Vilya sûlceleb
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Akuma no mi
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Tras librarnos de aquella oscura nube, que algún día trataría de emular con los gases de mi aliento, nos dirigimos a la central. Madara era muy rápido, lo que era una gran ayuda a la hora de movernos por la isla capturando las centrales. Con estas capturas, Meln quedaría en clara desventaja frente al resto. El comunicador volvió a sonar, al parecer, nos pedían no intervenir en ninguna de las dos grandes batallas que se iban a librar. Se lo transmití al jefe, ya que seguramente no se hubiera enterado de lo que habían dicho. Ya debíamos estar cerca de la central.
-Cúbreme desde arriba. Si me pasa algo, te quedas sin polvo. -Dicho lo cual me dejé caer de su espalda, pasando a la forma completa y planeando hasta la base de la central que debía capturar. Activaría el mantra antes de tocar tierra, y de no haber nadie pasaría a la forma humana para entrar a activar la central.
Aquel sitio era raro, y no tenía ni idea de cómo la activaría. Esto se solucionó rápidamente. Del aparato de la muñeca salió una especie de holograma con el que conseguir la central. No sabía cuánto tiempo llevaría hacerlo, pero me sentía segura pensando que el Shichibukai estaba sobrevolando el sitio cubriéndome las espadas. También usaría el aparato de la muñeca para ver donde estaban el chico de fuego y si llegaba, el murciélago. También comprobé la gente que teníamos más cercana, me esperaba que con eso de la red de inteligencia pronto viéramos también a los enemigos.
Si en el descenso veía algún aura, trataría de saber si era más fuerte que la mía. De cualquier modo, avisaría a Madara. Tener al mercenario cerca en situaciones así siempre era más que recomendable, y más siendo una combatiente a distancia. Aunque con la forma completa, mi combate consistiría en lanzar el aliento a todo enemigo cercano, o darle zarpazos.
-Cúbreme desde arriba. Si me pasa algo, te quedas sin polvo. -Dicho lo cual me dejé caer de su espalda, pasando a la forma completa y planeando hasta la base de la central que debía capturar. Activaría el mantra antes de tocar tierra, y de no haber nadie pasaría a la forma humana para entrar a activar la central.
Aquel sitio era raro, y no tenía ni idea de cómo la activaría. Esto se solucionó rápidamente. Del aparato de la muñeca salió una especie de holograma con el que conseguir la central. No sabía cuánto tiempo llevaría hacerlo, pero me sentía segura pensando que el Shichibukai estaba sobrevolando el sitio cubriéndome las espadas. También usaría el aparato de la muñeca para ver donde estaban el chico de fuego y si llegaba, el murciélago. También comprobé la gente que teníamos más cercana, me esperaba que con eso de la red de inteligencia pronto viéramos también a los enemigos.
Si en el descenso veía algún aura, trataría de saber si era más fuerte que la mía. De cualquier modo, avisaría a Madara. Tener al mercenario cerca en situaciones así siempre era más que recomendable, y más siendo una combatiente a distancia. Aunque con la forma completa, mi combate consistiría en lanzar el aliento a todo enemigo cercano, o darle zarpazos.
- Zilda:
- Saltar de la espalda de Madara pasando a completa. Descender hasta la central y usar el mantra. Si no veo a nadie, pasar a humana y entrar, activarla y mirar la pulsera en busca de gente. Si noto a alguien, permanecer en dragón y llamar al jefe.
Joseph Leto
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Tras cruzar con éxito el rio gracias a su astuto movimiento, Joseph se dirige directamente hacia la central que se encuentra al sureste de su posición actual. Durante el camino hacia la central el marine no se encuentra con nada ni nadie, el camino está completamente vacío y libre, pero de pronto su mantra le advierte de la presencia de alguien familiar, y por lo que siente es alguien con un poder superior al suyo, lo cual es una gran noticia en caso de que se desate una pelea. Cuando llego a la central me encuentro con Danio, un vice-almirante con el que me encontré hace un tiempo en una misión de la marina al estar mi capitán Al en un concurso de comer hamburguesas. Al parecer él ya había activado la central, algo que me ahorraba bastante trabajo por el momento, así que solo queda prepararse para la guerra que de seguro empezará.
Tras encontrarme con Danio le hago el saludo marine antes de escuchar lo que tiene que decirme. La verdad es que concuerdo totalmente con lo que me dice ya que tener ese ejército en contra del gobierno no sería una buena noticia. Según dijo iba a ayudar con la preparación de las trincheras y demás herramientas para la guerra que se acerca, pues en el horizonte se observa unos nubarrones que indican que un posible enemigo se acerca. Por mi parte, ahora que por fin había encontrado un conocido en el que confiar mis espaldas no dudo en decir Yo también ayudaré, no tengo muchos conocimientos, pero me gusta siempre buscar la mejor posición para un combate pues eso sirve de ayuda para reducir las bajas lo más posible.
Tras eso me dirijo a la zona donde se están asentando todos y preparando trincheras y barricadas por lo que simplemente observo todo el terreno y hago un mapa mental de la zona. Afortunadamente mi mente se encuentra en uno de los raros momentos de paz que se da una vez cada mucho tiempo, lo cual agradezco que se de en una situación tan delicada. En todo momento me mantengo cerca de Danio pues durante la pelea intentaré pelear junto a él para tener alguien conocido y de confianza en quien apoyarme.
Tras encontrarme con Danio le hago el saludo marine antes de escuchar lo que tiene que decirme. La verdad es que concuerdo totalmente con lo que me dice ya que tener ese ejército en contra del gobierno no sería una buena noticia. Según dijo iba a ayudar con la preparación de las trincheras y demás herramientas para la guerra que se acerca, pues en el horizonte se observa unos nubarrones que indican que un posible enemigo se acerca. Por mi parte, ahora que por fin había encontrado un conocido en el que confiar mis espaldas no dudo en decir Yo también ayudaré, no tengo muchos conocimientos, pero me gusta siempre buscar la mejor posición para un combate pues eso sirve de ayuda para reducir las bajas lo más posible.
Tras eso me dirijo a la zona donde se están asentando todos y preparando trincheras y barricadas por lo que simplemente observo todo el terreno y hago un mapa mental de la zona. Afortunadamente mi mente se encuentra en uno de los raros momentos de paz que se da una vez cada mucho tiempo, lo cual agradezco que se de en una situación tan delicada. En todo momento me mantengo cerca de Danio pues durante la pelea intentaré pelear junto a él para tener alguien conocido y de confianza en quien apoyarme.
- resumen balt:
- Me encuentro con Danio en la central y hablo con él.
Lo acompaño durante el establecimiento del campamento.
Krieg
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La conversación con el segundo al mando me proporciona la información que necesitaba. Su armamento es de buena calidad y su entrenamiento impecable. Tras unas breves preguntas adicionales me certifican que ese “C4” se trata de un explosivo plástico, moldeable como arcilla, tremendamente potente y principalmente caracterizado por su seguridad, ya que puede ser golpeado por una bala, perforado, cortado o lanzado al fuego sin riesgo de que detone; siendo la única manera de explotarlo la conjunción perfecta de presión junto a calor que aporta el detonador programado.
No es sorpresa que las tropas de Zilda tengan un fuerte componente técnico y robótico, como ya he tenido la oportunidad de comprobar cuando atracamos en la base.
Nos mencionan los principales accidentes bélicos a punto de producirse y nos prometen la cercanía de la activación de la red de vigilancia.
La marcha, aunque tenemos la desventaja en los cambios cambios de posiciones pares dada la presencia desbalanceada de dos soldados de asalto y un francotirador, se realiza sin ningún contratiempo. Llegamos a la central dispuestos a tomarla.
Es el sonido sobre la hojarasca lo que nos hace dar la vuelta en alarma, un enorme bicho repta su alongado cuerpo lleno de anillos de quitina negra en un interminable avance de sus cientos de patas segmentadas. Pero ese no es el peligro, sólo ha sido la alarma y la captación de atención. No hace falta que les diga a los soldados que apunten al intruso, realizan la operación de modo instintivo.
¿Un enemigo desde la retaguardia? ¿Tan rápido han avanzado sus tropas?
- La posición de sus aliados ya está marcada en el mapa…- la reverberación acústica de mi muñeca es el único sonido en el paredón de fusilamiento.
Bueno es saberlo. Compruebo mi mapa.
- Soldados. Dos puntos en nuestro cuadrante. Puede ser un agente de Zilda, aguanten la posición.- espero a que la figura salga de entre las sombras pacíficamente, en caso contrario mandaré abrir fuego.
No es sorpresa que las tropas de Zilda tengan un fuerte componente técnico y robótico, como ya he tenido la oportunidad de comprobar cuando atracamos en la base.
Nos mencionan los principales accidentes bélicos a punto de producirse y nos prometen la cercanía de la activación de la red de vigilancia.
La marcha, aunque tenemos la desventaja en los cambios cambios de posiciones pares dada la presencia desbalanceada de dos soldados de asalto y un francotirador, se realiza sin ningún contratiempo. Llegamos a la central dispuestos a tomarla.
Es el sonido sobre la hojarasca lo que nos hace dar la vuelta en alarma, un enorme bicho repta su alongado cuerpo lleno de anillos de quitina negra en un interminable avance de sus cientos de patas segmentadas. Pero ese no es el peligro, sólo ha sido la alarma y la captación de atención. No hace falta que les diga a los soldados que apunten al intruso, realizan la operación de modo instintivo.
¿Un enemigo desde la retaguardia? ¿Tan rápido han avanzado sus tropas?
- La posición de sus aliados ya está marcada en el mapa…- la reverberación acústica de mi muñeca es el único sonido en el paredón de fusilamiento.
Bueno es saberlo. Compruebo mi mapa.
- Soldados. Dos puntos en nuestro cuadrante. Puede ser un agente de Zilda, aguanten la posición.- espero a que la figura salga de entre las sombras pacíficamente, en caso contrario mandaré abrir fuego.
- ZILDA Agente Alfa. Aslaugh leete el post.:
- Asimilar información (con preguntas de qué es el C4 así modo básico, respondidas básicamente) . Darnos la vuelta ante el peligro apuntando (asumo que los soldados hacen eso porque son fuertemente entrenados, aquí no hay papanatas), termino de oír las indicaciones sobre mis sugerencias dándome cuenta de que puedo ver la posición de otros agentes de Zilda en el mapa, mando el aguante de la posición sin abrir fuego para poder dar tiempo a la identificación de la sombra dados los dos puntos en nuestro cuadrante (uno yo y otro Aslaugh, pero supongo que no hay nombres ni identificativos en los puntos). A la espera de post de Aslaugh para luego hacer otro post con la toma de la central.
Énra Kelter
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Los árboles pasan por debajo de mí sin ningún tiempo de contratiempo. El día que encuentre a la persona que creó las píldoras Alwyn de todos los colores le daría lo que me pidiera sin ninguna duda. Eran uno de los grandes inventos, al menos, para animales como yo que nos gustaba ocultar nuestro verdadero color de pelaje para otros tipos de ocasiones. El vuelo continuó sin sobresaltos. Ya comenzaba a ver al fondo la costa, por lo que me alegré bastante. Pronto dejaría atrás aquel bosque, para internarme en el basto mar. Estaba seguro que pocos de los que se habían unido a aquella guerra serían capaces de llegar hasta aquella central.
