que se podía ver con facilidad apareció un hombre con el pelo largo y la piel pálida que empezó a dar un discurso. Tras ello su imagen se fue y en su lugar apareció una cuenta atrás de las tres horas que había dicho. Un rugido hizo que me diese un escalofrío y del edificio salieron tres aves de diferentes colores:
-Esto no es nada bueno… tengo que encontrar a alguien que conozca.
Empecé de nuevo a caminar para poder adentrarme en la isla cuando de pronto unos seis pájaros se acercaban hacia mi. Venían a una gran velocidad por lo que supuse que serían algún experimente del doctor de esta isla, desenfunde mi espada para alzarla en el aire y hacer un par de movimientos para intentar cortarlos. Para mi suerte pude darle a dos de ellos ya que no controlaba mucho esa arma, se podían ver las plumas caer junto a la sangre. Los otros cuatros se quedaron un poco atrás, me ajuste los guantes para a continuación empezar a correr en la dirección donde estaban ellos para ver si se iban. Mire hacia atrás y nadie me seguía, menos mal.
Steve
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Mientras leía uno de los libros, que no parecían tener indicios sobre el código a seguir para abrir la pétrea puerta. Ruidos y un hombre hablando sobre cosas a las que no le hice caso porque parecían muy aburridas venían desde fuera ¿Estarían montando una fiesta? No tenía la pinta y si la niebla volviera no sería un buen lugar para crear una celebración.
Suspiré, mientras me daba la vuelta al oír al pelirrojo hablarle a uno de sus hombres, que parecía haber encontrado algo. Me acerqué con curiosidad, para observar el objeto que tenía en las manos más detenidamente. Era una garra blancas con bordes púrpuras, nada muy extraño quizás se pudiera sacar un poco de dinero por ella pero nada más. Pero antes de que me fuera a seguir buscando vi que la garra parecía poder encajarse en el centro de la puerta, así que se la arranque de las manos de manera abrupta para inspeccionarla.
-Un segundo. – Fue lo único que dije mientras me apropiaba del objeto con lo que usualmente serían malas maneras. –
En uno de los lados tenía varios símbolos grabados, ballena, serpiente y lobo, símbolos que también salían en la puerta. Me sonreí porque gracias a aquel hombre habíamos encontrado la llave de la puerta. Fui hasta esta para mover los anillos siguiendo el orden descendente que había tallado en la garra. Ballena, serpiente y lobo estaban ahora marcados en la puerta, lo que faltaba era introducir la garra y esperar que funcionara.
-¿Listos? – Había preguntado, pero no esperaba una respuesta, ni si quiera los había mirado porque estaba demasiado ocupado llevando la garra hasta el centro de la puerta. –
La introduje, haciendo que girase para activar el mecanismo que estuviera conectado a esa cerradura. Tras eso me giré para ver a la gente en la sala, esperando que no pasara nada malo.
-Un momento… ¿Y Mura? ¿A dónde ha ido? – Me dirigí hacía el pelirrojo, en mi voz se podía notar ese tono preocupado, que era lo normal al no haberme percatado que había desaparecido. –
Suspiré, mientras me daba la vuelta al oír al pelirrojo hablarle a uno de sus hombres, que parecía haber encontrado algo. Me acerqué con curiosidad, para observar el objeto que tenía en las manos más detenidamente. Era una garra blancas con bordes púrpuras, nada muy extraño quizás se pudiera sacar un poco de dinero por ella pero nada más. Pero antes de que me fuera a seguir buscando vi que la garra parecía poder encajarse en el centro de la puerta, así que se la arranque de las manos de manera abrupta para inspeccionarla.
-Un segundo. – Fue lo único que dije mientras me apropiaba del objeto con lo que usualmente serían malas maneras. –
En uno de los lados tenía varios símbolos grabados, ballena, serpiente y lobo, símbolos que también salían en la puerta. Me sonreí porque gracias a aquel hombre habíamos encontrado la llave de la puerta. Fui hasta esta para mover los anillos siguiendo el orden descendente que había tallado en la garra. Ballena, serpiente y lobo estaban ahora marcados en la puerta, lo que faltaba era introducir la garra y esperar que funcionara.
-¿Listos? – Había preguntado, pero no esperaba una respuesta, ni si quiera los había mirado porque estaba demasiado ocupado llevando la garra hasta el centro de la puerta. –
La introduje, haciendo que girase para activar el mecanismo que estuviera conectado a esa cerradura. Tras eso me giré para ver a la gente en la sala, esperando que no pasara nada malo.
-Un momento… ¿Y Mura? ¿A dónde ha ido? – Me dirigí hacía el pelirrojo, en mi voz se podía notar ese tono preocupado, que era lo normal al no haberme percatado que había desaparecido. –
Derian Markov
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Derian entrecerró los ojos, mientras la rabia comenzaba a despertar en su interior. ¿Alguien pretendía matar al mismísimo Derian Markov y sobrevivir? Más aun, ¿se me merecía algo que no fuera una lenta y dolorosa muerte tras aquella burda trampa. Su rostro se convirtió en una terrible mueca de odio, mientras memorizaba el rostro del científico. Jamás olvidaría aquella cara, y se ocuparía de que él llegase a conocer la suya... y pasase a poblar sus peores pesadillas. Mientras viviera, claro. Era muy posible que el Gobierno reclamara al científico para encerrarlo en Impel Down. En ese caso primero lo torturaría hasta la locura, y luego ya les daría lo que quedase de él.
- Escoria... - murmuró Derian, en un tono iracundo impropio de él, con sus ojos centrados en la pantalla.