Cuando estaba ya en los acantilados detuve mi avance. Me pose sobre las rocas, buscando la central con la mirada y para estirar un poco. Si me caía al agua me hundiría hasta el fondo, sin oportunidad ninguna para sobrevivir. Tras los ejercicios de estiramiento de los músculos, que servían, además, para quitar algo de carga sobre ellos del trayecto hasta aquí escudriñé el horizonte. La central, en teoría, no debía estar muy lejos de la costa, por lo que debía de verse desde los acantilados.
Si conseguía dar con ella, intentaría ver algo que me indicara si estaba ya defendida. Si no veía nada raro alzaría el vuelo de nuevo para dirigirme hacía la misma a la misma velocidad con al que había estado el bosque. Si llegaba sin problemas, trataría de activarla, y luego mirar el mapa para ver la siguiente a la que ir. Si me encontraba con problemas, tendría que luchar. Lo haría sacando las agujas primaverales. Por el contrario, si no la veía en la superficie del mar, desistiría y buscaría otra a la que ir, ya que no podía bucear para activarla. Si la visión no era buena por nieblas, o lo que fuera, trataría de acércame volando, buscándola con la ecolocalización que tenía activa desde que salí.
Cuando estaba ya en los acantilados detuve mi avance. Me pose sobre las rocas, buscando la central con la mirada y para estirar un poco. Si me caía al agua me hundiría hasta el fondo, sin oportunidad ninguna para sobrevivir. Tras los ejercicios de estiramiento de los músculos, que servían, además, para quitar algo de carga sobre ellos del trayecto hasta aquí escudriñé el horizonte. La central, en teoría, no debía estar muy lejos de la costa, por lo que debía de verse desde los acantilados.
Si conseguía dar con ella, intentaría ver algo que me indicara si estaba ya defendida. Si no veía nada raro alzaría el vuelo de nuevo para dirigirme hacía la misma a la misma velocidad con al que había estado el bosque. Si llegaba sin problemas, trataría de activarla, y luego mirar el mapa para ver la siguiente a la que ir. Si me encontraba con problemas, tendría que luchar. Lo haría sacando las agujas primaverales. Por el contrario, si no la veía en la superficie del mar, desistiría y buscaría otra a la que ir, ya que no podía bucear para activarla. Si la visión no era buena por nieblas, o lo que fuera, trataría de acércame volando, buscándola con la ecolocalización que tenía activa desde que salí.
- Zilda:
- Seguir volando. Parar hacer unos ejercicios y buscar la central en el horizonte. De verla ir, de no verla buscar otra. Si no la veo por condiciones adversas, acercarme buscándola con la ecolocalización.
Ichizake
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-Mi nombre es Elliot -mintió Gerald a la pareja que acababa de salir del edificio.
Ella se había identificado como Galia, y su acompañante decía llamarse Ryuken. No tenían reparos en revelar sus verdaderos nombres, pero él no tenía pensado dar el suyo así como si nada. Su identidad era algo que consideraba sumamente valioso, demasiado como para compartirla con cualquiera. Recordaba a ambos de la reunión de los miembros de Meln previa a la guerra y ninguno de los dos le había dado motivos para temerles o preocuparse. Por ello decidió no entrar en sus mentes por el momento, a no ser que la situación así lo requiriera; prefería reservar sus fuerzas para más adelante. La información que había obtenido del mendigo había valido cada moneda que había gastado en ella dándole limosna, y era mucho más inquietante de lo que se había imaginado, así que quería estar preparado.
Muerta. Ese hombre decía que Yoai estaba muerta. ¿Se referiría a la misma Yoai? Obviando la morbosa cantidad de imágenes y pensamientos obscenos, ese tipo parecía conocer bien el pasado de Síderos y achacaba la decadencia de su tierra a la pretora de Meln y a sus... tropas. Definir a los guerreros de Yoai como humanos habría sido, como poco, aventurado, al igual que atribuirle la misma humanidad a su líder. Sabía que esa chica o lo que fuera no era de fiar, pero no imaginaba que ni siquiera estaba viva. Supuso que el mejor sitio donde poder hacer algo con lo que sabía sería en la ciudad, por lo que aceptó el ofrecimiento de Galia y les acompañó hacia allí.
El camino fue ensombrecido con la lejana presencia de una oscura nube que se movía hacia el oeste, arrasando todo a su paso. Gerald no dejó de mirarla cada poco tiempo hasta que llegaron al abismo. Era una grieta sin fondo aparente, de cuyo interior surgía una voz que bien podía ser humana. Aunque teniendo en cuenta sus últimas experiencias, el espadachín se decantaba por pensar lo contrario. Sus opciones estaban claras: dar un rodeo y evitar esa oscura grieta o aventurarse a cruzarla. No le parecía prudente la segunda opción, pero no quería arriesgarse a que las tropas de algunas de las facciones les alcanzaran si se demoraban mucho con aquel obstáculo. Decidió que lo mejor sería dejar que alguno de sus nuevos acompañantes fuese delante.
-¿Qué opináis? -les preguntó en voz alta-. ¿Deberíamos cruzar por aquí?
Mientras hablaba trató de introducirse en la mente de Galia. ¿Por qué en la suya? Porque le parecía la más amable de los dos revolucionarios y eso solía ser síntoma de debilidad mental. Gerald confiaba en que inducirla a explorar la grieta en su lugar sería más fácil que hacerlo con el tal Ryuken. Usando su habilidad, introduciría la emoción más peligrosa para el ser humano: la curiosidad. Una curiosidad que, esperaba, le llevaría a afrontar el peligro por él. Aunque en realidad no quería que muriese, no era un monstruo. Claro que mejor que si ocurría algo le ocurriese a cualquier otro antes que a él.
- Meln. Galia y Ryuken, deberíais leerlo:
- Voy con Galia y Ryuken hacia la ciudad - Al llegar a la grieta, trato de aumentar la curiosidad de Galia con mis poderes para que se arriesgue a explorar lo que hay en ella (sorry Galia, no es nada personal xD)
Roland von Klauswitz
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El camino se estaba alargando más de lo que esperaba. Nunca había sido un tipo especialmente rápido, y no conocer el terreno y llevar consigo a más gente no ayudaba precisamente a acelerar la marcha. Realmente iba a tener que darse prisa si no quería que todo acabase sin más. Ya oía el ruido de la guerra no muy lejos de su posición. Supuso que las tropas de Balt estarían preparándose o incluso que ya habrían entrado en batalla.
¿Qué debería hacer? ¿No estaba allí precisamente para participar en la guerra? Sus órdenes eran asegurar la victoria de los partidarios de Balt incluso si tenía que pasar por alto algunos crímenes, por lo que no tenía tiempo que perder. Más le valía darse prisa en llegar a esa central y no demorarse más.
-Señoritas -se dirigió hacia sus dos acompañantes-, confío en que no tengáis problemas con que nos apresuremos un poco. Tengo cierta prisa.
No esperaba una respuesta realmente; la verdad era que iba a hacer lo que le viniese en gana. Confiaba en no asustar demasiado a sus compañeras de viaje, pero no le quedaba más remedio si quería acelerar un poco el ritmo. Su cuerpo comenzó a cambiar de forma drástica: su melena de hojas adoptó otra forma, pasando a ser una especie de corona verde; sus extremidades aumentaron de grosor; su cuerpo creció hasta casi triplicar su tamaño, convirtiéndose en un gigante arbóreo.
Su forma híbrida era imponente y, lo que era más importante, podía moverse mucho más rápido gracias a su tamaño. Extendió el brazo hacia las dos chicas, ofreciéndoles subir a él. Si no lo hacían seguramente se quedarían atrás, pues dudaba mucho que sus zancadas fuesen siquiera cercanas a las suyas en cuanto a longitud. Pero no podía permitirse continuar tan despacio.
- Balt:
- Adoptar su forma híbrida y ofrecer a las dos chicas subirse a él para ver si llegan a la central de una maldita vez xD
Kaito Kazuki
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La carrera del joven espadachín le lleva hacia el sur, pero no mucho más lejos de lo que ya se encontraba en el momento anterior, el tiempo parece no avanzar, o al menos el cazador no se fija demasiado en el paso del tiempo. Solo se preocupa con seguir avanzando. Sus pasos le separan de las voces que encontró en la central, la verdad no le parece algo acorde con su forma de actuar la de ellos, por lo que prefiere estar en solitario. Cuando el joven se detiene sus ojos se ponen a mirar todo a su alrededor, buscando información acerca del entorno que lo rodea, buscando la forma más eficaz de avanzar y la más segura.
Ante sus ojos se encuentra con un río demasiado profundo como para cruzarlo andando y con una corriente demasiado potente como para que pudiera cruzarla a nado, y mucho menos faltándole un brazo. Pero no cesa en su intento de cruzar y avanzar, tiene que llegar a la zona de combate para prestar ayuda o su viaje allí sería una pérdida de tiempo colosal. Es en ese momento cuando el joven ve una barcaza en la orilla, sobre la misma se halla un hombre, seguramente el barquero. Ya está, irá en la barcaza, pero hay algo que no le parece seguro, algo le escama, y cuando se fija en el entorno ve un viejo cartel junto al barquero, en el cartel reza una frase casi ininteligible, pero se puede leer: “Etreum alana Tives otsil sol etnema cinu: Edneita”.
|~¿Qué querrá decir Etreum alana Tives otsil sol etnema cinu: Edneita?~| se pregunta en un susurro mientras analiza la frase, buscando algún código, un cifrado, algo que le indique lo que allí reza, pero al fin se percata, no está escrito en la forma en la que habitualmente se lee, está escrito espejado. El joven se acerca al barquero, decidido, sin temer por lo que en aquel cartel ponga, al fin y al cabo, es viejo, quizás incluso esté allí porque no quieran retirarlo, pero no se aplique. |~Perdone buen hombre, ¿Por qué ahí dice que solo los listos evitarán la muerte escrito del revés?~| Dice activando su mantra para detectar cualquier intención hostil del hombre.
Ante sus ojos se encuentra con un río demasiado profundo como para cruzarlo andando y con una corriente demasiado potente como para que pudiera cruzarla a nado, y mucho menos faltándole un brazo. Pero no cesa en su intento de cruzar y avanzar, tiene que llegar a la zona de combate para prestar ayuda o su viaje allí sería una pérdida de tiempo colosal. Es en ese momento cuando el joven ve una barcaza en la orilla, sobre la misma se halla un hombre, seguramente el barquero. Ya está, irá en la barcaza, pero hay algo que no le parece seguro, algo le escama, y cuando se fija en el entorno ve un viejo cartel junto al barquero, en el cartel reza una frase casi ininteligible, pero se puede leer: “Etreum alana Tives otsil sol etnema cinu: Edneita”.
|~¿Qué querrá decir Etreum alana Tives otsil sol etnema cinu: Edneita?~| se pregunta en un susurro mientras analiza la frase, buscando algún código, un cifrado, algo que le indique lo que allí reza, pero al fin se percata, no está escrito en la forma en la que habitualmente se lee, está escrito espejado. El joven se acerca al barquero, decidido, sin temer por lo que en aquel cartel ponga, al fin y al cabo, es viejo, quizás incluso esté allí porque no quieran retirarlo, pero no se aplique. |~Perdone buen hombre, ¿Por qué ahí dice que solo los listos evitarán la muerte escrito del revés?~| Dice activando su mantra para detectar cualquier intención hostil del hombre.
- Balt:
- Pararse en la orilla y estudiar el entorno. Leer el cartel y acercarse a hablar con el barquero con el mantra activado.
Aysel Kadhalain
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Jadeaba. Estaba cansada de correr y aún le quedaba un buen trecho para llegar hasta la central. Después de tomar aliento, la recluta retomó el ritmo de antes, pero al cabo de un rato un ruido llamó su atención. Era como si alguien pisase ramas. Miró a todos lados, pero no vio nada, avanzó un poco más hasta que se encontró con un animal raro.
Nunca vio algo así en la isla del cielo ni desde que había pisado la tierra del nuevo mundo. La pequeña no sabía como catalogarlo, las especies de animales eran miles, pero este... sin duda daba un poco de repelús por su formas. Iba tan despacio que Aslaug pensó que lo mejor sería dejarlo atrás. Aunque se entretuvo un buen rato viéndolo pasar de un lado a otro e, incluso se agachó a curiosearlo desde la distancia.
Se puso de pie y continuó su camino, dejando atrás al bicho.
Echó a correr y no tardó en llegar a dónde estaba la central. De vez en cuando echaba alguna visual hacia atrás, para asegurarse. Afuera de la central había un grupito de personas y, una de ellas, era con la que se había chocado antes. Aslaug se asustó al ver que la apuntaban. Ella estaba indefensa ante aquel escuadrón y tan solo tenía su lanza, sacarla sería una muerte instantánea. Se detuvo, sin saber que hacer.
-¡Dejad de apuntarme! ¡Pertenezco a Zilda, como tú! - Exclamó asustada.
El hecho de que aquel hombre hubiese estado en el mismo bando que ella le hacía pensar que pertenecían a lo mismo, a no ser que fuese un desertor. En ese caso, la pequeña recluta habría metido la pata, pero bien.
-Si me permitís... voy a tomar la central - Replicó mientras empezaba a caminar hacia ellos, sin dejar de hablar -. Apuntar a los aliados está mal... Y es de mala educación.
Después de eso, echó a correr y se metio dentro de la central. Allí, todo aquello para ella era nuevo. No tardó en activarla y, cuando lo hizo, se quedó boquiabierta por la iluminación. Su siguiente objetivo era ir hacia el norte. Sabía que Misa había venido a este lugar, lo malo es que no conocía su posición exacta, pero trataría de reencontrarse con ella.
Abandonó la central, dejando de lado aquel escuadrón.
Nunca vio algo así en la isla del cielo ni desde que había pisado la tierra del nuevo mundo. La pequeña no sabía como catalogarlo, las especies de animales eran miles, pero este... sin duda daba un poco de repelús por su formas. Iba tan despacio que Aslaug pensó que lo mejor sería dejarlo atrás. Aunque se entretuvo un buen rato viéndolo pasar de un lado a otro e, incluso se agachó a curiosearlo desde la distancia.
Se puso de pie y continuó su camino, dejando atrás al bicho.
Echó a correr y no tardó en llegar a dónde estaba la central. De vez en cuando echaba alguna visual hacia atrás, para asegurarse. Afuera de la central había un grupito de personas y, una de ellas, era con la que se había chocado antes. Aslaug se asustó al ver que la apuntaban. Ella estaba indefensa ante aquel escuadrón y tan solo tenía su lanza, sacarla sería una muerte instantánea. Se detuvo, sin saber que hacer.
-¡Dejad de apuntarme! ¡Pertenezco a Zilda, como tú! - Exclamó asustada.
El hecho de que aquel hombre hubiese estado en el mismo bando que ella le hacía pensar que pertenecían a lo mismo, a no ser que fuese un desertor. En ese caso, la pequeña recluta habría metido la pata, pero bien.
-Si me permitís... voy a tomar la central - Replicó mientras empezaba a caminar hacia ellos, sin dejar de hablar -. Apuntar a los aliados está mal... Y es de mala educación.
Después de eso, echó a correr y se metio dentro de la central. Allí, todo aquello para ella era nuevo. No tardó en activarla y, cuando lo hizo, se quedó boquiabierta por la iluminación. Su siguiente objetivo era ir hacia el norte. Sabía que Misa había venido a este lugar, lo malo es que no conocía su posición exacta, pero trataría de reencontrarse con ella.
Abandonó la central, dejando de lado aquel escuadrón.
- Zilda:
- -Observar el bicho.
-Llegar a la central.
-Criticar que la apunten.
-Activar la central, abandonarla y poner rumbo hacia el norte.
Yoko Littner
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Habían logrado salir de aquella zona, dejando atrás el mar. Yoko estaba muy atenta de encontrar algo que los orientase y, finalmente, con la vista de la central, lo consiguieron. La pelirroja agitó las alas lo máximo que pudo para llegar hasta ella. Una mueca de alegría se formó en su rostro cuando la sobrevolaba. Era la primera que veía y estaba bastante sorprendida.
Iba a aterrizar, pero no mereció la pena. Un grupo de personas ya la había activado. -Tsk - Musitó. Se detuvo en lo alto del cielo.
-No sé hacia dónde seguir - le dijo a Neo.
-Podríamos continuar hacia el sur, a lo mejor encontramos algo más que bosque.
Tomó en cuenta su comentario y siguió la dirección que tenían marcada. Desde los cielos, todo era más preciso, podía controlar mejor los movimientos a pesar de su mantra. A lo lejos divisó otra central, pero esta estaba al lado de un río.
Solo tenían que llegar hasta ella y aterrizar, no era tan complicado, salvo por la presión que le metió Neo en ese momento.
-Yoko... eh... si te puedes dar prisa, mejor, creo que tengo un problemilla. Es urgente - Dijo el pequeño.
Yoko le escuchó preocupada.
-Tranquilo, no tardaremos en llegar, volveremos al suelo en nada, después de aquel río - señaló.
Agitó lo más rápido posible las alas, por el bien de Neo, tenían que llegar cuanto antes.
Iba a aterrizar, pero no mereció la pena. Un grupo de personas ya la había activado. -Tsk - Musitó. Se detuvo en lo alto del cielo.
-No sé hacia dónde seguir - le dijo a Neo.
-Podríamos continuar hacia el sur, a lo mejor encontramos algo más que bosque.
Tomó en cuenta su comentario y siguió la dirección que tenían marcada. Desde los cielos, todo era más preciso, podía controlar mejor los movimientos a pesar de su mantra. A lo lejos divisó otra central, pero esta estaba al lado de un río.
Solo tenían que llegar hasta ella y aterrizar, no era tan complicado, salvo por la presión que le metió Neo en ese momento.
-Yoko... eh... si te puedes dar prisa, mejor, creo que tengo un problemilla. Es urgente - Dijo el pequeño.
Yoko le escuchó preocupada.
-Tranquilo, no tardaremos en llegar, volveremos al suelo en nada, después de aquel río - señaló.
Agitó lo más rápido posible las alas, por el bien de Neo, tenían que llegar cuanto antes.
- Balt:
- -Sobrevolar la central.
-Continuar hacia el sur y ver otra.
-Llegar lo antes posible hasta ella (M5).
Tobías Thorn
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Por fin conseguí relajarme tras realizar varios ejercicios de respiración, asique cuando noté el tirón en la manga de mi yukata y vi a la pequeña Yoshi ya no estaba tan enfadado, sino más bien molesto porque no supiesen controlarse. Aunque quizás simplemente no los entendía porque yo aún no conocía un sentimiento igual.
- No pasa nada pequeña. Simplemente estoy demasiado tenso por la batalla y no quiero que nada salga mal. Aún no estoy convencido de si hicimos bien en aliarnos con estos fanáticos, ni siquiera sé si hacemos lo correcto inmiscuyéndonos en esto sin saber bien cual es el problema que asola a esta gente... Y para colmo seguimos sin saber nada de Gusi - contesté a la rubia dejando de lado mi mal humor e intentando explicar el porqué de mi reacción.
La joven se había disculpado y en el fondo no podía enfadarme con ella. Ya la cogí cariño antes de ser miembro de los CW, cuando aún era caza recompensas ayudándome a dar caza a una pareja de revolucionarios, y era lo más parecido que tenía a una hermanita.
- Pero no te preocupes - terminé mientras le daba un pequeño golpecito en la nariz a la vez que sonreía. - Tú sólo prométeme que estarás atenta y mi humor cambiará.
Quizás me hubiese quedado un rato más hablando con Yoshi, pero el resto de CW hicieron presencia y el capitán parecía haber despertado por fin de su ensoñación, asique me dispuse a oír que tenía que decir mientras volvía mi gesto en otro más serio.
La verdad que mi "rebote" duró poco, ya que resultó que Kimura no solo había estado magreándose, sino que el pelirrojo mostró de nuevo sus dotes de mando distribuyendo al grupo de la mejor manera posible. Conocía bien nuestras habilidades y supo ser consecuente, por lo tanto no tardé en aunarme al saludo que realizó. En momentos como estos era cuando más unidos debíamos mostrarnos y no dejar que las pequeñas rencillas rompiesen el grupo.
- Yo tampoco me fío lo más mínimo de ellos capitán, pero sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Aunque deberíamos centrarnos más a partir de ahora - contesté a las palabras de mi capitán mientras posaba mi mano sobre la suya. Al final no pude evitar hacer un pequeño comentario sobre lo sucedido.
Tras mis palabras se aunaron los demás CW como la buen manada que éramos y aproveché el momento para hablar de nuevo. Quizás ahora sí me escuchasen.
- Los demás ya se han marchado todos al frente siguiendo más o menos la misma ruta, asique había pensado que como aún no nos fiamos del todo de nuestros anfitriones y tampoco como funcionan estos trajes, primero podríamos ir a alguno de las centrales que pueda haber quedado a nuestras espaldas. Según la pretora eran importantes para la guerra y quizás allí averigüemos algo más que disipe nuestras dudas, por no mencionar que así nos ahorraríamos entrar en combate cuando aún las tropas enemigas están frescas - dije como propuesta al grupo.
Si el grupo aceptaba iríamos a buscar alguna central en dirección norte (la situada en M1), ya que no había visto a nadie ir en aquella dirección, pero como siempre la última palabra la tenía Kimura.
- No pasa nada pequeña. Simplemente estoy demasiado tenso por la batalla y no quiero que nada salga mal. Aún no estoy convencido de si hicimos bien en aliarnos con estos fanáticos, ni siquiera sé si hacemos lo correcto inmiscuyéndonos en esto sin saber bien cual es el problema que asola a esta gente... Y para colmo seguimos sin saber nada de Gusi - contesté a la rubia dejando de lado mi mal humor e intentando explicar el porqué de mi reacción.
La joven se había disculpado y en el fondo no podía enfadarme con ella. Ya la cogí cariño antes de ser miembro de los CW, cuando aún era caza recompensas ayudándome a dar caza a una pareja de revolucionarios, y era lo más parecido que tenía a una hermanita.
- Pero no te preocupes - terminé mientras le daba un pequeño golpecito en la nariz a la vez que sonreía. - Tú sólo prométeme que estarás atenta y mi humor cambiará.
Quizás me hubiese quedado un rato más hablando con Yoshi, pero el resto de CW hicieron presencia y el capitán parecía haber despertado por fin de su ensoñación, asique me dispuse a oír que tenía que decir mientras volvía mi gesto en otro más serio.