Se frenó en el aire y esperó a que Nemo le alcanzara. Tenía cosas que decirle... y que trazar un plan. De repente un estruendo sacudió la isla, y la pirámide estalló. "Un sitio menos donde buscar." Entonces tres gigantescas aves surgieron del interior de la explosión, y el vampiro dudó sobre sus posibilidades. El poder de aquellas criaturas era inconmensurable... necesitarían a gente de gran poder para vencerlas. ¿Habría algún otro Shichibukai en la isla, o alguien del nivel de fuerza de Kyle o él mismo? En todo caso, tenía que establecer prioridades: sobrevivir, detener la explosión, dar con el científico y hacerle pagar, y encontrar su "premio", lo que había venido buscando. Vencer a las aves iba sujeto a "sobrevivir", por supuesto. Si podía cumplir sus objetivos sin cruzarse en el camino de aquellos seres, lo haría. Si veía necesario derrotarlas, se uniría a la lucha. O si simplemente se le cruzaba la oportunidad y la victoria era segura con su ayuda... bueno, siempre estaba bien tener un obstáculo menos. Entonces Nemo llegó junto a él.
- Llegáis en buen momento. Estaba a punto de trazar el plan de acción...
Entonces su mantra percibió algo. Se calló y giró hacia su espalda, para ver a una gran marea de criaturas voladoras. Suspiró, algo molesto. Con tiempo, podía hacerse cargo de todas ellas, pero no quería gastar sus recursos antes de las peleas que le aguardaban. No es como si se fuese a cansar, pero no quería recurrir a la reserva de energía de Vanator... tras absorber la energía vital de Surok, tenía suficiente como para lanzar una onda cortante de gran tamaño, o infinidad de golpes menores. Sin embargo, no era inagotable. "De todos modos, estos seres son muy débiles." Debía hacer lo posible por estropear los planes del científico... ¿qué tal romper la cúpula? No, no era buena idea. Lo más probable es que sólo perdiera el tiempo sin lograr cortarla. Y si lo hacía, tal vez la isla entera se cayera de los cielos. Sí, él lograría escapar, pero matando en el proceso a todos sus potenciales aliados, posiblemente destruyendo las armas que había venido a reclamar y sin solucionar el problema de las aves. No, no era buena idea.
- Señor Armonia... descendamos. En el aire no estamos seguros. Fijaos a ver si localizáis algún edificio o abertura que parezca dar al subsuelo. Debemos localizar a ese loco. Pero antes... - se dirigió al marine - A ti te voy a colocar a mi espalda para tener más libertad de movimiento y pasar entre esas bestias. Si tienes alguna pistola o algo, intenta darles. No dejaré que te caigas.
Hizo lo dicho, y empuñó a Vanator con su mano derecha. Entonces uno de los pájaros más adelantados dio un chillido y batió sus alas. Una corriente de viento desplazó a Derian varios metros hacia atrás en el aire. "Interesante... deberé tener cuidado." Entonces se le ocurrió una macabra idea. Velozmente voló hacia las aves, esquivando sus golpes, y se situó en medio de la "vanguardia". Entonces su aspecto cambió, pasando a ser más estilizado. Dio un aviso al marine para que se agarrase de sus hombros, y dos alas brotaron de su espalda. Era su forma de hechicero vampiro. Su cuerpo comenzó a emitir unas ondas rojas casi imperceptibles en un radio de veinte metros. Estas tenían el poder de debilitar a los seres cercanos haciendo vibrar sus músculos y agarrotándolos, dándoles una sensación de cansancio que sería más intensa cuanto más débiles en comparación con Derian fuesen los demás.
- Señor Armonia, ¡alejaos de mi! ¡Lo máximo posible!
Era tarde para el marine, pero el efecto no duraría para siempre, y además si se caía lo recogería sin más. La mayor parte de aves en el rango comenzaron a disminuir su ritmo, fatigadas, y alguna se desplomaron hacia el suelo. De repente una lluvia de proyectiles rojizos en forma de flechas brotaron del vampiro, tras un breve chasquido de dedos por su parte. Las saetas fantasmales hicieron blanco, y los pájaros comenzaron a caer por docenas. Tras hacer brecha entre sus filas, y pasar a agarrar al marine con su brazo izquierdo para evitar que se desplomara, descendió hacia el suelo velozmente intentando localizar algún punto interesante. Rastreó la zona con su mantra de nuevo, a ver si ahora captaba algo más interesante. Una vez en el suelo, entregaría al marine a Nemo. Ya no le apetecía llevarse la cena a cuestas; tenía tareas importantes y cargar con la comida no era agradable.
- Que os ayude si lo veis apropiado. He cambiado de opinión, llevar peso a cuestas sólo me entorpecerá.
Alzó la mirada hacia el cielo. Presentía la llegada inminente de la noche... Aunque con sus anillos la luz solar ya no lo debilitaba ni afectaba, la noche era su aliada natural. En ella, sus presas eran menos eficaces y veían peor, además de que muchos de ellos estarían cansados. En cambio, él sería más fuerte y letal. Esbozó una media sonrisa sanguinaria. Pronto jugaría en su propio terreno.
- Escoria... - murmuró Derian, en un tono iracundo impropio de él, con sus ojos centrados en la pantalla.