La verdad que mi "rebote" duró poco, ya que resultó que Kimura no solo había estado magreándose, sino que el pelirrojo mostró de nuevo sus dotes de mando distribuyendo al grupo de la mejor manera posible. Conocía bien nuestras habilidades y supo ser consecuente, por lo tanto no tardé en aunarme al saludo que realizó. En momentos como estos era cuando más unidos debíamos mostrarnos y no dejar que las pequeñas rencillas rompiesen el grupo.
- Yo tampoco me fío lo más mínimo de ellos capitán, pero sabes que puedes contar conmigo para lo que sea. Aunque deberíamos centrarnos más a partir de ahora - contesté a las palabras de mi capitán mientras posaba mi mano sobre la suya. Al final no pude evitar hacer un pequeño comentario sobre lo sucedido.
Tras mis palabras se aunaron los demás CW como la buen manada que éramos y aproveché el momento para hablar de nuevo. Quizás ahora sí me escuchasen.
- Los demás ya se han marchado todos al frente siguiendo más o menos la misma ruta, asique había pensado que como aún no nos fiamos del todo de nuestros anfitriones y tampoco como funcionan estos trajes, primero podríamos ir a alguno de las centrales que pueda haber quedado a nuestras espaldas. Según la pretora eran importantes para la guerra y quizás allí averigüemos algo más que disipe nuestras dudas, por no mencionar que así nos ahorraríamos entrar en combate cuando aún las tropas enemigas están frescas - dije como propuesta al grupo.
Si el grupo aceptaba iríamos a buscar alguna central en dirección norte (la situada en M1), ya que no había visto a nadie ir en aquella dirección, pero como siempre la última palabra la tenía Kimura.
- Resumen Balt:
- -Aceptar las disculpas de Yoshi y desahogarme con ella.
-Hablar con el resto de CW y proponerles un par de planes alternativos, entre ellos ir a M1
Krieg
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La reconozco, es la cría del choque en la ciudad.
- Confirmación, es agente de Zilda. Sigamos con el protocolo de seguridad en el perímetro- les comando al grupo, manteniéndome al lado del segundo al mando armado con el francotirador. De manera obvia la disposición de los soldados está regulada por los accidentes del terreno y la posibilidad de cobertura usando la infraestructura energética, pero siempre los especialistas con armas de asalto se encuentran mayormente en el oeste, controlando la zona más probable de procedencia de agentes enemigos de Zal.
Aquella joven mantiene una actitud de rechazo social inicial caracterizado por su corto sermón la actitud poco protocolaria. Otras personas se hubieran enfadado, le hubieran disparado a la rodilla. Pero necesitamos todos los efectivos que tengamos disponibles, sea cual sea su calidad pueden servir de algo. Y comprendo que es normal para cualquiera aliviar la tensión de manera verbal cuando acabas de ser apuntado por seis cañones. Además, no puedo enfadarme, no como otros… no por esto.
Monitoreo la activación de la central con el mapa, la chiquilla no me ha dado experiencias como para confiar en su utilidad aún. Informo por el comunicador.
- Primera torre al oeste de Zilda siendo capturada por un agente, niña de tatuajes en la cara, aseguramos la posición a la espera de órdenes y refuerzos para la defensa prolongada. El perímetro parece tranquilo. Pregunta: ¿Pueden las centrales ser capturadas por otros una vez capturadas por un bando? ¿No podríamos cifrar el código de nuevo una vez accionado con el código nuestro? – no soy experto en electrónica pero los crucigramas son un ejercicio acostumbrado.
-
Y se va corriendo. Sola y sin ningún tipo de precaución aparente más que una lanza… bien que cuando estaba encañonada se asustó… pero no toma precauciones en su avance. Si se encuentra con el enemigo no durará mucho, por muy guerrera experta que pueda ser pierde la sorpresa.
Espero la información y confirmo la toma de la base, de no haber sido tomada por la niña aseguraré la central. De no haber necesidad de nuestra presencia allí nuestro siguiente movimiento será dirigirnos hacia el noroeste para irnos acercando a la ciudad principal con intención de bordear el terreno, aprovechando la ocultación que nos brinda el bosque.
- ¿Por qué lleváis capas azules? Entiendo que tenéis que llevar los colores del ejército… pero… ¿no es muy llamativo en este tipo de terreno?- menciono, en uno de los entretiempos entre acciones tácticas.
- Confirmación, es agente de Zilda. Sigamos con el protocolo de seguridad en el perímetro- les comando al grupo, manteniéndome al lado del segundo al mando armado con el francotirador. De manera obvia la disposición de los soldados está regulada por los accidentes del terreno y la posibilidad de cobertura usando la infraestructura energética, pero siempre los especialistas con armas de asalto se encuentran mayormente en el oeste, controlando la zona más probable de procedencia de agentes enemigos de Zal.
Aquella joven mantiene una actitud de rechazo social inicial caracterizado por su corto sermón la actitud poco protocolaria. Otras personas se hubieran enfadado, le hubieran disparado a la rodilla. Pero necesitamos todos los efectivos que tengamos disponibles, sea cual sea su calidad pueden servir de algo. Y comprendo que es normal para cualquiera aliviar la tensión de manera verbal cuando acabas de ser apuntado por seis cañones. Además, no puedo enfadarme, no como otros… no por esto.
Monitoreo la activación de la central con el mapa, la chiquilla no me ha dado experiencias como para confiar en su utilidad aún. Informo por el comunicador.
- Primera torre al oeste de Zilda siendo capturada por un agente, niña de tatuajes en la cara, aseguramos la posición a la espera de órdenes y refuerzos para la defensa prolongada. El perímetro parece tranquilo. Pregunta: ¿Pueden las centrales ser capturadas por otros una vez capturadas por un bando? ¿No podríamos cifrar el código de nuevo una vez accionado con el código nuestro? – no soy experto en electrónica pero los crucigramas son un ejercicio acostumbrado.
-
Y se va corriendo. Sola y sin ningún tipo de precaución aparente más que una lanza… bien que cuando estaba encañonada se asustó… pero no toma precauciones en su avance. Si se encuentra con el enemigo no durará mucho, por muy guerrera experta que pueda ser pierde la sorpresa.
Espero la información y confirmo la toma de la base, de no haber sido tomada por la niña aseguraré la central. De no haber necesidad de nuestra presencia allí nuestro siguiente movimiento será dirigirnos hacia el noroeste para irnos acercando a la ciudad principal con intención de bordear el terreno, aprovechando la ocultación que nos brinda el bosque.
- ¿Por qué lleváis capas azules? Entiendo que tenéis que llevar los colores del ejército… pero… ¿no es muy llamativo en este tipo de terreno?- menciono, en uno de los entretiempos entre acciones tácticas.
- Resumen Zilda Agente Alfa :
En el anterior post de esta misma moderación ...
Asimilar información (con preguntas de qué es el C4 así modo básico, respondidas básicamente) . Darnos la vuelta ante el peligro apuntando (asumo que los soldados hacen eso porque son fuertemente entrenados, aquí no hay papanatas), termino de oír las indicaciones sobre mis sugerencias dándome cuenta de que puedo ver la posición de otros agentes de Zilda en el mapa, mando el aguante de la posición sin abrir fuego para poder dar tiempo a la identificación de la sombra dados los dos puntos en nuestro cuadrante (uno yo y otro Aslaugh, pero supongo que no hay nombres ni identificativos en los puntos). A la espera de post de Aslaugh para luego hacer otro post con la toma de la central.
Y ENTONCES... (Referencia a Supernatural xD)
Dejar pasar a Aslaug porque la reconozco del choque. Asegurar perímetro mientras ella toma la central (aunque lo compruebo porque no me fío un pelo de ella, vía mapita de muñeca). Informar de ello y de la situación.
Pedir órdenes para bien seguir allí a la espera de robots de defensa y cosas por asegurar definitivamente la central, o bien en caso de que se me informe que eso no hace falta ir hacia el noroeste aprovechando el bosque (que supongo yo que es el color verde oscuro del mapa, hace falta una leyenda. Parte superior de Q15).
Pregunta técnica sobre toma de bases, si pueden ser reconquistadas (sugiriendo que cambiemos el cifrado, que somos los tecnológicos) y haciendo un comentario de porqué son azules las capas siendo infiltración (que el azul… jopé eso se tiene que ver de lejos, dijo quien tiene una roja)
Sugerencias para el mapa.
- Leyenda de los colores verdes, blancos y amarillos.
- Poner en los subpost que tenemos la posición de los agentes de tu bando. Ejemplo: Agente alfa T213 Zilda. Sans I47 Zilda… Agapito di Sousa U23 Balt.
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Estornudé con fuerza, haciéndome perder un poco la concentración durante un instante. “Vaya, alguien debe de estar hablando de mí…” Pensé divertido, antes de volver a concentrarme en lo que tenía entre manos.
Que no era para menos. Porque lo que tenía entre mis manos no era otra cosa que la moneda, de nuevo dorada y brillante tras haber reabsorbido el tinte de mi mano. “¿Pero qué cojones? ¿Ya está?” Pensé, desilusionado e insatisfecho. “¿Eso es todo? Tanto rollo y tanta preocupación por una simple moneda que se destiñe…” Sacudiendo la cabeza, casi me dieron ganas de dejarla caer al suelo para no recogerla nunca, pero me acordé de que aún no se la había enseñado a Gaster, y tal vez a mi amigo le interesara investigarla un poco. Así que simplemente me la guardé en el bolsillo al tiempo que avanzaba.
Mientras me acerqué a la central, la pulserita de Zilda comenzó a brillar, cada vez más fuerte. Extrañado, decidí desplegar el mapa por si era alguna especie de aviso o algo, y pude comprobar con sorpresa que no era el único miembro de mi bando cerca de allí. ¿Nos dirigiríamos al mismo sitio? Vaya, a eso llamo yo coordinación silenciosa. También pude oír un par de mensajes de voz que habían hecho por el comunicador, pero a los cuales no les había prestado mucha atención… Menos mal que encontré el botón de “repetir grabación.” Bueno, no realmente, porque cuando los terminé de escuchar seguí pensando que a mí no me interesaba todo aquello, así que suspirando cerré el menú y regresé al clúster de opciones principales.
Ya estaba al lado de la central, y la pulsera no dejaba de avisarme de algo. Buscando entre las letras y números pude encontrar una opción que parpadeaba y brillaba en el mismo tono, como si fuera esa la que me estaban intentando decir que usara, aunque no tenía ni idea de para qué servía. ¿Sería buena idea usarla de todas formas?
Ponderando esa cuestión, me adentré en la oscura central, aparentemente vacía. Dado que el mapa holográfico era tan pequeño, la escala no era precisamente la mejor del mundo así que no podía estar seguro de si el puntito azul que ponía “Ushio” estaba al lado mío o a cientos de metros. “Bueno, qué se le va a hacer.” Pensé mientras avanzaba, buscando algún control central o algo parecido.
Si encontraba dicha función dentro del edificio, intentaría trastear con la pulsera y la opción de asimilación al mismo tiempo que trasteaba con las propias opciones de la central. Tal vez fuera un vínculo como el botón WPS de la Wi-fi que tenemos en G.A.S.T.E.R.
Si no lograba descubrirlo así, usaría la función de comunicación para preguntar si alguien sabía cómo se “capturan” esas bases, con suerte el pretor lo sabría y me daría instrucciones más precisas.
Que no era para menos. Porque lo que tenía entre mis manos no era otra cosa que la moneda, de nuevo dorada y brillante tras haber reabsorbido el tinte de mi mano. “¿Pero qué cojones? ¿Ya está?” Pensé, desilusionado e insatisfecho. “¿Eso es todo? Tanto rollo y tanta preocupación por una simple moneda que se destiñe…” Sacudiendo la cabeza, casi me dieron ganas de dejarla caer al suelo para no recogerla nunca, pero me acordé de que aún no se la había enseñado a Gaster, y tal vez a mi amigo le interesara investigarla un poco. Así que simplemente me la guardé en el bolsillo al tiempo que avanzaba.
Mientras me acerqué a la central, la pulserita de Zilda comenzó a brillar, cada vez más fuerte. Extrañado, decidí desplegar el mapa por si era alguna especie de aviso o algo, y pude comprobar con sorpresa que no era el único miembro de mi bando cerca de allí. ¿Nos dirigiríamos al mismo sitio? Vaya, a eso llamo yo coordinación silenciosa. También pude oír un par de mensajes de voz que habían hecho por el comunicador, pero a los cuales no les había prestado mucha atención… Menos mal que encontré el botón de “repetir grabación.” Bueno, no realmente, porque cuando los terminé de escuchar seguí pensando que a mí no me interesaba todo aquello, así que suspirando cerré el menú y regresé al clúster de opciones principales.
Ya estaba al lado de la central, y la pulsera no dejaba de avisarme de algo. Buscando entre las letras y números pude encontrar una opción que parpadeaba y brillaba en el mismo tono, como si fuera esa la que me estaban intentando decir que usara, aunque no tenía ni idea de para qué servía. ¿Sería buena idea usarla de todas formas?
Ponderando esa cuestión, me adentré en la oscura central, aparentemente vacía. Dado que el mapa holográfico era tan pequeño, la escala no era precisamente la mejor del mundo así que no podía estar seguro de si el puntito azul que ponía “Ushio” estaba al lado mío o a cientos de metros. “Bueno, qué se le va a hacer.” Pensé mientras avanzaba, buscando algún control central o algo parecido.
Si encontraba dicha función dentro del edificio, intentaría trastear con la pulsera y la opción de asimilación al mismo tiempo que trasteaba con las propias opciones de la central. Tal vez fuera un vínculo como el botón WPS de la Wi-fi que tenemos en G.A.S.T.E.R.
Si no lograba descubrirlo así, usaría la función de comunicación para preguntar si alguien sabía cómo se “capturan” esas bases, con suerte el pretor lo sabría y me daría instrucciones más precisas.
- U17 Zilda Sans:
- Guardo la moneda de nuevo tras desilusionarme, veo en el mapa que Ushio esta “cerca” pero como no tengo Haki no lo detecto con precisión. Entro en una central aparentemente vacía (U18) y me pongo a trastear con la pulsera y el panel de control central del edificio (si tiene) tratando de dar con la forma de “capturarla” para Zilda. Si no lo consigo, pregunto por el comunicador al pretor cómo se hace.
Dafne
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Caminar y caminar todo el rato, algo realmente cansado para todos, pero mi cansancio se veía compensado al poder caminar por el bosque acompañada. En mi mente pasaban todo tipo de ideas asociadas a mi compañero arbóreo " ¿Algún día podré crear muchos como él para que protejan la naturaleza?". Era una pregunta que me venía a la mente cada vez que lo miraba.
Del mismo modo otras preguntan me iban surgiendo según caminábamos hacia la central ¿Que nos encontraríamos allí? ¿Algo que me ayudaría a lograr mi objetivo? ¿Algo que ayudara a mis pequeñas plantas que sufren los embates de la guerra?. Esperaba que junto con mi grupo pudiera sacar algo en claro.
Seguíamos caminando, hasta que noté un gran ruido cerca de nuestra posición, parecía que las tropas de Balt estaban peleando o preparándose para luchar. Aún así pude ver, en el rostro de Kodama que estaba intranquilo o molesto. Parecía que quería que fuéramos más rápido para llegar cuanto antes a la central. En ese instante se transformó en un ser gigante, fue algo increíble. Sin duda alguna, Kodama me había ganado.
Nos ofreció su mano para que nos subiéramos a ella, accedí gustosamente, ya que estaba cansada de caminar. Me quedé mirando para la mano de Kodama y su forma ¿Como lo habrá hecho? ¿Será un usuario? ¿Una raza nueva? .No había visto mucho mundo, y muchas de estas cosas me parecían increíbles.
-Ya estoy lista. Dije colocándome en la palma de su mano donde me senté.
Mientras caminábamos no pude evitar preguntarle
-Kodama, permíteme que te pregunte ¿Eres un usuario de lo que llaman frutas del diablo? Es que me pareces realmente sorprendente. Por otro lado quería preguntarte si tienes alguna idea de lo que nos vamos a encontrar en esa central.
Del mismo modo otras preguntan me iban surgiendo según caminábamos hacia la central ¿Que nos encontraríamos allí? ¿Algo que me ayudaría a lograr mi objetivo? ¿Algo que ayudara a mis pequeñas plantas que sufren los embates de la guerra?. Esperaba que junto con mi grupo pudiera sacar algo en claro.
Seguíamos caminando, hasta que noté un gran ruido cerca de nuestra posición, parecía que las tropas de Balt estaban peleando o preparándose para luchar. Aún así pude ver, en el rostro de Kodama que estaba intranquilo o molesto. Parecía que quería que fuéramos más rápido para llegar cuanto antes a la central. En ese instante se transformó en un ser gigante, fue algo increíble. Sin duda alguna, Kodama me había ganado.
Nos ofreció su mano para que nos subiéramos a ella, accedí gustosamente, ya que estaba cansada de caminar. Me quedé mirando para la mano de Kodama y su forma ¿Como lo habrá hecho? ¿Será un usuario? ¿Una raza nueva? .No había visto mucho mundo, y muchas de estas cosas me parecían increíbles.
-Ya estoy lista. Dije colocándome en la palma de su mano donde me senté.
Mientras caminábamos no pude evitar preguntarle
-Kodama, permíteme que te pregunte ¿Eres un usuario de lo que llaman frutas del diablo? Es que me pareces realmente sorprendente. Por otro lado quería preguntarte si tienes alguna idea de lo que nos vamos a encontrar en esa central.
- Balt:
- Charlar, flipar con Kodama, marcarme un objetivo e intentar llegar a esa central todos juntos.
Simo Baker
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Al rato de caminar, las murallas de la ciudad acaban presentándose imponentes ante mí, momento en el que desactivé mi cubierta protectora. No cabía duda de que los síderos eran una gran civilización, me era casi imposible creer que los salvajes de Zal formasen parte de ella. Tras unos instantes de admirar aquellos muros de altura infinita, el rugido de la horda de Zal me hizo volver a mi misión. Por el polvo que levantaban parecía que pasaban de largo e iban a continuar dirigiéndose hacia el Norte lo cual me alegró bastante. Por fin iba a poder distanciarme de esa masa rugiente. Además si iban en esa dirección estaba más que claro que pensaban enfrentarse a Sarka antes de tomar la ciudad, lo cual me daba algo de tiempo para alertar a mis posibles futuros aliados. Todo había comenzado a tornar en mi favor, sólo debía mantener esa ventaja.
Consciente de que no iba a poder saltar la muralla ni atravesarla por la fuerza decidí comenzara rodearla en busca de una entrada o punto flaco. Caminé rodeando aquella construcción hasta que finalmente di con un gran portón custodiado por dos enormes estatuas con forma de guerreros con armadura. Había encontrado el lugar que buscaba, ahora debía pensar cómo aprovecharlo para pasar. A simple vista no parecía haber ningún hueco por el que colarme, sin embargo si quería seguir con mi plan no había otra opción más que cruzar la muralla y avanzar por la ciudad. Decidido activé el análisis avanzado del entorno integrado en mi chip cerebral. Tenía la esperanza de lograr encontrar algo que se me hubiese pasado en un primer momento. Esas estatuas me resultaban bastante llamativas, era como si ocultasen algo, por lo que decidí centrarme sobre todo en ellas. Quizá fuese mi imaginación, pero de todas formas era un buen punto para comenzar a examinar la zona.
Si lograba hallar algo que me permitiese atravesar la muralla me apresuraría en dirigirme a explorar la ciudad, sino no me quedaría otra opción que seguir buscando un punto flaco en la muralla. En cualquier caso no pensaba perder más tiempo del necesario parado en aquel lugar. La guerra no tardaría en alcanzar las puertas de la muralla y sabía que no me convenía estar entre ambos cuando esto sucediese.
Consciente de que no iba a poder saltar la muralla ni atravesarla por la fuerza decidí comenzara rodearla en busca de una entrada o punto flaco. Caminé rodeando aquella construcción hasta que finalmente di con un gran portón custodiado por dos enormes estatuas con forma de guerreros con armadura. Había encontrado el lugar que buscaba, ahora debía pensar cómo aprovecharlo para pasar. A simple vista no parecía haber ningún hueco por el que colarme, sin embargo si quería seguir con mi plan no había otra opción más que cruzar la muralla y avanzar por la ciudad. Decidido activé el análisis avanzado del entorno integrado en mi chip cerebral. Tenía la esperanza de lograr encontrar algo que se me hubiese pasado en un primer momento. Esas estatuas me resultaban bastante llamativas, era como si ocultasen algo, por lo que decidí centrarme sobre todo en ellas. Quizá fuese mi imaginación, pero de todas formas era un buen punto para comenzar a examinar la zona.
Si lograba hallar algo que me permitiese atravesar la muralla me apresuraría en dirigirme a explorar la ciudad, sino no me quedaría otra opción que seguir buscando un punto flaco en la muralla. En cualquier caso no pensaba perder más tiempo del necesario parado en aquel lugar. La guerra no tardaría en alcanzar las puertas de la muralla y sabía que no me convenía estar entre ambos cuando esto sucediese.
- Resumen Zal (?):
- Desactivar la cubierta protectora al llegar a la muralla. Alegrarme de que la horda de Zal siga hacia el Norte alejandose de mí. Avanzar hasta la puerta para explorarla. Si puedo, pasarla y avanzar a explorar la ciudad.
Lothar Dan
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Al final parecía que eran bastante agradables los dos, a pesar de la locura de uno y de la aparente seriedad de la chica. Y lo más importante, parecían gente muy capacitada que era justo lo que necesitábamos en la batalla. Delante nuestro, la imponente muralla nos separaba de la ciudad. Los miembros del ejército de Zal la estaban tratando de forzar con fuerza bruta, sin aparente resultado. Vi pasar un gran perro negro que daba miedo, y a un hombre colarse por una pequeña grieta como si fuera líquido. La joven tenía razón, sino nos movíamos pronto el resto de facciones tomarían ventaja.
-Cuando salimos de la base os vi volar, ¿Podrías volver a hacerlo? -Les pregunté mientras me quitaba la capa roja y desplegaba las alas. – Podría llevaros a uno, los dos sería demasiado. Y quizás en la parte de arriba encontráramos un método para abrir la puerta y dejar pasar a la horda de ferales. También podríamos seguir la ciudad, consiguiendo las centrales en su interior, si ninguna otra facción ha llegado antes que nosotros. – Esperaba que Castor pudiera hacer lo de antes y que Azula me pidiera que la llevara, aunque tampoco me quejaría si los dos podían subir por sus métodos.