Se frenó en el aire y esperó a que Nemo le alcanzara. Tenía cosas que decirle... y que trazar un plan. De repente un estruendo sacudió la isla, y la pirámide estalló. "Un sitio menos donde buscar." Entonces tres gigantescas aves surgieron del interior de la explosión, y el vampiro dudó sobre sus posibilidades. El poder de aquellas criaturas era inconmensurable... necesitarían a gente de gran poder para vencerlas. ¿Habría algún otro Shichibukai en la isla, o alguien del nivel de fuerza de Kyle o él mismo? En todo caso, tenía que establecer prioridades: sobrevivir, detener la explosión, dar con el científico y hacerle pagar, y encontrar su "premio", lo que había venido buscando. Vencer a las aves iba sujeto a "sobrevivir", por supuesto. Si podía cumplir sus objetivos sin cruzarse en el camino de aquellos seres, lo haría. Si veía necesario derrotarlas, se uniría a la lucha. O si simplemente se le cruzaba la oportunidad y la victoria era segura con su ayuda... bueno, siempre estaba bien tener un obstáculo menos. Entonces Nemo llegó junto a él.
- Llegáis en buen momento. Estaba a punto de trazar el plan de acción...
Entonces su mantra percibió algo. Se calló y giró hacia su espalda, para ver a una gran marea de criaturas voladoras. Suspiró, algo molesto. Con tiempo, podía hacerse cargo de todas ellas, pero no quería gastar sus recursos antes de las peleas que le aguardaban. No es como si se fuese a cansar, pero no quería recurrir a la reserva de energía de Vanator... tras absorber la energía vital de Surok, tenía suficiente como para lanzar una onda cortante de gran tamaño, o infinidad de golpes menores. Sin embargo, no era inagotable. "De todos modos, estos seres son muy débiles." Debía hacer lo posible por estropear los planes del científico... ¿qué tal romper la cúpula? No, no era buena idea. Lo más probable es que sólo perdiera el tiempo sin lograr cortarla. Y si lo hacía, tal vez la isla entera se cayera de los cielos. Sí, él lograría escapar, pero matando en el proceso a todos sus potenciales aliados, posiblemente destruyendo las armas que había venido a reclamar y sin solucionar el problema de las aves. No, no era buena idea.
- Señor Armonia... descendamos. En el aire no estamos seguros. Fijaos a ver si localizáis algún edificio o abertura que parezca dar al subsuelo. Debemos localizar a ese loco. Pero antes... - se dirigió al marine - A ti te voy a colocar a mi espalda para tener más libertad de movimiento y pasar entre esas bestias. Si tienes alguna pistola o algo, intenta darles. No dejaré que te caigas.
Hizo lo dicho, y empuñó a Vanator con su mano derecha. Entonces uno de los pájaros más adelantados dio un chillido y batió sus alas. Una corriente de viento desplazó a Derian varios metros hacia atrás en el aire. "Interesante... deberé tener cuidado." Entonces se le ocurrió una macabra idea. Velozmente voló hacia las aves, esquivando sus golpes, y se situó en medio de la "vanguardia". Entonces su aspecto cambió, pasando a ser más estilizado. Dio un aviso al marine para que se agarrase de sus hombros, y dos alas brotaron de su espalda. Era su forma de hechicero vampiro. Su cuerpo comenzó a emitir unas ondas rojas casi imperceptibles en un radio de veinte metros. Estas tenían el poder de debilitar a los seres cercanos haciendo vibrar sus músculos y agarrotándolos, dándoles una sensación de cansancio que sería más intensa cuanto más débiles en comparación con Derian fuesen los demás.
- Señor Armonia, ¡alejaos de mi! ¡Lo máximo posible!
Era tarde para el marine, pero el efecto no duraría para siempre, y además si se caía lo recogería sin más. La mayor parte de aves en el rango comenzaron a disminuir su ritmo, fatigadas, y alguna se desplomaron hacia el suelo. De repente una lluvia de proyectiles rojizos en forma de flechas brotaron del vampiro, tras un breve chasquido de dedos por su parte. Las saetas fantasmales hicieron blanco, y los pájaros comenzaron a caer por docenas. Tras hacer brecha entre sus filas, y pasar a agarrar al marine con su brazo izquierdo para evitar que se desplomara, descendió hacia el suelo velozmente intentando localizar algún punto interesante. Rastreó la zona con su mantra de nuevo, a ver si ahora captaba algo más interesante. Una vez en el suelo, entregaría al marine a Nemo. Ya no le apetecía llevarse la cena a cuestas; tenía tareas importantes y cargar con la comida no era agradable.
- Que os ayude si lo veis apropiado. He cambiado de opinión, llevar peso a cuestas sólo me entorpecerá.
Alzó la mirada hacia el cielo. Presentía la llegada inminente de la noche... Aunque con sus anillos la luz solar ya no lo debilitaba ni afectaba, la noche era su aliada natural. En ella, sus presas eran menos eficaces y veían peor, además de que muchos de ellos estarían cansados. En cambio, él sería más fuerte y letal. Esbozó una media sonrisa sanguinaria. Pronto jugaría en su propio terreno.
Worick L. Arcangelo
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Akuma no mi
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Acabé arrastrando a Kaede hasta el exterior de aquel ruinoso edificio, pero creyendo que aquella era la mejor idea para evitar peligro y conseguir una situación mejor, acabé por empeorarlo todo. Al salir del edificio lo que conseguimos ver era un tanto irreal, algo extraño con forma de triángulo surgió de entre la maleza en lo que al parecer debía ser el centro de la isla. Todo aquello parecía de cuento de hadas, pero lo peor aún estaba por venir, ya que, cuando las cosas parecían no poder ir a peor la situación se superaba. Nuevamente y para mi sorpresa un espeluznante tipo de aspecto extraño, mira quién fue a hablar, apareció como si de una imagen se tratará sobre la cúpula que nos mantenía presos. Empezó un dialogo o más bien un monólogo, pues difícilmente iba a poder contestarle nada a aquel bicho raro.