De seguir con ese plan, alzaría el vuelo con o sin la chica o chico a la espalda para encararme a la muralla y ver si había algún tipo de mecanismo para abrir la puerta. De haberlo, trataría de usarlo si habíamos escogido ese plan de acción, si habíamos decidido seguir, antes o después de abrir la puerta, descendería planeando hasta el suelo. Explorar desde el aire sería más rápido, pero más cansado y peligroso. Además, tenía que contar con las opiniones de mis dos compañeros. Aunque siempre podía separarme de ellos durante un rato si era necesario.
-Cuando salimos de la base os vi volar, ¿Podrías volver a hacerlo? -Les pregunté mientras me quitaba la capa roja y desplegaba las alas. – Podría llevaros a uno, los dos sería demasiado. Y quizás en la parte de arriba encontráramos un método para abrir la puerta y dejar pasar a la horda de ferales. También podríamos seguir la ciudad, consiguiendo las centrales en su interior, si ninguna otra facción ha llegado antes que nosotros. – Esperaba que Castor pudiera hacer lo de antes y que Azula me pidiera que la llevara, aunque tampoco me quejaría si los dos podían subir por sus métodos.
De seguir con ese plan, alzaría el vuelo con o sin la chica o chico a la espalda para encararme a la muralla y ver si había algún tipo de mecanismo para abrir la puerta. De haberlo, trataría de usarlo si habíamos escogido ese plan de acción, si habíamos decidido seguir, antes o después de abrir la puerta, descendería planeando hasta el suelo. Explorar desde el aire sería más rápido, pero más cansado y peligroso. Además, tenía que contar con las opiniones de mis dos compañeros. Aunque siempre podía separarme de ellos durante un rato si era necesario.
- Zal:
- Ver la situación de alrededor. Comenzar a contar el plan que tenía en mente mientras mostraba mis alas. Subir volando a la muralla, tratar de abrir la puerta y luego descender (si es el plan elegido)
Maki
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Realidad virtual, matar enemigos para ganar y despertar, ultrachip transpondedor... Era todo tan surrealista que parecía que ese tipo rubio y delgado se lo hubiese inventado en el momento. ¿Para ganar tenía que acabar con sus enemigos virtuales y conseguiría una réplica suya a tamaño real? "Tiene sentido", concluyó el gyojin. Era justo lo que había sospechado desde el principio. Más o menos.
-Genial, siempre he querido una réplica mía. Lo llamaré Augus-dos.
El problema estaba en que nunca había matado a nadie. Si mataba a enemigos virtuales no contaba como algo malo, ¿no? Supuso que bastaría con darles un buen golpe para que fuesen derrotados. Ya se imaginaba la escena. Le darían una corona y un título de ganador mientras todos le aclamaban. Su decepción porque no hubiese pasado nada por apretar el botón había quedado en nada ante la perspectiva de conseguir un doble de...
-¿De qué está hecha la réplica? -quiso saber. "Que diga que de papel de burbujas, por favor".
Maki echó un vistazo a su alrededor y se dio cuenta de que ya no quedaba casi nadie por la zona. La mayoría de los que habían llegado al edificio raro se habían largado ya y él se había quedado solo con dos tipos flacuchos cuyos nombres no sabía. El rubio que le había hablado parecía ser muy simpático, así que decidió llamarle Sonrisas. Echó a andar hacia el norte, decidido a ganar el juego, al tiempo que invitaba a Sonrisas a acompañarle. Quizás pudiera darle más consejos útiles por el camiino.
- Zal:
- Desvaríos varios - Ir hacia el norte
Rezvan Markov
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Aquel chico que se había unido a nosotros parecía de lo más extraño. Nada más comenzar el viaje me había dicho que era asesino a sueldo y que si se aburría traicionaría todo aquel que no le pagara. Mi primera impresión fue de repugnancia, como podía alguien ser tan poco honorable. Aunque la sonrisa que mostro después me hizo dudar, ¿Acababa de hacer una broma con un tema así? De cualquier forma, los soldados me contaron parte de la historia, al menos la que ellos conocían. Nadie había pisado la ciudad en veinte años, al menos por la información que tenían, y los más veteranos no se encontraban allí. El conductor del transporte, había hecho la ruta ya varias veces llevando suministros a tropas de exploración.
Esta información me planteaba bastantes interrogantes. ¿Por qué no asaltar la ciudad hasta ahora? Si tenían exploradores, ¿Por qué no llega información del frente? Y la más importante de todas, ¿Por qué no habían tomado ya aquellas centrales energéticas? De cualquier forma, continuamos el camino junto a aquellos hombres. Nos pararon frente a una central, se veía un panel de control protegido por dos grandes animales. No los reconocía, pero su aspecto no era nada amistoso, por suerte, estaban encadenadas.
-Esos animales son vuestros, o debemos deshacernos de ellos para acceder a la central energética. – Le comenté a aquellos hombres. No parecían ser de los que tenían mascotas, pero antes de atacarlas sin necesidad bueno era preguntar.
Si me decían que no eran suyas, y que no sabían cómo habían llegado allí, me bajaría del transporte. Una vez en el suelo, correría hacia las mismas, lanzándoles un Kunai cubierto de escarcha a cada una, apuntando al cuello. Luego sacaría las dagas y me prepararía para el combate cercano, evitando quedar entre los dos animales, enfrentándome a uno solo. Tendría que controlar muy bien las cadenas para ello. Además, esperaba ayuda del joven y los soldados.
Esta información me planteaba bastantes interrogantes. ¿Por qué no asaltar la ciudad hasta ahora? Si tenían exploradores, ¿Por qué no llega información del frente? Y la más importante de todas, ¿Por qué no habían tomado ya aquellas centrales energéticas? De cualquier forma, continuamos el camino junto a aquellos hombres. Nos pararon frente a una central, se veía un panel de control protegido por dos grandes animales. No los reconocía, pero su aspecto no era nada amistoso, por suerte, estaban encadenadas.
-Esos animales son vuestros, o debemos deshacernos de ellos para acceder a la central energética. – Le comenté a aquellos hombres. No parecían ser de los que tenían mascotas, pero antes de atacarlas sin necesidad bueno era preguntar.
Si me decían que no eran suyas, y que no sabían cómo habían llegado allí, me bajaría del transporte. Una vez en el suelo, correría hacia las mismas, lanzándoles un Kunai cubierto de escarcha a cada una, apuntando al cuello. Luego sacaría las dagas y me prepararía para el combate cercano, evitando quedar entre los dos animales, enfrentándome a uno solo. Tendría que controlar muy bien las cadenas para ello. Además, esperaba ayuda del joven y los soldados.
- Sarka:
- Escuchar la historia y a Kotaro. Llegar a la central y preguntar por los animales, por si les pertenecen. Si no son suyos, atacarlos usando el ámbito y dos kunais. Tratar de trabar combate solo con una a la vez.
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Continúo atravesando aquel paramo yermo, acercándome cada vez a mi objetivo. Nada en aquel lugar me hace pensar que se pudiera habitar sin infinidad de modificaciones. Aunque, viendo cómo era la isla de Sarka, estaba muy acorde a sus “gustos”. Mientras vuelo, me responden por el comunicador, que al parecer si es en dos direcciones. Me dicen que no es preocupación por algún problema, que es para evitar que los radares que puedan tener colocados los enemigos me detecten y eliminen del cielo. No parecen tener informes de inteligencia de central, ya que no lo mencionan.
Cuando empiezo a ver la central, me doy cuenta de la llegada de un transporte terrestre. Al parecer aquellos vehículos de Sarka eran bastante eficaces. En él, hay varios soldados, fácilmente distinguibles, y dos chicos, claramente extranjeros. La central tiene un panel externo, desde el que supuestamente se accedería a las funciones de activación y control. Además del panel, dos gigantescas hienas, que más perecen leones que hienas, protegen el panel. Aterrizo lejos y me acerco al transporte.
-Esos animales... -Escuchó decir al joven de pelo blanco la misma pregunta que había tratado ce comenzar yo. – Me alegra ver que hay más gente por aquí, y que seáis de la misma facción, no me gustaría haber tenido que pelear tan pronto. – Les comenté a los dos individuos que no eran soldados.
Si los animales no eran suyos y podían apartarlos, habría que atacarlos. Al parecer el chico era rápido y les lanzó dos armas, para luego correr hacía ellos. Usé los sistemas para ordenar que los drones atacaran a la hiena a por la que no iba aquel chico. Usando yo mi fusil de asalto, para no gastar munición de la armadura. De momento no necesitaba usar a los drones apache, por lo que los mantuve al margen de aquella pelea. Si los animales eran suyos, y los podían controlar mientras activaban la central, comprobaría los niveles de las baterías, por si alguna necesitaba algo de recarga.
Cuando empiezo a ver la central, me doy cuenta de la llegada de un transporte terrestre. Al parecer aquellos vehículos de Sarka eran bastante eficaces. En él, hay varios soldados, fácilmente distinguibles, y dos chicos, claramente extranjeros. La central tiene un panel externo, desde el que supuestamente se accedería a las funciones de activación y control. Además del panel, dos gigantescas hienas, que más perecen leones que hienas, protegen el panel. Aterrizo lejos y me acerco al transporte.
-Esos animales... -Escuchó decir al joven de pelo blanco la misma pregunta que había tratado ce comenzar yo. – Me alegra ver que hay más gente por aquí, y que seáis de la misma facción, no me gustaría haber tenido que pelear tan pronto. – Les comenté a los dos individuos que no eran soldados.
Si los animales no eran suyos y podían apartarlos, habría que atacarlos. Al parecer el chico era rápido y les lanzó dos armas, para luego correr hacía ellos. Usé los sistemas para ordenar que los drones atacaran a la hiena a por la que no iba aquel chico. Usando yo mi fusil de asalto, para no gastar munición de la armadura. De momento no necesitaba usar a los drones apache, por lo que los mantuve al margen de aquella pelea. Si los animales eran suyos, y los podían controlar mientras activaban la central, comprobaría los niveles de las baterías, por si alguna necesitaba algo de recarga.
- Sarka:
- Fijarme en el terreno, y escuchar la información recibida. Alegrarme de que sea comunicación de doble vía. Ver la central y a la gente, pequeña charla con los chicos (Rezvan y Kotaro) Revisar las baterías si los animales son de Sarka, atacarlos con las armas ligeras y mi rifle si no lo son.
Gera
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Gera se unió al árbol caminante, un ser que la tenía completamente fascinada. La otra muchacha parecía ser muy espiritual, un ser dulce y tierno con la que comenzaba a sentirse identificada. La observó durante el trayecto, podía ver cómo la jovencita estaba completamente deslumbrada gracias al gran árbol.
La botánica se percató de que su compañero arbóreo tenía mucha prisa, supuso que quería llegar a la central, el primer lugar por el que le preguntó cuando ésta se había acercado a él la primera vez.
Observó también a la muchacha, parecía ir siguiendo a su compañero sin saber muy bien hacia dónde se dirigían.
-Perdona, soy Gera espero que no te incordie que me haya unido a vosotros, en cierto modo, yo estaba siendo un alma solitaria y aunque me guste la soledad, no me viene mal ir acompañada en un lugar como este. Le dijo a la mujer espiritual mientras intentaba entablar algún tipo de conversación para conocerse, al menos, un poco.
Gera escuchó mucho ruido, le pareció ver cómo las tropas de Balt comenzaban a prepararse. ¿Acaso habría algún enemigo a la vista? Ésto la inquietó un poco, lo cierto es que todavía no era realmente consciente de a qué había ido ahí. Se puso su cara más feroz e intentó sobrellevar sus miedos, no quería que sus compañeros notasen su inexperiencia.
De pronto, el árbol comenzó a crecer y se transformó en uno más grande. Gera se quedó completamente asombrada, no daba crédito a lo que sus ojos veían. Kodama, le dijo a ella y a la otra muchacha que se subiesen encima y así, podrían ir más rápido dado que con su nueva forma, sus pasos serían más grandes y su destino estaría más cerca si le dejaban ir a él. La botánica se subió, no tenía nada que perder y pensar en que podría descansar un rato y al mismo tiempo, tener una visión más amplia de la zona, no le importaba demasiado.
La botánica se percató de que su compañero arbóreo tenía mucha prisa, supuso que quería llegar a la central, el primer lugar por el que le preguntó cuando ésta se había acercado a él la primera vez.
Observó también a la muchacha, parecía ir siguiendo a su compañero sin saber muy bien hacia dónde se dirigían.
-Perdona, soy Gera espero que no te incordie que me haya unido a vosotros, en cierto modo, yo estaba siendo un alma solitaria y aunque me guste la soledad, no me viene mal ir acompañada en un lugar como este. Le dijo a la mujer espiritual mientras intentaba entablar algún tipo de conversación para conocerse, al menos, un poco.
Gera escuchó mucho ruido, le pareció ver cómo las tropas de Balt comenzaban a prepararse. ¿Acaso habría algún enemigo a la vista? Ésto la inquietó un poco, lo cierto es que todavía no era realmente consciente de a qué había ido ahí. Se puso su cara más feroz e intentó sobrellevar sus miedos, no quería que sus compañeros notasen su inexperiencia.
De pronto, el árbol comenzó a crecer y se transformó en uno más grande. Gera se quedó completamente asombrada, no daba crédito a lo que sus ojos veían. Kodama, le dijo a ella y a la otra muchacha que se subiesen encima y así, podrían ir más rápido dado que con su nueva forma, sus pasos serían más grandes y su destino estaría más cerca si le dejaban ir a él. La botánica se subió, no tenía nada que perder y pensar en que podría descansar un rato y al mismo tiempo, tener una visión más amplia de la zona, no le importaba demasiado.
- Balt:
- Presentarse a la chica, observar lo que ocurre con las tropas de Balt, ver como Kodama se transforma, subirse en él y observar a lo lejos a medida que avanzan rápidamente.
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Ya estoy muy cerca del muro, cuando una extraña sensación me embarga. Es como si alguien me estuviera taladrando con la mirada. Me giro en redondo, viendo mucha gente por la zona. Soldados de Zal en movimiento, combatientes como yo, de camino a algún lado, y hasta un gran lobo negro de aspecto feroz. Con todo eso, activo mi mantra, recibiendo gran cantidad de presencias. No me centro en ninguna, a menos que se acerque hacía mí. Buscando por la muralla, encuentro una grieta por la que colarme. No es que haya demasiadas, y al parecer, menos de las que vayan de lado a lado.
Atravesarla en forma de tinta liquida es una sensación rara. Notar como mi cuerpo se abre camino atreves de las piedras para finalmente salir de nuevo al otro lado. Mo estaba seguro de que me hubiera gustado del todo, pero era algo realmente muy útil. Me fijo en el portón desde dentro, buscando algo que lo mantenga cerrado desde abajo. Si lo encuentro, y me veo capaz de abrir la puerta lo haría. Si no veo nada, seguiría mi camino hacía las centrales del centro de la ciudad.
El panorama es dantesco, todo parece haber sido arrasado por una guerra. Me va a resultar muy complicado encontrar lo que buscaba en esas condiciones, pero no desisto. Trato de ir rápido en dirección a las tres centrales que están en medio de la ciudad. Mantengo el mantra activo, pues no me gusta nada como voy viendo la zona. Incluso, puede que más gente haya conseguido atravesar los muros y tenga compañía en aquellas centrales situadas en mitad de todo. Cuando todo acabe, le pediría al gigante feral que me contara como había pasado todo aquello, y alguna cosa más de su pueblo. Sin duda su tecnología, historia antigua y costumbres, no solo las de Zal, debían ser impresionantes.
Atravesarla en forma de tinta liquida es una sensación rara. Notar como mi cuerpo se abre camino atreves de las piedras para finalmente salir de nuevo al otro lado. Mo estaba seguro de que me hubiera gustado del todo, pero era algo realmente muy útil. Me fijo en el portón desde dentro, buscando algo que lo mantenga cerrado desde abajo. Si lo encuentro, y me veo capaz de abrir la puerta lo haría. Si no veo nada, seguiría mi camino hacía las centrales del centro de la ciudad.
El panorama es dantesco, todo parece haber sido arrasado por una guerra. Me va a resultar muy complicado encontrar lo que buscaba en esas condiciones, pero no desisto. Trato de ir rápido en dirección a las tres centrales que están en medio de la ciudad. Mantengo el mantra activo, pues no me gusta nada como voy viendo la zona. Incluso, puede que más gente haya conseguido atravesar los muros y tenga compañía en aquellas centrales situadas en mitad de todo. Cuando todo acabe, le pediría al gigante feral que me contara como había pasado todo aquello, y alguna cosa más de su pueblo. Sin duda su tecnología, historia antigua y costumbres, no solo las de Zal, debían ser impresionantes.
- Zal:
- girarme a ver quién me mira, descubriendo mucha gente cerca. Activar el mantra y colarme por el agujero. Tratar de abrir el portón y avanzar hacia el centro (M12)
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La chica continuaba avanzando con Ryuken, teniendo en cuenta que aquel chico moreno iba con ellos. Debía encontrarse rápidamente con su sensei, pero el camino se estaba complicando bastante. Una extraña grieta se había formado ante ellos y el ruido de alguien quejándose comenzó a escucharse desde lo profundo. La verdad es que tenía algo de curiosidad por ver lo que era, pero por el momento decidió pasar del tema. Podía ser bastante peligroso y sin duda tratarse de una muerte lenta y dolorosa. Lo mejor en esos casos era continuar en línea recta por mucha curiosidad que tuviese por entrar. Aunque en el fondo se moría de ganas.
- Mmmm… d-deberíamos entrar…
Dijo de repente mientras tragaba saliva. Su curiosidad había aumentado y se sentía un poco rara. Había olvidado la sensación de peligro y entonces se quedó mirando a los dos chicos con una expresión calmada. Después llevó la mano a Light, sacándola de su funda y entrecerrando los ojos. Ella iría la primera si los demás no iban a hacer nada. Soltó un pequeño suspiro y lo siguiente que hizo fue dar un paso hacia delante.
- Yo iré primero, no quiero que os pase nada.
Mencionó con un tono amable. Entonces entró en aquella gruta con su espada por delante, esperando a ver lo que ocurría con aquellos lamentos que se escuchaban desde el fondo. Si tenía problemas iba a tener que usar sus poderes antes de la cuenta. Aunque acababa de conocer al moreno, también trataría de protegerlo. Ella no conocía a casi nadie y solía tratar bien a aquellos que la hablaban. Mostró una sonrisa confiada y entonces aumentó un poco el ritmo mientras se relamía y trataba de olisquear un poco el ambiente. Esperaba que no se arrepintiese de su decisión de entrar allí dentro.
- Mmmm… d-deberíamos entrar…
Dijo de repente mientras tragaba saliva. Su curiosidad había aumentado y se sentía un poco rara. Había olvidado la sensación de peligro y entonces se quedó mirando a los dos chicos con una expresión calmada. Después llevó la mano a Light, sacándola de su funda y entrecerrando los ojos. Ella iría la primera si los demás no iban a hacer nada. Soltó un pequeño suspiro y lo siguiente que hizo fue dar un paso hacia delante.
- Yo iré primero, no quiero que os pase nada.
Mencionó con un tono amable. Entonces entró en aquella gruta con su espada por delante, esperando a ver lo que ocurría con aquellos lamentos que se escuchaban desde el fondo. Si tenía problemas iba a tener que usar sus poderes antes de la cuenta. Aunque acababa de conocer al moreno, también trataría de protegerlo. Ella no conocía a casi nadie y solía tratar bien a aquellos que la hablaban. Mostró una sonrisa confiada y entonces aumentó un poco el ritmo mientras se relamía y trataba de olisquear un poco el ambiente. Esperaba que no se arrepintiese de su decisión de entrar allí dentro.
- Meln:
- Entrar a la gruta con cuidado y deseando proteger a Ichi y Ryu, (No pasa nada Ichi-zan ^^ moriré por ti si hace falta (?) )
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El lobo de la oscuridad observó a su hermano adelantarle a una velocidad sobrehumana y eso le hizo fruncir el ceño. Iba a tener que aprender a volar si quería competir con él en ese tema. De todas formas no iba a pararse a quejarse por aquello y continuó avanzando. Sus rojizos ojos vieron entonces a varios de aquellos hombres tener problemas con una enorme puerta. Kedra por su parte no iba a tener problemas con ella. Pudo ver a tres personas un poco raras cerca de él y con su haki de observación pudo detectar sus fuerzas. Los peligrosos parecían ser la mujer y el tipo con cara de enfermo. Ladeó un poco la cabeza y decidió pasar de ellos. Fue entonces cuando gritó con fuerza.
- ¡Todo el mundo fuera de la puerta!
Ya había avisado y el que se llevara por delante sería culpa suya. Kedra entonces cambió a la forma híbrida, aumentando su fuerza bastante. El enorme hombre lobo de casi cuatro metros rugió de forma violenta mientras se relamía. En su puño derecho empezó a formarse un aura roja en forma de cabeza de dragón. Estaba preparando uno de sus ataques más potentes. Cuando ya estuvo pegado a la puerta saltó de forma violenta y trató de estampar su puño imbuido en su haki armadura contra aquella cosa.
- ¡Punch of Dexter!
Gritó en el momento del impacto. La técnica basada en su amigo era algo impresionante y si el golpe no funcionaba, aquella cosa roja liberaría una terrible onda de choque con la que esperaba reventar aquella cosa. Además había imbuido sus nudillos en energía destructiva, esperando de aquella forma hacer mierda la puerta literalmente. Lo hiciera o no, el lobo negro volvería a la forma humana desactivando el haki armadura y manteniéndose serio en todo momento.
- ¡Todo el mundo fuera de la puerta!
Ya había avisado y el que se llevara por delante sería culpa suya. Kedra entonces cambió a la forma híbrida, aumentando su fuerza bastante. El enorme hombre lobo de casi cuatro metros rugió de forma violenta mientras se relamía. En su puño derecho empezó a formarse un aura roja en forma de cabeza de dragón. Estaba preparando uno de sus ataques más potentes. Cuando ya estuvo pegado a la puerta saltó de forma violenta y trató de estampar su puño imbuido en su haki armadura contra aquella cosa.
- ¡Punch of Dexter!
Gritó en el momento del impacto. La técnica basada en su amigo era algo impresionante y si el golpe no funcionaba, aquella cosa roja liberaría una terrible onda de choque con la que esperaba reventar aquella cosa. Además había imbuido sus nudillos en energía destructiva, esperando de aquella forma hacer mierda la puerta literalmente. Lo hiciera o no, el lobo negro volvería a la forma humana desactivando el haki armadura y manteniéndose serio en todo momento.