Tras unos segundos de monólogo nuevamente la situación se superaba, esta vez de un modo bastante esperado tras haber visto aquella cúpula. Todos aquellos rumores sobre el arma, toda aquella acción y movimiento, no eran más que una trampa para atraer a montones de idiotas como yo a un lugar como este. La verdad es que había sido un buen planta bastaron las palabras: arma que puede destruir el mundo. Y con eso consiguió reunir a decenas de estúpidos como yo que querían algo de acción, desde luego aquel tipo sabía lo que hacía, pero la situación no podía acabar de empeorar ahí. La charla acabó y el tipo desapareció dejando lugar a una cuenta atrás... — Una maldita cuenta atrás, de verdad me lo dices... — Hice una pausa a causa de un escalofrío que sentí y el estruendo que se había escuchado recientemente, en el lugar de la pirámide. Aquello me gustaba menos a cada momento que pasaba. — Kaede, esto se esta poniendo feo así que prometeme que tendrás cudiado. — Dije mientras la miraba en busca de una afirmación. Pronto toda aquella cháchara se vería interrumpida por nuestro desesperado amigo que se veía sumido en una ausencia total de cordura por unos momentos. En un vano intento por hacerlo recuperarse me acerqué a él. — Oye no puedes quedarte así tienes que cuidar a tu hijo, además nos tienes a nosotros no vamos a dejaros en la estacada. Saldremos de esta juntos, o no saldremos. — Dije intentando animarle, aunque realmente si Kaede se veía envuelta en peligro no podía prometer que aquellos dos estuviesen seguros.
No fueron apenas unos segundos después de aquel intento de animar al padre, cuando casi antes de poder darme cuenta estábamos completamente rodeado por pájaros de distintas especies que reinaban el cielo. Aquella situación no me gustaba en lo más mínimo. — Senyak... — Se oyó un leve susurro y una pequeña cúpula de unos 2 metros de radio apareció a mi alrededor. Justo a mi lado se encontraba Kaede la que parecía conmocionada por aquel grito que causó ese escalofrío y quedó paralizada, así que tenía que defenderla a toda costa. Por otro lado el otro par que nos acompañaba se encontraba sentado cerca del final de la cúpula. — Pase lo que pase procurad manteneros aquí dentro. — Dije tratando de tranquilizar a aquel par como si realmente pudiese hacerme cargo de todo, aunque... No estaba del todo seguro de ser capaz de hacer aquello. La guadaña me permitía abarcar toda la extensión de aquella cúpula, pero dudaba que aquello fuese suficiente, así que tenía que darlo todo para defenderlos, o mejor dicho, para defenderla a ella. — Pase lo que pase no te muevas de mi lado.— Tras decir aquello las aves empezaron a abalanzarse sobre la cúpula, una gran parte eran cortadas tan pronto entraban en la cúpula, pero muchas otras no y tenía que hacer algo para solucionar aquello. Así que, haciendo acopio de algo de inteligencia, lancé un cuchillo que podía manipular fácilmente mientras usaba la guadaña mejorando de este modo la cantidad de pajarracos que podía neutralizar. Esperaba que aquello fuese suficiente y, en el peor de los casos, si no lo era cubriría a Kaede con mi propio cuerpo a costa de mi integridad física.
Tras unos segundos de monólogo nuevamente la situación se superaba, esta vez de un modo bastante esperado tras haber visto aquella cúpula. Todos aquellos rumores sobre el arma, toda aquella acción y movimiento, no eran más que una trampa para atraer a montones de idiotas como yo a un lugar como este. La verdad es que había sido un buen planta bastaron las palabras: arma que puede destruir el mundo. Y con eso consiguió reunir a decenas de estúpidos como yo que querían algo de acción, desde luego aquel tipo sabía lo que hacía, pero la situación no podía acabar de empeorar ahí. La charla acabó y el tipo desapareció dejando lugar a una cuenta atrás... — Una maldita cuenta atrás, de verdad me lo dices... — Hice una pausa a causa de un escalofrío que sentí y el estruendo que se había escuchado recientemente, en el lugar de la pirámide. Aquello me gustaba menos a cada momento que pasaba. — Kaede, esto se esta poniendo feo así que prometeme que tendrás cudiado. — Dije mientras la miraba en busca de una afirmación. Pronto toda aquella cháchara se vería interrumpida por nuestro desesperado amigo que se veía sumido en una ausencia total de cordura por unos momentos. En un vano intento por hacerlo recuperarse me acerqué a él. — Oye no puedes quedarte así tienes que cuidar a tu hijo, además nos tienes a nosotros no vamos a dejaros en la estacada. Saldremos de esta juntos, o no saldremos. — Dije intentando animarle, aunque realmente si Kaede se veía envuelta en peligro no podía prometer que aquellos dos estuviesen seguros.