- Zal (Los de la puerta leedlo):
- Tratar de derribar la puerta de un hostión
Forma híbrida + Haki Armadura Perfecto + Más energía destructora (mejorada con 2 ambitos de camino dragón) + Soul of Dragón (Técnica de fuerza y onda de choque)
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Kotaro no fue respondido a su antojo, pero también le daba lo mismo, pues él siempre estaba con sus cosas. Mostró una sonrisa ladeada y después de unos momentos llegaron a una especie de central con dos jodidos seres aparcados en la puerta. Los hombres del vehículo ya habían dicho que aquella ruta había sido hecha varias veces y pensó que los monstruos podían ser de Sarka. Si hubiesen sido de otros no deberían estar encadenados y aquella cosa ya estaría activada. De todas formas, Jackal saltó al suelo y empezó a caminar tras el joven de cabellos blancos, mostrando una sonrisa siniestra en todo momento.
- Parece que os estáis divirtiendo mucho, mis queridos amigos.
Dijo en un tono seductor y enfermizo al mismo tiempo. Otro hombre había aparecido y una sonrisa mayor apareció en el asesino. También se ocuparía de preguntar a uno de los soldados y aquellos seres eran enemigos. Si tenían carta libre para atacar, sería el momento de terminar con las vidas de los mamíferos de categoría carroñera. Kotaro metería ambas manos en los bolsillos, sacando únicamente tres agujas por mano, las cuales serían de unos diez quince centímetros. Con la mano derecha lanzaría tras de ellas buscando el cuello, el ojo derecho y la boca de la primera. Con la otra buscaría el ojo izquierdo, la nariz y la frente de la otra bestia. Una vez lanzadas las agujas se quedaría alerta y más alejado de ellas que los otros dos.
- Si mis agujas no terminan con la vida de estos bellos animales, deberé cambiar a una artillería un poco mayor. Es lo que tiene el riesgo de la batalla…
Mencionó al mismo tiempo que introducía la mano derecha en la chaqueta. Sus armas más grandes estaban ahí y las sacaría sin problemas. Lo siguiente que hizo fue tratar de detectar los miedos de aquellos dos tipos con el poder de su fruta por si acaso.
- Parece que os estáis divirtiendo mucho, mis queridos amigos.
Dijo en un tono seductor y enfermizo al mismo tiempo. Otro hombre había aparecido y una sonrisa mayor apareció en el asesino. También se ocuparía de preguntar a uno de los soldados y aquellos seres eran enemigos. Si tenían carta libre para atacar, sería el momento de terminar con las vidas de los mamíferos de categoría carroñera. Kotaro metería ambas manos en los bolsillos, sacando únicamente tres agujas por mano, las cuales serían de unos diez quince centímetros. Con la mano derecha lanzaría tras de ellas buscando el cuello, el ojo derecho y la boca de la primera. Con la otra buscaría el ojo izquierdo, la nariz y la frente de la otra bestia. Una vez lanzadas las agujas se quedaría alerta y más alejado de ellas que los otros dos.
- Si mis agujas no terminan con la vida de estos bellos animales, deberé cambiar a una artillería un poco mayor. Es lo que tiene el riesgo de la batalla…
Mencionó al mismo tiempo que introducía la mano derecha en la chaqueta. Sus armas más grandes estaban ahí y las sacaría sin problemas. Lo siguiente que hizo fue tratar de detectar los miedos de aquellos dos tipos con el poder de su fruta por si acaso.
- Sarka:
- Atacar a las hienas si los de sarka dan luz verde. Tratar de conocer los miedos de Corvo y Rezvan con el poder de mi fruta.
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A medida que iba hablando con Bizban, nos fuimos conociendo un poco más, cosa que me alegraba en gran medida ya que si los miembros no depositaban su confianza unos a otros, el grupo estaría destinado al fracaso por muy fuertes que fueran algunos. Cuando Biz y yo estábamos ya acabando de hablar, Yoshi se nos acercó y se fue a hablar con Tobías, que ya se estaba preparando para marchar hacia la guerra él solo. Probablemente se sentiría molesto por estar de sujeta velas como Biz, yo y él. Por mi parte no había problema alguno que el capi y ella demostraran su amor antes de la guerra... quizás solo sentía un poco de envidia ante tal espectáculo. Los soldados de Balt ya habían empezado a avanzar desde hacía ya un buen rato y nosotros nos habíamos quedado demasiado rezagados respecto a los demás. El capitán Kimura nos indicó que nos acercáramos a él ya que iba a trazar la formación que debíamos usar para la guerra. Nos asignó a cada uno de los miembros un compañero de armas, a mí me tocó hacer pareja con Biz y nos encargaríamos de la primera línea para que los demás pudiesen atacar desde larga o media distancia. Tobi y Yoshi también formaron pareja y el capitán decidió ir sin compañero de guerra, si hubiera estado Gusi se habría puesto con él. Cuando acabó de asignar compañeros, nos soltó un pequeño discurso pre batalla y nos dijo que debíamos tener cuidado con Balt a lo que Tobi afirmó. Me gustó el plan del capitán y expresé estar de acuerdo con su plan, nos había juntado con un compañero con el que podríamos entendernos bien en combate y realizar interesantes combinaciones. Después del discurso del capitán, Tobías sugirió ir a una de las centrales que estaba al norte ya que la pretora había dicho que eran importantes para la guerra. Esperé a que los demás expresaran su opinión, ya que yo les seguiría a cualquier sitio, incluido el infierno.
- Balt:
- Terminar de hablar con Biz, escuchar a Kimura y estar de acuerdo con su plan, escuchar el plan de Tobi. Aguardar órdenes
Amaiar Silverfang
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Por fin había conseguido derrotar a la criatura, lo cual me había costado más de lo que planeaba inicialmente. La verdad, fue un error por mi parte subestimar la determinación de un "descerebrado" de Meln, aquella cosa se resistía a morir incluso tras todo lo que le lancé encima... O bueno, debajo en este caso. Pero tenía un nuevo problema: deseaba purgar los restos de aquel ser para evitar que se recompusiera o que algún trozo saliera a buscar ayuda, pero no tenía a mi alcance los medios para ello. Tal vez modificando un poco la fórmula de creación de la espada, en vez de llamas en la hoja pudiera hacer que las disparase desde la punta... Pero no estaba seguro de que con mi poder fuera suficiente.
Mi prioridad pasó entonces a asegurar y evacuar a los civiles. Aún estaban asustados, claramente, en especial el niño pequeño. Sin embargo parecían más calmados tras verme enfrentar a la "bestia de retales", y decidí estirar una mano hacia ellos ayudando a las mujeres a levantarse si la aceptaban.
- ¿Estáis bien? - Les pregunté preocupado. - ¿Os ha hecho daño?
Las mujeres aún en estado de shock no pudieron responderme de forma clara, lo único que hacían era balbucear mientras intentaban deshacerse inútilmente de su pánico. Suspiré, tras conseguir que se pusieran en pie.
- Tenéis que salir de aquí cuanto antes. Pero es peligroso, así que os escoltaré, si os parece bien. - Una de las mujeres asintió en silencio, mientras el niño se cubría la cara con su falda, llorando. - Luego tendré que preguntaros unas cosas, espero que no sea molestia, pero de momento vamonos de este lugar.
Echándole un último vistazo rápido a los restos, decidí deshacer las espadas por si venía otro a recogerlas y usarlas para facilitar su tarea de arrasar el pueblo. Con un gesto de la mano se convirtieron todas en polvo, dejando las fibras inertes en el suelo. Sin embargo había algo que me escamaba, y eran aquellos "ojos" que me observaban. La cosa gris a su lado... ¿Sería esa la materia cerebral del bicho? Parecía que cada fibra tenía vida propia, pero por si acaso no quise tomar riesgos, y conjuré mi lobo de acero (Manual Kuchiyose) encima para que con su peso la aplastase.
Luego lo dejaría guardando ese lugar por si llegaba alguno de mi grupo, que les indicara por dónde me había ido, aunque no duraría mucho tiempo ahí invocado puede que supusiera la diferencia entre que me encontrasen y que no. Y aún quería hablar con ellos sobre lo que estaba ocurriendo, para ver sus puntos de vista sobre el tema...
En caso de no ser interrumpido por alguien o de encontrar obstáculos/enemigos por el camino, llevaría a mis protegidos hasta el sitio por donde entré yo, esperando que la horda de descerebrados no mirase hacia atrás en su incursión. ¿Quién pensaría que alguien iba a escapar justo por donde han pasado ellos? Es tan improbable que espero evitarme más sorpresas.
Mi prioridad pasó entonces a asegurar y evacuar a los civiles. Aún estaban asustados, claramente, en especial el niño pequeño. Sin embargo parecían más calmados tras verme enfrentar a la "bestia de retales", y decidí estirar una mano hacia ellos ayudando a las mujeres a levantarse si la aceptaban.
- ¿Estáis bien? - Les pregunté preocupado. - ¿Os ha hecho daño?
Las mujeres aún en estado de shock no pudieron responderme de forma clara, lo único que hacían era balbucear mientras intentaban deshacerse inútilmente de su pánico. Suspiré, tras conseguir que se pusieran en pie.
- Tenéis que salir de aquí cuanto antes. Pero es peligroso, así que os escoltaré, si os parece bien. - Una de las mujeres asintió en silencio, mientras el niño se cubría la cara con su falda, llorando. - Luego tendré que preguntaros unas cosas, espero que no sea molestia, pero de momento vamonos de este lugar.
Echándole un último vistazo rápido a los restos, decidí deshacer las espadas por si venía otro a recogerlas y usarlas para facilitar su tarea de arrasar el pueblo. Con un gesto de la mano se convirtieron todas en polvo, dejando las fibras inertes en el suelo. Sin embargo había algo que me escamaba, y eran aquellos "ojos" que me observaban. La cosa gris a su lado... ¿Sería esa la materia cerebral del bicho? Parecía que cada fibra tenía vida propia, pero por si acaso no quise tomar riesgos, y conjuré mi lobo de acero (Manual Kuchiyose) encima para que con su peso la aplastase.
Luego lo dejaría guardando ese lugar por si llegaba alguno de mi grupo, que les indicara por dónde me había ido, aunque no duraría mucho tiempo ahí invocado puede que supusiera la diferencia entre que me encontrasen y que no. Y aún quería hablar con ellos sobre lo que estaba ocurriendo, para ver sus puntos de vista sobre el tema...
En caso de no ser interrumpido por alguien o de encontrar obstáculos/enemigos por el camino, llevaría a mis protegidos hasta el sitio por donde entré yo, esperando que la horda de descerebrados no mirase hacia atrás en su incursión. ¿Quién pensaría que alguien iba a escapar justo por donde han pasado ellos? Es tan improbable que espero evitarme más sorpresas.
- Resumen Meln:
- Rescato a las mujeres y niño, que no pueden hablar correctamente por la conmoción. Decido dejar las preguntas para luego y escoltarlas hasta una salida para evacuarlas del pueblo, no sin antes conjurar el Manual Kuchiyose (lobo de acero) para que aplaste la masa gris que dejó la Bestia de Retales y que guarde el lugar durante un tiempo limitado. Si alguno de mis compañeros de grupo llega al lugar en ese momento, puede llegar a verme saliendo por un callejón lateral para evitar la ruta principal, o llegar a un lugar vacío y con un lobo plateado que le indicará por dónde me he ido. De no encontrar más obstáculos importantes, saldré con el trío de jóvenes por donde mismo entré al pueblo, suponiendo que la salida estará prácticamente vacía pues nadie se esperaría que alguien escapase por donde acaba de pasar la horda.
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