No fueron apenas unos segundos después de aquel intento de animar al padre, cuando casi antes de poder darme cuenta estábamos completamente rodeado por pájaros de distintas especies que reinaban el cielo. Aquella situación no me gustaba en lo más mínimo. — Senyak... — Se oyó un leve susurro y una pequeña cúpula de unos 2 metros de radio apareció a mi alrededor. Justo a mi lado se encontraba Kaede la que parecía conmocionada por aquel grito que causó ese escalofrío y quedó paralizada, así que tenía que defenderla a toda costa. Por otro lado el otro par que nos acompañaba se encontraba sentado cerca del final de la cúpula. — Pase lo que pase procurad manteneros aquí dentro. — Dije tratando de tranquilizar a aquel par como si realmente pudiese hacerme cargo de todo, aunque... No estaba del todo seguro de ser capaz de hacer aquello. La guadaña me permitía abarcar toda la extensión de aquella cúpula, pero dudaba que aquello fuese suficiente, así que tenía que darlo todo para defenderlos, o mejor dicho, para defenderla a ella. — Pase lo que pase no te muevas de mi lado.— Tras decir aquello las aves empezaron a abalanzarse sobre la cúpula, una gran parte eran cortadas tan pronto entraban en la cúpula, pero muchas otras no y tenía que hacer algo para solucionar aquello. Así que, haciendo acopio de algo de inteligencia, lancé un cuchillo que podía manipular fácilmente mientras usaba la guadaña mejorando de este modo la cantidad de pajarracos que podía neutralizar. Esperaba que aquello fuese suficiente y, en el peor de los casos, si no lo era cubriría a Kaede con mi propio cuerpo a costa de mi integridad física.
Keth - Selim
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Algo comenzó a notarse resbaladizo bajo mis ''pies'' y al mirar vi que la madera estaba siendo consumida. Me agaché y traté de dirigir las antenas que ahora llevaba por ojos para observar de cerca. Al parecer era cosa de la baba. ¿Sería corrosiva? Eso podía ser útil. Pero había más cosas pendientes. Me giré hacia el chico, que había terminado de despertar a los demás. Me miraban entre asustados y asqueados. Yo suspiré, dolido y avergonzado.
-La naranja era una akuma no mi...-Susurré.--Pero sigo sien...
El eco de una voz me interrumpió. Todos salimos corriendo a la puerta, olvidando mi pequeño drama por un momento. Y digo pequeño porque lo que descubrimos en ese momento lo superaba en ese momento. Una cúpula cubría la isla. Si se adentraba en el mar, todos estábamos atrapados. -Ahora ni siquiera podré nadar- Pensé. Veía la luna en el cielo, plagado de cientos de extraños pájaros y seres, ojalá estuviera en mi casa. Pero no era momento de dudar. La voz nos había dado 3 horas de tiempo. Había que actuar. Decidí seguir a mis compañeros hacia el sur y en cuanto encontrara a alguien, ofrecerme a ayudar a parar a ese monstruo. Irónico que lo calificara así considerando mi estado... pero al menos mi corazón seguía puro e intacto. El demonio no me había robado eso.
-Avancemos.-Comenté antes de tomar aire y comenzar a caminar, o resbalar más bien, encima de la baba que yo mismo segregaba. Dios, esto era asqueroso. Seguramente había manchado a uno o dos de de los skypianos al pasar por la puerta, qué vergüenza. Me situé a la cabeza tratando de demostrar seguridad, y de paso... para no tener que ver sus expresiones. Precavido, traté de desenvainar mi katana. Ya la limpiaría en cuanto lograra deshacerme de este pequeño problema. Me costó un par de intentos, ya que resbalaba, pero al fin logré asirla. Fijé mis ojos en la lejanía y continué caminando.
-La naranja era una akuma no mi...-Susurré.--Pero sigo sien...
El eco de una voz me interrumpió. Todos salimos corriendo a la puerta, olvidando mi pequeño drama por un momento. Y digo pequeño porque lo que descubrimos en ese momento lo superaba en ese momento. Una cúpula cubría la isla. Si se adentraba en el mar, todos estábamos atrapados. -Ahora ni siquiera podré nadar- Pensé. Veía la luna en el cielo, plagado de cientos de extraños pájaros y seres, ojalá estuviera en mi casa. Pero no era momento de dudar. La voz nos había dado 3 horas de tiempo. Había que actuar. Decidí seguir a mis compañeros hacia el sur y en cuanto encontrara a alguien, ofrecerme a ayudar a parar a ese monstruo. Irónico que lo calificara así considerando mi estado... pero al menos mi corazón seguía puro e intacto. El demonio no me había robado eso.
-Avancemos.-Comenté antes de tomar aire y comenzar a caminar, o resbalar más bien, encima de la baba que yo mismo segregaba. Dios, esto era asqueroso. Seguramente había manchado a uno o dos de de los skypianos al pasar por la puerta, qué vergüenza. Me situé a la cabeza tratando de demostrar seguridad, y de paso... para no tener que ver sus expresiones. Precavido, traté de desenvainar mi katana. Ya la limpiaría en cuanto lograra deshacerme de este pequeño problema. Me costó un par de intentos, ya que resbalaba, pero al fin logré asirla. Fijé mis ojos en la lejanía y continué caminando.
Rylanor
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Con decisión y sin vacilar, Kai atravesó el corazón del hombre. Notó el calor que desprendía su cuerpo, pero gracias a su akuma no le hirió. En un ágil movimiento, sacó su mano ensangrentada del interior del pecho de su víctima. Su mirada era totalmente inexpresiva, en contraposición con su jovial actitud habitual. Kai no se andaba con tonterías; cuando había que matar, mataba. Y lo hacía sin dudas de ningún tipo. Observó al tipo del peine desplomarse, aun medio congelado y con las piernas envueltas en azúcar, y se miró la mano con la que había dado el golpe. Estaba llena de cortes y heridas por culpa de su técnica. No por nada era una de doble filo. La derecha tampoco había salido mejor parada. Se giró hacia sus compañeros.
- ¿Alguien puede vendarme las manos? Mi técnica me da ciertos problemas al usarla.
Entonces se fijó en el cielo, y vio que una especie de... ¿burbuja? recubría la isla. Entrecerró los ojos. ¿Qué estaba pasando allí? ¿De eso era el temblor que habían notado durante el combate? También observó que el sol empezaba a estar bastante bajo. Aun era de día, pero empezaba a acercarse el anochecer. El desfile de cosas raras no había acabado: una especie de pirámide voladora apareció en el centro de la isla, y se convirtió en una pantalla en la que un tipo con lengua de serpiente comenzó a hablar. Kai al principio no le hizo mucho caso, pues empezó a darle vueltas a la cabeza preguntándose cómo era posible que una pirámide pudiera volar. Por un instante se le pasó por la cabeza la imagen de un enorme globo aerostático invisible con cientos de enanitos soplando para mantenerlo a flote. Sin embargo no era momento de distraerse con tonterías. Sacudió la cabeza y atendió a las palabras de don Víbora. ¿Explotar la isla? Mal asunto. Él podía sobrevivir a una explosión haciéndose intangible, pero la onda expansiva tal vez lo tirase hasta el mar, donde moriría ahogado sin remedio. Y ese no era el caso: no podía permitir que sus compañeros marines o el resto de personas que habían ido a detener a aquel loco murieran sin más. "El equilibrio en el mundo debe ser restaurado. Y este es uno de los pasos previos: detener a este loco antes de que perjudique aun más al Gobierno." La pirámide explotó, y de su interior salieron tres bestias aladas imponentes y terribles. Centenares de aves y criaturas voladoras menores comenzaron a cubrir los cielos.
- Esto no tiene buena pinta, Al. Será mejor que movamos el culo antes de que esos bichejos decidan servirlos en bandeja.
Observando con cierta desconfianza a los animales, comenzó a avanzar hacia adelante, manteniendo la ruta que seguían inicialmente. En la lejanía alcanzaba a ver una pradera. Tal vez allí encontraran algo más interesante que un montón de arena y chiflados obsesionados con los peines.
- ¿Alguien puede vendarme las manos? Mi técnica me da ciertos problemas al usarla.
Entonces se fijó en el cielo, y vio que una especie de... ¿burbuja? recubría la isla. Entrecerró los ojos. ¿Qué estaba pasando allí? ¿De eso era el temblor que habían notado durante el combate? También observó que el sol empezaba a estar bastante bajo. Aun era de día, pero empezaba a acercarse el anochecer. El desfile de cosas raras no había acabado: una especie de pirámide voladora apareció en el centro de la isla, y se convirtió en una pantalla en la que un tipo con lengua de serpiente comenzó a hablar. Kai al principio no le hizo mucho caso, pues empezó a darle vueltas a la cabeza preguntándose cómo era posible que una pirámide pudiera volar. Por un instante se le pasó por la cabeza la imagen de un enorme globo aerostático invisible con cientos de enanitos soplando para mantenerlo a flote. Sin embargo no era momento de distraerse con tonterías. Sacudió la cabeza y atendió a las palabras de don Víbora. ¿Explotar la isla? Mal asunto. Él podía sobrevivir a una explosión haciéndose intangible, pero la onda expansiva tal vez lo tirase hasta el mar, donde moriría ahogado sin remedio. Y ese no era el caso: no podía permitir que sus compañeros marines o el resto de personas que habían ido a detener a aquel loco murieran sin más. "El equilibrio en el mundo debe ser restaurado. Y este es uno de los pasos previos: detener a este loco antes de que perjudique aun más al Gobierno." La pirámide explotó, y de su interior salieron tres bestias aladas imponentes y terribles. Centenares de aves y criaturas voladoras menores comenzaron a cubrir los cielos.
- Esto no tiene buena pinta, Al. Será mejor que movamos el culo antes de que esos bichejos decidan servirlos en bandeja.
Observando con cierta desconfianza a los animales, comenzó a avanzar hacia adelante, manteniendo la ruta que seguían inicialmente. En la lejanía alcanzaba a ver una pradera. Tal vez allí encontraran algo más interesante que un montón de arena y chiflados obsesionados con los peines.
Theo Thawne
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Le devolví el dial a Bya tal como pidió y lo seguí al exterior de la casa con Malvavisco en su espalda. Miré al cielo y observé como este se llenaba de pájaros que casi oscurecían el cielo.
Seguí a Bya hasta la parte trasera de la casa, donde había un puente, y el cazador empezó a cruzarlo con una bola de tinta en la mano. Le seguí con cuidado, posando los pies con extrema cautela en la estructura del puente y mirando al cielo.
-Bya... ten cuidado...
Seguí a Bya hasta la parte trasera de la casa, donde había un puente, y el cazador empezó a cruzarlo con una bola de tinta en la mano. Le seguí con cuidado, posando los pies con extrema cautela en la estructura del puente y mirando al cielo.
-Bya... ten cuidado...
- Comentario off:
- Es un post un tanto corto, pero poco puedo hacer xD
William White
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Primero un gran estruendo sacudió la tierra, ¿Acaso estaba volviendo ha hacer levitar la tierra? No, esta vez no era eso...Una nube de polvo se levanto en la lejanía de ella tres figuras salieron seguidas de muchos muchos puntos insignificantes, cada una de las tres bestias tenía un aura devastadora...mientras que las más pequeñas no impresionaban demasiado. Derian se alegró en cierta manera al verme ya que parecía estar trazando un plan...Mientras yo analizaba la nueva situación.
La cúpula que nos encerraba parecía haberse cerrado completamente, la jaula estaba cerra y el científico loco hizo su actuación estelar, proponía una cacería hacía su persona que duraría tres horas o la isla volaría por los aires. Esta situación me recordaba a una pasada en el pasado, en una tierra del nuevo mundo, Dresrossa, la cual parecía haber pasado un juego semejante aunque en esa ocasión por un rey loco. Aunque poco importaba aquello ya que había pasado hacía más de trescientos años.
Mientras tanto lord Derian me dio una instrucción la cual pensé y tras comprender que estaba en lo correcto acepte, era el primer paso para tratar de librarnos de la carga de las infinitas bandadas. Descendiendo del cielo a tierra firme con escasa dificultad .Luego Derian me ordenó alejarme al parecer iba ha hacer algo, no tardo mucho en transformarse en una de sus formas vampíricas ya tan habituales, aunque esta era en cierta manera diferente como todas. Esta parecía tener un aura, parecida a la usada en el barco, de hecho me sentí ciertamente intimidado, aunque sentí que el efecto se disipaba una vez separados nos veinticinco metros, afortunadamente no me había afectado como al resto de aves del lugar. Mientras el conde se encargaba de las aves yo me puse a registrar por tierra, una instalación tan grande no podría existir sin nada en la inmediaciones, es más seguramente estuviéramos caminando sobre las instalaciones.
Una vez que Derian bajo a tierra y me mandó hacerme cargo del marine.
-Cuidaré de él, pero no le parece extraño que ese Doctor inmolé la isla sin tener un plan de escape. Personas como él no suelen ser estúpidas y dejar nada al azar. Debemos entrar con presteza en esas instalaciones y detener a ese científico- le dije al conde con sumo respecto, pero también denotando que tenía cierta capacidad de compresión y de autoridad sobre mi mismo.
Tras eso dejaría la marine acompañarme, en caso de que estuviera incapacitado cargaría con él, todo esto mientras buscaba algún tipo de entrada a las instalaciones.
La cúpula que nos encerraba parecía haberse cerrado completamente, la jaula estaba cerra y el científico loco hizo su actuación estelar, proponía una cacería hacía su persona que duraría tres horas o la isla volaría por los aires. Esta situación me recordaba a una pasada en el pasado, en una tierra del nuevo mundo, Dresrossa, la cual parecía haber pasado un juego semejante aunque en esa ocasión por un rey loco. Aunque poco importaba aquello ya que había pasado hacía más de trescientos años.
Mientras tanto lord Derian me dio una instrucción la cual pensé y tras comprender que estaba en lo correcto acepte, era el primer paso para tratar de librarnos de la carga de las infinitas bandadas. Descendiendo del cielo a tierra firme con escasa dificultad .Luego Derian me ordenó alejarme al parecer iba ha hacer algo, no tardo mucho en transformarse en una de sus formas vampíricas ya tan habituales, aunque esta era en cierta manera diferente como todas. Esta parecía tener un aura, parecida a la usada en el barco, de hecho me sentí ciertamente intimidado, aunque sentí que el efecto se disipaba una vez separados nos veinticinco metros, afortunadamente no me había afectado como al resto de aves del lugar. Mientras el conde se encargaba de las aves yo me puse a registrar por tierra, una instalación tan grande no podría existir sin nada en la inmediaciones, es más seguramente estuviéramos caminando sobre las instalaciones.
Una vez que Derian bajo a tierra y me mandó hacerme cargo del marine.
-Cuidaré de él, pero no le parece extraño que ese Doctor inmolé la isla sin tener un plan de escape. Personas como él no suelen ser estúpidas y dejar nada al azar. Debemos entrar con presteza en esas instalaciones y detener a ese científico- le dije al conde con sumo respecto, pero también denotando que tenía cierta capacidad de compresión y de autoridad sobre mi mismo.
Tras eso dejaría la marine acompañarme, en caso de que estuviera incapacitado cargaría con él, todo esto mientras buscaba algún tipo de entrada a las instalaciones.
Gareth Silverwing
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Eso... sin duda ha sido rápido, aquel tipo parecí fuerte, y lo era, pero no tenía ni una sola oportunidad con todo el escuadrón atacándolo. No es que sintiese pena por él, la verdad es que se lo había buscado al no colaborar... del todo con la marina en una situación como ésta. Me relajé un poco al ver el cadáver del rubio desplomándose, bajé el arma y desactivé el Knigh Armor, en ese mismo momento las placas de hielo que flotaban sobre mi piel comenzaron a deshacerse lentamente. Tenía la sensación de que les debía una explicación a mis compañeros, al fin y al cabo mi transformación había sido algo inesperado para ellos.
- Estaba claro que lo tenía todo bajo control... no necesitaba vuestra ayuda.- Les dije con un tono algo orgulloso. -De todas formas... gracias por preocuparos...- Bajé la mirada algo avergonzado, como un niño que no quiere admitir que lo han ayudado. De todas formas no quería que viesen que me empezaban a caer bien.
Do pronto me di cuenta de un detalle, bueno, de muchos a la vez. La niebla ya no estaba y la temperatura se había normalizado, ya no era un calor sofocante, así que dejé de ejercer influencia sobre la temperatura a mi alrededor. Una cúpula gigante se había elevado cubriendo toda la isla, así como una extraña pirámide de acero y cristal a lo lejos, cerca de lo que suponía era el centro de la isla. En la cúpula apareció proyectada la imagen de un tipo raro, me sonaba de algo, pero no sabía de qué. Tras dar el típico discursito de villano su imagen fue sustituida por un contador de tiempo, al parecer la isla iba a explotar... que original. Pero había algo preocupante, se escuchó un rugido por toda la isla que logró estremecerme, tras eso, la pirámide colapsó y de ella emergieron tres extrañas aves.
- Ya hemos perdido demasiado tiempo con este tipo, por si fuera poco estamos encerrados y con la isla a punto de explotar no tenemos muchas opciones. Dice que lo encontremos, lo que significa que, posiblemente se encuentre dentro de la isla, y, puede que posea no sólo la forma de desactivar la explosión, sino que una vía de escape de emergencia. De todas formas ¿Porqué molestarse en llamar tanto la atención?, ya tiene a la mayoría de gente que lo está buscando en la isla, ¿no sería más fácil volarnos por los aires desde un lugar seguro?- Pensé en voz alta, había algo que no nos había revelado en esa transmisión, de eso estaba seguro. -Compañeros, Señor Naion, propongo la siguiente estrategia... Correr, correr de frente hacia el centro de la isla, esos pájaros tan raros... es posible que nos den problemas, pero simplemente tenemos que evitar enzarzarnos en un combate cerrado, si nos atacan deberíamos quitárnoslos de en medio de un golpe. Es bastante simple, pero no creo que podamos darnos el lujo de pensar en algo más elaborado. - Expliqué a mis compañeros.
Decidiesen lo que decidiesen avancé hasta ponerme a la altura de Kai, si decidían correr correría en primera línea, si decidían ir tranquilos les seguiría el ritmo.
- Estaba claro que lo tenía todo bajo control... no necesitaba vuestra ayuda.- Les dije con un tono algo orgulloso. -De todas formas... gracias por preocuparos...- Bajé la mirada algo avergonzado, como un niño que no quiere admitir que lo han ayudado. De todas formas no quería que viesen que me empezaban a caer bien.
Do pronto me di cuenta de un detalle, bueno, de muchos a la vez. La niebla ya no estaba y la temperatura se había normalizado, ya no era un calor sofocante, así que dejé de ejercer influencia sobre la temperatura a mi alrededor. Una cúpula gigante se había elevado cubriendo toda la isla, así como una extraña pirámide de acero y cristal a lo lejos, cerca de lo que suponía era el centro de la isla. En la cúpula apareció proyectada la imagen de un tipo raro, me sonaba de algo, pero no sabía de qué. Tras dar el típico discursito de villano su imagen fue sustituida por un contador de tiempo, al parecer la isla iba a explotar... que original. Pero había algo preocupante, se escuchó un rugido por toda la isla que logró estremecerme, tras eso, la pirámide colapsó y de ella emergieron tres extrañas aves.
- Ya hemos perdido demasiado tiempo con este tipo, por si fuera poco estamos encerrados y con la isla a punto de explotar no tenemos muchas opciones. Dice que lo encontremos, lo que significa que, posiblemente se encuentre dentro de la isla, y, puede que posea no sólo la forma de desactivar la explosión, sino que una vía de escape de emergencia. De todas formas ¿Porqué molestarse en llamar tanto la atención?, ya tiene a la mayoría de gente que lo está buscando en la isla, ¿no sería más fácil volarnos por los aires desde un lugar seguro?- Pensé en voz alta, había algo que no nos había revelado en esa transmisión, de eso estaba seguro. -Compañeros, Señor Naion, propongo la siguiente estrategia... Correr, correr de frente hacia el centro de la isla, esos pájaros tan raros... es posible que nos den problemas, pero simplemente tenemos que evitar enzarzarnos en un combate cerrado, si nos atacan deberíamos quitárnoslos de en medio de un golpe. Es bastante simple, pero no creo que podamos darnos el lujo de pensar en algo más elaborado. - Expliqué a mis compañeros.
Decidiesen lo que decidiesen avancé hasta ponerme a la altura de Kai, si decidían correr correría en primera línea, si decidían ir tranquilos les seguiría el ritmo.
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Bueno, hasta aquí la primera parte del capítulo.
Todas las hojas ya están actualizadas, si falta alguien por dar exp, que me avise.
- Exp:
Byakuro: 5600 exp
Akashi: 6800 exp
Alex: 5600 exp
Drake Ray: 5600 exp
Heaten: 6800 exp
Al: 7200 exp
Xanxus: 3850 exp
Rose: 6000 exp
Der: 5250 exp
Nolan: 7000 exp
Derian: 7600 exp
Kai: 7200 exp
Batmana: 5950 exp
Gajeel: 4200 exp
Rebeka: 5600 exp
Yoko: 5600 exp
Frog: 5250 exp
Etsu: 4800 exp
Esmejit: 6000 exp
Dexter: 6800 exp
C.K: 6000 exp
Reira: 5600 exp
Theo: 4200 exp
Rocket: 4200 exp
Sbun: 3850 exp
Drako: 4900 exp
Drake Kyra: 4550 exp
Kabil: 4550 exp
Akagami: 5950 exp
Nagato: 4900 exp
Mura: 5600 exp
Kaito: 5200 exp
Kuroi: 5600 exp
Eoghan: 4550 exp
Rhapsodia: 4900 exp
Sinclair: 5600 exp
Sawn: 4900 exp
Keth: 5250 exp
Ryuta: 5600 exp
Viole: 5250 exp
Kuro: 6800 exp
Furukawa: 4550 exp
Jack: 6400 exp
Arthur: 6400 exp
Nemo: 6300 exp
Sasuke: 4200 exp
Flea: 4550 exp
Kaede: 5250 exp
Angle: 6800 exp
Rowan: 4550 exp
Roy: 6000 exp
Worgulv: 6000 exp
Rong: 4550 exp
Joseph: 5200 exp
Deathstroke: 6000 exp
Xiva: 6800 exp
Pato: 6800 exp
Deivid: 5600 exp
Max: 6000 exp
Mercedes: 3500 exp
Maximilian: 4800 exp
Bleyd: 5200 exp
Jhonny: 3500 exp
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